Catrileo Nº2 - 0001

10 de Junio, 2010 Fui a verla a la cárcel de mujeres, en el 8 de Vicuña. La Machi camina con dificultad. Me cuenta que está en una pieza que cobija a tres ladronas, dos prostitutas y una mujer que mató a su marido en defensa propia. A este última la ubico, me tocó acusarla a mí.

La machi me dijo que no le queda mucho y que ya ha hecho suficiente, que habría deseado ver por ultima vez sus araucarias.

Está en la cárcel y es sólo una abuelita con trastornos, realmente tiene un juicio de realidad distorsionado. Me dijo que tuviera cuidado, me preguntó si había investigado mí ascendencia mapuche, me dijo que vendrían por mi, que por favor creyera cuando el señor volviese, que escuche los pewmas de la niña, que en los pewmas se diría todo.

Me dijo que todo lo hizo por mí, para que yo entendiera.

Me dijo que yo era importante. ¿Por qué fui a verla?, ¿Me siento culpable?, ¿Esperaba que pasara algo “sobrenatural”?, ¿Que me perdonara?

12 de Octubre, 2010 Ha muerto.

Estaba menguando el circo mediático y la muerte de la machi avivó la cueca. Nada qué hacer, habrá que aguantar a los periodistas y a los que me quieren “funar”.

Yo necesito un descanso. De todo. De este diario también, tengo suficiente pensando, no necesito escribir nada más.