Darle palabra al cuerpo y cuerpo a la palabra significa captar señales, emergencias, condiciones históricas de posibilidad, para permitir la aparición de prácticas discursivas que forman sistemáticamente objetos de los que se habla, en este caso, significa recoger la palabra referida al cuerpo como saber social para fundar un posible campo de estudio. ¿De qué cuerpo estamos
hablando?, indudablemente no de un objeto discursivo explícito inmutable o indiscutible, sino más bien de un objeto difuso e inasible...