EL NUEVO DIA- DOMINGO 8 DE ABRIL DE 2018
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Las "mejores prácticas" pueden perder su significado con el tiempo y eventualmente osificar la innovación. ¡No tengas miedo a una sacudida!
LOS MALOS HÁBITOS DE SU EMPRESA TERMINAN CON LA INNOVACIÓN POR: ANNE FISHER, MONSTER
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Alguna vez se preguntó por qué su empresa, o su industria, hace algo de cierta manera, a pesar de que no parece tener sentido? Si ha preguntado al respecto y le han dicho: "Debido a que esta es la forma en que siempre lo hemos hecho", dice un nuevo libro llamado Breaking Bad Habits de Freek Vermeulen, probablemente esté viendo una práctica recomendada de larga data que simplemente no mantuvo el ritmo de los tiempos. Como profesor
de estrategia y emprendimiento en London Business School, Vermeulen descubrió que incluso las organizaciones mejor gestionadas tienen al menos algunos malos hábitos. "La noticia alentadora es que las mejores prácticas obsoletas son excelentes puntos de partida para la innovación", señala. "Cambiar los viejos hábitos que ya no funcionan puede ponerte fuera de tu competencia". Monster habló recientemente con Vermeulen sobre cómo los líderes pueden detectar y deshacerse de las mejores prácticas que salieron mal. P: Usted señala que el mayor pro-
blema con los malos hábitos es que reprimen la innovación. ¿Cómo? R. Bueno, por definición, un hábito es algo que hacemos una y otra vez de la misma manera, independientemente de los cambios en el entorno. Por supuesto, los hábitos pueden ser útiles porque nos impiden reinventar la rueda. Pero todo lo que una empresa rutinariamente hace debe volver a examinarse de vez en cuando, para asegurarse de que todavía se ajusta a las condiciones actuales. Las circunstancias tienen una forma de cambiar todo el tiempo.
P. Una forma en que los malos hábitos se propagan y persisten, ha descubierto, es a través de la evaluación comparativa. Entonces, usted recomienda "benchmarking inverso". ¿Qué es eso? R. Desafortunadamente, la evaluación comparativa ha llegado a significar que todos en una industria hacen las cosas de la misma manera. Hay muchos negocios que son terriblemente parecidos, a menudo mucho más que los clientes a los que buscan servir. Busque prácticas y políticas que todos, o la mayoría, de sus competidores estén usando. Si no puede explicar por qué a todos los empleados y clientes se les atiende mejor con ese enfoque único, vea si puede apartarse de la multitud. Es probable que sus compañeros de trabajo alberguen sospechas de que ciertos hábitos de larga data, aunque generalizados en su industria, ya no tengan mucho sentido. Pregúntele a sus empleados, también. Dado que generalmente entienden el funcionamiento interno de la organización mejor que nadie. P. Su libro incluye 10 formas en que los gerentes pueden identificar las mejores prácticas anteriores que ahora se interponen en el camino. ¿Tienes un favorito? R. ¡Sí! Pregunta a extraños por sus impresiones. Cuando alguien nuevo entra y comienza a buscar en una empresa, tal vez como un periodista o un consultor, tendrán preguntas sobre por qué las cosas son como son, y esas son a menudo preguntas útiles.
Pero la mejor fuente de conocimiento son los nuevos empleados. Al principio, las nuevas contrataciones pueden no estar lo suficientemente familiarizadas con el negocio como para comprender por qué las cosas son de cierta manera. Pero después de 3 meses más o menos, si un nuevo empleado sigue preguntando por qué, es posible que le muestre una práctica obsoleta. Creo que las empresas deben ser sistemáticas a la hora de recopilar esta información. Establezca reunirse con nuevos empleados en una sala, 3 o 4 meses después de sus fechas de inicio, y solicite sus observaciones. Como consultor, escucho constantemente a los líderes y empleados explicar cosas diciendo: "Así es como siempre lo hemos hecho". Tenga cuidado con esa frase. Por lo general, es un signo de un hábito de larga data que necesita una mirada más de cerca. P. Usted recomienda hacer cambios continuamente, incluso cuando las cosas parecen ir bien. ¿No es difícil de explicar a los empleados? R. Puede ser, pero ¿cuál es la alternativa? La mayoría de las empresas esperan hasta que algo no funcione y luego se apresuran a cambiarlo. Pero en ese momento, el negocio suele tener tantos problemas que el cambio es mucho más difícil. Eventualmente, todo se vuelve obsoleto: productos, mercados, estrategias, tecnología. Entonces, la capacidad de administrar el cambio es una habilidad crítica para los líderes ahora, y es un caso de "usarlo o perderlo". Lo construyes usándolo. Si le dice a los empleados por qué está haciendo un cambio y por qué ve la necesidad de ser proactivo al respecto, puede ser difícil para ellos aceptarlo inicialmente. Pero se vuelve más fácil. A medida que el cambio se convierte en parte de la cultura de la empresa, las personas se acostumbran a ella. En la mayoría de las organizaciones, una fuente de innovación que a menudo se pasa por alto se reduce a tres reglas de oro: analice detenidamente todo lo que hace, descubra lo que ya no funciona y luego deje de hacerlo.