
3 minute read
18/08/2021, Entre Emaús y Jerusalén
Capítulo General
partida en pequeños grupos al final de la mañana se asemejaba asombrosamente a aquella senda pascual…
Advertisement
La senda nos condujo al hogar; la palabra al banquete. Y lo reconocimos ya sin velos al partir el pan. En torno al misterio de la eucaristía nuestro fundador encontró la madurez de su experiencia de fe: nosotros, sentados a su misma mesa, buscamos y gustamos la raíz eucarística de nuestra espiritualidad. Y queremos seguir descubriendo la luz misionera que se proyecta desde ella sobre el mundo. Así lo han expresado con viveza en la misa vespertina tres de nuestros hermanos que custodian con especial esmero las fuentes de nuestro carisma en la Iglesia: P. Gonzalo Fernández, actual Prefecto de Espiritualidad de la congregación, que ha presidido la eucaristía invitándonos a recrear el icono de Emaús en nuestras comunidades como la vía mejor para afrontar los retos de nuestro tiempo; P. Carlos Sánchez Miranda, director del Centro de Espiritualidad Claretiana de Vic, en el que no se busca rescatar el pasado para anclarse en él, sino redescubrir la herencia recibida como acicate para nuestro propio ser misionero, y P. Paulson Veliyannoor, encargado del Centro Fragua de Los Negrales (Madrid), en el que se ofrece desde hace décadas una experiencia de renovación integral para los claretianos de todo el mundo con más de veinticinco años de profesión perpetua.
Al caer el día se percibe un aire sereno entre nosotros. Sabemos que, aunque tratamos cada día de echar a andar como ellos, nos queda un largo trecho para acompasar nuestros pasos con los de los peregrinos de Emaús, quienes, mostrándose en un principio desencantados del seguimiento de Jesús, terminaron por recobrar su amistad. Nuestra llamada, como recordaba san Agustín a los suyos en la festividad del primer mártir de la fe, consiste en pasar continuamente de siervos a amigos: “Esteban, de siervo, pasó a ser amigo. Nosotros somos, sin duda alguna, siervos; concédanos él ser también amigos” (S. Agustín, Sermón 316). Un deseo que es, en realidad, promesa, porque el Señor se ha adelantado con su entrega a la nuestra, quedándose con nosotros en todos los afanes de la vida. Así, los misioneros claretianos podemos convertirnos también hoy en amigos que se quedan con el Amigo, con Aquel que, una vez sentado a la mesa, ya permanece en ella para siempre.
XXVI Capítulo General / 18/08/2021
Por Gobierno General
Entre Emaús y Jerusalén
Nemi, Italia. A las 7:30, con la oración de laudes dirigida por la Provincia USA-CANADÁ, inició el tercer y último día de Retiro de nuestro Capítulo General. Al tiempo que recitábamos y escuchábamos la Palabra de Dios, agradecíamos la presencia de los tres miembros de la provincia de Brasil, llegados anoche a Italia y ya presentes en esta sede capitular de Nemi. Por la tarde, se unía a la oración de vísperas, Juan Carlos Bartra, el provincial de Perú-Bolivia, que desde hace tres días guardaba la cuarentena prescrita dentro de la casa. Al anochecer, llegaba desde Medellín el provincial de ColombiaVenezuela, Armando Valencia. Poco a poco, se va completando el número de los capitulares; ya solo
Capítulo General
faltan los hermanos de la India y Sri Lanka. Confiamos en que puedan incorporarse en los próximos días.
Por la mañana, hemos estado entre Emaús y Jerusalén: hemos pasado de la sorpresa de descubrir que el caminante que partía el pan con nosotros era el Señor, al deseo de regresar a la comunidad, para allí anunciar que la gloria del resucitado se había hecho presente de forma inesperada, y que ante nosotros se abrían nuevas sendas de discipulado. La semilla de la Palabra, depositada en nuestros corazones cargados de sueños, fructifica en una comunidad congregacional que avanza y se plasma en el anhelo de construir una Iglesia renovada, soñadora y dispuesta a testimoniar la presencia viva del Resucitado. Semillas del Verbo que, por otra parte, estamos llamados a descubrir en todo lugar; sueños que se nos invita a hacer realidad en fraternidad misionera y en misión compartida.
La sesión de trabajo de la tarde, orientada asimismo por los facilitadores, Jolanta y Paulson, nos ha puesto en la pista de la búsqueda de primeras conclusiones, es decir, se nos ha invitado a ir dando el salto a lo concreto; a lo que, más allá de la experiencia espiritual de estos tres primeros días, centrará nuestra atención a partir de mañana. Para hacerlo, nada mejor que el lenguaje evocativo. Reunidos por grupos hemos sintetizado la vivencia de las jornadas de retiro en un símbolo que expresara los anhelos y búsquedas intuidos en estos primeros pasos del discernimiento capitular.