El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento

Índice

Título….….……………………………………………………………………… Pág. 2

Introduccion………………………………………………………………… Pág. 2 Capítulo I ¿Qué es el Espíritu Santo?

1.1 Generalidades………………………………………………………… Pág. 3 1.2 Referencias al campo lexicográfico “espíritu”……….. Pág. 4-5 1.3 Tipos y símbolos del Espíritu Santo.……………………… Pág. 5-6 Capitulo II El Espíritu Santo revelado en los evangelios………………… Pág. 7 Bibliografía…………………………………………………………………..... Pág. 8

Título: La actuación del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento Introduccion El objetivo de este trabajo es presentar una síntesis de las principales ideas relacionado a uno de los temas bíblicos universales y pilar de la fe cristiana es todo lo relacionado a la interpretación y conocimiento del Espíritu Santo, el cual es un tema

muy extenso y

comprende significados muy amplios. En esta monografía procuraremos abordar, comprender y analizar textos y conceptos de los resultados de diferentes estudios realizados por los expertos en el tema, con el objetivo esencial de conocer los aportes teóricos que nos permitan entender la deidad del Espíritu Santo, así como los diferentes nombres y símbolos con lo que lo relacionan y su operación en el Nuevo Testamento en el comienzo de las primeras comunidades cristianas.

Es importante también indagar las consideraciones en el desarrollo de la Teología del Espíritu, también conocida como Pneumatología, que se encuentra fuertemente vinculado a los primeros siglos de la Iglesia, y que tuvieron sus bases en textos significativos del Nueva Testamento y que aportan valioso conocimiento de la operación de Espíritu Santo en la expansión del cristianismo.

Por lo tanto, intentaremos responder con los aportes teóricos como manera introductoria ¿Qué es el Espíritu Santo?, ¿Cuál es la actuación del Espíritu Santo y qué importancia tiene en la estructura de la fe cristiana?, ¿Y la Biblia que dice sobre el Espíritu Santo?, ¿Cómo los autores del Nuevo Testamento ha intentado definir al Espíritu Santo?

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Capítulo I ¿Qué es el Espíritu Santo?

1.1 Generalidades El término ‘pneuma’ (πνεῦμα) es una palabra del griego antiguo que inicialmente significa respiración, aliento, espiritu, a la vez que aire, el simple y literal aire de la naturaleza. De ‘pneuma’ proviene una palabra tan alejada, en principio, de cualquier forma de espiritualidad como es ‘neumático’. Aire y espíritu son conceptos muy diferentes para nosotros, radicalmente diferentes debemos decir, en nuestras lenguas modernas, pero eran intercambiables en el griego antiguo. No obstante, todavía queda algún vestigio de ello en la actualidad: De la palabra griega ‘pneuma’ proviene ‘pneumatología’, una disciplina (marginal) que estudia los fenómenos del ‘pneuma’, esto es, la influencia de los ‘espíritus’ o ‘seres aéreos’, intangibles e invisibles, en las personas.

En contextos religiosos pasa a significar "espíritu" (spiritus en latín), en el contexto cristiano se reconoce la Pneumatología como la parte de la teología que estudia los seres y fenómenos espirituales, en especial el 'espíritu santo', como instrumento de las acciones de Dios. El Espíritu Santo también llamado Espíritu de Dios, Espíritu de Verdad o Paráclito es considerado generalmente como el tercer Dios de la Santísima Trinidad, de acuerdo con la teología de la mayoría de los grupos cristianos, exceptuando por ejemplo a los Testigos de Jehová, quienes creen que el espíritu santo es “la fuerza activa de Dios", es decir una fuerza impersonal.

Con el correr del tiempo

la Iglesia transformó el legado escritural de la verdad

concerniente al Espíritu Santo en una formulación doctrinal y teológica. Muchos de los Padres de la Iglesia Primitiva y la mayoría de los primeros credos hicieron referencia al Espíritu Santo, pero por lo general la doctrina no fue hecha objeto de controversia, y por consiguiente no fue desarrollada. El credo de los Apóstoles que simplemente dice: "Creo en el Espíritu Santo", data del primer siglo en su compilación original (Monografias.com).

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1.2 Referencias al campo lexicográfico “espíritu” La relación entre el espíritu (humano) y el Espíritu Santo (de Dios) se menciona a menudo como uno de los principales problemas de la pneumatología actual. En contextos filosóficos y teológicos puede tener efectos unilaterales el hecho de que en alemán, para expresar “espíritu” (Geist), se disponga sólo de una palabra, mientras que en griego puede operarse con pneuma, nous y posiblemente logos, y el latín dispone de spiritus, mens, intellectus, animus y ratio. En inglés se emplea mind para designar realidades antropológicas, y spiritse usa exclusivamente en sentido religioso. Por el contrario, “es de grave significación en el ámbito de lengua alemana el hecho de que en una sola palabra, Geist, se mantengan juntas las dimensiones divergentes de lo antropológico y de lo religioso y metafíisico”.

En el campo lexicográfico no sólo del lenguaje cotidiano sino también del lenguaje culto es mucho más amplio y, en parte, muestra asociaciones contradictorias: «Espíritu [Geist] como esencia de Dios, pero también como fantasma; como centro personal de la conciencia, pero también como poder supraindividual; como parte integrante esencial del hombre, pero también como algo que sólo unos cuantos poseen o como, en el pleno sentido de la palabra, sólo el genio posee; como ingenio natural, como esprit, pero también como don sobrenatural de la gracia; como órgano del pensamiento abstracto y teórico, pero también como fuente de coraje, como causa de ferviente voluntad de acción» (Hilberath, 1996) .

Evidentemente, el término teológico “Espíritu Santo” no llegó a fijarse como término sino en el cristianismo primitivo. Es ajena al griego profano la expresión pneuma hagion. En la versión de los Setenta, esta combinación de palabras aparece únicamente en el Sal 51,13 y en Is 63,10, como traducción del hebreo ruaj hakkodesh (Espíritu de Santidad). El sentido propio y original de la experiencia cristiana del Espíritu, en el mundo de lengua griega, penetró también en el mundo cristiano de lengua latina y dio lugar a una innovación lingüística. Para distanciarse de la expresión estoica spiritus sacer, que tendía a 3

una identificación entre el espíritu humano y el espíritu divino, los cristianos crearon la combinación spiritus sanctus. Partiendo de la historia del concepto, a la Pneumatología bíblico-cristiana se le plantean principalmente dos tareas. En primer lugar, en medio de la confusión de voces que hablan del Espíritu y de lo que el Espíritu dice, habrá que instar a que se haga una diferenciación entre el espíritu humano y el Espíritu divino. En segundo lugar, hay que plantearse radicalmente, es decir, llegando hasta las mismas raíces, la cuestión acerca de la relación íntima entre el espíritu y la vida (Hilberath, 1996, págs. 2829).

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Tipos y símbolos del Espíritu Santo

En vista que el conocimiento en cuanto al Espíritu Santo depende mayormente de lo que se dice de Él más bien que de lo que se ve o se siente, es necesario prestarle atención a cada insinuación. Aunque en las Escrituras hay buen número de símbolos secundarios, la lista que se da aquí se circunscribe a los siguientes, que son muy notorios, o que describen mejor al Espíritu Santo: a. Aceite: el aceite se usaba para sanar, para confortar, para iluminar y para ungir con determinados propósitos, así el Espíritu Santo, sana, conforta, ilumina y consagra. b. Agua un elemento tan común y tan vasto en el mundo sirve como tipo de juicio (Ej.: el diluvio, la destrucción en el Mar Rojo, y los ríos descritos por Cristo en Mt. 7:25, como la Palabra de Dios Jn. 3:5; Tit. 3:5; 1 Jn. 5:6, 8, y del Espíritu Santo. El agua es esencial para la limpieza, satisfacción, renovación y refrigerio, así el Espíritu Santo es vital para el hijo de Dios. Este tema general se puede dividir en tres partes: El Espíritu aplica la sangre de Cristo para toda limpieza, el Espíritu como morador, y las manifestaciones del Espíritu fluyendo. c. Como fuego, es decir que, el fuego es una emblema del Espíritu Santo, porque es comparado a 'Siete lámparas de fuego que ardían delante del trono' (Ap.4: 5), y cuando descendió en el Pentecostés se compara a “lenguas repartidas como de

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fuego” (Hch.2:3). Directa e indirectamente el poder del Espíritu puede ser comparado con el fuego. d. Viento, es decir aliento de Dios es comparado con el viento, Después de Su resurrección, Cristo sopló sobre sus discípulos y dijo, "Recibid el Espíritu" (Jn. 20:22). Así también cuando fue creado el hombre, Dios sopló en la forma sin vida y el hombre fue un alma viviente. Cristo comparó la obra del Espíritu a la acción del viento al hablar con Nicodemo y le dijo: "El viento de donde quiere sopla y oyes su sonido, más no sabes de dónde viene ni a dónde va", así es cualquiera que es nacido del Espíritu" (Jn.3: 8). e. Como Paloma, fue en el bautismo de Cristo cuando el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal como paloma (Juan 1: 30:34). f. Arras, es decir, mirando hacia ese estado glorioso en la eternidad que espera cada hijo de Dios, hay un anticipado sabor de eso que le es otorgado al creyente. 2a Corintios 1:22 "el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones". g. Como sello, se habla de la propiedad y autoridad del Espíritu sobre el creyente, y de su seguridad y parte para el día de la redención. Efesios 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.

En conclusión El invisible, el que nunca ha sido manifestado como lo fue Cristo, excepto en la forma en que fue identificado por Juan el Bautista, mediante el símbolo corporal, como en forma de paloma, sin embargo, es presentado bajo tipos y símbolos o emblemas con el fin de que Él pueda llegar a ser real al hijo de Dios y que sus muchas características puedan ser reveladas. (Chafer, 2009)

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Capitulo II El Espíritu Santo revelado en los evangelios Los biblista actuales están de acuerdo en que antes de que la comunidad cristiana emprendiera una elaboración de la doctrina sobre el Espíritu Santo, éste era para ella un dato de experiencia. La inmensa mayoría de los estudios sobre el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, incluidos los documentos del magisterio ordinario de la Iglesia, contemplan preferentemente el Evangelio de Juan, el libro de los Hechos de los Apóstoles y los escritos del corpus paulino. Los sinópticos, a excepción de los relatos de la anunciación a María y del bautismo de Jesús, son evocados sólo como un complemento del delineamiento sacado de los otros escritos mencionados. En los estudios exegéticos es casi un tópico la estimación de que los sinópticos son muy parcos en hablar del Espíritu Santo. (Casciaro) En el Nuevo Testamento el Espíritu, en el sentido de Espíritu Santo, es designado con frecuencia como el “Espíritu de Dios”. Por ejemplo, en Mateo 3,16 “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él”. Y en Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.

Los textos de los sinópticos hay que leerlos, efectivamente, en sus circunstancias históricas, y no precipitar sobre ellos la fe desarrollada acerca de la Trinidad, que se formó a partir de los acontecimientos de Pascua y de Pentecostés, y que los evangelistas compartían. Es indiscutible que la redactores de los evangelios sinópticos, ya tenían la experiencia y la fe de las primeras comunidades cristianas acerca del Espíritu Santo, aunque no se hubiera producido aún un desarrollo teológico. Según los evangelios sinópticos, Jesús declara muy pocas veces que su obrar esté transido de la acción del Espíritu Santo. Son otros, a veces los propios evangelistas en su labor redaccional, quienes hablan de tal acción del Espíritu en Jesús.

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Bibliografía

Casciaro, J. M. (s.f.). El Espíritu Santo en los evangelios sinópticos .

Chafer, L. S. (2009). Teologia Sistematica_Neumatologia Volumen VI. Editorial CLIE. Hilberath, B. J. (1996). Pneumatología. Barcelona: EDITORIAL HERDER. Monografias.com. (s.f.). Recuperado el 28 de 08 de 2020, de Monografias.com: https://www.monografias.com/trabajos32/espiritu-santo/espiritu-santo2.shtml

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