Carlos Moreu Spa Dossier

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CARLOS MOREU SPA DOSSIER

Por Carlos José Moreu Arcos


Esta publicación forma parte de la documentación aportada a la Asociación “Amigos de Ramón Portillo”, para gestionar la realización, en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Motril, de la Exposición Antológica celebrada en la Casa Condesa de Torre-Isabel, del 21 de mayo al 26 de junio de 2010, en Motril. DISEÑO Y MAQUETACIÓN Carlos José Moreu Arcos © de las críticas, Sus autores © de los textos Carlos José Moreu Arcos 2010 © de las Fotografías Carlos José Moreu Arcos 2010


Carlos Moreu Spa, posando junto a sus Majestades Los Reyes de España en la ceremonia de entrega del retrato de S.A.R. El Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón y Grecia, en la Academia General del Aire, en San Javier. Murcia.


Carlos Moreu Spa, pintando el retrato de SAR El Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón y Grecia en la Academia General del Aire en San Javier. Murcia

Fotografía dedicada por S.A.R. El Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón y Grecia.


Retrato de SAR El Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón y Grecia en traje de vuelo. Detalle. Óleo sobre lienzo. Academia General del Aire en San Javier. Murcia


Isabel Larrocha Clerencia 1990 Ă“leo sobre lienzo, 81x100cm


Carlos José Moreu Arcos h.1982 Óleo sobre lienzo, 130x162cm


Miguel Ángel Gómez Martínez. Director de Orquesta Óleo sobre lienzo, 100x81cm


D. Santos Cascallanas. Presidente de las Bodegas GonzĂĄlez Byass. Jerez Ă“leo sobre lienzo, 81x100cm


Ignacio Hernรกndez Arcos 1990 ร leo sobre lienzo, 81x100cm


Rebeca Izquierdo 2000 Ă“leo sobre lienzo, 100x81cm


Sr. Valdenebro. Caballero de la Real Maestranza de Sevilla Ă“leo sobre lienzo, 81x100cm


D. Juan Carlos I, Rey de España, en uniforme de Aviación ante el avión casa 101. Óleo sobre lienzo, 81x100cm


D. Juan Carlos I, Rey de España Óleo sobre lienzo, 81x100cm


D. Juan Carlos I, Rey de España. Detalle. Óleo sobre lienzo, 81x100cm


D. Pedro Moreu Mirasol, General de Aviación. Óleo sobre lienzo, 81x100cm


Dª. María de los Ángeles Arcos Romero, esposa del pintor. Óleo sobre lienzo, 60x73cm


Mi Familia. Ă“leo sobre lienzo, 81x100cm


Críticas. CARLOS Moreu Spa, Motril es su tierra y su añoranza, ha sido el artista seleccionado para inaugurar la Sala de Exposiciones de este centro cultural que, de la mano de la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada, inicia hoy su andadura con las alforjas repletas de ilusiones y proyectos y la esperanza abierta a los mil caminos de la cultura. Toda acción cultural lleva implícita una expresa preocupación por el entorno en el que se desarrolla. Y esa preocupación, en este caso, va a incidir por entero en la población de Motril que va a tener a su alcance, en programaciones perfectamente estudiadas, una variada gama de actos culturales movidos por una dinámica cuyos objetivos principales son: la motivación para generar interés, la comunicación utilizada como vehículo para facilitar el conocimiento de los códigos que permiten conocer nuestra herencia cultural y el acercamiento y participación de los grupos ciudadanos que se interesan por estos temas. Hoy llega hasta su tierra natal Carlos Moreu, cuya personalidad dentro del mundo artístico es bien conocida y está suficientemente aquilatada. Reside en Madrid desde hace muchos años porque él sabía, allá por los años en que tomó tal decisión, que sólo incrustándose en el abigarrado ambiente de los «primeras filas», trabajando en los mejores talleres y aprendiendo de los mejores maestros, podría ir abriendo el camino. Y entiéndase que abrir el camino conlleva unas dificultades que, progresivamente, hay que ir salvando a fuerza de aprendizaje, destreza, técnica, perfeccionamiento e inspiración. Moreu Spa se caracteriza por un perfecto conocimiento del dibujo y del color y a ello une una preocupación seria y una profesionalidad que lo aleja de lo superfluo, proporcionando a sus trabajos la densidad necesaria para convertir su creatividad plástica en algo digno de ser admirado. Su preocupación por el retrato, realismo pictórico frente a la realidad material, le ha hecho situarse entre los más destacados especialistas y como muestra valga ese retrato de S.A. Real el Príncipe de Asturias y entregado a la familia real este verano pasado. Por ello hemos querido que dicho cuadro figure en el catálogo, aunque, obviamente, no esté en la exposición. La Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada asume con toda responsabilidad la dirección y control de este Centro Cultural de Motril, esperanzado en que encontrará entre los motrileños respuesta adecuada a las manifestaciones culturales que en él se realicen. Y desde aquí hacemos patente el deseo de que el espíritu de participación y colaboración brote entusiasta entre los motrileños, en la seguridad de que las sugerencias y proyectos que nos lleguen serán estudiados con toda la atención que merezcan y atendidos en razón de las posibilidades que existan. Sea, pues, bienvenido a Motril este Centro Cultural con todo lo que ello implica de inquietudes artísticas en el más amplio significado de la palabra. Y sea, también, esta primera exposición que hoy se inaugura, un modelo a seguir en las programaciones sucesivas. Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada


«Los pintores granadinos que viven y pintan fuera de su ciudad natal, sienten de vez en vez la nostalgia de La tierra que los vio nacer y donde dieron los primeros pasos en su arte. Uno de ellos y de los que más éxitos y encargos han logrado en Madrid, Carlos Moreu, expondrá muy pronto en la renovada sala de la Caja de Ahorros. A pesar de que este pintor, como queda dicho, lleva muchos años en Madrid, no ha sido olvidado en absoluto en Granada. Por otra parte, viene entre nosotros para satisfacer los muchos encargos de retratos que de sus paisanos recibe. Además de estas consideraciones, somos muchísimos aún los granadinos que no hemos olvidado al notable pintor, homónimo y padre del que ahora va a exponer. Yo recuerdo vivamente a Carlos Moreu, padre, como elemento muy característico de una época inolvidable del arte granadino. De los días en los que pintores como Morcillo, López Mezquita o Gómez Mir exponían con frecuencia en aquel castizo Centro Artístico de los años diez, verdadera comunidad de artistas como los Carazo, Muñoz Lucena, Paquito Vergara y poetas como Manolo Góngora y escritores revolucionarios tal Miguel Pizarro, al que llamábamos Máximo Gorki. De tal Centro, en la fundación del cual Moreu había tomado parte, éste fue presidente. Había estudiado pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en la que obtuvo abundantes recompensas, y la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias lo llamó a su seno. Murió en 1936. Su hijo, pensionado hace muchos años por el Centro Artístico, se dedicó desde muy pronto al retrato, a diferencia de su padre que fue, sobre todo, paisajista, Moreu, hijo, formó con Soriano Quirós, que también cultiva el cuadro de género, con José Suárez Peregrín y con Molina Torres, compañeros de los Segura o Re-vello del Toro, nuestra actual generación de buenos retratistas, con arte equilibrado y buscador ante sus modelos de lo más recóndito de cada personalidad, empeño de inmensas dificultades y coronación de muchos y arduos aprendizajes y talentos que no logran mancillar los empalidecidos de envidia incapaces de pasar del pretexto por ellos invocado para encubrir desconocimientos, de la intuición. Carlos Moreu tomó siempre su arte muy en serio y más en el género elegido por él, difícil entre todos los demás y el que él supo aderezar con agradabilísimo ornato. A esto, siempre añadió las condiciones eminentemente pictórica del sentido del color, el respeto a las calidades, la ciencia de la composición y, sobre todo en el retrato femenino, el buen gusto y la elegancia. Yo bien sé que muchos son los que simulan despreciar estas cosas y que lo hacen en general porque no se las encuentra tras cada esquina, como ocurre con las improvisaciones, las fantasías y los caprichitos pueriles. Porque a Carlos Moreu y a lo auténtico de su arte se les conoce bien en Granada, se espera su exposición con verdadera impaciencia. MARINO ANTEQUERA


«El trabajo habitual de este pintor granadino tiene lugar en Madrid, pero los de aquí tenemos la suerte de contemplar con relativa frecuencia su producción, pletórica de oficio y de cualidades estéticas. Realmente lo de Moreu Spa es una apoteosis de pintura por cualquier lado que se la mire. Lo primero que sorprende en esta colección es que Moreu Spa lo hace todo, y muy bien: toda exposición suya es una exhibición de facultades, concurrentes con rara frecuencia en un mismo autor: Moreu Spa hace lo que quiere, como y cuando quiere; su pintar es rápido y seguro, porque tras el alma de sus figuras subyace un dominio excepcional del dibujo, y una polivalente sensibilidad para el color. El oficio de pintor, mamado desde la infancia, y madurado con ejercicio rigurosamente científico, le permite imitar con autoridad a Velázquez a Picasso o a cualquier expresionista de los que hacen furores por otras latitudes. Sin embargo, este tipo de pintura que le llena más que ningún otro, por su espontaneidad y su purismo de inspiración queda al recóndito corazoncito del pintor, obligado a servir a su clientela, sin por ello bajar nunca la calidad. Su pintura “expresionista” es el escape lúdico que se puede permitir cuando pinta exclusivamente para sí mismo, y puede que algún día monopolice su actividad. Ello no quiere decir que Moreu Spa no disfrute con la otra pintura que hace: un espíritu abierto es perfectamente compatible con cualquier género o tema que se le ponga por delante, y esa fruición se nota expresamente en cada pintura. Hay algo que pocos pintores podrán contar en su haber como Moreu Spa, y es la constante dedicación a retratar a su familia, sin que los modos se repitan, ni que el entusiasmo decaiga. Será un acontecimiento único la exposición antológica que un día habrá de hacer con los retratos de su esposa, y que yo sepa, ningún pintor, ni siquiera Rembrandt, casado repetidas veces llegó a acumular igual cantidad de retratos familiares. De los retratos los hay que hacen hincapié en el color, otros ensayan fondos totalmente ensamblados con la figura, colores complementarios, reflejos contrastados de gusto impresionista, luces clásicas y expresión noblemente idealizada; pero sobre todo, brilla la ductilidad de muñeca, facilidad de dibujo y precisión fisonómica, captada sin arrepentimiento ni dudas incluso en las improvisaciones aparentemente banales. El retrato de Carlos Moreu Spa, hay que reconocerlo es toda una apoteosis. Como resumen de la calidad apreciada en esta obra, quiero señalar un factor que me parece fundamental. Existen en la pintura al óleo las llamadas “veladuras” que algunos consideran paso obligado para “acabar” un cuadro “clásico”. Pues bien, Carlos Moreu Spa, prescinde por completo de tales “trucos”, logrando igualmente transparencias de cristal, telas al contraluz o sedas pega-


das a la piel en cualquier gama, con la mayor soltura, sin correcciones, al “primer trazo”. Si en los retratos “expresionistas” el color se combina sobre el lienzo ensuciando lúdicamente la superficie, en el resto, la paleta del pintor ofrece en cada centímetro el color exacto previamente combinado, aunque no renuncie a la sorpresa de algún brochazo mezclado “a posteriori”. Y eso, señores, en pintura, es serlo todo, ser capaz de todo, desde el “sfumato” a la “yeta brava”, desde la mansedumbre impresionista, hasta la rebeldía del expresionismo, sin desperdiciar algún que otro placer clasicista que se tercie de por medio. Para ello hay que respirar como artista, soñar despierto con huracanes de color y remolinos de seda. Cada rostro es una flor, y cada cuadro una paraíso donde Moreu Spa se pronuncia feliz, sin complejos, dudas miedos, ni prejuicios de estilo. Llegar a esa libertad y disfrutar con ella es el ideal de todo creador. Pero para ello hay que poder, y Moreu Spa ha podido.» JUAN MANUEL GÓMEZ SEGADE


«El paso por Motril de Carlos Moreu, para inaugurar con sus cuadros la Sala de «La General» de arte, no podía pasar bajo ningún aspecto desapercibida. Nosotros, que tenemos en proyecto comenzar a revisar en estas líneas dominicales, el panorama artístico de nuestra ciudad, hemos creído justo y oportuno comenzar dialogando con él. Aquí están mis impresiones y sus palabras. Carlos Moreu nace en Motril el año de 1922. Desde un primer momento Carlos evidencia su facilidad para el dibujo. —A los cuatro años ya copiaba los dibujos de Xaudaró. Su padre, gran pintor desaparecido, guía sus primeros pasos. A pesar de ello, nuestro pintor camina desde un comienzo. Hasta los veinte años, en que consigue una beca del Centro Artístico para la Escuela de Bellas Artes de Madrid, entre más de veinte aspirantes, no se toma en serio la pintura y abandona sus recién comenzados estudios de Derecho. De este momento arranca propiamente su carrera de pintor. —Desde entonces hasta hoy más de 1.500 retratos. Carlos Moreu escogió quizá la más difícil faceta: el retrato. Yo le he preguntado el porqué. —Siempre me atrajo la figura humana, y dentro de ella el retrato. Además, que el fenómeno social que esto lleva consigo, me refiero a la relación entre el pintor y el retratado, es muy de mi agrado. Soy esencialmente un hombre sociable. Yo corroboro esta última afirmación. En nuestro diálogo he podido ver hasta qué punto, es un hombre dinámico, joven, vivo en la expresión y en la palabra. Lo que a mi juicio define su pintura es la Continua renovación, la incesante búsqueda de nuevos caminos. El «Todo fluye», idea central de la filosofía de Heráclito, es también en él la idea, el punto de partida de su concepción pictórica. El movimiento, la oposición heraclaiana de los contrarios, es en sí algo fecundo, origen de vida y fuerza creadora. En la vida de Carlos Moreu ha existido siempre esta lucha, esta íntima contradicción. —He pasado por épocas de desfallecimiento, de difícil y dolorosa búsqueda. Pero en el fondo siempre conservé el ánimo firme. La alegría es quizá la base de mi pintura, porque lo es de mi vida. No comprendo la visión tenebrosa y oscura que de la existencia algunos pintores nos legaron. Mejor, no la acepto. Le pido que intente definirme su pintura. — Yo no soy, ni he sido nunca, un hombre revolucionario en pintura. Pero por otro lado tampoco mi nombre ha figurado en ninguna escuela pictórica.


Comencé siendo un academicista, y he acabado siendo más o menos un pintor solitario, dentro, claro está, de unas tendencias generales en el actual panorama de retratistas españoles: Macarrón, Alvaro Degado, Arias... Mi técnica es un intento de actualización del impresionismo, de pincelada repentina, fugaz, predominando los tonos claros. ¿El arte abstracto? No, no soy partidario de él. Y tengo una muy sencilla razón: no le veo posible salida estéticamente válida. No he querido dejar la oportunidad de preguntar a un pintor, que tiene su residencia en Madrid, y que por tanto está en contacto directo con el ambiente artístico y cultural actual, cuáles son sus caminos y su público. —No hay duda de que cada día se sabe más de arte, y que la gente se preocupa y se mueve. Sobre todo he podido ver una afluencia grande de jóvenes, que me ha sorprendido. El arte es cuestión de técnica, pero también lo es, y en gran medida, de gusto. Y el gusto, si se nace con él, se educa, se forma, se desarrolla, profundizando en un nivel cultural cada vez mayor. En cuanto al aspecto económico he de hacer notar, que el público aficionado va gastando más dinero en cuadros cada día. Carlos Moreu, al principio lo apuntamos, ha venido a inaugurar una sala de arte. —Pienso estar aquí unas dos semanas. Estoy haciendo varios retratos que me han encargado. Trabajo bastante; siempre he creído que el trabajo, el tesón, es la mejor escuela pictórica. A pesar de lo que he leído en varios libros, no puedo pensar que Velázquez fuese un hombre poco trabajador. Aunque creo en la intuición, en el genio, no puede aceptar que éste dé sus frutos sin un esfuerzo continuado. Me acuerdo ahora de aquellas palabras de García Lorca en su “Poética”: “Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios —o del demonio— también lo es que soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo”. Carlos Moreu es pintor, y es granadino. Y las dos cosas se las ha tomado muy en serio. Su pintura es fresca, ágil, llena de lo que él confiesa como unas “enormes ganas de vivir”. Y en sus cuadros hay niños, porque, así me lo decía, “los niños tienen esa espontaneidad que es la mejor base para un buen retrato Carlos Moreu es un pintor con un largo camino recorrido, y un aún más largo camino por recorrer. y en este futuro, ya presentido quizá por el propio pintor, su mejor pincel, nuestra mejor fundada esperanza.» JOSÉ IGNACIO MORENO OLMEDO


Biografía. Nació en Motril, Granada. Vivió en Argentina hasta los doce años y luego de vuelta a España en Granada, donde estudia el bachillerato. Ingresa en la universidad y estudia derecho, que no termina al ganar por oposición en 1947 una beca del Centro Artístico de Granada para cursar estudios en la Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Afincado desde ese año en la capital de España, trabaja sin descanso en la especialidad del retrato, realizando desde entonces hasta estas fechas más de dos mil. Entre ellos a la mayoría de los embajadores acreditados en Madrid en distintas épocas, Argentina, Venezuela, Suecia, El Salvador, R.A.U., Haití, Marruecos, etc., Y por tanto sus retratos se encuentran repartidos por todo el mundo. Madrid, Barcelona, Nueva York, Venezuela, Argentina, Brasil, Suecia, México, Bolivia, Haití, Turquía, etc. Las colecciones del Centro Artístico de Granada. En Madrid, la de los Condes de Perocamps y los señores de Escuiña, Arias Navarro y Diez Alegría, entre otras, tienen obras suyas. Así corno todas los familias distinguidas de Granada. Ha pintado murales en Salamanca (Iglesia de María Auxiliadora) y distintos centros en Madrid y otras capitales. Tomó parte en la exposición colectiva «50 años de pintura granadina», en Madrid en 1949. Ha celebrado muchas exposiciones individuales, entre ellos en Madrid en los años 1953 y 1954 en la Sala Toisón, años más tarde en la sala Alcón y en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. También ha expuesto en Granada en los años 1949, 1960, 1968, 1970, 1975, 1981, 1983, En Cádiz en 1980, en Jerez en 1980, en San Fernando en 1981 y en 1983. En Sevilla en la sala del Real Círculo de Labradores en 1983. En la Sala Stephan del Casino de Villajoyosa en Alicante en 1985; otra exposición en Jaén en 1987. En Motril en 1988, en el Centro Cultural de la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada, y en la sala Velázquez del Ateneo de Sevilla, en 1999. En el Centro Cultural Príncipe de Asturias, Junta Municipal de Distrito de Ciudad Lineal, en Madrid en noviembre de 2000. Ha realizado un retrato de S. M. el Rey D. Juan Carlos I para la Agrupación de Automóviles de Aviación. Otro de S. M. El Rey para el despacho del Teniente General de Estado Mayor del Cuartel General del Ejército del Aire. Ha pintado en San Javier, en la Academia General del Aire, un retrato de S.A.R. El Príncipe de Asturias, D. Felipe de Borbón y Grecia, en traje de vuelo para este centro. También ha pintado un retrato de SS. MM. Los Reyes D. Juan Carlos y Dª Sofía para la Escuela Superior del Aire. Así como una réplica del mencionado cuadro de S.A.R. El príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón y Grecia, para el Palacio de la Zarzuela. Actualmente vive en C/ Francisco Luján, 10 28027 Madrid. Tef.: 91 367 25 01


EXPOSICIONES 1980-2000 Relación general de las últimas exposiciones realizadas por Carlos Moreu Spá, ordenadas cronológicamente, acompañada de las imágenes de las portadas de los catálogos de mano de cada una de ellas.

1980 Cádiz Sala de Exposiciones, Jesús de la Paz, 2 de la Caja de Ahorros de Cádiz. Cádiz, del 10 al 24 de enero de 1980.

1983 Madrid Sala de Exposiciones Blasco de Garay, 38 Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid Madrid, del 2 al 14 de Mayo de 1983

1983 Granada Galería de Exposiciones de la Caja Provincial de Ahorros de Granada. Granada, del 1 al 15 de junio de 1983.

1986 Alicante Sala Stephan del Casino Costa Blanca, Villajoyosa, Alicante Villajoyosa, del 10 al 23 de mayo de 1985.


1986 Jaén Galería de Arte de la sede del Caja General de Granada. Jaén, del 17 al 31 de octubre de 1986.

1988 Motril Centro Cultural de Motril Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada. Motril, Diciembre de 1988.

1996 Granada Galería de Arte de la sede del Caja Rural de Granada. Granada, del 29 de Abril al 11 de Mayo de 1996

1999 Sevilla Sala Velázquez del Ateneo de Sevilla Sevilla, del 2 al 20 de noviembre de 1999.

2000 Madrid Centro Cultural Príncipe de Asturias, Junta Municipal de Distrito de Ciudad Lineal. Madrid, del 2 al 17 de noviembre de 2000.


Arriba: Pincelera de Carlos Moreu Spa. Cerámica de Talavera.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN Carlos José Moreu Arcos © de los textos Carlos José Moreu Arcos 2010 © de las Fotografías Carlos José Moreu Arcos 2010


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