Festival Internacional de Cine de Toronto
La cobertura fotográfca, 2023
Inventario
El cine mexicano que (poco) existió durante el 2023
El tragaluz del infnito
La Zona de Interés
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Festival Internacional de Cine de Toronto
La cobertura fotográfca, 2023
Inventario
El cine mexicano que (poco) existió durante el 2023
El tragaluz del infnito
La Zona de Interés
¡Regresamos!
Aunque sea, momentaneamente.
Este ejemplar es un esfuerzo conjunto de muchas voluntades que atendemos la petición de nuestros grandes amigos que nos envían su material fotográfco del Festival de Toronto, y nos han pedido editarlo como publicación.
Durante años, Cine para llevar fue un espacio de cobertura sobre el quehacer cinematográfco en México y en diferentes latitudes de América y Europa. Desafortunadamente, el modelo que intentamos nunca llegó a ser autosustentable, dando como consecuencia que tanto la publicación como la página web tuvieron que desaparecer.
Ahora, como se lee renglones arriba, Cine para llevar regresa a atender la petición de nuestros queridos colegas fotógrafos en Toronto y puedan ver su trabajo editado como a ellos les gusta.
Le estamos especialmente agradecidos a nuestro querido colega Sergio Raúl López, por la gentileza de compartirnos su puntual análisis sobre el estado de las cosas en el cine que se exhibió en México durante el 2023, con una muestra de lo que vale mucho la pena, y que se dejó de lado. El agradecimiento se hace extensivo a nuestro admirado periodista José David Cano, director general de la página web Salida de emergencia (sdemergencia.com), por tener la cortesía de convidarnos publicar el mencionado «Inventario», aparecido en dicha publicación experta en la difusión cultural. Claro. Estamos muy orgullosos del apoyo de instituciones, como la AMACC, la Filmoteca de la UNAM y la Casa de Cultura de la UAEMex; así como de las agencias de relaciones públicas que desinteresadamente nos facilitaron planas promocionales para darle forma a esta publicación.
Va, entonces, con mucho cariño, esta deferencia a nuestros colegas fotógrafos en Toronto, agradeciéndoles siempre a todos el esfuerzo conjunto.
@para_cine
@cine.movible
cine.movible@gmail.com
Fundadores
Imagen, Hugo Proa
Editorial, Manuel Almazán
Corresponsal
Brent Perniac, Toronto, Canadá
Colaboradores fotografía
Matt Small, Michael Kim, Toronto, Canadá
El discurso cinematográfco extremo se da cuando el cinéflo no ve lo más importante, pero sí se entera de los elementos dramáticos que hacen a su mente volar hacia un lugar terrible, como el campo de concentración nazi de Auschwitz, en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Así, la familia del ofcial del mencionado inferno, Rudolf Höss, lleva el día a día como vecina de Auschwitz, en una aséptica zona residencial privilegiada, incluso autosustentable, hasta donde ocasionalmente se alcanzan a escuchar los doloridos gritos de los judíos presos, los balazos dirigidos hacia ellos o el cierre de las compuertas de los hornos: sonidos identifcables por la cantidad de referencias que existen sobre los campos de exterminio; mientras, en las residencias, la vida sigue cual si se tratara de un actual sector habitacional cercado en el que los privilegiados ignoran las injusticias de las capas sociales comunes y corrientes.
La invisibilización del sufrimiento se desborda todavía más al conocer a Hedwig, la esposa del ofcial Höss —interpretada por Sandra Hüller, la monumental madre sospechosa de asesinato en Anatomía de una caída—, que solo quiere mantener su estilo de vida y vive presionando al esposo para que el privilegio nunca desaparezca.
Así, uno de los estilistas británicos mejores narradores cinematográfcos iniciado en el mundo videoclipero (como el de «Karma Police», de Radiohead), un londinense Jonathan Glazer (la perturbadora Bajo la piel, 2003), conmueve hasta el sudor de manos cuando la mente desarrolla lo que no se dice ni se ve, pero se escucha e identifca, mientras la familia nazi plácidamente hace vida normal en un día de campo o mientras se cosecha del huerto familiar, traspolando lo que podría haber sucedido hace más de 70 años a una actualidad en la que las capas altas desconocen, ni se interesan en, la realidad de los que padecen una vida miserable a su alrededor.
Aunque la realidad de los vecinos no importe, sí hay que simularla para que no contamine a la siempre «limpia» familia nazi, pues, cual si se tratara de polvo, la servidumbre debe retirar de los muebles la ceniza que expulsan las chimeneas de los hornos de Auschwitz y que el propio Glazer disfraza para hacerla parecer una inocente nevada.
A estrenarse en México la primera quincena de febrero del 2024, Zona de interés es la propuesta de la Academia británica para la categoría al Mejor estreno internacional en la entrega 96 de los premios Oscar.
Inspirada por la novela homónima de Martin Amis.
The Zone of Interest
Dirigida por Jonathan Glazer
Sandra Hüller, Christian Friedel, Freya Kreutzkam
1h 45
el cine mexicano que (poco) existió durante el 2023
Sergio Raúl López, cortesía Salida de Emergencia (sdemergencia.com)
Una no-lista de cineflia particular para el que quiera (y se atreva) a buscar
Al negarse a elaborar una lista de lo mejor del cine en el ya transcurrido 2023, el periodista cultural y cinematográfco Sergio Raúl López decidió no califcar ni poner a competir las películas de arte y de autor de todos conocidas. A cambio, propone al lector-espectador un mapeo de sus muy particulares gustos y recomendaciones. Prácticamente un acto de nigromancia, de esotérica búsqueda de lo oculto ante la terrible crisis de distribución y exhibición de nuestra flmografía nacional.
Tan personal e inimitable como una huella digital o una frma manuscrita resultan los gustos cinematográfcos de cada cual. Tan simple como eso. Así como las preferencias y los apasionamientos en torno a las creaciones artísticas o los estilos literarios son tan personales que, pese a los cánones clásicos —mayoritariamente impuestos desde las visiones occidentales y, digámoslo más agresivamente, colonializantes—, habrá siempre alguno que prefera una obra maestra por encima de otras 100, y si somos lo sufcientemente diversos, habrá mil y una listas diferenciadas de aquel centenar de piezas unánimemente aceptadas.
Habrá quien prefera al Hollywood clásico de vaqueros, novela negra y comedias screwball por sobre los efectos especiales de la ciencia fcción, las críticas antibélicas o el cine de desastre de los años setentas u ochentas, y los que admiren sin reserva los seriales emanados de los cómic y sus historias paralelas y enredadísimas de superhéroes o las telenovelas del espacio exterior flmadas en foros virtuales con pantallas LED y ya sin la necesidad de construcciones costosísimas. O el que se sienta culto con el cine comercial francés tan afecto a la neurosis y los divorcios por causas tan ligeras que ni ameritarían al psicoanalista o a los dramas de la vida cotidiana en el Asia actual o los lentos y poco elaborados dramas observacionales latinoamericanos.
En fn, que cada cabeza es un mundo y que cada mirada albergará una estética —casi una ética se diría— que no le pertenecerá a nadie más. Parafraseando al primer Wittgenstein: tan amplios los gustos cinéflos como la cantidad —y la variedad, añadamos— de flmes vistos, refexionados, deglutidos y procesados. (Pero también de libros, de pinturas, de fotografías, de idiomas, de palabras y de vivencias culturales adquiridas y concitadas ya como experiencia madurada).
Es por ello que no creo en las listas de las películas del año —tanto como me opongo a califcarlas con estrellitas o numerales, es más, como esa forma de la censura disfrazada que es la clasifcación por edades, pues no hay lindes que defnan los cumpleaños necesarios para admirar a Pasolini, Tarkovski o a Buñuel sino el prejuicio moralino y asustadizo de las mentalidades cortas—, porque refejan más una pose de espectador profesional de la que los periodistas especializados debiéramos huir porque simplemente no podemos pretender saberlo todo o casi mayoritariamente. En un arrebato de verdad más que de humildad, el crítico o periodista especializado —o al menos el que se dedica profesional o de manera afcionada a esta actividad— podría desmontar sus carteles favoritos en su estudio o habitación para sustituirlos con un simple letrero que podríamos equiparar a una postura socrática: «Sólo sé que no he visto nada». Y no exagero, el portal en línea Internet Movie Data Base (IMDb) nos informa que tiene registro de 667 mil 381 largometrajes, bien sea de fcción o documentales, mientras que el reporte de tendencias Focus, que anualmente edita el Observatorio Audiovisual Europeo y que presenta en el Marché du Film del Festival de Cannes, nos advierte que simplemente entre las 10 naciones con mayor producción de películas en el mundo —en el «sistema ofcial», se advierte, sin que quede muy claro el signifcado de esto—, alcanzaron los 9 mil 579 en el 2019, los 5 mil 886 en el 2020 y los 7 mil 865 en el 2021 —reducción ocurrida debido al confnamiento y a la crisis sanitaria global causada por el virus SARS-CoV-2—; es decir el hecho en India, Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Francia, Italia, España, Reino Unido y Rusia; en orden descendente, aún sin contar a nuestra República, que según cifras del Instituto Mexicano de Cinematografía, alcanzó las 269 producciones en 2021 y las 268 en 2022.
Ante la evidente imposibilidad de conocer al menos la mayoría de esas obras audiovisuales —nada más el cine mexicano exigiría ver cinco cintas a la semana, ya no digamos la liga de la decena con mayor producción que nos exigiría como espectadores mirar 26 y un cuarto largometrajes al día en 2019, por ejemplo—, resulta de una altanería soberana y de una contradictoria pobreza de miras supina defnir lo mejor del año desde nuestro aislado asiento de una sala de exhibición o de una pantalla digital en casa. Quizás ahí radique la razón por la cual comienzan a abundar ya no sólo las listas individuales de supuestos expertos sino los conglomerados de opinadotes, lo mismo en revistas prestigiadas o en medios independientes.
Lo más triste es que los resultados no variarán demasiado pues aunque se reúnan a medio o a un centenar de colegas cuya actividad principal es mirar películas no se escapan a la inercia bien sea de las elefantiásicas campañas publicitarias de las grandes productoras como las Majors de Hollywood —Disney, Paramount, Universal, Sony Pictures, Warner Bros. o Netfix, agrupadas en la Motion Picture Association (MPA)—, ni a las cintas premiadas en los grandes festivales del mundo occidental —Cannes, Berlín, Venecia, Sundance o San Sebastián— y menos aún a las obras que dan prestigio, más que suscriptores, a las plataformas audiovisuales en la red —de nuevo Netfix, Disney y Paramount, pero también Amazon Prime, HBO Max, Star, Hulu o Mubi—, lo que vuelve estériles a la mayoría de estos ejercicios, además de superfuos y solipsistas.
Pero si tomamos en cuenta que a la gran cantidad de producciones audiovisuales mexicanas de los años recientes que superan ya con mucho a los mejores números de la gran industria local de los años cuarentas y cincuentas —que alcanzaron 135 en 1958 y que han sido infaltablemente superadas desde el 2015 y hasta ahora—, no alcanzan a su público natural ni en los cines ni tampoco en las plataformas y menos aún en ese desierto moribundo en que se ha convertido el mercado de las copias en video —tanto en DVD como en Blu-ray—, ya que de los 66 millones de boletos vendidos en el 2021 apenas 7 millones 495 mil fueron para las producciones locales (el 3.7 %) y de los 87 millones en el 2022 alanzaron apenas 12 millones 27 mil (apenas el 3.2 %), signifca que las otras dos columnas en que se sostiene la industria cinematográfca que son la distribución y la exhibición, simplemente no funcionan ni representan competencia alguna a la gran maquinaria hollywoodense, mal que se extiende también al ámbito de las plataformas y a la televisión, entonces habrá que lanzar una bengala de rescate, una carta en una botella para aquel lector que consulte estas páginas.
Ésa es la razón por la cual he elaborado esta sucinta lista con las películas que, a mi juicio y experiencia, me conmovieron profundamente, que poseen valores de producción sufcientemente buenos para ser recomendadas y que, además, difícilmente formaron parte de aquel corpus que se premia, se menciona y se magnifca entre los recomendadores tanto impresos como digitales, los festivales locales —es decir, los que aún se mantienen con actividad— y las instituciones de la ofcialidad.
Comparto, pues, este cine mexicano que vale la pena cazar, localizar, recordar y, si las circunstancias resultan propicias, mirar en la cartelera, fuera de todo exotismo, chantajismo y moralinas varias, como la cómoda denuncia desde el privilegio, las fcciones exageradas e inverosímiles y ese género cada vez más abundante de las producciones históricas que más que intentar reconstruir personajes y hechos son simples proyecciones freudianas de los traumas, miedos y egolatrías de su realizador. No todas son estrenos rigurosos del año que terminó, otras fueron directo a plataformas y alguna otra apenas estrenó en algún festival pero no ha sido vista por el público, pero qué más da, con escasas pantallas, poca difusión y un público distante que no tiene acceso siquiera a la noticia de su existencia, vale la pena tenerlas en cuenta.
(México,
Basada en un par de novelas de su padre, el inmenso intelectual Carlos Montemayor, Las mujeres del alba y Las armas del alba, se aleja de la convencional pornomiseria en torno al narcotráfco, el crimen organizado y la violencia seca para tejer un fno relato sobre las causas de la guerrilla durante la Guerra Sucia, la persecución y matanzas del Ejército Mexicano y las formas de vida de las mujeres en la sierra de Chihuahua, con delicadeza y serenidad. Estrenó en el Festival de Guadalajara y aguarda aún su estreno en cartelera.
(o Mi casa está en otra parte, México-Estados Unidos, 2022)
Relato narrado en ritmo de prosa recitada-cantada-rapeada por un joven deportado arbitrariamente, nos introduce con tres estéticas tanto en la animación como en la música incidental del fnado Javier Álvarez, en tres casos de personajes confictuados por el cruce de fronteras, vidas y aspiraciones tanto en México como en los Estados Unidos, como muestra de la contradicción del ser fronterizo y migrante, una condición que enfrenta a dos hermanas, que politiza a una niña tras el arresto y deportación de su padre y que le cambia la vida al artista y activista que ahora carga orgullosamente el sobrenombre de El Deportee
Lo popular mexicano sin artifcios, dramatizaciones o exageración confuye en una antigua casona venida a menos en la asaz populosa colonia Guerrero y sus habitantes que si bien comparten su cotidianidad en lo que pareciera una ciudad informe, enriqueciéndola con sus anécdotas, costumbres y habla tan peculiar como única, siempre en riguroso blanco y negro, como un retrato con una vieja cámara mecánica, tan antigua y melancólica como persistente e indestructible en sus formas de ser y de sobrevivencia.
El terrorífco hallazgo de los migrantes ejecutados en una fnca en San Fernando, en aquel triángulo sin ley entre Nuevo León y Tamaulipas deviene en un ensayo de género, claustrofóbico y opresivo, en el que la fuerza de las armas y la veleidad del secuestro de humanos frágiles sirven para construir personajes, especialmente de una pareja que debe fngir no conocerse para sobrevivir —ella, nada menos que la gran guatemalteca siempre expresiva María Mercedes Coroy; y él, el impertérrito Danny Bautista—, que van dando forma dramática a esta pesadilla en una fnca de millonarios en que la rutina es el miedo mismo. Desde su estreno en Mérida ha ido aumentando la importancia de sus festivales y probablemente arribe a cartelera en el segundo semestre del 2024.
Otra cinta de género, esta vez un suspenso habilitado a fnes de los oscuros años setentas, entre la corrupción del sindicato petrolero, de los políticos locales y de los policías coludidos con las mafas locales, nos presenta a un héroe impensado y atípico que decide enfrentar directamente a todas esas fuerzas manchadas y maculadas al investigar un crimen en una entretenida película que (lamentablemente) estrenó directamente en la plataforma Vix.
Un interesante falso documental sobre una académica de San Miguel de Allende, Lena, que decide enfrentar la lenta pero inexorable disolución de su ser a causa del tenebroso Alzheimer, pactando con una joven cineasta para que registre sus claroscuros y su angustia por la memoria que se apaga en su bella casona con jardín a pesar de ella misma, de su familia y de las infranqueables crisis que se le van presentando, en una producción de escasos recursos fnancieros pero grandes soluciones emocionales.
(México-Alemania-Países BajosDinamarca, 2023)
Sintético aunque frecuentemente irresuelto resumen pretendidamente abarcador —que, por ende, poco aprieta— de los cuatro largometrajes previos —e inclusive de los cortometrajes— del cineasta guanajuatense por excelencia, con un evidente mayor dominio técnico y narrativo en sus herramientas como realizador y un perfeccionamiento de las escenas shocking que casi parecen un abuso. Este thriller psicológico y también de acción critica de nuevo la comida chatarra, el crimen y la violencia, la sexualidad inexperta e ignorante, los abusos del poder pero ahora también las fguras del arte contemporáneo, la música pop televisiva y a los infuencers de las redes sociales digitales en una pequeña localidad minera y en una imposible casa construida ex profeso para la flmación. Estrenó a mediados de diciembre en 170 salas con escasa respuesta de público, pero seguramente pronto llegará a la plataforma Mubi.
En este enloquecido y arriesgado cortometraje, el director persiste en la permanente exploración de temas, técnicas y soluciones cinematográfcas para relatarnos la batalla de la Noche Triste —o Victoriosa como la renombró el actual gobierno capitalino—, entre danzantes concheros del Zócalo de la Ciudad de México y jóvenes en motoneta del barrio de Tepito, a múltiples voces, desde la entrevista con los actores hasta las refexiones del director con voz tímida, la creación de un mundo etéreo al flmar el refejo de espejos gigantes y una épica batalla fnal no exenta de humor y de toques de arte actual. Se presentó en Marsella, Nueva York, Black Canvas y Gijón y este 2024 irá directo a Mubi.
La tragedia del volcán Chichonal, en Chiapas, no fue tan conocida ni citada, pese a ser la más devastadora erupción ocurrida en México en décadas recientes, probablemente porque ocurrió en pleno mandato de José López Portillo y el presidencialismo absoluto podía manipular la información y a la sociedad. Pero cuatro décadas más tarde conocemos a los desplazados por la erupción que mantienen sus recuerdos y raíces en el pueblo sepultado, en el que se empeñan en una casi imposible misión arqueológica de recuperación, pues sus sueños y sus existencias están ligadas en defnitiva a ese bello pero peligroso cráter y a los vestigios y reliquias de la vida que alguna vez llevaron ahí. Un gran viaje iniciático a la vulcanología y a la cosmogonía zoque, pero también al desplazamiento forzado no sólo por la lava sino por los intereses extractivistas y las bandas criminales. Estrenó a fnes de 2022 pero sigue recorriendo pequeñas salas independientes con milagrosa persistencia.
A lo largo de su longeva carrera, el afamado compositor minimalista Phillip Glass ha mantenido contactos con músicos de muy diversas tradiciones de todo el mundo, lo mismo hindús que tibetanos, japoneses y africanos, en una profunda y universal búsqueda por la esencia de lo humano; empero, acabó por hallarla en la música ceremonial wixárika —o huichola—, en la que un simple violín y una guitarra artesanal tañen ritmos repetitivos e hipnóticos para acompañar los cantos sagrados que relatan historias de la creación y de sus deidades. Este gran documento va de lo grandilocuente a lo mínimo, inicia con conciertos en el Palacio de Bellas Artes, pasea por Nueva York, pero acaba profundizando en el fuego, el cerro del quemado, los concejos comunales y los misterios de este pueblo que mantiene sus raíces tan poderosas que conmovieron al famoso neoyorquino. Estrenó a mediados de noviembre, y aún debe estar girando por algunas salas.
(México-Argentina, 2022)
Cierto que la comedia televisiva y de evidente, directa y burda lucha de clases ha campeado la taquilla en poco más de una década desde los arrolladores 21 millones de boletos vendidos por dos cintas en 2013 —Nosotros los Nobles y No se aceptan devoluciones—, pero es muy escaso el relato fílmico que emplea la sátira y el humor negro como ocurre en esta cinta tan fantástica como delirantemente cotidiana sobre la práctica del yoga, las mancias, las profecías y el negocio de lo esotérico y el pensamiento mágico en general. La propia madre del autor protagoniza de manera deliciosa la estresante relación familiar que irá extendiéndose a vecinos y familiares cuando se aproximan los tres días que conmoverán al mundo de la pobre pero voluntariosa Bego. Justo es el primer estreno nacional del 2024 tras formar parte de la programación del sexto Black Canvas.
Fresca, fresquísima película de descubrimiento y madurez en la que un joven zacatecano al que pareciera cerrársele el mundo cuando se descubre traicionado y utilizado, además de alejado de su hermana que migró a los Estados Unidos y dolido ante sus padres divorciados, sólo para hallarse entusiasmado con una amiga con la que no sólo encontrará el amor sino que le mostrará personajes y sitios bellos y poco conocidos de la ciudad virreinal, además del descubrimiento del deslumbrante ritual de las Morismas de Bracho con otro de sus compañeros-cómplices. Una película independiente, de creación larga y lenta, que tras competir en el FICUNAM del 2022 se estrenará en cartelera hasta diciembre de 2024.
La exitosa banda del Alberta, Canadá; Nickelback, estuvo presente en el estreno de su documental Hate to Love: Nickelback
El mediometraje Extraña forma de vida se dio a conocer en el marco del TIFF, de la mano de su director, Pedro Almodóvar.
La leyenda de la NBA, Shaquille O’Neal, también conocida como DJ Diesel, dio a conocer su respectivo documental.
El estreno del documental sobre la Compañía Nacional de Ballet de Canadá, Swan Song, contó con la presencia de Neve Campbell.
El neoyorquino Viggo Mortensen, en el TIFF.
El estreno de la cinta de acción The Convert contó con la presencia del actor Guy Pearce.