BOLETÍN DE SEMANA SANTA HUELMENSE 2021

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Carta Pastora Saluda del Párroco Saluda de la Presidenta de la ULCO Misas de Semana Santa Triduo Pascual Saludo Hno. Mayor de Los Dolores ¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe? Saluda Hna. Mayor del Santo Entierro El valor de la devoción en la escultura religiosa seriada Sábado Santo La Unión Local de Cofradías a lo largo del año Cofradía de San Juan Cofradía Penitencia de la Santa Cruz Cofradía Penitencial Stmo. Cristo de la Expiración Cofradía Penitencial Ntro Padre Jesús Cautivo Cofradía Penitencial Ntro. Padre Jesús Nazareno Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro Cofradía Penitencial de la Soledad Virgen de la Fuensanta Saluda Hna. Mayor de la Fuensanta Saluda Hno. Mayor de la Expiración El textil litúrgico y su significación Saluda Hno Mayor de San Juan Cofradías y hermandades para el recuerdo Saluda Hno. Mayor de Nuestro Padre Jesús Nuevas tecnologías aplicadas a la Semana Santa Saludo Hna. Mayor de la Santa Cruz Un sentimiento….a través de un sueño

Coordinación y dirección: Manuel Quesada Martinez

Foto portada y contraportada: Sebastián Soriano

Colaboradores cofradías: Juan Luis Guzmán Fernández Benjamín Díaz Guzmán Javier Fernández Rodríguez Ángela Hervás García Daniel Justicia Soriano Antonia Vico Bravo Elena Guzmán García

Fotos interiores: Andrés Sánchez, Sebastián Soriano, José González, Cintia Requena, Juan José Quintero, Manuel Quesada, Archivos cofradías.

DISEÑA E IMPRIME · Blanca impresores, S. L. Jaén · T. 953 19 11 02· www.imprentablanca.com La Unión Local de Cofradía agradece a todas las empresas y comercios que han hecho posible la realización de este boletín.

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Unión Local de Cofradías

Carta Pastoral

SI HAY FE, CELEBRAREMOS EL MISTERIO PASCUAL

Queridos cofrades: e consta que la preocupación sanitaria, que todos estamos viviendo, está afectando a muchos, no sólo en la salud, sino también en sus efectos secundarios, esos que están sembrando la sociedad, no sólo de desconcierto, sino que también está modificando los modos de vida y las actividades de muchos colectivos. Aunque me consta vuestro sentido de responsabilidad y sé que sois muy conscientes de cuál ha de ser, en estos momentos de pandemia, la preocupación más importante de todo cofrade. También, es evidente que os gustaría celebrar la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua con toda su riqueza y que preferiríais estar preparando del mejor modo posible lo que tenéis encomendado por la Iglesia en estas celebraciones del Año Litúrgico. Este deseo es digno de todo elogio; todos desearíamos que a este ciclo celebrativo de 2021 no le faltara de nada. Por supuesto, desearíais que hubiera culto público a las imágenes que representan los acontecimientos que celebramos y ponerlos al servicio de la fe del pueblo cristiano. Aceptar que no podemos tener ningún tipo de manifestación pública, no significa indiferencia por parte de nadie, tampoco de quien tiene que tomar

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decisiones, como es mi caso y el de todas las Juntas de Gobierno. Todos sabemos que cuanto hacemos en estas celebraciones son experiencias religiosas de gran valor cristiano y eclesial, con tal de que estén siempre unidas a las celebraciones litúrgicas, que son las que le dan sentido a todo cuanto hacen las Hermandades y Cofradías. Todas las celebraciones tienen un vínculo común: celebrar el Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Por ser esto así, a todo el que tiene que decir, empezando por mí, que este año lamentablemente tampoco podemos realizar ningún culto público, y en especial las procesiones, a causa de la COVID-19, se nos parte el corazón. El Obispo, por supuesto, no es indiferente cuando tiene que firmar un DECRETO que nos afecta de esta manera. Al contrario, me duele como os duele a vosotros. Sin embargo, también me llena de sano orgullo la responsabilidad y la sensatez con que el mundo cofrade acepta el sacrificio que tiene que hacer. Es vuestra aportación a lucha que todos mantenemos contra la pandemia. Si hubiera que buscar algo bueno en esto que nos está sucediendo, entre lo mejor, está que cada vez son más, entre vosotros, los que comprenden que nunca, cuando tienen que suspenderse las pro-

cesiones y los cultos por cualquier motivo, deja por ese motivo de celebrarse el Misterio que conmemoramos en ese tiempo litúrgico. Todos sabemos, aunque a veces nos traicione el lenguaje, que siempre hay Navidad, siempre Semana Santa, siempre Pascua, y siempre habrá Pentecostés. El Año Litúrgico es la actualización permanente del Misterio de Cristo, y eso siempre sucede. Para las celebraciones de la Iglesia solo se necesitan dos cosas esenciales: que Dios actúe - eso está garantizado - y que nosotros respondamos con fe - eso lo tenemos que garantizar con nuestra confesión del misterio que celebramos -. O sea, que el diálogo entre la gracia de Dios y nuestra respuesta de fe es la esencia de todo cuanto celebramos. La eficacia de la acción de Dios está siempre garantizada, porque el Misterio Pascual de Jesucristo, corazón de la fe, sucedió de una vez por todas y es eficaz porque Dios nunca decae en su generosidad. Sólo nuestra respuesta de fe y nuestra acogida del misterio tiene que ser actualizada en el tiempo. Cada año tenemos que ir renovando y, si es posible, aumentando, nuestra identificación con Cristo. Como muy bien sabéis, la respuesta de nuestra fe tiene formas y diversos niveles de conciencia y de fervor; no obstante, siempre se sostiene de la misma manera: Dios habla, ama y se acerca y nosotros, abrimos el corazón, le reconocemos, le amamos, lo compartimos con los demás, siendo testigos en nuestra vida de los misterios que celebramos. Con todo esto lo que quiero decir es que este año de 2021 habrá Cuaresma, habrá Semana Santa, habrá alegría Pascual y celebraremos Pentecostés. La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo será, un año más, una experiencia que marcará nuestras vidas y fortalecerá nuestra fe. Quizás sucederá con más fuerza en este año, en el que estamos tan especialmente necesitados de encontrarnos con ese

Misterio esencial en la vida del cristiano. Será para nosotros una experiencia nueva si nos centramos en lo esencial: en Cuaresma nos preocuparemos especialmente en el cumplimiento pascual por el sacramento de la Penitencia; en Semana Santa participamos todos interiormente y en sus celebraciones en la liturgia de la Iglesia; en Pascua nos alegraremos en Cristo Resucitado y acompañaremos a su Madre ,y la nuestra, en sus muchas fiestas marianas que hay en nuestra diócesis de Jaén. Hagamos, por tanto, bien lo que deberíamos de hacer siempre: primero participar intensa y fervorosamente en las celebraciones litúrgicas y, en esta ocasión veneremos las imágenes, aunque no podamos mostrarlas en nuestras calles. Las imágenes representan la cercanía de los misterios de la vida encarnada del Señor a las necesidades humanas. Si las imágenes no salen, pongamos cada uno en nuestro corazón lo que tanto amamos, cuidamos veneramos y llevemos, con el testimonio de nuestra vida, lo que cada imagen representa y nos pide que mostremos. Cada imagen es un mensaje. Ya sabéis que el mejor cuidado de una imagen es vivir en gracia, poner fraternidad entre nosotros y servir a los más pobres con la cridad de Cristo. Si hacemos todo de este modo, al menos yo, no tengo ninguna preocupación de la posible repercusión que la supresión temporal de algunos de nuestros cultos en la Semana Santa o en las fiestas populares pueda tener en el futuro sobre la vida cristiana. Hay quien piensa que decaerá la fe y el sentido religioso; pero eso no sucederá si situamos nuestra fe en lo esencial. Al contrario, cuando ya tengamos la posibilidad de volver a la vida ordinaria en las parroquias, lo haremos con más fuerza, porque se habrá arraigado nuestra fe y también nuestra devoción. Con mi afecto y cercanía.

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Cuaresma y Pascua 2021 Manuel García Pérez Párroco de Huelma

Queridos hermanos: a Cuaresma se convierte en un itinerario necesario de purificación para llegar a los frutos de Cristo resucitado. Por eso no se puede considerar una simple preparación, sino una verdadera iniciación sacramental, es decir, un camino de fe fundamentado en la escucha de la Palabra de Dios y de los signos sacramentales en el contexto de la asamblea litúrgica que se articula en varias etapas, como ha testimoniado la tradición secular del catecumenado. Así la iniciamos un año más para prepararnos al gran acontecimiento de la vida cristiana, la Pascua de Resurrección. Quién nos iba a decir hace un año todo lo que estaba por pasar. Quien podía imaginarse que una crisis sanitaria iba a poner a toda la humanidad en jaque. Pues así ha sido, el coronavirus o Covid19, nos encerró y, por el momento, nos gana la batalla: nos cambiaba la vida, echaba por tierra nuestras ilusiones… y, en lo referente a la Iglesia, todo lo proyectado quedaba en proyecto. No pudimos culminar la cuaresma en comunidad, ni vivir la Semana Santa comunitariamente, y menos aún celebrar en la calle nuestras tan añoradas manifestaciones públicas de fe y, a todo esto y mucho más grave, sumamos el sufrimiento que ha causado esta pandemia, la perdida de tantas vidas y las secuelas que está dejando en las familias, en las personas. Y, sin embargo, la vida sigue y nosotros tenemos que continuar en estos tiempos recios en los que el virus sigue haciendo estragos en nuestro mundo, en nuestros pueblos, en muchos de nosotros. Nos encontramos de nuevo ante una nueva Cuaresma y estamos celebrando, como cada año, nuestras muy queridas misas cuaresmales en las que, sábado a sábado, cada cofradía lleva el peso de la liturgia y alguna de sus imágenes titulares preside el altar. Todo ello siguiendo y observando todas las exigencias de las medidas sanitarias y respetando, como es debido, el aforo indicado en cada momento. De esta forma nos preparamos una vez más para celebrar y vivir nuestra Semana Grande cristiana, la Semana Santa 2021. Un segundo año sin

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mundo y los objetos, y nuestro prójimo. La oración nos mueve a madurar en nuestra apertura a Dios; el ayuno nos refiere al modo en que nos relacionamos con el mundo y con los bienes materiales; y la caridad está vinculada a nuestro comportamiento con los semejantes. Solamente os pido que estas actitudes las vivamos con la novedad de que, una vez más, el Señor nos las presenta como algo nuevo que nos ayuda a profundizar en nuestra fe y poder llegar a vivir nuestra Semana Grande con mayor intensidad y poder cargar las pilas de nuestro seguimiento y testimonio y poder ser auténticos cristianos. Os deseo a todos, de corazón, que esta Cuaresma y Semana Santa 2021 la vivamos con mucha alegría, a pesar de las circunstancias que estamos viviendo, y que, vivirla así, como un regalo de Dios, nos ayude a todos a descubrir la alegría del Evangelio. Con mis mejores deseos,

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Saluda del Párroco:

procesiones, pero este año sí la vamos a poder vivir en comunidad participando de las celebraciones litúrgicas, aunque con la restricción del aforo. Quien por limitación de aforo o por situación de vulnerabilidad no pueda asistir, puede seguirlas a través de las redes sociales en las que estamos presentes. Os invito, como he hecho en otras ocasiones, a que aprovechemos este tiempo de Gracia que nos regala el Señor, viviendo intensamente todas las celebraciones litúrgicas, pidiéndole que nos ayude y que pronto termine esta pandemia que estamos sufriendo. El miércoles de ceniza, en el Evangelio, Jesús nos propuso tres actitudes: oración, ayuno y caridad. Nos pueden parecer anacrónicas. Sin embargo, si observamos los derroteros por los que se ve arrastrada la humanidad y la creación, constatamos que su actualidad permanece intacta. Cada una de estas actitudes está relacionada con otras tantas dimensiones fundamentales del ser humano: Dios, el

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Elena María Guzmán García

Unión Local de Cofradías

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ueridos hermanos, este boletín me da la oportunidad de dirigirme a vosotros en vísperas de Semana Santa, corren tiempos difíciles para todo y para todos, nunca podíamos imaginar lo que un virus nos iba a cambiar la vida. Todo estaba preparado para celebrar la cuaresma y la Semana Santa 2020, pero llegó el covid y lo paró todo, nos metió en casa, coartó nuestra libertad, mermo nuestra salud y nos arrebató a seres queridos; a los que Dios tenga en su Gloria y a los que siempre llevaremos en el recuerdo, y lo peor de todo es que lo sigue haciendo. Por eso tenemos que ser responsables y seguir las recomendaciones sanitarias, por nosotros y por los que tenemos a nuestro alrededor y tener esperanza en que todo esto pasará. Que Dios ilumine a los científicos para que la tan esperada vacuna sea efectiva, les de fortaleza a los sanitarios para seguir luchando contra la pandemia y a los políticos, les de conciencia, humildad y diligencia para actuar por el bien común de los ciudadanos; y que poco a poco podamos retomar la vida tal y como la conocíamos. El año pasado celebramos una Semana Santa completamente distinta, pero la devoción que los huelmenses tenemos, se hizo palpable gracias al ingenio de la gente. Los Hermanos Mayores de las distintas cofradías, gracias a la oportunidad que les dio Cadena Luna y la tertulia cofrade “Cristo del Refugio”, tuvieron la ocasión de dirigirse a sus cofrades a través de la radio, dedicándoles palabras de ánimo en esos días duros de confinamiento. Como colofón a estas intervenciones, se escucharon marchas procesionales elegidas por cada hermandad, de ese modo Huelma sonó a Semana Santa. Se hicieron procesiones de balcón a balcón (la imaginación de la gente de nuestro pueblo no tiene límites), hasta los penitentes estaban presente en dichos balcones. Las celebraciones litúrgicas las seguimos a través de las redes sociales, desde aquí quiero dar las gracias a las personas que lo hicieron posible, ya que en esos días tan especiales nos acercaron a nuestra Parroquia y a nuestro párroco. Lo siguen haciendo todavía, para que las personas, que por un motivo u otro no puedan acudir a la iglesia puedan celebrar la Eucarística desde sus casas. Por segundo año consecutivo, los desfiles procesionales quedan suspendidos, pero si la situación lo permite, sí podremos acudir a las celebraciones litúrgicas que se celebran durante la cuaresma. Estas culminan con nuestra Semana Grande, una semana de dolor y de amor, de muerte y de vida, porque con su Pasión y Muerte en la Cruz, Jesús nos demuestra su obediencia al Padre y su amor por nosotros, y con su Resurrección nos regala la esperanza y la alegría de una vida eterna. Sin más os pido que os cuidéis y os deseo mucha salud. Feliz Pascua de Resurrección.

Misas de Semana Santa Día 28 de marzo. Domingo de Ramos 12:30 horas . Iglesia de la Inmaculada Concepción

Día 30 de marzo. Martes Santo 20:00 horas. Iglesia de la Inmaculada Concepción Al finalizar la misa se realizará el VIA CRUCIS

Día 31 de marzo. Miércoles Santo 20:00 horas. Iglesia de la Inmaculada Concepción

Día 4 de abril. Domingo de Resurrección 11:00 horas. Iglesia de la Virgen de la Fuensanta 12:30 horas. Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta Antes de la misa se llevará a cabo el VIA LUCIS Todas las celebraciones serán retrasmitidas a través de la página de Facebook de la Parroquia. Los horarios están sujetos a la evolución de la pandemia y pueden ser modificados en caso de que las autoridades civiles o eclesiásticas determinen otras normas distintas a las actuales.

Misa de Acción de Gracias Para dar gracias por todos los beneficios recibidos durante la semana santa, la unión local de Cofradías, celebrara una misa de Acción de Gracias que tendrá lugar “D.M) el próximo 10 de abril a las 20:00 h. en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. Presidida por nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. Manuel García Pérez.

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Unión Local de Cofradías

Saluda de la Presidenta

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¡Oh dulce fuente de amor!, hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado más viva en él que conmigo. (Stabat Mater)

Triduo Pascual

Benjamín Díaz Guzmán Hermano Mayor de la Cofradía Penitencial de María Santísima de los Dolores en su Soledad

JUEVES SANTO Es el día del amor fraterno por antonomasia. Se dan en confluencia en esta Eucaristía tres acontecimientos: día del amor fraterno, día de la institución de la Eucaristía y del sacerdocio. Es impresionante el saber estar de nuestra parroquia abarrotada de fieles que necesitan estar allí con Jesús en su última cena. Extraordinario es rememorar como Jesús lavó los pies a sus discípulos, como nos dejó el pan y el vino diciendo “Este es mi cuerpo, esta es mi sangre,… Haced esto en memoria mía”. Y para finalizar la celebración, llega el momento en el que toda la Parroquia le canta al Amor de los Amores, que será llevado bajo palio al monumento. 20:00 horas. Misa de la cena del Señor. Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción

VIERNES SANTO Nuestra pequeña catedral está en penumbra, no hay más luces que las del atardecer entrando por las vidrieras. Esa tarde no se celebra Eucaristía, sino los Santos oficios. Nos reunimos en torno a la mesa para celebrar la “Liturgia de la Pasión del Señor” a media tarde del viernes, hora en la que se ha situado la muerte de Jesús en la cruz. El altar no tiene adornos, el silencio se apodera del templo y el sacerdote se postra en el suelo para recordar la agonía de Jesús. 17:30 horas. Santos Oficios. Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción.

SÁBADO SANTO 20:00 horas. Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. La tarde del sábado de desolación llega apesadumbrada tras la pública conmemoración de esta Semana de Pasión, que nos debe ayudar a vivir con intensidad el año litúrgico. Así cuando la gran noche está ya apoderada del cielo de Huelma, una llama que encenderá el Cirio arde en la puerta del templo, un repicar de campanas en lo alto de esa torre, ese faro guía de nuestro pueblo que es constante visual de todas las perspectivas, ponen en alerta a toda la población. ¡¡Aleluya, Aleluya!! ¡Cristo ha resucitado! ¡No busquéis entre los muertos al que está vivo! 20:00 horas. Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. Textos extraídos del pregón de Semana Santa de D. Benjamín Díaz Guzmán

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stimados hermanos cofrades y vecinos de Huelma, al escribir estas líneas para saludaros, no me queda más que echar la vista atrás desde que pregoné la Semana Santa del 2019. En esos momentos nadie podría imaginar lo que se avecinaba. Hemos vivido un año muy difícil en el que entre otras cosas, las cofradías han tenido que cambiar su ritmo de trabajo habitual. No obstante, nuestra cofradía no ha estado detenida y si no se ha podido volcar en la manifestación pública, se ha volcado en otros fines tal y como se recoge en nuestros estatutos: “Nuestra Cofradía ha de ser todo el año un lugar de educación en la fe, de celebración de la misma, de caridad y comunicación de bienes y de testimonio de Jesucristo en el mundo”. Por ello, comenzando con la Caridad, por parte de la Junta Directiva se decidió donar la totalidad del gasto en velas a caridad, destinando una parte para la elaboración de pantallas protectoras para enviarlas a los hospitales y la otra parte, comprando aceite de oliva para donarlo a Cáritas en la recogida de alimentos que realizó a finales de junio la Unión Local de Cofradías. En relación a la educación en la fe, realizamos el tradicional concurso de Dibujo y Pintura de forma virtual. Así los niños pudieron acercarnos en aquellos duros días de confinamiento su visión de la Semana Santa. Para dar Testimonio de Jesucristo a la sociedad, participamos en el programa de radio emitido el Viernes Santo y así hacer testimonio público de nuestra fe y también animamos a todos nuestros cofrades a adornar sus balcones con símbolos de nuestra cofradía. En septiembre llegó la festividad de Nuestra Señora de los Dolores. La celebración tuvo lugar en nuestra Parroquia el día 19 de septiembre y aunque tuvimos que mantener el aforo previsto, pudimos rezarle más de cerca a nuestra Madre en el altar mayor para rogarle por nuestros favores y súplicas.

Y por supuesto hemos participado en todos las actividades que ha organizado la Unión Local de Cofradías, ya que consideramos fundamental el trabajo en común de todas. Por eso, aunque no vayamos a vivir una Semana Santa tradicional, hoy no debemos lamentar que no vamos a celebrar la Semana Santa, porque sí la vamos a celebrar. Es cierto que nos da pena no ver a nuestros sagrados Titulares en la calle, pero tenemos que conmemorar la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo. Quiero tener un recuerdo especial para los hermanos cofrades que nos han abandonado en este año y también por todos los fallecidos a causa de esta pandemia. Desde estas líneas le pido a la Santísima Virgen de los Dolores por todos ellos y por sus familiares, para que interceda por sus almas y los tenga junto al Padre Celestial. Invoquemos a nuestra Madre que sufrió y padeció el dolor y la muerte de su Hijo. Ella pasó por muchos sucesos de dolor que reconocemos en los Siete Dolores de la Virgen. En ellos evocamos momentos como la huída a Egipto, la crucifixión o la muerte de Jesús. Por esto sabemos que María se pone en nuestro lugar de sufrimiento, ya que ella sabe lo mal que lo estamos pasando y seguro que intercederá por nosotros. Quiero finalizar animándoos a vivir de manera intensa la Semana Santa. Si esta intensidad la hacíamos antes de manera presencial, intensifiquemos ahora la espiritualidad, participemos cuando podamos en los actos de culto y que principalmente celebremos con gozo la Pascua, llevando la Resurrección del Señor a todos nuestros amigos y personas de nuestro entorno. En estos momentos en los que la notamos la ausencia de alegría en nuestras sonrisas, los cristianos debemos transmitir esa alegría que tanto nos caracteriza y que principalmente se fundamenta en saber que tenemos la esperanza en un Dios vivo. Un saludo en Jesús Sacramentado.

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Viernes Santo de Oración

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Unión Local de Cofradías

¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe? Lina Fernández Roa

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a bendición “urbi et orbi” impartida en el Altar de la Plaza de San Pedro en marzo de 2020 por el Papa Francisco, fue quizá uno de los momentos más desoladores para todos los cristianos. Esta bendición, al contrario, que en otras ocasiones, fue llamativa porque la Plaza de San Pedro estaba completamente vacía, una bendición que es extensiva al mundo entero, con gran repercusión social y fue en total soledad. Aun así, millones de seguidores la vieron por distintos medios y además se convirtió en una de las más significativas por la situación de pandemia mundial, porque se necesitaba, porque todos teníamos nuestra fe y la tenemos en que la situación iba y va a cambiar, y necesitábamos esa oración para fortalecer nuestra fe, nuestra esperanza…Rezábamos por el fin de la pandemia. La situación social creada por la pandemia ha provocado cambios en nuestra vida cristiana, nuestros templos se cerraron y todo se volvió tinieblas, parecía que el silencio reinaba, que vivíamos en un Sábado Santo eterno, sin consuelo ni perspectivas. El número diario de víctimas, de afectados por la COVID-19 iba en aumento. Vidas rotas, locura, muerte, interrupción de nuestra cotidianeidad, afrontar las pérdidas y la enfermedad en soledad, no cumplir con los duelos a los que estamos acostumbrados. El coronavirus, por tanto, es una interrupción en todos los sentidos. No debemos, ni podemos olvidar, que nosotros los cristianos tenemos y gozamos de esa palabra escandalosa y provocadora que es la Resurrección, la celebramos todos los días, porque a pesar de todo

hay que dar gracias y tener fe en que todo va a mejorar. ¿Fe? A lo largo de la historia hemos vivido situaciones complicadas, conflictos, guerras mundiales, civiles, posguerras, otras epidemias con menos medios de los que tenemos ahora…y la vida sigue. Si retomamos la palabra resurrección, no podemos olvidarnos de la oración. Podemos decir que la gente reza, reza más que nunca, buscamos el momento de orar, todo se ha parado, ahora hay más tiempo, más tranquilidad. La oración es un modo de encontrarnos a nosotros mismos, de ordenar nuestra mente, de agradecer y fortalecernos. A través de ella encontramos el ancla que tanto necesitamos, “en su cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su cruz hemos sido sanados y abrazados para que nada ni nadie nos separe de su amor redentor. ” Con la oración, descargamos en Dios todas nuestras preocupaciones porque sabemos que Él nos escucha, nos cuida. El Informe de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción tiene como objetivo darnos información directa sobre la situación de las personas más vulnerables de la sociedad. Leyendo este informe, damos muestra de que la fe se ejemplifica de muchas formas y que nuestras oraciones llegan a donde tienen que llegar. Esta crisis ha generado una rápida y profunda herida en nuestra sociedad. La cultura dominante tanto en el ámbito político como económico ha configurado un nuevo modelo social, cuyas características principales son el rela-

tivismo y el individualismo, y como consecuencia, la búsqueda de la máxima ganancia sin tener en cuenta la situación y los problemas de los demás. Las respuestas de la Iglesia han sido múltiples; respuesta asistencial mediante atención y ayuda material de primera necesidad, atención telefónica y on-line, acompañamiento a personas en situación de vulnerabilidad, se ha dado asistencia espiritual y se han promovido actividades pastorales vía telemática, aumento del voluntariado, Cáritas, que ha incrementado en casi un 60% el número de personas

atendidas y ha triplicado los recursos invertidos. En todo lo anterior reina la fe, la esperanza, la empatía, la resiliencia. ¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe? (v. 40). Estas palabras decía Jesús a sus discípulos después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas. En tiempos difíciles, nuestra inseguridad y desconfianza crece, olvidamos lo necesario para hacerle frente a la adversidad. El Señor, a través del Evangelio, nos hace una llamada a la fe, a la esperanza, a ir hacia ÉL y confiar en ÉL.

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escultura religiosa seriada

Jonathan Moreno Collado, Doctorando en Historia y Artes (Universidad de Granada)

Que nunca nos falte la fe

y la esperanza en nuestras vidas Ascensión Alcázar Bayona (Hermana Mayor) Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro.

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os comunican que se suspenden las salidas penitenciales de Semana Santa 2020, por causa de la nueva pandemia, el COVID19. Ya entrados en cuaresma y preparando la semana grande para los cristianos, este comunicado nos lleva a pensar que la salud es lo primero de todo, siempre con la Fe y la esperanza de que todo esto pase pronto. Se vivirá una Semana Santa muy diferente, es tiempo de oración y solidaridad. El Papa Francisco, nuestros Obispos y Sacerdotes nos llevarán a nuestras casas las celebraciones litúrgicas a través de las redes sociales, también nuestra Unión Local de Cofradías aporta su granito de arena para que en esta semana de pasión, al no tener salidas penitenciales de Semana Santa planea que desde nuestros balcones a la hora de la salida de nuestras procesiones se escuche una marcha elegida por cada cofradía, haciendo participe a todo el pueblo de Huelma, ya que puede escucharla por la radio. A día de hoy seguimos en esta pandemia, un año muy difícil y complicado. En nuestra cofradía hemos seguido trabajando rigiéndonos a las circunstancias que tenemos y a todas las medidas de seguridad. En este 2021 también quedan suspendidas las salidas penitenciales, lo importante es que no perdamos la Fe y la ilusión, ya que en tiempos tan difíciles, dolorosos y raros pasen muy pronto, podamos vivir nuestra semana de pasión, muerte y resurrección en nuestra parroquia, por nuestras calles y que no volvamos a tener miedo a juntarnos. Esta Cofradía del Santo Sepulcro quiere unirse con la oración, a todas esas personas que nos han dejado durante esta pandemia, el dolor de sus familiares y que encuentren el consuelo de nuestro Señor, que nunca olvidemos que la fraternidad alumbra la esperanza y que Dios nos acoja en el Reino de los Cielos.

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a historia se va escribiendo poco a poco, y el mundo del arte es como una montaña rusa. Encontramos momentos como la crisis iconoclasta que prohibía toda representación religiosa en época bizantina, posteriormente la producción artística llegó a su máximo esplendor en el barroco, generando obras de gran calidad, pero todo se truncó en la primera mitad del siglo XX, entre la quema de iglesias y la contienda civil española (1936-1939). Tras este periodo de gran pérdida artística (además de humana), donde Huelma acabó gravemente perjudicada, tocó recomponerse e intentar dotar a las capillas y hornacinas de imágenes en que los fieles pudieran volcar sus devociones. No obstante existía un problema no menor, y es que la guerra había dejado gravemente mermada la economía, con una iglesia que poco a poco era adecentada con ayuda de voluntarios, y sin apenas mecenazgo particular como en épocas pasadas; por ende, mirar a la eclosión barroca sólo podría ser una quimera. Si en la capital hispalense un afamado Antonio Castillo Lastrucci producía grandes misterios y tallaba nuevos titulares, la solución a las aspiraciones de los pueblos y pequeñas parroquias de toda España se encontraba al sur de los Pirineos, en la localidad de Olot (provincia de Girona), que desde finales del siglo XIX (los talleres de arte cristiano se fundan en 1880) ya se encontraba realizando imágenes seriadas (especialmente de santos), empleando en su mayoría la técnica de moldes con pasta de madera, pero que en algunas ocasiones, la matriz era desarrollada por grandes maestros, así como se podían encontrar gran calidad pictórica en las policromías, con buenas carnaciones, e incluso magníficos estofados; todo era cuestión del poder adquisitivo de la persona que realiza el encargo y del grado solicitado, con unas paletas de color muy particulares, especialmente relacionadas con los cromatismos de Francisco Salzillo. Gracias a esta forma de concebir la imaginería pasional, alejada de la tradicional talla en madera, Huelma pudo contar con el Santísimo Cristo de la Expiración, el Santísimo Cristo Yacente, y posteriormente la Santa Mujer Verónica, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, san Juan Evangelista, el Señor de la Humildad y más recientemente, en el presente siglo, Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén; así como múltiples obras que se ubican en hornacinas y capillas de nuestra joya renacentista.

Muchos críticos en arte han desacreditado fehacientemente el valor de estas imágenes, acercando su concepción a lo inmaterial. No obstante, estas obras fueron punto de inicio para que se erigiesen nuestras corporaciones, el germen de un proyecto tanto devocional como artístico mucho mayor en tiempos de dificultad.

Y en este breve análisis se hace indispensable conocer cuál es la valía artística de las mismas. Primeramente es necesario aclarar que la producción en serie no ha de entenderse como una manufactura industrial. El vaciado mediante uso de moldes es una técnica muy habitual en la historia del arte desde antiguas representaciones clásicas. Grandes esculturas romanas también han sido realizadas de esta forma, especialmente magníficos bronces; y la imaginería seriada, adapta este procedimiento, el cual daba inicio con un modelado por parte de artistas muy cualificados, y el material más empleado es el cartón madera, una mezcla de yeso, agua y cola de conejo en proporciones adecuadas, reforzados con arpillera en las imágenes de grandes dimensiones (materia prima aceptada como digna de

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El valor de la devoción en la

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Maria del Rosario Cobo Bayona.

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En cualquier caso, el proceso, de inicio a fin es artesanal, y cuando el “cliente” solicitaba un modelo del que se carecía en el taller, el maestro lo realizaba, siendo guardado el negativo en el almacén para futuras reproducciones. Una vez conseguida la imagen tras el proceso en el molde, esta pasaba a los artesanos especialistas como anteriormente se ha indicado, para componer la obra final, incorporando los ojos (generalmente de cristal), lijando y policromando. Ciertamente existían varios puntos conflictivos que dificultan la definición perfecta del trabajo, tales como el pelo o los pliegues de los ropajes, lo cual no resta personalidad a las obras, pero estas indefiniciones geométricas ocasionan que gran cantidad de ellas estén más cercanas a las tallas de los pórticos medievales, en muchos casos carentes de alma, que a la imaginería devocional tallada por los imagineros, con un proceso mucho más lento y refinado. Pero no todas las obras se realizaban con soporte de pasta de madera o escayola, sino que también se

trabajaba la madera. Una de las imágenes más devocionales de Huelma, Nuestro Padre Jesús Nazareno, partió de uno de estos talleres (Santa Rufina de Madrid), por lo que es difícil acertar en su autoría, pero su ejecución se hizo en madera con buena factura, lo cual posibilitó que recientemente se completase con un cuerpo que estabilizase la talla del insigne imaginero hispalense D. Luis Álvarez Duarte. El progresivo cierre de estas “factorías” religiosas, su interés artístico en algunos casos y el valor inmaterial han sido la combinación perfecta para la actual revalorización que están sufriendo muchas de estas imágenes (especialmente las más antiguas y con un acabado “premium”). Hoy día, estos talleres se han modernizado y digitalizado, ya no es necesaria la figura del “marchante” que visitaba los pueblos en el siglo pasado para enseñar los catálogos de obras, sino que basta con visitar los portales web de estos talleres para, seleccionando la obra, el tamaño y la categoría, obtener su presupuesto en cuestión de segundos. No me gustaría concluir sin reconocer que la imaginería de serie es, muy probablemente, la responsable de que usted hoy pueda disfrutar de este boletín y mirar con esperanza al 2022 para poder deleitarse de una Semana Santa edificada gracias a estas imágenes llenas de devoción, que décadas atrás fueron donadas a la parroquia con fieles con debilidad por el arte, y que han sido testigos y receptoras de las peticiones de cientos de huelmenses.

uizá sorprenda, pero hablando con rigor cristiano y por tanto desde la fé debemos de decir que la Semana Santa es una fiesta en el pleno sentido de la expresión. Una semana vinculada al silencioso recogimiento, al sacrificio y a la seria espera del Domingo de Pascua, día en que se celebra la victoria de Cristo sobre la muerte. La Vigilia Pascual marca el final del triduo Pascual y se realiza en la noche del Sábado Santo, es un día de dolor, tristeza, que se destina para el silencio, luto y reflexión así como lo hicieron en el sepulcro María y los discípulos. Todos los cristianos estamos convocados en nuestra parroquia después de unos días vividos muy intensos, para celebrar la Eucaristía más importante del año, ya que en esta celebración tiene un ritual que incluye los símbolos de la luz, el agua y la palabra. En esta noche nuestro párroco viste de blanco, para así festejar la Resurrección de Jesús. La vigilia qué significa pasar una noche en vela, cobra un sentido especial en la víspera Pascual, porque recuerda el pasaje bíblico (Mc 16.01) En el que un grupo de mujeres llegan al sepulcro para terminar de embalsamar a Jesús, pero no encuentra su cuerpo, luego un ángel se aparece les dice: - ¿buscáis a Jesús el Nazareno? ¡No está aquí! ¡Ha resucitado!, Decirle a sus discípulos que vayan a Galilea y allí lo verán (Mt 28.6)

PARTES DE LA VIGILIA BENDICION DEL FUEGO La vigilia comienza en la puerta de la iglesia, y esta, está con todas las luces apagadas, el sacerdote enciende una llama de fuego con el cual prenderá luz al Cirio Pascual, el cual es bendecido y llevado en procesión por toda la Iglesia mientras permanece toda oscura, del fuego del cirio pascual se enciende la demás velas, que lleva cada la persona y de estas a otras, la luz del fuego representa a Cristo resucitado. El sacerdote canta “luz de Cristo” y los fieles responden, Demos Gracias a Dios, después de la procesión, ya con las velas encendidas da comienzo el Pregón Pascual, que está dirigido a toda la humanidad, pero especialmente para los cristianos, es un mensaje de esperanza y nos transmite la Victoria de la luz sobre la oscuridad.

LITURGIA DE LA PALABRA En esta parte se realiza la lectura de siete relatos del Antiguo Testamento, referente a la Salvación de Dios. También se leen Salmos del Nuevo Testamento, después el sacerdote inicia la entonación del Gloria y como no, ya se escuchan las campanas y se van encendiendo las luces del templo y volvemos a

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Unión Local de Cofradías

Sábado Santo

una imagen para ostentar el carácter sagrado según la Iglesia). De hecho, algunos imagineros como Vicente Tena y su hijo, con taller propio, estuvieron al servicio del seriado como fuente de ingresos cuando no se precisaba de su firma en una obra. Existían verdaderos profesionales especializados en distintos ámbitos tan variados como cabezas, extremidades, e incluso alhajas u orfebrería.

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Unión Local de Cofradías

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La Unión Local de Cofradías a lo largo del año

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encender las velas, tomando el fuego del Cirio Pascual, terminado el Gloria se procede a la lectura de un fragmento de la Epístola del apóstol San Pablo (Romanos 6-3-11).

Celebrar debidamente la Semana Santa, lleva consigo la exigencia de revisión y conversión y la expansión gozosa del alma, por la alegría interior de sentirse redimidos. También lleva consigo el compromiso de vivir el Domingo como el día del TriunLITURGIA BAUTISMAL fo del Señor y la Pascua de nuestra salvación, y exige todo esfuerzo para participar en la Santa Misa Tras la homilía, tiene lugar la liturgia Bautismal, y recibir el Pan de Vida que es el cuerpo del Señor en la cual se administra el bautismo a los nuevos muerto y resucitado, para nuestra salvación y fuente cristianos de este año, se bendice el agua de la pila de vida eterna para quién lo recibe. bautismal y también los fieles presentes renuevan El mundo conoce demasiado bien las tinieblas sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz que envuelven a su tierra, no cedamos a la resignadel Cirio Pascual y se los asperja con agua bendita. ción, no depositemos la esperanza bajo una piedra, podemos y debemos esperar, porque Dios es fiel, LITURGIA EUCARISTICA no nos ha dejado solos, nos ha visitado y ha venido en cada situación, en el dolor, en la angustia y en Finalmente, en la celebración eucarística se en- la muerte. Su luz iluminó la oscuridad del sepulcro tonan los cantos del Aleluya, se vive un ambiente y hoy quiere llegar a los rincones más oscuros de festivo y de Alabanza porque se cumplieron las pro- la vida. Por ello, disfrutemos en estos días, no permesas de Dios, especialmente por haber restaurado damos la esperanza, y oremos por todos los que se su amistad con la humanidad y otorgar la Salvación. han quedado en el camino, a raíz de esta pandemia. La Vigilia Pascual es el fin del Triduo Pascual. Demos gracias por la vida nueva, cuya fuente nos ha sido abierta por la resurrección de Cristo. Feliz Pascua de Resurreción!

n este año sacado de la normalidad, la Unión Local de Cofradías decidió que no podía interrumpir su actividad, pues si no ha habido procesiones en la calle, las cofradías deben acercar la fe a los ciudadanos de otra manera. Por ello ha trabajado en distintos aspectos en colaboración con la Parroquia. Os detallamos algunas de las actividades que hemos desarrollado en el seno de la Unión Local de Cofradías: · Para iniciar la Cuaresma del año 2020, realizamos el tradicional Vía Crucis procesionando el Cristo de la Buena Muerte. En esta ocasión, hacíamos una variación en el recorrido tradicional, saliendo de la Iglesia Parroquial y finalizando en la Iglesia de la Virgen de la Fuensanta. · El día 14 de marzo, la Unión Local de Cofradías tuvo que comunicar que debido a la crisis sanitaria se suspendían todas las procesiones por las vías públicas de Huelma. No obstante, el día 22 de marzo, desde las distintas redes sociales, se animó a todos los vecinos de Huelma a poner las colgaduras y adornar los balcones, para pedir la protección y hacer oración. Igualmente, se ideó hacer el programa de radio “Vivamos juntos la Semana Santa desde nuestros balcones”. · A finales de junio, se realizó una campaña de recogida de alimentos en beneficio de Cáritas. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento a Cadena Luna, los establecimientos Eroski, Día, Covirán y Proxim y sobre todo a todas las personas que colaboraron con su granito de arena para recoger tanta comida para las personas necesitadas en estos tiempos tan difíciles.


· Cómo cada año, organizamos la celebración de la Eucaristía el día 15 de agosto, con motivo de la Asunción de la Santísima Virgen María. · A la llegada del Adviento, la Unión Local de Cofradías animó de nuevo a todos los feligreses a adornar los balcones para la Navidad. · Este año, como novedad, la Unión Local de Cofradías hizo llegar a nuestra localidad la Luz de Belén. La llegada de esta luz tuvo lugar el día 18 de diciembre. Todos los huelmenses podían recoger la llama de los dos templos. Incluso, podían tomar una vela con la imagen de la Virgen de la Fuensanta y dejar su donativo. Gracias a estos donativos, se recaudaron un total de 383 € que fueron destinados a la cuenta de Cáritas Parroquial. · Como todos los años, los miembros de la Unión Local de Cofradías montaron el Nacimiento en la Iglesia Parroquial al llegar el día de Navidad. Este año, ha sido distinto, ya que se han puesto imágenes grandes en el altar con San José, la Virgen María y el Niño Jesús. Igualmente, se adornó el altar con distintos ornamentos para celebrar la venida del Niño Dios · Y cómo no podía ser de otra manera, celebramos una Eucaristía de Acción de Gracias el día del Bautismo del Señor, ya que siempre hay que dar gracias a Dios por los beneficios que nos concede cada día. Y mientras estás leyendo estas líneas, aunque este año lamentablemente, tampoco vayamos a poder ver a nuestros sagrados titulares por las calles de Huelma, las distintas cofradías siguen con su actividad, realizando misas cuaresmales, preparando actividades de caridad y difundiendo la fe en Cristo y en la Santísima Virgen.

Domingo de Ramos JESÚS EN SU ENTRADA EN JERUSALÉN Y SAN JUAN EVANGELISTA


Martes Santo

COFRADIA PENITENCIAL DE LA SANTA CRUZ


Miércoles Santo COFRADÍA PENITENCIAL DEL STMO. CRISTO DE LA EXPIRACIÓN SEÑOR DE LA HUMILDAD Y MARÍA STMA. DEL CALVARIO


JUEVES SANTO COFRADÍA PENITENCIAL DE JESÚS EN SU ENTRADA EN JERUSALÉN, NTRO. PADRE JESÚS CAUTIVO DE LAS PENAS, STMA. VIRGEN DE LA ESPERANZA Y S. JUAN EVANGELISTA.


Viernes Santo (Madrugá)

COFRADÍA PENITENCIAL DE NTRO PADRE JESÚS NAZARENO, MARÍA STMA. DE LA AMARGURA Y SANTA MUJER VERÓNICA


Viernes Santo (Tarde)

COFRADÍA PENITENCIAL DEL SANTO SEPULCRO


Viernes Santo (Noche)

COFRADÍA PENITENCIAL DE MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES EN SU SOLEDAD


Domingo de Resurrección DOMINGO DE RESURRECCIÓN Día 4 de Abril a las 12:00 horas

REZO DEL ÁNGELUS

“VIA LUCIS” a las 12:30 horas SANTA MISA En el Santuario de Nuestra Patrona Santísima Virgen de la Fuensanta

Reflexión sobre la Semana Santa en tiempos de pandemia

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n año más colaboramos en la elaboración del boletín de la Semana Santa de Huelma, que este año, tiene un especial interés, porque como el año pasado, no habrá desfiles procesionales. Así ha sido acordado ya por Decreto de nuestro Obispo, del pasado mes de enero, mediante el que se suspenden “todos los actos de culto externo, tales como procesiones, viacrucis y cualquier otra manifestación de fe en la vía pública”. Hace referencia el Obispo en su Decreto a que “se debe procurar acercar los cultos internos al pueblo fiel en general”, por ejemplo, a través de internet. Y sobre los días más representativos de la Semana Santa de Jaén, “tener en cuenta que el centro de la Semana Santa está en las celebraciones litúrgicas de la misma, especialmente las del Santo Triduo Pascual”. En definitiva, nuestro Obispo hace un llamamiento a “la intensidad espiritual en las actuales circunstancias, aprovechando los ejercicios de piedad propios de la Santa Cuaresma y de la Semana Santa”. Así, en este tiempo en que nos encontramos este boletín será un medio para que las Cofradías puedan hacer llegar algunas reflexiones, comenta-

rios y noticias a los cofrades, para de una forma u otra, hacer viva y manifiesta la Semana Santa entre nosotros, aunque formalmente sea desde nuestros balcones, como hacíamos el año pasado, haciendo sonar desde ellos marchas procesionales en la hora en que suelen desfilar las sagradas imágenes de nuestra Iglesia Parroquial por las calles de Huelma. Así viviremos este año también, con toda probabilidad, la Semana Santa; si no desfilando por las calles acompañando a los pasos de las distintas cofradías, sí acudiendo a los actos de culto que puedan celebrarse y meditando en nuestro interior sobre el significado de la Semana santa para los cristianos. El domingo de Resurrección, si se nos permite, tendrá lugar en el Santuario como todos los años la celebración la Eucaristía, que, de celebrarse, habrá de ser en las condiciones de seguridad que estén establecidas y con el aforo autorizado en su caso. Desde estas páginas, os convoco y ánimo para que el Domingo de Resurrección, si nada lo impide, acudáis al Santuario de Nuestra Patrona Stma. Virgen de la Fuensanta, para celebrar allí el Domingo de Resurrección y participar en los actos de ese día.

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María Antonia Vico Bravo. Hermana Mayor.

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Unión Local de Cofradías

El textil litúrgico y su significación Ignacio José García Zapata (Universidad de Granada) Pedro Manuel Quesada López (Universidad de Jaén)

Ahora más que nunca

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Antonio Jesús Díaz Pérez. Hermano Mayor

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omo nos ha cambiado a todos nuestra forma de actuar en cuanto a los quehaceres diarios y cotidianos de nuestras vidas ,y digo nuestra forma de actuar por quela de ser , la de nuestros valores y creencias que conforman nuestra fe y nuestras condiciones de cristianos , esas deben de estar intactas y ser la locomotora que nos guie en este momento difícil que vivimos a nivel mundial con la pandemia del COVID. Antes de continuar , apoyar y acompañar en los sentimientos de las familias que han perdido algún ser por este virus, así como acordarme de aquellos hermanos que nos han dejado en este año y que dejaran un gran hueco en esta familia de la expiración.

El pasado año se presentaba lleno de ilusiones, trabajo y proyectos dentro de nuestra cofradía, ya que se conmemoraba el 25 aniversario de nuestra querida imagen de la santísima Virgen del Calvario. Exposiciones, charlas, actividades incluso deportivas para acercar a los niños, entre otras componían un mosaico en el que todos empezábamos a involucrarnos poniendo esos dos carteles anunciadores, uno en la plaza de la iglesia y otro en la casa de hermandad, que al final han sido los únicos testigos de esta efeméride, que corto de repente nuestras rutinas para dar paso a una pandemia que nos ha descolocado. También comunicaros a todos los hermanos que el pasado año por parte de la Junta Directiva y por las circunstancias descritas anteriormente, s e decidió no cobrar las cuotas anuales, aunque la cofradía ha seguido colaborando con distintas asociaciones con aportaciones económicas para poner ese granito de arena que pueda hacer más llevadera la vida en momentos de necesidad. Son tiempos difíciles pero no debe de invadirnos el pesimismo, ahora más que nunca nuestras enseñanzas cristianas deben señalar el camino a seguir, debemos de estar fuertes y colaborar en todo lo que nos planteemos desde la cofradía. Os pediría desde estas líneas la colaboración en las misas tanto cuaresmal, como en honor a nuestras imágenes, dentro del marco de seguridad que nos marquen las autoridades sanitarias. Nuestra unidad y amor a las sagradas imágenes del Señor de la Humildad, Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima del Calvario, nos ayuden y podamos volver de nuevo a la normalidad.

obras se convirtieron en el testimonio de la industria, la economía y, por tanto, de la sociedad de un determinado territorio. Obviamente, debe considerarse la riqueza de los materiales empleados. Tejidos y materiales ricos que hacen de estos ornamentos piezas suntuosas, para cuya hechura se destinaban grandes sumas de dinero. No obstante, por encima de todo ello, los ornamentos sagrados son obras de arte con unos valores predeterminados, con unos presupuestos estéticos, ornamentaciones y otras labores que lógicamente respondieron a unos tiempos y contextos determinados por numerosas variantes, como los gustos de cada época. Y tales piezas no tienen otro fin que el de magnificar los valores expresivos y simbólicos del culto, que constituyen realmente la función de estos ornamentos, de hecho, es esa función litúrgica la que les otorga su auténtica razón de ser. Esa función y distinción dentro del rito litúrgico en la indumentaria de sacerdotes y acompañantes proviene de los tiempos de Constantino, es decir, en el momento en el que fue reconocida la Iglesia, siguiendo aquella indicación de la Biblia: “Mandó el Señor que se hiciera una vestidura especial para el

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a colección de bordados y tejidos que con el paso de los siglos ha ido acumulando la Iglesia Católica constituye sin ningún género de dudas uno de los repertorios artísticos más interesantes, numerosos, variados y ricos de todos aquellos que aún se conservan. Para constatar esta realidad, basta con acercarse y contemplar el magnífico conjunto de ornamentos que aún hoy se conservan en las cajoneras de las sacristías de muchos templos, en especial en las grandes catedrales y en sus museos, los cuales no hacen sino confirmar una cuestión que habitualmente no había gozado de una investigación significativa, circunstancia que ya se ha superado gracias a las publicaciones realizadas en el seno de los departamentos de Historia del Arte de las universidades de Murcia, Granada, Jaén o Navarra. En tales ornamentos, que revestían con gran solemnidad el espacio sacro del templo y a sus protagonistas, se descubren múltiples aspectos que abarcan diferentes aspectos, desde la propia industria del tejido hasta los progresos que con el paso de los siglos han ido introduciendo los avances técnicos, las nuevas maquinarias y materiales. Es decir, estas

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Capa Fluvial, segunda mitad del siglo XVIII. Museo Sacro de Orihuela.


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Casulla siglo XIX, museo de Arte Sacro de Orihuela.

Para ello se ejecutaron diversos tipos de piezas, según a quien iban destinadas y a qué funciones. A grandes rasgos, el oficiante se revestía con casulla, estola y manípulo, mientras que sus asistentes o diá-

conos llevaban dalmáticas, que eran sustituidas en Cuaresma y Viernes Santo por las planetas. A estas prendas puede sumarse la capa pluvial, empleada en otros actos de culto por el presbítero. Este conjunto de piezas forman el terno, que se completa con otros ornamentos con fines muy diversos, como para la exposición y traslado eucarístico, caso del cubrecáliz, bolsa de corporales y el humeral, u otros para recubrir el altar, con el frontal, púlpitos, atriles y facistol. Por su puesto, en caso de dignidades como el obispo, encontramos otras piezas, como la mitra. El adorno del altar y del templo, así como las insignias procesionales, engloban otro amplio conjunto de ornamentos, que aún puede desglosarse mucho más. Así, se han ido formando amplios repertorios de ornamentos textiles, hoy desconocidos por su falta de uso a raíz de las reformas introducidas por el Concilio Vaticano II, los cuales, a su vez, se diferencian por los distintos colores impuestos en base al calendario litúrgico. Los principales son el blanco, símbolo de pureza, que se usa en Pascua y Navidad, así como en las fiestas del Señor, la Virgen, los Ángeles y de los Santos no mártires; el rojo, que nos recuerda al Espíritu Santo, testimonio de fe, y por ello se usa en las fiestas de los santos mártires, Domingo de Ramos, Viernes Santo y Pentecostés; el verde, la esperanza en un nuevo renacer, por ello que se emplee en el tiempo ordinario, desde el Bautismo del Señor hasta Cuaresma y de Pentecostés a Adviento; el morado, reservado para Adviento, Cuaresma y difuntos, como signo de penitencia y austeridad ante la inminente llegada de Jesús. Si bien son estos los principales colores, hay otros menos habituales pero con una gran carga simbólica. El negro, como expresión de duelo; el rosa, usado para subrayar la venida del Señor en el Tercer Domingo de Adviento, así como para indicar el Cuarto Domingo de Cuaresma, Domingo de Laetare, domingo de la alegría, por la cercanía de la Pascua y, finalmente, el azul celeste, propio de la hispanidad con el que celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción. Hay que mencionar también el oro, válido para todas las celebraciones, a excepción de aquellas que requieran el morado o el negro. En definitiva, se trata de un amplio abanico de tipologías, con unas funciones claras y determinadas, así como unos colores que se corresponden con los tiempos del calendario litúrgico, que integran las colecciones de nuestros templos.

Fotos, cortesía del museo de Arte Sacro de Orihuela.

Señor ten compasión

Pedro García Gámez Hermano Mayor de la Cofradía Penitencial de Jesús en su Entrada en Jerusalén, Nuestro Padre Jesús Cautivo de las Penas, Santísima Virgen de la Esperanza y San Juan Evangelista.

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eñor, ten compasión de nosotros; pues en ti esperamos. Se nuestra fortaleza cada mañana, nuestra salvación en tiempos de angustia”. Isaías 33, 2 Queridos hermanos sanjuaneros y fieles en general: Hace un año por estas fechas bendecíamos nuestra casa hermandad en su terminación y presentábamos el cartel del Domingo de Ramos 2020 con una gran ilusión. Unos proyectos muy ilusionantes para afrontar lo que hubiera sido la gran semana para los cristianos. Mientras tanto, no nos dábamos cuenta, que poco a poco, la pandemia del Covid lo estaba paralizando todo. Nunca se me olvidarán esas reuniones exprés, toma de decisiones junto con los directivos y con la Unión Local de Cofradías, siempre pendientes de lo que las autoridades sanitarias nos comunicaban. Fue difícil asimilar una Semana Santa tan atípica como la del año pasado donde no podíamos tener cerca a nuestras imágenes titulares ni pudimos asistir al templo para celebrar la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo. Gracias a las nuevas tecnologías pudimos vivirla de manera especial a través del Facebook de nuestra parroquia. Desde estas líneas me gustaría tener un recuerdo especial para todas aquellas personas que nos han dejado por motivo de esta pandemia, entre ellas, alguno de nuestros cofrades. Han sido momentos difíciles para sus familiares y amigos a los que les envío todo mi apoyo y afecto y el de todos los sanjuaneros. Siempre nos quedará la esperanza de la resurrección y los tendremos muy presente en nuestras oraciones. Desde la Cofradía hemos seguido trabajando en las misas de culto, en el triduo de rogativas por el fin de esta pandemia a Nuestro Padre Jesús Cautivo de las Penas, en el rosario de la Esperanza y en la Festividad de San Juan y la Santísima Virgen de la Esperanza.

Vivamos esta Cuaresma mas fuertes aún desde el ayuno, la abstinencia y la oración para vivir la semana grande de una manera especial, ya que no podremos hacer manifestación pública de fe pero si acudir al templo para rememorar el Triduo Pascual y estar cerca de nuestras imágenes que desde la ULCO estamos trabajando para que esos días estén engalanadas. Niños hebreos, acólitos, costaleros, músicos mantillas, hermanos de vela… miremos esperanzados nuestra próxima salida en estación de penitencia y oremos para que toda esta pesadilla termine rápido. En este año la Madre de todos los sanjuaneros cumple su 50 aniversario en nuestra hermandad y ya estamos trabajando en las posibles actividades y celebraciones que se puedan realizar con motivo de esta efemérides. Sin más me despido de vosotros a través de estas líneas con un gran abrazo en Jesús.

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sacerdote, de manera que el pueblo no se atreviera a vestir de igual forma”. Poco a poco fueron marcándose unas pautas para evitar los excesos de los eclesiásticos, aunque los vínculos de la Iglesia con el Imperio, la mirada hacia Oriente y las dádivas en forma de ornamentos ofrecidas por papas y reyes a los templos hicieron que su protagonismo destacara en los ajuares litúrgicos. Por esta serie de motivos, el arte del bordado y del tejido se relacionó directamente con el mundo eclesiástico, que demandó estas lujosas obras para cumplir unas funciones bien definidas.

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para el recuerdo Juan Luis Guzmán Fernández

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e todos es sabido el proceso de reorganización de las cofradías tras la contienda civil conformando su estructura y organización tal y como las conocemos hoy en día. Muchas continuaron con sus primitivas reglas y casi que experimentaron una cierta continuidad de siglos pero en cambio, otras, aunque recogiendo advocaciones y elementos de otro tiempo, podemos considerar que nacieron en la década de los años cuarenta. Otras muchas organizaciones religiosas con fines piadosos de nuestro pueblo desaparecieron en los anales de la historia. A través de la investigación de documentos escritos, hemos podido conocer de su existencia y de su contribución a la vida social y religiosa de Huelma en diferentes momentos. En este artículo recordaremos algunas de ellas recurriendo a los estudios realizados por el profesor huelmense Amable Vico Vico y dados a conocer en diferentes publicaciones.

Cofradías eucarísticas En Huelma existieron dos cofradías con un culto específico hacia la Eucaristía: la Cofradía del Santísimo Sacramento, fundada en la iglesia parroquial de Santa María, cuyos estatutos se aprobaron el 7 de septiembre de 1529 y la que se fundó en el convento agustino de Santa Isabel el 25 de marzo de 1634, la Hermandad de San Juan Bautista y esclavitud del Santísimo Sacramento. La primera tenía la obligación de acompañar al Viático cuando este salía a visitar los enfermos, atender a sus cofrades ante cualquier necesidad espiritual y corporal, darles cristina sepultura y encargar misas por el bien de sus almas. Participaba en la organización de la Fiesta del Corpus Christi y el Monumento del Jueves Santo, actividades que a día de hoy continúan llevando a cabo, de una manera u otra, las secciones de la adoración nocturna de nuestra parroquia. La segunda viene impregnada por un gran simbolismo: se componía de setenta y dos hermanos en memoria de los setenta y dos discípulos de Cristo y a cada cofrade difunto le ofrecían treinta y tres misas en recuerdo a los años que tenía Jesús cuando murió. Estaba obligada a acompañar con cera al Santísimo Sacramento en el Monumento cuando se iniciaba y finalizaba la adoración del Jueves y Viernes Santo. Su fiesta principal era el 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, en la que compraban fuegos de artificio y cohetes.

domos de cobranzas, un procurador, el escribano y un muñidor que se encargaba de avisar a los cofrades de los cabildos, fiestas, misas de difuntos, etc. Su imagen titular se encontraba en la iglesia mayor de la villa y la fiesta principal de la cofradía consistía en la peregrinación a Sierra Morena. Asimismo, se estableció una fiesta en honor a la advocación de la Natividad de Nuestra Señora, el segundo domingo de septiembre, en el Santuario de la Fuensanta. Allí la cofradía se dirigía en peregrinación junto con algunos clérigos de la parroquia. ¿Podría ser este el origen de la actual Romería al Santuario de la Fuensanta? El culto a la Patrona de Huelma tenía cierta vinculación con esta cofradía con la de la Santa Vera Cruz, ya que ambas corporaciones eran las encargadas de traer y trasladar a la Virgen de la Fuensanta al santuario cuando era bajada al pueblo para implorar su intercesión. Según recogen algunos documentos, hubo un proyecto frustrado de construcción de una ermita de la Virgen de la Cabeza en Huelma en el paraje denominado “Dehesa de la Herilla”.

mento fechado el 19 de mayo de 1598. El testante, hace constar que el día de su enterramiento acompañen los clérigos de la iglesia mayor y los hermanos y cofrades de todas las cofradías de la villa, porque de todas era hermano, excepto de la de Santa Elena. Se funda en el convento agustino de Santa Isabel teniendo un fuerte arraigo entre la población desde sus comienzos.

Cofradía de la Santa Vera Cruz Es la cofradía penitencial más importante del siglo XVI en nuestro pueblo. Su cortejo procesional, en torno a unos cuatrocientos hermanos, salía de la ermita de Santa Ana al caer la noche del Jueves Santo presidido por las dos imágenes titulares: un Cristo, presumiblemente crucificado, y otra de dolorosa, ambas tapadas por un velo. La procesión estaba constituida por dos tipos de cofrades: los de lumbre, que fueron aquellos que llevaban un cirio en la mano, y los de sangre, que iban durante todo el recorrido golpeándose con las disciplinas en sus espaldas. Todo el cortejo iba acompasado por dos trompetas de “azófar”, un tipo de instrumento de origen morisco, de cuello recto y cobre amarillo o latón. Su cabildo general tenía lugar el Domingo de Ramos y el color de las insignias era el verde. La fiesta litúrgica de la cofradía se celebraba el 3 de mayo, Fiesta del hallazgo de la Santa Cruz. La entrada de nuevos hermanos se realizaba mediante herencia a partir de los padres, abuelos o algún familiar.

Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza El 5 de abril de 1587 se funda en Huelma, en cabildo celebrado en la ermita de Santa Ana, una cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza. Los oficiales de la Cofradía eran el prioste o gobernador, dos alcaldes o consiliarios, cuatros diputados, dos mayor-

Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santa Elena, que dicen de los Nazarenos La primera referencia que tenemos de la cofradía de los nazarenos huelmense la encontramos en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, en un testa-

Otras cofradías desaparecidas a las que podríamos hacer referencia y que tenemos constancia de su existencia son: la de San Marcos, probablemente patrón de la villa durante algún tiempo; la de las Ánimas del Purgatorio; Santo Nombre de Jesús, San Sebastián o Nuestra Señora del Rosario, entre otras. Más recientemente, otra de las cofradías que quedó también para el recuerdo, fue la de “Los Estudiantes” que procesionaba cada Martes Santo por las calles de nuestro pueblo con la imagen del Señor de la Humildad.

BIBLIOGRAFÍA Vico Vico, Amable “El Santísimo Sacramento como centro de la piedad”. Religiosidad y ceremonias en torno a la eucaristía. Actas del simposium 1/4-IX-2003. Ediciones Escurialenses. Vico Vico, Amable “La cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza de Huelma en el siglo XVI”. Revista Códice. Nº 18. Año 2003. Vico Vico, Amable. “Origen de la Cofradía de los Nazarenos de Huelma: las primeras referencias históricas”. Revista Alto Guadalquivir. Año 2002. Vico Vico, Amable. “La Cofradía de la Santa Vera Cruz. Huelma-siglo XVI”. Revista Pasión y Gloria. Nº 33. Año 2016.

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Unión Local de Cofradías 38

Cofradías y Hermandades

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Nuevas Tecnologías aplicadas a la Semana Santa

Javier Fernández. · Vocal de Redes Sociales. Cofradía Penitencial de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Mª Stma. de la Amargura y Santa Mujer Verónica

Una Gran Familia

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( J H S)

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n estos tiempos tan difíciles y, en puertas de conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo; ante todo os pido a todos los hermanos cofrades y a los no cofrades a seguir manteniendo esa veneración, fidelidad y pasión por nuestros Titulares; porque en condiciones normales, estaríamos preparando nuestra Estación de Penitencia, pero sin embargo, éste año eso no va a ser posible. Para mí es una satisfacción, el estar al frente de ésta Hermandad, de la que me siento muy orgullosa, y si cabe con más ganas e ilusión. Una gran familia, que sigue viva, y la prueba de ello son las muestras de cariño y los proyectos que se están llevando a cabo. Esto no sería posible, sin los recursos humanos, por lo que tengo que darles las gracias y lo voy a hacer de la siguiente manera. Quiero dar las gracias, a mi Terna, con los que puedo contar siempre. A la Junta Directiva, el motor de la Cofradía. A las camareras del Nazareno y la Amargura, qué con tanta dulzura los atavían. A los establecimientos colaboradores y; a todos los familiares y amigos que también contribuyen. A los pequeños Nazarenos, que esperan las tardes en hermandad, a nuestra Banda; al grupo de mantillas; al grupo de mujeres de la Verónica, a los costaleros y a todo el pueblo en general; pues todos ansían con ilusión poder vivir otra Madrugá de Viernes Santo en la calle. Y cómo no, a nuestro párroco D. Manuel, quién nos guía y ayuda siempre que lo necesitamos. Además de dar las gracias a todos, quisiera pedir disculpas, si en algo se ha ofendido, pues no ha sido esa la intención, todo se ha hecho con cariño y desde el corazón. Merecen una especial mención, todos esos hermanos cofrades que han fallecido. Muchos de ellos,

fundadores y pilares de esta gran familia, por la que tanto han luchado, para que hoy todos nosotros sigamos manteniéndola viva; a quiénes quisiera que recordásemos todos con alegría, cariño y cómo ejemplos a seguir. Os ánimo y deseo una Cuaresma de recogimiento y oración, siempre cerca de ELLOS y; a vivir la Madrugá del Viernes Santo con la misma fé y devoción. Que Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura, nos guarden y protejan.

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a Semana Santa a lo largo de la historia nos ha demostrado que siempre sabe adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. El espíritu de superación, intrínseco a la fiesta, hace que el mundo cofrade sea innovador e incluso valiente en algunos aspectos sin abandonar sus valores más tradicionales. Prueba de ello es la notable apuesta que las Hermandades vienen haciendo en materia tecnológica en los últimos años. Páginas webs ‘responsive’ (adaptadas a móviles), solicitud de papeletas de sitio online, códigos digitales para la entrada de Nazarenos en los templos, retransmisiones de actos y salidas procesionales por streaming, programas de seguimiento de las cofradías en su itinerario, canales de comunicación vía WhatsApp y, por supuesto, una apuesta cada vez mayor por la información visual y escrita a través de las redes sociales. En este punto es donde aparece la figura del responsable de Redes Sociales o “Community Manager”, un perfil clave para la comunicación que ha logrado con mucho esfuerzo ocupar el lugar que merece. Minusvalorado aún su trabajo por algunos, los Community Manager continúan demostrando que su labor es cuanto menos igual de importante que cualquier otro cargo dentro de una Hermandad. En sus manos está la imagen y reputación online de toda una institución (Hermandad o Banda de Música) con miles de seguidores ¿acaso no es suficientemente relevante?. Aun así, alrededor de esta profesión sigue habiendo interrogantes. La primera de las cuestiones es si es necesaria una formación adecuada para este cometido digital. Es muy importante una formación previa. En mi caso al estar compartida la responsabilidad con Manolo Aguilar resulta más fácil la tarea. Las Redes Sociales las debe llevar un profesional, o una persona bien conocedora del medio. Es la imagen digital de la Hermandad y ello conlleva una gran responsabilidad. No se le puede dar las redes a cualquier persona. Las Hermandades son similares a las empresas y, aunque en este caso el fin principal no es vender un producto sino evangelizar a través de las redes, la imagen debe ser lo más profesional posible. Hoy en día cualquiera puede coger un móvil y embarcarse en estas tareas sin formación o experiencia, pero los resultados finales, con honrosas excepciones, suelen ser inadecuados. Cuando ‘meten la pata’ es entonces cuando se comienza a plantear que estos temas deben llevarlo profesionales. En relación a que si el trabajo del gestor de redes está valorado o no aún por el conjunto de cofrades las opiniones van siendo cada vez más unánimes. Aún algunos Nazarenos creen que “molestamos” mientras hacemos nuestro trabajo. Aunque he de decir que la mayoría respeta y apoya al equipo de redes sociales que cada año nos preocupamos por ser más profesionales. Algunos critican este trabajo porque lo ven como algo nuevo y fácil. Pero poco a poco recibimos más felicitaciones por este trabajo tan sacrificado. Y como cualquier trabajo es fundamental que exista un ‘departamento de calidad’ que evalúe y exija más profesionalidad en la tarea de las redes sociales durante la Semana Santa, pues como he referido anteriormente las redes sociales son un escaparáte infinito para la cofradia. En mi opinión, el trabajo en redes sociales de las Hermandades ha mejorado mucho. Si miramos años atrás, se ve una evolución muy clara y positiva. Ahora casi todas tienen presencia, algunas con equipos realmente profesionales a la hora de gestionar la imagen y comunicación de la hermandad. Apuesto igualmente por una profesionalización en la gestión de la comunicación en las Hermandades, ahora cofradías, cuerpos de seguridad e instituciones van de la mano en un área que ha pasado a considerarse prioritaria.

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Un sentimiento

…a través de un sueño

Mari Cruz Justicia Torres

42 Queridos hermanos cofrades; Un año más nos encontramos a las puertas de la semana más importante para nosotros los cristianos, la semana en la que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de nuestro Redentor. Es inevitable echar la vista atrás y recordar como esta pandemia, que estamos sufriendo, nos dejó una Cuaresma a medias y las celebraciones centrales, el Triduo Pascual, vividas de manera virtual desde nuestras casas. El Covid-19 marcó un antes y un después. Qué duda cabe que nuestra vida no es la misma que llevábamos antes de esta pandemia. Nuestras rutinas, formas de relacionarnos y hasta de celebrar, ya no son las mismas. Y la Semana Santa no es la excepción. Hemos tenido que replantearnos lo que significa la celebración comunitaria; la liturgia y la presencia física en un templo son muy importantes, nos transporta al pie de la cruz y a la roca removida de la mañana de la resurrección; pero, tenemos que darnos cuenta que si no trasladamos la liturgia a nuestra vida cotidiana no tiene sentido. Retomar el verdadero sentido de esta celebración, reflexionar sobre la fragilidad de la vida y buscar nuevas formas de colaboración, generosidad y conciencia del otro, es la oportunidad que planteó esta fiesta en época de emergencia sanitaria. Como responsable de esta cofradía tendré que esperar todavía a poder vivir y disfrutar nuestra procesión de Martes Santo desde esa perspectiva de Hermana Mayor, que comparte con sus hermanos cofrades una oración antes de iniciar la salida y pide a todos ellos el voto de silencio en el transcurso de la procesión, momento muy íntimo y especial que vivimos los cofrades en la penumbra de nuestra ¨iglesia del llano¨ y, sin duda, más emocionante seguro siendo la cabeza visible de esta cofradía. A pesar de no poder realizarse ninguna estación de penitencia en la pasada Semana Santa; a

nosotros, Cofradía de la Santa Cruz, nos quedó la pequeña satisfacción de que nuestra imagen titular, nuestro Cristo de la Buena Muerte, pudo pasear por nuestras calles, acompañando a la comunidad parroquial en el rezo del Santo Viacrucis del miércoles de ceniza 2020. Los proyectos de las cofradías quedaron paralizados; una de nuestras novedades para la pasada Semana Santa era la adquisición de dos ánforas, que junto al dosel que ya teníamos, nos sirvieran para engalanar la estancia de nuestro titular en la parroquia durante la Semana de Pasión. Este estreno tuvo que esperar hasta la misa de la Exaltación de la Santa Cruz que celebramos el pasado mes de septiembre, donde lucieron en el altar que preside nuestro Cristo, que tradicionalmente realizamos para tal celebración. Están siendo tiempos muy difíciles para la humanidad en todos los sentidos, pero siempre hay que estar agradecidos con Dios a pesar de todo. Y yo especialmente doy gracias a Dios por la llegada de mi segundo hijo, y le pido su protección. Comparto con vosotros este escrito anónimo: «En el año de la muerte, estoy vivo. En el año de la enfermedad, estoy sano. En el año de la escasez, he ido bendecido con pan en mi mesa. En el año de la caída, estoy de pie. En el año del temor, estoy confiado. En el año de los desastres, estoy seguro. Este ha sido un gran año... Confío en Dios. Cuando todo el mundo parece ir a la deriva, nuestra barca sigue aún su camino y no se ha hundido, y no ha sido por nuestras fuerzas, sino solamente por su gracia. Gracias a Dios porque en este gran año sigo aquí, de pie, con salud y con toda la fe en que saldremos adelante».

Daniel Justicia Soriano

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on las nueve de la mañana, el sol resplandece y un nuevo Domingo de Ramos comienza. Lo efímero de un momento, siempre se hace eterno en la memoria. Desde muy temprano, la capataz, en pleno pasacalles, nos cuenta que recuerda aquellos Domingos de Ramos, aquellos rayos de sol entrando por los huecos tallados del paso de San Juan Evangelista, esa llamada cuando suena el martillo, ese “vámonos” de nuestra vocera, ese rezar con nuestros pasos, ese mensaje de aliento entre compañeros, esas lágrimas en silencio… Las notas de la marcha de “Rocío del Cielo” la vuelven a emocionar y a rememorar las vivencias que vivió siendo los pies del Discípulo Amado. La alegría se respira y se hace tangible un Domingo de Ramos entre los hermanos Sanjuaneros, porque Jesús entra triunfante en Jerusalén montado en una borriquilla. La sonrisa que saca el costalero al ver por el respiradero…la felicidad de ver entre esa fila de palmas tantas caras conocidas que llevan años y años representando nuestra Semana Santa, la bendición del sol acariciando la cara del Señor… Empieza a anochecer, las puertas de la Iglesia del Llano se abren, al fondo el sonido de la campanilla y de los pasos de los hermanos es seguido de las notas del trío Sine Nomine. Nos llaman a hacer voto de silencio y un gran perfume de incienso, entre tinieblas, sale por la puerta del templo donde los hermanos de la Santa Cruz arroparán a su Cristo con las catorce estaciones del Viacrucis. En esta noche de Martes Santo, no hay pasos, ni costaleros, porque cada hermano cofrade, se encargarán de llevar su propia cruz como lo hizo Jesús hasta el Gólgota. Tan sólo quince hermanos cofrades, en tres turnos diferentes, llevarán sobre su hombro la Cruz donde fue clavado el Señor de la Buena Muerte. Las calle-

juelas y angostas esquinas del barrio verán a esos cofrades que portan al señor postrado en la Cruz, con la luna llena de testigo. Un grupo de mujeres, pioneras en Huelma, formaron un grupo de costaleras para sacar a su Cristo de la Expiración. Cada domingo por la mañana, se iban al barrio para hacer sus ensayos, cargando kilos e ilusión desbordante. Un Miércoles Santo, la tuna de Aparejadores de Granada le cantó a María Santísima del Calvario, un momento emotivo que vivieron ese grupo de mujeres siendo los pies de su Cristo de la Expiración y de María, doliente y herida en lo más profundo, a los pies de la Cruz. La tarde del Miércoles Santo se tiñe de rojo. Las costaleras del Señor de la Humildad entran por la Plaza Nueva en el que para ellas es un momento especial cargado de sentimientos. Se suceden momentos de muchos nervios, va siendo hora de que la cuadrilla del Cristo junto a María, se ponga de rodillas para salir del templo. La estrechez de la puerta y la altura de la cruz…hacen que los capataces estén un poco agobiados y den las órdenes precisas y exactas para que una cuadrilla valiente y esforzada saque a sus titulares para que el pueblo los vea. Y cuando van de recogida, cansados y con los hombros doloridos, después de la estación de penitencia, vuelven arrodillarse para que Jesús y María Santísima del Calvario regresen al templo, mientras ellos se postran nuevamente ante su majestad. Tres días tiene el año que lucen más que el sol. Llegó mi día, mi querido Jueves Santo, día del Amor Fraterno, cuando las capas verdes nos harán Cautivos de la Esperanza. La capataz nos sigue contando que las vivencias que vivió siendo los pies de San Juan le llevaría con el tiempo a ser los ojos y voz de su cuadrilla, porque era una de las cosas que más

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Unión Local de Cofradías

Siempre hay que dar gracias a Dios

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Unión Local de Cofradías 44

respetaba y sentía un cariño especial por el toque del llamador. Es Jueves Santo, aquel toque que con nervios y cansancio resuena al comienzo de la Umbría, esa llamada que irá dedicada a todos ellos y ellas por el esfuerzo prestado, por el cariño mostrado y por ser parte de mi cuadrilla. Cautivo y maniatado, con una mirada pensativa, serena, llena de lucidez, de dulzura y de perdón…camina nuestro Cautivo de las Penas por las calles de su pueblo. El costalero que va debajo no sufre, al contrario, disfruta de llevar al Hijo de Dios. Vamos llegando al lugar especial de cada costalero de Huelma, a la Umbría. Con fervor e ilusión subimos al compás de la música y qué suerte tienen mis compañeras de la trasera al ver balancearse la túnica de nuestro Cautivo, porque es una sensación indescriptible que nos hace sentirnos más cerca de Él a cada paso. Y cuando estamos casi en lo alto, empiezan a fallarnos las fuerzas después de una dura estación de penitencia, pero miro por el respiradero y veo a personas llorar ante el Señor; entonces, empiezo animar a mis costaleras, que ya nos queda muy poco, que después de la reverencia y de llegar a lo alto…tendremos que esperar un año para vivir esas emociones que sentimos debajo de la trabajadera. Por detrás, el Discípulo amado, señala el camino a María. Es noche de Esperanza. La plaza de la Iglesia es un hervidero de personas para ver a la Madre del manto verde, manto de Esperanza que siempre necesitamos los cristianos. La cuadrilla de la Esperanza es la única que ha sido valiente e innovadora con la implantación del costal que busca la elegancia en lugar de un aplauso. La misma originó el pregón del costalero en el que cada Cuaresma, un costalero o costalera de la localidad, nos transmitirá sus vivencias. Y cuando vamos de recogida, vas viniendo a mí, Madre, Virgen mía de la Esperanza para que sea posible pedirte que intercedas por todos para que el próximo Jueves Santo…estemos todos y cada uno de los Sanjuaneros alumbrando el camino de nuestros sagrados titulares. Son las seis de la mañana, oscuridad y silencio en la Plaza de la Iglesia. Nos encontramos y te doy gracias por todo, por las veces que me encomiendo a ti. Caminamos por el templo de Vandelvira hasta la puerta y observo tu pelo desde mi perspectiva, lo veo moviéndose y te veo caminar. Jesús el Nazareno, camina por su Carrera entrando a Plaza Nueva porque tus cirineos quieren llevarte entre su hombro para que te encuentres con tu Madre. Empieza a salir el sol y de pronto tu rostro, se empieza a iluminar ya que, Hijo y Madre se encuentran por fin. Vamos de recogida, llegamos a la calle Santa Ana, una calle especial para muchos de nosotros y para el resto de cofrades de la Semana Santa. Una larga estación de penitencia para la cuadrilla más grande de Huelma. Llegan muy cansados a la calle de los costaleros, el capataz dice: “¡Estamos en la Umbría!”. Y con la túnica en la cintura…van subiendo, son minutos escasos los que dura la subida, por momentos no pesa y cuando están en lo alto…atrás quedan

lágrimas y aplausos porque ahora tocará esperar un año para vivir de nuevo esa madrugá. El sol reluce en tu rostro con Lirios de Amargura en esa madrugá de Viernes Santo en la que tu cuadrilla no quiere acabar la estación de penitencia porque antes de dejarte…le brindas el momento más esperado para ellos después de haber dado lo mejor de sí mismos en una dura procesión. Nerviosos, encaran bajo tu palio la Plaza de la Iglesia y comienza a sonar tu canción, la marcha de tus costaleros. Cansados, sacan ese último aliento para cantarte esa hermosa Salve que llega al corazón de cada uno y con lágrimas en los ojos van llegando a la puerta del Templo donde te rezan las últimas plegarias: “¡Por ti, por nosotros, por todos, hasta el año que viene, mi Amargura!” Noche solemne, noche de Viernes Santo. Jesús ha muerto, se ha consumado la tragedia y su cuerpo yace en el sepulcro. La muerte ha vencido, aunque no es el final. Tensa calma en el entierro del Señor, en la que el lamento del ronco tambor nos hace revivir el dolor de la pérdida de nuestro Dios. La palabra del Padre se había cumplido y en las Santa Escrituras quedó reflejado. Los portadores del Señor no llevarán su traje de estatutos, al contrario, lo llevarán uniformados, es decir, vestidos con un traje negro de luto riguroso. La cuadrilla más joven de nuestra Semana Santa lleva a Jesús muerto por las calles de la localidad para decirles: “¡Que la muerte no es el final!”. María Santísima de los Dolores en su Soledad, tras ser su corazón atravesado por los siete puñales, llora desconsoladamente por la muerte de su Hijo al que el mundo negó. El frío de la noche de Viernes Santo hace que la Madre, inclinada su mirada hacia el Hijo, avance en su Soledad por el casco antiguo de Huelma, una madre dolorida y rota de pena. No solo se llora, se siente, se sufre…bajo una trabajadera, porque la unión con tus compañeros es unos de los pilares más importantes. A hombros te llevan tus costaleros, con el racheo de sus pies suena la hermosa unión de esta cuadrilla y desde el fondo de tu corazón te aclama al escuchar la nota de “Siervos de tu Soledad”: “Virgen de los Dolores, tu bello rostro brilla sin par. Ruega siempre por nosotros, siervos de tu Soledad. Virgen de los Dolores, bendice al pueblo que pena por ti, que sufren sietes puñales como flores de Jazmín.”



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