América Latina tiene fuertes índices de pobreza. Según CEPAL (2006), el porcentaje de personas bajo la línea de pobreza supera el 35% de la población y el porcentaje de indigentes está sobre el 10%. Además, AL es la región con mayores desigualdades sociales existentes en el mundo: la mayoría de los países latinoamericanos tiene coeficientes Gini mayores a 0,5 (2006).
Aunque el sistema de financiamiento a través de impuestos puede ser fundamental en pos de una mejor distribución del ingreso (ver Marcel y Rivera 2009), se abordará específicamente el gasto social, puesto que en los países latinoamericanos parece ser la forma más eficiente de redistribución (por ejemplo, ver Engel et al. 1999).