








Érase una vez, dos hermanos; Lily y Mishel, que solían acompañar todas las mañanas a sus padres al supermercado.
Hasta que un día notaron algo diferente, un osito suave y esponjoso con sombrero de chef estaba entrando por una puerta y se dieron cuenta que de ahí salía una luz brillante; eso llamó su atención así que decidieron seguirlo a escondidas de sus padres y del oso.

Una vez dentro vieron a su alrededor un mundo lleno de color y magía, llamada
Bimbolandia, dónde observaron cosas inimaginables, como: ríos de leche, cataratas de miel y trigo como césped.
Sorprendidos por el lugar, se olvidaron a quién estaban siguiendo.


Hasta que después de un rato vieron que el osito estaba por ingresar a una fábrica.

Se acercaron a él y al ver que lo reconocieron de la televisión, gritaron:
“¡¡BIMBOOO!!”
Este respondió:
“¡Lily, Mishel! ¡Acompáñenme a la fábrica y les muestro cómo ocurre la magia!”
Cuando entraron, los hermanos se asombraron por lo que vieron, Bimbo empezó a darles el recorrido y en medio de este escucharon un sonido muy estremecedor; así que, decidieron ir a ver lo que sucedía.
Al llegar, vieron un pasadizo lleno de migajas que llevaba a una habitación extraña, el grupo de 3 decidió seguir ese rastro hasta que el oso vió algo escabulléndose, rápidamente reconoció el olor de una masa que se desechó hace tiempo y enojado exclamó:
“¡DON MOOOO! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ DE NUEVO?!”

Aquella masa descompuesta en tono burlón le respondió:
“¡¿CREÍSTE
QUE PODÍAS DESECHARME PARA SIEMPRE?!“
Este se deslizó con rapidez, escapando d el oso polar para comenzar a destruir todo a su paso. Los niños asustados le preguntaron:
“¡¿Quién es Don Moo y por qué quiere acabar con la fábrica?!”
Bimbo suspiró antes de responder: “Es un conjunto de masas desechadas que fueron parte del proceso de elaboración de nuestros comestibles”.
Rápidamente llevó a los niños a un almacén de utensilios donde encontraron herramientas para defenderse, agarrando todo lo que tenían a la vista para empezar a enfrentarse contra Don Moo.

Al ver que este era más fuerte que antes, el oso sacó de su delantal dos panes mágicos y se los dió a los niños diciéndoles:
“Este pan tiene proteínas, vitaminas y hierro, que los hará más fuerte y valientes”


Luego de comerlo, cada hermano empezó a proponer un plan diferente. Lily dijo:
- “Cuando Don Moo le esté dando una paliza a Mishel, aprovecharé para amarrarlo y desecharlo al camión de la basura”.
Su hermano le respondió con amargura“
- ¡¿Por qué esa masa repugnante me pega a mí y no a ti?!”
- “Mi propuesta es que Lily haga que el malvado la persiga hasta que esté cerca del río de leche para que yo pueda empujarlo y acabar con él”.
A Lily no le gustó la idea; así que, los hermanos comenzaron a discutir hasta que decidieron realizar su plan por separado y sin éxito alguno se echaron la culpa el uno al otro. El oso al observar dicha situación dijo:

- “Si ustedes siguen discutiendo en lugar de ayudar, le darían ventaja a Don Moo de acabar con la fábrica”.
Así mismo propuso a los hermanos trabajar en equipo, ya que esa era la única manera de terminar los disturbios.
Una vez puestos de acuerdo, plantearon una buena estrategia, que era hacerlo subir a la parte más alta de la fábrica, porque ahí iban a encontrar contenedores gigantes con chocolate, que hacía que todo lo malo se convirtiera en algo inofensivo.

Ellos empezaron a realizar su plan, haciendo que Don Moo subiera y gracias a su trabajo en equipo pudieron empujarlo.
Pasaron algunos minutos y del espeso chocolate, salió un pequeño y tierno Bimbolete. Todos empezaron a saltar de alegría y Bimbo como gesto de agradecimiento decidió obsequiarles un gorro como el suyo que podía traerlos al mundo Bimbolandia cuando ellos quisieran y además una medalla en forma de pan de oro, los niños le agradecieron dándole un fuerte abrazo.
Luego de esto Bimbo procedió a sacar de su delantal un pequeño frasco que contenía un polvo mágico y les sopló diciéndoles:
¡¡ES HORA DE DESPERTAR BIMBOLETITOS!!

El trabajo en equipo siempre te dará mejores resultados, ayudándonos a tomar mejores decisiones y resolver problemas.


Ayudános a llegar al Castillo




Lily y Mishel son hermanos, ellos acompañaban todos los días a sus padres al supermercado; sin embargo, un día se percataron de algo inusual
¿Un oso suave y esponjoso con un sombrero de chef entrando por una puerta mágica?

Ambos decidieron seguirlo por curiosidad y llegaron a un mundo maravilloso llamado Bimbolandia donde tendrán una aventura inolvidable.
Acompaña a los protagonistas en esta travesía y aprendan juntos el valor del trabajo en equipo.
