La propuesta se desarrolla en Tungurahua, Ecuador. Específicamente en la ciudad de Ambato, característica por sus elevaciones y depresiones geográficas. Actualmente se enfrenta a una problemática de crecimiento urbano, donde la masa edificada ha llegado a sus límites geográficos y el conflicto entre lo natural y lo construido es evidente. La solución radica en una forma de revalorización del territorio de borde, en el cerro Casigana, con dos conceptos principales: El de proponer un edificio útil para la ciudad y un sistema constructivo que evite modificar la línea natural del terreno. Un elemento capaz de ser parte de los dos ecosistemas sin sobreponer lo construido sobre lo natural.