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El retorno a casa de la manada de elefantes

Lo que estuvo detrás de un hecho que atrajo la atención mundial

Por MA LI

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En marzo de 2020, 15 elefantes asiáticos de la Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna, en la provincia de Yunnan, salieron en grupo de su hábitat original. El 16 de abril del año pasado, la manada llegó al distrito autónomo de las etnias hani, yi y dai de Yuanjiang, iniciando así un viaje de ida y vuelta de más de 1300 kilómetros. Después de 110 días, el 12 de agosto, los elefantes regresaron al distrito autónomo de la etnia hani de Mojiang, volviendo finalmente a casa. Para garantizar la seguridad de los elefantes y los seres humanos, la provincia de Yunnan desplegó más de 25.000 policías y personal, hizo volar 973 drones, empleó más de 15.000 vehículos de emergencia, evacuó más de 15.000 personas y suministró casi 180 toneladas de comida para los elefantes, quienes captaron mucha atención y consiguieron muchos seguidores dentro y fuera del país. Zhang Xiong, jefe del grupo A de vuelos de dron del equipo de rastreo y monitoreo de elefantes asiáticos salvajes del Cuerpo de Prevención de Incendios de Yunnan, participó en las acciones tomadas para la protección de los elefantes. En el transcurso de más de 70 días, Zhang y su equipo prestaron suma atención a cada acción de la manada y ofrecieron información de primera mano.

La protección de la manada

Zhang Xiong fue uno de los primeros en formar parte del equipo de rastreo de la manada de elefantes. A finales de mayo de 2021, tras la culminación del período local de prevención de incendios, Zhang iba a viajar con su esposa de vacaciones, “pero como me han gustado los elefantes desde pequeño, cuando escuché que iban a formar un equipo para seguir y monitorear los elefantes asiáticos, fui el primero en enlistarme”, recuerda. El 27 de mayo, Zhang Xiong llegó al lugar de monitoreo en el distrito autónomo de la etnia yi de Eshan, en la ciudad de Yuxi, con la misión de hacer volar y monitorear un dron. Después de consultar con sus colegas e informarse sobre los vuelos de drones, consiguió por primera vez filmar unas secuencias difusas en las que los elefantes caminaban por las calles. “Hacer volar un dron es una labor técnica y lo más importante es tener paciencia”, afirma. Debido a su investigación minuciosa sobre fotografía aérea, Zhang Xiong se convirtió muy pronto en el jefe del grupo A de rastreo y monitoreo de los elefantes asiáticos. “En los momentos más difíciles dormía cuatro horas al día y a veces tuve que correr decenas de kilómetros en las montañas con los elefantes”, asegura. A través del rastreo continuo con el dron, Zhang, quien antes carecía de conocimientos sobre protección de animales, aprendió mucho sobre los hábitos de estos paquidermos. “Cada elefante tiene su propio papel en la manada. La elefante hembra va a la cabeza, el elefante macho es el guardia, los elefantes jóvenes son alborotadores y a los elefantes pequeños les gusta bromear. Cuando la manada busca comida y elige una ruta, siempre hace antes una labor de detección. Cuida de los elefantes pequeños en todo momento y evita los lugares concurridos”, explica Zhang Xiong. Desde el punto de vista de Zhang, la tarea de rastreo y monitoreo de los elefantes asiáticos salvajes no consistió simplemente en saber su ubicación, sino también en observar la distancia entre ellos y el ser humano, a fin de evitar conflictos entre las dos partes y garantizar así su seguridad. Al mismo tiempo, la anotación de las actividades de la manada en todos sus viajes puede proporcionar datos para la investigación científica. “Con la información recogida, los expertos del departamento de comando pueden planificar una mejor ruta de migración para la manada, además de seleccionar los lugares donde se colocará la comida”, añade Zhang. Durante el recorrido de los elefantes, estos levantaban su trompa para saludar al dron, a veces ayudaban a los pobladores a regar sus cultivos sosteniendo tubos de agua, en otras ocasiones interactuaban con perros, gallinas y cabras, y a veces robaban musáceas, caña de azúcar, maíz, entre otros cultivos. “Las personas fueron muy empáticas con los elefantes y les dejaban comer lo suficiente. Todo fue muy armonioso”, asegura Zhang.

Ayudarles en su regreso al sur

En el viaje de los elefantes no todo fue viento en popa. En su retorno al sur encontraron muchos obstáculos, entre los cuales, el mayor fue cómo pasar el río Yuanjiang de manera segura. El río Yuanjiang, uno de los más antiguos de la provincia de Yunnan, es también una línea divisoria que marca la idoneidad del hábitat de los elefantes asiáticos. Por lo tanto, cruzarlo es un eslabón clave para la vuelta al hábitat original de los elefantes asiáticos que se habían trasladado de sur a norte. En abril, la manada cruzó la corriente principal del río Yuanjiang en el estiaje. Sin embargo, en su regreso, el nivel del agua subió debido a la temporada de lluvias, lo cual impidió que los elefantes atravesaran el río. En aras de ayudarles en su retorno al sur, el personal del departamento de comando y expertos de los departamentos de hidráulica, carretera y silvicultura hicieron exploraciones, investigaciones y análisis sobre el lugar y al final eligieron el viejo puente de la antigua vía nacional 213 como punto de cruce. Para ello, el gobierno del distrito de Yuanjiang desplegó 2844 vehículos y 6673 personas, los cuales bloquearon la orilla del río y colocaron comida para evitar el cruce de los elefantes, forzándoles a continuar su travesía hasta el puente, a través del cual pudieron cruzar el Yuanjiang sin complicaciones. “La corriente principal del río Yuanjiang es una línea divisoria que marca la idoneidad del hábitat de los elefantes asiáticos. A pesar de que la cuenca del río cuenta con ricos alimentos y fuentes de agua, los elefantes no cuentan con suficiente espacio para esconderse, por lo que no es adecuado para la larga estancia de la manada. Al cruzar el río, la idoneidad del hábitat mejora considerablemente”, explica Yang Yingyong, subcomandante del Grupo Dirigente para la Prevención, Seguridad y Emergencia de los Elefantes de Migración al Norte de Yuxi. Durante la migración, la manada se desvió varias veces de la ruta esperada, pero gracias al esfuerzo de todas las partes, los elefantes lograron cruzar el río Yuanjiang por el viejo puente después de 13 días y 12 noches. Según explica Shen Qingzhong, miembro del grupo de expertos para la manada de elefantes asiáticos e ingeniero de alto nivel de la Administración de la Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna, históricamente los elefantes asiáticos han estado en grandes áreas desde la cuenca del río Amarillo hasta la meseta Yunnan-Guizhou. Para ellos, la migración es una acción normal. “La migración ayuda a los elefantes salvajes a encontrar nuevos hábitats y realizar intercambios genéticos entre poblaciones”, afirma Shen. La manada también posee una fuerte capacidad de adaptación al entorno de vida. Shen señala que con respecto a la protección de los elefantes asiáticos, la Administración Nacional Forestal y de Pastizales y el gobierno provincial de Yunnan han dispuesto promover la construcción de parques nacionales, así como tomar medidas de largo plazo para garantizar la protección de estos animales. Por otra parte, Shen Qingzhong expresa que hoy es sumamente importante construir un sistema de monitoreo y prevención, controlar de forma efectiva las actividades de los elefantes asiáticos con medios técnicos adecuados y evitar en lo que se pueda que dicha especie emigre a gran escala.

La conservación de especies

Chen Fei, miembro del grupo de expertos para la manada de elefantes asiáticos de migración al norte y director del Centro de Estudios sobre Elefantes Asiáticos de la Administración Nacional Forestal y de Pastizales, señala que desde que los elefantes asiáticos emprendieron la migración, muchos especialistas en animales salvajes, información y comunicación –entre otros campos relacionados– han participado en las labores de seguridad y asistencia. “Trabajamos mientras estudiamos y practicamos. Hemos acumulado una gran cantidad de datos y resultados de la investigación científica, del monitoreo y de las alertas, así como de respuestas de emergencia, lo que nos permitirá contar en el futuro con mucha experiencia en cuanto a la protección de los elefantes asiáticos de forma científica”, destaca Chen. Esta “excursión grupal” de los elefantes asiáticos de Yunnan también ha permitido que tanto dentro como fuera del país se conozcan los resultados alcanzados por China en materia de conservación de animales salvajes y biodiversidad en las últimas décadas. De hecho, la población de elefantes asiáticos salvajes de Yunnan ha crecido de 150 ejemplares en 1978 a más de 300 hoy en día. Aparte del aumento numérico, la población va extendiéndose geográficamente. A mediados de la década de 1990, los elefantes asiáticos de Yunnan solo estaban distribuidos en las Reservas Naturales Nacionales de Xishuangbanna y Nangunhe. A finales de 2020, el alcance de movilidad habitual de los elefantes asiáticos se ha extendido a tres prefecturas (ciudades), 11 condados (ciudades y distritos) y 55 cantones y poblados de Yunnan. Una gran cantidad de elefantes se desplazan fuera de las reservas naturales. La población local ya está habituada a verlos en las aldeas, a la par que va mejorando su consciencia y capacidad de protección de estos animales. En la actualidad, se han establecido 11 reservas naturales en las principales áreas de distribución de los elefantes asiáticos en China, con una superficie de 509.800 hectáreas. Para reforzar aún más el trabajo de protección y administración de los elefantes asiáticos, en diciembre de 2019 se creó el Centro de Estudios sobre Elefantes Asiáticos de la Administración Nacional Forestal y de Pastizales en la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan. Entre tanto, China viene impulsando la cooperación internacional en materia de protección de los elefantes asiáticos. La Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna y tres provincias del norte de Laos han firmado un acuerdo de cooperación, lo que ha permitido formar cinco áreas de conservación conjunta que tienen una longitud de 220 km en total y una superficie de casi 133 m2 . “En el futuro hay que llevar a cabo el trabajo de protección desde la perspectiva de satisfacer las necesidades de los elefantes asiáticos”, señala Chen Mingyong, catedrático de la Escuela de Ecología y Medio Ambiente de la Universidad de Yunnan. Sugiere, además, construir hábitats en las áreas de actividad habituales de estos mamíferos salvajes. La clave de equilibrar la necesidad de hábitat de los elefantes asiáticos y la necesidad de vivir y desarrollarse de la población local consiste en transformar la forma de desarrollo. En ese sentido, se debe ajustar la estructura industrial basada en la plantación, cambiar el modo de empleo, desarrollar de forma moderada los sectores terciarios, tal como el ecoturismo, reducir los conflictos de intereses entre los elefantes y el ser humano, así como la superposición del espacio de actividad de ambas partes. De este modo, se logrará una mayor armonía entre los elefantes y el ser humano.

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