Perfil
Texto: Omar Morales Fotografía: Claudia Ramírez, Vizual México
Haciendo gala de las estéticas poses que brinda la danza, Mariana Vallejo nos compartió algunos de los detalles que han marcado su vida. La emoción y alegría se reflejaba en sus ojos mientras nos narra como materializó sus sueños bailando, con lo que logró reconocimiento en el extranjero.
A
veces es difícil determinar lo que se busca en la vida, pero no importa cuál sea el camino que se elija, siempre habrá obstáculos por superar. Mariana estaba consciente de que no podía rendirse para conseguir sus objetivos, pensando que lo que no la mataba la hacía más fuerte, no se dejó desanimar y siguió avante tanto en el lado personal como en el profesional. La joven bailarina nos confesó que muchas personas en la calle la reconocen por haber participado en el programa de televisión “Bailando por un Sueño”, pero que su gusto por la danza no surgió a temprana edad, sino a los quince años bailando frente a la televisión e imitando todas las coreografías del grupo Mercurio. Estaba tan convencida de sus habilidades y de haberse aprendido cada uno de los pasos que esperaba que un día le pidieran subir al escenario con sus cantantes favoritos. La futura bailarina asistía a la mayor cantidad de conciertos y presentaciones posibles del grupo, pero su sueño no se realizó, mientras el resto de las fans gritaban y saltaban al ver a los cinco integrantes de Mercurio realizando su espectáculo, ella disfrutaba el show sentada a pesar de que el resto de las fans le taparan la visión del espectáculo. A pesar de no haber compartido reflectores con el grupo cuyas coreografías conocía por completo no se desanimó, buscó lugares donde aprender y practicar el baile y se integró al grupo de jazz de su preparatoria, para ella no era un simple hobby, era un estilo de vida y lo tomó con la mayor seriedad posible al grado de no faltar a clase, salvo el día que murió su abuelito y otra ocasión en la que se enfermó muy fuerte.
Al momento de elegir una carrera profesional optó por Administración de Empresas en el Tec de Monterrey, desde muy niña fue muy dedicada a la escuela y la danza no se interpuso en su rendimiento académico. Participaba activamente en las actividades culturales de la escuela e incluso llegó a formar parte en obras de teatro y certámenes de baile, ampliando sus cualidades del jazz al ballet y hip hop.
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Mariana no buscó acercarse a escuelas de capacitación artística ni asistió a alguna convocatoria para salir en la televisión, la oportunidad le llegó de sorpresa. Unos caza talentos la buscaron para integrarse a un nuevo proyecto de baile, pero como no le podían dar muchos detalles del mismo se negó tres veces hasta que aceptó y se integró a la producción de “Bailando por un Sueño” en donde su compañero en la pista sería el luchador “Latin Lover”, a quien no conocía y confundió en un inicio con algún actor de telenovelas. CHIC MAGAZINE. OCTUBRE 28, 2011 | 23