REA L EZ A & JE T SE T
REALEZA & JET SET
Belleza de concurso Por su belleza y elegancia, Adriana Abascal fue elegida Señorita México 1988 y quedó en el quinto lugar del concurso Miss Universo 1989.
Adriana Abascal
Mujer de muchos By Caroline Langendorff Fotos: Cortesía
Pocas mujeres como Adriana Abascal pueden presumir de belleza,
La veracruzana, de 42 años de edad y recién casada con Emmanuel
encanto y una lista muy grande de hombres, aunque no tan grande como sus carteras.
Shreder, ha sabido vivir una vida llena de lujos, ya sea por sus encantos o sus encantadores amantes, con quienes ha dado de qué hablar a lo largo de más de dos décadas. Al primero que se le conoció no fue cualquier pretendiente, sino el desaparecido Emilio Azcárraga Milmo, dueño y presidente de Televisa, con quien sostuvo una relación de siete años hasta la muerte de éste, en 1997, y quien le dejó el 16.6 por ciento de las acciones de la empresa. En 1998, de viaje en España, Adriana se reencuentra con Juan Villalonga, principal accionista de la empresa española Telefónica, y quien, en 2001, decide divorciarse de su esposa Concha Tallada para casarse con Abascal, a quien Emilio le había presentado años atrás. Con él procreó a Paulina, Diego y Jimena. Sin embargo, y a pesar del ser el centro de atención de la prensa rosa española, su relación terminó en 2009. Después de este matrimonio vinieron dos relaciones de poco más de un año, la primera con Mathias Helleu, de 2009 a 2010, y con Chris Brown, de 2010 a 2011. DE NUEVO AL ALTAR Después de estas dos rupturas, el amor le volvió a sonreír con el empresario francés Emmanuel Shreder, a quien conoció en 2012, y con el que se casó este año en Ibiza. El 28 de junio, Adriana Abascal y Emmanuel Shreder unieron sus vidas, ella por segunda ocasión y el por tercera, en compañía de tan sólo dos amigos íntimos que fungieron como testigos, sin embargo, al día siguiente celebraron con una interminable lista de invitados VIP entre los que destacaron Eugenia Silva y Alfonso de Borbón, que se dieron cita en el exclusivo restaurante Dalt Vila, en el cual un mariachi ambientó el festejo. ¿Será que las jarochas tienen buen ojo para el amor… y los negocios? Si no, habrá que preguntarle también a Salma Hayek. BESANDO SAPOS Tras su boda, Adriana Abascal comentó: “He besado a muchos sapos hasta dar con mi príncipe azul, pero la felicidad de haberlo encontrado es enorme. Hasta diría que valió la pena besar todo el estanque”. Seguramente, la veracruzana aplicó el dicho: “Depende el sapo, la pedrada”.
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| C H IC M AG A Z I N E . Agosto 26, 2013