periodico 35 final

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Pag.4 Valparaíso, Zacatecas 1 de Octubre 2010

¿Cómo ve? La columna de Noé Rocha

Con la naturaleza no se juega

C

on la naturaleza no se juega y nunca hay que construir casas en lugares donde hubo cauces de ríos o arroyos, porque tarde o temprano todo vuelve a su cauce.

En segundos, la creciente llegó al pueblo. Había llovido a cántaros, no solo en la ciudad sino en la sierra. El pailte había elevado su nivel. El agua corría con fuerza por el manantial que nace en el terreno de don Luis Arroyo. El río se había desbordado e inmediatamente la gente corrió hacia esa zona de Misantla para ver la creciente mucho más cerca. Allá por 1971 no había muro y desde el bienvenido, árbol frutal que se encontraba pegado en donde ordeña Amador Arroyo “La Chiva”, corría el agua. Lo que ahora son los campos de futbol y beisbol en el Zotuco era un inmenso río. El pasto pangola se había doblado. Ese era el cauce del río hace muchos años-me cuentan los viejos- y de repente, el agua color café sepultó unas casas que estaban donde inicia la calle Froylán Flores Cancela, pegado al puente. El impacto del agua había sido con mucha fuerza. Por ahí, cerca de lo que es la entrada a los campos deportivos vivían mis amigos Los Tomates. Cuando el nivel del agua empezó a bajar, los camarones, truchas, guapotes y acamayas saltaban por todos lados e inmediatamente empezamos a pescar. De rato fuimos a las casas que estaban bajo el lodo, una de ellas era de un amigo que estudiaba con nosotros en la primaria Manuel Gutiérrez Zamora. Recuerdo que su padre era soldador, era gente humilde y el río les había arrebatado lo poco que tenían. Con el paso de los años se fueron de Misantla a buscar mejores alternativas de vida y trabajo, nunca volví a ver a Javier, mi amigo de escuela. Me vino a la mente esta historia porque el pasado viernes 17 de septiembre llegó el huracán Kart a territorio veracruzano. A través del Facebook nos enteramos sobre la creciente del río Misantla. Por fortuna, no se desbordó, el poco muro que queda aguantó vara aunque lo daño severamente, y ahora, las autoridades-(tiene que suceder algo para que actúen) se verán obligados a reconstruir esta obra, de lo contrario, tarde o temprano serán los culpables de una desgracia en nuestro pueblo. Todos estos días de lluvias nos acordamos mucho de nuestro Misantla, de nuestras familias y amigos. Estábamos preocupados por saber qué había pasado. Mientras que en el puerto, radio, televisión y periódicos daban cuenta de los trágicos hechos, en nuestra tierra nadie nos podía ofrecer información clara a través de la prensa. Estos acontecimientos pasaron el viernes 17 de septiembre y fue hasta el lunes 20 por la tarde cuando un periódico de nuestro pueblo sacó de manera escueta una información. No puedo creerlo que ahora, con tanta tecnología nos hagan eso, los periodistas no pueden esperar, tienen que hablar de los acontecimientos destacados y el huracán Kart fue uno de ellos. Yo espero que esta crítica se tome como constructiva

y que cuando se vuelva a suscitar algo fuera de lo común, pues que nos ayuden a informarnos paso a paso. Hoy en día, los que tienen internet o mejor dicho facebook en Misantla, fueron los que se convirtieron en reporteros ciudadanos, ellos nos enviaron fotografías y videos y uno que otro comentario a su estilo, con faltas de ortografía y palabras cortadas, pero fueron más rápidos y objetivos que muchos periodistas en el pueblo. Gracias y felicidades a Julio Romero Reyes(Quelite Centro), y la señora Alba Sesma, quienes el mismo día nos hicieron llegar videos y fotografías de lo crecido que estaba el río. Yo, qué puedo decirle a quienes se dedican al periodismo en Misantla, nada, porque lo saben todo, han trabajado largos años en esta vaina y entienden que la noticia fuera de serie se tiene que subir al instante, estemos en donde estemos y con las herramientas que tengamos, pero en esta ocasión es de sabios reconocer que le fallamos a la sociedad que se encuentra viviendo fuera de nuestra tierra. Nota: no es lo mismo vivir ahí y ver las cosas de cerca, que vivir lejos y no tener quien te diga que pasó. Hay una necesidad de verificar que sucedió, créanmelo. Nos preocupa nuestro pueblo y nuestra gente. En fin, en estos días hemos visto que el impacto del huracán Kart fue tremendo para el puerto y varias colonias, el agua la tenían, porque espero que ya haya bajado, hasta el cuello, pocas veces se había visto esto en Veracruz. Muchos pueblos de la costa quedaron destrozados. La Antigua y Cardel por ejemplo. En Vega de Alatorre, Chachalacas y otros lugares perdieron todo y la contingencia sigue, porque ahora viene lo más difícil, rehacer viviendas y comprar los enceres necesarios para seguir con esta vida que nos da sorpresas amargas y una que otra de alegría. En Misantla hemos vivido muchas crecientes, unas de las más difíciles, la de 1995, donde varias familias perdieron camas, refrigeradores, ropa, televisores, papeles importantes, paredes y casas derrumbadas. Estos claros ejemplos, nos dicen que con la naturaleza no debemos jugar, por el contrario hay que estar atentos para evitar desgracias y auxiliar con albergues a todo aquel que lo requiera, en estos casos, no hay diferencias de clases. Si el huracán Kart hubiese entrado por Nautla, Vega o Carranza, otra historia estaríamos contando. El impacto entró cerca de Laguna Verde y Chachalacas, por ello el desastre en La Antigua, Cardel y Veracruz puerto. Fuimos afortunados en esta ocasión, así hay que decirlo, pero siempre debemos estar atentos a estos fenómenos que traen destrucción y muerte. Fuimos tan lentos los periodistas del pueblo para informar de lo que sucedió o dejó de suceder en Misantla con el huracán Kart, que yo mismo, después de nueves días de los acontecimientos, apenas les estoy escribiendo de ello, que barbaridad.


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