Cuento clase para niños

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Charly es un hombre que sale en esta historia. Es aventurero, siempre está buscando aventuras. Charly es muy listo y valiente…bueno, ¡es perfecto! Siempre lleva a su amigo con él. Se llama Carlos, es tonto, es mitad cobarde y valiente, le encanta comer y es gordo. Los dos viven en Palma de Mallorca y les encanta la playa. Hoy viajan a la selva para encontrar el tesoro que oyeron que allí se encontraba… Charly y Carlos hicieron las maletas y se fueron al aeropuerto. Cuando iban hacia la puerta de embarque Carlos dijo: - Charly, me dan miedo los aviones. - ¡¿Quéééééé?! - dijo Charly. Charly obligó a Carlos a que se subiera pero no funcionó, así que le dijo que si subía le darían toda la comida que quisiera. - Siiiiiiiiiiiiiii, contestó Carlos. Subieron al avión y durante el vuelo Carlos se comió un plato de puré, doce hamburguesas y de postre cinco danones, mientras Charly conocía a una niña. Se llamaba Luna, era baja y tenía la misma intención de ir a por el tesoro. Tenía el cabello castaño, los ojos azules, era morena, flaca y le gustaba meterse en líos. Pronto Carlos se sintió mal, le dolía mucho la tripa. Las azafatas pidieron por el altavoz si había algún médico en el avión y por suerte había un enfermero entre los pasajeros, y le dijo a Carlos que tenía que comer menos y que si le pasaba algo más le llamase. 2


Al aterrizar a Carlos se le pasó el dolor de tripa y dijo: - Charly quiero cincuenta y nueve tortillas de patata. - Ahora no molestes que estoy con Luna, además ¿no has oído lo que te ha dicho el enfermero en el avión? ¿Te lo recuerdo? Contestó Charly. - Me da igual, ¡quiero cincuenta y nueve tortillas de patata! Charly aceptó, fueron a comprarlas y Carlos se las comió todas. Después dijo que volvía a tener dolor de tripa pero Charly le dijo que se aguantara porque le habían advertido. A la mañana siguiente Charly, Carlos y Luna se fueron a un bar llamado “La cafetería del café”. Charly dijo: Que nombre más tonto para una cafetería, es… ¡estúpido! Carlos miró a su alrededor y vio una chica muy mona que preguntaba por el tesoro perdido de la selva. La camarera les dijo que se sentaran en una mesa, y ellos por obligación lo hicieron y se tomaron un café. Las sillas eran pequeñas pero los chicos se conformaron. Cuando terminaron de tomar el café Charly dijo: - Eh, ¿qué os parece que ya que estamos en esta cafetería nos quedemos a comer? - Siiiiii me parece genial, ¿y a ti Luna? - Contestó Carlos. - ¡También! - dijo ella. Carlos para comer se pidió veinte salchichas, cinco flanes y tres platos con patatas fritas. Charly le recordó de nuevo: 3


- Carlos, contrólate que no puedes comer tanto o te vas a convertir en una pelota. Luna se empezó a reír y a reír sin poder parar, y todo el mundo la miraba preguntándose qué le estaría pasando. Llegó la noche. - ¿Y ahora donde vamos a dormir? – preguntó Carlos. - Conozco un hotel muy bueno, podéis ir allí. – dijo la camarera. - ¡Pues vamos para allá! - Contestó Luna. De camino al hotel, en una calle oscura, una sombra se chocó con Charly y le dijo en voz baja: - ¡Por favor ayudadme! Metió un tubo redondo y alargado en su mano y le dijo en la oreja: - Es el mapa de un tesoro escóndelo muy bien, ¡te puede costar la vida! La sombra siguió corriendo y después de un instante los chicos vieron tres sombras más que buscaban el mapa. Charly, Carlos y Luna se fueron rápido al hotel para ver qué ponía el mapa, pero fue imposible abrir el tubo que lo contenía porque pedía un código secreto que ellos no tenían. El código era 1-5-10-20 pero nadie lo supo. Charly le preguntó al señor del hotel si sabía quién podía descifrar el código y le contestó que sí, que si querían averiguarlo debían ir al descifracódigos. Charly estaba muy contento y decidió que irían al día siguiente por la mañana. 4


Charly, Carlos y Luna allí conocieron a Kelvin, el descifracódigos que les ayudó y les dijo que los números secretos eran el 1-5-10-20. Charly dio las gracias y Luna al salir de allí abrió el mapa.

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Debéis pasar por el chucho mago que se encuentra en la montaña de nieve, después pasar el laberinto, después el gigante del terror y la final es luchar contra un ejército de dragones, caballos, monos, brujas, duendes, un luchador de resling, tiburones, magos, esponjas, rocas, payasos, peces y una bola voladora con cuchillos.

Así pues… ¡empieza la aventura! Pasaron algunas pruebas sin dificultad pero cuando llegaron al laberinto vino lo difícil. Charly dijo: - Según el mapa, tendríamos que ir por aquí. Después de muchas vueltas Luna dijo: - Es inútil, estamos andando todo el tiempo en cuadrados. - Es verdad, tiene razón Luna. – dijo Charly. De pronto aparecieron dos chicas. Una de ellas dijo: - Hola soy Marga y ella es Charo. - ¿Qué hacéis aquí? – preguntó Carlos. - Kelvin nos ha mandado a ayudaros. – dijo Charo. Gracias a su ayuda consiguieron salir del laberinto y superar las demás pruebas. 6


¡¡¡¡Al fin habían llegado a la selva!!!! En la selva había muchas plantas y árboles enormes que estaban llenos de monos muy malos, chillaban tanto que Charly tuvo que gritar: ¡¡Corred, los monos vienen a por nosotros!! Luna se puso a correr y resbaló en un charco verde, Marga le fue a ayudar. Se metieron en una cueva lila y despistaron a los monos. Cuando salieron, fuera les esperaban los magos. Charly les dijo a sus amigos que se apartaran. Él llevaba una bolsa con sal, se la echó a la cara a los magos y cayeron en un profundo sueño. Entonces salieron todos corriendo con la mala suerte que Charo y Marga se separaron del resto, perdiéndose en la selva y cayendo en las garras del gigante del terror. Luna, Charly y Carlos al darse cuenta que el gigante se las había tragado pensaron qué podían hacer para salvarlas. Entonces Carlos dijo: - Si le doy mil hamburguesas se hinchará como un globo y se tirará un pedo que expulsará a nuestras amigas. Todos le aplaudieron por su brillante idea. Al final, todo salió bien, Charo y Marga estuvieron a salvo y siguieron en busca del tesoro. Cuando todos seguían el camino directo a la selva, Marga dijo que iba a ver si había comida pero nadie la escuchó porque había muchas cosas bonitas y muy peligrosas. Marga solo cantaba: la, la, la, la y vio una sombra con forma de mango y otra de manzana, fue corriendo hacia ellas y desde ahí vio un mar enorme con una sirena dentro, Marga no se lo creía, después vio 7


un tiburón que se la quería comer y gritó muy fuerte asustada. Los demás oyeron el grito y fueron hacia allí. Cuando llegaron, vieron a Marga con una cámara, ella sacó una foto con flash y asustó al tiburón. Charly y los demás se fueron a la playa, Marga sacó una segunda foto y los tiburones se pusieron como locos saltando sobre la sirena, que intentaba escapar hasta que un tiburón le mordió la aleta. Charly sacó un silbato para atraer a los delfines que rescataron a la sirena, y ella como estaba muy agradecida le regaló a Charly un colgante mágico que concedía deseos de emergencia, a Carlos le dio un chuletón de buey, a Luna una perla de ostra, a Charo un montón de frutos y a Marga un colgante de conchas marinas. La sirena se despidió y todos le dijeron adiós.

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Los amigos siguieron su camino, se encontraron con el gigante del terror y Carlos dijo: - ¡Tengo hambre! Charly le repitió: - Acuérdate, ¡no puedes comer mucho! Carlos como siempre insistió y sacó de su bolsillo una patata medio podrida. Ellos dos discutiendo hicieron llamar la atención del gigante. Luna susurró “shhhhhhh”. Entonces el gigante se acercó y los cogió con su mano enorme atándolos con una cuerda. Pasados cinco minutos los compañeros intentaron hablar con el gigante pero no quiso escucharles. Más tarde hablaron y el gigante les dijo: - En realidad no soy malo, pero me hago pasar por malo para que mis sirvientes me hagan caso. En realidad tengo el corazón tierno pero todos piensan que soy un monstruo. Entonces, los exploradores se hicieron amigos del gigante, todos menos Carlos porque le daba miedo, aunque cada vez le asustaba menos. Después el gigante vio una casa brillante y dijo: -¡Charly veo algo brillante!- Y todos fueron corriendo a verlo. Cuando llegaron vieron que era una pirámide de oro. - ¿Qué habrá dentro? El tesoro tal vez… - dijo Luna. Carlos se desmayó de la emoción, y fue el gigante el que le cogió para que no se cayera al suelo. Cuando Charly, Carlos y el gigante entraron en la pirámide descubrieron pasadizos secretos y vieron una puerta por la que 9


entraron y pisaron una piedra. Al momento se hundió el suelo y dijo Charly: - ¡¡Corramos es una trampa!! Por suerte se cogieron a una cuerda y Charly consiguió llegar a la otra puerta para ayudar a sus amigos. Cuando se salvaron el gigante gritó: - ¡No lo conseguiremos! El gigante levantó la pared y había tras ella un mapa, Charly lo cogió y cuando lo abrió señalaba un lugar muy interesante…Las profundidades marinas. - Es como el libro de Gerónimo Stilton 6º viaje al centro de la fantasía – dijo Charly. Los amigos se fueron de allí y encontraron por el camino unas brujas malvadas. Hacían una poción y pasaron en silencio, pero una bruja los vio y todas fueron a por Charly, Luna, Charo, Carlos y Marga. - ¡Corred! – gritó Marga. Los amigos salieron corriendo hasta que uno de ellos vio como algo se movía y tras buscar entre los árboles encontraron un mapa que intentaron leer pero tenía unas letras muy raras. Id al centro de la tierra. Hay un cofre en la montaña pero no despertéis al ogro cuando lleguéis, pasad en silencio y con cuidado que hay trampas. Subiréis por una colina, después hay una puerta con un oso que guarda el cofre encantado.

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Dentro del cofre encantado había una calavera, todos se asustaron y siguieron el camino hasta llegar a la montaña rocosa, la más alta del mundo mundial, llamada “El Carnival”. Se encontraron con un amigo de Carlos que le dijo: - Yo tengo un mapa de un tesoro que está en la capital de España que es Madrid, pero primero debéis viajar a Barcelona en un crucero. Cuando lleguéis os vais a quedar en el puerto para llamar a la sirena y ella os va a dar toda la magia que queráis.

Entonces llegaron al puerto y la buscaron por todo. Al final la encontraron en el mar, con sus amigos los peces y las cosas de sirenas. Ellos le pidieron magia de todas las maneras pero la sirena no les quería dar. 11


Charly y Luna suponían que Carlos iba con ellos pero lo encontraron comiéndose a los amigos de la sirena. - ¡No os comáis a nuestros amigos los peces! Os daremos la magia que nos habéis pedido, queremos daros la magia para encontrar el tesoro. – Dijo una de las sirenas. Le dijeron que el tesoro se encontraba en la capital de España, que es Madrid, y entre Charly, Luna y Carlos pensaron que medio de transporte era el mejor para llegar a su destino. Finalmente decidieron ir en una especie de metro volador extra rápido con el que llegarían a Madrid. Entonces Carlos dijo: - Tengo hambre me comería 100 hamburguesas. - ¡Es lo que comes siempre! – Le respondió Charly. Luna se dio cuenta de que era un avión y Carlos dijo: - ¡Qué chuli! Carlos como siempre tenía hambre y solo pensaba en comida: - Me comería 100 hamburguesas, 8 pizzas y de postre 6 ensaimadas. – dijo. Luna se espantó ¿Cómo era posible que una persona comiera tanto? - Bueno haré caso a Charly y al médico del avión y no comeré más.- dijo Carlos. Por fin llegaron a Madrid y fueron en búsqueda del tesoro. Por el camino encontraron otro mapa que decía

Id donde está el tesoro 12


Por fin llegaron al tesoro pero solo encontraron otro mapa que decía... El tesoro está cerca, solo tenéis que ir a Portugal

- Joooooooooooooooooo – dijeron todos. Cuando llegaron a Portugal enseguida se pusieron a buscar el tesoro. Entonces se hizo de noche y vieron una sombra oscura que era solo una chica llamada Elsa acompañada por su conejo Bigotitos. Los amigos se pusieron a hablar con ella, y Elsa se apuntó al plan, entonces se encontraron… ¡un león! Pero todos pensaron que era mejor irse corriendo para que no les hiciera nada malo. Charly dijo: ¿Carlos, me das tu pizza? - Nooooooooooo – Contestó Carlos. Pero al final se la dio, y Elsa los invitó a todos a pasar la noche en su casa. Por la mañana se levantaron, desayunaron y se vistieron antes de abrir la puerta de la casa para salir en busca del tesoro. Justo en la entrada, se encontraron otro mapa que decía Tenéis que ir a Lisboa, la capital de Portugal en la que encontraréis el tesoro. Dirigíos a una plaza donde hay una casa antigua. ¡Tened cuidado!

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Después de leerlo se fueron rápido a Lisboa porque querían ver el tesoro cuanto antes. Cuando llegaron a la plaza vieron la gran casa antigua y Luna llamó a la puerta. Toc-toc-toc, y de golpe ¡zas! La puerta se cayó al suelo y desde dentro de la casa los cinco amigos oyeron una voz que identificaron como la de un fantasma. Charo buscó hasta encontrarlo y, como todos pensaban ¡era un fantasma! Los amigos se quedaron parados frente a él, casi sin poder hablar, pero Charly que era el más valiente le preguntó si sabía dónde se encontraba el tesoro. El fantasma solo les dijo una cosa: - Buscad la roca hexagonal. Los amigos no entendieron muy bien aquella indicación y decidieron sentarse a pensar dónde debía estar esa roca. Tanto pensaron que al final, se les hizo de noche y allí se quedaron todos, dormidos sin darse cuenta. A la mañana siguiente, un ruido despertó a Carlos que no entendía muy bien donde se encontraba ya que seguía medio dormido. Se acercó a una ventana de la habitación y vio como la luz del amanecer daba al jardín y concretamente a una zona delimitada por una roca en forma de hexágono. Carlos despertó rápidamente a sus amigos que se dispusieron a ir corriendo al jardín para excavar en aquel lugar. Así lo hicieron hasta que sin darse cuenta Charly pulsó una palanca que provocó la aparición de una pantalla en frente de ellos. Era un hombre y les proponía un acertijo…

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Si tienes 16 coches y te compras 26 pero se rompen 2… ¿Cuántos quedan?

La respuesta era 40…todos coincidieron en ella pero seguían sin entender muy bien a qué se refería ese hombre. - Mirad cuantas flores – dijo Luna. - Luna por favor, estamos en un momento importante y tu pensando en flores. – Contestó Carlos. - ¿Y si contamos la flor número 40? – Preguntó ella. - Probemos. – Le dijo Marga. Luna no iba nada desencaminada, la margarita número 40 no era una flor, sino una llave de cristal que abría una trampilla que había justo debajo de ella. Al abrirla, una escalera hizo que los amigos al bajarla se encontraran en una especie de sótano. Allí había una caja de color verde con un cofre dentro, no era un cofre cualquiera, era el que se abría con la llave de cristal que ellos tenían.

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Los amigos ya no podían más, ¡Querían abrir ese cofre sin pensarlo! Cuando se acercaron, se les apareció un hombre llamado SAU. 16


- Enhorabuena ya habéis llegado hasta aquí, vosotros sois los elegidos. Luna abrió el cofre y se encontraron con un montón de joyas. ¡Somos ricos!, ¡Viva!, ¡Al fin lo tenemos! – Todo eran gritos alegres. Charly, Carlos, Luna, Charo y Marga empezaron a jugar con las joyas hasta que se dieron cuenta que debajo del todo había otro mapa que indicaba el lugar donde se encontrada otro tesoro mayor, era en las profundidades marinas… …CONTINUARÁ

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AUTORES: Clase de 4º de primaria del colegio La Immaculada de Palma. Eva, Viktorio, Elisa, Lula, Aisha, Francisco, Bere, Marc, Yaiza, Alicia, Nuria, Kelvin, Marina, Nerea, Anna, Laura, Juan, Yoan, Lucía, Miriam, Elm, Álex, Pepe, Sol, Aryan y Marlon.

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