Camaguey 2014 01

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Emilio Bernal Labrada

"Detrás de" un balón

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na cadena televisiva a la que solemos llamar de Poca Visión (por buenos motivos, como se verá a continuación) ha acuñado un simpático lema para sus transmisiones de la competencia futbolística mundial. Dice así: "Treinta y dos países detrás de un balón". El concepto está muy bien. El defecto, lamentablemente, está en la redacción con "detrás de", frase prepositiva que denota posición. Por ejemplo, "la escoba está detrás de la puerta", "Ramiro se sentó detrás de sus amigos." Si lo que querían decir era que los países están persiguiendo el balón, bueno, ya eso es otra cosa. Con haber dicho simplemente "tras", hubiera quedado más claro. O mejor aún, "en pos de". Si decimos "el detective iba en pos de las pistas como un sabueso" queda bien claro su comportamiento. Pongámosle, en cambio, la frase vitando a ver qué tal queda: "el detective iba detrás de las pistas..." ¿Verdad que parece como si las pistas estuvieran reunidas en un lugar, digamos en el asiento delantero de un vehículo, en tanto que el pobre detective viaja en la parte trasera del mismo?

"Hombres zancos"

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recisamente en la transmisión de la ceremonia inaugural del Mundial de Fúbol, en un programa que se precia de tener mucho "impacto", nos han comentado la amenización del espectáculo con "hombres zancos". No sabemos qué nos habrán querido decir con ese término. ¿Será que son como los "hombres rana", que a la vez que personas son como batracios? ¿En ese caso serían hombres que a la vez son zancos? ¿O serían acaso zopencos? No señor, nada de eso. Ni zancos ni zopencos. Todo el que viera la transmisión se habrá dado cuenta de que se trataba de personas ("hombres" excluiría, sin razón, a las mujeres) con (o sobre) zancos, que es algo muy distinto. (O si no temen que en México los confundan con mosquitos, "zancudos".) Ahora solo falta que cuando aparezca un jinete en su montura, le llamen "hombre caballo". Lo que sería o una figura imaginaria de la antigüedad o bien una monstruosa pesadilla de grandísimo e indiscutible "impacto".

Detalles toponímicos Emilio Bernal Labrada, miembro de la Academia Norteamericana y de la Real Academia Española, es autor de La prensa liEbre o Los crímenes del idioma. Pedidos a elabrada@dgs.dgsys.com

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ara que lo sepan nuestros lectores, las ciudades francesas que antes tenían nombres castellanos los han perdido, al menos mientras dure este Mundial de Fútbol. Afortunadamente, hasta ahora parece que son solo dos: Burdeos y Tolosa, que según los comentaristas se llaman "Bordó" y Tulús" (transcripción fonética de sus respectivos nombres franceses, Bordeaux y Toulouse). Claro, la lista corre peligro de alargarse en cualquier momento, así que les mantendremos informados de la nueva geografía futbolística. El Camagüeyano Libre • Enero - Abril 2014 • 37


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