CAONABÓ El primer Libertador

A mis nietos, para que algún día logren saber que hay otra Historia distinta a la Oficial que ha sido plagiada y falsificada en forma permanente.
TatianaArtigas
MilagrosArtigas
RafaelArtigas
JuanJoséArtigas(h)
GuillermoJuárezPadilla(h)
JulietaJuárezPadilla
PaulaArtigasTerán
AgostinaArtigasTerán
CésarArtigas(n)
Si aceptamos que los ex integrantes del Virreinato del Río de la Plata se sublevaran contra los españoles y portugueses para que no siguieran apropiados de estas tierras que hoy son de nosotros los argentinos, ¿por qué no se aceptan las luchas de los pueblos originarios contra los invasores españoles y que pelearan porlosuyoyporlalibertad?
Comienzo escribiendo una frase que uso mucho, y seguiré usando, y esperoquetodosmishijosynietos,la tengan siempre presente: “La Tea de laLIBERTADnadiepodrá apagarla”.
Ya en mayo de 1810 el gran Mariano Moreno manifestaba: “Es necesario destruir los abusos de la administración y promover el remedio de los males que afligen al Estado, educar al pueblo y dar nueva vida a las provincias. Si seguimos con la corrupción y el desorden, habrá traición a las esperanzas del pueblo.
Es preciso emprender un nuevo camino”.
¿Quétendríaqueverestafraseconel
CaciqueCaonaboqueporelaño1492
eraCaciqueenlaIslaLaEspañola?
Todo tiene que ver con todo en nuestra Historia y especialmente cuando es falsificada, cuando ha sido
porsiglospropiedaddeungrupoque laredactóasuimagenynecesidades.
Cuando Mariano Moreno habla del Estado,recuerdoalosañossiniestros del peronismo en nuestra Patria, y cuandohabladelacorrupción ydela esperanza, recuerdo a aquellos pueblos originarios que masacraron los españoles cuando “descubrieron” lasIndias.
Desde 1492 en adelante, los que se negaron a aceptar la prepotencia, la imposición alafuerzadeunareligión yunmododeproducciónydevida,a losqueenfrentaron conlasarmasen la mano a los dueños de la “civilización”, que se abrían paso violando, saqueando, robando y
matando, a ellos mi más sincero y grande homenaje por su lucha y por su libertad, porque es muy estimulantedescubrirquealospocos meses de la “invasión” de Colón comenzó la rebelión que se mantuvo viva hasta 1810, cuando se convirtió en guerra de liberación continental y coordinada.
Recordemos aquella revolución de Chuquisacadel25demayode1809y a su protagonista, el querido y gran tucumano, Bernardo de Monteagudo, que se imaginó un apasionado diálogo entre Fernando VII y Atahualpa, y puso en boca del indio todo lo que América tenía para
decirle a los usurpadores “occidentales y cristianos”.
Y aprovecho la oportunidad para recordar que, a Monteagudo, la oligarquía unitaria que declaró la segunda Independencia en San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1816, no le permitió ser parte de esa declaración nidereunión alguna,por habersedescubiertoqueteníasangre indiaporpartedesumadre.
Por todo esto, este libro, porque deseo que algún día se comprenda que la historia es de todos, que ese pasado nuestro es un capital social, y que la historia debe dejar de ser de los privilegiados. La historia viene
siendo apropiada por siglos por los poderososeconómicosysociales. Vale recordar nuevamente las palabras de Bernardo de Monteagudo escritas en 1812, al cumplirse el segundo aniversario de laRevolucióndeMayo:
“Hoy hacen dos años que expiró el poder de los tiranos. ¿Por qué no llegar al tercer año con la gloria de haber declarado solemnemente la majestaddelpueblo?...... juradpor la memoriadeestedía,porlasangrede nuestrosmártiresyporlastumbasde nuestros antepasados, no tener jamás sobre los labios otra expresión quelaIndependenciaoelsepulcro,la LIBERTAD o la muerte”.
A la historia escrita por los falsificadores les gusta educarnos en laobediencia.
Desde el 12 de octubre de 1492, la superioridad, la religiosidad y la inteligencia, no hicieron otra cosa que someter a los pueblos que entraban encontacto con ellos o que encontraban.Selospresentósiempre como sociedades zoológicas y se hablaba de los usos y costumbres, pero no de su cultura, se hablaba de lassupersticionesylamitología,pero nodesureligión.
Seloscalumniacomopocosafectosal trabajo y sólo se hace justicia cuando
se los declara ignorantes que desconocen el concepto de propiedad privada, que para la historia oficial es un defecto, ya que se los acusa de no valorar la propiedadprivada.
Se avala el despojo cometido por los invasores contra los pueblos originarios.Yyasabemosquecuando los españoles robaban se llamaba “conquista” y expansión del área civilizada. Cuando los invadidos se defienden, se trata de malones o ataquesalacivilización.
Lo mejor que les podía pasar a los originarios es que los Colón, Cortez, Pizarro y otros aventureros inescrupulosos los instruyeran en el
beneficio de pertenecer al mundo occidental y cristiano, pero siempre comoesclavososirvientes.
Con orgullo argentino y americano, puedo asegurar que desde 1492 hasta 1810 no hubo un solo año en que no estallara una sublevación de los pueblos originarios a los que se sumaríandeapocoloscriollos.
Algunos de nuestros hombres de Mayo, con Mariano Moreno a la cabeza, se dedicaron a denunciar la servidumbre a que eran sometidos los indios. También hay que destacar a Juan José Castelli que, enviado por Moreno, dirigió la primera campaña al Alto Perú cuando declaró en Tiahuanacolalibertaddelosindios,el
25demayode1811,yaJoséGervasio Artigas que integró a los indios activamente en su movimiento de liberación.
CuandoColónllegaaloqueélbautiza como La Española (los originarios le llamaban Haití), el territorio estaba gobernado por cinco caciques, y el principal era Caonabo, el más poderosoyguerrerodetodosellos.
El encuentro inicial con los invasores fue pacífico. Alimentaron y hospedaron a Colón y a los suyos, compartiendo sus riquezas. Y como nos cuenta Fray Bartolomé de las
Casas “tomaban todo lo que les parecía, con placer de los dueños, comositodofueradetodos” .
Pero Colón quería enriquecerse rápidamente y comenzaron los ultrajes contra los pobladores originarios apoderándose del oro, conesafiebrederobarseeseoroque teníanlospueblosindígenas.
Pronto comenzaron las violaciones y los asesinatos en masa por los “conquistadores” con la intolerancia delaEspañadelosinquisidoresReyes Católicos. Negaban la condición humana a los anfitriones a los que pretendíanconvertirensúbditos.
Colón regresó a España para dar cuenta de sus “hazañas” y dejó a sus hombresalmandedeDiegodeArana en el fuerte de Natividad, construido conlosrestosdelaSantaMaría.
Antes de irse, el almirante avaló una matanzadehombres,mujeresyniños por parte de sus serviles, y cuando quisieronponeruncotoenlastierras de Caonabó, en el Cibao, les fue muy mal. Fueron recibidos a flechazos, quedando unos pocos perseguidos por Caonabó hasta el fuerte, que ardió hasta quedar en cenizas. Así terminó la primera aventura de los invasores. Al regresar Colón para su segunda invasión,mandóconstruirotrofuerte en la desembocadura del río hoy llamado Bajabonico, y lo bautizó La Isabela.
El cacique seguía siendo un ser terrible, con un permanente crecimiento de su prestigio al punto que algunos soldados que se animaban a alejarse de sus compañeros, aparecían muertos o mutilados,lasimágenesdelossantos eran destruidas y Colón sabía que mientrasvivieraCaonabó,sudominio enlaislaseríainsuficiente.
El cacique había sitiado La Isabela, pero le duró solo treinta días, ya que fueperdiendoasusmejoreshombres y pensó que lo mejor era la unión de todos los caciques contra los invasores, pero algunos se opusieron
porque le habían dado su palabra a Colóndehospedarloyobedecerlo.
Caonabó fue capturado después de caer en una trampa que le tendió Alonso de Ojeda, lugarteniente de Colón, quien mantuvo prisionero al cacique durante meses. Pero
Caonabó no había nacido para obedecer y un día pidió hablar con Colón y le explicó que la única forma depararlosataqueseraqueelpropio Colónencabezaralarepresión.
LaideaeraliberaraCaonabó,perola conspiración fue descubierta y Colón decidióenviaralprisioneroaEuropa.
Caonabó fue embarcado a la fuerza y a poco de ingresar al barco comenzó la primera huelga de hambre de la
que se tenga registro en América. El Primer Libertador se negó a recibir comida y siguió desobedeciendo hastaelúltimodíadesuvida. Hay dos versiones sobre su muerte, una que dice que murió por no comer,porinanición,yotraquehabla dequeelbarconaufragó.Lociertoes queCaonabócumpliósupalabrayno se arrodilló ante ningún rey ni español. Así lo comenta el escritor Juan Bosch en su libro “El Primer Libertador” publicado el 6 de febrero de1944.
CuandosupoelfindeCaonabó,Colón dispuso que todos los indios de La Española debían pagar un tributo mensual en oro, a los Reyes de España.
Laluchaduró variosmeseshastaque losinvasoresllegaronaimponerse.
Anacaona, tras la captura de su esposo Caonabó, buscó refugio en Xaraguá (se encuentra a 220 kilómetros de Santo Domingo, a orillas del lago Enriquillo), y compartió el mando con su hermano
Behechio. Cuando este cayó
peleando, Anacaona asumió la jefatura de la resistencia hasta su
captura, tormento y muerte por los invasores. Tras verse obligada a presenciar el martirio en la hoguera de casi un centenar de lugareños de su tierra, fue finalmente “honrada” conlahorca. El espíritu rebelde siguió con Guarocuya, hijo de uno de los caciquesmuertosenlaquemamasiva de seres humanos ordenada por NicolásdeOvando,gobernadordeLa Española. Guarocuya pudo salvarse y fue criado en el convento del padre Fray Bartolomé de las Casas. Allí lo bautizaron como Enriquillo, destacándose en el estudio y casándose luego con Mencia, primer mestizaje americano, ya que era hija
del español Hernando de Guevara y de Higuemota, hija a su vez de Anacaona.
Gracias a la valentía de Enriquillo, lleva su nombre el lago mencionado deSantoDomingo.
Después diversos caciques siguieron luchando y sucediéndose hasta la llegadadeHernánCortesen1519.
Y así termina la historia del Primer Libertador que lucho por la Independencia de América ante los asesinos españoles que seguían llegandoaestastierras.
La TEA de la LIBERTAD, nadie podrá
apagarlaninegarla.