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Mapa 13. Sistemas de producción

Consultoría por producto para la elaboración del Plan de Manejo del Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba

Mapa 13. Sistemas de producción

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2.2.5.3. Resumen sobre los sistemas de producción agropecuaria y agroforestal en el ANMIN Apolobamba

1) Sistema agroforestal de yunga: Alto potencial para agricultura diversificada, apicultura y cultivos agroforestales con riego. Necesidad de conservación de suelos en laderas. Demanda de mayor presencia institucional del ANMIN para difundir su rol, objetivos y resultados en manejo de recursos naturales.

2) Sistema agropecuario con acceso a tres pisos ecológicos: Existe potencial de aprovechamiento de terrazas con acceso a riego, con tecnología mejorada y asistencia técnica para el manejo de la fertilidad de suelos. Las comunidades demandan capacitación en el uso de insumos para un manejo ecológico de las terrazas, para aprovechamiento de fuentes de agua para riego y para mayor producción forrajera.

3) Sistema agrícola de valle con acceso a cabeceras de valle: Comunidades que mantienen un alto nivel de conocimiento en el manejo de suelos (terrazas en qapanas) y uso de plantas medicinales y otras propiedades para el desarrollo de alternativas de control de plagas en cultivos y parásitos en ganado. Las comunidades demandan apoyo para enfrentar los efectos del cambio climático (sequía, degradación de suelos, plagas y enfermedades en cultivos, parásitos en ganado).

4) Sistema agrícola-ganadero de cabecera de valle y valle: Comunidades con microclimas favorables y potencial para implementar cultivos bajo riego, que pueden contrarrestar la degradación de suelos en terrazas y mejorar la producción orientada al mercado local. Demandan asistencia técnica para la producción forrajera, con prácticas mejoradas de sanidad animal.

5) Sistema agrícola-ganadero de puna, cabecera de valle y valle: Diversos pisos ecológicos con potencial para la cosecha de agua de lluvia e implementación de microriego y abrevaderos.

Requiere apoyo con normas uso del agua de riego y para regular el pastoreo rotacional en praderas nativas.

6) Sistema agrícola-minero-ganadero de cabecera de valle, valle húmedo y cabecera de yunga:

Sistemas productivos con amplias posibilidades para aprovechar recursos hídricos que mejoren la agricultura y la ganadería. Requieren apoyo para reactivar proyectos de riego y para capacitación en manejo de la fertilidad de suelos, para establecer normas de pastoreo rotacional y para controlar el ataque de animales silvestres a sus cultivos. Requieren capacitación para una minería artesanal responsable.

7) Sistema de yunga tradicional: Recursos naturales de bosque y tierras adecuadas para sistemas agroforestales, potencial para apicultura y aprovechamiento de especies forestales y productos no maderables del bosque. Requiere apoyo de proyectos de caminos vecinales para sacar productos y control de operaciones mineras locales que trabajan con maquinaria.

8) Sistema ganadero agrícola de cabecera de valle: Comunidades con acceso al agua de glaciares y con presencia de lagunas. Potencial para riego y para pastizales bajo riego. Requiere supervisión en zona de minería intensiva. Requiere apoyo para manejo de recursos hídricos y para control de enfermedades en ganado. Interés en capacitación para establecer minería responsable.

9) Sistema ganadero agropecuario de puna y suni: Sistemas con acceso a abundantes fuentes de agua para riego de pastizales de altura. Potencial para plantas medicinales de altura, artesanía y turismo. Requiere apoyo para una ganadería camélida sostenible, con asistencia técnica para

control de enfermedades y manejo de vicuña silvestre. Requiere apoyo para recuperar praderas degradadas. 10) Sistema minero agropecuario de puna: Comunidades con amplio acceso al agua de glaciares, en zona de minería intensiva. Requiere apoyo para proyectos de cosecha de agua, para minimizar riesgos del cambio climático y asistencia técnica para establecer normas de pastoreo racional y para el control de enfermedades en ganado camélido.

11) Sistema ganadero suni alpaquero: Comunidades ganaderas con potencial para mejoramiento pero requiere fuerte apoyo para controlar contaminación del agua, para implementar normas de pastoreo y necesita asistencia técnica para crecientes problemas de sanidad, con asistencia técnica y mejoramiento de caminos para mejor acceso a mercados.

Sistema minero agropecuario y de aprovechamiento del bosque de yunga alto y yunga bajo:

Comunidades en zona con vocación forestal (aprovechamiento de madera y productos no maderables) y agro-forestal, con posibilidades para desarrollar sistemas silvo pastoriles, con apoyo para disminuir la deforestación y para establecer una minería responsable.

2.2.5.4. Conclusiones sobre los sistemas de producción agropecuaria y agroforestal

A continuación se sintetizan algunos aspectos relevantes para los sistemas productivos, como la tecnología de terrazas en qapanas y la seguridad alimentaria, la degradación de la base productiva de los recursos naturales (agua, suelo, pastizales naturales y agrobiodiversidad), la actividad minera y los cultivos de coca, que por su importancia económica definen las principales actividades económicas, los ingresos familiares, la migración y el uso del suelo. Cada uno de los aspectos considerados se ha tomado en cuenta en la programación estratégica para el manejo integral del ANMIN hasta el 2026.

Respecto a la discusión sobre la relevancia de la tecnología de manejo ancestral de suelos mediante terrazas en rotación de qapanas y su efecto en la seguridad alimentaria, existen puntos de vista opuestos en sentido de que dichas técnicas van camino a la extinción porque no abastecen las necesidades básicas de una familia y otras perspectivas en sentido de que es necesario revalorizar dichos conocimientos. La tecnología de terrazas es de mayor importancia para los valles de Charazani y los sistemas productivos que manejan los recursos de la agrobiodiversidad, los suelos y su fertilidad en alta pendiente. Investigaciones sobre la economía local en los valles de Charazani (Schulte 2000), en el contexto de la globalización, demostraron que la misma es de subsistencia pero estable y garantiza la seguridad alimentaria. Sin embargo, existen relaciones complementarias con la economía de mercado, que depende de esta economía de subsistencia como entorno que proporciona los elementos para su reproducción. Por tanto, lo global no se puede concebir sin lo local. La investigación concluye que se debe fortalecer la economía local y regional de subsistencia con medidas que faciliten la comunicación local y el intercambio de productos internos.

En los valles de Charazani (región Kallawaya) a comparación de otras zonas, la producción agropecuaria se basa en la tecnología tradicional, que poco depende de recursos externos en cuanto al uso de semilla certificada y agroquímicos (para el control de plagas y fertilización química de los suelos). Entonces, el agricultor optimiza el uso de la mano de obra y la tierra en el proceso productivo. Aunque esta situación indicaría precariedad de las condiciones para la producción agrícola, los rendimientos agrícolas por unidad de superficie son comparativamente altos y estables, cuyas causas se encuentran en las variedades de cultivos desarrolladas para esa región específica y en la aplicación de tecnología adecuada para una alta eficiencia productiva. Los altos rendimientos de cultivos son relativos y se deben a una "excelente adaptación a las condiciones específicas de la región" (Schulte 2000). En el contexto actual, el dinero tiene importancia creciente y prácticas tradicionales, como el trueque y otras formas de reciprocidad, se van perdiendo a medida que las comunidades se insertan más al mercado y tienen mayor vinculación caminera.

La degradación de los recursos naturales se manifiesta en grado creciente en las zonas de altura y sus sistemas productivos relacionados. En particular, existe una presión creciente sobre el suelo y la vegetación natural debido a la sobrecarga animal, a la escasez de recursos hídricos y a los procesos de desertificación agravados por el cambio climático. Situación similar se evidencia en los sistemas de producción de los pisos ecológicos de Yungas, por efecto de la deforestación, por la explotación indiscriminada de recursos forestales no maderables y por la pérdida de hábitat para los recursos de la vida silvestre que compiten cada vez más por recursos con la población creciente de inmigrantes.

El grado de erosión de suelos en el municipio Charazani, en los diferentes pisos ecológicos, está en el rango de leve a media, siendo la zona de valles la más afectada, en los sectores de alta pendiente y con mayor intervención del hombre particularmente por el sobre pastoreo de ovinos. La erosión es provocada por la falta de cobertura, y por la deforestación de bosques nativos. Sin embargo, la región de Apolobamba tiene características propias en: Rotación y Asociación de cultivos, prácticas adecuadas de labranza, sistemas de descanso en Qapanas, cultivos en curvas de nivel y aplicación de enmiendas y abonos orgánicos. Dichas prácticas corresponden a tecnologías andinas ancestrales que se deben considerar para su recuperación, sistematización e implementación entre todos los actores del desarrollo (PDM Charazani 2004).

La principal actividad económica de los ayllus de Marka Cololo es la ganadería, un 53% de la población se dedica a la crianza de alpacas, llamas y ovejas. Los bofedales, que ocupan una extensión de 1.339 ha se encuentran en estado crítico de conservación y también se aprovechan grandes áreas de pastizales, que ocupan un área de 7.984 ha (20% del territorio). Sin embargo, se tienen problemas de disponibilidad de forraje en época seca (Marka Cololo Copacabana Antaquilla. 2013).

Los suelos de Mapiri, en general, son delgados y pobres, debido a la naturaleza de la roca madre, y por el lavado de nutrientes por las intensas lluvias durante gran parte del año. Con estas condiciones naturales la fertilidad del suelo está ligada al ciclo orgánico. La abundante cobertura vegetal del bosque tropical aporte materia orgánica en forma constante, que se transforma en humus debido a las condiciones climáticas y a la acción de los micro-organismos. La erosión se produce principalmente por la explotación indiscriminada de madera en áreas forestales. La erosión hídrica ocurre en las bandas de los ríos y con mayor intensidad en lugares de alta pendiente pronunciada. Por la migración creciente en los últimos 20 años, las prácticas de deforestación y cultivo con métodos de chaqueo, han causado impactos al suelo y a los recursos hídricos. Actualmente, existe mayor riesgo de incrementar el área de zonas erosionadas debido a los cultivos de coca que se produce en los cuatro cantones del municipio, principalmente en Santa Rosa (Mapiri 2005, PDM 2007 – 2011).

Las comunidades campesinas de Mapiri han aprovechado la madera con fines comerciales y no comerciales. Entre las principales especies se mencionan: Cedrillo, Cedro y Ochoo. Otras especies como la Mara, Quina y Goma habrían desaparecido por la explotación irracional. Los bosques siempre verdes ocupan zonas montañosas entre los 600 y 2000 metros de altitud, típicamente densos y de mediana altura. Existen variedades de especies forestales como la Zalupa, Majo, Amayo, Palmera, Chiriguano, Palo Santo, Ambaibo, Motacú, Tacuara, Chilima, Palo de Balsa, Canelón, Chima y Pino (Mapiri 2005, PDM 2007 – 2011).

Respecto al tema de la minería, esta actividad tiene efecto directo en los sistemas productivos agropecuarios por su efecto en los recursos hídricos, en el uso del suelo y en la disponibilidad de mano de obra. La explotación de los depósitos del lago Suchez se viene realizando desde la colonia; según diversos autores, el yacimiento fluvioglacial de Suchez tiene altos contenidos de oro, como también el de río Seco cerca de Ulla Ulla, Pelechuco. El oro que ha depositado el río Suchez deriva también de las vetas de cuarzo aurífero de la Cordillera de Apolobamba. Los yacimientos de oro aluvional del río Suchez se explotan mayormente en forma artesanal por los cooperativistas mineros y comunarios con fines de subsistencia (ALT TDPS 2004). La minería en Pelechuco cobró importancia a partir de 1985, cuando empresas y operaciones mineras estatales cerraron y se formaron multitud de cooperativas mineras. Desde 1985 se registraron 46 concesiones dentro

del área, con 27 cooperativas que operan con capitales externos (PDM Pelechuco, 2010). En la región de la TCO Marka Cololo Copacabana Antaquilla, la minería aurífera se ha convertido en un rubro económico importante, por los altos precios del oro en el mercado internacional. En la TCO existen cooperativas conformadas por socios de los ayllus Agua Blanca, Antaquilla y Puyo Puyo. La mayor parte de las operaciones mineras no tienen medidas de prevención y mitigación ambiental ni medidas de bioseguridad. La principal fuente de contaminación ambiental es el uso de mercurio para el rescate de oro. Adicionalmente, existe uso de explosivos en los glaciares que aceleran el deshielo y afectan a las comunidades que utilizan el agua de dichos glaciares (Marka Cololo, Plan de Vida 2013).

La minería aurífera en Mapiri tuvo su auge entre los años 1985 a 1990, y actualmente se mantiene como una de las actividades económicas más importantes. Las principales áreas de extracción de oro aluvional por cooperativas y empresas particulares están localizadas a lo largo del Río Mapiri donde se trabaja en la recuperación del oro fino; la mayor parte del oro proviene del cantón Santa Rosa. Sin embargo, los métodos de extracción del oro (tajo, barranquilla, socavón, cuadro), están ocasionando la contaminación de los ríos debido a la eliminación de residuos minerales. En general las operaciones mineras son realizadas sin considerar los daños ambientales que se causan al realizar excavaciones, caminos de acceso y otras actividades sin prever medidas de mitigación de impactos ambientales que se han previsto en el DS 24782 de 1997 y en el Reglamento Ambiental para Actividades Mineras (Mapiri 2005. PDM 2007 – 2011).

Sin embargo, la minería tiene características diferentes según el nivel de tecnología que se utiliza. En efecto, la minería artesanal o de “barranquilleo” tiene escasos efectos ambientales y se complementa con la agricultura. Por otra parte, la minería mecanizada destruye rápidamente extensas áreas de las cuencas hidrográficas, contamina los cursos de agua para uso familiar y para uso en riego o crianza de ganado y acelera la pérdida de glaciares, causando efectos irreversibles. Por tanto, se ha considerado importante generar propuestas para implementar un modelo de minería legal “responsable” que respete las normas ambientales.

En los sistemas de productivos de la zona subtropical del ANMIN, la coca tiene importancia decreciente por la erradicación forzosa que determina la Ley 1008. La información sobre cultivos de Coca (años 2012 y 2013) en el AP de Apolobamba (Bolivia coca survey 2014), muestra datos comparativos respecto a otras AP y a la superficie total de cultivos de Coca en Bolivia. El área de cultivos de Coca en Apolobamba disminuyó de 81 has a 64 has entre 2012 y 2013. El área reportada con dicho cultivo en Bolivia era de 25.300 has. En 2014 la superficie de cultivos de coca en Áreas Protegidas (APs) era de 214 ha. De la superficie total de cultivos de coca en APs en 2014, 15 hectáreas (7%) se registraron en el ANMIN Apolobamba. Al 2014, el área total de cultivos de coca alcanzó a 20400 ha en Bolivia (UNODC, Monitoreo de Cultivos de Coca 2014). Sin embargo, los productores de la zona Carijana están gestionando que se respeten algunas áreas de producción de coca tradicional que se cultiva en sistemas agroforestales.

2.2.5.5. .La Problemática de caminos en el ANMIN Apolobamba

El tema del acceso a vías de comunicación o caminos es importante, más allá de su rol de vinculación social y comercial para los sistemas productivos y es transversal a otros temas relacionados el desarrollo. Sin embargo, el tema de vinculación caminera debe tener un tratamiento especial en las áreas protegidas por el evidente riesgo de afectar áreas que requieren protección estricta. Desde el punto de vista de la conservación de los recursos naturales y de la biodiversidad, se considera imprescindible la coordinación entre niveles de gobierno nacional, departamental y municipal, con el SERNAP para adecuar los proyectos camineros a las restricciones señaladas en la zonificación. En el ANMIN Apolobamba, el proceso de diagnóstico ha revelado tres importantes proyectos camineros, de vinculación intermunicipal e internacional, que tienen que adecuarse a los criterios de la zonificación propuestos por el CEP: a) proyecto de camino Pelechuco Pata Apolo; b) proyecto de camino Curva – Apolo, con conexión a la República del Perú y c) proyecto de camino y puente Mapiri Apolo, conectado al camino Charazani – Apolo. Otros caminos, de vinculación intercomunal y vecinal,

tienen que sujetarse a la zonificación consensuada y a las normas ambientales.

Ante los evidentes procesos de desestructuración territorial, por el fraccionamiento y las divisiones de comunidades que antes formaban parte de Ayllus, y la pérdida de la capacidad de autoabastecimiento a partir de su acceso a varios pisos ecológicos, existe una estrategia de sustitución gradual de la integración vertical por la vinculación horizontal que incluye el espacio motorizado. Esto implica que se pierde la posibilidad de autoabastecimiento de alimentos pero se abre un espacio más amplio para que los comunarios completen su economía insertando su producción al mercado, lo que incluye la venta de fuerza de trabajo. (Schulte 1996, El Espacio y su Uso. página 39).

La demanda de caminos estables y nuevas vías de vinculación entre comunidades del ANMIN demanda una visión integral para planificar nuevas obras de infraestructura necesarias pero que tengan el menor impacto ambiental posible.

2.2.6. Componente forestal

2.2.6.1. Aspectos generales

Los bosques naturales del Área Natural de Manejo Integral Nacional Apolobamba (ANMIN Apolobamba) son parte sustantiva de una de las áreas prioritarias más biodiversas del planeta contenidas en el Corredor de Conservación Vilcabamba – Amboró (CCVA), ubicado en el hotspot de los Andes Tropicales, abarcando más de 300.000 km2 en una franja a lo largo de los flancos nororientales de los Andes e incluye 16 áreas protegidas: 9 en Perú y 7 en Bolivia, entre ellas el ANMIN Apolobamba.

Estos bosques de las laderas de los Andes pertenecen a los más ricos de la Tierra en términos de diversidad y endemismo. Es grande el número de comunidades diferentes de plantas y animales en esta franja relativamente estrecha, y hay una densidad mucho mayor de biodiversidad por área unitaria que prácticamente en ninguna otra parte, en especial en términos de plantas vasculares, aves, anfibios, mariposas y varios otros grupos.

El ANMIN Apolobamba que forma una masa continua de vegetación con el PN ANMI Madidi, que según un reciente estudio del SERNAP Y WCS, es considerado como el principal candidato al título del área protegida más biodiversa del mundo “es un símbolo de la riqueza natural de Bolivia y un área crucial para la conservación de la diversidad biológica de una de las regiones ecológicas más sobresalientes del mundo, porque alberga más del 60% de las plantas y animales existentes en el país y contiene bloques de bosques que son esenciales para la provisión de agua y la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera” (Salinas, E. & R. B. Wallace, 2012).

Como se puede apreciar en el siguiente mapa, de la diversidad de bosques que se encuentran en la región más biodiversa del planeta, el ANMIN Apolobamba contiene los tipos de bosque pertenecientes a la región de los yungas o bosques húmedos montanos (inferior medio y superior), los bosques nublados de ceja de monte; bosques y relictos de queñua (Polylepis sp.) del páramo yungueño y las praderas altoandinas; e intrusiones del bosque montano seco (en laderas de sombra de lluvia). Una de las variables para entender la mega diversidad, es que la región forma parte de la transición (interface) de los dos reinos florísticos del continente sudamericano: el Neotrópico (especies siempre verdes) y la Antarctis (especies decíduas y xerófitas).

Consultoría por producto para la elaboración del Plan de Manejo del Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba

Mapa 14. Corredor de conservación Villacamba – Amboró (Fuente: Conservación Internacional, 2003).

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Mapa 15. La megadiversidad de la región conformada por el ANMIN Apolobamba, el PN ANMI Madidi y la RB TCO Pilón Lajas (Fuente: Elaboración propia, en base a mapa de vegetación, SERNAP, 2012.

2.2.6.2. Potencial forestal del ANMIN Apolobamba

En general los bosques naturales del ANMIN Apolobamba tienen un invalorable aporte como servicios ecosistémicos: protección de cuencas; biodiversidad (medicina étnica Kallawaya, uso no maderable y maderable doméstico); belleza paisajística (turismo); captura carbono, oxígeno; prevención de riesgos, etc.

Como se puede ver en el mapa siguiente, cerca de un 70% de la extensión superficial del ANMIN Apolobamba corresponde a tierras de uso forestal, ya sea como bosques naturales de protección de yungas y ceja de monte; como de áreas con potencial para la forestación y reforestación en las cabeceras de valle y los valles meso térmicos, así como en las laderas de sombra de lluvia; dada su alta pendiente que inviabiliza el uso agropecuario (salvo en él sistemas de andenes o terrazas). En tal sentido el cambio del uso actual y potencial del suelo significa el riesgo mayor de estos ecosistemas.

Las potencialidades de uso en los bosques montanos de los Yungas (inferior, medio y superior), según la información secundaria, la observación directa y la información primaria recabada en los talleres participativos comunitarios (cantonales), cuentan con 67 especies forestales con potencial para su aprovechamiento para el desarrollo de las comunidades locales, de las cuales 29 son especies forestales maderables; 40 especies de árboles para para fines constructivos; 30 especies frutales, alimenticias, medicinales, productoras de resinas y sustancias esenciales y ornamentales; siendo las familias Lauraceae y Fabaceae las que ofrecen el mayor potencial ambas con seis especies; y Burseraceae, Annonaceae y Arecaceae con cinco especies respectivamente (UMSA, 2006).

Las especies forestales maderables pueden ser aprovechadas el área protegida, en sistemas de plantaciones con fines de reforestación en zonas degradadas o barbecho; son utilizadas muy restringidamente para los usos domésticos de las comunidades, y no con fines comerciales (planes de manejo forestal).

Lista Nº 1: Especies forestales de Yungas con alto potencial maderable

Swietenia macrophylla (Mara) Cedrela odorata (Cedro) Juglans boliviana (Nogal) Podocarpus ingensis; P. oleifolius y P. rusbyi (Pino de monte) Beilschmiedia tovarensis (Laurel) Alchornea glandulosa (Aicha aicha), Alnus acuminata (Aliso o Lambran) Hieronyma alchorneoides y H. moritziana (Puka llanta) Nectandra cuspidata (Laurel) Nectandra laurel y N. membranacea (Laurel) Ocotea aciphylla y O. cardinalis (Laurel) Polylepis sericea (Keñua) Prumnopitys harmsiana (Pino rojo) Weinmannia fagaroides (Kilichuma)

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