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Mapa 4. Geomorfología del ANMIN Apolobamba
Consultoría por producto para la elaboración del Plan de Manejo del Área Natural de Manejo Nacional Integrado Apolobamba
Mapa 4. Geomorfología del ANMIN Apolobamba
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lugar a suelos orgánicos profundos clasificados como Histosoles (FAO, 1977; citado por Amurrio y Salcedo, 1997).
Estos suelos pueden alcanzar profundidades mayores a 80 cm; en los horizontes superficiales se observa la presencia de fibras provenientes de la vegetación del lugar (Distichia y Oxychloe). Estos suelos se encuentran ubicados en la zona de drenaje de la región altoandina, paralelo al río Suches y en antiguos valles glaciares que actualmente son ocupados por lagunas.
Suelos de Origen Fluvio-Glacial
Son suelos que se han desarrollado a partir de deposiciones de materiales arrastrados por ríos provenientes del deshielo de los glaciares. Los suelos incluidos en esta unidad se encuentran sobre las llanuras fluvioglaciares, los abanicos y conos de transición.
En las llanuras fluvioglaciares, los suelos pueden ser clasificados como superficiales y medios; se evidencia la deposición de material más fino que los encontrados en los abanicos. Aproximadamente a los 40 cm. de profundidad se puede encontrar un horizonte más pesado (limo-arcilloso) que favorece la retención de agua en el suelo, por lo que estos suelos son más húmedos que los correspondientes a las pampas. Estas zonas de mayor humedad se caracterizan por la presencia de Scirpus sp.
Los suelos que se han formado sobre los abanicos son pedregosos y corresponden a las denominadas “pampas secas”. Son suelos superficiales, de textura franca a lo largo de todo el perfil y reacción fuertemente ácida. El alto enraizamiento en superficie se debe principalmente a la presencia de piedras que no favorecen la retención del agua motivo por el cual son “secos”. En su superficie se encuentran pastizales bajos muy abiertos con dominancia de Selaginella sp., Stipa sp. y Calamagrostis vicunarum.
Suelos sobre Morrenas
En la zona con una topografía de valle abierto sobre morrenas, se encuentran suelos pedregosos, profundos y de textura franco-limosa. La presencia de grava a lo largo de todo el solum permite un adecuado drenaje.
Debido a la actividad glacial más reciente en esta unidad, se presentan pendientes abruptas y ondulaciones en superficie y se incluyen los lagos altoandinos cuya formación se debe también a procesos glaciales.
En las planicies en torno a los lagos se han desarrollado suelos medianos a profundos, la mayoría presenta piedras y pedregones en superficie. En las laderas se encuentran suelos esqueléticos que se asocian a afloramientos rocosos. Debido a la gravedad, el material más fino se deposita en las zonas más bajas, en estos sitios se encuentran suelos que pueden llegar a tener unos 25 cm de profundidad, de textura franca en la superficie y la tendencia a una textura más pesada en profundidad.
En estos suelos se desarrollan pastizales bajos que son utilizados para el pastoreo de camélidos, donde la erosión es moderada, laminar y afecta alrededor del 50% de la capa superior del suelo. Se caracterizan por poseer una cobertura densa (especialmente en época de lluvias en las partes más llanas) de gramíneas asociadas, formando gramadales que sirven de alimento al ganado camélido de la zona.
Por otra parte, existe una erosión severa de origen geológico y es común encontrar la presencia de cárcavas profundas y movimientos de masa. Además se presentan procesos de meteorización intensa por efecto principalmente del crioclastismo, el que es acompañado por un arrastre de materiales por el agua en eventos severos.
Suelos sobre Material Calcáreo
Los suelos identificados con esta característica tienen una pequeña representación en el área de la ex –Reserva que fueron ubicados en la ladera del cerro Hichocollo.
Suelos del Altoandino
Debido a condiciones climáticas extremas la formación se ve impedida en esta región, se limita a una disgregación física y acumulación de material fino en lugares protegidos, donde se desarrolla vegetación adaptada a estas condiciones; algunas gramíneas, rosetas y cojines. En esta zona existe predominio de rocas desnudas.
2.1.6.2. Suelos de la Vertiente Oriental
La topografía de esta zona se caracteriza por valles profundos y serranías elevadas. Constituyen el resultado de la naturaleza litológica y de agentes erosivos (hielo, agua y viento). Las estructuras tectónicas, pliegues y fallas también han favorecido el desarrollo de estructuras montañosas sometidas al intemperismo, produciendo formas irregulares.
El material parental de esta zona está representado por pizarras, cuarcitas y lutitas. Para la caracterización de los suelos de esta vertiente se habían tomado como base la altitud, tipo de formaciones vegetales, geomorfología y topografía, pues casi toda la zona presenta la misma naturaleza geológica, con excepción de suelos formados a partir de rocas volcánicas ácidas.
Suelos del Altoandino
Estos suelos tienen las mismas características que los de la vertiente occidental; la materia orgánica constituye lo esencial del complejo de intercambio. En esta zona existe predominio de roca desnuda, y se evidencia la presencia de bofedales en zonas deprimidas.
Suelos de los Pastizales Parámicos Húmedos
Esta unidad se ubica entre los 3800 a4500 m y comprende aproximadamente una cuarta parte del área total de la ex – Reserva. El relieve de esta zona es accidentado y presenta valles cerrados y muy disectados por mucha influencia de la actividad glacial. Debido a la topografía montañosa, en las laderas y en sitios protegidos se han formado suelos de profundidad media y sobre un material parental pizarroso se destaca la presencia de afloramientos rocosos.
Estos suelos pertenecen al orden Litosoles o Entisoles, en cuanto a su régimen de humedad. Los que se encuentran en las laderas presentan excesivo drenaje exterior, no así los ubicados en las depresiones.
La vegetación que crece en esta zona se encuentra dominada por gramíneas, como Calamagrostis mínima, Aciachne sp y otras.
A 3995 m con topografía también montañosa y con una pendiente cóncava se ha identificado una zona cuyo material parental es oscuro y con baja densidad aparente, se ubica próxima a las pampas de Watawara. Estos suelos son moderadamente profundos, los contenidos en materia orgánica así como de nitrógeno son muy altos y presentan una estructura migajosa. A lo largo de todo el perfil se tiene la presencia de pedregones.
En dirección S.E. hacia Hilo Hilo, con topografía montañosa y sobre material coluvial de origen morrénico, se han desarrollado suelos medianamente profundos que se intercalan con afloramientos rocosos. De estructura granular mediana y se hace sub-angular en profundidad.
En el límite inferior de esta unidad (3700 m) se encuentran los pobladas de Pelechuco y Queara, y las condiciones climáticas favorecen los procesos de mineralización de la materia orgánica, lo que se demuestra con los contenidos más bajos de carbón orgánico y coloración castaña oscura, en comparación con los suelos del límite latitudinal superior.
En la zona de Pelechuco, donde la topografía es montañosa con laderas que presentan aproximadamente el 75% de pendiente, se tienen terrazas formadas por procesos de coluviación así como de origen antrópico. El material de partida de las terrazas es coluvial, los suelos derivados de pizarras pueden ser de medios a profundos. En sitios protegidos por rocas se acumula la materia orgánica; el horizonte orgánico puede tener entre 3 a14 cm de espesor, contactado con el material parental. A lo largo de todo el perfil se presentan gravas debido al coluviamiento. Por lo general, las terrazas son de pequeña extensión.
Suelos del Bosque de Ceja de Montaña
Los suelos que se encuentran bajo la faja boscosa ubicada a mayor altitud denominada Ceja de Montaña, fueron caracterizados en el poblado de Queara. Los estudios indican dos horizontes orgánicos en superficie cuyos contenidos en materia orgánica y nitrógeno son altos. En relación al pH, estos suelos son de reacción fuertemente acida hasta los 12 cm, hasta moderadamente ácida en profundidad. Los contenidos de fósforo son también altos en los dos horizontes superficiales; por el contrario los niveles de potasio son bajos a lo largo de todo el perfil.
Suelos de los Matorrales Xerofíticos – Valles secos
En el extremo sud-oeste del ANMIN Apolobamba, en la zona correspondiente al pueblo de Charazani, sobre material del carbonífero constituido por areniscas amarillo claras, cuarcitas y lutitas, bajo un paisaje montañoso modelado también por procesos criogénicos, y con una vegetación xerofítica, se han desarrollado suelos moderadamente profundos.
Como resultado de la meteorización del material parental presentan texturas arenosas que, sumada a la alta pendiente, dan lugar a suelos “secos” debido a su elevado drenaje tanto interno como externo, aspecto claramente asociado al tipo de vegetación. Los contenidos de materia orgánica y nitrógeno son moderados. Los niveles de fertilidad en fósforo y potasio son bajos.
Suelos Sobre Material Volcánico Ácido
En la región sur de la ex – Reserva se encuentra suelos cuyo material parental es particular, por ese motivo presentan características diferentes a los de su entorno.
Los suelos tienen la afluencia de rocas volcánicas ácidas, ubicados en los alrededores del pueblo de Calaya, en una zona escarpada de uso agrícola. De profundidad moderada, presenta reacción fuertemente ácida en superficie (hasta los 27 cm) y media en profundidad. La reacción ácida es atribuible a dos factores principales; los altos contenidos de materia orgánica, que pueden llegar hasta el 8% en superficie, y a la acidez del material parental; una mayor precipitación también podría influir en los procesos de lixiviación. Los contenidos de fósforo y potasio se encuentran en niveles bajos y muy bajos respectivamente.
Suelos de Terrazas Aluviales
La extensión de estas áreas se encuentra restringida a pequeñas zonas que se ubican en las márgenes de los ríos Pelechuco, Queara y Charazani.
En el estudio de una terraza del río Queara, se encontró que los suelos tenían una profundidad moderada, estructura migajosa mediana en superficie y suelta en profundidad; de textura limo arenoso en superficie, arenoso en profundidad,
la presencia de grava se encuentra a lo largo de todo el perfil. Muy pedregoso en la superficie, estas zonas son utilizadas intensivamente con fines agrícolas, debido a la fertilidad inherente a su origen.
En el caso de una terraza del río Pelechuco, el suelo presenta moderada profundidad, estructura granular y textura franca, con lo que se determina una buena fertilidad física. En relación a su propiedad química son de reacción moderada acida.
Hasta los 23 cm de profundidad presenta alto contenido en materia orgánica, el nitrógeno se encuentra en altos niveles a lo largo de todo el perfil, los contenidos de fósforo son altos en toda la superficie del suelo, y el potasio se encuentra en niveles moderados.
Es de destacar la presencia de lombrices a lo largo de todo el perfil. En base a todas las características morfológicas, físico-químicas y biológicas se concluye que son suelos fértiles aptos para la agricultura, la limitante es su pequeña extensión, circunscrita a las márgenes del río.
Suelos del Bosque Yungueño
Los suelos de esta unidad se han desarrollado sobre material de pizarras casi en su totalidad, existiendo en partes rocas graníticas y cuarcitas de color gris a marrón. Los suelos son francos con abundantes materia orgánica de color café muy oscuro en húmedo, moderadamente profundos.
A lo largo del río Pelechuco existen conos de deyección con suelos moderadamente profundos. Debido a la acumulación de material fino se considera una buena fertilidad en estos sitios.
En lo que corresponde a la cuenca del río Mapiri, una descripción general señala que los suelos son poco profundos a profundos, de buen drenaje a moderado, erosión hídrica laminar y en surco leve, de reacción fuertemente ácida, con baja fertilidad y alta toxicidad de aluminio. La textura varía de franco arcillosa a franca, con presencia de grava y pedregones especialmente en horizontes inferiores, estructura de migajosa a bloques subangulares masivos, migajosa y de grano suelto en horizontes inferiores, de color pardo oscuro a pardogrisáceo.
De acuerdo al mapa mundial de suelos elaborado por la FAO el 2002, los suelos del área protegida son superficiales y pedregosos con fuertes limitaciones agrícolas, de tipo climático y alto riesgo de erosión. Los suelos de las cadenas montañosas son superficiales, bien drenados con alta pedregosidad y afloramientos rocosos, con pendientes escarpadas a muy escarpadas. Los tipos de suelos existentes son entisoles, mollisoles, Inceptisoles e histisoles principalmente.
Las serranías altas presentan suelos poco profundos a profundos, con pendientes escarpadas a muy escarpadas. Sus suelos son entisoles, Inceptisoles e histisoles Las serranías y colinas presentan suelos superficiales a moderadamente profundos, alta pedregosidad y rocosidad superficial, con pendientes alta. Sus suelos son entisoles, Inceptisoles y alfisoles.
En cambio en los valles los suelos son profundos, de franco a franco arcillosos, en las penillanuras y piedemontes son moderadamente profundos de textura franca a franco arcillosas, con alta pedregosidad y rocosidad ligera y pendientes moderadamente inclinadas. Sus suelos son entisoles, inceptisoles y ultisoles Las colinas tienen suelos moderadamente profundos, con afloramientos rocosos y pendientes moderadas con erosión mayormente laminar. Sus suelos son entisoles, inceptisoles.
Los suelos de los valles glaciares son superficiales a poco profundos, presentan pendientes moderadamente escarpadas a muy escarpadas y los suelos están clasificados como entisoles, mollisoles, inceptisoles e histisoles. Las terrazas aluviales presentan suelos moderadamente profundos a profundos de textura franco