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Mapa 3. Geología del ANMIN Apolobamba

Consultoría por producto para la elaboración del Plan de Manejo del Área Natural de Manejo Nacional Integrado Apolobamba

Mapa 3. Geología del ANMIN Apolobamba

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cuarcitas, areniscas, y granodioritas con altitudes de 2800 4.500 m.s.n.m. la vegetación predominante es pastizal y matorral con cobertura baja a media, pendientes escarpadas con mediana a alta rocosidad, suelos superficiales a poco profundos con afloramiento rocoso.

Serranías medias

Localizada en la parte central del área protegida constituida por serranías con disección alta, con laderas de pendientes altas a muy escarpadas, que corresponden al sistema Ordovícico formadas por cuarcitas, lutitas pizarras y areniscas con cobertura vegetal boscosa, con altitudes que varían desde 1450 a 4000 m.s.n.m. suelos de poco profundos a medianamente profundos.

Serranías bajas

Ubicadas en el sector sureste del área protegida con altitudes que varían desde 750 a 2000 m.s.n.m. conformada por serranías con disección alta, con laderas de pendientes moderadas, también corresponde al sistema ordovícico y neógeno formadas por cuarcitas, lutitas, pizarras y areniscas así como conglomerados, arcilitas, margas, tobas y lavas intercaladas. Con cobertura vegetal boscosa y suelos

2.1.6. Suelos

La clasificación de suelos y su mapeo permite delimitar zonas homogéneas de suelo con las mismas características, tanto en aspectos ambientales como en aspectos físicos, naturales y productivos, insumo importante para fines de planificación, tanto para fines de conservación como para el desarrollo productivo de una determinada región.

Los suelos del Área Protegida son muy variables, cuyo rango altitudinal varía desde los 1400 m hasta alturas mayores a los 5000 m, con una importante variación de formaciones geomorfológicas.

En base a la información existente, se realiza una aproximación a la caracterización de los suelos como insumo para la Zonificación y Plan de Manejo del Área Protegida.

Probablemente el primer estudio sobre suelos que incluye el área correspondiente al ANMIN-A, fue realizado por la Misión Británica (Cochrane, 1973), en el marco de la evaluación del potencial agrícola de Bolivia, trabajo que dividió el territorio boliviano en siete provincias de tierra.

Luego de la creación de la Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla, en 1978 se constituyó el Instituto Nacional de Fomento Lanero que centraliza sus investigaciones relacionadas con la vegetación y el manejo de los camélidos; sin embargo, en los informes a los que se ha tenido acceso, reportan algunos trabajos relacionados con los suelos y los recursos hídricos.

Una de las primeras descripciones acerca de los suelos y fisiografía del sector Ulla Ulla (López y Nogales, 1980), divide la Reserva en seis áreas diferenciadas:

1. Llanos lavados, planicies formadas por material de arrastre 2. Morrenas bajas y llanas 3. Morrenas grandes (del pie de las colinas, laterales y extremas) 4. Pié de colina de origen residual (no glaciares) 5. Áreas con suelos sedimentarios y suelos minerales (fondo de valles) 6. Áreas de suelos orgánicos (bofedales)

El principal trabajo específico sobre el factor suelo fue realizado por Amurrio y Salcedo para el Plan de Manejo de la Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla (1997).

Los suelos del área que comprendía la ex - Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla, fueron considerados por los citados autores como de escaso desarrollo, atribuible a las condiciones extremas de clima, a la composición del material parental y a la topografía de la zona. En la vertiente Occidental, los dos primeros factores constituyen las principales limitantes, mientras que en la vertiente Oriental con valles disectados, el factor determinante del lento desarrollo de los suelos es la topografía, además de las condiciones climáticas.

El desarrollo de los suelos de la vertiente Occidental se ha dado como resultado de los procesos de deposición fluvioglaciar que han determinado geoformas características como las llanuras fluvioglaciares, abanicos y conos de transición, así como depósitos de transición encauzados de valle.

En la vertiente oriental, los procesos de coluviación juegan un papel importante en los tipos de suelos, estableciéndose asociaciones de suelos delgados en las cimas de las colinas, de mediana profundidad a lo largo de las laderas y profundos en la depresión de los valles. En estas últimas es frecuente encontrar terrazas de origen aluvial, donde el material constitutivo se mezcla con el material de deposición coluvial.

En ambas vertientes y donde las condiciones lo permiten se tienen suelos orgánicos (bofedales), que se encuentran en mayor proporción en la vertiente occidental.

En los siguientes puntos se incluye la descripción realizada por los citados autores, de acuerdo al siguiente ordenamiento:

Suelos de la Vertiente Occidental

- Suelos orgánicos (bofedales) - Suelos de origen fluvio-glacial - Suelos sobre morrenas - Suelos sobre material calcáreo - Suelos del Altoandino

Suelos de la Vertiente Oriental

- Suelos del Altoandino - Suelos de los pastizales parámicos húmedos - Suelos del bosque de ceja de montaña - Suelos de los matorrales xerofíticos – valles secos - Suelos sobre material volcánico ácido - Suelos de la terrazas ácidas - Suelos del bosque yungueño

2.1.6.1. Suelos de la Vertiente Occidental

Tomando como base los principales procesos que han intervenido en la génesis de los suelos de esta región, se los puede agrupar de la siguiente manera:

Suelos Orgánicos

Los suelos que se han desarrollado sobre sedimentos fluvio-lacustres son de naturaleza orgánica; se encuentran en las regiones más planas y deprimidas, situación que ha favorecido el proceso de sedimentación y la inmovilización o circulación lenta del agua que, añadidas a las bajas temperaturas, hacen que el proceso de descomposición de materia orgánica sea muy lento, resultando en una acumulación que da

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