En el prefacio a la versión castellana de La multitud en la historia, George Rude comentaba que Erick Hobsbawm resaltaba el hecho que el tema abordado “pronto estaría pasado de moda”; transcurridos seis años después de la edición, Rude pudo comprobar la pertinencia y actualidad que las investigaciones sobre el “pueblo” conllevan, no sólo en tiempos pretéritos sino en la contemporaneidad en la que el pueblo desarrolla sus vivencias, construye y/o comparte espacios vitales.