FANZINE 10

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HABITACIÓN

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Siete Zazpi


Hots materikoak / Txo!?


Materia y reciclaje: telas, maderas, planos, muñecas rotas, piedras y botes de spray Las telas colgadas de la pared por Estitxu Otermin parecen querer negar toda relación con el cuadro, ese artefacto artístico con tanta tradición en la historia del arte y que tantas veces se ha destruido, quemado, agujereado, violado y odiado, pero que sigue con gran vitalidad a principios del siglo XXI. Por lo tanto la reflexión de Otermin se sitúa en una línea en la que se pretende hacer evidente lo que en principio es una pintura: colores sobre una superficie. Como hicieron a mediados de los años 60 del siglo XX los artistas franceses vinculados al movimiento Supports-surfaces, entre otros, las telas aparecen ante nuestros ojos como tales, como objetos poco tridimensionales sobre un muro neutro, que al convertirse a su vez en soporte pierde la supuesta neutralidad de ser parte del cubo blanco, para pasar a ser también parte de esa superficie de color que son las telas coloreadas que soporta. Materia, gesto e imagen se funden en el espacio expositivo, que pasa a ser convertido en materia para el proyecto artístico de la artista. La reflexión sobre la materia o su manipulación, es uno de los aspectos que muchos de los artistas jóvenes de hoy día están interesados en experimentar. Investigar las posibilidades de la materia es atractivo para una generación de artistas jóvenes que han vivido en el desarrollo de las grandes narrativas y la ficcionalización excesiva del cine, la fotografía, los videojuegos, las series televisivas y las narraciones políticas más falsas que hemos visto en la posmodernidad, sobre todo por medio de esa palabra mágica tan en boga como es el relato. Por tanto no es extraño que muchos de los participantes de esta exposición que han recibido las ayudas a la creación del Gobierno de Navarra en el año 2017, vuelvan la vista a lo material para negar la imagen tanto pintada, como tridimensional, para centrarse en los aspectos más formales de las disciplinas artísticas en las que investigan.


Habitacciรณn / Estitxu Otermin


El caso de Estitxu Otermin es evidente como hemos apuntado más arriba, por medio de unas pinturas, que pretenden ser solo superficies de color (muchas veces incluso sin la participación de la pintura), dispuestas en la pared de manera que revelen su materialidad de la forma más evidente posible: plegadas, caidas, despegadas del plano, poniéndolas en relación con un espacio en el que el espectador está obligado a recorrer para poder percibir en su totalidad aquel artefacto artístico que tiene delante. Precisamente en este recorrer estará el ejercicio que la artista nos propone para poder salir del plano de la experiencia estética tradicional en el que encasillamos normalmente la pintura.


Un esparcimiento como de conquista / Maite VĂŠlaz


Algo parecido parece proponernos Maite Vélaz con sus ambiguas formas escultóricas distribuidas en una de las esquinas de la sala de exposiciones. Materiales industriales, como maderas chapadas o escay parecen consturir muebles para su uso, pero se niegan a una función exclusiva, tanto de uso como de disfrute estético, para ser recorridos, experimentados con el cuerpo (en medidas, y literalmente como asientos), al disponerlos en una relación de distancias, ritmos y colores, subrayadas por esa cubierta de scay de color situado en lo alto del muro de la sala de exposición, que nos obliga, otra vez a replantearnos la percepción habitual del objeto artístico, saliendo disparado de la mera contemplación estética al recorrido y a la necesidad de búsqueda de un discurso que la artista se niega a ofrecer de manera bastante insistente, o quizá deberíamos decir desistente en este caso.


La casa del artista / Ione Atenea


También los materiales se ofrecen al espectador de manera evidente en el caso de la obra de Ione Atenea. Todo un variado material de recuerdos, desde dibujos hasta cintas de cassette, se dispone en la instalación presentada por la artista, antes de ser manipulado por ella en el video que se proyecta junto al material en bruto, dispuesto también en un recorrido que intenta despertar en el espectador la curiosidad por conocer las vidas de dos personas ya desaparecidas, pero que se convierten también en material para la construcción de una obra artística.


Conductivxs / Frota / Itziar Markiegi



Hots materikoak / Txo!?


La materia aparece claramante en los objetos presentados por Txo!? en la exposición. Piedras, trozos de troncos, tejas, botellas, botes de spray, etc. Pero estos materiales en este caso se reciclan a la manera en la que lo hace Ione Atenea, para convertirse en instrumentos musicales que nos hablan de su misma existencia por medio de los sonidos que emiten, en un intento de dar vida a lo inerte. Es por lo tanto, un ejercicio de reciclaje, en el que se intenta respetar la vida anterior de los objetos sin que su conversión en instrumentos musicales niege su anterior existencia como partes de un mundo natural (minerales o vegetales), o de un mundo más urbano (contenedores en el caso de las botellas o los botes de spray, cobijadores en el caso de las tejas). Todos estos estratos de existencia y utilidad quedan resgistrados en los objetos que podrán ser utilizados para una reflexión individualizada en el objeto, pero también como instrumentos para la creación de obras musicales en conciertos, en los que se convertirán en meros intérpretes de una creación coral.


Conductivxs / Detalle de sintetizador Jana Jan / Itziar Markiegi


De la misma manera que el material interesa a Txo!? para la creaciรณn de objetos sonoros, Itziar Markiegi investiga en materiales que puedan ser conductores de sonido y que por lo tanto puedan ser manipulados de forma que el espectador o espectadores puedan construir sus propios sonidos al manipularlos. La materia se convierte en material y determina la construcciรณn de la obra de arte que no se completarรก hasta que alguien recorra los metros de cinta sonora pegados a la pared


He-roi-ca / Taxio Ardanaz


Acción y reacción. Ocupando el espacio

Es interesante la relación de todas las obras de los artistas seleccionados con aspectos performativos. La acción que casi todas las obras presentadas en la exposición requieren del espectador, da una pista del interés actual hacia la participación activa del espectador prevista por los artistas. Las telas de Estitxu Otermin se niegan a ser observadas por una mirada pasiva al modo de los cuadros clásicos, la obra de Itziar Markiegi necesita ser recorrida por medio del cuerpo hasta el extremo que el espectador adapta su cuerpo a las formas tipográficas que la artista ha dispuesto en la pared a modo de mural, al mismo tiempo que el sonido que surge de las letras acompaña a la coreografía configurada por los espectadores en una danza solo dirigida en la dirección que toman las letras del texto que anima a la participación del espectador (la palabra FROTA). Una participación, por otra parte, libre, ya que está en manos del espectador recorrer toda la letra, interrumpirla, o compartirla con otros espectadores para modificar el sonido. La interacción entre cuerpo, forma (tipográfica en este caso) y sonido se acerca a algunas experiencias de las vanguardias en torno a los abecedarios construidos con el cuerpo. La utilización de los objetos de Maite Vélaz también crea unos ritmos del cuerpo en experiencia con el espacio y las formas que remiten al origen de las piezas que la artista sitúa en una experiencia familiar. Los materiales se relacionan con las personas en una acción que puede repetirse sobre las distintas piezas. Si así fuera, una acción se convertiría en re-acción, ya que vuelve a repetirse pero nunca de la misma manera, sino en un lugar casi igual, pero diferente por la posición del objeto, su tamaño, su color, su percepción desigual del espacio, etc. Al convertirse las piezas de Txo!? en instrumentos musicales, el espectador actúa con ellas para crear sonidos, que pueden ser combinados entre ellos en una actuación musical que supera la mera pieza artística para convertirse en instrumentos de un espectáculo donde participar tanto activando dichos instrumentos, como bailando al ritmo de la música compuesta por ellos.


He-roi-ca / Taxio Ardanaz


Recorridos por la memoria: viajes, restos y ocupas

El boom de la memoria es un hecho interesante en los últimos 10 años. Tras décadas de olvido inducido e insistencia en el presente, sobre todo desde las proclamas de no futuro, no en el sentido punk del término, sino en el más conservador de imposibilidades de proyectos emancipadores, parece que las nuevas generaciones han tenido que recurrir al pasado para poder situarnos en un presente hostil e incierto. Pero ante las dudas sobre el relato histórico, planteadas sobre todo desde perspectivas de género y de crítica con el eurocentrismo, el pasado se ha convertido en memoria, a pesar de ser éste un término controvertido. La memoria como referencia al recuerdo de un pasado que debe ser preservado para poder explicar nuestra situación en el presente, es cada vez más reivindicada en muchas de las obras de arte de hoy en día. Por una parte, la memoria histórica aparece reflejada en el video titulado He-rói-ca que Taxio Ardanaz presenta en la exposición. En una pantalla dividida en dos partes, podemos ver simultaneamente las recreaciones de batallas de la Guerra Civil española que durante los últimos años han proliferado por gran parte de los escenarios donde se desarrollaron las luchas más cruentas de la guerra. Al mismo tiempo, podemos observar imágenes grabadas por el autor de restos de monumentos erigidos por el franquismo en honor de los muertos en aquellas batallas y otros elementos escultóricos que han sobrevivido con dificultad a la retirada de las conmemoraciones franquistas del postfranquismo. La museización de la Guerra Civil y su recreación en forma escenificada, parecen aludir a la necesidad de las nuevas generaciones de revisar el borrón y cuenta nueva que supuso la mal llamada transición española de los años 80. La alusión a la memoria como construcción queda patente en la misma elección del medio audiovisual en el que se presenta la obra, al dividir la pantalla en dos relatos paralelos.


Apuntes de Roma / Jabier Villarreal


La memoria histórica también aparece en la obra de Jabier Villarreal, ya que la experiencia de vivir en una ciudad como Roma no puede sustraerse a los restos históricos y los problemas de convivencia que conlleva, no solo en la vida diaria de sus habitantes habituales, sino en la conversión de la ciudad en un escenario histórico para reclamo del turismo de masas. Por lo tanto en Apuntes de Roma, vemos una inevitable reflexión sobre la memoria, sus relatos, manipulaciones, ficciones, etc. pero también una reflexión sobre el tiempo, un aspecto muy unido a la memoria que remite al tópico de Roma como ciudad eterna. Un pequeño video sobre la Via Apia, nos situa una imagen atemporal, válida desde el siglo I al XXI, solo animada y situada en el tiempo por el vuelo de los mosquitos, que la integran en un tiempo, que a su vez podría ser intemporal. Los restos a gran escala de un pasado imperial de Roma y sus restos de vida urbana más recientes recogidos por las películas del neorrealismo italiano, contrastan con el trabajo sobre memorias más íntimas o personales que aparecen también en el trabajo de Jabier Villarreal en sus recorridos en la ciudad en la que vive temporalmente. Estas vivencias recogidas en diferentes formatos, desde mapas a dibujos, pasando por diagramas topográficos, son testigos de un flaneur más allá de la contemplación estética aludida en la película de Paolo Sorrentino La Gran Belleza. La memoria a menor escala aparece claramente en la obra de Ione Atenea, que por medio de una acción contemporánea como puede ser la ocupación de una vivienda en una ciudad donde la especulación urbana no deja espacio a nada que no sea el turismo, se convierte en un ejercicio de resurrección de la memoria de los habitantes anónimos de esa misma ciudad. Un tiempo y un espacio cobran vida por medio de la recuperación de objetos e imágenes de Rosita y Antonio, los habitantes de la casa donde irrumpe a vivir la artista. Los fantasmas de los antiguos habitantes quedan cada vez más materializados por medio de los objetos que rodeaban su vida, y por medio de la artista cobran una nueva vida, que hubiera quedado completamente borrada si la vivienda hubiera caído en manos de la especulación inmobiliaria. Memorias anónimas reconstruidas por medio de una instalción de objetos, documentos sonoros, fotográficos y gráficos, pero sobre todo por medio de un video donde, con enorme sensibilidad, dos personas se convierten en personajes de una vida que más parece de ficción que de realidad.


Apuntes de Roma / Jabier Villarreal

Los restos de una memoria anónima quedan, en este caso, ocultos en la instalación escultórica de Maite Velaz. Materiales reciclados de una vida pasada, una memoria no a escala imperial como Roma, sino el episodio de una familia dedicada a la hostelería. Un lapso de tiempo en el que se comprimen experiencias vitales irrepetibles, sin demasiada importancia para la historia, pero muy importante para las historias vividas por los protagonistas. La misma artista intentará conservar algunas de esas experiencias por medio de los materiales recogidos del desmantelamiento del bar familair. Esos materiales se convertirán en piezas escultóricas, en materiales para la investigación formal, cuyo trasfondo vital quedará oculto al espectador, pero que se revelará en el espacio expositivo por medio de unas piezas que vuelven a utilizar el material para el uso y las relaciones sociales, podríamos atrevernos a decir, ya que se disponen en forma de mobiliario donde poder sentarnos. Devolver a la vida en este caso sería la estrategia de la artista, tal como haría Ione Atenea con Rosita y Antonio.


Ficción para entender la realidad Tal como apunta Jabier Villarreal citando el texto de Celine que da comienzo a La Gran Belleza de Sorrentino, todo viaje es una ficción. Por lo tanto el viaje que el artista realiza a Roma se puede tomar como una actuación en un enorme escenario como es la ciudad. Pero no solo la del artista, una ficción que se va construyendo por medio de materiales fotográficos, películas, dibujos, objetos recogidos, etc., sino también, el viaje de cualquier turista que toma imágenes que sustituyen a sus propias vivencias y se convierten en relato inmediato en las redes sociales. Las tomas propias en el escenario requerido van construyendo una ficción casi idéntica a la de los demás seres humanos que han pasado por la ciudad y serán la referencia para los que aún no han estado en ella. El viaje por lo tanto se convierte en una representación teatral en la que todos los personajes cumplen su papel dentro del guión establecido. Esta sera quizá nuestra realidad. Algo parecido pero aplicado al pasado histórico, podremos ver en el video de Taxio Ardanaz en el que se graban representaciones teatralizadas de las batallas de la Guerra Civil. Este nuevo modelo de revivir la história tiene gran éxito en nuestros días, tanto en gente que desea participar en las representaciones como entre el público que asiste como espectador. El relato no es suficiente, la representación sustituye a la investigación histórica y hace revivir hechos que quizá deberíamos conocer solo a través del filtro aséptico de la historia; pero parece ser que la teatralización de la vida quiere sustituir a la vida misma y puede hacer entender mejor unos hechos de por sí incomprensibles, como son batallas a muerte en una guerra civil. La pregunta de ¿cómo pudo ser posible? se entiende mejor si los vemos repetirse ante nuestros ojos, tal como demostró Jeremy Deller en su recreación de las luchas entre mineros y policías en la Gran Bretaña de Thatcher. El efecto catártico de tales situaciones que Deller dejó en evidencia radiografiando perfectamente el gusto popular por este tipo de hechos, o quizá encauzando la sed de violencia en una representación de la lucha que pudiera sustituir a la lucha misma, dejando también en evidencia la masculinidad implícita en toda lucha. De la misma manera podemos ver en la obra de Ione Atenea la sutil frontera entre realidad y ficción en la reconstrucción de unas vidas que nada tendrían de especial, si no se hubieran llevado al plano artístico. La realidad muchas veces supera a la ficción, por lo tanto la ficción puede ser un instrumento útil para entender la realidad en la que vivimos, o quizá para darnos cuenta que la realidad es esa suma de ficciones en las que nos movemos más o menos comodamente.


Fanzine 10 forma parte del proyecto expositivo Habitación 10, que tuvo lugar del 9 de febrero al 25 de marzo de 2018 en el Centro Huarte. Fanzine 10, zehazki, Habitación 10 erakusketa proiektuan sarturik dago. Erakusketa Uharte Zentroan egin zen, 2018ko otsailaren 9tik martxoaren 25ra bitarte. Imágenes / Irudiak Estitxu Otermin Ione Atenea Itziar Markiegi Jabier Villarreal Maite Vélaz Taxio Ardanaz Txo!? Textos / Testuak Ismael Manterola Diseño y maquetación / Maketazio eta diseinua Marisa Mantxola DL/LG NA 84-2018

Calvario, 2. 31620 Uharte Huarte | Nafarroa Navarra t. 948 361 457 | centrohuarte.es Finantziatua / Financiado por




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