Ensayo general y simulacro. Hacia una retórica del espectáculo en El Chacal de Nahueltoro y Tony Manero luis valenzuela prado1
Resumen Este texto propone un análisis del ensayo general como articulación de un simulacro encaminado hacia una retórica del espectáculo, en dos escenas específicas: una, de El Chacal de Nahueltoro (1969, 93 min., 35 mm b/n) de Miguel Littin, y otra, de Tony Manero (2008, 93 min., Súper 16 mm; distribución, 35 mm., color) de Pablo Larraín. Escenas en las que falta algo que se finge tener; por un lado, el criminal, en la película de Littin, y por otro, el baile del ídolo, en la de Larraín. Tanto el ensayo del fusilamiento como el de la coreografía ponen en evidencia, primero, una estrategia de simulacro que impide acceder al referente y, segundo, una ensayística como acción intersticial que no busca ser espectáculo ni simulacro de este. Palabras clave: espectáculo, simulacro, cine chileno.
Jean Baudrillard sostiene en El crimen perfecto que «[s]i todo hubiera sido perfecto, el mundo se limitaría a no existir»2, por lo que, si el crimen fuese perfecto, no dejaría huellas. En El Chacal de Nahueltoro (1969, 93 min., 35 mm., b/n) de Miguel Littin y Tony Manero (2008, 93 min., Super 16 mm; distribución 35 mm., color) de Pablo Larraín, el ensayo general, como estadio previo al momento del espectáculo, busca la perfección, a la espera de que todo resulte dentro de los márgenes ensayados, practicados e imaginados. 1
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Doctor en Literatura Pontificia Universidad Católica de Chile y académico UNAB. Autor del libro Cine de mujeres en posdictadura, en co-autoría con Patricia Espinosa y Mónica Ríos (2010). Actualmente es investigador responsable del proyecto Fondecyt de Iniciación: Retóricas del espectáculo. Articulaciones entre la novela y el cine en Chile y Argentina. 2001-2015. Jean Baudrillard, El crimen perfecto (Barcelona: Anagrama, 1996), 21.
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