Boletin 40-41

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N Ú M

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MESA DIRECTIVA LEOPOLDO CERVANTES-ORTIZ, presidente RUBÉN J. ARJONA M., vicepresidente EVANGELINA CORONA C., secretaria RODOLFO ESPINOSA C., tesorero SILFRIDO GORDILLO B., pro-tesorero COMISIÓN DE VIGILANCIA EULALIO AGUILAR C., JORGE DUEÑAS, JORGE HID FERNÁNDEZ COMITÉ EDITORIAL IVÁN EFRAÍN ADAME A., México, DF ARTURO ARCE VILLEGAS, Evanston, EU MARIANO ÁVILA A., Grand Rapids, Michigan ARIEL CORPUS FLORES, México, DF ZWINGLIO M. DIAS, Juiz de Fora, Brasil EVA DOMÍNGUEZ SOSA, Granada, España ISRAEL FLORES OLMOS, Granada, España EDUARDO GALASSO FARIA, São Paulo, Brasil DAN GONZÁLEZ ORTEGA, México, DF VÍCTOR HERNÁNDEZ R., Barcelona, España SERGIO HERNÁNDEZ PARRA, Irapuato, México AMPARO LERÍN CRUZ, Toluca, México FRANCISCO LIMÓN C., Xalapa, México RAÚL MÉNDEZ YÁÑEZ, México, DF GABRIELA MIRANDA, San José, Costa Rica RUBÉN MONTELONGO, Toluca, México VIRIDIANA MORENO VERGARA, México, DF MARTÍN OCAÑA FLORES, Moquegua, Perú SALATIEL PALOMINO LÓPEZ, Chicago, EU FRANCISCO J. PELÁEZ, Dayton, Ohio, EU ELISEO PÉREZ ÁLVAREZ, Austin, EU JOSÉ LUIS PÉREZ S., México, DF LEMUEL REYES SANTOS, México, DF ALBERTO F. ROLDÁN, Buenos Aires, Argentina LAURA TAYLOR, Chicago, EU LUIS VÁZQUEZ BUENFIL, Ginebra, Suiza

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2 0 1 1 http://issuu.com/centrobasilea http://issuu.com/centrobasilea/docs/bol40-41-ene-jun2011

E N E R O

J U N I O

D E

cbasilea@yahoo.com.mx, centrobasileamx@yahoo.com.mx EDITORIAL MUNDO REFORMADO

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   

Por primera vez se celebrará asamblea de AIPRAL en Centroamérica AIPRAL renueva su página web AIPRAL organiza encuentro sobre identidad reformada y misión La Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina y la XI Asamblea General  Espiritualidad reformada y renovación litúrgica

MINISTERIOS FEMENINOS: HACIA EL CONCILIO TEOLÓGICO DE LA INPM

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 Poder, legitimidad, desconfianza y disidencia Ariel Corpus Flores  Las hermanas en Cristo y su ordenacion al ministerio… Jorge Alvarado Reyes  El ministerio de la mujer en la Iglesia en perspectiva bíblico-histórica Mario Gabriel Rojas  La ordenación femenina: machismo, controversia y escándalo… Amparo Lerín Cruz  Líneas exegéticas que resuelven controversias… Alberto Arenas M.  Animación pastoral femenina Wilma Rommel  Instalación de Karina García como pastora luterana  Una pastora protestante en la 2 de TVE/ Esther, pastora protestante española  Bibliografía

SAMUEL RUIZ, JOSÉ COMBLIN, PROFETAS CONTEMPORÁNEOS     

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Samuel Ruiz García, Tatic La teología al servicio del pueblo de Dios Reynaú Omán Santiago M. La conversión de un obispo L. Cervantes-O. ¿Qué nos está pasando en la Iglesia? José Comblin José Comblin: “La Iglesia católica optó por los ricos” (entrevista)

ENTREVISTAS

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 Política de la liberación (Enrique Dussel) Blanche Petrich  Pablo Richard: “Mientras haya pobres, habrá teología de la liberación” Mayra Rodríguez  Entrevista a Franz Hinkelammert E. Fernández Nadal/ G. David Silnik

DOCUMENTOS

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 Danos nuestra teología cotidiana/ Aforismos Carlos Monsiváis  Investigar o someterse, he ahí el dilema Juan G. Bedoya  Antonio González: entre Zubiri, Ellacuría y la Iglesia Anabautista Xabier Pikaza

RESEÑAS Y NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS

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 Alberto F. Roldán, Reino, política y misión. Sus relaciones en perspectiva

latinoamericana  Gonzalo Balderas Vega, Kierkegaard y la experiencia paradójica de la fe en el Dios de Jesucristo

NOTICIAS

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EEElll CCCeeennntttrrrooo BBBaaasssiiillleeeaaa dddeee IIInnnvvveeessstttiiigggaaaccciiióóónnn yyy AAApppoooyyyooo,,, AAA...CCC...,,, ooorrrgggaaannniiizzzaaadddooo eeennn jjjuuullliiiooo dddeee 111999999999,,, eeesss uuunnn ooorrrgggaaannniiisssm m m mooo eeecccuuum mééénnniiicccooo dddeee iiinnnssspppiiirrraaaccciiióóónnn ppprrrooottteeessstttaaannnttteee yyy rrreeefffooorrrm m m maaadddaaa qqquuueee bbbuuussscccaaa cccooonnntttrrriiibbbuuuiiirrr aaalll dddiiiááálllooogggooo cccooonnn tttooodddaaasss lllaaasss ttteeennndddeeennnccciiiaaasss iiidddeeeooolllóóógggiiicccaaasss,,, lllaaa iiinnnvvveeessstttiiigggaaaccciiióóónnn sssooobbbrrreee ttteeem maaasss ttteeeooolllóóógggiiicccooosss yyy sssoooccciiiaaallleeesss,,, yyy lllaaa sssooollliiidddaaarrriiidddaaaddd cccooonnn lllaaasss cccaaauuusssaaasss eeennncccaaam m m m m miiinnnaaadddaaasss aaalll m meeejjjooorrraaam miiieeennntttooo hhhuuum maaannnooo


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. EDITORIAL

documento que, como un testamento, clarifica muy bien la visión quer tuvo de la presencia cristiana en América Latina,

E

ste año ha deparado muchas sorpresas y cambios: a

con un énfasis crítico procedente de su amplísima

los avances en materia ecuménica, con todo y sus

experiencia, y una entrevista reciente durante su estadía en

dificultades, se le suma una serie de eventos, situaciones y

Chile, adonde hace una serie de afirmaciones quizá

propuestas que no dejan de ser esperanzadores, a pesar de

dolorosas, pero sólidas.

todo. Prueba de ello es la renovación de la dirigencia de la

Tres entrevistas se agregan al contenido de este número,

Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América

las cuales, aun cuando podría decirse que representan

Latina (AIPRAL), así como el cambio en la rectoría de la

puntos de vista demasiado divergentes por la cercanía

Comunidad Teológica de México. Algo similar está ocurriendo

ideológica

en el Instituto Universitario ISEDET en estos días. De estos

Hinkelammert), no dejan de mostrar el enfoque crítico que se

cambios damos fe en el presente número.

requiere para afrontar estos tiempos difíciles, caracterizados

de

los

entrevistados

(Dussel,

Richard,

Las iglesias y organismos siguen su camino y, en el

en los meses recientes por movimientos populares que han

caso de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, fuente

puesto en jaque a varios gobiernos. La coyuntura mundial no

continua de atención y preocupación para nosotros, se

podía preverse en los últimos meses de 2010.

plantea la posibilidad de modificar su visión sobre los

Luego de un año de la desaparición de Carlos Monsiváis,

ministerios, para abrirlos a las mujeres, siempre mayoría en

su figura se ha agigantado y siguen apareciendo

las comunidades. Muchos no se hacen ilusiones y con razón,

publicaciones póstumas y abordajes de su obra. El texto que

pero el Concilio Teológico que se celebrará en los próximos

se rescata aquí lo presentó en 2008 durante un congreso

díaqs será, al menos, una ocasión para dialogar abiertamente

celebrado en la Universidad del Claustro de Sor Juana.

sobr las visiones encontradas. Ante la cercanía del Concilio

Además, se publica un adelanto de un libro que reúne

presentamos un dossier con algunas sorpresas a favor del

aforismos tomados de diversas fuentes.

ministerio femenino procedentes del Norte y del Sureste de

Finalmente, se presenta una semblanza del teólogo

México, como prueba del interés que ha despertado el asunto

español Antonio González, cuya obra ha tenido buena

en los diversos sectores de esta iglesia.

resonancia en su país, sobre todo en círculos católicos,

Y claro, las pérdidas no dejan de incluirse en este

debido a que perteneció a la Compañía dce Jesús y ahora es

número: don Samuel Ruiz y José Comblin, voces proféticas

pastor menonita. El trabajo de Xabier Pikaza sobre él es

que ya no iluminarfán con su presencia, pero sí con su

sumamente disfrfutable. La sección de libros se honra con la

testimonio el caminar de las comunidades cristianas en el

divulgación de dos obras: una del P. Gonzalo Balderas Vega

continente. El obispo de San Cristóbal de las Casas dejó una

sobre Kierkegaard y el otro, de Alberto F. Roldán, una

huella profunda, dentro y fuera del catolicismo. Recogemos

magnífica exposición sobre las relaciones entre el Reino de

aquí un par de acercamientos a su vida y obra, desde el

Dios, la política y la misión. Ojalá que estos insumos resulten

diálogo ecuménico. De Comblin, a su vez, retomamos un

atractivos para nuestros lectores/as.

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M M UU NN DD O O RR EE FF O O RR M M AA DD O O

 P PO OR RP PR RIIM ME ER RA AV VE EZ Z SSE EC CE EL LE EB BR RA AR RÁ Á A ASSA AM MB BL LE EA AD DE EA AIIP PR RA AL L EEN N C CEEN NT TR RO OA AM MÉ ÉR RIIC CA A M Maayyrraa R Rood drrííggu ueezz

Bajo el lema de ―El fruto de la justicia se siembra en comunión y paz‖, se celebrará aquí, del 12 al 14 de agosto próximo, la XI Asamblea General de AIPRAL, convirtiéndose Guatemala en el primer país centroamericano donde tiene lugar tan importante reunión La anfitriona será la Iglesia Evangélica Nacional Presbiteriana, la cual viene trabajando con mucho entusiasmo para que los participantes se sientan bien recibidos y tengan una buena estadía en este hermoso, pero conflictivo país, en un contexto socioeconómico y político caracterizado de la siguiente manera. Con una extensión territorial de 108,890 kilómetros cuadrados y 14.7 millones de habitantes, paisajes hermosos mezcla de la época colonial y el postmodernismo con la magnificencia de la naturaleza, Guatemala es una nación que no supera las condiciones de pobreza y los bajos índices de desarrollo humano que dieron pie a 36 años de conflicto armado interno y que, 14 años después de haberse firmado

la paz, los niveles de violencia han alcanzado, incluso, hasta las 22 muertes violentas diarias, constituyéndose la inseguridad ciudadana en el problema más sentido por la gente. En términos de población, conviven en el país 24 diferentes culturas expresadas en 22 idiomas mayas, un garífuna y un xinka, siendo el español el idioma oficial. Las mujeres constituyen el 51 por ciento de la población guatemalteca; un 70 por ciento de los habitantes tiene menos de 30 años de edad y la gran mayoría pertenecen a los pueblos indígenas, que son los que enfrentan los mayores rezagos y brechas de género, etnia y clase, respecto a situaciones sociales y de participación. Haciendo un desagregado de las condiciones socioeconómicas del país sede de la XI Asamblea de AIPRAL, las cifras no son nada alentadoras. En cuanto al acceso a la salud pública, según datos de la Organización Panamericana de Salud, a nivel del continente americano Guatemala reporta la tercera mayor tasa de mortalidad infantil (39 por cada 1,000 nacidos vivos) y la sexta mayor tasa de mortalidad materna (153 por cada 100,000 n.v.) Según el Programa Mundial de Alimentos, la desnutrición alcanza a más de la mitad de la niñez comprendida entre los dos y los cinco años de edad, ubicándolo como el país con mayor índice de desnutrición infantil en América Latina. En lo relativo a la educación, el promedio escolar de la población se reduce a cinco años, manteniéndose un 27 por ciento de analfabetismo en personas adultas, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas que registra que la escolaridad promedio de un guatemalteco mayor de 25 años en el área urbana, es de seis años, mientras que en la rural es de dos años solamente. Agrega el Instituto Nacional de Estadísticas que se registra un déficit habitacional de más de un millón de casas y el 58 por ciento de familias, entre el grupo afectado, está por debajo de la línea de pobreza. El otro gran problema se refiere a la mala calidad de las viviendas que alcanza condiciones extremas en las áreas urbano-marginales, donde el 55 por ciento de las viviendas no tienen acceso al servicio de drenajes, un 20 no cuenta con el servicio de energía eléctrica y el 38 por ciento de los hogares sigue sin acceso al agua entubada. La violencia en sus distintas manifestaciones continua expandiéndose y afectando prácticamente la totalidad de la vida de la población, lo que se agrava con el desplazamiento de los carteles del narcotráfico de México hacia Guatemala y el auge de este ilícito, ya no sólo como país de trasiego (con escenarios como la costa norte, la costa sur, las Verapaces y El Petén), sino de creciente consumo, repercutiendo en una

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. imagen negativa en términos internacionales que desestimula el turismo y la inversión. La violencia contra las mujeres es otro factor preocupante en el escenario guatemalteco. Según la Procuraduría de los Derechos Humanos, el porcentaje de muertes violentas contra mujeres no sólo ha venido en aumento, sino que también ubica a Guatemala como el país centroamericano con mayores índices al respecto, con un promedio por año de 700 muertes violentas de mujeres en el último quinquenio. Entre otros males a reseñar está la impunidad en el 98 por ciento de los casos registrados; el pandillismo juvenil; la violencia intrafamiliar; el alarmante aumento de embarazos en niñas y adolescentes de entre los 10 y 19 años de edad; el incremento del fenómeno migratorio y sus secuelas de crímenes; la depredación del medio ambiente; entre otros. En cuanto al panorama político, en septiembre de 2011 serán las elecciones generales, en las que el pueblo acudirá a las urnas a votar por los relevos a la presidencia y vicepresidencia del país, 158 diputaciones del Congreso de la República y 333 alcaldías; mientras los 27 partidos políticos hacen de todo para que sus candidatos alcancen el poder, incluso anunciar divorcios por amor al país, en el caso del partido oficial. Un dato importante que no debe quedar fuera en este punteado es el religioso, y es que en Guatemala el 83 por ciento de la población se confiesa cristiana, según datos del Proyecto Josué elaborado en el 2002 por el Servicio Evangelizador para América Latina, y la Iglesia Evangélica se apunta el mayor crecimiento. ALC Noticias, 19 de abril de 2011

 A AIIP PR RA AL LR RE EN NU UE EV VA A SSU UP PÁ ÁG GIIN NA A W WE EB B Les invitamos a visitar la pagina web actualizada de AIPRAL en www.aipral.org. Le invitamos a colocarla entre sus enlaces favoritos. Aparte de informaciones sobre actividades de AIPRAL, encontraran novedades del mundo reformado y ecumenico y tendran acceso a la revista La Voz en archivo pdf. Además, encontraran enlaces a ALC-noticias, CMIR, CMI y otras organizaciones y recursos ecumenicos. 4

 A AIIP PR RA AL LO OR RG GA AN NIIZ ZA AE EN NC CU UE EN NT TR RO O SSO OB BR RE E IID DE EN NT TIID DA AD DR REEFFO OR RM MA AD DA AY Y M MIISSIIÓ ÓN N Continuando con el objetivo de profundizar el proceso de reflexión entre líderes de las iglesias presbiterianas y reformadas en América Latina, los departamentos Biblia y Teología y Misión y Evangelización de la Alianza de Iglesia Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) organizan un encuentro para las iglesias de la región Cono Sur y Andina. El mismo se desarrollará entre el 12 y el 16 de junio, en Santiago, Chile. El encuentro se enmarca como continuidad de los realizados en el cuatrienio anterior, donde el eje temático priorizado es Identidad Reformada y Misión, en la búsqueda de fortalecer la identidad e ir compartiendo experiencias renovadas y con buen resultado sobre la misión. En esta ocasión, las ponencias girarán en torno a los siguientes aspectos: - Identidad Reformada y Misión: Síntesis de lo trabajado en el cuatrienio anterior. - Experiencias ―exitosas‖ de misión a partir de compartir testimonios de como las iglesias están abordando la tarea misionera con buenos resultados (perspectiva pastoral). - Aspectos de la identidad reformada latinoamericana relevantes para la misión en el siglo XXI (perspectiva teológica). - Relectura bíblica sobre la visión reformada de la misión (perspectiva bíblica) AIPRAL es una comunión de iglesias integrada por unos 2.5 millones de cristianas y cristianos reformados provenientes de 30 iglesias en 18 países. Son miembros de AIPRAL iglesias congregacionales, presbiterianas, reformadas y unidas que tienen sus raíces en la Reforma del siglo XVI encabezada por Juan Calvino, John Knox entre otros. También cuenta en su membresía con iglesias pertenecientes al movimiento de pre Reforma de los Siglos XIII a XVI (valdenses). AIPRAL es uno de los concilios de área de la Alianza Reformada Mundial (ARM también conocida por su sigla en inglés WARC), una comunidad que reúne a 75 millones de cristianos reformados en 215 iglesias en 107 países, unidos en su compromiso de hacer diferencia en un mundo conflictuado. ALC Noticias, 11 de junio de 2008


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M MIINNIISSTTEERRIIO OSS FFEEM MEENNIINNO OSS:: HHAACCIIAA EELL CCO ONNCCIILLIIO O TTEEO OLLÓ ÓG GIICCO O DDEE LLAA IINNPPM M  P PO OD DE ER R,, L LE EG GIIT TIIM MIID DA AD D,, D DE ESSC CO ON NFFIIA AN NZ ZA AY YD DIISSIID DE EN NC CIIA A

A Arriieell C Coorrp pu uss F Flloorreess En agosto del presente año la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM), mediante el Ministerio de Educación, realizará un Concilio para resolver el debate desarrollado desde hace más de tres décadas sobre la potencial ordenación de mujeres a los distintos ministerios eclesiales.1 Tal posibilidad es una necesidad en la realidad latinoamericana donde se ha reconocido la emergencia de los liderazgos femeninos y el reconocimiento de estos en las comunidades de fe que buscan ser fieles al testimonio de las Escrituras y al mensaje liberador e inclusivo de Jesucristo.2 En la experiencia de la INPM, el tema se encuentra polarizado en distintos sectores: algunos buscan el reconocimiento eclesial dado que no encuentran problema alguno para que las mujeres puedan ser parte del grupo de especialistas de lo sagrado;3 otros, leen en la Biblia una rotunda negativa para esta posibilidad de cambios, argumentando que la ordenación de las mujeres no es un principio bíblico. No obstante, lo que es necesario remarcar es que no todas las lecturas son válidas, por lo tanto hay que tener criterios metodológicos de interpretación que sean fieles al testimonio de la Escritura.4 Sin embargo, un solo modo de interpretación de las Escrituras ha deslegitimado otro tipo de lecturas que buscan encontrar pistas liberadoras en el testimonio de Jesucristo, En otro texto he hablado de los antecedentes históricos del debate: ―La lucha por el ministerio femenino en el presbiterianismo mexicano (19732009)‖, en Boletín Informativo del Centro Basilea de Investigación y Apoyo, A.C., (México), Noviembre-diciembre, no, 39, 2010, pp. 18-26. Disponible en red: http://issuu.com/centrobasilea/docs/bol39-nov-dic2010. 2 Las experiencias de otros países de América Latina son, sin duda, alentadoras para este proceso al interior de la INPM. Algunas Iglesias presbiterianas en Brasil, Guatemala y Argentina ya ordenan mujeres a los distitntos ministerios. 3 Tomo este juego de palabras de Pierre Bourdieu: ―Gènesis y estructura del campo religioso‖, en Relaciones, no. 108, vol. 27, 2006, pp. 29-83. 4 Un texto muy ilustrativo al respecto es de José Ángel Fernández, ―Aprendiendo a leer la Biblia‖, en Lupa Protestante, (España), julio, 2010. Disponible en red: www.lupaprotestante.com/index.php/columnistas/joseangel-fernandez/2195-aprendiendo-a-leer-la-biblia. 1

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los apóstoles y los profetas, ya que hay posturas institucionales delineadas por el grupo de especialistas de lo sagrado en la manera de leer el texto bíblico. Por lo tanto, no sólo es un problema de percepciones, habrá que reconocer que este debate en la INPM tiene un matiz de corte político enmarcado en uno teológico, y que se gesta desde los puestos clave de liderazgo institucional; es político, dado que lo que está en juego son relaciones de poder. Para las instituciones que se construyen desde la masculinidad, como lo son las Iglesias, reconocer el papel de las mujeres como agentes teológicos y partícipes de los diversos ministerios, implica despojarse de su androcentrismo, desnudarse y repensarse desde otros ángulos autónomos de miradas de género. Las Iglesias son organismos que han relegado a las mujeres de los papeles de liderazgo y, peor aún, han reproducido patrones no siempre gratos para ellas, ya que se han conformado por patrones culturales, mas que bíblicos. Las figuras bíblicas de mujer sumisa al hombre han seguido reproduciendo los esquemas mentales y prácticos de los creyentes, de modo que no existen relaciones horizontales, sino de verticalidad. Estas relaciones de poder sumergidas en siglos de prácticas masculinas salen a relucir al momento de que un creyente se acerca a la Biblia, la toma, la lee y trata de interpretarla. El problema es mayor cuando no somos capaces de reconocer que la Biblia nunca va a hablar por si sola. Siempre, quien la lea, se acercará a ella con patrones, conductas y cargas culturales que serán las pautas para su interpretación. Empero, hay que tomar en cuenta que la interpretación bíblica ha sido ejercida por un grupo de especialistas de lo sagrado que, al momento de hablar sobre ella o sobre lo que en ella dice, están en un proceso comunicativo donde la comunidad o el auditorio –los laicos– legitima lo dicho tan sólo por tratarse de un especialista en tal ámbito: un pastor, varón. Ejerciendo así una relación netamente de poder, como ya lo señalé. Al respecto, vale la pena seguir a Erick Wolf quien indica que en toda vinculación social se gestan relaciones de poder, aunque circunscritas a diferentes niveles de relaciones.5 Para Wolf: ―es mejor no entenderlo como una fuerza antropomórfica ni como una máquina gigante, sino como un aspecto de todas las relaciones entre las personas‖.6 Para el funcionamiento de instituciones, como las Iglesias que se Las tipologías de Wolf, son: a) Poder atribuido a las transacciones entre las personas individuales; b) Poder producido en las relaciones interpersonales; c) Poder táctico u organizacional puesto en movimiento dirigiendo o limitando las acciones de los otros; d) Poder estructural que informa las energías de la sociedad. 6 Erick Wolf, Figurar el poder. Ideologías y dominación en crisis, México, CIESAS, 1998, p. 19. 5


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. desenvuelven en distintos niveles de relaciones sociales, entramados y complejos de vinculaciones, cabe señalar dos tipologías de poder: Poder táctico u organizacional: es el poder que controla los escenarios en que cada persona puede exhibir sus potencialidades e interactuar con otros, es un instrumento. Poder estructural: es el poder que no opera solamente sobre escenarios o campos, como el táctico, sino que también organiza y orquesta escenarios para sí mismos.7 Bajo el debate de la potencial ordenación de las mujeres en la INPM y, según argumenté, lo que se juega es una relación de poder, sucede lo siguiente. En primer lugar, hay un grupo de especialistas que regula la lecturas e interpretación bíblica de modo institucional, buscando con ello controlar el escenario –el tema de la ordenación– usando su posición para generar patrones de credibilidad, circunscribiendo, tácticamente, las acciones de los demás creyentes –los laicos–. Por eso, aunque muchas personas estén de acuerdo con la ordenación, no votarán a favor. En segundo lugar, esta misma instancia de poder regulador que lee e interpreta las Escrituras genera sus propios escenarios más propicios para desenvolver sus acciones de poder, en este caso el Concilio es un medio para poner fin al debate en el cual todo está orquestado de tal modo que en el, la relación de diálogo sea vertical. Por lo tanto, ellos organizan, ponen las pautas y la metodología de trabajo, en otras palabras, marcan sus reglas. La querella que aquí se intenta resolver es que toda lectura bíblica e interpretación sobre un tema u otro, deviene de una relación de poder que se encuentra mediado por un proceso comunicativo en el cual el emisor, quien funge como especialista de lo sagrado –el pastor–, comunica «una verdad abosuta» que resuena en el auditorio –los laicos– quienes legitiman tal interpretación. Ahora bien, cuando la interpretación es parte de prácticas constantes la comunidad de creyentes no tendrá problemas en reconocer y aceptar esa «verdad abosuta», dado que han sido moldeados en esas relaciones de poder. En la INPM se ha dicho, como «verdad abosuta», que los ministros de la Palabra tan sólo deben ser hombres; por ello, es que toda interpretación en esta línea hace eco en el auditorio. En cambio, cuando, dado a nuevas lecturas no legitimadas institucionalmente, proponen y reconocen el papel de la mujer en los ministerios, el auditorio, o la mayoría de el, no la legitiman. El Concilio, programado para los meses venideros del presente año, funcionará con esta lógica. Por un lado habrá quien defenderá el status quo de las lecturas de los Cfr. Eric Wolf, Pathways of Power Building an Anthropology of the Modern World, EUA, University of California Press. 2001, pp. 383-397. 7

especialistas que denotan el poder mediante puestos clave – en la Asamblea General, los Sínodos y los Presbiterios– y aquellos, incluidos en una relación de poder, que creen que el testimonio fiel es la inclusión de las mujeres en los ministerios. Sin embargo, aunque en el fondo existé esta lucha, se enfrenta al reconocimiento de los creyentes, ya que a pesar de que muchos de ellos vean con buenos ojos la causa y no encuentren problema alguno para ordenar mujeres, como indique con anterioridad, y por más que los argumentos sean claros y precisos, no votarán a favor dado que las relaciones tácticas e instrumentales pesan más que el seguimiento fiel al Dios de la historia. Frente a este panorama de inmoviliad dogmática, qué se puede esperar. Sin duda, en una lectura menos provocadora y con un ―testimonio de paz, unidad y armonía en el buen espíritu cristiano‖, habrá quien piense que la ruptura no es deseable ni necesaria, y que es menester seguir el diálogo y luchar desde el fondo, esperando a que el Todopoderoso toque los corazones duros e inquebrantables. Aunque por otro lado, hay quien piensa que la ruptura es un proceso de autonomía necesaria para reconocer el papel de las mujeres como ministros de la Palabra y que no hay otro camino, sino la denuncia profética que encamine a una Iglesia inclusiva de acorde a una realidad exigente.8 La solución no es fácil y la comunidad de creyentes – laicos y pastores– se enfrentan a un problema. Para los pastores está en juego el propio reconocimiento de la comunidad cristiana y, desde luego, el trabajo asalariado en alguna Iglesia o Presbiterio del cual depende él y su familia. Para los laicos, el temor subsiste en dejar de ser parte de una Iglesia que reconozca y legitime sus actos de fe, como si fuera de ella no hubiera salvación, como si la discrepancia y la disidencia no fueran legítimas frente a los ojos de Dios. El temor de los primeros, es dejar de ofrecer, con un reconocimiento institucional, los bienes salvíficos a los creyentes; los segundos, dejar de obtener los mismos bienes otorgados que legitiman su creencia por una instancia regulada y mediatizada por los especialistas de lo sagrado: la institución eclesial. Mary Douglas, reconocida antropóloga, ha señalado la forma en que las instituciones manejan su propio

Estas lógicas son entendibles; en los estudios de mercado se ha notado que cuando el consumidor está insatisfecho con el producto que recibe puede optar por tan sólo mostrar su inconformidad o, simplmenente, substituirlo por otro. ES lo que que Albert Otto Hirscham a indicado como como la vos y la salida. Del autor, consulténse: Salida, voz y lealtad, México, FCE, 1977. 8

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. reconocimiento frente a los demás.9 Vale la pena mencionar tan sólo dos puntos: En primer lugar: las instituciones forman y forjan formas de pensar y prácticas de un modo sistemático con el fin de encauzar esa percepción sólo hacia formas que resulten compatibles con su propia autorización. En segundo lugar: las instituciones estigmatizan a los elementos subersivos y, con ello, a las ideas que no están de acuerdo a su propia compatibilidad argumentando que tales propuestas no son parte de su propia escencia además de ser incoherentes a su propia historia. Estos dos puntos de Dogulas permiten comprender la manera de proceder de aquellos en cuya lectura de la Biblia no figura la ordenación de las mujeres, sostenida por la institución. En primer lugar, tal práctica no está autorizada dado que corrompe una sana lectura de la Biblia y, al no estar presente en las Escrituras, es incompatible para ella. En segundo lugar, quien promueve tan inclusión no está de acuerdo con la «sana doctrina» y, por ende, debe ser estigmatizado y excluido dado que busca implantar ideas ajenas a una Iglesia que nunca ha tenido la necesidad, en toda su historia, de ordenar mujeres para la obra de Dios. Ambas tesis se sostienen sobre la legitimidad de la institución. En otras palabras, sólo lo que ella decide es lo correcto y es lo que se debe hacer para el resto de las Iglesias locales, la autonomía es nulificada al enfretarse a estos grandos organismos. Las ideas, por vagas y absurdas, desplazan a los argumentos. Previniendo el futuro, estas dos tesis serán las que sostendrá el Concilio sobre los ministerios femeninos. Ante estas dos posturas, irrenunciables por el propio carácter de las institución, qué resta por hacer. Si en el fondo de esta lectura está el reconocimiento o la legitimidad como aquello que sostiene a una institución eclesial cinscunscrita por una relación de poder entre los especialistas de lo sagrado y los laicos,10 lo que hay que hacer es derribar este precepto de confianza. Esto no sucede con el tiempo, pasa cuando los sujetos le quitan a la institución esa confianza como la única portadora del carisma salvífico. Como señala el filósofo centroamericano Carlos Molina, todas las instituciones se sostienen sobre algún grado de confianza; cuando se le quita, dado que no ha Mary Douglas, Cómo piensan las instituciones, Madrid, Alianza Universidad, 1986 10 Esta diada es común en cualquier esquema religioso, donde: Los agentes del campo se dividen entre el cuerpo de especialistas que tienen ―las competencias específicas‖ y los ―saberes secretos‖ para ejercer su función…y los laicos que, al no tener estas competencias, se encuentran en una posición de subordinación legitimando el ejercicio y la posición de los primeros‖: Hugo José Suárez, ―Pierre Bourdieu y la religión: una introducción necesaria‖, Relaciones, no. 108, vol. 27, 2006, p. 19-27.

cumplido las expectativas deseadas, pueden ser derribadas por la anomia colectiva.11 Hoy en día, en la INPM derribar la confianza en la institución y trasladarla a una nueva Iglesia es posible y, sobre todo, es necesaria. Los presbiterianos mexicanoss están obligados a construir su propio futuro y a dar cuentas claras con un testimonio de militancia. Si el futuro es continuar dentro de la INPM habrá que entender que los procesos de cambio institucionales no son a corto plazo, sino a muy largo, y que se tendrán que gestar desde posiciones de poder. Si el futuro está en salir con dignidad, con denuncia y vos profética, hay que saber que una de las primeras cosas que hará la institución será estigmatizar la disidencia como algo negativo para el cuerpo de Cristo. Sin embargo, así como la institución legitima los actos de fe de los creyentes, estos últimos hacen lo mismo con la primera. Es decir, la relación de poder entra en un juego dialéctico donde el reconocimiento es mutuo; por lo tanto, también lo puede ser la desconfianza y la anomia colectiva hacia la institución, trasladándola a una nueva más acorde a los valores del reino de Dios. Repensar la manera de ser Iglesia es necesario para recuperar los carismas perdidos por la verticalidad institucional; una Iglesia inclusiva que sea capaz de comprender el kairos actual; una Iglesia que piense teológicamente; una Iglesia donde la moralidad no substituya a la ética; una Iglesia conformada por creyentes que se reconozcan, sin la indiferencia de género u otras opciones de vida. Frente a los grandes esquemas perpetuados generacionalmente, queda la conciencia libre y sometida a la soberanía de Dios, porque como seguidores del Jesús de la fe, es menester reconocer las exigencias de nuestra realidad. Por lo tanto, perfilemos nuestro andar hacia este moderno camino a Emaus, rumbo a nuestra aldea latinoamericana, fieles al testimonio de las Escrituras. Y ante la incertidumbre de nuestro futuro, digamos al dador de la fe: Quédate con nosotros, porque es tarde, y el día ya ha declinado.

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Carlos Molina Velázquez, ―El más sucio secreto de los pederastas‖, Contrapunto,(San Salvador), 1 de febrero de 2011. Disponible en red: http://www.contrapunto.com.sv/columnistas/el-mas-sucio-secreto-de-lospederastas 11


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 L LAASS H HE ER RM MA AN NA ASS E EN NC CRRIISSTTO OY Y SSU U O OR RD DE EN NA AC CIIO ON NA AL LM MIIN NIISST TE ER RIIO O ((D DIIA AC CO ON NA AD DO O,, A AN NC CIIA AN NA AT TO OY Y P PA ASST TO OR RA AD DO O)) SSE EG GÚ ÚN NL LA AP PAALLAABBRRAA D DE E D DIIO OSS,, L LA AH HIISST TO OR RIIA AY YL LA AT TE EO OL LO OG GÍÍA A R RE EFFO OR RM MA AD DA A

JJoorrggee A Allvvaarraad doo R Reeyyeess Reunión Inspiracional de los Sínodos Israel y Noroeste, 20 de mayo de 2011, Iglesia Nacional Presbiteriana ―El Divino Redentor‖, colonia Bellavista, Monterrey, Nuevo León Deseo agradecer a las directivas de los Sínodos Noroeste e Israel de la iglesia Nacional Presbiteriana la atenta invitación que hicieron a un servidor para hacer la presentación del tema ―Una postura a favor de la ordenacion de la mujer en los ministerios pastoral, ancianato y diaconado‖ También quiero agradecer a mi amigo y compañero de ministerio, Pbro. Jorge Alemán Zavala, poder debatir con el este tema tan controversial y que esto no afecta nuestra amistad de muchos años aunque seamos completamente diferentes en nuestra postura. También quiero agradecer a dos mujeres que impactaron mi vida y que me ayudaron a estudiar con más ahínco la Palabra de Dios, la historia eclesiástica y la teología y llegar a la conclusión de que Dios está de acuerdo con la ordenación de la mujer a los ministerios. La primera mujer, fue mi madre, Estela Reyes de Alvarado, graduada de la Escuela Bíblica para Misioneras de Toluca, Estado de México, directora de la Escuela Bíblica Central para Misioneras, directora y administradora de las Publicaciones de la Unión Nacional Femenil, miembro del Consejo de Publicaciones de El Faro, esposa y compañera por muchos años de un siervo de Dios, pero sobre todas las cosas una mujer cristiana que siempre reconoció hasta el ultimo día de su vida el llamamiento Divino para enseñar a niños y adultos, predicar la Palabra de Dios en Iglesias, en donde había varones y mujeres, quienes nunca cuestionaron el llamamiento que recibió del gran Maestro de Galilea, Y aunque nunca se le reconoció por parte de la Iglesia Nacional Presbiteriana su ordenación, estoy convencido de que Dios si lo hizo.

La otra mujer que me enseñó desde una postura muy práctica y como principio de justicia que la ordenación de la mujer a los ministerios eclesiásticos es válida y justa y que es tiempo que como Iglesia Nacional Presbiteriana reconozcamos el papel que nuestro Dios les ha dado. La mujer de quien hablo es la que ha caminado con un servidor los 26 años de ministerio, que ha predicado, enseñado y orado por los hermanos y hermanas de las Iglesias en donde Dios nos ha enviado, hablo de mi compañera María del Socorro Duarte de Alvarado, candidata a la ordenación por la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PCUSA), estudiante excelente de los seminarios San Pablo, de Ciudad Juárez, Chihuahua, y ―Doctor Saúl Tijerina González‖, de Monterrey, Nuevo León y cuyo corazón de pastora la ha llevado a vivir una vida consagrada al servicio de Dios y de su Iglesia. Una excelente defensora desde la trinchera de los derechos de la mujer y de su ordenación a los ministerios de la Iglesia. También vaya mi gratitud a las cientos de mujeres que han ministrado de manera incansable en las regiones más inhóspitas de nuestra Patria, así como a aquellas que han ocupado los pulpitos de las Iglesias citadinas, a las que sueñan que un día no muy lejano, la Iglesia Nacional Presbiteriana de México reconozca que es un derecho inalienable su ordenación a los diferentes ministerios de la Iglesia. Introducción Sobre la ordenación de la mujer, tanto a favor como en contra, ha corrido mucha tinta, se han escrito miles de hojas, se ha estudiado desde los diferentes enfoques, bíblico (historia del Antiguo y del Nuevo Testamento, exégesis, hermenéutica), histórico (de las culturas contemporáneas del Antiguo y del Nuevo Testamento, de la Iglesia Primitiva, de la Edad Media, de la Reforma y de la Iglesia actual, esparcida en el espacio y en el tiempo), teológico (especialmente desde la perspectiva de la eclesiología, mencionado a los Padres de la Iglesia, los reformadores y últimamente los estudiosos de la teología, tanto europeos, anglosajones y en especial los latinoamericanos que nos han motivado a reflexionar desde nuestra perspectiva la importancia de este tema. La sociología y la psicología han dado también sus aportes para tener un panorama más amplio de esta gran discusión. Hoy en general, como Iglesia Nacional Presbiteriana de México y en lo particular como Sínodos Israel y Noroeste, y sus respectivos presbiterios, nos enfrentamos a la tarea ineludible de definir una postura que la misma Iglesia nos ha demandado, pero una postura no solamente desde la cúpula eclesiástica, sino desde las mismas bases de la Iglesia, porque lamento que en muchos foros de discusión la voz de

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. la mujer no se está escuchando, por ello dejemos que ellas hablen y nos digan porque ellas quieren o no quieren ser pastoras, ancianas y diaconisas y que argumenten desde la Palabra de Dios y desde la Teología porque creen que han o no han sido llamadas por Dios para ejercer dichos ministerios. Debo también decir en grado de honestidad que muchas de las ideas aquí presentadas son producto de la investigación de un servidor y por ello aparte les doy una bibliografía de más de 550 hojas, que si bien no es exhaustiva, es el principio de aquel o aquella que quiera seguir investigando y si bien las ideas no son mías, la postura si lo es, estoy a favor de la ordenación de la mujer. La mujer en los ministerios del Antiguo Testamento Deseo tomar el trabajo que hace Margarita Muñiz en su documento La interpretación bíblica y el lugar de la mujer, en su sección ―El liderazgo de la mujer en el Antiguo Testamento‖, donde de manera sucinta habla sobre el papel de la mujer en la historia de Israel. Cuando leemos el Antiguo Testamento observamos que hubo mujeres que asumieron posiciones de liderazgo, tanto en la vida religiosa, como en la civil, como en la familiar. El ministerio profético era la más alta función religiosa en el Antiguo Pacto. El pueblo hablaba a Dios a través del sacerdote, pero Dios hablaba al pueblo a través del profeta. Entre estos profetas se cita a María, que había sido nombrada por Dios como líder sobre Israel, junto con Moisés y Aarón, según leemos en Miqueas 6:4. También se menciona a Hulda, profetisa que ejerció su ministerio durante el reinado de Josías (2ª Crónicas 34). Esta mujer fue usada por Dios para enseñar su voluntad a un rey, a un Sumo Sacerdote y a todo un pueblo, promoviendo una reforma religiosa de gran alcance. El Antiguo Testamento relata, además, la vida de varias mujeres que alteraron el curso de la historia: entre ellas, Ester y, especialmente, Débora a quien se nos presentó en su doble condición de profetisa y juez. El pueblo estaba haciendo frente a tres clases de dificultades: desintegración religiosa, derrota militar y falta de liderazgo político adecuado para resolver los problemas del pueblo. La respuesta de Dios a su clamor, en una sociedad patriarcal, fue una mujer. Como profetisa ella asumió el liderazgo espiritual y como juez ejerció poder político y judicial. Bajo su mandato el pueblo de Israel gozó de 40 años de paz. El Antiguo Testamento también muestra ejemplos de esposas que ejercieron el liderazgo en el gobierno de su familia. En el primer caso, vemos nada menos que a Dios diciéndole a Abraham que, en contra de lo que era su

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opinión, hiciera caso de lo que Sara le decía en cuanto a su hijo Ismael (Génesis 21:9-12). Otro ejemplo lo tenemos en el caso de los padres de Sansón. Cuando el Ángel del Señor se aparece para anunciar el nacimiento de un niño que liberará al pueblo de Israel, no lo hace al padre, sino a la madre. ¿Por qué Dios no transmitió un mensaje tan importante al que se suponía que era el líder espiritual de la familia? A lo largo del diálogo se aprecia que Manoa era el menos preparado de los dos, tanto a nivel de conocimiento, como de madurez espiritual y es por eso que Dios se dirige a ella, que es la mejor preparada para asumir dicho mensaje. Encontramos también el caso de una mujer que se negó a aceptar la decisión de su marido y tomó otra opuesta a la de él, con la bendición de Dios. Se trata de Abigail. En el relato no se presenta como algo reprobable la actuación de Abigail, contraviniendo las órdenes de su marido. Por el contrario, David vio en ello la mano de Dios. Estos ejemplos arrojan serias dudas sobre la teoría de que la mujer no puede asumir el liderazgo, por imperativo divino. En las Escrituras no encontramos la desaprobación de Dios, ni su condena, a la actuación de mujeres que ejercieron posiciones de liderazgo, ya fuera en la familia, en la vida civil o en la esfera religiosa. Un servidor agrega, si leemos la gran lista de los reyes de Judá y de Israel, nos damos cuenta que en los reyes de Judá, siempre que el rey actuaba de acuerdo a la voluntad de Dios, se menciona el nombre de su madre, ejemplo es 2 de Reyes 12:1 ―…Joas comenzó a reinar… y el madre de su madre era Sibia… ―Yo me pregunto qué impacto tuvieron estas mujeres en sus hijos para que se les mencione. Por ello me incomoda cuando hablan de Atalía como una mujer mala y en cambio no mencionan todo los malo que hicieron los reyes de Israel y d Judá, y la buena influencias que las mujeres ejercieron sobre sus hijos. Veamos ahora cual era el pensamiento del judío respecto a la mujer y en especial los de la línea sacerdotal y para ello me baso en el escrito de Antonio Rivero, aunque me pude haber servido de otros autores ¿Y el mundo hebreo en tiempos de Jesús? El hebraísmo se nos muestra como una religión de varones. Filón contemporáneo de Cristo- nos cuenta que toda la vida pública, con sus discusiones y negocios, en paz y en guerra, son cosa de hombres. Conviene, dice, que la mujer quede en casa y viva en retiro. Este separatismo estaba reflejado en las leyes imperantes: la mujer era indigna de participar en la mayoría de las fiestas religiosas, no podía estudiar la tora ni participar en modo alguno en el servicio del santuario. No se aceptaba en juicio alguno el testimonio de una mujer, salvo en problemas estrictamente familiares. Estaba obligada a un


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. ritual permanente de purificación, especialmente en las fechas que tenían algo que ver con lo sexual (la regla o el parto). De ahí que el nacimiento de una niña se considerase una desgracia. Rabí Simeón ben Jochai escribe en el año 150: "Todos se alegran con el nacimiento de un varón. Todos se entristecen por el de una niña" En fin, la mujer se consideraba como posesión del marido. Estaba obligada a las faenas domésticas, no podía salir de casa sino a lo necesario y convenientemente velada, no podía conversar a solas con ningún hombre so pena de ser considerada como indigna y hasta adúltera. Ante cualquier sospecha de infidelidad, debía someterse a la prueba de los celos (cf. Núm. 5, 12-18). En caso de poligamia101 que siempre era poliginia102estaba obligada a tolerar otras mujeres y podía recibir el libelo por las razones más fútiles. Siempre se atribuía a ella la esterilidad de la pareja. La discriminación en caso de adulterio era radical. Esta humillación llegaba en algunos campos, sobre todo, en el campo religioso, a situaciones increíbles. Tres veces al día todo judío varón rezaba así: "Bendito seas tú, Señor, porque no me has hecho gentil, mujer o esclavo". A lo que la mujer debía responder, agachada la cabeza: "Bendito sea el Señor que me ha creado según su voluntad". Y el rabinismo de la época de Jesús repetía tercamente que "mucho mejor sería que la Ley desapareciera entre las llamas, antes que ser entregada a las mujeres." Un servidor comenta que el rabino Eliezer Ben Hircano decía que es tonto quien enseñe la ley de Moisés a una mujer. Ante esta situación de injusticia como iba a permitir el varón judío que una mujer fuera sacerdote. Dan Diorani en su estudio sobre Mujeres y ministerio, lo que la Biblia enseña hace el siguiente comentario: Si examinamos la Biblia buscando una impresión general de los roles de varones y mujeres, veremos que Dios designa varones a la mayoría de posiciones de liderazgo. La ley decía que era de suponerse que los sacerdotes fueran varones – los hijos, no las hijas, de Aarón (Ex 29:30). Se suponía que todos los monarcas fueran varones (Dt 17:14-20). De hecho, los hijos de Aarón fueron sacerdotes y los hijos de David fueron monarcas (p. ej., 2 S 7:12-16). Israel tuvo tan sólo una mujer monarca, la reina Atalía. Pero ella usurpó el trono, asesinó a sus rivales y dedicó su reino a deidades paganas (2 R 11). Nuestra primera impresión, nuestro primer estimado de los datos de la Escritura es éste: En Israel y la iglesia, las mujeres hacen todo tipo de cosas, pero no de todo. Las mujeres toman posiciones de liderazgo, pero lo hacen ocasionalmente, no regularmente. Las mujeres sirven ocasionalmente como juezas o profetisas. A menudo ayudan a establecer iglesias, pero no son monarcas o apóstoles

Un servidor entra el dialogo con este autor porque no explica cuales son los razones de carácter práctico porque la mujer no podía ser sacerdotisa y es en primer lugar es porque la mujer en su periodo menstrual no podía acercarse al templo, y así mismo por su rito de la purificación, al tener los hijos, debería de estar alejada del Santuario de Jerusalem, si era varón 30 días, si era mujer el doble, lo cual hubiera sido un gran problema para realizar los sacrificios que diariamente se ofrecían. Démonos cuenta de que los únicos que podían ser sacerdotes eran los descendientes de Leví y no cualquier varón y si analizamos sus requisitos creo que muchas pastores no hubiéramos pasado el examen. El segundo punto, de que las mujeres toman posición de liderazgo ocasionalmente y no regularmente no tiene ninguna explicación, simplemente lo da por sentado, pero se olvida que el llamamiento de Dios es irrevocable, es decir que fue Dios quien las llamo y su llamamiento fue para siempre y que cuando Hulda recibió el llamamiento de profetizar, o Débora para juzgar y todas las mujeres que participaron en los oficios no fue por un momento sino fue un llamamiento de por vida, aunque el texto Bíblico no nos diga todo lo que hicieron, así como sucede en los grandes héroes de la fe, Abraham, Moisés, los profetas, de todas maneras Dios es el que llama y su llamamiento es para siempre. Las mujeres y el seguimiento de Jesús En la tradición católica y seguramente en algunas Iglesias Protestantes que no ordenan mujeres dicen que como Jesús no llamo a ninguna mujer para formar parte del grupo de los doce y en consecuencia Jesús estableció una norma permanente para el futuro: Jesús sencillamente no quería que las mujeres fueran sacerdotes o pastoras- El silogismo parece obvio, pero no verdadero, pues desde el inicio de su ministerio Jesús siempre estuvo acompañado de mujeres que le servían con sus bienes y con su vida misma. Para un estudio más profundo del tema vean el excelente libro de Suzanne Tunc, que lleva por título También las mujeres seguían a Jesús. Y si bien no estoy de acuerdo con su postura de alta y baja crítica, estoy totalmente de acuerdo en su postura sobre la ordenación de la mujerMientras nuestros hermanos que están en contra de la ordenación de la mujer no ofrecen alguna explicación teológica el porqué Jesús no escogió mujeres para el apostolado, Suzane nos lo presenta de manera sencilla pero muy lógica. Cristo, se dice, ―eligió‖» a los Doce (aunque, por lo demás, no se sabe muy bien quiénes eran). Pero ¿tenía en su mano «elegir» a qué obreros enviar para anunciar su Buena Noticia? No podía enviar a mujeres por los caminos, ni

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. esperar que pudieran hablar en las sinagogas, ni siquiera que las escucharan los varones, porque rechazaban su palabra y su testimonio. A pesar de todo ello, Cristo no sólo se manifestó a las mujeres, y de forma constante, respeto y afecto, sino que las llamó a la misión y al testimonio, siempre que las condiciones sociológicas lo permitían: a la samaritana, a pesar de sus cinco maridos, la envía a su pueblo; Marta da testimonio de su fe, públicamente. ¿Y podemos olvidar que fue a mujeres, tras haberse aparecido a ellas las primeras, a quienes confió el encargo de anunciar su resurrección a los «apóstoles», que eran los únicos con capacidad, en aquella época, de transmitir oficialmente la noticia? María es, como han reconocido los Padres de la Iglesia, Ireneo, Orígenes, Hipólito de Roma y Ambrosio, ―la apóstol de los apóstoles‖, la enviada a los enviados. Lucas 8:1-3 es una clara mención de aquellas primeras discípulas que siguieron a Jesús y que le servían con sus bienes. Si hacemos un poco de análisis de lo que el verbo seguir significa y sus implicaciones para el discipulado en verdad nos sorprenderemos de sus implicaciones. A través de algunas diferencias Insignificantes, lo esencial que se desprende de los Sinópticos es el uso invariable de los verbos «seguir» y «Servir» -o «ayudar», «asistir»(exceptuado a Lucas -aunque «Estar con Jesús» es equivalente» al menos, a «seguir»-) para calificar el papel de estas mujeres venidas Desde Galilea a Jerusalén con Jesús. Baste por ahora constatarlo. Por falta de espacio y de tiempo no comento el seguimiento de los varones con el seguimiento de las mujeres que es exactamente el mismo, Solamente diré que las mujeres siempre estuvieron presentes en todo el ministerio de nuestro Señor Jesucristo, desde su inicio hasta el final en la cruz del calvario, pues fueron las mujeres quienes estuvieron cerca del mártir del Gólgota, mientras sus discípulos varones huyeron. Fueron ellas las que vieron en donde fue depositado el cuerpo del Salvador y fueron ellas las que vieron por primera vez al resucitado y fueron ellas las que dieron la noticia de que había resucitado, aunque por el comentario que hace Lucas en el Capitulo 24, vr. 24… Tal como también las mujeres habían dicho, pero a el no le vieron…‖ y eso nos da una idea de la incredulidad de los varones ante el testimonio de las mujeres, el comentario exegético y explicativo de la Biblia hace un comentario interesante y es ―un cuento lastimoso…que sale de nuestro desaliento más profundo.‖ Fue María de Magdala la encargada de ir y decirle a los discípulos, no lo que ella vio, sino lo que Jesús le dijo que dijera, es decir fue una apóstala (del griego apóstelo; enviar) a los incrédulos y cobardes que

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en la hora de la verdad habían huido en el momento crucial de su vida Yo no entiendo por qué de las iglesias y hermanos que no aceptan la ordenación de la mujer al ministerio, porque como nos dice la gran teóloga, Ofelia Ortega: ―porque si Jesús y la Biblia nos liberan porque entonces la Iglesia nos oprime...‖. El papel de las mujeres en la iglesia primitiva y en el trabajo del apóstol Pablo Michael Green en su excelente libro La evangelización en la Iglesia Primitiva, en su sección ―Los evangelistas‖, p. 312, dice: …En la Iglesia primitiva como ya hemos visto, no existía distinción alguna entre los ministros con dedicación exclusiva y los laicos en cuanto a la responsabilidad de propagar el Evangelio por todos los medios posibles. Y tampoco había diferencia alguna entre los sexos… Ellas hicieron acto de presencia en la fiesta de Pentecostés y en la casa de una mujer tuvo su sede la jefatura de la Iglesia en Jerusalén, Un vistazo al libro de los Hechos confirmara esta impresión en cuanto al importante papel desempeñado por las mujeres en la difusión del Evangelio: Docas, Priscila, las cuatro profetizas, hijas de Felipe, las mujeres de la clase alta de Berea y de Tesalónica y otras. Las Epístolas nos ponen frente a una diaconisa y probablemente frente a una mujer apóstol...

Siguiendo a Green, dice que Tertuliano (160-220) subraya con disgusto que había algunas mujeres en las iglesias heterodoxas que se atrevían a enseñar, a debatir, a exorcizar, a prometer curaciones y probablemente hasta bautizar. Una de las posturas más comunes que he visto, tanto de los que estamos a favor de la ordenación de la mujer, como los que están en contra, es que interpretamos la vida y la estructura de la Iglesia, en el libro de los Hechos y de las Epístolas con los ojos de nuestra estructura eccleastica, por ejemplo los que no están a favor de la ordenación nos argumentan que en Hechos 6 la Iglesia escoge a 7 diáconos varones y todos ellos griegos, para resolver un problema de atención a las viudas helénicas, porque estas eran desatendidas, mientras que las hebreas eran favorecidas y sin explicar las razones de tipo práctico porque se escogen varones, dan por sentado que no puede haber diaconisas en la Iglesia. Sin embargo y si analizamos con calma el problema de la iglesia en Jerusalén, nos damos cuenta inmediatamente que era imposible solucionar un problema de nuestras hermanas si hubieran nombrado mujeres que atendieran las necesidades de ambos grupos, porque el otro grupo diría que se actuó con favoritismo.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Otra situación es que la Iglesia de Jerusalén no está estructurada como lo estará más tarde con ancianos (ancianas), diáconos (diaconisas) y aun diría pastores (pastoras) esto es muy posterior, la Iglesia incipiente de Jerusalem, reconocía el liderazgo de aquellos y aquellas que habían estado con el Señor, así como también la diversidad de dones carismáticos que nuestro Señor había entregado a la congregación de Jerusalem. Roger R. Smalling, pastor de la Iglesia Presbiteriana de América (PCA), en su escrito La ordenación de las mujeres para el oficio del diaconado dice lo siguiente Diferencia entre títulos y funciones La palabra diácono viene del verbo griego Diakonizomai que significa ―servir". El nombre griego diáconos, derivado de ese verbo, significa simplemente un siervo. Esto presenta una complicación cuando estudiamos la cuestión del oficio del diácono, porque a menudo la Biblia usa estas palabras sin referirse al oficio mismo, sino solamente como una descripción de alguna actividad de servicio realizado. Después de todo, es normal que los cristianos sirvan a Dios o a la iglesia sin títulos de oficio. Los diáconos son 'siervos". Pero no todos los que sirven son diáconos. Por lo tanto, en algunos estudios teológicos, es necesario distinguir entre el uso titular de un término, versus su uso funcional. La pregunta es, entonces, cuando el término griego "diáconos" es aplicado a una persona, ¿cómo lo distinguimos del oficio de diácono versus una simple descripción de una función que un cristiano está realizando, sin tener título del oficio? Normalmente el contexto lo indica. Hay ejemplos de uso funcional, no titular, de la palabra griega "diáconos". (Nota: En los textos bíblicos citados, la palabra castellana que traduce la palabra griega "diáconos" está en itálicas.)

Y pone varios ejemplos y así cuando llega a la parte de los siete diáconos y da la siguiente explicación, en donde una vez mas no da ningún argumento porque se escogieron siete varones y no siete mujeres y simplemente da por sentado, sin decirlo, que aquí se refiere al uso titular y no al uso funcional lo cual no es posible porque la Iglesia no está estructurada, como ya lo mencionamos hace unos momentos. Dice: Argumento de Hechos 6 Se acepta en casi todas las denominaciones que este capítulo habla de la elección de los primeros diáconos. Es notable que todos fueran varones. "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio..." V.3 Los proponentes de diaconisas contestan que no es forzosamente cierto que no se eligieron mujeres en ocasiones posteriores, sólo porque los primeros diáconos fueron hombres. Sin embargo, es notable que los apóstoles no dijeron, "personas", sino especificaron el género masculino con la

palabra, "varones". Es difícil encontrar en el contexto circunstancias especiales diferentes que de las de hoy en día que requería que los candidatos diaconales sean varones. Tenía que ser por una convicción de la parte de los apóstoles, no porque la situación era distinta de las que encontramos hoy.

Un servidor lamenta que nuestro hermano Smalling no define si el termino diacono en este pasaje es titular o es funcional, si es titular como lo puede ser si la Iglesia todavía no está estructurada, si es funcional, entones los apóstoles responden a una necesidad concreta de resolver el problema de atención a las viudas griegas y Judías en la Iglesia creciente de Jerusalem, entonces la atención no está en quienes fueron los que sirvieron las mesas, sino en cómo ser equitativos en la distribución de los alimentos. Febe y Junias, un tema de discusión No cabe duda que estas dos mujeres del libro de Romanos, han causado más controversia que muchas de las otras mujeres que vemos en Hechos y en las Epístolas, pues Pablo al mencionar a Febe, diaconisa de Cencrea y a Junia que unos creen que es hombre y otros afirmamos que es mujer se ha recrudecido la discusión, veamos ahora que nos dicen los exegetas sobre quienes fueron estos personajes y cual su posición en la Iglesia. Febe, diaconisa de Cencrea Una vez más comento a Michael Green que nos dice: ―Febe, en Romanos 16:1 ocupa una posición oficial. Ella es patrona de la Iglesia, que tiene asiento en su hogar, y su categoría en de una diaconisa acreditada como tal‖. El Rev. Peter Denadmirant nos dice lo siguiente: Febe, igual como Lidia, estaba en una posición económicamente buena, lo cual le permitía viajar cuando era necesario. Ella era diaconisa de la iglesia de Cencrea, el puerto oriental de Corinto. Diaconisa significa un cargo oficial en la iglesia, un cargo cuyo contenido es difícil de determinar. Por lo menos significa servir en todo lo que era posible. En el Pablo dice que el cargo de esta hermana, no era solamente el de diaconisa, puesto que ella, en realidad, ayudaba a muchos. Por esa razón la iglesia debería recibirla.

Por otro lado veamos lo que Margarita Muñiz comenta de otra palabra que recibe Febe y que es la palabra próstasis. Es interesante, además, analizar otro de los términos aplicados por Pablo a Febe: "prostátis". Esta palabra significa "alguien que se pone al frente, alguien que preside". Tanto en la literatura extra bíblica como en todo el Nuevo Testamento, esta palabra se usa para hacer referencia a alguien que está ejerciendo una posición de autoridad, y no labores secundarias.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Pablo usa la forma verbal de esta palabra para describir a los que dirigen y presiden la congregación (1ª Tesalonicenses 5:12; Romanos 12:8; 1ª Timoteo 5:17). Los Padres de la Iglesia usaban la forma masculina de "prostátis" para describir a aquellos que presidían en la comunión. Josefo la usa para referirse al líder de una nación, una tribu o una región.

Veamos ahora lo que dice el Pbro. Bernabé Bautista en su folleto La ordenación de las mujeres: Desde una perspectiva bíblica, histórica y teológica: Romanos 16:1 no quiere decir que Febe era diaconisa, ya que el termino griego diakonon (Acusativo, singular, masculino) debe de traducirse con el siguiente sentido ―Febe… la cual está al servicio de la Iglesia de Cencrea.‖ Así pues Febe estaba al servicio de la Iglesia, tal y como lo estaba cualquier mujer creyente.

Que me perdone mi hermano pero hay varios errores en su acercamiento, para empezar no nos dice cuál era el servicio que hacía Febe y las demás hermanas en el servicio a la Iglesia, pregunto: ¿estaba en calidad de guardatemplo, o era la persona que hacia el aseo, o qué? Segundo, porque Pablo le da este título a la hermana Febe, el tiene la idea de que la Iglesia de Roma reconozca a Febe que ha ayudado a muchos y aun a mí mismo. El comentario exegético explicativo d la Biblia dice: Por lo menos no hay por qué dudar que hubiera en las iglesias primitivas diaconisas que atendieran a las necesidades de los miembros, por lo menos, allá por el reinado, según nos informamos por la célebre carta de Plinio dirigida a aquel emperador las había en las Iglesias orientales. Año 120 a 160 He considerado sumamente necesario arrancar la verdad, incluso mediante la tortura, a dos esclavas a las que se llamaba servidoras. Pero no logre descubrir otra cosa que una superstición irracional desmesurada. La palabra servidora en latín es ―ancianos‖, mientras que en griego es diakonon. El excelente helenista que era Marcel Durry traduce su título por ―diaconisas‖, aunque las diaconisas todavía no Existían como tales. Parece que no nacieron hasta más Tarde, en Siria, probablemente en el año II9. El término diáconos Designa a un ministro de una comunidad cristiana. Es el término que Pablo se aplica a sí mismo (1 Cor 3,5; 2 Cor 3,6s; 4,1; 5,18; 6,4; etc.) E incluso a Cristo-servidor (Ro 15,8). La carta de Plinio confirma, por tanto, que las mujeres ocuparon funciones importantes e incluso de dirección.

Con ello, un documento no cristiano confirma la idea de que dos mujeres fueron diaconisas, lo veremos más ampliamente en otra de las secciones: ―Mujeres diaconisas en la historia‖

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Junia: la gran apóstola Mucho se ha discutido si Junia fue hombre o mujer Por ejemplo Lorenzo Luévano dice lo siguiente: La verdad es que este nombre ha causado muchos problemas a través de la historia, el problema es que para algunos traductores este nombre es de mujer, y para otros es de varón; Efectivamente la palabra griega Iounian puede traducirse de 2 maneras, si se traduce por ‗Junia‘ nos da a entender que es una mujer, pero si traduce ‗Junias‘ (con s al final) da entender que es varón, ¿pero cómo saber cuál es la verdadera traducción.

A lo que un servidor dice, de acuerdo al libro diccionario del contexto del Nuevo Testamento se dice que: Junia es un nombre latino que siempre está en femenino y nunca una contracción de Juniano, pues este no es atestiguado en Roma por ningún manuscrito. Vemos como diferentes versiones han traducido el nombre El Códice Sinaítico, el códice Vaticano, los papiros P45, P 46,P47, la Septuaginta, la nova ahidica, la Kadosh Israelita, la septuaginta de juneman, la peshita siriaca, Copta, todas ellas traducen Junia, femenino. La peshitta española y la Biblia ortodoxa romana, la versión de la universidad de Jerusalem. Junia en la historia Quisiera citar a un investigador científico de la Biblia: Ariel Álvarez V. acerca de este tema en su libro ¿Qué sabemos de la Biblia? (nº 9, pp. 100-103): Tenemos el testimonio de casi todos los Santos Padres y escritores antiguos que comentaron la Carta a los Romanos. Siempre que hablaron de este personaje, lo consideraron una mujer. Por ejemplo Orígenes (en el siglo III), al hacer referencia al nombre de Junia, lo escribe en su forma femenina. También San Juan Crisóstomo, obispo de Constantinopla, un día que predicaba en la Catedral sobre la Carta a los Romanos, dijo conmovido: ―Ser apóstol es algo grande. Pero ser «ensalzada» entre los apóstoles, ¡qué extraordinaria alabanza significa eso! ¡Caramba! ¡Aquella mujer debió de haber tenido una gran personalidad, para merecer el título de apóstol!‖ Después de él, una larga fila de autores (como San Rufino, San Jerónimo, Teodoreto de Ciro, Ecumenio, San Juan Damasceno, Haymo, Rabano Mauro, Lanfranco de Bec, Atto de Vercelli, Teofilacto, San Bruno, Pedro Abelardo, Pedro Lombardo) afirmaron sin dudarlo que el ilustre apóstol elogiado por Pablo era una mujer. Este es un dato muy importante, porque nos muestra que a todos los escritores antiguos la palabra Junia les sonaba espontáneamente a nombre femenino y no masculino; es decir, que en esa época el nombre no era usado por varones.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. [...] La única voz discordante, a lo largo de todos estos siglos, es la de Epifanio de Salamina (en el siglo IV). Este monje, en contra de todas las opiniones antiguas, es el único que afirmó que Junia era un varón; y para aportar más datos, dijo que llegó a ser obispo de Apamea, en Siria. Resulta lógico, pues, que un escritor como Epifanio, con ideas tan negativas sobre el sexo femenino, buscara evitar por todos los medios que una mujer estuviera incluida entre los apóstoles, máxime teniendo en cuenta que se la elogiaba como ―ensalzada entre todos los apóstoles‖. Por eso el testimonio de Epifanio, único que considera a Junia un varón, debe ser dejado de lado. Por lo tanto, debemos concluir que todos los Padres de la Iglesia, hasta la Edad Media, tuvieron a Junia por Aposol. A partir del siglo VIII aparece la novedad de los acentos, en la lengua griega. Por lo tanto, los nuevos manuscritos que empiezan a circular en esta época los incluyen. Así, nosotros podemos fijarnos cuál es el acento que los escritores pusieron sobre el nombre de Iounian en las nuevas copias de la Carta a los Romanos. ¿Y con qué nos encontramos? Con que los manuscritos compuestos a partir del siglo VIII ponen sobre Junia el acento propio de un nombre femenino (Iounían). Junia, pues, sigue siendo considerada una mujer. [...] Pero en el siglo XIII empiezan a surgir las primeras dudas sobre el género de este nombre, rompiendo el amplio consenso que había existido entre los Padres y escritores de la Iglesia durante doce siglos. Un teólogo y filósofo italiano, llamado Egidio de Roma, se convirtió en el primero en afirmar que Junia era un varón, y empezó a llamarlo ―Junias‖. Pero Egidio no se basaba en ninguna prueba, ni en ningún argumento. La única explicación que daba era que una mujer no podía haber sido apóstol, y por lo tanto Junia tenía que haber sido un varón. Tal prejuicio se convirtió así en el gran argumento para negar lo que siempre se había afirmado: la feminidad de Junia. Y desde entonces, muchos se adhirieron a esta postura y la defendieron. [...] El infundio que Egidio echó a andar adquirió pronto grandes proporciones, y la hipótesis de ―Junias‖ fue ganando nuevos adherentes. Pero como ―Junias‖ era un extraño nombre para un varón, y para hacer más plausible esta teoría, sus defensores comenzaron a decir que se trataba de una forma abreviada del nombre ―Juniano‖. Sin embargo, los estudios modernos han demostrado que nunca, en ningún escrito antiguo, sea en griego o en latín, se encontró jamás un hombre llamado ―Junias‖. En cambio mujeres llamadas Junia existen muchísimas, más de 250 en la literatura antigua. Por lo tanto, hoy no caben dudas de que Junia era una mujer, a pesar de que actualmente algunas Biblias traigan erróneamente el nombre de ‗Junias‘ (en su forma masculina).

Escuchemos lo que Craig S Kenner comenta sobre Junia.: [...] contra los intentos de hacer ‗Junias‘ una contracción del masculino ‗Juniano‘, esta forma no es atestiguada en Roma; los

lectores antiguos cristiano reconocieron que Junias era una mujer. Debido que ella y Andrónico viajaban juntos sin que eso causara escándalo, y la soltería era rara, seguro era un equipo de esposo y esposa; los equipos de esposo y esposa eran conocidos en algunas profesiones, tales como el médico y mercaderes de baja clase. La manera más natural de leer la frase griega es que ambos eran apóstoles (cf. NVI); algunos interpretes modernos han rechazado esta lectura principalmente porque presuponen que las mujeres nunca ocuparon ese cargo. (p. 447)

Ahora escuchemos lo que Catherine J. Riss dice sobre Junia: En Romanos 16:7, Pablo elogia a una mujer, llamada Junia junto a Andrónico, como ‖muy estimados entre los apóstoles‖ A pesar de la mala traducción moderna de su nombre como ―Junias‖ masculino ―o Junius‖, ningún comentarista antes del año 130 preguntaba si este apóstol era una mujer (1)Por ejemplo, Juan Crisóstomo, cuyas escrituras a menudo expresan la misoginia, escribió de Romanos 16:7 ―cómo grande es la devoción de esta mujer que ella debería ser contada como digna de ser denominada apóstol! ‖ (2) Resulta particularmente asombrosa que el mismo pensamiento perdurara por casi un milenio antes de erosionar la intolerancia de ministerios de mujer en la iglesia medieval. La razón del testimonio es simple: todos los manuscritos antiguos griegos y latinos que elogian a los apóstoles en Romanos 16:7 se leía ―Junia‖ ―o Julia‖, ambas formas femeninas. Tanto Junia como Julia eran los nombres de la mujer, muy común en la antigua griega, mientras que las alternativas masculinas sugeridas por comentaristas modernos no tienen ninguna evidencia de manuscrito para apoyarlos. ―Junius‖ y ―Junianus‖ sugerido por unos, son los nombres de un buen hombre romano. ¡Sin embargo, ellos no aparecen en NINGÚN manuscrito antiguo de Romanos 16:7! … Hasta el momento, ni una referencia en la literatura antigua ha sido citada por cualquiera de los defensores de la hipótesis Junias (Junius). .. Esto ya implica que no tenemos un solo fragmento de evidencia de que el nombre Junias alguna vez existió‖ (3) Nota que Brooten no sólo habla de la carencia de este nombre en manuscritos en el NT, incluso en cualquier manuscrito antiguo, Griego o latino, secular o sagrado. Ciertos manuscritos primitivos realmente contienen una variante en el nombre que también es femenino. ―Julia‖ es encontrada en P46, ello, pillar, eth, y Ambrosiaster. P46, un manuscrito de papiro que data aproximadamente del año 200 D.C, es uno de los manuscritos del griego más antiguo y confiables del NT existente. En Romanos 16:7, P46 lee ―a Julia‖, que sólo puede ser femenina. ¿Cómo debe entenderse esto? En Romanos 16, Pablo elogia de modo significativo a una apóstol mujer. Sin embargo los traductores encontraron que una apóstol de mujer es inaceptable, arreglaron el nombre original por ―Junias‖ substituyendo la propia palabra por la Palabra de Dios. Encontraremos que esta actitud y práctica han sido demasiado comunes: restringir el derecho de la mujer 17


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. gracias al influjo cultural de la época de los traductores y al legalismo religioso. ¿Qué dice la Biblia? Pablo llama a Junia como pariente y compañera de prisiones. Como Pablo, ella había sufrido la persecución y el encarcelamiento por el Evangelio. Claramente, conocían su ministerio y fe hasta fuera de la iglesia. A veces olvidamos como los primeros cristianos, bajo el puño de hierro de pagano Roma, tuvieron que sufrir por proclamar a Jesucristo como Señor. Para Junia y Andronico (quizás su marido), ser un apóstol no era una materia de privilegio como si lo era ser un prisionero por causa de Cristo. Según Romanos 16:7, Junia se había hecho cristiana antes que el mismo Pablo. Su conversión ocurrió unos años después de la Resurrección de Cristo, Junia debe haber sido una de las primeras que se convierte al cristianismo y probablemente era una de los fundadores de la iglesia en Roma. Ella podría haber viajado a Jerusalén para la Pascua de los judíos y atestiguar la crucifixión y más tarde, la ascensión de Cristo resucitado. O quizás ella era una ―de los visitantes de Roma, tanto judíos como prosélitos,‖ quien fue convertida por las mujeres y los hombres que, llenados con el Espíritu de Dios, proclamaban las maravillas del poder de Dios en Pentecostés. Sabemos que la iglesia romana fue establecida antes de que Pedro y Pablo viajaran allí (Ro. 1:7-13). Pablo escribe que después de Su resurrección, Cristo apareció a 500 ―hermanos‖ en un tiempo y más tarde a todos los apóstoles, la mayor parte de quien todavía vivían (yo Cor. 15:5-7). En el griego, ―los hermanos‖ son un término genérico, figurado para todos los cristianos verdaderos (5). Note además que en 1 Cor. 15:5-7 ―los apóstoles‖, quien atestiguaron Cristo resucitado son distintos, además de los Doce que eran apóstoles, por ende es un término que se extiende no sólo a ellos. Pablo se llama‖ el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios‖ pero llamó a Junia‖ muy estimada entre los apóstoles. ‖ Sería maravilloso saber más sobre Junia, Andronico y la fundación de la iglesia en Roma, pero este cuerpo seminal de creyentes en gran parte fue borrado durante las persecuciones de Nerón, muriendo su historia con ellos. ¿Qué sabemos sobre los apóstoles? Según el Nuevo Testamento existente los apóstoles eran comisionados por Dios como:(6) operadores de milagros, (6) testigos que proclamaron la resurrección de Cristo, (7) fundadores y líderes de iglesias, (8) predicadores, (9) profesores, (10) discípulos, (11) y los gerentes financieros de la iglesia (12). No cada apóstol necesariamente fue implicado en todos estos ministerios, no hay ninguna razón de pensar que un apóstol aprobado como Junia fuera excluido de cualquiera de ellos. A diferencia de muchas iglesias hoy, los creyentes del 1r siglo honraron a las ministras Mujer que Dios les dio. Los que argumentan en desmedro la contribución de Junia deberían recordar que Pablo no habla de ella como un apóstol menor, por el contrario la elogia como excepcional, ―muy estimada‖ entre los apóstoles. Ella era un apóstol tan estimada que los perseguidores 18

paganos y judíos de los cristianos la vieron como peligrosa y la encarcelaron para impedir que siguiera con su misión apostólica, al parecer sin éxito, ya que ella y Andronico habían sido liberados y valientemente seguían en el ministerio de la iglesia en Roma cuando Pablo envió su epístola allí.

Creo que con eso es suficiente para demostrar que Junia fue mujer y fue la apóstola Junia. La mujer en el ministerio del apóstol Pablo Mucho se le ha criticado al Apóstol Pablo y se le ha acusado de ser un misógino, sin embargo si analizamos los pasajes por los que se le ha criticado, nos daremos cuenta que de ninguna manera siente rechazo o repulsión a las mujeres, sino al contrario les da el lugar que Dios les ha dado y las respeta. Baste sólo un ejemplo, en la epístola a los Romanos Pablo menciona una lista muy larga de mujeres que le estuvieron apoyando en su ministerio y por ejemplo habla de varones solos Rufo, de mujeres solas, Persida, compañeros varones Urbano y Estauqis, compañeras Evodia y Sintique, parejas Priscila y Aquila, en donde primero se menciona a Priscila, en donde un comentarista nos dice que se le menciona primero porque trabajaba mas y Andronico y Junia. Con ello me pregunto, si estas hermanas caminaron y trabajaron cn el mismo ahincó que los demás varones se les puede negar hoy en día con el privilegio de predicar, bautizar y ser ordenadas para los diferentes ministerios de la iglesia. De la iglesia carismática en su liturgia y flexible en su forma de gobierno a la iglesia rígida en su liturgia y forma de gobierno Antes de estudiar los dos pasajes que han sido los que mas se han utilizado para fundamentar tanto la ordenación como la no ordenación de la mujer al ministerio pastoral, déjenme primero tocar el tema de los dones en la Iglesia Carismática del primer siglo. Pablo habla de los Dones que el Espíritu Santo da a la Iglesia y los menciona en tres pasajes, en Romanos 12:1-8 y nos dice que son Profecía, de servicio, enseñanza, exhortación, repartimiento, el que preside, el que hace misericordia. En 1 de Corintios 12 nos menciona que hay diversidad de dones, de ministerios y de operaciones y estos son: Palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas, interpretación de lenguas. En Efesios 4:1-16 Apóstoles, Profetas, evangelistas, pastores y maestros.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Listas de dones en el Nuevo Testamento Romanos 12:6-8

1 Corintios 12:8-10

Profecía Servicio Enseñanza Exhortación Reparte Liderazgo Misericordia

Sabiduría Conocimiento Fe Sanidad Hacer milagros Profecía Discernimiento espíritus Lenguas Interpretación lenguas

Efesios 4 Apóstol Profeta Evangelista Pastor Maestro

de de

1 Corintios 12:28-30

1 Corintios 14:1-28

1 Pedro 4:10-11

Apóstoles Profetas maestros Hacer milagros Sanación Ayuda Administradores Lenguas Interpretación lenguas

Profecía Lenguas Interpretación lenguas

Hablar Ministrar

de

de

Si pudiéramos contemplar la vida y los cultos de la Iglesia del primer siglo nos asombraría como los hermanos y hermanos utilizaban los dones del Espíritu Santo, como dice Pablo para la edificación del cuerpo de Cristo, pregunto si estos Dones que fueron otorgados por el Espíritu Santo, fueron propiedad exclusiva del varón, o como dice que El Señor que El no hace acepción de personas. Yo estoy convencido que estos dones fueron dados a hombres y mujeres para la edificación del cuerpo de Cristo, su Iglesia, hombres y mujeres. Ahora si nos enfrentamos a los dos pasajes que han sido tema de tanta discusión en nuestra Iglesia Presbiteriana y que nos han llevado a conclusiones tan diferentes, pues en base a estos dos pasajes: 1 de Corintios 14:26-40 y 1 de Timoteo 2:9-15 se ha definido la postura en contra de la ordenación de la mujer, y así por ejemplo, el Pbro. Bernabé Bautista dice: Un pasaje contundente es 1 de Corintios 14:‖…vuestras mujeres callen en las congregaciones, que estén sujetas.‖ Y después agrega refiriéndose a 1 de Timoteo 2:11-15 ―Otro texto demoledor‖, con ello concluye: ―…Por esto afirmo que la

Palabra de Dios, la historia, la psicología, la razón y la idiosincrasia del mexicano no permite que las mujeres ocupe puestos oficiales (pastorado, ancianato y diaconodo) dentro de nuestras Iglesias Presbiterianas.

Qué lástima que el Pastor Bernabe apele a la idiosincrasia, cuando él sabe que nuestra postura es machista y que cada hay más violencia domestica por el concepto que el hombre (varón) tiene de sí mismo y que, como dijera José Alfredo Jiménez, ―sigo siendo el rey‖. Ahora vamos a una exegesis sana del porque Pablo dice lo que dice en 1 de Corintios, y para ello deseo valerme del excelente trabajo de Irene de Foulkes, maestra del Seminario Bíblico Latinoamericano (Costa Rica) y que nos lleva a entender desde la exegesis bíblica la razón que mueve al apóstol Pablo a escribir lo que escribió y cuáles fueron sus razones. Sólo de antemano quiero marcar que en la Primera Carta a los Corintios Pablo desea ayudar a la Iglesia a resolver los problemas que está viviendo y en especial en los Capítulos XI al XV son problemas de tipo litúrgico y eso es entendible porque es una Iglesia que está en pleno crecimiento y no tiene mucho tiempo de formada. Protagonistas del culto cristiano Dos características de la iglesia de Corinto facilitaban la participación de las mujeres en la actividad eclesial: primero, la comunidad estaba organizada en células que se reunían en distintas casas de la ciudad; en segundo lugar, el ministerio era de tipo carismático. Al asistir a una reunión en una casa, las mujeres se encontraban en un ambiente que se consideraba propio de ellas, y que podía servir como lugar para desarrollar una nueva forma de relacionarse con otras personas, ensayar sus dones y prepararse para aquellos momentos cuando se reunía toda la iglesia en un solo local. Por otro lado, no existía un cuerpo ministerial consagrado ni una jerarquía eclesiástica que tuviera el mando sobre los demás miembros. Todos contribuían de alguna manera al ministerio de la comunidad eclesial por medio de sus distintas capacidades y dones. Como los dones del Espíritu no se limitaban a los hombres, las mujeres se encontraban calificadas también para asumir el papel de protagonistas en la iglesia. Dentro de una cultura que restringía mucho el rol de la mujer, esta característica de la comunidad provocaría conflictos al interior de la Iglesia y también con la sociedad en general. Un servidor comenta que durante el culto cristiano las mujeres participaban activamente y por ello Irene de Foulkes nos dice:

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. En medio de toda una argumentación sobre un aspecto de la presentación personal de las mujeres que tomaban la palabra en el culto, se revela que ellas ejercieron dos funciones claves en la liturgia. En representación de toda la congregación algunas mujeres se presentaban ante Dios para dirigirle la palabra en la oración. También cumplían el rol complementario de dirigir la Palabra de Dios a la iglesia por medio de la profecía, es decir, por un discurso razonado que enseñaba y orientaba a la congregación.

¿Participaron también las mujeres en la celebración de la cena del Señor? En la sección de la carta que intenta corregir ciertos abusos en el ágape asociado con la Cena, las correcciones se dirigen en forma amplia a los que se portaban incorrectamente pero no se define quiénes estaban autorizados para asumir el papel de dirigentes litúrgicos. En otros asuntos tratados tampoco se revela quiénes debían de llevar a cabo las acciones recomendadas por Pablo. Cuando una instrucción era lanzada a toda la iglesia, su cumplimiento necesariamente involucraba a las mujeres dotadas para el liderazgo y reconocidas en ese papel Pasamos ahora al arreglo personal que las mujeres profetizas y que oraban en los cultos debería llevar para dar testimonio. Que todo el mundo se fija en el arreglo de las mujeres es una característica no sólo de nuestra sociedad. La presentación personal de las mujeres profetas de Corinto era el blanco de la atención de ciertas personas y la ocasión de una reacción de parte del misionero que fundó su iglesia porque no seguían una importante costumbre en cuanto al arreglo de su cabello. En una sociedad que no concedía mucho espacio público a las mujeres. Las pocas mujeres que se atrevían a actual a la vista de los hombres fueron evaluadas según un código bien definido de cómo debían de portarse y arreglarse. La gente juzgaba como honorables a las mujeres que cumplían estas normas culturales y esta reputación se hacía extensiva también a su familia o grupo social. En cambio las mujeres que no las acataban quedaban calificadas de indecentes y deshonestas y esta evaluación también tachaba al grupo que tolerara su infracción de las convenciones sociales. Las mujeres profetas habían desechado una de estas reglas que especificaba que la mujer debía tener el pelo largo pero bien recogido, arreglado en un peinado sobre la cabeza. Cumplir esta norma resguardaba la dignidad de una mujer y la autorizaba para presentarse en la sociedad fuera de su casa. En contraste, el cabello suelto era visto como un estímulo erótico, y por eso una parte ―privada‖ del cuerpo, que sólo el esposo debía de mirar y esto en privado. Llevar el pelo suelto en público significaba un ultraje al pudor asociado con prostitutas o con la celebración de ritos

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religiosos de tipo orgiástico, como los del culto a Dionisio dios del vino. Los profetas no eran inconscientes de que estaban transgrediendo las buenas costumbres, y hay que suponer que tenían sus propias razones para ello. Un precedente para su conducta se podría encontrar en el pelo suelto de las pitonisas o profetisas de los oráculos de la religión clásica griega, que se abandonaban al espíritu del dios y comunicaban su mensaje en estado de éxtasis. Sin embargo, los profetas cristianos no perdían el control de sí mismas bajo la influencia del Espíritu Santo, ni dejaban de ejercer su propia razón. Es mucho más probable que las mujeres carismáticas formaban parte de un sector apocalíptico de la iglesia que no esperaba ninguna resurrección futura sino que creía que los cristianos gozaban ya de aquella existencia semejante a la de los ángeles, sin distinción de sexo. Si este fue el caso, las mujeres podían haberse sentido justificadas al abandonar ciertas costumbres que señalaban la diferencia entre varón y mujer. Cierto parangón se encuentra en el culto a la diosa Isis, que se extendía rápidamente por el mundo helenístico en este mismo período. La devoción a Isis encontró mucha acogida entre las mujeres, en parte porque se pregonó que ella equiparó el poder de las mujeres con el de los hombres. La figura de Isis se representaba con una abundante cabellera derramada sobre su cuello, y sus devotas también se soltaban el pelo en los cultos de adoración. También es posible que las mujeres profetas consideraban que el lugar donde se celebraba el culto cristiano -una casa- no era en realidad un espacio público; podían ejercer su rol en la liturgia sin llevar la cabeza cubierta por un complicado peinado. Cualquiera que fuera su motivación, las mujeres profetas se toparon con un hecho que las paró: algunos hombres se escandalizaron por esta libertad de las mujeres. Pablo habló por este sector, y pidió a las mujeres que adaptaran su criterio de libertad a las susceptibilidades de los hombres. De esta manera se introdujo en la iglesia, desde este momento inicial de su historia, una práctica demasiado común en la sociedad: responsabilizar a la mujer por las debilidades del hombre. Solamente con una auto-limitación en cuanto a su arreglo personal podían las mujeres alcanzar la autoridad necesaria para cumplir su ministerio. Interrupciones de la mujer en el culto Un servidor comenta que Pablo toca el punto medular que es el que la mujer interrumpía el culto, seguramente por preguntar o debatir lo que ahí se estaba mencionando, recuérdese que hombres y mujeres vienen del mundo grecoromano en donde había mucho desorden, véase por ejemplo el culto a afrodita en Corinto. Y en inciclopedia una página de


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Internet nos dice que: Afrodita tenía sus propios festivales, que, en tal alarde de originalidad, decidió llamarlas las Afrodisias. Dichas fiestas consistían en relaciones sexuales con las sacerdotisas en los templos dedicados a Afrodita. Es decir, que era una excusa barata de la época para montar orgías sin que nadie lo impidiese. Razón por la que Afrodita fue tan querida en aquella época, llegando incluso a fundarse una ciudad en su honor. El escenario es un salón o un atrio de la casa de uno de los pocos cristianos que disponía de este espacio; cabían no más de unas 50 personas de pie. El culto era altamente participativo: entre otros elementos litúrgicos se destacaban numerosas personas que prorrumpían en otras lenguas o entregaban mensajes inspirados por el Espíritu (los dones de glosolalia y profecía). A menudo sucedía que muchos sentían la inspiración del Espíritu al mismo tiempo, e insistían en expresar de una vez lo que habían recibido. El alboroto que se producía no solamente estorbaba el buen desarrollo del culto sino que escandalizaba a las visitas... o por lo menos así creía Pablo, basándose en una carta que le había llegado de parte de algunos líderes de la iglesia. Había además otro tipo de intervención que agregaba más voces al bullicio: algunas personas lanzaban preguntas acerca del significado de un discurso o una manifestación carismática. Una buena parte de este grupo la constituían las mujeres, o por lo menos era la intervención de éstas lo que llamaba la atención de los demás, puesto que las mujeres no debían de opinar ni de preguntar en público, según las normas sociales de la época. Se consideraba especialmente ofensivo que una mujer hablara con otro hombre que no fuera su esposo, como revela el siguiente fragmento de un discurso del 1er siglo, en que Tito Livio denuncia a ciertas mujeres que se habían presentado en el Foro de Roma: ―¿qué clase de conducta es ésta?… ¡hablar con los maridos de otras mujeres!... ¿No podíais plantear las mismas preguntas a vuestros maridos en vuestras casas?‖. Diferencia entre el capitulo XI y el XIV Comento Pablo no niega que los dones espirituales de 1 de Corintios 12:28-31 han sido otorgados a la Iglesia ―para la edificación del cuerpo de Cristo y que Dios no hace acepción de personas, que lo mismo son hombres que mujeres quienes reciben cada uno de los dones, y así lo certifica en el cap. 11, cuando habla de las mujeres que oran y profetizan. Obviamente las interrupciones de las mujeres con sus preguntas en medio del culto representaban una situación distinta a la que se vio en el capítulo 11, donde se trataba de la contribución de las mujeres a la liturgia. Ahí su protagonismo en la oración y la profecía no fue cuestionado sino autorizado, con la salvedad de que ellas observaran las

normas de su cultura en cuanto al arreglo personal apropiado para llevar ese papel en una reunión mixta. Pero no todas las mujeres estaban capacitadas o dotadas para ese rol; muchas eran simples asistentes. Si su conducta demasiado informal estorbaba el culto, debían de callarse, sobre todo si incurrían en la falta de comentar algo con un hombre que no fuera su propio esposo. En una comunidad eclesial tan recién formada como la de Corinto, las personas que ejercían dones carismáticos también se encontraban en las etapas iniciales de la fe, y entre estas estaban las mujeres profetas. Ellas podrían haber participado en la conducta censurada en el capítulo 14. Así como el arreglo de su cabello debía de conformarse a las costumbres de la sociedad, también su forma de relacionarse con el otro sexo. “No permito a la mujer que hable” La pregunta clave en primer lugar es que significaba para las hermanas de Corinto esta orden del apóstol. En primer lugar tengo que decir que el apóstol no se refiere a todas las mujeres, pues en el v. 35 dice que pregunten a sus esposos, y puedo asegurar sin temor a equivocarme que en la congregación de Corinto no todas las mujeres estaban casadas, pues seguramente había viudas, solteras y ellas a quien les iba a preguntar o quien les iba a enseñar y contestar todas las preguntas que ellas tenían de su nueva fe. Segundo, Pablo contempla un problema dentro del culto y es la interrupción que las mujeres casadas hacen, en primer lugar al preguntarle a un varón (lo cual estaba prohibido por la cultura grecorromana) o bien hacerle la pregunta a quien estaba dando el mensaje o la profecía, y vuelvo a repetir Pablo ha recibido noticias de lo que estaba pasando en la Iglesia y por ello desea poner un orden, es decir: Mujeres casadas, escuchen el mensaje y si tiene alguna duda pregunta quieta y reposadamente en su hogar, y no en el culto, para que el marido (creyente), y no otro hombre, cumpla su función de enseñar no solamente a la esposa, sino también a los hijos (Porque recordemos que quien enseñaba a los hijos era el pedagogo). Cuando Pablo dice que sujeten, como dice también la Ley, algunos exegetas piensan que aquí se refiere a la ley mosaico, pues él era un rabino judío y por lo tanto conocía muy bien la Ley, sin embargo Pablo no puede apelar a la Ley, puesto que la Iglesia está compuesta por judíos y gentiles, y estos últimos no conocían la Ley de Moisés y si tuviéramos tiempo estudiaríamos la ley griega y romana para confirmar mi apreciación.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La autoridad paulina En los vv. 36-40 Pablo retoma todo lo que ha estado enseñando respecto al culto y pide a la Iglesia que siga profetizando y que no prohíban hablar en lenguas (en donde en el capitulo XIV ya ha explicado cómo se debe hablar en lenguas en la Iglesia). 1 Timoteo2:9-25: “No permito a la mujer que enseñe” Me llama mucho la atención que la primera Carta a los Corintios fue escrita en una estadía que Pablo hace en Éfeso y que cuando Pablo le escribe a Timoteo su hijo espiritual, este también se encuentra en Éfeso, y el gran apóstol le dice: ―… Por esta causa te deje en Éfeso para que instruyeras a algunos que no enseñaran doctrinas extrañas.., por lo tanto ambas Epístolas tienen la misma función que es la de corregir algunas de las herejías y prácticas de la iglesia, así como poner en orden las cosas que se estaban saliendo de su lugar. Hay que recordar igualmente que en Corinto, la Iglesia de Éfeso es una iglesia nueva y pujante que crece muy rápido y que la mayoría eran gentiles, es decir una combinación de griegos y romanos y quizás unos cuantos judíos. Por el tema que estamos viendo, me llama mucho la atención que de los misioneros que mas impactaron la vida de la Iglesia, fueron Priscila y Aquila y el diccionario Ilustrado de la Biblia nos dice: ―En ocasiones el nombre de Priscila precede al de su marido, lo cual hace sospechar qué ella ocupo un lugar más prominente que el de su marido en la dirección de la Iglesia…No se sabe si ya eran cristianos antes de la visita de Pablo, pero pronto llegaron a ser dirigentes en la nueva iglesia en Corinto… En Éfeso la Iglesia se reunía en su casa y cuando Apolos llego lo instruyeron mas en las cosas de Dios, y quizás hasta la bautizaron… Con esto en mente y viendo que la Iglesia de Éfeso se reunían en su casa y que ellos seguramente predicaron la Palabra en los cultos, como es posible que Pablo le diga a la Iglesia que la mujer no puede enseñar. Veamos ahora una explicación del porque Pablo dice que la mujer no enseñe, ni ejerce autoridad. Para entender el pasaje hay que mirar con claridad cuál era la situación de la mujer en la cultura helénica Romana y para ello me baso en el escrito de Irene Folkes ―El papel de la mujer en 1 de Timoteo 2:11-15 Hay en efecto dos tipos de estructuras ciudadanas, mayores y menores: las mayores se llaman ciudades, las menores reciben el nombre de familias (oivki, ai); en virtud de esta división los hombres dirigen las mayores, y esta dirección se llama administración de la ciudad (politei, a), mientras que las mujeres dirigen las menores, esta dirección recibe el nombre de gobierno de la casa (oivkonomi, a). La 22

mujer no debe ocuparse, por consiguiente, de ninguna otra cosa que de las incumbencias domesticas. [3] Con este en mente y antes de entrar de lleno al pasaje, veamos la cuestión de las diaconisas que Pablo menciona en el capítulo 3 Vr. 11 en donde Pablo habla de las cualidades de las mujeres (por no poner diaconisas), Suzanne Tune nos presenta la siguiente declaración Como el texto sólo habla de mujeres, se plantea si se trata de esposas de diáconos o de mujeres que ellas mismas eran diáconos. Si el autor se refiriera a las primeras, habría escrito sus mujeres. Al faltar el adjetivo posesivo, se concluye que se trataba de mujeres diáconos. Vayamos ahora al bosquejo exegético del pasaje. Bosquejo exegético de 1 Timoteo 2:11-15 I. Pablo pide a la mujer que esté en silencio y sujeta. (2:11) A. Pablo pide que la mujer esté en silencio (2:11) B. Pablo pide a la mujer que se sujete (2:11) II. Pablo no permite a la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre (2:12) A. Pablo impide a la mujer enseñar al hombre (2:12) B. Pablo no permite a la mujer ejercer dominio sobre el hombre (2:12) III. Pablo dice que la causa del silencio y la sujeción de la mujer se debe a que Adán fue Formado antes que Eva y esta fue la que incurrió en trasgresión. IV. Pablo dice que la salvación de la mujer será por medio de engendrar hijos, siempre y cuando permanezca en fe, amor y santificación, con modestia. (2:15) A. Pablo dice que la mujer se salvará engendrando hijos. (2.15) B. Pablo dice que la mujer debe permanecer en fe (2:15) C. Pablo dice que la mujer debe permanecer en amor (2:15) D. Pablo dice quela mujer debe de permanecer en santificación.

Veamos ahora el pasaje y aquí sigo a Irene de Foulkes: en los vv. 9-15 Pablo se centra en dos cuestiones problemáticas al menos en el culto público que estaban siendo probablemente propiciadas o como una consecuencia lógica de su trastorno en otros valores básicos de la fe, por la falsa enseñanza en medio de la asamblea. Por un lado trata el asunto de la estética y por otro, el de la participación de enseñanza de algunas mujeres. ―¿Qué quiere decir que Pablo no permite que una mujer enseñe ni ejerza dominio sobre un hombre?‖. “Que la mujer aprenda en quietud” Pablo señala ―la mujer en quietud aprenda con toda paciencia‖ (2:11). Cambia del plural al singular de gunh, aquí. No queda claro si es genérico (Mounce), es decir, toda mujer, o bien la esposa (Quinn). Varias versiones en español traducen h`suci, a como silencio, pero es mejor entenderlo


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. como quietud, tranquilidad (2:2). Según se desprende de 1 Tim 5, había mujeres viudas jóvenes que no estaban precisamente quietas. Más bien proliferaban de casa en casa con algunas conductas impropias. Esto da la pauta al menos, para pensar que algunas mujeres en Éfeso necesitaban estar quietas para aprender con sumisión. La quietud y sumisión era lo que se esperaba de un alumno o aprendiz. El sustantivo u`potagh, es raro, aparece solo 4 veces (2 Co. 9:13; Gà. 2:5; 1 Tim. 2:11; 3:4). Puede traducirse obediencia (BDLA) o sumisión. Aquí la sumisión podría estarse mostrando a los maestros, que por el contexto de 3:1-7 parecen ser los obispos “No permito a la mujer enseñar” A continuación dice: ―No permito que la mujer enseñe‖ (12). El infinitivo dida, skein está muy enfático al inicio de la cláusula. Sin embargo, no se dice a quién no debe enseñar, ni qué es lo que no debe enseñar. De hecho, Pablo esperaba que las viudas mayores enseñaran a otras mujeres. Una gran amiga de Pablo, Priscila, le ayudó en la etapa inicial de la iglesia en Éfeso. De hecho fue ella la que instruyó a Apolos. También no queda claro si Pablo está usando el presente con un sentido progresivo, ―no estoy permitiendo‖ (Knight) o en sentido gnómico (Mounce). Luego continúa Pablo ―ni ejerza autoridad/señoree/domine al hombre‖. auvqentei/n es hapax legomenon y además es escaso en la literatura extra bíblica. No hay claridad sobre su significado. Puede entenderse en un sentido positivo ―ejercer autoridad‖ o en un sentido negativo ―dominar‖. Muchos se inclinan por el sentido positivo (cp. las versiones en español). En relación a esto Daniel Steffen dice que: Estas mujeres herejes no solamente enseñaron sino también dominaron sobre los demás. auvqentein (dominar sobre) implica más que solamente tener un oficio de liderazgo en la iglesia. El verbo implica que estas mujeres ricas procuraron dominar sobre los demás. Tal dominación sobre otros nunca es aceptable para líderes

Ejercer autoridad Dependiendo de qué se considere respecto de gunh, también influye en quién se entienda por avnh, r aquí, si hombre en general, o el esposo en particular, o incluso el líder, obispo, etc. Luego termina el versículo ―sino que esté en quietud‖. Daniel Steffen concluye que: … avndroj (en 1 Timoteo 2:12 puede ser entendido en su forma general: humanidad o persona con el sentido de no permitir a estas mujeres herejes dominar sobre las demás personas en general. Sin embargo, el contexto demanda que avndro, j (refiere a ―hombre,‖ en contraste con gunh. No obstante el

significado de ―mujer‖ y ―hombre,‖ la interpretación ya puede ser válida que Pablo refiere a algunas mujeres herejes en particular que no deben dominar sobre ―hombres‖ en general. Si el liderazgo tiene ambos sexos (1 Timoteo 3:11), ninguno debe subyugar al otro.

El ejemplo de Eva Los hermanos que están en contra de que la mujer ocupe los ministerios, apelan al relato segundo de la creación y no mencionan para nada el primero relato, en donde cualquier buen exegeta se da cuenta que los dos relatos son complementarios, pues en el primero solo se nos dice que varón y hembra (Ha Adam be nequeba) fueron creados ambos a la imagen de Dios. En el segundo relato, siempre lo interpretan como que la mujer es la ayuda idónea ezer kenego, y no entienden que la idoneidad tiene que ver con ambas partes, y como nos dice Moisés Chávez, ―Una posible traducción de Ezer Kenego es ayuda contra El, es decir tierra d conquista y no una posesión exclusiva del varón. Por otro lado y siguiendo el orden de autoridad (dicen ellos), el hombre fue creado primero que la mujer, por ello al haber sido creado primero él es la suprema autoridad, pero al seguir esa secuencia entonces los animales son la autoridad porque ellos fueron creados primero. Veamos el relato de la caída como nos lo comenta Irene de Foulkes: Para reafirmar su postura, Pablo da dos argumentos derivados de Gen 2. En primer lugar dice ―porque Adán fue formado primero, luego Eva‖ (2:13). En segundo lugar añade: ―y Adán no fue engañado, sino la mujer al ser engañada se halló en trasgresión‖ (2:14). Quizás Pablo aquí habla de la vulnerabilidad de Eva y de la responsabilidad de Adán. En ese caso, los varones maestros son los que deben asumir la responsabilidad de la enseñanza en la iglesia de Éfeso, que está bastante deteriorada por la falsa enseñanza, y la mujer, que ha sido una de las principales víctimas de la falsa enseñanza debe sentarse y aprender. El problema con Eva, posee dos énfasis que se deben mencionar: el primer argumento no es la trasgresión de Eva, si no que fue engañada y derrotada, así es como se le distingue de Adam. Segundo Pablo no está interesado en el aspecto subjetivo a la decepción (el no está dejando impune la culpabilidad de la mujer) sino en la actividad objetiva de la serpiente en engañar a Eva. Esta es una evidencia de que Adam no fue engañado por la serpiente. Por eso Pablo apela a la historia de la creación por una razón específica, el teme que a través de argumentos de las mujeres maestras heréticas, no pase esto por su ignorancia. Eva sabía del mandamiento de no comer del árbol y puede ser que otras vez sea engañada y caer en transgresión y liderar al hombre otra vez a caer. [22]

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Concluyo diciendo que este pasaje tan utilizado por los que están en contra de la ordenación de las mujeres, a la luz de una buena exegesis y una mejor hermenéutica nos muestra, en primer lugar que el joven Timoteo tiene un problema en su Iglesia que Pablo le quiere ayudar a solucionar. 2) Pablo es coherente en esta Epístola con lo que El cree y enseña, es decir la participación de la mujer en el culto (lo cual era contrario a su formación rabínica) y el liderazgo que las mujeres ejercían en la vida de la Iglesia. Mujeres y hombres como sacerdotes según 1 Pedro 2:910 1 de Pedro es una de las Epistolas Universales y todas están dirigidas a Los elegidos esparcidos a través de Asia Menor. Probablemente a todo el cuerpo de cristianos en esa región, tanto judíos como gentiles. Pedro envía este mensaje espiritual de ánimo, instrucción y amonestación más que todo a las iglesias fundadas por Pablo, y por ello mi afirmación es que las dos cartas están dirigidas a las hermanas y a los hermanos cristianos que forman parte de ese real Sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las virtudes de aquel que os llamo. Algunos comentarios de ese pasaje son tomados de admin, amen, amen, net. Real Sacerdocio. ―El principal privilegio de un sacerdote es tener acceso a Dios. Bajo la ley, sólo el sumo sacerdote podía entrar al ‗Lugar Santísimo‘ y eso sólo una vez al año Hebreos 9:7; pero, cuando Cristo murió, el velo, un tipo del cuerpo humano de Cristo Hebreos 10:20, se rasgó, de modo que ahora los creyentes-sacerdotes, junto con Cristo el Sumo Sacerdote, tienen acceso a Dios en el Lugar Santísimo Hebreos 10:19-22. El Sumo Sacerdote está allí corporalmente Hebreos 4:14-16; 9:24; 10:19-22 ―. Comento que tanto el varon como la mujer, por medio de Jesucristo, tenemos acceso directo al Trono de Dios. No es sólo que el creyente-sacerdote toma el lugar de los sacerdotes levitas, sino que tiene los mismos privilegios que el sumo sacerdote aarónico. El sacerdocio aarónico precedió al sistema levítico y a la ordenanza del diezmo. Aunque la extensión de este concepto de abolir el diezmo nos parece raro a la mayoría de nosotros, esto es porque hemos construido un sistema de salarios, edificios, y dependencias más allá de lo que se enseña o está implícito en el nuevo pacto. Aunque el apóstol Pablo fue un gran evangelista que estableció muchas iglesias en casas particulares, trabajó como fabricante de tiendas para sostenerse y nunca se quejó seriamente. En realidad, lo prefirió de ese modo. (Véanse los capítulos sobre 1 Corintios 9 y Hechos 20).

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―En el ejercicio de su oficio, el creyente-sacerdote del Nuevo Testamento es una persona que ofrece un sacrificio cuádruple: 1. Su propio cuerpo vivo Romanos 12:1; Filipenses 2:17; 2ª a Timoteo 4:6; Santiago 1:27; 1ª de Juan 3:16 . 2. Alabanza a Dios, ―el fruto de nuestros labios dando gracias a su nombre, para que sean ofrecidas continuamente Hebreos 13:15; comparese Éxodo 25:22: ‗Desde encima del propiciatorio me declararé a tí‘. 3. Su substancia Romanos 12:13; Gálatas 6:6, 10; Tito 3:14; Hebreos 13:16; 3ª de Juan 1:5-6. 4. Su servicio, es decir, ‗hacer el bien‘ Hebreos 13:16. Segundo, el sacerdote del Nuevo Testamento es también un intercesor Colosenses 4:12; 1ª a Timoteo 2:1 ―. (80) Es importante darse cuenta de que, en el Nuevo Pacto, Cristo es el sumo sacerdote, y todo creyente es un sacerdote 1ª de Pedro 2:9-10; Hebreos 10:19-22; Apocalipsis 1:6. El primer maestro de la iglesia no es ni el sacerdote ni el predicador, sino el Espíritu Santo Juan 14:15-17; Juan 16:12-14. Dios dijo: ―Pondré mis leyes en su mente, y en su corazón las escribiré‖ y ―ya no enseñará ninguno a su prójimo‖ porque ―todos me conocerán‖ Hebreos 8:10-11. ¡El creyente-sacerdote está en el corazón del Nuevo Pacto! En vez de que los sacerdotes sean responsables de enseñar la ley mosaica, cada creyente es responsable por buscar espiritualmente la voluntad de Dios. Cada función llevada a cabo por el sacerdote del pacto antiguo que recibía diezmos es llevada a cabo ahora por cada creyente sacerdote. Nuevamente, ¡el creyente-sacerdote, no el pastormaestro, tomó el lugar del sacerdote del pacto antiguo! Lo que esta verdad le hace a la ordenanza del diezmo en la ley mosaica debería explicarse por sí solo. El ―pastor-maestro‖ de la iglesia del nuevo pacto desempeña un oficio enteramente nuevo, que no se encuentra en los reglamentos para sacerdotes en el pacto antiguo Hebreos 7:14-15. Este oficio no existe a causa de las provisiones de la ley mosaica, sino que funciona bajo principios de gracia y fe Hebreos 7:16. Puesto que la conexión no es lineal (en línea recta), no hay ninguna justificación bíblica para trasladar el diezmo de la ley a los pastores-maestros. En realidad, hay justificación bíblica para no trasladar las obligaciones del diezmo de los sacerdotes del pacto antiguo a los pastores-maestros Hebreos 7:14-19. Además, el diezmo no está incluido en la lista de requisitos para los ancianos y diáconos en Timoteo y Tito. El pastor-maestro del nuevo pacto tiene más en común con el profeta y, más tarde, con el rabino, que su sacerdote. Muchos profetas del pacto antiguo no eran levitas.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Ministraban por fe, dependiendo de las provisiones de Dios y sus propias manos en un oficio. Por consiguiente, es erróneo actuar como si el pastor del nuevo pacto hubiese reanudado actividades en el punto en que el sacerdote del pacto antiguo cesó y, por lo tanto, tuviese derecho al ―diezmo‖ del sacerdote. Hay que hacer un importante comentario final sobre la doctrina del sacerdocio de los creyentes. Los padres de la iglesia primitiva y los historiadores de la iglesia dan amplia evidencia de que no hubo ninguna distinción entre el laicato y el clero durante casi doscientos años. Cuando esta falta de distinción se perdió, cuando el clero evolucionó hacia una jerarquía superior, cuando el obispo local se transformó en un ―sacerdote-obispo‖, cuando la doctrina del sacerdocio de los creyentes fue hecha a un lado, comenzó a surgir en la historia de la iglesia un clero pagado, de tiempo completo, lo cual preparó el camino para que el diezmo volviera a entrar mucho más tarde en apoyo de un exclusivo ―sacerdocio‖ antibíblico en la iglesia. Desafortunadamente, aun la mayoría de las iglesias protestantes tratan a sus predicadores y pastores como ―sacerdotes‖ al esperar que ellos lleven a cabo la mayoría de las funciones sacerdotales en nombre de los laicos. Algunos de los comentaristas relacionan este pasaje con Apocalpsis 1:6, que nos dice ―… He hizo de nosotros un reino, sacerdotes para su Dios y Padre.‖ Entonces la función de hombre y mujer es el de ser sacerdotes para interceder por la familia y por su Iglesia, y cuantos de nosotros somos el resultado de esas oraciones sacerdotales que hcieron nuestros Padres (papa y mama), para nuestra salvación y para nuestra edificación. La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman): Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman): Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anuncien las virtudes de Aquél que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. Reina-Valera Gómez (© 2010): Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Reina Valera (1909): Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.

Sagradas Escrituras (1569): Mas vosotros sois el linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que mostréis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. ΠΕΤΡΟΥ Α΄ 2:9 Greek NT: Westcott/Hort with Diacritics: Ὑμεῖρ δὲ γένορ ἐκλεκηόν, βαζίλειον ἱεπάηεςμα, ἔθνορ ἅγιον, λαὸρ εἰρ πεπιποίηζιν, ὅπωρ ηὰρ ἀπεηὰρ ἐξαγγείληηε ηοῦἐκ ζκόηοςρ ὑμᾶρ καλέζανηορ εἰρ ηὸθαςμαζηὸν αὐηοῦθῶ ρ· 1 Peter 2:9 New American Standard Bible (© 1995): But you are a chosen race, a royal priesthood, a holy nation, a people for god's own possession, so that you may proclaim the excellencies of Him who has called you out of darkness into His marvelous light; La participación de las mujeres en los puestos de liderazgo de la iglesia en la historia Esto lo he tomado del documento mujeres sacerdotes, escrito por John Wijngaards, Traducción: Iveliss. Veamos en primer lugar a los Padres de la iglesia y su postura frente a la mujer: Los Padres de la Iglesia El Padre griego San Ireneo (140-203 DC) presenta en cambio, una interpretación más imparcial del relato del Génesis. Él culpa al demonio, en vez de a Adán y a Eva. Él sostiene que Adán es más responsable que Eva. Él también muestra gran empatía hacia las mujeres, cuando comenta sobre la súplica de la madre de los dos Zebedeos. Tampoco San Ignacio, otro Padre griego (murió en el 110 DC), tuvo resentimiento hacia las mujeres. Sí, la caída vino a través de una mujer, Eva, pero la redención vino a través de otra mujer, María. Desafortunadamente, Padres latinos tardíos, como San Juan Crisóstomo (344-407 DC), ofrecieron una interpretación mucho más negativa de la caída y sus consecuencias para las mujeres. La retórica anti-femenina comenzó particularmente con los Padres latinos. Tertuliano de Cártago (155-245 DC) fue uno de los peores. Lean esta obra maestra suya: ("Cada mujer debiera estar...) caminando como Eva, acongojada y arrepentida, de manera que por cada vestimenta de penitencia, ella pueda expiar más completamente lo que ella obtuvo de Eva, - el estigma, quiero decir, del primer pecado, y aborrecimiento (atado a ella como la causa) de la perdición humana. ‗Con dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido y él te dominará.‘ ¿No saben que cada una de ustedes es una Eva? La sentencia de Dios en el sexo de ustedes viven en estos tiempos: la culpa debe existir también por necesidad." "¡Ustedes son la puerta del infierno! ¡Ustedes son las que rompieron el sello de aquél árbol (prohibido)! ¡Ustedes son las primeras desertoras de la ley divina!

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. ¡Ustedes son las que le persuadieron (a Adán), pues el demonio no tenía el valor suficiente para atacarlo! ¡Ustedes destruyeron tan fácilmente a la imagen de Dios, al hombre! Por causa de lo que ustedes merecían – esto es, la muerte – aún el Hijo de Dios tuvo que morir!" "¿Y piensan en adornarse ustedes mismas y sobre sus túnicas de pieles?" Tertuliano, De Cultu Feminarum, libro 1, capítulo 1. También San Jerónimo (347-419 DC) culpa a la mujer de la caída de la gracia. Las mujeres sólo pueden superar su culpa teniendo hijos o absteniéndose del sexo y siendo vírgenes. A través de la abstención sexual, una mujer puede convertirse en "hombre". El castigo de la mujer, incurrido a través del pecado de Eva, puede ser deshecho mediante el tener hijos. Las mujeres santas casadas son santas porque viven como vírgenes. Una vida de virginidad puede superar la sentencia pasada a Eva. Encontramos en Ambrosiastro (Siglo IV DC) la misma actitud, cuyos escritos fueron erróneamente atribuidos a San Ambrosio. Él se las ingenia para combinar muchos prejuicios contra las mujeres en un mismo pasaje. "Las mujeres deben cubrirse sus cabezas, porque ellas no son la imagen de Dios. Ellas deben hacer esto como signo de sumisión a la autoridad y porque el pecado entró al mundo a través de ellas. Sus cabezas deben estar cubiertas en la iglesia, para honrar al obispo. De igual manera, ellas no tienen autoridad de hablar porque el obispo es la personificación de Cristo. Ellas deben hacer esto ante el obispo como ante Cristo, el juez, dado que el obispo es la representación del Señor. Por el pecado original, ellas deben mostrarse sumisas." "¿Cómo puede alguien insistir que una mujer es imagen de Dios, cuando ella está obviamente sujeta bajo el dominio del hombre y no tiene ningún tipo de autoridad? Por cuanto ella no puede enseñar ni ser testigo en una corte, ni ejercer ciudadanía ni ser juez – entonces, ciertamente, no puede ejercer dominio." (Sobre 1 Corintios 14:34, apriete aquí.) El Concilio local de Gangra en el Norte de África (325-381 DC) condenó a mujeres que pertenecían a la secta de Eustatio, quienes se ponían ropa de hombre y se cortaban el cabello para mostrar independencia de sus maridos. La sumisión de "toda la raza femenina" a los hombres como un castigo permanente fue también enseñado por San Crisóstomo. Ahora veamosla postura de la Iglesia en la Edad Media: El Decreto de Graciano (1140), del cual la Ley de la Iglesia se basaría hasta el 1917, tomó partido del juicio de Ambrosiaster, que asignaba al estado de sumisión de la mujer su rol en el pecado. "Ambrosio (=Ambrosiastro) dice: ‗Las mujeres deben cubrirse sus cabezas, porque ellas no son la imagen de Dios. Ellas deben hacer esto como signo de sumisión a la autoridad y porque el pecado entró al mundo a través de ellas. Sus 26

cabezas deben estar cubiertas en la iglesia, para honrar al obispo. De igual manera, ellas no tienen autoridad de hablar porque el obispo es la personificación de Cristo. Ellas deben hacer esto ante el obispo como ante Cristo, el juez, dado que el obispo es la representación del Señor. Por el pecado original, ellas deben mostrarse sumisas‘." Decretum Gratiani, Causa 33, qu. 5, cáp. 19. En un clásico ejemplo de razonamiento teólogico deformado, el Decreto de Graciano incluso establece que en el Nuevo Testamento (el cual es un estado de gracia más perfecta), a las mujeres se les concedió menos que en el Antiguo Testamento, ¡pues ahora ella tienen que cargar con la responsabilidad de su parte en el pecado original! Para entender el próximo pasaje, uno debe distinguir entre las preguntas (por un supuesto sujeto externo) y las respuestas del propio Graciano. (Pregunta): "¿Puede una mujer levantar una acusación contra un sacerdote?" (Respuesta): "Tal parece que no, porque como dice el Papa Fabián, no pueden levantar queja ni testimonio contra los sacerdotes del Señor aquellos que no tienen, y no pueden tener, el mismo estatus que ellos. Las mujeres no pueden, sin embargo, ser promovidas al sacerdocio ni aún al diaconado y por esta razón, no pueden elevar una queja o dar testimonio contra sacerdotes en corte. Esto es así tanto en los cánones sagrados (=regulaciones de la Iglesia) y las leyes (=leyes civiles y romanas)." (Pregunta): "Pero entonces podría ser que quien pueda ser un juez, no tendría impedimentos en ser un demandante y las mujeres fueron jueces en el Antiguo Testamento, como claramente indica el Libro de los Jueces. Así que no podría ser excluido del rol de demandante quien pueda cumplir con el rol de juez y quien no esté prohibido por ninguna palabra de la Escritura en actuar como demandante..." (Respuesta): "No, en el Viejo Testamento mucho fue permitido de lo que hoy (o sea, en el Nuevo Testamento) es abolido, a través del perfección de la gracia. Así que si (en el Viejo Testamento) a las mujeres se les permitía juzgar a la gente, hoy, por causa del pecado, el cual la mujer trajo al mundo, las mujeres son advertidas por el Apóstol de practicar la cohibición modesta, estar sujetas al hombre y de usar el velo como signo de sumisión." Decretum Gratiani, Causa 2, pregunta 7, princ. La "maldición de la mujer", por causa de su pecado, es simplemente asumida por muchos teólogos de la época. He aquí una cita del franciscano Sicardo de Cremona (1181). "Hubo dos mandamientos en la (Antigua) Ley, un relacionado a la madre que da a luz, y otro al parto mismo. En referencia a la madre que da a luz, cuando da a luz un varón, ella debe evitar entrar al Templo por 40 días, como persona impura: porque el feto, concebido en la impureza, se decía que permanecía sin forma por cuarenta días. Pero si daba a luz una niña, el tiempo se duplicaba, por la sangre menstrual, la cual acompaña el nacimiento y es considerada una extensión de la impureza que, como dice Solino, seca las frutas y la hierba se


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. marchita a su contacto. ¿Pero por qué el tiempo de una niña se duplicaba? Solución: por la doble maldición que recae en el crecimiento de la mujer. Porque ella carga el pecado de Adán y también el (castigo) ‗con dolor darás a luz a tus hijos‘. O tal vez porque, como revela el conocimiento de los médicos, las niñas permanecen en la concepción el doble de tiempo sin formar que los varones." Mitrale V, capítulo 11. El mismo juicio fue dado por sentado por Juan Teutónico (1215). "Dios no es glorificado a través de la mujer, como a través del hombre, porque a través de la mujer entró el primer pecado." Apparatus, C, 33, pregunta 5, cáp. 13, ad. V. "El pecado original se llama original porque tiene su origen en la mujer antes de que llegara al hombre." Apparatus, C, 33, pregunta 5, cáp. 19, ad. V. Guido de Baysio (1296) enlaza la prohibición de la ordenación de las mujeres al sacerdocio directamente con el hecho de ser ellas "la causa de la maldición". "Las mujeres no están aptas para recibir la ordenación, puesto que la misma está reservada a los miembros perfectos de la Iglesia, dado que es dada para la distribución de la gracia a otros hombres. Pero las mujeres no son miembros perfectos de la Iglesia, sólo lo son los hombres." "Es más, la mujer fue, en efecto, la causa de la maldición, dado que ella fue el origen de la transgresión y Adán fue engañado por ella, y por tanto, ella no puede ser la causa efectiva de salvación, porque las órdenes sagradas causan gracia en otros y por tanto, salvación." Rosarium C, 27, pregunta 1, cáp. 23. Esta misma conexión entre la prohibición a la ordenación y el papel de la mujer en el pecado original es hecha por Juan Andrés (1338). "En cuanto a la ordenación de las mujeres... es claro que el sacramento requiere tanto substancia (res) como signo (signum)... Pero en el sexo femenino un estado de preeminencia no puede significarse dado que ella ocupa un estado de sumisión: (1 Timoteo 2:12) ‗No permito que la mujer enseñe ni que quiera mandar a su marido‘. Por haber hecho mal uso de su igualdad, fue puesta bajo sumisión: (Génesis 3:16) ‗...y él (tu marido) te dominará‘. Por tanto, ella no recibe el carácter del sacramento que posee preeminencia." Novella V, folio 125v.

La postura de los reformadores y en especial del gran reformador de Escocia John Knox Una buena idea de la teología misoginística de los tiempos post-escolásticos puede encontrarse en "El primer toque de trompeta" por John Knox (1514-1572). Él fue el teólogo protestante más conocido de la época de la Reforma o Cisma Protestante, después de Lutero y Calvino. El primer argumento de "El primer toque de trompeta" es que el ejercicio de autoridad por las mujeres es contrario tanto a la ley natural como a la religión. El interés de este extenso tratado para nosotros es que los argumentos de Knox reflejan

las creencias del momento, tanto entre Católicos como Reformistas. He aquí un extracto: Dios pronunció sentencia con estas palabras: ‗...necesitarás de tu marido (o estarás sumisa a él), y él te dominará‘. (Génesis 3:16) Como (si bien) Dios diría, ‗por haber abusado de tu condición previa, y porque por voluntad propia has hecho caer a ti y a la humanidad en sumisión a Satanás, por tanto te pongo en sumisión al hombre. Por cuanto antes tu obediencia debió ser voluntaria, ahora será por represión y necesidad; y porque has engañado tu hombre, no serás más dueña de tus propios gustos, de tu propia voluntad o deseos. Porque en ti no hay razón ni discreción que sea capaz de moderar tus afectos, y por tanto, ellos estarán sujetos al deseo de tu hombre. Él será amo y señor no sólo sobre tu cuerpo, sino también de tus deseos y voluntad.‘ Esta sentencia, yo digo, Dios la pronunció contra Eva y todas sus hijas, como atestigua el resto de las Escrituras. Por tanto, ninguna mujer puede presumir de mandar sobre el hombre." No puede negarse que mucho de lo que está escrito en nuestros textos teológicos y en gran parte de la ordinaria interpretación "tradicional" de la Escritura en contra de las mujeres, es una herencia de este tipo de interpretación. Con esta posiciones parecería imposible que hubiera mujeres en el ministerio, sin embargo la historia nos refuerza el liderazgo de la mujer en la Iglesia veamos algunos ejemplos. Para empezar quiero ver si en los siglos anteriores a la edad media hubo mujeres en el liderazgo, por ello deseo hacer esta aclaración: La estructura de la iglesia como nosotros la entendemos (Pastores, ancianos y diáconos) no es igual que la Iglesia en el principio. De la pagina web Mujeres por el sacerdocio, tomo la siguiente explicación. A través de la historia de la Iglesia, tres ministerios han surgido a través de la ordenación. Son las llamadas Órdenes Sagradas. Las conocemos como episcopado, presbiterado y diaconado. Aunque con diferentes competencias, los tres forman parte de un solo sacramento del Orden.

El Concilio Vaticano II habla de un ‗ministerio eclesiástico de divina institución es ejercitado en diversas categorías por aquellos que ya desde antiguo se llamaron Obispos presbíteros, diáconos. (Lumen Gentium Las mujeres recibieron la completa ordenación del diaconado en la primitiva Iglesia. Se ha encontrado documentación sobre esta práctica extendida durante los nueve primeros siglos especialmente en la Iglesia de Oriente. Las mujeres diáconos asistían al bautizo de mujeres que requería la unción y la inmersión total. Conocemos con exactitud los ritos que se hicieron servir. Implicaban la imposición de manos por el obispo, la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. invocación al Espíritu Santo para impartir el diaconado y la imposición de la estola diaconal. Leed aquí un ejemplo típico de este rito. La ordenación del diaconado era idéntica en lo esencial para hombres y mujeres. Si la ordenación de las mujeres al diaconado no fue válida, tampoco lo fue el de los hombres. La Iglesia Oriental era en ese tiempo plenamente católica, puesto que el cisma de oriente tuvo lugar el 1054. Se puede seguir la pista de esa práctica hasta San Pablo. Compartiendo el ministerio con él estaba Febe ‗nuestra hermana ‗diaconisa de la iglesia de Cencreas‘ (Rm 16,1-2) Concilios ecuménicos de la Iglesia, como el de Calcedonia, Trullo y II de Nicea, suscribieron la ordenación de mujeres al diaconado. Si entonces las mujeres recibieron entonces las sagradas órdenes, ciertamente también pueden recibirlas ahora. Veamos ahora el nombre de estos personajes: Las fuentes literarias nos han dejado amplios registros de diaconisas en diferentes lugares del Imperio Bizantino. La principal catedral de Constantinopla, la Hagia Sophia, contaba entre sus clérigos 60 sacerdotes, 10 diáconos y 40 diaconisas (Justinian, Novella 3.1) A continuación algunas diaconisas que conocemos por su nombre, a menudo en conexión con los líderes de la Iglesia. Representan miles cuyos nombres permanecen anónimos, como aquellos de los sacerdotes y diáconos comunes. Olympias en Constantinopla, ordenada por el Obispo Nektarios, amigo de San Gregor ido de Nazianze y posteriormente de San Juan Crisóstomo a quien ayudó mucho durante su conflicto con el Emperador y el exilio. Falleció en el 418 AD. ‗Anonyma‘ acerca de quién sabemos que ejerció su ministerio en Antioquia durante la persecución de Julián el Apóstata. (361-363 AD). Procula y Pentadia, dos diaconisas a quien San Crisóstomo le escribía cartas. Silvina quien conocía a san Jerónimo y quien posteriormente se hizo diaconisa en Constantinopla. La diaconisa Anastasia a quien Severus, Obispo de Antioquia menciona en sus cartas. La diaconisa Macrina, hermana de San Basilio el Grande y su amiga y diaconisa Lampadia. La diaconisa Theosebia, esposa de San Gregorio de Nissa. Los nombres de algunas diaconisas también han sido preservados en sepulcros. Por lo menos 28 han sido identificadas.

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La orden de las viudas Según la orden de las viudas eran desde la glesia Primitiva lo que hoy llamaríamos diaconisas, veamos na explicación. El ministerio de las ―viudas‖ En el Nuevo Testamento, la palabra viuda puede designar distintos tipos de personas aunque relacionadas entre sí. Los Hechos de los Apóstoles (6, 1-2; 9, 39) nos informan que "viudas ancianas" eran atendidas por la comunidad. Se trata aquí de una simple cuestión de viudedad en el sentido ordinario del término. Pero ya en la carta a Tito, vemos a estas viudas jugando un papel particular en la comunidad: "Que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien, para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de su marido y de sus hijos" (Tito, 2, 3-4). Aquí la viudedad parece implicar una demanda de perfección y cierta clase de misión dirigida a las mujeres jóvenes de la comunidad. Esto se desarrolló más tarde en forma de apostolado organizado. Orígenes compara la Febe de la carta a los Romanos con las viudas de la carta a Tito. (Comentarios a Romanos, 10, 17) "Honra a las viudas, a las que son verdaderamente viudas..... La que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y oraciones noche y día.... Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, que haya estado casada una sola vez, y tenga el testimonio de sus bellas obras: haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras". (1 Timoteo 5, 3-10). El punto interesante es la inscripción en un registro y las condiciones exigidas, puesto que muestran claramente que no se refiere a todas las viudas sino a algunas de ellas que constituyen una categoría especial dentro de la comunidad. Esta es la primera indicación que tenemos de un orden de viudas, semejante a los demás órdenes de la Iglesia. Ignacio de Antioquía saluda a "las vírgenes y al orden de las viudas" (Filipenses § 15). Aunque el ―diaconado‖ en un sentido ámplio, existió desde el principio, resulta claro que durante el siglo segundo el ―orden de las viudas‖ ejercía esta función de forma parecida. embargo, durante los primeros siglos, continuó la confusión terminológica y práctica. En el 517, el Sínodo de Epaon habla de ―viudas que son llamadas diaconisas‖. Tal vez se hace referencia a las diaconisas como ―viudas y diaconisas‖, aunque es probable que el papel de las dos haya sido distinto.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Otros documentos No es hasta el siglo tercero que la Iglesia clarifica la posición de las diaconisas con mayor precisión, posiblemente a causa de los problemas que tenía con las viudas poco organizadas. En laDidascalia (siglo tercero) y en las Constituciones Apostólicas (siglo cuarto) se definen los distintos papeles de las viudas y de las diaconisas. Los Concilios fijaron las condiciones para su ordenación sacramental y se elaboraron los rituales de ordenación. En la Iglesia Bizantina el diaconado femenino se desarrolló durante los siglos octavo y noveno. Muchas mujeres diaconisas santas son veneradas en el calendario de la Iglesia Ortodoxa. Mujeres de la Reforma Protestante del siglo XVI Tomo esta parte del documento de Amparo Lenin (Ordenada al santo ministerio por el Presbiterio del Estado de México). Editado por Publicaciones el Faro Un considerable número de mujeres estuvieron implicadas en la Reforma Protestante, en diferentes ámbitos, a diferentes niveles y en varios países como Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y España. Algunas fueron las que tenían cierta actividad política, reinas como Margarita de Navarra, Juana de Albret, etcétera. Quienes patrocinaron, influyeron en su corte y hombres cercanos a ellas, promulgaron leyes o escribieron para promover la Reforma. Así también, no sólo las de familias nobles participaron en este movimiento de cambio eclesiástico, mujeres del pueblo lucharon a favor de su fe. Normalmente cuando consultamos la biografía de una mujer de esta época encontramos que se le relaciona invariablemente con los hombres con los cuáles estableció un parentesco directo, como si fueran la posesión de, girando su vida entorno al hombre que fue su padre, al que se casó con ellas o al que procrearon, entonces se dice: ―hija de…‖, ―esposa de…‖, ―madre de…‖. He omitido estos datos a fin de resaltar el valor de estas mujeres y su importancia por ellas mismas, por sus logros, como sujetos de la historia y no como objetos de posesión relacionadas con, o dependientes de, salvo en algunos casos en los que el esposo fue determinante en la vida de ellas. En la iglesia moderna Mientras el mundo abre más las puertas al trabajo conjunto de hombres y mujeres. En donde encontramos mujeres presidentas, Gobernadoras, diputadas y senadoras, Mujeres ocupando los altos puestos d dirccin de las empresas, premios nobel y un gran etcétera, la Iglesia en muchos lugaressigue cerrando sus puertas al pastorado, al ancianato y al diaconado a nuestras hermanas, pero curiosamente,

nuestra Iglesia Presbiteriana acepta que una dama sea presidente de la congregación, pero no acepta que sea ordenada, acepta que sea maestra de la clase de adultos (mujeres y hombres), pero no acepta que se suba al Presbiterio y predique desde el pulpito, hoy la Iglesia necesita un cambio, veamos que han hecho otras Iglesias. Hoy son muchas las iglesias de diferente denominación, que después de años de diálogo y oración y hasta divisiones han llegado a la conclusión de que la ordenación de las mujeres a los diferentes ministerio es bíblica, teológica, histórica y que no hay razón alguna para que nuestras queridas hermanas no ocupen el lugar que Dios de antemano ya les ha asignado. En el mundo moderno la Iglesia de los Cuáqueros fueron los primeros en ordenar mujeres al ministerio, de ahí siguieron otras denominaciones como los metodistas, Pentecostales de diferentes trasfondos, carismáticos y dentro de la rama Reformada muchas de las Iglesias Presbiterianas, como la PCUSA, la Presbiteriana Independiente de Brasil, todas las Iglesias Presbiterianas que forman parte de la Alianza Mundial Reformada, aun una Iglesia Bautista ya ordeno a una mujer que es nuestra hermana Rebeca Montemayor. Sin embargo todavía hay Iglesias que no desean ordenar mujeres como es el caso de Presbiterios y Sínodos y aun nuestra amada R. Asamblea General Argumentacion teológica No podía dejar fuera la argumentación teológica para demostrar porque estoy a favor de la ordenación de las mujeres a los diferentes ministerios de la Iglesia. Me guío por un de los puntos cardinales de la fe reformada que es el sacerdocio universal de Creyente y para ello me valgo del escrito de Juan Stam: (3) El sacerdocio de todos los fieles nos libera del clericalismo: En tercer lugar, la afirmación reformada del sacerdocio universal de todos los fieles (1 Pedro 2:9; Apoc 1:6; 5:10) impulsa, lógicamente, un proceso de progresiva democratización dentro de la Iglesia, y por consiguiente dentro del mundo moderno. Para Lutero, todo cristiano es un sacerdote y un ministro de Dios, y toda la vida, todo empleo y oficio, son vocación divina dentro del mundo. "Una lechera puede ordeñar las vacas para la gloria de Dios", decía Lutero. En un pasaje aun más atrevido, afirma que "Todos los cristianos son sacerdotes, y todas las mujeres sacerdotisas, jóvenes o viejos, señores o siervos, mujeres o doncellas, letrados o laicos, sin diferencia alguna" (W.A. 6,370; R. García-Villoslada, Martín Lutero, Tomo. I, p.467).

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Es cierto que los reformadores no llevaron este principio hasta sus últimas consecuencias. Conservaron mucho del clericalismo heredado de largos siglos de tradición eclesiástica. Sin embargo, algunos, conocidos como Anabautistas de la "Reforma Radical", llevaron el principio del sacerdocio universal un buen paso adelante. Hoy día, tanto en círculos católicos como protestantes, se reconocen los carismas de todos los fieles y se cuestiona constantemente el clericalismo y el autoritarismo que, lamentablemente, han prevalecido en la iglesia protestante como también en la católica. El paso de la Edad Media al mundo moderno significó un cuestionamiento radical del autoritarismo medieval e impulsó la evolución de una serie de libertades humanas que hoy día damos por sentadas. En ese proceso, Martín Lutero desempeñó un papel decisivo. Su mensaje de gracia evangélica nos libera del legalismo (autoritarismo ético). Su insistencia en la autoridad bíblica, interpretada crítica y científicamente, nos libera del tradicionalismo (autoritarismo doctrinal). Su enseñanza del sacerdocio universal de todos los fieles comenzó a liberarnos del clericalismo (autoritarismo eclesiástico). Lutero lanzó una cruzada tenaz contra las estructuras autoritarias de la iglesia medieval: "Todas y cada una de las prácticas de la Iglesia", escribió en 1520, "son estorbadas, y enredadas, y amenazadas por las pestilentes, ignorantes e irreligiosas ordenanzas artificiales. No hay esperanza de cura, a menos que todas las leyes hechas por el hombre, cualquiera que sea su duración, sean derogadas para siempre. Cuando hayamos recobrado la libertad del Evangelio, debemos juzgar y gobernar de acuerdo con él en todos los aspectos" (Woolf I, p.303, en Wolin, p.156). Al denunciar la tiranía del Vaticano, Lutero exigió a la iglesia ―restaurar nuestra noble libertad cristiana" (Wolin, p.158) también en las iglesias evangélicas. El llamado de Dios al ministerio Leopoldo Cervantes cita en su documento sobre la ordenación de las mujeres un escrito que fue publicado por Mundo Reformado y que nos lleva al segundo punto en nuestra teología reformada que es el llamamiento eficaz. Dado que se es ―llamado por Dios‖ al ministerio, no se elige simplemente ser ministro tal como se opta por una profesión. Se debe recibir el llamado y la iglesia debe confirmar el llamado. Las cuestión es, pues, si Dios llama a las mujeres, tal como lo hace con los hombres, a ser ministros en su nombre […] Dejemos que quienes tienen escrúpulos que sólo consideren lo que ha costado a la iglesia no servirse de los talentos de la mujer. Cualquiera puede consultar el libro de los himnos y ver lo que las poetisas [sic] 30

[…] han enseñado a cantar al pueblo de Dios. Que luego pregunte qué significaría si a esas mujeres se les permitiera pasar del relativo anonimato de los himnos a la plena visibilidad de la que han gozado los hombres en la iglesia como evangelistas, predicadores y maestros. Con esto me atrevería a preguntar a mis hermanos que no creen que la mujer puede ser ordenada a los ministerios ecclesisticos: ¿En verdad pueden asegurar que mis hermanas no han sido llamadas por Dios a enseñar, predicar y ocupar los puestos eclesiásticos, que Dios ha marcado en su Palabra? Conclusión Creo en la ordenación de la mujer porque así me lo enseña la Palabra, la Historia y la Teología, pero sobre todo porque estoy convencido de que Aquel que me tuvo por fiel poniendo en el ministerio es el mismo que las ha llamado a ellas a ―enseñar, predicar la palabra, bautizar y ejerecer el liderazgo colegiado de acuerdo con el sistema presbiteriano‖. Nuestras hermanas no son cristianas de segunda clase, démosle el lugar que nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo les dio de ser compañeras en el pastorado, en el ancianato y en el diaconado, uds tiene el privilegio de votar, votemos a favor de la ordenación, por aquellas a quienes en la Asamblea General se les ha negado el derecho y un derecho otorgado por Dios. Soli Deo gloriam. 

E ELL M MIIN NIISST TE ER RIIO OD DE EL LA AM MU UJJE ER RE EN N L LA A IIG GL LE ESSIIA AE EN NP PE ER RSSP PE EC CT TIIV VA A B BÍÍB BL LIIC CO O--H HIISST TÓ ÓR RIIC CA A M Maarriioo G Gaabbrriieell R Roojjaass S S..

Agradezco a Dios primeramente y después a ustedes por la invitación que me hicieran con el propósito de dictar una ponencia con el tema: La ordenación de la mujer (en la Iglesia Nacional Presbiteriana de México para ocupar cargos oficiales) en perspectiva bíblico-histórica. El estado de la cuestión En primer lugar quiero presentar someramente el estado de la cuestión en relación al tema al cual me referiré en las siguientes líneas. En cuanto a la bibliografía en general existente, en diversas denominaciones es rica. Libros, revistas, artículos, etcétera; la producción teológica y de interpretación bíblica es nutrida. Entre esa literatura se encuentran los siguientes a los que aludiré en esta proposición: Elisa Estévez López, coord., Las mujeres en las comunidades primitivas, 2006, Verbo Divino, no. 69, España;


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Gebara, Ivone, Teología a ritmo de mujer, 1992, Ed. paulinas, Brasil; Wanda Deifelt, ―Teoría feminista y metodología teológica‖, en Vida y Pensamiento, Seminario Bíblico Latinoamericano, vol. 14, No. 1, Costa Rica; Marga, Ströher, Entre la afirmación de la igualdad y el deber de la sumisión; Tamez, Elsa, Hermenéutica feminista latinoamericana. Una mirada retrospectiva, 1993, ASETT, Brasil; Pertuz Guette, Maribel, Carta a Filemón desde la perspectiva feminista, Colombia; Tamez, Elsa, ―Pautas hermenéuticas para comprender Ga 3. 28 y 1 Co 14. 34‖, en Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana; Cardoso Pereira, Nancy, Pautas para una hermenéutica feminista de la liberación, etcétera. Textos de diverso contenido. Así, encontramos obras de teología, de hermenéutica o comentarios exegéticos de pasajes bíblicos. En segundo lugar, pretendo el siguiente objetivo: que el R. Sínodo de Chiapas tenga información suficiente respecto al tema en cuestión. Enseguida quiero proponer mi hipótesis, la cual es: ―Que en las Sagradas Escrituras, las mujeres asumen un lugar preponderante como profetisas del Dios Altísimo, predicadoras de las nuevas de salvación en Cristo y pastoras de algunas de las comunidades cristianas primitivas. Que fueron relegadas a oficios menores en la Iglesia Católica Antigua debido a la influencia de corrientes de pensamiento ajeno al cristianismo como fueron el gnosticismo, el marcionismo, el montanismo y el maniqueísmo y del modelo imperial de gobierno establecido en Roma‖. Mi marco teórico lo presentaré a partir de la interpretación gramático-histórico-teológica de la Biblia, con dos criterios básicos: el principio de representación y el texto dentro de su contexto. Asimismo asumiré la historia desde la cosmovisión reformada; es decir, entendiendo que la ciencia histórica es una y que para su estudio existen varias corrientes, entre ellas el positivismo, la escuela de los anales y el materialismo histórico, entre otras. Que además comprehende una serie de apartados, como en este caso, la historia de la Iglesia. La evidencia bíblica Introducción Previamente propondré una pregunta. ¿Hay fundamento bíblico suficiente para sostener la ordenación al ministerio pastoral? Me parece que no. El concepto no se encuentra en toda la Escritura. La idea solamente aparece en 1ª Tim 4. 14, podrá argüirse que tampoco el término Trinidad aparece en la Biblia y sin embargo lo aceptamos como un dogma fundamentado en ella. El vocablo propiamente no se encuentra en el texto bíblico, sin embargo, existe abundante evidencia acerca de las tres personas de la divinidad en las Escrituras, especialmente en el Nuevo Testamento. Según

datos históricos que más adelante expondré, la ordenación se estableció principalmente tomando como modelo el maniqueísmo y la monarquía instituida por el Imperio romano. Quizás la pregunta propuesta motive otro simposio que me parece imprescindible realizar. La ordenación básicamente es un acto que se realizó dentro de la Iglesia en proceso de occidentalización con el fin de diferenciar a los obispos de los oficios menores, refiere el historiador Jacques Le Goff que: A comienzos del siglo IV, la Iglesia ya había fijado los principios fundamentales de su organización. Tuvo tres grandes reglas: la separación de los clérigos y de los laicos, la exclusión de las mujeres del clero y de las actividades superiores (enseñanza y distribución de los sacramentos) y la preeminencia de los obispos.2

La Iglesia en ese momento estaba experimentando una transición. Del modelo de la democracia paulina —en la cual se tomaba en cuenta a las mujeres, dada la mayoría de ellas en las comunidades cristianas. Respecto a esto, recordemos que la Iglesia en sus orígenes estuvo formada mayoritariamente por los marginados de la sociedad. Mujeres, ancianos, niños y pobres, entre otros— a la jerarquización, sistema de gobierno excluyente. Menciona el historiador Justo González que: ―…en la jerarquía eclesiástica…las mujeres quedaron excluidas del ministerio de la predicación. Pero todavía a principios del siglo segundo Plinio le dice a Trajano que ha hecho torturar a dos ―ministras‖ de la iglesia cristiana‖. 3 Dos elementos son dignos de consideración en este proceso de jerarquización al que aluden los historiadores Le Goff y González. El primero es que durante el siglo IV el emperador es el convocante del Concilio, el segundo elemento es que el emperador está ajeno al proceso democratizador que sucedió en las comunidades cristianas. Otro aspecto que consideraré en su momento es que el modelo paulino de gobierno de la iglesia, no es sólo circunstancial, sino coyuntural y a la luz de la enseñanza de Jesús, proponiéndose el modelo democrático en el cual hombre y mujer son esencialmente iguales. Por lo pronto enfoquémonos en lo que nos congrega hoy dando por sentado que la ordenación es un hecho en la Iglesia. 3 Comencemos con el Antiguo Testamento. Tenemos tres casos mencionados de mujeres que asumieron oficios prominentes en Israel (profeta, juez). María, hermana de Aarón y de Moisés (Ex 15. 20), Débora (Jueces 4-5) y Huldá (2º Rey 22. 14-17, cf. 2º Cron 34. 22-25). Encontramos un caso más de mujeres (Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa) que aunque no tiene qué ver con los oficios eclesiásticos, sí nos da una idea de cómo se condujo el pueblo hebreo al 31


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. respecto. Estas mujeres exigieron los mismos derechos que los varones en cuanto a herencia de tierra entre el pueblo hebreo (Números 27. 1-8). Este último texto es importante mencionarlo porque tiene dos contextos, además de que busca la igualdad en el pueblo de Dios. El contexto del momento que narra; es decir, recupera la tradición oral de la entrada a la tierra prometida, en el cual no existía territorio, no había gobierno y como preámbulo a la obtención de los dos anteriores se estaba proponiendo alguna legislación. En pocas palabras, no había Estado-nación. No había instituciones. Como refiere el investigador Andrés Serra Rojas: El Estado es un orden de convivencia de la sociedad políticamente organizada, en un ente público superior, soberano y coactivo. Se integra u organiza con una población —elemento humano, o grupo social sedentario, permanente y unificado—, asentada sobre un territorio o porción determinada del planeta, provista de un poder público que se caracteriza por ser soberano y se justifica por los fines sociales que tiene a su cargo. 4

El segundo contexto es la salida de Israel de Babilonia. Momento en el cual existían dos grupos. Los pobres que fueron dejados en su tierra y la élite que fue repatriada. Ocasión en la cual se recurrió a las crónicas a fin de devolver la tierra a sus depositarios originales (recordemos que según la Toráh, la tierra es del Señor), de esta forma, los descendientes de las hijas de Salfajad tendrían derecho al terreno de sus antepasadas. El principio de representación5 las excepciones, tipos de la nueva dispensación. El texto en su contexto (Antiguo Testamento) Este principio consiste en que las excepciones (salvedades) son tipo de la nueva dispensación; esto es, que en el Antiguo Testamento se encuentran mencionadas pocas mujeres en el oficio profético, sin embargo, lejos de significar que éstas no son personas llamadas o adecuadas para llevar a cabo el encargo de ―hablar por Dios‖, es todo lo contrario. Nos muestra varios asuntos importantes, entre ellos, que para Dios ―no hay acepción de personas‖ en este quehacer que para nosotros es muy importante. Como líneas arriba ya apuntaba, en el caso de las hijas de Salfajad con respecto a la herencia, ahora también, el valor de igualdad está presente. El Dios del Antiguo Testamento es el mismo que se revela en el Nuevo Testamento. Es importante señalar que este principio de representación, hermenéuticamente es aplicable dado que la Biblia en general y el Antiguo Testamento en particular, fueron escritos desde el varón en una época denominada patriarcal. Los escritores o redactores fueron hombres y 32

como ―hijos de su tiempo‖ lo manifiestan. Esto no es poca cosa. Fue un periodo excluyente. Se hace a la mujer dependiente del varón, no obstante, las excepciones que refiero son muestra de que en momentos decisivos, la mujer ha sido instrumento digno de servir en esos ministerios a Dios. Tanto María, hermana de Aarón y de Moisés, como Débora, esposa de Lapidot asumen el oficio profético en una época en la cual como señalé, no existían las Instituciones (profetismo, monarquía, sacerdocio), por lo cual éstas todavía no habían sido monopolizadas por el varón. Prueba de esto que menciono, son aquellos dos personajes (Eldad y Medad, Números 11. 26-30) que sin asistir a la reunión convocada por Moisés, Dios los inspiró y profetizaban. 4 En el caso de Débora y Huldá, aunque tienen su respectivo esposo, y son mencionadas en textos y contextos muy diferentes, no les quita el privilegio de ser profetisas; es decir, la vocación divina para un oficio especial; además, lo uno no excluye lo otro. He aquí una enseñanza para nuestras hermanas Misioneras. He conocido varias de ellas que en cuanto se casan son absorbidas por el trabajo doméstico y demás actividades hogareñas y dejan su ministerio. Los respectivos esposos de Débora y Huldá con toda seguridad eran ―garbanzos de a libra‖. La especialista en teología feminista, Wanda Deifelt dice al respecto: En el mundo del Medio Oriente la fertilidad de la tierra y de los animales, la larga familia o descendencia, se asocian con la bendición divina. La mujer entonces comienza a ser considerada primordialmente como madre y esposa. Sin embargo, en este tiempo patriarcal aparecieron mujeres notables: profetizas, gobernantes, líderes de Israel, juezas, etc…Cuando el pueblo fue amenazado por los cananitas, la líder nacional fue Déborah… ella fue jueza, gobernante directora del ejército, caudilla y profetisa…. 6

Como queda expuesto, dentro de este principio se encuentra Débora, ésta además de ser profetisa, también ejerció entre los hebreos el oficio de ―jueza‖ (Jueces 4-5). Se podría argumentar que es un profetismo diferente, tal vez estático o de otra naturaleza, empero no es así, el término utilizado para referirse a estas mujeres profetisas es el femenino de nabi, ―profeta‖, que se aplica comúnmente a los varones llamados por el Dios Altísimo tanto en tiempos pre-exílicos, exílicos y post-exílicos para hablar en su nombre. Este concepto se encuentra en el Antiguo Testamento seis ocasiones, y se traduce al español como ―profetisa‖ y que en el texto hebreo aparece nebiah. (Ex 15. 20; Jueces 4. 4; Nehemías 6. 14, ―en este caso encontramos una mujer que tiene la función de profetisa, junto a ella aparecen otros ―profetas‖ varones que sin embargo, como en el caso de


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. muchos otros, no tiene nada que ver con un llamamiento de parte del Señor, o bien la coyuntura política les da ocasión de estar de acuerdo con quien tiene el poder‖; 2º Rey 22. 14, 2º Cron 34. 22 e Isaías 8. 3 <esta profetisa probablemente era la esposa de Isaías, en algunos ocasiones los profetas y/o las profetisas daban a conocer la voluntad de Dios a través de símbolos, a veces no muy gratos>), el especialista Notker Füglister haciendo historia del profetismo clásico refiere a Débora como: La ―profetisa‖ y ―juez‖ Débora (Jue 4,4) que, en los tumultuosos decenios subsiguientes a la conquista, proclamó victoriosamente la guerra santa y mereció por ello, como salvadora del pueblo de Dios, el glorioso título de ―Madre de Israel‖, Jue 5,7). 7 En relación con María, Jorge Pixley se refiere a ella como nebiah <profetisa>: La primera línea del Himno del Mar se repite en Ex. 15.21 como un cántico de Miriam ―la profetisa hermana de Aarón‖… 8 probablemente este acontecimiento nos refiera algo del nepotismo que se practicaba en aquellos tiempos, este fenómeno político no fue exclusivo de los hebreos, entre otros pueblos se observa, como por ejemplo entre los babilonios, los egipcios, etcétera y tiene su razón de ser según los especialistas en ciencias políticas, dice el politólogo Serra Rojas que: La costumbre es anterior a la ley, ya que aparece en los primeros actos colectivos del grupo, como formas simples de acuerdo con las exigencias sociales y reflejando sus propias condiciones de cultura elemental. Costumbres bárbaras que corresponden a la mentalidad de pueblos salvajes, con un contenido religioso o moral, o los factores materiales que la dominan. 9 Otro asunto en referencia a los textos expuestos, es el contexto histórico en el que se hace alusión en primera instancia a la época en la cual no existen instituciones, la Biblia narra que en ese período…no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía (Jueces 17. 6) porque era un tiempo en el que…la palabra del Señor escaseaba…(1º Sam 3. 1). Ése pudiera ser otro argumento en detrimento de la mujer como profetisa. Asimismo era el período en el cual el profetismo apenas estaba surgiendo entre los hebreos, eso no obsta para que Dios se revelara a quien quisiera. Por eso y más, lo reconocemos como Soberano. Refiere el especialista en hermenéutica José M. Martínez que: En todas las formas de profetismo bíblico, la causa no está en lo que el profeta hace, sino en la acción inspiradora del espíritu (ruaj) de Dios y en la fuerza de la su palabra (dabar). 10 Esto sin duda es importante, lo que le da sentido y autoridad a la profecía o sermón predicado por alguna persona, no es la persona misma que realiza la acción, sino

Dios que inspira a través de su espíritu Santo y su Palabra predicada, palabra de vida. Por lo que respecta a Huldá, (2º Rey 22. 14, cf. 2º Cron 34. 22) el contexto es un tanto cuanto diferente; aproximadamente, corría el siglo VII a. C. con mucha probabilidad Jeremías se encontraba en Judá. Es un período en el que ya existían las instituciones —monarquía, sacerdocio y profetismo clásico—, entonces, ¿por qué consultar a una profetisa en lugar de a un profeta? Para contestar quiero realizar un comentario más, era una época en la que sucedería un importante acontecimiento. Una reforma en Israel, y Jeremías no fue tomado en cuenta para llevarla a cabo. ¿Sería que el esposo de Huldá influyera? Yo particularmente no lo creo, no era un hombre encumbrado (era guarda-ropa de los levitas y sacerdotes), la investigadora Wanda Deifelt, mencionada anteriormente comenta: En 2 Reyes 22.1 al 23.3…el rey pide un profeta…El profeta consultado es una mujer llamada Huldah…Los cinco oficiales del rey que fueron a buscar a Huldah la describen como profetisa…Esto es significativo…porque…fue una mujer. Era una persona competente y su sexo no fue obstáculo para seleccionarla como profetisa. 11

Para Dios no es el sexo lo que le imprime importancia a su mensaje, sino la disponibilidad y coyuntura. Es probable que Jeremías estuviera ocupado en otras actividades también importantes para el Señor. Sin pretender agotar el tema, quiero hacer la transición al Nuevo Testamento aludiendo directamente a la profecía de Joel. Si colocamos esta profecía en el post-exilio, entenderemos mejor su contenido y las ausencias en el mismo. Ya no refiere la monarquía ni los peligros que representó en su momento Babilonia incluyendo la destrucción del templo de Jerusalén, en este sentido menciona el comentarista bíblico Pedro Jaramillo Rivas que: Si colocamos a Joel en los siglos V-IV a. C., nos situamos en un momento en que ya hace tiempo que pasó la gran catástrofe —la caída de Jerusalén—, y van también quedando en el recuerdo el destierro y la desaparición de la monarquía. Lo que se espera ahora, y queda reflejado en la profecía, es la irrupción definitiva de Dios, basada en la esperanza de que las grandes promesa de los profetas pasados no dejarán de cumplirse. 12 De esta manera, cabe perfectamente para realizar el giro que pretendo hacia el Nuevo Testamento. Y sería entonces el texto imprescindible para abordar el tema de las predicadoras, pastoras y lideresas. El profeta Joel le da sentido al principio de representación. En una fase de extremo patriarcalismo en el que mujeres y niños, experimentaban la misma marginación que los esclavos. 33


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Rechazando ese sistema inicuo y de pecado, profetiza que vendrían días en los cuales absolutamente todos(as) los(as) que conformaban la sociedad universal recibirían el Espíritu de Dios y profetizarían (Jo 2. 28-29). En el libro de los Hechos se cumple la profecía de Joel en el día de Pentecostés y comienza una nueva creación, que supera toda interpretación patriarcalista. 13 El Nuevo Testamento. Contexto Para referirnos al contexto del Nuevo Testamento es necesario puntualizar que como el Antiguo Testamento, también tiene dos, el primero es la venida de Jesucristo propiamente dicha y que quedó registrada en la memoria de los discípulos y fue pasando de boca en boca, transformándose en tradición oral, cuando menciono discípulos no me refiero sólo a los doce, sino a muchos(as) más que anduvieron con él durante su ministerio. El segundo, es el momento en que fueron surgiendo los escritos que más tarde lo conformarían, documentos que en primera instancia, sirvieron para orientar a las propias comunidades por aquéllos fundadas o por sus discípulos(as) y dar respuesta a los retos al interior de la comunidad cristiana misma y la sociedad. El historiador Justo González menciona en este respecto que: ―A nadie parece habérsele ocurrido hacer una lista de los libros cristianos que deberían formar el ―Nuevo Testamento‖. En consecuencia, en las iglesias se leía un Evangelio y en otras otro. Y lo mismo sucedía con otros libros. Pero. Ahora, ante el reto de Marción, la iglesia se vio obligada a compilar un alista o grupo de libros sagrados‖. Entre los contextos que tiene el Nuevo Testamento abordaré el de la política. Cuando nació Jesucristo, Roma tenía alrededor de 30 años de haberse convertido de una República en un Imperio, el cual duraría aproximadamente 500 años a partir de entonces hasta su caída. En el emperador se concentraba todo el poder efectivo del Imperio. El historiador Ralph Turner menciona al respecto: En 33 a.C., Octavio fue elegido cónsul por segunda vez…el pueblo de Italia, en un plebiscito, juró obedecer a su persona. Por fin era el jefe de un movimiento patriótico…Inmediatamente marchó sobre Egipto donde…asumió el papel de faraón…En 29 a. c….donde un senado dócil…le otorgó el título de princeps civitatis —―el primer ciudadano del estado‖—. De este título se derivó el nombre del gobierno imperial…En…el princeps descansaba toda la fuerza. Su base era el juramento de fidelidad a su persona prestado por el pueblo de Italia…al morir Lépido…que había sido pontífice máximo, Octavio tomó ese cargo, convirtiéndose en cabeza de la religión estatal. 14 Este modelo sobrevivió a las primeras comunidades cristianas y fue adoptado por la Iglesia Católica Antigua para 34

imponerlo no sin razones que hoy no son válidas ni en la iglesia ni en la sociedad. El gnosticismo, el marcionismo, el montanismo y el maniqueísmo eran los grandes adversarios a vencer. Frente a ellos, la iglesia presentaba en forma general la autoridad de la misma encarnada en los obispos. Al respecto refiere el historiador Justo González que: En última instancia, sin embargo, el debate con los herejes se centraba en la cuestión de la autoridad de la iglesia…En tales circunstancias, el argumento de la sucesión apostólica cobró especial importancia. 15 Sin embargo, no fue de esa forma siempre. Con Jesucristo se inauguró una nueva manera de relaciones entre la mujer y el varón. Jesucristo abre el espacio y coloca a la ―varona‖ en igualdad de circunstancias. Como dice la biblista Carmen Bernabé Ubieta: El discipulado de iguales supone que varones y mujeres son discípulos urgidos por igual en el seguimiento de Jesús de Nazaret, lo que implica la vivencia de unos valores contraculturales y alternativos a aquellos que regían y rigen el sistema patriarcal; entendiendo por sistema patriarcal un sistema socio-político de subordinaciones y opresiones jerarquizadas en las que se van sumando las variables de género, edad, clase, etnia…El discipulado de iguales da la misma dignidad y las mismas posibilidades a varones y mujeres… 16

El principio de representación a partir de aquí ya no es tan necesario. Tras el Ungido irían hombres y mujeres. Entre estas damas se encontraban las que fueron sanadas (Lu 8. 1-3) y reintegradas a la sociedad. Las cuales asumirían su compromiso con el Maestro acompañándole, dispuestas a correr los riesgos de una vida itinerante y sirviéndole (diaconêo). Una de las actitudes del(a) discípulo(a), era el servicio a su Maestro y estas mujeres estuvieron prestas a ofrecérselo. La teóloga Carme Sotto Varela señala al respecto que: Estas mujeres, por tanto, quedan definidas, en unas breves líneas, como seguidoras de Jesús desde la dimensión del discipulado: el servicio…Estas mujeres galileas, como servidoras y discípulas, encarnan las actitudes fundamentales de comportamiento del Reino instaurado por Jesús. 17 En los Evangelios encontramos muchas mujeres más que siguieron a Jesucristo; entre ellas la Samaritana, María de Magdala, Martha y María, hermanas de Lázaro, etcétera, además de gente pobre, enfermos(as), ancianos(as) y niños(as), aún. En pocas palabras, gente marginada de la sociedad, que no tenía cabida ni aún en la sinagoga. Éstos fueron los que acogieron el mensaje de Jesucristo y más tarde el de los propios(as) discípulos(as). De esta clase de


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. gente estuvieron conformadas las primeras comunidades cristianas, en las cuales se gobernaba a la usanza de las Ciudades-Estado griegas; es decir, democráticamente, realizando algunas adaptaciones. Originalmente la democracia griega que data de los siglos IV y V a. C., consistía en la participación de los ciudadanos en las asambleas (ecclesía), estos ciudadanos eran los varones de 18 o 20 años arriba que tuvieran posesiones. Narra el historiador George H. Sabine que: Las instituciones mediante las cuales intentaba resolver sus asuntos políticos este cuerpo de ciudadanos-miembros, puede verse tomando el ejemplo de Atenas, que representa el tipo mejor conocido de la constitución democrática. Todo el cuerpo de ciudadanos varones formaba la asamblea o ecclesia, reunión a la que todo ciudadano tenía derecho a asistir desde que llegaba a la edad de veinte años…los cuerpos gobernantes verdaderamente esenciales en Atenas eran el Consejo…y los Tribunales…sin duda la clave de todo el sistema democrático…Todo ciudadano de treinta años de edad podía ser designado para el desempeño de esta obligación. 18 Los arreglos lógicos y necesarios entre otros, eran los que le concedían voz y voto a las mujeres, a los esclavos, a toda la congregación, también se encuentran entre estas diferencias las que se referirían al liderazgo, dadas las circunstancias, los cargos oficiales eran ocupados por mujeres. Estas comunidades cristianas eran acusadas de desequilibrar el ―orden social‖. Menciona la teóloga Elisa Estévez que: …un movimiento acusado por sus contemporáneos de romper con el orden social establecido y desestabilizar la estructura social y ciudadana, y que además acarrearía sobre las mismas mujeres sospechas de inmoralidad, indiscreción, holgazanería y abandono de sus funciones como esposas y madres. 19

En textos como Ro 16 se mencionan a una pléyade de mujeres con diferentes cargos eclesiásticos; así, encontramos diaconas o diaconisas (Febe), acerca de esta mujer los comentaristas de La biblia de nuestro pueblo mencionan que: …gozaría de gran autoridad. 20, en la lista seguiría Junia, de quien se dice en el mismo comentario que a la luz de los textos más antiguos se traduciría como julia, la cual sería efectivamente esposa de Andrónico. A esta mujer se le da el título de apóstol (Ro 16. 7). En el comentario citado se dice: ―¿Una mujer con categoría de apóstol? ¡Imposible!, debió pensar, años después, el amanuense que <<masculinizó>> el nombre de Julia cambiando solo una letra. Para entonces la mujer había sido reducida al silencio en muchas comunidades cristianas‖. 21

Otro nombre significativo en esta lista es el de Priscila (cf. Hechos 18. 2s); en ambos textos se ubica primero el apelativo de la mujer puesto que era la responsable de la comunidad que se reunía en su casa. Cito nuevamente el comentario de La Biblia de nuestro pueblo que dice: Otros nombres entrañables son Prisca y Áquila, el matrimonio amigo de Pablo. El nombre de Prisca es mencionado primero, como hace Lucas en los Hechos de los Apóstoles 18,2s, y no por cortesía, sino porque Prisca debía ser la verdadera responsable de la comunidad cristiana que se reunía en su casa. 22 Y además de los mencionados todavía hay otros más de mujeres que trabajaron arduamente en la obra misionera y/o pastoral otorgándoles títulos que no creo que se los hayan dado por simple simpatía y condescendencia. Los títulos representan así una palabra visible de autentificación y acreditación de estas mujeres, que con sus obras se han ganado el derecho a ser consideradas socialmente dentro del grupo. Pero, además, utilizados por el apóstol para referirse a ellas, sancionan y legitiman su autoridad y su liderazgo. 23 El problema de la 1ª Carta a Timoteo Es imprescindible conocer lo mejor posible el contexto de este documento, así como las razones que motivaron su escrituración. Uno de los problemas del documento es que en la actualidad no hay unanimidad con respecto a la identificación del autor, por el estilo de redacción se cree que fue un discípulo de Pablo, por el contexto pareciera que así es, el gnosticismo ahí planteado tácitamente es uno de los más elaborados. La necesidad que prevalecía en la comunidad de la que era pastor un ―Timoteo‖ y que probablemente había sido fundada por Pablo el apóstol, es combatir esta corriente filosófico-religiosa. El documento es posiblemente escrito a finales del primer siglo o principios del segundo, refiere la teóloga Elsa Tamez que: La carta de 1 Tim, escrita hacia finales el primer siglo o principios del segundo, refleja una situación particular y circunstancial… 24 Este gnosticismo crea varios conflictos al interior de la comunidad de Éfeso. La mujer tenía cargos de preeminencia en ella, pero el gnosticismo tan presente ahí hace que el autor ―ordene‖ varias acciones que con mucha probabilidad hicieron que tanto el pastor como los(as) demás líderes(as) se conflictuen por el poder, problema que también se considera en el documento, la misma investigadora menciona que: Por eso, a la vez que el análisis del discurso del autor, hay que analizar la situación que se vive detrás del texto.25 Esto me hace pensar que el modelo Imperial de gobierno y de familia está haciendo estragos en la comunidad de Éfeso. Tómese en cuenta que fue una ciudad y puerto cosmopolita,

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. en la cual el emperador tenía un templo y una gran estatua. Este contexto político debió influir mucho en el pensamiento del autor, con toda seguridad quería evitar el conflicto con la sociedad por causa de las prerrogativas concedidas a las mujeres, cosa que entre el común de la gente causaba conflicto al interior de las familias. En este sentido dice Elsa Tamez que: el enemigo aquí es la sociedad grecorromana, promotora activa de los códigos domésticos. 26 Volviendo al tema del gnosticismo, el historiador González menciona que: ―De todas las diversas interpretaciones del cristianismo que aparecieron en el segundo siglo, ninguna fue tan peligrosa, ni estuvo a punto de triunfar, como el gnosticismo. El gnosticismo…existió tanto dentro del cristianismo como fuera de él…fue siempre amorfo…resulta imposible señalar hacia un jefe…‖.27 Dentro de esta corriente de pensamiento filosófico, la mujer se creía que era instrumento del Demiurgo para capturar aquella pequeña luz que había robado del Protopadre. Refiere el historiador Jean DORESSE que: Este tema de la mancha de Eva por el Demiurgo sobrevivirá al gnosticismo antiguo, siendo adoptado por las sectas dualistas… 28 Sabemos que este dualismo al que alude el historiador mencionado, no es original del gnosticismo, lo heredó del platonismo. El mundo de la ideas es del que proceden las realidades que son sensibles a nuestros sentidos y que no son más que una burda imitación de aquéllas. El documento que nos ocupa (1ª Tim) es muy claro cuando como resultado de esa doctrina se dice que…en el futuro algunos renegarán…estos prohibirán casarse… (1ª Tim 4. 1-3). ¿Cuál o cuáles podrían ser las causas de esta prohibición? La enseñanza básica del gnosticismo es que la materia es mala y el espíritu bueno, dicho a la manera del experto Reinhold Seeberg: ―Lo sensorio constituye (en genuino estilo pagano) lo malo del hombre. El espíritu es prisionero del cuerpo‖. 29 Durante el siglo IV d.C. se alcanza su mejor expresión al prohibir formalmente el casamiento. La Iglesia (léase cúpula u obispos, <<grupo jerarquizado>>) entra en su época mística y se propone algunas estrategias, entre las cuales se encuentra la siguiente que puntualiza el historiador Georges Duby: La faceta ascética…le lleva a condenar el matrimonio, cuyo error es ser al mismo tiempo mancha, confusión del alma y obstáculo para la contemplación… 30 abundando en este asunto, durante la celebración del Concilio de Nicea (325 d.C.), se hace oficial que las mujeres no participen en los oficios preponderantes de la Iglesia; es decir, del obispado y del ministerio de la predicación, aunque de éste ya había sido marginada en el segundo siglo como lo refiere el historiador Justo González: …durante el siglo segundo…las mujeres quedaron excluidas del ministerio de 36

la predicación… 31 quedando reservado para ellas a condición de ser mayores de 40 años, únicamente el diaconado. Por otro lado, procurando seguir con el contexto, recuérdese que es la comunidad cristiana de Éfeso de la que es pastor ―Timoteo‖, la primera en la que se establece un ―seminario‖, mismo que se utilizará como foro para evangelizar a los intelectuales con quienes el fundador de la Iglesia debatiera acerca del Evangelio y de Jesucristo. Es en la ciudad y puerto de Éfeso que entre las religiones que se profesan están el culto a Diana y al emperador, Juan Stam, comentarista de las Escrituras escribe que: 10 …como sede del gran templo de Diana, Éfeso era un lugar de peregrinajes multitudinarios que le brindaba mucho prestigio religioso…Desde el año 29 a.C. había sido también pionera del culto al emperador en Asia. 32 Esos intelectuales y filósofos representaban diferentes corrientes de pensamiento. Religiones de misterio, gnosticismo, etcétera. Todas influenciadas por el platonismo. Entre algunas de éstas, la mujer era protagonista importante. Como sacerdotisa, profetisa o como virgen sagrada, (El montanismo parece que heredó esta postura). Dado este protagonismo, el autor de la carta a Éfeso —que entre otras cosas es una carta circular, no precisamente dirigida a la comunidad cristiana de Éfeso—, el comentarista del Nuevo Testamento Giuseppe Segalla menciona: ―…inserción ―en Éfeso‖ en la dedicatoria sólo atestiguada a partir de del siglo IV, recogida posiblemente del título que se dio en el siglo II a esta carta: ―a Éfeso‖‖. 33 Siente y ve la necesidad de impartir algunas instrucciones al respecto. Algo parecido sucedía en la comunidad cristiana de la ciudad y puerto de Corinto, a la cual el apóstol Pablo escribe desde Éfeso precisamente. Pasando por alto que 1ª Co 14. 34-35 pueda ser una interpolación, éste me parece que es un texto de los llamados ―temporales‖; es decir, vigente para una sola generación. Si esto fuera así, hoy no tiene cabida. Algo más, si se interpreta en su contexto entendemos perfectamente el por qué de esta indicación. Como argumenta la teóloga Elsa Tamez: Pablo tiene temor de que, por la participación muy entusiasta de las mujeres, la comunidad cristiana se asemeje a ciertas religiones helenas, con tendencias orgiásticas, en donde la mujer figuraba como líder. Las asociaciones consagradas a la Diosa Isis, por, ejemplo, también habían igualado el poder del hombre y la mujer. Podían participar esclavos y mujeres en el culto, sin distinciones. 34 Por otro lado, el autor de la carta a Timoteo, en el capítulo 3 deja claro que la mujer desempeñaba funciones oficiales. Menciona diaconisas (1ª Tim 3. 1-13). Por contexto las


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. mujeres a las que se refiere no son las esposas de los diáconos ni mucho menos las de los ancianos. Son mujeres que se dedicaban a la atención de los menesterosos junto con los diáconos. Muy posiblemente eran solteras. Narra el historiador Justo González que: Antes de terminar el siglo primero, ya había mujeres solteras que decidían dedicarse por entero a estas funciones… 35 además de otros ministerios que al paso del tiempo se irían sucediendo o a las que fueron siendo relegadas debido a los problemas referidos anteriormente (cf. 1ª Tim 5. 3-16). Asimismo, en la carta a Tito, por supuesto con un contexto diferente del de Timoteo y Corinto, el autor exhorta al pastor de la comunidad cristiana que sea diligente en la enseñanza de la sana doctrina, entre la cual coloca la orientación necesaria a los ancianos y ¡ancianas! (Tito 2. 15). Que éstas sean buenas maestras de las mujeres más jóvenes. En este caso, la enseñanza tenía que ver con la catequesis, es decir, con la enseñanza de lo ortodoxo en cuanto a la fe. El comentario de la Biblia de nuestro pueblo menciona que: La sana doctrina es inseparable de la sana praxis cristiana…es curioso que el responsable trate con los jóvenes con las jóvenes sólo a través de las ancianas, que tienen que ser ―buenas maestras‖ (3). ¿Ejercían algunas de ellas la función de catequistas? (cf. Tim 5,9).36 11 Llegamos a la carta a Filemón en donde encontramos a una mujer que es líder en ―la iglesia que está en tu casa‖. Apia. En hablando de la carta a Filemón, es un breve texto que muestra dos temas relacionados. Uno de ellos es la situación que guarda Onésimo con Filemón, el otro, es el de Apia y ―la iglesia que está en tu casa‖, donde se muestra que la mujer es importante en el ministerio pastoral. Efectivamente, la carta es enviada a Filemón, sin embargo, hay tres elementos en ella que es imprescindible tomar en cuenta: la hermana Apia, ―la iglesia que está en tu casa‖ y la sensibilidad apostólica. Con respecto al asunto que estamos comentando tengo varias preguntas que hacer si se cuestionara la anterior aseveración que realicé: ¿Por qué se menciona a Apia? ¿Qué lugar ocupa en ―la iglesia que está en tu casa‖? ¿Es sólo por atención y cortesía? Me parece que Apia aunque era esposa de un creyente de posición desahogada económicamente, no por eso fue mencionada por nombre en el encabezado de la carta, sino porque fue una mujer especial. Tenía a su cargo la labor pastoral de ―la iglesia que está en tu casa‖. Como en el caso de Priscila y Aquila. En una época patriarcal; en los hogares comunes se ejercía el gobierno al estilo imperial. ―Entre ustedes no sea así…‖ (Lu 22. 26), en el Reino el modelo es diferente, igualitario, democrático. En este texto, como en otros que he tocado brevemente, Pablo rompió con el modelo excluyente y

de opresión, en el que no tenían la palabra la mujer, el pobre, el viejo, el enfermo, etcétera. Insisto en ello. También tengamos presente que las primeras comunidades cristianas no eran conformadas por la élite, sino por los marginados. La teóloga Maribel Pertuz Guette comenta que: …Apia como líder de la comunidad, crea un espacio donde Onésimo puede entrar. El hecho de que en esta comunidad se haya abierto una brecha reconociendo el liderazgo de una mujer, hace posible crear otro espacio para que los marginados, excluidos, como los esclavos, puedan también llegar a ser reconocidos en la comunidad, para que cambien las relaciones de poder. 37

El apóstol Pablo en esta epístola se asume como uno de tantos débiles. Términos como ―amor‖, ―engendrar‖, ―corazón‖, me dan la impresión de una identificación particularmente con la mujer. Dice la misma teóloga citada anteriormente que: Es…un lenguaje bastante ―anormal‖ para un varón según los estereotipos recibidos. Pablo adopta un lenguaje materno y una postura de ―mujer‖ que suplica, pide desde la debilidad. 38 Apia, como otras mujeres en otros lugares, se arriesgó al intentar el cambio en la sociedad de su tiempo. Un cambio que perduró en tanto la élite (varones ricos y/o intelectuales) no tomaba posesión de los oficios que arrebatara al sexo femenino, lo menciono así de fuerte porque durante el ministerio de Jesucristo, los unos y las otras iban juntos, servían juntos, predicaban juntos, aprendían juntos. No así pasada la primera centuria. ¿Qué decir del problema explícito? Es un conflicto laboral (amo-esclavo) que necesita atender directamente Filemón, sin embargo, en la nueva relación que implícitamente el Pastor Pablo ha aceptado, el de las relaciones laborales tienen suma importancia. En una Iglesia de iguales, sin clases, sin género, en la que la congruencia entre fe y práctica necesitan ir de la ―mano‖, era importante que en el asunto laboral no se aplicara la jurisprudencia romana, sino una my distinta la cual sería a través de la fe y la fraternidad. Giuseppe Segalla refiere que: Para el hombre nuevo en Cristo no existen ya divisiones étnicas o sociales, aunque pueden permanecer como distorsiones accidentales, pero que no determinan ni cualifican al hombre, poniéndolo en planos o rangos distintos o contrapuestos… 39 Y en cuanto a las hijas de Felipe el diácono-evangelista, ¿Qué decir de estas mujeres? ¿Eran las pastoras de la comunidad del lugar? ¿Se dedicarían únicamente a este oficio o realizarían otras actividades como los quehaceres domésticos? ¿Cómo entendemos el verbo profeteúoo? ¿Para

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. qué las menciona Lucas? ¿Qué es lo significativo de su mención? Con respecto al verbo profetizar (profeteúoo), el mismo diccionario del The Greek New Testament de Sociedades Bíblicas Unidas dirigido por Irene W. Foulkes traduce el término al español como: proclamar el mensaje recibido de Dios, predicar; profetizar, predecir; comunicar el mensaje de Dios inteligiblemente… 40 es el mismo verbo que se utiliza para referir la predicación de los profetas del Antiguo Testamento. Según las reglas hermenéuticas la traducción posible es predicación, aunque también puede quedar como profetizar. En la época apostólica todavía se considera como una posibilidad (cf. Hechos 13. 1). Luego entonces, encontramos cuatro mujeres más de las cuales no se dice ni el nombre siquiera, empero tenían un ministerio específico y que debiera ser según algunos, sólo para varones. Concluyo que las hijas de Felipe, eran cuatro mujeres vírgenes que profetizaban (predicaban) en el lugar donde residían, probablemente eran las pastoras de la comunidad. No que haya expuesto todo lo que hay en el Nuevo Testamento respecto a la preeminencia de la mujer en los ministerios del obispado, de la proclamación de las buenas nuevas y pastoral o de liderazgo en general, sino sólo he dado algunos ―pincelazos‖ a algunos pasajes emblemáticos. La marginación de la mujer del obispado y del ministerio de la predicación En el contexto cultural en el cual se propalaba la fe cristiana se encontraban otras religiones además de las sectas y corrientes filosófico-religiosas mencionadas anteriormente, como el maniqueísmo, la iglesia sasánida y el mazdeísmo, entre otras. A excepción del gnosticismo que como ya lo indiqué, no era propiamente una religión, sino una serie de corrientes religioso-filosóficas que se encontraban presentes en otras religiones, incluso en el cristianismo; cuando éste se organiza constituyéndose en una iglesia, no cabe duda que aquél tuvo fuerte influencia. Esas otras religiones existentes en Asia Menor y el Oriente Próximo, así como algunas sectas del cristianismo (marcionismo, montanismo) también incidieron directa o indirectamente en aquél para que fuera rechazando el ministerio de la mujer en la organización de la iglesia. Además de esto, el modelo imperial tanto de familia, como de gobierno civil o político también hizo su contribución a este mal. Quiero plantear sistemáticamente cómo esas religiones o sectas influyeron en el cristianismo. En primer lugar retomaré la relación que el cristianismo mantuvo con el gnosticismo y cómo éste influyó en aquél, en segundo lugar, haré mención del marcionismo y del montanismo. Al respecto no hay 38

mucho material, sin embargo, sí vale la pena la mención, finalmente, aludiré al maniqueísmo. Aunque influyeron en diferentes aspectos de la vida de lo que más tarde se llamaría Iglesia Católica Antigua, la referencia a estos ―ismos‖ la realizaré por el lugar que la mujer ocupaba en cada una de ellas, ya fuera positiva o negativamente. El gnosticismo Esta corriente influyó en el cristianismo en varios sentidos. Particularmente en cuanto al ministerio de la mujer en la iglesia fue negativo. Su principio esencial era la condenación de la carne y sus obras… 41 Llevó a despreciar la relación sexual a fin de evitar que se multiplicara el hombre porque consideraba el cuerpo como cárcel del espíritu. Debo decir que hubo variantes de esta corriente, las cuales habían recibido su influencia de dos filósofos helenos. El primero es Zenón (300 a.C.), fundador del estoicismo (cf. Hechos 17), el cual enfatizaba la templanza, malentendiéndose ésta hasta el grado de lacerar el cuerpo a fin de liberar el espíritu; la otra corriente totalmente opuesta, denominada epicureísmo, cuyo fundador —Epicuro (311 a.C.)—, contemporáneo de Zenón, proponía el placer como sumo bien, sin embargo, era el placer intelectual al que aludía este personaje y no meramente al placer sensual, no obstante, algunos gnósticos equivocando su propuesta, planteaban el desenfreno de modo que de esa forma lastimaran la carne para liberar el espíritu. (En cuanto a aspectos doctrinales referentes a la persona y obra de Jesucristo concretamente, también se encontraban presentes el adopcionismo, el docetismo, el ebionismo, etcétera). Con respecto al tema que estoy considerando, la opción que asumió la iglesia fue el estoicismo. En esta circunstancia, el cristianismo lo que más tarde propondría sería por un lado, el celibato como la forma con la cual se evitaría el placer sexual entre sus oficiales; por otro lado, los votos de castidad y las ―mandas‖ o peregrinaciones, así como las laceraciones y sacrificios (entre ellos el ayuno) para la feligresía, menciona el historiador Ètienne TROCMÉ que: El celibato y la virginidad eran, no obstante, cada vez más preconizados, tanto para los hombres como para las mujeres las vírgenes tenían en el siglo III un puesto de honor dentro de la Iglesia, y formaban grupo aparte. Determinados extremistas y la casi totalidad de los cristianos de la siria interior exigían incluso la continencia absoluta a todo candidato al bautismo. 42 En cuanto al matrimonio, la iglesia lo vio como un mal necesario. Se instituye a condición de que sirva para disciplinar la sexualidad. Según el gnosticismo, la mujer era el vehículo por el cual el demiurgo encarcelaba a los espíritus. Dado que la mujer era heredera de la mancha de


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Eva y que por lo mismo era pecaminosa y perversa, invitaba a los varones a ―mancillarse‖ y una vez sucedido el acto sexual, se debían purificar para tener acceso nuevamente a los sacramentos. El historiador George Duby narra al respecto que: La faceta ascética, monástica de la Iglesia cristiana, todo lo que la lleva a despreciar, a rechazar el mundo, pero también todo lo que heredó de Roma…la lleva a condenar el matrimonio, cuyo error es ser al mismo tiempo mancha, confusión del alma y obstáculo para la contemplación… 43 El gnosticismo, acentuando el dualismo todavía está presente en la iglesia. Todavía hay quien hace separación entre ―lo espiritual‖ y ―lo material‖, todavía se habla de ―bueno‖ y ―malo‖, todavía se hace mención de ―lo espiritual‖ y ―lo carnal‖, todavía se cree que el cuerpo no será redimido por el Señor al grado de descuidarlo y seguir lastimándolo, ¿no saben que el cuerpo es santuario del Espíritu Santo? (cf. 1ª Co 3. 16). Esta corriente ha influido para que la mujer sea menospreciada y marginada de los ministerios y/o cargos oficiales de preeminencia en la Iglesia a lo largo de cuando menos los últimos 17 siglos. Marcionismo y montanismo En cuanto al marcionismo, comento es que su fundador era de la clase alta de Sinope, en el Ponto, de origen cristiano con ciertas inquietudes ―teológicas‖ buscó entre los funcionarios de diversas iglesias el influir de manera que sus inquietudes se establecieran como doctrinas en las iglesias de esas regiones llegando a despertar cierta hostilidad de algunos de ellos. Así llegó a Roma, donde al no poder influir en los oficiales de la iglesia de esa ciudad, acabó por fundar la suya, de la cual pronto surgieron otras más, convirtiéndose en su obispo —atención a esto—, Además fue el primero en hacer una lista de libros sagrados del Nuevo Testamento, texto del cual quitó todo lo que refiriera alguna idea acerca del judaísmo y por supuesto del dios del Antiguo Testamento. Esto dio ocasión a que la iglesia cristiana, que no tenía ninguna lista al respecto y que sólo echaba mano del Antiguo Testamento en griego (LXX) para sus predicaciones, contestara a este personaje en términos de la elaboración de un canon del N.T., de la autoridad de la Iglesia (donde se comenzaría a referir la sucesión apostólica) y con algunas ideas traídas de la comunidad cristiana de Roma (Credo ―R‖, hoy conocido como el Credo de los Apóstoles), Justo González, el historiador menciona que: Marción fundó una iglesia. Esto se debe sin duda a su convicción de que su doctrina no era una simple revelación individual que él había tergiversado. A partir de tal convicción, lo que se imponía era fundar una nueva iglesia, y con ello

hizo aún mayor el reto que su movimiento presentó a la iglesia ortodoxa. 44 La lista de libros sagrados del N.T. que la iglesia empezó a elaborar, tiene como objetivo responder a los gnósticos que también hablaban de revelaciones exclusivas de algunos de los apóstoles (Tomás), contra Marción que elude de su lista los pasajes que refieren a Israel y al A.T. y por otro lado, puntualizando la autoridad de los obispos de lo que se empieza a llamar Iglesia Católica Antigua. En cuanto al montanismo, sabemos que surgió en Frigia, por ahí del año 155. Montano junto con dos mujeres poseídas por el espíritu profetizaban acerca de una nueva dispensación que ―completaría‖ la que trajo Jesucristo. En cuanto a la profecía, los obispos de la iglesia cristiana no tenían ningún conflicto, se aceptaba en aquellos tiempos todavía esta práctica, con respecto a su feminismo, tampoco se argumentaba nada contrario. Se oponían a éste en cuanto se pretendiera otorgarles algunos cargos eclesiásticos. Montano también fundó una iglesia de la cual Priscila y Maximila fueron sus profetisas. Esto causó gran revuelo entre los obispos de la iglesia cristiana. Mientras las iglesias marcionistas y montanistas tenían una organización constituida, siendo Marción y Montano sus obispos y jefes, respectivamente, la cristiandad seguía dispersa y sin una cabeza visible en la cual estuviera centralizado el poder regional. El historiador TROCMÉ cuenta al respecto que: …la difusión del montanismo pudo verse facilitada por la habituación de la población a las manifestaciones de entusiasmo, no cabe duda de que las raíces del movimiento son exclusivamente cristianas. Existía en las Iglesias de Asia Menor una larga tradición de profetismo que se remontaba al menos a las hijas de Felipe el Evangelista, establecidas en Hierápolis a finales del siglo I y principios del II…Su feminismo, en cambio, no resultaba para los dirigentes de la Iglesia mayoritaria tan enojoso, excepto cuando éste los llevaba a otorgar altos cargos a las mujeres…Ante todo, la triple amenaza que constituían el gnosticismo, el marcionismo y el montanismo contribuyó a reforzar considerablemente el episcopado en casi todas las Iglesias locales. Antes de finalizar el siglo II, el episcopado monárquico, bastante poco extendido aún a comienzos del siglo, sustituyó en todas partes el episcopado múltiple. 45 Esta organización que se fue sucediendo en la iglesia cristiana, se dio a partir del modelo de jerarquización. En Roma durante el segundo siglo apareció esta idea cuando uno de los obispos era elegido por los demás, lo cual no resultaba fácil. Entonces ya se empezaba a hablar de obispos, en seguida se aludía a presbíteros. La dificultad que se encontró para la pronta jerarquización se debió a la crisis ocurrida entre los años 60-70, entonces se enfatizaba el

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. sistema democrático paulino, sin embargo, durante el siglo II la monarquía papal ya se estaba gestando, por supuesto marginando a las mujeres de los cargos oficiales del obispado y de la predicación, retomo la cita del investigador Justo González abordada en la introducción de esta ponencia: 15 …en la jerarquía eclesiástica…las mujeres quedaron excluidas del ministerio de la predicación. Pero todavía a principios del siglo segundo Plinio le dice a Trajano que ha hecho torturar a dos ―ministras‖ de la iglesia cristiana. 46 Maniqueísmo Con respecto a esta iglesia lo que me interesa plantear es que también fue un reto para la Iglesia cristiana en cuanto a su organización. Mané o Mani (216 d.C.), su fundador se arrogaba el título de sucesor de mensajeros celestiales como el mismo Jesucristo. Entre otras actividades emprendidas por esta iglesia, su celo misionero fue destacado. Tenía sus propias Escrituras. Su propio sistema dogmático. Su propia organización eclesiástica. En cuanto a ésta, existían dos clases de adeptos. Por un lado los iniciados, por otro lado, los candidatos o neófitos. También coexistía la parte institucional. Maestros, obispos, diáconos, sacerdotes, elegidos y elegidas (denominados justos<as>), los auditores y auditoras, o catecúmenos. Sobre todos ellos estaba el sumo pontífice o sumo sacerdote, cuya sucesión debía realizarse de forma legítima, por ordenación. La ordenación del primer archegós (Sisinio) la realizó el mismo Mané en las últimas horas de su vida. 47 Frente a estos retos de múltiple índole, la iglesia cristiana (que no era la única, estaba la marcionista, la montanista y la maniquea, entre otras) requería tomar providencias para no desaparecer. Lo primero que inició a realizar fueron los sínodos regionales e impedir con éstos que esas iglesias proliferaran. El investigador TROCMÉ comenta al respecto que: La primera modernización aportada a las estructuras intereclesiásticas fue la convocatoria de <<sínodos>> o reuniones regionales de obispos… 48 En seguida sucedió la jerarquización. Los clérigos empezaron a realizar ―analogías‖ entre el A.T. y su modelo de liturgia, procurando evitar las comparaciones con modelos como el de la iglesia maniquea. Narra el científico citado que: Los clérigos, por su parte, acentuaban la continuidad existente entre…el A.T. y…la Nueva Alianza…Dicha continuidad facilitaba además las funciones eclesiásticas al sacerdocio de la Antigua Alianza: el obispo quedaba de este modo cada vez asimilado al sumo sacerdote, los presbíteros a los sacerdotes y los diáconos a los levitas de la ley mosaica. 49 40

De manera que esta sucesión apostólica fue proponiéndose como respuesta al gnosticismo cuyo planteamiento eran las revelaciones exclusivas y a través de un sólo vehículo, por lo general el Evangelio de Tomás. Con este mismo argumento —la autoridad de la sucesión apostólica—, también se respondió a los marcionistas, es decir, sobre el exclusivismo de un grupo está la autoridad de la iglesia universal. A la iglesia montanista, se le responde por un lado, organizando el obispado regional con vistas a instituir el papado — preeminencia del obispo de Roma— más por razones políticas que eclesiásticas y, por otro lado, marginando a las mujeres de todos los cargos oficiales prominentes (obispado y ministerio de la predicación) dejándole solamente el diaconado bajo ciertas condiciones que ya comentamos anteriormente. Así mismo se echa por tierra la democracia paulina privilegiando a la clase que ya para entonces tiene el poder. Por otro lado, en algunos lugares hubo ―viudas y vírgenes‖ desde muy temprana época, a finales del primer siglo (cf. 1ª Tim 5. 3-16) que también se enfocaron hacia otros ministerios dentro de la iglesia cristiana como era el de la instrucción a principiantes en la fe. Estas mujeres y su labor de instrucción y servicio fueron institucionalizándose poco a poco hasta dar origen al monaquismo femenino. Retomando el camino propuesto por Jesús y Pablo En el Antiguo Testamento, a la luz de la naciente legislación hebrea se estableció la circuncisión, la cual se practicaba a los varones, primero por higiene y posteriormente, como señal de ingreso al pueblo de Dios y por supuesto a la relación pactual; con este rito se daba por sentado que las mujeres estaban incluidas. Para Jesús y para Pablo no hubo diferencia entre hombre y mujer en cuanto a la salvación (Gal 3. 28) ni tampoco para que juntos asumieran su responsabilidad de comunicar la nueva de salvación. En el caso de Pablo, al fundar las diferentes comunidades cristianas, apeló a la mujer no sólo por cambiar el modelo patriarcal e imperial de gobierno, sino aún por necesidad. Las iglesias entonces eran compuestas mayoritariamente por los marginados de la sociedad. Las mujeres en el caso que estamos comentando. En el Nuevo Testamento según la tradición, Jesús instituyó el bautismo sustituyendo a la circuncisión como señal del Pacto de Gracia. A este Pacto las mujeres tuvieron y tienen acceso directo no quedando a expensas del varón como en la antigua dispensación. En cuanto al divorcio, Jesús también le otorgó la igualdad a la mujer con respecto al varón (cf. Mc 10. 1-12), en la antigua dispensación el privilegiado era el varón (Deuteronomio 24. 1-4).


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. En el Nuevo Testamento se echa de ver la dignidad que Jesús le concedió a la mujer ante la sociedad patriarcal de su tiempo. Lo vemos repetidas veces estableciendo diálogo con ellas. Sanándolas. La igualdad que Cristo concedió a la mujer con respecto al varón fue tal que como ya lo mencioné anteriormente, a ambos los llamó convirtiéndolos en sus discípulos(as) (Lu 8. 1-3), ambos anduvieron con él predicando y ministrando a la gran mayoría marginada de la sociedad. Quien compartió las nuevas de salvación en Cristo a una comunidad marginada fue una mujer (cf. Juan 4. 28). Quien viera primero al Jesucristo resucitado, también fue una mujer de nombre María, oriunda de un lugar llamado Magdala y que según la tradición, en algún tiempo no fue de muy buena reputación (cf. Juan 20. 17), ahí mismo fue comisionada por Jesús para comunicar este evento insólito —la resurrección de su maestro— a sus compañeros(as) que se encontraban reunidos(as) probablemente en ―el aposento alto‖ —por cierto, no hace alusión a un culto sino a un lugar—. En relación a los ministerios, recapitulo someramente. En la Carta a los Romanos, según los especialistas, se encuentra inserto otro pequeño documento —el capítulo 16— en el cual Pablo hace la presentación de la mujer que llevaría la misiva a su destino, en ese pequeño escrito indica que la portadora —Febe— es diaconisa de la Iglesia de Cencreas (Ro 16. 1), de la cual algunos comentaristas y la tradición misma refiere que era coadjutora de la obra misionera de Pablo. Menciona también a otras mujeres que cumplieron un fiel ministerio en la predicación, como pastoras y aún apóstoles (¿o debo decir apóstolas? < cf. Ro 16. 7>). En nuestros días la tradición y/o la costumbre, no permiten que la mujer realice ciertas actividades profesionales en México en esta segunda década del siglo XXI. Uno de los graves problemas que enfrenta nuestro país, aparte de un mal gobierno, es la falta de administración de justicia en relación con la mujer. Tenemos los feminicidios que se sucedieron en Cd. Juárez tiempo atrás y que hasta ahora no se han aclarado, los sucedidos en el Estado de México recientemente y de los cuales el poder judicial estatal no hace lo correspondiente para su dilucidación. Ni qué decir de lo que sucede al respecto aquí en Chiapas, uno de los estados de la federación más evangélico y también de los más violentos contra las féminas en varias áreas de la vida, comenzando por la propia relación de pareja, el analfabetismo, etcétera, sin embargo, los promocionales gubernamentales dicen que todo está ―perfecto‖. 17 Por una mera costumbre ―machista‖ o, ¿debo decir patriarcal y fanática? En el caso de Cd. Juárez se argumentó que fueron asesinadas por su forma de vestir y/o por ―coquetas‖. Cuando los varones apelan a estas falacias caen

en prejuicios y se hace diferencia, por cierto obsoleta. El Evangelio del Reino ha sido propuesto por el Maestro como una Palabra de salvación integral e integradora que incluye la dignidad y la igualdad de todos(as) sus ciudadanos(as) y afecta todas las esferas de la vida humana y de todos los seres humanos, todo el Evangelio para todo el hombre, para todos los hombres. El Evangelio plantea la transformación de tradiciones y/o costumbres, por un lado; por otro, erradicar aquellas que sean pecaminosas (injustas); es decir, cuando promuevan la marginación y discriminación de cualquier índole, además de la cultura de la muerte. Actualmente el ala reformada del judaísmo, propone a la mujer como protagonista dentro de las sinagogas, algunos investigadores mencionan que: Aunque el judaísmo ortodoxo limita el papel religioso y social de la mujer en la comunidad, el judaísmo reformado permite que participen en pie de igualdad en sinagogas y desempeñen altos cargos. En septiembre de 1972 Sally J. Preisand se convirtió en la primera mujer rabino de la historia del judaísmo. 50 El pensamiento patriarcal no refleja más que una vieja práctica. Por cierto, la primera que el varón realizó en contra de la mujer, como refiere el sociólogo Francisco A. Gomezjara: El primer antagonismo de clase que aparece en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer…la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino. 51 Por otra parte, considero que la INPM., A.R., no puede seguir enarbolando el rancio fundamentalismo religioso de siglos pasados. El estatus de segunda clase de las mujeres es un aspecto destacado de todas las ramas de los fundamentalismos religiosos, sea judío, cristiano, islámico o hindú. 52 Finalmente, hago un llamado a la reflexión bíblicoteológica científica y seria, es decir, sin prejuicios. Lo más objetiva posible, además de justa, de manera que este R. Cuerpo Eclesiástico pueda llegar a decisiones que promuevan la vida, el respeto, la dignidad y la libertad tanto de las mujeres como de los varones —quien se respeta y se dignifica a sí mismo, respeta y dignifica a los (las) demás— y por supuesto a las Iglesias, Congregaciones y Misiones que tienen en sus cargos oficiales mujeres que merecen la honra de parte nuestra y que ya gozan de la que el Señor de la Iglesia les reconoce. ―La Iglesia Reformada, siempre reformándose‖. 18 Notas 2 LE GOff, El cristianismo medieval en occidente desde el Concilio de Nicea (325) hasta la Reforma (principios del siglo XVI) en, Las religiones constituidas en occidente y sus

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. contracorrientes I en, Historia de las religiones Siglo XXI, 2006, 8ª edición, siglo veintiuno editores, México, p. 77. 3 González, Justo L. Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. tomo 1. la era de los mártires, Editorial Caribe, EUA., 1978, p. 168. 4 Serra Rojas, Andrés, Teoría del Estado, 2006, 18a ed., Editorial Porrúa, México, pp. 167-168. 5 Cullman, Oscar, Christ and the time, 1964, The Westminster Press, EUA. p. 115. 6 Deifelt, Wanda, Teoría feminista y metodología teológica, en Vida y pensamiento, vol. 14, No. 1, Seminario Bíblico Latinoamericano, Costa Rica, p. 22. 7 Füglister, Notker, Pregoneros de la palabra inspirados por Yahveh, Historia y escritura del profetismo de Israel, en Palabra y mensaje del Antiguo Testamento, 1969, Alemania, p. 178. 8 Pixley, Jorge, Éxodo, una lectura evangélica y popular, 1983, CUPSA., México, p. 137. 9 Serra Rojas, Andrés, Teoría del estado, 2006, 18ª ed., Editorial Porrúa, México, p. 127. 10 Martínez, José M., Hermenéutica bíblica, 1984, CLIE, España, p.295. 11 Deifelt, Wanda, p. 27. 12 Jaramillo Rivas, Pedro, Joel, en Comentario al Antiguo Testamento, II, 1997, 5ª ed., La Casa de la Biblia-PPCSígueme-Verbo Divino, España, p. 322. 13 Deifelt, Wanda, p. 27. 14 Turner, Ralph, Las grandes culturas de la humanidad, 1948, 1ª ed., en español, FCE., México, pp. 837-838. 15 González, Justo L., Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. tomo 1. La era de los mártires, Editorial Caribe, EUA., 1978, pp. 117-118. 16 Bernabé Ubieta, Carmen, El discipulado de iguales en la tradición del discípulo amado, en Las mujeres en las comunidades primitivas, 2006, ed., Verbo Divino, España, p. 42. 17 Sotto Varela, Carme, Presencia y relevancia de las mujeres ricas en la obra de Lucas, en Las mujeres en las comunidades primitivas, p. 34. 18 Sabine, George H., Historia de la teoría política, 3ª edición corregida y aumentada, 1994, 5ª reimpresión, 2003, FCE., México, pp. 33-36. 19 Estévez López, Elisa, Autoridad y liderazgo de las mujeres en las cartas auténticas de Pablo, en Las mujeres en las comunidades primitivas, p. 16. 20 La Biblia de nuestro pueblo, 2007, 7ª ed., Ediciones Mensajero, China, p., 1791. 21 Ibídem. 22 Ibídem.

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23 Estévez López, Elisa, Autoridad y liderazgo de mujeres en las cartas auténticas de Pablo, en Las mujeres en las comunidades primitivas, p. 17. 24 Tamez, Elsa, Visibilidad, exclusión y control de las mujeres en la primera carta a Timoteo, en Las mujeres en las comunidades primitivas, 2006, Verbo Divino, España, p. 24. 25 Ibídem. 26 Ibídem. 27 González, Justo L., Y hasta lo último de tierra: una historia ilustrada del cristianismo. La era del los mártires, Tomo 1, 1978, Caribe, EUA., p.108. 28 DORESSE, Jean, La gnosis, en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el oriente próximo-II. Historia de las religiones siglo veintiuno, 1979, siglo veintiuno editores, México, p. 35. 29 Seeberg, Reinhold, Míguez Bonino, José, trad., Manual de historia de las doctrinas. Tomo I, 1967, 2ª ed. CBP., México, pp. 104-105. 3030 Duby, Georges, El amor en la Edad Media y otros ensayos, 1990, Alianza Editorial, España, p. 20. 31 González, Justo L., Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. Tomo 1, p. 168. 32 Stam, Juan, Apocalipsis. Tomo 1 (capítulos 1 al 5), 2006, Kairós, Argentina, p. 96. 33 Segalla, Giuseppe, Panoramas del Nuevo Testamento, 2000, 3ª ed., Editorial Verbo Divino, España, p. 291. 34 Tamez, Elsa, Pautas hermenéuticas para comprender Ga. 3.28 y 1 Co. 14.34, revista de interpretación bíblica latinoamericana, costa Rica, p. 15. 35 González, Justo K., Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. Tomo 1. La era de los mártires, p. 198. 36 Schökel, Luis Alonso, La Biblia de nuestro pueblo2007, 7ª ed., Ediciones Mensajero, China, pp. 1915-1916. 37 Pertuz Guette, Maribel, Carta a Filemón desde la perspectiva femenina, 38 Ibídem. 39 Segalla, Giuseppe, Panoramas del Nuevo Testamento, 2000, 3ª ed., Editorial Verbo Divino, España, 289. 40 Tamez L., Elsa, W. de Foulkes, Irene, Diccionario Conciso del Nuevo Testamento, 1978, United Bible Soccieties, Alemania occidental, p. 155. 41 DORESSE, Jean, La gnosis, en Las religiones en el mundo mediterráneo y el Oriente próximo II. Formación de las religiones universales y de salvación, 2002, 6ª ed., siglo veintiuno editores, México, p. 45. 42 TROCMÉ, Étienne, De la secta a la iglesia (del año 125 al 250, aproximadamente), en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el oriente próximo. I Formación de las religiones universales y de salvación, en Historia de las


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. religiones, siglo XXI, vol. 5, 1986, 5ª ed., siglo veintiuno editores, México, p. 338. 43 Duby, George, El amor en la Edad Media y otros ensayos,1990, Alianza Editorial, España, p. 30. 44 González, Justo L., Historia del pensamiento cristiano, 1965, Pethopress, Argentina, p. 164. 45 TROCMÉ, Étienne, El cristianismo, desde los orígenes hasta el Concilio de Nicea, en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el oriente próximo. I, en Formación de las religiones universales y de salvación, en Historia de las religiones, siglo XXI, vol. 5, 1986, 5ª ed., siglo veintiuno editores, México, p. 305, 307-308. 46 González, Justo L. Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. tomo 1. la era de los mártires, Editorial Caribe, EUA., 1978, p. 168. 47 PUECH, Henri-Charles, El maniqueísmo, en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el Oriente Próximo. II, en Formulación de la religiones universales y de salvación, en Historia de las religiones siglo XXI, 2002, 6a ed., siglo veintiuno editores, México, pp. 194-338 48 TROCMÉ, en Historia de la religiones, vol. 5, p. 309. 49 Ibídem. 50 Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. 51 Gomezjara, francisco A., Sociología, 2005, Editorial Porrúa, México, p. 121. 52 Branden, Nathaniel, La auotestima de la mujer, 2010, Editorial Paidós Mexicana, México, p. 123. Bibliografía 1. Bernabé Ubieta, Carmen, El discipulado de iguales en la tradición del discípulo amado, en Las mujeres en las comunidades primitivas, 2006, ed., Verbo Divino, España. 2. Branden, Nathaniel, La auotestima de la mujer, 2010, Editorial Paidós Mexicana, México. 3. Cullman, Oscar, Christ and the time, 1964, The Westminster Press, EUA. 4. Deifelt, Wanda, Teoría feminista y metodología teológica, en Vida y pensamiento, vol. 14, No. 1, Seminario Bíblico Latinoamericano, Costa Rica. 5. DORESSE, Jean, La gnosis, en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el oriente próximo-II. Historia de las religiones siglo veintiuno, 1979, siglo veintiuno editores, México. 6. Duby, George, El amor en la Edad Media y otros ensayos, 1990, Alianza Editorial, España. 7. Estévez López, Elisa, Autoridad y liderazgo de las mujeres en las cartas auténticas de Pablo, en Las mujeres en las comunidades primitivas.

8. Füglister, Notker, Pregoneros de la palabra inspirados por Yahveh, Historia y escritura del profetismo de Israel, en Palabra y mensaje del Antiguo Testamento, 1969, Alemania. 9. Gomezjara, francisco A., Sociología, 2005, Editorial Porrúa, México. 10. González, Justo L., Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. Tomos 1 y 2. La era de los mártires, 1978, Caribe, EUA. 11. González, Justo L., Historia del pensamiento cristiano, 1965, Pethopress, Argentina. 12. Jaramillo Rivas, Pedro, Joel, en Comentario al Antiguo Testamento, II, 1997, 5ª ed., La Casa de la Biblia-PPCSígueme-Verbo Divino, España. 13. La Biblia de nuestro pueblo, 2007, 7ª ed., Ediciones Mensajero, China. 14. LE GOff, Jaques, El cristianismo medieval, en occidente desde el Concilio de Nicea (325) hasta la Reforma (principios del siglo XVI) en, Las religiones constituidas en occidente y sus contracorrientes I, en, Historia de las religiones Siglo XXI, 2006, 8ª edición, siglo veintiuno editores, México. 15. Martínez, José M., Hermenéutica bíblica, 1984, CLIE, España. 16. Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. 17. Sabine, George H., Historia de la teoría política, 3ª edición corregida y aumentada, 1994, 5ª reimpresión, 2003, FCE., México. 18. Sotto Varela, Carme, Presencia y relevancia de las mujeres ricas en la obra de Lucas, en Las mujeres en las comunidades primitivas. 19. Stam, Juan, Apocalipsis. Tomo 1 (capítulos 1 al 5), 2006, Kairós, Argentina. 20. Pertuz Guette, Maribel, Carta a Filemón desde la perspectiva femenina. 21. Pixley, Jorge, Éxodo, una lectura evangélica y popular, 1983, CUPSA., México. 22. Seeberg, Reinhold, Míguez Bonino, José, trad., Manual de historia de las doctrinas. Tomo I, 1967, 2ª ed. CBP., México. 23. Segalla, Giuseppe, Panoramas del Nuevo Testamento, 2000, 3ª ed., Editorial Verbo Divino, España. 24. Serra Rojas, Andrés, Teoría del Estado, 2006, 18a ed., Editorial Porrúa, México. 25. Tamez, Elsa, Visibilidad, exclusión y control de las mujeres en la primera carta a Timoteo, en Las mujeres en las comunidades primitivas, 2006, Verbo Divino, España, p. 24. 26. Tamez L., Elsa, W. de Foulkes, Irene, Diccionario Conciso del Nuevo Testamento, 1978, United Bible Soccieties, Alemania occidental.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. 27. TROCMÉ, Étienne, El cristianismo, desde los orígenes hasta el Concilio de Nicea, en Las religiones en el mundo mediterráneo y en el oriente próximo I, en Formación de las religiones universales y de salvación, en Historia de las religiones, siglo XXI, vol. 5, 1986, 5ª ed., siglo veintiuno editores, México. 28. Turner, Ralph, Las grandes culturas de la humanidad, 1948, 1ª ed., en español, FCE., México.

 L LAA O OR RD DE EN NA AC CIIÓ ÓN NF FE EM ME EN NIIN NA A:: M MAACCH HIISSM MO O,, C CO ON NT TR RO OV VE ER RSSIIA AY Y E ESSC CÁ ÁN ND DA AL LO OO OL LA AO OB BE ED DIIE EN NC CIIA AY Y E EL L SSO OM ME ET TIIM MIIE EN NT TO OA AL LA A SSO B E R A N A V O L U N T A D OBERANA VOL U NT AD D DE ED DIIO OSS

A Am mp paarroo L Leerríín nC Crru uzz ¿Qué intuía Miguel Ángel (1475-1564), cuando, rompiendo los esquemas y prejuicios ideológicos de su tiempo, colocaba en el Altar del ―Sacrificio de Noé‖, nada menos que en la cúpula de la capilla Sixtina del Vaticano, a tres mujeres ejerciendo funciones sacerdotales? ¿Qué pretendía decir al dejarlas ahí? Siglo, tras siglo, inconmovibles ante las miradas indiferentes de visitantes y autoridades eclesiásticas, testigos mudos de concilios, cónclaves, concelebraciones y otros acontecimientos y decisiones eclesiales ¿Acaso intentaba adelantarse en el tiempo? o ¿Retroceder en el pasado?, ¿Soñaba o profetizaba?, ¿Nostalgia o utopía?, ¿Era intuición o un reto?1

En noviembre de 1992, la Iglesia Anglicana de Inglaterra aprobó (por una diferencia de sólo dos votos) la ordenación sacerdotal de las mujeres. Dos meses antes, la Iglesia Anglicana de Sudáfrica había votado a favor de la ordenación de las mujeres…En 1976, la iglesia episcopal de los Estados Unidos decidió por votación, reconocer la ordenación sacerdotal de las mujeres. En 1972 fue ordenada en Estados Unidos la primera mujer rabino. Las iglesias metodistas en África tienen una larga tradición en lo tocante al clero femenino, aunque los metodistas sajones permitieron la ordenación femenina hasta los años 50‘s. Por su parte la iglesia presbiteriana empezó a ordenar mujeres en los años 50´s y hasta los 70´s lo hicieron los luteranos.2 Históricamente hay muchos datos que nos rebelan que las mujeres ejercieron la autoridad religiosa en las comunidades cristianas de los primeros siglos. Podemos encontrar inscripciones, epitafios, dedicatorias, pinturas al fresco, documentos lapidarios e iconográficos, etc. Ellas ejercieron funciones religiosas como: jefe de sinagoga, madre de sinagoga, ancianas, el sacerdocio y el obispado.

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Investigadores como Bernadette Brooten, Ross Kremer, Giorgio Otranto, Kevin Madigan, Carolyn Osiek, entre otros y otras han investigado y encontrado cartas pontificias e inscripciones antiguas en donde se demuestra que las mujeres ejercieron el diaconado, sacerdocio e incluso fueron presbíteras y obispas durante los siglos I al XIII.3 El ejercicio de los ministerios de las mujeres en el cristianismo tiene su origen en la predicación radical de Jesús. Jesús desafiaba las convicciones sociales de su época: trataba a las mujeres como a iguales, comía con todo tipo de personas y frecuentaba su trato por encima de las barreras de clase y de género, a la vez que atacaba los vínculos sociales que fortalecían la familia patriarcal. Algunos argumentos en contra de la ordenación femenina Si Jesús atacaba los vínculos sociales que fortalecían la familia patriarcal, entonces podemos preguntarnos; ¿Cuáles son los argumentos que se manifiestan en contra del libre ejercicio de los ministerios femeninos? ¿Niega el Texto Bíblico tal ejercicio? ¿Es acaso la mujer un ser inferior, pecaminoso, al cual Dios no puede tomar en cuenta para cumplir su soberana voluntad en la Tierra? Los adversarios de la ordenación femenina sostienen algunos argumentos como por ejemplo: Jesús solo llamó a 12 varones a ser sus discípulos y a ninguna mujer. Esta postura es anti bíblica y por lo tanto errónea. El hecho de que Jesús eligiera sólo a 12 varones fue solamente simbólico relacionado con las 12 tribus de Israel y su ahora nuevo pueblo. En Lucas 6:13 se menciona la elección de los doce apóstoles pero esto no quiere decir que no hubiera apóstolas, recordemos a María Magdalena la ―Apóstol, apostolorum‖ y a Junia a quién Pablo llama apóstol distinguida. En el mismo evangelio 8:1-3 menciona el hecho de que Jesús era acompañado de mujeres, y no solo le servían con sus bienes, es decir, no eran un conjunto de mujeres que se dedicaban solo a cocinar y lavar para Jesús y los varones, ellas predicaban el Reino de Dios al igual que los discípulos, le sostenían con sus bienes y le acompañaban, eran reconocidas por Jesús como sus discípulas. Como menciona María José Arana4: ―ellas no contemplaron pasivamente estos misterios (bautismo, muerte y resurrección de Cristo), sino que, como dice Abelardo, estas santas mujeres, fueron constituidas como apóstoles para los apóstoles, enviadas por el Señor o por los Ángeles, todas ellas y no solo María Magdalena‖ Algunos más caen en el absurdo objetando que la mujer al tener una fisiología diferente al varón no puede ejercer un ministerio sacerdotal pues Cristo fue varón y solo el varón puede ejercer el ministerio sacerdotal. Este pensamiento


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. tiene su origen en Aristóteles5, pues las enseñanzas de los griegos fueron asimiladas poco a poco por la doctrina cristiana, Tomás de Aquino retoma las doctrinas filosóficas griegas y sostiene que la mujer es un ser inferior por naturaleza incapaz de desempeñar puestos de prominencia y autoridad. Igual de irracional es el pensamiento que pretende deslegitimizar la ordenación femenina argumentando que en la Cena del Señor no hubo ninguna mujer. Hagamos memoria; la fiesta de la Pascua era una fiesta familiar, donde se acercaban a la mesa mujeres, niños y niñas, y la Santa Cena está inspirada en la Pascua, cuando se habla de los discípulos se habla en plural; estuvieron presentes; discípulas y discípulos. Otros toman el texto: ―Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero y después Eva.‖ 1ª. Tim 2:12, Versión Reina Valera 1961. La idea de que Adán fue creado antes que Eva y por lo tanto la mujer le merece subordinación porque él es el hombre, continúa permaneciendo en nuestras iglesias muy a pesar del Evangelio de Igualdad que Jesús nos trajo. Si los opositores al ministerio femenino realmente aplicaran el ―no permito a la mujer enseñar‖ la Iglesia Presbiteriana de México se quedaría automáticamente sin maestras de Escuela Dominical, sin Sociedades Femeniles, sin misioneras, incluso sin la Secretaria Ejecutiva de Educación M.A.R. Francelia Chávez etc. Sin embargo solo les importa aplicarlo como pretexto en contra de la ordenación femenina. Debemos recordar que para interpretar correctamente un texto bíblico se debe tomar en cuenta el contexto histórico, cultural y social del pasaje. Muchas veces se han tomado textos del apóstol Pablo como 1ª. Cor. 14: 34 Versión Reina Valera 1961. ―Vuestras mujeres callen en las congregaciones, por que no les permito hablar‖ Pero se toman aisladamente del contexto del pasaje y del libro en general. Por ejemplo se omite la lectura de 1ª. Cor. 12 donde se aborda el tema de los distintos ministerios y no hay ninguna restricción para las mujeres al contrario constantemente se insiste que todos y todas somos parte del Cuerpo de Cristo que es la iglesia. Aunque en algunas ocasiones el apóstol Pablo les dijo a las mujeres que guardaran silencio como en 1ª. Cor. 14: 34 fue porque el trasfondo cultico de las mujeres de la Iglesia de Corinto era conocido por lo ruidoso de sus expresiones religiosas… las personas interrumpían el servicio religioso, incluían gritos, había confusión y se necesitaba el orden divino, 6 Pablo se vio en la necesidad de prohibir a las mujeres hablar o enseñar en la congregación debido a que

las mujeres de ese lugar en particular no tenían la formación para hacerlo, eran recién convertidas o habían permitido la filtración de alguna herejía en la iglesia.7 Así también, Pablo muchas veces reconoció su ministerio, las llamó amigas, sustentadoras de la obra, apóstolas, colegas, evangelistas, portadoras de la autoridad profética, etc. (Rom. 16). Las mujeres y los varones somos parte de esta Iglesia que es el cuerpo de Cristo, ambas partes hemos sido rescatadas por la Sangre de Cristo y Dios nos ha bendecido con su Espíritu Santo, otorgándonos por gracia dones y ministerios por ejercer. El apóstol Pablo dice en 1ª. Cor 12:13-14 Traducción en lenguaje Actual. ―La iglesia de Cristo es como el cuerpo humano. Está compuesto de distintas partes, pero es un solo cuerpo…pero todos fuimos bautizados por el Espíritu Santo para formar una sola Iglesia y un solo cuerpo, a cada uno de nosotros nos dio el mismo Espíritu Santo‖. ¿Qué pasa cuando a una parte del cuerpo de Cristo no se le permite ejercer los dones recibidos del Espíritu Santo? Tenemos entonces, un cuerpo que no funciona adecuadamente, un cuerpo atrofiado, cuyos miembros se desarrollan en desproporción. ¿Qué es necesario ser para poder participar de la gracia de recibir un don de Dios? El pasaje deja claro que no importa la raza, el status social y el género; el único requisito para poder tener acceso a los dones es ser parte del Cuerpo de Cristo, es decir de la Iglesia por medio del bautismo del Espíritu Santo. 1ª. Cor. 12.6-7, Traducción en Lenguaje Actual a la letra dice: ―Se puede servir al Señor Jesús de distintas maneras, pero todos sirven al mismo Señor. Se pueden realizar distintas actividades, pero es el mismo Dios quién da cada uno la habilidad de hacerlas (…) Cuando el Espíritu Santo nos da alguna capacidad especial, lo hace para que procuremos el bien de los demás.‖ No obstante cuando una mujer es llamada por Dios para desempeñar algún ministerio ordenado en la iglesia y Dios le ha dado ya los dones para servirle, lo que se encuentra es un no rotundo por parte de la misma iglesia, consistorio, presbiterio, sínodo o Asamblea General. Las respuestas pueden variar tanto como paredes se encuentre en el camino, ―No necesitamos mujeres, para eso hay varones, no puedes por ser mujer, Pablo dijo que no, la constitución lo prohíbe, no es Bíblico, estoy de acuerdo con el ministerio femenino pero aún no es tiempo, que no estudie teología, que solo sea misionera, etc.‖ 1ª Cor. 12. 26-28ª Traducción en Lenguaje Actual menciona ―Cuando una parte del cuerpo sufre, también sufren todas las demás. Cuando se le da importancia a una parte del cuerpo, las partes restantes se ponen contentas.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos juntos forman parte del Cuerpo de Cristo, En la iglesia Dios le dio una función a cada una de las partes‖. En consecuencia tenemos que nuestra Iglesia Presbiteriana de México hemos estado sufriendo mucho porque se han aislado a muchas mujeres de los ministerios ordenados y se nos ha prohibido ejercerlo, muchos de los miembros de este cuerpo se han quedado atrofiados pues no han desarrollado sus ministerios plenamente, cuando alguna mujer ha tratado de lograr un espacio en la iglesia, reclamando su lugar y su función dentro de la misma, en lugar de que todo el cuerpo se alegre como dice Pablo, recibe críticas, burlas, y su ministerio es coartado con diversas acciones y estrategias desde los puntos de poder de nuestra iglesia. Katherine Haubert menciona ―Así en cierto sentido, se ha aislado la expresión del mismo Dios en la iglesia y en el mundo"8 Oficios femeninos en la iglesia de los primeros siglos Los primeros cristianos procuraban distanciarse los más posible del politeísmo de las religiones griega y romana, por lo cual evitaban designar a sus clérigos (sacerdote), en su lugar recurrieron a los títulos seculares como ministro), misionero o enviado) anciano) administrador o intendente. Con el paso de los años los títulos que se identificaron con los principales ministerios de la iglesia cristiana fueron: obispos, presbíteros y diáconos.9 Las mujeres ejercieron todos esos oficios. Bernardette Brootens ha realizado un estudio sobre 219 inscripciones judías demostrando que las mujeres ejercían los mismos ministerios que los varones, algunas inscripciones rezan de la siguiente manera: ―Rufina judía, jefe de sinagoga, construyó esta tumba para sus esclavos libertos y para los esclavos criados en su casa. Nadie tiene derecho a sepultar a ningún otro aquí (…)Otra inscripción de Creta dice: Sofia de Gortina, anciano y jefe de la sinagoga de Quisamo, yace aquí, la memoria del justo para siempre. Amén(…) Una inscripción de una mujer judía que ostenta el título de sacerdote dice así: Oh Marin, sacerdote, bondadosa y amiga de todos, que a nadie causo dolor, benévola para tus vecinos, ¡adiós!, (…) Artemidora, hija de Miccalo, se durmió en el Señor cuando su madre Panisquines era …presbytera.10 También en Roma existe un mosaico en donde aparecen Prudenciana, Práxedes, María y una cuarta figura femenina, abajo una inscripción que la identifica como Teodora Obispo, el cuadro muestra claramente como la última letra a de ―episcopa‖ (obispa en latín) se ha tratado de borrar para que parezca el masculino ―episcopus‖ (obispo en latín). 11 De ninguna manera encontramos en la Biblia algún texto o pasaje en contra de la ordenación femenina, por el contrario encontramos a muchas mujeres ejerciendo ministerios y 46

dones, basta con revisar la lista de Romanos 16 para encontrar a Febe; la ministra, Pablo usa el termino muchas veces más para referirse a ministro, y se refiere con él a Cristo, a Apolo, a Epafras, a Timoteo y a si mismo y por supuesto en este caso a la Ministra Febe, un ministro y una ministra ejercía todas las funciones ligadas al ministerio como predicar, enseñar12 y hasta ministrar los sacramentos, como lo menciona Eliseo Pérez Álvarez ―El diaconado en la Edad Apostólica no estaba limitado a las funciones materiales con las que estamos acostumbrados a entenderlo, por ejemplo, servir las mesas significaba nada menos que impartir la eucaristía, función que Febe tuvo a su cargo‖13. Podemos observar que cuando aparece el nombre de una mujer asociado a un título eclesiástico, los traductores tienden a minimizar el oficio y en lugar de traducir por ministro como normalmente traducen cuando se trata de titulares varones, lo traducen por diaconisa. Pablo también la llama es decir sustentadora económica de la obra, aunque esta es una traducción muy débil según la teóloga Katherine Haubert, sugiere también ser líder de la iglesia o ser alguien a quien se le ha encomendado el rebaño y se preocupa y cuida de él con la autoridad y responsabilidad que esto conlleva; es decir Febe fue una Pastora.14 Otra mujer que ejerció un ministerio y el cuál Pablo reconoció fue la reconocida entre los apóstoles; Junia, (Rom. 16) Pablo la reconoce como notable entre los apóstoles, se ha violentado constantemente su nombre añadiéndole una para volverlo ―masculino‖ y negar así la existencia de una apóstol femenina, lo interesante es que ese nombre masculino no existe en la onomástica griega y sin embargo Junia sí, pues era un nombre romano de mujer muy común, por lo tanto Junia es la lectura más acertada del texto.15 Aceptar que Junia fue una mujer apóstol nos remite a admitir que por lo menos hubo dos apóstolas en la Iglesia de los primeros tiempos; María Magdalena y Junia, sin olvidar la tesis de Abelardo citada al principio del presente donde se consideran apóstolas a todas las discípulas de Jesús pues fueron testigos de su bautismo, muerte y resurrección, lo cual era requisito para ser llamado apóstol. Cuando las asambleas cristianas se reunían en casas las mujeres destacaban como presidentas de las congregaciones u obispas. Durante el siglo III, los procesos de institucionalización transformaron poco a poco las iglesias domésticas, hasta convertirlas en corporaciones presididas por obispos monárquicos. De ahí en adelante los ministerios femeninos sufrieron fuertes ataques a su legitimidad. En esa época podemos encontrar por primera vez el argumento de que Jesús designó solamente varones apóstoles, por lo tanto no se podían ordenar mujeres, que las mujeres debían


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. guardar silencio en la congregación y no enseñar como lo mencionaba Pablo, etc. Aunque estos argumentos resultaban débiles a la luz de los textos bíblicos cobraban fuerza por la nueva filosofía grecorromana infiltrada en las asambleas cristianas acerca del género. Los adversarios de la ordenación femenina, dividían la sociedad en dos ámbitos la (ciudad) para los varones y la casa) para las mujeres, por su trasfondo griego trataban de separar a las mujeres de la vida política, pública y religiosa, pues sustentaban que las mujeres al ejercer cargos religiosos estaban usurpando privilegios varoniles. Con la creciente institucionalización de la iglesia, estos argumentos fueron ganando peso.16 Así el honor del varón quedó ligado a los cargos públicos y religiosos y el de la mujer a su pudor, a su reputación casta, de tal forma que una mujer que ocupara cargos públicos o religiosos podría acusársele de mostrar una naturaleza masculina e incluso poner en duda su castidad. Todas estas ideas del valor masculino ejerciendo el poder y de la castidad femenina ocupando su casa tienen sus raíces en el pensamiento griego y ejercieron un profundo impacto en la visión cristiana de la mujer, de la sexualidad y del pecado a lo largo de toda la historia de la iglesia. Como mujeres y varones miembros de una iglesia del siglo XXI, que deseamos ejercer la vocación a la que fuimos llamadas y llamados, debemos entender cómo muchas mujeres y varones ejercieron sus ministerios en el movimiento de Jesucristo y en la iglesia de los primeros siglos y cómo después fuimos marginadas y desacreditadas cuando el Cristianismo se convirtió en una religión oficial. ¿Cuál es el verdadero motivo? Una de las razones de ser del presente congreso es mostrar las bases bíblico-teológicas para derribar los argumentos absurdos que niegan la ordenación de las mujeres y como se ha expuesto anteriormente se ha usado el texto como pretexto a conveniencia de muchos de nuestros hermanos ancianos y presbíteros para desacreditar la ordenación femenina. Pero si el problema no es meramente hermenéutico, ni teológico, entonces ¿Qué es lo que provoca la aversión de muchos pastores y ancianos en la cúpula del poder ante la ordenación de mujeres? ¿Por qué cuando ya se han dado las bases a favor de la ordenación femenina y se ha estudiado el tema en ponencias, congresos o escritos sigue habiendo una animadversión contra la ordenación de mujeres? Considero que un motivo de inconmensurable proporción es el sistema patriarcal de la I.N.P.M. el cual ha funcionado con el apoyo de prácticas sociales tan enraizadas en la mente de muchos de sus miembros a tal grado que pueden

sostener que sus ideas y anti-valores provienen de Dios. No obstante estas prácticas, creencias, juicios y anti-valores no provienen de Dios, han sido creados por la mente humana, fundamentados en el machismo y han adquirido verdadera importancia porque se han institucionalizado en la Constitución, reproducido en sermones, enseñanzas y escritos. Han adoptado anti-valores, símbolos, lenguaje y principios androcéntricos que tienen su raíz en el machismo de la elite de hombres en el poder que durante muchos años han regido no solo el destino de la Iglesia Presbiteriana, también la fe y el ministerio de muchas mujeres. La estructura androcéntrica de nuestra iglesia sitúa a la mujer en un plano secundario en relación al varón y, por tanto insignificante en su contribución al trabajo pastoral y ministerial en el seno de la misma. La primacía ha sido dada a los hombres en las funciones de liderazgo eclesial, las mujeres hemos sido relegadas a funciones religiosas periféricas y de baja remuneración o sin remuneración, pero no de liderazgo,17 como resultado, las mujeres hemos sido eclesialmente marginadas.18 Esta división jerárquica entre los sexos se resume en el concepto de sexismo, el cual aparece desafortunadamente en todas las dimensiones de la sociedad mexicana y se ha infiltrado sutilmente en la Iglesia Presbiteriana de México desde hace mucho tiempo, como las falsas doctrinas en la iglesia de los primeros siglos. 10 El sexismo cree en la inferioridad biológica de las mujeres, los roles sociales desiguales, y la expresa encarnación de la revelación divina en el cuerpo de los hombres…Estos patrones de control dominante se expresan en la comprensión jerárquica de Dios, Dios como Padre manda sobre el mundo, los presbiterios, pastores, ancianos sobre sus iglesias compuestas en su mayoría por mujeres, los esposos sobre las esposas, etc…‖19 La elite de hombres en el poder ha dejado de lado la soberana voluntad de Dios quien llama a hombres y mujeres a su servicio, ellos han sometido la voluntad del Espíritu Santo a la suya y a sus principios chauvinistas. Ante tal pecado algunas mujeres se han unido al enemigo, reproduciendo en sus hijos e hijas la misma misoginia que ejercieron sobre ellas, algunas más han sucumbido sometiéndose, soportando la invisibilidad, callando sus voces, ahogando su vocación en el olvido. Pero en las últimas décadas ha surgido en medio de la desesperanza una nueva generación de mujeres y de varones que se han unido con fe y esperanza, proclamando los valores del evangelio de Jesucristo, pugnando y perseverando por que la vocación de las mujeres a los ministerios ordenados sea reconocida, aceptada y valorada.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. El Evangelio, nuestra única esperanza La mejor alternativa ante estos conflictos culturales es la proclamación del evangelio, pues el evangelio transforma la cultura. Al parecer la tarea evangelizadora de la Iglesia Presbiteriana con todo y sus movimientos evangelísticos como MOVIPRES, ha fracasado, pues no han proclamado el verdadero sentido de la evangelización y no ha habido una inculturación del evangelio. La inculturación significa una íntima transformación de los auténticos valores culturales mediante su integración en el cristianismo y la radicación del cristianismo en las diversas culturas. Es, pues, necesario un proceso profundo y global que abarca tanto el mensaje cristiano, como la reflexión y la praxis de la Iglesia. Pero es también un proceso difícil, porque no debe comprometer en ningún modo las características y la integridad de la fe cristiana.La inculturación es un camino que acompaña toda la vida misionera y requiere la aportación de los diversos colaboradores de la misión, la de las comunidades cristianas a medida que se desarrollan, la de los pastores que tienen la responsabilidad de discernir y fomentar su actuación.20 Los pastores y ancianos de nuestra iglesia deberían tener un conocimiento consciente de la cultura sexista y androcéntrica en la cual estamos inmersos, inherente a la misión evangelizadora de la Iglesia debe encontrarse el diálogo entre hombres y mujeres que persiguen la justicia y los valores del Reino, la eliminación de la violencia hacia las mujeres y el trato equitativo y de respeto ante un llamado divino. El mensaje del evangelio inspira y da fuerza a los procesos de transformación de la cultura. La misión evangelizadora de la iglesia adquirirá gran sentido en la vida de nuestra Iglesia y en la de nuestro pueblo mexicano cuando logremos conectar el evangelio y sus valores para transformar la cultura y las estructuras que producen violencia. Recordemos que el evangelio toca todo y a todos. Jesús nos trajo el mensaje del evangelio del Reino de Dios, con sus valores igualitarios, por eso lo crucificaron. Si nos consideramos portadores del evangelio de Cristo y de los valores del Reino debemos dejar de traicionar esta verdad y luchar y proclamar como Jesús la igualdad absoluta. Con más de 130 años de Presbiterianismo en México, hoy día la Iglesia Nacional Presbiteriana de México cuenta poco más de 20 Ancianas de Iglesia, más de 30 Diaconisas y ninguna mujer ha llegado a ser ordenada como Presbítera. No habrá una verdadera evangelización en nuestra cultura mientras los varones en el poder se cierren a obedecer la voluntad de Dios y se cierren al explorar nuevos códigos para las relaciones de igualdad entre los géneros. No habrá una sana relación entre el evangelio y nuestra cultura mientras el sistema patriarcal de nuestra iglesia no promueva 48

la incorporación de las mujeres en el trabajo ministerial reconocido, dignificado y remunerado. En este sentido debemos también emitir algunos cuestionamientos más. ¿Tenemos como iglesia la honestidad y el valor para reconocer nuestra complicidad en la perpetuación de la cultura de violencia contra las mujeres? ¿Tiene la Iglesia Nacional Presbiteriana de México un mensaje de evangelio y esperanza para las mujeres mexicanas víctimas del machismo? Notas 1 Ma. J. Arana, Ma. Salas. Mujeres sacerdotes ¿Porqué no?, reflexiones históricas, teológicas y ecuménicas. Publicaciones Claretianas, Madrid, 1994, P. 9 2 K. Jo Torjesen, Cuando las mujeres eran sacerdotes, El liderazgo de las mujeres en la Iglesia primitiva y el escándalo de su subordinación con el auge del cristianismo. Almendro, Córdoba 1996 p.13 3 Ibid., p. 16. 4 op. cit., p.67 5 Cf. La Política de Aristóteles. 6 op. cit. 74 7 ibid., p. 75 8 op. cit., 87 6 9 op. cit. p.18 10 Ibid., p.32 11 Ibid, p. 23 12 op. cit. p. 89 13 E. Pérez-Álvarez, ―Teología de la Faena; un asomo a los ministerios cristianos desde la iglesia Apóstolica hasta la iglesia imperial‖, en Tiempo de Hablar. Reflexiones sobre los ministerios femeninos. México, Presbyterian WomenEdiciones STPM, 1997 , p.66 14 Op. cit., pp. 89-91 15 Ibid., p. 90 16 Op. cit., p.20 17 Cabe mencionar que siempre que me refiero a la situación de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México generalizo la situación de la misma, no por eso quiero dejar de lado el esfuerzo y los logros de muchas mujeres y varones de Iglesias Presbiterianas en los Presbiterios del Estado de México, Berea y Juan Calvino quienes considerándose un solo cuerpo, se someten a la voluntad del Espíritu y comparten con sus hermanas el ministerio del ancianato y diaconado. 18 María del Pilar Aquino. Entre la indignación y la esperanza. Teología Feminista Latinoamericana. Indoamerican Press Service LTDA. Bogotá, 1998. P.69 19 Ibíd. p. 73 20 Carta Encíclica Redemptoris


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C.

 L LÍÍN NE EA ASS E EX XE EG GÉ ÉT TIIC CA ASS Q QU UE E R RE ESSU UE EL LV VE EN NC CO ON NT TR RO OV VE ER RSSIIA ASS P PA AR RA A E EX XP PL LIIC CA AR RE EL L FFU UN ND DA AM ME EN NT TO O T TE EO OL LÓ ÓG GIIC CO OD DE EL LA AO OR RD DE EN NA AC CIIÓ ÓN ND DE E L LA AM MU UJJE ER RE EN NL LA A IIG GL LE ESSIIA AL LO OC CA AL L

A Allbbeerrttoo A Arreen naass M Moon nd drraaggóón n** El contexto que hoy transita la Iglesia Presbiteriana es demasiado complicado, no sólo debemos responder a las necesidades pastorales y misionales que requieren de una atención y apoyo desde una óptica bíblico-teológica latinoamericana, también la falta de inclusión y equidad de género en los diversos ministerios y oficios que la INPM confiesa y declara desde el siglo XVI, requiere una respuesta. Los que buscamos una Iglesia Igualitaria, nos enfrentamos a un fundamentalismo poco ilustrado y con endeble sustento, demasiado reaccionario al uso de la alta crítica y los nuevos géneros literarios que dan luz y sentido a la Revelación manifestada en la Escritura para su interpretación más genuina. Dicho fundamentalismo ha creado visiones distorsionadas de la Verdad Bíblica, por parte de los menos expertos que basan sus conclusiones en lecturas literalistas de la Escritura. Lo anterior se ha mezclado con influencias de pseudo-teologías escapistas, escatológicas y arminianas, producto de nuevos movimientos evangélicos de corte carismático, que han moldeando el texto bíblico a razonamientos y estándares de estilos de vida materialistas. Nos gustaría que los argumentos de la discusión se plantearan sólo en términos conceptuales y epistemológicos, de ésta manera, la constante reflexión teológica, nos brindaría la esperanza de rupturas epistemológicas que engendrarían un nuevo conocimiento teológico. Pero, lamentablemente, esa esperanza se disipa cada día, pues la falta de apertura de la estructura del poder eclesiástico para los ministerios femeninos ordenados no está fundamentada en la cosmovisión bíblica como primera fuente; lo que más influye a esa falta de apertura son los esquemas culturales que forman parte de una identidad ancestral arraigada en el creyente de hoy. Los esquemas culturales se justifican con argumentos bíblicos para seguir alimentando esa identidad. Nos cuesta mucho trabajo cambiar patrones culturales porque nos brindan la sensación de seguridad, que a su vez, nos permite forjar la personalidad, un concepto de familia y del matrimonio; una forma de expresión en la vida religiosa, productiva y reproductiva. Los anteriores, son elementos de suma importancia, en ocasiones más que el mismo mensaje contenido en la Escritura. No intentemos juzgar o condenar esta situación, simplemente como Juan A. Mackay (1993)

dijo: ―son huellas de una imagen distorsionada del Cristo conquistador que generó la dependencia para la subsistencia‖. Es el tipo de cristología que está implantada en el pensamiento eclesiástico; como comenta R. Niebuhr es el concepto que han desarrollado de Cristo y del cristianismo (1968). Como ejemplo de esto, durante la década de los cincuenta, nuestra naciente Asamblea General nos heredo un legalismo irracional ya que se concebía a Jesucristo como un gran Maestro y Legislador, y debíamos apegarnos a las normas que dictó a partir de lo que dijo sobre Dios y la ley moral. Pero el concepto que se ahora tenemos de Jesús (y de Dios mismo) es que es ―Varón‖, ―Jefe‖, ―Cabeza‖ (en sentido de autoridad) y ―Gobierno único‖, y de esta manera ejercemos el autoritarismo excluyente con ropaje de piedad. Las cuestiones arriba mencionadas no deben generar una perspectiva pesimista en nuestra lucha por una Iglesia Igualitaria, porque, como signo de los tiempos, estamos en la coyuntura para influir (como levadura en la masa) en el cambio de paradigmas eclesiásticos, bajo la insistencia en la reflexión bíblica para generar las convicciones teológicas pertinentes a la fidelidad de la Palabra. Por esta razón, abordaremos tres aspectos exegéticos necesarios para analizar los textos bíblicos, que nos permitirán entender y defender frente a las controversias hermenéuticas, la ordenación de la mujer en el interior de la Iglesia. No es la intensión polemizar en las perícopas que sugieren la equidad e igualdad de hombres y mujeres en la vocación de ministerio de la Palabra y de los Sacramentos, tampoco en la aclaración de los textos usados para negar dicha vocación. El propósito es asentar el criterio paradigmático exegético que verticalizará a los textos que favorecen la ordenación de la mujer y desmitologizará la miope lectura de la no ordenación de la mujer. Mujeres cuya vocación ministerial es seguir Existe una corriente, basada en el literalismo bíblico, que niega toda participación de la mujer dentro de la iglesia y, específicamente, como líder de la comunidad de fe; por lo general sostienen un argumento fuera del contexto hermenéutico: ―Jesús no eligió mujeres como apóstoles para que le siguieran‖. Los días siguientes, Jesús fue por muchos pueblos y ciudades anunciando las buenas noticias del reino de Dios. Con Jesús andaban también sus doce discípulos y muchas mujeres. Estas mujeres ayudaban con dinero a Jesús y a sus discípulos. A algunas de ellas, Jesús las había sanado de diferentes enfermedades y de los espíritus malos. Entre esas mujeres estaba María, a la que llamaban Magdalena, que antes había tenido siete demonios. También estaban Juana y Susana.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Juana era la esposa de Cuza, el administrador del rey Herodes Antipas. Lucas 8:1-3.

Resaltamos ahora una sola frase: ―lo acompañaban los Doce y algunas mujeres‖. ¿Qué debemos entender por estas últimas palabras? ¿Colocan a las mujeres en la misma situación que a los Doce? Mateo y Marcos sólo mencionan a las mujeres en la muerte de Jesús, en Mateo 27:55-56 leemos: ―Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos. Ellas habían seguido (ηκολοςθηζαν) y ayudado a Jesús durante su viaje desde Galilea. Entre esas mujeres estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la esposa de Zebedeo‖. Otra versión dice: ―Estaban allí, mirando desde lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde los tiempos de Galilea sirviéndolo‖. Aquí resalta la acción principal: seguir. El seguimiento es algo que Jesús caracterizó en el discipulado: él llamaba y los demás le seguían. El llamado al seguimiento no es para caminar atrás de Jesús, como cuando sigues al político del pueblo o al sacerdote que organiza las procesiones religiosas. Seguir a Jesús tiene una trascendencia más allá de caminar sin un rumbo o propósito; más bien se plantea en el sentido de Mateo 4:18-20: ―Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea cuando vio a dos hermanos que eran pescadores: Simón Pedro y Andrés. Mientras pescaban con sus redes, Jesús les dijo: 'Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí'. En ese mismo instante, Pedro y Andrés dejaron sus redes y siguieron (ηκολοςθηζαν) a Jesús.‖ Este pasaje nos relata que Jesús dice a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano: ―Síganme, y os haré pescadores de hombres‖. Y añade el texto: Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron‖. Relato semejante para el caso de Santiago y Juan, hijos del Zebedeo: ―inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron‖. Lucas sitúa la llamada de los cuatro discípulos tras la pesca milagrosa, y concluye: ―lo siguieron‖. Es frecuente fundamentar la «elección» de los Doce por Jesús en la escena del llamado que les concierne, al menos a algunos de ellos. Las mujeres no son, efectivamente, objeto de ninguna escena del llamado, como Simón y Andrés, Santiago y Juan, y también Mateo (Mt. 4:18-22; Mc. 1:16-17; Lc. 5:1-3, 10-11). Pero tampoco lo son todos los Doce (Tunc, 1999). Por otra parte, ese llamado no debió de ser tan espectacular como la describen los evangelistas, con la intención de ofrecer una imagen impactante del «llamado» que en realidad Jesús dirige a todos. De la multitud más o menos numerosa que acompañaba frecuentemente a Jesús, sin duda fueron destacando poco a poco los que estaban 50

más cerca de Él, los más estables, los que le «seguían» sin interrupción: los Doce y las mujeres, pero probablemente también otros. Entre todos ellos, Jesús elegiría a los que enviará en misión. El término seguimiento (ηκολοςθηζαν), tienen dos usos en el Nuevo Testamento. Aparece en los sinópticos en un sentido neutral, donde se emplea en indicativo refiriéndose a la multitud que acompaña a Jesús (Mt. 4:25; 8:1; 21:9; 10:12). Esta visión lingüística no tiene ninguna trascendencia especial, no alude al seguimiento en forma de vocación, sino más bien como borregada, como parte de la muchedumbre. El segundo uso se aplica no a la multitud, sino a la persona en particular y lo hace en forma imperativa. Jesús es el que llama y sólo existe una respuesta: seguirle. El que lo sigue es empujado en la vocación de asumir un nuevo papel, como en el testimonio de Mateo (9:9). A este imperativo responde el llamado. El vocablo ηκολοςθηζαν siempre representa la llamada a la definitiva y entrañable condición de discípulo de Jesús (Coenen, 1987). Esto cobra un sentido amplio de vocación que implica a hombres y mujeres por los siguientes motivos (Stam, 1995): El seguimiento, como característica de la condición auténtica del y la discípulo de Jesús, se diferencia de la condición de discípulo tratándose de los rabinos. Jesús no espera la adhesión libre, llama con plena autoridad divina, del mismo modo que Dios llama a los profetas en el Antiguo Testamento (Mc. 1:16). Jesús no llama para que se aprenda un modo de conducta trasmitido, sino que apunta al futuro del reino de Dios que alborea (Lc. 9:59). Ser discípulo o discípula de Jesús es una vocación escatológica (Tunc, 1999): una colaboración en el servicio del reino que está cerca (Mc. 1:15). Los y las que son llamados al seguimiento tienen parte en el poder de Jesús: son enviados a la humanidad (Mt. 15:24; 10:5) para difundir su mensaje (Mt. 4:17; 10:7); están llamados y llamadas a hacer milagros (Mc. 3:14); y se sentarán con él en el tribunal para juzgar al mundo (Mt. 19:28). El que acepta la nueva llamada debe estar dispuesto y dispuesta a renunciar a la antigua naturaleza; no como una condición, sino como una consecuencia lógica (Mc. 1:16ss; Mt. 9:9). El y la discípula que sigue a Jesús no pueden esperar una mejor suerte con su Señor (Mt. 10:24), sino estar dispuesta al sufrimiento: ―Si ustedes quieren ser mis discípulos (seguidores = ακολοςθειρ), tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a morir en una cruz y a hacer lo que yo les diga‖ (Mc. 8:34). Estar dispuesto a morir en la cruz significa estar dispuesto y dispuesta a


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. sufrir, como fruto de la negación propia, liberándose de sí mismo y de todas las seguridades. ―Seguir‖ es, por tanto, el verbo que caracteriza al discípulo. Por eso, actualmente hay un acuerdo casi unánime en admitir que las mujeres que «seguían» a Jesús eran discípulas como los varones. En su itinerario estaba acompañado de discípulos varones y mujeres. Es aquí donde los detractores a la verdad bíblica sobre la ordenación de la mujer argumentan que si este llamamiento fuera real, desde el principio las hubiera nombrado como apóstolas. Es verdad que no podía «elegir» mujeres para una misión pública, su testimonio hubiera sido rechazado. Además argumentan que la misión no consistía sólo en llevar un mensaje, sino que simultáneamente confería ―autoridad sobre los espíritus inmundos para que los expulsaran‖ y ¿cómo se habría podido aceptar, entonces, que mujeres «impuras» (según Bernabé Bautista) expulsaran los espíritus Impuros, y que estuvieran revestidas de «autoridad»? El rechazo no es de Jesús, es de una sociedad androcéntrica. Por lo tanto, no altera en absoluto la relación entre Jesús y las mujeres, como tampoco se fijan definitivamente los criterios de «elección» de los obreros en otra cultura distinta a la que Jesús vivió. Esta asimetría sólo durará mientras los varones no se desembaracen por entero de los esquemas patriarcales y no se convenzan de su igualdad básica con las mujeres. Jesús no rechaza la ayuda de las mujeres para su misión, veremos que la solicita repetidas veces, cuando las circunstancias lo permiten: a la samaritana (Jn. 4), a Marta, por su profesión de fe (Jn. 11:27), y, sobre todo, a María de Magdala (Jn. 20:1718). Mujeres cuya vocación ministerial es servir y sostener Se dice que Jesús no eligió entre las mujeres a los doce apóstoles. Es importante que consideremos que Jesús no escogió apóstoles, la Iglesia es la que los consideró apóstoles o dio a sus actividades el carácter de apostolado; Jesús estableció también otros ministerios y oficios que permanecen hasta hoy. Jesús escogió doce discípulos para que lo siguieran, pero su círculo se amplió hasta setenta, y en otros momentos de su ministerio se redujo a cuatro. Muchas mujeres siguieron a Jesús entre toda la población de discípulos, encomendándolas a la misma misión que los doce (Juan 4:21-29; Mr. 16:7). Muchas mujeres le seguían y servían, de acuerdo con Mr. 15:40-41: ―Había allí muchas mujeres mirando desde lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, Salomé y María la madre de José y de Santiago el menor. Ellas habían seguido y ayudado (διηκονοςν = diaconía) a Jesús en Galilea. Además, estaban allí muchas otras mujeres que habían acompañado a Jesús en su viaje a Jerusalén‖. Algunas de ellas sostuvieron económicamente el

ministerio de Jesús (Lucas 8:1-3); otras fueron capacitadas para el ministerio con el mismo método pedagógico de los rabinos de la época (Lc. 10:28-42, cf. Hch. 22:3). Los evangelios dicen de ellas que ―servían‖, que ―ayudaban‖, que ―asistían‖, a Jesús con sus bienes. ¿Cómo interpretar estos términos? El sustantivo διηκονοςν también tiene varias acepciones. De manera tradicional se ha identificado en la elección de siete varones denominados diáconos (Hech 6:1-6). Pero una correcta lectura del texto nos muestra que nunca denomina a los varones como diáconos, sólo indica que su trabajo es servir (διακονια) las mesas de las viudas, con la finalidad de liberar un poco la carga de los apóstoles porque su trabajo es estar al servicio (διακονια) de la Palabra y de la oración. El ministerio de los apóstoles es de diaconía, de servicio, pero no de manera doméstica, sino en forma espiritual, del ministerio. Por ello es que διακονια tiene el sentido de servir a la mesa (Mc. 1:31; Jn. 12:2) en el sentido de asistir a las personas (Mc. 15:41; Mt. 4:11; 25:44) y a la comunidad (2Tim. 1:18; He. 6:10; 1P. 4). Pero διακονια también tiene el sentido de expresar la predicación del evangelio (2Co. 3:3; 1P. 1:12). El «servicio (διακονια)», lejos de la explicación anterior, ha sido visto en ocasiones como una función doméstica que la misma sociedad y cultura han establecido y, por supuesto, muy diferente de la de los discípulos-varones. En este tenor, se ha escrito recientemente que ―estas mujeres asumían los papeles tradicionalmente femeninos de acogida y servicio... Seguían dedicándose a preparar las comidas, a amasar la harina para hacer el pan‖. Nada de eso se dice en los evangelios; no es clara la afirmación que acentúa el papel doméstico de las mujeres. Siempre es grande la tentación de atribuir a las mujeres únicamente esos papeles «específicos», pero Jesús tuvo toda la intensión de modificar esa concepción. Basta el episodio de Marta y María (Lc.10:38-42) para probarlo. Jesús da otro vuelco a las tradiciones familiares durante su visita a Marta y a María, aunque no seguían a Jesús desde los tiempos de Galilea, pueden ser consideradas como discípulas. Este texto debe ser considerado en estrecha cercanía con otros, con los que norman líneas tan convergentes que se puede percibir en ellas un propósito e intención de Jesús que hay que sacar a luz (Tunc, 1999). Explícitamente, Jesús reconoce que una mujer puede ser discípula, situación bien contraria a las costumbres establecidas. María estaba, en efecto, en la misma actitud que Pablo a los pies del gran rabino Gamaliel (Hch. 22:3). La tradicional función de «ama de casa» no es la única posible para una mujer. Jesús declara que es una función secundaria. Pone fin, no a la familia, a la rigidez de las tradiciones y de las atribuciones estereotipadas de

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. «papeles». Incluso es posible ver en este episodio de Marta y María un alcance más amplio, más allá de las relaciones familiares. Georges Wierusz Kowalski (Tunc, 1999) ha mostrado, en La ruta que nos cambia, que estas mujeres simbolizan en realidad a las Iglesias de nuestros tiempos. Así, Marta representaría a las iglesias domésticas, cuya tarea era acoger, poner orden en las cuestiones y en los conflictos internos, hacer realidad la unidad de las comunidades y, sin duda, presidir las reuniones de oración; mientras que María sería el símbolo de las iglesias misioneras, en las que los profetas son portadores de la palabra de Dios, después de haberla escuchado y meditado. Esta interpretación significaría que, desde los orígenes del cristianismo, las mujeres permanecieron «siguiendo a Jesús» en funciones de primera importancia, con un alto grado de servicio no doméstico. De esta forma, sin realizar una revolución espectacular, sin poder, sin modificar las costumbres establecidas ni las reglas sociales, la actuación de Jesús sugería, sin embargo, una transformación, cuya comprensión y realización paulatina es cosa que pertenece hacer a sus discípulos, tanto en la vida social como en la vida eclesial. Bastaría con escuchar a Dios, que crea los vínculos entre los seres y la fraternidad entre todos. Por añadidura, como las mujeres eran «excluidas» en aquella época, su aceptación en el círculo de los discípulos, la verdadera familia de Cristo, significaba que su Reino debía incluir a todos los excluidos. Otros gestos de Jesús pueden ser leídos en este mismo sentido. El ―servicio‖ era una obligación para todo discípulo. No es imposible que las mujeres, en ocasiones, hayan «servido» con sus especialidades «tradicionales», pero no está escrito en ninguna parte. ¿Podemos imaginar a las mujeres «en el fogón» echando las tortillas durante los desplazamientos continuos de Jesús? El episodio de la samaritana muestra a los discípulos (¿varones?) yendo de compras para improvisar una comida (Jn. 4:8); según Lc. 22:7, Pedro y Juan parecen ser los únicos encargados de preparar la última cena de Jesús, mientras que Mateo y Marcos hablan cada uno de «dos discípulos», expresión que podría designar a varones y a mujeres. En fin, el último capítulo de Juan (poco importa para el caso que su autenticidad se ponga en duda) muestra a Jesús asando Él mismo unos peces (Jn. 21:9). Esos textos permiten suponer que las tareas se compartían. Aunque los evangelios no ofrecen precisiones sobre lo que hacían las mujeres, numerosos episodios muestran que Jesús no las enclaustraba en su situación maternal, incluso en Lc. 11:2728 Jesús relativiza la maternidad de María, ni en sus tareas hogareñas, como vemos en el episodio de Marta y María que ya citamos. Los evangelios apócrifos, que a veces 52

proporcionan indicaciones que los evangelios canónicos han querido silenciar, insisten en el puesto excepcional de María de Magdala, no en el plano material, sino en el espiritual. Jesús le habría hecho revelaciones al margen de los Doce, lo que habría llevado a Pedro a estar celoso de ella. Las alusiones a querellas entre ellos son demasiado frecuentes en los apócrifos para poder pensar que sean totalmente imaginarias. En su origen, debió haber hechos precisos... ¡sobre cuestiones más importantes que la confección de las comidas! Nada nos permite, pues, suponer diferencias de situación en el «servicio» que hacían las mujeres y los varones. También se ha sostenido que la ayuda financiera era el único papel que jugaban las mujeres. Pero ayudar financieramente al maestro al que se seguía era cosa que incumbía normalmente a todo discípulo. Por lo demás, Zebedeo, el padre de Santiago y de Juan, no era pobre: tenía empleados; debió de financiar al grupo, del que formaba parte Salomé, que al parecer era su esposa. También Pedro y Andrés eran patronos pescadores, suficientemente acomodados como para poder abandonar la pesca por algún tiempo. Sin duda, Juana, la mujer de Cusa, intendente de Herodes, debía de tener una fortuna mayor que ellos y pudo ayudarlos más. También podemos creer que Susana, citada a la vez que Juana, procedía del rico entorno de Herodes. En cuanto a María de Magdala, no es posible saber cuál era su origen ni su fortuna. Lo único que hay que evitar es ver en ella una rica prostituta, nada en los evangelios permite suponerlo. Con todo, probablemente ayudaba al grupo, como los demás discípulos. Siendo ―seguir‖ y ―servir‖ los dos verbos que caracterizaban al discípulo, se puede concluir, sin temor a equivocarse, que las mujeres que seguían a Jesús respondían a la definición de los verdaderos discípulos. Mujeres cuya vocación ministerial es dirigir En la vida de la iglesia primitiva y de la era apostólica no había jerarquía entre los miembros, tampoco había niveles de autoridad (González, 1994). El pensamiento que prevalecía era el de la inclusión, por eso la evangelización se amplió a los gentiles, a las diversas clases sociales, económicas, etnias y géneros. Por tanto, no existía ningún impedimento para que las mujeres participaran en el liderazgo de la iglesia, la Biblia menciona diversa diaconisas, como Febe (Rom. 16:1), que no era cualquier diaconiza: Pablo hace la acotación de que ella ha ayudado demasiado: πποζηαηιρ = prostatis (protectora) se define como responsable, dirigente, presidenta, gobernadora, de la misma raíz para misionera o predicadora oficial (Moltmann, 1991). También las hijas de Felipe eran diaconisas, incluso predicadoras (Hch. 21:9),


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Eusebio (1950) comenta que representaban autoridad en Hierápolis y Frigia; en los requisitos que deben cumplir los diáconos en Efeso, se incluye a mujeres (1 Tim. 3:11). Por otra parte, el término que empleamos para anciano de la iglesia en el griego es presbuteros, Pablo da algunas recomendaciones para los anciano y otras para las ancianas de iglesia empleando el mismo término pero en femenino (Ti. 2:1-4 = ππεζβςηιδαρ). Además, en la época de Pablo los que abrían una iglesia lo hacían en su casa y se convertían en el primer pastor de la misma, así tenemos el ejemplo de Lidia que recibió a Pablo en su casa y formó la iglesia de Filipos. En la lista de saludos a esa ciudad, Pablo mencionan a varias mujeres que colaboraban con él. (4:1-3). En los primeros años de la vida de la iglesia se consideraban características esenciales para identificar a los apóstoles su evidencia de que siguieron a Jesús: ser testigo su muerte, de su sepultura, ser testigo de su resurrección y ser enviado a predicar la resurrección. Algunas mujeres que siguieron a Jesús cumplieron con estos requisitos (Lc. 23:2612). El apóstol Pablo agrega a estos requisitos predicar la Palabra y sufrir persecución y prisiones como él, y cita, por ejemplo, a Andrónico y a Junias (mujer) ―muy estimados entre los apóstoles‖ (Rom. 16:7), o Evodia y Síntique que combatieron hombro a hombro con Pablo (Fil. 4:2-3); así también, Trifena y Trifosa grandes líderes de testimonio (Rom. 16:12). ¡Soli Deo gloriam! ¡Amén! Bibliografía Coenen, Lothar, et al. (1987), Diccionario teológico del Nuevo Testamento, vol. IV. Salamanca, Sígueme: Salamanca. Eusebio de Cesarea (1950), Historia eclesiástica. Buenos Aires, Nova González, Justo L. (1994), Historia del cristianismo. Tomo 1. Bogotá, Unilit. Haubert, Katherine M. (1993), La mujer en la Biblia. Implicaciones para el liderazgo femenino en la iglesia. San José, Visión Mundial. Mackay, Juan A. (1993), El otro Cristo español. Un estudio de la historia espiritual de España e Hispanoamérica. México, CUPSA. Madigan, Kevin y Carolyn Osiek (2005), Mujeres ordenadas en la iglesia primitiva. Una historia documentada. Estella, Verbo Divino. Moltman, Jürgen y Elisabeth Wendel-Moltmann (1991), Hablar de Dios como mujer y como hombre. Madrid, PPC: Montemayor, Rebeca (2000), ―Ministerio de la mujer, perspectiva de una pastora‖, II Simposio de los Bautistas del 12-14 de octubre de 2000, México.

Niebuhr, Richard (1968), Cristo y la cultura. Barcelona, Península. Pérez Álvarez, Eliseo (1997). ―Teología de la faena; un asomo a los ministerios cristianos desde la Iglesia Apostólica hasta la Iglesia Imperial‖, en Tiempo de hablar; reflexiones en torno a los ministerio femeninos. México, STPM. Scott, Luis (1992), Las mujeres, la iglesia y 1 Timoteo 2:9-15. México, Kyrios. Stam, Juan (1995), Las buenas nuevas de la creación. Buenos Aires, Kairós. Tamez, Elsa (2004), Luchas de poder en los orígenes del cristianismo. Un estudio de la I Carta a Timoteo. San José, DEI. Tunc, Susanne (1999), También las mujeres seguían a Jesús. Santander, Sal Terrae.

 A AN NIIM MA AC CIIÓ ÓN NP PA ASST TO OR RA AL L FFE EM ME EN NIIN NA A W Wiillm maa R Room mm meell No voy hacer historia; voy a partir un poco más desde lo testimonial. Cuando sentí el llamado al pastorado tenía 17 años. Para ese entonces, la Iglesia Evangélica Luterana (IELU), de la cual provengo, en Argentina, no aceptaba la ordenación al ministerio femenino. Provengo de una familia de clase media alta, entonces era todo una discusión familiar. Cómo una mujer, sin ser aceptado todavía el ministerio femenino, va a estudiar teología a 1600 km. de distancia de su casa, sola. Todo era un drama familiar. Mientras tanto se fueron sucediendo algunas cosas que estoy convencida fueron obra del Espíritu Santo. Entre ellas, en 1981 se hace la Asamblea General de la Iglesia Luterana Unida en la Provincia de Misiones. Es la misma ciudad donde nací y crecí. Y en esa ciudad se aprueba el ministerio femenino. Imagínense, fue muy fuerte para mí. Eso fue en octubre, y en marzo yo ya estaba en Buenos Aires iniciando mis estudios de teología. Para entonces, ya había cumplido mis 21 años y me sentía más libre. Así surgió ese deseo, esa vocación pastoral en la cual después me fui capacitando. Cuando llego a Buenos Aires, a la Facultad Evangélica de Teología (ISEDET), me doy cuenta que en realidad sólo un 5% de los profesores eran mujeres, el resto eran varones. Si bien el ministerio pastoral ya estaba reconocido en la Iglesia Metodista, en Argentina, en la Iglesia Evangélica Valdense 53


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. del Río de la Plata la ordenación femenina data del 62 o 64, y sin embargo había sólo dos profesoras mujeres. Fue un impacto. Igualmente debemos decir que algunos de estos profesores varones que hemos tenido en ISEDET nos ayudaron a hacer una lectura bíblica también desde la mujer. Lo cual fue un descubrimiento, particularmente para mí, y para todas las mujeres y varones que estábamos allí. Paralelo a mis estudios en teología tuve la posibilidad de conocer a mujeres pastoras, que hasta ese momento no había conocido más que por libros o por literatura que venía de Europa o de Estados Unidos. Impactaron mucho en mi formación y en mi afianzamiento de la vocación pastoral. Para la Iglesia Luterana era tradición que mientras recibíamos nuestra formación académica desarrolláramos simultáneamente nuestras prácticas pastorales. Éstas debíamos ejercerlas en una comunidad de fe distinta. Casualmente, o por esas cosas del Espíritu, me fue asignada la única comunidad luterana que no había votado el ministerio pastoral femenino. Fui advertida de esto. Sin embargo, allí ejercí mi práctica durante tres años. Entre tanto, tal congregación quedó sin su pastor titular y debí asumir buena parte de las funciones pastorales siendo estudiante, lo cual era un desafío muy fuerte. Una comunidad que no apoyaba el ministerio femenino tenía ahí a una estudiante en teología... mujer. Yo creo que Dios va marcando nuestros caminos y nos va dando fuerzas en la medida que lo escuchamos, y lo descubrimos caminando con otros y con otras. Así lo sentí realmente. Finalizando mis estudios conocí a un estudiante que ya era candidato al ministerio, Álvaro. Terminamos casándonos cuando terminamos nuestra carrera de teología. Y entonces surgió una gran pregunta: ―¿qué hago yo ahora con mi ministerio pastoral cuando en las iglesias evangélicas históricas tenemos tantas divisiones? Yo soy luterana, por tradición, por nacimiento. Mi esposo, pastor valdense. Pero el amor era más grande que la división denominacional. Creo que Dios nuevamente nos dio su tiempo. Ese tiempo que Dios nos regala y no nosotros... Nos surgió la posibilidad de estudiar en Europa, por lo tanto tuvimos un tiempo para seguir pensando a qué comunidad íbamos a dirigirnos y en qué congregación íbamos a ejercer nuestro ministerio pastoral. En Alemania pude hacer pedagogía social y eso me ayudó a descubrir mujeres teólogas. Estábamos estudiando en Tubinga -al sur de Alemania- y allí pude conocer personalmente a Elizabeth Moltmann-Wendel. Leer algunas propuestas de lectura femenina y de teología femenina de Elizabeth SchüsslerFiorenza. Para entonces, ya Elsa Tamez estaba haciendo una gran tarea en América Latina. Creo que fue una de las precursoras y me marcó mucho. A esa altura de mi vida 54

también había conocido a María Teresa Porcile, no personalmente. Tuve el gusto de conocerla hace unos siete años, ya casi al final de su vida, pero fue una bendición de Dios. También han contribuido a mi formación: Beatriz Melano Couch (primera mujer teóloga latinoamericana), Tania Mara Sampaio, Ulricke Bechmann, entre otras. Debo agregar a la pedagoga alemana Anne Frohmann –profesora de Tubingaque me impactó por sus conocimientos, su claridad de pensamiento y el trabajo de género. Ellas influyeron mucho en mi ministerio pastoral. De regreso al Río de la Plata, decidí solicitar mi incorporación al cuerpo pastoral de la Iglesia Valdense con el consentimiento de la Iglesia Luterana. Y eso era un desafío muy grande para las iglesias históricas protestantes. Eso implicaba invitarlas a que se junten; a pensar juntas si es posible ejercer un ministerio pastoral siendo de otra denominación. Fue muy duro ese tiempo porque las cuestiones administrativas siempre están por encima de las necesidades humanas, los deseos y las vocaciones. La Concordia de Leuenberg (acuerdo teológico entre iglesias luteranas y calvinistas) ya estaba firmada, pero no era lo mismo bajarlo a la práctica de las relaciones entre una iglesia de confesión luterana y otra de tradición y liturgia calvinista. Si bien hubo una aprobación de parte de la Iglesia Luterana Unida de ejercer mi ministerio en la Iglesia Valdense, ese diálogo duró doce años. Finalmente, el año pasado, estas dos iglesias pudieron sentarse en torno a un escritorio, evaluar qué decían las comunidades, cómo evaluaban mi tarea pastoral y darse cuenta que Dios es uno solo. Lo importante es anunciar la Buena Noticia; no importa desde qué historia y desde qué doctrina. Tal vez sí importe, pero no sé si es lo fundamental. Lo que en realidad Jesucristo vino a hacer es anunciar la Buena Noticia a todos y a todas, sin distinción, sin miedos, tratando de cruzar fronteras. Y ahí está el desafío, ayudarnos a cruzar fronteras. Jesús permanentemente las cruzaba, y pudo transformar personas. No sé si ese es mi objetivo, pero es mi sueño: poder anunciar la Buena Noticia de Jesús... Comparto con el evangelista Lucas, en el capítulo 4, versículo 18, cuando Jesús vuelve a Nazareth, entró a la sinagoga y leyó del libro del profeta Isaías: ―El Espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a anunciar la amnistía a los cautivos y dar vista a los ciegos; pregonar la libertad a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor.‖ Este es un versículo que me inspira permanentemente... Y va más allá del género. Tiene que ver con la esencia misma de


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Jesús, de anunciar la libertad, de tratar de vivir, de tratar de descubrir el amor de Dios a partir de la palabra. Y yo pienso que en esto las mujeres pastoras tenemos mucho para aportar. Inés hacía el recuento del desafío cotidiano que ella tiene de ser mujer. A mí me pasa más o menos lo mismo, con la única diferencia que todavía no soy abuela y espero no serlo por unos cuantos años más... Dios dirá cuándo, cómo y de qué manera... El desafío que tenemos es ayudar a descubrir que la palabra de Dios que encontramos en la Biblia, que en general fue escrita por varones, el mensaje es para todos, varones y mujeres. Y la propuesta de Él era sensibilizarnos. Yo no digo que los varones no se puedan sensibilizar, pero nosotros podemos hablar desde otra historia, desde otro lugar. Y podemos mirar de una manera diferente, porque somos diferentes. Porque varones y mujeres somos diferentes, gracias a Dios. Y ahí está la riqueza. Podemos anunciar el Evangelio desde nuestros dolores y desde nuestras alegrías, sin tenerle miedo a nuestro cuerpo y a nuestra sensibilidad. Y sin tener miedo a derramar alguna lágrima porque Jesús también lloró, y ustedes deben recordar alguna situación. Jesús también se sensibilizó y la propuesta era totalmente inclusiva. Si no miremos a María Magdalena, a Marta y a María... Para las mujeres, aceptar una mujer pastora no siempre es fácil. Mucho más para las mujeres que para los varones, porque ese rol pastoral, que fue masculino durante tanto tiempo, marcó. A veces es más fácil para un varón aceptar una mujer pastora. Y a veces me pregunto si no confunde ese rol con el rol maternal. Es una pregunta que tal vez, en algún momento, nos la podremos contestar. No lo sabemos, pero me está dando vueltas. Sin embargo, en este momento que yo estoy a cargo de una comunidad –la única congregación luterana en Uruguaysiento que no tengo mayores dificultades. Pero fue un proceso; yo también fui creciendo. Yo, como mujer pastora, también aprendí a darme los tiempos y dar los tiempos a la membresía. Es un aprendizaje que debemos desarrollar varones y mujeres, pastores, pastoras y comunidades. Creo que ese es el desafío más grande y debo confesar que hoy volvería a elegir este ministerio pastoral. www.obsur.org.uy/publicaciones/viejo-arcon/28/28WILMA-ROMMEL.htm

 T TAALLLLEER RB BÍÍB BL LIIC CO O IIN NT TE ER RE ESSA AA AL LA A O ON NU U CCO OM MO OM MA AT TE ER RIIA AL LP PA AR RA A E ER RR RA AD DIIC CA AR RL LA AV VIIO OL LE EN NC CIIA AD DE E G É N E R O GÉN ER O ALC Noticias, 28 de febrero de 2011. Un taller para mujeres realizado en el Caribe sobre cómo leer la Biblia puede contribuir de manera significativa a acabar con la violencia masculina contra la mujer ha captado la atención de la agencia de Naciones Unidas responsable del programa de mujeres. Toni-Ann Brodber, representante de ese organismo, participó en un taller celebrado recientemente en Granada para probar nuevos modelos de estudio de la Biblia, y tomó nota de la importante contribución de las comunidades de fe en la erradicación de la violencia contra la mujer. Brodber expresó su interés en apoyar una campaña de acción contra la violencia que esté conectado al estudio de la Biblia. La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (WCRC) y la Iglesia Presbiteriana en Granada, en colaboración con el Consejo de Misión Caribe y América del Norte (CANACOM), organizó este taller a finales de enero. Aproximadamente 25 personas asistieron al taller. Las participantes fueron líderes y escritores, pastores, pastoras, laicos, laicas, adultos y jóvenes, tanto de la región-de las comunidades del Caribe- como de otros países. El proyecto está formado por tres componentes y procesos: un taller sobre estudio de la Biblia; una campaña en contra de la violencia contra la mujer; y un libro de estudio de la Biblia. El libro incluye historias de las mujeres, una guía de estudio, la reflexión sobre las nuevas "Hermenéuticas" (interpretación de los textos) del Caribe, liturgias, recursos para la campaña contra la violencia contra la mujer, poemas cortos y oraciones. La coordinadora del Taller, Patricia Sheerattan-Bisnauth, dijo: "La prevalencia de la violencia contra la mujer, las dificultades económicas, el cambio climático, la inestabilidad política y la crisis de liderazgo requieren un movimiento profético de personas lideradas por mujeres." Sheerattan-Bisnauth , quien dirige la Oficina de Justicia de la WCRC, observa: "Las mujeres han desempeñado un papel importante en la supervivencia de las personas y han encontrado formas de resistir las injusticias, aportando sanación, proporcionando alimentos, refugio, hospitalidad, confort, y caminos para la paz y la reconciliación. Han adquirido habilidades de supervivencia frente a la pobreza, la violencia, y la inestabilidad social y política". Marie-Claude Julsaint de la Asociación Cristiana de Jóvenes afirma que el proyecto "será muy útil" para explorar 55


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. "un enfoque teológico de cuestiones de salud sexual y reproductiva, los derechos, el VIH y la violencia contra la mujer". El libro de estudio de la Biblia o se publicará en abril de 2011 y estará disponible a través del sitio web www.wcrc.ch. La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) reúne a 80 millones de cristianos reformados en todo el mundo. Las 230 iglesias miembros son iglesias Congregaciónalistas, Presbiterianas, Reformadas y Unidas con raíces en la Reforma del siglo XVI liderada por Juan Calvino, Juan Knox y otros reformadores. La CMIR tiene su sede en Ginebra, Suiza. Prensa Comunión de Iglesias Reformadas Traducción: Claudia Florentin

 IIN NSST TA AL LA AC CIIÓ ÓN ND DE EK KAAR RIIN NA AG GAAR RC CÍÍA A C CO OM MO OP PA ASST TO OR RA AL LU UT TE ER RA AN NA A El pasado 6 de marzo, Karina García Carmona [de formación presbiteriana] fue instalada como pastora de la Iglesia Luterana ―La Santísima Trinidad‖, en la Colonia Jardín Balbuena de la Ciudad de México. Karina espera terminar pronto sus estudios en el Seminario Luterano Augsburgo. Le pedimos a Dios que bendiga a Karina, su esposo Gabriel, y a la congregación en esta nueva etapa. El mismo día, nos despedimos de María Elena Ortega Mora, que había servido como pastora de la Iglesia La Santísima Trinidad durante los seis años anteriores. María Elena se casó el pasado 26 de marzo en una ceremonia en la Comunidad Teológica de México, y se ha ido a vivir con su esposo Samuel al estado de Carolina del Sur en los Estados Unidos. La extrañaremos, pero a la vez nos regocijamos por ella y les deseamos a los recién casados muchos años de felicidad y bendiciones. www.semla.org/?p=485

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 U UN NA AP PA ASST TO OR RA AP PR RO OT TE ESST TA AN NT TE EE EN N L A 2 D E T V E LA 2 DE TVE Esther Martínez Rodrigo, pastora en la Iglesia Bautista de Granada, apareció en TVE2 el 1 de abril junto con la científica Margarita Salas. En la segunda cadena de Televisión Española (TVE2) se estrenó el pasado 11 de marzo una serie documental (Igual-es) dirigida por Inés París coincidiendo con la semana "Concienciados por la Igualdad". A lo largo de seis programas, la serie muestra el papel de la mujer en el mundo laboral centrándose, sobre todo, en aquéllas que desempeñan trabajos o tareas tradicionalmente ocupadas por los hombres. Este proyecto se enmarca dentro del convenio firmado entre el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y RTVE. Según explica el programa "rompiendo con los tópicos y estereotipos de género, las protagonistas de esta serie documental decidieron hacer caso omiso al papel que la sociedad patriarcal tenía reservado para ellas. A su vez, algunos hombres deciden ocuparse de los trabajos tradicionalmente reservadas al ámbito femenino".

Una pastora protestante Hasta ahora ha habido tres programas: Ellas se arriesgan, Ellas construyen y reparan y Ellas compiten.El último programa fue este pasado viernes 1 de abril, con el título:

Ellas Piensan.

Precisamente en este último programa el reportaje trató sobre la mujer en el ministerio pastoral. TVE por sugerencia de la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España), elegió a la pastora Esther Martínez Rodrigo , que "ha asumido la responsabilidad que implicaba el reto de representar a todas las españolas que actualmente están en ministerio pastoral, y dar una imagen seria, coherente, intelectual y espiritual a la vez", explica a Protestante Digital su esposo Miguel Fernández, también pastor en la misma iglesia. La visión del programa fue muy correcta, recogiendo desde un curso de formación espiritual en la iglesia a cargo


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. de Esther Martínez hasta un grupo de jóvenes de la iglesia realizando actividades en un parque. En las diferentes opiniones o comentarios recogidos a lo largo de su participación, Martínez expresó que la mujer en puestos de responsabilidad en la iglesia aporta fundamentalmente ―riqueza‖. Tambiénlamentó que no exista en la Iglesia Católica un reconocimiento al ministerio pastoral de la mujer a pesar de su gran labor, "están totalmente relegadas‖, opina. Si algo pide o le falta a Esther, expresó, es sabiduría para tratar con las personas, con tantos problemas y heridas, considerando que su trabajo pastoral es lo más grande que ha podido ocurrirle.Cree Esther Martínez que es importante al vivir el Evangelio transmitir a las mujeres la verdadera dignidad que el Evangelio les otorga. Según refiere su esposo Miguel: "Laura Bueno, presentadora de la serie, nos ha informado que tanto a la productora como a TVE, Esther les ha encantado‖. Su reportaje apareció junto con el de la conocida bioquímica Margarita Salas. Para realizar el programa el equipo de televisión pasó un fin de semana en Granada con el matrimonio FernándezMartínez el pasado mes de noviembre y tuvieron tiempo de compartir, vivir y experimentar lo que significa una Iglesia Evangélica, en concreto de la denominación bautista, a la que pertenece Esther Martínez.

en el Barrio del Pilar, Madrid, con la Asociación Evangélica Internacional (1986-1992), ministerio de liderazgo en la IEB de San Sebastián de los Reyes, Madrid (1997-2002). Desde 2002 sirven como pastores en la IEB Granada.

 E ESSTTH HE ER R,, P PA ASST TO OR RA AP PR RO OT TE ESST TA AN NT TE E E ESSP PA AÑ ÑO OL LA A Programa En Familia de Televisión Española 26 de mayo de 2011 Esther es una de las tres mujeres pastoras protestantes que hay en España. Por su condición ha tenido que enfrentarse a muchos prejuicios tanto de los fieles como de las autoridades eclesiásticas. Está casada con Alfredo, también pastor. Ambos dedican su vida a trabajar por los demás. Alfredo en el Centro Español de Ayuda al Refugiado y Esther en un Centro de Acción Social donde dan comida y ropa a los más necesitados.

Biografía Esther Martínez Rodrigo, directora del Ministerio de Iglesias en Desarrollo (MID), es pastora de la Iglesia Bautista de Granada. Nació en Madrid en 1957. Está casada con Miguel Fernández Doménech, también pastor. Es madre de tres hijos. Cursó la Diplomatura en Teología en IBSTE. Realizó también estudios de Marketing y Dirección Empresarial y estudió para la licenciatura en Psicología. Tiene más de treinta años de experiencia ministerial. Colaboró en campañas evangelísticas de la Liga de Testamento de Bolsillo, tuvo a su cargo la dirección de alabanza de todas las conferencias misioneras deLlamada. Fue miembro del equipo fundador de la Asociación Juvenil Días Jóvenes de Madrid, en el que se ocupó de la dirección de alabanza, así como también de la Conferencia de Evangelistas y Juvenevan. Dirigió campamentos en todas sus modalidades (niños, jóvenes, familias). Impartió clases en los CEB (Centros de Estudios Bíblicos) de Extremadura y Andalucía. Junto con Miguel, tiene tras de sí una dilatada experiencia ministerial: pastores interinos en el Tabernáculo Evangélico de la calle Costa Roca de Madrid (1982-1986), obra pionera

www.rtve.es/alacarta/videos/en-familia/familia-sinprejuicios-pastores-protestantes/1112035

 B BIIBBLLIIO OG GR RA AF FÍÍA A SSO OB BR RE EL LA A O OR RD DE EN NA AC CIIÓ ÓN ND DE EL LA ASS M MU UJJE ER RE ESS 1. Dionisio Borobio García, Los ministerios en la comunidad. Barcelona, Centro de Pastoral Litúrgica, 1999. 2. Jean Delorme, El ministerio y los ministerios según el Nuevo Testamento. Madrid, Cristiandad, 1975. 2. J. Equiza y G. Puhl, Para vivir el ministerio. Estella, Verbo Divino, 1988. 3. Edward Schillebeeckx, El ministerio eclesial. Responsables en la comunidad cristiana. Madrid, Cristiandad, 1983. 4. Jean-Jacques von Allmen, Ministerio sagrado. Estudio de teología ecuménica. Madrid, Cristiandad, 1968.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. 5. Ordination. Berna, Federación de Iglesias Protestantes Suizas, 2009, www.sekfeps.ch/onlineshop/frontend/documents/s hop/products/position10_en.pdf

6. Cuando las mujeres dirigen las iglesias. Edición abreviada. Berna, Federación de Iglesias Protestantes Suizas, 2007, www.sekfeps.ch/onlineshop/frontend/documents/s hop/products/frauen_leiten_kirchen_es_w eb.pdf.

7. R.D. Anderson, Women As Pastors: Ordained by God Or Allowed by Man? Bloomington, Universe, 2009. http://books.google.com/books?id=s8lvQ9 MU7hYC&printsec=frontcover&hl=es&sou rce=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepa ge&q&f=false

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onepage&q&f=false

10. Adolphus Chinedu Amadi-Azuogu, The Politics of Power & the Ordination of Women. Xulon Press, 2007. http://books.google.com/books?id=wHwd qgibHkC&printsec=frontcover&dq=ordinatio n+women&hl=es&ei=owHkTbXkH5HyrQ ezt9GeBg&sa=X&oi=book_result&ct=res ult&resnum=6&ved=0CEMQ6AEwBQ#v= 11. Dorothy France, ed., Dear Church: Intimate Letters from Women in Ministry. Danvers, Clearance, 2010. http://books.google.com/books?id=wlc8S RjZu5kC&printsec=frontcover&hl=es&sou rce=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onep age&q&f=false

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14. Thomas Hopko, ed., Women and priesthood. Crestwood, St. Vladimir‘s Seminary Press, 1999. http://books.google.com/books?id=H0om nUfYJj8C&printsec=frontcover&hl=es&so urce=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=one page&q&f=false


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. 15. Paul King Jewett, The ordination of women: an essay on the office of Christian ministry. Grand Rapids, Eerdmans, 1980.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. 25. Sarah Sentilles, A church of her own: what happens when a woman takes the pulpit. Orlando, Harcourt, 2008. http://books.google.com/books?id=1Arqw 1mDmRUC&printsec=frontcover&hl=es& source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=o nepage&q&f=false

26. Ruth A. Wallace, They call her pastor: a new role for Catholic women. Albany, Universidad Estatal de Nueva York, 1992. http://books.google.com/books?id=6jnz KZx2A34C&printsec=frontcover&hl=es& source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v= onepage&q&f=false

27. Catherine Wessinger, ed., Religious institutions and women's leadership: new roles inside the mainstream. Columbia, Universidad de Carolina del Sur, 1996. http://books.google.com/books?id=uAkr JqbaPJQC&printsec=frontcover&hl=es& source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v= onepage&q&f=false

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. SSAAM MUUEELL RRUUIIZZ YY JJOOSSÉÉ CCOOM MBBLLIINN,, PPRROOFFEETTAASS CCOONNTTEEM MPPOORRÁÁNNEEOOSS

 S SAAM MU UE EL LR RU UIIZ ZG GAARRCCÍÍAA,, T TAATTIICC De los 50 años que fungió como obispo, 40 fueron en Chiapas, donde abogó por los derechos de las poblaciones indígenas

Samuel Ruiz García, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, fue reconocido por su labor en favor de las poblaciones indígenas de Chiapas y de Latinoamérica. El ―Tatic" (padre en lengua tzotzil) como lo llaman los indígenas de Chiapas, se desempeñó durante 40 años como obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en la región Altos, una de las más grandes de Chiapas, con una población mayoritariamente indígena. Por iniciativa suya, en 1989, se creó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, con sede en San Cristóbal de las Casas, una organización no gubernamental dedicada a la defensa y promoción de los derechos humanos, especialmente de los pueblos indígenas A Ruiz García le tocó vivir el movimiento armado que se inició el 1 de enero de 1994, cuando apareció en el escenario de la guerrilla y la política el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), compuesto, en su mayoría, por gente de escasos recursos e indígenas, quienes enfrentaron al gobierno federal, en un principio, para derrocarlo.

Fue en esta etapa cuando la imagen del obispo de San Cristóbal trascendió, incluso las fronteras nacionales, para ser reconocido en varios países en donde se defendió su tarea en pro de los indígenas más pobres del país. Con la idea de colaborar en la solución del conflicto armado, Samuel Ruiz fue designado miembro de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), la cual encabezó, pero que tiempo después tuvo que ser desintegrada porque la ruta que comenzaba a tomar ya no era compatible al cien por ciento con la Iglesia y se acercaba más a los terrenos de la política. Mediador Luego del alzamiento del EZLN el primero de enero de 1994, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General (CCRI-CG) del EZ hizo pública la Declaración de la Selva Lacandona con la que declaran la guerra al gobierno de Carlos Salinas de Gortari y anuncian su lucha por democracia, libertad y justicia para todos los mexicanos. El EZLN propone como intermediarios a Rigoberta Menchú, Julio Scherer y al obispo Samuel Ruiz. A año siguiente del levantamiento armado, el primero de enero de 1995, el EZLN lanzó la Tercera Declaración de la Selva Lacandona que proponía a la sociedad la formación de un Movimiento para la Liberación Nacional. La relación entre el presidente Ernesto Zedillo y el EZLN se tensó, así como con los sacerdotes de la diócesis de San Cristóbal e incluso fueron expulsados algunos de los religiosos. En junio de 1998, el obispo Samuel Ruiz García abandonó su mediación entre el gobierno de Zedillo y los zapatistas después de acusar a aquél de perseguir su labor conciliadora. La Comisión Nacional de Intermediación presidida por Ruiz se disolvió de inmediato. Samuel Ruiz fue nominado en dos ocasiones para recibir el Premio Nobel de la Paz, que no se le otorgó bajo los argumentos de que no "logró" con su mediación que el gobierno mexicano y el EZLN firmaran la paz, y porque se encontró con el veto del gobierno mexicano, de Washington y el Vaticano. Sin embargo, nunca se había visto tantas firmas de apoyo de tantos pueblos indios y de personalidades para otorgar un premio Nobel por la Paz como para Samuel Ruiz García. Se registró una fuerte campaña contra el obispo Samuel Ruiz y su diócesis por parte de autoridades federales y locales acusándolos de ser los causantes del conflicto en Chiapas, de resguardar armamento en las instalaciones de la Catedral, de ser los responsables de las muertes y de la sangre derramada de indígenas.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La población enemiga del obispo a agredió las oficinas de la curia, lo difamaron e insultaron. Tiempo después renunció a la CONAI como un acto de denuncia contra el gobierno por simular un diálogo con los indígenas para conseguir la paz en medio de la violencia desatada por los militares, los paramilitares y los cuerpos policiacos. La renuncia del obispo Samuel Ruiz García al cumplir 75 años de vida en noviembre de 1999 fue bien recibida no sólo por el gobierno federal, sino también por algunos obispos del llamado "Club de Roma" que ansiaban su renuncia. El 25 de enero de ese 1999, Samuel Ruiz García festejaría sus 40 años como obispo con la celebración de un Encuentro Teológico Pastoral llamado "Del Concilio Vaticano II al Tercer Milenio". Más de 500 delegados de diversos continentes y del país, así como indígenas de Chiapas se congregaron en San Cristóbal de Las Casas en el contexto del dolor y la confusión por la remoción del obispo coadjutor que supuestamente quedaría en su lugar. Cinco años antes de la renuncia de Samuel Ruiz, el Papa nombró al sucesor de la diócesis, al obispo coadjutor Raúl Vera López. En 1996, Ruiz fue galardonado con el premio católico Pacem in Terris (Paz en la tierra) y en el año 2000 le fue otorgado el Premio Internacional Simón Bolívar de la UNESCO por su lucha contra la violencia, la pobreza y la exclusión. Recibió además el doctorado honoris causa por la Universidad Iberoamericana en la ciudad de México. Organizaciones civiles y de derechos humanos lo promovieron, en su momento, como candidato al premio Nobel de la Paz. En abril de 2008 es nombrado por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) mediador al lado de escritores e intelectuales, ante el gobierno federal. Después de 40 años de obispado en Chiapas, Ruiz García decidió retirarse en 1999 e irse a la ciudad de Querétaro. Nació en 1924 en Irapuato, Guanajuato, pero la mayoría de su vida vivió en San Cristóbal, donde fue nombrado obispo en 1959 a la edad de 35 años, y desde entonces acogió las causas indígenas como suyas.

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En memoria de Tatic, Samuel Ruíz García

Los días 12 al 14 de Septiembre de 2006, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, se llevó a cabo un Simposio Teológico en Ocasión del XXV Aniversario de Ordenación Presbiteral del P. Juan Manuel Hurtado López. Los ejes 62

temáticos que convocaron un aproximado de 500 personas provenientes de distintos estados de la República mexicana y de otros países hermanos, fueron: ―Una teología heraldo de ‗Otro mundo posible‘‖, por José Sánchez Sánchez; ―La teología al servicio del Pueblo de Dios‖, por Francisco Merlos A.; ―Teología india, aporte para la vida del mundo‖, por Eleazar López Hernández; ―La credibilidad del mensaje del Evangelio‖, por Juan Manuel Hurtado López; ―La Biblia: pan de un pueblo que construye su fe en el mundo‖, por Corinne Lanoir; y ―La teología al servicio del Pueblo de Dios‖, por Tatic, Samuel Ruíz García. Todas las ponencias fueron de interés para la concurrencia. La de Tatic Samuel, la esperábamos ansiosamente desde el comienzo del Simposio. Durante la exposición, la lluvia de aplausos interrumpió más de una ocasión. Se sentía un sabor especial: ―Las palabras de Tatic Samuel brotaban de su mismo corazón desde el marco de su militancia durante décadas en las trincheras de la sociedad vulnerable y oprimida‖. A continuación transcribo la ponencia del Caminante Samuel Ruíz García, misma que tuve la oportunidad y el privilegio de replicar a petición-invitación de la coordinación del Simposio. El Pueblo de Dios ―…fue voluntad de Dios el santificar y el salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente‖ (L. G. 9). Así fue elegido Israel como pueblo suyo al cual Dios se reveló a Sí mismo y sus designios, santificándolo para Sí. Pero esto fue en preparación y figura de una alianza nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo y de la revelación completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho hombre. ―Este pacto nuevo, a saber, el Nuevo Testamento en su sangre (Cf. I Cor. 11, 25), lo estableció Cristo convocando un pueblo de judíos y gentiles, que se unificara no según la carne, sino en el Espíritu, y constituyera el nuevo pueblo de Dios… Este pueblo mesiánico tiene por cabeza a Cristo, que fue entregado por nuestros pecados y resucitó para nuestra salvación (Rom. 4, 25), y teniendo ahora un nombre que está sobre todo nombre reina gloriosamente en los cielos‖. (LG. 9). ―Todos los hombres están llamados a formar parte del nuevo pueblo de Dios. Por lo cual, este pueblo, sin dejar de ser uno y único, debe extenderse a todo el mundo y en todos los tiempos, para así cumplir el designio de la voluntad de Dios, quien en un principio creó una sola naturaleza humana, y a sus hijos, que estaban dispersos, determinó luego congregarlos.‖ (Cf. Jn. 11.52).


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La teología y el servicio al pueblo ―Todo cristiano debe intentar saber qué es lo que cree, por qué cree y qué relación tiene su credo con su vida. La escritura nos invita a ―saber dar razón de nuestra esperanza‖ (1 Pe 3, 15) es decir, a poder explicar el por qué de nuestra fe. La teología es pues, una reflexión sobre nuestra fe, que tuvo un proceso a lo largo de la historia.‖ Fue la teología en sus inicios, una contemplación reflexiva de la Palabra de Dios que luego se convirtió en fundamentación apologética ante los embates de las herejías iniciales. Mientras la teología estuvo en posesión de los santos, fue una teología orante, para convertirse luego en investigación al servicio de la Iglesia, teniendo así una connotación de eclesialidad. La utilización de la filosofía de Aristóteles, llevada a cabo por Santo Tomás de Aquino en su obra Suma Teológica (1266), como instrumento para la reflexión de la fe, genera la teología llamada ―tomista‖, que dura por varios siglos en Occidente. Esta teología se fue apartando de la vida del pueblo, el cual al no tener acceso a la teología oficial, se volcó hacia una religiosidad popular, más adaptada a sus intereses y preocupaciones. El pueblo no conocía la Biblia, ni entendía la liturgia, sino que vivía de sus devociones, fiestas e imágenes. Pero dicha Teología ya estaría mostrando señales de insuficiencia e inadecuación, para comprender nuevos modos de producción de vida y de su sentido. En los tiempos modernos, con el Concilio Vaticano II (1962- 1965), la teología volvió a inspirarse en la Biblia y a dialogar con el mundo moderno, pero todavía no ha llegado a integrar plenamente la vida cristiana, la práctica popular y las preocupaciones de las mayorías. ―La tarea de conocimiento y reflexión sobre la fe, propia de todo cristiano, puede realizarse de formas diversas. De algún modo todo cristiano es teólogo, pues todo cristiano reflexiona sobre su fe para saber alguna razón de ella. En la vida ordinaria se oyen frases como ésta: ―esta injusticia Dios no la quiere‖; ―a pesar de todo, yo confío en Dios‖; ―¿no somos todos hermanos?‖; ―¿hasta cuándo, Señor?‖; ―si estuviéramos más unidos podríamos triunfar‖. Todas estas frases, suponen una reflexión sobre la fe y en cierto sentido, son teología.‖ ―Pero así como aunque todo el mundo sabe algo sobre salud y medicina y sin embargo existen médicos, así también en la iglesia existen personas que han profundizado más hondamente sobre la fe: son los teólogos. Su misión es ayudar a toda la comunidad cristiana con sabiduría, iluminar la fe con sus estudios sobre la Palabra de Dios y la tradición de la Iglesia. Desde el comienzo de la iglesia no han faltado estos maestros y doctores (Rm. 12, 7; 1 Cor. 12, 28; Ef. 4, 1; Hch. 13: 1) que han tenido el don de saber expresar y

esclarecer la fe de la comunidad eclesial. Los verdaderos teólogos, a diferencia de los falsos doctores (2 Tim. 4, 2 Pe. 2, 1), viven de la fe de la iglesia, intentan profundizar personalmente en ella y no buscan su propio provecho, sino el de toda la comunidad eclesial.‖ ―Ha sido la teología de la liberación la que recientemente intenta unir de nuevo la fe y la vida, la doctrina y la práctica cristiana, el credo y la justicia. Se ha comenzado a pensar la fe desde las preocupaciones del pueblo, desde sus problemas y aspiraciones a la liberación, intentando superar, de este modo, el divorcio que durante siglos ha existido entre la reflexión teológica para unos pocos y la fe del pueblo.‖ ―Pero la figura del teólogo está cambiando: ya no es sólo un profesor, metido todo el día entre libros y aulas; sino un creyente, que sin renunciar al estudio ni a la ciencia, intenta vivir más cerca del pueblo y acompañarlo con la reflexión cristiana en la vida. Las preguntas a las que el teólogo de la liberación intenta responder a la luz de la Palabra de Dios, son las preguntas que inquietan al pueblo, no sólo cuestiones de otros teólogos o de unas minorías privilegiadas. Esta forma de hacer teología se acerca más a la forma de reflexión que ejercitaron los profetas del Antiguo Testamento (Isaías, Jeremías, Oseas, Amós..) y los Apóstoles y Evangelistas del Nuevo Testamento (Pablo, Juan, Lucas..) ¿No fue ésta también la forma de reflexionar de Jesús de Nazareth?‖ ―Esta explicación de lo que es teología y de su evolución histórica puede ayudarnos a comprender por qué la Teología de la Liberación interesa a grandes sectores del pueblo y preocupa a otros: es una teología que brota de la vida y se orienta hacia ella; sobre todo se preocupa de la vida de los sectores populares. Por eso intranquiliza a los sectores que se apropiaron en exclusividad del evangelio, secuestrándolo del pueblo.‖ Crisis de losparadigmas teológicos ―Para estar ―abierta al futuro‖ la teología debe estar fundamentalmente inserta en el presente. De hecho la teología participa de las múltiples interrogantes que nos hacemos hoy día sobre la vida en los umbrales de un nuevo milenio. Esas preguntas han aparecido bajo el título de ―nuevos paradigmas‖. La expresión ha recibido críticas, pues, a las veces se le llama ―nuevo‖ a lo que no siempre de hecho lo es; y el término ―paradigma‖ estaría sendo usado con tanta facilidad que se torna cada vez menos significativo. Pero más allá de esta alerta semántica, existe un amplio y pertinente terreno de inquietudes.‖ ―Se dan tres grupos de cuestiones: emergencia de ―nuevos paradigmas‖ en la teología; y práctica de la teología en ―nuevos paradigmas‖. Se tienen en cuenta las raíces

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. interdisciplinares de la elaboración teológica y al mismo tiempo se sondea la incidencia del tema en las prácticas de la elaboración de la teología. La preocupación central sobre las cuestiones metodológicas no esconde, por consiguiente, la convicción común de que la cuestión de los paradigmas rebasa no sólo las formas en que interpretamos la vida y producimos la ciencia, sino la propia forma en que vivimos. Este es el gran contexto en el que se inserta la cuestión sobre los ―paradigmas‖ en teología… Los paradigmas epistemológicos interactúan estrechamente con los paradigmas de las relaciones sociales del quehacer teológico.‖ ―La crisis de las ciencias llama la atención hacia una complejidad de la realidad. Nos damos cuenta en nuestros días de la insuficiencia de una ciencia para explicar sin traicionar; y por eso mismo la noción de paradigmas sería excesivamente estrecha para acoger la complejidad de los cambios.‖ ―Pasando más directamente a los temas teológicos, se llega a la sospecha de que los nuevos paradigmas marcan el fin de una etapa teológica detrás de la cual está la crisis de la razón moderna. Estaríamos en el ocaso de una era teológica. La cuestión final es de qué manera la teología puede contribuir a la superación de esa crisis de saberes de la cultura occidental.‖ ―La cuestión de los ―nuevos paradigmas‖ enfocada en términos de reflexión bíblica, nos manifiesta una aproximación de la teología a las crisis profundas del sentido de la vida, apuntadas en la Biblia. La expulsión del paraíso, la crisis de organización de vida de Israel, principalmente la experiencia del destierro, muestran con claridad la necesidad de reencontrar la vida y sus caminos, fundamentándolos en la promesa de paz para la vida del pueblo. Hoy, la teología expulsada del paraíso de sus alianzas y seguridades, se ve ante la necesidad de recuperar una fuerza profética y su compromiso con la vida para ser instrumento útil en la construcción del Shalöm.‖ ―Ante los escenarios de la humanidad de hoy, los desafíos de los nuevos paradigmas para la práctica teológica, enfatizan dos aspectos en las prácticas de la teología. De un lado, la exigencia para la teología de acompañar a la Iglesia en la misión de construir la justicia y la paz en este viraje de la época, y de otra parte el desafío del propio quehacer teológico, que enfrenta la diversidad no sólo de cuestiones, sino también de modalidades de teología.‖ ―La elaboración de teología para las mujeres es hoy una expresión contundente de la práctica teológica con nuevos paradigmas. La plataforma de las mujeres, desde la cual emerge ese nuevo paradigma teológico, realza la importancia de esta experiencia para la interpretación de la vida, para la 64

propuesta de reciprocidad y por tanto, de nuestro quehacer teológico.‖ ―La exclusión derivada del modelo económico vigente y de la inculturación, tiene importantes incidencias que recaen sobre la teología.‖ ―La teología de la liberación es también una liberación de la teología, que sale de un modelo imperial para aproximarse a los pobres, enfrentando hoy la cuestión de cómo proceder en su liberación.‖ ―He aquí una somera visión de las inquietudes más importantes que ocupan actualmente a nuestros teólogos y a nuestras teólogas. Se ven ahí esbozadas las líneas del horizonte que acoge los caminos de la teología en este presente- futuro. Se puede además percibir el esfuerzo de una búsqueda conjunta de diálogo y participación en la teología. No hay respuestas acabadas, sino muchas expresiones de una construcción en marcha.‖ (Cfr. Teologia aberta ao futuro. 8-11). Teología india[1] ―Parecerá extraño que a estas alturas de la historia hablemos de teología india, sobre todo tomando en cuenta que la dinámica actual del mundo empuja la realidad a una globalización de la economía, de la cultura y de la religión, muy al revés de las aspiraciones nacionalistas y de las luchas étnicas de los pueblos. Tal vez por eso, sonará no sólo excéntrico, por ir en sentido contrario de la mundialización, sino hasta ofensivo a la unidad de la teología cristiana en general o de la latinoamericana en particular.‖ ―Sin embargo, estamos seguros de que este es el momento de hablar de la teología india. La coyuntura de los 500 años de cristianismo en América, está favoreciendo el levantamiento de ―la voz de los que no tienen voz, de los que han sido silenciados, para ser conciencia de las conciencias e invitación a la acción‖ según expresión de su Santidad Juan Pablo II al dirigirse a los indígenas de México en 1979, refiriéndose a su papel como Papa y al papel de las iglesias de cara a ―los más pobres entre los pobres.‖ ¿Qué es la teología india? ―Para los hijos de los habitantes originarios de este continente, la Teología India no es otra cosa que saber ―dar razón de nuestra esperanza‖ milenaria, es la comprensión que tenemos de nuestra vida entera guiada siempre por la mano de Dios. Es el discurso reflexivo que acompaña, explica y guía el caminar de nuestros pueblos indios a través de toda nuestra historia. Por eso existe desde que nosotros existimos como pueblos.‖ ―Nuestros antepasados, muchísimo antes de la llegada de los primeros soldados y misioneros europeos, ya conocían y tenían una experiencia existencial de Dios, una comunión vital con su persona. Esta fe en el Dios de la vida, resultado


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. de la revelación de su amor y de sus designios en el devenir de la historia y culturas de nuestros pueblos, y que nuestros abuelos y abuelas fueron conservando cuidadosamente en sus tradiciones ancestrales, es la raíz de nuestra Teología India hoy. Teología que seguramente en su expresión actual, marcada por 500 años de vejación, no parece tener la grandeza de otras teologías que se han desarrollado y florecido al amparo de protecciones institucionales.‖ ―En estas circunstancias, a veces (dicen ellos mismos), ni los propios indígenas reconocemos, en lo que nos han dicho que son sólo harapos discursivos, la ―sobrehumana grandeza‖ del pensamiento teológico de nuestros pueblos que luchan ―contra toda esperanza‖ por mantener vigente su proyecto vital de existencia…‖ Características de la teología india La teología india es sumamente concreta. No gasta energías en discusiones vicentinas o en planteamientos puramente abstractos, gusta de contemplar la vida, de saborearla, de bañarse en sus misterios. De ella extrae su sabiduría milenaria. La teología india es la compañera inseparable del proyecto de vida de nuestros pueblos. Ella lo enraíza en el pasado, lo aplica y lo explica en el presente y lo trasciende hacia el futuro. Sin la teología el proyecto se empantana, se desvirtúa o se desmorona.‖ ―La teología india es integral. No procede de segmentos desvinculados; sino que ve siempre la globalidad de la existencia del pueblo y en cada una de las partes descubre implicado el todo. No desdeña ningún segmento de la realidad, aunque parezca insignificante. Por eso no es una teología sobre Dios, en sentido estricto, sino una teología sobre el pueblo y su proyecto de vida con todo lo que éste tiene que ver y donde Dios está radicalmente comprometido. No hay nada que tenga que ver con la vida del pueblo que no sea objeto de la teología india. Sin embargo, en situaciones como la actual, en que el pueblo ve reducido su espacio vital, la teología india privilegia el ámbito religioso para mantener, reelaborar y recrear en él las esperanzas utópicas de los pobres.‖ ―Esto hace que la teología india tenga un lenguaje marcadamente religioso que constata, desafortunadamente, con los discursos reformadores o ―revolucionarios‖, de otros grupos oprimidos. A menudo la reacción de los indios ante un planteamiento radical es el silencio o el rito; no porque no tengamos una palabra qué decir, sino porque las palabras no son capaces de expresar todo lo que nosotros experimentamos. En cambio la comunicación ritual es mucho más expresiva. Esto, en el diálogo con sectores no indígenas, se convierte lamentablemente en un serio inconveniente.‖

―Otra característica es que la teología india tiene por sujeto al pueblo que elabora el pensamiento en forma colectiva. Son las comunidades humanas las que, en asambleas, presididas por sus legítimas autoridades, llevan adelante la totalidad de los factores que intervienen en su existencia. Por eso recelan de grupúsculos e individuos que rompen esta unidad creada por todos. Las personas individualizadas, sobre todo si están caracterizadas como servidoras, también son necesarias en este funcionamiento colectivo, siempre y cuando no quieran ni suplantar al pueblo, ni abanderar su lucha, ni mucho menos expropiarles su pensamiento.‖ ―La teología india en cuanto producto del pueblo, usa como vehículo de expresión el lenguaje mítico- simbólico, no por hallarse en una etapa atrasada o premoderna; sino porque los símbolos y los mitos expresan más total y radicalmente el sentido profundo que le damos a la vida. Esto desconcierta a los occidentales que se han despegado de la matriz lingüística del pueblo o se han creado nuevos mitos como la ―civilización‖, el ―desarrollo‖, la ―ciencia‖, la ―revolución‖, supuestamente más modernos y provoca, al querer establecer el diálogo, prejuicios que obstruyen la comunión y participación deseadas…‖ ―La teología india es la teología de pueblos oprimidos. Es una teología de resistencia a la opresión. Una opresión que, por provenir de una fuente única y por implantarse con los mismos métodos, terminó hermanándonos en el dolor a pueblos de culturas diversas y de grados distintos de desarrollo. A 500 años de la acción colonizadora de Europa sobre América, hoy somos más hermanos que antes de 1492, hermanos de sufrimiento, hermanos de clase social. Los indios somos los primeros frutos amargos del ―encuentro entre los dos mundos‖.. ―La teología india forma parte de la teología latinoamericana, que es teología de liberación. Es más, la teología latinoamericana actual es la continuación de la teología de resistencia comenzada hace 500 años por nuestros antepasados.‖ ―La teología india no surge hace 500 años, por más que ahora esté profundamente marcada por este periodo de resistencia. La teología india hunde sus raíces en un terreno milenario, donde la identidad histórica y cultural de nuestros pueblos ha ido extrayendo los elementos vitales de su rostro y corazón de hombres.‖ ―Además hay que tomar en cuenta que no existe una única teología cristiana- la que algunos quisieran llamar ―la teología cristiana‖ en singular- que se arrogue el derecho de convalidar o invalidar a la teología india. En la Iglesia existen muchas teologías cristianas, cada una haciendo su contribución para auxiliar al pueblo de Dios en la mejor

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. comprensión y vivencia de la fe traída por Cristo. En este concierto de voces teológicas es donde hay que conquistar para la teología india un lugar valorado y reconocido. Sin embargo, poder lograrlo no depende exclusivamente de los indios, depende también y profundamente de la Iglesia, sobre todo de la jerarquía. En la medida en que se abran espacios de verdadero diálogo, tendremos en el futuro una teología india que, sin perder su identidad, entre en el seno del cristianismo y se hace teología india cristiana.‖ ―Lo que no quiere decir que, para hacerse cristiana, deba renunciar a su carácter autóctono, a su contenido míticosimbólico, a su método integral, a su sujeto colectivo. Al contrario, debe mantenerlos y pronunciarlos como aportes válidos también para las otras teologías de la Iglesia…‖ ―Por eso, tanto para los que pensamos la teología india en perspectiva de diálogo en el seno del cristianismo, como para los que prescinden de este diálogo, es indispensable en primer término, crear o renovar las condiciones para que la Teología India emerja sin trabas con su rostro y corazón propios. Esto implica antes que nada reconstruir al sujeto de ella que son los pueblos indios. Hay que trabajar incansablemente para devolver a nuestros pueblos la confianza en sí mismos, el orgullo de su identidad india, la valentía de ser y mostrarse diferentes. Hay que romper con el estado de infantilismo al que hemos sido sometidos por la sociedad envolvente, para establecer con los demás una relación horizontal de hermanos, considerados adultos y en igualdad de derechos. Hay que levantar sin miedo la cabeza, llenar de aire los pulmones y lanzar al viento nuestras palabras, con la certeza de que valen y de que con ellas podemos transformar el mundo.‖ ―Hacia fuera de los pueblos indios habrá qué consolidar las condiciones para que, en la sociedad y en la Iglesia, haya capacidad de escucha de nuestra voz, de comprensión de ella, de diálogo fructífero. Habrá que construir puentes efectivos de comunicación bilateral, que hagan circular la riqueza de experiencia humana acumulada de un lado y de otro. Es la tarea, sobre todo, de quienes, sin ser indios, han optado de corazón por la causa de los pueblos indios.‖ Conclusión ―Enhorabuena, pues, a la llegada de la Teología India; ha sonado la hora de los indios en la sociedad y en la Iglesia. Los frutos finales de este árbol, que ya recibimos plantado por nuestros antepasados y que nos toca ahora seguir cultivando, están todavía por verse. Esto dependerá de los esfuerzos que pongamos todos los implicados en este cultivo, indios y no indios. Hagamos nuestra mejor parte y dejemos que Totatzin- Tonantzin, nuestro Digno Padre y nuestra

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Digna Madre, continúen haciendo la que este árbol ha menester.‖ [1] Nos remitimos al Primer Encuentro- Taller Latinoamericano en México de Teología India, mayo de 1991. Lupa Protestante, 28 de enero de 2011

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Carlos Fazio, Samuel Ruiz, el caminante. México, EspasaCalpe, 1994. Carlos Fazio, periodista uruguayo que vive en México desde 1976, conocido por su libro sobre don Sergio Méndez Arceo (La cruz y el martillo. Joaquín Mortiz, 1987, introducción de Vicente Leñero), se ocupa ahora del obispo de San Cristóbal de Las Casas. Siendo lo que es, un esbozo biográfico obligado, va más allá de la semblanza de alguien con quien se simpatiza. Ante la presente coyuntura, este libro aparece como obligatorio para todo aquel que busque entender con claridad la situación religiosa en Chiapas y su relación tan compleja con los sucesos que empezaron el 1 de enero de 1994. Los repetidos ataques de los ―auténticos coletos‖ contra Samuel Ruiz durante 1995 y el bloqueo indefinido del diálogo por la paz debido a las órdenes de aprehensión contra la dirigencia del EZLN, hacen de este libro un verdadero recuento que explica los antecedentes de mucho de lo que estamos presenciando. Se trata de un itinerario plagado de incomprensiones, desencuentros y logros innegables en el camino hacia la emergencia de una pastoral auténticamente alternativa, preocupada por las realidades indígenas, que desde las orillas físicas y espirituales del país, siguen exigiendo su reconocimiento. Partiendo de una infancia marcada por la militancia sinarquista de sus padres en Guanajuato, y luego de sus estudios en Roma, Ruiz García llega, después de dirigir el Seminario de león, a ocupar el lugar de Fray Bartolomé de Las Casas en 1960, a los 36 años de edad. En su camino se


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. acumularían los sucesos fundamentales que marcó la vida del catolicismo latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX: el Concilio Vaticano II, cuya apertura lo ayudó a librarse, paulatinamente, del anticomunismo de moda, para evolucionar hacia las perspectivas que en Medellín, Colombia (1968) le ofreció la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano: Debemos poner fin al mito repetido con frecuencia de que América Latina es un continente católico. Si la Iglesia es una comunidad de fe, de esperanza, de amor, este concepto no se ha realizado en América Latina. Es superfluo aducir los incontables contra-testimonios que constituyen en la Iglesia obstáculos insuperables para la evangelización. Los pobres no pueden ser evangelizados si nosotros somos propietarios de latifundios; los débiles y los oprimidos se alejan de Cristo si nosotros aparecemos como aliados de los poderosos; los analfabetas no podrán ser evangelizados si nuestras instituciones religiosas siguen buscando el paraíso de las grandes ciudades, y no los suburbios y las aldeas desheredadas. (pp. 92-93)

Estas palabras, pronunciadas allí, mostraban cómo la evolución de su pensamiento buscaba con mayor ansiedad anclarse en la tierra firme de los hechos, es decir, en la búsqueda de una pastoral coherente con la situación del estado menos desarrollado de México. Para lograrlo era necesario prestarle un poco de atención a la investigación de las ciencias sociales: los pastores no pueden investigar por sí mismos la realidad en todas sus dimensiones. Los avances de la sociología y la antropología sacudían cada vez más sus ideas con respecto a la evangelización y la misión. La pobreza circundante comenzaba a impedirle tratar con los poderosos de la manera acostumbrada. El episcopado latinoamericano se había decidido ya por los pobres, a pesar de sus inclinaciones naturales y de los compromisos ancestrales con los poderes dominantes en el hemisferio. Si alguien cree que es muy sencillo arribar a posturas y labores pastorales liberadoras, tiene que apreciar en la trayectoria de Samuel Ruiz la dificultad para alcanzarlas. La verdadera dificultad cristiana de aceptar el desafío de convertirse todas las veces que sea necesario y dejar de ser, como él lo era, un ―obispo pescado‖, con los ojos abiertos permanentemente, pero sin poder captar las dimensiones más trágicas de la realidad. Primero la violencia institucionalizada, de un sistema que genera muerte. Después la violencia de la represión al caminar organizado de las comunidades indígenas o marginadas, obreras y campesinas. Y, por último, cuando ya no hay puerta de salida para sobrevivir, viene la contra-violencia. La violencia tercera, después de la violencia del sistema y la violencia

represiva. Hasta lo último viene la violencia de los que están abajo en el piso social y que toman las armas porque han llegado a una situación insufrible. (p. 95)

Esta visión le permitió abandonar las posturas indigenistas en boga para acercarse, poco a poco, y no sin enormes dudas, a la posibilidad de articular una pastoral genuinamente indígena, de respeto hacia las culturas, de reconocimiento a las aportaciones de la Revelación que en ellas se han dado antes de la cristianización de corte occidental. Para ello, era necesaria una verdadera inmersión en los ambientes indígenas de su diócesis. Escribe Fazio: Simultáneamente había que llegar a un modelo de pastoral de acción en donde fuera el indígena el que surgiera dentro de su propia situación cultural. Que surgiera la Iglesia autóctona, que vive su fe y la expresa dentro de sus propios moldes culturales. Previendo que esa evangelización, con sus propias exigencias, llevara a una dinamización de esas culturas ―no a un paso retroactivo en la historia― en un proceso de liberación del hombre. (p. 111)

En febrero de 1973, con el proceso de ―desmontaje‖ de los logros de Medellín en marcha, y siendo presidente del Departamento de Misiones del CELAM, presentó una ponencia en la Conferencia Católica de Cooperación InterAmericana (CICOP) titulada ―Los cristianos y la justicia en América Latina‖, en la que sintetizó claramente el estadio en que se hallaba su comprensión de la problemática eclesial de aquellos días: su abandono de la ―teología abstracta‖ y su apego a la ―teología concreta‖, o del acontecimiento, aquélla que lleva hacia una praxis que no es una acción cualquiera, sino la acción estratégica y tácticamente eficaz de la dependencia estructural de América Latina, como liberación política y económica del sistema sociopolítico establecido (captado como ―injusticia estructural‖, ―violencia institucional‖), pero abarca también la liberación como proceso permanente y ascendente hacia nuevas formas de ―ser más‖, actualizando la capacidad y potencialidad humanas […] Se trata, por tanto, de una liberación ni sólo ―espiritual‖, ni solamente ―política‖, sino de una verdadera liberación integral. (pp. 116-117)

Habiendo llegado a estas concepciones, la tarea episcopal en San Cristóbal se enfocó privilegiadamente hacia los indígenas, lo que no dejó de incomodar ostensiblemente a los ricos del lugar, que se sintieron discriminados. En 1974, las circunstancias le permitieron al obispo Ruiz participar en la organización de un Congreso Indígena, cuyo principal logro fue canalizar las formas de organización indígena que estaban surgiendo hacia una expresión unificada de sus 67


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. perspectivas. Naturalmente, a estas alturas de su trabajo, Samuel Ruiz ya era blanco de las críticas dentro y fuera de la Iglesia católica mexicana. Fazio reconstruye cuidadosamente el resto de los episodios que el obispo enfrentó en décadas subsiguientes: el problema de los refugiados guatemaltecos, entre 1984 y 1986, que le ofreció la oportunidad para plantearse la pastoral de otro tipo de indígenas, quienes abandonaron su territorio a causa de los crímenes militares. Para entonces, las fricciones con el gobierno mexicano eran bastante frecuentes. Especialmente en este caso, en el que la tradicional hospitalidad mexicana hacia los exiliados se vio trágicamente menoscabada por las presiones del gobierno vecino. Algo similar, aunque más cargado hacia la política interior, sucedió en 1991 con el caso de Joel Padrón, párroco de Simojovel, cuyo encarcelamiento movilizó a la diócesis de San Cristóbal de una manera que alcanzó a preocupar a núcleos sociales más allá de las fronteras. Este asunto precedió a las nuevas relaciones Estado-iglesias establecidas con los cambios constitucionales de 1992, además del aumento de la presión encaminada a remover al obispo de su cargo. Las acusaciones relativas a ―errores doctrinales y pastorales‖ habían hecho ya de Samuel Ruiz el paradigma de la lucha por un clero católico genuinamente comprometido, aunque marginal, en el seno de una Iglesia acostumbrada a un modus vivendi social, político y económico, que de ninguna manera compromete sus antiguos privilegios y canonjías. La administración vaticana de Juan Pablo II tuvo que replegarse ante los inesperados reacomodos que el país experimentó en materia social, política y religiosa. Cuando, en agosto de 1993, Wojtyla visitó el país por tercera vez, el obispo le entregó un informa global de la situación del país (―En esta hora de gracia‖), donde sin ahorrar detalles respecto a las políticas económicas salinistas, no solamente resumió sus 34 años de quehacer episcopal sino que también puntualizó cuáles eran los principales males de la sociedad mexicana. El triunfalismo del capitalismo salvaje, la euforia filo-primermundista por el TLC y la falta de democracia real, entre otros problemas, caracterizaron en ese instante la dinámica de la vida nacional. En ese documento, al lado del testimonio acerca de la evolución de un pastor, Juan Pablo II pudo leer la cruda conclusión acerca de la no-conversión de los opresores, católicos también, de los indígenas: No hemos podido encontrar (si lo hay) un método pedagógico para llegar al corazón de quienes, geográficamente cercanos al indígena y al campesino, lo están lejos con el corazón […] La conversión del llamado caxlan o mestizo tiene que pasar, en

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algunos casos, por una restitución que supone la salida de todos ellos de la comunidad, por haberse adueñado de casas y terrenos indebidamente. Vemos que en no pocos mestizos se va haciendo claridad en sus corazones, como también vemos en otros un endurecimiento. La presencia del pobre […] ha provocado el celo y la sensación de que están quedando fuera de una Iglesia, a la cual conocieron y en la cual vivieron como un lugar de culto, sin ningún compromiso en el seguimiento de Jesús y sin preocupación por el hermano. (p. 231)

El discreto apoyo de varios obispos en el seno del Episcopado Mexicano se transformó, lentamente, en un sólido soporte para la labor pastoral de este obispo, que ante las circunstancias extraordinarias que ha vivido Chiapas, vio agigantarse su obra de acompañamiento de los indígenas que creyeron que no había más remedio que la insurrección para tratar de mejorar su situación de pobreza y marginación. Al final del libro, uno no puede dejar de experimentar la sensación de que, en su labor de mediador, Samuel Ruiz desempeña un papel muy difícil, dado que su imparcialidad está en entredicho. Él mismo no negó nunca su parcialidad y simpatía hacia las reivindicaciones del EZLN, aunque ha tomado distancia de la vía violenta como tal. No obstante, los sectores más reaccionarios, católicos y de otros signos retrógradas, no pudieron perdonar la búsqueda de fidelidad a un Evangelio cuya mediatización tradicional ejercida por las cúpulas clericales ha impedido la posibilidad de más conversiones para encontrar a Jesucristo entre los indígenas, los señalados por los obispos de Tuxtla y Tapachula, como ―los más pobres entre los pobres‖. Leer este libro es, como señala la contraportada, asistir de cerca a la evolución del pensamiento político de la Iglesia Latinoamericana. Ruiz no fue, entonces, un ―viejo rojillo enmohecido‖, como quieren algunos de sus detractores, sino más bien una muestra evangélica de cómo, al asumir los riesgos liberadores del mensaje cristiano, no se libra uno del peligro de equivocarse, pues más bien, por el contrario, se corre otro más sublime, el de acertar en la obediencia a Jesucristo entre la humanidad. Después de todo, como dijo Mario Yáñez en la catedral de San Cristóbal el 24 de noviembre de 1994 en un acto de reivindicación de la diócesis, ―el Evangelio nunca se equivoca‖. Lupa Protestante, 28 de enero de 2011

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Ahí...renació la esperanza. Digo esto para que no se perturben. Algo vendrá algo vendrá que no se sabe qué, pero algo siempre pasa.

Buenas tardes a todas y todos. No es la primera vez que hablo en este lugar, pero agradezco mucho la amistad de Jon Sobrino, que nos conocemos desde hace tanto tiempo y yo lo estimo como una de las cabezas más lúcidas de este tiempo que renovó completamente la cristología. Las preguntas de ayer me han dado la impresión de que.. .bueno en muchas personas hay un cierto desconcierto en la situación actual de la Iglesia. O sea, como una sensación de inseguridad. Como decía Santa Teresa, de "no saber nada al respecto, que nada provoque temor". Cuando era joven yo conocí algo semejante y, tal vez, peor. Era el pontificado de Pio XII. Él había condenado a todos los teólogos importantes, había condenado todos los movimientos sociales importantes, por ejemplo, la experiencia de los padres obreros en Francia, Bélgica y otros países. Ahí nosotros jóvenes seminaristas y después jóvenes sacerdotes estábamos más que desconcertados, preguntándonos Pero, ¿todavía hay porvenir? Yo me acuerdo que en aquel tiempo había leído una biografía de un autor austríaco del papa Pio XII. Y ahí contaba algunas palabras que había escrito el P. Liber, jesuita, profesor de Historia de la Iglesia en la Gregoriana. El P. Liber era confesor del papa. Sabía todo lo que pasaba en la cabeza de Pio XII y entonces decía: "Hoy la situación de la iglesia Católica es igual a un castillo medieval, cercado de agua, levantaron el puente y tiraron las llaves al agua. Ya no hay manera de salir (risas). O sea, la Iglesia está cortada del mundo, no tiene más ninguna posibilidad de entrar".Eso dicho por el confesor del papa, que tenía motivos para saber esas cosas. Después de eso vino Juan XXIII y ahí, todos los que habían sido perseguidos, de repente son las luces en el Concilio y de repente todas las prohibiciones se levantan.

¿Cómo explicar esas situaciones que todavía pueden recomenzar? Porque nos estamos acercando a la fase final de la cristiandad. Ya hace muchos siglos que han anunciado la muerte de la que está agonizando desde hace 200 años, pero todavía puede...cristiandad continuar su agonía durante algunas décadas o algunos años. O sea, ha dejado de ser la conciencia del mundo occidental. Ha dejado de ser la fuerza que anima, estimula, aclara, explica la fuente de la cultura, la economía, de todo lo que fue durante el tiempo de la cristiandad. Eso se ha destruido progresivamente desde la Revolución Francesa y aquí desde la independencia, desde la separación del imperio español. Entonces, poco a poco, han aparecido muchos profetas que han dicho que se ha hace 200 años ya. Pero la fachada es tan fuerte...La muerte de la cristiandad resiste tanto, que se mantiene una tensión constante. Pero ahora sí creo que la cristiandad está entrando en sus fases finales. ¿Quieren una señal? La encíclica Caritas in Veritate leído la encíclica. Si se ve qué repercusión ha tenido en el mundo: Tal vez silencio respetuoso pero más... impresionante silencio probablemente silencio de indiferencia. A nadie ya le importa la que también ha dejado de interesarse de...doctrina social de la iglesia lo que sucede en la realidad concreta. Hace algunos años un sociólogo jesuita muy importante el P. Calvez, que tuvo un papel importantísimo en la creación, manutención de la doctrina social de la iglesia, publicó un libro con el título: "Los silencios de la doctrina social de la iglesia". Todavía está en silencio. Deja de entrar con fuerza en los problemas del mundo actual; la carta...se queda con teorías tan vagas, tan abstractas, tan generales. Caritas in Veritate podría ser firmada por el Fondo Monetario sin ningún problema. O por el Banco Mundial, No hay absolutamente nada que incomode a esa agente. ¿Entonces para qué? Eso es señal. ¿Quieren otra señal? La Conferencia de Aparecida ha dicho muchísimas cosas muy buenas; quiere transformar la iglesia en una misión, pasar de una iglesia de "conservación" a una iglesia de "misión". Sólo que piensa que eso va a ser hecho por las mismas instituciones que no son de misión sino de conservación. Eso va a ser hecho por las diócesis, por la parroquia, por los seminarios, por las congregaciones religiosas. Estos aquí de repente y por milagro van a transformarse en misioneros.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Hace tres años ya y ¿qué pasó en su diócesis? ¿Cómo se aplicó la opción por los pobres? No sé cómo es aquí, pero en Brasil no veo mucha transformación. Es decir, la cristiandad se está disolviendo progresivamente; pero el problema es después. Después, ¿cómo? De ahí la inseguridad porque no sabemos lo que viene ¿Qué viene después. Pero al fin quedémonos con lo que dice Santa Teresa: no nos perturbemos. Esto sucedió muchas veces en la historia y todavía va a suceder probablemente muchas veces. Hay que aprender a resistir, a aguantar, no dejarse desanimar o perder la esperanza por eso que sucede. Lo que sucede es que en Roma no se convencen que la cristiandad ha muerto. Creen que las encíclicas iluminan el mundo; creen que las instituciones eclesiásticas iluminan y conducen el mundo. O sea, es un mundo cerrado, que de hecho viven en un castillo medieval, cercado de agua. Y entonces ¿qué pasa? Vamos a ver cómo interpretar, cómo ver lo que está pasando. Y de ahí ver cuál es el "método teológico" que conviene para eso. El evangelio viene de Jesucristo. La religión no viene de Jesucristo. Hay que partir de una distinción básica que ahora varios teólogos ya han propuesto entre el evangelio y la religión. El evangelio viene de Jesucristo. La religión no viene de Jesucristo El evangelio no es religioso. Jesús no ha fundado ninguna religión. No ha fundado ritos; no ha enseñado doctrinas; no ha nada de eso. Se dedicó a anunciar, organizado un sistema de gobierno y a promover el reino de Dios. O sea, un cambio radical de toda la humanidad en todos sus aspectos. Un cambio, y un cambio cuyos autores serán los pobres. Se dirige a los pobres pensando que solamente ellos son capaces de actuar con esa sinceridad, con esa autenticidad para promover un mundo nuevo. ¿Eso sería un mensaje político? No es político en el sentido de que propone un plan, una manera humana es suficiente; pero como meta política, porque esto es una orientación dada a toda la humanidad. ¿La religión? ¡Aah! Jesús no ha fundado una religión... Y pero sus discípulos han creado una religión a partir de Él. ¿Por qué? Porque la religión es algo indispensable a los seres humanos. No se puede vivir sin religión. Si la religión actual aquí se desintegra, ¡hay 38.000 religiones registradas en Estados Unidos! O sea, no faltan religiones, aparecen constantemente. El ser humano no puede vivir sin religión, aunque se aparte de las grandes religiones tradicionales. Entonces, la religión es una creación humana. Entre la religión cristiana y las demás religiones, la estructura es igual. Es una mitología. Tal como hay una mitología cristiana, hay 70

una mitología Eso es parte indispensable para la...hinduista, sintoísta, confucionista humanidad. O sea, cómo interpretar todo lo incomprensible de la humanidad por la intervención de seres con entidades sobrenaturales, fuera de este mundo, que están dirigiendo esta realidad. En segundo lugar, una religión son ritos; ritos para apartar las amenazas y para acercarse a los beneficios. Todas las religiones tienen ritos. Y todas tienen gente separada, preparada, para administrar los ritos; para enseñar la mitología. Esto es común a todos. Entonces esto debía suceder con los cristianos también. Debía suceder. ¿Cómo podrían vivir sin religión? ¿Cómo empezó esa religión? Debe haber comenzado cuando Jesús se transformó en objeto de culto. Lo que sucedió bastante temprano, sobre todo entre los discípulos que no lo habían conocido, que no habían vivido con él, que no habían estado cerca. Entonces la generación siguiente o los que vivían más distantes, más lejos, entonces para ellos Jesús se transformó en objeto de culto. Con eso des-humanizó progresivamente. El culto de Jesús va remplazando el seguimiento de Jesús. Jesús nunca había pedido a los discípulos un acto de culto; nunca había pedido que le ofrecieran un rito quería el seguimiento, su seguimiento. Esa dualidad comienza a aparecer temprano; 30 años, 40 años después de la muerte de Jesús, ya aparece con fuerza suficiente para que Marcos escribiera en su evangelio precisamente para protestar contra esas tendencias de deshumanización, o sea, de hacer de Jesús un objeto de culto. Este evangelio es precisamente para recordar una palabra de profeta: ¡No! Jesús era eso. Jesús ha hecho eso, ¡vivió aquí en este mundo! Vivió aquí en esta tierra. Con el desarrollo de la religión cristiana que se hizo-aquí problema para los teólogos-entonces, progresivamente esa tentación reapareció. ¡Nació un comienzo de doctrina! El símbolo de los Apóstoles. Y ¿qué dice el símbolo de los Apóstoles sobre Jesús? Aah que nació y murió. Nada más. Como si lo demás no tuviera importancia, como si la revelación de Dios no fuera justamente la misma vida de esa de Jesús, sus actos, sus proyectos, todo su destino terrestre revelación, pero eso ya se va perdiendo de vista. Los símbolos de Nicea y Constantinopla: igual. Cristo nació y murió. El Concilio de Calcedonia define que Jesús tiene una naturaleza divina y una naturaleza humana. Pero, ¿qué es una naturaleza? Un ser humano no es una naturaleza. Un ser humano es una vida, es un proyecto, es un desafío, es una lucha, es una convivencia en medio de muchos otros. Eso es lo fundamental si queremos hacer el seguimiento de Jesús.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La religión: distinción entre lo sagrado y profano Progresivamente aparece a partir de los primeros concilios un distanciamiento entre la religión que se forma. Con Nicea y Constantinopla ya hay un núcleo de enseñanza y de teología y la iglesia va a dedicarse a defender, promover, aumentar esa teología. Ya se han organizando grandes liturgias de Basilio o de otros, y ya se ha organizado un clero. El clero como clase separada es una invención de Constantino. Hasta Constantino no había distinción entre personas sagradas y personas profanas. Todos laicos. Porque Jesús apartó la clase sacerdotal y no había previsto ninguna manera que apareciera otra clase sacerdotal, porque todos son iguales. Y no hay personas sagradas y personas no sagradas porque para Jesús no hay diferencia entre sagrado y profano. Todo es sagrado o todo es profano. Ahora, en la religión hay una distinción básica entre sagrado y profano. Todas las religiones. Y hay un clero que se dedica a lo que es sagrado. Y los otros que están en lo profano, en la religión son receptores, no son actores; no tienen ningún papel activo. Para tener un papel activo hay que ser realmente consagrado. Eso comienza al tiempo de Constantino. Y entonces a partir de aquello van a aparecer dos líneas en la historia cristiana. Los que como el evangelio de Marcos quiere Jesús ha venido para mostrar el camino. Eso es lo básico, lo fundamental. Una línea que va a renovar, a aplicar en diversas épocas históricas lo que fue la vida de Jesús y como él lo enseñó. Y en toda la historia podemos seguir. Claro que no sabemos todo, porque la gran mayoría de los que siguieron el camino de Jesús fueron pobres, de los que nunca se habló en los libros de historia y entonces no han dejado documentos. Pero hay personas que han dejado documentos y con eso podemos acompañar dónde en la historia de la iglesia cristiana, dónde aparece el evangelio. Dónde se buscó primeramente la vivencia del evangelio. Los que buscaron radicalmente el camino del evangelio fueron siempre minorías, como decía Helder Camera, "minorías abrahánicas". La mayoría está en el otro polo; en la religión. O sea, dedicándose a la doctrina; enseñando la doctrina, defender la doctrina eso fue una de las grandes tareas; contra los herejes y las herejías practicar los ritos y formar la clase sagrada, la clase sacerdotal. Eso nos lleva a una distinción que va a manifestarse en toda la historia. El polo "evangelio" está en lucha con el polo "religión" y "religión" con el polo "evangelio". En toda la historia cristiana. Toda la historia cristiana es una contradicción permanente y constante entre los que se dedican a la religión y los que se dedican al evangelio. Claro que hay intermediarios y así no

hay polos totales. Pero en la historia hay visiblemente dos historias; dos grupos que se manifiestan. La historia oficial: cuando yo era joven nos daban historia de la iglesia que era "historia de la institución eclesiástica" y entonces allí solo se hablaba de la religión, suponiendo que la religión era la introducción al evangelio. Pero eso es una suposición: que todo lo que ha nacido en el sistema católico viene de Jesús, como se decía en la teología tradicional en tiempos de la cristiandad: que todo lo que hay en la iglesia Católica Romana, al final, viene de Jesús. Con muchos malabarismos teológicos ahí se logra mostrar que todo tiene finalmente su raíz en Jesús. No tienen su raíz en otras religiones, en otras culturas. Como si los cristianos que se convierten a la iglesia fueran totalmente puros de toda cultura y toda religión. Todos traen su cultura y su religión; e introducen en su vida cristiana, elementos que son de su religión y cultura anterior y por eso resulta una religión que es siempre ambigua, compleja. Es inevitable porque los seres humanos que entran en la iglesia no son ángeles. Ellos están cargados de siglos y siglos de historia y de transmisión cultural y todo eso entra, naturalmente, a la iglesia. De ahí una oposición que en materia política, por ejemplo, se muestra claramente. Se dice: el evangelio procede de Dios y por lo tanto no puede cambiar. La religión es creación humana, por lo tanto puede y debe cambiar según la evolución de la cultura, las condiciones de vida de los pueblos en general. Si la religión queda apegada a su pasado, ella es poco a poco abandonada en favor de otra religión más adaptada; o más comprensible. El evangelio se vive en la vida concreta, material, social La religión vive en un mundo simbólico: todo es simbólico todos son entidades simbólicas. Que doctrina, ritos, sacerdotes entran en la realidad material. El evangelio es universal, porque no trae ninguna cultura y no está asociado a ninguna cultura, a ninguna religión. Las religiones están siempre asociadas a una cultura. Por ejemplo, la religión católica actual está ligada a la subcultura clerical romana que la modernidad ha marginalizado, que está en plena decadencia porque sus miembros no quisieron entrar en la cultura moderna. El evangelio es renuncia al poder y a todos los poderes que existen en la sociedad. La religión busca el poder y el apoyo del poder en todas las formas de poder Recuerdo que en tiempo de la prisión de los obispos en Riobamba el nuncio decía: "si la iglesia no tiene apoyo de los gobernantes, no puede evangelizar (risas)". Uno podría pensar al revés: que si tiene el apoyo de los poderes será difícil evangelizar.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Pero esa es una mentalidad que está en resto de la cristiandad entre la iglesia fundida en una realidad políticoreligiosa y entonces, naturalmente, estaban unidas todas las autoridades: el clero y el gobierno; el clero y el ejército-todo unido. Renunciar a eso es muy difícil. Renunciar a la asociación con el poder es muy difícil. Voy a dar un ejemplo. Mi obispo actual en el Estado de Bahía, Brasil, es un franciscano, se llama Luis Flavio Carpio. Se hizo famoso en Brasil por dos huelgas de hambre que realizó para protestar contra un proyecto faraónico del gobierno, basado en una inmensa mentira. No hay tiempo pero se hizo conocer y fue invitado para contar toda la historia Kirchentag de la Iglesia alemana. Después de la invitación habló en varias ciudades de Alemania. Un grupo se acercó diciendo que venían para una ayuda para sus obras. Y era bastante: entregarle una donación $100.000 dólares. Él preguntó: "¿De dónde viene ese dinero? Le dijeron que son algunas empresas, algunos ejecutivos. Entonces dijo: "No acepto. No quiero aceptar el dinero que fue robado a los trabajadores, a los compradores de material". No aceptó (aplausos). Yo no sé cuántos en el clero no aceptarían. El obispo es un franciscano igual a San Francisco. Toda su vida ha sido así. Por eso me fui para santificarme un poquito a vivir ahí, en contacto con una persona tan evangélica. ¿Cómo nació la iglesia? Entonces La Iglesia de la que se habla: esa realidad histórica, concreta de la que tenemos experiencia. Para el pueblo en general la iglesia es el ese conjunto de papa, los obispos, los padres, las religiosas, religiosos institucional de la que se habla y que provoca también tanta incertidumbre como lo hemos visto. ¿Cómo nació la iglesia? Jesús no fundó ninguna iglesia. El mismo Jesús se consideraba como un judío; era el pueblo de Israel renovado y los primeros discípulos también; los doce apóstoles son los patriarcas de la iglesia del Israel renovado. La primera conciencia era que la continuación de Israel, la perfección, la corrección de Israel. Pero una vez que el evangelio penetró en el mundo griego, ahí Israel no significaba muchas cosas para ellos y allí Pablo inventa otro nombre. Da a las comunidades que funda en las ciudades el nombre de "ekklesía", lo que se tradujo por "iglesia". ¿Qué es la ekklesìa? El único sentido que tiene en griego es "la asamblea del pueblo reunido que gobierna la ciudad"; en la práctica era la gente más poderosa, pero en fin es que en la ciudad griega el pueblo se gobierna a sí mismo y lo hace en reuniones que son "ecclesías". Pablo no da ningún nombre religioso a las comunidades; los ve como un grupo destinados a ser la animación. El mensaje de transformación de todas las ciudades, de tal manera que están constituyendo el comienzo de una 72

humanidad nueva: y es una humanidad donde todos son iguales; todos gobiernan a todos. Después viene la carta a los Efesios en la que se habla de iglesia como traducción del "kahal" de los judíos, o sea es el nuevo Israel. Y la ekklesía es ahí también el nuevo Israel. O sea, todos los discípulos de Jesús unidos en muchas comunidades, pero no unidos institucionalmente sino unidos por la misma fe. Todos constituyen la "ekklesía", la gran iglesia que es el cuerpo de Cristo. Todavía no existen instituciones. Pero naturalmente no podía continuar así. Los judíos que aceptaron el cristianismo no así abandonaron todos el judaísmo. Y cuando creció el número de cristianos, el número de comunidades, allí comenzaron a penetrar algunas estructuras. En el tiempo de Pablo aún no hay presbíteros, aunque san Lucas diga lo contrario; pero san Lucas no tiene ningún valor histórico: eso ya todo el mundo lo sabe. Atribuye a Pablo lo que se hacía en su tiempo; entonces imagina que Pablo fundó presbíteros, consejos presbiterales: ¿cómo se justificaría un obispo sin ordenar sacerdotes? Entonces parece evidente un comienzo de separación todavía muy sencilla, porque todavía no hay sacralidad, no hay nada sagrado: los presbíteros no son sagrados, así como los presbíteros de las sinagogas no eran sagrados; tenían una función, una misión de gobierno, de administración, pero no una función ritual, o una función de enseñanza de una doctrina. Después aparecieron los obispos. Al final del II siglo se estima que el esquema episcopal está generalizado, pero demoró bastante. Clemente de Roma, cuando publica y escribe su carta a los Corintios, dice "presbíteros": eso no es obispo. Todavía en Roma no hay obispo, solo presbíteros. Pero se organizó el esquema episcopal. Es probable que para las luchas contra las herejías, contra el gnosticismo, se necesitaba una autoridad más fuerte, para poder enfrentar el gnosticismo y todas las nuevas religiones sincretistas que aparecen en aquel tiempo. Y la Iglesia como institución universal, ¿cuándo aparece? Hubo en el siglo III concilios regionales: obispos de varias ciudades que se reunían. Pero una entidad para institucionalizar todo no existía. Quien inventó esta Iglesia universal fue el emperador Constantino. Él reunió a todos los obispos que había en el mundo con viajes pagados por él, alimentación pagada también por él y toda la organización del concilio fue dirigida por el emperador y los delegados del emperador. Esto constituye un precedente histórico. Hasta hoy no estamos libres de eso: que la Iglesia universal como institución haya nacido por el emperador. Después en la historia occidental cayó el emperador romano y allí progresivamente el papa logró llegar a la función imperial. Se dieron muchas luchas en la Edad Media


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. entre el papa y el emperador, pero siempre el papa se estimaba superior al emperador. En las cruzadas, el papa era generalísimo de todos los ejércitos cristianos; era una personalidad militar: comandante en jefe del ejército cristiano. Y dentro de la línea de los Estados pontificios, todavía esto se mantiene. Cuando el papa perdió el poder temporal, allí reforzó su poder sobre las Iglesias: y gobierna a las Iglesias como un emperador, o sea todos los poderes son centralizados en una sola mano y con todas las ventajas de una corte: porque si no hay nada de democracia en la Iglesia. ¿Quiénes son los que orientan al papa? ¡La corte! Los cortesanos, los que están allí cerca. Claro que él no puede hacer todo, pero en fin una corte separada del pueblo cristiano. Todavía estamos sufriendo las consecuencias de aquello. El papa Pablo VI dijo en algunos momentos que realmente había que cambiar la función actual del papa o sea de lo que hace el papa. Juan Pablo II en la "Unum sint" dice también hay que darse cuenta de que el gran obstáculo en el mundo de hoy es esa concentración de todos los poderes en el papa; habría que encontrar otra manera de ejercer eso. Eso para decir que todo esto pertenece a la religión. Tarea de la teología: en el evangelio y en la religión A partir de eso, ¿cuál es la tarea de la teología? Es compleja, justamente porque tiene una tarea en el Evangelio y una tarea en la religión. La teología fue durante siglos la ideología oficial de la Iglesia. Su papel era justificar todo lo que dice y hace la Iglesia con argumentos bíblicos, con argumentos de tradición, liturgia, y un montón de cosas que yo aprendí cuando estaba en el seminario. Claro que no lo creía (risas), pero todavía la mayoría lo cree. Entonces, ¿qué pasa? Primera tarea: ¿qué dice el Evangelio? Entonces primero: primera tarea, el Evangelio, ¿qué dice? ¿Qué es lo que es de Jesús? ¿Qué es lo que es penetración del judaísmo, penetración de otra cultura, penetración de otro tipo de religión? ¿Qué es lo que viene de Jesús según el Nuevo Testamento? Todo el Nuevo Testamento no viene de Jesús: no; las epístolas pastorales que hablan, por ejemplo, de los presbíteros: eso no viene de Jesús. Entonces la tarea de la teología consistirá en decir qué lo que es de Jesús, qué es lo que realmente quiso, qué lo que realmente hizo y en qué consiste realmente el seguimiento de Jesús. Viendo en la historia, ¿cuáles fueron las manifestaciones, dónde, en formas diferentes, porque las situaciones culturales eran diferentes, dónde podemos reconocer la continuidad de esa línea evangélica? Porque si queremos penetrar en el mundo de hoy y presentar el cristianismo al mundo de hoy, todo lo que es religioso no interesa. Lo que

puede interesar es justamente el Evangelio y el testimonio evangélico. Nadie va a convertirse por la teología: usted puede hacer todas las mejores clases, nadie va hacerse cristiano por motivo de la teología. Por eso me pregunto: ¿por qué en los seminarios se cree que la formación sacerdotal es enseñar la teología? Yo no entiendo, no entiendo. ¿No hay otra cosa que hay que hacer para evangelizar? No es mucho más complejo. Por eso hace 30 años que he decidido en presencia de Dios nunca más trabajar en seminarios (risas). Porque, eso ya no. Entonces, ¡la línea evangélica es esa! San Francisco. San Francisco era un extremista. No quería que sus hermanos tuvieran libros: nada de libros. Con el Evangelio basta: no se necesita nada más. El mismo decía: "Yo, lo que enseño, no lo aprendí de nadie, ni del papa; lo aprendí de Jesús directamente, por su Evangelio". Bueno, eso es lo que puede convencer al mundo de hoy que está en una perturbación completa y que se aparta siempre más de las Iglesias institucionales antiguas, tradicionales. Todas las grandes religiones han nacido casi como entre 1.000 y 500 años antes de Cristo, salvo el Islam que apareció después; pero es como un ramo de la tradición judeo-cristiana. Entonces, primero eso. Segundo la religión: ¿qué hacer con la religión? Hay que examinar en todo el sistema de religión, qué es lo que ayuda, qué realmente ayuda a entender, a comprender, a actuar según el Evangelio. ¿Eso habrá nacido por inspiración del Espíritu en monjes, por ejemplo? Si usted ve la vida de los monjes del desierto en Egipto, eso no es un mensaje: no es un mensaje y no viene del Evangelio tampoco. O sea muchas cosas vienen no se sabe de qué tradición, tal vez puede haber sido del budismo u otras cosas así. Entonces examinar qué es lo que todavía vale hoy, y sinceramente. Jesús no ha instituido 7 sacramentos. Hasta el siglo 12 se discutía si eran 10, 7, 5, 9, 4: no había acuerdo; finalmente han decidido que había 7. Bueno, por motivos de 7 días del Génesis, 7 pero hay cosas que visiblemente ya no hablan para planetas, el número 7 la gente actual, por ejemplo, el sacramento de penitencia con confesión a un sacerdote. ¿Cuántos se confiesan actualmente? Hace 20 años yo atendía en la Semana Santa, en una parroquia popular, a 2.000 confesiones y el párroco también 2.000 confesiones. Hoy día: 20, 30, o sea que la gente ya no responden. Eso ha sido definido en el siglo XII, XIII: ¿por qué mantener algo que ya no tiene ningún significado y, al revés, que provoca mucho rechazo? O sea que uno necesite hablar con alguien, que al pecador le gusta hablar con alguien, pero no justamente al sacerdote: hay muchas personas, hay muchas mujeres que

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. pueden hacer ese oficio mucho mejor, con más equilibrio, sin atemorizar como hacen los sacerdotes. Eso es una cosa. Pero hay un motón de cosas que es necesario revisar porque no tienen porvenir. Entonces es inútil querer defender o mantener algo que ya es obstáculo a la evangelización y que no ayuda absolutamente en nada. En las liturgias hay muchas cosas que cambiar. La teoría del sacrificio ha sido introducida por los judíos naturalmente. En el templo se ofrece sacrificios, los sacerdotes son personas sagradas que ofrecen el sacrificio. Toda esa teoría, hoy día no significa absolutamente nada. Que el padre sea dedicado a lo sagrado para ofrecer el sacrificio y que la Eucaristía sea un sacrificio: ¿todo esto viene de Jesús? Ah, no viene de Jesús. Entonces hay que ver si eso vale o no vale. ¿Para qué mantener algo que no vale? Y después hay también la otra parte: lo que no ayuda, lo que ha sido infiltración de otras tendencias, otras corrientes, por ejemplo, la vida ascética de los monjes irlandeses. Irlanda fue la isla de los monjes. Allí los obispos no tenían autoridad; solamente servían para ordenar sacerdotes; pero, por lo demás podían descansar. Los que mandaban eran los monjes: los monasterios eran los centros, lo que era la diócesis actualmente. Esos monjes irlandeses vivían una vida ascética, pero tan extraordinariamente deshumana para nosotros que eso es imposible que venga de Jesús, es imposible que eso ayude, porque esos hombres allí eran súper-hombres, pero no existen más hombres semejantes hoy. Un ejercicio de penitencia que hacían, por ejemplo, era entrar en el río -en Irlanda los ríos son fríos- y quedarse allí desnudo para Esa manera de entender la vida, no; rezar todos los salmos (risas) hay que considerar que eso es cristiano; no es marca de santidad tampoco; no es así que se manifiesta la santidad. Examinar todo lo que viene de allá. Todas las congregaciones femeninas saben cuánto hay que luchar para cambiar costumbres, tradiciones que no son evangélicas. ¡Cuántos debates! Yo conozco una serie de congregaciones femeninas y ¡cuánto tiempo que se gasta en discusiones, disputas! entre las que quieren conservar todo y las que quieren abandonar lo que no sirve más y encontrar otro modo de vivir más adaptado a la situación actual. Claro que es cambiar, eso cambia la tradición, deja de ser la ideología de todo el sistema romano: pero esa no tiene porvenir. Ese tipo de teología ya hace tiempo que ha sido progresivamente abandonada. En América Latina apareció algo: hemos conocido un nuevo franciscanismo, o sea, una nueva etapa, pero radical, de vida evangélica. ¿Cuándo nació? He hablado de los obispos que han participado en eso y que animaron Medellín y de la opción por los pobres, los santos padres de América Latina. Y ustedes los conocen. Si hay que marcar el origen 74

del nuevo evangelismo de la Iglesia latinoamericana, yo diría, -no se olviden- el 16 de noviembre de 1965. En ese día, en una catacumba de Roma, 40 obispos, la mayoría latinoamericanos, incitados por Helder Cámara, se juntaron y firmaron lo que se llamó "el Pacto de las Catacumbas". Allí se comprometían a vivir pobres, en la comida, en el transporte, en la habitación. Se comprometen; no dicen lo que habría que hacer; se comprometen y de hecho lo hicieron después, una vez que llegaron a sus diócesis. Y después; a dar prioridad en todas sus actividades a lo que es de los pobres, o sea, dejando muchas cosas para dedicarse prioritariamente a los pobres y una serie de cosas que van en el mismo sentido. Esos fueron los que animaron la Conferencia de Medellín. O sea, aquí nació. Y tuvieron un contexto favorable: el Espíritu Santo ya en aquel tiempo había suscitado una serie de personas evangélicas. Las Comunidades Eclesiales de Base habían nacido ya. Religiosas insertas en las comunidades populares ya había. Pero, eran pocos y se sentían un poco como marginados en medio de los otros. Medellín les dio como una legitimidad y al mismo tiempo una animación muy grande, y se expandió. ¿Fue toda la Iglesia latinoamericana? Claro que no. Siempre es una minoría. Un día, me acuerdo, un periodista le había preguntado al cardenal Arns -un santo, con quien hemos vivido muy buenas relaciones: "usted, señor cardenal, aquí en Sao Paulo tiene mucho de amistad- suerte, toda la Iglesia se hizo Iglesia de los pobres, las monjas todas al servicio de los pobres: ¡qué cosa magnífica!". Ahí, Dom Paulo dijo: "Sí pues, aquí en Sao Paulo 20% de la religiosas se fueron a las comunidades pobres; 80% se quedaron con los ricos". Era mucho. Hoy día no hay 20%. Esto fue una época de creación, una de esas épocas que hay a veces en la historia donde una efusión muy grande del Espíritu. Pero tenemos que vivir esa herencia: es una herencia que hay que mantener, conservar preciosamente porque eso no va a reaparecer. A veces me preguntan: ¿por qué hoy día los obispos no son como en aquel tiempo? Porque en aquel tiempo es la excepción, o sea, en la historia de la Iglesia es la excepción: de vez en cuando el Espíritu Santo manda excepciones. Y ¿quién va a evangelizar el mundo de hoy? Para mí, son los laicos. Y ya aparecen muchos grupitos de jóvenes que justamente practican una vida mucho más pobre, libres de toda organización exterior, viviendo en contacto permanente con el mundo de los pobres. Ya hay; habría más si se hablara más, si fueran más conocidos. Puede ser una tarea también auxiliar de la teología: divulgar lo que está pasando realmente, dónde está el Evangelio


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. vivido en este momento, para darlo a conocer, para que se conozcan mutuamente, porque de lo contrario pueden perder ánimo o no tener muchas perspectivas. Una vez que se unan, formen asociaciones, cada cual con su tendencia, su modo de espiritualidad. No espero mucho del clero. Entonces es una situación histórica nueva. Pero sucede que, en este momento, los laicos han dejado de ser analfabetos, eso ya hace tiempo: tienen una formación humana, una formación cultural, una formación de su personalidad que es muy superior a lo que se enseña en los seminarios. O sea, tienen más preparación para actuar en el mundo, aunque no tengan mucha teología. Se podría dar más teología, pero es otro asunto. Ahora no vamos a pensar que mañana quienes que van a realizar el programa de Aparecida, van a ser los sacerdotes? Yo no conozco todo, pero los seminarios que yo conozco, las diócesis que yo conozco, se necesitaría 30 años para formar un clero nuevo: y ¿quién va a formarlo? Para los laicos es distinto: hay muchísima gente dispuesta, y gente con formación humana, con capacidad de pensar, de reflexionar, de entrar en relación y contactos, de dirigir grupos, comunidades, grupos. Pero muchos todavía no se atreven, no se atreven. Pero ahí está el porvenir. Para terminar con una anécdota: me llamaron a Fortaleza, en el nordeste de Brasil. Ahora, Fortaleza es una ciudad muy grande: un millón de habitantes. La Santa Sede había apartado, marginado al cardenal Aloísio Lorscheider, mandándolo al exilio en Aparecida que es un lugar de castigo para los obispos que no han agradado. Entonces allí vino un sucesor, Dom Claudio Humes que ahora es cardenal en Roma. Claudio Hummes suprimió todo lo que había de social en la diócesis, despidió a todos: 300 personas con larga trayectoria de servicio, con capacidad humana; así, sencillamente. Un día me llamaron: eran 300, llorando, lamentando: "y ahora no podemos hacer nada; y ahora, ¿qué pasa?". Yo les dije: "pero, ustedes son personas perfectamente humanizadas, desarrolladas, con una personalidad fuerte. Han tenido éxito en su familia, han tenido éxito en sus carreras, en sus trabajos profesionales. ¿De qué ahora se preocupan si el obispo quiere o no quiere? ¿Por qué se preocupan si el párroco quiere o no quiere? Ustedes tienen toda la formación suficiente y la capacidad: ¿Por qué no actúan, no forman una asociación, un grupo, en forma independiente? Porque el derecho canónico -como muchos católicos no saben-, el derecho canónico permite la formación de asociaciones independientes del obispo, independientes del párroco -eso no se enseña mucho en las parroquias, pero es justamente algo que sí, es importante. Entonces ustedes

pueden muy bien juntar 4, 5 personas para organizar un sistema de comunicación, un sistema de espiritualidad, un sistema de organización de presencia en la vida pública, en la vida política, en la vida social: 300 personas con ese valor. Si paga, si tiene que pagar a 5, cada uno va a gastar ni siquiera el 2% de lo que gana, o sea pueden muy bien mantener a 5 personas dedicadas a eso. Y van a escogerlos entre 25 y 30 años porque esa es la época creativa. Hasta los 25, el ser humano se busca. A partir de este momento termina sus estudios, ya ha conseguido un trabajo. Entonces ya quiere definir su vida: estos son los que tienen capacidad de inventar. Todas las grandes invenciones se han hecho por gente con esa edad. Pero no lo hicieron: ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta timidez? Ustedes que son tan capaces en el mundo, ¡en la Iglesia nada! No se sentían capaces, necesitaban del obispo que les diga qué hacer, necesitan sacerdotes que les digan: ¿Cómo es posible? A lo mejor no se les enseñó: pueden ser adultos en la vida civil y niños en la vida religiosa. ¡Pero nosotros podemos! Nosotros podemos hacerlo y multiplicarlo en todas las regiones que vamos a conocer. Entonces el porvenir depende de grupos de laicos semejantes, que ya existen aunque todavía estén muy dispersos. El porvenir está ahí: es nuestra tarea a todos, empezando por los jóvenes. En Brasil hay en este momento 6 millones de estudiantes universitarios; 2 millones son de familias pobres -son pobres los que ganan menos de 3 sueldos vitales, porque con menos de 3 sueldos vitales no se puede vivir decentemente-. Dos millones. Y ¿cuál es la presencia del clero? Poquísimos; algunos religiosos. ¿De las diócesis? Nada. Y allí está el porvenir. Son jóvenes que están descubriendo el mundo. Claro, hay unos que entren en las drogas, que se corrompen, pero es una minoría, o sea, el conjunto son personas que quieren hacer algo en la vida. Si no conocen el Evangelio no van a vivir como cristianos: hay que explicar, pero no explicar con cursos de teología, sino explicar haciendo, allí participando de actividades que de hecho son realmente servicios a los pobres. Eso sí, se puede. Entonces habrá que cambiar la tarea de la teología un poquito: menos académica, más orientada hacia al mundo exterior todos los que no están más en la red de influjo de la Iglesia, que no reciben. Pero, presencia en eso. Y una teología que se pueda leer, sin tener formación escolástica, porque anteriormente si no se tenía formación aristotélica no se podía entender nada de esa teología tradicional. Bueno, la filosofía aristotélica ha muerto, o sea, los filósofos del siglo XX la han enterrado. Entonces, ahora tenemos libertad a ver

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. en el mundo como nos abrimos. Gracias por su atención. (aplausos). [Conferencia impartida en la UCA de El Salvador.] www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=es&cod=52010, 29 de octubre de 2010

 JJO OSSÉ ÉC CO OM MB BL LIIN N:: ““L LAA IIG GL LE ESSIIA A C CAATTÓ ÓL LIIC CA AO OP PT TÓ ÓP PO OR RL LO OSS R RIIC CO OSS””

José Comblin nació en Bruselas en 1923. Hoy, con 87 años, llegó a Chile a visitarnos, ver nuestra realidad y mostrar su pensamiento. Lo hizo como en 1972, cuando expulsado de Brasil, lugar donde residía, este cura belga, uno de los creadores de la Teología de la Liberación, se vio obligado a salir y buscar refugio en el país de la Unidad Popular. Hace 60 años que es sacerdote, fue unos de los creadores de la Teología de la Liberación y se vino a América porque estaba frustrado de la iglesia europea, “con una fachada todavía poderosa pero donde el evangelio estaba ausente”, y encontró su oportunidad cuando Pío XII pidió sacerdotes “para luchar contra el comunismo de America Latina Tras su paso por Chile, volvió a Brasil. Escribió un libro denunciando la doctrina estadounidense de la seguridad nacional lo que le valió una nueva expulsión. Regresó a Brasil, donde vive desde 1980. Usted conoce bien Chile y las almas de los chilenos ¿estamos bien, nos encuentra felices o despreocupados? ―Felices. A lo mejor porque he estado con personas felices, no parece haber preocupación. No hablaron mucho del bicentenario, no sé si tal vez no hubo fiestas animadas, pero 76

los chilenos son los ingleses de América del Sur. No son tan exuberantes‖. En los años 60 y 70, con todo el auge de la teología de la Liberación, ¿se imaginaba este mundo? Hubo mucha concentración en la economía. No se pensaba, así mismo, que el porvenir sería un culto a esa concentración. Nadie se podía imaginar una evolución así. ¿Qué queda de la teología de la liberación? El promedio de edad es de 80 años, los teólogos de la liberación son mayores de 80 y no apareció una nueva generación. La represión fue muy fuerte, terrible y la dictadura del Papa aquí en América Latina es total y global. Acá se puede criticar a Dios, pero no al Papa. El Papa es más divino que Dios. Cualquier cosa que venga de Europa se aplica radicalmente, por otra parte, el papa Juan Pablo II, nombró toda una serie de obispos disciplinados, sumisos, obedientes, de tal modo que es difícil encontrar en América Latina algún obispo con cierta personalidad, fueron elegidos justamente porque no tenían personalidad. Ahí las consecuencias: sumisos. La Teología de la Liberación no ha sido bien vista y el Papa ha sido el gran enemigo y adversario. Ni en los seminarios ni en las facultades de teología se puede hablar de eso. Entonces, apareció una nueva generación que considera que eso es ya del pasado, que ya ha muerto, se terminó. No interesa más. Para la nueva generación de obispos y sacerdotes, ya no existe. ¿Cómo ve la situación de las comunidades cristianas de base, tienen fuerza hoy? Es igual, donde hay un sacerdote anciano, continúan. Los jóvenes no se interesan ni entienden. Subsisten donde todavía hay sacerdotes que han vivido eso, que lo han creado. ¿Qué va a pasar con esta Iglesia, dónde está poniendo el acento hoy y cuál es la proyección de esto en la medida que ustedes no pudieron transformarla? En el mundo popular, en América Central el 50 por ciento de la población es evangélica. En otros países, el 30 por ciento. La Iglesia Católica ha abandonado a las clases populares, salvo los viejos, algunas reliquias del pasado como Mariano Puga, en las nuevas generaciones no se encuentran personalidades así. No se interesan más, salvo en algunos discursos o palabras bonitas. En la práctica, no. Hoy las universidades y colegios católicos son para la burguesía. El porvenir de América Latina es ser un continente evangélico protestante, salvo su clase alta. Así el Opus Dei y los


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Legionarios de Cristo, y todas esas asociaciones que hay de ultra derecha, van creciendo en ese sector. ¿Cuál es su opinión sobre estas asociaciones que mencionó? Estos tienen la confianza de la curia romana y después representan la plena libertad dada a personalidades que son como los grandes Rockefeller, los conquistadores, como Escrivá de Balaguer que era un capitalista, el hombre que va a triunfar, que va a disfrutar el mundo, que va a ganar, ser rico, poderoso y que es capaz de crear gente totalmente subordinada, soldados con mentalidad de soldado, estos son todos hombres deformados psicológicamente, cómo son los futuros dictadores, Maciel de los Legionarios de Cristo, que se descubrió que tenía una vida paralela, fue un hombre que ha logrado reunir una fortuna de 50 mil millones de dólares. Su chantaje, su palabra y su exigencia, llegaron a los millonarios. Hoy, los que han trabajado con él, sus colaboradores, todos dicen y afirman, que no sabían nada de la vida paralela. Cómo, trabajan 40 años con él y no saben nada, que tiene una familia, tres hijos, que practicó la pedofilia con los niños, alumnos de formación, de sus colegios, que tenía un mundo de amantes. ¿Todo eso no lo sabían? Se supone entonces que ellos son cómplices y también tienen una vida paralela. ¿Cómo mantienen el poder y el secretismo? Donde hay uno o dos obispos del Opus Dei en el Episcopado, intimidan a todos los demás. Los otros se quedan callados y uno solo habla, eso es un problema de psicología social típico de dictaduras. ¿Cómo esta transición de Juan Pablo II a Benedicto XVI, a usted le ha llamado la atención el camino recorrido por Benedicto o es más de lo mismo? Es lo mismo. ¿Pero no esperaba que fuera peor? Es que han sido elegidos por los mismos. Fue el Opus el que eligió a Juan Pablo II y al actual, practicando el chantaje, intimidando a los cardenales. El próximo Papa será igual porque el Opus tiene un poder muy fuerte. Es una continuación con pocas variaciones. El papa actual tiene más preocupaciones de doctrina y naturalmente no tiene la simpatía, el carisma, de Juan Pablo II, que era una cosa excepcional, pero globalmente es la negación del Concilio Vaticano II. ¿Dónde está Dios que ha permitido todo esto?

Dios, ¿sabe dónde está? Está en la población La Victoria, está en La Legua, en la cárcel, pero de Roma ha desaparecido hace mucho tiempo. Hay algunos obispos excepcionales, gente buena, amable, gentil, acogen bien, pero no se puede entrar ningún problema, allí no, es lo que dice el Papa. No se discute siquiera top secret‖. Más allá de la represión fuerte de esta dictadura vaticana que usted menciona ¿cuál es la autocrítica que hace como creador de la Teología de la Liberación, que no pudieron generar una herencia, un desarrollo, qué pasó ahí? Es claro que hubo la ilusión de que el Concilio Vaticano II entraría en la práctica y no entró. Eso fue una confianza grande, entonces merecería un cambio, era subestimar las fuerzas dominantes en la Iglesia Romana. Ahora siempre queda más claro que el problema es el Papa, o sea la función del Papa, una dictadura implacable con muchas formas de dulzura y amabilidad, pero implacable. Como latinoamericanos, no hemos criticado la sumisión tradicional al Papa ni destacar que el problema de la Iglesia Católica es el Papa, y a veces Pablo VI se daba cuenta, pero tenía miedo de las consecuencias y Juan Pablo II, a veces, se daba cuenta de lo mismo. Cómo el Papa va a conocer la realidad de cada país y el asunto es quién lo aconseja. La autocrítica es haber confiado en el Concilio Vaticano II‖. ¿Y qué debieron haber hecho, quebrar a la Iglesia en su momento? En ese momento, en Europa, la crítica se centra en el Papa pero en América Latina, diga eso en la Iglesia chilena, quién va a entender qué significa eso. Algunos jesuitas sabrán, algunos otros religiosos, algunos viejos sacerdotes, pero no van a decirlo, pero lo pueden descubrir y pensar, pero todavía falta. Es difícil prever qué va a pasar. Creo que va a haber un shock cuando se den cuenta de que el continente se transforma en un continente protestante. Hay una resistencia psicológica, miedo de tener que ver algo, entonces no se toca. Es ese el desafío principal y es por que habría que reconocer que han escogido a los ricos, han escogido permanecer con la clase alta, con la burguesía y eso es evidente pero no quieren verlo. En Chile eso es más que evidente, aquí es espectacular, el desarrollo que tiene en las universidades católicas, los colegios del Opus y los Legionarios. Por mi parte considero que el porvenir del cristianismo está en China, Corea, Filipinas, Indonesia. Se estima que sólo en China hay 130 millones de cristianos, martirizados porque prácticamente están perseguidos. En Brasil no hay

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. esa cifra, sería difícil encontrar a 30 millones. Casi todos son evangélicos. Si tuviera la posibilidad de decirle algo a cientos de sacerdotes jóvenes, si pudiera hablar directamente con ellos y abrirle los ojos en esta situación ¿qué les diría? Yo les diría: ―váyanse a vivir a las poblaciones para conocer la realidad, porque si no conocen todo es palabras. Nuestra aliada es la realidad, el que no ve la realidad no ve lo que es la humanidad. Se queda con palabras y discurso, pero no puede crear nada. No hay receta pero si se van, porque tienen cabeza y corazón, descubrirán lo que hay que hacer. ¿Y qué le parece que canonicen a Juan Pablo II, como él lo hizo con monseñor Escrivá de Balaguer? El papado de Juan Pablo II fue catastrófico. Todos los que han hecho su carrera con él han podido ser cardenales, a pesar de su mediocridad personal. No merecían nada pero él los promovió, ¡claro que ahora quieren canonizarlo! Una vez que han canonizado a Escrivá, todo el mundo sabe que se puede ser santo sin tener virtud alguna. www.argenpress.info/2011/01/jose-comblin-creador-de-lateologia-de.html

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EENNTTRREEVVIISSTTAASS

 P PO OL LÍÍT TIIC CA AD DE EL LA AL LIIB BE ER RA AC CIIÓ ÓN N B Bllaan ncch hee P Peettrriicch h

El filósofo Enrique Dussel, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, considera que para el momento de maduración en el que se encuentran los procesos latinoamericanos, con una mayoría de gobiernos electos de centro-izquierda, es esencial la construcción de una teoría para la realidad actual. Teoría de liberación, innovadora, crítica, creativa, que elabore no sobre la destrucción del Estado, como lo pensaron los marxistas clásicos, sino que dote de contenidos de democracia participativa a los poderes políticos que hoy gobiernan. Sostiene, a contracorriente de otros influyentes pensadores, como el irlandés John Holloway, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Cambiar el mundo sin tomar el poder) o el italiano Antonio Negri, de la teoría de la resistencia, que el asunto, actualmente, no es criticar al Estado, sino hacer un Estado que sea útil a la gente. Dussel se define como filósofo de la liberación ―que es – explica– una tradición filosófica latinoamericana, no es escuela de ninguna otra‖, un cuerpo de ideas y obras que un grupo de filósofos vienen pensando desde los años 70. Aunque hay intelectuales que encuentran esto pretencioso. Con los decenios se irá viendo si tuvimos razón o no. Dussel (Mendoza, Argentina, 1934) recibió recientemente en Caracas el Premio Libertador al Pensamiento Crítico, que otorga el gobierno de Venezuela a las obras de creación de teoría para la realidad latinoamericana actual. Es el galardón más importante de América Latina, tanto por las obras y los pensadores reconocidos como por su monto económico. Se

premió un trabajo publicado ya en dos tomos, Política de la liberación. Un tercer capítulo viene en camino. Poder obedencial Apenas inicia la entrevista, el maestro aborda, entusiasta, el tema que ha ocupado en semanas recientes, por derecho propio, las primeras planas de los diarios: las filtraciones de Wikileaks. ―Es un fenómeno histórico mundial. Las trasnacionales que controlan el movimiento del dinero –Visa y Mastercard– clausuran las cuentas a la organización Wikileaks en represalia. Y al día siguiente más de 40 mil ciudadanos de buena voluntad también las bloquean a ellas. ¡En menos de 24 horas organizaron una acción que puede paralizarlas completamente! Esta es una expresión de participación política en los medios de la revolución tecnológica. Son cosas muy nuevas que todavía no se han procesado en filosofía política. Lo veo como una muestra de lo que Evo Morales llamó la democracia obedencial‖. Es, insiste, todo un salto: La revolución de los medios electrónicos equivale al momento en que apareció la máquina de vapor y detonó la revolución industrial. Esta es una revolución política, porque este medio va a cambiar el proceso de la producción de decisiones políticas. Ahora la gente puede ponerse en contacto y participar en la toma de decisiones de una manera increíble e instantánea. Eso nunca había pasado. En el primer tomo de su Política de liberación, historia mundial y crítica, Dussel parte del origen de la filosofía que no es eurocéntrica ni helenocéntrica, sino que nace en Mesopotamia, India, China, Egipto y concluye con unas reflexiones sobre ―el sentido que le ha dado Evo Morales al poder, poder obedencial‖. ¿Por qué obedencial? Mirando hacia lo que significan los gobiernos de Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa o Luiz Inacio Lula da Silva, es absurdo plantearles la disolución del Estado. Hay que tener una visión completamente distinta de la política, aun revolucionaria. Tiempo de gobernar desde la izquierda ¿Hacia dónde debe dirigirse la crítica, entonces? Tradicionalmente la izquierda hizo crítica al poder político como dominación. Yo digo: el poder político no es de dominación, reside en el pueblo, consiste en el consenso del pueblo. Las instituciones no son el lugar del ejercicio del poder, se les ha delegado. Cuando las instituciones creen que son la sede, ese es el fetichismo. Cuando un presidente dice, como dijo Felipe Calderón, tengo el monopolio del

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. poder, se equivoca, se ve que no tiene mucha instrucción. El Estado tiene el uso de la violencia legítima, pero el único que tiene el monopolio del poder es el pueblo. Toda institución del Estado tiene el ejercicio delegado y eso Evo Morales, siguiendo en la línea de los zapatistas de Chiapas, le llamó el poder obedencial. Esta referencia cruza algunas contradicciones: recuerda la brecha que hay hoy en Ecuador entre el presidente Rafael Correa y el movimiento indígena. O el caso del movimiento zapatista, que cuando llegó a la presidencia el primer gobernante indígena en Bolivia, ellos no se vieron reflejados en él. Yo lo que he diferenciado es el poder, que reside en el pueblo y las instituciones. Por eso el Movimiento de los Sin Tierra, en Brasil, que es crítico, dice: miren, Lula no fue lo ideal, pero lo apoyamos. Y cuando traicione lo vamos a criticar, pero es el mal menor. Otros dicen: es el mal, y se oponen frontalmente. Pero hay cierta oposición de la extrema izquierda que se toca con la extrema derecha. Lo que yo digo es que en la actual coyuntura latinoamericana, la izquierda tiene la responsabilidad de ejercer el poder en favor de un pueblo. Las instituciones pueden intentar servir al pueblo o pueden ser represivas. No es un hecho a priori que las instituciones son dominación siempre. La democracia representativa y el poder obedencial deben ser fiscalizados. La representación es necesaria, porque no puede hacerse todo por democracia directa; los 112 millones de mexicanos no podemos estar en asamblea permanente. Hay que tener representación. Pero la representación finalmente se corrompe si no es fiscalizada. Ahora, gracias a los medios electrónicos, tenemos por primera vez en la historia humana un instrumento de redes que permite la organización de esa participación fiscalizadora. Hay movimientos sociales, como el zapatismo, que tienen gran sensibilidad sobre la participación. Porque ahí es donde se expresa la voz del pueblo. Pero hay que repensar la representación en un momento creativo. No hay que confundir los tiempos, hay un tiempo para criticar y un tiempo para gobernar. Y estamos en el tiempo del gobierno en América Latina. Urgen nuevas teorías para el siglo XXI El problema es cuando la corrupción llega demasiado pronto. Pero esa es la condición humana. Eso no va a desaparecer nunca. El que ejerce el poder tiene muchas tentaciones de

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aprovecharse. Para eso hay que crear organismos de participación para fiscalizar. ¿Qué teorías le dan cuerpo a lo que Chávez llama el socialismo del siglo XXI? Este es un momento esencial para la construcción de la teoría en toda América Latina. Hay categorías que ya no nos alcanzan para una realidad compleja, hay que renovar todo. Se necesita una nueva teoría, pero que no sea pura imitación de lo que se dijo ya hace siglo y medio. Dussel cita algunas fuentes importantes para la construcción del pensamiento latinoamericano actual: Theotonio dos Santos, Immanuel Wallerstein, Franz Hinkelammert, Boaventura de Souza, Hugo Zemelman, el húngaro István Mészáros. Y añade el pensamiento aymara y el zapatismo, que no forman parte de las teorías clásicas. ―Tenemos mucho que recuperar de esos pueblos, que antes la izquierda no supo considerar. En 1994 el zapatismo fue una conmoción para muchos intelectuales. El asunto es tener una visión de pueblo que no sea populista, que suponga articular la clase y las etnias indígenas dentro del pueblo. Y eso es una explosión teórica, porque ¿qué hacer con el imaginario de los pueblos, que son relatos religiosos míticos? La izquierda era tradicionalmente atea y veía como retrógrado ese imaginario. O decir, dentro del imaginario, como señala Ernst Bloch, que en el Principio esperanza toma los mitos, que llama como el sueño despierto de la humanidad, y dice: hay unos que son de dominación y otros que son de liberación. La Jornada, 3 de enero de 2011, p. 2

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Encargada de comunicaciones del Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala Adital Ciudad de Guatemala, jueves, 26 de mayo de 2011. No hay dudas. Todo teólogo es un provocador como mismo lo fue Jesús para su época, afirmación que tiene origen en las


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. confluencias que existe entre la máxima figura del cristianismo y sus seguidores más raigales, de mayor compromiso con los pobres, cuando se trata de explicar la Biblia desde la realidad misma del ciudadano de este mundo. Tener ante mí al chileno Pablo Richard, doctor en Teología y Ciencias Bíblicas fue una fiesta de la palabra. Un hombre que se ha licenciado en Sagradas Escrituras en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, un arqueólogo de la Biblia que se especializó científicamente en la propia Jerusalén, resulta siempre un descubrimiento cuando, desde detrás de ese bonachón rostro, aflora una ética inviolable, una inteligencia pocas veces vista, pero sobre todo, un cristiano comprometido con su realidad, que es la realidad de la pobreza en América Latina y la necesidad de un análisis teológico que contribuya a la liberación plena del ser humano como criatura de Dios. ¿Qué huella queda en Pablo Richard de aquel Movimiento de Cristianos por el Socialismo de los años ’70, criatura nacida de la llamada Teología de la Liberación? La Teología de la Liberación fue un movimiento muy importante que hizo posible la convergencia entre fe y política, porque normalmente los cristianos, cuando había un gobierno progresista o socialista, siempre estaban en la oposición, y fue la Teología de la Liberación la que permitió que la fe fuera más liberadora, y correspondió a los partidos políticos descubrir que el cristianismo tenía una orientación liberadora. Fue la opción que permitió a los cristianos participar en los movimientos políticos sin perder su fe, lo cual fue nuevo, porque antiguamente los cristianos que tenían una opción política eran normalmente de derecha, y los partidos de izquierda excluían a los cristianos, en un paralelismo que no se tocaba. La total convicción que queda en mí de aquel movimiento cristiano, es que no hay ninguna incompatibilidad entre cristianismo y socialismo, pero en procesos concretos, el ayudar a las y los cristianos a participar en política sin perder su fe, fe que se radicaliza al profundizar en la realidad. ¿Qué opinión le merece la afirmación de que la Teología de la Liberación fue abortada por los abruptos rumbos de la Iglesia hacia una hacia la derecha en América Latina? Depende, porque hay una Iglesia de "cristiandad‖ que ha destruido todo lo que se había construido en las décadas de los ‘60 a los ‘80 y que está cada día más a la derecha.Pero, también existe la Iglesia de la liberación, de las comunidades eclesiales de base, la Iglesia de los pobres, que sigue estando en la línea liberadora y que está cada día más viva

hoy en América Latina, en la medida en que el sistema neoliberal y la Iglesia de cristiandad van entrando en crisis, las personas buscan una alternativa y esa la ofrece la Teología de la Liberación. En América Latina, sólo en los últimos 10 años, se han salido 50 millones de la Iglesia católica, y no porque se hayan ido a otros grupos religiosos, sino porque la Iglesia no les dice nada, y esto es parte de la crisis de la "cristiandad‖ que no da ninguna respuesta a los problemas modernos. Cuando usted vislumbra la actual realidad de América Latina, donde cada vez son más comunes los desastres naturales y los cambios climáticos que acentúan los niveles de pobreza, además de otros males como la corrupción, la violencia y las drogas, ¿cómo sostener esa Palabra de Dios como fuente de vida y esperanza, que anunciaba usted a las puertas del actual milenio? Primero, debe haber un análisis de la realidad, de esta economía de mercado de inspiración neoliberal que se mantiene gracias a salarios bajos y destrucción de la naturaleza. Es cierto que hay muchos sectores de la Iglesia que están metidos en este sistema neoliberal, pero hay también personas que hacen la lectura de la palabra de Dios y grupos bíblicos que están preocupados por esta crisis debida a la destrucción de la naturaleza. Leonardo Boff escribió un libro paradigmático en este sentido: "El grito de los pobres y el grito de la Tierra‖, que hay que escuchar ambos.Entonces, hay muchos movimientos de la Teología de la Liberación en la línea ecológica. Ahora justo hay la construcción de toda una teología sobre el agua, como un bien que está a punto de entrar en crisis. De la destrucción de los medios naturales y la destrucción de la gente, por este sistema, la teología de la Liberación es la que más habla, y muchas veces ni los grupos políticos ni la Iglesia hablan. El tema ecológico es un tema muy vivo, especialmente en la teología india, donde ya se habla mucho del "Pachamama‖ en América del Sur por ejemplo, en la defensa de la tierra y del agua, donde participan mucho los grupos progresistas de las iglesias. Por ejemplo, la reciente consulta en Cancún sobre las medidas a tomar frente al cambio climático y el calentamiento global; que si se sube de dos a tres grados va haber catástrofes derivadas de esos cambios y los países industrializados no aceptan ni quieren tomar medidas, porque proteger la naturaleza es el peor negocio para ellos, pues se necesita reducir el avance del mercado, pero ellos quieren más y más ganancias y si se destruye la naturaleza, poco les importa. Si todo sigue igual, si no hay cambios, la tierra no llega al año 2025. Ya estamos sobregirados, hemos abusado de la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. tierra sacándole más de lo que puede dar, pero muchos no se han dado cuenta que la tierra es redonda, y que si explotas para allá, más delante te va a llegar por la espalda. Entonces la Iglesia ha desarrollado una teología muy sabia, cuando aborda la ecología, y esto es parte de la Teología de la Liberación. En uno de sus últimos análisis: "Pedofilia y poder”, usted hace afirmaciones muy arriesgadas. Habla de confrontar la actitud de la Iglesia católica, por un lado frente al fenómeno pedófilo y, por el otro, frente a la Teología de la Liberación. Afirma que la homosexualidad puede ser una opción legítima si está guidada por una ética de amor y fidelidad y que la exclusión de la mujer de la estructura jerárquica católica es la otra cara de la masculinización absoluta del ministerio clerical, llegándose a preguntar cómo se analizarían esos problemas si la mujer, ordenada como cardenal, tuviera acceso a altos cargos dentro de la estructura jerárquica de la Iglesia. ¿Existió alguna reacción de la curia católica a sus planteamientos o simplemente los obviaron para silenciarlos? La iglesia tiene terror a hablar de estos temas. Tiene miedo. Con ese artículo yo no recibí ninguna crítica de parte de la jerarquía, y es debido al temor que hay en relación a los temas. Hoy día en la ética de la Teología de la Liberación aceptamos, por ejemplo, que la homosexualidad es una manera de vivir, es una opción. Pero la Iglesia y su jerarquía no entran en estos temas por el temor a que se desate una discusión donde no tienen mucho que decir, pues son temas que no se discuten. Estos son problemas de la modernidad y la Iglesia católica los ha rechazado: no quiere saber de la homosexualidad o de la participación de las mujeres. En este último por ejemplo, no hay un solo argumento, ni bíblico ni teológico, para excluir a la mujer del sacerdocio y la Iglesia lo rechaza, porque tiene una visión pre-moderna de lo que es la mujer. En fin, la Iglesia no habla mucho de estos temas, porque no sabe que decir, y cuando ha entrado ha entrado mal, ha ocultado a pedófilos, no ha escuchado a las víctimas, no ha hecho análisis a profundidad, porque si entra a esta discusión van a surgir muchos más problemas para la jerarquía por su posición tan conservadora. También en su espíritu de lo que pudiera llamarse "un provocador teológico” ha dicho que no existe una Iglesia, sino modelos en cómo ser Iglesia; y se refiere a uno dominante y tradicional que fenece de manera 82

irreversible ante otro que busca, precisamente, uno alternativo y más contextualizado. A su juicio, ¿qué características o hacia dónde debe enfocarse ese modelo calificado por usted de emergente? El modelo de la iglesia de cristiandad ha entrado ya en una fuerte crisis, es irreversible y se avecina un colapso, porque no tiene los elementos ni fundamentos teológicos ni teólogos o teólogas para superar esta situación. La pedofilia ya es un signo muy serio de esa crisis profunda, y peor aún el ocultamiento que la iglesia ha hecho de ello. Evidentemente y aunque no como una consecuencia directa, la gente va a recurrir al modelo alternativo, va a buscar en la Iglesia de los pobres, una manera de vivir su fe. Entonces esta Iglesia emergente, de los pobres, la Iglesia del pueblo de Dios, debe tener las siguientes características: Primero, una opción preferencial por los pobres y contra la pobreza: hay que crear estructuras en la Iglesia para vivir con ellos (los que viven con VIH/Sida, los marginados, los de la calle, etc.) Ahora mismo son muchos, pero son invisibles a la sociedad y esta situación es algo que la Iglesia debe transformar. Segundo, las comunidades eclesiales de base: donde se une la oración y la comunidad, no importa que sean pocos y pocas, lo que cuenta es la calidad. Para la Iglesia de la cristiandad lo importante es la cantidad, porque tienen criterios comerciales, de mercado. Me atrevo a decir que no importa que la Teología de la Liberación muera, en tanto que no sigan muriendo los pobres, pero que mientras haya pobres, habrá teología de la liberación, habrá Iglesia del pueblo de Dios. Tercero, la lectura popular de la Biblia: lo mejor que podemos hacer en este tiempo de crisis es devolver la Biblia al pueblo, con libertad y autonomía. Por 400 años la Iglesia estuvo sin Biblia, pero el Concilio Vaticano II rompió con esta tradición y la devolvió al pueblo. Cuarto, la Teología de la Liberación: Hay que dejar de hacer lo que ha provocado que ya no se haga teología. Hay que perder el miedo, superar la teología del miedo: los laicos le temen al cura, el cura al obispo, el obispo al Vaticano y el Vaticano a la Teología de la Liberación…. Se debe dejar el miedo y tener fe. Quinto, una Iglesia autóctona: es la que nace de los mismos pueblos que van descubriendo el Evangelio. Sexto, la vida religiosa se inserta: en los ambientes de las y los marginados y despreciados. Séptimo, los nuevos ministerios: hay que desacralizar y "desacerdotizar‖, superar distancias entre laicos y clérigos, que desaparezcan las divisiones. Y aquí exclamar: ¡Nunca mas una iglesia sin mujeres! Deben ser integradas como


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. maestras, sabias, teólogas, que asuman todas las funciones del presbiterado. Octavo, Iglesia como centros de formación: las y los laicos son el futuro de la Iglesia, por lo que la formación es importante. Noveno, una Iglesia de profetas y mártires. Y por último, en décimo lugar, evitar las contradicciones innecesarias y crecer donde están las fuerzas. No sirve criticar y gritar contra la Iglesia de la cristiandad, pues los dos modelos de Iglesia no viven separados y confrontados entre ellos. Los modelos se entrecruzan. Encontramos signos de la presencia de Dios en la Iglesia de la cristiandad y signos de cristiandad en la Iglesia de los pobres. Hagámonos la idea de que usted es un doctor en medicina y tiene que dar el diagnóstico de un enfermo que, en su historia clínica, tiene por nombre Teología de la Liberación: ¿Cuál sería su pulso y su presión arterial? ¿Padecería una dolencia pasajera, cáncer o habría que redactarle un dictamen necrológico en el actual contexto político y eclesiológico de América Latina? No podría dar un pronóstico fatídico, porque, de hecho, hay un resurgir de la Teología de la Liberación, aunque la Iglesia lo niegue. La lectura popular de la Biblia, las comunidades eclesiales de base, son una fuerza que no pueden detener. Los pobres mismos necesitan de esta Iglesia, la necesitan para sobrevivir. No es la Iglesia que necesita de dinero para sobrevivir, sino pobres que necesitan de la Iglesia para sobrevivir. Y esto es por todos lados en El Salvador, en Guatemala, en Costa Rica y en muchas otras partes del mundo.

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Economista, filósofo y teólogo de la liberación. Dr. en Economía por la Universidad Libre de Berlín. Fue profesor de Economía en el DEI, Departamento Ecuménico de Investigaciones en Costa Rica. Actualmente forma parte del Grupo de Pensamiento Crítico y está vinculado a la Universidad Nacional Autónoma, Heredia, Costa Rica.

Franz, ¿a qué llamas, exactamente, “crisis de los límites del crecimiento? ¿Cómo se pone en evidencia? Se pone en evidencia en el hecho de que un crecimiento lineal, alto, no es sostenible, y esto se hace presente hoy en el plano del petróleo y de los cereales. En el caso del petróleo, la experiencia empírica demuestra que una tasa de crecimiento del 5%, más o menos, presupone un crecimiento del consumo de petróleo del 2% al 3%. Si lo calculamos a veinte años, un crecimiento así representa un aumento de 1/3 en el consumo de petróleo. Imagínate: ¡no hay suficiente petróleo para eso! Y entonces ¿cómo quieren sustituir el consumo del petróleo? Con los cereales. Entonces, aumenta la producción de cereales y baja la de alimentos de seres humanos. ¿Quiénes aparecen ahora como los hambrientos más urgentes y con poder de compra suficiente para desplazarlos? Los automóviles; ellos demandan ahora cereales, y tienen poder de compra. En cambio, la gente hambrienta no tiene poder de compra. ¿Entonces, quién gana? Los automóviles, ellos devoran a la gente. Entonces, tienes las dos energías básicas: la energía básica para el cuerpo humano es el cereal, y la energía básica para las máquinas es el petróleo. Fíjate, ya el barril de petróleo está en 90 dólares. Y se habla de que va a subir de nuevo a 100 dólares.(1) Bueno, con 100 dólares todavía podemos vivir. Pero ¿si la tasa de crecimiento sigue alta a nivel mundial? Entonces va a subir más y llegará a 140 dólares, como en 2008, y habrá otra crisis, que será considerada como una nueva crisis financiera. Eso está en el tapete. Y paralelo a esto (la gente hambrienta y la producción de cereales para agrocombustibles), está el impacto sobre el ambiente. Los impactos están todos interrelacionados: la falta de alimentos para la gente, la escasez de energía para las máquinas y la crisis del medio ambiente. Es todo una gran crisis, una crisis global; la enfocan como si fuera una crisis 83


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. del clima, pero es una crisis de los límites del crecimiento, una rebelión de los límites. Como no se los ha respetado para nada, ahora los propios límites se rebelan. Y ahí aparece de nuevo la necesidad de otra civilización, por el lado de la producción misma de alimentos y de energía. No solamente a partir del problema de la convivencia, que es siempre subvertida más y más. La convivencia está en crisis, pero es a la vez un aspecto de la crisis de la rebelión de los límites. La de 2008 es la primera crisis cuya raíz es la rebelión de los límites. Y aunque no se habla públicamente de una rebelión de los límites del crecimiento, los militares lo tienen completamente claro, por eso las guerras son por el petróleo, quien tiene el petróleo domina el mundo. Y no surge ningún pensamiento de consenso, pura guerra. Solamente en guerra piensa el sistema y, sobre todo, los Estados Unidos. Los Estados Unidos son los herederos del nazismo en este sentido, sólo pueden pensar soluciones a partir de la guerra, no pueden pensar en términos de lograr un acuerdo, no les entra en la cabeza, porque el cálculo de la utilidad propia siempre lleva a la guerra, siempre la guerra parece lo más útil, nunca la paz. Tú has caracterizado esa actitud como “cortar la rama del árbol donde se está sentado”, ¿no es cierto?(2) Sí, así es. En América Latina, particularmente en Bolivia, pero también en Ecuador, en Venezuela, tal vez en Brasil, sus gobiernos tienen –en distintos grados– cierta conciencia de estos límites, y en muchos casos se discute qué forma de crecimiento promover, que no resulte destructora del medio ambiente y del ser humano. Pero como tú decías, no siempre se sabe cómo hacerlo, porque a la vez son países con muchas carencias, muy atrasados desde el punto de vista de sus infraestructuras, necesitan construir presas, caminos, gasoductos, etcétera. Sí, ese es el problema. Pero hay una cosa ahí: las culturas que se han considerado siempre como atrasadas indican hoy el camino que hay que tomar, porque las culturas anteriores no eran tan suicidas como la moderno-occidental. Entonces, ¿por dónde habría que hacer el camino? Se ve desde estas culturas mucho más claro que desde las culturas del progreso. Ellas se convierten en muy actuales, tienen plena actualidad. ¿Eso lo ves en Bolivia? Detrás está la cultura andina. Habitualmente se piensa que hay que disolver la cultura que se considera atrasada, para transformarla en Modernidad. Yo creo que es al contrario, 84

esa cultura puede ser hoy la brújula para hacer caminos. Insisto en la palabra brújula, no es posible copiarla. Hay que inventar. Creo que esto hay que pensarlo con mucha seriedad. Una vez en Alemania, en una reunión con gente de otros lugares, había un africano que decía: ―África no es el problema, África es la solución‖. Algunos se reían, pero es algo muy serio, porque en África también está esta conciencia. Es algo parecido a lo que ocurre en América Latina con la cultura andina, ahí esta la solución, no en Nueva York. Mejor dicho, tal vez no proporciona ―la‖ solución, pero sí la dirección en la que hay que tender los caminos. ¿Qué opinas de este modelo de minería que tenemos en Argentina y en otros países de la región, la megaminería a cielo abierto? Es horrible. Todos los restos de oro que quedan quieren llevárselos. Porque hay rebelión de los límites, entonces quieren aprovechar los restos. Lo peor es cuando sacan oro, ¡es ridículo! Desde hace 500 años es lo mismo: sacan oro de aquí y lo ponen en bodegas del banco central de un país del centro. La irracionalidad es total. El oro no tiene ningún valor de uso, porque no hay tantas personas dispuestas a ponerse todas las joyas que se podrían producir. Ese es el único valor de uso que tiene, que como tal es muy lindo, pero no es por eso que lo quieren. Sacan el oro de la tierra destruyéndola, para enterrarlo de nuevo en las bodegas de los bancos. Es la nueva forma de saqueo que han encontrado para nuestros países, al tiempo que aceleran la destrucción de los glaciares, usan cianuro, arsénico, con los desechos contaminan las napas de agua subterránea… Sí, destruyen zonas enteras… Acá [Costa Rica] había un gran proyecto, en Las Crucecitas, pero hubo una resistencia férrea de la sociedad civil, y se logró pararlo. Hay que ver hasta cuándo queda así, porque el poder económico sigue insistiendo, comprando, corrompiendo, para obtener el permiso que necesitan. Nunca van a dejar de presionar para tener la posibilidad de aumentar la catástrofe, porque la catástrofe da mucha ganancia. Evitarla no da ganancia, entonces todos calculan que seguir es más rentable que parar o cambiar. También juega a su favor la idea de que no se puede renunciar a la tecnología, y a la tecnología de punta. ¿Qué piensas de eso? Pero nunca hay que pensar que la tecnología es de por sí progreso. Mira, la tecnología atómica no fue progreso, fue una regresión total. Hoy, las tecnologías se transforman muchas veces en regresión, en todos lados se nota el peligro


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. que aparece a partir del desarrollo tecnológico. Tal vez el sida sea un producto de eso, no lo sabemos, pero es posible. No existe un desarrollo tecnológico limpio, y los riesgos son cada vez mayores. La refrigeradora para la casa es algo muy bueno, pero el desarrollo técnico es cada vez más arriesgado, no es una cosa limpia. Pensando en lo que tú escribiste en Chile, relativo a la crítica de las ideologías del desarrollo (3)#, muchas veces en las discusiones de nuestro equipo de Mendoza nos preguntamos: ¿Hasta dónde los modelos actuales latinoamericanos (concretamente Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela) no están repitiendo esos modelos desarrollistas de los años sesenta y setenta? Por supuesto, en otros contextos y con algunos contenidos políticos diferentes, pero ¿no se repite la misma lógica de celebrar los aumentos de la tasas de crecimiento económico, por sobre cualquier otra cosa, incluida la crisis medioambiental? Claro, ahora no hay tasas de crecimiento que celebrar ¿no? Pero, entonces, la ausencia de las tasas de crecimiento se transforma en ―la‖ preocupación en el mundo. Bueno, creo que estos nuevos tipos de pensamiento que aparecen, más claramente en Bolivia –porque hay muchas diferencias entre los diversos países latinoamericanos que mencionaste, diferencias muy grandes incluso–, donde quieren realmente una sociedad guiada por la convivencia, están todavía en una etapa muy preliminar. Hay muchos conflictos por resolver, todavía no hay una idea clara de lo que se puede hacer con eso. Yo tampoco tengo la respuesta. Te preguntamos más por lo que identificas como problema que por la respuesta al problema. Ese es el problema. Por ejemplo, en Venezuela han hecho cosas muy importantes, sobre todo respecto de la población marginada. Pero el aparato industrial, el capital, sigue igual que antes, no lo tocan o lo tocan sólo marginalmente, por ejemplo cuando nacionalizan la energía. Es cierto que el gobierno ha logrado avances muy valiosos en la promoción de la educación pública, la salud pública, pero no tocan aún el núcleo. Porque, por otro lado, no se sabe cómo hacerlo, no veo que en ninguna parte haya una idea clara de lo que puede ser un desarrollo diferente. Es decir, hay una idea general, la cual está más precisamente formulada en Bolivia: el ―buen vivir‖, ―gobernar obedeciendo‖, y mucho de eso se hace. Pero transformar esto en una alternativa frente al capitalismo mundial, no se ha podido, y tampoco todavía a nivel nacional. El problema es que, hasta hace 40 años, había una idea disponible sobre el socialismo, se sabía qué había que

hacer…, pero hoy no. Estamos todos inmersos en la misma cuestión, y en cuanto somos críticos podemos hacer ver lo que falta, lo que no se ha solucionado: pero cómo enfrentarlo sigue siendo, yo creo, bastante enigmático. Hay propuestas muy razonables, pero son parciales. Y muchas veces (y esto no es un reproche), son recuerdos del Estado de Bienestar, que es mil veces preferible a lo que tenemos, pero que mostró sus límites. ¿Es decir que las nuevas propuestas sociales y políticas tratan de recuperar algo de lo que fue desmontado por el neoliberalismo, que en comparación puede ser mejor, pero claramente no representan una salida ni una alternativa? Creo que de todas maneras hay que hacerlo, pero no permite tener ilusiones sobre el futuro. ¿Esto tendrá que ver con lo que tú señalas respecto de la actual crisis mundial, cuando dices que no es una crisis financiera ni económica sino algo de mucho mayor alcance, una crisis civilizatoria? Sí. Y una civilización no se construye de la nada, no sale de la cabeza de alguien, que llega y tiene la solución, y sólo hay que aplicarla. No es así. Se trata de otra civilización. Ahí hay una falencia que se nota en todos lados. Y frente a esa falencia, hay un sistema que es ciego, absolutamente ciego; entonces, no hay posibilidades de diálogo, el sistema no dialoga, es extremista, defiende las armas de destrucción masiva, financieras, mercantiles, etcétera. Y si no alcanza, busca las armas de destrucción masiva más convencionales. Las bélicas, sí. Nos encontramos frente a eso. Lo cual me recuerda algo que dicen los surrealistas, que es muy interesante: ―el comienzo de todo es ser pesimistas‖. Yo diría: no solamente ser pesimistas, sino tener esperanzas desde el pesimismo, no desde las ilusiones. ¿Podrías explicar ese concepto de “pesimismo esperanzado”? Somos pesimistas en cuanto a los resultados que la civilización, en la que todavía nos movemos, va a traer. Y pesimistas también en cuanto a la posibilidad de enfrentar esos resultados. Por tanto, necesitamos una justificación de la acción frente a esto, que no calcula la posibilidad de la victoria. Ello también es muy bueno en los surrealistas: se resisten a calcular, en el sentido de que la acción no se valida por el éxito que se pueda alcanzar, la acción tiene sentido en sí misma, aunque no resulte. Ahí tienes otro cuento de rabinos de Europa oriental. El rabí iba a ir a una ciudad pero supo que había habido un

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. pogrom, y que ya no se podía hacer nada allí. Entonces, no fue. En ese momento se encuentra a Dios, que le dice: ―¿A dónde vas?‖. Él responde: ―Yo quería ir a esta ciudad, pero ya no hay nada que hacer, ya no tiene sentido para la gente que yo vaya‖. Entonces Dios le dice: ―Es muy posible que esto sea así, pero para ti sí hubiera tenido sentido que fueras‖ (risas). Ya no podía hacer nada para los otros, pero para sí mismo hubiera tenido sentido haber ido. 17 de marzo de 2011, San José de Costa Rica Estela Fernández Nadal Doctora en Filosofía, Investigadora Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y docente-investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo. Discípula de Franz Hinkelammert desde hace aproximadamente una década e integrante del Grupo de Pensamiento Crítico, con sede en San José, Costa Rica. Gustavo David Silnik Licenciado en Sociología y Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. Investigador de la crítica de la ley en Franz Hinkelammert y su vinculación con la tradición judía. Discípulo de Franz Hinkelammert desde hace aproximadamente una década e integrante del Grupo de Pensamiento Crítico, con sede en San José, Costa Rica. * El texto publicado en este Cuaderno es un anticipo del quinto número de la revista Crítica y Emancipación. Buenos Aires, CLACSO, 2011, de próxima aparición. (1) Al momento de editarse esta entrevista (marzo de 2011) el precio del petróleo ya había trepado a cifras algo superiores a los 100 dólares el barril [N. del E.]. (2) Hinkelammert, Franz J., 2001, ―Asesinato es suicidio: cortar la rama del árbol en la cual se está sentado‖ en El nihilismo al desnudo. Los tiempos de la globalización (Santiago de Chile: LOM Editores), pp. 155-183. (3) Hinkelammert, Franz J., 1970, Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia (Buenos Aires: Biblioteca de Ciencias Sociales-Universidad Católica de Chile/Paidós), pág. 308. Página 12, Buenos Aires, 28 de junio de 2011 www.pagina12.com.ar/diario/especiales/18-1710052011-06-28.html

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C Caarrllooss M Moon nssiivvááiiss Recorrido por la historia de la teología, este texto de Carlos Monsiváis explora las formas en que la religión católica ha impregnado nuestra cultura merced a un poderoso arsenal de imágenes, fábulas y dogmas. Pleno de argumentos, nunca exentos de ironía, Monsiváis continúa la impostergable defensa del laicismo en nuestro país. La teología según los usuarios La teología de la vida cotidiana: las visiones y las divulgaciones de la religión que cada creyente adopta. Además de la Biblia, escasa y dificultosamente leída en los países de habla hispana, es La Divina Comedia de Dante Alighieri, el libro que establece ―el mapa de la geografía del Más Allá‖, con ejemplos de premios (escasos) y de castigos (una legión). Luego, se difunde la legión de Catecismos, el más famoso y más vilipendiado de los cuales es el del padre Ripalda. Ya en el siglo XIX la fuerza de Dante se acrecienta gracias a los maravillosos grabados del francés Gustavo Doré. Mediante la Comedia y Doré se diseminan las convicciones sobre la diafanidad del Paraíso, la eterna agonía del tedio en el Purgatorio, y el deambular entre las llamas de los nuevos círculos del infierno. ―Abandona toda esperanza, tú que entras‖. De la lectura de imágenes y de la contundencia de las repeticiones, desprende en lo básico la religión católica su dominio del espíritu o, si se quiere, su sojuzgamiento de los reflejos condicionados de los creyentes. Así lo veían: atadas a los peñascos de la infamia, convencidas de lo justo de su castigo, las almas en pena se vuelven amonestaciones que el creyente toma muy en cuenta. A lo largo del tiempo en que la religión es parte indesligable de la vida diaria, las imágenes devocionales son la primera teología, la que exige escenificaciones y nutre el ímpetu de la oratoria sagrada. El cre yente o la creyente, que han memorizado las imágenes, tiembla ante el peso del pecado que todo lo invade, que traspasa las resistencias débiles o fuertes, que se adueña de los secretos de la conciencia. En la interiorización de la teología popular es fundamental la noción del pecado, la plaga de la que casi nadie se exime, la pesadilla que se legitima en el confesionario y atraviesa el anhelo de la vida en estado de pureza. La sociedad latinoamericana: teológicamente analfabeta por así decirlo, atenida a la fe entrañable y la reiteración

mecánica de unos cuantos dogmas, se abstiene de leer la Biblia por las prohibiciones (el miedo a las consecuencias sociales y religiosas de la interpretación libre), por las limitaciones de su analfabetismo total o funcional (las más de las veces) y por la complejidad o, más exactamente, por lo incomprensible de los sermones evangelizadores. A la sociedad novohispana la guía la falta de alternativas y las presiones de la censura. En la Nueva España, a partir de 1558, las imprentas y las librerías se someten a la revisión severa de arzobispos y obispos en busca de erasmistas. Un editor de 1572 recuerda la prohibición de introducir en la Nueva España libros contrarios a la religión católica, y las instrucciones a los funcionarios del Santo Oficio para que revisen bien las naves llegadas a Veracruz. Deben interrogar a los viajeros, abrir las cajas, baúles y cajones sospechosos ―porque el estilo originario de los herejes es poner escondidos los libros entre ropas y mercaderes y embarcándoles en navíos que vienen a estas costas‖. Esto, para no mencionar las quemas de herejes. (Jean Pierre Bastian, Protestantismo y sociedad en México). *** La ―privatización de la teología‖ queda a cargo de los especialistas. ¿Cuántos están al tanto de lo que quiere decir ―ataraxia‖, el ideal supremo de felicidad que alcanza el alma después de calibrarse por la moderación en los placeres del cuerpo y el espíritu? ¿Cuántos entienden el latín mientras dura como lenguaje de las misas? ¿Cuántos saben de la dulía y la hiperdulía, las formas de culto por encima de todo? ¿Cuántos lograrían definir el monofisismo, la doctrina según la cual todos los seres humanos provienen del matrimonio de Adán y Eva? Pero la teología muy especializada nada puede contra un grabado de Doré. En el siglo XVIII surge un concepto cuyos efectos —si bien ya en forma debilitada— se extienden hasta hoy: el tolerantismo, que en 1773 hace explícita la condena ―de la 87


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Iglesia y el Evangelio‖ a la tolerancia, inadmisible en la Nueva España, por ajena a la sociedad formada en la fe única. Todavía en 1857, en el debate sobre libertad de creencias, con vistas a la Constitución de la República, sólo un diputado defiende la tolerancia, porque la verdadera fe no admite competencia. *** Los conquistadores y los eclesiásticos exigen la adhesión absoluta y el aborrecimiento del libre albedrío. Que se exalten los dogmas (en su memorización puntual), y ya se entenderán las Escrituras, si eso le interesa a alguien. De la teología, en el fondo, sólo se espera la reproducción de consignas. Porque, ¿qué consecuencias extraen las masas de indígenas y mestizos novohispanos de las palabras de Santo Tomás: ―La fe nos entrega un pregusto de aquel conocimiento que en el futuro nos hará bienaventurados, un comienzo de la visión beatífica‖? Por supuesto, entre misas en latín y abstracciones incomprensibles incluso para sus autores, todos ellos doctores en teología, no se intenta siquiera descifrar lo que sólo admite la obediencia incondicional. De allí la importancia de la Virgen de Guadalupe o de cualquiera de las vírgenes de la región latinoamericana, porque introducen en la teología popular el valor de los sentimientos. No sólo son vírgenes nativas sino son oportunidades para la plegaria directa y el llanto, dos complementos teológicos. A esto se opone la ―privatización‖ de la teología en los siglos XVIII y XIX. Véase un libro de 1880 editado en México, el Compendio de Catecismos de perseverancia o exposición histórica, dogmática, moral, litúrgica, apologética, filosófica y social de la religión desde el principio del mundo hasta nuestros días. El autor monseñor J. Gaume, Pronotario Apostólico, sabe todo con detalle, incluidos los propósitos de Nuestro Señor: P: ¿Cuál es la más excelente de las oraciones participantes? R: El Padre nuestro, u oración dominical, porque su autor es el mismísimo Jesucristo, y encierra todo lo que debemos pedir. P: ¿Por qué la hizo tan corta Nuestro Señor? R: Para que podamos aprenderla fácilmente y rezarla con frecuencia.

Si es que entendí, desde el principio de la humanidad, el hombre debió adelantarse en palabra y acto al Redentor para que éste, al aceptarlo como uno de sus precursores, lo salve.

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Teología perfecta a la que sólo le falta hablar y explicaciones deslumbrantes como la siguiente: P: La misa del domingo, ¿de qué ceremonia va precedida? R: De la bendición del agua bendita y de la aspersión. P: ¿Por qué pone el sacerdote sal en el agua bendita? R: Para indicar que el agua bendita impide el que nuestras almas se corrompan por el pecado. P: ¿Cuáles son los efectos del agua bendita? R: Primero, lanzar a los demonios; segundo, curar a los enfermos; tercero, atraernos el auxilio de Dios, y cuarto, borrar los pecados veniales.

La teología que se difunde es, por así decirlo, pintoresca, la fe del carbonero en una kermés perpetua y alejada de la Biblia. Si un axioma es ―Sin Iglesia no hay Biblia‖, también puede decirse ―Sin Biblia no hay Iglesia‖, porque, como pasa en México, el desconocimiento casi total de lo bíblico sujeta la verificación del pensamiento cristiano a las ocurrencias fideístas, que abominan de cualquier forma de la razón. Vuelvo al catecismo de Gaume: P: ¿Por qué emplea el latín la Iglesia en sus oficios? R: Para conseguir la unidad de la fe, pues como las lenguas vivas cambian constantemente, se introducirían en breve alteraciones en la liturgia y en las fórmulas de los Sacramentos.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. fundamentó en el misterio, la profecía, la parábola (siguiendo al judaísmo). Dios mismo se había dado a conocer por estas vías del lenguaje figurativo (parábolas y metáforas); por eso el misterio era la garantía o el signo de la verdad real se subsume a lo imaginario, entendiendo como imaginario las formas ―míticas‖ y literarias con que se expresan los acontecimientos reales.

P: ¿Y por qué más? R: Para conservar el catolicismo de la fe, para que en parte alguna seamos extranjeros los unos a los otros, y finalmente para hacer más respetables nuestros misterios.

El latín, el idioma que prestigia los secretos. Ego te absolvo, oh tú curiosidad, pecado mortal que intenta hacerse pasar por venial. La teología que circula se ciñe a los dogmas que exigen reverencia y que de allí extraen las formas del entendimiento, es decir, de circulación incesante de las vidas de los santos y reiteración de dogmas y rezos: ―Por la señal de la Santa Cruz…‖. Así, en fechas recientes, el teólogo Betz explica (digo, es un decir) una consecuencia del Concilio de Trento o del Concilio Lateranense: ―Transustanciación quiere decir que unas sustancias terrenas son convertidas de forma instantánea en una sustancia superior previamente existente. Lo que el Concilio quiere expresar con estas palabras es el hecho de la mutación óntica‖. Que muy pocos discurran sobre teología para que los demás acaten su saber más allá de las palabras. En la práctica, los misioneros explican los dogmas a través de las narraciones. En lo fundamental, la teología viene a ser una antología de anécdotas hagiográficas, algo que en los siglos siguientes se extiende en la explosión demográfica de las apariciones. Y podría verse esta etapa como la resistencia múltiple a pensar teológicamente. Como lo explica Norma Durán en su ensayo ―La construcción de la subjetividad en las hagiografías‖ y toma el caso de Sebastián de Aparicio (en Camino a la santidad. Siglos XVI a XX, Condumex, 2003). El discurso cristiano contiene ―el misterio‖ y esto no está contenido solamente en el nivel literario, por eso la Verdad no puede ser expresada en argumentos lógicos, sino por medio de ―pruebas‖ que pueden ser signos, símbolos religiosos, imágenes o milagros. La retórica que elaboró el cristianismo se

La teología popular, término muy favorecido por la izquierda religiosa, era hasta hace poco una colección de relatos del asombro, mezclada con ventas de reliquias, exhibición de los rosarios del turismo religioso bendecidos por el Papa, o incluso empuñados con propósitos milagrosos ante la televisión en cualquiera de las visitas papales. Lo otro, la teología para deleite exclusivo de los teólogos, por lo menos de unos cuantos, pasa inadvertida, no hay libros de teología que aporten ideas y visiones filosóficas, no hay diálogo con la comunidad de los creyentes. Véanse los libros más leídos de un largo periodo: El Catecismo del padre Jerónimo de Ripalda, Imitación de Cristo de Tomás de Kempis, hasta llegar a la Historia de la Iglesia del padre Bravo Ugarte, y el enjambre de opúsculos, en especial los folletos todavía hoy repartidos por la Jerarquía católica, que corresponden a la colección E.V.C. (El Verdadero Católico), escrita en su totalidad por Pedro Vázquez Cisneros, con el seudónimo de Pedro Sembrador. Estos opúsculos son a su modo apasionantes: A mi hija en edad de contraer matrimonio (―Mil veces muerta antes que casada con un divorciado; diez mil veces muerta antes que casada con un masón‖) o Las mentiras del protestantismo, que repite la frase de Bossuet: ―Varías, luego mientes‖. “Relatos de ultratumba” La investigadora del INAH María Concepción Lugo Olguín ha publicado un libro sobre prácticas devocionales a las que el tiempo volvió amenas y elocuentes a pesar suyo. En Relatos de ultratumba. Antología de ejemplos del purgatorio, Lugo Olguín selecciona casos sobre medios de salvación para los fieles vivos, la infracción a la norma, medios para luchar por la salvación de los otros o ánimas del purgatorio, los sufragios, gratitud de las almas, el más allá y sus moradores, el purgatorio: pruebas de su existencia… Lugo Olguín explica: ―Con el propósito de reforzar la ortodoxia cristiana, sobre todo cuando los enemigos de la fe ponían en peligro la hegemonía eclesiástica, la Iglesia, desde los primeros años de la época medieval hasta bien entrado el siglo XIX e incluso parte del XX, ha utilizado diversos medios para restablecer su poderío. Se cuentan entre éstos numerosos y sencillos relatos de corta extensión a los que se les dio el nomb re de exempla o exemplum, relatos sobre los

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. modelos de virtud que se proponían como un ejemplo a seguir‖. A continuación, algunos aleccionamientos del muy interesante Relatos de ultratumba. El rosario que actuó por su cuenta El padre Nuremberg acostumbraba a rezar todos los días un rosario enriquecido con indulgencias, las cuales ofrecía por las ánimas en la forma en que enseñó después en un precioso tratado que hizo imprimir para instrucción de los fieles. Perdióse este rosario, no sin grande dolor suyo por el perjuicio que en esto sufrían los fieles difuntos. Para indemnizarlos, procuraba pedir prestado a alguno que tuviese las mismas indulgencias y, una vez rezado, lo restituía. Una noche, al hacer examen de conciencia, se acordó de que no había rezado su rosario porque, muy ocupado durante el día, ni había tenido tiempo para ello, ni se le ocurrió procurarse el rosario para hacerlo en tiempo oportuno y, lo que era peor, que ni aun en aquella hora podía verificarlo por no parecerle prudente incomodar al amigo que se lo prestaba. Afligido, pues, se dirigió humildemente a las ánimas, suplicando le perdonasen aquella falta y ofreciéndoles otros sufragios, con la buena voluntad de rezar su rosario, si lo tuviera. Así oraba cuando sintió cierto ruido en el techo de su celda y, volviendo la vista hacia aquella parte, vio caer su rosario del techo al suelo. ¿Quién puede traerlo sino las ánimas, tan interesadas en que volviese a poder de su dueño? Muy alegre entonces, no sólo por el hallazgo de su rosario, sino muy principalmente por la manera en que volvía a adquirirle, se puso a rezarle, rebozando de santo gozo, ya que semejante amabilidad era una prueba bien clara de ser aquella devoción tan provechosa a las ánimas como agradable a la majestad de Dios. Del dragón que se disfrazó de rey de Francia Carlos Martelo, rey de Francia, después de usurpar las cosas de la Iglesia, murió. Siéndole revelado a San Eucherio cómo se había condenado, abrieron su sepulcro y salió de allí un dragón muy horrible y espantoso, y no hallaron al rey en el sepulcro. Después se apareció y estaba todo quemado y abrasado. Del difunto que informaba de su estado judicial Un letrado de París murió con fama de gran santidad, por lo que en su entierro se juntó toda la ciudad. Cuando estaban haciendo los oficios al primer nocturno se levantó encima de las andas y dijo, con una voz espantable y temerosa: Al juicio voy. Y volvióse a caer. Fue lo sucedido causa de grande espanto y confusión para los circunstantes, por lo cual cesó el oficio de aquel día. El siguiente, diciendo el segundo nocturno, se volvió a levantar y con voz espantosa dijo: En juicio estoy. Y cesó el oficio, con grande admiración de todos.

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Prosiguiendo el tercer día, y cantando el tercer nocturno, con voz más llena de espanto y confusión, dijo: Condenado soy. Viendo el miserable suceso del difunto, le echaron de la iglesia y no le dieron sepultura. Del religioso que confió demasiado en sus virtudes Cuentan las crónicas franciscanas que en un convento de la orden había un religioso de tan santas costumbres que parecía su vida más de ángel que de hombre, y después de muerto dijéronle los frailes las misas que tenían de obligación. Uno, que era lector en el convento, no las dijo, creyendo que no las había menester. Apareciósele el alma del difunto y díjole cómo estaba en el purgatorio, que dijese por él las tres misas que tenía orden de decir por los difuntos y que con ellas saldría del purgatorio. Excusóse el lector diciendo que no las había dicho por pensar que no tendría necesidad de ellas, a lo que el difunto respondió: Ninguno piensa cuán estrecho es el juicio de Dios y cuán rigurosamente se castigan los pecados. Del difunto que no sabía explicarse Cierto religioso que en vida era tenido en buena reputación, después de su muerte se apareció a un amigo suyo y, entre otras cosas, le dijo: Yo soy diputado a las penas del purgatorio hasta el día del juicio y las padeceré infatigablemente si no fuese socorrido con sufragios y oraciones. Preguntándole el amigo la causa, respondió: Todos mis pecados confesé, pero porque los explicaba mal y cumplía las penitencias con mucha remisión y flojedad, soy condenado al purgatorio hasta el fin del mundo. De cómo Dios desvió los recursos espirituales En las crónicas de nuestra seráfica religión se lee de un religioso que en vida fue negligente y descuidado de hacer las oraciones y sufragios acostumbrados por los difuntos, el cual, después de su muerte, se apareció a otro religioso, amigo suyo, y le dijo cómo estaba en camino de salvación pero que padecía terribles penas y tormentos. ¡Pues cómo! Dijo el amigo, ¿las misas y oficios que por ti hicimos no te aprovecharon? El difunto respondió que no, porque todos los sufragios que se hicieron por él cuando murió los aplicó nuestro Señor a otras almas y no a la suya, en castigo del descuido que había tenido de rezar lo que tenía obligación por los otros frailes difuntos, más que de allí en adelante las oraciones que hiciesen por él los demás religiosos le aprovecharían. Dicho esto desapareció. Del olvido que llevó al Purgatorio En cierto convento había un religioso que tenía la devoción de alabar a la Virgen. Al subir las escaleras del claustro bajo al alto, la saludaba diciendo: Ave María. Un día, entendiendo que le quería el prior mandar una cosa que no era muy de su gusto, viéndole de lejos venir, por excusarse de la obediencia, subió muy aprisa sin decir aquella salutación en cada escalón como acostumbraba.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Murió el religioso poco después, y de allí a algún tiempo se le apareció en la misma escalera al prior que bajaba por ella y le dijo que venía a deshacer lo hecho y a volver a subir diciendo Ave María y encontrarlo allí, porque dejó de hacer aquella devoción huyendo de la obediencia. Hecha o deshecha su imperfección, desapareció. El mitin de la gratitud Un religioso de la orden seráfica, devotísimo de las almas, refiere que siempre que pasaba por el claustro o cementerio donde estaban enterrados los muertos, hacía devota oración por ellos. Una noche, pasando por allí y haciendo lo mismo, se levantaron grande multitud de difuntos dándole las gracias por las oraciones que por ellos ofrecía al Señor; le hacían re ve rencias con profundas y devotas inclinaciones, con lo cual el siervo de Dios quedó más aficionado y devoto a las benditas almas.

*** El olor de santidad Las religiones cambian y a sus transformaciones se les suele llamar tradición (aquello que se respeta porque cada generación la modifica y porque todas veneran su improbable inmovilidad). Tómese el caso de los huesos santos. Si hoy esto parece ridículo debe recordarse, afirma Iván Illich, que así comenzó la cristiandad, celebrando el triunfo glorioso de la gente que aceptó voluntariamente el castigo final. ―¡Llámenlo una locura! Esto es exactamente lo que era‖. Continúa Illich: en el siglo X se intensifica en toda Europa el comercio de reliquias y es probable que una tercera parte de los objetos de valor transportados a través de los Alpes consistiese en reliquias. Por supuesto, el valor estaba bien asegurado como se diría ahora, porque si alguien te robaba tus reliquias —por supuesto, nadie podría hacerlo— tú podías acudir al cementerio más próximo y allí desenterrar algunos huesos y proclamar que en efecto éstos eran los huesos que se traían de las Catacumbas romanas. Pero lo fundamental era que la gente olía literalmente la santidad de una reliquia, y el olor de

santidad se percibía a tal punto a principios del siglo X, que cuando un obispo de Milán aseguró que él no lo sentía, la gente se preguntaba: ―¿Por qué Dios lo castiga, o qué pecado cometió que no logra sentir el aroma de las reliquias?‖. A fines del siglo X, un grupo especializado, que se convertiría en el Santo Oficio, identifica los huesos que pertenecían a determinados santos, por el método de perforarlos y manejarlos en nombre de la Santa Sede. A partir de ese momento ya no se percibió el olor a la santidad. *** En lo básico, formar a las personas en el espacio de las represiones es la pedagogía que viene del Concilio de Trento, de la Contrarreforma, y del manejo del Decálogo, las diez órdenes y prohibiciones más famosas y, por lo común, menos cumplidas de Occidente. El Decálogo se inicia en el capítulo 20 del libro del Éxodo, con la voz que anula el silencio de los abismos: —No tendrás dioses ajenos delante de mí. —No te harás imagen ni alguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni debajo de la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. —No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visita la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, los que me aborrecen. —Y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos. Esta comunidad del Dios de los ejércitos se interpreta en la cultura hispánica como la afirmación más incontrovertible del monoteísmo. Establecido el monopolio de los cielos y ya suprimida la competencia de los dioses paganos, se prescinde y se olvida del resto del primer mandamiento (―No te harás imagen ni alguna semejanza, etcétera‖), lo que tal vez resulta una decisión encomiable porque de lo contrario no dispondríamos —entre otras maravillas— del arte medieval, el Renacimiento, la Capilla Sixtina, las vírgenes de Leonardo y Raphael, las representaciones infinitas del Calvario, el arte virreinal, la Pietá, las tarjetas postales con la representación de los Cristos de Dalí, muchísima de la poesía barroca, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, y las comparaciones entre el Cristo de Mantegna y la foto del Che Guevara, para no mencionar el filme de Mel Gibson sobre el Rabí de Galilea tratado como preso político de la Santa Inquisición. Habríamos perdido todo esto y muchísimo más, si se obedece el texto completo del primer mandamiento. ***

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Me concentro ahora en un clásico del catolicismo del siglo XIX, El genio del cristianismo, de Chateaubriand. ¿Dónde radica su fuerza? El libro es una interminable parrafada lírica que nunca abandona la prosa poética, y quiere deslumbrar más que convencer. Se interroga Chateaubriand (p. 10): No preguntemos a nuestro entendimiento, sino a nuestro corazón, pues somos débiles y culpables, cómo un Dios puede morir. Si este perfecto modelo del buen hijo; si este ejemplo de fiel amistad; si ese retiro al monte de los Olivos, ese cáliz amargo, ese sudor de sangre, esa mansedumbre de alma, esa sublimidad de espíritu, esa cruz, ese velo rasgado, ese peñasco hendido y esas tinieblas de la Naturaleza; si, por último, ese Dios que expira por los hombres no puede conmover nuestro corazón ni inflamar nuestros pensamientos, es de temer que nunca se hallan en nuestras obras, como en las del poeta, ―brillantes milagros‖, speciosa miracula.

El libro, estructuralmente, se constituye por el aluvión de fragmentaciones, derivadas de un género de gran moda en los siglos XVIII y XIX: la oratoria sagrada, la elocuencia desde el púlpito. Sin duda, los primeros, ávidos lectores de Chateaubriand son los sacerdotes, los novicios, los estudiantes de los seminarios, los obispos, los laicos felices al leer en la voz alta de su engolamiento espiritual. El genio del cristianismo es varias cosas, pero su gran atractivo es el advenimiento del espíritu romántico a la oratoria sagrada, que en la Nueva España y en la República apenas inaugurada no vivía ciertamente su época de oro. ¿En qué se concentraban los predicadores? Muy fundamentalmente: —En la celebración litúrgica de Santa Catalina de Siena, la conversión de San Pablo, San Pe d ro, San Pe d ro de Alcántara, Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, Santo Domingo de Guzmán, San José, San Felipe Neri, San Felipe de Jesús (el primer mártir de Japón), San Antonio de Padua, San Agustín, San Ba rtolomé, Sa n Joaquín y Santa Ana, San Jerónimo, Santa Gertrudis, San Pedro Mártir (patrono de la Inquisición), San Francisco de Borja, San Elías, San Juan de Dios, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Santa Rosa de Lima, Santa Teresa de Jesús, San Fernando, el Arcángel San Miguel. —En las celebraciones de los misterios marianos ( Inmaculada, Asunción, Visitación, Purificación), de algunas devociones marianas (el Santo Rosario, la Salve), o en torno a diversas advocaciones (Guadalupe, el Pilar, Aránzazu, predicada a vascos, o Covadonga, predicada a los asturianos). —En las celebraciones en menos número, de la Trinidad, la fiesta del Eterno Padre, la Humanidad del Señor, la

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devoción al Corazón de Jesús, la muerte de Cristo en la Cruz y la adoración a la Eucaristía. —En los sermones políticos, es decir, en el homenaje a los reyes, en especial los Borbones. Hay por ejemplo numerosos sermones sobre el nacimiento de Luis I o la entronización y el fallecimiento de Carlos III. —En el hilar finísimo de la retórica y la teología conceptista (no sé cómo llamar a estos prodigios de la sutileza fantástica). Cito un ejemplo de fines del siglo XVII, el sermón del franciscano Juan de Castro que considera mayor milagro la Concepción Inmaculada de la Virgen que la de Cristo. He aquí su razonamiento: Que Dios en la Concepción de Cristo hace una obra pura de materia pura, porque la carne de la Virgen es pura y en la Concepción de María hace una obra purísima de materia impura, porque la hizo de la carne de Santa Ana, que era impura; luego mayor milagro es la Concepción de la Virgen, que la Concepción de Cristo. Cristo la concibe por obra del Espíritu Santo. María por obra de varón, Cristo recibe carne de Madre Virgen, María de Madre no Virgen. Cristo es hijo natural de Dios, María es criatura y no es Dios. Mayor poder es hacer una criatura pura y purísima de madre no Virgen, de Padre concebido en culpa, por obra natural, que no hacer un hombre sin padre, purísima, y de Madre Virgen por obra de Dios, y sin obra de varón; luego en cuanto a milagro, mayor obra es la Concepción purísima, que Encarnar Dios y sacramentarse Cristo.

Carmen José Alejos Grou, la investigadora, concluye: ―Como se puede apreciar, el predicador es aquí deudor de las tesis agustinianas, según las cuales el pecado original se transmitía por la convulsión desatada por el apetito libidinoso en el acto matrimonial. El alma, pues, se contaminaría por su contacto con la materia impura, al ser infundida en el cuerpo. Así sea‖. Tales peripecias teológicas, engendradoras del Sueño de los Justos con los Ojos Abiertos que, es de suponerse, resulta otra categoría de la misa, hallan en Chateaubriand un antídoto formidable, porque en primer lugar rescata el valor del entretenimiento. Escribe Chateaubriand:


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Los modernos deben a la religión católica este arte de la palabra, que, si hubiese faltado a nuestra literatura, hubiese dado al genio antiguo una decidida superioridad sobre el nuestro. Éste es uno de los más brillantes triunfos de nuestro culto; y a pesar de todo cuanto se diga en elogio de Cicerón y Demóstenes, Masillon y Bossuet pueden sin temor competir con ellos.

Chateaubriand llama la atención sobre un genio teatral, aunque así no se presentara, sobre Bossuet y su oración fúnebre de Teresa de Austria: ―¡Fiestas sagradas, fausto himeneo, velo nupcial, bendición, sacrificios; ojalá mezcle yo hoy vuestras ceremonias y vuestra suntuosidad con estas pompas fúnebres, y el colmo de las grandezas con el colmo de sus ruinas!‖. La teología se desplaza a favor del histrionismo. En su sermón de bienvenida a la eternidad de la princesa de Austria, Bossuet le da lecciones a los reyes por si se pensaban inmortales: ―...¡Madama se muere, Madama ha muerto!... ¡Ved ahí, a pesar de su gran corazón, a esa princesita admirable y tan querida! ¡Vedla ahí, tal como la muerte nos la ha hecho!‖. Que tiemblen de dicha los catafalcos. No vendrá aquí la disquisición de un discípulo de Santo Tomás de Aquino a profundizar su letargo. Chateaubriand, en esa colección de sermones encendidos e incendiarios, El genio del cristianismo, no reconoce error alguno en la Iglesia cuya inmaculada perfección propaga, y adula a sus primeros lectores, los que habrán de agradecerle la posibilidad de una homilética distinta. Así, en su descripción un tanto idealizada del clero bajo, se lanza en ardores que debían oírse de pie, para hacerles justicia: Se ha culpado a los curas de ciertas preocupaciones de Estado e ignorancia; pero la sencillez del corazón, la santidad de la vida, la pobreza evangélica y la caridad de Jesucristo les constituían en una de las clases más respetables de la nación. Viéronse muchos que, más que hombres, parecían espíritus benéficos bajados del cielo para bien de los desvalidos. ¿Cuántas veces se privaron del sustento para darlo a los necesitados, y se despojaron de sus vestidos para cubrir al desnudo? ¿Y habrá quien se atreva a denostar a estos hombres, por alguna severidad en su opinión? ¿Quién de nuestros soberbios filántropos querría que en el rigor del invierno se le despertase a media noche, para administrar los Sacramentos en lo más distante de los campos, al moribundo que expira sobre la paja? ¿Quién de nosotros querría tener sin cesar el corazón lacerado frente al espectáculo de una miseria que no puede socorrer, verse rodeado de una familia cuyas demacradas mejillas y hundidos ojos revelan el ardor del hambre y de todas las necesidades? ¿Nos sería grato acompañar a los curas de París, esos ángeles de humanidad, a la mansión del crimen y del dolor, para consolar el vicio bajo las

f ormas más repugnantes, para derramar el bálsamo de la esperanza en un corazón desesperado? ¿Accederíamos a separarnos del mundo de los dichosos, para vivir eternamente entre los sufrimientos y no recibir a la hora de la muerte, por tantos beneficios, sino la gratitud del pobre y la calumnia del rico?

Chateaubriand es un ejemplo nítido de la prosa (y la oratoria) cuyo primer entusiasta es el escritor que es también el orador. Y esa cualidad ―de publicista infectado por su mercadotecnia‖ le ayuda a conquistar la devoción del aparato eclesiástico y las beatitudes contiguas. En el siglo XIX, entre el fragor de guerras y cambios, el manierismo teológico pierde adeptos a gran velocidad y, en un mundo de analfabetas y de analfabetas funcionales, el culto a la Palabra se extiende. Chateaubriand no es sólo hijo de Bossuet, también, y a su pesar, viene de la Revolución Francesa y su decisión de construir la Historia con discursos. Y en América Latina esto se propaga con celeridad. En 1820 o 1824 se traduce El genio del cristianismo pero su lectura masiva, o mejor, la gran influencia producida por su lectura entre los lectores posibles, se da en la segunda mitad del siglo XIX. Si se quiere vislumbrar el deslumbramiento ante la retórica a fin de cuentas accesible de Chateaubriand, hágase el cotejo con un libro impreso en Nueva Granada en 1677, y muy determinante en México, Arte de sermones para saber hacerlos y predicarlos, de fray Martín de Velasco. Este buen fraile define el sermón como ―un todo artificioso, que la Retórica cristiana dispone‖ y que busca ―persuadir al Auditorio el amor a las virtudes, y aborrecimiento a los vicios; pena y gloria con brevedad de palabras‖. Según Velasco, la confección de un sermón perfecto es un arte que consiste en tres cosas. La primera es definir la materia o narrar el asunto. La segunda, dividir la misma materia y asunto en puntos particulares. La tercera, confirmar los puntos con pruebas y argumentos artificiosos. Y aún añade tres cualidades para que el sermón sea cabal y perfecto: que esté fundado en una verdad, que sea lúcido el modo de exponerlo y que sea 93


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. provechoso para quien lo oiga. Y en el caso de que no puedan hacerse compatibles estas dos cosas es preferible hacer el sermón ―fundado, cuando no puede salir muy lúcido; que no, hacerlo lúcido sin que vaya bien fundado‖. A Chateaubriand no le interesa el razonamiento anterior. Lo suyo es el capítulo (la incitación al sermón) muy exhibicionista, porque lo que cuenta es la sensibilidad al servicio de las palabras, no la piedad cristiana, convencida de antemano y, por tanto, poco dispuesta a la emoción rápida. Y esto lo toman en cuenta sus lectores en especial los profesionales del llamado a la Grey, muy al tanto de la gran lección del virreinato, tal vez enunciable del siguiente modo: los españoles redescubren la Cruz a través de los sermones; los indios descubren los sermones a través de la cruz. Es decir, los símbolos llegan primero que los mensajes que los sustentan, pero en tratándose de hábitos antiguos los mensajes, a veces y en ocasiones, admiten el vislumbre de los símbolos. Todos se arrodillan al paso del Santo Viático, unos para hallar y otros para demostrar la fe. El propósito explícito de El genio del cristianismo es detener la secularización, el mal del siglo para los tradicionalistas. Chateaubriand, en su argumentación es anacrónico, se atiene a las explicaciones eclesiásticas más burdas y se aterra ante el ateísmo. Sin demasiada coherencia pero convencido de su poder de persuasión (pocos libros se han escrito con tal confianza en sus resultados inmediatos), Chateaubriand generaliza el fenómeno que odia (la Revolución Francesa) y le atribuye influencia perdurable. Por eso, ante el coro de sarcasmos y negaciones al parecer instalado por siempre en su mente, él defiende lo que en México sería impensable imaginar. Por ejemplo: —El celibato. Pasa sin disimulo sobre las pruebas de un milenio sin celibato (―Lo cierto es que el sínodo del segundo Concilio de Letrán en el año 1139, fija, sin ningún género de duda, el celibato del clero católico‖). No importa. Ya entrado en gastos, dice lo que se le ocurre: ―La virginidad era mirada como el estado más perfecto para un cristiano, desde los tiempos de San Pablo‖. No toma en cuenta que San Pablo, enemigo profesional de la carne que es pecado, escribe en la Primera Epístola a los Corintios, capítulo 7: 1. Cuanto a las cosas que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer. 2. Mas a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido... 8. Digo pues a los solteros y a las viudas, que bueno les es si se quedaran como yo. 9. Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.

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Quién quita y sí, pero Chateaubriand se enfrenta a las reclamaciones del siglo, y se olvida del sagrado mandamiento (―Creced y multiplicaos‖) y pondera más bien las aportaciones de los célibes a las naciones: Por último, parece casi demostrado que en un gran Estado son necesarios algunos hombres que, separados del resto del mundo, e investidos de un carácter augusto, puedan trabajar en los progresos de las luces, en la perfección de la moral y en el alivio de los desgraciados, sin hijos, sin esposa y sin las preocupaciones propias del siglo. ¡Cuántos milagros no han operado desde estos tres puntos de vista en la sociedad, nuestros clérigos y religiosos! Déseles una familia, y esos estudios y esa caridad, que consagraban a su patria, los utilizarán en pro de sus parientes, y ¡felices si no convierten en vicios las virtudes!

Si algún personaje es afín al Chateaubriand de El genio del cristianismo, es el Tartufo de Molière, el coreógrafo de la hipocresía. Al tanto de la fuerza de lo que viene, ya experimentada con los jacobinos, y ganoso de vencer al Siglo (el Mundo) acude a los argumentos seculares, al sentir anticuadas o demolidas las tesis tradicionales. Por eso, centra su alegato en la eternidad de la moral. Si la moral precede a las sociedades, el imperio de la Iglesia es incontestable y todo es inmanente. ―Que no hay moral si no hay una vida ulterior‖, es decir, no hay moral si no se acatan puntualmente las reglas de los que fiscalizan y reparten los beneficios de la vida eterna. Chateaubriand se lanza contra el elemento que juzga más nocivo de la secularización, las leyes, con su elogio implícito al materialismo: La moral es la base de la sociedad, pero si en nosotros todo es materia, no hay realmente vicios ni virtudes, y, por consiguiente, no hay moral. Nuestras leyes, siempre relativas y mudables, no pueden servir de punto de apoyo a la moral, siempre absoluta e invariable; es forzoso, por lo tanto, que tenga un origen en un mundo más estable que el nuestro y garantías más sólidas que unas recompensas precarias o unos castigos pasajeros. Algunos filósofos han creído que la religión había sido inventada para sostenerla, pero no conocieron que tomaban el efecto por la causa. La religión no se deriva de la moral, sino la moral de la religión, pues es cierto, como acabamos de decir, que la moral no puede tener su principio en el hombre físico o en la simple materia; y es igualmente cierto que cuando los hombres pierden la idea de Dios, se precipitan en todos los crímenes, a pesar de las leyes y de los verdugos.

La moral, entonces, es sólo asunto del espíritu. “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. fundamentales. Con nada más doce apóstoles un credo de nuestros días tendría escasas o nulas posibilidades de triunfar, porque ya la noción de milagros se disuelve en la de efectos especiales. (Lo milagroso de los milagros es que ocurrieron antes del auge tecnológico). ***

La tradición, tan reverenciada como lo es o como lo puede ser, expresa siempre el cambio incesante. Una prueba: la distancia entre el origen y la forma actual de las grandes religiones, con todo y la diversificación de burocracias, rituales, sermones a modo de ponencias, encíclicas, y costumbres más bien recientes adjudicadas a ―la luz de los tiempos‖. Así por ejemplo, en el cristianismo de hoy es muy vigoroso el componente mediático, que en buena medida ha normado la respuesta sentimental y devocional a la muerte del papa Juan Pablo II. La sensación de pérdida de los creyentes es innegable, pero la repetición de imágenes y comentarios (esa ―nueva versión‖ del rosario, aún más pertinaz y obsesiva) notifica el debilitamiento de la experiencia religiosa que iba de templo en templo y de peregrinación en peregrinación, y que ya, por razones de la masificación, y las megalópolis, necesita navegar por la Red o, con modestia de recursos, acudir al zapping. Si no se presenta ante el home computer o la pantalla chica, la experiencia de la fe se vuelve un tanto anacrónica. *** El futuro de la religión varía geográficamente. En 2025, de acuerdo con diversas estimativas, las comunidades cristianas más grandes se hallarán en Norteamérica, Brasil, México, Filipinas, Nigeria, Zaire y Etiopía (en ese orden). En este siglo, las masas serán la substancia de la realidad, y la demografía el criterio básico en el manejo del ritual. Por motivos al parecer contradictorios, se marca el descenso de la asistencia a los templos y de las vocaciones religiosas, sobre todo en los casos donde la obligación del celibato o aleja de la Iglesia o lleva a la hipocresía y, con alguna frecuencia, a los juicios penales. Pero en la burocracia de las religiones —ocho millones de personas en el caso de la Iglesia católica, las ―divisiones‖ del Papa que tan mal calculó Stalin—, la demografía y la política resultan

Ahora la santidad se quiere entender de modo más amplio, ya que de ser los santos asunto exclusivo de la Iglesia católica, a ésta se le adjudica la titularidad formal del Más Allá (no que no se reclame). Por eso cunden los nuevos títulos: ―santo laico‖, ―de vida ejemplar‖. Y el olvido, que padecen la inmensa mayoría de santos y santas, de beatos y beatas, marca el fin de la hagiografía (el tratado de la santidad) que ya no es un deber primordial de los fieles, sino un lujo de la trivia de los sacerdotes memoriosos. *** No hay Mensajero de Dios insustituible, o las religiones no tendrían continuidad, pero hay representantes del Altísimo o de los Poderes Extraterrenos menos sustituibles que otros. Y si una figura auspicia el tipo de Iglesia cerrada o sometida en extremo, pone de relieve el papel de la autoridad por sobre las vivencias religiosas. *** Hasta ahora, las religiones reconocidas, si así se les quiere llamar, se oponen con gran disgusto a las minorías (a las que se expanden; a las que no avanzan se les ignora). A estas minorías Juan Pablo II las calificó de ―manada de lobos rapaces‖. Y se les dedica, y con acritud, el término sectas, algo inaceptable en materia religiosa por el prejuicio que exhibe, aunque, por ejemplo los Legionarios de Cristo y el Opus Dei se ajusten sociológicamente a la descripción. El mayor problema al hablar de sectas es el uso siempre despreciativo del término, que denota el menosprecio anterior a cualquier análisis y distribuye la certeza de conjuros y conjuras enderezados en contra de la verdadera religión. *** Se habla del descenso de la fe y se menciona la contabilidad de almas. ¿Cómo se evalúan estas alzas y bajas? Si se atiende a un fenómeno internacional, la conversión de la Semana Santa en época vacacional, entonces la fe disminuye, pero si se observa a las muchedumbres musulmanas o guadalupanas, la religión sigue a la alza. Y la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. efervescencia de religiones —cerca de tres mil cultos registrados en México— indica la persistencia del ánimo devocional. También, y entre miles de ejemplos, el fin o la agonía de la censura eclesiástica ratifica algo drástico: la tecnología evade todas las prohibiciones y la efervescencia religiosa se mueve siempre en ámbitos seculares. *** El clero en México. O más específicamente, la presencia del sacerdote en la vida política, social, económica, cultural de México. El cura en México lo ha sido todo en una etapa, casi todo en la siguiente y algo importante pero de significación ya sectorial desde hace medio siglo. Enlístense algunas de las funciones que cubre históricamente el cura: pastor de almas, representante a escala de la autoridad divina, gestor ante las otras autoridades de las necesidades de los fieles, intérprete autorizado de las potestades, censor, maestro, erudito en materia de historia y literatura, árbitro de las comunidades, intérprete autorizado de la voluntad divina en tiempos de crisis, enemigo de todo aquel César que no acate la voluntad de Dios definido por la Santa Madre Iglesia, movilizador de los creyentes en contra de los actos anticlericales del reino de este mundo, centro donde es tirano, financiero o comerciante, inevitable de las colectividades pequeñas, líder revolucionario, dirigente contrarrevolucionario, profeta, al modo bíblico, explotador, ejemplo de la rectitud, ―piedra de escándalo‖, ejemplo de la disolución hipócrita de las costumbres, héroe de la resistencia popular (o antihéroe, depende de quién juzgue), místico, frívolo, político radical o concertador, o acomodaticio. A lo largo de cerca de cinco siglos, el sacerdote católico encauza por senderos catequísticos a los conquistadores, destruye con furia la presencia de las civilizaciones que llama ―paganas‖, se compadece de los indios y de la inocencia de sus almas, ejemplifica la cultura humanista, hace gala de crueldad e intolerancia al implantar la obediencia al Rey y al Papa, cultiva el arte, encarna la represión, dirige al pueblo en su lucha por la independencia, condena con las severas penas del más acá y el más allá a los curas insurgentes y a los liberales y revolucionarios, tramita la Reforma liberal con sus lecturas de la Ilustración (Voltaire, el otro seminario), sirve a las causas de las invasiones extranjeras, defiende el ideario liberal, avasalla pueblos y pueblitos, distingue entre el cristianismo y la Iglesia, lucha contra los liberales, pacta con el dictador Porfirio Díaz, se opone a la Revolución, intenta su movilización de la derecha agraria y combate al lado de los campesinos cristeros, sostiene en la provincia a la cultura humanista y la erudición…

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*** Es inabarcable el catálogo de acciones y funciones del clero y de los curas. Es sector formativo por excelencia Catecismo de doctrina cristiana en jeroglífico para la enseñanza de los indios maçahuas de fray Pedro de Gante que encauza por siglos el uso del idioma público, transmite y conforma la visión del mundo sólo quebrantada en fechas recientes, prueba los múltiples comportamientos ante el poder local, el poder nacional, la tolerancia, la comprensión y la incomprensión históricas. Un jesuita del siglo XVIII, consagrado al estudio y la producción intelectual, ¿qué tiene en común con un sacerdote de pueblo abandonado, dedicado a expiar, con su amante y madre de ―hijos sin padres‖, a clasificar los pecados de la carne, y a controlar la economía del pueblo? Los arquetipos varían así la psicología social que los complementa con lentitud. A resultas de lo llamado por facilidades descriptivas ―las paradojas de la Historia‖, el clero católico, vencido en las guerras de la Reforma y ansioso de negociar tras la probada inutilidad de la Cristiada, preserva grandes espacios de poder y esa magnífica inversión a corto, mediano y largo plazo que es la educación de la niñez de los privilegiados y de la perpetua ―niñez espiritual‖ de las mujeres de los poderosos, se impone largo tiempo como factor de la censura social (de las lecturas edificantes en el siglo XIX, a las películas aptas para todo público en las décadas de 1940 y 1950). *** ¿Quién produce ahora teología y cuál es su alcance social? En la mayoría de los casos la teología se vuelve la actividad burocrática que, como dirían los expertos de antaño, se puebla de escollos disteológicos, ―que no sirven ni para la edificación, ni para el esclarecimiento de los santos‖, a lo que se añade la notoria escasez de público para las doxologías enredadísimas. Y en este ámbito de crisis, ¿cuáles son las interpretaciones que cunden? Por lo común, las dispuestas por la inercia, y conste que no hablo ya de clásicos como el teólogo Kempis (1379-1471) y su Imitación de Cristo, cuya oscuridad oscurantista lleva al poeta Amado Nervo (a principios del siglo XX) a reconvenirlo: ¡Ah, Kempis, Kempis, asceta yermo qué mal hiciste! Ha muchos años que estoy enfermo, ha muchos años que vivo triste, ha muchos años que busco el yermo y es por el libro que tú escribiste.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Leopoldo Alas, Clarín, crea a don Fermín de Paz, el canónigo que auspicia linchamientos en La Regenta. El paradigma represivo, don Fermín, se atormenta al ver los pies desnudos de Ana de Ozores, la Regenta. Y en la lucha entre arquetipos y estereotipos ganan los segundos, los curitas buenos, los lascivos, los bonachones, los pecaminosos, los sabios. ***

El panorama de la teología actual no es dramático en la medida en que los libros que movilizan las conciencias, antes que salvíficos, deben ser best-sellers, y en que, luego de la Teología de la Liberación, no se distinguen libros o corrientes teológicas que afecten vidas y provoquen polémicas (El Código da Vinci no afecta vidas pero vaya que estimuló discusiones sobre la Primera Familia de la Cristiandad y su fundador). *** En un ensayo sobre los nuevos paradigmas en el estudio de la religión, Stephen Warner ha sugerido lo siguiente: para examinar lo nuevo, debemos situar nuestras creencias y verlas a la luz de la religión como ―un logro‖. Con esto indica lo evidente: en la modernidad tardía la religión no se ha desvanecido pero su naturaleza se ha modificado. No puede ya definirse únicamente en términos de atributos históricos, estructurales o doctrinarios. La religión —como institución— vive un declive o, por lo menos, padece tensiones considerables. Por eso, Warner pide ver a la religión como algo generado en la experiencia, la práctica y las aspiraciones de ―vidas vividas‖. En el sentido devocional jamás he visto una imagen, y por eso mismo a los Cristos fílmicos les adjudiqué desde niño un contenido irreal, de una religión curiosa. ¿Cómo otorgarles un nivel representativo a los cristificados en pantalla, a por ejemplo, José Cibrián, Luis Alcoriza, H.B. Warner y Jeffrey Hunter? La costumbre fílmica anterior a El Evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini es mostrar un Cristo kitsch, de semblante arrobado más bien propio de quien nació en una estampita y de allí no se ha movido. Los modelos sacerdotales ¿Hay un arquetipo? El liberal Ignacio Manuel Altamirano describe uno: el sacerdote de La Navidad en las montañas, el idealista que estimula grandemente a la comunidad, y

La teología popular y los enemigos de Dios. En el siglo XIX el clero persigue las obras de Voltaire, Rousseau, Diderot, Eugenio Sue, Víctor Hugo, y esto forma parte de la guerra preventiva. ―Ataquemos antes del envenenamiento de las conciencias, no le demos oportunidades de seducción al Maligno‖. *** Es siempre difícil aproximarse al hecho pasmoso del profeta judío al que ya, por la fuerza de la costumbre, supongo que todos imaginamos naciendo puntualmente en el año uno de nuestra era. (A veces creo oír voces de entonces: ―¿Qué edad tiene aquí el hijo de José y María? ¿Cómo no sabes? Si va con el siglo, hombre‖). En tanto símbolo, Cristo expresa amor ilimitado, sabiduría más allá de las edades, interioridad, ensimismamiento que nunca nos será dado comprender, misterio teológico, dolor, generosidad cósmica, reparación y esperanza. ¿Pe ro qué le dice vivencialmente a quien no ha cursado devotamente el camino de las imágenes y conoció a Cristo por la hermenéutica y no por la iconografía? Y aquí enumero citas de mi a-teología, de poetas cuyos vislumbramientos son, para citar a la Biblia, como ―relámpago que sale de Oriente y se muestra a Occidente‖. Evoco a dos poetas mexicanos. El primero, un cura de pueblo de principios del siglo XX, Alfredo R. Placencia, que escribe: Así te ves, mejor, crucificado. Bien quisieras herir pero no puedes. Quien acertó a ponerte en ese estado no hizo cosa mejor, que así te quedes.

El segundo es el gran poeta Carlos Pellicer: Haz que tenga piedad de ti, Dios mío. Huérfano de mi amor, callas y esperas. En cautas y andrajosas primaveras me viste arder, buscando un atavío.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. ¿Cuál es la relación de la lógica con la vida cotidiana, es decir, cuál es la conversión de lo irracional en la razón de ser de la obediencia? La lectura acrítica de la ley de Moisés, ese favor o esa indiferencia ante lo que es ya, en efecto, un paisaje verbal de lo que uno, por lo común, no extrae conclusiones sobre la conducta, sino recuerdos de infancia a la hora de la Doctrina. El Decálogo suscita la memorización, no la puesta en escena, y su condición inapelable obliga al sarcasmo, la repetición solemne y la seguridad de que nada es para tanto. ¿Cómo dejar que durante dos mil siglos afecte tan a fondo un puñado de dictámenes válido para un pueblo de pastores requerido de la unidad política que un solo Dios concedería? *** ¿Se estructura una sociedad a través de las prohibiciones? En Moisés y la religión monoteísta (1937-1939), Sigmund Freud enumera planteamientos básicos: —Moisés era egipcio. —El pueblo judío de Moisés era tan incapaz, como los egipcios de la dinastía XVIII, de soportar una religión tan espiritualizada que concentraba en la doctrina la satisfacción de sus anhelos. En ambos casos sucedió lo mismo: los tutelados y oprimidos se levantaron y arrojaron de sí la carga de la religión que se les había impuesto. —Las prohibiciones sagradas tienen un acento afectivo muy fuerte, pero en realidad carecen de fundamento racional. —La religión mosaica (esencializada en los Diez Mandamientos) fue una religión de autoestima que: 1) permitió al pueblo participar de la grandeza que ostentaba su nueva representación de Dios; 2) afirmó que este pueblo sería el elegido de ese Dios excelso, que lo habría destinado a recibir las pruebas de su particular favor; 3) impuso al pueblo un progreso en la espiritualidad que, harto importante de por sí, le abrió además el camino hacia la valoración del trabajo intelectual y a nuevas renuncias instintuales. —El pueblo (el judío primero y, más tarde, la cristiandad) halló su camino sembrado de afanes: las esperanzas puestas en el favor de Dios tardaban en realizarse y no era fácil aferrarse a la ilusión de ser el pueblo elegido de Dios (la unión de pueblos elegidos por la Cruz, agrego). Si no querían renunciar a tal felicidad, entonces la conciencia de culpa por la propia pecaminosidad ofrecía la explicación oportuna de la dureza de Dios. Al no observar sus mandamientos, nada mejor que ser castigados por Él; así se satisfacía el sentimiento de culpabilidad —un sentimiento insaciable, alimentado por fuentes muy profundas— que obligaba a darle a esos mandamientos una forma cada vez más estricta, más rigurosa y, también, más mezquina. 98

*** Otra vez el problema surge de la vigencia o el anacronismo de la ley mosaica y se extiende a las atmósferas de la secularización en la etapa calificada por muchos obispos de ―predominio del analfabetismo funcional‖. ¿Hasta qué punto el Dios que se conoce es el de la Biblia, o es el Dios de las tradiciones, o es el Dios del recuerdo del peso de las tradiciones en el desenvolvimiento familiar? ¿Es la blasfemia la exhibición última de anacronismo? ―Si se injuria a Dios es porque se le piensa por allí merodeando‖, sería una premisa. Dos mandamientos parecen irrefutables: ―Honra a tu padre y a tu madre porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da‖, y ―No matarás‖. El primero tiene la desventaja del canje: a cambio del tributo filial se obtiene la longevidad, y, también, el mandamiento padece del oprobio de la indefinición. ¿Qué significa en culturas del más atroz patriarcado ―honrar al padre‖? ¿Someterse a él sin remedio? ¿Aceptar sus vejaciones y su creencia de los hijos como criaturas condenadas para siempre a padecer la condición subordinada? En la primera mitad del siglo XX mexicano prevalece una leyenda: ―No le levantes la mano a tus padres porque se te seca‖. La versión contemporánea del ―Honrarás a tu padre y a tu madre‖ habría resultado hace tres generaciones una profanación. *** Un muestrario de los sacerdotes que abundan antes de la Revolución lo proporciona Agustín Yáñez en Al filo del agua (1947). Allí el ejemplo extremo del odio al mundo es el padre Islas: El padre Islas no gusta que lo busquen allí; pero en casos muy apurados, cuando se le ha de dar un recado urgente del curato, cuando se le requiere para alguna confesión, las gentes tocan a la ventana de junto al zaguán, y sin que se abra, responde por dentro, se transmite el mensaje y se obtiene la respuesta... Asiste por lo regular a la pequeña sacristía de la capilla de las Hijas de María, que ha tomado por despacho. Semejante al señor cura; pero más radical, sólo va a las casas para administrar los sacramentos en circunstancias extremas y siempre que se trate de alguna hija de confesión. Jamás habla con una mujer a solas; en tratándose de cuestiones reservadas, o bien las remite al confesionario (y nunca confiesa mujeres si no hay luz de día) o bien sitúa un testigo a prudente distancia. Todo interlocutor —del sexo, edad o condición que sea— debe colocarse mesa de por medio para hablar con el escrupuloso ministro, quien durante las horas que permanece en su despacho casi nunca se halla solo. ¿Pero qué hace durante las horas en que se encierra dentro de su casa? Que reza, que medita, que se sumerge en éxtasis y en ello departe


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. familiarmente con Dios y con los Santos, que se le aparecen con suplicaciones las Ánimas del Purgatorio.

*** Mira que te mira Dios, / mira que te está mirando; /Mira que te has de morir, / mira que no sabes cuándo... al final de Al filo del agua, el padre Islas, encerrado en su manía de pureza, vinculado a sus pulsiones por la única vía de la represión interna, se enloquece: ―prorrumpió en alaridos espantosos, casi entre convulsiones y fue imposible sujetarlo...‖. Y el cura Reyes se extingue en la autocrítica al ver cómo la Historia o los malos tiempos destruyen su comunidad: ―¡Miserable pastor que se ha dejado robar las ovejas! ¡Miserable pastor que ha dejado rodar las canicas y no ha podido enderezarles el camino!‖. Y en Pedro Páramo (1955) el rezo del padre Rentería es igualmente autocrítico y autocompasivo: Todo esto que sucede es por mi culpa —se dijo—. El temor de ofender a quienes me sostienen. Porque ésta es la verdad; ellos me dan mi mantenimiento. De los pobres no consigo nada; las oraciones no llenan el estómago. Así ha sido hasta ahora. Y éstas son las consecuencias. Mi culpa. He traicionado a aquéllos que me quieren y que me han dado su fe y me buscan para que yo interceda por ellos para con Dios. ¿Pero qué han logrado con su fe? ¿La ganancia del cielo? ¿O la purificación de sus almas? Y para qué purifican su alma, si en el último momento...

De las variedades de la conversión Desde la década de 1920 los conversos al protestantismo vienen de la ausencia de teología, o de la defensa de dogmas santificadores de la ignorancia, ni siquiera provienen del Credo quia absurdum tomista. Creo porque es absurdo, porque la perspectiva lógica nunca se toma en cuenta a favor de los votos de gratitud: ―Creo porque creyeron mis padres. / Creo porque eso me concede la identidad religiosa que es mi seguro contra la incertidumbre‖. Los protestantes leen la Biblia en la versión admirable de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, memorizan versículos y le dan carácter de apólogos o de relatos de enseñanza profunda a lo que pasaba como anecdotario, p e ro no se especializan en la teología porque lo urgente es consolidar la fe a través de la Palabra y su reverberación en la memoria, y a través de la experiencia emocional, y esto no sólo en el caso de los pentecostales. Ser protestante es asumir la disidencia y vivir el rechazo, y esto sólo se capta a fondo desde el manejo de las emociones. Y la experiencia personal que consolidan los fragmentos bíblicos hace las voces del tratado de teología. Además hay que tomar en

cuenta los niveles diversos de información cultural, y las dificultades de una ―teología para las masas‖. Aún hoy, en el medio del protestantismo evangélico, no se comprueba con rapidez lo afirmado por el escritor ultracatólico francés Charles Péguy: ―Toda religión comienza en la mística y termina en la política‖. En el caso del protestantismo, la mística pierde fuerza en un sector, la política no gana el espacio porque los creyentes, socialmente, son las exclusiones. Si se quiere se burocratiza la fe en varios movimientos protestantes, pero no se politiza, a menos que por ese término se entiendan tácticas de la indefensión. La teología, dice Tomás de Aquino, es una forma de plegaria. Si ésta es así, el acto mismo de la conversión, la raíz del protestantismo evangélico en México, es la cima de su educación teológica, porque toda conversión se envuelve en el diálogo con la Otredad, en la búsqueda de nuevos significados, en el nombrar de nuevo el mundo, a partir de un desconocimiento de la persona que se ha sido. Convertirse es vivir otra cultura donde las vivencias sustituyen a los rituales. (Luego, éstos suelen ocupar su territorio antiguo, y al decir esto, no rechazo las interpretaciones de William James sobre la conversión en Las variedades de la experiencia religiosa, me limito a señalar que al proceso espiritual no lo agotan las indagaciones sobre su origen). La familiaridad con Dios En el siglo XX, si bien se mantiene la distancia muy respetuosa con Cristo y con la Virgen, empieza una familiaridad con Dios a fin de cuentas muy comprensible, que tiene que ver con la necesidad de una teología al gusto del creyente o del ateo cristiano. Así por ejemplo, en su gran libro Los heraldos negros (1918), el peruano César Vallejo apostrofa y, a la vez, intima con la noción que incluye al Ser Supremo y a la entidad teológica cercana: Dios mío, estoy llorando al ser que vivo; me pesa haber tomádote tu pan; pero este pobre barro pensativo no es costra fermentada en tu costado: ¡tú no tienes Marías que se van! Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios; pero tú, que estuviste siempre bien, no sientes nada de tu creación. Y el hombre sí te sufre: ¡el Dios es él!

José Revueltas, en su extraordinario libro de cuentos Dios en la tierra (1944), presenta al Dios terrible del Antiguo Testamento convertido en un ente vengativo, dispuesto al aplastamiento de un hereje: ―Era el odio de Dios, Dios mismo

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. estaba ahí apretando en su puño la vida, agarrando la tierra entre sus dedos gruesos, entre sus descomunales dedos de enojo y rabia. Hasta un descreído no puede dejar de pensar en Dios…‖. Podría invertirse el versículo bíblico: ―Si Dios contra nosotros, ¿quién con nosotros?‖. De nuevo, el Dios de la Santa Inquisición, de todas las persecuciones religiosas, del combate contra el impío y su descendencia: ―…Todas las puertas cerradas en nombre de Dios. Dios de los ejércitos; Dios de los dientes apretados; Dios fuerte y temible, hostil y sordo, de piedra ardiendo, de sangre helada‖. Otro Señor del universo o de las formas para llamar a lo trascendente es el invocado por Jaime Sabines en ―Me encanta Dios‖, el último poema que publica: Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos… Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy. A mí me gusta, a mí me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.

El Dios de Vallejo, Revueltas y Sabines es también, y desde luego, teología popular. Revista de la Universidad de México, núm. 62, abril de 2009 www.revistadelauniversidad.unam.mx/6209/6209/pdfs/62mo nsivais.pdf

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Todo cambia, todo se transforma: todo sigue igual. Lástima que cada gobierno tarde seis años en enterarse de lo que pasó en su sexenio. *** ¿Por qué me sucede todo esto? Porque soy mexicano. ¿Y cómo me entero de que soy mexicano? Porque me sucede todo esto. Quién quita y los traumas son la única familia absolutamente leal que nos queda. El signo de la normalidad es la pobreza. El que viaja con frecuencia en el Metro, ya carece de posibilidades de ascenso. Donde había un miserable ahora hay una colonia. Se vive sólo una vez y nuestros padres hicieron muy mal en educarnos en las tradiciones de la escasez. *** Ser rico es nacer de nuevo en la elegancia. La consigna ―mátalos en caliente‖ no es prueba de cinismo sino de prontitud. La Revolución unifica naturalezas vivas y muertas. Quienes moralizan suelen ser los derrotados. Al pasado se le encomienda el juicio moral del presente.

Sin la Chingada, las conversaciones se oyen falsamente nacionalistas.

Que se reparta la mordida para que ya no se sigan repartiendo los ejidos.

Uno pasa inadvertido si se viste como pidiendo empleo en una oficina de gobierno.

***

―La flojera del mexicano‖ más bien se llama desempleo.

Al despotismo lo atemperan el asesinato, el fraude, el despojo; y lo prestigian las caridades.

Nadie mantiene una conducta irreprochable dos días seguidos.

El ideal de la ciudadanía no es la libertad sino el agradecimiento.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Hay que seguir creyendo mientras no consigamos otra fuente institucional de estímulos.

Vivir, eso se dijo desde los susodichos prehispánicos, es irse erigiendo monumentos.

No se puede entender México si no se comprende por qué llora en silencio la actriz Sara García.

La vastedad marmórea es la Ilíada de nuestros capitalistas.

La inflexibilidad se confiesa desde la arquitectura. Solicitar la crítica ha sido demandar el elogio. ***

La Alameda, un Arca de Noé muralista que conjunta todos los símbolos de México Lo más trágico del sindicalismo es que los líderes charros, antes de ser charros son líderes.

La miseria colectiva se ostenta como continuación del progreso.

Gracias a la estética de la sexualidad, generaciones de reprimidos y desposeídos hacen del danzón su trámite versallesco.

Las grandes frases nunca se irán mientras haya autoridades que las necesiten.

La nostalgia es el homenaje que la vaguedad le tributa al pasado.

La densidad de los estereotipos es la facilidad de los comentaristas.

***

Ser moderno es oponerse al horario de las buenas costumbres. El vicio es, a un tiempo, fábula moralista, alegoría e industria sin chimeneas. Sin frustraciones dolorosas no hay acceso respetable a la bebida. *** Desde las cantinas se van depurando los gemidos de la aflicción machificada. Hay lágrimas tan viriles como puñetazos. La realidad del mito es la irrealidad del país. Ya ha concluido la batalla entre la provincia y la capital, y ambos contendientes resultaron vencidos. Como zona residencial, las Lomas de Chapultepec es una sucesión de castillos fracasados.

Como todos creemos en las décadas, al pasado no le queda más remedio que dividirse en diez. El ingenio se funda en la amnesia ante los chistes oídos toda la vida. El albur es la prueba de fuego de los nacidos en el asbesto. El cantinflismo es el doble idioma de lo que se quiere expresar y de lo que no se tiene ganas de pensar. El mayor chiste es no saberse ningún chiste. Desde que empezó la masificación, ya queda muy poco con un verdadero sabor popular. *** En la fundación de la Roma Tropical para mí Rómulo y Remo son Beny Moré y Daniel Santos. El ―tener muchos güevos‖ es el único idioma de la grandeza Lo bello es lo conocido, lo previsible

Babel fracasó no por la intención sino por la falta de fondos.

Los espacios vacíos molestan: son ratificación de la pobreza.

***

La cursilería describe con satisfacción de ganadero el cuerpo femenino

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. El peinado es el hombre; del trato que le des a tu cabellera se desprenden informaciones sobre tu vida familiar y tus proclividades más insaciables.

Una cola es la distancia más corta entre la paciencia y la disolución del Yo.

***

Las minorías también tienen demasiados habitantes.

Las mujeres deben aguardar, si no para qué son mujeres, si tienen tanta prisa háganse hombres.

***

Peinarse es sentir que alguien te necesita y piensa en ti.

Cada quien es único, pero las maneras de ser único se parecen demasiado entre sí.

Un hotel de paso es un dancing sectorializado.

El refinamiento se adquiere identificando el mal gusto.

La ropa ajusta, no pregona: insiste; no insinúa: informa.

El pecado sin las malas palabras como que no sabe.

De acuerdo con las reglas del machismo popular, quien se cree ―objeto sexual‖ está en las puertas del afeminamiento.

Lo mejor de las décadas ocurre después de que han fenecido.

He observado que hay cuerpos que influyen más que otros en la respuesta de la masa.

La lujuria es el complemento diabólico del amor a la prójima.

*** ¿Hay delito mayor en el capitalismo, después de haber nacido, que haber fracasado? La crítica es manejable, la admiración no. Quien nada tiene, incorpora también los insultos a su patrimonio. A lo largo del siglo, el albur es la escuela esotérica de iniciación sexual. La solemnidad mata y el glamour vivifica. El refinamiento se adquiere identificando el mal gusto. *** La soledad es el mayor fracaso, el infierno es la ausencia de los demás. Hay más cosas bajo el cielo y la tierra que las que sueña el Registro Civil. La Historia es la única zona donde no rige la impunidad. Siglos después del fin del mundo, el Registro Civil seguía documentando a los recién nacidos. 102

Quien no le cuenta a un desconocido las dificultades sexuales con su pareja, carece de intimidad. *** Lo que interesa es salir en pantalla, no decir genialidades. El lugar de una persona en la vida lo anuncia el tamaño de su sala. El instante del triunfador dura más que el día del fracasado. Incursionar en el Metro a las horas pico es nocivo para los ideales del avance personal en tiempos de crisis. Sólo renunciaré al voyeurismo si me permiten tocar. El que nada tiene, algo compra. *** Cuán fácil es mantener la virtud si nadie nos asedia como es debido. Dios es el último absoluto del que tenemos noticia. Las palabras de la demagogia quedan abandonadas a su propio sonido.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La piedra filosofal: entrégame una ideología que yo te devolveré una burocracia.

Cuando las modas se sienten próximas a morir, vienen a México.

No hay generaciones, hay actitudes.

Soy optimista porque creo en mi mala suerte.

Somos

el

lenguaje

de

quienes

nos

gobiernan.

*** En México las inauguraciones son acto de fe en el artista, no en el arte. Lo importante de tener dinero es que la gente lo sepa. El resentimiento social por su casa empieza. El Pueblo es la mirada colectiva sobre un aparato de televisión. Con la explosión demográfica toda escritura deviene en taquigrafía. No es que uno sea inmaduro: lo que pasa es que siempre ha vivido en la misma calle. *** A un país se le gobierna desde los ritos. En un país de machos profesionales sólo el que ríe al último está a salvo de toda sospecha. Ante cámaras y micrófonos, el Estado reconoce ser la solución. ¡Quién tuviera un cuerpo para la vida cotidiana y otro, más flexible y elástico, sólo para el Metro! El hacinamiento es el origen de las especies. El Metro es la imagen del mundo felizmente suspendido entre la estación Génesis y la estación Apocalipsis. *** El alma, la antigua inquilina del cuerpo. A quién se le ocurre fallecer cuando lo que está de moda es la respiración.

Sencillez es dar a los demás la oportunidad de tratarte con reverencia. Amistad que no se refleja en la nómina es pura demagogia. ¡SPLASH! ¡WHAMM! ¡CRASH! (desde que el cómic afinó sus onomatopeyas, se debilitó la técnica descriptiva de las catástrofes). Selección tomada del libro Aforismos de Carlos Monsiváis. Autoayúdate que Dios te ayudará, que comenzará a circular bajo el sello de Seix Barral.

 IIN NV VE ESST TIIG GA AR RO O SSO OM ME ET TE ER RSSE E,, H HE E A AH HÍÍ E EL LD DIIL LE EM MA A

JJu uaan nG G.. B Beed dooyyaa La Teología, con mayúscula, la disciplina académica que presumía antaño de ser la emperatriz de las ciencias, aparece hoy encerrada en una capilla de catequistas repitiendo lo que el Vaticano decide en cada momento. Es solo una apariencia. Grandes pensadores cristianos producen su obra cobijados en centros universitarios laicos, o publican en editoriales libres de control eclesiástico. Un ejemplo es el teólogo suizo Hans Küng, perito del Concilio Vaticano II junto a Joseph Ratzinger (hoy papa Benedicto XVI). Execrado sin contemplaciones por Roma, que le retiró incluso la categoría de "teólogo católico", Küng sigue siendo una referencia mundial. El próximo mes de enero será investido doctor honoris causa por la Universidad a Distancia (UNED), a propuesta de su Facultad de Filosofía. En España funcionan ya una docena de centros superiores donde la Teología o las ciencias de las religiones no tienen tufillo eclesiástico alguno. Son cátedras creadas sin interferencia religiosa y dirigidas por profesores de plantilla de las propias Universidades. Entre otras, cuentan con centros de ese tipo las Universidades Complutense y Carlos III (Comunidad de Madrid), la Pablo de Olavide (Sevilla), la Pompeu Fabra de Barcelona, la Universidad de Valencia y la cátedra de Filosofía de la Religión e Historia de las Religiones en la propia UNED. La pérdida del tradicional monopolio teológico de la jerarquía católica ha sido pacífica. Nadie discute ya la competencia del Estado para crear facultades de Teología, y

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. mucho menos la existencia de Universidades católicas con igual fin. No siempre fue así. La sabiduría popular, la más afectada por las feroces guerras de religión que asolaron Europa durante siglos, acuñó la expresión "¡Y se armó la de Dios es Cristo!", para escenificar las consecuencias de las disputas teológicas sobre si Jesús de Nazaret era hijo de Dios, y no un simple mesías. Viejos recuerdos de la Inquisición, entre otros. Ahora, la Iglesia de Roma tiene un núcleo irrenunciable de doctrina y lo guarda con siete llaves, sin discusión, pero sin violencia. Hacia fuera, sin embargo, florecen teólogos que escapan de la caverna, liberados de amenazas de tortura u hoguera. Son pocos, pero suelen tener el favor del público. Es la atracción de la disidencia. Entre los que en España han pagado por la osadía de ser libres destacan en los últimos años José María Díez-Alegría, José María Castillo, Benjamín Forcano, José Antonio Pagola, Juan Masiá y Juan Antonio Estrada, apartados de la docencia mediante sinuosos procesos. El último caso es el del teólogo franciscano José Arregi, obligado a abandonar la congregación de Francisco de Asís para evitar males mayores a sus superiores. "Humiliter se subiecti". Se ha sometido humildemente. Esta era la fórmula de sometimiento de los censurados por Roma. Persiste. El Vaticano II suprimió en 1965 el Santo Oficio de la Inquisición, pero ha resurgido con fuerza, ahora con el nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe. También hay un latinajo para enunciar la nueva intransigencia. "Roma locuta, causa finita". Una vez que Roma se ha pronunciado, el asunto queda zanjado. Es difícil encontrar otra institución que trate de modo tan desdeñoso a quienes defienden otros puntos de vista en sus filas. El Vaticano II proclamó que se habían acabado los métodos del Santo Oficio -crueles, muchas veces criminales, con decenas de miles de personas quemadas vivas o asesinadas por otros medios-, ante el escándalo de que tres de los principales papas del pasado siglo hubiesen sido molestados por el inquisidor de turno como sospechosos de herejía o desviaciones pastorales. Fueron Benedicto XV, Juan XXIII y Pablo VI. Grandes teólogos del famoso concilio también sufrieron lo indecible en las garras del Santo Oficio. Décadas más tarde, observaron con estupor que uno de los mejores peritos del Vaticano II, el alemán Joseph Ratzinger, iba a resucitar algunas de las prácticas inquisitoriales repudiadas en 1965. Fue el cardenal austriaco Franz König quien dio la voz de alarma, y expresó bien alto su perplejidad. Lo hizo cuando Ratzinger cayó sobre el teólogo jesuita belga Jacques Dupuis por "desviaciones doctrinales" en el libro Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso. En una disputa con 104

Ratzinger muy jaleada en los medios católicos, el gran König salió al quite. "Mi función no consiste en aconsejar a la congregación doctrinal, pero no puedo permanecer en silencio, porque se me parte el corazón cuando veo hacer un daño tan obvio al bien común de la Iglesia de Dios. La Congregación tiene perfecto derecho a salvaguardar la fe aunque aún lo haría mejor si la promueve-. El presente caso, sin embargo, es un signo de que se están extendiendo la desconfianza y la sospecha respecto de un autor que tiene las mejores intenciones y que ha adquirido grandes méritos en su servicio a la Iglesia católica", escribió en un alegato titulado En defensa del P. Dupuis. König, uno de los grandes aperturistas del Vaticano II, tenía motivos para decirse escandalizado. No solo se estaba pisoteando la proclamación conciliar de la libertad religiosa y de conciencia, sino la idea de que se debía proteger el trabajo de los teólogos. König llegó a recordar a Ratzinger el discurso de Pablo VI a la Curia romana en pleno concilio: "Tenemos que aceptar con humildad la crítica, con reflexión y también con reconocimiento". Ratzinger sostenía entonces la misma idea. Escribió en 1968: "Aún por encima del Papa se halla la propia conciencia, a la que hay que obedecer la primera, si fuera necesario incluso en contra de lo que diga la autoridad eclesiástica. Lo que hace falta en la Iglesia no son panegiristas del orden establecido, sino hombres cuya humildad y obediencia no sean menores que su pasión por la verdad, y que amen a la Iglesia más que a la comodidad de su propia carrera". Estas palabras se las llevó el viento nada más acceder Ratzinger, en 1981, a la presidencia de la Congregación doctrinal, convertida poco a poco en férrea policía de la fe. Desde entonces, la Teología es tratada como la criada del magisterio episcopal. Obediencia y unidad son las palabras que lo justifican todo. Y, también, la voluntad de Dios. Pero los teólogos no hacen caso. Siguen en esto al Evangelio, más que a sus superiores. Lo sostiene Hans Küng, compañero y amigo de Ratzinger cuando coincidieron como docentes en la Universidad alemana de Tubinga. "Tampoco Jesús obedeció a ciegas. Ya con 12 años, en el templo, demostró que no obedecía ciegamente a sus padres". La verdad os hará libres, proclama Jesús. Es en nombre de esa libertad que el teólogo Küng se rebeló. "No podía seguir otro camino, no solo por la libertad, que siempre me fue querida, sino por la verdad, que está por encima de mi libertad. Si lo hubiera hecho, habría vendido mi alma por el poder en la Iglesia". Durante siglos, la Iglesia romana se opuso a la traducción de los textos sagrados a las lenguas de cada pueblo. Cuando Lutero publicó la Biblia en alemán, el Papa arreció en sus


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. exigencias de que le llevasen a Roma la cabeza del monje agustino. Con las ideas de Jesús en manos del pueblo, Roma no podría justificar su poder terrenal, ni sus pompas y vanidades, ni el afán de dominación, o la marginación de la mujer. Por eso, como sostiene Küng, "parece que Jesús goza de mayor estima fuera de la Iglesia que dentro de ella". Añade: "Nunca se pregunta qué hubiera hecho o dicho Jesús; tal pregunta resulta en ese contexto tan extraña, que la mayoría la juzgaría poco menos que absurda". Lo destacó bien alto el teólogo José María Díez-Alegría, expulsado de la Universidad Pontificia Gregoriana, de Roma, y refugiado en una de las chabolas del Pozo del Tío Raimundo, junto al mítico José María Llanos. "Jesús entró en Jerusalén a lomos de un borrico. Los Papas viajan coronados con la tiara pontificia". No ha habido un solo aspecto de la vida en que la Iglesia no se creyese con derecho a dar su dictamen e imponerlo. Monarcas autocráticos, los Papas practicaron durante siglos la doctrina de Gregorio VII en Dictatus Papae, de 1075: solo el romano pontífice puede usar insignias imperiales, "únicamente del Papa besan los pies todos los príncipes", solo a él le compete deponer emperadores, sus sentencias no deben ser reformadas por nadie mientras él puede reformar las de todos. El último de esos emperadores (o así se creía), fue Pío XII, soberano entre 1939 a 1958. Obsesionado con el protocolo tradicional, los funcionarios debían arrodillarse cuando el Papa empezaba a hablar, dirigirse hacia él arrodillados y salir de la habitación caminando hacia atrás. Son recuerdos del brasileño Leonardo Boff, forzado a abandonar la orden franciscana. "Mi experiencia de 20 años de relación con el poder doctrinal es esta: es cruel y despiadado. No olvida nada, no perdona nada, exige todo. Y para alcanzar su fin, se toma el tiempo necesario y elige los medios oportunos". Boff nunca olvidará que incluso intentaron quemar sus libros. Después de muchas disputas, silencios y humillaciones, llegó el día en que tuvo "la sensación de haber llegado ante un muro". Entonces, abandonó también el sacerdocio. "Hay momentos en que una persona, para ser fiel a sí misma, tiene que cambiar. El mismo Jesús fue muerto por decir que no todo es lícito en este mundo. No todo es lícito en la Iglesia. Existen límites intraspasables: la dignidad y la libertad de la persona. Dejé el ministerio sacerdotal, no la Iglesia. Me alejé de la Orden Franciscana, no del sueño tierno y fraterno de san Francisco de Asís. La Iglesia jerárquica no posee el monopolio de los valores evangélicos ni la orden franciscana es la única heredera del Sol de Asís". El hoy papa Benedicto XVI fue profesor de Boff en Munich (Alemania) e incluso le dio de su bolsillo dinero para que

pudiera publicar la tesis doctoral porque la consideraba una gran aportación teológica. "Ratzinger es una persona muy compleja y, a la vez, muy negativa para la Iglesia. Es un hombre muy influido por la teología agustiniana, con una visión pesimista del ser humano. No es un hombre que ilumine el camino, sino que lo oscurece, impidiendo transitar por él. Dudo que crea en el ser humano y, por tanto, dudo también que se fiase de mí. Por eso me condenó". "Gestapo eclesial", "máquina de estrangular", "camarilla indecente e ignorante"... He aquí algunos calificativos contra la inquisición romana en boca del dominico francés Yves Congar. Apartado de la enseñanza, mandado al exilio, humillado, Congar llegó a sentirse destruido, al borde del suicidio. "Se me ha desprovisto de todo aquello en lo que he creído y a lo que me he entregado", dijo. Resistió y venció. Como compensación a los años de silenciamiento y en reconocimiento a su profundidad teológica (uno de los grandes inspiradores del Vaticano II), Juan Pablo II lo hizo cardenal en 1994. De Congar es esta frase: "Se puede condenar una solución, pero no se puede condenar un problema". El jesuíta Juan Masiá, expulsado de la cátedra de Bioética en la Universidad Pontifica de Comillas, sostiene que la Iglesia católica habla de derechos humanos hacia fuera, pero no los respeta dentro. "Renunciar al espíritu inquisitorial es una asignatura pendiente. Cuando impera un sistema de pensar -en realidad, de no pensar- estrictamente regulado por los cánones de la ortodoxia, quien quiera medrar en su escalafón no tendrá otro recurso que callarse. La perfecta ortodoxia llevada al extremo daría sobresaliente al silencio y notable a la repetición de papagayo; un aprobado por los pelos a quien insinúe tímidamente preguntas prohibidas. Y, desde luego, un suspenso a todo disentir, por muy fiel, responsable, inteligente, meditado y ponderado que sea". El País, 4 de enero de 2011

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Al filo del fin de siglo (año 1999), Antonio González, entonces jesuita, profesor de la UCA de El Salvador y de Comillas (Madrid), publicó un libro muy discutido, titulado Teología de la praxis evangélica. Las reacciones ante la obra fueron muy distintas: 105


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. O. González de Cardedal, afirmó que ésta era una de las cien obras de teología más significativas del siglo XX, la última gran obra del milenio (Cien libros decisivos: Vida Nueva, 2272 [2001] 24). J.I. González Faus la interpretó como una reacción desmedida frente a la Teología de la Liberación, de la que A. González provenía. Cf. ―¿Ajuste de cuentas con la teología de la liberación?‖, en Actualidad Bibliográfica 73 [2000] 5-18. Por diversas razones, he debido pronunciarme ante esa obra, tanto en Enchiridion Trinitatis. Salamanca, Secretariado Trinitario, 2005, como en Diccionario de pensadores cristianos. Estella, Verbo Divino, 2010. Antonio González ha tenido la amabilidad de responder con algunas puntualizaciones a lo que digo sobre su pensamiento, centrándose en tres elementos que quizá yo debería haber matizado: a) Su manera de responder a la teología de la liberación b) Su forma de relacionarse con ella c) El carácter intimista o no intimista de su pensamiento final, desde su pertenencia a la Iglesia Anabautista. Para que los lectores de mi blog puedan situarse ante el tema, reproduzco aquí mi entrada sobre A. González (en el Diccionario de pensadores cristianos), con la respuesta del mismo Antonio González en su extraordinario portal titulado http://www.praxeologia.org/?p=74 (19 nov. 2010). Doy gracias a Antonio por responder así a mi visión de obra y aprovecho la ocasión para saludarle, con el afecto y admiración que siempre me ha merecido. Quien quiera conocer mejor su obra, quizá la más significativa de un ―protestante‖ español de siglo XX, deberá leer su obra. González Fernández, Antonio (1961), en X. Pikaza, Diccionario de pensadores cristianos. Estella, Verbo Divino, pp. 365-372. Teólogo español, de origen católico, ha sido jesuita y ha pertenecido a la teología de la liberación en El Salvador, para integrarse después en la iglesia

anabautista (menonita). Es un hombre de mente aguda, polémico con su propio pasado, que busca una renovación del cristianismo en línea no institucional. Ingresó de joven en la Compañía de Jesús, estudió filosofía en Salamanca (Universidad Pontificia) y en Madrid (Comillas), especializándose en el pensamiento de X. Zubiri y colaborando estrechamente con I. Ellacuría, tras cuyo asesinato (1989) asumió el encargo de editar algunas obras 106

básicas de Zubiri (El problema filosófico de la historia de las religiones y el problema teologal del hombre: Madrid, Cristianismo, 1993 y 1997). Ha vivido y trabajado en Guatemala y en el Salvador, donde completó sus estudios de teología, elaborando como tesis (=tesina) de licenciatura un libro titulado Trinidad y liberación (San Salvador 1994), que sitúa el misterio de la Trinidad en el contexto de la filosofía y teología de la liberación, aunque con aportes personales muy significativos. En esa misma línea avanza su tesis doctoral en filosofía: Un solo mundo. La relevancia de Zubiri para la teoría social (Madrid, Universidad de Comillas, 1995); en ella busca las bases sociales de una posible acción liberadora de tipo humanista y cristiano. La misma temática de la teología de la liberación y su empeño por construir una filosofía de la acción, superando los principios marxistas, pero asumiendo sus valores, le llevó a elaborar un libro, titulado Estructuras de la praxis. Ensayo de una filosofía primera (Madrid, 1997), que marca ya un cambio significativo en su trayectoria personal y en su pensamiento. Desde ese fondo, tras haber dialogado con las filosofía del discurso (Apel, Habermas), a partir de la experiencia de pobreza y desigualdad que había destacado la teología de la liberación, A. González ha comenzado a dialogar de manera más intensa con la tradición protestante germana del siglo XX, como muestra su tesis doctoral de teología, defendida en Sankt Georgen (Frakfurt) y publicada con el título Teología de la praxis evangélica. Ensayo de una teología fundamental (Santander 1999), que comentaremos de un modo algo más extenso, pues ella plantea y propone lo que será su cambio teológico y eclesial. 1. Un ajuste de cuentas La obra citada (Teología de la praxis evangélica) representa, como se ha dicho, un ajuste de cuentas de A. González con la teología de la liberación, en la que él mismo había militado, para criticarla y abandonarla después, como ha confesado de manera expresa: «Este trabajo representa, en cierta manera, el resultado de una crisis teológica. Posiblemente no se trata sólo de una crisis personal, sino también de la crisis de una generación. Desde mi descubrimiento juvenil de la fe cristiana, los distintos movimientos intelectuales y políticos en torno a la teología de la liberación representaron para mí y para muchos de mi entorno el modo más adecuado de dar cuenta de esa fe en el mundo en que nos ha tocado vivir. Ese contexto mundial no ha cambiado en muchas de sus características fundamentales... Y, sin embargo, la experiencia histórica nos ha mostrado los límites de aquella teología. La teología de la liberación, en sus formulaciones clásicas, no prestó suficiente atención a las estructuras últimas del pecado, y por eso mismo tampoco


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. pudo responder con radicalidad a las formas sociales e históricas del mundo. Por eso, la buena noticia de liberación definitiva que ha tenido lugar en Cristo fue fácilmente sustituida, en la práctica, por otras "buenas noticias", no siempre fácilmente distinguibles del anuncio de nuestro propio compromiso con los pobres. De esta manera, no sólo los pobres fueron idealizados, sino también sus presuntos liberadores... Éste no es un libro sobre la teología de la liberación. Es un libro escrito tras la teología de la liberación, buscando una salida a la crisis que esa teología ha sufrido, y en la que nos ha dejado‖ (Ibid., 13-14). Lógicamente, este libro, que quiere ser un epitafio (condenatorio) sobre la teología de la liberación ha tenido una acogida desigual. Hasta este momento, A. González era un pensador poco conocido. Desde entonces ha venido a situarse en el centro de muchas controversias. Algunos teólogos, como O. González de Cardedal, han catalogado su libro como una de las cien obras de teología más significativas del siglo XX, más aún, como la última gran obra del milenio (―Cien libros decisivos‖, en Vida Nueva, 2272 [2001] 24). Otros, como J. I. González Faus lo interpretan como una expresión comprensible del rechazo que unos discípulos oponen a sus maestros. «Tenía que suceder porque es ley de la historia. Los discípulos de Barth reaccionan contra él... Los discípulos de Bultmann hacen exactamente lo mismo... La historia avanza a bandazos, también la historia del pensamiento. El fenómeno de la reacción contra el maestro parece ser una ley de la historia, más allá de lo que pueda pensarse sobre el acierto de cada reacción concreta» (―¿Ajuste de cuentas con la teología de la liberación?‖, en Actualidad Bibliográfica, 73 [2000] 5-18, cf. pág. 5). La tesis del libro resulta en el fondo bien simple y se condensa en la oposición entre ley y gracia (obras y fe). Según A. González, el Dios de la Teología de la Liberación había sido básicamente un ídolo, un principio o garante de Ley: estaba inmerso dentro de un esquema de acciónreacción y servía para justificar el valor de las obras y proyectos de los hombres. En contra de eso, el Dios verdadero, que se identifica con Jesús (que se revela en su muerte y su pascua), es dinamismo y distensión de gracia: es el amor regalado, el puro don de la vida. De esa manera, frente al cristianismo de la gran tensión (propio de la teología de la liberación), ha elevado González un cristianismo de la pura gracia y de la distensión total A. González ha elaborado así un esquema total de teología de la gracia, como alternativa frente a la teología de la liberación, reinterpretando de esa forma el cristianismo. Para ello, abandonando a los autores que antes había seguido (Ellacuría, Sobrino) y, apoyándose en algunos

jesuitas europeos (como N. Lohfink y K. Rahner), retoma el camino de algunos pensadores protestantes muy significativos del siglo XX (Bultmann y Barth, Cullmann, Moltmann, Pannenberg y Bonhöffer), asumiendo de un modo especial las visiones de E. Jüngel. Este retorno a planteamientos de tipo reformado define de manera radical su obra. En esa línea, él ha decidido silenciar la voz de los teólogos de la liberación, de tal forma que no les deja ni siquiera hablar sino que les rechaza, de antemano, suponiendo que su obra es un producto de la ley, una idolatría social más que expresión del cristianismo. Esta opción decide el sentido y discurso posterior de su pensamiento, afirmando que frente a las obras de la ley se eleva la fe en Cristo. En contra del orden o sistema social de este mundo, que se encuentra básicamente "condenado", Dios revela su gracia salvadora por la cruz de Cristo. Por eso, en lugar del Ídolo social, que es proyección de necesidades humanas (sistema de ley), ha de elevarse el Poder de la Gracia, que se anuncia y actúa por el evangelio, como testimonio y presencia del único Dios verdadero. 2. Una teología de la praxis humana. Más allá de las obras. A. González proviene de la filosofía de Zubiri, que pone de relieve el valor primario de la realidad y que está muy interesada en fijar el sentido de la acción humana. También I. Ellacuría, maestro y mentor de A. Gonzàlez, había interpretado a Zubiri desde una perspectiva de compromiso y de acción histórica, en claves cercanas a la teología de la liberación, como ha señalado A. González en Aproximación a la obra filosófica de I. Ellacuría, en La pasión por la libertad. Homenaje a I. Ellacuría (Estella 1994, 207-228). En esa línea, el pensamiento teológico y social de A. González puede definirse como una praxeología, un intento de buscar y fijar el logos cristiano de la praxis. Para ello asume el gran giro kantiano y marxista, con su paso de la razón pura a la práctica, del pensamiento a la acción. Pero, en lugar de una praxis de ley, que sigue siendo propia de la ciencia y de la sociología política (y de la misma teología de la liberación, inserta en el sistema), él busca y quiere desarrollar una praxis de pura gratuidad, que no estaría determinada por esquemas de ley (de mérito y justicia), ni dirigida hacia sanciones morales. En esa línea, él no entiende el cristianismo como orto-doxia teórica, pero tampoco como orto-praxia legal, sino como experiencia y acción de gratuidad. Para fundar esta opción, apoyándose en su libro anterior sobre las Estructuras de la praxis (1997), A. González ha escrito (en su obra ya citada: Teología de la praxis

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. evangélica) un denso capítulo teórico sobre la acciónactuación-actividad humana, empleando categorías antropológicas de Zubiri, pero reinterpretándolas desde su forma de entender el valor y niveles de la praxis. Tres son, a mi juicio, sus ideas de fondo o supuestos. (a) Por un lado, el hombre es animal de praxis, ser que se define a sí mismo a través de lo que hace (=se hace), por medio de una actuación que él puede programar de forma activa. (b) La praxis humana rompe el círculo cerrado de una ley del cosmos, donde un tipo de Motor Inmóvil (dios aristotélico) define y determina los procesos y movimientos de la realidad. (c) La praxis humana se configura de forma distendida, abierta, de manera que ella misma puede y debe definirse por su capacidad de romper el círculo cerrado de una ley cósmica o social (fijada o creada por los mismos hombres). No se trata de una ruptura dialéctica en el sentido hegeliano, en línea de oposición violenta (como había supuesto la teología de la liberación), sino de una salida (=subida) del nivel de la violencia, que se debe abandonar, dejándolo atrás. Sólo esa ruptura por elevación, que puede presentarse como éxodo, pues nos saca del mundo anterior de acción y reacción, nos permite descubrir a Dios como Realidad totalmente distinta, más allá de toda ley, en un nivel de absoluta distensión, es decir, de gratuidad total. No se trata, por tanto, de vencer la violencia del mal con otra violencia que podría parecer más positiva, sino de abandonar el nivel de la violencia (propio de los opresores y de los liberadores antiguos), para situarnos en un plano de absoluta gratuidad. Los animales, que se encuentran ajustados al medio, con respuestas predeterminadas, no tienen que justificar su acción; los hombres, en cambio, han de hacerlo, dándole un sentido. Esa justificación suele buscarse y encontrarse en un nivel moral, como quiso Kant y como ha supuesto la ilustración moderna. Pues bien, González afirma, en contra de Kant, que no existe en un plano moral una justificación perfecta y plena de la praxis, pues carecemos de a priori moral (o imperativo absoluto) y todos los esquemas intencionales que empleamos para entender y resolver el problema de nuestra vida resultan insuficientes en un nivel de acción y reacción, en el que seguimos dominados por una ley de violencia y sometidos a la rueda de falta y sanción, que nos deja encerrando en un círculo de muerte. Los problemas y momentos de nuestro decurso biográfico (dolor, fracaso, muerte) carecen de respuesta a un nivel ético. Por eso, una justificación simplemente discursiva de la praxis, en línea de diálogo racional con otros hombres (como quiso, por ejemplo, Habermas) resulta insuficiente, pues nos sigue dejando en un nivel de ley (de acción y reacción) que sigue estando dominada por la violencia y no por la gracia del 108

evangelio. Sin duda, tenemos la obligación ética de resolver racionalmente las situaciones, adoptando las posibilidades más justas, en diálogo con otros humanos. Pero de esa forma no logramos justificar nuestras acciones, dándoles un sentido coherente, a lo largo de nuestra biografía, ni logramos escuchar a Dios y acoger su revelación. En un nivel de ley y/o coacción social no somos capaces de justificarnos y de encontrar una respuesta a los problemas de la vida, pues la ley es incapaz de lograr que renunciemos a nuestros intereses particulares, superando de esa forma la violencia fundante de la vida y los propios fracasos biográficos (Ibid 121-127). 3. El hombre no puede salvarse a través de sus acciones Las diversas religiones han querido justificar la praxis humana, pero han sido incapaces de hacerlo, pus sus justificaciones se sitúan (nos sitúan) en un plano de ley, es decir, dentro de un orden objetivo y cerrado de equivalencias sociales, sacrales, culturales, que han de sancionarse siempre con algún tipo de violencia. Eso significa que las religiones no se limitan a crear y adorar unos ídolos, sino que ellas mismas se convierten en sistemas de idolatría, es decir, de justificación legal (racional) de un tipo de vida, encerrando a los humanos dentro de unos esquema de equivalencias racionales, como si fuéramos cosas, momentos de un esquema de totalidad sagrada, y no personas transcendentes, distendidas ante el principio radical de la alteridad. Las religiones siguen apelando a la violencia para mantenerse, de manera que tienen que acudir a un tipo de poder e imposición sagrada para mantenerse. «El esquema de la ley apela al poder o a los poderes religiosos que las religiones han esbozado como fundamentos reales de la paradoja de la alteridad y entiende esos poderes como garantes de una correspondencia entre nuestros actos y sus resultados, negando de esa forma la misma alteridad, al interpretar la realidad como un todo sagrado» (Ibid 139). Los creyentes realizan acciones sagradas para obtener por medio de ellas determinados resultados, conforme a un esquema judicial (a un mercado religioso). Los ritos culminan en unos sacrificios, entendidos como expresión de esa equivalencia sagrada, que encierra al hombre dentro de un sistema sacral, presidido por un dios o unos dioses, que no son verdaderamente trascendentes, y de esa forma niegan la alteridad radical de la realidad. Por eso, el despliegue de una acción que se ajusta al valor de lo sagrado según ley nos sigue encerrando en el círculo infernal de la misma ley (Ibid 146), de la que sólo de un modo negativo (e ineficaz) quieren y pueden liberarnos las grandes religiones orientales (hinduismo, budismo). Las


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. religiones expresan el deseo siempre repetida de superar el orden cósmico, el círculo de acciones y reacciones de un sistema material o espiritual que nos encierra dentro de sus redes; pero no logran hacerlo, y de esa forma constituyen un testimonio de nuestro fracaso. Esto significa que ellas son, como dijo K. Barth (interpretando la Carta a los Romanos) y como otros han repetido a partir de la Carta a los Hebreos, una expresión privilegiada del pecado y la impotencia humana. En ese fondo ha interpretado González la modernidad occidental, y así habla de una justificación de la praxis racional (Ibid 156). Desde el siglo XVIII, la Ilustración ha querido convertirse en religión, para descubrir de esa manera lo absoluto y resolver por sí misma la paradoja de lo humano. Ciertamente, ha conseguido grandes resultados, como vemos por la ciencia y como muestran los modelos de planificación económica, política y administrativa del mundo. Pero ella ha negado la alteridad radical de la gracia (que es Dios), se ha encerrado en sí misma y de esa forma ha terminado encerrándose en la redes de una violencia general (de todos contra todos) o de un sistema dictatorial (de algunos sobre los restantes), confundiendo a Dios con su propia razón. 4. Israel, un primer intento de superación de la Ley. A. González piensa que el principio y centro de la antropología israelita se expresa y condensa en la visión del pecado de la humanidad según la Biblia (cf. Gen 3-4), que descubre y formula, de una forma definitiva, la condición humana, personificada en las figuras de Adán-Eva (Ibid 184199). Gen 3 constituye para A. González la página central de la Escritura y de toda antropología: es el lugar donde se despliega la revelación suprema de Dios, que es principio de realización gratuita y de praxis liberada para los hombres, mostrando al mismo tiempo el riesgo y realidad del pecado. Dios se muestra, por un lado, como aquel que actúa por encima de la ley, en pura gratuidad, y por eso dice a los hombres que "no coman de los frutos del árbol del conocimiento del bien-mal", que no se encierren en su legalismo de muerte. Pero el hombre real de la historia se expresa y revela, mostrándose como aquel que de hecho "ha comido los frutos del bien-mal", cayendo así en la cárcel de su racionalidad legal, que se expresa en la violencia de los diversos sistemas sociales. En este contexto se entiende la nueva antropología de A. González: a. Distensión, libertad. Interpretando el lenguaje bíblico de un modo simbólico, en la línea de su antropología, A. González afirma que "Dios ha creado al ser humano en forma distendida", en apertura a la alteridad radical. Eso significa que no es un ser para una dialéctica de lucha (acción-

reacción del sistema), ni tiene que justificarse a sí mismo dominando a los demás o liberándoles de un modo violento, pues no forma parte de un todo en el que cada uno debe definirse luchando contra otros, dentro del sistema. Superando el nivel de toda tensión legal (en plano de lucha), el hombre es distensión, ser de gracia, abierto al Absoluto (en lo Absoluto), es decir, a la posible revelación de (si es que Él lo quiere) como ser de gracia. b. Pecado, condición humana. El pecado no se identifica sin más con la naturaleza, que en sí misma es apertura, posibilidad de una praxis que transciende el sistema. Pero, de hecho, la naturaleza humana sólo puede existir y expresarse por sí misma, en línea positiva, si es que Dios se manifiesta con su gracia, liberando al ser humano de la ley. Por eso, allí donde Dios no se revela todavía, de manera positiva, como pura gracia (como hace en Cristo), el hombre queda de hecho "condenado" a vivir en un plano de ley, a comer de los frutos del árbol del bien-mal que él mismo cultiva. El Dios bíblico había prohibido a los hombres que comieran los frutos del árbol del conocimiento del bien-mal, porque al hacerlo se encerrarían a sí mismos en un nivel de acción y reacción (es decir, de muerte). Pues bien, allí donde los hombres han querido definirse por sí mismos, comiendo esos frutos, han acabado siendo esclavos de sus mismas obras (de su ley), encerrándose en un nivel de pecado. c. Gracia, distensión de amor por encima del pecado. La gracia de Dios está abierta a los hombres en Cristo. Eso significa que, en perspectiva cristiana, el relato del pecado y del ―perdón‖ (la verdad más honda de Gen 2-3) sólo se entiende desde el Cristo.Pecado es el rechazo de la distensión gratuita que ofrece Jesús, para vivir bajo una ley que los hombres mismos van definiendo y sacralizando en forma mundana y/o religiosa. Por el contrario, Gracia es el don de Jesús, recibido de manera agradecida por aquellos que aceptan el regalo de su vida, para abrirse de esa forma a Dios, es decir, a su trascendencia. Allí donde Dios se expresa, como alteridad radical, revelándose en la historia humana por Jesús (identificándose con la cruz de Cristo), el hombre puede superar el pecado, liberándose de su propia muerte y trazando su existencia de forma distendida, gratuita, compartida. 5. Praxis humana de Jesús, justificación por la fe. Separados de Jesús, nos hallábamos encerrados bajo la maldición de la ley, reinaba el pecado, en las religiones y sistemas culturales y sociales de la tierra: «Los dioses del

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. politeísmo, el Dios del monoteísmo, o la ciencia cósmica del panteísmo desempeñan frecuentemente la función de garantizar una correspondencia entre la acción humana y sus resultados. En la Ilustración, otras instancias como la Naturaleza, la Razón, la Historia o la Vida desempeñan también este papel de garantes... Y esto coloca la praxis humana ―bajo la ira divina‖... Esto significa que, bajo el esquema de la ley, la praxis humana está situada bajo una maldición, se interprete esta en términos religiosos o seculares. Esta maldición no es otra cosa que el fracaso biográfico o histórico y su interpretación como autoculpable... El problema no está en que la ley no se pueda cumplir. El problema, más bien, consiste en que, por mucho que la cumplamos, ella no nos libra del esquema de la ley. Siempre seguimos bajo la amenaza de que, si no la cumplimos, nos encontraremos con los temibles resultados que acarrea» (Ibid 252-253). Al llegar aquí, al situarse ante la cruz de Jesús puede plantearse el tema de los tres ―dioses‖, que marcan las tres posibilidades teológicas reales que abre la cruz. (a) Un tipo de autoridades judías pueden suponer que sigue reinando un Dios de ley, pues Jesús ha querido superarlo y ha sido condenado. La ley es Dios, Jesús no ha logrado liberarnos de ella. (b) Pilato se lava manos y pone al Dios del sistema romano por encima de pequeñas disputas confesionales y utópicas como las de Jesús, a quien condena a muerte, en nombre del mismo sistema; él identifica a Dios con la justificación del orden establecido, que necesita matar a Jesús para mantenerse. (c) Finalmente, los cristianos afirman que "Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo consigo mismo" (2 Cor 5, 19). "El Dios único de Israel estaba en la cruz, colgado del madero...Dios se había identificado con Jesús... El Dios trascendente, el absolutamente otro, el Creador del cielo y de la tierra, estaba en la cruz del Cristo... Estamos ante algo radicalmente insólito: dios mismo ha sufrido la maldición de la ley" (Ibid 279). Éste es el tercer Dios, el único verdadero. En este fondo se define la praxis de Jesús, como praxis radical de amor distendido, por encima de la ley, una praxis/amor que nos abre a su alteridad radical de Dios, en don total, por encima de la ley. Adán-Eva reflejaban la realidad mundana y legal del ser humano que, ante la posible apertura de Dios, ha optado por cerrarse en sí mismo, en línea de ley, quedando así prendido en el círculo infernal de auto-justificaciones y violencias. En contra de eso, Jesús ha optado por vivir en plena gratuidad, desde Dios y ante los

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otros, apareciendo así como presencia de la distensión amorosa de Dios y siendo por ello condenado. De esa manera, los creyentes descubren que Dios estaba en Jesús, reconciliando a los humanos consigo mismo, es decir, abriendo para ellos el camino de la gratuidad. Esta formulación, que podemos llamar trinitaria (Dios estaba en Jesús...) está en el centro de la teología paulina (cf. 2 Cor 5, 19) y ella nos permite comprender y aceptar el misterio de Jesús, como revelación definitiva de Dios. Esta visión del Dios que está en Jesús como distensión/gracia total (en una línea protestante cercana a la de → E. Jüngel), nos parece muy positiva, pero corre quizá el riesgo de minusvalorar el pecado histórico-social de aquellos que estaban allí matando a Jesús, la injusticia radical del sistema que debemos denunciar y superar. La distensión de aquel ―está con Jesús reconciliando a los hombres consigo mismo‖ resulta fundamental. Pero ella ha de expresarse en un mundo ambiguo, de leyes de violencia, como denuncia creadora. Dios se define a sí mismo como aquel que ha resucitado a Jesús de entre los muertos, avalando su proyecto mesiánico de reino, y de esa forma se opone (no en plano de pura ley, sino de gracia) a la ley de aquellos que le han crucificado. De esa forma, la misma cruzpascua nos introduce en la problemática social (como sabía la teología de la liberación), vinculándola al mismo ser de Dios, que viene a mostrarse en su verdad más honda, como comunión liberadora, abierta a los excluidos del mismo sistema, pues con ellos y por ellos ha muerto Jesús. 6. Fe cristiana, la Iglesia. El mensaje de evangelio "deriva de la intervención absolutamente libre y gratuita de Dios" y ha de entenderse en sentido "vertical", como "identificación de Dios con Cristo" y como ruptura (superación) de una praxis de ley, que se expresa en forma de equivalencia violenta o no violenta entre la acción y reacción. En esa línea, de un modo consecuente, A. González ha rechazado el intento de interpretar la fe como experiencia de comunicación argumentativa, en la línea de una filosofía del diálogo racional, al estilo de → Habermas: "Desde este punto de vista, resulta sobrante todo intento de fundar el mensaje cristiano en una metafísica de la comunicación". Lo que libera a los hombres de ley (de la tensión violenta de una vida entendida como enfrentamiento mutuo) "no es una dimensión pragmática del lenguaje, sino la identificación de Dios con Cristo" (Ibid 341). En ese contexto, A. González añade que Jesús es salvador porque "nos ha liberado del esquema de la ley. «El seguimiento de Cristo no es ningún esfuerzo moral o político, como algunas teologías parecen pensar. El seguimiento de Cristo es una praxis justificada por la obra


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. regeneradora del Espíritu Santo en los creyentes... La intimidad de Cristo con el Padre es justamente su Espíritu... Pues bien, los cristianos son introducidos en la misma relación amorosa con el Padre que tuvo Cristo... El Espíritu Santo no es una cosa, sino esa intimidad personal en la que los creyentes son incluidos mediante la fe» (Ibid 350). Las instituciones sociales, económicas y religiosas del mundo se rigen por esquemas de ley. Pues bien, superando ese modelo, por medio del Espíritu Santo, en un nivel de distensión superior, «la praxis humana queda libre para el agradecimiento, para la alabanza y para la celebración. La pregunta sobre si merece la pena ser bueno pierde todo sentido, porque fuera del esquema de la ley es posible realizar las obligaciones éticas sin esperar nada a cambio. Libres de la búsqueda desesperada de nuestros propios intereses, podemos aceptar los intereses y criterios de los demás, saliendo de nosotros mismos y alcanzando así la plena distensión en la que nuestro carácter personal consiste» (Ibid 354). Desde este fondo ha elaborado González su proyecto eclesial, entendido en clave más bien intimista, como surgimiento de comunidades separadas, de contraste, pues "el amor cristiano se goza de un modo especial [Gal 6, 10] en aquellos que también han sido liberados del esquema de la ley, porque con ellos puede formar un cuerpo de personas habitadas por el mismo Espíritu" (Ibid 355). Surge así la iglesia como espacio de amor íntimo, es decir, distendido y gratuito, lugar donde el afecto se expresa en la unión entre hermanos. Por eso, las críticas sociales (propias de cierta profecía antigua y de la nueva teología de la liberación) resultan secundarias en la iglesia, pues de hecho "las comunidades cristianas estaban [han de estar] realizando aquella superación de la pobreza y de la injusticia social que el antiguo Israel no había alcanzado" (Ibid 358). 7. Otra liberación. González anabautista. A partir de aquí, de un modo consecuente, González ha abandonado el proyecto y programa de liberación social, que a su juicio corre el riesgo que quedar prendida en un esquema de ley (toma de poder, lucha del mundo), para elaborar más bien una eclesiología de contraste, de tipo intimista, concretada en comunidades que viven el testimonio cristiano en nivel de separación del mundo. Lógicamente, González ya no puede interpretar el evangelio ni la iglesia como principio de trasformación social, pues ella (y el conjunto de la teología de la liberación) sigue estando bajo el riesgo de la ley: «Bajo el esquema de la ley, la libertad humana es una libertad aparente, sometida al pecado fundamental de la humanidad... Esto significa que la auténtica libertad, la libertad frente al esquema de la ley,

solamente puede ser un don gratuito que proviene de Dios...» (Ibid 369-370). De esa forma pone de relieve el principio vertical de la presencia de Dios, que rompe el orden de la ley (donde todo acontece conforme al principio de acción-reacción), para abrir un espacio de fe personal y de la comunicación gratuita por encima de la denuncia social y de la praxis fundada en un principio de justicia. En un primer momento, ese proyecto de distensión por elevación (es decir, por abandono del principio de justicia) resulta claro, pero la dificultad comienza precisamente cuando queremos concretar lo que González supone al afirmar que esa libertad "lleva a su plenitud el sentido profundo de la ley de Israel [Mt 5, 17], que era el de constituir una sociedad fraterna entre las sociedades del mundo" (Ibid 371). De esa manera, A. González ha pasado de la teología de la liberación (que a su juicio sigue en un nivel de ley) a la búsqueda de "comunidades liberadas del esquema de la ley", es decir, en unas iglesias que viven ya el don de la fraternidad, el perdón, la igualdad y el amor (Ibid 379). De esa forma, "el anuncio evangélico se concreta, por obra del Espíritu, en la edificación de comunidades liberadas", oyes todos los sistemas fundados en el modelo de la ley están destinados al fracaso (Ibid 382/383). «A diferencia de las visiones postmodernas de la historia, la fe cristiana descubre un sentido para la historia en su conjunto... Pero, a diferencia de las concepciones ilustradas de la historia, la fe cristiana no piensa que ese sentido sea inmanente a la historia... La historia es un dinamismo práxico, y este dinamismo está bajo el esquema de la ley. La fe cristiana afirma que Dios ha intervenido en la historia, identificándose con Cristo... [Por eso] la historia entera tiene un sentido, pero lo recibe desde fuera de sí misma [es decir, desde el Señorío de Dios]» (Ibid 385-386). Esto significa que la historia intramundana (que sólo se entiende en forma de sistema) pertenece al plano de la ley (es decir, de la acción y el juicio de las obras), de manera que los cristianos deben superarla para cultivar su experiencia superior de distensión y despliegue gratuito de la vida, creando comunidades liberadas, es decir, iglesias que rechazan y rompen el pacto constantiniano (o anticonstantiniano) que habían asumido desde antiguo, situándose en línea de poder o anti-poder. Éstas eran las tesis básicas de A. González el año 1999, cuando todavía formaba parte de la Compañía de Jesús y pertenecía a la Iglesia Católica. Pero su trayectoria estaba ya prefijada. El año 2002 abandona la Compañía de Jesús, obtiene la secularización, y se incorpora a una comunidad protestante de raíces menonitas, para enseñar teología en el Seminario Evangélico Unido (SEUT) de El Escorial,

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. trabajando al mismo tiempo como Secretario General de la Fundación Xavier Zubiri. Ese paso era lógico, por su misma forma de entender la teología, como ratifica su nuevo libro (Reinado de Dios e imperio. Santander, Sal Terrae, 2003). Sin abandonar la gran Iglesia Católica, en sentido extenso, A. González ha querido vivir el evangelio en una línea de pura gratuidad (de distensión completa), sin instituciones de ley, y para ello ha optado por ingresar en una comunidad pacifista, con pocas estructuras administrativas, pero con mucha presencia testimonial. Entre sus obras posteriores, cf. El evangelio de la paz y el reinado de Dios (Buenos Aires 2008). Para conocer mejor su trayectoria y trabajos, en edición virtual, cf. www.geocities.com/praxeologia/textos.html. Antonio González, X. Pikaza, Diccionario de pensadores cristianos (tomado de http://www.praxeologia.org/?p=74, 19 xi 2010) En su Diccionario de pensadores cristianos (Estella, Verbo Divino, 2010) Xavier Pikaza dedica una entrada a ―Antonio González Fernández‖ (pp. 365-372). Sobre estas páginas creo que son necesarias algunas observaciones: Ante todo quisiera agradecer a Xavier Pikaza que me haya incluido en su diccionario, y que me haya dedicado tanto espacio. Mi trabajo en filosofía y en teología es algo muy imperfecto e inacabado como para merecer esta atención. Hay muchos aspectos en los que sin duda Xavier Pikaza recoge correctamente mi pensamiento. Sin embargo, creo que es necesario matizar algunas de las afirmaciones de Xavier Pikaza, porque pueden llevar a malos entendidos entre sus lectores. Se trata de lo siguiente: 1. No me parece correcto calificar mi Teología de la praxis evangélica como un ―ajuste de cuentas‖ con la teología de la liberación. Es verdad que en el prólogo de ese libro me atreví a exponer mi distancia con la primera teología de la liberación. Consideré necesario hacerlo porque hasta entonces mis escritos teológicos se habían movido más o menos dentro de esa corriente. Sin embargo, el libro no trata de la teología de la liberación, sino que es simplemente una teología fundamental. Es más, al final del libro quedan justificadas, desde el punto de vista de la teología fundamental, lo que Gustavo Gutiérrez consideraba las dos grandes intuiciones de la teología de la liberación: el primado de la praxis, y la perspectiva del pobre. En este sentido, si se quiere situar a mi libro respecto a la teología de la liberación (lo cual es una opción muy limitada), habría que decir que el libro se distancia de lo que podríamos 112

llamar ―primera teología de la liberación‖ (por ejemplo, respecto al uso de la violencia, respecto al papel del estado en la liberación, etcétera) y, sin embargo, en un sentido amplio, se mantiene dentro de las grandes intuiciones que dieron origen a esa teología. La expresión ―ajuste de cuentas‖ fue utilizada por un teólogo español en una recensión de mi libro que a mi modo de ver distorsionaba gravemente los contenidos del mismo. Cuando quise responder a esa recensión, la revista en la que se publicó no permitió el uso de sus páginas. La expresión ―ajuste de cuentas‖ designa una actividad propia de la mafia. Y no tengo dudas de que en la teología de lengua española se dan por desgracia a veces ciertas actitudes mafiosas, como por ejemplo, la exigencia de lealtad a los ―padrinos‖, la existencia de ―familias‖ cerradas, la difamación, la eliminación de la disidencia, etcétera. Pero mi modo de proceder en el libro no creo que haya sido ése. Simplemente me limité, en el prólogo, a expresar una distancia con la ―primera teología de la liberación‖, y nada más. El objetivo del libro, repito, es exponer un proyecto de teología fundamental, y no analizar la teología de la liberación. El que progresistas y conservadores hayan evaluado el libro desde esa óptica me parece una limitación del debate teológico en castellano, pues las cuestiones esenciales para la teología fundamental no se llegan verdaderamente a tocar. 2. En segundo lugar, Xavier Pikaza afirma que he ―abandonado el proyecto y programa de liberación social‖ (p. 371). Esto no es cierto. Todo lo contrario. Se pueden leer mis libros teológicos (Reinado de Dios e imperio, El evangelio de la paz y el reinado de Dios, o también las páginas teológicas de La transformación posible), así como los artículos recogidos en este mismo sitio web, para darse cuenta de que la liberación social (y la contribución de los cristianos a la misma) sigue siendo una de mis preocupaciones centrales. Mis limitados servicios a las iglesias en Latinoamérica y en España siempre se siguen enfocando en gran medida en esta perspectiva. Lo que sucede es que no entiendo que la contribución cristiana a la transformación social consista primeramente en apoyar la toma del poder político por ciertos grupos, o legitimar el uso de la violencia o de la contra-violencia. De hecho, la misma experiencia reciente de las iglesias en Centroamérica, en América Latina, o la historia del cristianismo en general muestran lo limitado de ese camino. En realidad, un cambio estructural eficaz no debería de comenzar por lo que los marxistas llamarían la superestructura política. Una transformación social auténtica tiene que tocar las notas esenciales de la sociedad, y esto es algo que las iglesias cristianas pueden hacer desde ahora y desde abajo. No me extiendo más en ello, porque es algo


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. que vengo exponiendo repetidamente en mis publicaciones, precisamente porque me preocupa la liberación social. 3. Xavier Pikaza también dice que he optado por una eclesiología ―intimista‖. La verdad es que no dejo de preguntarme cuál de mis escritos pueda dar lugar a esa idea. Tampoco entiendo muy bien qué se quiere decir con esa simpática expresión. Lo que sucede tal vez es que he abandonado la eclesiología territorial, sociológica y jerárquica del catolicismo. A mi modo de ver, la iglesia es un cuerpo social al que se pertenece libremente, como resultado de una respuesta al llamado de Dios. Esto implica obviamente una iglesia que de alguna manera no es idéntica al conjunto de la sociedad, ni coextensiva con ella. Se puede decir que, en este sentido, la iglesia es algo así como una comunidad. Tal vez a los lectores que han crecido en iglesias ―constantinianas‖, coextensivas con la sociedad, y a las que se pertenece por nacimiento, esto les parezca ―intimista‖. De hecho, en España toda otra experiencia de iglesia fue prácticamente imposible por siglos. Pero no me parece que ―intimismo‖ sea un término adecuado para mi propuesta. Pongamos un ejemplo: a un equipo de fútbol, a un partido politico, a un sindicato, a una asociación de género, a un grupo ecologista, etc., se pertenece voluntariamente, y no por nacimiento (salvo tal vez en regímenes totalitarios). Esto no convierte estas asociaciones en ―intimistas‖. Por otra parte, si se leen mis escritos se puede ver que la iglesia, desde mi punto de vista, tiene, por su esencia bíblica y teológica, en continuidad con Israel, una alta función social, por más que esta función social no consista en la toma del poder político. La historia de las iglesias de este tipo (en los primeros siglos del cristianismo, en el siglo XVI, en la actualidad) muestra que, cuando tocan las notas estructurales de una sociedad (las relaciones productivas, las lealtades básicas, el recurso a la violencia, etc.) se convierten en altamente molestas, y son perseguidas. De todos modos, quiero agradecer de nuevo a Xavier Pikaza el interés por algunos de mis escritos. Hace años, un teólogo de la liberación me advirtió que, si criticaba esa corriente teológica, iba a ser excluido de todos los foros a los que hasta entonces se me había invitado. Y así ha sido. Al mismo tiempo, los foros teológicos del ―otro bando‖ tampoco se han interesado mucho por mis reflexiones. Sin embargo, el hacer teología ―fuera del campamento‖, llevando el oprobio de Jesús (Hebreos 13,13), tiene, desde el punto de vista hermenéutico, grandes ventajas. Ya el anabaptista Hans Denk decía que solamente se puede conocer a Jesús si se le sigue en la vida. Y tengo que agradecer por ello a Dios, y también a los adversarios, entre los cuales desde luego no está Xavier.

Antonio González Trayectoria académica Licenciatura en filosofía (Universidad P. Comillas, 1986), doctorado en filosofía (Universidad P. Comillas, 1994), doctorado en teología (Philosophish-Theologische Hochschule Sankt Georgen, Frankfurt, 1998), profesor en la Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador (19861988 y 1994-1998), profesor en la Universidad Rafael Landívar de Guatemala (1999), profesor en la Universidad P. Comillas (2000-2002), miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, profesor del Seminario Teológico Unido de Teología (SEUT) del Escorial, España, desde 2002. Trayectoria de iglesia Miembro de la Iglesia de los Hermanos en Cristo (www.anabautistas.org). Colabora como co-pastor. Publicaciones Libros publicados: Introducción a la práctica de la filosofía (San Salvador, UCA Editores, 1989). Trinidad y liberación (San Salvador, UCA Editores, 1994). Estructuras de la praxis. Ensayo de una filosofía primera (Madrid, Trotta, 1997). Teología de la praxis evangélica (Santander, Sal Terrae, 1999) Reinado de Dios e imperio (Santander, Sal Terrae, 2003). The Gospel of Faith and Justice (Nueva York, Orbis Books, 2005). Philosophie de la religion chez Xavier Zubiri (París, L‘Harmattan, 2006). Artículos publicados por el SEUT "El pasado de la teología y el futuro de la liberación", Separata, vol. 2, núm. 21, 2005. "Reinado de Dios y signos de los tiempos", en Encuentro, núm. 1, 2004. "Iglesia y reino de Dios", en Encuentro, núm. 2, 2005. http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php

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RREESSEEÑÑAASS YY NNOOVVEEDDAADDEESS BBIIBBLLIIOOGGRRÁÁFFIICCAASS  G Goon nzzaalloo B Baalld deerraass,, K Kiieerrkkeeggaaaarrd dy y lla a eexxp peerriieen ncciiaa p paarraad dóójjiiccaa d dee llaa ffee een n eell D Diiooss d dee JJeessu uccrriissttoo.. M Mééxxiiccoo,, U n i v e r s i d a d I b e r o a m Universidad Iberoameerriiccaan naa,, 220 01111.. Esta obra tiene, entre otras cualidades, la de revalorar la herencia protestante de su pensamiento, con el fin de comprender mejor la misma tradición católica. Bajo las reflexiones en torno a la libertad es posible comprender el pecado y la fe como una posición existencial, más que como un simple formalismo encaminado a sostener una enorme lista de normas y creencias específicas. Kierkegaard, como todo gran pensador, puede ayudarnos a comprender aquello que creemos conocer desde otros parámetros. Las reflexiones que aquí se presentan van encaminadas en esta dirección, por lo que el lector no sólo conocerá más acerca de Kierkegaard, sino también de la existencia, la libertad y Dios.

 A Allbbeerrttoo F F..R Roolld dáán n,, R Reeiin noo,, p poollííttiicca ay y m i s i ó n . S u s r e l a c i o n e s e n misión. Sus relaciones en p peerrssp peeccttiivvaa llaattiin nooaam meerriiccaan naa.. L Liim maa,, P Pu um maa,, 220 01111.. UN TRABAJO TEOLÓGICO INTENSO, SÓLIDO, COMPROMETIDO (Prólogo) L. Cervantes-Ortiz Alberto F. Roldán pertenece a una generación de teólogos/as y pensadores/as protestantes latinoamericanos que ha asimilado gradualmente, no sin esfuerzo ni conflicto, lo mejor del pensamiento contemporáneo en diversos órdenes, pues basta con mirar su historia de vida para darse cuenta de la forma en que se ha desarrollado con el paso del tiempo. Partiendo, como muchos 114

otros colegas, de una experiencia definida por los cánones del protestantismo histórico conservador, ha evolucionado hasta alcanzar una voz teológica propia, madura y propositiva. Su curiosidad intelectual lo ha llevado a incursionar en áreas como la educación y, sobre todo, la hermenéutica, en donde la huella de profundas lecturas de Paul Ricœur le ha servido para afinar cada vez más sus enfoques y análisis. Como resultado de lo anterior, el carácter interdisciplinario de su trabajo lo define puntualmente, pues su acercamiento académico a las ciencias sociales le permite abordar los más diversos temas con una amplia solvencia y un manejo preciso de autores para delimitar adecuadamente los alcances de sus estudios, sean éstos bíblicos, doctrinales, pastorales o históricos. Esta sólida metodología le debe mucho a la visión teológica y misionera que ahora desgrana en libros como el presente. Su temprano paso por Guatemala le otorgó un conocimiento fundamental del crecimiento evangélico in situ, justamente en los años en que las comunidades enfrentaron grandes desafíos. Brasil, para mencionar otro de los espacios latinoamericanos que conoce como pocos, le permitió también sumergirse en un ―océano‖ cultural y teológico, caldo de cultivo de inmensos cambios religiosos, lo cual se advierte en muchas de las citas que maneja en sus textos. Desde obras como las muy tempranas El mundo al que Dios me ha enviado (1992) o Evangelio y antievangelio. Misión y realidad latinoamericana (1993), hasta ¿Para qué sirve la teología? Una respuesta crítica con horizonte abierto (1999), Escatología. Una visión integral desde América Latina (2002) o La espiritualidad que deseamos (2003), nuestro autor ha conseguido, para beneplácito de quienes seguimos su labor, iluminar las realidades estudiadas con aportaciones que se han ganado ya un importante lugar en la teología protestante latinoamericana. ¿Para qué sirve la teología? merece una mención aparte debido a la manera tan sencilla, pero no por ello menos incisiva, con que introduce al lector a una comprensión teórica y práctica, al mismo tiempo, de la seriedad con que deben vivirse los estudios teológicos, muy en la línea de su admirado Karl Barth, en quien abreva una y otra vez para encontrar pautas de fe, conocimiento y acción. Este nuevo fruto de sus aficiones y desvelos viene a confirmar que Roldán no solamente vuelve a sus autores preferidos, sino que lo hace con la fieme convicción que la relectura de las mejores tradiciones teológicas del pasado, lejano o inmediato, es una de las mejores fuentes para la tan anhelada renovación eclesial en el ámbito evangélico latinoamericano. De este modo, el triple enfoque de este nuevo volumen, Reino de Dios, política y misión, garantiza una lectura de alta calidad para pastores, estudiantes o miembros de iglesias, hombres y mujeres, que deseen


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. informar su fe y su actividad con una fuerte dosis de la mejor teología. Sobre el primer elemento del título, Roldán despliega en los primeros dos capítulos una mirada erudita y crítica sobre la forma en que se ha entendido el núcleo del mensaje de Jesús de Nazaret en América Latina, condensando en la agilidad de sus páginas el análisis requerido para comprender la manera en que las iglesias evangélicas han tardado tanto en penetrar y dejarse iluminar por el tema central de la acción de Jesús en el mundo. Este panorama tan necesario, que preocupó a algunas vertientes teológicas en germen, particularmente la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) en sus primeros años, recibe el complemento de la nueva perspectiva aportada, desde hace algunos años, por el concepto de la missio Dei (misión de Dios), que tanto ha enriquecido al muchas veces desesperante reduccionismo de las zonas evangélicas más tradicionales. La reconstrucción histórica de tendencias importantes, como el ―Evangelio social‖, que arraigaron escasamente en la mentalidad latinoamericana, aunque no estuvieron ausentes, es uno de los grandes méritos de estas páginas. Roldán es muy claro al señalar que esta corriente, en particular, no puede dejar de verse como un antecedente de lo que después serían las teologías latinoamericanas de liberación. Y es muy enfático: ―…el concepto del Reino permite superar la tendencia eclesiocéntrica en la teología y la misión cristianas. Cuando la Iglesia entiende la misión como si su centro fuera ella misma, reduce el propósito de Dios con su mundo. En rigor, el propósito último de Dios no se reduce a la salvación de ‗almas‘ o de ‗personas‘ o de ‗familias‘ sino que consiste en la reconciliación del mundo‖. El autor discute el tema mediante el análisis de precursores y de teólogos tan relevantes en el siglo XX como H. Richard Niebuhr (tan olvidado en estos tiempos y escondido tras el nombre de su hermano Reinhold), Oscar Cullmann, Paul Tillich, Wolfhart Pannenberg y Jürgen Moltmann, mediante un tour de force autoimpuesto con la conciencia de que muchos de sus lectores/as latinoamericanos se encontrarán con ellos por primera vez y de que les causarán una profunda impresión, tal como le sucedió a él. Lo mismo sucede, en el segundo capítulo, con tres autores latinoamericanos (Sobrino, Míguez Bonino y Castro), cuyas aportaciones merecen un amplio reconocimiento en el avance de la conciencia cristiana en nuestro continente al respecto, pues logran superar, mediante sólidas relecturas de los Evangelios, las limitaciones ―escatologizantes‖ de otros autores sobre el mismo tema, y ponen sobre la mesa de discusión muchas de las implicaciones socio-políticas que permanecían inexploradas y que salieron a la luz, forzosamente, en los

años más álgidos de las luchas revolucionarias, causando enorme desazón y desconcierto entre las comunidades evangélicas, gracias a la postura supuestamente ―apolítica‖ que aprendieron en el discurso misionero. En ese sentido van sus respectivos énfasis en la ultimidad, la obediencia y la libertad en la misión. La segunda vertiente del libro, ligada a las figuras de Juan Calvino y Barth, abarca cuatro capítulos en donde Roldán estudia la ética social y política del reformador, la importancia del comentario a la carta a los Romanos de Barth, el carácter de la praxis sociopolítica barthiana y, a manera de síntesis y diálogo, el círculo hermenéutico en ambos pensadores. Escasamente se podría abarcar en pocas líneas el alcance de estos textos, el primero de ellos redactado como parte de una estadía de investigación en el Seminario Calvino, de Grand Rapids, justamente en los días del jubileo calviniano. Allí, Roldán discute si la propuesta del reformador constituye una auténtica teoría política, ―bañada‖ de teología bíblica, tan necesaria para fundamentar posturas en toda la historia de la Iglesia. Es notable la manera en que el autor dialoga con diversos estudiosos, antiguos y modernos, entre los más recientes Schmitt, Walzer y Marta García-Alonso, estudiosa española, a quien ha leído minuciosamente y de quien ha reseñado también su tesis doctoral. Una de sus conclusiones es muy llamativa: ―Aunque el calvinismo ha sido superado en la historia y el mundo ha experimentado cambios tan radicales en el modo en ser pensado, todavía sigue siendo un acicate para la acción cristiana en el mundo, cuya meta histórica es lo que la Biblia denomina ‗reino de Dios‘‖. ―Verdadero punto de partida de una nueva teología que representa una alternativa viable a la falsa alternativa entre liberalismo y fundamentalismo‖: así resume Roldán la importancia del comentario de Barth, publicado en 1919. El capítulo dedicado a esa magna obra es una necesarísima puesta al día de los entretelones y el impacto que causó en su momento, así como de su recepción en América Latina, adonde Barth tuvo seguidores muy atentos y discípulos directos, como Emilio Castro y Rolando Gutiérrez. En nuestro medio, afirmaciones como las de Roldán (―La carta a los Romanos, de Barth, constituye un punto de partida para una nueva forma de leer la Biblia, desde una nueva hermenéutica contextual y existencial‖) sólo han sido aceptables y digeribles después de décadas de incomprensión, pues la barthiana hermenéutica existencial (por mencionar sólo un aspecto) se adelantó a su tiempo. Otras palabras de Míguez Bonino, gran lector del teólogo suizo, siguen siendo muy útiles para acercarse con ―seguridad‖ a quien temieron tantos profesores de seminarios: ―Si se quiere entender a Barth hay que leer la letra pequeña de su Dogmática, donde hace exégesis de los pasajes bíblicos con los cuales intenta darle

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. fundamento a su teología‖. La teología barthiana es eminentemente tangencial, pues sólo roza la explicación de las relaciones de Dios con el mundo, resume Roldán. El gran comentario barthiano, si se escribiera hoy, sugiere el autor, sería muy distinto, pero no dejaría de ser profundamente contextual, en diálogo con las nuevas realidades. Sería una muestra de auténtica teología liberadora y reivindicadora. La indagación en el pensamiento de Barth, y especialmente su énfasis en la justicia divina y la praxis que se deriva de su comprensión, se ahonda en el siguiente capítulo y cierra brillantemente con la comparación y el acercamiento, desde la perspectiva del círculo hermenéutico (de origen filosófico y con el matiz protestante de Bultmann y Ricœur), a su obra y la de Calvino, pues Roldán los ve como creadores de desarrollos propios y, en el caso de Barth, como un pionero en la ampliación de horizontes de su teología heredada, especialmente en temas como la soberanía de Dios y la predestinación, siguiendo los momentos del mencionado círculo. Éste es quizá el ensayo más original e intuitivo del libro, puesto que pone a dialogar a dos teólogos reformados en el seno de la misma tradición, mediante un criterio de análisis que la teología latinoamericana asumió como propio y específico, sobre todo a partir del trabajo de J.L. Segundo, antes incluso de que su uso se volviera una propuesta hermenéutica prácticamente universal. Por eso es capaz de señalar, entre sus propósitos, demostrar en qué medida ―la teología reformada ha sufrido modificaciones sustanciales que, lejos de reducirla ha ampliado sus horizontes y ha mostrado su capacidad de adaptación a nuevas situaciones‖. Prueba de ello es la brillante relectura que Barth hace de la obra de Calvino. Los capítulos finales del libro se ocupan de dos temas que siguen siendo vigentes: las teologías políticas de Moltmann y Metz, y el tránsito de la misionología desde una visión del Congreso de Edimburgo (1910) hasta cien años después, desde América Latina, antiguo territorio de misión. En el dedicado a los dos teólogos alemanes, Roldán expone la forma en que ambos reaccionaron a los escritos de Schmitt para producir notables aportaciones, desde los campos protestante y católico, como ―caminos desafiantes para la praxis cristiana en el mundo de lo político‖. Partiendo de las tesis centrales de Schmitt, Roldán señala los rumbos divergentes de Moltmann (del monoteísmo monárquico al concepto trinitario de Dios y la teología política de la cruz) y Metz (crítica a la privatización de la fe, relaciones Iglesiamundo y dialéctica de teoría y praxis) para encontrar dichos caminos, en medio de la crisis posterior a las dos guerras mundiales. Por último, Roldán hace una relectura latinoamericana, crítica y comprometida de lo que representó el congreso de 116

Edimburgo en la visión misionológica: pasar de la exclusión al protagonismo, advierte, es un salto cualitativo nada despreciable, sobre todo porque hoy el futuro de la Iglesia y de las misiones ya no depende de las coyunturas del llamado Primer Mundo sino de los desarrollos cristianos en los países que antes fueron colonias y que ahora están despegando en una labor misionera inconcebible hace 100 años. Para él, la misión, concebida como sumarse a la labor del Dios trinitario en su esfuerzo de auto-manifestación, ya no puede ser excluyente ni ajena a los contextos socio-culturales, religiosos o políticos de las sociedades actuales. América Latina está hoy a la vanguardia de las misiones. Con todo este contenido, al que poca justicia hace este prólogo, el presente volumen viene a mostrar la madurez de su autor y su capacidad para comunicar, con una terminología intensa y clara, algunos de los debates teológicos actuales. Celebremos su aparición con una lectura atenta y comprometida. México, D.F., 12 de enero de 2011


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C.

NNOOTTIICCIIAASS YY NNOOTTAASS VVAARRIIAASS  E EL LE EC CC CIIÓ ÓN ND DE ER RE EC CT TO OR RM MA AR RC CA AU UN NA A N NU UE EV VA AE ET TA AP PA AE EN NL LA AC CO OM MU UN NIID DA AD D T TE EO OL LÓ ÓG GIIC CA AD DE EM MÉ ÉX XIIC CO O H u g o G a l l a r d o D u a r t e Hugo Gallardo Duarte Luego de un tiempo de búsqueda de la persona idónea para dirigir la Comunidad Teológica de México (CTM) el pasado 12 de enero se presentó formalmente, como rector de esa institución, al Rev. Dan González Ortega, con el beneplácito del consejo directivo, de personal académico y administrativo de las diferentes instituciones que la integran y sostienen. Con palabras de bienvenida del presidente del consejo directivo, Rev. José Alcántara Mejía, se dio el anuncio formal del inicio de labores del Rev. Dan González Ortega quien, a su vez, expresó el compromiso para cumplir con el plan trazado por el consejo directivo de la CTM, un plan que se espera marque un parte aguas en esta institución teológica de larga historia y tradición. La elección del actual rector se logró con el acuerdo unánime de los integrantes del consejo directivo al considerar que en la persona de González Ortega residen cualidades como son juventud, experiencia ecuménica e interreligiosas y preparación académica, cualidades que apuntan a dar lugar para una nueva época que consolide a la Comunidad Teológica de México como una de las más importantes instituciones teológicas en México y América Latina. ALC Noticias, 18 de enero de 2011

 FFO OR RO OA AFFIIR RM MA AQ QU UE EL LO OSS M MO OD DE EL LO OSS D DE E IIN NT TE EG GR RA AC CIIÓ ÓN N SSO ON NH HE ER RR RA AM MIIE EN NT TA ASS D DE ED DO OM MIIN NA AC CIIÓ ÓN N La declaracion surgió durante el Foro Caribeño del que participaron representantes de las iglesias de Venezuela, Colombia,

Panamá, República Dominicana, Puerto Rico y Cuba. La organización estuvo a cargo de AIPRAL y CLAI. Se realizó en Caracas del 14 al 17 de Mayo el Foro Caribeño de Integración con la presencia de representantes de las iglesias de Venezuela, Colombia, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico y Cuba. El encuentro fue organizado por la regional Caribe y Gran Colombia por medio del Programa Fe, Economía y Sociedad del CLAI y por el Departamento de Cooperación y Testimonio de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL). El objetivo del encuentro fue analizar los modelos de integración como TLC y ALCA y compartir experiencias alternativas de integración en la región. Muchos ha acontecido desde la aparición de las propuestas de integración económica continental auspiciadas por los Estados Unidos, a saber: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y los Tratados de Libre Comercio sub-regionales (TLC-Centroamérica y República Dominicana) y nacionales (TLC Costa Rica-EE.UU., TLC Perú-EE.UU). El objetivo de esta propuesta ha sido planteado con total candidez por Colin Powell, ex Secretario de Estado de la administración republicana de George Bush, afirmando: "Nuestro objetivo con el ALCA es garantizar para las empresas americanas el control de un territorio que va del Ártico hasta la Antártica y el libre acceso, sin ningún obstáculo o dificultad, a nuestros productos, servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio." Otras propuestas han nacido desde el corazón de los propios pueblos. Desde los primeros líderes independentistas a principios del siglo XIX hasta los más recientes del siglo XX, se ha asistido al planteamiento de proyectos tales como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio -ALALC-, la Comunidad Andina de Naciones, el Mercado Común Centroamericano, la Comunidad del Caribe –CARICOM y el Mercado Común del Sur– MERCOSUR. Sin negar el valor y los avances contenidos, algunos de estos proyectos han sido más una sumatoria de países bajo la égida de Washington que una genuina integración. Luego del surgimiento de propuestas como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), el Banco del Sur y el Fondo del Sur, entre otras, se asisten a otros procesos en los que se plantea una integración basada en la identidad, historia, pensamiento e intereses socioeconómicos, políticos y culturales de Latinoamérica. Las iglesias protestantes, evangélicas y pentecostales en este continente han reflexionado sobre temas socioeconómicos a partir del compromiso con el Dios de la Vida y con la unidad del pueblo latinoamericano y caribeño. Desde CLAI y AIPRAL se han redactado documentos,

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. auspiciado conferencias, creado materiales educacionales y promovido diferentes instancias de participación, formación y diálogo hacia la búsqueda de alternativas que promuevan esa integración latinoamericana y caribeña que propenda a la justicia social y la unidad de nuestros pueblos. El Foro Caribeño tratará de reunir materiales de uso comunitario para tratar el tema en las iglesias y organismos ecuménicos. ―Ese es uno de los principales objetivos del Forum: esforzarnos por conseguir alcanzar a los grupos en las iglesias con diferentes materiales para que se pueda desarrollar la reflexión desde la lectura de la Biblia acerca de temas que aunque parezcan solamente económicos, sí tienen mucho de justificación teológica. Y nuestro compromiso según el Dios de la Vida es con la vida. Por eso, debemos estar vigilantes en relación a todo que pueda afetar el desarrollo de la vida en todas sus expresiones‖ dijo el pastor Santiago Flores de El Salvador, coordinador del Departamento de Cooperación y Testimonio de AIPRAL.

ALC/CLAI, Caracas, 20 de mayo de 2008

 V VIISSIIT TA AA AL LA ASS O OFFIIC CIIN NA ASS D DE EL LA A C O M U N I Ó N M U N D I A L D E I G L COMUNIÓN MUNDIAL DE IGLE ESSIIA ASS R RE EFFO OR RM MA AD DA ASS El día 18 de junio del presente, una delegación de nuestra Iglesia Nacional Presbiteriana de México compuesta por el presidente de la Asamblea General, presbítero Danny Ramírez Celis, el rector del Seminario Teológico Presbiteriano de México, presbítero Isaac López Jiménez y el director del Instituto Juárez, licenciado Porfirio Camarillo Vázquez, hicieron una visita a las oficinas de la CMIR con sede en Ginebra, Suiza; con el fin de estrechar los lazos fraternales con esta organización a la cual pertenecemos, pero también presentar algunos proyectos para ser respaldados por esta organización. Fueron recibidos por el Dr. Douwe Visser quien es el Secretario Ejecutivo de Teología, Misión y Comunión de la CMIR. www.presbiterianosag.com.mx

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 JJO OSSÉ ÉD DA AV VIID DR RO OD DR RÍÍG GU UE EZ Z JJR R..,, N NU UE EV VO O R E C T O R D E L I N S T I T U T O RECTOR DEL INSTITUTO U UN NIIV VE ER RSSIIT TA AR RIIO O IISSE ED DE ET T El actual rector del Instituto Universitario ISEDET, pastor Pablo R. Andiñach, remitió un comunicado dirigido a las Iglesias miembros, a los organismos ecuménicos amigos del ISEDET; a los estudiantes; a los hermanos y hermanas desparramados por el mundo relacionado con la elección del nuevo rector de esa institución que se reproduce textualmente. ―La Asamblea del ISEDET eligió el sábado pasado al doctor José D. Rodríguez para ejercer la función de rector por un nuevo período de cuatro años. Es para mí un gusto ser sucedido por el doctor Rodríguez a quien conozco y sé de sus condiciones y capacidad tanto académica como de gestión. No dudo que su presencia en nuestra casa será de beneficio para todos los que trabajamos aquí y hacemos el esfuerzo de -aún en condiciones adversas- buscar la forma de llevar adelante nuestra tarea. El doctor Rodríguez hasta el momento se ha desempeñado como Profesor de Teología Sistemática en los Estados Unidos y pertenece a la Iglesia Evangélica Luterana de ese país, cuyo vínculo entre nosotros es la Iglesia Evangélica Luterana Unida. De más está decir que he vivido estos cuatro años de rectorado como un gran desafío y que he sentido que la inmensa mayoría de ustedes han sido de gran ayuda para lograr que las cosas que se hicieron hayan llegado a concretarse. Sin duda que quedan muchas por hacer y mejorar y esa es la tarea que tenemos por delante. Pero quiero agradecerles sinceramente a aquellos que mostraron su mejor voluntad para resolver los problemas y encontrar las salidas a situaciones a veces muy complicadas y difíciles. Siempre he sentido en las distintas instancias de la casa la colaboración, el apoyo y la palabra frontal que tanto bien nos hace. Creo no haberlos defraudado y quiero que sepan que también lamento aquellas cosas que no salieron bien o que simplemente deseamos hacer y no pudieron concretarse.


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 40-41, ENERO-JUNIO DE 2011 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. El doctor Rodríguez asumirá sus funciones en una fecha a acordar que esperamos sea lo antes posible y que les comunicaré en cuanto pueda hacerlo‖. José David Rodríguez es oriundo de Puerto Rico, pero reside actualmente en Chicago, EU. Ordenado en 1975 sirvió en diversas iglesias de su país natal y de EE.UU. En el nivel de la enseñanza teológica ha estado relacionado, entre otras instituciones de enseñanza teológica, con el Seminario Evangélico de Puerto Rico y la Comunidad Teológica de México. Está casado con Kathryn Baker, y tienen una hija Taína, un hijo, David, y tres nietos Víctor Joel, Felipe José y Jonathan. Prensa Ecuménica, 18 de abril de 2011/ ALC Noticias, 19 de abril de 2011

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