LA EXPERIENCIA COTIDIANA prueba que en este
valle de lágrimas —como San Bernardo califica la existen-
cia terrena del hombre— todo lo que nos alegra es inesta-
ble. De ahí lo adecuado, o mejor dicho, lo necesario que
es para cada hombre pedir insistentemente al Creador y
Redentor que lo proteja, lo favorezca y lo ayude a llevar
adelante la terrible batalla espiritual y temporal que marca
su peregrinaje por esta tierra.
Esto es justamente lo que hace el P. Thomas de Saint Lau-
rent en su Libro de la Confianza. La obra, que fluye con un
lenguaje rico en unción sobrenatural, enseña al lector qué
es la confianza, cómo se la debe practicar, y los beneficios
morales que de ella derivan.