El escritor aspira a ser un pequeño Dios para tener una mirada vasta y panorámica del mundo al que ha dado vida. Al mismo tiempo es su propio Dios en el sentido en que busca su destino, y su forma particular y única de crear. Esos son algunos de los pilares que se trabajaron en el taller El arte de la escritura. La idea de encontrar un modo particular de abordar nuestras historias, cobra vida en los cuentos que conforman esta antología (junio-agosto de 2018).