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TRANSPORTE Y MOVILIDAD SOSTENIBLE:
El transporte público para la humanidad se constituye en el medio para desplazarse, llegar al destino y lugar de residencia; además, a los viajeros les proporciona disponibilidad, horarios y variedad de rutas. Por su parte, las empresas prestadoras del servicio están sujetas a intervenciones de organismos públicos, es decir entes gubernamentales, que regularizan el porvenir e integridad de la comunidad.
El manejo del transporte urbano se basa en el uso de combustibles, los cuales llevan energía al automotor, pero, con los constantes recorridos, los carburantes y maquinaria comienzan a deteriorarse y de este modo a generar contaminación producto de los gases, que van esparciendo dentro del ambiente externo produciendo de esta manera, afectaciones respiratorias hacia las personas y lugares.
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A raíz de esta situación dentro de los parámetros establecidos en los Objetivos del Desarrollo Sostenible se instituyó la vida digna y buen uso de los recursos naturales, para las industrias, resaltando no solamente los entornos empresariales, sino también en medios de transportes para así proporcionar una salubridad a la ciudadanía, quienes utilizan el sistema masivo. Del mismo modo, el Secretario de la ONU António Guterres, resaltó en una charla en noviembre del 2021 lo siguiente: “El transporte, que representa más de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, es clave para ir por el buen camino. Debemos descarbonizar todos los medios de transporte para llegar a cero emisiones netas en 2050 en todo el mundo”. Con esto quiso decir que los gobernantes de todas las naciones deben realizar acciones encaminadas al mejoramiento de la movilidad y transporte tanto en ciudades como zonas rurales.
Ante esto, otro de los factores a controlar es el estilo de desplazamiento donde aparece la Movilidad Sostenible, consistente en una agrupación de acciones, que buscan el uso eficiente de los medios de transporte, disminuir la cantidad de vehículos de circulación constante produciendo afectación al ambiente, y del mismo modo, crear conciencia de impacto.
Para el caso de Colombia, un informe realizado en agosto de 2021 detalló cómo para los próximos nueve años se debe mostrar el impacto obtenido sobre la importancia de la movilidad sostenible y, a la vez, el avance de la adquisición de carros mixtos y automáticos en el país. Asimismo, el estudio detalló que, en tiempos anteriores, se han generado estrategias en la implementación de la tecnología enfocada en la nulidad y reducción de emisiones tóxicas, mediante la vinculación de la Ley 1964 de 2019 consistente en utilizar vehículos sistemáticos libres de combustible; ofreciendo de este modo, bondades arancelarias, impuestos, traslado sin límite e incluso promover que otras regiones de la nación, se acojan a este planteamiento.
Hoy día, ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, han diseñado iniciativas que han logrado las cifras que expuso el Ministerio de Transporte en el año 2022 donde se encontraban suscritos ante el RUNT 3795 autos eléctricos en la capital colombiana, 2494 en Medellín y 469 en Cali. Otras zonas del país, ya realizaron la conversión; de la misma forma, para implementar la utilización del caballito de acero como una segunda opción.
