18/2/2019
ebiblox
CON DISTINTAS VOCES La política como problema educativo La política ha dejado de ser un instrumento de solución de problemas para convertirse en una fuente de ellos. La educación no es ajena a esta situación.
Juan A. Gómez Trinidad Miembro Titular del Consejo Escolar del Estado
¿Es necesario un pacto educativo? Si lo fuera, ¿es posible hoy día? Y si no fuera posible, ¿qué se puede y debe hacer? Con estas preguntas terminaba mi artículo anterior tras explicar por qué era necesario legislar urgentemente sobre algunas cuestiones tales como la supresión de las reválidas, y por qué no es acertado el anteproyecto de reforma de la LOMCE en la medida que aborda temas que no son nucleares para la mejora de la educación y olvida otros urgentes e importantes como es el profesorado. A la primera pregunta, respondo que, si bien sería conveniente, no es en absoluto necesario en estos momentos y ello por dos razones. La primera razón es que existe ya un pacto constitucional sobre el que se asientan las leyes educativas actuales –todas, desde la LODE y la LOGSE, tienen un aire de familia en común como puse de manifiesto en el anterior artículo-. Lo que no esté en ese pacto, puede ser fruto de acuerdos sectoriales que no afectan al núcleo del sistema educativo. La segunda razón es que no se ha dado en ningún país del entorno un pacto educativo similar al que se pretende dar en España. Lo que se ha dado y se da es un cierto respeto hacia el sistema educativo de tal modo que no se convierta en asunto de debate y lucha política. Derivado de ello, se produce una cierta estabilidad legislativa. Respecto a la segunda pregunta, ¿es posible un pacto de estado educativo?, respondo como optimista bien informado: hoy día el pacto de Estado en materia de educación no es posible. Quien esto escribe fue uno de los participantes en el intento de pacto del exministro Gabilondo donde alcanzamos un alto grado de acuerdo, si bien no llegó a cuajar en un pacto global. El conocimiento de lo que ocurrió entonces, más lo que ha ocurrido recientemente en el pacto abortado por el PSOE, así como la situación política actual, me permite afirmar que hoy ni siquiera sería posible el pacto constitucional si hubiera que reeditarlo. La razón es la ausencia de un proyecto de vida en común que exija los sacrificios de los intereses políticos partidistas, tal como lo hicieron los padres de la Constitución, los partidos a los que representaban y el pueblo español. Por lo tanto, el problema no es de la educación, sino previo, si se me permite decirlo es pre-político. Da la impresión de que no existen unas creencias comunes sobre las que podamos anclar el proyecto político de vida en común. Nos agarramos como tabla de salvación a la Constitución, y por ello es peligroso desmontar en estos momentos ese salvavidas. http://www.ebiblox.com/Reader/Reader/Home
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