Revista Llámpara 7

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NÚMERO 07- 2016



“Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo.” Proverbio africano.


LINEA EDITORIAL Esta revista pretende ser la voz de la Asociación Cultural Llámpara, entidad sin ánimo de lucro que surge en el año 2003 ante la necesidad existente de estudiar, salvaguardar, dar a conocer y poner en valor mediante nuevos usos un rico patrimonio histórico y cultural a menudo olvidado por la mayoría: el Patrimonio Industrial. Llámpara trata de recuperar, analizar, difundir y preservar la memoria colectiva de nuestro pasado y el valor sociocultural, arquitectónico, artístico y laboral que muchos edificios industriales han tenido hasta hace no muchos años y que en la actualidad se encuentran relegados al olvido, siempre teniendo en cuenta una posible reutilización adaptada a los nuevos tiempos. Llámpara encuentra prioritaria la labor sensibilizadora a desarrollar a través de diversos medios, entre ellos, y uno de los más importantes, la edición de una revista que permita dar a conocer, estudiar y difundir el patrimonio industrial en todas sus dimensiones y a todos los públicos. De la misma manera también deseamos conectar con el público especializado, convertir la revista en un foro de debate y presentación de las últimas iniciativas y temáticas relacionadas con el Patrimonio Industrial. Pretendemos una revista de calidad y atractiva, accesible para todo tipo de lector, visual, dinámica, que permita abarcar el Patrimonio Industrial desde múltiples puntos de vista para llegar así tanto al público más especializado como al ciudadano de a pie.

patrimonio industrial

Edita: © Asociación Llámpara. Patrimonio Industrial Teléfono: 0034 665565836 www.llampara.org | revistallampara@llampara.org llamparas.blogspot.com.es Dirección Mónica López Sánchez. Asociación Llámpara Coordinación Mª Dolores Palazón Botella. Universidad de Murcia y Asociación Llámpara Carmen Hidalgo Giralt. Universidad a Distancia de Madrid y Asociación Llámpara Consejo Editorial Luis Santos y Ganges. Instituto Universitario de Urbanística, Universidad de Valladolid José Luis Lalana Soto. Instituto Universitario de Urbanística, Universidad de Valladolid Guillermo Rivilla Marugán. Asociación Llámpara Pablo Sánchez Pérez. Asociación Llámpara Héctor Cantalapiedra Sigüenza. Asociación Llámpara Consejo Asesor María Griñán Montealegre. Profesora Titular, Directora Dpto. Hª del Arte. Universidad de Murcia Jesús I. San José Alonso. Profesor Titular, ETS de Arquitectura. Universidad de Valladolid Antonio Palacios Garcia. Profesor contratado doctor, Universidad Autónoma de Madrid Raúl Mario del Toro Matamoros. Doctor investigador contratado, Centro de Automática y Robótica, CSIC-UPM António Camões Gouveia. Professor Auxiliar, Faculdade de Ciências Sociais e Humanas, Universidade Nova de Lisboa Josep Maria Pey Cazorla. El Generador Proyectos Turísticos y Culturales Gestión económica: José Carlos Neches Fernández. Asociación Llámpara Indización y referencias bibliográficas: Paula Valderrey de Prado. Documentalista. Banco de España Traducción y revisión idiomática: Lucía Martínez Sebastián. Archivera Comisión Europea Dirección de arte: Carlos de Miguel García. Profesor, ESI Escuela de Diseño Valladolid Diseño y maquetación: www.atypico.es Secretaría: Ana Torres Guirao. Asociación Llámpara Foto de portada: © Benigno Bollo “Cementera. Venta de Baños”. Fe de errata: En la ficha bibliográfica de la Revista nº 6 la periodicidad que debe aparecer es Bienal.

EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA.

LLÁMPARA: Patrimonio industrial. – N. 7 (2016)– Valladolid: Asociación Llámpara, 2016. v.; 76 p. 30 cm. Bienal DL S-172-2008 ISSN 1888-4784 1. Patrimonio Industrial I. Asociación Llámpara


normas

El período de recepción de trabajos para cada nº bienal (siempre años pares) finaliza el 31 de diciembre del año impar previo; los trabajos presentados fuera de ese plazo quedarán en evaluación de cara a siguientes números. Los textos deberán ser remitidos en formato procesador de textos compatible, a la dirección de correo electrónico revistallampara@llampara.org recibiendo, en todo caso, acuse de recibo del mismo (si no fuera así, por favor, contacte de nuevo con la revista). En el campo Asunto del correo electrónico se deberá indicar “Propuesta publicación en Revista”. La Revista es de difusión científica destinada a un público general por lo que se pueden publicar tanto trabajos originales como adaptaciones divulgativas de trabajos científicos publicados en otros medios destinados específicamente a la comunidad científica. En este último caso, se deberá hacer constar claramente, además de incluir la referencia bibliográfica a la publicación anterior. Los textos serán evaluados por la Coordinación y el Consejo Editorial, pudiendo recurrir a evaluadores externos cuando se considere necesario. Estos evaluadores podrán pertenecer al Consejo Asesor o a expertos ajenos a la Revista. SECCIONES: “ARTÍCULOS DE DIFUSIÓN CIENTÍFICA” y “PROYECTOS” Extensión y formato del texto: • Extensión máxima 7.000 palabras; 15 págs. incluyendo ilustraciones/cuadros/ gráficos y bibliografía/referencias /notas en formato DIN-A4. Tamaño 11 puntos en letra Verdana, interlineado 1,5. Notas y citas bibliográficas al final del texto en tamaño 10. • Se aceptarán textos en castellano, inglés, francés, italiano y portugués. • El título irá en negrita (idioma utilizado, español e inglés) a tamaño 14 puntos, haciendo referencia brevemente a los contenidos del artículo. Los apartados en el texto se titularán en minúscula y en negrita con numeración hasta tres niveles (por ejemplo: 1., 1.1. y 1.1.1.). La primera línea de cada párrafo iniciará con una sangría de un centímetro. • Debajo del título y los autores se incluirá un resumen de 150 palabras así como cinco palabras clave en orden alfabético (máximo en ambos casos). Tanto el resumen con las palabras clave se escribirán en inglés y castellano. Datos de autores: Aparecerán debajo del título en el orden que deseen ser citados. Los textos irán acompañados del nombre, dirección, teléfono, correo electrónico y centro donde desarrolle su actividad el autor. SECCIÓN: “ENTRECOMILLAS” (Breves) Extensión y formato del texto: • Extensión máxima del texto de 4 páginas incluyendo ilustraciones, cuadros, gráficos y bibliografía en formato DIN-A4, con tamaño 11 puntos en letra Verdana, interlineado 1,5. Notas y citas bibliográficas al final del texto en tamaño 10. El título irá en negrita (en español y en inglés) tamaño 14 puntos, haciendo referencia brevemente a los contenidos del artículo. Los apartados en el texto se titularán en minúscula y en negrita. • Debajo del título y los autores se incluirá un resumen de 100 palabras así como cinco palabras clave en orden alfabético (máximo en ambos casos). Tanto el resumen con las palabras clave se escribirán en inglés y castellano. Datos de autores: Aparecerán debajo del título en el orden que deseen ser citados. Los textos irán acompañados del nombre, dirección, teléfono, correo electrónico y centro donde desarrolle su actividad el autor.

PATRIMONIO INDUSTRIAL | 3


SECCIONES: “MIRADAS SOBRE NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL” y “MIRADAS DESDE LA RED” Extensión y formato del texto: • Extensión máxima del texto de 4 páginas incluyendo ilustraciones, cuadros, gráficos (2 como mínimo) y bibliografía en formato DIN-A4, con tamaño 11 puntos en letra Verdana, interlineado 1,5. Notas y citas bibliográficas al final del texto en tamaño 10. Título en negrita tamaño 14, haciendo referencia brevemente a los contenidos. Si se incluyen apartados en el texto se titularan. • Debajo del título y los autores se incluirá un resumen de 100 palabras así como cinco palabras clave en orden alfabético (máximo en ambos casos). Tanto el resumen con las palabras clave se escribirán en inglés y castellano. • En el caso de “Miradas sobre nuevos usos”, debajo del nombre del autor se incluirá su ubicación (lugar, provincia, país, coordenadas UTM, año de apertura y año de cierre). Datos de autores: Aparecerán debajo del título en el orden que deseen ser citados. Los textos irán acompañados del nombre, dirección, teléfono, correo electrónico y centro donde desarrolle su actividad el autor. REFERENCIAS EN EL TEXTO, NOTAS, CITAS BIBLIOGRÁFICAS Y BIBLIOGRAFÍA • Las palabras caracterizadas por algún motivo dentro del texto irán con comillas altas dobles (“ ”), en cursiva las escritas en otro idioma, los títulos de libros, periódicos, revistas, películas, congresos o los nombres de empresas comerciales (Renfe). Los guiones de texto serán medios (– –), reservándose los cortos sólo para las fechas o palabras compuestas (1936-1939), sin utilizar en ningún caso los largos o bajos. • Las citas textuales dentro del texto irán con comillas altas (“”). Sólo cuando superen las tres líneas irán en cuerpo distinto del texto, en letra tamaño 10, donde las citas internas se harán con comillas altas simples (‘ ’), las omisiones o las explicaciones externas entre corchetes con tres puntos […] o texto [sic]. Los cuadros y gráficos deben presentarse numerados y en buenas condiciones de reproducción en blanco/ negro. • Las citas textuales dentro del texto se indicarán con el nombre del autor en minúscula, el año de la obra y las páginas. • Se ruega no incluir espacios previos o sucesivos suplementarios en ningún caso; no abusar de las numeraciones en los distintos apartados dentro del texto; poner los números volados o índices de remisión (1) antes y no después de los signos de puntuación. • Las notas irán al final del texto, serán referenciadas en el texto y al final siguiendo este esquema (1) (2), que se escribirá a mano, sin utilizar la opción e notas de los procesadores de texto. • Las fuentes de información y bibliografía irán al final del texto, detrás de las notas (si las hubiese). Las normas a seguir para la bibliografía serán la UNE 50-104-94 y la ISO 690-2, tal como se sugiere: Monografías: • APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). Título de la obra. Lugar de impresión: Editorial, página/s de referencia (p/pp.) si las hubiere.

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APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). Título de la obra [en línea]. Lugar de impresión: Editorial, (pp.), dirección web, [consulta: dd/mm/aa]. Artículos en publicaciones periódicas: APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). “Título del artículo”, Título de la revista, vol., nº mes/año, páginas del artículo (pp.) APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). “Título del artículo”, Título del periódico, fecha completa, páginas. APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). “Título del artículo”, Título de la revista [en línea], vol., nº mes/año, páginas del artículo (pp.), (dirección web) [consulta: dd/mm/aa]. Participación en obra colectiva: APELLIDOS, Nombre entero del autor, (año). “Título del artículo”, en APELLIDOS, Nombre del autor/es (comp./ed./ coord./y otros), Título de la obra. Lugar de impresión: Editorial, páginas del artículo (pp.). Documentación de archivo: APELLIDOS, Nombre entero del autor (si existe), Título del documento (si existe), fecha; Archivo o Centro de investigación (siglas – que se usarán en lugar del nombre completo si fuese necesario repetirlo), Fondo o nombre de la colección, caja o localización, expediente. [Fecha de consulta en formato dd/mm/aa]. REQUISITOS PARA LAS IMÁGENES • Resolución: 300 ppp (pixeles por pulgada). • Formato: JPG • Modo: escala de grises preferiblemente (la publicación va en blanco y negro) o color. • Tamaño: a partir de 5 megabytes cada imagen, imágenes a página completa (A4) 25 megabytes. Las imágenes deben incluir un pie de foto con la siguiente información y formato: Título / Autor. Fecha. Localización Título: deberá ser una frase corta y descriptiva de la imagen o el título exacto en el caso de que la imagen lo tenga. Autor/es: el nombre del autor o la palabra “Autor/a” si es el mismo que el del texto. Fecha: si se conoce se pondrá exacta (ej. 1/01/2011 ó 2011 si solo se sabe el año), si es aproximada se referenciará acompañada de aprox., circa., en torno a; si no se conoce se indicará “fecha desconocida”. Localización: el lugar que representa. Si la fotografía se custodia en un centro (archivo, institución, etc.) se indicará el nombre del centro y la signatura de consulta si la tuviese.

* Pueden consultar los pies de foto del nº 4 de la Revista como modelo. ** Los autores asumen la responsabilidad de tener la autorización y permisos necesarios para publicar las imágenes. La Revista Llámpara no se hace responsable de las gestiones a realizar para solicitar las autorizaciones para publicar las imágenes ni de los errores que los autores puedan cometer en este sentido.


contenido

11 Editorial 16 Campamentos petroleros enapinos en el Fin del Mundo: un ejercicio de patrimonio industrial en Chile. PÍA ACEVEDO MÉNDEZ. CARLOS ROJAS SANCRISTOFUL

El descubrimiento de petróleo en Chile no sólo significó las posibilidades de explotar un recurso económico trascendental en la región de Magallanes, sino que también la transformación urbanística y social más grande que ha experimentado Tierra del Fuego desde el hallazgo de oro a finales del siglo XIX. Actualmente, debido a la modernización en los sistemas de explotación petrolera, parte de esta infraestructura se encuentra abandonada, sin embargo su riqueza cultural, social y arquitectónica dan cuenta de un proceso único en el país que podría ser relevado como patrimonio industrial, a pesar de que la legislación chilena no cuente con programas específicos destinados a la protección de este tipo de espacios. Para subsanar esta carencia desde el 2013 se vienen desarrollando algunos ejercicios en la zona tendientes a la protección y conservación de los asentamientos petroleros magallánicos y la experiencia de sus trabajadores considerando la tipología de patrimonio industrial. Palabras clave: Patrimonio industrial, ENAP, campamentos Enapinos, Tierra del Fuego.

26 El patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller, Asturias (1895-1968) Mª DEL MAR DÍAZ GONZÁLEZ

En Asturias, el número de industrias que sustentaron su actividad económica sobre la explotación de la hulla ha sido muy extenso. En efecto, la minería ha constituido un verdadero motor para el desarrollo de la economía regional. En el siglo XIX, se asiste a la fundación de muchas compañías para la extracción del carbón de piedra, en tanto que fuente de energía básica. Las acciones de las compañías mineras asturianas son documentos de primera magnitud para el estudio de los criaderos. Ciertamente, desde su fundación en 1895, la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara ha sido una de las que más impronta ha dejado en la cuenca del Aller entre las numerosas sociedades mineras formalizadas en Asturias. Desde ese momento, los alleranos convivieron con las explotaciones de la SIA y, en cuanto a los vestigios mineros y sociales, esta compañía ha salpicado el paisaje con unas huellas aún indelebles. Palabras clave: Acciones mineras, economía, hulla, patrimonio, minería. 36 Proyectos. Las cocheras De Cuatro Caminos. Un proyecto integral de Patrimonio Industrial ÁLVARO VALDÉS MENÉNDEZ La Plataforma Salvemos Cuatro Caminos lucha por la conservación de las cocheras históricas de Metro de Madrid en Cuatro Caminos. Son unas instalaciones ferroviarias construidas por el famoso arquitecto Antonio Palacios, y uno de los escasos vestigios del Metro original inaugurado en 1919. A pesar de su indudable valor histórico y arquitectónico están amenazadas de demolición por un plan urbanístico. Hemos conseguido rescatar del olvido estas construcciones a través de un riguroso proceso de documentación e investigación. Visibilizar la existencia de este patrimonio es el mejor medio de concienciar a la ciudadanía de la importancia de su conservación para acoger a un futuro Museo de Metro. Palabras clave: Patrimonio industrial, Cuatro Caminos, Metro, Madrid, cocheras, Antonio Palacios 48 EntreComillas (Breves) Entrevista a Henryk Handszuh del International Documentation and Research Centre on Industrial Heritage for Tourism (IDRC – IHT), Polonia

JAVIER DÍAZ

Economista de formación, Henryk Handszuh es especialista en la historia industrial de la región de Silesia (Polonia). Trabajó hasta 1984 como guía turístico, posteriormente fue colaborador del Instituto de Investigaciones Turísticas en Varsovia, funcionario de la Administración Nacional de Turismo y Secretario de la Comisión de Turismo Internacional de los países miembros del Consejo de Ayuda Económica Mutua (CMEA).


contenido

54 Miradas sobre nuevos usos del Patrimonio Industrial. El centro de recreo de la SNIACE: de espacio de sociabilidad obrera a archivo municipal y hemeroteca SARA DEL HOYO MAZA

El Meatpacking District de Copenhague CARMEN HIDALGO GIRALT

62 Miradas desde la red.

• Colectivo Proyecto Arrayanes: La lucha por mantener la identidad. Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA

• Memoria Chilena, portal de la cultura de Chile.

LLÁMPARA

67 Actividades. 69 Galería.

“Fábricas“. Benigno Bollo.

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“If you want to go fast, go alone. If you want to go far, go together.� African proverb.


EDITORIAL LINE This magazine tries to be the loudspeaker of Llámpara Cultural Association, non profit organisation created on 2003 to avoid the need of investigation, protection, dissemination and valorisation of a forgotten cultural heritage: Industrial Heritage. Llámpara tries to recover, analyze, disseminate and preserve the collective memory of our recent past and the socio-cultural, architectonical, artistic and laboral value of a lot of industrial buildings. Nowadays these buildings could be really importance due to the possibilities offered to the society, who need to recover part of its past. Llámpara´s main aim is to sensitize society about the real value of Industrial Heritage. The association uses many channels to achieve this aim, but the most important one is this magazine, that allows us to promote, study and disseminate all dimensions of industrial heritage to the general public. At the same time, Llámpara also wants to connect with the specialized public, trying to make this magazine as an important debate forum presenting the last projects and initiatives linked to industrial heritage. Llàmpara´s magazine hopes to become an accessible, dynamical, visual, attractive and high quality publication, allowing the reader (specialized or not on the matter), have a wide look on Industrial Heritage.

Published by: © Asociación Llámpara. Patrimonio Industrial Phone: 0034 665565836 www.llampara.org | revistallampara@llampara.org llamparas.blogspot.com.es Director Mónica López Sánchez. Asociación Llámpara Editors Mª Dolores Palazón Botella. Universidad de Murcia y Asociación Llámpara Carmen Hidalgo Giralt. Universidad a Distancia de Madrid y Asociación Llámpara Editorial Board Luis Santos y Ganges. Instituto Universitario de Urbanística, Universidad de Valladolid José Luis Lalana Soto. Instituto Universitario de Urbanística, Universidad de Valladolid Guillermo Rivilla Marugán. Asociación Llámpara Pablo Sánchez Pérez. Asociación Llámpara Héctor Cantalapiedra Sigüenza. Asociación Llámpara Advisory Council María Griñán Montealegre. Profesora Titular, Directora Dpto. Hª del Arte. Universidad de Murcia Jesús I. San José Alonso. Profesor Titular, ETS de Arquitectura. Universidad de Valladolid Antonio Palacios Garcia. Profesor contratado doctor, Universidad Autónoma de Madrid Raúl Mario del Toro Matamoros. Doctor investigador contratado, Centro de Automática y Robótica, CSIC-UPM António Camões Gouveia. Professor Auxiliar, Faculdade de Ciências Sociais e Humanas, Universidade Nova de Lisboa Josep Maria Pey Cazorla. El Generador Proyectos Turísticos y Culturales Economic management: José Carlos Neches Fernández. Asociación Llámpara Indexing and citations: Paula Valderrey de Prado. Documentalista. Banco de España Translation: Lucía Martínez Sebastián. Archivera Comisión Europea Art director: Carlos de Miguel García. Profesor ESI Escuela de Diseño Valladolid. Design and layout: www.atypico.es Secretary: Ana Torres Guirao. Asociación Llámpara Cover page image: © Benigno Bollo “Cementera. Venta de Baños”. Errata: In the bibliographical data sheet of the Magazine nº 6 the periodicity that must appear is Biennial.

FREE COPY. NOT FOR SALE

LLÁMPARA: Patrimonio industrial. – N. 7 (2016)– Valladolid: Asociación Llámpara, 2016 . v.; 76 p. 30 cm. Bienal DL S-172-2008 ISSN 1888-4784 1. Patrimonio Industrial I. Asociación Llámpara patrimonio industrial


contents

11 Editorial 16 ENAP oil camps in the end of the world: an exercise of industrial heritage in Chile. PÍA ACEVEDO MÉNDEZ. CARLOS ROJAS SANCRISTOFUL

The discovery of oil in Chile meant not only the possibility of exploiting a major economic resource in the region of Magallanes, but also the largest urban and social transformation experienced in Tierra del Fuego since the discovery of gold in the late nineteenth century. Currently, part of this infrastructure has been abandoned due to the modernization of the oil exploitation systems. However, its cultural, social and architectural richness explains a unique process in the country that could be released as industrial heritage, despite the lack of specific programs to protect such spaces in Chilean law. To fill this gap, some exercises have being developed in the area since 2013, intending to protect and preserve the oil Magellan settlements and the experiences of its employees, taking also into account the type of industrial heritage. Key words: Industrial heritage, ENAP, oil company towns enapinos, Tierra del Fuego.

26 The mining heritage of Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara in the Council of Aller, Asturias (1895-1968) Mª DEL MAR DÍAZ GONZÁLEZ

In Asturias, the number of industries that based his business on the exploitation of coal has been extensive. In fact, mining has been a real engine of the development of regional economy. In the nineteenth century, there is the foundation of many companies for the extraction of coal, as a source of basic energy. The shares of Asturian mining companies are documents of first magnitude for the study of the mining operations. Indeed, since its founding in 1895, the Sociedad Industrial Asturiana Santa Barbara has made its mark in the basin of Aller, being one of the most important among the many mining companies in Asturias. Since then, the alleranos have lived together with the SIA mining operations and, regarding the miners and social vestiges, this company has dotted the landscape with still indelible traces. Key words: Mining obligations, economy, coal, mining heritage.

36 Proyects. The railway depots of Cuatro Caminos. A comprehensive project of industrial heritage

ÁLVARO VALDÉS MENÉNDEZ Civic platform Salvemos Cuatro Caminos pursues the preservation of Metro de Madrid historic Depots at Cuatro Caminos. These railway facilities were built by the famous architect Antonio Palacios and are one of the few vestiges of the original underground opened in 1919. Despite its undoubted historical and architectural value they are threatened of demolition by a real estate project. We have managed to rescue from oblivion these constructions through an exhaustive process of documentation and research. Making visible this heritage is the best way to raise awareness amongst citizens on the importance of its conservation to house a future Museum of Metro. Palabras clave: Industrial heritage, Cuatro Caminos, Madrid, subway, Antonio Palacios. 48 Quotes (Brief) Entrevista a Henryk Handszuh del International Documentation and Research Centre on Industrial Heritage for Tourism (IDRC – IHT), Polonia

JAVIER DÍAZ

Training economist, Henryk Handszuh specializes in the industrial history of the region of Silesia (Poland). He worked until 1984 as a tourist guide, later collaborated with the Tourist Research Institute in Warsaw, an official of the National Tourism Administration and Secretary of the Committee on International Tourism of the member countries of the Council of Mutual Economic Assistance (CMEA).

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contents

54 Glances to new uses for industrial heritage. The SNIACE’s recreation center: from space of working sociability to municipal and newspaper archive SARA DEL HOYO MAZA.

The Meatpacking District of Copenhague CARMEN HIDALGO GIRALT.

62 Glances from the web.

• Arrayanes Project: The struggle to maintain identity. Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA

• Memoria Chilena: portal of culture of Chile.

LLÁMPARA

67 Activities. 69 Gallery.

“Fábricas“. Benigno Bollo.


editorial

Westport.Irlanda. Fábrica desconocida.2009 / BENIGNO BOLLO

ASOCIACIÓN LLÁMPARA. Patrimonio Industrial

2015 ha sido el Año Europeo del Patrimonio Industrial y Técnico, una importante distinción que ha permitido llamar la atención sobre estos recursos y poder aglutinar la multitud de actividades que se organizan en torno al Patrimonio industrial bajo un mismo paraguas. 2018 será el Año Europeo del Patrimonio Cultural, desde Llámpara creemos que es momento de que todas las entidades y profesionales que trabajamos por y con los recursos patrimoniales empecemos a movilizarnos para lograr que ese acontecimiento sea considerado de interés general. Ello permitiría movilizar importantes recursos gracias a los incentivos fiscales al mecenazgo y poder dar un impulso en la visibilidad del valor, incluido el económico, que el Patrimonio Cultural tiene para sus comunidades.

Desde Chile, abre la sección de Artículos el trabajo de Pía Acevedo y Carlos Rojas sobre los Campamentos petroleros enapinos en el Fin del Mundo, una muestra del importante trabajo que están realizando desde el Instituto de Estudios Patrimoniales por la preservación del patrimonio de Tierra de Fuego. Desde Asturias, Mª del Mar Díaz nos presenta el patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller. Proyectos está dedicado a las Cocheras de Cuatro Caminos, en Madrid. Álvaro Valdés, de la Plataforma Salvemos Cuatro Caminos, nos relata todo el proceso que se viene realizando para conseguir salvar de la destrucción este importante enclave de la historia reciente madrileña. La sección Entre Comillas de este número recoge la entrevista que Javier Díaz ha realizado a


Münster. Alemania. Fábrica desconocida. 2011 / BENIGNO BOLLO

Henryk Handszuh, de la Organización Mundial del Turismo, en la que podemos aproximarnos a la situación del patrimonio industrial en Polonia y a las conexiones entre cultura y turismo. En Miradas sobre nuevos Usos Sara del Hoyo nos cuenta la transformación del centro de recreo de la SNIACE en Torrelavega, Cantabria, y Carmen Hidalgo la del Meatpacking District de Copenhague. Miradas desde la red nos presentan el trabajo del Colectivo Proyecto Arrayanes en la difusión de la identidad del distrito minero Linares – La Carolina, en España, que nos relata Mª Dolores Palazón. Junto a ello, os presentamos Memoria Chilena, todo un modelo de portal de difusión online de cultura e historia promovido por la Biblioteca Nacional de Chile en el que hay un espacio importante que nos permite adentrarnos en el pasado industrial de este país. La Galería está dedicada a la serie Fábricas de Benigno Bollo, en la que el autor reflexiona sobre el diálogo de las instalaciones industriales con su entorno y se deja seducir por sus valores plásticos.

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La obra de Bollo ilustra también esta editorial y la portada de este número. El equipo de la Revista Llámpara quiere agradecer a todas las personas y entidades que han colaborado con nosotros en la realización de este número y el apoyo que nos han prestado para que este proyecto siga en pie. Queremos recoger una mención especial para el Museo de la Siderurgia y de la Minería de Castilla y León, por su decidido apoyo a este proyecto en su número 7. Queremos también dar la enhorabuena, y las gracias, a El Generador por lograr que el próximo B-Travel Salón Internacional de Turismo de Cataluña (Barcelona 21-23 abril 2017) vaya a contar con un espacio dedicado específicamente al turismo industrial. Un excelente escaparate para que los operadores de turismo industrial puedan generar negocio en torno al Patrimonio Industrial y contribuir con ello a su preservación y difusión y para mostrar las posibilidades que estos recursos ofrecen. Nos vemos en B-Travel. n


editorial

Fábrica de Fertilizantes. Valladolid. 2006 / BENIGNO BOLLO

ASOCIACIÓN LLÁMPARA. Patrimonio Industrial

2015 has been the European Year of Industrial and Technical Heritage. This distinction has made possible to highlight this kind of heritage and also to organize different activities about it. In tree years, in 2018, it will be the European Year of Cultural Heritage. As Llámpara, we believe it is time to work to achieve its consideration as event of general interest. This would allow the mobilization of important resources through tax incentives and patronage and also it would boost the visibility of the value that Cultural Heritage give to communities, including the economic one. From Chile, Pia Acevedo and Carlos Rojas open “Artículos” with the work about “campamentos pe-

troleros enapinos” at the End of the World. It is a good sample of what the “Instituto de Estudios Patrimoniales” is doing to preserve the cultural heritage in Tierra de Fuego. From Asturias, Mª del Mar Diaz presents the mining heritage of the “Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara” located in the “Concejo de Aller”. The section, “Proyectos”, is dedicated to the “Cocheras de Cuatro Caminos”, in Madrid. Álvaro Valdés, from the “Plataforma Salvemos Cuatro Caminos”, tells us the process that has been carried out to save from destruction, this important example of the recent history of the city. “Entre Comillas” includes the interview that Javier Díaz has made to Henryk Handszuh, a member


Münster. Alemania. Fábrica desconocida. 2011 / BENIGNO BOLLO

of the World Tourism Organization. This interview allow us to understand the situation of industrial heritage in Poland as well as the connections between culture and tourism. In “Miradas sobre nuevos usos”, Sara del Hoyo explains the transformation of SNIACE, a recreation center, in Torrelavega (Cantabria) and Carmen Hidalgo, describes the Meatpacking District of Copenhagen (Dinamarca). In “Miradas desde la Red”, Maria Dolores presents the work the “Colectivo Proyecto Arrayanes” is doing about the diffusion of the identity of the mining district of Linares- La Carolina (España). Also “Memoria Chilena” is presented in this section, a website to know the industrial past of Chile. “La Galería” is dedicated to the Factories of Benigno Bollo. The author presents the dialogue of the industrial facilities with their surroundings. Bollo’s

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work also illustrates the editorial and the cover of this number. The Llámpara Journal team would like to thank all the people and entities who have collaborated in the realization of this number and the support they have given us to continue this project. We want to highlight a special mention to the “Museo de la Siderurgia y de la Minería de Castilla y León”, for their strong support. Finally, we would like to thank to ”El Generador” for organizing a specific space dedicated to industrial heritage in the next “B-Travel Salón Internacional de Turismo de Cataluña” (Barcelona, 21st-23th of april 2017). An excellent chance for the industrial tourism operators to generate business around the Industrial Heritage and to contribute to its preservation and dissemination as well as to show the possibilities this cultural heritage offer. See you on B-Travel. n


Fรกbrica de Fertilizantes.Valladolid. 2003 / BENIGNO BOLLO

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Fig. 5. Entrada Escuela. Sebastiรกn Fortune. Puerto Percy, Tierra del Fuego./ AUTORES


Campamentos petroleros enapinos en el Fin del Mundo: un ejercicio de patrimonio industrial en Chile PÍA ACEVEDO MÉNDEZ 1. Historiadora del Centro de Documentación Patrimonial, Universidad de Talca, Chile. Investigadora Instituto de Estudios Patrimoniales. CARLOS ROJAS SANCRISTOFUL2. Investigador Instituto de Estudios Patrimoniales, Chile

El descubrimiento de petróleo en Chile no sólo significó las posibilidades de explotar un recurso económico trascendental en la región de Magallanes, sino que también la transformación urbanística y social más grande que ha experimentado Tierra del Fuego desde el hallazgo de oro a finales del siglo XIX. Actualmente, debido a la modernización en los sistemas de explotación petrolera, parte de esta infraestructura se encuentra abandonada, sin embargo su riqueza cultural, social y arquitectónica dan cuenta de un proceso único en el país que podría ser relevado como patrimonio industrial, a pesar de que la legislación chilena no cuente con programas específicos destinados a la protección de este tipo de espacios. Para subsanar esta carencia desde el 2013 se vienen desarrollando algunos ejercicios en la zona tendientes a la protección y conservación de los asentamientos petroleros magallánicos y la experiencia de sus trabajadores considerando la tipología de patrimonio industrial. 1. La historia del descubrimiento del petróleo en la Isla de Tierra del Fuego, región de Magallanes, Chile. La ocupación de Tierra del Fuego estuvo asociada, desde fines de siglo XIX, a la explotación de distintos recursos: El oro en

Figura 1: Plano de situación. / AUTORES

primera instancia, la introducción del ganado para el mercado de lana y carne en segunda instancia y, en un tercer aliento, la industria petrolera. La primera exploración aurífera se desarrolló en la parte norte de la isla, donde se concentraba la mayor cantidad de oro y donde comenzaron a desarrollarse las primeras empresas dedicadas a la explotación de este recurso, conocidas como “compañías”, las que datan desde 1881 en adelante. Por su parte, las pampas fértiles e inhóspitas de esta zona de Chile llamaron la atención de inversionistas ganaderos, quienes a partir de 1876 comenzaron, con la internación de ganado ovino

a la isla, a instalar estancias y sociedades explotadoras de este recurso. Desde otra perspectiva, el petróleo era buscado desde finales del siglo XIX, contemporáneamente al oro y la ganadería, sin embargo su hallazgo no se produjo hasta la segunda mitad del siglo XX transformando lo que hasta entonces había significado la región de Magallanes para Chile. El 29 de diciembre de 1945, se descubrió el primer yacimiento de petróleo de grandes proyecciones en la isla de Tierra del Fuego, denominado Pozo N°1 Manantiales o Springhill, gracias a los trabajos del equipo de los ingenieros Eduardo Simián y Jor-

Fecha de recepción: 19.10.2015 Fecha de aceptación: 23.10.2015 ACEVEDO MÉNDEZ, Pía y ROJAS SANCRISTOFUL, Carlos. “Campamentos petroleros enapinos en el Fin del Mundo: un ejercicio de patrimonio industrial en Chile” . Llámpara, patrimonio industrial. 2016, núm. 7, p. 16-25.

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Fig. 2. Monumento Histórico Pozo N° 1. Pía Acevedo, Manantiales, Tierra del Fuego. / AUTORES

ge Pacheco. Este hallazgo motivó la creación de una empresa estatal que se hiciera cargo de la explotación de este recurso, constituyéndose el 19 de junio de 1950 la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), que tendría la responsabilidad desarrollar esta

veta productiva en la región de Magallanes. El petróleo no sólo transformó la zona norte de Tierra del Fuego en términos productivos, sino que también promovió el cambio urbanístico y demográfico más importante que experi-

Fig. 3. Muelle Puerto Percy. Sebastián Fortune. 2014. Puerto Percy, Tierra del Fuego. / AUTORES

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mentó la Isla desde la fundación de la ciudad de Porvenir en 1894 (Domínguez: 2011) a través de la instalación de infraestructura y maquinaria capaz de abastecer el proceso de extracción y explotación de petróleo que debía llevar a cabo ENAP. Para esto se estimó la necesidad de contar con dos terminales marítimos, además de la construcción de centros permanentes para los asentamientos de los trabajadores, que permitiera el traslado de toda su familia con las comodidades que cada uno de los integrantes del grupo necesitara para su óptimo desarrollo (Martinic: 1983). Así se levantaron los campamentos (fig. 1) Manantiales (1949), Puerto Percy (1950) y Clarencia (1950), Cerro Sombrero (1958) y Cullén (1962). (Acevedo y Rojas: 2014) 2. Espacios enapinos: El conjunto de Campamentos en Tierra del Fuego. Cada campamento gozó de un lugar definido en la cadena de

ACEVEDO MÉNDEZ, Pía y ROJAS SANCRISTOFUL, Carlos. “Campamentos petroleros enapinos en el Fin del Mundo: un ejercicio de patrimonio industrial en Chile” . Llámpara, patrimonio industrial. 2016, núm. 7, p. 16-25.


producción petrolera, generando una interdependencia productiva y social entre estos cinco enclaves. Manantiales, el primer campamento, fue el lugar donde se encontró el primer yacimiento productivo de petróleo magallánico y donde se construyó la primera planta refinadora de petróleo del país. Ahí, luego del hallazgo, se construyó la primera población enapina que estuvo dotada de gimnasio, escuela, casas y un policlínico para atender las necesidades de los trabajadores. A nivel habitacional, sus espacios se construyeron a partir de casas que llegaron a la isla en paneles3 y que se fueron estableciendo en las cercanías de la infraestructura productiva a medida que se incrementaba la población trabajadora. Este campamento se ubicó cercano al camino que une el cruce desde el continente a Tierra del Fuego gozando de una buena conectividad. La vida útil de este espacio se extendió hasta 1978 cuando, por motivos productivos, se cerró y la empresa trasladó a los trabajadores y pobladores a otros campamentos, o bien, a la ciudad de Punta Arenas. En la actualidad, de su pasado enapino, sólo se mantiene parte de lo que fue la escuela y el gimnasio, además de un Monumento Nacional Histórico (fig.2) levantado en 1976 sobre el lugar en donde se descubrió petróleo. Posteriormente se construyeron los terminales de Clarencia y Puerto Percy (fig.3). Ambos espacios ya tenían un lugar en la cadena productiva del petróleo antes de contar con las instalaciones habitacionales, ya que fueron habilitados como puertos una vez que se descubrió petróleo en la isla de Tierra del Fuego. Instalados en la Bahía Grande de la isla, desde estos lugares se distribuyó petróleo –en el caso de Clarencia– y gasolina –en el caso de Percy– hacia el resto del país y del continente. Estos campamentos fueron los únicos que estuvieron en las cercanías del estrecho de Magallanes y ade-

más, en términos estructurales en comparación a los demás campamentos, tuvieron la particularidad de que las casas se construyeran de material sólido (fig.4) y no en base a paneles. A nivel comunitario, este campamento también contó con escuela (fig.5 y 6) y un policlínico, espacios que aún están levantados, pero con evidentes signos de deterioro. En la actualidad Puerto Percy y Clarencia conservan parte de su infraestructura social y productiva, que da cuenta de su primacía portuaria a diferencia de los otros campamentos.

Tras el reacondicionamiento de estos terminales marítimos, se construyó Cerro Sombrero, proyectado como “la capital del reino enapino” (Daniel Iturrizagastegui, comunicación personal, 18 de abril, 2014), ya que este espacio aglutinaría las necesidades administrativas de todos los trabajadores enapinos radicados en Tierra del Fuego. Este campamento se diseñó bajo los preceptos de la arquitectura moderna (Domínguez: 2011) de manera tal que los espacios satisficieran las necesidades básicas de los trabajadores-habitar, circular, trabajar y recrearse- sin necesidad de

Fig. 4. Casas Pobladores. Pía Acevedo. Puerto Percy, Tierra del Fuego. / AUTORES

Fig. 6. Escuela. Pía Acevedo. Puerto Percy, Tierra del Fuego. / AUTORES

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trasladarse grandes distancias. Así, Cerro Sombrero gozó de una detallada planificación urbana, contando con pulpería (fig. 7), escuela (fig. 8), gimnasio (fig. 9), jardín interior (fig. 10), cine (fig. 11) e iglesia católica (fig. 12) lo que le permitió convertirse en 1965 en el segundo pueblo en la Isla después de Porvenir, fundado en 1894. Actualmente este ex campamento enapino es la capital de la comuna de Primavera y es el único lugar que aún se mantiene habitado de toda la red de campamentos que impulsaron el desarrollo del petróleo en Tierra del Fuego. El último de los campamentos enapinos construidos fue Cullen en 1962 con el propósito de ser una planta de tratamiento de gasolina, requiriendo el asentamiento permanente trabajadores en las cercanías de las faenas productivas. Tal como en los otros campamentos, Cullen, tuvo gimnasio y escuela, lo que posibilitó la existencia de grupos artísticos y folclóricos en los que gran parte de la comunidad participaba. La mayoría de estos grupos se presentaban en las diferentes fiestas que organizaba la empresa, siendo un ícono de la vida enapina, los festivales de la canción (fig.13). A pesar de haber tenido una activa vida social, lo productivo no fue suficiente para mantener habitado este espacio por lo que lentamente comenzó a ser desalojado a finales de 1980. En la actualidad Cullen es el campamento que presenta el mayor nivel de desmantelamiento de las casas y los espacios colectivos erigidos para los trabajadores, ya que la mayoría de estos fueron rematados por la empresa. Sólo se mantienen en pie las instalaciones que aún sirven para los procesos productivos que ENAP mantiene vigentes en este lugar con trabajadores en sistemas de turnos que se trasladan con regularidad desde Punta Arenas o Cerro Sombrero hacia Cullen. Con todo, las condiciones de 20 | LLÁMPARA

Fig. 7 y Pulpería. Sebastián Fortune. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

estos espacios petroleros chilenos, sumado a su ubicación geográfica hicieron que los trabajadores/pobladores, autodenominados como enapinos, se dedicaran a sus responsabilidades laborales de manera exclusiva en un territorio en el que antes del desarrollo de la industria del petróleo pocos chilenos se aventuraban a habitar. 3. La tipología de patrimonio

industrial y su relación con los espacios petroleros magallánicos La complejidad del proceso de patrimonialización ha llevado a la construcción de un subsistema dentro del campo cultural abocado a la problemática específica de lo patrimonial (Alegría: 2004) y, paralelamente, a una serie de subcampos patrimoniales como el Patrimonio Industrial.

Fig. 8. Escuela. Pía Acevedo. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

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Reconocer una serie de nuevos patrimonios entre los cuales se encuentran las industrias y su legado, implicó no solo considerar los objetos derivados del proceso industrial, sino que también considerar “la dimensión territorial hasta entonces poco reconocida”. (Ibarra: 2015, pp. 17). De esta manera se hizo plausible identificar estos campamentos como espacios cargados con un alto significado patrimonial para los sujetos. En efecto, la tipología de patrimonio industrial, no sólo centra su atención en los vestigios materiales que dejaron las actividades industriales en diferentes lugares del orbe y que se veían amenazadas por el crecimiento del tejido urbano, sino que también pone atención en dimensiones que cruzaban lo industrial, tales como: los documentos, objetos, barrios obreros, espacios deportivos y culturales e incluso las prácticas y las experiencias inmateriales de los trabajadores que legitimaban la existencia de los espacios físicos asociados a las industrias. En este marco la Carta Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial, redactada en el marco

de la asamblea del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial –TICCIH en el año 2003 se transforma en un hito relevante al definir el patrimonio industrial como: “los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico”. De acuerdo a esto, los restos industriales no sólo eran los “edificios y maquinarias, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos”, sino también “lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación”. De esta manera la conceptualización del patrimonio industrial no se remitía exclusivamente a los edificios particulares o individuales de un proceso productivo, sino que también incorporaba la pretensión de conservar “áreas o territorios industriales”, dando origen a la perspectiva de los “conjuntos industriales”. Como otro elemento vinculante de esta categoría surge la dimensión inmaterial, aquella variable que permite reconocer como parte del legado industrial las experiencias sociales de los trabajadores y/o de los sujetos

“Resultaría imposible comprender la complejidad de una industria y su relación con el territorio si no se consideran las tradiciones, los conocimientos y las técnicas de los sujetos vinculados a la producción…”

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involucrados en el proceso productivo como las familias de los trabajadores. Resultaría imposible comprender la complejidad de una industria y su relación con el territorio si no se consideran las tradiciones, los conocimientos y las técnicas de los sujetos vinculados a la producción. Así, esta tipología releva de manera sustancial el factor humano, enriqueciendo las posibilidades de conservación y salvaguarda de lo industrial desde la construcción de los sujetos, contribuyendo a la generación de un valor social a través del ejercicio “del registro de vida de hombres y mujeres corrientes, y como tal proporciona un importante sentido de identidad” (Carta de Nizhny Tagil: 2003). En relación a esto mismo autores como Miguel Ángel Álvarez manifiestan que el patrimonio industrial es “un testimonio de lo cotidiano y la memoria del trabajo y del lugar (…) Sin hombres, los edificios y las máquinas resultarían vacíos de contenido” (Álvarez: 2010, p. 15). Si bien este documento que regula el patrimonio industrial es relativamente contemporáneo, varios países de Europa y Latinoamérica venían resguardando sus espacios industriales con anterioridad. Relevante es el caso español, que cuenta con un plan nacional de patrimonio industrial ejecutado desde el año 2002 y que apunta a unificar criterios para establecer una metodología de trabajo y valoración de los sitios industriales que fomenten programas de desarrollo sostenible a escala local y regional. En el caso chileno, a pesar de que una cantidad importante de territorios y ciudades se articularon a partir de la explotación industrial y han sido reconocidas por UNESCO como Patrimonio de la Humanidad (Humberstone y Santa Laura, Campamento Sewell), no se cuenta con programas especializados de protección, investigación y puesta en valor de espacios industriales. La legalidad en torno al patrimonio se remonta a la Ley de monuPATRIMONIO INDUSTRIAL | 21


mentos 17.288 promulgada en 1970, bajo la cual ha sido protegido el patrimonio industrial chileno mayoritariamente como Monumento Histórico (MH) o como Zona Típica (ZT). Una gran cantidad de Monumentos Históricos “industriales” han sido vestigios concernientes al desarrollo del ferrocarril, y en el último tiempo han aumentado las declaratorias de ZT o MH vinculados a la industria, sin embargo sigue primando la protección individual y no la integral de conjunto en base a las dimensiones reconocidas por la Carta de Nizhny Tagil. No obstante el marco legislativo centrado en lo monumental, se han articulado experiencias a nivel local que han concebido el proceso de patrimonialización de los componentes industriales desde una perspectiva de conjunto, como el caso de la ex Maestranza Barón de Valparaíso o el Barrio San Eugenio en la región Metropolitana. Estas iniciativas no se centran en la perspectiva aislada de un edificio, sino que incorporan el valor social y territorial como ejes claves de la protección, conservación y puesta en valor. Con todo, producto del interés creciente de la población por sus barrios y espacios y la generación de experiencias comunitarias tendientes a su protección y conservación, se espera que la institucionalidad chilena recoja estos casos y considere el repensar la legislación existente, la que es insuficiente para asegurar una protección al patrimonio industrial nacional (Ibarra: 2015). Sería beneficioso para el escenario patrimonial actual que se crearan programas tendientes a considerar la variable territorial y social de este patrimonio y que, además, propendan a la educación y a la generación de oportunidades para las comunidades que aún viven en estos espacios y que son conscientes del deterioro que generó el proceso de desindustrialización del país y las posibles pérdidas irremediables de sus espacios producto 22 | LLÁMPARA

Fig. 9. Gimnasio. Sebastián Fortune. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

Fig. 10. Jardín interior. Pía Acevedo. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

del crecimiento urbano. 4. Las oportunidades patrimoniales de Cerro Sombrero como el ex campamento petrolero habitado más austral del mundo Tal como se dijo anteriormente, Cerro Sombrero es el único ex campamento enapino que queda habitado del total de estos levantados en Tierra del Fuego. El cambio en su figura de campamento a pueblo posibilitó que se convirtiera en la capital de la comuna de Primavera y que además fuera habitado por personas que no pertenecieran a la Empresa Nacional del Petróleo aunque en la actualidad, debido a la vigencia de explotación petrolera en la

zona, esta empresa sigue siendo la principal usuaria de este asentamiento (Garcés: 2013). Por ser el enclave más austral del mundo diseñado bajo los preceptos de la arquitectura moderna, Cerro Sombrero goza de algunos reconocimientos que le han valido protección patrimonial desde la perspectiva material. El primero de ellos se produjo el 2008 durante el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), a propósito del bicentenario nacional (1810-2010), período en el cual se efectuaron una serie de premiaciones a las mejores obras construidas entre los años 1910 y 1960. En ese entonces Cerro Sombrero recibió el Premio Obra Bicentenario junto a 18 obras más

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por su incalculable valor patrimonial único en Chile, además del más austral del país. El segundo reconocimiento que recibió el ex campamento enapino se produjo durante el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) en el cual el Estado, a través del Consejo de Monumento Nacionales (CMN), decidió declararlo como Monumento Histórico (MH) y Zona Típica (ZT) a comienzos de 2014. Este último se fundamenta, principalmente, en el lugar de emplazamiento y los principios arquitectónicos de Sombrero: ‘ E sta company town fue emplazada sobre la meseta del Cerro Sombrero, que le da el nombre, y en el borde del río Side. Su conformación se configura como una de las formas de ocupación de este territorio más interesantes, pues indica una relación morfológica del trazado urbano con el territorio, siendo importante relevar su construcción “ex novo” (desde cero), lo que se ajusta con los principios de la Arquitectura Moderna. Esto último, sumado a la lejanía del emplazamiento, supuso un gran esfuerzo logístico y técnico para la época’ (MINEDUC: 2013, p. 67). En particular, esto se condice con tres dimensiones de valores considerados por la comisión (ver cuadro 1). La primera dimensión es la de carácter histórico, en la cual se realzó la gesta de construir un poblado en un contexto naturalmente adverso para fines de extracción de petróleo. Una segunda dimensión es de carácter arquitectónica – constructiva enfocada esencialmente en la aplicación de los preceptos arquitectónicos modernos, que transforma el campamento en representativo del modernismo tardío latinoamericano. La tercera dimensión referida a lo social pone énfasis en la contribución del espacio al poblamiento de la isla de Tierra del Fuego debido al asentamiento de pobladores foráneos en el lugar. El Consejo de Monumentos, en definitiva, reconoce 5 atributos para su declaratoria como

MH y ZT: ‘a) el trazado urbano adaptado a la geografía, principalmente en el centro neurálgico del campamento; b) la morfología, materialidad y expresión arquitectónica de los edificios principales del centro cívico (fig. 14); la composición de colores y el anuncio de la empresa en el cine (fig.15); el surtidor de gasolina ubicado en el acceso al campamento, con su característico letrero de “ENAP” en la cubierta (fig.16) c) Las tipologías de viviendas reconocibles: de empleados, de obreros y de choferes (fig.17) d) La generación de áreas verdes a través de elementos tipo “grandes macetas” y e) La existencia de jardines en todas las viviendas y los cierros tipo “treillage” asociados’ (MINEDUC: 2013, p. 69) No obstante la consideración de una dimensión de valor social del campamento, esta se fundamenta casi exclusivamente desde sus rasgos arquitectónicos y manifiesta abiertamente la ex-

clusión del resguardo del “área industrial” (MINEDUC: 2013, p. 71). Desde la perspectiva de la construcción social del patrimonio en su vertiente industrial, esta declaratoria no incorpora en sus rasgos definitorios la calidad de Cerro Sombrero como escenario constitutivo de un patrimonio intangible anclado en memorias e identidades propiamente enapinas, desarrolladas por los sujetos en el día a día de las labores productivas y las actividades sociales y deportivas con el resto de los campamentos que conformaban la red. De este último aspecto se desprende también la ausencia de una mirada de conjunto e integradora que sitúe a Cerro Sombrero como una pieza más dentro del engranaje productivo de ENAP en Tierra del Fuego, dotándolo de significado a partir de su participación en el todo. Lo anterior supone una serie de desafíos en relación al resguardo y puesta en valor de los

Valores Históricos • El origen de Cerro Sombrero se relaciona directamente con el descubrimiento en 1945 del primer yacimiento petrolífero, Pozo Manantiales (Monumento Histórico declarado en 1976). • Cerro Sombrero es por tanto un campamento industrial minero asociado desde el comienzo y hasta el día de hoy a la extracción de petróleo en Tierra del Fuego. • Su construcción supuso un gran esfuerzo técnico y logístico para la época, debido principalmente a la lejanía del emplazamiento y a las condiciones climáticas.

Valores Arquitectónicos y Constructivos • Su trazado urbano se adapta y combina con el territorio, generando una simbiosis entre paisaje natural y construido. • La aplicación de los principios de la Arquitectura Moderna en la década de 1960, lo hace uncampamento representativo del modernismo tardío en Latinoamérica. • Los edificios de su centro cívico, exponentes del funcionalismo asociado a la arquitectura moderna, poseen una escala monumental y mantienen hasta hoy su carácter público.

Valor Social • La construcción de este campamento supuso el traslado y asentamiento de pobladores foráneos en el lugar, tanto de trabajadores de las Estancias ganaderas del sector, como de aquellos venidos de zonas urbanas próximas –como Punta Arenas–, lo que contribuyó al poblamiento de Tierra del Fuego.

Cuadro 1: Declaratoria Monumento Histórico y Zona Típica Cerro Sombrero. Fuente: Ministerio de Educación, 2013. / AUTORES

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lor ese espacio que también les pertenece. En segundo lugar, se debe invitar a que otros conozcan estos espacios y para esto se debe realizar un diseño del recorrido de estos paisajes en base, idealmente, a la forma original inicial en el que se comenzó a intervenir culturalmente el territorio, intentando replicar la velocidad y los medios de transporte utilizados en ese contexto temporal para tener un hilo conductor consecuente.

Fig. 12 y 13. Cine. Pía Acevedo. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

bienes patrimonializados y, en particular, de los bienes de corte industrial. En el caso de Cerro Sombrero los desafíos principales se enmarcan en la confección de los planes de manejo y restauración de las zonas ya delimitadas como MH y ZT por el Consejo de Monumentos Nacionales, tareas en las que el presente año avanzan en el trabajo conjunto entre el municipio de Primavera, el Consejo Regional de la Cultura y las Artes y el Departamento de Patrimonio del Ministerio de Obras Públicas. Asimismo, el otro gran desafío es el diseño de una política de valoración que sume actores sociales relevantes y tienda sobre la integralidad patrimonial, esto es que lo material e inmaterial sean un complemento que permita inteligibilizar la experiencia de los sujetos que dieron vida y otorgaron sentido a esos espacios. El diseño de un plan turístico es una tarea en que se encuentra embarcado el gobierno local y que representa una oportunidad para incluir este patrimonio industrial como un recurso constituyente de un paisaje cultural mayor (Sabaté: 2010), para lo cual requiere a lo menos dos aspectos claves. En primer lugar, haciendo que esa herencia sea reconocida y relevada por el grupo que habita o se relaciona con ese espacio en la actualidad, ya que deben ser ellos quienes protejan y pongan en va24 | LLÁMPARA

5. Hacia un ejercicio de patrimonio industrial en los campamentos enapinos En relación a los desafíos que presenta Cerro Sombrero y el resto de los campamentos enapinos, el Instituto de Estudios Patrimoniales viene desarrollando, desde 2013, dos proyectos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (FONDART), dependientes del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) que tienen como objetivo rescatar y poner en valor la experiencia petrolera en la zona norte de la isla de Tierra del Fuego, a partir de la vida de los trabajadores y pobladores de los campamentos petroleros. El proyecto “Extrayendo Riqueza en el Fin del Mundo. Patrimonio inmaterial petrolífero en Tierra del Fuego”, se centró en el rescate de la experiencia de diez ex habitantes del campamento Cerro Sombrero en formato audiovisual, material que fue alojado en un sitio web y en formato DVD

para ser distribuidos en las escuelas de la región a fin de vincular esta temática con el currículum escolar chileno y la identidad magallánica. Durante el año 2015 el proyecto “Memorias e Identidades petroleras. Un caso de patrimonio industrial en el fin del mundo” pretendió rescatar experiencias de todos los campamentos levantados por ENAP en Tierra del Fuego en el período 1950- 1962. Este proyecto, aún en desarrollo, abarca los campamentos Puerto Percy (1950) Terminal Clarencia (1950), Manantiales (1954), Cerro Sombrero (1958) y Cullén (1962). Como producto final se contempla la publicación de un libro. Además de esto, se ha participado en seminarios, congresos y coloquios para dar a conocer esta temática y se han realizado capacitaciones a los docentes de la Escuela F-41 de Cerro Sombrero en la utilización del material recabado en los proyectos y en los principales componentes del patrimonio industrial aplicado al caso de Cerro Sombrero. La estrategia metodológica utilizada en estos proyectos ha sido cualitativa y se ha estructurado en función de la comprensión de la categoría de patrimonio industrial y cómo esta puede articularse con el resguardo y puesta en valor de los vestigios materiales e inmateriales de la industria del petróleo en la región de Magallanes. En el proyecto “Extrayendo riqueza en el

Fig. 17. Tipologías de viviendas. Pía Acevedo. Cerro Sombrero, Tierra del Fuego. / AUTORES

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fin del mundo. Patrimonio inmaterial petrolífero en Tierra del Fuego” se consideró la participación de diez habitantes con mayor tiempo de residencia en el campamento Cerro Sombrero según información recabada en los archivos del Departamento de Bienestar de ENAP que dan cuenta de la experiencia de pobladores y trabajadores enapinos. En el segundo proyecto, “Memorias e Identidades petroleras. Un caso de patrimonio industrial en el fin del mundo”, se realizó el mismo barrido de ex habitantes de los campamentos restantes instalados por ENAP en la isla (Puerto Percy, Terminal Clarencia, Manantiales y Cullén) en los archivos de la empresa, específicamente en las fichas de los trabajadores, con el objetivo de individualizar la realidad enapina de cada uno de los campamentos considerando que estos espacios respondían a un proceso específico dentro de la cadena productiva del petróleo y, además, eran arquitectónica y geográficamente diferentes. Las entrevistas se efectuaron desde la técnica de investigación cualitativa conocida como “historia de vida” mediante la cual se puede conocer la trayectoria vital de los sujetos y su relación con la industria y con los diferentes trabajadores. La metodología escogida responde a las necesidades de la investigación ya que esta “es una interpretación que hace el investigador al reconstruir el relato en función de distintas categorías conceptuales, temáticas, temporales entre otras” (Cornejo, Mendoza y Rojas: 2008, p. 30). En relación a esto, se elaboraron pautas de preguntas para llevar a cabo una entrevista cualitativa semiestructurada y lograr un relato sin mayores interferencias. Como resultado de la aplicación de esta metodología, gran parte de los testimonios mostraron nostalgia respecto de la vida en los campamentos y sus vínculos socio- afectivos, haciendo énfasis, además, en que

nunca se habían visto enfrentados a una entrevista en la que se valorara su experiencia de vida en los campamentos y en la que ellos fueran los protagonistas sintiéndose, en su mayoría, a gusto con el proceso. Asimismo, el deterioro en el que se encuentran los campamentos en relación a sus espacios de habitabilidad de antaño, gatilla en los entrevistados la demanda por una puesta en valor mucho más activa por parte de la empresa. Finalmente manifestaban que el país tiene una gran deuda con ellos y con la industria del petróleo, ya que al estar tan alejados del centro existe un desconocimiento generalizado de esta experiencia y del aporte que significó para el país el que un grupo de hombres, mujeres y niños se hayan atrevido a habitar la isla de Tierra del Fuego y, en particular, los campamentos petroleros más australes del mundo. n Notas 01 Lic.

en Historia. Mg. en Gestión Cultural (U. Chile). Investigadora principal proyecto Fondart 2014 “Extrayendo riqueza en el fin del mundo. Patrimonio inmaterial petrolífero en Tierra del Fuego” y Proyecto FONDART 2015 “Memorias e identidades enapinas. Un caso de patrimonio industrial en el fin del mundo”. 02 Prof. y Lic. en Historia. Egresado de Mg. en Historia (USACH). Co-investigador proyecto Fondart 2014 “Extrayendo riqueza en el fin del mundo. Patrimonio inmaterial petrolífero en Tierra del Fuego” y Proyecto FONDART 2015 “Memorias e identidades enapinas. Un caso de patrimonio industrial en el fin del mundo”. 03 El concepto panel hace referencia a casas de tipo modulares apropiadas para las inclemencias climáticas de la isla de Tierra del Fuego, que llegaron a la zona por vía marítima para ser montadas en los diferentes espacios de la ENAP como Manantiales y Cullen.

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Sala de máquinas del Pozo San Fernando, Orillés, Asturias./ AUTORA, 15/04/2014


El patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller, Asturias (1895-1968) Mª DEL MAR DÍAZ GONZÁLEZ. Profesora Titular de la Universidad de Oviedo (España)

En Asturias, el número de industrias que sustentaron su actividad económica sobre la explotación de la hulla ha sido muy extenso. En efecto, la minería ha constituido un verdadero motor para el desarrollo de la economía regional. En el siglo XIX, se asiste a la fundación de muchas compañías para la extracción del carbón de piedra, en tanto que fuente de energía básica. Las acciones de las compañías mineras asturianas son documentos de primera magnitud para el estudio de los criaderos. Ciertamente, desde su fundación en 1895, la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara ha sido una de las que más impronta ha dejado en la cuenca del Aller entre las numerosas sociedades mineras formalizadas en Asturias. Desde ese momento, los alleranos convivieron con las explotaciones de la SIA y, en cuanto a los vestigios mineros y sociales, esta compañía ha salpicado el paisaje con unas huellas aún indelebles. 1. Introducción Este texto imbrica, en parte, sus bases documentales en una monografía consagrada a la estética laboral a partir de las iconografías de las acciones emitidas, en su momento, por las numerosas compañías mineras asturianas. La obra ha

Antiguas oficinas de la SIA situadas entre Moreda y Oyanco. Edificio de 1901-1902. / AUTORA, 10/06/2007.

sido publicada bajo el título Las acciones y las obligaciones del Archivo de HUNOSA. Composiciones formales y estética del trabajo (1833-1973) 1. El citado estudio, llevado a cabo por la autora que también firma este artículo, se enmarca dentro del proyecto Patrimonio históricodocumental de HUNOSA: criterios de gestión (CN-03-065) desarrollado, de 2003 a 2006, bajo la dirección del Dr. Jorge Uría González, en tanto que investigador principal. A partir de este primer análisis, también se ha tenido la ocasión de efectuar un abordaje del patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara para

la revista Estaferia Ayerana2. No obstante, las limitaciones de espacio y el carácter local de esta publicación me han impedido pormenorizar consideraciones más profundas al respecto de los vestigios industriales, lo cual se pretende ahora. En todo caso, desde esta doble experiencia investigadora se han echado en falta análisis más concretos acerca del patrimonio industrial allerano. A lo que parece, ha suscitado menos entusiasmo por parte de los historiadores, que concentraron preferentemente su dedicación a la minería de la cuenca del Caudal (Mieres) y a las explotaciones del valle del río Nalón (Langreo

Fecha de recepción: 29.04.2014 Fecha de aceptación: 03.12.2014 DÍAZ GONZÁLEZ, Mª del Mar. “El patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller, Asturias (1895-1968)”. Llámpara, patrimonio industrial. 2016, núm. 7, p. 26-35.

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y La Felguera). Por no citar más que algunos ejemplos, se requieren estudios monográficos relativos a la promoción social en Aller, sobre todo en términos de vivienda obrera, formación escolar, vida cotidiana, infraestructuras para el ocio, economatos e higiene y salud. 2. El concejo de Aller (Asturias) El municipio allerano, surcado por el río que le concede su nombre, está situado en plena Cordillera Cantábrica. Limita al norte con León (Puerto San Isidro), al sur con Laviana y Mieres, al este con Sobrescobio y al oeste con Lena. Su orografía es una de las más abruptas de Asturias con elevadísimos montes 3 . Se inserta siempre este concejo entre los principales focos carboníferos del Principado y así lo describen, en efecto, Bellmunt y Canella al señalar que “tiene minas de carbón, de cobre y de cinabrio”4 . Aunque, en su magna obra, no mencionan estos dos autores la sociedad que ahora nos ocupa, sí glosan en cambio con mucho entusiasmo las labores paternalistas del Marqués de Comillas. Cierto es que la Sociedad Hullera Española (1893), que explotaba en aquellos momentos 21.000 toneladas de carbón, es un pilar fundamental en lo que a la promoción social en Asturias concierne. Queda materializada, de hecho, en el celebérrimo poblado de Bustiello donde el prócer Claudio López Bru (1853-1925) construye “amplios edificios para escuelas, centros obreros y viviendas, y premia la honradez y la laboriosidad”5. Aledaño al concejo de Aller en efecto, el citado poblado de Bustiello pertenecía no obstante al municipio de Mieres. Aun así, la Sociedad Hullera Española (SHE) también ha contribuido a la transformación del edénico valle de Aller. Las localidades de Caborana, Moreda y Boo han resultado mucho más afectadas por esta sociedad que otros pueblos del concejo. Desgracia28 | LLÁMPARA

damente, en términos luctuosos se imputa a Boo la mayor catástrofe minera de Asturias. Como consecuencia de un terrible accidente acontecido el 2 de enero de 1889, perecieron en las entrañas de la mina 30 mineros, a los que se añadieron otras dos víctimas más a los pocos días 6. De las dos sociedades mineras más importantes del concejo, la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara también ha sido la que mayor impronta ha dejado en la cuenca del Aller, desde su fundación en 1895. Si la minería ha constituido un verdadero motor para el desarrollo de la economía regional, el laboreo en los criaderos situados en las escarpadas laderas del río ha transfigurado poco a poco el paisaje del valle con sus bocaminas, socavones, escombreras, castilletes, salas de máquinas, tinglados, lavaderos, cargaderos, vestuarios y lampisterías sin contar, por supuesto, el camino de hierro circundado de locomotoras y vagonetas repletas de mineral. La negrura del paisaje recupera ahora su pulso natural. Como es bien perceptible en el concejo, los alleranos convivieron, desde entonces, con unas explotaciones atestiguadas aún por los despojos industriales. Sin menoscabo, por supuesto, del patrimonio intangible cimentado sobre las vivencias de la mina, que han engendrado miedos y temores al grisú, a los derrabes, al accidente y a la muerte, negra sombra siempre

“La explotación de minas y el usufructo de los ferrocarriles destacaban, de igual modo, entre las primeras directrices de la empresa,(…)”

presente en el imaginario cultural común de todos los descendientes de aquellos pioneros, entre los cuales yo me cuento como nieta, hija y nuera de mineros. 3. La Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara Son, muy abundantes las reseñas documentales, bibliográficas y materiales que atestiguan la tupida red del sector minerometalúrgico focalizado en las cuencas mineras asturianas. Entre los testimonios más elocuentes para la contextualización de las empresas y la reconstrucción de su historia mercantil, se han de mencionar las acciones de las compañías mineras como documentos auxiliares de primera magnitud. Estas fuentes se encardinan, ciertamente, dentro del discurso económico de esta región, donde se constituyeron asociaciones de todo régimen y condición. Al proponer la fundación de una nueva compañía minera e involucrar, en ello, al banquero Policarpo Herrero, José Tartière Lenègre (Bilbao, 1848 - Oviedo, 1927) demuestra una vez más su perspicacia para el desarrollo de relevantes operaciones mercantiles. En efecto, el objeto que la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara se había trazado en los estatutos de la primera inscripción de 1895 no fue otro que el de “emprender y desarrollar toda clase de negocios industriales y comerciales en la provincia de Oviedo y fuera de ella”7. La explotación de minas y el usufructo de los ferrocarriles destacaban, de igual modo, entre las primeras directrices de la empresa, que se propuso ensanchar su horizonte financiero asociándose “a otras compañías” o concurriendo “a la formación de ellas para un negocio determinado, tomar acciones y obligaciones de sociedades cualesquiera, bancos o empresas, establecer o adquirir fábricas y talleres de toda especie.”

DÍAZ GONZÁLEZ, Mª del Mar. “El patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller, Asturias (1895-1968)”. Llámpara, patrimonio industrial. 2016, núm. 7, p. 26-35.


Bocamina Santa Ana, Cabañaquinta. / FRANCISCO VELASCO, 15/04/2014

Lo cierto es que el ingeniero bilbaíno, formado en la Universidad de Barcelona, ya había dado buena muestra de su astucia en uno de sus primeros proyectos recién llegado al Principado. Al impulsar en 1879 la Fábrica de Explosivos Santa Bárbara de Lugones, industria conexa con la minería, la caza y la guerra, el promotor de la misma abría un frente de explotación de extraordinaria relevancia, monopolizado en España por el grupo Nobel hasta 18778. La pólvora, y sobre todo la dinamita, resultaban imprescindibles en el sector de la minería, en las canteras y durante el proceso de construcción del trazado de carreteras y de vías férreas, de manera que esta cuantiosa demanda aseguraba unos pingües beneficios al establecimiento asturiano. Al margen de los numerosos socios fundadores y del capital social aportado, que ascendía a 10.000.000 de pesetas 9, los estatutos de la Sociedad Industrial

Asturiana Santa Bárbara concretan muy específicamente las atribuciones del Director Gerente, cargo que le fue conferido a José Tartière. Adquiere éste prácticamente plenos poderes y una total libertad de acción, asumiendo la puesta en funcionamiento de la empresa desde los cimientos. Citemos, en este sentido, el artículo cuarenta y nueve en el que se precisan diversas cuestiones relativas a sus atribuciones directivas: “corresponde al Director Gerente comprar las primeras materias, herramientas, máquinas y demás enseres necesarios para la marcha económica y ordenada de las industrias que se establezcan, vender los productos fijando sus precios y condiciones y ejercer los demás actos de una buena administración comercial”. Por lo que se puede deducir de la primera inscripción mercantil de la sociedad, el ingeniero vizcaíno se esmeró en lo concerniente a la precisión

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de sus cometidos industriales, mercantiles y pecuniarios. Tampoco dejó de detallar en dicho documento sus retribuciones, por cuanto que el pago a sus servicios se estipuló en forma de participación de “las utilidades líquidas de la sociedad y en relación con la parte del capital social que se haya invertido”. De esta manera, José Tartière se involucraba profesionalmente en la sociedad asumiendo su jefatura y además, como miembro fundador, también se comprometía al propio tiempo a rentabilizar al máximo un proyecto del que derivaban sus emolumentos. Por lo que atañe al formato y diseño de las primeras acciones de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, sólo se tiene noticia de las mismas a través de los estatutos registrales. En el artículo catorce se hace una mención expresa a los títulos de la recién fundada compañía en los siguientes términos: PATRIMONIO INDUSTRIAL | 29


“se expedirán resguardos provisionales que serán cangeados [sic] por las acciones definitivas en el término de seis meses”. No obstante, nada sabemos respecto del aspecto formal de los citados resguardos ni de los primeros documentos accionariales de Industrial Santa Bárbara, de la que se documentan solamente las obligaciones emitidas en diciembre de 196010. Se trata, por lo tanto de aportaciones mucho más recientes, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde 1895, año de constitución. En cualquier caso, estos documentos se encuadran dentro de una tipología compositiva muy sumaria, despojada de valores decorativos, en la que predomina el sentido funcional de un documento prolijo en leyendas y enunciados. Resaltamos el bello trabajo de la orla que, a modo de marco, festonea la rígida disposición del extenso párrafo y del austero diseño de cabecera. A partir de la escritura notarial que arropaba las inversiones y los acuerdos de los socios fundadores, la nueva compañía se dio a conocer en Aller bajo las siglas SIA y, como tal, comenzó a adquirir explotaciones mineras e instalaciones industriales, entre las cuales la Fábrica de Moreda y Gijón que pasó a sus manos en 1899. La SIA también se adueñó de las minas Pepita, Dolores, Princesa, Señorita y La Matona, sitas en Moreda, y de la mina Santa Ana, en Cabañaquinta, pertenecientes todas ellas al llamado paquete geológico La Generala. Estos criaderos quedaron adscritos más adelante al Pozo San Fernando situado en Orillés, y cuya explotación en profundidad se desencadenó a finales de la década de 1940, cuando ya se habían agotado las capas más superficiales de los yacimientos de montaña11. Además, el conjunto de explotaciones de la SIA se integra dentro del denominado Grupo Santa Ana. Al igual que otras explotaciones mineras asturianas, esta 30 | LLÁMPARA

Pozo San Fernando y Sala de Máquinas, Orillés. / FRANCISCO VELASCO, 15/04/2014

sociedad entró en crisis a inicios de 1960 debido a diversas circunstancias. La pasividad empresarial, la desidia inversora de las compañías mineras y el aplazamiento incesante de nuevas técnicas de explotación concurren asimismo entre las diversas razones de este decaimiento que impulsó la estatalización de la minería con la fundación de HUNOSA el 9 de marzo de 1967. La Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara formó parte de las nueve primeras compañías privadas que integraron inicialmente las Hulleras y Energías del Norte S.A., constituidas a partes iguales con aportaciones financieras del Estado y de las sociedades mineras. En cuanto la SIA dio por agotados todos sus yacimientos, cerró sus pozos tan sólo un año después de su anexión a HUNOSA. No sería este el único

ejemplo de concentración minera ruinosa, pues la mayor parte de las compañías privadas que integraron la cartera accionarial de la gran empresa estatal se hallaban en un estado de paupérrimo declive y fueron cesando su actividad paulatinamente en muy poco tiempo. 4. El director gerente José Tartière Lenégre Son ciertamente muy pocos los datos personales que han trascendido acerca de esta relevantísima figura pero, como bien avalan sus gestas empresariales, ha resultado ser un importante pilar de la industrialización asturiana. La ausencia de estudios específicos justifica, a buen seguro, la opacidad de su perfil y su poco reconocimiento hoy en día. Sus dos apellidos delatan una ascendencia gala que cabe encuadrar en el contexto de esa inmigración de profe-

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sionales francobelgas notables, desplazados a nuestro país al socaire de la primera industrialización. En todo caso, tras su formación en Barcelona, Tartière elige Asturias para el desarrollo de un sinfín de iniciativas y negocios. De dichas actividades mercantiles sí que existe constancia, por cuanto ha participado en muchas compañías y desempeñado asimismo cargos relevantes en sus consejos de administración. A la luz de los registros societarios, sus inversiones se escinden desde el sector de la pólvora al negocio azucarero. A todas ellas, se deben añadir asimismo otras apuestas económicas en la minería, la metalurgia, el abastecimiento de agua, el gas, la electricidad y la prensa inclusive, auspiciando en 1923 la fundación del diario La Voz de Asturias12. En el sector minero, se ha de citar su activa participación en la constitución en 1916 de la Sociedad Minera del Caudal y del Aller, logrando el compromiso económico del inversor parisino Héctor Petru13. Se ha considerado este compañía como una filial de la SIA para la explotación de diversos cotos radicados en el entorno de Mieres, entre los cuales los criaderos de Minas del Peñón y Minas Vegadotos. Surgió durante la fase alcista que desencadenó la Gran Guerra y ha implicado accionistas galos y belgas. No se puede dejar de mencionar tampoco la inmersión de José Tartière en el negocio bancario para asegurar, de ese modo, sus necesidades financieras desde la fundación del Banco Asturiano de Industria y de Comercio (1899) y su participación más adelante en el Banco Minero Industrial de Asturias (1918). El ingeniero de minas gozó del agradecimiento ciudadano en vida. Sus éxitos empresariales se vieron ratificados, en efecto, mediante homenajes y reconocimientos importantísi-

mos. En 1921, el rey Alfonso XIII le otorga el Condado de Santa Bárbara de Lugones y, en 1924, también recibe la Legión de Honor francesa. En el plano social, los alleranos le rindieron el tributo de su afecto en la designación de la trama urbana de Oyanco, donde se le había dedicado una plaza como se puede advertir en diversas fotografías antiguas14 . Actualmente, la avenida de Tartière que vincula Moreda con Oyanco sigue reflejando la impronta de su personalidad. En 1933, la ciudad de Oviedo promueve incluso un monumento póstumo en el que intervienen los escultores Manuel Álvarez Laviada y Víctor Hevia. Arropada por el acogedor marco del Parque de San Francisco, la estatua del noble Tartière está situada en la cabecera del Paseo de los Álamos esquina con Marqués de Santa Cruz en el privilegiado marco urbano ovetense. 5. El patrimonio industrial y la promoción social de la SIA Desde la proyección de una mirada en retrospectiva al paisaje allerano, se advierten muchas señales aún de las armaduras industriales y de la arquitectura laboral, conformada por las estructuras de acceso a los pozos y a los criaderos de la SIA. Es un patrimonio que está constituido por vestigios de lo que otrora fuera un floreciente negocio determinado por las explotaciones hulleras. De todo

“Es un patrimonio que está constituido por vestigios de lo que otrora fuera un floreciente negocio determinado por las explotaciones hulleras…”

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ello, quedan las bocaminas, salas de máquinas, talleres, vestuarios y antiguas oficinas, sin contar por supuesto los castilletes, en tanto que paradigma simbólico de la actividad minera, como lo fueron antaño las chimeneas humeantes de las fábricas y de las siderurgias. Por las limitaciones de espacio se establece preferentemente, en las líneas que siguen, un balance de lo que aún pervive y del patrimonio que ha sido referenciado en las escrituras registrales de la sociedad, como es el caso del camino de hierro para el servicio de los cotos de la SIA y que se enuncia en el siguiente punto de este texto. 5.1. El patrimonio ferroviario Con el fin de poder racionalizar la explotación de los criaderos adquiridos, Industrial Santa Bárbara necesitaba medios de transporte para facilitar el acarreo de infraestructuras y de material a las minas y para evacuar, además, el mineral extraído. En 1914, José Tartière Lenègre solicitó la concesión de una línea de tranvía con tracción vapor, que tendría su origen en la estación de Santullano, perteneciente a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. Para favorecer la concesión de ese ramal, el ingeniero argumentó que resultaría sumamente útil para el transporte de viajeros interesados en ello y, sobre todo, facilitaría el acarreo de maderas y materiales a los mencionados cotos, trasladando a la vuelta su producto a la estación más cercana, en el mismo Santullano. El proyecto de este tranvía Moreda-Cabañaquinta fue aprobado para el transporte de carbón en 1914 y, en vista de la demanda incesante suscitada por la Primera Guerra Mundial, se autorizó al director de la SIA a efectuar la instalación del tendido por su cuenta y riesgo. En el texto de la concesión, se especificaba que el material móvil necesario para dar comienzo a PATRIMONIO INDUSTRIAL | 31


la explotación sería de tres locomotoras, cuatro coches furgones y cuarenta y cinco vagones. La aprobación interina del tranvía para el acarreo de la hulla excluía al tráfico de pasajeros, que no lograrían nunca acceder más que oficiosamente al servicio en el tramo Moreda-Cabañaquinta, y eso a pesar de la excusa aducida por la Industrial Santa Bárbara en su solicitud. P o p u l a r m e n te c o n o c i d a como la máquina zurrón, esta línea continuó activa durante muchas décadas más, pero limitada siempre al transporte mercantil entre las minas de Cabañaquinta y los lavaderos de Moreda y nunca a los viajeros15. Se manejan dos teorías respecto a la denominación de la locomotora, por cuanto el apodo de la línea se debía, según algunas fuentes, al mal genio del maquinista, que vituperaba a los transeúntes y vehículos que invadían un tendido férreo que ocupaba una de las márgenes de la carretera. Con respecto a otras informaciones, el término zurrón aludía a la tipología de las siete locomotoras que prestaron servicio entre Santullano y Cabañaquinta, fabricadas por Vulcan Iron Works (V.I.W.) de 1917 a 1920 y del modelo de tanque envolvente (tipo albarda). En todo caso, sólo existe constancia documental y fotográfica del citado patrimonio ferroviario, pero también es cierto que la locomotora n.º1 de este tranvía minero de la SIA se encuentra ubicada actualmente en el Museo del Ferrocarril de Asturias (Gijón). En 1916, el ingeniero bilbaíno volvió a pedir la concesión de otras dos líneas de tranvías de vapor que partirían de las minas de Moreda (Pepita, Dolores, Princesa, Señorita y La Matona), a Cabañaquinta, y de aquí a Collanzo y viceversa. Aunque los dos proyectos recibieron el beneplácito de la administración, el segundo tramo, Cabañaquinta-Collanzo, caducó al fi32 | LLÁMPARA

nalizar el plazo concedido para su terminación y nunca llegó a materializarse. Una vez acabado el segundo ramal en 1917, el Gobernador Civil de la provincia autorizó la explotación provisional para el tráfico de carbones de la línea Santullano a las mencionadas minas que la SIA explotaba en Moreda. Esta línea tenía una longitud de 10.165 metros y contaba con estaciones en Santullano (con cargadero sobre el Ferrocarril del Norte), UjoTaruelo, Caborana y Moreda, y con apeaderos en SantullanoPueblo y Bustiello. Se registran igualmente una serie de empalmes, con una fábrica de briquetas, con cargaderos de carbón y con los lavaderos de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, por ejemplo al final de la línea en Oyanco. Puesto que los raíles del tranvía Moreda-Cabañaquinta se habían levantado sobre la carretera general, en 1951, el alcalde del Ayuntamiento de Aller pidió al Ministerio de Obras Públicas la desmantelación de un ferrocarril que ocasionaba graves perjuicios al tráfico rodado y que no cumplía la función de servicio al público que había sido pactada previamente con Industrial Santa Bárbara. Desde 1934, los viajeros utilizaban la línea Ujo-Cabañaquinta habilitada por el Ferrocarril Vasco-

“…el término zurrón aludía a la tipología de las siete locomotoras que prestaron servicio entre Santullano y Cabañaquinta, fabricadas por Vulcan Iron Works…”.

Asturiano quedando en desuso el tranvía desde ese momento. La SIA utilizaba allí el material motor y remolcado de la línea Santullano-Moreda, que había quedado clausurada oficialmente en 1934. Aunque la Jefatura de Obras Públicas de Oviedo apoyó al edil, la compañía siderometalúrgica se opuso radicalmente al levantamiento del tendido. Respaldada por una concesión oficial otorgada en 1914, la SIA argumentaba que el número de trenes no sobrepasaba diariamente cuatro y que carecía, además, de medios alternativos para el transporte del carbón. Las alegaciones de Industrial Santa Bárbara fueron tomadas en consideración por la Delegación General de Ferrocarriles, que denegó el permiso de demolición de las vías. Bien es verdad que, en la década de los sesenta, el transporte de gran tonelaje ya resultaba más operativo por carretera, lo que motivó el paulatino abandono de la línea. Por ese motivo, la propia compañía solicitó la caducidad anticipada del tranvía pidiendo además, en compensación de los años de explotación a los que renunciaba, autorización para disponer de los materiales afectos al mismo. Hasta 1967 no se declaró la cesantía de la línea, que había sido abandonada de facto desde 1961 sin causa justificada. Se concedió también de paso a la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara el material móvil del ramal clausurado por no resultar ya del interés de nadie en aquellos momentos. 5.2 El patrimonio minero industrial Al establecer un sucinto balance de estas huellas a partir de los vestigios materiales aún perceptibles en el paisaje y desde su cotejo con algunas instantáneas antiguas, se han de evocar ahora elementos tan significativos como el edificio de las antiguas oficinas de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, situado entre Moreda y Oyanco, y cuya construcción

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cabe situar a inicios del siglo XX (1902-1903). La estructura cuadrangular de noble porte, perforada por vanos adintelados y con cubierta a cuatro aguas, dota a este inmueble de una inequívoca alusión palaciega. Todas sus fachadas se organizan en tres plantas distribuidas a partir de las líneas de impostas que circundan su perímetro. Sin embargo, la portada principal concentra una mayor atención en cuanto a la distribución de los vanos adintelados para formar tres calles bien diferenciadas, de las cuales la central asume un mayor protagonismo. Una escalera de doble tramo ornamentada con balaustres determina el acceso tripartito a la planta noble. Tanto las puertas como todos los vanos del edificio aparecen realzados por los alféizares salientes y recercados asimismo, en su parte superior, por guardapolvos rectos sobre los que se delinean delicados frontones triangulares. Esta trama de líneas rectas se equilibra muy bien con el efecto de las impostas y contribuye a dotar el inmueble de una ornamentación tan sucinta como contenida. A los pies de este edificio también se puede advertir la bocamina de acceso al criadero La Cruz16. En este caso, la entrada de la galería se efectúa a través de una bóveda de cañón. El arco de medio punto con resalte de dovelas almohadilladas irregulares y el frontón mixtilíneo embellecen la portada de la bocamina. En cuanto a los materiales empleados en su construcción, se han de señalar la cantería de la bóveda y el uso del ladrillo en el revestimiento de las albanegas. En Oyanco, la presencia de la SIA ha sido muy preponderante también a nivel de estructuras industriales, entre las cuales los cargaderos y lavaderos, de cuyo testimonio dan cuenta diversas instantáneas en blanco y negro de la década de 1960 y 1970. Entre los árboles y la maleza, aún se pueden

Vestigios del cargadero de la SIA en Santa Ana./ AUTORA, 15/04/2014.

ver allí en la otra vertiente del río Aller y frente al imponente inmueble comentado líneas arriba, las osamentas del Grupo Santa Bárbara, constituidas por diversos vestigios relativos a las oficinas, los vestuarios, los cargaderos, y las estructuras de ventilación. En Santa Ana, aún podemos encontrar las tolvas del cargadero de la SIA que facilitaba la evacuación del carbón en bruto a los lavaderos de Oyanco. Se trata de una potente estructura de hormigón armado en la que aparecen las siglas de la compañía, insertas de hecho en leve resalte en el entredós de los arcos mixtilíneos trazados en el paramento de hormigón

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armado. Al parecer, este cargadero habría sustituido otro ingenio similar de mampostería17. En el mismo entorno, aún subsisten el botiquín, las oficinas del Grupo Santa Ana, la forja, la lampistería y, entre los matorrales, vislumbramos la bocamina Santa Ana, en tanto que acceso al Pozo San Fernando, situado a una cota de 679 metros de altura y formado por tres plantas que descendían a una profundidad de 426 metros18. En efecto, la fantasmal efigie del Pozo San Fernando se cuenta, a buen seguro, entre las imágenes más insólitas del patrimonio industrial asturiano. El castillete de acero roblonado emerge cual gigante orgulloso PATRIMONIO INDUSTRIAL | 33


sobre la copa de los árboles. En el mismo emplazamiento, también aparece la sala de máquinas desvencijada y escueta en medio del sotobosque de Orillés. Entre la vegetación que lo penetra y envuelve, el espectral edificio de ladrillo y hormigón enseñorea su hastial en escalera, donde aparece reseñada la designación del tajo. Dentro, la máquina de extracción herrumbrosa quedó varada en su bancada como un cetáceo en la arena. Aunque la sala de máquinas y algunas construcciones aledañas se hallan en estado ruinoso, se ha rehabilitado el castillete de 15 metros de altura y se ha acondicionado asimismo el entorno que lo circunda. El espacio de protección está destinado a acoger los muy escasos visitantes capaces de trepar monte arriba para contemplar este conjunto en plena montaña asturiana. Se trata sin lugar a dudas de una pieza singular, que se ha de insertar dentro de la tipología del “pozo balanza”. La extracción del carbón seguía una dirección contraria a la de una explotación vertical. En el pozo balanza de San Fernando, el mineral se descendía por contrapeso hasta el fondo del valle y se sacaba por el socavón Santa Ana hasta el cargadero situado en la carretera general. Por lo contrario, los trabajadores accedían al pozo por un transversal de la bocamina de 1.850 metros de longitud, desde el que ascendían a las cotas y niveles superiores, donde desarrollaban su laboreo a diario. Considero este patrimonio minero en concreto, como uno de los vestigios más paradigmáticos en estos momentos. El Pozo San Fernando alcanza su altísima significación en medio de una naturaleza que recobra sus dominios, empeñada en demostrarnos que la vida prístina vuelve a despuntar de nuevo, envolviendo en su manto vegetal esta estructura industrial, 34 | LLÁMPARA

mientras el carbón dormita ahora tranquilo en sus entrañas. 5.3. La promoción social y paternalista Al igual que la SHE en Bustiello, la SIA también desplegó un programa de promoción social y paternalista que no cuenta aún, cierto es, con investigaciones específicas que permitan determinar estrictamente las competencias y el patrocinio de una y otra compañía en el concejo de Aller. Por ese motivo, en lo que concierne al plano social y al patrimonio intangible derivado exclusivamente de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, no se puede evaluar con total seguridad el alcance, la extensión y el calado de este programa paternalista. En Santa Ana, aún per viven los antiguos economatos de la empresa que surtían de productos de higiene personal y, sobre todo, de alimentos de primera necesidad a la familia minera. Allí se adquiría el azúcar, la harina, el café en menor medida, el chocolate a la taza y las legumbres, en definitiva las proteínas de los pobres. Estos aportes dietéticos enriquecían las menguadas cosechas hortofrutícolas y los cárnicos de la matanza, que atestiguan el profundo arraigo de una primigenia mentalidad campesina y ganadera en los alleranos. En términos de alojamientos masivos, también se mantienen íntegras barriadas como las colominas de Santa Bárbara en Oyanco, surgidas en la década de 1950 en el marco de la proyección de alojamientos para las clases populares y al amparo del Plan Nacional de la Vivienda. Promovida por la Obra Sindical del Hogar, este barrio se inscribe dentro de un plan especial de viviendas para las cuencas hulleras centrales asturianas. El régimen franquista renovaba de este modo los preceptos más singulares del paternalismo industrial decimonónico y se ponía al servicio de la patronal minera.

En el mismo contexto de promoción paternalista y dentro de la misma ubicación geográfica, la sociedad que nos ocupa asume el coste de la capilla de Oyanco, erigida bajo la advocación de San José Obrero, en 1958. Son muchos los poblados obreros que se radican en Aller, concentr ándose en Cabor ana los más antiguos cuarteles, promovidas por la SHE. También encontramos viviendas en Boo, Moreda, Oyanco y Corigos, surgidas al abrigo de diversas compañías mineras, y de otras empresas asimismo (Electra de Viesgo S.A.) o debidas a promociones oficiales decretadas tras la Guerra Civil. A modo de sólidos geométricos, los bloques abiertos de las colominas, adquieren una disposición en planta muy regular, formando de hecho las tabletas una retícula urbana continua y también monótona, sesgada tan sólo por la alineación perpendicular de alguno de los inmuebles. Estas urbanizaciones aparecen situadas en solares improvisados, en meandros casi siempre ganados al río (colominas de Oyanco). También se han encaramado en los escarpes de las laderas, como sucede en Caborana, por ejemplo. En el contexto de las viviendas, se han de citar asimismo algunas casas unifamiliares o chalés para ingenieros asentados en Moreda y de propiedad privada en la actualidad, puesto que han sido objeto de enajenación por parte de HUNOSA. 5.4 El acecho de la mina Para finalizar este artículo, también se quiere proyectar una muy breve glosa de las defunciones por accidente laboral, por cuanto han conformado un correlato social allerano, teñido siempre de temores y de pesimismo. Para mal y para bien, la minería ha marcado a los habitantes del concejo, tanto por lo poco que les ha dado y, sobre todo, por lo mucho que les

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ha quitado. De hecho, en Orillés junto a la capilla del pueblo, aparece una emotiva reseña dedicada a la “memoria de todos los mineros fallecidos en accidente de trabajo en la mina”. Jesús Blanco Camblor, muerto en 1917, encabeza la luctuosa relación que Eduardo González García, lamentablemente, concluye en 1986. Esta sobria lápida erigida, en 2011, por suscripción popular enuncia los nombres y apellidos de los veinte mineros de Orillés, siempre recordados por sus familiares. No es, sin embargo, la única localidad del concejo que registra la desolación del accidente minero, donde se han computado hasta un total de setenta y siete muertos. En efecto, sin contar los accidentes más recientes, una explosión en la mina Ampliación de Asturiana de Collanzo se cobra el 6 de enero de 1945 la vida de cinco trabajadores, desplazados a centenares de metros por la deflagración. En el Grupo Melendreros, también perecen 11 mineros el 12 de febrero de 1946. El Pozo San Jorge (Caborana) registra otros cuatro muertos el 7 de mayo de 1948. En la mina Coto de Bello de Carinsa, el 16 de junio de 1958, pierden la vida ocho mineros. En el Pozo San Antonio de Moreda fallecen nueve trabajadores por inundación, dos de los cuales nunca recuperados. El luctuoso suceso acontece el 5 de diciembre de 195919. En definitiva, la historia de la minería está ligada al dolor, al sacrificio, a la explotación y a la muerte y, desde ese plano de negrura infinita, ha conformado una manera de ser y de sentir en Aller. Ligado, posiblemente, a este trágico destino, tampoco ha faltado un innato sentido de

rebeldía. El laboreo en los criaderos ha fraguado sentimientos encontrados, como la solidaridad y el inconformismo. Paradójicamente, la desaparición de la hulla también se asevera traumática y difícil de superar en un concejo, que trata de buscar alternativas a la depauperación provocada por el desmantelamiento de la industria minera. Como historiadora del arte no quiero concluir este artículo sin una llamada de atención a la preservación del patrimonio industrial allerano, por cuanto es la base de nuestra historia más reciente, resultando ser asimismo una seña de identidad ineludible que, con pleno derecho, también merece su inserción en el circuito patrimonial del norte de la península. n Notas 01

Mª del Mar DÍAZ GONZÁLEZ, 2007. del Mar DÍAZ GONZÁLEZ, 2014. 03 Mª Eugenia DÍE Z FERN Á NDE Z, 1989, pp. 19-21. 04 Octavio BELLMUNT Y TRAVER; Fermín CANELLA SECADES, 1900, pp. 409-417. 05 Ibídem. 06 Pedro RODRÍGUEZ CORTÉS, 2010. 07 Fuentes documentales: Registro Mercantil de Asturias: Tomo 11, Folio 21. 08 Rafael ANES ÁLVAREZ, 1994, pp. 314-316. 09 El capital social invertido en la fundación de la compañía equivale a la suma de 60.000 €. 10 Obligación de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, 1960, Colección Archivo de HUNOSA, Edificio administrativo de Oviedo. 11 Testimonio oral de José Eduardo GUTIÉRREZ GONZ ÁLEZ, minerovigilante jubilado de HUNOSA. 12 Rafael ANES ÁLVAREZ, 2000, pp. 62-66. 13 Fuentes documentales: Registro Mercantil de Asturias: Tomo 19, Folio 128. 14 En (http://w w w.pueblos-espana. or g /a s tur ia s /a s tur ia s /o y anco / ) [22/03/2014]. 02 Mª

DÍAZ GONZÁLEZ, Mª del Mar. “El patrimonio minero de la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en el Concejo de Aller, Asturias (1895-1968)”. Llámpara, patrimonio industrial. 2016, núm. 7, p. 26-35.

15 Testimonio

or al de Jesús DÍ A Z DÍAZ, minero jubilado del Pozo Santa Ana en Cabañaquinta (in memoriam). 16 S egún testimonio or al de Er ic HUERTA GONZ ÁLEZ, gerente de Materiales de Construcción Huerta que ubica sus almacenes en el antiguo inmueble de la SIA, adquirido a HUNOSA. 17 Véase MTI blog. Mineralogía topográfica Ibérica en (http://www.mtiblog.com/) [22/03/2014]. 18 En José Luis SOTO, 2009, pp. 134140. 19 Pedro RODRÍGUEZ CORTÉS, 2010

Bibliografía ANE S ÁLVAREZ, Rafael, (1994). “Los capitanes de la industria”, en VÁZQUEZ, Juan A. y OJEDA, Germán (ed). Historia de la economía asturiana Vol. II. Oviedo: Ediciones Prensa Asturiana, pp. 314-316. ANES ÁLVAREZ, Rafael, (2000). “José Tartière Lenègre (1848-1927)”, en TORRES, Eugenio (dir.). Los 100 empresarios españoles del siglo XX. Madrid: LID, pp. 62-66. BELLMUNT Y TR AVER, Octavio; CANELLA SECADES, Fermín, (1900). Asturias. Su historia y monumentos, Tomo III. Gijón: Fototipia y Tipografía Bellmunt y Díaz, pp. 409-417. DÍ A Z GONZ Á L E Z , Mª del Mar, (2007). Las acciones y las obligaciones del Archivo de HUNOSA. Composiciones formales y estética del trabajo (18331973). Asturias: Archivo Histórico de HUNOSA. DÍ A Z GONZ Á L E Z , Mª del Mar, (2014). “La Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara (1895). Repercusión social y patrimonial en el Concejo de Aller (Asturias)”, Estaferia ayerana, nº 12, junio 2014. DÍEZ FERNÁNDEZ, Mª Eugenia, (1989). Consumo de bebidas alcohólicas en el Concejo de Aller. Estudio y análisis sociológico. Asturias: Ayuntamiento de Aller. RODRÍGUEZ CORTÉ S, Pedro, (2010). “Aller y las tragedias mineras”, La Nueva España, Miércoles, 3 de noviembre, en línea (http://www. lne.es /cuencas /2 010/11/0 3 /allertr a ge dia s - min er a s / 9 8 8 9 94 . html ) [19/04/2014]. SOTO, José Luis, (2009). Castilletes de pozos mineros de la Montaña Central Asturiana. Oviedo: Trabe, pp. 134-140.

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Fig. 1. Vista de las Cocheras de Cuatro Caminos desde el Hotel Jardín Metropolitano / ALVARO VALDÉS. 8 JULIO 2015

• Nombre: Plataforma Salvemos Cuatro Caminos • Lugar: Madrid (España) • Autores: ÁLVARO VALDÉS MENÉNDEZ, Licenciado en Historia. Becario del Departamento de Ideación Gráfica de la ETSAM (UPM) y miembro de la Plataforma Salvemos Cuatro Caminos. Madrid España

" Sólo se pierde aquello que no se cuida. No se cuida aquello que no se valora. No se valora aquello que no se ama. No se ama aquello que no se conoce". Baba-Dioum, 19681

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LAS COCHERAS DE CUATRO CAMINOS. Un proyecto integral de patrimonio industrial. La Plataforma Salvemos Cuatro Caminos lucha por la conservación de las cocheras históricas de Metro de Madrid en Cuatro Caminos. Son unas instalaciones ferroviarias construidas por el famoso arquitecto Antonio Palacios, y uno de los escasos vestigios del Metro original inaugurado en 1919. A pesar de su indudable valor histórico y arquitectónico están amenazadas de demolición por un plan urbanístico. Hemos conseguido rescatar del olvido estas construcciones a través de un riguroso proceso de documentación e investigación. Visibilizar la existencia de este patrimonio es el mejor medio de concienciar a la ciudadanía de la importancia de su conservación para acoger a un futuro Museo de Metro. Salvemos Cuatro Caminos es una plataforma creada en febrero de 2015 con el objeto de salvaguardar las Cocheras Históricas de Cuatro Caminos como Museo de Metro. Surge al ampa-

ro de la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), un colectivo social muy reconocido en el ámbito de la lucha patrimonial en la Comunidad de Madrid. Ha transcurrido un año desde que comenzamos nuestro trabajo, y parece que ahora es un buen momento para echar la mirada atrás y valorar el camino recorrido desde entonces. Conciencia de pérdida y valoración patrimonial parecen ir de la mano. Tal vez por eso la consideración hacia el patrimonio industrial despertó con pérdidas traumáticas como la de Euston Station (1961), Pennsylvania Station (1963) o Les Halles de Paris (1971), que también sirvieron para despertar una sensibilidad hacia un legado arquitectónico hasta entonces desatendido. En octubre de 2014 asistimos impotentes a la demolición de los Talleres de Metro en Pacífico. Unas interesantes construcciones industriales inauguradas en 1924 junto al primer tramo de


la Línea 2. Era el primer derribo del Plan Inmobiliario de Metro, una desamortización masiva del suelo atesorado por la Compañía a lo largo de un siglo de historia. Fue entonces cuando tomamos conciencia de este patrimonio estaba en riesgo, y que pronto desaparecería si no hacíamos nada por evitarlo. El desapego de Metro de Madrid por su propio patrimonio viene de lejos. En los años 60 se arrancó la práctica totalidad de la decoración original de azulejo de sus estaciones. Sólo se salvó la Estación de Chamberí al haberse cerrado en 19662. En los 70 se desmanteló el Ascensor de la Red de San Luis, que terminó arrumbado en el pueblo de O Porriño (Galicia). En los 90 se destruyó el vestíbulo histórico de la Estación de Sol. En 2010 se demolieron las Cocheras de Ventas, inauguradas en 1924 para dar servicio a la Línea 2. Las bocas de granito perdieron primero sus postes indicadores, y han ido desapareciendo con el paso de los años, el último caso en 20073. Excepciones dentro de esta desidia generalizada fue la decisión de preservar una pareja de cada tipo de coche que había circulado por sus vías. O las restauraciones del Museo de los Caños del Peral y la Nave de Motores, que fue declarada BIC en 2011. Con la crisis la prioridad de Metro pasó a ser la obtención de ingresos a toda costa. En el año 2013 Metro anunció su Plan Inmobiliario, que consistía en la salida a subasta de todas las parcelas que pudieran interesar a los promotores inmobiliarios4 . Se ponía en venta el Recinto de Cuatro Caminos (Fig.1). La situación previa Cuando empezamos a documentarnos sobre las Cocheras de Cuatro Caminos nos encontramos con una gran carencia de información. Era como si no existieran. No estaban recogidas en la exhaustiva Guía de Arquitectura de Madrid realizada por el Colegio de Arquitectos de Ma-

drid, ni en las numerosas publicaciones sobre arquitectura industrial española, y en los estudios dedicados a Antonio Palacios tan sólo eran mencionadas de manera muy concisa como parte del conjunto del Metro. La escasa información disponible se encontraba en las publicaciones sobre la historia de Metro de Madrid aparecidas a lo largo de las últimas décadas. Al olvido de las Cocheras de Cuatro Caminos podemos encontrar dos explicaciones. Por una parte el aislamiento de la parcela, rodeada desde los años 50 por una tapia de tres metros de altura que impide todavía hoy la vista desde la calle. Por otra parte su pertenencia a un tipo arquitectónico que ha sido tradicionalmente desdeñado. Si a ello sumamos el frecuente desinterés y desprecio hacia la arquitectura industrial podemos entender las razones de este vacío historiográfico. El desconocimiento sobre las Cocheras las privó de cualquier tipo de protección patrimonial. Ningún Plan General de Madrid las incluyó en de los Catálogos de Elementos Protegidos, y volvieron a ser descartadas de la Revisión del Catálogo emprendida en 20135 , pese a existir ya indicios de su interés patrimonial6. También Metro de Madrid,

promotor y propietario de la obra durante casi un siglo, desestimó su valor al excluirlas del proyecto cultural Andén 0. Solo veían en ellas “unas construcciones en ruina7”. Su único valor era el precio de su suelo. La fase de documentación e investigación La ausencia de estudios y de protección nos hizo dudar en un primer momento del valor de las Cocheras de Cuatro Caminos. Es comprometido hacer afirmaciones cuando no se cuenta con el respaldo de una historiografía asentada, sobre todo en el caso de jóvenes profesionales como nosotros. Pero existían indicios de que el conjunto podía tener unos valores que se desconocían o se habían obviado. El primer paso para formarse una opinión era producir información con el máximo rigor posible. Entonces se podría contar con datos suficientes para dictaminar si este conjunto tenía un interés patrimonial que justificara su conservación. Había que tener en cuenta aspectos como su valor histórico y arquitectónico, su contexto urbano, la propuesta de uso alternativa y la rentabilidad social última del proyecto. Para obtener información fidedigna fue necesario recurrir a las fuentes primarias puesto que

Fig. 2. Las naves de talleres y cocheras de Cuatro Caminos. / AUTOR DESCONOCIDO. VERANO DE 1919. ARCHIVO METRO DE MADRID

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no existían estudios anteriores en los que apoyarse. De los cuatro archivos consultados, Archivo General de la Administración, Archivo del Ministerio de Fomento, Archivo de Villa de Madrid y Archivo de Metro de Madrid, fue en éste último donde se encontraba la mayor parte de la documentación original. Este trabajo se vio complementado con una visita al Recinto de Cuatro Caminos que realizamos gracias a la mediación de la diputada Marisa Moreno Martínez del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid. Es así como la práctica totalidad de la documentación que existe actualmente sobre las cocheras es resultado de nuestro trabajo, cubriendo un vacío que nunca debió existir en la historia del Metro y de Madrid. Ésta es su historia. Un vestigio del Metro inicial La construcción del Metro es un hecho muy señalado en la historia de Madrid. Es considerado un hito en la modernización de lo que por entonces era una capital europea bastante atrasada. Con este nuevo medio de transporte la ciudad dió el salto hacia la escala metropolitana, marcando un punto de inflexión en su evolución urbana. El nuevo medio de transporte habría de facilitar la integración entre los límites fiscales de la ciudad -definidos el “Ensanche” del Plan Castro- y la naciente corona de arrabales obreros, colonias y ciudades-jardín de su periferia8. Con el Metro, Madrid dejó de ser Villa para convertirse en Metrópoli. Las cocheras de Cuatro Caminos formaban parte del tramo original del Metro inaugurado por el rey Alfonso XIII el 17 de octubre de 1919 (Fig.3) y hoy día englobado dentro de la Línea 1 del Metro. El Metropolitano Alfonso XIII de Madrid era un ferrocarril subterráneo de doble vía de circulación, con un ancho de 1445 milímetros y sentido de circulación por la izquierda. La línea primitiva partía de las Co38 | LLÁMPARA

Fig. 3. Vista de las Cocheras de Cuatro Caminos el día de la inauguración, publicada en el diario El Dia / AUTOR DESCONOCIDO. 17 DE OCTUBRE DE 1919. HEMEROTECA BNE

Fig. 4. Llegada del primer coche del Metropolitano a la Glorieta de Cuatro Caminos./ AUTOR DESCONOCIDO. PRIMAVERA DE 1919. ARCHIVO METRO DE MADRID

cheras de Cuatro Caminos (Fig.2) y se detenía en las estaciones de Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (Iglesia), Chamberí, Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía) hasta llegar a la estación término de Sol9. Los afamados arquitectos Antonio Palacios Ramilo (18741945) y Joaquín Otamendi Machimbarrena (1874-1960) se encargaron del diseño arqui-

tectónico10 del Metropolitano Alfonso XIII de Madrid, siguiendo los pasos de Otto Wagner en el Stadtbahn de Viena y de Hector Guimard en el Métropolitain de Paris. Formaban parte de un equipo junto a los ingenieros de caminos Miguel Otamendi, Alejandro San Román y José Valentí de Dorda11 y los ingenieros industriales José M. Zapata y Manuel Veglinson Eizaguirre12 . La obra civil del Metro venía prácti-


Fig. 5. 159th Street Inspection Shed, Cocheras del Manhattan Railway de Nueva York. / AUTOR DESCONOCIDO. 12 DE MARZO DE 1908. MUSEUM OF THE CITY OF NEW YORK

camente determinada por el diseño de los ingenieros, por lo que la labor de los arquitectos se centraba en dar un decoro urbano y un estilo arquitectónico que identificara a la nueva empresa. Todas las construcciones del Metro se concibieron así como parte de un conjunto unitario que debía expresar una idea de modernidad, aun cuando cada elemento se manifestaba con su propio lenguaje de acuerdo con su carácter y el entorno en que habían de situarse. Los elementos más señalados del conjunto eran los Templetes de Red de San Luis y Sol, dos ascensores que salvaban la gran profundidad de estas dos estaciones, y que fueron concebidos con vocación de hitos urbanos. Las estaciones contaban con una rica y luminosa decoración de azulejo, diseñada para atraer a un público todavía poco acostumbrado a los espacios subterráneos. Los principales referentes del diseño del Metro de Madrid fueron los Metros de París y Nueva York. Miguel Otamendi y Antonio González Echarte habían conocido este último de primera mano con motivo de su viaje en 1904 para asistir a la Exposi-

Fig. 6. Comparación entre los alzados laterales de la East 180th Street Yard (1916) del Interborough Rapid Transit de Nueva York y las Cocheras del Metropolitano de Madrid en Cuatro Caminos (1919). / JOE TESTAGROSE Y ALVARO VALDÉS. DÉCADA DE 1960 Y 2015

cion Universal de Sant Louis. El proyecto del Metro de Madrid se concibió en una clave regeneracionista, buscando promover el desarrollo nacional, aunque hubo que importar algunos ele-

mentos que la industria española no podía proporcionar. Al Metro de Paris se compraron unos motores de tracción AEG de segunda mano, a la casa J.G.Brill de Philadelphia se encargaron los bogies y a la firma General Electric los equipos de control. La influencia norteamericana era patente en el diseño del perfil de los coches, la solución en bóveda tabicada en los vestíbulos de las estaciones o en el modelo adoptado para las cocheras y talleres de la Compañía, que siguieron la pauta marcada por las instalaciones de los dos ferrocarriles metropolitanos de Nueva York, el Manhattan Railway (129th Inspection Shed, 1908 y 159th Street Inspection Shed, 1908) (Fig.5) y el Interborough Rapid Transit (East 180th Street Yard, 1916 y 240th Street Yard, 1910). De estas construcciones se tomó el modelo de nave resuelta con una viga-lucernario, que otorgaba a la cubierta su característico perfil de diente de sierra. Una mirada comparada nos muestra la aportación de los arquitectos Palacios y Otamendi en el diseño de Cuatro Caminos (Fig.6) en detalles como la articulación de la fábrica de ladrillo. El equilibrado juego de líneas horizontales y verticales da un resultado plástico mucho más rico y matizado que el modelo original. La firma de Palacios es perceptible en detalles como la ménsula en el remate de los vanos, un manierismo que recorre todas su obra y que delata su implicacion en el diseño. Las Cocheras de Cuatro Caminos se construyeron entre 1918 y 1919 en las inmediaciones de la Glorieta de los Cuatro Caminos, justo a las puertas del arrabal obrero de Tetuán (Fig.4). En los trabajos de explanación se aprovechó el declive natural del terreno para situar al norte la entrada al túnel del Metro. El conjunto de las Cocheras estaba formado por una serie de construcciones dispuestas en torno al túnel que da acceso a la playa de vías. La boca del túnel se diseñó PATRIMONIO INDUSTRIAL | 39


como una entrada monumental (Figs.7 y 8) con una escalinata que daba acceso desde el entonces llamado Paseo de Ronda13 . La galería del Metro trazaba una curva cerrada14 antes de desembocar en las cocheras, donde se distribuía en un haz de ocho vías. La disposición del programa estaba condicionada por el radio mínimo de curvatura de los trenes, que era de 60 metros15 en el acceso a las cocheras dado que circulaban sin pasajeros y fuera de servicio. La Nave de Talleres se encontraba en el costado este del conjunto, asomando a la calle de Esquilache (Fig.9). La Nave de Cocheras se disponía adosada y adelantada a la anterior, y cerraba el conjunto por el oeste un cuerpo destinado a secciones de forja, cerrajería y carpintería. Las Naves de Talleres y de Cocheras eran los elementos más característicos de las cocheras (Fig.10). Estaban construídas con una estructura de pórticos metálicos que resultaba de la repetición de una viga en celosía tipo Pratt que aunaba las funciones de viga-lucernario 16 . Su orientación buscaba captar la luz de norte17 lo que otorgaba a la cubierta un característico perfil en diente de sierra o shed. Es posible que este factor fuera determinante en la elección de una parcela de perfecta orientación norte-sur, que habría de facilitar la disposición de los tramos de la estructura. Cada módulo base tenía una longitud de 10 metros y cubría una luz de 20 metros, suficiente para amparar hasta cinco vías. La ordenación del conjunto era así el resultado de la repetición de este sistema; la longitud de la Nave de Talleres era de cuatro módulos o 40 metros, que en la Nave de Cocheras pasaban a ser seis con el fin de acoger la longitud máxima de un tren de la época, que era de 60 metros18. Cerrando el costado oeste de esta nave se encontraban los Talleres de Oficios (Fig.11) un volumen alargado de fábrica de ladrillo y cubierta a 40 | LLÁMPARA

Fig. 7. Construcción de la boca del túnel de Cuatro Caminos. / AUTOR DESCONOCIDO. PRIMAVERA DE 1919. ARCHIVO METRO DE MADRI

Fig. 8. Talleres y cocheras de Cuatro Caminos. Boquilla de entrada del túnel. / ART.LLADÓ. 1921


ID

dos aguas sostenida por una cercha triangulada. El diseño de las Cocheras de Cuatro Caminos respondía tanto a requerimientos técnicos como a la voluntad de representación de la Compañía del Metropolitano de Madrid, puesto que se trataba de su edificación de mayor entidad. La tecnología y el dinamismo del Metro constituían los principales reclamos publicitarios de una Compañía que buscaba afianzar una identidad corporativa propia frente a potenciales competidores como los tranvías. La implantación de las Cocheras de Cuatro Caminos buscaba su incorporación a la escena urbana con el fin de visibilizar el nuevo medio de transporte. Un pretil de 1,20 metros de altura permitía a los viandantes asomarse a la playa de vías

y a las naves desde el Paseo de Ronda y la calle de Esquilache (Fig.9). Se pretendía así una visibilización selectiva, puesto que a partir del eje entre las naves de talleres y cocheras la altura del muro de cerramiento exterior ascendía hasta más de 2 metros de altura, impidiendo así una visión frontal del conjunto. Esta limitación de los puntos de vista tenía la intención de poner en valor la ligerísima estructura metálica de los dos únicos tramos vistos de la estructura metálica comprendidos en la esquina entre las naves de talleres y cocheras. Un encuadre que coincide con el punto de vista elegido por los reportajes fotográficos de la época (Figs.2,9,15). En esta clave podemos interpretar también la existencia de ventanas que permitían contemplar el interior de la Nave de Talleres desde la calle de Esquilache (Fig.28), rasgo que constituye una anomalía dentro de la tipología de las naves en diente de sierra, que por definición buscan una captación selectiva de la luz del norte al ser ésta la única orientación en que los rayos de sol no inciden directamente. La intención de dar visibilidad al nuevo edificio y la actividad que se desarrollaba en su interior se ponía aquí de nuevo de manifiesto. Las cocheras eran un elemento de urbanidad en un lugar hasta entonces rural, y habrían de contribuir a la valorización de un entorno en el que ya se daban los primeros pasos para desarrollar una promoción inmobiliaria19. La historia de las cocheras no se agota en su etapa inicial. El éxito del ferrocarril metropolitano y las sucesivas extensiones

“La calidad de su diseño hizo de ellas un modelo a imitar por muchas obras posteriores de carácter ferroviario o industrial.”

que fue acometiendo exigieron a su vez continuas ampliaciones de las instalaciones de Cuatro Caminos (Figs 12 y 13). El módulo base original se retomaría en las sucesivas ampliaciones en profundidad de 1920, 1933, 1950 y 1960, consecuencias formales del diseño original aunque incorporando avances técnicos posteriores como la soldadura eléctrica, la cubierta de fibrocemento o el bloque prefabricado de hormigón (Fig.14). La ampliación más singular tuvo lugar en 1921 con la construcción de las Naves Gemelas, una ampliación lateral mediante dos naves longitudinales de cercha Polonceau de 11 metros de luz y cubierta a dos aguas que se adosaron al costado de poniente (Fig.15). Esta solución radicalmente diferente de la inicial no tendría continuidad. Aunque desde 1924 se construyeron otras cocheras en Ventas para atender la recién creada Línea 2 (Fig.16), Cuatro Caminos siguió conservando un papel preponderante por la centralidad de su ubicación en la red, rol que ha conservado hasta la actualidad. Un modelo imitado El desconocimiento sobre las Cocheras puede inducirnos a pensar que fue una obra aislada, sin trascendencia ni consecuencias. La calidad de su diseño hizo de ellas un modelo a imitar por muchas obras posteriores de carácter ferroviario o industrial. Cuatro Caminos fue también el campo de pruebas donde Metro definió el que habría de ser el modelo de sus construcciones. La iluminación natural mediante lucernarios se convirtió en un invariante de sus cocheras hasta entrado el siglo XXI, cuando empezó a imponerse el blackout system 20 . Las variaciones que encontramos en cada diseño son una respuesta a las distintas orientaciones de las parcelas y la disposición particular de cada haz de vías. Así pues, en las orientaciones este-oeste como en las Cocheras de Ventas (1924), Plaza de Castilla (1966), Canillejas PATRIMONIO INDUSTRIAL | 41


(1974) y Sacedal (1986) se cubren con una cubierta en faldón quebrado, donde el lucernario forma una banda continua en sentido perpendicular a la cercha que salva el vano. El diseño de la boca del túnel habría de ser uno de los elementos más influyentes de las cocheras (Fig.17). Una composición inspirada a su vez en el Gürtel del Stadtbahn de Viena diseñado por Otto Wagner (1901). En la boca del túnel de las Cocheras de Ventas (1924) encontramos un recuerdo latente de ese diseño (Fig.18), mientras que la boca del túnel ferroviario ChamartínAtocha (1933-36) conocido como el Túnel de la risa (Fig.19) es una réplica casi literal de Cuatro Caminos. La calidad de diseño que confirió la mano del arquitecto Antonio Palacios lo convirtió en un duradero ejemplo a imitar. La ciudad del metropolitano. La Avenida de la Reina Victoria La influencia del ferrocarril metropolitano desborda la escala arquitectónica para abarcar

una más amplia que llamaríamos territorial o urbana. Territorial porque el nuevo medio de transporte tuvo por efecto la integración de enclaves hasta entonces periurbanos o rurales (como Tetuán de las Victorias o Vallecas) en el sistema urbano de la ciudad de Madrid. Urbana, porque como lugares de producción las construcciones industriales son depositarias de la memoria de unos trabajadores que acostumbraban a vivir en sus inmediaciones. Por esta razón las cocheras de Cuatro Caminos y su entorno urbano forman una unidad indisociable. La mirada a escala urbana es doblemente necesaria puesto que las cocheras fueron la primera pieza de la construcción de la Avenida de la Reina Victoria (Fig.20), una operación urbanística que se desarrolló entre 1921 y 1950. Fue la primera gran actuación unitaria de vivienda colectiva que acometió la iniciativa privada en Madrid21. La empresa del Ferrocarril Metropolitano de Madrid fue simultáneamente un proyecto

ferroviario e inmobiliario. Comprendía la construcción y explotación de una nueva infraestructura, concebida para atender la demanda de transporte de los arrabales obreros de Cuatro Caminos y Tetuán, y la rentabilización de dicha inversión, promoviendo una operación inmobiliaria en los terrenos circundantes súbitamente revalorizados por la presencia del nuevo medio de transporte. (Fig.21). Por esta razón se prefirió construir la primera línea del Metro en el norte de Madrid, que era la zona que reunía las mejores condiciones ambientales para un desarrollo residencial22. A tal efecto se constituyó en marzo de 1918 la Compañía Urbanizadora Metropolitana, la filial inmobiliaria de la Compañía del Metro. La C.U.M. compró los terrenos, y urbanizó y construyó lo que hoy conocemos como Avenida de la Reina Victoria. Emblema de este desarrollo fueron los Edificios Titanic, unos bloques de vivienda de gran altura para la época -11 plantas- construidos justo frente a las Cocheras (Fig.22).

Fig. 9. Construcción de las cocheras de Cuatro Caminos. / AUTOR DESCONOCIDO. MAYO DE 1919. ARCHIVO METRO DE MADRID

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Este conjunto urbano es uno de los de mayor unidad y coherencia de Madrid, sin duda producto de su promoción unitaria. Todavía a día de hoy mantiene un estado de conservación bastante bueno. Las Cocheras fueron la primera pieza de este desarrollo, y su desaparición supondría una merma importante de su valor unitario Pese al olvido mutuo que ha pesado durante casi medio siglo, las cocheras y el barrio forman un todo que debe de potenciarse. La colección de material móvil de Metro Un argumento fundamental a favor de la conservación de las Cocheras de Cuatro Caminos es su idoneidad como contenedor cultural para exponer la colección de material móvil histórico de Metro de Madrid (Fig.25). Este verdadero tesoro del patrimonio industrial español está constituido por una pareja de coches (motor y remolque) de cada tipo de tren que ha circulado por sus vías a lo largo de un siglo de historia. Están representados los trenes inaugurales (serie Cuatro Caminos), los modelos de las primeras ampliaciones (series Quevedo, Ventas, Embajadores), los coches de la postguerra (tipo Salamanca), los de la época del desarrollismo (Legazpi, series 300 y 1000), y los incorporados en los años 70 y 80 (series 2000 y 5000). Fueron fabricados por firmas hoy históricas como Carde y Escoriaza, Euskalduna, Sociedad Española de Construcción Naval, CENEMESA o CAF, lo que las convierte en un testimonio único del desarrollo de la entonces incipiente industria ferroviaria española. La colección comprende ejemplares pertenecientes a los dos ferrocarriles metropolitanos que existieron en Madrid (Metropolitano de Madrid y Ferrocarril Suburbano de Carabanchel), y que fueron integrados en los años 80 para constituir Metro de Madrid S.A. Esta colección es desconocida por el público, y su ubicación en las Cocheras sería ideal por

Fig. 10. Interior de la nave de cocheras de Cuatro Caminos. / ÁLVARO BONET. 18 DE FEBRERO DE 2015

Fig. 11. Interior de la nave de oficios. / FOTO ANTONIO MANUEL SANZ. 29 DE NOVIEMBRE DE 2014

su situación de centralidad urbana. Comunicar el valor. La importancia de un discurso Una vez cerrada la labor de documentación e investigación del conjunto nos quedó muy claro el interés de conservar estas construcciones. Pero defender las Cocheras de Cuatro Caminos suponía un punto de partida bastante más difícil que otras luchas que MCyP había llevado a cabo

anteriormente. Por ejemplo el Frontón Beti-Jai estaba respaldado por su declaración como Monumento Nacional de 1991. En la paralización del derribo del Palacio de la Duquesa de Sueca fue determinante el grado de Protección Integral de que gozaba en el Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Madrid. Pero lo único que amparaba de la demolición a las Cocheras de Cuatro Caminos era la pervivencia de su uso original. PATRIMONIO INDUSTRIAL | 43


Fig. 12. Vista de las cocheras desde los edificios Titanic. / AUTOR DESCONOCIDO. CA.1930. FONDO GARCÍA MERCADAL, SERVICIO HISTÓRICO COAM

Es muy frecuente encontrar opiniones en contra de la conservación del patrimonio industrial. Cuesta convencer a los ciudadanos de los valores arquitectónicos e históricos de unas construcciones que suelen estar cargadas de significados negativos. Contaminación, ruido o degradación ambiental suelen ser las asociaciones más frecuentes. La propia exposición de motivos de la modificación puntual del PGOUM consideraba que la propia existencia de las cocheras “contribuye a perpetuar zonas de marginalidad 23” (Fig.28). Es el argumentario habitual –a la medida de las intenciones de las promotoras- que insiste en que la erradicación de los vestigios de nuestro pasado industrial es la única forma de regeneración urbana. Este estado de opinión negativo se daba en Cuatro Caminos, con el agravante de que no podía esperarse ningún apego a unas Cocheras de cuya existencia casi 44 | LLÁMPARA

nadie se había percatado. También lo avanzado del diseño de las Cocheras jugaba en contra de su apreciación como patrimonio por parte de aquellos que sabían de su existencia. La solución constructiva elegida –una cubierta resuelta con viga/lucernario en diente de sierra- era de vanguardia para la época, pero es de uso común en los polígonos industriales actuales. Costaba desprenderse de todos estos prejuicios para descubrir la calidad de una obra de autor. Así pues el reto ante nosotros era grande, pues para ven-

“El patrimonio de Metro es percibido como un elemento muy cercano a la ciudadanía. El «Metro» es una referencia común para todos los ciudadanos de Madrid…”

cer al plan urbanístico en marcha era necesario convencer. Para romper esa apreciación negativa era fundamental transmitir un mensaje a la ciudadanía. El mejor modo de transmitir un mensaje es hilando un relato. Y dicho relato debía dar resultado un discurso alternativo que contraponer a las frecuentes promesas que respaldan a las promociones inmobiliarias. El hecho de que nosotros hubiéramos vivido también un proceso de descubrimiento de las Cocheras nos facilitó anticiparnos a esta tarea de comunicación. Porque mirar sin ver es más habitual de lo que nos damos cuenta. La dimensión sentimental juega un papel fundamental en lo que entendemos como patrimonio, cuando éste es vivido como elemento referencial de una sociedad, como generador de identidades y significados. Y en las cocheras identificamos dos elementos clave de la identidad cultural de Madrid: el Metro y la obra arquitectónica de Antonio Palacios. Dos aglutinantes, en los que el público común podría reconocerse, y que pasarían a ocupar un papel preponderante en nuestro discurso. El patrimonio de Metro es percibido como un elemento muy cercano a la ciudadanía. El “Metro” es una referencia común para todos los ciudadanos de Madrid, independientemente de su edad, procedencia o clase social y apela a un cotidiano que todos tenemos en común. Es sin duda uno de los símbolos de Madrid, en una ciudad que no está sobrada de ellos24 . Dentro del conjunto arquitectónico del Metro juega un papel fundamental la figura del arquitecto Antonio Palacios, quien definió su identidad arquitectónica y al que se atribuye su icónico logo. Este vínculo era una baza extraordinaria por el significado que tiene la obra del arquitecto para la memoria arquitectónica de Madrid. Palacios es el autor de grandes iconos arquitectónicos de la ciudad como el Cír-


Fig. 13. Vista de las cocheras / AUTOR DESCONOCIDO. CA.1960. ARCHIVO METRO DE MADRID Fig. 14. Interior de los talleres con un coche tipo “Salamanca” / AUTOR DESCONOCIDO. CA.1950. ARCHIVO METRO DE MADRID Fig. 15. Talleres y cocheras de Cuatro Caminos. A la derecha están las nuevas cocheras” / ART.LLADÓ.1921 Fig. 16. Cocheras de Metro de Madrid en Ventas, poco antes de su demolición / VICTOR HUGO FERNÁNDEZ. 2010

culo de Bellas Artes, el Palacio de Cibeles o el Hospital de Maudes. Su obra es reconocida por el gran público como la esencia iconográfica del Madrid del siglo XX. Por esa razón gran parte del esfuerzo de documentación se centró en terminar de confirmar la autoría de este autor en las Cocheras de Cuatro Caminos. Porque así perder una obra construida por Antonio Palacios sería entendido como un quebranto de la identidad cultural propia de Madrid. Oponer y proponer. El proyecto Cuatro Caminos Para oponerse a la operación inmobiliaria era fundamental ofrecer una propuesta alternativa coherente y creíble. Contar con unos argumentos sólidos se convertía en la única baza para oponerse a un plan urbanístico de 88 millones de euros. La cali-

dad de nuestro trabajo marcaría así la medida del crédito que habrían de concedernos. Uno de los valores patrimoniales fundamentales de Cuatro Caminos es su representatividad tipológica como ejemplo de la nave en diente de sierra, una de las edificaciones arquetipícas de la arquitectura industrial. Es un vestigio testimonial de un tipo constructivo poco estudiado y valorado, cuya difusión en España tuvo lugar a comienzos del siglo XX, y que hoy día se ha vuelto de uso corriente. Las Cocheras de Cuatro Caminos son uno de los testimonios más representativos y destacados de este tipo arquitectónico industrial. A su relevancia en relación a otros elementos de su misma tipología se suman sus valores intrínsecos de carácter artísticoarquitectónico. El hecho de ser una obra de los reputados arqui-

tectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi se refleja en la calidad de su diseño y construcción respecto al modelo estandarizado del que se partía como referencia. Hay que recordar que Antonio Palacios es el arquitecto español más destacado en las primeras décadas del siglo XX, y la repercusión de su obra en la historia de la arquitectura española es extraordinaria. Esto dota a las Cocheras de un valor de autoría de primer orden. Su valor histórico es también incuestionable, como único vestigio conservado del Metro original de 1919 junto con la Estación de Chamberí. A ello debemos sumar su valor testimonial, como reflejo material de un periodo y de una sociedad concreta. En las cocheras están recogidas las dos soluciones de cubierta más representativas de la arquitectura industrial de la época: PATRIMONIO INDUSTRIAL | 45


la nave en diente de sierra de cercha Pratt y la cubierta a dos aguas con cercha Polonceau, y en ellas encontramos también un extenso repertorio de las técnicas constructivas empleadas a lo largo del último siglo. Una evolución tecnológica que en muchos casos es paralela a la empleada en la construcción de los trenes. La suma de cocheras y trenes constituye así un compendio de la evolución tecnológica española del último siglo. La existencia de la colección de material móvil de Metro convierte a las Cocheras de Cuatro Caminos en el contenedor lógico e ideal de esta colección ferroviaria. En esencia el diseño de las cocheras estuvo determinado por las necesidades de explotación del nuevo ferrocarril metropolitano. Era un contenedor hecho a la medida de un contenido. La técnica ferroviaria dictó el programa, las medidas y la diposición de las naves de talleres y cocheras y del conjunto de edificaciones subsidiarias que las complementaban. Cocheras y coches forman así un conjunto indisociable, pues de hecho la práctica totalidad de los trenes que integran hoy día la colección de Metro de Madrid pasaron por las Cocheras a lo largo de su vida útil (Fig.26). La existencia de las cocheras es el soporte fundamental para el proyecto que se plantea, pues su propia historia es un reflejo de la historia de Metro. Y aunque el conjunto ha experimentado numerosas ampliaciones y transformaciones, ha llegado hasta nuestros días con una notable integridad. La obra original de 1919 se conserva prácticamente intacta, y las primeras ampliaciones de los años 20 y 30 están también en razonable buen estado. La continuidad de uso hasta la actualidad aporta aún una mayor autenticidad a este elemento, y abre la puerta a una restauración integral. Los bienes inmuebles (edificaciones) y muebles (trenes, maquinaria, archivo de empresa) forman una 46 | LLÁMPARA

unidad inseparable, y su recuperación debe formar parte de un proyecto integral de patrimonio industrial. Las posibilidades de futuro de este conjunto arquitectónico son enormes por su situación de encrucijada entre los congestionados e infraequipados barrios de Chamberí y Tetuán. Estos espacios industriales tienen un gran potencial de uso, lo que puede permitir aunar la creación de un foco de atracción cultural de carácter museístico (Fig.27) con un programa orientado a cubrir las necesidades de dotaciones públicas de su entorno inmediato. En el Proyecto Cuatro Caminos buscamos simultanear la escala de trabajo metropolitana y local para dar como resultado una iniciativa sólida y coherente. La implicación de ciudadanos, vecinos y colectivos sociales del barrio a través de procesos de participación ciudadana es fundamental para fomentar la identificación y respaldo de los vecinos, lo que en última instancia garantice el arraigo y la rentabilidad social del proyecto. Se trata en definitiva de promover un nuevo modo de entender y hacer ciudad, integrando en una propuesta de futuro nuestro pasado industrial. Perspectivas de un debate patrimonial y urbano Nuestro principal logro ha sido poner de manifiesto un problema que hasta ahora había pasado desapercibido. Si el principal enemigo del patrimonio es el desconocimiento, visibilizar su existencia y su valor es un paso fundamental para garantizar su preservación. En la tarea de difusión han desempeñado un papel decisivo las redes sociales, nuestra principal herramienta para llegar al público. Los resultados son notorios: en los seis meses transcurridos desde nuestra fundación y partiendo prácticamente de cero hemos conseguido incorporar el asunto de las cocheras al debate urbanístico y patrimonial de Madrid.

La polémica sobre las Cocheras no debe de hacernos olvidar la cuestión de fondo, que es el destino final de la parcela. Metro de Madrid es una empresa de propiedad pública. Desde el Plan General de 1985 se contemplaba la transformación urbanística del Recinto de Cuatro Caminos, pero los parámetros han ido degradándose en perjuicio de lo público. Si el Plan General 1985 preveía para la parcela un uso dotacional y de zona verde, el Plan de 1997 le otorgó una edificabilidad de unos 17.000 m2, que fue elevada hasta casi 40.000 m2 en la modificación puntual de 2014. La zona verde obtenida por cesión estaría acotada por un rascacielos de 25 plantas que la dejaría aislada visual y funcionalmente del sistema de espacios públicos de la ciudad. Chamberí es uno de los barrios peor dotados de la ciudad de Madrid, y los pocos terrenos públicos disponibles no deberían malvenderse con fines especulativos, sino abordarse como espacios de oportunidad que sirvan para resolver sus carencias estructurales. Que un colectivo ciudadano sea quien haga frente a una empresa pública, convertida en agente de destrucción activo de su propio patrimonio es todo un síntoma del tiempo político en que vivimos. El deficiente funcionamiento de las instituciones hace que la labor de los movimientos ciudadanos sea cada vez más necesaria. Aunque en estos meses también hemos tenido que luchar contra el derrotismo de algunos colectivos que paradójicamente son los que cuentan con una sensibilidad más cercana a este tema, y que terminan incurriendo en una pasividad escéptica que acaba siendo cómplice de su destrucción. Afortunadamente nuestro esfuerzo ha sido secundado por otros agentes como la asociación Hispania Nostra, que incluyó las Cocheras en su Lista Roja del Patrimonio en mayo de 2015, o el colectivo Corazón Verde Chamberí, que ha


hecho suya nuestra causa al integrarlo en un proyecto mayor de dotación de espacios públicos para el barrio. Pero ha sido el público común el que más se ha ilusionado con el tema, y más firmemente lo ha apoyado. Nuestra campaña ha encontrado la entusiasta respuesta de vecinos, trabajadores de Metro o simplemente ciudadanos preocupados por el devenir de su ciudad. Este público es para nosotros el más valioso, pues es a ellos a quienes en última instancia va dirigido el proyecto. Nos queda aún mucho trabajo por delante, pero estamos firmemente convencidos de que potenciar el patrimonio histórico y arquitectónico debe ser el soporte para un proyecto cultural y social de futuro. Las Cocheras de Cuatro Caminos tienen mucho que aportar a un Madrid que por fin ha renunciado a los sueños de grandeza para recobrar la esencia de su propia identidad. n Bibliografía ARMERO, Jacobo, (coor.) [2001]. Antonio Palacios, constructor de Madrid. Madrid, La Librería. BONET, Álvaro; SANZ, Antonio Manuel; VALDÉS, Álvaro. [2015]. “Hacia un Museo de Metro en Cuatro Caminos”, Revista Madrid Histórico, núm.57, pp.26-35. DARLEY, Gillian, [2010]. La fábrica como arquitectura. Barcelona, Reverté. GÓMEZ-SANTOS, Marino. [1969]. El Metro de Madrid. Medio siglo al servicio de la ciudad. 1919-1969. Madrid, Escelicer. GONZÁLEZ, Manuel; GARCÍA, Jose Luis; MELIS, Manuel; GONZÁLEZ, Francisco Javier, [2001] El Material Móvil del Metro de Madrid. Madrid, Metro de Madrid S.A. GONZÁLEZ, Manuel, [2006]. “Los coches históricos del Metro de Madrid. Su historia y sus posibilidades de rehabilitación”. IV Congreso de Historia Ferroviaria. Madrid, Fundación de los Ferrocarriles Españoles. MARCO, Luis Manuel [2015]. “Las cocheras de Cuatro Caminos. Metropolitano de Madrid”. Arquitectura Viva Online. MOHEDAS, César; ZAMORANO, Juan Carlos; GALLEGO, Eduardo; LÓPEZ, Pablo; MUÑOZ, Pedro; BERNAL, Francisco Javier; TOUZÓN, José, [2010]. 90 años de metro en Madrid. Madrid, La Librería. MOYA, Aurora, [2009]. Metro de Ma-

drid 1919-2009. Noventa años de Historia. Madrid, Metro de Madrid S.A. PELÁEZ MARTÍN, Andrés, (coord.) [1987]. Arquitectura madrileña de la primera mitad del siglo XX. Madrid, Museo Municipal. VALDÉS, Álvaro; SANZ, Antonio Manuel. [2015]. “Las Cocheras de Cuatro Caminos. Una oportunidad para el patrimonio industrial de Madrid”. La Linde, revista digital de arqueología profesional, núm.4, 2015, pp.22-34.

Notas 01 BABA-DIOUM.

[1968]. General Assembly of the International Union for the Conservation of Nature and Natural Resources. New Delhi, 1968. 02 Por la imposibilidad de prolongar el andén de 60 a 90 metros, al encontrase en curva. 03 La boca de Metro de la estación Plaza de Lavapiés (1936) perteneciente a la Línea 3. 04 Recintos de Cuatro Caminos, Ventas, Plaza de Castilla, Puerta Bonita y Granada-Cavanilles 05 por decisión política, al haber un proyecto urbanístico en marcha. Idéntico criterio se empleó en el TPA de Raimundo Fernández Villaverde, 50. 06 La asociación SAMETRAHM alertó repetidamente a la DGPH de su valor en 2009 y 2014 07 sic. discurso dado por el Consejero Delegado en el desayuno informativo celebrado en el Hotel Palace el 25 de febrero de 2015. 08 Como los arrabales de Tetuán de las Victorias, Prosperidad, Guindalera y las Colonias de la Prensa, Bellas Vistas, Alfonso XII o Ciudad-Jardín, entre otras. 09 pronto dejaría de serlo, puesto que en 1921 fue inaugurado el Trozo SolAtocha. 10 En el organigrama inaugural de Metro figuran los dos como Arquitectos de la Compañía. A partir de 1919 terminó su colaboración profesional (que duraba desde 1902), y solo figurará como arquitecto Antonio Palacios hasta su muerte en 1945. 11 San Román y Dorda figuran como “Ingenieros auxiliares” en construcción y electrificación respectivamente, mientras que Otamendi era “Director-Gerente” de la Compañía. 12 Ambos figuran como “Ingenieros auxiliares” en material móvil 13 actual Avenida de la Reina Victoria. Este vial recorría todo el perímetro de Madrid. 14 causa última de su obsolescencia funcional, puesto que actualmente tan sólo los trenes serie 2000 son capaces de entrar en el recinto de Cuatro Caminos.

15 En

la Línea Cuatro Caminos-Sol los radios mínimos de curva eran de 90 metros, para mejorar el confort de los viajeros y permitir una mayor velocidad de los trenes. 16 sic. en los planos originales firmados por Alejandro San Román. 17 la más apta para iluminar un espacio de trabajo al ser una luz difusa, constante a lo largo del día y no producir sombras. Veáse la obra de Albert Kahn 18 motivo por el cual todas las estaciones debieron alargarse. La composición de un tren de la época era de 4 coches, un coche motor y 3 remolques, aunque también podían circular composiciones de 2 coches únicamente en las horas de menor demanda. 19 LUQUE, F; [1919] “El Metropolitano madrileño”. Blanco y Negro, 2 de febrero de 1919, pp.48. Cita de Jose María Otamendi: Aquí nacera la ciudad del Metropolitano. Estos que ve usted ahora campos de soledad, mustios collados, bailes y merenderos, desaparecerán en breve y serán, a nuestro esfuerzo, Metropolitania famosa. Desde la Glorieta de los Cuatro Caminos hasta el llamado "mirador" del Asilo de la Paloma, todo este terreno, todas estas propiedades, son ya de nuestra Compañía. ¡Seis millones de pies...! Sobre ellos tenderemos una gran calle central -prolongación del paseo de Ronda-, con su tranvía y todo, y a ambos lados, una verdadera ciudad de hotelitos, que se extenderá hasta la Moncloa. Estos hotelitos, instalados con todas las comodidades modernas, costarán de treinta a cincuenta duros mensuales, y pasan, en determinado número de años, a ser propiedad del que los alquile. 20 cocheras de Laguna, Cuatro Vientos, Valdecarros y Hortaleza. 21 Madrid. Arquitectura y desarrollo urbano, pp.154. 22 La zona sur de Madrid estaba mucho más cercana a las estaciones de ferrocarril, y por esta razón terminó siendo el asentamiento de la industria. Curiosamente el Plan Castro había previsto para Chamberí destino que terminó siendo el de Pacífico, Delicias y Méndez Álvaro. 23 sic. BOCM nº 157 , viernes 4 de julio de 2014 24 DIAZ, M. [2015]. “Salvemos las cocheras de Cuatro Caminos”. blog Tetuan-Paisaje-Ciudadanía, 20 de febrero de 2015.

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Entrevista a Henryk Handszuh JAVIER DÍAZ, director de la Asociación Europea de Turismo Industrial

Economista de formación, Henryk Handszuh es especialista en la historia industrial de la región de Silesia (Polonia). Trabajó hasta 1984 como guía turístico, posteriormente fue colaborador del Instituto de Investigaciones Turísticas en Varsovia, funcionario de la Administración Nacional de Turismo y Secretario de la Comisión de Turismo Internacional de los países miembros del Consejo de Ayuda Económica Mutua (CMEA). Desde el año 1984, trabaja en la Organización Mundial del Turismo (OMT), primero como analista en la Sección de Estudios y posteriormente como Director del Departamento del Mercado Turístico participando en la redacción de documentos y resoluciones de política turística de la institución. Desde el año 2000 es profesor invitado de la Université de la Méditerranée Aix-Marseille (Francia) y también de la Escuela Superior de Comercio de Katowice y de la Academia de Cracovia (Polonia). Por lo que he comprobado in situ, una gran parte de la sociedad polaca asocia el patrimonio industrial a una herencia del pasado de la que prefieren hacer tabla rasa. Parece, no obstante, que hay notables excepciones y, así, en la región de Silesia o en la ciudad de Łódz, se ha producido en la última década un cambio de tendencia, con una progresiva sensibilización por parte de las autoridades y de la población, muy especialmen48 | LLÁMPARA

Henryk Handszuh. / HENRYK HANDSZUH. FOTO PERSONAL

te los jóvenes hacia su preservación y valorización cultural. ¿Cuál es su valoración a este respecto? Su pregunta efectivamente refleja la percepción de la mayoría de la sociedad. Una gran parte del legado industrial de Polonia proviene de su época socialista. El periodo después de la devastadora Segunda Guerra Mundial (1939-1945) supuso una industrialización masiva incentivada por el Estado que se caracterizó por una fuerte impronta ideológica socialista marcada por el modelo soviético. La sensibilización hacia la conservación de este legado socialista es escasa. En la exposición de la mina de carbón Reina Luisa (Królowa Luiza), por ejemplo, han desaparecido las má-

quinas de aquella época. Muchas se han vendido o fundido. Esto me duele personalmente puesto que fue mi propio padre quien se ocupaba de la selección, adquisición y mantenimiento de esas máquinas en la región. Después de 1989, año en que Polonia empezó a abrazar paulatinamente el modelo neoliberal en la economía, muchos emplazamientos industriales de época socialista cerraron por no resultar productivos. Actualmente algunos de estos espacios industriales, tanto públicos como privados, se encuentran todavía en pié esperando tiempos mejores, si bien es verdad que algunos de ellos han sido inscritos en el registro de interés patrimonial. A principios del siglo XXI, la Organización Turística Polaca


(Polska Organizacja Turystyczna), la equivalente polaca de Turespaña, publicó una lista de unos 1.800 sitios de patrimonio industrial de interés turístico, en la cual apenas se prestó atención a los de origen socialista. Los interesados en el patrimonio industrial (vecinos, arquitectos, urbanistas, historiadores) denuncian la continua pérdida de destacadas estructuras industriales que son cedidas a los intereses comerciales e inmobiliarios. Los ejemplos más representativos son los de Katowice, capital de Silesia, y Varsovia. En el primero, la estación de ferrocarril, de estilo modernista, fue sustituida por una galería comercial. En Varsovia, “Supersam”, una galería comercial también de estilo modernista, un verdadero referente en los manuales de arquitectura, fue cambiada por una estructura más grande. El modelo de industrialización socialista, que resultó obsoleto, no sólo afectó a los países de la órbita soviética. Como bien pone de relieve el historiador polaco Adam Leszczyński en su libro Salto hacia la modernidad. La política de crecimiento en los países periféricos 1943-1980 (Krytyka Polityczna 2013, disponible en polaco), la industrialización de mano del Estado, de una política económica a favor de la industrialización, fue una experiencia no solo implementada en los países socialistas sino también en los países periféricos, Polonia incluida, ya antes de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, se aplicó en otras zonas geográficas que querían dar un salto hacia la modernidad. Tal fue el caso de China, Japón y Corea del Sur, en Asia, América Latina o los países africanos en proceso de descolonización. Detrás de cada una de estas experiencias nos encontramos con enormes esfuerzos, hasta sacrificios, que merecen ser apreciados y recordados de al-

Sala de las Vidrieras del Museo de Minería de Carbón en Zabrze, el lugar de la primera conferencia internacional sobre patrimonio industrial y turismo en 2004. / HENRYK HANDSZUH

guna manera. En Polonia, este es el objetivo, por ejemplo, del Museo de la Naturaleza y la Técnica de Starachowice, ciudad ubicada al noreste de Cracovia, conocida por su producción de camiones. Usted fue el promotor del Centro Internacional de Documentación e Investigación sobre el Patrimonio Industrial en Zabrze (Silesia) y es representante plenipotenciario del mismo. ¿Cuáles fueron las principales motivaciones que le llevaron a plantear este proyecto? Mi actual papel en el Centro Internacional de Documentación e Investigación es efectivamente el de plenipotenciario por nombramiento del Director del Museo de la Minería de Carbón en Zabrze, que ostenta la titularidad jurídica del Centro. El Museo es un complejo configurado por cuatro espacios diferentes: un edificio histórico que alberga una colección de 38 mil piezas para su exhibición; dos antiguas minas de carbón visitables, “Guido” y “Reina Luisa”; y un canal subterráneo (en reconstrucción) a través del cual en el siglo XIX se recogían las aguas de bocaminas y transportaba el carbón en embarcaciones.

Antes de la reforma administrativa del Museo, que unificó dichas entidades (2013), yo era el presidente del Comité Científico del Centro por nombramiento del alcalde de Zabrze según las disposiciones del “Memorando de Entendimiento” firmado en 2008 por el Ayuntamiento de Zabrze, la Región de Silesia, la Escuela Superior de Comercio de Katowice (donde ejerzo de profesor invitado) y la Organización Mundial del Turismo (OMT). No me considero el promotor originario del Centro. La idea fue de la propia OMT, del Secretario General del momento, Francesco Frangialli, y fue dada a conocer por el Director Regional para Europa en la segunda conferencia internacional de Zabrze (2005). El Centro se creó cuando ya me retiraba de mis cargos en la OMT. En aquel entonces ayudé a elaborar el “Memorando de Entendimiento” que mencioné antes. Por otro lado puedo considerarme, eso sí, como “el inventor” de las conferencias internacionales sobre patrimonio industrial y turismo, celebradas cada año en Zabrze desde 2004. Fue la idea que sugerí al entonces alcalde de la ciudad como una medida de movilización pública e internacional en apoyo a la protección PATRIMONIO INDUSTRIAL | 49


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Łódź. / HENRYK HANDSZUH

de su patrimonio industrial. Funcionó. Acto seguido me dediqué a preparar cada conferencia en colaboración con el equipo municipal y la Escuela de Comercio de Katowice. A lo largo de su trayectoria el patrocinador más importante de las conferencias, aparte de la Ciudad de Zabrze, ha sido siempre el Ministerio de Turismo. Nos proporcionaba la cobertura gubernamental e interactuaba con otros ministerios competentes. A grandes rasgos, ¿cuáles son la actual estructura y funciones del Centro? Su largo nombre, que pensamos acortar, ya indica sus pretensiones: difundir el uso de patrimonio industrial para fines turísticos y estudiar el patrimonio industrial desde el punto de vista de la arqueología industrial, la educación, la formación de guías, la política turística, la cultura, el marketing, etc. El Centro pretende ser un lugar de estudio del patrimonio industrial y, por supuesto, estar presente en las redes sociales. Posiblemente el proyecto más importante es la “Lista Mundial de Patrimonio Industrial para el Turismo”, una iniciativa que podría ser complementaria 50 | LLÁMPARA

a otras experiencias relacionadas con el patrimonio cultural como, por ejemplo, la “Lista del Patrimonio Mundial” y la “Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” de la UNESCO, los “Itinerarios Culturales Europeos” del Consejo de Europa o el “Sello de Patrimonio Europeo”. Con este proyecto se pretende poner de relieve el uso turístico de los sitios industriales, es decir, ser un nexo con el sector turístico y las peculiaridades de producción y consumo turísticos. La idea de la Lista también tiene su origen en la OMT, fue anunciada en la misma conferencia de 2005. Las tareas del Centro vienen recogidas en el “Memorando de Entendimiento” aprobado por la 19 Asamblea de la OMT en 2009. Haciendo balance de los seis años de trayectoria, ¿a qué principales amenazas y barreras administrativas, técnicas y financieras ha tenido que enfrentarse el Centro? ¿Qué tipo de apoyo oficial recibe actualmente? El Centro entró en funcionamiento con mucho entusiasmo en 2009 conjuntamente con su Consejo Científico, los signatarios polacos nombraron en se-

guida sus representantes. Desgraciadamente, no fue el caso de la OMT que tardó más de tres años en realizar dichos nombramientos. Posteriormente, se propusieron cambios en el “Memorando” como consecuencia del Libro Blanco, un documento estratégico de la OMT aprobado en 2011 que distingue entre las entidades externas “controladas” y “no-controladas” por la institución. El Centro se corresponde con la segunda categoría. Mientras se negociaban las modificaciones, llegó la reforma del propio “Museo de Minería de Carbón” del que hablé antes. Esa situación puso fin al Comité Científico y generó una cierta parálisis en el Centro que se subsanó al crearse una nueva unidad ejecutiva. De todas maneras, la ausencia de la voz de la OMT entre las actividades del Centro le priva de su componente internacional aunque, por otro lado, la OMT sí se involucra en las conferencias de Zabrze, siendo su patrocinador e interlocutor. En ningún momento la OMT aporta fondos destinados a las actividades del Centro aunque en el Libro Blanco se prevé tal posibilidad. El contacto con los organismos internacionales (UNESCO, UNIDO, UNECE, Consejo de Europa, OCDE, Comisión Europea, etc.) se impulsa desde el mismo Centro sobre todo para recabar apoyos para las conferencias de Zabrze. Ahora bien, no nos olvidemos que según el acuerdo alcanzado con los demás participantes en el Memorando, el Centro también debe servicios a los socios polacos que financian sus actividades, especialmente, al Ayuntamiento de Zabrze y a la Región de Silesia. Estos trabajos se ejecutan en función de los encargos recibidos. Por otro lado, se preparó toda la documentación necesaria para la puesta en marcha de la “Lista Mundial de


Patrimonio Industrial para el Turismo”. De todas maneras, la financiación sigue siendo un problema. En su etapa entusiasta el Centro contaba con su propio presupuesto, lo que hacía posible la planificación, actualmente participa del presupuesto general de Museo donde la parte fija son los sueldos del personal encargado del Centro (3-4 personas). No veo esta situación como definitiva. El debate de cómo ser autogestionable está vivo. ¿Qué proyectos y desafíos se plantea el Centro a corto y medio plazo? En primer lugar, el Centro ha vuelto a la red (www.ihtourism.pl). La nueva página web pretende cubrir paulatinamente todas las áreas señaladas en el Memorando. A corto plazo el Centro se dedica a los trabajos encargados por los socios. Actualmente preparamos las actas

de la 12 Conferencia que se celebró en mayo 2015. Acabamos de entregar a la OMT la versión de las modificaciones del “Memorando” y pretendemos que sean aprobadas por medio de un protocolo. Una confirmación conjunta de las modificaciones y de la firma del protocolo significaría un nuevo impulso a las actividades del Centro.

patrimonio industrial para la cultura y el turismo. El espacio industrial se presenta como un escenario ideal para llevar a cabo actividades culturales, es una fuente inagotable de creaciones e inspiraciones artísticas. La conferencia reveló, sin embargo, que le queda mucho trabajo al sector turístico para aprovechar este recurso.

En 2015, la ciudad de Zabrze acoge, por duodécimo año consecutivo, la Conferencia Internacional sobre Patrimonio Industrial y Turismo. ¿Qué elementos distintivos caracterizan al evento? Cada conferencia se interesa por un tema diferente. Este año, por ejemplo, la temática fue “la cultura, el arte y el emprendimiento en el espacio industrial”. Organismos internacionales como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa hacen hincapié en la potencialidad del

La OMT fue una de las organizaciones impulsoras del Centro Internacional en Zabrze y, en 2011, dio un espaldarazo al Congreso, al organizar en paralelo la 52 reunión de su Comisión para Europa. ¿Cabe esperar, en el futuro, algún apoyo más efectivo a labor del Centro por parte de la OMT? Fue la reunión protocolaria de la Comisión, una asamblea regional de los miembros europeos de la OMT, la que se organizó en la cercana Katowice. Un día antes, el 13 de abril,

Centrum Turystyki Przemysłowej. / PERFIL OFICIAL DE FACEBOOK DEL CENTRUM TURYSTYKI PRZEMYSŁOWEJ

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entre’comillas se celebró un seminario técnico de la Comisión, conjuntamente con la octava conferencia, bajo el lema “El patrimonio cultural en la política turística de desarrollo sostenible”. Por medio de una encuesta realizada por el Centro y por las presentaciones nacionales se repasaron las medidas de la política turística. Las conclusiones y recomendaciones de este acto siguen vigentes como, por ejemplo: “las Administraciones Nacionales de Turismo de los países representados en la OMT (también de la UNESCO, el Consejo de Europa y la Unión Europea) están a favor de la cooperación internacional por medio de la OMT en el área de la promoción del uso turístico de patrimonio industrial” o que “la OMT prestará apoyo al Centro de Zabrze”. Con eso quiero decir que la OMT, como cualquier organismo internacional, no se debe entender solo como su Secretaría, que a veces se presenta como la propia organización, sino como el conjunto de sus miembros representados por sus órganos correspondientes. ¿Cómo define el panorama actual respecto de la gestión y promoción del turismo industrial en Polonia? ¿Cuáles son las principales carencias? ¿Puede esperarse alguna estrategia concreta de desarrollo del sector por parte del gobierno central o el de alguna región, en particular? Gracias a las conferencias de Zabrze, se aprecia el patrimonio industrial y se entiende su aprovechamiento turístico. No se puede obviar, por ejemplo, la intensa labor que se está desarrollando en Łódz, que usted mencionó al comienzo. Łódz es la Terrassa polaca pero a lo grande. Al conocer su programa, presentado en la última conferencia de Zabrze, me pregunto a menudo si su futura oferta ba52 | LLÁMPARA

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sada en su patrimonio industrial, en este caso textil, encontrará el público y el empresariado que lo absorba. En las cercanías de Varsovia se localiza la ciudad industrial de Żyrardów (de “Girard”), casi intacta desde finales del siglo XIX. El año 2011 fue galardonada en el concurso EDEN de la Comisión Europea (en 2015 este galardón fue otorgado a la Ruta Gastronómica de Silesia). También hay que recordar que el primer conjunto de patrimonio industrial que se integró en la Lista de Mundial de la UNESCO fue la Mina de Sal de Wieliczka en 1978. Hoy en día recibe 1.200.000 visitantes al año, la mitad extranjeros. Cerca de Zabrze nos encontramos con dos sitios industriales que se han presentado como candidatos a la Lista Mundial de la UNESCO. Hay centenares de sitios que siguen en pie, de hecho me asusta esa cantidad. Se conocen entre sí, más o menos, pero no han formado una red, o una asociación, a excepción de la “Ruta de Monumentos de la Técnica de la Región de Silesia” que tampoco es una asociación formal (como la “Xarxa de Cataluña”), más bien se trata de los sitios reconocidos e inscritos en la Ruta. Respecto del patrimonio industrial, ¿existe en Polonia una buena sintonía entre los representantes institucionales de los mundos de la cultura, por un lado, y el del turismo, por otro? ¿Puede ponerme algún ejemplo representativo? Me cuesta dar una respuesta afirmativa. En 2010 me tocó copresidir una conferencia internacional en Cracovia (de mano de la Comisión Europea y el Ayuntamiento de Cracovia) sobre el actual papel de los museos urbanos. Mi bloque era “Museos, Turismo y Cultura” que, por cierto, se celebró en un espacio postindustrial magníficamente adap-

Guido Coal Mine. / COAL MINE MUSEUM IN ZABRZE

tado para dar cabida a todo tipo de acontecimientos culturales. Fue un momento, entre otros muchos, en el que los sectores del turismo y de la cultura y sus instituciones correspondientes se dieron la mano. El Ministerio de Cultura y Patrimonio Cultural de Polonia también participa de vez en cuando, sobre todo a través del Comité Polaco de la UNESCO. Sin embargo, si miramos las páginas de la Organización Turística Polaca o del Ministerio de Deporte y Turismo nos encontramos con la ausencia de referencias o vínculos claros a programas conjuntos con el sector cultural. Entre las “Directrices del desarrollo turístico hasta el año 2015”, un documento aprobado por el Consejo de Ministros en 2008, nos encontramos con dos breves referencias a la cultura como “significativo potencial” pero sin detallar acciones concretas. La situación cambia en la escala municipal donde con frecuencia se encuentran los de-


partamentos de cultura y turismo juntos. El Centro Internacional ha realizado un inventario y una encuesta dirigida a los espacios de turismo industrial en Polonia, cuyos resultados se han presentado en el XII Congreso de Zabrze. ¿Cuáles han sido las principales conclusiones? ¿De qué manera podrían obtenerse avances a partir de los resultados de dicho estudio? Hemos consultado a casi 400 sitios de patrimonio industrial con actividad museística, sobre su estatus y relación con la cultura (monumento, bien cultural, obra de arte, inspiración para artes visuales, desempeño, industrias culturales, etc.) y acontecimientos culturales y su público (turistas, población local, etc.). Desgraciadamente nos llegó solo una veintena de respuestas, es decir, algo más de un 5%. Esas sí, eran entusiastas, tenían cosas que contar. Claramente se desprende de esta iniciativa una

falta de colaboración de estos sitios con el sector turístico (o al revés). Pienso que este es el mayor desafío no solo de Polonia, sino también de otros países. De alguna manera, este hecho ejemplifica la ausencia de turoperadores turísticos en las conferencias internacionales dedicadas al patrimonio industrial y al turismo (como la de Zabrze). Compartí esta observación con el representante de la Comisión Europea en el “V Congreso Europeo de Turismo Industrial” en Ferrol el año pasado. ¿Cuáles son, a su juicio, las atracciones de turismo industrial de visita obligada en su país? Ya he nombrado varios recursos turísticos a lo largo de esta entrevista. Cada viajero de ocio o de negocio a Cracovia, durante su primera visita, debería conocer la Mina de Sal de Wieliczka o de Bochnia. Es algo automático, como el caso de los visitantes a Madrid que,

antes de echar un ojo sobre la Puerta del Sol, primero van a Toledo (exagero). En Zabrze nos gustaría que nuestro “Guido” compitiera con Wieliczka. ¿Por qué no? Ambas son minas, pero en “Guido” se desciende a 320 m. bajo tierra. Por su parte, los casos de Łódź, Starachowice, Żyrardów hablan por sí solos, cada uno tiene algo único, difícil de encontrar en otras partes del mundo. A esta lista también agregaría Bóbrka, en la zona de los Cárpatos (sureste de Polonia) donde se inició la industria petrolera a mediados del siglo XIX. También hay que destacar las antiguas esclusas y canales que conectan los lagos de Warmia y Masuria (noreste de Polonia) hoy en funcionamiento precisamente para el tráfico turístico. Por otro lado, tampoco nos podemos olvidar de los candidatos a la lista de la UNESCO, la Torre de Radio de Gliwice, la estructura de madera más alta del mundo; y, la antigua mina de plata de Tarnowskie Góry, ambos sitios en Silesia, en las proximidades de Zabrze. Hay sitios industriales patrimoniales en toda Polonia, la gran mayoría poco conocidos por el gran público pero venerados por las comunidades locales. Su visita no tiene que ser necesariamente el principal motivo del viaje de un turista pero puede resultar una excelente oferta complementaria y una grata experiencia del turismo urbano o rural. Como la Mina de Plata de Bustarviejo en la Sierra Norte de Madrid (a unos kilómetros de mi casa). n

Más información: Coal Mine Museum in Zabrze: http://www.muzeumgornictwa.pl Centrum Turystyki Przemysłowej: https://www.facebook.com/ Ihtourism/

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miradas

SOBRE NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

ESPAÑA El centro de recreo de la SNIACE: de espacio de sociabilidad obrera a archivo municipal y hemeroteca SARA DEL HOYO MAZA. Doctoranda en Historia del Arte y Musicología, Universidad de Oviedo (España) Ubicación: Torrelavega, Cantabria (España). Coordenadas: UTM: X 415254.5-Y 4801289.96. Huso 30. Hemisferio norte Año de Apertura: 1952. Año de Cierre: en uso.


La reutilización de las construcciones sociales promovidas por las industrias pueden despertar, a simple vista, un menor interés. Esto es así dada la propia naturaleza de esas obras, más cercanas a las tipologías de uso cotidiano, como centros de educación, comercios o viviendas. Sin embargo, su atractivo es igualmente notable si se tiene en cuenta que son testimonios de nuestro pasado más reciente y que un número importante de esos elementos lleva años condenado a la ruina. A continuación, se presenta una reflexión en torno a los nuevos usos de este tipo de patrimonio industrial, a partir de un ejemplo con afortunado desenlace. La Sociedad Nacional Industrias Aplicaciones Celulosa Española S.A. (SNIACE) fue constituida en Madrid, en diciembre de 1939, con el objetivo de producir celulosa y fibras textiles artificiales a partir de madera, especialmente de eucalipto. Tras ser declarada “Industria de Interés Nacional” en abril de 1940, inició su instalación en Torrelavega (Cantabria), población de poco más de 19.000 habitantes que habría de experimentar un fuerte crecimiento en las décadas siguientes y donde ya se encontraban establecidas otras potentes industrias químicas y mineras como Solvay y la Real Compañía Asturiana de Minas1. De forma par alela a las obr a s de de smonte de los 500.000 m2 de terreno destinados al espacio de producción, se dio comienzo a la caracterización y materialización de un extraordinario programa paternalista2. Con el fin de controlar todos los aspectos de la vida de sus trabajadores, la SNIACE llevó a cabo, entre otras actuaciones, la construcción de diversas instalaciones deportivas, educativas y religiosas, así como de varios conjuntos residenciales 3. Todas estas iniciativas, de gran trascendencia para la ciudad, <E xterior del Archivo Municipal y Hemeroteca de Torrelavega. / AUTORA. 27/04/2014

Perspectiva del centro de recreo. Federico Cabrillo y Francisco Prats. 6/10/1950. / ARCHIVO MUNICIPAL DE TORRELAVEGA, LEGAJO H231;31.

traducían que “en esto, como en otras cosas, SNIACE muestra su modernidad; porque el Casino, instalado con todas las comodidades, donde los obreros pasan sus horas de asueto, y los divertimentos deportivos que proporcionan, así lo pregonan” (Dobra, 1953, p. 15 4 . El proyecto de centro de recreo se incluyó, en efecto, dentro de ese programa social, ocupando 600 m2 de una parcela de aproximadamente 3.000 m2 que estaba muy próxima a uno de los grupos de viviendas. Firmado en marzo de 1950, fue obra del arquitecto Federico Cabrillo5, ejecutor material de gran parte del credo paternalista desarrollado por la empresa, con la ayuda del aparejador Francisco Prats. Conocido con el nombre de “casino”, en sus cercanías se habilitaron dos boleras, una pista de cemento para la práctica de uno de los deportes más populares

"Con el fin de controlar todos los aspectos de la vida de sus trabajadores, la SNIACE llevó a cabo, entre otras actuaciones, la construcción de diversas instalaciones deportivas, educativas y religiosas”.

entre los obreros de la factoría, el hockey sobre patines, y un pabellón deportivo cubierto. Además de la cafetería y de la biblioteca, en el interior se organizaban varios espacios para los concursos de juegos de mesa, así como para la celebración de festejos y espectáculos varios, tales que el sorteo de juguetes y las veladas infantiles de Navidad, la clausura de los cursos escolares, las proyecciones cinematográficas y las representaciones teatrales. Los cerca de 2.900 obreros que componían la plantilla de la factoría en 1960 6 podían utilizar todas sus instalaciones siempre y cuando abonaran la cuota trimestral fijada al efecto. La actividad del centro de recreo fue languideciendo poco a poco, especialmente a partir de finales de la década de 1970, cuando la SNIACE comenzó a deshacerse de los inmuebles que fueron los protagonistas de su programa social. Sin embargo, el mayor golpe lo sufrió a principios de los años 90, cuando fue derribado prácticamente en su totalidad para ejecutar los enlaces, entre Torrelavega y Santander, de la Autovía del Cantábrico. De todo el complejo, sólo quedó en pie la crujía posterior del edificio, que contenía el escenario y algunas estancias complementarias, y en cuya pared norte se había PATRIMONIO INDUSTRIAL | 55


E xterior del Archivo Municipal y Hemeroteca de Torrelavega. / AUTORA. 27/04/2014

Semifinal del campeonato de España de bolos en la bolera del centro de recreo de la SNIACE. 10/1956. / SNIACE, (1956). “DEPORTES. COMENTARIOS DEL MOMENTO: BOLOS”. SNIACE: NUESTRA VIDA SOCIAL, Nº 14 OCTUBRE DE 1956, P. 22.

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instalado un hermoso mural de azulejo de tema costumbrista, obra de los ceramistas talaveranos Luz de Luna. A principios del año 2000, el Ayuntamiento de Torrelavega centró su atención en la construcción y decidió acometer las obras necesarias para dotarla de uso: primero se pensó en un centro cívico y, posteriormente, en la sede de la hemeroteca. El proyecto final, que consideraba la ampliación de la estructura original gracias a un cuerpo paralelo y otro perpendicular añadidos, fue elaborado por los arquitectos Eduardo Fernández Abascal y Floren Muruzábal Sitges y llevado a cabo por la

Escuela Taller. Las obras finalizaron en el último trimestre de 2004 y fueron inauguradas el 31 de octubre de 2006, recibiendo el nombre del ex alcalde de la ciudad, Manuel Rotella Gómez. La dispersión de los fondos del archivo municipal (entonces, en dos sedes diferentes), así como la incomodidad que ello ocasionaba para su consulta, llevó a la corporación municipal a requerir, a los mismos arquitectos, la redacción de un nuevo proyecto. En esta ocasión, y al amparo del Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E) que aportó los cerca de 1,3 millones de euros presupuestados, se decidió ampliar la hemeroteca, creando un espacio dedicado al archivo municipal (tratamiento, depósito y consulta) de forma que se resolvieran los problemas existentes. Inauguradas el 10 de noviembre de 2010 con una superficie total de aproximadamente 1.200 m2, las nuevas instalaciones integraron, además, una sala de estudio, otra con dispositivos de acceso a internet, una biblioteca auxiliar y un área de esparcimiento, entre otros. Su imagen exterior, que presenta un equilibrado juego de volúmenes embellecido por el contraste de los materiales utilizados, se ha erigido tal que uno de los símbolos de la ciudad por su interés como lugar de encuentro entre el pasado, el presente y el futuro. La historia de este edificio, corta pero intensa y compleja,

"La actividad del centro de recreo fue languideciendo poco a poco, especialmente a partir de finales de la década de 1970, cuando la SNIACE comenzó a deshacerse de los inmuebles que fueron los protagonistas de su programa social."

puede semejarse a la de tantos otros que, promovidos por industrias y empresas diversas, y una vez menguados los beneficios económicos de las mismas, fueron mutilados y sepultados en el más cruel de los olvidos. En efecto, es un ejemplo de que no sólo sobre los espacios dedicados a la producción deben recaer ávidas actuaciones que les doten de nuevos usos y, por tanto, permitan su conservación; también lo merecen aquellos lugares de encuentro entre los valientes protagonistas de la industria, los trabajadores. n 1 NOGUÉS

LINARES, Soledad, (1987). Torrelavega: un espacio industrializado. Los procesos territoriales generados por las grandes empresas industriales en el entorno SajaBesaya. El caso de Solvay & Cía. y SNIACE, 1900-1960. Torrelavega: Excmo. Ayuntamiento de Torrelavega. 2 HOYO MAZA, Sara del. “Paternalismo industrial y control social durante el franquismo: la obra de SNIACE en Torrelavega (Cantabria)”, en ÁLVAREZ ARECES, Miguel Ángel (coord.), El patrimonio industrial en el contexto histórico del franquismo (1939-1975): territorio, arquitecturas, obras públicas, empresas, sindicatos y vida obrera. En prensa. 3 CORDOVILLO ESPINOSA, Rubén, (2005). El Salvador, Santo Domingo y La Palmera. Torrelavega: Excmo. Ayuntamiento de Torrelavega. 4 D OBRA, (1953). “Una conmemoración. SNIACE celebra su XII aniversario”, Dobra, nº 15 octubre de 1953, p. 15. 5 Es quien figura como artífice del proyecto en el expediente de obra. Sin embargo, el mosaico instalado en el muro norte revela el nombre de Javier Barroso como arquitecto. Véase Licencia a SNIACE para construcción de un cine y centro de recreo para empleados en Barreda, 1950; Archivo Municipal de Torrelavega, legajo H231; 31. (23/04/14). 6 SNIACE, (1960). “Porcentajes del personal de estas fábricas, clasificados por sexos y edades, al 30 de junio de 1960”, Sniace: nuestra vida social, nº 60 octubre-noviembrediciembre de 1960, p. 8.

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miradas

SOBRE NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

DINAMARCA El Meatpacking District de Copenhague CARMEN HIDALGO GIRALT. Profesora Contratada Doctora de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). Directora del Departamento de Turismo y Marketing. Ubicación: Copenhague (Dinamarca). Coordenadas: 55º40’05.37” 12º33’33.56” Año de Apertura: 1879. Año de Cierre: 1991. Uso: principalmente ocio (restauración, galerías de arte, etc.)


En 1879 se construyó en Copenhague (Dinamarca) un mercado de ganado que incorporó en las siguientes décadas un matadero y una zona de transformación y venta de carne. Se configuró de esta manera el denominado Meat Packing District (o Kødbyen, en danés) que estuvo en funcionamiento hasta 1991. Este espacio, articulado en dos áreas diferenciadas, el Brown Meat City, construido a finales del siglo XIX; y el White Meat City, levantado entre 1931 y 1934, representa las fases del desarrollo de la industria cárnica, simboliza un modelo de planificación ideal y es un ejemplo representativo de la arquitectura funcionalista. Por todo ello, ha sido considerado como un ejemplo excepcional del patrimonio industrial danés. El Brown Meat City: la necesidad de reforzar las condiciones higiénicas en los procesos de transformación cárnica. Antes de la apertura del Meat Packing District, los carniceros de Copenhague vendían sus productos en las calles en condiciones de insalubridad. Con el objetivo de asegurar la higiene durante el proceso de transformación, intermediación y venta de los productos cárnicos, especialmente los derivados del cerdo, y frenar las enfermedades y epidemias derivadas, el Ayuntamiento decidió construir un nuevo mercado de ganado y un matadero estable capaz de satisfacer de productos cárnicos a todos los vendedores de la ciudad. Se emplazó en el distrito de Vesterbro, muy cerca de la Estación Central, en un área estratégica de la ciudad. La apertura del Brown Meat City (Figura 1), diseñado por el arquitecto Hans Jørgen Holm, en 1878, supuso la prohibición de todas las matanzas privadas y la inspección de toda la carne fresca que entraba en la ciudad. Desde un punto de vista arqui<F igura 1. Brown Meat City. Meatpacking District. Copenhague (Dinamarca). / CARMEN HIDALGO. 2015

Figura 2. White Meat City. Meatpacking District. Copenhague (Dinamarca). / CARMEN HIDALGO. 2015.

tectónico, el mercado de ganado se construyó siguiendo los principios de planificación racional de la segunda industrialización (1890-1950), adaptando el diseño del edificio a su funcionalidad principal: el almacenaje de ganado y la transformación y venta de los productos cárnicos (Jorgensen y Pedersen, 2014). El White Meat City: un ejemplo del funcionalismo arquitectónico danés En las primeras décadas del siglo XX, el Brown Meat City se quedó obsoleto, no cubría adecuadamente la demanda de la ciudad por lo que se amplió in-

"Se trataba de un conjunto de edificios de fachada blanca realizada en cemento, representativos de la arquitectura funcionalista danesa, que fueron diseñados por un grupo de arquitectos e ingenieros del Departamento de Arquitectura de la Ciudad de Copenhague liderados por Poul Helsøe…”

corporando una nueva instalación, el denominado White Meat City (Figura 2), construido entre 1931 y 1934 (Jorgensen y Pedersen, 2014). Se trataba de un conjunto de edificios de fachada blanca realizada en cemento, representativos de la arquitectura funcionalista danesa, que fueron diseñados por un grupo de arquitectos e ingenieros del Departamento de Arquitectura de la Ciudad de Copenhague liderados por Poul Helsøe. Además de contener espacios para almacenaje, procesado y venta de la carne, el conjunto incluía también 46.000m 2 de edificios para alquilar a las empresas del sector. En lo que se refiere al método de producción, se estableció un sistema lineal, comparable a una fábrica de coches, donde el producto se movía de una forma secuencial y homogénea de principio a fin (Jorgensen y Pedersen, 2014). El White Meat City no es un ejemplo único, durante esa década, se pusieron en marcha otros proyectos similares en los países nórdicos como, por ejemplo, Nonmonopolet en Oslo, Konsumhuset en Estocolmo o el Meat City en Helsinki. De un centro de procesamiento de la carne a un cluster cultural y de ocio de la ciudad Los espacios de transformación de la carne del Meat PATRIMONIO INDUSTRIAL | 59


Packing District de Copenhague se han visto reducidos en los últimos años por cuestiones de estrategia empresarial. Este hecho, junto con la redacción de un plan director municipal que tiene como objetivo la creación de un área mixta combinando los negocios tradicionales con los nuevos usos culturales, ha diversificado la actividad en la zona y ha propiciado nuevos 60 | LLÁMPARA

usos del patrimonio industrial (Figura 3). Aunque todavía perviven algunas empresas del sector cárnico, son numerosos los restaurantes, centros de artes, galerías y clubs que se han trasladado al complejo, ocupando los antiguos espacios productivos y transformando la zona en un cluster cultural y de ocio de relativa influencia en la ciu-

dad (http://www.kødbyen.dk/). Se sigue, de esta manera, los modelos de reconversión de centros de otros Meat Packing District como el de Nueva York o, incluso, el propio Matadero de Madrid (http://www.theguardian.com/travel/2009/oct/10/copehagen-city-break-kodbyen). Por último, es necesario destacar que el complejo ha sido seleccionado como un


igura 3. Ejemplo de nuevos usos F del Meat Packing Distric. Primer plano de bicicletas con restaurantes al fondo. Meatpacking District. Copenhague (Dinamarca). / CARMEN HIDALGO. 2015.

"Aunque todavía perviven algunas empresas del sector cárnico, son numerosos los restaurantes, centros de artes, galerías y clubs que se han trasladado al complejo, ocupando los antiguos espacios productivos y transformando la zona en un cluster cultural y de ocio de relativa influencia en la ciudad…”

ejemplo representativo del patrimonio industrial danés por tres razones fundamentales (Jorgensen y Pedersen, 2014): • Ilustrar las fases de desarrollo de la industria cárnica. • Simbolizar la planificación racional de la segunda industrialización (1890-1950) • Ser un ejemplo de la arquitectura funcionalista danesa (White Meat City). n

Bibliografía JØRGENSEN, C. y MORTEN, P. (2014) Industrial Heritage in Denmark, Aarhus University Press, 284 pp.

Webgrafía http://visitcopenhagen.com/copenhagen/culture/trendy-meatpackingdistrict http://www.kødbyen.dk/ h t t p : // w w w. t h e g u a r d i a n . c o m / travel /2009/oct/10/copehagen-citybreak-kodbyen

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miradas DESDE LA RED

Webs

Colectivo Proyecto Arrayanes: La lucha por mantener la identidad > http://www.proyectoarrayanes.org/

Colectivo Proyecto Arrayanes Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA. Universidad de Murcia

La importancia del sustrato minero de Andalucía la convierte en un referente clave para entender la evolución del mismo, a la par que ofrece la posibilidad de analizar y comparar las medidas abordadas por diversas entidades y colectivos para implementar su proyección y abogar por su consideración patrimonial. En esta línea trabaja desde 1991 la asociación “Colectivo Proyecto Arrayanes”, cuya labor está permitiendo que la identidad minera que surgió en el distrito minero Linares-La Carolina se mantenga, mientras impulsa la custodia y recuperación de su patrimonio industrial. El distrito minero Linares-La Carolina El interior de Sierra Morena, en Jaén, fue el sustento de una actividad minera que explotada desde tiempos pretéritos emergería de manera particular durante la contemporaneidad de manos de su galena argentífera (sulfuro de plomo y plata) conformando el importante distrito minero Linares-La Carolina que englobó los municipios de Bailén, Baños de la Encina, Carboneros, La Carolina, Guarromán, Linares, Santa Elena y Vilches. Junto a ella se activaron otras actividades 62 | LLÁMPARA

Vista general de la Fundición La Tortilla a principios del siglo XX. Sección de patrimonio de la página web. / COLECTIVO PROYECTO ARRAYANES

en esta área representadas en la metalurgia, la electricidad o los medios de transporte, todas ellas destinadas a reforzar la capacidad minera del lugar y facilitar su extracción y comercialización. En 1991 se cerró la última mina de este distrito,

del cual la mina Arrayanes sería un referente principal, a partir de entonces un grupo de personas interesadas por mantener el legado patrimonio minero del lugar abogaron por materializar en un proyecto su recuperación, así surgió el colectivo “Proyecto Arrayanes”, que en 1998 pasaría a ser la asociación “Colectivo Proyecto Arrayanes”. Desde entonces esta entidad viene impulsando actividades donde él es el protagonista, entre las cuales se encuentra una web propia destinada a di-


Mapa interactivo de emplazamientos mineros del distrito norte / WEB DEL COLECTIVO PROYECTO ARRAYANES

mostrar la entidad de un patrimonio extraordinario ubicado en un lugar sorprendente. Web Arrayanes: Una ventana de difusión A través de ella la asociación ofrece la posibilidad de recorrer la historia del distrito facilitando el acceso a un catálogo que recoge su trabajo realizado para la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía destinado a catalogar sus emplazamientos mineros. El mismo permite, tras seleccionar el municipio, marcar el elemento a consultar ofreciendo una ficha somera pero representativa que nos indica su localización exacta en el territorio y cuya descripción ayuda a su comprensión. Esta cuestión se complementa con un apartado específico sobre su patrimonio donde se remarcan no solo cuestiones históricas, sino que de forma resumida dan cuenta de la impronta que la minería dejó en el paisaje y la evolución tecnológica que impulsó, así como se resalta el sustrato cultural,

societario, arquitectónico y urbanístico que hizo a este distrito conformar una identidad y entidad propia. Estas secciones se refuerzan con la difusión de las actividades que organizan donde se proyectan visitas, rutas y concursos de fotografía cuyo fin es aproximarse al lugar y conocerlo en su realidad. A la vez muestran las cuestiones que afectan al distrito, entre las cuales se encuentra su inclusión en la lista tentativa de Patrimonio Mundial que aglutina los principales focos mineros de España, como la celebración en Linares el próximo año del “11º Congreso Internacional de Historia de la Minería” (del 6 al 11 de septiembre de 2016). Evento que sin lugar a dudas servirá para reforzar su proyección internacional. Aspectos a los que se suma un capítulo de novedades que recopila tanto las noticias que protagoniza el lugar que custodian, como un apartado sobre recomendaciones en el que se recogen lugares a visitar y conocer relacionados con el patrimo-

nio industrial, ofreciendo de este modo experiencias en primera persona que nos ayudan a aproximarnos a ellos. Por todo ello resulta una web que facilita la difusión y conocimiento de un parte importante del patrimonio minero andaluz. Además de ofrecer la oportunidad de conocer vías de trabajo y propuestas a tener en cuenta a la hora de abordar un trabajo sobre este sustrato, pues sus actividades son reflejo de su interés por difundir y conocer sin desvirtuar, algo que no siempre se logra en las acciones que protagoniza el patrimonio industrial. n

Más información: Colectivo Proyecto Arrayanes. http://www.proyectoarrayanes.org Tentative Lists UNESCO. http://whc.unesco.org/en/ tentativelists/5139 11th International Mining History Congress. http://www.mining2016linares.com

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Webs

miradas DESDE LA RED

Memoria Chilena, portal de la cultura de Chile > http://www.memoriachilena.cl > https://twitter.com/MemoriaChilena > https://www.facebook.com/MemoriaChilena

Asociación Llámpara

Un centro de recursos digitales que es una ventana a la cultura chilena, y también a su historia en general y a su pasado industrial en particular. Este proyecto, gestado a inicios del siglo en el seno de la Biblioteca Nacional de Chile y que vio la luz en 2003, ofrece multitud de fondos digitalizados de entidades como la propia Biblioteca Nacional u otros centros dependientes de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) del país. Desde 2010 Memoria Chilena está presente también en Twitter y en Facebook. El portal permite la consulta de los contenidos filtrando por categorías habituales como lugar, fecha, formato o temas. También ofrece en acceso libre numerosas publicaciones de gran interés para la investigación y la puesta en valor del patrimonio industrial chileno, muchas de ellas integrantes del patrimonio bibliográfico asociado a la historia económica e industrial del país. Los materiales alojados en el portal cuentan con una ficha descriptiva en la que se incluye la relación de los mismos con contenidos temáticos. Es posible aproximarse a los mismos a través de la localización geográfica, la cronología, el formato o la temática; en este último caso, entre las temáticas se encuen64 | LLÁMPARA

Fábrica Nacional de Cerveza, Limache, 1902 / BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE

tran: arquitectura y urbanismo, ciencia y tecnología, personajes, cultura y artes, historia –donde

se incluye la subcategoría economía e industria– o medio ambiente y territorio. No obstante, su especial interés radica en los denominados minisitios o “cápsulas de contenidos” que aportan la contextualización de los materiales conforme a diferentes criterios. Estas secciones responden a una estructura que contempla una presentación, una selección de materiales (organizados conforme a la clasificación en documentos, imágenes y audiovisuales), una cronología asociada al tema del minisitio y referencias tanto bibliográficas como enlaces a urls complementarias


Fachada principal de la Fábrica de Cerveza de Carlos Cousiño, Providencia, Santiago, 1902. Refinería de azúcar de Viña del Mar. Vista exterior, Viña del Mar, 1902.

Ejemplo de ficha individual que cada ítem. / MEMORIA CHILENA

Taller de embotellado y pasteurización de la Compañía Cervecerías Unidas, Santiago, 1902. BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE

en memoriachilena.cl o externos al portal. Entre los múltiples minisitios encontramos algunos dedicados, por ejemplo, a los inicios de la industria en el país, las industrias salitrera o textil, la propiedad industrial o diferentes aspectos vinculados con la minería. Resultan de gran utilidad las opciones que se ofrecen en cada minisitio y cada registro con vínculos a otros materiales y temas asociados, lo que permite ir profundizando en los contenidos con gran eficacia. n

Fábrica de calzado Álvarez, Yarza y Cia, máquina de armar cortes, Talca, 1933. / BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE

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Ejemplo detallado de minisitio. / MEMORIA CHILENA

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Actividades de Llámpara Para más información sobre las actividades de Llámpara, consulte nuestro blog: http://llamparas.blogspot.com.

Presentación de la Revista Llámpara número 6 en el espacio creativo La Atómica El viernes 14 de marzo de 2014 presentamos el anterior número de la Revista Llámpara, y quisimos hacerlo de manera especial. Desde hacía algunos meses queríamos colaborar con el nuevo y fabuloso espacio creativo “La Atómica”, y por otro lado habíamos tenido la oportunidad de visionar en un ciclo de cine de verano el documental realizado por Fernando de San Luís y Clara Ramas: “Lento discurrir, vidas en torno al canal.” Dicho documental ideado desde el “Consejo Social La Victoria-La Overuela” y financiado por La Caixa, coincidía plenamente con la visión que tiene Llámpara sobre la difusión del Patrimonio Industrial. En “Lento discurrir” se mezclan testimonios y recuerdos de trabajadores y vecinos, con imágenes de archivo o un análisis de la fauna y flora del canal. Por estas razones aprovechamos la presentación de la Revista para proyectar en La Atómica el documental “Lento discurrir” y conversar tras el visionado con uno de sus realizadores, Fernando de San Luís”. La actividad fue un éxito por lo que agradecemos a todos los participantes y colaboradores su implicación.

Más información: Espacio Creativo La Atómica www.laatomica.es https://es-es.facebook.com/laatomica Calle Constitución, 8, 2 D Valladolid (España) Tel. 983 21 24 36

VIII Jornadas de Turismo sobre Innovación en Turismo Patrimonial Participación de Llámpara en las VIII Jornadas de Turismo de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (Valladolid). El 11 de marzo de 2015, Llámpara participó en las VIII Jornadas de Turismo celebradas en la Universidad Europea Miguel de Cervantes sobre “Innovación en Turismo Patrimonial” con la conferencia “Turismo Industrial. Retos y oportunidades de una modalidad turística”. Con la charla, se pretendía dar a conocer el turismo industrial como una modalidad innovadora y desconocida para la sociedad, haciendo especial hincapié, a través de la revisión de estudios de caso específicos, en su principales retos y oportunidades.

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¿Cómo se sostiene la revista Llámpara? 1 ADO

AGOT

Llámpara. Patrimonio Industrial es una revista editada por una asociación sin ánimo de lucro por lo que los costes de su edición son cubiertos por subvenciones para ediciones de revistas culturales y por el apoyo de instituciones que contribuyen a su financiación a través de las tarifas publicitarias. Si estás interesado en nuestro proyecto editorial ¡puedes ayudarnos a mantenerlo vivo! por tres vías: • Adquiriendo la revista en papel • Mediante donaciones al proyecto editorial • Publicitándote en ella

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galería

BENIGNO BOLLO MIGUEL


Benigno Bollo Miguel Zamora, 1975

De formación completamente autodidacta comenzó muy joven en la fotografía practicando con equipos completamente manuales e iniciándose en el laboratorio químico. Ya en la universidad decidió dedicarse exclusivamente al mundo de la imagen, tanto en su faceta de diseñador gráfico como en la de fotógrafo. Trabajó con Ángel Marcos en Medina del Campo, con quien aprendió la corrección de color y el desarrollo de fotolibros y tras su paso por varias agencias de Valladolid ahora dirige junto a Javier Álvarez, Capitán Quimera, un proyecto personal de agencia de comunicación. Tiene varias exposiciones colectivas con obra en color, pero se va definiendo su pasión por

La fotografía de la serie «Fábricas» surge de la fascinación por las ruinas industriales situadas en entornos pseudourbanos.”

la imagen en blanco y negro, contrastada y detallista con una importancia notable de la composición. En 2010 la Diputación de Valladolid publica “La mirada reflejada”, su libro de fotografía de paisaje vallisoletano, en colaboración con el dramaturgo Án-

gel María de Pablos, que añade los textos. “La mirada reflejada” es una serie de fotografías en blanco y negro que tratan de hacer hincapié, de revelar el paisaje castellano cotidiano. Aquellos rincones, edificios, pueblos, que la rutina y la “normalización” del entorno que nos rodea nos ha hecho ignorar pero que esconden indudable belleza y fuerza. En 2012 ve la luz su segunda publicación, “En la ciudad”, un proyecto de colaboración fotográfica con la poesía de Roberto R. Antúnez, que intenta plasmar momentos y vivencias en la urbe, entendida como concepto aglutinador y transformador de nuestra sociedad y por tanto, de nuestras vidas. Esta publicación vio la luz en formato libro y como publi-

Foto del autor. / ARCHIVO

70 2011. | LLÁMPARA < Münster, Alemania. / BENIGNO BOLLO


2003. Valladolid, Fertilizantes / BENIGNO BOLLO

2008. Westport Irlanda / BENIGNO BOLLO

cación interactiva para tableta, y está traducida al italiano. En 2014 expone de manera individual la fotografía de “La mirada reflejada” en varias galerías de la provincia y en 2015 expone en la exposición colectiva “Vallisoletanos irreemplazables”, homenaje a Jorge Vidal en la Galería La Maleta. Actualmente trabaja en la tetralogía de “Canciones de estación”, un fotopoemario en cuatro actos con la colaboración poética de Alma de las Heras. La fotografía de la serie “Fábricas” surge de la fascinación por las ruinas industriales situadas en entornos pseudo-urbanos. Estos espacios generalmente ubicados en las afueras de las ciudades o pueblos, o en polígonos industriales no muy alejados de la ciudad manifiestan un diálogo completamente diferente con el entorno urbano. Son dinosaurios, fósiles arquitectónicos, trilobites funcionales que hablan del esplendor de una época pasada, dominada por el dios “progreso” y que no atendía a valores ambientales de respeto y preservación. Además, estos edificios abandonados, olvidados por el transeúnte, admiran por su escala y son un testigo único de la evolución de la sociedad, -“un diamante en bruto fotográficamente hablando” - en palabras del autor. n

Más información: Benigno Bollo Sitio web personal: www.benignobollo.es Twitter: @12puntos

PATRIMONIO PATRIMONIO INDUSTRIAL INDUSTRIAL || 71 71


2009. Venta de Baños, Cementera / BENIGNO BOLLO

72 72 | |LLÁMPARA LLÁMPARA


2009. Valladolid, Aluminio / BENIGNO BOLLO

2006. Valladolid, Fertilizantes / BENIGNO BOLLO

2006, 2003 y 2006. Valladolid, Fertilizantes / BENIGNO BOLLO

PATRIMONIO PATRIMONIO INDUSTRIAL INDUSTRIAL ||7373


74 | LLÁMPARA


2006. Valladolid, tableros de madera / BENIGNO BOLLO

< 2011. Münster, Alemania / BENIGNO BOLLO

2011. Santoña, conservera. / BENIGNO BOLLO

PATRIMONIO INDUSTRIAL | 75


2009. Venta de Baños, Cementera / BENIGNO BOLLO

2011. Santoña, conservera. / BENIGNO BOLLO

76 | LLÁMPARA




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