Comando en Acción Ed. 76

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edi torial

La labor de nuestras Fuerzas Armadas, en cumplimiento de su sagrada e inquebrantable misión de proteger a la Patria, jamás termina. Por ello, con el inicio de la nueva gestión del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas bajo el liderazgo del Señor General de Ejército David Guillermo Ojeda Parra, reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando incansablemente, como lo hemos venido haciendo, en salvaguarda de nuestra nación.

Cada página que conforma esta revista Comando en Acción, en su edición N° 76, refleja el quehacer militar de soldados, marinos y aviadores, quienes −siguiendo el trascendental ejemplo del Mariscal Ureta, el Coronel Bolognesi, el Almirante Grau y el Capitán Quiñones− ejecutan acciones y operaciones militares en todo lo ancho y largo del Perú. Todo ello con el fin de cumplir eficientemente con nuestros 5 roles estratégicos.

Con el más alto nivel de entrenamiento, garantizamos la soberanía, independencia e integridad territorial de nuestro amado país. Nuestra victoria en el conflicto del Alto Cenepa, hace 29 años, es uno de los más grandes hitos de gloria que nuestras FFAA han marcado en la historia peruana, impulsados por un incondicional patriotismo. Fe de ello nos da, el Jefe de esta institución, quien, en la presente edición de Comando en Acción, rememora su experiencia en este conflicto bélico.

Este mismo sentimiento de amor por el Perú impele a nuestros guerreros, herederos de la majestuosa cultura Inca, a librar un firme combate contra las amenazas que acechan y atentan contra la democracia y el desarrollo nacional. Por ello, en el itinerario de la

lectura de esta publicación, el lector encontrará clara y certera información sobre la participación de las FFAA en el orden interno, así como en el desarrollo de los pobladores más vulnerables del país, con quienes construimos puentes de confianza y entendimiento, teniendo un único objetivo: el engrandecimiento del Perú.

La participación de las FFAA en el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, tema de suma importancia en el accionar militar, también forma parte de esta publicación; así como la labor en contribución a las misiones de la paz de la ONU, a través de nuestros cascos azules.

Tras las líneas de cada informe que forma parte de esta revista, queda evidencia del ininterrumpido e incesante accionar de nuestras Fuerzas Armadas. Los hombres y mujeres que integran nuestras gloriosas FFAA están donde el deber los llama, siempre listos, siempre firmes, dispuestos a ofrendar sus vidas si así lo requiere la misión. Están en cada capítulo de la vida de nuestro país, contribuyendo a forjar los cimientos de un futuro más próspero y seguro. Por ello es que en esta revista consideramos justo y necesario difundir las diversas acciones y operaciones militares que realizan nuestras FFAA en todo lo ancho y largo del Perú, con el fin de que nuestra sociedad se mantenga informada de toda la labor que realizaron, realizan y realizarán nuestros defensores de la Patria en beneficio de todos los peruanos.

Coronel EP Oscar Iglesias Quilca

Jefe de la Oficina de Prensa e Imagen Institucional del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas

110 mil atenciones en las campañas cívicas multisectoriales

Rol Visionario de las FFAA en el desarrollo integral

GRAN PARADA Y DESFILE CÍVICO MILITAR DEL PERÚ

Relatos de valor: 29 años de gloria eterna

Las FFAA y la seguridad nacional frente a grupos radicales

FFAA: La luz de la legalidad en la oscuridad de la minería EJERCICIO MULTINACIONAL PANAMAX

Honor y Gloria a los gigantes del Cenepa enseñanzas de la batalla de junín

Operaciones militares: Cordillera del Cóndor

FFAA En salvaguarda del Perú frente a los desastres

Navegando hacia el progreso mujeres de hierro

Una historia de Labor conjunta por el Perú

Corazón estratégico del CCFFAA

Resolute sentinel 2024 el mariscal de la victoria comandos operacionales EN ACCIÓN

Ingenieros que construyen paz

110 mil atenciones en Campañas CÍVICAS Multisectoriales

REFLEJAN compromiso con comunidades remotas del Perú

Tras el resultado de 90,658 atenciones médicas y 19,307 atenciones en programas sociales en 6 Campañas Cívicas Multisectoriales, hallamos un poderoso ejemplo de colaboración y compromiso de dos fuerzas que trabajan arduamente en perfecta armonía: el equipo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, orquestando con precisión esta titánica tarea, y los abnegados profesionales de la salud y de las instituciones del Estado que participan, convergiendo en un propósito: el compromiso inquebrantable con las poblaciones más vulnerables, de los lugares más recónditos del Perú. Un bello amanecer andino ilumina la esperanza en

Son 16 campañas que proyectan unas 250 mil atenciones, un paso hacia un país donde todos, sin importar su ubicación, tengan acceso a los servicios esenciales y a una vida digna. Las Campañas Cívicas Multisectoriales representan un testimonio de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos por un bien mayor.

los rostros de miles de yunguyeños y huancaneños en Puno, que se preparan para acudir a una cita médica. No es en un centro de salud, que suele estar lejano, falto de medicina y de personal médico. La confianza está puesta en la Campaña Cívica Multisectorial que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) lidera desde hace varias décadas.

Por otro lado, decenas de médicos del Minsa, EsSalud, de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, junto con personal de organismos especializados del Estado que brindan servicios y programas sociales, despiertan con el ímpetu de asistir a la población cuyos derechos

a la prevención de la salud, a un tratamiento oportuno o a una intervención quirúrgica parecen ser negados.

Madres, ancianos, niños por nacer o que viven en zonas rurales, que integran el índice de pobreza o pobreza extrema del Perú o que residen en distritos como Andrés Avelino Cáceres y Los Morochucos en Ayacucho, donde solo son visitados por militares para su protección, ahora ven cómo mejoran sus condiciones de vida gracias a la Campaña Multidisciplinaria e Itinerante que sirve como plataforma para acercar el Estado a los más vulnerables.

Esperanza en Yunguyo

Marisol, en Yunguyo, se encontraba en una situación angustiosa debido a la falta de un hospital cercano y de recursos médicos necesarios para enfrentar una emergencia en su estado de 32 semanas de gestación. Los médicos de la campaña cívica habían detectado un alto riesgo para la vida de Marisol y su bebé debido a la presencia de una placenta

previa total, lo que requería una ayuda médica urgente que no estaba disponible en su comunidad.

La decisión de evacuar a Marisol hacia un hospital en Yunguyo fue inmediata. Allí, los especialistas llevaron a cabo los protocolos necesarios y coordinaron su traslado al Hospital de Essalud en Puno, donde recibió la intervención quirúrgica vital para salvar su vida y la de su bebé.

Este es un testimonio de una maraña de dolencias que se descubren en las campañas y que va desentrañando el alivio con cada consulta, intervención quirúrgica, entrega de medicinas y/o exámenes de laboratorio, siempre buscando los médicos lograr un estado de completo equilibrio biopsicosocial, y no solo la ausencia de la enfermedad.

Brindamos salud a las comunidades más remotas Tras años de ejercer el CCFFAA esta labor conjunta en las comunidades del VRAEM, a partir de este año, el D.S. 002-2024-DE le ha otorgado la responsabilidad de planificar, organizar y llevar a cabo las Campañas Cívicas Multisectoriales en todo el territorio nacional. Cada campaña es una promesa para asegurar a todos el acceso a los servicios esenciales y una vida digna, sin importar cuán lejos vivan.

En julio, la Campaña Cívica Multisectorial brindó 17,470 atenciones (15,097 correspondientes a la salud y 2,373 en relación a programas sociales) en beneficio de Canayre, provincia de Huanta, Puno, destacando el liderazgo del Jefe del CCFFAA, General David Ojeda Parra, y la Segunda Brigada de Infantería en la mejora de salud y bienestar. En Manitea, uno de los 18 distritos de la provincia de La Convención, en Cusco, se realizaron 10,732 consultas médicas y 2,308 atenciones en programas sociales.

Uno de los componentes más destacados de estas campañas es la inclusión de especialidades médicas que no están disponibles en estas zonas rurales. Equipos de pediatras, ginecólogos, cardiólogos, oftalmólogos, dermatólogos, farmacéuticos, laboratoristas, entre otros, viajan para ofrecer diagnósticos y tratamientos que de otro modo serían inaccesibles. Este enfoque especializado no solo mejora la salud inmediata de los habitantes, sino que también previene futuras complicaciones médicas.

Siguiendo este sentido de compromiso, en mayo se iniciaron las dos primeras campañas llevando salud a los distritos de Puno: Yunguyo y Huancané. En junio, continuamos recorriendo el Perú, llegando a dos distritos de la capital religiosa, Ayacucho: Andrés Avelino Cáceres Dorregaray y Los Morochucos. Más de 80 mil atenciones y servicios de salud en las diversas especialidades médicas y cerca de 15 mil consultas se registraron en los programas y servicios del Estado como Reniec, MIMP, Conadis, Qaliwarma, Senasa, Cofopri, Techo Propio, SIS, entre otros.

La presencia del Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Ejército David Ojeda Parra, en las campañas de salud organizadas por esta institución, refuerza su impacto en la comunidad. Su participación recorriendo los consultorios de salud, muchas veces con el acompañamiento del alcalde local y otras autoridades, no solo legitima y eleva el perfil de estas campañas, sino que también simboliza el compromiso de las Fuerzas Armadas con el bienestar y el desarrollo integral de la población. Este liderazgo refleja la versatilidad y el papel multifacético de las Fuerzas Armadas, más allá de la defensa, como agentes activos en la promoción de la salud pública y la cohesión social.

Con la realización de las 16 campañas que realizará este año el CCFFAA, más las 16 a cargo del Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea, se espera llegar a medio millón de atenciones, con lo cual el impacto en las comunidades remotas del Perú será considerable. Estas iniciativas no solo mejoran la calidad de vida de los residentes, sino que también construyen un puente de esperanza y oportunidad.

RESOLUTE SENTINEL 2024:

mEJORANDO LA INTEROPERABILIDAD PARA ENFRENTAR AMENAZAS GLOBALES

César Yacsahuanga Vera Periodista

Por segundo año consecutivo fuimos sede del ejercicio militar multinacionalmultidominio más importante de la región, “Resolute Sentinel”, en el que personal militar de 7 países estandarizaron el lenguaje, técnicas, tácticas, procedimientos y doctrina conjunta combinada para enfrentar amenazas globales y desafíos en el ámbito de la seguridad.

Más de 1,700 representantes militares altamente capacitados, procedentes de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Francia y Perú, se dieron encuentro en suelo nacional para participar en el ejercicio “Resolute Sentinel 2024”, patrocinado por el Comando Sur de Los Estados Unidos (EE.UU.). La impetuosidad de este ejercicio, centrado en operaciones aéreas, tuvo como escenarios las ciudades de Arequipa, Iquitos, Lima y Pucallpa, del 27 de mayo al 14 de junio del presente año. Asimismo, el planeamiento y conducción estuvo a cargo de la 12.va Fuerza Aérea del Comando Sur de los EE.UU. y, por parte de Perú, del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA).

Del total de participantes, 707 fueron integrantes de nuestro Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea del Perú, quienes potenciaron sus capacidades militares con lo último en tecnología y doctrina militar en los dominios marítimo, aéreo, terrestre, espacial, ciberespacial y el de información.

Los objetivos alcanzados en este ejercicio fueron aumentar la seguridad regional y la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas participantes, habilitar la disuasión integrada a través de operaciones conjuntas de todos los dominios, mejorar la preparación de las fuerzas, y fortalecer las alianzas, así como asegurar a los aliados y socios.

En el ejercicio multinacional y multidominio

“Resolute Sentinel 2024” −cuyo director (DIREX) por parte del Perú fue el Mayor General FAP Javier Tryon Carbone − se fortalecieron las capacidades militares para afrontar amenazas comunes de alcance regional y local, como el narcotráfico, los derivados del cambio climático, minería y pesca ilegal, entre otros, con la finalidad de constituir una fuerza sinérgica para afrontar estos de manera rápida y eficiente en favor de nuestra población.

La conducción en nuestro país del entrenamiento en todos los dominios durante el desarrollo del “Resolute Sentinel 2024” se llevó a cabo desde el Puesto de Comando de la Fuerza de Tarea (TF-HQ), a cargo del Colonel USAF Barton Kenerson y el Coronel FAP Fidel Castro Herrera, demostrando liderazgo, sinergia y trabajo en equipo, engranando el accionar de todas las fuerzas de los países participantes desplegados en todo el territorio nacional. Todo ello desde las instalaciones del Centro Monterrico de la FAP en el Fundo Odría.

En ese sentido, este ejercicio multinacional fue un punto de encuentro de diversos conocimientos y experiencias que han enriquecido la preparación, las relaciones y han reforzado las competencias de nuestras Fuerzas Armadas, lo cual se reflejará en el óptimo cumplimiento de sus roles estratégicos. Ello, gracias a que completaron las etapas más avanzadas en el desarrollo de técnicas, tácticas y procedimientos para la ejecución de acciones y operaciones militares.

Acciones y operaciones militares

La base aérea La Joya (Arequipa) fue escenario de la gran ceremonia de inauguración de este ejercicio. El Ministro de Defensa, el Jefe del CCFFAA, el Comandante de la 12va Fuerza Aérea y una delegación extranjera del Comando Sur, la guardia nacional del West Virginia de los EEUU y representantes de los países participantes fueron testigos del acto el 27 de mayo.

Los días posteriores abarcaron la ejecución y control de las acciones y operaciones militares con el propósito de incrementar las capacidades y mejorar la interoperabilidad entre las fuerzas que intervinieron en este ejercicio multinacional y multidominio. Un ejemplo de ello es que se realizaron operaciones espaciales en las que participaron la Fuerza Aérea del Perú, la Agencia Espacial del Perú (CONIDA) y personal militar de otros 6 países. Igualmente, se desarrollaron, por primera vez, entrenamientos de alto nivel en el dominio ciberespacial para la protección de activos críticos en el ciberespacio.

Asimismo, aviadores peruanos, colombianos

y estadounidenses surcaron el cielo de Quiñones y pusieron a prueba su pericia y destreza militar en operaciones aéreas de combate, de transporte, mediante helicóptero y de integración con las fuerzas de operaciones especiales. En este aspecto, se realizaron operaciones de paracaidismo militar en todas sus modalidades de manera conjunta y combinada, por primera vez, en nuestro país. Para ello, se emplearon un total de 32 aeronaves; varias de estas pertenecientes a la Fuerza Aérea del Perú, como el MI 17, MI35, C-27J, BELL 412, KC-130, DHC-6, entre otros.

De igual manera, en coordinación con el Ministerio de Salud y otras entidades del Estado, el personal militar de Perú, Brasil y Estados Unidos realizó ejercicios sobre evacuaciones aeromédicas, tan importantes en situaciones complejas en las que se requiere el traslado seguro e inmediato de personas enfermas o lesionadas hacia un centro médico que les pueda brindar la atención debida. Asimismo, se brindó asistencia hospitalaria de alta complejidad en hospitales nacionales emblemáticos, como el Dos de Mayo, y los regionales en Iquitos y Pucallpa. También, teniendo en cuenta que el mar de Grau y los ríos de nuestro vasto

territorio son escenarios donde se presentan amenazas y se realizan algunas actividades ilícitas que afectan a nuestro país, infantes de Marina y Guardacostas de Ecuador, Estados Unidos y Perú entrenaron intensivamente maniobras de navegación, incursión anfibia, interdicción de drogas, control de contaminación y detección de pesca ilegal en las instalaciones de la Comandancia de Operaciones Guardacostas en Lima y en el área de responsabilidad del Distrito de Capitanías 5 en Iquitos.

Ganar la opinión pública es determinante para consolidar el éxito de la misión. Por ello, en esta versión del Resolute Sentinel se trabajaron las operaciones de información, asuntos públicos y asuntos civiles, analizando la información nacional e internacional, comunicando asertivamente la ejecución de cada fase de este ejercicio y llevando

ayuda con más de 4,480 kits escolares y 200 implementos deportivos a instituciones educativas de escasos recursos de las localidades de Iquitos y Pucallpa, con ayuda de ONG´s amigas y personal militar del 402nd Batallón de Asuntos Civiles del Primer Comando de Apoyo de la Reserva del Ejército de los Estados Unidos, cuya sede se encuentra en Puerto Rico.

Fortaleciendo capacidades en beneficio de la población El intercambio de experiencias y conocimientos entre las Fuerzas Armadas de los 7 países participantes ha sido invalorable y muy beneficioso para nuestra nación. La edición de este año de “Resolute Sentinel” ha mejorado la preparación de nuestro personal militar para materializar respuestas de manera inmediata, oportuna y eficiente, especialmente ante la ocurrencia

de alguna catástrofe, o de una situación de desastre o emergencia, en salvaguarda de los pobladores.

Además, con los aprendizajes obtenidos en el “Resolute Sentinel 2023” −del que fuimos sede por primera vez−, nuestras Fuerzas Armadas se prepararon por más de un año para el éxito en la ejecución del ejercicio del 2024. Para alcanzar los objetivos, que se lograron con creces, superando todas las expectativas, fue determinante la planificación que se ha dado mediante las conferencias inicial, intermedia y final que se llevaron a cabo en Tucson, Arizona (EE. UU.).

Asimismo, de manera conjunta, las 3 Instituciones Armadas llevaron a cabo rigurosamente un programa de preparación previa al desarrollo combinado del ejercicio, el cual han cumplido a cabalidad. Todo con la finalidad de estar en las más altas condiciones para ser parte de este evento militar sin igual en Latinoamérica. Y es que, de esta manera, nuestro país busca consolidarse en la organización y liderazgo de este tipo de ejercicios militares tan importantes para las Fuerzas Armadas de la región.

Arequipa| Ceremonia de inauguración del Resolute Sentinel 2024 se desarrolló la base aérea La Joya.

ROL VISIONARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL DESARROLLO INTEGRAL

En el vasto panorama de la geopolítica global, las naciones en desarrollo se encuentran en una encrucijada crucial, enfrentando el reto de navegar por un camino hacia el progreso y la autosuficiencia. Este artículo explora una ruta prospectiva que, lejos de adherirse ciegamente a las prácticas establecidas por los llamados países del “primer mundo”, propone una estrategia de desarrollo innovadora, arraigada en la identidad única y el potencial creativo de cada nación.

La clave para una transformación sustancial y sostenible reside en la capacidad de innovar y adaptar, no en la imitación de sistemas que pueden no ser compatibles con la realidad socioeconómica de una nación en desarrollo.

El discurso tradicional ha posicionado a la “seguridad” como un prerrequisito para el desarrollo, pero este análisis propone una revisión crítica. Si bien la estabilidad es fundamental, un enfoque exclusivo en la seguridad puede eclipsar la necesidad de políticas de desarrollo más inclusivas y equitativas. Por tanto, se argumenta que un impulso significativo en el desarrollo genera beneficios tangibles en términos de seguridad nacional.

El papel de las Fuerzas Armadas adquiere una nueva dimensión. Se sugiere que pueden desempeñar un papel vital en el impulso del desarrollo a través de la educación, la empleabilidad, la promoción de la industria y la producción. Esta visión reconoce la capacidad de las instituciones militares para contribuir a la construcción de un futuro más próspero y competitivo, fundamentado en los pilares de la innovación y la autosuficiencia.

La necesidad de una perspectiva global e integrada

En un mundo caracterizado por la rapidez de los cambios tecnológicos y la creciente interdependencia económica, la visión de desarrollo de una nación no

puede permanecer aislada. La integración de políticas públicas enfocadas en educación, empleabilidad, y producción e industria, es crucial para cerrar la brecha con las naciones desarrolladas y fomentar una economía dinámica y competitiva.

Educación: sembrando las semillas del futuro

La educación se erige como el pilar primordial de nuestra sociedad, encaminándonos hacia la innovación y el bienestar colectivo. No se trata solo de acumular conocimientos, sino de fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, y las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mañana. Las Fuerzas Armadas emergen como una entidad capaz de ofrecer formación y capacitación integral, preparando a los jóvenes ciudadanos que vienen realizando el servicio militar voluntario, no solo para roles dentro del ámbito militar, sino para contribuir de manera efectiva al desarrollo productivo y social del país.

Empleabilidad: sustentando el presente y edificando el porvenir

La transición de la formación académica a la inserción laboral constituye un paso determinante en la consolidación del desarrollo. La creación de empleo significativo y sostenible es vital para el crecimiento económico y la estabilidad social. En este ámbito, la sinergia entre el sector defensa, el ámbito privado y otros sectores gubernamentales es fundamental para

garantizar oportunidades laborales alineadas con las necesidades del mercado y las aspiraciones de la población.

Industria: impulsando la competitividad global La visión de futuro del Perú contempla una economía diversificada, capaz de competir en el escenario internacional con productos y servicios de alto valor agregado. La promoción de la innovación y la tecnología es crucial en este esfuerzo, requiriendo de la participación de las Fuerzas Armadas en la investigación y el desarrollo de sectores estratégicos, tales como el aeroespacial, la cibernética y la biotecnología.

El Servicio Militar

Voluntario como plataforma de oportunidades

El Servicio Militar

responder a sus consecuencias imprevistas, asegurando que el progreso tecnológico se alinee con la seguridad y el bienestar de la sociedad. Las Fuerzas Armadas, en colaboración con el sector científico y tecnológico, tienen el deber de guiar al país a través de estas nuevas fronteras, garantizando que el Perú se posicione como líder en el escenario mundial del mañana.

Un compromiso con el futuro

La

educación se erige como el pilar primordial de nuestra sociedad, encaminándonos hacia la innovación y el bienestar colectivo. No se trata solo de acumular conocimientos, sino de fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, y las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mañana.

Voluntario se revela como una plataforma de oportunidades; no solo para la formación en valores y competencias, sino también como un trampolín hacia la empleabilidad y la participación activa en el desarrollo económico. Este programa debe ser concebido como una inversión en el capital humano del país, facilitando la integración de los jóvenes en proyectos productivos y de innovación.

Navegando por nuevas fronteras

La exploración espacial, la inteligencia artificial y la biogenética son áreas que prometen redefinir los confines de lo posible. Frente a estos avances, es imperativo desarrollar sistemas adaptativos que puedan

El camino hacia el futuro que deseamos para el Perú es complejo y está lleno de incertidumbre. Sin embargo, con una visión clara y un compromiso firme, es posible transformar los desafíos en oportunidades. Las Fuerzas Armadas, en sinergia con la sociedad y el Estado, tienen un rol insustituible en la construcción de este futuro. A través de la educación, la generación de empleo y el fomento de la industria, podemos asegurar no solo la seguridad y la soberanía, sino también el bienestar y el progreso de nuestra nación. La ruta prospectiva de una nación no es un camino predefinido sino un horizonte de posibilidades que requiere visión, innovación, y colaboración.

La integración de la defensa en el tejido socioeconómico y la inversión en tecnologías emergentes constituyen un enfoque holístico que asegura la defensa nacional y promueve el desarrollo sostenible, demostrando que la seguridad y el progreso son dos caras de una misma moneda.

La promoción de la innovación y la tecnología es crucial para impulsar la competitividad, requiriendo de la participación de las Fuerzas Armadas en la investigación y el desarrollo de sectores estratégicos.

FFAA: LA LUZ DE LA LEGALIDAD EN LA DE LA MINERÍA

Teniente Coronel EP Hever Silva Farroñan

En el Perú, la actividad minera representa más del 12 % del PBI y ayuda a que exista un 60 % de las exportaciones nacionales hacia otros países, ubicándolo en el ranking mundial de producción minera (Zapata, diciembre 2020). Esto demanda la aplicación severa de leyes que sancionen a quienes delinquen mediante actividades de extracción minera.

En el Perú, la actividad minera representa más del 12 % del PBI y ayuda a que exista un 60 % de las exportaciones nacionales hacia otros países, ubicándolo en el ranking mundial de producción minera (Zapata, diciembre 2020). Esto demanda la aplicación severa de leyes que sancionen a quienes delinquen mediante actividades de extracción minera.

En febrero del 2019, el Estado peruano ejecutó de forma eficiente el operativo multisectorial “Mercurio”, logrando desarticular a las organizaciones de mineros ilegales que se encontraban en la zona de amortiguamiento (La Pampa). Asimismo, en dicha operación, se establecieron 4 bases temporales mixtas (“Alfa”, “Bravo”, “Charlie” y “Eco”), las cuales fueron estratégicamente ubicadas en dirección a las principales vías de acceso que en aquel momento utilizaban los mineros ilegales para ingresar hacia la zona de amortiguamiento y demás sectores donde realizaban las actividades de minería ilegal.

El operativo Mercurio y sus consecuencias

En el marco del operativo multisectorial “Mercurio 2019”, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dispuso el desplazamiento de la 6ª Brigada de Fuerzas Especiales (con sede en el distrito de Tarata) hacia la provincia de Tambopata, en el departamento de Madre de Dios, para participar en apoyo a la PNP para la lucha

contra la minería ilegal y sus delitos conexos. Posterior a la ejecución del Plan Mercurio, esta gran unidad del Ejército, en coordinación con el 5° despacho de la Fiscalía Especializada en Medio Ambiente de Madre de Dios, realizó una serie de operativos de interdicción, no solamente de dragas, motores y equipos empleados para la extracción ilegal de minerales, sino también delitos conexos: venta y tráfico ilegal de combustible, trata de personas, delincuencia común y otros. Sin embargo, dichas acciones fueron decayendo en el tiempo, debido a factores como: falta de presupuesto, insuficiente disponibilidad de fiscales, recursos logísticos y, sobre todo, la falta de participación de las otras entidades del Estado, las cuales deben intervenir en las acciones para lograr la erradicación de la minería ilegal en la región.

En la actualidad, a excepción de la Base Temporal Motorizado “Alfa”, debido al crecimiento de la población en la localidad de La Pampa, las BBTTMM se encuentran ubicadas al centro de la población que habita en la zona (mineros ilegales en su totalidad), lo cual dificulta el desarrollo de las acciones militares de interdicción que realizan las FFAA de manera conjunta con la PNP y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), ya que resulta casi imposible mantener el compartimentaje de las acciones militares de interdicción por la cercanía a la que se encuentra la población realizando sus

actividades de comercio y otros que se relacionan con las actividades de minería ilegal (mercados, puestos de abarrotes, talleres de mecánica, carpinterías, depósitos de bebidas alcohólicas, bares, etc.).

La minería ilegal y su impacto en el ecosistema En Madre de Dios existen 4 áreas naturales protegidas: la Reserva Natural Tambopata, la Reserva Comunal Amarakaeri, el Parque Nacional Bahuaja Sonene y el Parque Nacional del Manu; las cuales están siendo afectadas de manera indiscriminada por las actividades de minería ilegal en esta zona de nuestro país.

Recientes informes indican que la minería aluvial en este departamento viene afectando irreversiblemente las áreas que comprenden las reservas naturales en mención, lo cual se manifiesta mediante la dispersión de lugares en los cuales se desarrolla la minería ilegal. Es por esta razón que es de suma urgencia que el Estado establezca una estrategia de acción que, en un corto y mediano plazo, logre mitigar los impactos de la minería en las zonas de amortiguamiento de las áreas naturales

protegidas.

El Ejército del Perú y su participación en la remediación ambiental

El Ejército del Perú, a través de la 6ª Brigada de Fuerzas Especiales, además de participar en las acciones de interdicción en apoyo a la PNP contra la minería ilegal, desde mediados del 2023 viene ejecutando acciones en cooperación con entidades del Estado encargadas de la conservación ambiental (Sernamp, Unamad, Minam, Gore Madre de Dios) y con organizaciones no gubernamentales (CINCIA, USAID), las cuales a través de diversos estudios especializados vienen desarrollando proyectos diversos para iniciar acciones de remediación ambiental (reforestación de áreas de terreno y estudios del agua afectadas), con la finalidad de iniciar el proceso de recuperación de las áreas devastadas por la minería ilegal.

En tal sentido, el Centro de Innovación Científica Amazónica ha iniciado la reforestación de aproximadamente 20 hectáreas de terreno devastado por la minería ilegal (CINCIA, 2023). Consiste en la

preparación de 15,000 plantones, los cuales deberán ser trasladados, en coordinación con la 6ª Brigada de Fuerzas Especiales, hacia la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural Tambopata, asegurando que dichas plantaciones mantengan sus características que les permitan reproducirse una vez sembradas, lo cual representa una esperanza para la recuperación de nuestro ecosistema.

Personal de la 6ª Brigada de Fuerzas Especiales, en coordinación con CINCIA, logró en el presente año, el traslado de 15,000 plantones de 13 especies naturales desde la ciudad de Tambopata hacia la Base Temporal Mixta Alfa Balata, para posteriormente iniciar su sembrado. En esta actividad se encuentra participando nuestro personal, el mismo que, al término de dichas acciones, adquiere experiencia y capacitación en este tipo de actividades que le permitirá desarrollarse al término de su servicio militar.

Reflexiones

El problema que representa la minería ilegal requiere la ejecución de acciones militares de interdicción y acciones de remediación ambiental, que permitan recuperar las áreas devastadas por esta actividad ilegal, y así sensibilizar a la población acerca de su impacto negativo a nuestra Amazonía. El CCFFAA, a través de la 6ª Brigada de FFEE, está comprometida en luchar de manera frontal contra las actividades de minería ilegal, para lo cual mantiene e incrementa sus capacidades para contribuir con la recuperación de la Amazonía. Es necesario que el Estado adopte una estrategia en el corto y mediano plazo para hacer frente a la minería ilegal, mediante la cual se logre mitigar el impacto negativo que esta actividad ilícita ocasiona, articulando esfuerzos de diversos sectores gubernamentales comprometidos en dar solución a esta problemática.

Las FFAA brindan apoyo vital a la Policía Nacional del Perú en labores de control del orden interno.
Efectivos militares en Pataz, La Libertad, como parte de las actividades de apoyo de las FFAA a la Policía Nacional frente al estado de emergencia declarado.

ETras 29 años de las acciones heroicas de los “Gigantes del Cenepa”, se torna necesario rememorar estos hechos y rendir culto a los soldados que se inmortalizaron en defensa de nuestra integridad territorial. Es por ello, que tomando como base el “Compendio de la Historia General del Ejército del Perú. 3,000 Años de Historia”. Volumen II, investigado por la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú y publicado en Lima, en agosto del 2001, recordamos estos episodios de nuestra historia militar.

l 3 de enero de 1995, una patrulla ecuatoriana de 45 hombres se instaló en Falso Cueva de los Tayos. En vista de ello, el comando de la 5ta División de Selva dispuso que del Batallón de Infantería de Selva Nº 25 se desplacen dos patrullas de reconocimiento hacia Falso Cueva de los Tayos, Falso Base Sur y la cabecera del río Cenepa.

El 2 de enero a las 13:30 horas, las patrullas “Tormenta” y “Lince” fueron emboscados en la zona conocida como

“la ye”. Luego de repeler el ataque, lanzaron un exitoso contraataque, logrando replegar a los ecuatorianos.

El 19 de enero, a las 15:30 horas, dos patrullas ecuatorianas atacaron a la patrulla “Tormenta”, la cual mediante una hábil maniobra logró forzar a las tropas enemigas se retiraran. Los planes peruanos visaban la conducción de operaciones tácticas ofensivas con la finalidad de restablecer la soberanía en el sector fronterizo infiltrado por tropas ecuatorianas.

El 26 de enero, los ecuatorianos atacaron la patrulla “Roosevelt” en la quebrada Fashín; primero, mediante helicópteros y, luego, con una fuerza terrestre. Los peruanos se defendieron durante cinco días, replegándose hacia PV-1. Luego de 18 días de penosa marcha, llegaron al PV-1, únicamente 13; había fallecido el Teniente Guzmán, el SO Enf Segundo Minchán, el cabo Antonio Sarmiento y los soldados Eduardo Ejizán y José Álvarez.

Desalojo de Falso Cueva de los Tayos Las operaciones para recuperar Cueva de los Tayos iniciaron el 26 de enero. Al día siguiente, a las 05:30 horas, las tropas del Batallón de Infantería de Selva Nº 25, atacaron la posición donde se encontraban los ecuatorianos y tras 3 horas y 30 minutos de lucha, lograron desalojarlos.

Nuestras fuerzas continuaron hacia Falso Base Sur (Cota 1180). Por ello los ecuatorianos intentaron nuevamente ocupar Falso Cueva de los Tayos. Esto ocasionó un nuevo enfrentamiento entre dichas tropas y las de la unidad de comandos “Papillón”, al mando del Mayor Juan Bazalar, conformada por tres patrullas, quienes luego de ponerlas en fuga consolidaron temporalmente dicha posición.

Desalojo de Falso Base Sur

A las 12:30 horas del 30 de enero, la unidad de comandos “Papillón”, perteneciente al Batallón Contraterrorista Nº 19 y el escuadrón “A” (-) del Regimiento de Caballería Blindado Nº 113, avanzaron hacia Falso Base Sur, recibiendo en el trayecto refuerzos provenientes de la unidad de comandos “Pirata” al mando del Mayor Cesar Astudillo.

A las 07:00 horas del 3 de febrero, esta unidad de comandos desbordó por el flanco este de Cota 1180 (Falso Base Sur), seguida por un pelotón del Regimiento de Caballería Blindado Nº 113. El ataque frontal lo realizó la unidad “Papillón” conjuntamente con el escuadrón “A” (-) del Regimiento de Caballería Blindado Nº 113.

A las 11:00 horas, cuando la situación era favorable a las tropas peruanas, las fuerzas ecuatorianas recibieron un refuerzo importante proveniente de Coangos, siendo neutralizada por la unidad de comandos “Pirata”.

Dicho enfrentamiento duró 17 horas, retirándose las fuerzas ecuatorianas desordenadamente; en dicha acción exitosa perdieron la vida el Capitán Marco Jara y los Sargentos 2da William Arias y Cesar Arteaga.

Operación Tiwinza

Las tropas ecuatorianas ocupaban “Falso Tiwinza” (Cota 1061). A fin de destruirlas y/o capturarlas, se dispuso el ataque de la Compañía Especial de Comandos Nº115 al mando del Mayor José Pareja, quien debía actuar en coordinación con el Batallón Contrasubversivo Nº 314 que se encontraba en Cota 1274 (Helipuerto “Tormenta”).

El 5 de febrero, se tomó contacto con fuerzas enemigas e iniciado el enfrentamiento. La Compañía Especial de Comandos Nº 115 logró hacer replegar a las tropas ecuatorianas, pero debido a la falta de abastecimientos y cantidad de bajas (1 muerto y 11 heridos), se replegó a PV 1. Esto fue aprovechado por los ecuatorianos para reocupar “Falso Tiwinza”.

El día 12, el Coronel Roberto Chiabra, Jefe de Operaciones Tácticas, ordenó iniciar el planeamiento para realizar un nuevo ataque. En el intervalo, una fuerza de comandos combinada, al mando del Teniente Coronel Luis Alatrista, se enfrentaron con una patrulla ecuatoriana de aproximadamente 80 hombres procedentes de Coangos. Nuestras fuerzas las atacaron entonces sorpresivamente ocasionando numerosas bajas.

El Gobierno peruano decretó unilateralmente el alto al fuego; Ecuador adoptó dicha medida. El día 17 se firmó en Brasilia la Declaración de Paz de Itamaraty, la cual buscaba el acatamiento definitivo al alto el fuego, pero como los ecuatorianos no acataron dicho acuerdo,

las fuerzas peruanas, en las primeras horas del día 22, emplazadas en la mitad de pendiente que por el norte dominan a Cota 1061 (Falso Tiwinza), iniciaron su ataque.

La Compañía del Batallón Contrasubversivo (BCS) Nº 28 abrió fuego sobre la posición enemiga, lo que permitió, a las demás subunidades, integrantes de dicha fuerza como el BCS Nº 314 y a la Compañía Especial de Comandos Nº 115, lanzarse al ataque conjuntamente. Casi simultáneamente, la Unidad de Comandos “Pachacutec” del Batallón Contraterrorista Nº 19, atacó por la dirección Cota 1298 – Cota 1134 a retaguardia de Cota 1061. Había durado solo 45 minutos el enérgico ataque, ocasionando que las tropas peruanas tomaran el objetivo.

Los ecuatorianos continuaron disparando con su artillería desde su territorio, dando la impresión de que seguían combatiendo en suelo peruano; las minas antipersonales producían bajas entre nuestras tropas y, de otro lado, la propaganda ecuatoriana insistía en que aún tenían en su poder ese espacio fronterizo, de manera que el triunfo peruano no era apreciado claramente por la opinión pública del país y el extranjero. En medio de este confuso panorama, el 28 de febrero se firmó la Declaración de Montevideo, que puso fin a las operaciones.

Es menester mencionar la importante labor desarrollada durante el conflicto a cargo de los “yachis”, peruanos de la comunidad amazónica que colaboraron como guías y personal de abastecimientos en favor de nuestras patrullas en combate. También merece el reconocimiento nuestra sanidad militar, quienes desarrollarían verdaderas proezas médicas en medio de la espesura de la Amazonía. Durante el conflicto del Cenepa, el soldado peruano una vez más cumplió con la misión encomendada: defender la integridad territorial.

el 28 de febrero se firmó la Declaración de Montevideo, que puso fin a las operaciones.

Gigantes del Cenepa en la zona de combate.

RELATOS DE VALOR: 29 AÑOS DE GLORIA ETERNA

Desde las líneas de combate del conflicto del Cenepa, el General de Ejército David Guillermo Ojeda Parra, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, nos comparte sus vivencias, sus emociones y sus reflexiones como combatiente de la guerra y la supervivencia en un entorno hostil. Acompáñanos en este relato único, donde cada palabra es un testimonio de la valentía y la resistencia de nuestros soldados peruanos, en medio de la más profunda incertidumbre a la que nos somete la guerra.

El 18 de febrero de 1995, hace 29 años, me desempeñaba como Comandante de la Unidad de Comandos Darío, conformada por la Patrulla Darío y la Patrulla Dracar. Nos encontrábamos en inmediaciones de la Cota 1274 y advertimos la presencia de elementos extraños en el helipuerto Tormenta, ubicado en el río Cenepa. En ese momento dimos las órdenes precisas y ambas patrullas, una al mando del capitán Carlos Cerrón Paredes y la otra bajo mi comando.

Procedimos a aproximarnos sigilosamente; descubrimos que había sido ocupada por alrededor de 115 hombres y descubrimos que eran elementos ecuatorianos que estaban en la zona. Hasta que nos encontramos frente a los primeros elementos ecuatorianos, hablándose de un combate que duró aproximadamente 8 horas.

Hasta que finalmente logramos conquistar y recuperar ese helipuerto Tormenta, encontrando gran cantidad de material, equipamiento, alimentos, vestuario, mochilas, bolsas de dormir, municiones, armas y granadas de la tropa a la cual habíamos enfrentado. Al término de la jornada, todo había terminado felizmente sin novedad, habiendo desalojado a las tropas ecuatorianas que dejaron todo su equipamiento en ese sector.

Nuestra lucha no solamente fue física, sino también fue una lucha de voluntades, un desafío de la resistencia mental y emocional, poniendo en práctica lo aprendido y entrenado en nuestras escuelas de formación y especialización. Hemos puesto de manifiesto lo aprendido en los momentos más difíciles, en los escenarios más complicados, en condiciones adversas, donde la valentía y la perseverancia se sobrepusieron sobre los obstáculos encontrados.

Las operaciones militares en el Alto Cenepa fueron un punto de inflexión en la historia militar peruana, donde la inteligencia, la sapiencia estratégica y la dedicación inquebrantable en nuestras fuerzas nos llevaron a la victoria. Aunque honramos a aquellos que no pudieron regresar a su casa, su sacrificio no fue en vano.

Hemos cumplido un año más de aniversario de la exitosa ejecución de estas operaciones militares en el Alto Cenepa, pero lo que celebramos mucho más aún es que el año pasado hayamos conmemorado el 25.° aniversario de la suscripción de los Acuerdos de Paz de Brasilia, el mayor logro que nosotros hemos obtenido y que representa nuestra mejor victoria, que es haber alcanzado la paz. Los valerosos soldados que fallecieron nos enseñaron el verdadero significado del servicio y la

lealtad a nuestra patria. Nos enseñaron también que su legado vivirá por siempre, de generación en generación, en cada uno de los que vestimos el uniforme de la patria. Siendo un acicate, siendo una motivación para brindar todo de nuestro ser al servicio de la nación. Y así, como luchamos en el Cenepa, también lucharemos en las zonas declaradas en estado de emergencia, combatiendo al enemigo, enfrentando todo aquello que signifique un obstáculo para el desarrollo de nuestra patria.

Los valerosos soldados que fallecieron nos enseñaron el verdadero significado del servicio y la lealtad a nuestra patria. Nos enseñaron también que su legado vivirá por siempre, de generación en generación, en cada uno de los que vestimos el uniforme de la patria.

Honor y gloria a los soldados de los batallones del comando y las unidades que participaron en las exitosas operaciones militares que se ejecutaron en el conflicto del Alto Cenepa. Honor y gloria a los que fallecieron y dejaron su vida en nuestra selva, en ese pedazo de peruanidad, en la región del Cenepa. Honor y gloria a aquellos que se encuentran también con huellas de guerra sobre sus cuerpos, cuales mejores condecoraciones que hayan podido recibir por servir a la patria.

El Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza

Aérea del Perú, a lo largo de nuestra historia, siempre han estado al servicio de la defensa y el desarrollo de la nación. Fuerzas Armadas del Perú, unidos, firmes y dignos al servicio de la patria.

El actual Jefe del CCFFAA comandó a la patrulla Darío durante el conflicto del Cenepa cuando tenía el grado de Capitán.

navegando hacia el progreso:

importancia de las políticas públicas en la industria naval

Capitán de Fragata Manuel Fernando Zevallos Román

El mar ha sido un pilar fundamental en el desarrollo económico de las naciones, actuando como una arteria vital para el comercio internacional y la innovación tecnológica. En el caso de Perú, con más de 3000 kilómetros de costa y una ubicación estratégica en el Pacífico, el potencial para desarrollar una industria naval robusta es inmenso.

Sin embargo, esta oportunidad ha sido subutilizada debido a la falta de la infraestructura adecuada y una excesiva dependencia de servicios extranjeros. Este artículo explora cómo el desarrollo portuario, a través de políticas públicas específicas para la industria naval, puede ser el motor que impulse el crecimiento de este sector, creando sinergias que fortalezcan la economía, generen empleo y mejoren la seguridad nacional.

El reciente avance en la modernización de puertos como Callao y la construcción del megapuerto de Chancay ofrecen una plataforma ideal para revitalizar la industria naval en Perú. Estudios han demostrado que el desarrollo de infraestructura portuaria no solo mejora la logística y reduce los costos de transporte, sino que también incrementa significativamente el tráfico de naves en la región, generando mayores oportunidades de mantenimiento y reparación de embarcaciones (Journal of Shipping and Trade, 2023; VoxDev, 2023).

A través de un análisis comparativo con los casos exitosos de Noruega y Japón, donde las políticas públicas han sido clave en el desarrollo de sus industrias navales, se subraya la necesidad urgente de intervención estatal. Este artículo argumenta que, al articular el desarrollo portuario con una industria naval fortalecida, Perú puede posicionarse como un hub logístico clave en Sudamérica, capitalizando su potencial marítimo para alcanzar un impacto positivo en la economía nacional y el bien comun de la población.

Impacto del impulso estatal en la industria naval En Noruega, las políticas públicas que promueven la sostenibilidad y la innovación han fortalecido significativamente la industria naval, la cual representa aproximadamente el 1.5 % del PIB del país, equivalente a USD 579.42 mil millones en el 2022 (OOSGA). Además, estas políticas han sido cruciales en la creación de empleos directos e indirectos.

Por otro lado, en Japón, se han implementado políticas públicas que han promovido la innovación y la

competitividad en la industria naval (Hudson Institute, 2023). Adicionalmente, el gobierno japonés ha ofrecido incentivos fiscales y subsidios para fomentar la inversión en astilleros, apoyando así la sostenibilidad del sector, y ha establecido alianzas internacionales, especialmente con Estados Unidos, para mejorar sus capacidades de construcción naval y facilitar la exportación de buques a mercados clave (CSIS, 2022).

Relación entre el desarrollo de la infraestructura portuaria y la industria naval en Perú En los últimos años, Perú ha realizado significativas inversiones en infraestructura portuaria para fortalecer su capacidad logística y competitividad internacional. De acuerdo con Edgar Patiño, expresidente del Directorio de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), se ha invertido un total de USD 3,000 millones en diversos puertos del país. Entre los proyectos más destacados se encuentran las inversiones en el puerto del Callao, con USD 1,222 millones destinados a la modernización de los terminales portuarios de APM Callao, DPW Callao y Transportadora Callao, así como la ampliación de la boca de entrada del puerto (Patiño, 2023).

Asimismo, otros puertos importantes como Paita, Salaverry y Matarani han recibido inversiones significativas. En Paita, la inversión ha sido de USD 261.6 millones; en Salaverry, USD 129.5 millones; y en Matarani, USD 290.3 millones. Estas inversiones se han realizado bajo el marco de las Asociaciones PúblicoPrivadas (APP), permitiendo una mejora considerable en la infraestructura y la capacidad operativa de estos puertos. Estos esfuerzos se complementan con el desarrollo del Terminal Portuario de Chancay, que se espera se convierta en un hub logístico estratégico para la región (Patiño, 2023; APN, 2023).

La construcción del megapuerto de Chancay representa una inversión clave para impulsar la industria naval peruana. Este proyecto posicionará a Perú como un hub logístico crucial en Sudamérica, facilitando el comercio directo con Asia y aumentando significativamente el

Foto: El Comercio.

flujo de embarcaciones en la costa peruana (Fundación Andrés Bello, 2023).

Una infraestructura portuaria mejorada, como la del megapuerto de Chancay, y la modernización de otros puertos como el Callao, incrementará el número de embarcaciones que utilicen los puertos peruanos, mejorando la competitividad del comercio exterior y creando nuevas oportunidades para la industria naval local (Fitch Solutions, 2023). Este aumento en el tráfico marítimo generará una demanda constante de servicios de reparación y mantenimiento, con SIMA Perú en una posición ideal para capturar este mercado. Mario de las Casas de Cosco Shipping destaca que la capacidad del puerto de Chancay para recibir los barcos más grandes del mundo y ofrecer rutas directas a China reducirá significativamente los tiempos de viaje, fortaleciendo la capacidad de manejo de grandes volúmenes de carga y tráfico marítimo (MarketScreener, 2023).

La creciente demanda de servicios navales incentivará la inversión en el sector, creando empleos directos e indirectos y contribuyendo al crecimiento económico general del país. Proyectos de infraestructura portuaria son esenciales para fortalecer los vínculos logísticos y comerciales con los mercados asiáticos, impulsando así la economía peruana (Fitch Solutions, 2023).

Análisis de pertinencia para la implementacion de una política pública para el desarrollo de la industria naval La implementación de políticas públicas es esencial para que los gobiernos puedan abordar y resolver problemas colectivos que afectan a la sociedad, mejorando las condiciones de vida y promoviendo el desarrollo sostenible (CEPLAN, 2023). En el contexto de la industria naval en Perú, se enfrentan desafíos críticos como la insuficiente infraestructura, la dependencia de servicios extranjeros y las altas tasas de desempleo en las regiones costeras. Estos problemas tienen un impacto significativo en la economía y el bienestar de la población, y su solución requiere una intervención estatal decidida. Mediante la creación de políticas públicas específicas para este sector, se puede impulsar

el desarrollo económico y social del país, fortaleciendo al mismo tiempo la capacidad industrial y generando empleo sostenible en las comunidades costeras.

Análisis de pertinencia

De acuerdo con la Guía de Políticas Nacionales del CEPLAN y la metodología para realizar el análisis de pertinencia, es necesario evaluar si el desarrollo de políticas públicas para la industria naval en Perú es pertinente. Para ello, se consideran tres criterios fundamentales:

Criterio 1: carácter público

El primer criterio, se refiere a la identificación de carencias y necesidades significativas que afectan a la población y que justifican la intervención del Estado. En el caso de la industria naval del Perú, se pueden identificar varias carencias y necesidades.

1. Carencias y necesidades identificadas. La infraestructura naval actual en Perú es insuficiente y obsoleta, lo que obliga a muchas embarcaciones a buscar servicios de reparación y mantenimiento en el extranjero, incrementando costos y tiempos de espera. Esta situación afecta negativamente la competitividad del sector y limita su capacidad para contribuir al desarrollo económico del país.

2. Expresión de los actores políticos y sociedad civil. Diversos actores políticos y organizaciones de la sociedad civil han manifestado la necesidad de fortalecer la industria naval para mejorar la seguridad nacional y fomentar el empleo. En este sentido, instituciones como el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Producción han subrayado la importancia de desarrollar una industria naval robusta como parte de la estrategia de seguridad nacional y desarrollo económico.

3. Intervención de entidades públicas. Varias entidades públicas, incluyendo el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Producción y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, tienen la capacidad y los recursos necesarios para implementar políticas que fortalezcan la infraestructura naval y promuevan la inversión en este sector.

Criterio 2: prioridad nacional

El segundo criterio, se refiere a la alineación de las políticas propuestas con las prioridades nacionales establecidas en los principales instrumentos de planificación del país.

1. Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050. Este plan enfatiza la importancia de mejorar la infraestructura de transporte y logística para incrementar la competitividad del país. El desarrollo de la industria naval es crucial para alcanzar estos objetivos (CEPLAN, 2023).

2. Política General de Gobierno. La actual Política General de Gobierno prioriza la creación de empleo y el desarrollo sostenible. Fortalecer la industria naval contribuirá significativamente a estos objetivos mediante la generación de empleo directo e indirecto.

Criterio 3: exclusividad

El tercer criterio se refiere a la exclusividad de la intervención pública propuesta. Actualmente, no existe una política pública específica que aborde integralmente los desafíos y oportunidades de la industria naval del Perú.

El análisis de pertinencia demuestra claramente que el desarrollo de la industria naval en Perú debe ser abordado como un problema público que requiere una política pública exclusiva. Esta política permitirá aprovechar el potencial marítimo del país, generar empleo, fortalecer la economía y mejorar la competitividad internacional.

Es esencial que el Gobierno peruano actúe de manera decidida para implementar estas medidas, asegurando un futuro próspero y sostenible para las comunidades costeras y el país en su conjunto.

Conclusiones

1. Fortalecimiento económico y social. Implementar políticas públicas específicas para la industria naval en Perú es crucial para aprovechar su potencial marítimo. Modernizar la infraestructura, crear incentivos económicos y formar mano de obra calificada permitirá desarrollar una industria naval

robusta, impulsando el crecimiento económico y generando empleo en las regiones costeras.

2. Mejora de la competitividad internacional. Aprender de los éxitos de Noruega y Japón en innovación y sostenibilidad, junto con la colaboración público-privada, es clave. Mejorar la infraestructura portuaria y adoptar tecnologías avanzadas posicionará a Perú como un hub logístico importante en Sudamérica.

3. Impacto en la seguridad nacional y sostenibilidad. Una política pública exclusiva para la industria naval fortalecerá la economía, mejorará la seguridad nacional y promoverá prácticas sostenibles. Modernizar la industria naval reducirá la dependencia de servicios extranjeros y fomentará la investigación en tecnologías verdes, posicionando a Perú como líder en el transporte marítimo sostenible.

El Terminal Portuario de Chancay podría convertirse en un hub logístico estratégico para la región. Foto: ANDINA

En el período de 1808 a 1825, el imperio español se encontraba debilitado, debido a la invasión del imperio napoleónico francés, lo que generó una lucha independentista por parte de los españoles y, luego, la pugna entre liberales y constitucionalistas. Las noticias de estos sucesos en la península ibérica llegaron como pólvora en forma de ideales a América, donde las nacientes corrientes libertadoras de Don José Francisco de San Martín y Matorras y Don Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco forjarían el camino para consolidar la independencia y emancipación de Hispanoamérica, siendo clave en este proceso, la batalla de Junín.

En febrero de 1824, para incrementar los efectivos de las tropas grancolombianas, Don Simón Bolívar dispuso el reclutamiento de peruanos de Trujillo de Nueva Castilla, San Pedro de Lambayeque, San Miguel de Piura, San Antonio de Cajamarca, San Juan de Chota, San Agustín de Huamachuco, Santo Toribio de Pataz, San Juan de la frontera de Chachapoyas (Gargurevich Padre, 2020).

La mayoría de jinetes patriotas en la carga de los Húsares del Perú —posteriormente bautizados “Húsares de Junín”—, eran de Trujillo, Lambayeque y Piura. Para aclimatarlos al mal de altura con enfoque de guerra de montaña, Bolívar los obligó a pasar cerros elevados, además de enseñarles a avanzar sobre pendientes con agilidad. Corrían una hora u hora y media para precipitar sus movimientos cuando fuera necesario abordar al enemigo (O’Leary 1919).

El 1 de agosto de 1824, ambos ejércitos preparan una ofensiva simultánea. El encuentro entre ambas fuerzas tuvo como testigo las márgenes oriental y occidental del río Mantaro.

La moral realista era impecable, pero habían cometido 2 errores en las postrimerías del movimiento hacia el contacto: primero, habían perdido el contacto con las tropas independentistas, obligando al Teniente General José Canterac a realizar una marcha forzada de 24 horas para alcanzarlos; y segundo, sus avanzadas o su inteligencia no tuvieron un papel eficiente. La precipitación fue un factor constante que los llevó al campo de batalla con errores y correcciones sobre la marcha; imposiciones del terreno en la maniobra, el pantano y las montañas impedían una mayor imaginación para la táctica

Creído el caudillo español de que la ocasión era propicia, mandó hacer alto a su caballería, y ordenando a la infantería y a la artillería que continuaran la retirada, formó en batalla los 4 escuadrones fuertes de húsares de Fernando VII y de Dragones del Perú, y a retaguardia de sus flancos, al Regimiento de Dragones de la Unión, en dos columnas destinadas a flanquear a los independentistas, y la de la derecha, además, a servir de reserva (García Camba, 1846, pág. 198).

En el siglo XIX era normal la actuación coordinada entre la infantería, la artillería y la caballería. Para ello, el plan era la sinergia para el detalle, pero Canterac decidió no escuchar la recomendación del Brigadier General Rafael Maroto de atacar con toda la División del Norte realista. Ello generaría luego de que 3000 infantes de la fuerza

Coronel EP Jorge Luis Paredes Távara

realista se perdieran durante su huida, dando antesala a su derrota final.

Las caballerías de ambos ejércitos tenían el atributo de sobresaliente en disciplina, moral y entrenamiento, pero la superioridad patriota se encontraba en la maniobra y el entrenamiento en combate en montaña. Había unidades realistas e independentistas con vasta experiencia en las batallas precedentes, pero también estaban aquellas que entre sus filas tenían a reclutas con nula experiencia de combate, como los Húsares del Perú.

El momento era decisivo. Bolívar, que marcha con sus jinetes, se da cuenta que para “coronar” la maniobra tiene que detener a los realistas antes que se deslicen de la trampa que les ha tendido. Canterac, por su parte, comprende que tiene que proteger la retirada de su infantería antes de que sea copada. (Albi y Stampa, 1985, pág. 166).

Sin perder tiempo, el general patriota ordena a Necochea, el comandante de la caballería, que cargue al enemigo para dar tiempo a que su infantería, que le sigue a unos 10 km, llegue al campo de batalla. Para cumplir la orden, los escuadrones no tienen más remedio que adentrarse por el estrecho paso, encajonado por el terreno pantanoso a la izquierda y un macizo montañoso a la derecha, que lleva del abra a la llanura de Junín (Albi y Stampa, 1985, pág. 166).

Bolívar, pese a la posición desventajosa de su caballería, que se encontraba fuera de distancia de apoyo del grueso (infantería) y en terreno adverso que le imposibilita la maniobra, le encarga al General Necochea realizar una cobertura de protección para permitir que los escuadrones asuman en seguridad posiciones para atacar, tarea que la resuelve con prontitud y demasía.

Como buen jinete, Canterac percibe las posibilidades que la maniobra enemiga le ofrece. Al atravesar el desfiladero necesariamente los escuadrones patriotas tendrán que formar en columna y no podrán desplegarse en batalla hasta desembocar en la pampa. El momento, pues, es óptimo para que

la caballería realista, que además es más numerosa, haga una carga. La situación le parece tan clara que ni siquiera ordena a su caballería o a algunas compañías de cazadores que apoyen con su fuego el movimiento (Albi y Stampa, 1985, págs. 166 y 167).

Canterac, ante la posibilidad de sorprender a los independentistas antes de que pudiesen entrar en dispositivo y ante sus anhelos de lograr la victoria para tener los laureles absolutos del virrey, decide prescindir de su infantería y artillería, y ordena prematuramente la carga. Lo ideal para realizar una carga era formar a su caballería en línea, “bota a bota”, e iniciar la carga al paso, trote corto, trote alargado, galope sostenido y, a 200 o 300 m aproximadamente, arrollar al galope desbocado al enemigo. Pero, rompió la regla. A 4100 m s. n. m. decidió cargar al galope sobre una distancia de 2 km.

La embestida fue brutal para los independentistas. A excepción de los grancolombianos que tenían experiencia en combatir desmontados con lanzas de 4.5 m, el resultado a simple vista daba argumento para la derrota independentista. El General Necochea, herido tras recibir 7 estocadas de arma blanca, es relevado por el Coronel Miller. Simón Bolívar, ante los hechos, ve en la derrota un simple trámite que asumir y decide ponerse a buen recaudo con su infantería, dando la batalla por perdida.

Miller, que mandaba a los jinetes del Perú, en carta recogida por Paz Soldán, dice que «todo se hallaba perdido». Pero, hubo 2 factores que marcaron el fin de la batalla. Uno fue el desacierto de Canterac, quien queriendo aprovechar el escalonamiento en profundidad de los independentistas, tomó decisiones “en caliente” con el fin de sorprender y arrollar a la fuerza patriota antes de que se ocultara el sol, lo que lo llevó a realizar una carga de 2 km a 4100 m s. n. m.; decisión errada pues no tomó en cuenta el “soroche” y sus efectos conjugados con el terreno y el clima.

Lo otro fue que quedaba aún una unidad independentista formada, y que no se había visto envuelta en el combate, por estar en retaguardia. Era el Primer Escuadrón de Húsares del Perú, que «permaneció a pie firme, porque no se hallaba sobre el eje del ataque y no había sido alcanzado por el desorden del repliegue» (Albi y Stampa, 1985, págs. 166 y 167).

Fueron los integrantes del Primer Escuadrón de los Húsares del Perú los artífices de cambiar la derrota por la victoria, cuando Bolívar daba la causa por pérdida. El triunfo también fue gracias a la genialidad del Teniente del Arma de Caballería José Andrés de Razuri y Esteves, quien vio una oportunidad en una situación que para

Según el parte del General Canterac al virrey (Cuartel General en Huayucachi, 9 de agosto de 1824.) titulado “La infausta escaramuza de nuestra caballería en Junín el 6 del mismo mes y año”, los escuadrones enemigos que estaban en columna, al ver la carga, volvieron grupas y se desordenaron completamente, los que estaban en posición fueron atacados de frente y flanco, por haber aguardado la carga a pie firme, y estaban ya en desorden, cuando en ese mismo instante, sin poder imaginarme cuál fue la razón, volvió grupas nuestra caballería, y se dio a una fuga vergonzosa, dando al enemigo una victoria que era nuestra, y que decidía en nuestro favor una campaña.

Canterac no comprendía el porqué de su derrota. En los primeros minutos todo se desarrollaba a favor de los realistas sin importar el desorden reinante, y al presentarse las condiciones de perseguir y aniquilar a los escuadrones independentistas, esta se inició por simpatía sin tener en el radar al escuadrón de Suárez que se encontraba en una entrante en el terreno como espectador cubierto.

El desconocimiento de la situación real del desempeño de la batalla por parte de Canterac era tal que incluso trató de callar las culpas al inflar con mentiras el parte de la plana mayor con oficiales patriotas fallecidos inexistentes (afirmó que La Mar, Necochea, Soler y Plasencia habían muerto), incluso dando por herido a Bolívar, cuando en verdad éste no participó directamente en la batalla.

Los intereses políticos y militares del Teniente General Canterac y el virrey La Serna impulsaron entre los españoles la idea de que la batalla de Junín era una “escaramuza de poca importancia”. Sin embargo, la historia afirmaría lo contrario. El impacto de esta batalla trascendió más allá del 6 de agosto de 1824, no solo por las más de 3000 bajas y heridos que tuvo la infantería realista durante la huida forzada, sino y sobre todo, porque marcó un antes y un después en el desarrollo de la independencia de Hispanoamérica, otorgando esperanzas para la consolidación de este proceso histórico.

OPERACIONES MILITARES

Capitán EP Jaime M. Taype Castillo

“Estamos listos señor presidente. La Aviación del Ejército tiene su flota y sus tripulaciones dispuestas. Tenga la seguridad que los desalojaremos”. Fue la firme respuesta del general Rafael Hoyos Rubio, por entonces Comandante General del Ejército, a la pregunta del presidente de la República, arquitecto Fernando Belaunde Terry, la noche del 22 de enero de 1981 en Palacio de Gobierno” (Taype, 2018, 80).

Los sucesos en Torres Causana y Angoteros (19031904); la movilización nacional de 1910 y la Campaña Militar de 1941 eran, hasta entonces, los más importantes enfrentamientos entre Perú y Ecuador durante el XX. Sin embargo, las “Operaciones militares en la Cordillera del Cóndor” o “Conflicto del Falso Paquisha” de 1981, mostraría el profesionalismo de las Fuerzas Armadas del Perú en la defensa de la integridad territorial (Denegri, 1996).

Nueva alerta en la frontera norte Los disparos de las ametralladoras ecuatorianas contra un helicóptero peruano que sobrevolaba el sector de Comaina (11 de enero 1981), encendieron la alerta en la frontera norte. La aeronave, que no repelió los disparos por no estar artillado, se percató que los atacantes ocupaban los desactivados puestos de vigilancia [PPVV]

No 3 y 4 peruanos, y contaban con un helicóptero listo para despegar (CPHEP, 2006, 36-37).

Ecuador aprovechó la desactivación de los PPVV para ingresar a nuestro territorio y levantar los suyos poniéndoles nombres similares a los que existían en su país, empleando la “falsa toponimia”. Los puestos infiltrados eran: PV 22 “Falso Paquisha”, PV3, PV4 Nuevo, Jiménez Banda 2 (JB2) y PV 4ª (Morote, 2017, 57).

Ante el hecho, se reforzaron los batallones del Ejército cercanos y las acciones a cargo de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). El gobernante ecuatoriano acusó al Perú de haber “violado la línea de frontera y atacado la guarnición de Paquisha, destruyendo un helicóptero e hiriendo al piloto” (Hidalgo, 1984, 132-133).

El 26 de enero, Belaunde ordenó el desalojo de los invasores. El general Hoyos -quien dirigía las operaciones- había movilizado las fuerzas terrestres y aéreas, mientras que nuestros buques aguardaban frente a Guayaquil, en aguas internacionales (Chávez, 1998, p. 97). La expulsión se inició el 28 de enero.

La premura por desalojar a los invasores obedecía a que el Ecuador pretendía mostrar ante la OEA y la comunidad internacional que dicho espacio era “suyo” (Caretas, 2 de febrero 1981), aprovechando el aniversario de la firma del Protocolo de 1942 (La República, 28 de enero 1984).

Nuestras tropas llegaron al Teatro de Operaciones, incluyendo a los Comandos provenientes de Iquitos, formando el destacamento “Cóndor” que actuó en las “Operaciones Helitransportadas con caída vertical”, que era el “transporte de la tropa en helicópteros directamente

sobre el objetivo y el inmediato asalto del mismo. Este tipo de operaciones serían las primeras en ejecutarse en Sudamérica” (CPHEP, 2006, 42).

Los cazas de la FAP cubrieron a nuestros soldados en las operaciones contra el PV22, quienes fueron recibidos por el fuego antiaéreo ecuatoriano (CPHEP, 2001, p. 352). Sin embargo, al descender los peruanos, el PV 22 había sido abandonado junto con peligrosa ametralladora “múltiple” de cuatro bocas de fuego (La República, 28 de enero 1984).

Logrado el objetivo, Belaunde llegó al PV, izó el pendón bicolor y entonó el Himno Nacional junto con los jefes militares y soldados, el 30 de enero (El Comercio, 31 de enero 1981). En los días siguientes, los peruanos conquistaron los PV 3 y PV 4 (IEHEP, 2020, 24).

La fase final Por unos días, las disputas se trasladaron al campo diplomático; sin embargo, el día 19 de febrero a las 0640 horas comenzó la operación para recuperar el PV “Jiménez Banda No 2” (JB2), movilizándose helicópteros de la Aviación del Ejército. El objetivo fue alcanzado a las 1000 horas (CPHEP, 2006, 69-70).

Los cazas de la FAP cubrieron a nuestros soldados en las operaciones contra el PV22, quienes fueron recibidos por el fuego antiaéreo ecuatoriano.
Sin embargo, al descender los peruanos, el PV 22 había sido abandonado junto con peligrosa ametralladora “múltiple” de cuatro bocas de fuego.

Al día siguiente, a las 0945 horas, partieron de “Chávez Valdivia” cuatro helicópteros MI8 del Ejército para recuperar el PV4 “Antiguo”, arribando a las 1115 horas. La aeronave de vanguardia fue alcanzada por la artillería antiaérea enemiga, causando la muerte del copiloto, el Tte. EP. Julio Ponce Antúnez de Mayolo y la caída de la máquina (CPHEP, 2001, 356). El segundo helicóptero llegó al helipuerto del referido PV, desembarcando la patrulla a pesar de que su jefe fue herido, hecho que no impidió la conquista del objetivo. El resto de los aparatos retornaron a “Chávez Valdivia” de donde partieron cinco aeronaves del Ejército y FAP, recatando a los heridos y el cadáver del Tte. Ponce (IEHEP, 2020, 26).

Ese mismo día, a las 0600 horas, nuestros soldados recuperaron el PV 4 (a), gracias al apoyo de los helicópteros que en esas circunstancias retornaban del PV4 Antiguo. A las 1000 horas, en el último PV enemigo se izó la bandera peruana, consolidado nuestra victoria (CPHEP, 2001, 355-356). Finalizó las operaciones militares y se retomó a la vía diplomática. En marzo de 1981, el vicealmirante peruano Jorge Dubois Gervasi manifestó:

[…] los efectivos militares del Perú se mantendrán en territorio peruano, es decir, en la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor […], debo recordar que los territorios de la vertiente oriental de la citada cordillera son peruanos en razón de sus títulos jurídicos y por la posesión secular que ha ejercido desde que nació a la vida independiente en 1821. El Ecuador, que siempre respetó la posesión del Perú […] inició, sin embargo, en 1978, una política de incursiones de sus efectivos militares […], con el evidente propósito de establecerse en el lado peruano y obtener una posesión de que carece. […] pero la paz y la tranquilidad entre los dos países no podrá estar definitivamente asegurada mientras subsista un tramo de 78 km sin demarcar en la Cordillera del Cóndor (MMRREE, LEH-25-291981, 2-3).

Así culminó el conflicto de 1981, aunque un nuevo enfrentamiento bélico acontecería en 1995. No obstante, nuestras Fuerzas Armadas, una vez más, demostrarían porque son dignos herederos de Bolognesi, Grau y Quiñones.

Expresidente del Perú, Fernando Belaunde Terry, durante el izamiento del pabellón nacional en el puesto de vigilancia 22 (PV-22).
Teniente Julio Ponce Antúnez de Mayolo, integrante del Ejército del Perú que ofrendó su vida por la patria en el conflicto de la Cordillera del Cóndor. (Caretas, 1981).

mujeres de

La historia del Perú está tejida con valentía, sacrificio y lucha por la libertad y la independencia. Si bien se ha prestado mucha atención a las hazañas de líderes masculinos en este proceso, es importante reconocer el papel crucial que desempeñaron las mujeres en la gesta independentista y en la consolidación de la república peruana. Desde las sombras de la historia, emergen las historias de mujeres que desafiaron las convenciones sociales de su época, que lucharon en batallas, contribuyeron con su ingenio y talento, y trabajaron incansablemente por un Perú libre y soberano.

Indígenas, mestizas, de castas, esclavas, libertas, plebeyas, aristócratas, rabonas, patriotas, campesinas, ilustradas, sufragistas, pobres y ricas; lograron la tan ansiada independencia de nuestra nación. Mujeres fuertes, talentosas, autónomas, llenas de coraje y hasta inmortales. Desde su participación en los diferentes ámbitos, como las artes, la música, el cine o la literatura, hasta las distintas áreas de las ciencias, pasando por las lideresas de movimientos sociales que revolucionaron la historia o que buscaron la igualdad de sus derechos. Ellas son las mujeres que forjaron la historia peruana y que dejaron una importante huella en nuestra sociedad, cuyo legado perdura hasta el día de hoy.

Pioneras en uniforme

En las últimas décadas, ha habido un notable avance en la incorporación de mujeres en las fuerzas militares en todo el mundo. Sin embargo, este progreso no surgió de la nada. Un hito significativo en la historia de la participación de la mujer en las Fuerzas Armadas se dio durante la Segunda Guerra Mundial, cuando países como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética reclutaron a mujeres para roles no combatientes, como enfermeras, comunicadoras y mecánicas. Asimismo, su participación cobra especial atención en la denominada Operación Tormenta del Desierto, donde cerca de 11,000 mujeres integraron el contingente estadounidense de 100,000 soldados emplazados en el Golfo Pérsico. Estas desempeñaron un papel crucial en el esfuerzo bélico, allanando el camino para futuras generaciones de mujeres en el servicio a la patria.

LOGROS DE MUJERES EN LAS FFAA

Un desfile con historia y orgullo nacional

MagÍster Carlos Tenicela Ninamango

Cada 29 de julio, la avenida Brasil en la ciudad de Lima se llena de un fervor patriótico que late en el corazón de cada peruano. La Gran Parada y Desfile Cívico Militar es un evento emblemático que celebra la independencia del Perú, convirtiéndose en una tradición que no solo exhibe el poderío y la capacidad armamentista de nuestras Fuerzas Armadas, sino que también simboliza el compromiso y la lealtad hacia la nación. Este artículo se sumerge en la historia y evolución de este evento de importancia nacional, desde sus comienzos en 1821 hasta hoy, destacando los momentos más significativos y los cambios que ha ido sufriendo en el tiempo.

Su origen, el desfile militar por la proclamación de la independencia

La historia de la Parada y Desfile Militar se remonta a los primeros años de la República en 1821. En sus inicios, este evento se llevaba a cabo en la Plaza Mayor de Lima, el epicentro de la vida política, social y religiosa de la ciudad. Los primeros desfiles militares eran sencillos en comparación con los actuales, contando con la participación de seis batallones de infantería y dos escuadrones de caballería. Estos desfiles coincidían con la celebración de la Misa Solemne y TeDeum, un acto religioso que marcaba el inicio de las fiestas patrias y que, al igual que la Parada Militar, forma parte de la tradición de las celebraciones de la fiesta nacional del Perú.

Durante el gobierno del General José de La Mar, el 19 de noviembre de 1827, el Congreso de la República promulgó una ley que establecía que todas las fechas cívicas, incluido el desfile militar, se celebraran el 28 de julio. Esta decisión consolidó en un solo día las celebraciones que se mantendrían durante décadas.

El desfile del centenario de la independencia. En 1921, el Perú se preparaba para celebrar los cien años de independencia en un contexto global de posguerra. Bajo el gobierno de Augusto B. Leguía, el centenario se convirtió en una oportunidad para atraer la atención internacional. Leguía invitó a delegaciones militares de

varios países a participar en distintos eventos, siendo el más destacado la Gran Parada y Desfile Militar.

Delegaciones de Argentina, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y España fueron invitadas a participar en la celebración. Ante la magnitud del evento, el presidente decidió trasladar el inicio de la Gran Parada y Desfile Militar al Hipódromo de Santa Beatriz, debido a la insuficiencia de la Plaza de Armas para albergar a todos los participantes y espectadores.

El 28 de julio de 1921, comenzó con la Misa Solemne y TeDeum y continuó con la Gran Parada y Desfile Militar. Las delegaciones peruanas y extranjeras marcharon desde el Hipódromo de Santa Beatriz hacia la Plaza de Armas, bajo la conducción del General Charles Mangín, héroe de la Primera Guerra Mundial, quien asistió como embajador francés y lideró el desfile cabalgando una yegua blanca, mientras era aclamado por el público presente.

Cambios de fecha y ubicación

Con el paso de los años, la Gran Parada y Desfile Militar experimentó varias reformas. Hasta 1939, se celebraba cada 28 de julio con la Misa Solemne y TeDeum. Sin embargo, el Presidente Óscar R. Benavides decidió dividir las actividades en dos días: la actividad litúrgica para el 28 de julio, y la Gran Parada y Desfile Militar el 29 de julio. Este cambio permitió una mejor organización y evitó la saturación de actividades en un solo día.

En 1956, los peruanos presenciaron por primera vez la participación de aviones militares en el desfile. En los años sesenta, el evento comenzó a ser transmitido por televisión, permitiendo que más peruanos siguieran el evento desde sus hogares. En cuanto a la ubicación, el Presidente Benavides reafirmó el uso del Hipódromo de Santa Beatriz, pero en 1961, durante el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche, se trasladó a la avenida Brasil debido a la necesidad de un espacio más amplio para las tropas y vehículos militares.

Cambios en el desfile militar En 1964, durante el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry, ocurrió un hecho histórico: por primera vez desfilaron mujeres, siendo las enfermeras del Hospital Militar del Perú las primeras en inaugurar esta tradición. Este evento marcó un hito en la inclusión de mujeres en las Fuerzas Armadas del Perú.

La Gran Parada y Desfile Militar de 1971 coincidió con el 150 aniversario de la independencia. Por ello, el gobierno de Juan Velasco Alvarado incluyó el desfile del armamento militar adquirido de la Unión Soviética. Años después, el desfile fue suspendido durante tres años debido a la huelga policial de 1975 y se reanudó en 1979, último año del gobierno de Francisco Morales Bermúdez; en el desfile se conmemoró el centenario de la Guerra del Pacífico.

En 1984, el Congreso de la República, mediante la Ley N°23858, dispuso que la Gran Parada y Desfile Militar de ese año se celebrara en honor a la patria y en homenaje al Gran Almirante del Perú, Miguel Grau Seminario. Para conmemorar esta ocasión, el desfile se realizó en la Plaza Grau el 27 de julio, en el aniversario 150 del nacimiento del héroe que murió en el Combate Naval de Angamos.

El desfile contemporáneo Desde la década de 1990, la Gran Parada y Desfile Militar ha experimentado una transformación significativa con la incorporación gradual de un bloque cívico. Este bloque incluye desfiles de colegios, universidades, instituciones y programas del Estado. Además, en la

actualidad, se han incorporado comparsas con bailes y danzas típicas, lo que ha convertido el evento en una Gran Parada y Desfile Cívico-Militar.

En el año 2000, la convocatoria de la Marcha de los Cuatro Suyos por parte del candidato Alejandro Toledo llevó a que la Gran Parada y Desfile Militar se trasladara al Cuartel General del Ejército en el distrito de San Borja. Este cambio originó que, durante el gobierno de Toledo, el desfile militar cambiara de sede cada año por razones de seguridad, alternándose entre el Campo de Marte y la avenida Brasil.

Dos acontecimientos de salud pública marcaron la historia de la Gran Parada y Desfile Cívico Militar en los últimos años. En el año 2009, durante la epidemia de gripe AH1N1, el Presidente Alan García decidió suspender el desfile debido a la inminente ola de contagios. García aprovechó el feriado del 8 de diciembre de ese mismo año para realizar el desfile en conmemoración de la batalla de Ayacucho. Similarmente, en 2020, la llegada de la COVID-19 obligó a cancelar el desfile. Sin embargo, en 2021, año del bicentenario de la proclamación de la independencia nacional, se optó por celebrar la Parada y Desfile Cívico Militar en el Cuartel General del Ejército, siguiendo los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud.

En 2022, la Gran Parada y Desfile Cívico Militar continuó adaptándose a la nueva normalidad con restricciones sanitarias aún vigentes, pero recuperando parte del esplendor y la participación de unidades militares y cívicas en el Cuartel General del Ejército. En 2023, los peruanos presenciaron el regreso de la Parada y Desfile Cívico Militar a la icónica avenida Brasil después de cuatro años. Bajo el gobierno de la Presidenta Dina Boluarte, el desfile incluyó un amplio despliegue de unidades del Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, así como la participación de instituciones educativas y civiles, reforzando su carácter cívico-militar y destacando por la presencia de escenificaciones culturales, como la representación del Inti Raymi, y la participación de unidades especializadas

en operaciones tácticas, que llevaron a cabo acrobacias y demostraciones de destreza.

GRAN PARADA Y DESFILE CÍVICO MILITAR 2024

La Gran Parada y Desfile Cívico-Militar cobra un significado especial este año, al conmemorarse la consolidación de la independencia del Perú con las batallas heroicas de Junín y Ayacucho. La Legión Peruana de la Guardia desfiló con sus elementos componentes, como el Regimiento de Caballería Glorioso Húsares de Junín, que participó en la batalla de Junín en 1824. Además, como testimonio vibrante, desfilaron el Batallón de Infantería Número Uno y la Batería de Artillería Volante Número Uno, que participaron en la batalla de Ayacucho.

Vimos también la sincronizada marcha de la delegación militar de China que, por primera vez, desfiló en nuestro país, añadiendo una dimensión internacional al desfile. Cadetes chinos de diferentes academias, junto con su escolta, oficiales y comandos, viajaron especialmente para unirse a las celebraciones en homenaje a nuestra patria, al igual que militares de nuestros países hermanos de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Paraguay.

A lo largo de los años, la Gran Parada y Desfile Militar en el Perú ha experimentado una notable evolución, reflejando los cambios en los lugares, la tecnología armamentista y la cultura del país. Desde sus humildes inicios en la Plaza Mayor de Lima, con una formación de tropas, hasta convertirse en un espectáculo significativo que los peruanos esperan cada año, así como la incorporación de mujeres en el evento, la variación en las fechas y ubicaciones, y la adaptación a desafíos como pandemias, han marcado puntos clave en esta tradición nacional. Además, la inclusión de bloques cívicos con desfiles de colegios, universidades, instituciones y comparsas con bailes y danzas típicas ha enriquecido aún más esta celebración. Así, la Parada y Desfile Cívico-Militar se mantiene como un símbolo vivo del patriotismo peruano, uniendo a los ciudadanos y al gobierno en una celebración de su historia y sus logros.

En cada paso, en cada marcha y en cada uniforme, la Gran Parada y Desfile Cívico-Militar refleja el espíritu indomable y el orgullo de una nación que honra su pasado y mira con esperanza hacia el futuro. Es un recordatorio de que el Perú, forjado en la lucha y en la perseverancia, sigue adelante con la misma valentía y determinación que hace más de dos siglos. ¡Viva el Perú!

encargados de las operaciones y acciones militares conjuntas de su responsabilidad

cou

COMANDO OPERACIONAL DEL ucayali

Acciones comprometidas por el bienestar de la población

El Comando Operacional del Ucayali, bajo el liderazgo del Contralmirante Giancarlo Pinto Vindrola, mantiene un firme compromiso con la planificación, organización, dirección y ejecución de operaciones y acciones militares conjuntas de las fuerzas asignadas en su área de responsabilidad, contando con la participación de sus componentes subordinados Naval, Terrestre y Aereo; contando con el apoyo del Jefe de la Macro Region Policial del Peru.

En el trascurso del presente año, el COU ha realizado acciones militares y patrullajes de entrenamiento fluvial y de combate, siempre respetando las normas legales nacionales y las disposiciones sobre los derechos humanos. Dada su ubicación estratégica, este comando operacional asume también responsabilidades excepcionales en la vigilancia de fronteras.

Las acciones cívicas organizadas, con la participación de los componentes terrestre y aéreo, contribuyen al desarrollo socioeconómico de la comunidad y fortalecen la presencia de las Fuerzas Armadas y del Estado peruano en la zona. Esto está alineado con el objetivo principal de apoyar a la región en la salud, bienestar y la educación, además de realizar trabajos de habilitación y mantenimiento de vías de comunicación.

Comandante del COU Calm. Giancarlo Pinto Vindrola

En otro aspecto, se ha fortalecido la capacidad de respuesta ante emergencias mediante la coordinación con el Comando de Operaciones de Emergencia Regional y la realización de sesiones de entrenamiento integradas. El Comandante del COU ha liderado estas iniciativas, incluyendo evaluaciones de las diferentes amenazas como el tráfico ilícito de drogas, la minería ilegal, la tala ilegal, así como la crecida del río Ucayali.

Por otro lado, la reactivación de las ceremonias mensuales de izamiento del Pabellón Nacional, que hace años que no se realizaban; las cuales promueven la identificación e identidad patriótica en la población fomentando principios y valores en la población Ucayalina. Estas ceremonias incluyen desfiles cívicomilitares con la participación de instituciones armadas y la Policía Nacional del Perú, entidades públicas y centros educativos, liderados por sus respectivas escoltas y secciones correspondientes. Otras de las acciones a resaltar son las diferentes reuniones sostenidas por el Comandante Operacional del Ucayali con diferentes entidades políticas del área de responsabilidad, con la finalidad de brindar bienestar a la población; entre ellas, destacan Purús, Sepahua, Yurúa, entre otras.

coma

COMANDO OPERACIONAL marítimo

Entrenamiento operacional “Vilit-Vilita 2024”

Con gran éxito se realizó el entrenamiento operacional denominado “Vilit-Vilita 2024”, en aguas del dominio marítimo nacional. Este evento cumplió con tres objetivos: elevar el nivel de entrenamiento e interoperabilidad de las fuerzas navales, complementar la instrucción práctica en la mar de los cadetes de la Escuela Naval y alumnos del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Naval - CITEN, y mantener presencia naval en los principales puertos peruanos.

Participaron un total de 1508 tripulantes. Entre ellos, 104 cadetes y 155 alumnos, quienes realizaron prácticas en las áreas de navegación, maniobras, control de averías, comunicaciones e ingeniería.

El ejercicio incluyó dos etapas; la etapa norte, con la participación del buque multipropósito B.A.P. “Pisco”, la fragata misilera B.A.P. “Bolognesi”, la corbeta de costa B.A.P. “Guise” y las corbetas misileras B.A.P. “Santillana” y B.A.P. “Herrera”, los cuales arribaron a los puertos de Paita, Salaverry y Chimbote. En la etapa sur participaron las fragatas misileras B.A.P. “Aguirre”, B.A.P. “Quiñones” y la corbeta misilera B.A.P. “Sánchez Carrión”, que amarraron en los puertos de Matarani, Pisco, y fondearon en los puertos de Ilo y San Juan de Marcona.

Se sumaron al entrenamiento las unidades submarinas B.A.P. “Angamos” y B.A.P. “Arica”, el remolcador auxiliar de salvamento B.A.P. “Morales”, la unidad hidrográfica B.A.P. “Carrillo”, la patrullera de costa B.A.P. “Río Quilca”, unidades aeronavales y pelotones de operaciones especiales y de infantería de marina; así como aviones caza de la Fuerza Área del Perú.

Se ejecutó más de medio millar de ejercicios en la mar, abarcando áreas de la guerra naval; entre ellos, tiro de superficie, operaciones diurnas y nocturnas con helicóptero y medios aeronavales, guerra antiaérea con aeronaves KT-1P y Mirage 2000 de la Fuerza Aérea; así como el reabastecimiento de combustible, con la participación del buque de reaprovisionamiento logístico B.A.P. “Tacna”.

Igualmente, se realizó una incursión anfibia en la bahía de Ancón, que puso a prueba las capacidades operacionales del personal y unidades participantes. Durante la estadía en puerto, las unidades navales recibieron a bordo la visita de público en general, lo que permitió estrechar lazos entre la sociedad y sus Fuerzas Armadas.

Comandante del COMA
Valm. Javier Bravo De Rueda Delgado

COCID

COMANDO OPERACIONAL DE ciberdefensa

Comandante del COCID

MAG. FAP Ricardo Guerra Díaz Operaciones en el ciberespacio

El Comando Operacional de Ciberdefensa (COCID) realiza operaciones militares en y mediante el ciberespacio, a través de un eficiente y eficaz empleo de las capacidades de ciberdefensa en respuesta al mandato conferido en la Constitución Política del Perú.

En la actualidad, ante la existencia de ciberamenazas, se considera que la seguridad digital de los activos críticos nacionales y recursos claves es afectada cuando se genera un ataque directo o inminente a sus recursos, infraestructura y sistema en sus componentes digitales, por la materialización de riesgos y vulnerabilidades en el ciberespacio, y que generen como consecuencia daños a la persona, prosperidad económica, social y puedan afectar la libertad de acción en el ciberespacio propio, asignado y/o de interés.

Por tal motivo, buscando establecer el marco normativo de ciberdefensa del Estado peruano y regular las operaciones militares que se desarrollan en este ámbito, protegiendo la soberanía, los intereses nacionales, los ACN/RC para mantener las capacidades nacionales frente a amenazas o ataques en y mediante el ciberespacio; el 14 de febrero del presente año, mediante Decreto Supremo se aprobó el Reglamento de la Ley N° 30999, “Ley de Ciberdefensa”.

De acuerdo, a la promulgada Reglamentación, el COCID es responsable de “Planear, organizar y conducir las operaciones militares en y mediante el ciberespacio, ejerciendo el comando y control de las operaciones de ciberdefensa conjuntas, con la finalidad de proteger los activos críticos nacionales, recursos claves, la soberanía y los intereses nacionales frente amenazas o ataques, cuando estos afecten la seguridad nacional”.

El Comandante del COCID, Mayor General FAP Ricardo Absalón Guerra Díaz, como parte de la cooperación, entrenamiento e intercambio de experiencias, fortaleció los lazos de confianza con los representantes del Instituto para la Gobernanza de la Seguridad (ISG) y del Instituto de Defensa de Estudios Jurídicos Internacionales (DIILS) de los EEUU, quienes, en junio, brindaron una serie de disertaciones y talleres que fomentaron una discusión de liderazgo enfocadas en diversas áreas de la ciberdefensa, orientados al desarrollo de capacidades cibernéticas, panorama estratégico, identificación de áreas prioritarias y planificación de seguridad ante amenazas cibernéticas.

CIOEC

COMANDO DE INTELIGENCIA Y OPERACIONES ESPECIALES CONJUNTAS

El Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (CIOEC), que desde el 7 de febrero del presente año tiene como Comandante General al señor Gral Div EP Oscar Luis Calle Pérez, viene realizando operaciones militares en la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) contra los remanentes de la Organización Terrorista Sendero Luminoso (OT-SL), organización que atenta contra derechos, principios, normas y costumbres de las personas y que impide el desarrollo del país.

En lo que va del año, se ha desarrollado un riguroso entrenamiento que busca la estandarización de las capacidades de manera particular con los Grupos de Operadores Especiales recientemente incorporados a la Fuerza Especial Conjunta. Asimismo, ha desarrollado operaciones de reconocimiento especial en diversos sectores del VRAEM, los cuales permiten hacerles seguimiento a las actividades ilícitas de la OT- SL, aliadas con diversas organizaciones dedicadas al narcotráfico, extracción ilegal de madera, trata de personas, entre otras.

En coordinación con las diversas agencias de inteligencia de nuestras FFAA y de la PNP, el CIOEC, de manera permanente, viene desarrollando el planeamiento de las operaciones militares que permitan degradar significativamente a esta minimizada OT, en estricto cumplimiento de los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.

En la misma línea de esfuerzo, el CIOEC condujo el meticuloso entrenamiento del equipo de operadores especiales de nuestras FFAA para la competencia Fuerzas Comando, que se realizó en Panamá del 11 al 26 de mayo del presente año. Para afrontar exitosamente esta actividad competitiva, el personal seleccionado llevó una rigurosa y personalizada preparación en diversos campos de entrenamiento de nuestros Institutos Armados. Además, los operadores especiales que forman parte de las patrullas de la FEC realizaron un reentrenamiento conjunto con los soldados del Comando de Operaciones Especiales Sur SOCSOUTH de los EEUU, el cual consistió en saltos de reentrenamiento pre operacional con equipos bt80 de dimensión de 420 a 12 mil pies de altura en Pisco el 22 mayo del 2024.

Comandante del CIOEC Gral. Div. Oscar Calle Pérez
Operaciones y logros alcanzados en la lucha contra el terrorismo

COA

COMANDO OPERACIONAL AÉREO

Surcando el cielo de Quiñones por el bienestar del Perú

Nuevamente Perú vuelve a ser sede del Ejercicio MultinacionalMultidominio Conjunto Combinado Resolute Sentinel 2024 (RS24), contando con la participación de la Fuerza Aérea del Perú, Ejército del Perú y la Marina de Guerra del Perú, que se llevará a cabo del 27 de mayo al 14 de junio y tendrá como escenario las ciudades de Lima, Iquitos, Pucallpa y Arequipa.

El “Resolute Sentinel” es un ejercicio de entrenamiento conjunto combinado, enfocado en operaciones en todos los dominios, capacidades de respuesta rápida, operaciones civiles-militares y tareas esenciales de misión en tiempo de guerra.

En RS2024, considerado el ejercicio militar multinacional-multidominio más importante de la región, las Fuerzas Armadas de seis países fortalecerán sus capacidades y mejorarán la interoperabilidad para enfrentar las amenazas globales y desafíos en el ámbito de la seguridad, entre los cuales participarán Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Chile y Perú.

Comandante del COA

TTG. FAP Luis Miguel Tueros Mannarelli

Este ejercicio fortalece las técnicas, tácticas y procedimientos que generan la cohesión entre las Fuerzas Armadas participantes y amplía nuestros horizontes estratégicos.

Por otro lado, otra acción a destacar es la enorme responsabilidad del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en el proceso de respuesta para tener todas las condiciones de proteger a la población y la infraestructura ante las precipitaciones que se suscitaron en distintas partes del Perú, debido al fenómeno El Niño (FEN); motivo por el cual los Comando Operacionales y Comandos Especiales trabajan continuamente, a fin de aliviar los estragos que deja a su paso el FEN, protegiendo la vida de miles de ciudadanos.

A través del Comando Operacional Aéreo, el CCFFAA realiza traslados aéreos de toneladas de víveres, enseres y artículos de primera necesidad hacia diferentes comunidades del Perú, todo en apoyo de nuestros compatriotas afectados por este fenómeno natural. Cabe señalar que también se realizan constantemente evaluaciones de las posibles amenazas que se puedan presentar.

COda

COMANDO OPERACIONAL de defensa aérea

Protegiendo el espacio aéreo de nuestra nación

El Comando Operacional de Defensa Aérea continúa realizando acciones militares orientadas a la vigilancia, control y defensa del espacio aéreo nacional. En ese sentido, nuestro personal altamente capacitado ha formulado el entrenamiento conjunto con los diversos Comandos Operacionales y Comandos Especiales, mediante el uso de simuladores que permitirán alcanzar y estandarizar procedimientos y conceptos para la lucha constante contra el tráfico ilícito de drogas y protección del frente externo.

Al unificar y estandarizar el entrenamiento conjunto del personal que es parte del Sistema de Defensa Aérea en las tres Instituciones Armadas, se logrará proteger los intereses nacionales, además de evitar que se perjudique a la población con inseguridad y violencia, mejorando su calidad de vida.

Conociendo estas constantes amenazas que afectan a la nación, el Comando Operacional de Defensa Aérea realiza operaciones de control y vigilancia del

espacio aéreo en el país. Esta protección se da con mayor énfasis en la zona del ADIZ, donde se realiza el puente aéreo que ilegalmente trasgrede nuestras fronteras, cumpliendo de esta manera con el mandato constitucional y directivas emitidas por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Asimismo, durante este primer semestre, se iniciaron los trabajos de planeamiento, organización y verificación de medios y procedimientos, a fin de dar cumplimiento al “Acuerdo entre el gobierno de Perú y los Estados Unidos de América”, suscrito el 23 de agosto del 2023, que permitirá enfrentar conjuntamente los desafíos de seguridad, como el tráfico ilícito de drogas y el crimen organizado transnacional, el cual ha sido diseñado para proteger vidas tanto en el aire como en la tierra, y así cumplir los requisitos jurídicos internos de cada nación.

Comandante del CODA MAG. FAP Luis Fernando Brignardello Aguirre

COS

COMANDO OPERACIONAL DEL SUR

Comandante del COS Gral. Div. Ángel Pajuelo Jibaja FFAA atendieron exitosamente emergencias por fenómenos naturales

La población afectada por fenómenos naturales en el sur del país recibió el apoyo oportuno de las Fuerzas Armadas, mediante el Comando Operacional del Sur, que desplazó personal de las Compañías de Intervención Rápida para Desastres (CIRD), ante el llamado de las autoridades integrantes de los Centros de Operaciones de Emergencia regionales y locales.

El Comando Operacional del Sur, liderado por el señor General de División Ángel Pajuelo Jibaja, supervisó en tiempo real las intervenciones y gestión de riesgos y desastres por parte del personal de la Fuerza Aérea, Marina y del Ejército del Perú. Las emergencias que se atendieron fueron en distritos de las regiones de Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno y Cusco. Debido al bloqueo de vías producto de derrumbes y huaicos, se establecieron puentes aéreos en coordinación con autoridades regionales, atendiendo en forma rápida a la población damnificada, como fue el caso de Tomepampa, Alca y el anexo de Luicho de Huaynacotas de la provincia de La Unión de la región Arequipa.

Asimismo, se ha prestado apoyo a las empresas de servicios, en la limpieza de ductos, diques y canales de abastecimiento de las plantas de tratamiento de agua potable, garantizando el servicio de suministro del recurso hídrico a miles de familias que se quedaron sin agua, producto del rebase de los sistemas de represas, siendo también innumerables las intervenciones de ayuda con la colocación de sacos terreros y limpieza de torrenteras en diversos distritos para evitar inundaciones en zonas urbanas.

En cumplimiento a las disposiciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el COS viene impulsando las acciones en materia de gestión de riesgo ante desastres, como parte de los roles estratégicos de sus componentes; siempre en coordinación permanente con las autoridades de su ámbito de responsabilidad, con el objetivo de establecer mecanismos de solución planificada y eficaz que garanticen la efectividad de las Compañías de Intervención Rápida para Desastres (CIRDS).

COC

COMANDO OPERACIONAL DEL CENTRO

Acciones de apoyo a 2 sectores medulares del país: educación y salud

Entrega de armas a jóvenes soldados del COC ¡Os lo prometo! fue la unísona y sagrada respuesta de los nuevos defensores de la patria, quienes recibieron las armas, con la firme convicción de asumir un rol protagónico en la defensa y el desarrollo nacional.

Familiares, amigos y compañeros de armas participaron en esta trascendental y emotiva ceremonia de entrega de armas a los jóvenes conscriptos, integrantes del Contingente Enero 2024, quienes marcan una nueva etapa en sus vidas al servicio de la nación.

El Comando Operacional del Centro, a través de sus diversas unidades orgánicas, ejecutó una serie de acciones de instrucción y entrenamiento básico militar a los jóvenes soldados que con vocación de servicio y devoción patriótica se unen a nuestra misión constitucional.

Aliados por un sueño: lucha contra el cáncer infantil Con un mensaje de fe y esperanza, nuestros soldados revistiéndose de nobleza y desprendimiento se sumaron a la campaña de

donación de sangre y plaquetas a favor de los niños que padecen enfermedades oncológicas y se encuentran internados en el Instituto Nacional de Salud del Niño, sede San Borja.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil se desarrolló esta cruzada de solidaridad, que contó con la participación de diversas entidades públicas y privadas del país.

Del 13 al 15 de febrero, personal de oficiales, técnicos, suboficiales y tropa del servicio militar se constituyeron en los aliados de estos valientes niños que anhelan cristalizar sus sueños y actualmente luchan contra esta enfermedad oncológica.

Representantes de las instituciones educativas y del Instituto Nacional de Salud del Niño coincidieron en expresar su gratitud y reconocimiento por la labor solidaria del Comando Operacional del Centro en apoyo a nuestros niños.

Comandante del COC
Gral. Div. Julio Castañeda Zegarra

COE

COMANDO OPERACIONAL DEL ESTE

Elemento de primera respuesta ante desastres

El Comando Operacional del Este (COE), en los primeros meses del año, se ha constituido como elemento de primera respuesta ante los desastres causados por fenómenos naturales. Esto debido a la complejidad geográfica de las cinco regiones de nuestra área de responsabilidad asignada: Pasco, Junín, Huancavelica, Ayacucho y la provincia de La Convención, en la región de Cusco.

En ese sentido, se han empleado las capacidades de ingeniería militar para contrarrestar los daños ocasionados por los fenómenos climáticos.

Así, en la provincia de Satipo, se realizaron trabajos de encauzamiento del río Ancayo, el cual se desbordó a causa de las intensas lluvias, afectando incluso la carretera troncal que une a otros 13 distritos.

Comandante del COE

Gral. Div. Hugo Molina Carazas

Además, en el distrito de Perené, provincia de Chanchamayo, el personal militar realizó trabajos de limpieza de cunetas y sistema de alcantarillado de las calles afectadas, producto del deslizamiento de lodo y piedras.

Asimismo, en el distrito de Pariahuanca, provincia de Huancayo, la rápida acción del personal militar en la labor de búsqueda y rescate permitió salvaguardar la vida de los pobladores que habían sido afectados por un huaico.

Por último, otro aspecto importante es el entrenamiento permanente y la capacitación de nuestra fuerza, ya que brinda la confianza necesaria al personal para desarrollar acciones y operaciones militares. En esa línea, desde este Comando Operacional reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando para estar listos ante cualquier contingencia.

El Comando Especial VRAEM (CEVRAEM) viene conduciendo eficientemente operaciones y acciones militares integradas con la Policía Nacional del Perú, dentro de toda su área de responsabilidad (ADR), que actualmente cuenta con 35 distritos, 7 provincias y 4 departamentos declarados zona de emergencia. En lo que va del presente año, ha realizado 5899 operaciones y acciones militares, así como 560 operaciones aéreas que hacen un total de 1477 horas de vuelo entre misiones de interdicción aérea, de escolta y cobertura, de reconocimiento, inteligencia y vigilancia, de transporte aéreo logístico, y 21 misiones de evacuación aeromédica. Asimismo, viene desarrollando operaciones de información.

Entre los principales objetivos para la gestión del CEVRAEM, alineados con la política de comando del CCFFAA, se encuentra el dar la estocada final a la organización terrorista Sendero Luminoso. En ese sentido, ha realizado operaciones y acciones militares eficaces, que en estos primeros 6 meses del año, han permitido la incautación de 44 armas de fuego (entre armas de guerra y de uso civil) y de una gran cantidad de munición, explosivos y equipos de comunicación.

COMANDO ESPECIAL VRAEM

Continúa la lucha incesante por la pacificación nacional

Del mismo modo, como parte de la desarticulación de los vínculos de la OT-SL con el tráfico ilícito de drogas, ha logrado incautar 12.2 t de clorhidrato de cocaína, 190 kg de PBC, 350 kg de marihuana, 124.4 t de hojas de coca, 209.3 t de insumos químicos fiscalizados y 6 pistas no autorizadas (PNA). Además, ha destruido 78 laboratorios rústicos para la elaboración de PBC y 28 pozas de maceración

Por otro lado, ha participado en diferentes ceremonias con autoridades locales y regionales, cumpliendo con el objetivo de contribuir con el desarrollo de nuestros pueblos. También, realizó actividades de primera respuesta ante desastres provocados por fenómenos naturales, tales como aludes, huaycos e inundaciones, debido a intensas lluvias en diferentes lugares de la zona.

Este año se cumplirán 16 años de lucha constante de los combatientes del CEVRAEM, que unidos, firmes y dignos buscan acabar con los remanentes terroristas y lograr la pacificación de esta zona del país, en beneficio de la defensa y desarrollo nacional.

CON

COMANDO OPERACIONAL DEL NORTE

Comandante del CON Gral. Div. Marcos Rodríguez Monge Labor comprometida por el bienestar del norte del Perú

En el primer semestre del año, el Comando Operacional del Norte ha venido realizando diferentes acciones militares en beneficio de nuestra nación, destacando sus 2 campañas cívicas realizadas en Tumbes y Piura, y su participación en la Festival Aéreo Chiclayo 2024.

La primera se llevó a cabo el 8 de junio en el Barrio San José de la Villa Uña de Gato, del distrito tumbesino de Papayal, logrando brindar atenciones a más de 1000 residentes de esta localidad. Esta actividad estuvo a cargo de la Primera Brigada de Infantería y se realizó en coordinación con entidades gubernamentales y organizaciones locales.

Los pobladores accedieron a consultas médicas gratuitas, entrega de medicamentos, asesoría legal, asesoría en servicios públicos básicos y charlas educativas sobre prevención de enfermedades. Además, grandes y chicos se deleitaron con la presentación de números artísticos, demostraciones y un show infantil.

salud en la localidad de Pueblo Nuevo de Colán, en la provincia piurana de Paita. En este caso, más de 300 pobladores recibieron atenciones médicas y accedieron a servicios de terapia física y corte de cabello. También, recibieron charlas de sensibilización contra la violencia hacia la mujer.

Ambas acciones cívicas se realizaron con el objetivo de sensibilizar a las autoridades y la población de estas localidades del norte del Perú sobre la importancia de las atenciones preventivas de salud, a fin de impulsar la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Asimismo, mediante este apoyo social, se busca aliviar la necesidad de servicios médicos que tienen las poblaciones alejadas y más vulnerables de nuestra región Piura.

COAM

COMANDO OPERACIONAL DE LA AMAZONÍA

Constante entrenamiento conjunto para fortalecer capacidades

Continuando con la labor comprometida de las Fuerzas Armadas con el bienestar de la población, el 14 de junio, el componente naval de este comando operacional realizó una campaña de

Por otro lado, personal militar de este comando operacional participó del “Festival Aéreo Chiclayo 2024”, que se realizó en la base aérea Pedro Ruiz Gallo en Lambayeque. En este gran evento, efectivos militares peruanos y estadounidenses deslumbraron a los presentes con exhibiciones de aviones de combate, transporte y acrobacias aéreas, demostrando su impresionante destreza.

El Pelotón de Operaciones Especiales Nº 8 realizó el entrenamiento operacional denominado “FOCA IV”, donde desarrollaron diferentes capacidades empleadas en la guerra especial en selva como patrullaje de combate, fuego en movimiento, demolición en tierra-agua, cálculo de carga, desactivación de artefactos explosivos improvisados, interdicción fluvial, reconocimiento especial y colección de información con transmisión de inteligencia de combate desde el día miércoles 21 de febrero hasta el jueves 21 de marzo del presente año, en las inmediaciones del Destacamento Naval Gueppi, ubicado en el departamento de Loreto. El entrenamiento se desarrolló con el fin de elevar las capacidades operativas y coadyuvar a los roles estratégicos de la Marina de Guerra del Perú y ejercer la soberanía de nuestro Perú.

Asimismo, el 5 de abril, en el Grupo de Operaciones Especiales Nº 3 de la Base Naval de Iquitos se llevó a cabo la ceremonia de clausura del Primer Entrenamiento Conjunto del Componente de Operaciones Especiales del Comando Operacional de la Amazonía (COAM). Luego de un riguroso periodo de entrenamiento militar, con la finalidad de incrementar las capacidades operacionales

conjuntas en planeamiento táctico de operaciones, comando, control e inteligencia, operaciones especiales de interdicción fluvial, operaciones especiales fluviales, operaciones especiales terrestres, soporte vital en combate, así como inserciones y extracciones tácticas con lanchas rápidas y helicóptero; los pelotones del componente de operaciones especiales, conformados por integrantes de los componentes terrestre, naval y aéreo del COAM; culminaron satisfactoriamente el Primer Entrenamiento Conjunto de Operaciones Especiales.

Dicho acto fue presidido por el Comandante del COAM, Vicealmirante Gian Marco Chiapperini Faverio, acompañado del Comandante del componente aéreo, Mayor General FAP, Jimmy Andrés Sandoval Montenegro, del Jefe de Estado Mayor del Componente Naval, Capitán de Navío Percy Suárez Cáceres y del representante del Comandante del componente terrestre, Coronel EP Emilio Brayzat Escalante; quienes felicitaron a los integrantes que conforman los pelotones de este Componente de Operaciones Especiales, exhortándolos a mantener siempre un alto nivel de profesionalismo, disciplina y compromiso como grupo élite en servicio de nuestra nación.

Comandante del COAM
Valm. Gian Marco Chiapperini Faverio

FFAA DEl PERÚ ASUMEN ALTO CARGO EN EL EJERCICIO MULTINACIONAL PANAMAX 2024

El Perú alcanzó una particular visibilidad en el ejercicio de entrenamiento multinacional Panamax 2024, patrocinado por el Comando Sur de los Estados Unidos, debido al destacado rol de dos oficiales de nuestras Fuerzas Armadas: el Mayor General FAP Manuel Muñoz Curto, quien se desempeñó como Deputy Commanding General Operations, y el Capitán de Navío Humberto Martínez Mujica, en el cargo de Chief of Staff.

Luego de la participación de Perú en el ejercicio Panamax 2022, el Comando Sur, a través del Grupo Consultivo de Ayuda Militar (Grucam), invitó al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para ocupar el cargo de Deputy Commanding General for Operations de la Fuerza Multinacional Conjunta (MNFS). El nuevo reto fue aceptado por la institución militar del Perú.

La primera fase del ejercicio Panamax 2024 consistió en la realización tres conferencias de planificación, en las que participaron el General EP Marco Marin Saldaña

como Deputy Commanding General For Interoperability; el Capitán de Navío MGP Marco Martinez Mujica, quien ocupó el cargo Chief Of Staff del MNFS; el Coronel EP Jorge Ramos Agama, con el cargo de Jefe del Estado Mayor del CFLCC Componente Terrestre; el Coronel EP Enrique Barrios Cortez, como Comandante de la Brigada de Artillería; así como nueve oficiales que ocuparon los puestos de Directores en el MNFS.

En la segunda parte del ejercicio se desarrollaron dos conferencias: la primera sobre la Planificación en Crisis de la Fuerza Multinacional Conjunta y la segunda,

Máster María del Carmen Calderón Chirinos Periodista

acerca de Planificación en Crisis de los Componentes, desarrolladas entre abril y mayo, con sede en los estados de San Antonio, Texas y Miami, en los Estados Unidos. El equipo de planificación estuvo conformado por 13 oficiales de nuestras Fuerzas Armadas. En esta fase se conoció que la doctrina de planificación de los diferentes países con los que se trabajó de manera conjunta y combinada es muy similar en todos los países de la región,; dicho esto, se contó con la participación del personal de las Fuerzas Armadas de EE. UU. de América, México, Guatemala, Honduras, Panamá, República Dominicana, Jamaica, Colombia, Brasil, Ecuador, Argentina, Chile, Uruguay y Perú.

El planeamiento en crisis del Panamax 2024 consideró los componentes aéreo, terrestre, naval y de Fuerzas Especiales, que participaron con delegaciones de diferentes nacionalidades, a fin de determinar sus cursos de acción y requerimientos para la ejecución del ejercicio militar que se realiza en agosto de este año.

Operaciones

Al cierre de esta revista (primera semana de agosto), nuestro personal militar del Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea del Perú ultiman detalles y protocolos previos a su partida a Estados Unidos, donde nos representarán participando en el Ejercicio Multinacional Panamax2024. La delegación fue encabezada por el MAG FAP Manuel Muñoz Curto, quien se desempeñará como

Deputy del Estado Mayor de las Fuerzas Multinacionales del Sur (MNFS).

Cabe indicar que las sedes de entrenamiento son DavisMonthan Air Force Base en Arizona, Fort Sam Houston en Texas, CFMCC Naval Station Mayport, en Florida, SOUTHCOM Headquarters en Doral (Florida) y Homestead Air Reserve Base, en Florida.

Con la participación de 82 representantes de las Fuerzas Armadas, el Perú pasó a ser la delegación más numerosa para este ejercicio. La participación en estos eventos

permite la conformación de una red profesional de contactos, fortalecer las relaciones con el Comando Sur de Estados Unidos e intercambiar experiencias con las delegaciones de los otros países.

Escenario del Ejercicio Panamax 2024

Los 1200 oficiales de 24 países resolverán — mediante capacidades de dominio aéreo, marítimo, aeroespacial, informacional, así como comando y control, inteligencia, respuesta eficaz, protección y supervivencia, soporte logístico y proyección de la fuerza—, en un escenario militar un conflicto que se desarrolla en un país ficticio, llamado Nueva Centralia (NC) y ubicado entre Panamá y Costa Rica, donde un grupo terrorista-guerrillero de ideología antimperialista busca tomar el poder en NC, subvirtiendo el orden y amenazando con ocasionar daños a la infraestructura del canal de Panamá, deteniendo sus operaciones comerciales.

Frente a esta amenaza, NC y Panamá hacen un llamado de ayuda a la ONU, a fin de que se conforme una fuerza multinacional que proteja al canal de Panamá y brinde estabilización política, social y económica en ese país. La ONU emite una resolución de seguridad, disponiendo la conformación de una fuerza multinacional, liderada por los EE.UU. y conformada por los países de la región.

De esta forma, los países Belice, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, EE. UU., España, Francia, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Reino Unido, El Salvador, Trinidad Tobago, Uruguay y Perú se unieron para una causa en común centrados en la interoperabilidad.

LAS FUERZAS ARMADAS Y LA SEGURIDAD NACIONAL

FRENTE A GRUPOS RADICALES

En este contexto, los llamados “luchadores sociales” se aprovechan de estas dinámicas, manipulando a sectores marginados con discursos polarizantes. Por ello, es vital examinar y analizar el papel de las Fuerzas Armadas (FFAA) en la preservación de la seguridad nacional y la democracia, contribuyendo al restablecimiento del orden interno (de acuerdo a sus roles estratégicos y al marco legal vigente), y la protección de los derechos fundamentales frente a la amenaza de grupos radicales y del crimen organizado, explorando soluciones para garantizar un futuro seguro y próspero para todos los ciudadanos.

El radicalismo, una amenaza para la seguridad nacional

La emergencia de grupos radicales en el Perú se genera por la desigualdad, marginalidad y debilidad institucional, encontrando terreno fértil en áreas con escasa presencia estatal; la falta de servicios básicos y oportunidades de empleo alimenta el resentimiento hacia el Estado y facilita la radicalización de sectores postergados. Los líderes de estos grupos, autodenominados como “los autoconvocados”, manipulan y movilizan a las masas, recurriendo a la violencia para alcanzar objetivos políticos; muchos están vinculados a corrupción y crimen organizado (tráfico ilícito de drogas, minería ilegal, contrabando, blanqueo de dinero, entre otros), socavando la legitimidad estatal. Por ello, es esencial analizar las causas de la radicalización y trabajar en conjunto con el Estado y la sociedad civil para contrarrestar su influencia, promoviendo inclusión social y desarrollo sostenible en las zonas vulnerables.

El impacto socioeconómico y la seguridad nacional en perspectiva radical

La presencia y actividad de estos grupos tienen un impacto significativo en el desarrollo socioeconómico y seguridad del país, ya que, no solo generan violencia e inestabilidad, también obstaculizan los esfuerzos de

desarrollo y progreso a nivel nacional al ahuyentar inversiones y afectar el clima de negocios. Además, dificultan los esfuerzos estatales por brindar servicios básicos y promover el desarrollo, representando una amenaza a la integridad territorial y la soberanía del Estado. Es fundamental abordar tanto las causas subyacentes de la radicalización como sus manifestaciones visibles, reconociendo el papel de la inclusión social y el desarrollo sostenible en la prevención del extremismo violento.

Por lo tanto, fomentar oportunidades económicas, promover la participación ciudadana y garantizar el acceso equitativo a servicios básicos son aspectos claves para contrarrestar la influencia de estos grupos y fortalecer la seguridad nacional.

Alianza peligrosa: grupos radicales y crimen organizado transnacional

La presencia de grupos radicales se vincula estrechamente con el crimen organizado transnacional, formando una alianza que amenaza la seguridad y estabilidad del Estado. En consecuencia, estos grupos encuentran en el crimen organizado un aliado estratégico para financiar y expandir sus actividades, mientras que el crimen organizado se vale de los grupos radicales para generar el caos, desorden, aprovechando

su capacidad de movilización para desviar esfuerzos y evitar el control por parte de las fuerzas del orden. Esta convergencia representa una amenaza significativa, ya que, intenta quebrantar las instituciones democráticas y debilitar la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos; requiriendo medidas integrales que aborden tanto las manifestaciones visibles de la violencia como las estructuras subyacentes, promoviendo la inclusión social, combatiendo la corrupción y fortaleciendo el estado de derecho para desarticular esta alianza y fortalecer la seguridad nacional y la vigencia del sistema democrático.

Respuestas del Estado peruano frente a los grupos radicales

El surgimiento de grupos radicales plantea desafíos significativos para el Estado y sus instituciones. A pesar de los esfuerzos existentes, persisten obstáculos que dificultan una respuesta eficaz y sostenible; la falta de recursos humanos, logísticos y financieros, junto con la corrupción y la infiltración de estos grupos en las instituciones, comprometen la capacidad del Estado para garantizar la seguridad pública y hacer cumplir la ley.

La complejidad de esta amenaza requiere una respuesta integral y coordinada que aborde tanto las causas subyacentes de la radicalización como las medidas preventivas: la cooperación entre agencias estatales y niveles de gobierno es fundamental; fortalecer las capacidades estatales; implementar políticas públicas efectivas y promover el Estado de derecho son acciones esenciales.

Siendo necesario impulsar la educación y sensibilización pública sobre los riesgos del extremismo, así como hacer cumplir la “prohibición del proselitismo político en las aulas”, para fortalecer los valores cívico-patrióticos de la sociedad y contrarrestar la influencia de estos grupos.

Fuerzas Armadas del Perú: garantes de estabilidad, seguridad y defensa nacional

En un contexto marcado por la amenaza creciente de grupos radicales y el crimen organizado transnacional, las FFAA intervienen (previa declaración de emergencia y cuando la Policía Nacional sea sobrepasada en el control del orden interno), para desempeñar un papel estratégico en la preservación de la seguridad nacional y la estabilidad del Estado; siendo decisiva su intervención para contrarrestar estas amenazas y mantener el orden interno, buscando fortalecer sus vínculos y compromiso con la población, a la cual protegen y amparan constitucionalmente.

Instruidas, entrenadas y equipadas adecuadamente, las FFAA deben ser capaces de responder a todo tipo de amenazas y emergencias, así como prevenir y neutralizar ataques terroristas en todas sus modalidades, colaborando estrechamente con otras agencias estatales y fuerzas del orden; por ello, la cooperación interinstitucional maximiza recursos y garantiza una respuesta integral y efectiva a las amenazas.Es imperativo que las FFAA respeten los derechos humanos y el estado de derecho en todo momento, manteniendo así la legitimidad de su accionar y evitando excesos en el cumplimiento de su misión. El respaldo y accionar del Ministerio Público en la apertura de investigaciones contra promotores de violencia es esencial para salvaguardar la ley y el orden. Sin estas medidas, el Estado podría debilitarse y comprometer su capacidad para garantizar la seguridad y estabilidad del país.

Consideraciones finales

En un entorno globalizado y complejo, las corrientes radicalistas representan una seria amenaza para la seguridad y estabilidad del Estado peruano. Para contrarrestar esta peligrosa dinámica, es esencial adoptar un enfoque integral y proactivo que aborde, tanto las causas subyacentes de la radicalización como las manifestaciones visibles de la misma. Este enfoque

debe promover la inclusión social y el desarrollo sostenible en las áreas afectadas, fortaleciendo simultáneamente las instituciones democráticas y garantizando el pleno respeto por los derechos humanos y el estado de derecho.

La amenaza radicalista representa un llamado urgente a la acción colectiva y coordinada de todos los peruanos; solo a través de un esfuerzo unificado se podrá garantizar la seguridad y el bienestar de la nación, construyendo un país más seguro, próspero y democrático para las generaciones futuras. Es medular que el Estado asuma un papel de liderazgo en este proceso, fortaleciendo sus capacidades para hacer frente a las amenazas contemporáneas y futuras, al tiempo que promueve la inclusión social y la cohesión nacional.

fomentar oportunidades económicas, promover la participación ciudadana y garantizar el acceso equitativo a servicios básicos son aspectos claves para contrarrestar la influencia de estos grupos y fortalecer la seguridad nacional.

Las FFAA cumplen un rol fundamental en la preservación de la seguridad nacional y la democracia.

ingenieros que construyen paz

Coronel EP Luis Jiménez Alemán

Comandante del VIII Contingente de la compañía de ingeniería Perú

Desde su llegada a la República Centroafricana como parte del VIII Contingente de las fuerzas de mantenimiento de la paz, la Compañía de Ingeniería Perú ha desempeñado un papel crucial en la reconstrucción y el fortalecimiento de las comunidades afectadas por conflictos en esta nación africana.

Uno de los logros más destacados de la Compañía de Ingeniería Perú ha sido la reparación del puente del Pougol, ubicado estratégicamente en la ciudad de Paoua. Este puente, esencial para la conectividad y el comercio en la región, había sufrido daños significativos que obstaculizaban su uso seguro y eficiente. Sin embargo, gracias a la experiencia técnica y al arduo trabajo de los ingenieros peruanos, el puente ha sido rehabilitado con éxito, restableciendo el flujo de tránsito de personas y mercancías en la zona.

Además de la reparación del puente, la Compañía de Ingeniería Perú ha llevado a cabo una serie de proyectos de mantenimiento y mejora de infraestructura vial en diversas localidades, incluida Bouar. Estas acciones han dado impulso al desarrollo económico y social de la región y han mejorado el acceso a servicios básicos y oportunidades comerciales, fortaleciendo así los lazos de confianza y solidaridad entre las comunidades locales y las fuerzas de paz internacionales.

Otro aspecto fundamental de la labor de la Compañía de Ingeniería Perú en la República Centroafricana es su compromiso con la desactivación de artefactos explosivos y la limpieza de zonas afectadas por minas terrestres. A través de la sección de Eliminación de Artefactos Explosivos (EOD), en estrecha colaboración con el Servicio de Acción Contra las Minas de las Naciones Unidas, los ingenieros peruanos han

llevado a cabo operaciones de desminado en áreas afectadas por conflictos, como Beloko, Baoro y Bouar. Estas operaciones son vitales para proteger la vida e integridad de los pobladores, y garantizar un entorno seguro y propicio para el desarrollo.

Muy aparte de sus actividades de ingeniería y desminado, la Compañía de Ingeniería Perú ha brindado apoyo logístico y de infraestructura en el Cuartel General del sector oeste de Bouar, lo que ha contribuido al funcionamiento eficiente de las operaciones de la MINUSCA en la región.

Cabe señalar que desde su despliegue a la República Centroafricana en 2015, la Compañía de Ingeniería Perú ha demostrado un compromiso inquebrantable con la paz y la estabilidad en la región centroafricana. Su trabajo incansable y su dedicación a mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas por conflictos son un testimonio de la solidaridad internacional y el espíritu de servicio que caracteriza a las fuerzas de mantenimiento de la paz de todo el mundo.

En un momento en que la cooperación y el compromiso con la paz son más necesarios que nunca, la labor de la Compañía de Ingeniería Perú en la República Centroafricana es un ejemplo inspirador de lo que se puede lograr cuando se unen fuerzas para construir un futuro mejor para todos.

Por otro lado, la Compañía de Ingeniería Perú también se ha dedicado a promover la cohesión social y la confraternidad en la región de Bouar. A través de diversas actividades de sensibilización y ayuda social, el contingente peruano ha buscado estrechar lazos con la población local y promover la paz a través del intercambio cultural y la celebración de festividades. Durante las fiestas navideñas, por ejemplo, se organizó un homenaje donde el contingente peruano compartió momentos de alegría y esperanza con la comunidad local, reafirmando así su compromiso con la construcción de un futuro de paz y prosperidad para todos los habitantes de la República Centroafricana.

Asimismo, ha participado activamente en campañas médicas (CIMIC) para proporcionar asistencia sanitaria y fortalecer los lazos de amistad con las autoridades y

la población local. Estas actividades han permitido al contingente peruano no solo ofrecer apoyo humanitario vital, sino también establecer una relación de confianza y cooperación mutua con las comunidades a las que sirven.

En síntesis, la Compañía de Ingeniería Perú en la República Centroafricana, más que construir puentes físicos, construye puentes hacia un futuro de paz y prosperidad para todos los habitantes de la región. Su compromiso con la reconstrucción, el desarrollo y la promoción de la paz es un ejemplo inspirador de la capacidad de las fuerzas de mantenimiento de la paz para hacer una diferencia tangible en la vida de las personas afectadas por conflictos en todo el mundo.

En el marco de la MINUSCA, los ingenieros peruanos han demostrado un compromiso inquebrantable con la paz y la seguridad en la región.
La Compañía de Ingeniería Perú también promueve la cohesión social y la confraternidad en la región de Bouar, en República Centroafricana.

en salvaguarda del perú frente a los desastres

La Gestión del Riesgo de Desastres en nuestro país obedece al objetivo de reducir los factores de peligro y proteger la vida de los pobladores frente a situaciones de emergencia causadas por fenómenos naturales. Por ello, al tener un papel vital en esta tarea, las Fuerzas Armadas ponen a disposición toda su capacidad y entrenamiento para cumplir satisfactoriamente con la misión.

Alo largo de la historia y en salvaguarda de la población, las Fuerzas Armadas han estado como instituciones de respuesta frente a desastres ocasionados por fenómenos naturales, los cuales en el Perú son constantes. El Niño es uno de los más recurrentes. Según la Subdirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrósfera del Instituto Geofísico del Perú, entre 1951 y 2022, el fenómeno El Niño Costero sucedió en 24 ocasiones. Pero, no es el único evento de esta naturaleza que nos afecta.

Por su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, nuestro territorio registra constantemente sismos, desde aquellos que, por su menor intensidad, pasan desapercibidos, hasta los que han dejado escenarios devastadores: Callejón de Huaylas en Áncash (1970), Lima (1974), Arequipa (1979), Arequipa, Moquegua y Tacna (2001), Pisco (2007), entre otros. Además, están los incendios forestales que, entre el 2019 y el 2022, se registraron 4464 según datos del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional.

Sequías, lluvias torrenciales, huaicos y heladas son parte también de los fenómenos naturales más comunes en el país. La ocurrencia de estos, en su mayoría genera situaciones de desastre que afectan las condiciones de vida de la población, pues son desfavorables para el normal funcionamiento de las actividades socioeconómicas del país.

Frente a este panorama, cumpliendo con su compromiso de proteger a la patria y a la población, las FFAA han venido realizando diversas acciones de respuesta ante desastres cuando se ha requerido de su apoyo. El Jefe del Departamento de Gestión de Riesgo de Desastres del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Coronel EP Óscar Alvarado Candiotti, indica que antes de la creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd), creado con la Ley 29664 el 19 de febrero del 2011, las FFAA eran incorporadas a lo que, en ese entonces, era Defensa Civil, pero esto solo debido a las capacidades y medios de los que dispone (personal, vehículos todo terreno, aviones, barcos, etc.).

pasado a ser parte de sus roles estratégicos. Hoy, constitucionalmente, las FFAA están ligadas al Sinagerd y actúan en lo referente a preparación y respuesta ante situaciones de desastres.

Empero, a partir de la ley mencionada, su participación frente a estos eventos ha

Las FFAA en sinergía con la sociedad civil cumplen una labor fundamental en la Gestión del Riesgo de Desastres

De acuerdo con el Crl Alvarado, toda acción militar realizada frente a desastres de esta índole está basada en las guías de la International Search and Rescue Advisory Group (Insarag), las cuales estandarizan los procedimientos ante estas situaciones. “Los procedimientos internacionales de los rescatistas de acuerdo a las guías de Insarag son únicas. Las señas, los colores, las formas de trabajar son estándar”, refiere. Con ello, el idioma o la idiosincrasia de dos militares de diferentes países no es impedimento para la correcta ejecución de las acciones.

Además, todos los integrantes de las FFAA tienen un conocimiento básico de lo que es la gestión del riesgo de desastres (GRD). No obstante, existen unidades militares que cuentan con una capacitación más especializada: las Compañías de Intervención Rápida para Desastres (CIRD).

Estas unidades militares cuentan con capacidades extra en el nivel liviano y se encuentran en todo lo ancho del país. 158 CIRD están distribuidas en los diferentes comandos operacionales y especial: 38 en el CON, 22 en el COC, 13 en el COMA, 48 en el COS, 16 en el COAM, 3 en el COU, y 18 en el CE-VRAEM.

“La distribución de la cantidad de CIRD en los diferentes comandos operacionales responde a un planeamiento, a una investigación que se ha hecho de acuerdo a nuestro calendario de zonas donde hay mayor incidencia. Por ejemplo, en Iquitos, la mayor incidencia son las inundaciones; en la parte del norte y el sur son el fenómeno El Niño o La Niña”, explica.

Planeamiento, ejecución y monitoreo de acciones El Jefe del Departamento de GRD del CCFFAA anota que, de acuerdo con la Ley 29664, la conducción de las respuestas frente a desastres depende de los gobiernos regionales y municipales, cuyas autoridades son quienes tienen el comando de estas misiones en los niveles de emergencia 1, 2, 3 y 4. No obstante, cuando

nacional en Búsqueda y Rescate Urbano Liviano, que mejorará sus capacidades GRD.

ven superadas sus capacidades, a través del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), solicitan el apoyo de las FFAA y, es en esta situación, cuando el personal militar se repliega en condiciones de apoyo según las necesidades.

“Nosotros tenemos un planeamiento de cómo trabajar cuando se trata de una estructura colapsada, o frente a una inundación, o para trasladar ayuda humanitaria. Tenemos nuestro planeamiento propio, pero respondemos al llamado de las autoridades civiles”, agrega.

Sin embargo, las FFAA, como elementos de primera respuesta frente a desastres, no necesitan una orden para salir a brindar apoyo en el caso de presentarse un nivel 5 de emergencia, considerado un desastre de gran magnitud que puede ser ocasionado, por ejemplo, por un terremoto muy fuerte. Aunque, la coordinación entre los comandos operacionales y especial con las autoridades regionales y municipales es constante.

En lo referente a las acciones de respuesta, el personal militar, de acuerdo al nivel del impacto de la eventualidad, ejecutará labores de búsqueda y rescate de personas, habilitará accesos y rutas de aproximación terrestre y aérea (puentes aéreos) y también se encargará de enlazar las comunicaciones.

Asimismo, de manera complementaria, brindará apoyo en la instalación de albergues temporales, en trabajos de remoción de escombros y en el traslado de ayuda humanitaria para paliar las necesidades más urgentes de los damnificados, así como en labores de control de la población para garantizar la seguridad y el orden de la zona afectada.

Todas estas acciones de respuesta ejecutadas por las CIRD son monitoreadas desde el puesto de comando avanzado del CCFFAA. Este monitoreo sea realiza las 24 horas del día y es fundamental para asegurar la correcta ejecución del accionar militar y, con ello, disponer de datos fidedignos en tiempo real que permitan tomar las mejores decisiones.

Las FFAA están en proceso de preparación para recibir la acreditación
Jefe del Departamento GRD del CCFFAA brindando indicaciones sobre las acciones militares de respuesta ante desastres en el interior del país.

el mariscal de la victoria

Teniente Coronel EP Alberto Castro Villa Sub-Director de la Comisión Permanente de la Historia del Ejército del Perú

Durante el desarrollo de la guerra entre Perú y Ecuador en 1941, se establecieron 2 teatros de operaciones: el Teatro de Operaciones del Norte (TON) y el Teatro de Operaciones Nororiental (TONO). En el primero, la responsabilidad de las acciones recaía en el Agrupamiento Norte, gran unidad militar de la cual el General Ureta Montehermoso fue designado Comandante. Sería en el transcurso de esta campaña del TON que se resaltaría la figura del General Ureta como el gran artífice de la victoria y ejemplo de líder transformacional.

El líder transformacional como héroe

Para Noreña (2019), “el liderazgo transformacional se da cuando los líderes consiguen influenciar en los seguidores sin darles nada a cambio” (p. 28). Sin embargo, este tipo de liderazgo va más allá, sobre todo en el campo militar. Para Meneses y Ochoa (2021), lo que busca el liderazgo transformacional es “fomentar en los líderes su empleo para influir de manera positiva entre los subordinados, ubicando al líder como un agente de cambio de una organización, siendo un modelo a seguir por parte de los seguidores, que se sientan motivados por un líder que les enseñe a potenciar sus capacidades y fomentar en ellos el deseo de auto superación” (p. 25).

Además, bajo la visión campbelliana, un héroe se forja bajo un proceso de transformación personal que, tras pasar por diversas etapas, da pie a un “líder transformacional que se vuelve empoderador, entusiasta y está calificado para ayudar a su entorno” (Lamka, 2020). Esas etapas de autotransformación, a las que Campbell denomina como el “viaje del héroe” se inician por un momento decisivo de cambio que puede ser, entre otras cosas, por ejemplo, hacer frente a una crisis compleja o asumir una nueva función, o ambas acciones a la vez. Durante ese viaje, el héroe tendrá por delante de manera permanente, nuevas problemáticas y desafíos, debiendo contar con aliados leales para hacerles frente, tomar decisiones y resolverlos, mostrando así una serie de virtudes, entre ellas la fortaleza espiritual, la convicción, la iniciativa, el entusiasmo y el empoderamiento.

El Mariscal Ureta como Comandante del Agrupamiento Norte

A pesar de la gran variedad de importantes libros escritos sobre la guerra del 1941 entre Perú y Ecuador, ninguno de estos toca el tema del liderazgo militar,

como sí lo hace el libro “El Mariscal de la Victoria Eloy Guadalupe Ureta Montehermoso” (Freyre, 2018) que, como se menciona en el prólogo, nos “entrega un conocimiento integral del profesional castrense desde esa perspectiva necesaria en la actualidad para la historia militar” (Castro, 2018).

Durante el periodo de proceso de modernización del Ejército del Perú por parte de misiones militares francesas (fines del siglo XIX e inicios del siglo XX), el joven Ureta desarrollará su carrera profesional. Egresa como Alférez de artillería de la Escuela Militar de Chorrillos en 1913. Como buen artillero, Lima, Piura y Arequipa serán sus sedes de trabajo. Sus misiones de estudio las realizará en Italia, Marruecos y Francia, entre los años de 1924 y 1926, durante el periodo de “Entreguerras”, donde se producían muchos cambios desde el punto de vista doctrinario militar.

Mucho de lo aprendido en Europa, lo pondría en ejecución a su retorno a las escuelas de formación, capacitación y perfeccionamiento, donde trabajaría, así como en las unidades y grandes unidades en las que le tocó ejercer los diferentes niveles de comando. Pero la gran prueba llegaría en 1941, luego de haber sido ascendido al grado de General de Brigada y designado como Comandante del Agrupamiento Norte.

El despliegue de las fuerzas peruanas en el TON, una vez iniciadas las operaciones, tuvo 5 fases, las que son referidas por De La Barra (1969 p.55):

• 1ª fase: ataque sorpresivo a los puestos peruanos y acciones de rechazo del 5 al 7 de julio.

• 2ª fase: alerta al Agrupamiento Norte conforme a la misión determinada en la Instrucción Personal y Secreta N° 1 y expedición de la N° 2, con disposiciones ampliatorias.

• 3ª fase: batalla de Zarumilla entre el 23 y 25 de julio,

recuperándose en su totalidad la frontera de facto.

• 4ª fase: avance a la provincia de El Oro, entre el 29 y 31 de julio, y cese de hostilidades el día 31.

• 5ª fase: ocupación de la provincia de El Oro hasta el mes de enero de 1942, en que se firmó el Tratado de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro.

Ureta como líder transformacional

Tal como señala Freyre (2018) en la biografía del Mariscal Ureta: “Si hay un aspecto de su carácter que no se pierde desde los albores de su carrera hasta el grado de general que había obtenido para 1941, era su “temperamento” (p.116). Fue ese temple y convicción, lo que le permitió hacer frente a la responsabilidad de su cargo, desde que asumió hasta que terminaron las operaciones militares en la conflagración. Esas mismas virtudes las mantuvo cuando luego de expulsar al enemigo del territorio peruano en la 1ª, 2ª y 3ª fase de la guerra, solicitó al escalón superior que “para reivindicar la frontera, estimaba que se hacía necesario adoptar medidas urgentes…y pasar a la ofensiva en territorio ecuatoriano” (Freyre, 2018.p.119) pese a la inicial oposición del gobierno de Manuel Prado.

Ureta tuvo “capacidad como líder de compartir el poder. De dar y recibir feedback, de delegar, de generar…comunidades y de entrar en espacios de vulnerabilidad” (Lamka, 2020). Muestra de ello es el protagonismo que tuvieron los oficiales de sus grandes unidades y unidades.

De la misma forma, este aspecto es resaltado por Zanabria (1996), quien hace referencia del Estado Mayor conformado por Ureta como la de “un equipo que se encargó de dar contextura orgánica al Agrupamiento Norte, así como planear las operaciones en el TON” (p. 48).

Es claro el ascendiente con el que contaba el entonces Comandante del Agrupamiento Norte. Potenciaba lo mejor de sus subordinados y obtenía la mayor de las fidelidades de ellos. Cuestión que resalta Monteza (1976) cuando menciona que “…nunca defraudé la confianza en mí depositada...me mantuve siempre leal a mi Jefe…” (p.34). El conocimiento institucional que se tenía de su alto nivel académico fue otro motivo que maximizó ese ascendiente. Según cuenta el mismo Ureta, cuando aceptó el cargo para comandar

el Agrupamiento Norte lo hacía también “porque iba a poner a prueba en el terreno la realidad mis teorías profesionales dentro de la técnica militar desarrollada por mí, como profesor, desde diversas cátedras, hasta ocupar la dirección de la Escuela Superior de Guerra” (Ureta, 1953.p.32).

Esta seguridad y confianza personal se transmitió a cada uno de sus subordinados tanto en el Estado Mayor como en las unidades operativas. Había la certidumbre de parte de su corporación completa que tenían un líder que sabía y conocía el terreno, la técnica de Estado Mayor y la funcionalidad de cada uno de los elementos con los que contaba. Esto va de la mano, con quizá, la mayor virtud de todas las que definen a Ureta y que resulta inherente a todo líder transformacional: la innovación.

Se debe destacar que, durante esta guerra, el Ejército del Perú destacó por el despliegue de sus fuerzas mecanizadas y las aerotransportadas. Las primeras, se desarrollaron con la utilización del destacamento de tanques bajo el comando del mismo Estado Mayor del Agrupamiento Norte. Era la segunda vez que entraban en operaciones de combate real este tipo de unidades en Sudamérica, a pesar del fracaso de su primera aplicación en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia. Pese a ello, Monteza, futuro JEM del Agrupamiento, en un artículo que escribió para la Revista Militar del Perú en 1936 “insistió en la necesidad de equipar al Ejército con

tanques, basado en la experiencia vivida por el autor, quien, durante un curso de capacitación en Francia, pudo apreciar hasta ocho ejercicios tácticos en el terreno con la participación de tanques” (Cassaretto, 2017.p.49). De este mismo pensamiento fue Ureta, quien en su obra posterior a la guerra escribió: “(…) en esta batalla se pudo comprobar el magnífico rendimiento de los carros de combate, que demostraron ser órganos indispensables para el acompañamiento de la infantería en su lucha. La zona del Zarumilla resultó permeable al empleo de estos vehículos mecanizados, según había previsto el Comando del Agrupamiento” (Ureta, 1953.p. 363-364).

Por otro lado, la operación aerotransportada fue de pequeña escala, realizándose con tan solo 3 elementos. Para la época, resultó un éxito avasallador, pues permitió, con apoyo de un reducido piquete de aviación por tierra, la rápida toma del Puerto Bolívar. Fueron las primeras operaciones de este tipo en acción real de armas, en América y una de las primeras en el mundo.

Finalmente, otra de sus innovaciones, esta vez aunado a mucho ingenio, fue la utilización de los morteros en conjunto bajo el comando de un oficial, al mismo estilo de la batería de artillería. “Este procedimiento permitió realizar concentraciones de mortero en puntos sensibles del enemigo, dándole la impresión de una potencia de fuego abrumadora” (Ureta, 1953 p. 356).

Corporación de oficiales del Agrupamiento Norte 1941. Foto: El Mariscal de la victoria,2020.
El General Eloy Ureta planeando la Campaña Militar de 1941. Foto: El Mariscal de la victoria,2020.

una historia de labor conjunta por el perú

En noviembre de 1940, como antesala de lo que sería la exitosa campaña militar frente a las fuerzas del Ecuador en 1941, integrantes de los tres Institutos Armados participan conjuntamente en las primeras operaciones combinadas de tierra, mar y aire del Perú, en Lima. Lo que sigue a este acontecimiento, a lo largo de la historia peruana, es una serie de hitos militares gloriosos que demuestran la importancia de la labor conjunta de nuestras Fuerzas Armadas.

En el Perú antiguo, durante el Tahuantinsuyo, el Inca designaba a un miembro de su panaca, versado en el arte de la guerra, la conducción de su ejército conquistador y civilizador. Atahualpa, en el periodo final del imperio designó al Villac Umo, sumo sacerdote, como general en jefe del ejército en campaña.

Durante la República en el siglo XIX y parte del XX, la conducción estratégica de las Fuerzas Armadas la encabezaba personalmente el presidente o el ministro de Guerra y Marina o designaban a un general como jefe operacional. El Estado Mayor únicamente funcionaba en periodos bélicos y cesaba en tiempo de paz.

Así, en el ámbito de las FFAA, el Ministerio de Guerra y Marina, creado el 3 de agosto de 1821, se desdobló dando origen, el 13 de octubre de 1919, al Ministerio de Marina; el 18 de febrero de 1929 nace el Ministerio de Marina y Aeronáutica; y el 27 de octubre de 1941, después de la victoria de Zarumilla, se creó el Ministerio de Aeronáutica.

Bajo la doctrina imperante de las misiones militares francesas empiezan ciertas coordinaciones de los Institutos Armados. Pero, son los eventos militares acaecidos como la gran movilización de 1910 contra el Ecuador, la victoriosa acción conjunta en la lejana La Pedrera en 1911; y, sobre todo, la situación creada a raíz del conflicto con Colombia en 1933, que produce una maduración en los altos mandos militares de esa época, sobre la necesidad de una institución que permita la preparación y conducción de las actividades militares de los institutos castrenses de manera conjunta.

El 26 de marzo de 1929 se promulgó la Ley 6599, Ley Orgánica del Ejército, que en su artículo 3º estipulaba la creación del primer Consejo de Defensa Nacional. El 11 de abril de 1933, por la escalada del conflicto en la región del Caquetá, se dispuso que: “(…) durante el tiempo que la situación del país lo requiera, la Jefatura Superior de la Defensa Nacional, que será ejercida por un General de División, quien con el título de General en Jefe, asumirá el alto comando y la dirección técnica de todas las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas de la República”.

La Ley Orgánica del Ejército de 1939 volvió a establecer el Consejo Permanente de la Defensa Nacional, organismo de coordinación de las Fuerzas Armadas que, pese a subsistir hasta 1957, nunca funcionó.

La primera vez que participan conjuntamente los tres institutos militares es en noviembre de 1940: primeras maniobras militares combinadas de tierra, mar y aire del Perú, en la región de Lima, como acción disuasoria y preludio de la fulgurante victoria de 1941. Uno de los jefes de estas maniobras fue el entonces Coronel Eloy Ureta, futuro Patrono del CCFFAA. Luego, se estableció el Estado Mayor de coordinación de las fuerzas de tierra, Mar y Aire, el 24 de abril de 1943, bajo la dirección del Inspector General del Ejército para garantizar el empleo combinado de las FFAA.

En 1956 accedió a la presidencia de la república, por segunda vez, Manuel Prado. En el ámbito internacional, este gobierno estuvo marcado por el temor a la expansión del comunismo y los movimientos revolucionarios que irrumpían en América; y en el campo interno, por crecientes conflictos que constituían una amenaza para la integridad del Estado.

Las grandes mayorías nacionales, el “Perú profundo” reclamaban su presencia en la política nacional y la realización de cambios sociales que redujeran la peligrosa brecha social existente. La discusión sobre la necesidad de contar con un organismo efectivo que centralizara las actividades encaminadas a la defensa nacional era cada vez más evidente. Un vocero de esta necesidad era el General Marín Arista.

CCFFAA, 67 años al servicio de la Patria El 3 de septiembre de 1956, el presidente Prado designó la Comisión para el Estudio de la Constitución de los Organismos de Defensa Nacional, que presentó al gobierno los “Lineamientos Básicos de la Doctrina de Defensa Nacional y de la Doctrina de Guerra en el Campo Militar”, y permitió la creación del Comando

Conjunto de las Fuerzas Armadas (1 de febrero de 1957), que asume las funciones de Comandante General de las Fuerzas Armadas en caso de conflicto armado, designándose como primer presidente del CCFFAA al General de División Manuel Cossio Cossio.

A partir de 1962, el CCFFAA participó en maniobras conjuntas y combinadas con las FFAA de otros países del continente: Operaciones del Río Mato (Panamá); en 1963, Operación América (Colombia); y en nuestro suelo la “Operación Ayacucho”, (regiones de Chilca, Asia y Huarochirí, 6 y 8 de diciembre de 1964), participando los ejércitos de Argentina, Colombia, Venezuela, Paraguay, Bolivia y Estados Unidos. 5126 efectivos peruanos y 1980 soldados aliados en contra de un ejército insurgente. El año siguiente se inician en el Perú las guerrillas de 1965 en Meza Pelada, Púcuta y Ayabaca.

Entre 1973 y 1975, el Batallón Perú, a órdenes de la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas, es desplegado al Medio Oriente para asegurar el cese al fuego y la separación de las tropas árabes - israelíes después de la guerra del Yom Kippur. Posteriormente, serán numerosos los contingentes de tropa enviados en significativas misiones de paz a otros continentes.

El CCFFAA conduce en 1981 las vertiginosas operaciones militares en la Cordillera del Cóndor. Dirige desde 1983 la participación de las FFAA en la lucha contra el terrorismo hasta su derrota total. Resulta vencedor en 1995 durante el Conflicto del Alto Cenepa y conduce creativamente en 1997 la Operación Militar de Rescate de Rehenes “Chavín De Huántar”.

Esta señera institución de la patria, guiada únicamente por lo que prescribe la Constitución de la República, coadyuva siempre por el fortalecimiento del Estado de Derecho; y aprovechando las fortalezas históricas de los institutos armados, producen una sinergia que se incrementará de forma exponencial al actuar guiados por una sola misión: el Perú.

El CCFFAA conduce en 1981 las vertiginosas Operaciones Militares en la Cordillera del Cóndor. Dirige desde 1983 la participación de las FFAA en la lucha contra el terrorismo hasta su derrota total. Resulta vencedor en 1995 durante el Conflicto del Alto Cenepa y conduce creativamente en 1997 la Operación Militar de Rescate de Rehenes “Chavín De Huántar”.

Antiguo frontis del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas

estado mayor conjunto: corazón estratégico del ccffaa

Entrevista

En entrevista para esta publicación, el Vicealmirante Julio Cesar Cacho Morán, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, nos explica la importancia del Estado Mayor del CCFFAA y nos comparte el enfoque de su gestión.

1. Almirante, ¿cómo ha evolucionado el trabajo del Estado Mayor adaptándose a los desafíos de la seguridad nacional?

En general, la adaptación a los desafíos que se presentan en todos los ámbitos de acción de cualquier entidad se debe presentar de manera permanente, pues de no ser así podría poner en riesgo su propia existencia. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú no es ajeno a esta premisa, por lo que su Estado Mayor Conjunto, como encargado de realizar el planeamiento operativo conjunto en el nivel estratégico – militar y al ser el principal órgano asesor, recurre a un conjunto de principios y conceptos que se encuentran en nuestras estandarizadas doctrinas y en directivas que disponen de una serie de lineamientos para orientar las acciones y con ello garantizar la soberanía, independencia e integridad territorial. El estado constitucional de derecho, la paz social y los intereses nacionales, concepciones que, de acuerdo a la Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa Nacional al 2030 (DS N° 005-2021-DE 25/07/21), forman parte de la definición de Seguridad Nacional. Conceptos como flexibilidad e interoperabilidad son aplicados en el desarrollo de nuestra labor diaria, tanto en la parte administrativa como en la operacional. Un nuevo ámbito como el ciberespacio, configura nuevos desafíos para nuestra organización, los cuales al

ser enfrentados nos permite conocer la fortaleza de la organización y la oportunidad de actualización.

Un desafío permanente también es la evolución de las amenazas, por un lado, producto del uso de nuevas tecnologías; y por otro, más local, podríamos decir, es la rapidez con la que la ilegalidad ocupa espacios, lo que hace que migre cuando se reprime o se combate. Siempre debemos estar atentos a actividades de actores extranjeros, al narcotráfico y terrorismo, a las actividades que se desarrollan en el ciberespacio, a las que afectan a nuestro medio ambiente y al desarrollo sostenible que en ella se realiza.

2. ¿Cuál es el rol fundamental que desempeña el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas en salvaguarda de los roles constitucionales? Tareas como supervisión y coordinación son primordiales en un Estado Mayor. Juntas conforman una sinergia que hace que se tenga un norte común y no se pierda de vista los objetivos en cada uno de sus niveles. La supervisión para gestionar plazos y asegurar que los objetivos se alcancen, además de un propósito adicional que es la de mejorar procesos con la finalidad de optimizar los recursos empleados. Además, la coordinación, característica esencial en toda organización, permite el desarrollo del proceso de manera uniforme y admite también resolver conflictos.

Llevado al Estado Mayor Conjunto, la supervisión y coordinación se efectúan de manera constante y a todo nivel, cumpliendo con los lineamientos de nivel superior (nacional y sectorial) y con las leyes y normas establecidas para el accionar conjunto en cada uno de los roles estratégicos encargados a las FFAA. Como Jefe del Estado Mayor Conjunto, estas y otras tareas son llevadas a cabo de manera integral.

3. ¿Cuál es el protocolo que desarrolla el Estado Mayor Conjunto de las FFAA en cuanto a planeamiento estratégico operacional? Una vez recibida la tarea de efectuar el planeamiento estratégico operacional y sus lineamientos, cada división de Estado Mayor Conjunto se organiza para desarrollar el área de su responsabilidad, que incluye la participación de miembros de las otras divisiones y, de ser necesario, se convoca a representantes de los EEMMGG de las IIAA. Con reuniones periódicas para tomar conocimiento de avances y verificar la coherencia de cada desarrollo, al término se consolida y el producto de ello se presenta al Jefe del CCFFAA para su aprobación. Se viene dando énfasis al planeamiento concurrente y coordinado multinivel.

4. ¿Existe un trabajo coordinado e integrado entre el Estado Mayor Conjunto de las FFAA y el Estado Mayor de cada Institución Armada (Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea del Perú)?

Siendo así, ¿cómo se realiza esta labor?

Si, por supuesto. Con cada uno de los Estados Mayores Generales de las IIAA mantenemos una estrecha relación, que se manifiesta en cada reunión que se sostiene entre sus diferentes integrantes con sus pares en el Estado Mayor Conjunto. Es resaltable el compromiso de las IIAA para con la labor del EMCFFAA.

Se busca siempre maximizar las coordinaciones entre los EEMM, incluso en reuniones a nivel sectorial, para de esta manera optimizar las decisiones a nivel institucional, conjunto y sectorial.

5. Desde su visión, Almirante, ¿cuáles son las proyecciones o mejoras en el proceso de planeamiento para el AMCFFAA?

Considero que el proceso de planeamiento conjunto se seguirá fortaleciendo en el tiempo; se optimizarán las coordinaciones con los EEMMGG de las IIAA y se mantendrá el planeamiento concurrente y coordinado.

Tareas como supervisión y coordinación son primordiales en un Estado Mayor. Juntas conforman una sinergia que hace que se tenga un norte común y no se pierda de vista los objetivos en cada uno de sus niveles.

créditos

comando en acción

2024 - N° 76

DIRECTOR

Coronel EP Óscar Edwin Iglesias Quilca

SUB DIRECTORA

Teniente Coronel EP Liz Sabel Ruiz Guevara

EDICIÓN PERIODÍSTICA

María del Carmen Calderón Chirinos REDACCIÓN

César Yacsahuanga Vera

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN

Danitza Saavedra Fasabi

FOTOGRAFÍA

Suboficial Segundo EP Shirley Mestanza Ventura

Santiago Chillitupa Aparicio

Jimmy Querevalu Aivar

Mariscal

Eloy Ureta Montehermoso

Patrono del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas

DISTRIBUCIÓN

Técnico Segundo EP Marco Naventa Misagel

TELÉFONO

315-1030 Anexo 2451

DIRECCIÓN

Manuel Corpancho 289, Santa Beatriz, Lima.Perú. WEB

www.gob.pe/ccffaa

Los artículos publicados en esta revista son de exclusiva responsabilidad de los autores. No necesariamente reflejan los puntos de vista de la institución. Depósito Legal BNP N° 96-0106. Comando en Acción es editada por la Oficina de Prensa e Imagen Institucional del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Impreso en los talleres gráficos de APAR S.R.L

Dirección: Calle Los Algarrobos 166 - Chorrillos Tiraje: 1000

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Comando en Acción Ed. 76 by ccffaaperu - Issuu