Estrellas compartidas César Maranghello ñeiros, de José Suárez. Desarrolla prolífica tarea como secundario desde Chiruca (1946, Perojo), y contabiliza unas cuarenta películas. Destaca por sus personajes sencillos a los que les aporta verosimilitud y gran calidez. Desfilan así el padre de El crack (1960, Martínez Suárez); el mozo solidario de Los de la mesa 10 (1960, Feldman); el encargado de Una jaula no tiene secretos (1962, Navarro); el dueño de la ferretería de El dependiente (1939, Favio); el cura conformista de Crónica de una señora (1971, De la Torre) –premio de Cronistas al mejor actor de reparto–; el solidario Graña de La Patagonia rebelde (1974, Olivera), el mayordomo de Días de ilusión (1980, Ayala) o el empleado municipal de No habrá más penas ni olvido (1983, Olivera). José Santiso dirige en 2003 Tacholas, un actor galaico-porteño, documental que recrea su trayectoria. El competente Francisco Martínez Allende (Asturias, 1905 - Buenos Aires, 1954), llega de niño e integra después elencos profesionales. En 1929 regresa a España con De Rosas, y permanece allí durante la guerra, como director del teatro popular La Tribuna. En 1940 se exilia en Cuba, y en 1946 vuelve a radicarse aquí, donde continúa su labor artística en teatro y radio. En cine realiza una carrera breve, a partir del hombre casado que atrae a la protagonista de Vacaciones (1947, Mottura). Le siguen el padre ciego de El tambor de Tacuarí (1948, Borcosque), el marido envenenador de El extraño caso de la mujer asesinada (1949, Hardy), el mendigo millonario de El hombre de las sorpresas (1949, Torres Ríos), el hermano que asume culpas ajenas en La muerte está mintiendo (1950, Borcosque) o el obsesivo juez de Café cantante (1951, Momplet). Luego de su excelente encarnación en Facundo, el Tigre de Los Llanos (1950, Tato) –mejor actor del año para Cronistas y Academia–, interviene como el marido leal de Mujeres casadas (1954, Soffici), el científico generoso de María Magdalena (1954, Christensen) y el falso culpable de un crimen que no se cometió en La telaraña (1954, Land). Diferente es el caso de Pedro Hurtado (España, 1916), que debuta en el cine español en El bailarín y el trabajador (1936, Marquina) y actúa con la Membrives desde 1944, tanto en Madrid como en Buenos Aires. Aquí participa de Don Juan Tenorio (1949, Amadori). Filma luego Sinfonía de juventud (1955, Carchano), como el director idealista de una orquesta juvenil, y El mal amor (1955, Mottura), como el marido de Mecha Ortiz, que lo engaña con su propio hijo. La talentosa María Gámez (Cádiz, 1890 - Madrid, 1967) se casa con un cubano, se traslada a América Latina, y en 1908 ya integra en Buenos Aires el elenco que estrena Las de Barranco. Regresa a su país y debuta en cine con La señorita de Trévelez (1936, Neville). Vuelve a Buenos Aires en 1937. Interviene en cuatro películas: como una de las simpáticas tías de La doctora quiere tangos (1949, Zavalía), la leal servidora de Historia de una noche de niebla (1950, Blanco Felis), la ayudante de la actriz de Mi vida por la tuya (1951, Gavaldón) y una veterana actriz de teatro en Una noche cualquiera (1951, Mottura). A su regreso a España participa en películas de Bardem (Calle Mayor, 1956) y García Berlanga (Los jueves, milagro, 1957). Otra actriz de carácter es Maruja Lopetegui (San Sebastián, 1904 - Buenos Aires, s/d), también estrella de varietés. Filma en el mudo La sin ventura (1925, Donatien-Perojo) y El niño de las monjas (1925, Calvache). En 1929 se integra a la compañía Perdiguero-Díaz y viaja a Buenos Aires. Desde 1950 es una presencia fugaz pero reconocible en los elencos: una dama de alcurnia de Nacha Regules (1950, Amadori); dos fieles servidoras en La orquídea (1951) y La calle del pecado (1954); una invitada estrafalaria en Me casé con una estrella (1951, Amadori), una profesora en La mejor del colegio (1953, Saraceni); la falsa tía de Rosaura a las 10 (1958, Soffici); la madre moribunda en El dinero de Dios (1959, Viñoly Barreto); una monja en Bajo un mismo rostro (1962, Tinayre); la vestidora de Voy a hablar de la esperanza (1966, Borcosque). Más trascendente es la trayectoria de Ana María Campoy (Bogotá, 1925 - Buenos Aires, 2006) que nace en Colombia, durante una gira de sus padres actores. Se cría en Barcelona y debuta como actriz a los 4 años. Filma quince películas en España desde Aurora de esperanza (1937, Olite) y viaja a México para trabajar en Cinco rostros de mujer (1945, Martínez Solares). Donde 203