mediante comparación, la calidad espectral de la luz en la escena proveniente de los proyectores de iluminación (o del sol en exteriores) y establece las correcciones oportunas. Hay dos tipos básicos: bicolor (analiza dos colores rojo y azul; el verde lo deduce de la medida de los otros dos) y tricolor (analiza los tres colores primarios). Las diferencias prácticas entre uno y otro son importantes. El control cromático sobre fuentes de luz de espectro discontinuo como lámparas de descarga o fluorescentes solo puede hacerse con el tricolor. El termocolorímetro bicolor puede dar lecturas erróneas y en todo caso resultarán incompletas (faltará el componente verde).
Termocolorímetro Minolta Color Meter II. En el reverso del instrumento se indica el filtraje de corrección que hay que aplicar según los valores leídos.
Los termocolorímetros analizan la composición espectral de la luz y nos dan los resultados directamente, bien en valores Mired o su equivalente en filtros Wratten de Kodak. Sólo los termocolorímetros tricolores son capaces de darnos el valor de una dominante de color, es decir el valor CC (compensación de color) apropiado.
Todos los termocolorímetros modernos dan dos lecturas, una para la escala de los cálidos/fríos (azul-rojo) y otra para la escala del magenta/verde. Los más completos indican, también, la corrección precisa en Mired.
A la izquierda un primitivo termocolorímetro bicolor fabricada por Eastman Kodak. A la derecha uno de los primeros Minolta tricolor. Esta compañía japonesa fabrica actualmente excelentes termocolorímetros.
Colorimetría aplicada – Antonio Cuevas – Pág. 11 de 31