Distorsión Es la incapacidad de un objetivo de reproducir un cuadrado como tal, es decir, la deformación que padecen líneas paralelas a los lados del cuadro debido a que la escala de reproducción varía progresivamente del centro a los bordes. Si la escala aumenta desde el centro a los bordes, la distorsión es positiva (o de cojín) y si disminuye es negativa (o de barrilete). La distorsión no afecta a la nitidez ni al contraste de la imagen, sólo altera su forma es decir, afecta a la fidelidad de reproducción de la escena. Los objetivos más sencillos, y los de amplio ángulo visual, deforman las líneas rectas tanto vertical como horizontalmente. Al fotografiar una cuadrícula, ésta puede deformarse de forma cóncava o convexa, resultando así las llamadas distorsiones de “barril” y “cojín”. La de barril o positiva ocurre cuando el diafragma está colocado cerca de la parte frontal y la de cojín o negativa cuando el diafragma se encuentra entre el último grupo de lentes. La distorsión no puede minimizarse diafragmando. En un objetivo con elementos flotantes que se desplazan para proporcionar diferentes ángulos visuales, como sucede con los de tipo zoom, la distorsión no se logra corregir satisfactoriamente y solo desaparece en una determinada distancia focal, variando de positiva a negativa a lo largo de su rango de distancias focales. Como este tipo de objetivo no se utiliza para fines específicos donde la distorsión pueda ser un problema grave, no se hace mayor énfasis en ello durante el diseño. Por último, subrayemos que no debe confundirse la aberración de distorsión con la distorsión producida por un objetivo gran angular que es causada por la geometría de la perspectiva de sujetos tridimensionales que se proyectan en un plano.
Distorsión en barril producida por un zoom Nikkor 24-50mm a la distancia focal mínima Las aberraciones – Antonio Cuevas – Pág. 27 de 44