Los conos son relativamente poco sensibles a la luz, por ello la visión a través de los conos se denomina visión fotópica o de luz brillante; los conos necesitan cantidades relativamente altas de luz para realizar adecuadamente su función. ·
Los bastones (visión escotópica)
El número de bastones existentes en un ojo es muy superior (10 veces más como mínimo) al de conos: se estima que entre 75 y 150 millones para individuos con visión normal. Los bastones se distribuyen sobre toda la retina y al igual que los conos tienen una doble misión. Por un lado son responsables de dar una impresión general del campo de visión, y por otro de proporcionar sensibilidad (visión) en niveles bajos de iluminación. Los bastones son muy abundantes en animales con visión nocturna y en el hombre son los responsables de la visión en bajas condiciones de iluminación, también denominada visión escotópica. Los bastones son mucho más sensibles a la luz que los conos pero casi insensibles al color: no son sensibles al rojo ni al verde, sólo ligeramente al color azul <2>. Todas estas características explican porqué en ambientes de baja iluminación el ojo no distingue los colores ni tampoco resuelve detalles finos. Un objeto que a la luz del día tiene colores vivos, observado a la luz de la luna aparece ligeramente azulado debido a que tan solo los bastones están estimulados. La visión a través de bastones se denomina visión escotópica (de luz tenue). En 1931 la Comisión Internacional de Iluminación (CIE) fijo una serie de valores de sensibilidad relativa a las diferentes longitudes de onda, con lo que se obtienen las curvas mostradas a la derecha las cuales representan la sensibilidad relativa en visión fotópica y escotópica del ojo medio normal, es decir el ojo que se toma como patrón en la medida de las magnitudes fotométricas. Es importante significar que para niveles de iluminación reducidos, la curva de sensibilidad espectral se desplaza hacia longitudes de onda menores por lo Sensibilidad relativa del ojo del observador estándar de la CIE en visión fotópica y escotópica <3> que la CIE ha adoptado curvas para niveles de iluminación normales (visión fotópica), y otra para niveles tenues (visión escotópica). La mayoría de la gente capta la luz lunar ligeramente azul. En el teatro y cine se suele teñir de azul la luz que se supone proviene de la Luna. Pero, de hecho, la luz de la Luna es la misma luz solar reflejada por la superficie ligeramente amarillenta del satélite y su color es, por tanto, muy próximo al de la luz solar. Entonces, ¿por qué nos parece azul? La intensidad de la luz lunar suele ser baja, está en el nivel en que el ojo humano percibe la visión generada sólo por los bastones (más sensibles a la luz pero ciegos para el color excepto - aunque ligeramente - al azul). Los conos (sensibles al color) aún no han entrado en acción y el ojo pierde la sensibilidad al rojo-naranja de los conos y sube la sensibilidad azul de los bastones. El resultado es que la mayoría de la gente percibe la luz de la Luna con un ligero matiz azul. Visión y percepción. La imagen en movimiento – Antonio Cuevas – Pág. 6 de 48