Fanzine | Análisis del diseño de portadas para CDs

Análisis del diseño de las portadas para álbumes musicales en formato para CDs entre 1991 y 2011, con base en las mayores ventas en Estados Unidos y Japón

Los discos compactos o CDs vivieron tanto su auge como su descenso entre la década de los 90s y la llegada de los 2000. Aunque la mayoría de los artistas sigue ofreciendo este formato, los años de gloria de los CDs ya quedaron atrás, con coleccionistas que prefieren vinilos, o un público que se inclina por las aplicaciones de streaming de pago mensual.

No obstante, la incorporación de los CDs al mercado trajo nuevos retos para los diseñadores, y aunque éste nunca llegó a ser el único medio de transmisión de música, en él podemos ver los rasgos popularizados que convirtieron a múltiples álbumes en leyendas. Por ello, en este fanzine exploramos las principales tendencias en el arte de portadas de álbumes entre 1991 y el 2011, específicamente según las ventas en Estados Unidos y Japón.

Algunos temas en los que se profundizará son las tendencias tipográficas, fotográficas, el uso del color, entre otras características estéticas que fueron bases para construir el arte de la música entre esos veinte años.

Como investigadoras y diseñadoras, deseamos adentrarnos en el diseño de un formato que parecía ser muy fructífero en su momento, pero que perdió su fama rápidamente, como un símbolo más de aquello que los avances tecnológicos dejan atrás, pero que el diseño gráfico permite recordar.

La idea inicial de que los álbumes incluyeran arte personalizado y estrechamente relacionado a los contenidos musicales y líricos surgen con la llegada de Alex Steinweiss como Director de Arte en Columbia Records a finales de la década de 1930. Steinweiss, quien ya contaba con una sólida trayectoria en el diseño gráfico gracias a las enseñanzas de su mentor Joseph Binder, propuso a Columbia Records la impresión de pósters en la portada de los álbumes, una idea que inmediatamente produjo un aumento en ventas (Dohi, 2018).

CLAVES DEL DISEÑO

de las portadas de álbumes entre los 90s y los 2000

La cultura consumista y el aumento de las ventas de productos musicales proponen las bases para que se desarrolle una unión entre diseñadores, ilustradores y fotógrafos, quienes buscan culminar el concepto de un álbum en una composición visualmente atractiva para el espectador. El arte para álbumes musicales llega a popularizarse por medio de la venta de los LP (“long playing”) o discos de vinilo, los cuales alcanzaron su cúspide en ventas en 1977 con 344 millones de productos vendidos. Al LP lo reemplaza el CD durante la década de los ochentas, y éste alcanza su auge en el año 2000 con 900 millones de copias vendidas (López Medel, 2014). Para este momento, los diseñadores pasan del formato 30 x 30 cm de los LP a una reducida versión 12 x 12 cm de los CDs , lo que genera una pérdida de información, y surge la necesidad de presentar composiciones que se mantengan legibles en un menor tamaño.

Antes de llegar al arte característico de los noventas, los diseñadores gráficos pasaron por una historia tumultuosa, variada y absolutamente influenciada por el contexto sociocultural, económico y político en el que se encontraban. Sobre la transición a los ochentas, Peter Saville (p. 16, 2003) (como se citó en López Medel, p. 43, 2014) plantea que las portadas de discos: “Reflejaban los grandes cambios políticos y culturales introducidos en la década donde ‘la codicia es buena’. El individualismo, ingenio que siempre había sido parte de la industria discográfica, finalmente murió y ya no quedó sitio para el diseño de portadas intuitivo, era la era del branding y del marketing, donde los discos ya no eran diseñados, sino ‘estudiados’”. Por ello, muchos diseñadores desvalúan el trabajo de portadas ante la cultura consumista.

Alex Steinweiss

En 1982 Philips Sony Microsoft TDK introduce el CD al mercado mundial. Desde esta década, es posible ver una tendencia hacia los altos contrastes y el uso del color rojo, negro y blanco, ya que estas combinaciones son legibles aún en un formato más pequeño. Aunque existen variaciones entre ilustración, fotografía y tipografía, esta paleta será constante incluso hasta los años 2000. En efecto, entre la lista de los 30 álbumes más vendidos de esta década destacan los trabajos de músicos como Maroon 5 con Songs About Jane (2002), Dido con No Angel (2000) y Life for Rent (2003), Michael Jackson con Number Ones (2003), Green Day con American Idiot (2004) y Kings of Leon con Only By the Night (2008). Estos ejemplos, a pesar de que utilizan variaciones de ilustración hasta fotografía y tipografía, mantienen constantes el rojo, el blanco y el negro.

Blood Sugar Sex Magik, Red Hot Chili Peppers, 1991.

CrazySexyCool, TLC, 1994.

Life for Rent, Dido, 2003.

Only by the Night, Kings of Leon, 2008.

Songs About Jane, Maroon 5, 2002.

American Idiot, Green Day, 2004.

Asimismo, tanto durante los 90s como los primeros años de los 2000 existe cierta inclinación hacia la fotografía sepia y en blanco y negro, como Daydream de Mariah Carey (1995), Cracked Rear View de Hootie & The Blowfish (1994), Janet de Janet Jackson (1993), Beautiful World de Take That (2006), The Marshall Mathers LP de Eminem (2000), y Secrets de Toni Braxton (1996).

A manera general, se percibe fotografía sobreexpuesta y con bajos contrastes, que en ocasiones integra también el uso de motion blurs como parte de la composición, como lo utilizan (WHAT’S THE STORY) MORNING GLORY? de Oasis (1995) y Let Go de Avril Lavigne (2002), a pesar de que se encuentran a siete años de haber sido publicado cada uno.

Daydream, Mariah Carey, 1995.

Cracked Rear View, Hootie & The Blowfish,1994.

Janet, Janet Jackson, 1993.

Beautiful World, Take That, 2006.

The Marshall Mathers, Eminem, 2000.

Secrets, Toni Braxton, 1996.

Peter Saville

A pesar de la pérdida de identidad y lo que Peter Saville llamó un arte muerto, durante los noventas, grupos musicales como Nirvana, Green Day, No Doubt, y el rapero Notorious B.I.G. involucraron en el arte de sus portadas ilustraciones postapocalípticas y fotografías que se volvieron leyendas con sus álbumes Nevermind (1991), Dookie (1994), Tragic Kingdom (1995) y Ready to Die (1994) respectivamente. Asimismo, The White Stripes se adueñaron de la combinación blanco, rojo y negro, y han mantenido esta línea durante toda su discografía, desde su primer álbum auto titulado de 1999 hasta Elephant (Deluxe) del 2023 (Tiller, 2022). Con respecto al lapso entre el 2000 y el 2011, Billboard incluyó The Fame Monster de Lady Gaga (2009) y My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West (2010) en su artículo The 50 Greatest Album Covers of All Time (2022).

En el álbum de Gaga, Hedi Slimane produjo una fotografía a blanco y negro que muestra variedad de texturas e interés en la mirada de Gaga. En el caso del álbum de West, éste colaboró con George Condo para el desarrollo de una serie de pinturas a las que Billboard (2022) se refiere como “boundary-cracking art” [arte que rompe fronteras]. Otros trabajos que se salen del molde durante este tiempo son Lateralus de Tool

(2001), Hail to the Thief de Radiohead (2003), The Devil and God are Raging Inside Me de Brand New (2006) y Saturday Night Wrist de Deftones, los cuales emplean tanto ilustración como fotografía de forma atrevida y experimental.

Tragic Kingdom, No Doubt, 1995.

Nevermind, Nirvana, 1991.

Ready to Die, The Notorious Big, 1994.

TIPOGRAFÍAS

sobresalientes en las portadas de álbumes de CDs

Las variaciones en la tipografía pueden ser asociadas a diferentes emociones, sabores y expectativas según factores como su angulación, curvatura, familiaridad y claridad. Esto se debe a factores contextuales, como las condiciones sociales, culturales y políticas en las que se desenvuelve un individuo o un grupo. De acuerdo con Hontanilla (2020), “una persona percibe una tipografía de una manera diferente que otra, debido a que el proceso perceptivo que se realiza es distinto para cada una de ellas” (p. 13). A pesar de ello, resalta que las características similares que puedan existir entre sujetos, como edad, género, o nivel socioeconómico, suelen llevar a respuestas similares ante los mismos estímulos.

En el artículo Does the Typeface on Album Cover Influence Expectations and Perception of Music?, Venkatesan et al. (2022) plantean que se cree que la medida en que una tipografía sea curvilínea influirá en las expectativas de las personas en el caso de la música. En

efecto, se dice que letras redondas son asociadas a sonidos más suaves y de tonos bajos, a diferencia de las letras más angulares, las cuales suelen referir a sonidos de tonos altos y un tempo más rápido. Esto, incluso se relaciona a los gustos, ya que mencionan que la música de un tempo rápido suele asociarse a lo ácido, y con ello, a lo angular. El tempo influye también sobre el color, ya que se ha determinado que secuencias más veloces suelen corresponder a elementos más brillantes.

Venkatesan et al. explican las razones detrás de estas coincidencias al establecer que: Furthermore, perhaps shape-tempo correspondences may have something to do with the relationship between the shape of the movement used to make sounds on certain instruments and the tempo. For example, playing slow phrases on string instruments involves making long, curved bow movements while playing fast phrases on string instruments involves making quick, sharp bow movements (2022, p. 488).

Culturalmente, ciertas tipografías ya se encuentran asociadas a géneros musicales determinados, como las letras angulares y duras a álbumes de rock o metal, lo que genera un estímulo y una anticipación sobre la persona incluso antes de que escuche el material.

A partir de esto, se determina que la utilización de una tipografía en particular sobre la portada de un álbum puede provocar un anticipo sobre la música que éste contiene. El color, la tipografía, el uso de ilustración o fotografía, la diagramación, son todos elementos que participan en el proceso de estimulación previo a la experiencia sonora de un álbum.

Los álbumes más vendidos de la década de los 1990s destacan por el uso de tipografías con serifa, en ocasiones complementadas por otras fuentes manuscritas. Existe una concordancia entre álbumes como Stars de Simply Red, Jagged Little Pill de Alanis Morissette, Falling Into You de Celine Dion, Dangerous de Michael Jackson y Carry On up the Charts: The Best of the Beautiful South de The Beautiful South en cuanto al uso de las serifas.

Es importante aclarar que cada portada cuenta con su arte correspondiente que varía entre complejas ilustraciones llenas de detalles ocultos a fotografías de los artistas con el título de su álbum. A pesar de las ligeras variaciones en géneros, se destacan cualidades del pop, el pop rock, el R&B y el pop rock, entre esta lista, lo cual no es de extrañar ya que se trata de géneros que se han mantenido vigentes hasta hoy.

Jagged Little Pill, Alanis Morissette, 1995.

Carry On up the Charts: The Best of the Beautiful South , The Beautiful South, 1994.

Falling Into You, Celine Dion, 1996.

Dangerous, Michael Jackson, 1991.

Contrario a la década pasada, entre los álbumes más vendidos de los 2000 existen gran variedad de tipografías. No obstante, se destaca el uso de fuentes sin serifa, gruesas, y que remiten al Estilo Internacional en variados géneros como No Angel y Life for Rent de Dido, en los que que combina hip-hop y electrónica en algunas de sus canciones; American Idiot de Green Day, la cual se asocia al género punk; Razorlight de Razorlight e Inside In/Inside Out de The Kooks, ambos álbumes con una inclinación hacia el género indie rock británico. Al mismo tiempo, se destacan fuentes sin serifa, pero delgadas y redondas, como en los álbumes Swing When You’re Winning, Escapology y Greatest Hits de Robbie Williams, Spirit de Leona Lewis, Songs About Jane de Maroon 5, Demon Days de Gorillaz y Greatest Hits de Texas. Estos álbumes tienen en común su preferencia por el pop, pop rock, r&b, e incluso soul, en el caso de Williams. Aunque no se encuentran significativas diferencias entre los géneros más populares en los 1990s y los 2000s, es curioso observar la variación en las tipografías aplicadas al arte de los CDs. Una hipótesis podría sugerir que esto se debe al cambio de siglo y la intención de alejarse de lo viejo y pasado.

Inside In/Inside Out, The Kooks, 2006.

Razorlight, Razorlight, 2006.

Spirit, Leona Lewis, 2007.

DISEÑO DE PORTADAS

Los álbumes musicales, así como el diseño gráfico en todas sus expresiones, forman parte de la vida cotidiana de las personas en un espacio y tiempo específicos. No obstante, debido a la globalización tal impacto puede ser mundial. El arte y el diseño pertenecen a la funcionalidad de la vida humana y la comprensión del entorno, por ello, este ámbito representa algunas condiciones sociales, culturales y políticas que se encuentran en el contexto cuando se produce.

Las tendencias musicales de los años noventas fueron sobresalientes por sus diversos estilos y fuertes contrastes entre géneros musicales según el país de origen y su contexto social. Esto configuró una cultura casi sin categoría, donde las personas tenían libertad

de escogencia musicalmente y había público para todo tipo de música.

La influencia política en la creación musical es de gran impacto, sobre todo en el siglo XX. Los conflictos ideológicos y sociales tuvieron un gran papel en las artes y el diseño. Además, en el proceso imperialista, el interés económico y el prestigio eran factores muy importantes en todas las áreas. La música no solo reflejaba poder, sino también realidades sociales

que eran ocultadas por su crudeza y por lo tanto, los diseños realizados para las portadas obtenían este valor social y contextual.

En países como Estados Unidos, fuente de gran número de álbumes exitosos de esta época, se vieron influenciados en gran medida por la cultura afrodescendiente y latinoamericana, quienes impusieron

su estilo y costumbres en el arte también.

Con el paso del tiempo, se fueron generando diferentes movimientos y estilos gráficos para las portadas de los álbumes que tenían características sociales y contextuales del momento. Por ejemplo, como respuesta del movimiento hippie y la pobreza extrema en muchos casos, surgió una nueva contracultura cruda y angustiosa llamada grunge, como un estilo de vida expresada en la ropa y en la música pesada e introspectiva con temas crudos. El estilo

como un elemento cotidiano y subyugado a las condiciones sociales, culturales y políticas de su contexto

grunge es oscuro, directo y honesto sobre las realidades sociales de su contexto.

Para ejemplificar algunas formas donde se demuestran temas sociales, políticos o culturales y que han marcado visualmente en el mundo de la música, se muestran varias portadas de álbumes que han sido muy controversiales y problemáticas por la representación de los ideales de los artistas. En el hip-hop, Death Certificate de Ice Cube, representa en su portada un cadáver con una etiqueta en el dedo del pie, nombrando a Uncle Sam, un ícono del patriotismo estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Ante un Estados Unidos sumamente patriótico, Ice Cube se enfrentó a las problemáticas sociales que este país busca esconder bajo la alfombra. En él, el artista expresa temáticas de gran impacto como el tráfico de drogas, la discriminación racial y las armas.

Por otro lado, Kevin Rowland apareció en la portada de su álbum, My Beauty, vestido con ropa de mujer y maquillaje. Los fans quedaron sorprendidos por el cambio y no lo recibieron bien, esto creó un gran escándalo debido a las estipulaciones sociales sobre aquello que debería pertenecer a las personas de sexo femenino y masculino. No obstante, este acto de Rowland, que ya por su cuenta puede haber sido el resultado de influencias como David Bowie, podría considerarse un antecesor que fue abriendo camino para que otros artistas, actualmente, puedan explorar su sexualidad sin temor.

Kanye West, cuya carrera ha sido marcada por la controversia, realizó la portada de su quinto álbum al lado de George Condo. En ella, planteó una imagen de sí mismo sobre una mujer alada sin brazos. A pesar del escándalo que provocó el diseño debido al contenido sexual explícito, el trabajo de West se llevó el Grammy al Mejor Álbum de Rap 2012.

Las tendencias musicales de los años noventas fueron sobresalientes por sus diversos estilos y fuertes contrastes entre géneros musicales, dependiendo del país de origen y su contexto social. Esto configuró una cultura casi sin categoría, donde las personas tenían libertad de escogencia musicalmente y había público para todo tipo de música.

Death Certificate, Ice Cube, 1991.

My Beauty, Kevin Rowland, 1999.

My Beautiful Dark Twisted Fantasy, Kanye West, 2010.

UN ARTISTA VAUGHAN OLIVER

ESENCIAL PARA EL DISEÑO DE PORTADAS DE LOS 90S

entre otros. En ellas muestra procesos, principalmente, de collage, que llegó a complementar con la intervención digital. Dianna Budds describe su obra como un trabajo repleto de capas, y mensajes oscuros e intensos, en ocasiones desarrollados de la mano de ilustradores, fotógrafos y otros diseñadores gráficos.

Vaughan Oliver era un diseñador británico nacido en 1957. Su trabajo durante los 1980s y los 1990s en el desarrollo de portadas para álbumes de indie rock, consolidaron la imagen de la discográfica 4AD.

Sus obras eclécticas y vibrantes, influenciadas por el surrealismo, especialmente el trabajo de Dalí, dieron forma a álbumes de artistas como Pixies, Cocteau Twins, Dead Can Dance y The Breeders,

Adicionalmente, Adrian Shaughnessy, cofundador de la editorial Unit Editions, quienes publicaron un libro exponiendo las obras de Oliver, dijo que este diseñador no obedecía las reglas de la tipografía, y que su trabajo solía ser misterioso y extraño.

En la obra de Vaughan Oliver, sobresale el diseño de portadas para la banda de Boston, Pixies, la cual se convertiría en una referencia clave para otros grupos indie de la época. Oliver prestaba especial antención a la música, letra e inpsiración detrás del álbum para reflejar su esencia de manera visual. Durante su carrera, Oliver siempre intentó comunicarse con la banda para crear una identidad singular para cada una. En efecto, Oliver mencionó “Creating feelings for aesthetic moods derived from the music itself already had. You would only get that thanks to a close collaboration and many conversations with the band in particular” (Slotnik, 2020). Más que establecer la imagen y estética de una discográfica, Oliver fue capaz de unificar sonido e imagen, y con ello marcar a una generación que se inspiró por su trabajo surrealista, excéntrico y destacable.

Bossanova, Pixies, 1990.

Doolittle, Pixies, 1989.

Last Splash, The Breeders, 1993.

Spooky, Lush, 1992.

UN ARTISTA STANLEY DONWOOD

ESENCIAL PARA EL DISEÑO DE PORTADAS DE LOS 2000

Stanley

Donwood es un artista y escritor británico nacido en 1968. Su trabajo se encuentra detrás de las portadas de los álbumes de Radiohead, una banda que ha tenido un enorme impacto. La obra de Donwood ha plasmado más que a los fans de la banda, sino que fue un importante parámetro en el diseño gráfico de los años 2000.

Su carrera va desde rediseñar 21 portadas de las novelas de J.G. Ballard hasta crear obras para el festival de Glastonbury, en Reino Unido. Su estrecha relación con el líder de Radiohead, Thom York, permitió sus inicios como artista para el solo My Iron Lung en 1994.

En su arte, entre los temas que le gusta abordar y cuestionar se encuentran la sexualidad, guerra, conformidad y política. Suele combinar emociones personales y políticas con modestia y humor. Otro elemento recurrente en su trabajo es el apocalipsis, la pandemia del Ébola, y el cataclismo mundial. Disfruta mucho el proceso manual y la realización de reproducciones impresas, ya que puede compartir su arte en un formato grande, de forma que genere un mayor impacto visual.

Sobre su trabajo, Donwood ha expresado: “Everything is difficult to start with, gets harder, becomes impossible and then it ends up OK”. [Todo es difícil de empezar, se pone más duro, se vuelve imposible y después termina bien] (Taylor, 2017).

Goat Banker (Chicago Boy), fotocopia, emulsión casera y barniz sobre tabla, 2009.

Special Sauce, acrílico sobre lienzo, 2003.

My Iron Lung, Radiohead, 1994.

Slight Femme, composición digital, 2007.

Con el propósito de conocer sobre las opiniones de los posibles leyentes del fanzine, creamos un espacio por medio de Instagram en el que las personas pudieran sugerir sus álbumes favoritos de esta época.

RECOMENDACIONES

La verdad creo que con ella es increíble trasladando las situaciones y sentimientos que vive en letras, este álbum específicamente tiene unas canciones increíbles a nivel lírico y me parece increíble que todo lo saque de sus propias vivencias. Además, creo que muchas de las canciones, a pesar de ser de situaciones personales de ella, son cosas con las que uno como persona puede llegar a relacionarse cuando se está enamorado o en una relación.

-Fiorella.

Amo la música de Pharrell y Chad Hugo y para mí son los mejores productores que han existido. Además el cover del CD me da como demasiada nostalgia porque sale Shay Haley jugando PS1.

-Daniel.

Teenage Dream es un álbum pop vibrante y contagioso que consolidó a Katy Perry como una de las principales estrellas de la música pop en la década de 2010. Su impacto duradero en la cultura musical y su legado como un hito en la carrera de Katy Perry lo convierten en un álbum destacado en su discografía.

El álbum alcanzó el número uno en el Billboard 200 en Estados Unidos y se mantuvo en el top 10 durante más de 100 semanas.

El talento musical, vocal y lírico de Jeff Buckley es verdaderamente increíble. Sus canciones Forget Her y Lover You Should’ve Come Over expresan sus sentimientos de una forma cruda y honesta que me da escalofríos cada vez que la escucho.

-María.

Además, produjo cinco sencillos número uno en el Billboard Hot 100: California Gurls, Teenage Dream, Firework, E.T. y Last Friday Night (T.G.I.F.). Este logro la convirtió en la segunda artista en la historia en conseguir cinco sencillos número uno en el mismo álbum, después de Michael Jackson.

-Aarón.

Fearless, Taylor Swift, 2008. In search of..., N.E.R.D., 2001.

Grace, Jeff Buckley, 1994.

Teenage Dream, Katy Perry, 2010.

CONCLUSIONES

El diseño gráfico, indudablemente, puede desenvolverse en gran variedad de ámbitos. Con respecto al diseño de portadas para álbumes musicales, es sumamente destacable la manera en la que el diseño gráfico influye sobre la percepción de las personas de la música que van a escuchar. Por medio del arte de una portada es posible determinar su contexto cultural, su género, sus temáticas, su año o década de lanzamiento, entre otros factores, que son esenciales para la debida comprensión del mensaje que el artista o la banda desea expresar.

Aspectos como el manejo de la fotografía, la ilustración, la aplicación de determinadas tipografías, o por otro lado, su carencia, son aspectos esenciales, y a los cuales, muchos artistas prestan particular atención. El arte de una portada es un anticipo sobre aquello que la persona podrá escuchar al enfrentarse al álbum.

En el caso específico, del diseño de portadas para CDs, los diseñadores gráficos se enfrentaron a un formato mucho más pequeño, y que por tanto precisaba de una síntesis de la información y un mayor impacto

y contraste visual, de forma que los detalles no se perdieran en esta reducción. A lo largo de este fanzine, se plantearon las principales tendencias del diseño gráfico durante la década de los noventas y los 2000, entre las cuales destacan la recurrencia de la paleta blanco, negro y rojo y la fotografía sepia. Sobre la tipografía, es difícil definir tendencias particulares, ya que este elemento es mucho más variable de un género a otro. Sin embargo, se encontró que el uso de fuentes sin serifa, redondas y gruesas, fue una de las particularidades más recurrentes, específicamente porque entre los álbumes más vendidos de esta época destacan los géneros pop y rock. En conclusión, el diseño gráfico ha sido determinante en la creación de obras para las portadas de álbumes. Por medio de esta práctica, los artistas han sido capaces, no solo de transformar un producto musical a uno visual, sino también expresar las estructuras sociales, culturales, económicas y políticas presentes en tal momento. El diseño de portadas es otra forma de conocer la mente humana, su expresión artística y la increíble relación entre el ámbito sonoro y el visual.

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El diseño de portadas ha sufrido importantes cambios desde su concepción. Desde la transformación de formatos, hasta tendencias artísticas replicadas a gran escala. En este fanzine exploramos aquello que marcó al diseño de portadas para CDs entre 1991 y el 2011.

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