VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 17
EL ALTILLO
135
Movilidad inclusiva en Guayaquil A partir de la reforma a la ordenanza municipal publicada en la Gaceta Municipal N°17 (Municipalidad de Guayaquil, 2020) que modifica la norma de la instalación de mesas y sillas en espacios públicos y privados, la Municipalidad de Guayaquil puso en marcha una de sus múltiples estrategias destinadas a la recuperación y reactivación económica de la urbe. La medida consiste en situar este mobiliario en las calles peatonales, aceras y portones de varias zonas comerciales de la ciudad, como Urdesa Central y la Av. 9 de octubre. Debido al contexto en el cual nos encontramos, se debe reconocer que esta estrategia cobra mayor importancia tras el impacto negativo que ha dejado el COVID-19 en la ciudadanía, especialmente en aquellas personas que ejercen actividades en el sector alimenticio. No obstante, se debe analizar esta práctica desde una perspectiva de movilidad inclusiva, lo cual difícilmente ha estado presente en la gestión pública del modelo de administración local.
Las aceras y calles peatonales son la principal vía de movilización del ciudadano común y constituyen una zona compartida por todos, siendo un lugar donde se genera la vida en el espacio público (Hurtado, 2016). Por consiguiente, el mantenimiento y cuidado de estas áreas son claves para el desarrollo de una ciudad. Ecuador cuenta con la Ley Orgánica de Discapacidades, en la cual se reconoce a la accesibilidad como un principio fundamental que deberá ser garantizado en aras de promover la autonomía y el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad (art. 4, Ley 796 del 2012). No obstante, en el 2019, un 23% del presupuesto municipal fue destinado a proyectos focalizados en la movilización de buses, la aerovía y semaforización (Redacción Ecuador Regional, 2019), exponiendo la carencia de una perspectiva integral dentro de la planificación urbanística, lo cual se traduce en la concentración de