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Benamor
Siempre trabajas con compositores que se consideran autores clásicos para la danza española. Sí, además es algo que siempre me he planteado, aunque también me pregunto si no debería utilizar otras músicas. Algunas veces lo he hecho, como en el caso de un can-can que monté para TV y hace poco en una pieza más moderna que se llama “Todos los días son 25 de noviembre”, en la que ha colaborado mi hija Violeta. Por un lado pienso que tengo que evolucionar, pero por otro…, es una lucha que tengo. Creo que debo seguir con esos autores para que en la danza no se olviden sus obras, porque si no, la juventud no va a conocerlas. Siempre estoy jugando con la tradición. Lo especifico en la memoria de mi compañía: “Es una compañía dedicada a luchar contra la pérdida de identidad provocada por las nuevas tendencias de la danza-fusión”. En todos mis espectáculos siempre ha habido Folclor, Escuela Bolera, Clásico español y Flamenco. Cuando surge una moda, o te enganchas a la moda o luchas contra ella, pero claro, eso es ir a contracorriente. Ahora se tiende a fusionar los estilos, entonces 10 Danza en Escena nº33_2011
©Pérez de León
se pierde la esencia, ¿no crees? Pero yo comprendo que es completamente normal que cambie, porque la danza es el reflejo de la sociedad y ésta cambia.
llar como artista. Muchísimos compañeros que probablemente podrían haber sido como yo, por sus circunstancias han tenido que dejar la danza.
Puede decirse que llevas toda la vida bailando. ¿Qué diferencias ves entre la época de tu periodo como bailarina profesional y el día de hoy? Las grandes compañías siempre han estado muy organizadas y eso se ha mantenido igual, pero las pequeñas han cambiado mucho. Yo me he movido sin representante, sin equipo de gestión… Pero yo creo que ahora es imposible hacerlo así.
Para finalizar, ¿Qué les dirías a los jóvenes bailarines que como tu hija se forman para seguir tus pasos? Les diría que aprendan a respetar la experiencia de los mayores. Te voy a poner un ejemplo. Cuando coincidí en el Ballet Nacional Festivales de España con Alicia Díaz, ella bailaba ¡Viva Navarra! Yo también tenía mi versión de ese baile y como yo era más joven, no veía que la bailara con tanta fuerza como yo. Pero aunque tuviera más energía y más fuerza, probablemente no lo hacía mejor, porque ella tenía el peso de una artista de muchos años. Es algo que ellos deberían tener y que sólo se aprende con los años. Si se les cuenta a lo mejor pueden pensar antes sobre ello, porque es un error no respetar a las personas mayores y lo hacen muchísimos estudiantes de hoy. Tampoco hay que idolatrar, pero sí respetarles y darles un valor, porque de verdad sí que lo tienen.
¿También ha cambiado el mercado? Antes no había red de teatros, ni centros culturales. Cuando yo empecé a hacer recitales había algunos colegios mayores y los teatros. Ahora tenemos más infraestructuras que deberían desarrollar una programación, pero a veces no disponen de gran presupuesto, o al menos esa ha sido mi experiencia. Pero bueno, me puedo sentir satisfecha y pensar que soy una persona con éxito porque me he podido desarro-