LOTERÍA CELESTIAL Y VIVENCIAS PERSONALES

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LOTERÍA

CELESTIAL Y

VIVENCIAS PERSONALES

PLÁCIDO PASCUAL

AVILÉS.

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2.011


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A Josefina, mi mujer. Con mi coraz贸n. Con toda mi alma. Un beso.

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Se imprimió este libro en Ediciones D. Folio, el día 12 de Octubre del año 2.011, festividad de la Virgen del Pilar y fiesta Nacional Española.

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ÍNDICE

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Tema Prólogo. ……………………..

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LOTERÍA CELESTIAL Capítulo I. Perfectópolis. …………………… Capítulo II. Los Mensajeros Divinos. ………….. Capítulo III. El Mensaje. …………. ……………. Capítulo IV. La Decisión. ……….. …………….. Capítulo V. El Compromiso Divino. …………….. Capítulo VI. Recolección. ………………………………. Capítulo VII La Despedida………………………………. Capítulo VIII Hablan los Muertos. …………………… Epílogo…………………………………………………………….. Córdoba XXIII Asamblea……………………………………. Documentos Gráficos de Córdoba. …………………… Corpus Christi (Toledo). ……………………………………. Documentos Gráfico de Toledo. ………………………. Corpus Christi Villacarrillo. ……………………………….. Documentos Gráficos de Villacarrillo. ……………….. Santoña. …………………………………………………………… Documentos Gráficos de Santoña. ……………………. El Niño que quiso ser Zapatero………………………….. Renta Vitalicia……………………………………………………. Epílogo. ……………………………………………………………..

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………………….. 82 ………………….. 145 …………………… 165 …………………… 178 ……………………. 183 …………………….. 193 …………………….. 202 …………………….. 254 …………………….. 271 …………………….. 281 ……………………. 287


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PRÓLOGO

Tengo dispuesto en el disco duro de mi ordenador, material suficiente para la construcción de un libro, de mi próximo libro, que haría el número 7 de los habidos en mi matrimonio, con esta máquina infernal que tantos problemas me ha causado, pero que tantas satisfacciones y buenos ratos me ha hecho pasar y ha permitido que salgan a la luz ideas y momentos, que sin él, hubieran muerto conmigo y estarían condenados a dormir el sueño de los justos en mi más allá, eternamente, per in sécula seculorum, que diría el clásico. Este libro en algo es distinto a los anteriores, si exceptuamos los tres libros familiares. Los familiares, por razones obvias, deben atenerse estrictamente a los hechos históricos, sin desvirtuar lo que cronológicamente ha sucedido y sin hacer juicios de valor. Si mis padres nacieron en tal fecha y murieron tal día de tal año, debo ponerlo como realmente sucedió; si mis bisabuelos tuvieron tantos hijos de los que tengo constancia documental, ni les puedo añadir más descendencia ni anular a ninguno de los nacidos. Y si el abuelo Atilano, su vida se desarrolló tal como él mismo cuenta en su manuscrito y nació en Daimiel, no puedo alterar ningún dato de estos sin faltar a la verdad. Por esta razón considero estos tres libros, el primero dedicado al árbol genealógico de los apellidos Pascual-Avilés y Morales-Cantos, el segundo a la ampliación que hice del apellido Pascual y el tercero a D. Atilano Morales y Díaz-Galiano, abuelo de Josefina, considero que estos tres libros se les podrían llamar “Libros de la Verdad”; en los cuatro restantes hay de todo, como en botica. Hay relatos verdaderos, basados en hechos reales. En mis “Realidades y Fantasías”, tal como el título indica, puedo mezclar lo real con la utopía; En mis “Recuerdos y Añoranzas”, bien es cierto que el relato principal basa su argumento en las vivencias que tuve en mi niñez, en aquel pueblecito semiperdido de la provincia de Jaén, aún cuando le añado algo de fantasía y hay relatos, basados totalmente en la ficción, como se puede ver nada más leer unas líneas. De ahí su título; en cuanto al “Consejo de Ministros”, su relato principal es puramente un disparate tragicómico, algo que nunca sucedió, pero puede ser porque al protagonista de nuestra historia, jamás se le ocurrió hacer algo así como lo que yo le atribuyo en la ficción. Conociendo al personaje y a las marionetas que él manejaba, ignoramos lo que hubiese sucedido si la idea, en vez de ocurrírseme a 7


mí, se le hubiera ocurrido a él. El resto de lo relatado en ese libro, se ve claramente lo que es ficción y lo que es real. En este, por ahora, mi último “hijo literario”, baso casi todos mis relatos, en hechos acaecidos realmente, hechos en los que yo cito días, nombres y circunstancias, como se ve claramente en mis vivencias del Corpus Christi de este año, en Toledo y Villacarrillo: Relato lo que viví; o lo acontecido durante la Asamblea de mi promoción este año en Córdoba: Escribo lo que hicimos y vivimos; o mi reciente viaje a Santoña: Es lo sucedido fielmente en tierras cántabras y existen personas que me acompañaron y pueden dar fe de lo mismo; no se puede decir lo mismo de mi “Lotería Celestial”, en donde al final el autor se pierde entre lo verídico y lo utópico, algo que siempre he dejado en manos, (en cerebros), de mis posibles lectores. Así pues ellos sabrán discernir entre lo real y lo fantástico. Porque yo me pregunto y pregunto a los que me leyeren: ¿Pudo existir alguna vez “El Niño que quiso ser Zapatero” con el que cierro el libro? Yo creo que realmente existió, aunque sin un final tan tremendamente dramático. O quizás sí. Por lo tanto lancemos al mundo de los vivos este número 7, número cabalístico, al que tantas veces he invocado teniéndolo por mi número preferido: Los días de la semana son 7, los pecados capitales son 7, los colores del arco iris son 7, las notas musicales son 7, los sacramentos de la Iglesia romana son 7, las siete maravillas del mundo en la antigüedad son 7, todos son 7, al que muchas religiones consideran el número bueno y el ocho el malo y por último 7 son los nietos que tengo cuando se ha escrito y va a salir este libro. Así pues, confiemos en el 7. Estamos celebrando la festividad de la Virgen del Pilar, cuando las máquinas están dando forma a esta criatura literaria, si no es mucha la presunción de llamarla así. Pienso que algún día, cuando yo ya esté muy lejos de aquí, más allá de las estrellas, alguno de mis nietos o bisnietos, podrán leer lo que uno de sus abuelos pensaba y hacía en una ciudad española, Córdoba. Que no critiquen las modas y las costumbres de ahora. Tener en cuenta que eran tiempos muy antiguos, nada menos que el año 2.011 y los tiempos han cambiado “que es una barbaridad”, como cantaba una zarzuela. ¿Y que es una Zarzuela, os preguntaréis? Bah, dejadlo. Ya os lo explicaré si nos vemos en la eternidad, si no es así, puede que os quedéis sin saberlo. Córdoba, Octubre de 2.011. Plácido Pascual Avilés. Vale.

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LOTERÍA CELESTIAL A los afectados por el Caso AFINSA. ¡Tan inocentes ellos…!

CAPITULO I Perfectópolis

El día 10 de Enero del año 2.009, casi todos los medios de comunicación de España, Europa y el resto del mundo, abrieron sus portadas e informativos con una noticia impactante: <<Unos emisarios divinos se entrevistan y proponen, en nombre de Dios, a los ciudadanos de Perfectópolis, algo que removerá los cimientos de la civilización humana de toda su historia>>. Esta era la noticia escueta en sí. Después ampliaban la información, diciendo que un grupo de ángeles, enviados por el mismo Dios, se trasladaron a la ciudad española de Perfectópolis, en donde se completaría la información. Los comentarios, las críticas, adversas o favorables, llenaban las páginas o el tiempo de los medios de comunicación. Entonces yo recordé un relato que se me había contado cuando era todavía un niño. Esta es la historia: El principio, por increíble que parezca, empezó a gestarse en el año 1.903. Me la contaba mi abuelo paterno, Saturnino, allá en nuestro pueblo, sobre el año 1950. Mi abuelo, que había nacido en 1.884, contaba en 1.903 con 19 años y ya se hablaba con fuerza en aquel año y posteriores de la ciudad a la que bautizaron con el nombre de Perfectópolis. El año anterior, 1.902, cumplida su mayoría de edad, empezaba a regir en España Alfonso XIII. Mi abuelo me repetía una y otra vez la historia que había vivido. La verdad es que por aquellos años, España se encontró con una época convulsa en la que los acontecimientos desbordaban trágicamente toda la geografía patria. Sirva como ejemplo algunos de los hechos que se produjeron entonces: Dos primeros ministros murieron asesinados en el ejercicio del poder José Canalejas y Eduardo Dato, lo que revela el estado de inquietud y efervescencia reinante. Menudean los atentados y 9


desórdenes: intento de regicidio en las bodas reales (31 de mayo de 1906), Semana Trágica de Barcelona (26-31 de julio de 1909), huelga de mineros en Bilbao (15 de julio a 22 de septiembre de 1910), huelga general ferroviaria de septiembre de 1912, huelga general revolucionaria dirigida en Madrid por Daniel Anguiano Munguito, Julián Besteiro Fernández, Francisco Largo Caballero y Andrés Saborit Colomer (1917), reclamaciones de autonomía de la Lliga Regionalista catalana y conflictos sociales de carácter sindicalista (1919), lock-out de los patronos de Barcelona y otras ciudades (1919), intentona militar en Zaragoza (1 de enero de 1920), campaña terrorista en Barcelona, que trata de dominar con energía Severiano Martínez Anido (1921), huelga de Correos, la guarnición de Annual fue sorprendida por las cabilas de Abd-el-Krim el 23 de julio de 1921, siendo cuantiosas las bajas españolas. El gabinete de coalición formado por Maura trató de remediar la situación, confiando al general Dámaso Berenguer la tarea reconquistadora. En 1923 fueron rescatados los prisioneros de Annual, pero, fracasadas las negociaciones de paz con los moros, continuó la lucha. También en 1923 fue asesinado el cardenal Soldevila en Zaragoza, por los anarquistas Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso… Pero a pesar del clima turbulento que envolvía a España entera, el monarca tenía una idea que la había discutido con el entorno más cercano a su persona. Con personalidades de la ciencia, de la política, del clero, de la burguesía y con los jefes de los partidos políticos más importantes de entonces, con algunos Jefes de Estado extranjeros, etc. etc. Parecía que todos estaban de acuerdo. La idea del monarca era construir una población en un lugar paradisíaco, en un entorno natural que favoreciera la vida en común de todos sus habitantes. En un principio se construirían viviendas para unas 250 familias, que girarían en torno a las 1.000 personas. Los elegidos deberían ser todos de familias estables, con recursos económicos amplios y de un nivel cultural por encima de la media de la nación. El gobierno que hubiera en cualquier época debería apoyar a la ciudad de Perfectópolis porque el objetivo era que sirviera de modelo al resto de España y poder experimentar proyectos conducidos a mejorar la vida de los humanos en el mundo entero. Todos los gobiernos, fueran del signo que fueren, deberían ayudar a la ciudad de una forma generosa, no escatimando gastos, porque la idea 10


que el monarca tenía era que sirviera para reuniones de sabios, congresos de políticos, asambleas de intelectuales que colaboraran con su ciencia, experiencia y saber a buscar soluciones para los problemas de España que después serían trasladadas las soluciones al mundo entero. La protección de la ciudad estaba por encima de cualquier ideología, incluso de cualquier avatar político, aunque fuera un cambio de régimen. En el año 1.903 Alfonso XIII llamó para que formara gobierno al mallorquín Antonio Maura Montaner, que rápidamente puso en marcha el proyecto del monarca. Maura, Jefe del partido Conservador, eligió 2 arquitectos de reconocido prestigio, que serían los encargados de dirigir las obras; 2 ingenieros que cubrirían los trazados de sus calles y carreteras de entrada; ambos equipos planificarían, una vez construida, el resto de la ciudad del futuro, pues se suponía que seguiría creciendo y albergaría muchos más habitantes; responsabilizó del macro proyecto a Hermenegildo Ruiz de la Santa Casa, Conde del Escorial y Marqués de la Santa Cruz, formado en las universidades de París y Londres, que sería el delegado del gobierno y solo podría rendir cuentas delante del Gobierno o de S.M. el Rey. Antes de empezar los trabajos de construcción, hubo una reunión de notables del reino, que presidía Alfonso XIII y a su derecha D. Antonio Maura, que deberían elegir el lugar idóneo para la construcción de la futura ciudad modelo, así como el nombre que debería llevar la ciudad del futuro. Hubo estudios topográficos, climáticos, económicos, culturales, etc. y al final se decidió por un terreno situado entre Alicante y Valencia con posibilidades de ampliar su construcción varios kilómetros cuadrados si en un futuro era necesario. Para el nombre tampoco hubo muchas dudas. Se barajaron algunos: Premonición, propuso uno de los ingenieros que era catalán, pues aquella ciudad sería una premonición de futuro. Ciudad Modelo, proponía el Arquitecto vasco, pues al fin y al cabo lo que se iba a construir era una ciudad modelo para las demás. Españolidad, apuntó Hermenegildo Ruiz, Conde del Escorial, ya que lo que se pretendía era favorecer a todos los seres humanos desde España. Experimentación, pues no dejaba de ser una ciudad experimento. Muchos nombres más salieron y se propusieron, hasta que el Jefe del Gobierno, D. Antonio Maura, hombre culto y experto en letras y lenguas, propuso que se le llamara Perfectópolis: la ciudad perfecta. Esta ciudad, aclaró Maura, estará de forma permanente en un avance continuo, aspirando a la máxima perfección si eso fuera posible; si la antigua Persépolis, significaba ciudad persa, era la ciudad por excelencia de Persia, Perfectópolis, sería la

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ciudad perfecta, lo será de nuestra nación y su sello el avance continúo en la investigación que mejore la vida en este planeta. Se votó la elección y se acordó por mayoría que el nombre de la ciudad sería Perfectópolis. Se iniciaros los trabajos en 1. 903. Se llevaron obreros de toda España y no se regateó en gastos para sufragar lo que era una ilusión de avance futuro. La construcción de la ciudad, se contempló desde una perspectiva futurista. Los edificios no tenían más allá de 4 plantas; sus calles y avenidas deberían ser y eran muy anchas, pensando en años venideros. Los edificios oficiales se fueron construyendo con una lógica funcional, que deberían servir para lo que estaban proyectado. El equipo de arquitectos, 2 e Ingenieros 2, con sus ayudantes, 2 para cada uno, junto a Hermenegildo Ruiz, Conde del Escorial y Marqués de la Santa Cruz, coordinador de todo el proyecto nombrado directamente por S.M. el Rey, formaban un total de 13 intelectuales. El entente entre todo el equipo, era, como no podía ser de otra manera, el lógico entre caballeros inteligentes, cultos y magníficos profesionales. Uno de los ingenieros comentó la casualidad que aquel equipo estuviera compuesto por 13 personas, tal como era el equipo que Jesucristo formó hacía 1900, años incluido Él mismo, para divulgar el cristianismo por el mundo entero. Los problemas se discutían desde una óptica profesional e intelectual, tomándose la decisión, siempre que no hubiera acuerdo, del Jefe del equipo. La ciudad avanzaba a pasos agigantados. Los obreros que venían de otros pueblos, tenían un empleo fijo que les iba a durar años. El movimiento en la incipiente ciudad, era similar a lo que fuera la construcción de la Torre de Babel, con la diferencia que aquí hablaban todos los operarios la misma lengua. Alfonso XIII solía visitar las obras cada trimestre, en función de sus obligaciones como Jefe del Estado y de los problemas que a cada momento se le presentaban. El Gobierno de Antonio Maura cayó, cosa habitual en aquellos tiempos. Pero ni el cambio de ministros, ni la escasez de medios afectaron para nada el ritmo impulsado por su Majestad. Se hizo un hospital con sus servicios sanitarios correspondientes y las industrias que serían necesarias para las personas. Las obras que habían comenzado en el año 1903, quedaron acabadas en 1909, dispuestas para su inauguración. Algunas industrias se habían trasladado ya a Perfectópolis. Habían dispuesto también enormes edificios funcionales para reuniones de expertos, sabios, políticos, etc. en donde se pudieran reunir intelectuales para discutir los problemas de

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España y, por ende, del mundo para buscarles una solución. 3 hoteles de momento, ocupaban lugares distintos para los futuros “inquilinos”. El día 1 de Enero de 1909, amaneció un día brillante, algo frío, pero teniendo en cuenta la temperatura de esta parte del levante español, el clima era perfectamente soportable. S. M. el Rey Alfonso XIII, acompañado de su gobierno en pleno, así como del equipo técnico que había construido la ciudad, declaró habitable Perfectópolis. Prácticamente vendrían gentes de toda España. Se seleccionaron a hombres, mujeres y algunas familias ya formadas; todos tenían una preparación acorde con el destino de la ciudad en la que iban a vivir. En una de las grandes plazas que tenía el pueblo, se ensambló una tribuna a la que subieron el Rey, las autoridades y los constructores de la ciudad. Montaron un micrófono y unos altavoces, para que la voz de S.M. llegara a todos los rincones. Posiblemente había más de mil personas, entre quienes construyeron Perfectópolis y los privilegiados futuros habitantes del pueblo. El Rey se puso delante del micrófono y, según comentaron el día siguiente los periódicos, dijo: -Habitantes de Perfectópolis, hoy es un día grande para España y, de una manera especial, para los habitantes de este pueblo. Se ha llevado a cabo una idea que espero sea beneficiosa, no solamente para España, sino para todo el mundo. Hemos construido esta ciudad, que será sede de reuniones de sabios y políticos que intentarán solucionar los problemas que aquejen a todos los hombres, bien sean de índole política o humanitaria. Será una ciudad neutral que acogerá a todos los que tengan un proyecto que beneficie a la humanidad y, vosotros, los habitantes de Perfectópolis, seréis sus anfitriones y les atenderéis, en nombre de nuestra Patria, con exquisita atención. Vuestra misión será estar al servicio de todos aquellos que puedan aportar algo para mejorar la forma de vida del género humano, sin distinción de ideologías, credos, religiones, color de su piel u otras causas que marginen a cualquier pueblo. Estaréis en contacto permanente con el Gobierno de la nación. Espero que esta decisión mía, sea respetada por todos los españoles y sobre todo, por los gobiernos que en el futuro gobiernen España. Así se lo pido yo y, en el nombre de Dios, también lo pido a los futuros gobernantes. Quiero invocar desde aquí al Altísimo para que nos ayude a que esta tarea sea posible y redunde en beneficio de todo el género humano. Desde aquí grito: Viva ¡Perfectópolis!, ¡Viva España! ¡Viva la humanidad!.

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A cada viva del Rey, contestaban todos los allí presentes: ¡¡Viva!! Una salva de aplausos contestó a las palabras del Rey. A continuación se dirigieron todos a dar un paseo por las bellas y anchas avenidas de la ciudad, visitando algunos de los edificios más emblemáticos de la misma. Aquella noche, tanto el Rey como su séquito, se quedaron a dormir en las magníficas instalaciones del Hotel España, ocupando S.M. la suite real. Perfectópolis empezó a funcionar en el cometido para el que había sido construida. Congresos de personalidades, reuniones de sabios, conferencias de eminencias intelectuales… Todo lo que se diga es poco. Desde allí partieron muchas ideas que obraron en beneficio de otras personas. Plagas de hambre, de miseria, desgracias naturales… fueron mitigadas desde aquella ciudad con las ideas que allí mismo se creaban. Perfectópolis era conocida en el mundo entero. Cuando Alemania desencadenó la primera guerra mundial, una Conferencia para la Paz, funcionaba permanentemente dentro de sus muros. Si no hubiera sido por la influencia que sus estudios ejercían sobre las desgracias, posiblemente la guerra en vez de durar 4 años, hubiese durado muchos más. España seguía siendo una olla en ebullición que en nada alteraron los fines para los que Perfectópolis había sido creada. Vino la dictadura de Primo de Rivera, el gobierno de la segunda república y el destierro del Rey, Alfonso XIII, la terrible guerra civil española, el régimen de casi 40 años del General Franco y las autoridades que gobernaban en España en todos aquellos momentos, respetaron la independencia moral, incluso física de la Ciudad de la Paz, como llegó a llamársele en muchas ocasiones. Como si de una Suiza neutral se tratase, así fue respetada. Ni siquiera en la guerra civil fue alterado su estatus para el que había sido creada. Allí se sentaron alrededor de una mesa para dialogar españoles de uno y otro bando. Alemanes e italianos por un lado y franceses, ingleses, americanos… por otro. Me contaba mi abuelo paterno Saturnino, que desde allí se lanzó al mundo el descubrimiento de la penicilina por el doctor Fleming y muchos más mensajes de esperanza para todo el orbe. Que el mismísimo Gandhi vino varias veces a conferenciar sobre la paz en el mundo. Mi abuelo, que sin ser un hombre culto, dada su profesión de agricultor y el desarrollo de su vida en el ámbito rural, si era una persona inteligente, guardaba recortes de los periódicos de aquella época y tenía una memoria natural que había fijado muchos de los hechos que se desarrollaron en aquella ciudad a partir de su creación. Recordaba, entre otros acontecimientos, la fundación de las Naciones Unidas, que en realidad había dado su comienzo en Perfectópolis, con la redacción de Los Derechos Humanos, 14


redactados durante la guerra civil española. Las Naciones Unidas iniciaron su andadura por los diversos avatares de la cosmopolitica universal con su Art. 1º en el que se señala otro pensamiento que emanaba de Perfectópolis, allá en los inicios de la primera guerra mundial: …que una de las metas de las Naciones Unidas es alcanzar una cooperación internacional "en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión". Todo esto se cuenta en esta verídica historia, porque la fama de Perfectópolis traspasó los límites del universo, llegando hasta el mismísimo cielo, en donde Dios la utilizó con sus mensajeros celestiales para lo que allí sucediera, lo que sucedió a partir del año 2.009 y que en capítulo aparte se cuenta.

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CAPÍTULO II Los Mensajeros Divinos Durante mi larga vida en ningún momento dejé de interesarme por Perfectópolis. Incluso llegué a visitarla personalmente observando su arquitectura, sus gentes y su modus vivendi. Quedé asombrado del orden que reinaba en aquella ciudad, de la amabilidad y la cultura de sus gentes, de las reuniones que en la misma se celebraban. Lo que había empezado con unos mil habitantes, era una ciudad que alcanzaba los quince mil en el año 2009. El número de habitantes se había multiplicado por 15 en cien años. La ciudad, al haberse construido en un paraje del levante español en un terreno completamente llano, se había ido ampliando por los cuatro puntos cardinales de una forma proporcional y concéntrica en los terrenos que se denominaban Los Llanos del Rey, que el Gobierno de Alfonso XIII había expropiado y pagado a sus propietarios, por lo que figuraban en documento notarial, que esos terrenos eran exclusividad de Perfectópolis y que su uso solo se podía utilizar para el ensanche de la población, siempre y únicamente con fines, de ampliación de la ciudad y con una autorización exclusivamente del Gobierno español. Todo lo sucedido en la ciudad, es lo que a lo largo de los años fue ocurriendo entre sus muros. Mi abuelo murió en 1953 y no llegó a conocer muchos de los avances científicos y humanitarios que partieron o se dieron a conocer desde dentro de sus muros, aunque si me dio noticia de muchos hechos extraordinarios que ocurrieron en la primera mitad del siglo XX. Pero quizás lo más extraordinario que allí sucedió, lo fue a partir del día 31 de diciembre del año 2008 y del 1 de Enero de 2009. Coincidiendo con la noche vieja del año que iba a morir, 2008, el alcalde de la ciudad, máxima autoridad municipal, que solo mantenía contacto de todos los hechos oficiales de la ciudad con el Jefe del Estado español, que a la sazón era el Rey Juan Carlos I de Borbón, nieto de Alfonso XIII, se puso en comunicación con todos los habitantes del pueblo. Sobre las cinco de la tarde, cuando todos los vecinos estaban preparando lo necesario para despedir el año que iba a morir y darle la bienvenida al que iba a nacer, en el monitor de emergencia de cada casa, se encendió la pantalla de alarma. La pantalla de alarma era una pantalla normal de Televisión de unas 40 pulgadas, que desde el Ayuntamiento de la ciudad, se conectaba y activaba con todas y cada una de las pantallas que existían en cada casa, centro oficial, palacios de congresos, salones 16


públicos, hospitales o clínicas, centros de recreo… cualquier lugar de Perfectópolis en el que se pudiera encontrar un ciudadano del pueblo. El mensaje, una cinta grabada con imagen y sonido y que se repetía cada 15 minutos, mostraba la cara de Juan, Secretario del Ayuntamiento, que, con un rostro serio e impersonal, era escueto y parco en su locución: Esta noche, a las 21 horas, El Alcalde se dirigirá a todos los habitantes de Perfectópolis, para comunicarles una noticia de importancia universal. Nada más. 2 horas después, todos los habitantes de la ciudad, estaban enterados del mensaje. Mitad curiosidad, mitad alarma, estaban ciertamente preocupados por lo que el Alcalde pudiera decir. Situaciones de este tipo, la gente las había vivido en contadas ocasiones: Cuando empezaron las 2 guerras mundiales, cuando la guerra de España en 1936, el día que el hombre pisó la luna, por lo que tenía de extraordinario el paso que desde la tierra se daba para la conquista del universo y no se recordaban muchas fechas más. Algo de suma importancia debería haber ocurrido para que el Alcalde pusiera la alarma de las pantallas. Todos los habitantes estaban preparados a la hora indicada, para escuchar la buena o la mala nueva. Como un reloj, el alcalde Roberto Estrellas Cienfuegos, asomó a todas las pantallas a las 9 en punto de la noche. Esta autoridad no era nombrada por sufragio universal en unas votaciones municipales como en el resto de España u otros lugares del mundo civilizado. Dada la trascendencia de su cargo y la importancia de su misión, aquel cargo salía nombrado desde el Consejo de Ministros de España, que a su vez seguía las directrices de las Naciones Unidas, con unos requisitos ya establecidos y aceptados por todos los gobiernos de todas las naciones pertenecientes a la ONU. -Queridos conciudadanos, es para mí una responsabilidad cósmica, inició sus palabras el señor Estrellas Cienfuegos, dirigirme esta noche a todos vosotros con un mensaje divino, el rostro estaba preocupadamente serio. Os traigo un mensaje, no de las Naciones Unidas o de algún Presidente de vital importancia en nuestro mundo: Mi mensaje no es de este mundo. Este mensaje lo traigo de parte de Dios. El alcalde hizo un una pausa premeditadamente calculada, para que sus oyentes pudieran asimilar completamente sus palabras. El silencio, frío, denso y duro en todos los hogares de Perfectópolis, se podía cortar con un cuchillo. Todos los lugares de la ciudad, en donde la voz resonaba, y había personas oyendo las palabras del edil en hoteles, salas y salones de restaurantes, salones de congresos en donde habitantes que no celebraban la noche vieja, judíos, musulmanes o chinos por ejemplo, por 17


no seguir el calendario cristiano, estaban trabajando ajenos a la celebración cristiana, se quedaron sin habla. ¿Qué es lo que pasaba? Nadie se atrevía a hablar. Os lo repito: prosiguió el edil, este mensaje os lo traigo de parte de Dios. Han llegado a nuestra ciudad 9 mensajeros divinos que solo se han entrevistado conmigo. Traen de parte divina una proposición de vital importancia que os harán llegar mañana. Cenad esta noche en familia. Celebrad la fiesta de Nochevieja con todos los vuestros. Dad la bienvenida al nuevo años, 2009, con alegría. Si este mensaje que nos traen, viene de Dios, nada malo puede ser. Mañana a las 11 de la mañana, estaréis todos conectados a las pantallas de alarma. Yo estaré en este salón de plenos en donde estaremos el Secretario, yo mismo y los 9 mensajeros divinos. Os los presentaré y que ellos os trasladen la Voluntad Divina. Pienso que no debemos estar preocupados. Seguid vuestra vida normal esta noche y recordad que el ser ciudadanos de Perfectópolis, lleva consigo la responsabilidad de ser los primeros en los conocimientos de las grandes noticias, de las buenas y de las malas. Nada más. Hasta mañana a las 11 de la mañana. Buenas noches. En algo se trastocaron los planes de la noche vieja de los residentes en Perfectópolis. A pesar de que ya estaban acostumbrados a noticias de relevancia internacional, no en balde esta ciudad era centro de atención en todo el mundo, aquella noticia que venía de Dios, era digna de una atención preferente, por lo tanto debería encerrar un mensaje importantísimo. Los comentarios entre familias, grupos de trabajo, servidores de la ciudad, etc. eran graves y llenos de interrogantes. ¿Qué quería Dios de ellos? ¿Querría Dios destruirlos como a Sodoma y Gomorra por pecados cometidos por otros congéneres? ¿Iban a ser la cabeza de turco o el chivo expiatorio de pecados ajenos? Posiblemente la intención divina sería que sirvieran de correa de transmisión para comunicar algo al resto del mundo. Apenas si se cometieron excesos en la bebida y en la comida; los cánticos propios de esos días disminuyeron por razones de prudencia regadas con un poquitín de miedo. Escucharon, como era tradicional, las campanadas que la T.V. dio desde la Puerta del Sol de Madrid, con las que se decía adiós a 2008 y se daba la bienvenida a 2009. Casi todos los residentes en la ciudad se entregaron en los brazos de Morfeo y, con cierta ansiedad, se metieron en las camas esperando que amaneciera un nuevo día, que seguro que estaría lleno de ¿presagios de mal agüero? ¿de noticias gratificantes cuyos destinatarios eran ellos?

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Pas贸 la noche en un suspiro. La gente madrug贸, hicieron los pocos deberes que les correspond铆an a cada uno y se fueron acomodando delante de la pantalla de alarma. Se iba a descifrar el misterio divino.

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CAPÍTULO III El Mensaje

Con una puntualidad milimétrica, a las 11 de la mañana en punto, se encendieron todas las pantallas de alarma de la ciudad. Desde el Puesto de Mando del Ayuntamiento, en su sección de “Alarma”, se conectaron todos los aparatos. El acto, como prometió el alcalde el día anterior, se iba a celebrar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, que en realidad era un verdadero Paraninfo, con un amplio escenario y un patio de butacas para los asistentes a los plenos o cualquier otro acto protocolario, que se tuviera que realizar en aquellas dependencias. El realizador de la televisión del acto, un viejo profesional que llevaba muchos años de experiencia a sus espaldas, hizo un barrido del escenario en donde se encontraban los “actores”. Con una música de fondo, muy propia para la ocasión: el Aleluya de Haendel. Mostró en primer lugar la mesa de la presidencia, que estaba en el centro del escenario. El Sr Centellas Cienfuegos ocupaba el centro de la misma. A su derecha, pero en uno de los laterales, el Secretario con un taquígrafo a su lado, para tomar nota y levantar acta de todo lo que allí se dijera. Siguió el cámara mostrando el escenario. A la derecha de la mesa del Alcalde, otra mesa amplia estaban ocupados sus asientos por 5 personas y abriendo el ángulo de toma de imágenes, el realizador mostró a la izquierda del Alcalde otra mesa similar a la de enfrente, ocupada por 4 personas más. Todos en silencio, solo el Aleluya in crescendo, subía un poco el diapasón de las notas musicales. El Hallelujah resonaba en todas las pantallas. Aleluya, porque el Señor Dios Omnipotente, reina. Aleluya. El reino de este mundo se ha convertido en el Reino del Señor y su Cristo. Hallelujah. Rey de reyes. Señor de señores. Reinará por los siglos de los siglos. Hallelujah. Sin estridencias pero con unos tonos más altos, resonaba el coro que cantaba el himno al Señor. Las cámaras de televisión se recrearon en los 9 hombres sentados a ambos lados del escenario, en unas mesas de color azul cielo. Los 9 acompañantes del alcalde eran 9 seres muy bellos, unas facciones que diríase que eran angelicales, unos cabellos a media melena, rubios como la miel y unos ojos, también azules, a juego con el color de la madera de ambas mesas. Los rostros de los 9, lucían una sonrisa tierna y angelical. Parecían niños de corta edad a veces y otras seres venidos de algún lugar del más allá, con las facciones de efebos de otros siglos. Con un tono un poco más alto, el Aleluya, que fue in 20


crescendo, cesó de una forma abrupta, dejando con muy buen sabor de oído a todos los que escucharon aquel himno al Señor. Una de las cámaras enfocó en un primer plano el rostro del alcalde. Todos los ciudadanos de Perfectópolis apreciaron en su pantalla de alarma la diferencia entre el alcalde y sus acompañantes. Sin ser un hombre desagradable en cuanto a su físico, antes al contrario, era un hombre con cierto atractivo, se notaba que entre aquel hombre y los allí presentes, la diferencia era como comparar al actor Richard Gere de su espléndida juventud, con el Quasimodo de Notre Dame de París. Cada uno de aquellos seres, portaban un canon de belleza irrepetible. Eran tan bellos que parecían jóvenes mujeres hawaianas. Yo diría algo más: Parecían seres asexuados. Sin sexo. Con el fondo de la Flauta Mágica de Mozart, se inició el discurso del Alcalde. -Queridos conciudadanos, poco me queda por decir después de mis palabras de ayer. La importancia que nuestra ciudad ha adquirido en todo el orbe, ha trascendido más allá, no de nuestras fronteras terrenales, que eso se da por hecho desde hace muchos años, sino de nuestros límites terrenales. Ha llegado hasta el Paraíso, el cielo. Ha llegado a los aposentos de Dios, si es que se puede decir que Dios se aposenta en algún llugar, cuando Él ocupa todo el espacio universal. Dios, al que yo en mi ignorancia no se qué título debo darle: ¿Divina Majestad? ¿Rey del Universo? ¿Hacedor de todas las cosas? ¿Omnipotente ser Superior a todo lo creado? ¿Cuántas cosas más se le podría llamar sin llegar a ser perfectos en su definición? Por eso, con infinita humildad y el más humilde de sus siervos, le daré el titulo de Dios, que para mí es el Omnipotente, el Creador de todo lo habido y por haber. Pues bien, queridos conciudadanos, Dios nos ha enviado a estos 9 seres angélicos que me acompañan, con un mensaje para todo el mundo pero a través de nuestra población. Seremos los intermediarios entre Él y el resto de la humanidad. Una vez más seremos el hilo conductor de una buena noticia entre la Divina Majestad y el género humano terrestre. Por eso dejaré la palabra al que se le podría llamar el Jefe de la misión celestial. Que él os informe. Calló Roberto Estrellas y el realizador del programa ordenó que la cámara correspondiente, enfocara a uno de los personajes que estaba en la mesa a la derecha del alcalde. La expectación en toda la ciudad era inmensa por saber cuál era el mensaje que traía aquel ser del Más Allá. Un primer plano daba la imagen del personaje divino. El rostro muy bello, aparentaba unos 30 años. Inició su discurso con un tono de voz

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dulce, melodioso, como un tenor que estuviera interpretando una ópera, con sentimiento y con una constante sonrisa en sus labios: -Me llamo Serafín y soy un emisario de Dios al planeta Tierra con una oferta muy concreta que después os diré. -Su voz melodiosa, con un tono sin altibajos, modulada y limpia, con una dicción perfecta, daba la sensación de estar oyendo a un joven de una edad indefinida-. Pertenezco, continuó, a los Coros angelicales de Dios y me acompañan un componente de cada uno de los Coros. Yo estoy integrado en el de mayor categoría, al de los Serafines que es por el nombre que debéis llamarme. Soy de este grupo y mi dignidad es ser Consejero de mayor jerarquía de todos los Coros. Poseo, cuando estoy en la Corte Celestial, 3 pares de alas con ojos en cada una de ellas. La cámara os irá mostrando los rostros de los que yo os voy a presentar y con los que vosotros dialogaréis para llegar a un acuerdo. Todos los rostros parecen iguales, pero son distintos. Este que veis, (la cámara mostró al siguiente), debéis llamarle Querubín, su grupo tiene 2 pares de alas semejantes a las mías y me sigue en poder y dignidad. Pertenece al grupo que son Guardianes de la Luz y de las Estrellas. Satanás, que pertenecía a este grupo de Querubines, cuyo nombre era Luz Bel (Luz Bella o Ángel de la Luz), fue el que se sublevó contra Dios. ¿¡¡Quien como Dios!!? se le dijo por el resto de coros celestiales. Lo expulsamos a él y a todos sus seguidores y desde entonces andan vagando por las tinieblas exteriores, creando el mal y tratando de apartar a las almas de su Creador. La cámara se fijó en el siguiente rostro: Llamarle Trono, dijo Serafín con su voz melodiosa. Somos los tres de la primera Jerarquía. El Grupo de los Tronos son los espíritus de las estrellas. Sus alas, en el Reino celestial, son circulares luciendo los colores del arco iris. Os seguiré mostrando a vuestros interlocutores. Sigue la segunda Jerarquía. A este, llamadle Dominación, ya que su grupo llamado Dominaciones, son los responsables de que el universo se mantenga en orden. Que el Caos no perturbe la regulación matemática de todos los astros, las estrellas, los planetas y los soles que se multiplican en la infinitud universal. Aunque las Dominaciones apenas se manifiestan ante los hombres, Dios el Creador de todos nosotros, ha tenido a bien mandar una representación para que los hombres conozcáis lo que son. La cámara siguió girando para mostrar al siguiente personaje y último de esta mesa. Este era algo más delgado que los demás. A este llamadle Virtudes. Las Virtudes son los responsables de supervisar a los grupos de las personas y normalmente se manifiestan en forma de rayo de luz. Pasemos a la mesa de enfrente, continuó Serafín. 22


A este, -el que estaba sentado en la mesa que había a la izquierda del Alcalde- Llamadle Potestad, y sabed que las potestades son los responsables de guardar la conciencia y la historia de los seres humanos, tanto los de aquí como los de otros planetas de distintos sistemas planetarios. Las Potestades también son los responsables de la Muerte y de los nacimientos y algo muy importante: supervisan la distribución de los poderes entre los humanos, procurando que no caiga mucho poder en una sola persona durante mucho tiempo terrenal. Con esto se termina la Segunda Jerarquía. En la Tercera Jerarquía, prosiguió Serafín, la cámara giró al rostro del siguiente, nos encontramos con los encargados de estar más cerca de los hombres, de los gobiernos y de los pueblos. Su vestimenta suele ser como los soldados antiguos, con túnica y llevan velas y palmas. El primero que ya tenéis en pantalla, llamadle Principado, pues a los Principados pertenece, siendo su misión entre los humanos guardar las naciones para que Luz Bel o Satanás no introduzca su maldad en ellas; supervisa la política para que ningún visionario o fanático de las ideas, puede imponer en su pueblo la perdición durante mucho tiempo. Está atento a la Política, al Comercio y a los Militares, para que en ninguno de esos ámbitos se imponga el desorden, el fraude y la locura. Al que viene llamadle Arcángel o Rafael. Ellos son los Administrativos de los seres celestiales. Entre los Arcángeles, el más cercano a los hombres es Rafael que es quien ha sido enviado por Dios, el Sumo Hacedor, para cumplir esta misión. Los Arcángeles, que solo son 7, son los guardianes de los personajes importantes: el Sumo Pontífice, el Papa, los grandes personajes como Jefes de Estados poderosos, Cardenales, Militares con grandes poderes, etc. Serafín se iba recreando en sus explicaciones y en el rostro de sus ayudantes. Y por último a este, llamadle Ángel, es el más conocido por los hombres, pues les prestan su ayuda como Ángel de la Guarda y además son los Mensajeros de Dios. Su número es casi infinito. Estos somos los componentes de las 3 Jerarquías que venimos a la tierra, a esta ciudad, con el Mensaje Divino. Ahora que ya conocéis a los 9 Emisarios Divinos, prosiguió, os diré cual es la proposición que os hace Dios. Cuando hace muchos años, para vosotros 50 mil quizás, lo que para vosotros es la suma de muchas vidas, para nosotros, las Jerarquías es un suspiro y para Dios es un instante, Dios creó al hombre y de él sacó a la mujer, su compañera; a los dos los hizo libres y que pudieran actuar según su libre albedrío, pero siendo responsables de sus actos y teniendo que rendir cuentas al morir al autor 23


de su vida: El Sumo Hacedor. Por el hombre y la mujer, en los primeros instantes de su creación, ayudados por Satanás, entró la desobediencia en el género humano y la desobediencia a Dios supuso un pecado muy grave y por el pecado vino el castigo y la muerte, haciéndose extensiva esta pena a todos sus descendientes que sois vosotros. Eso es algo que hasta ahora Dios no lo ha perdonado; por eso la muerte sigue existiendo entre vosotros y sigue siendo el signo de igualdad que os une a todos, pues todos, Reyes o mendigos, Papas o irreligiosos, Generales o Soldados, Jefes de Estado o Barrenderos, Santos o Blasfemos, todos sois iguales en el último segundo de vuestras vidas: La muerte es común para todos los mortales, pues ningún inmortal ha nacido de mujer, excepto el Hijo de Dios, que nacido de una Virgen, murió, tal como estaba dispuesto, pero resucitó reuniéndose con el Padre y con el Espíritu Santo. La muerte es lo que siempre os ha igualado y por ahora seguirá siendo así. Lo que para vosotros es un hecho excepcional, un caso único: Vuestra muerte. Dios sabe que es un trance necesario para seguir viviendo en otra dimensión diferente a la humana, pero un trance doloroso. Y esta es nuestra misión para con vosotros: Venimos de parte del Dios Creador del Universo a proponeros que: Cada cual pueda elegir la forma de muerte que mejor le parezca. Esta es la oferta divina. Los casi 15 mil ciudadanos de Perfectópolis que estaban conectados con el despacho del Alcalde o estaban de viaje o fuera de la ciudad y seguían la reunión a través de Internet por medio de sus teléfonos móviles, quedaron sin habla. De pronto se les vinieron a la mente, a todos, miles de preguntas. ¿Desde cuándo se modificaría lo que ocurría en la actualidad? ¿Por qué no evitar la muerte? ¿Por qué no se podía elegir el momento? ¿Quién elegiría la muerte de los niños que morían a muy temprana edad? ¿Quiénes la de los ancianos con demencia senil o privados de conocimiento? ¿Porqué no elegir la muerte de otros? ¿Porqué…Porqué…Porqué…? Pero Serafín leyó los pensamientos de las 15 mil personas. -¡Quietos los pensamientos!, dijo. ¡Dejad vuestras mentes en paz! Estoy leyendo todo lo que vuestras cabezas manejan. Antes de plantear vuestros interrogantes, dejad que os explique el porqué Dios ha decidido que este experimento se inicie en vuestra ciudad. Nada de lo que ocurre en la tierra o en cualquier rincón del universo, le es ajeno al Altísimo, continuó Serafín. Él sabe la trascendencia e importancia que Perfectópolis tiene en todo el orbe terrenal. Cómo vuestra ciudad ha sido modelo y ejemplo para el resto del mundo desde hace un siglo. Todo lo que se ha planeado o ideado aquí, ha tenido 24


trascendencia en el resto del planeta. Esta ha sido la causa que Dios eligiera este lugar para iniciar este experimento. De momento solo podréis elegir el modo como queréis morir. De qué manera. Por qué causa. Es posible que más adelante se os concedan otras prerrogativas: En qué momento, teniendo siempre un límite; o decidiendo por otros que no pueden hacerlo; o en qué lugar. Nunca pidáis a Dios que no queréis morir. Es por una pura cuestión de lógica o de matemáticas. Sería imposible que en la actualidad este planeta albergara a todos los seres humanos que han habitado la tierra desde la primera pareja. La tierra no está preparada para albergar una población, que si bien empezó con una pareja de seres de cada especie, su aumento de población, lo ha sido en progresión geométrica y llegaría un tiempo en el que el globo terráqueo no podría alimentar ni cobijar a todos los seres humanos que albergara. Tened en cuenta que la muerte no es el final de la criatura, aunque si lo sea del cuerpo material. Después de la muerte existe “el más allá” que es a donde van todos los que han vivido en la tierra. Por lo tanto no hay más opciones que elegir el modelo de muerte, lo que ya se puede considerar un gran logro y poder evitar todo aquello que os cause temor, dolor o pánico a lo desconocido. Os concedo un tiempo de 15 minutos para que entre vosotros habléis y cambiéis impresiones sobre la proposición divina. Todas las pantallas de alarma se desconectaron. Lo que sucedió entre los habitantes de Perfectópolis es inenarrable. A pesar de que sus habitantes era gente preparada y con un nivel de conocimientos por encima, muy por encima, del resto de la población mundial, las dudas martilleaban sus cerebros. Algunos ya intercambiaban no su “modus vivendi” que había sido hasta ahora su preocupación, sino su “modus morituri” que también era importante. Se podrían evitar las enfermedades de larga duración, o la muerte súbita o por accidente doloroso, por ejemplo el fuego o ahogamiento, o la muerte por asfixia, o… Todos iniciaron ya planes con vistas al futuro sin saber todavía lo que les depararía el Jefe de las Jerarquías celestiales. A otros no les parecía bien la propuesta divina. Si elegían morir en accidente ferroviario o de automóvil o de avión, procurarían no viajar nunca en semejante transporte y ello acarrearía consecuencias todavía imprevisibles. Si elegían el suicidio, procurarían tener la mente lúcida para jamás llegar a esos extremos, si elegían… Las pantallas de alarma se encendieron automáticamente en todos los lugares de la ciudad. Apareció Serafín en pantalla.

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-Supongo que todos habréis estado cambiando impresiones sobre la propuesta divina. Nuestro Supremo Hacedor no desea coartar la libertad de los hombres, por lo que os dejará en plena libertad para elegir el modo de lo que algo ineludiblemente debe llegar: La muerte. Habrá unos días de reflexión. A partir de mañana Perfectópolis quedará cerrada a todo acto de carácter mundial, quedando solo y exclusivamente para vosotros. En vuestras pantallas de alarma, aparecerá el lugar al que debéis asistir, así como las horas de asistencia. Los 9 emisarios nos distribuiremos en los lugares apropiados: Salones de Actos, Paraninfos, Aulas Magnas, Teatros… todos los lugares que posee la ciudad y que tienen un aforo para cobijar a todos los habitantes que se distribuirán 12 horas diarias, divididas en 6 clases, (cada clase tendría un tiempo de 2 horas). Con dos horas diarias, tendréis tiempo de que el mensajero que os asista, sabrá resolver vuestras dudas. Cualquiera de nosotros está preparado para contestar todo lo que preguntéis. Tened en cuenta que llevamos cientos, miles de siglos como Ayudantes del Omnipotente, del Todo Poderoso y no tenemos duda que todo quedará como el Supremo desea. Se os dará, continuó Serafín, en la primera clase de asistencia, como referencia y de modo genérico, una lista de enfermedades mortales o modos de morir que no sean enfermedad, para que cada cual elija la suya. El modo como se hará, ha sido decidido por el mismo Dios: Quiere que si Él ha demostrado una generosidad con vosotros por la que delega la elección de vuestro tipo de muerte, vosotros a cambio mostréis la misma generosidad con vuestros hermanos más necesitados, que son los del continente africano. Dios, Todopoderoso, puede resolver cualquier problema en un instante, es más, para Dios no existen los problemas, pero si para vosotros. Y en el Pensamiento divino está toda la tierra África incluida. Pero Dios quiere probar el grado de solidaridad que tenéis con vuestros congéneres, que no tienen el nivel de vida vuestro y necesitan de vuestra ayuda. Se os entregará el último día un boleto de lotería, que se llamará Lotería Celestial, a cambio de vuestra solidaridad, a todos aquellos que lo quieran. Recordad siempre que sois hombres libres. Por supuesto hombres y mujeres libres. Este boleto el Omnipotente lo valora en 3000 euros de vuestro actual sistema monetario. Al manifestar vuestro modelo de muerte, este queda anotado en el resguardo del billete o contrato. Llevadlo siempre con vosotros o guardadlo en lugar seguro y, cuando la muerte os alcance, os presentaréis ante el Altísimo con él y se os dará el premio que ha merecido vuestra generosidad para con vuestros hermanos en la tierra.

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Los que no deseen “jugar” este destino, son dueños de su libertad para hacerlo o no hacerlo, teniendo en cuenta que el gesto de generosidad y caridad humana, también se tendrá en cuenta en vuestro juicio final. En vuestras pantallas de alarma aparecerá esta noche el lugar y la hora a donde debéis asistir mañana. Con esto finalizo mi intervención por hoy. Os deseo que paséis un buen día a todos. Eran las tres de la tarde cuando terminó la comparecencia de Serafín ante las pantallas de T.V. La tarde fue decayendo poco a poco, acercando las sombras a la ciudad y matando la poca luz que iba quedando en el levante español. La noche se fue apoderando de las calles y de las casas de Perfectópolis. Sus moradores, preocupados más con su destino, no dejaban de pensar que lo que ellos hiciesen, serviría como ejemplo para todo el mundo. Las emociones, el cansancio y la responsabilidad se fueron apoderando de sus cuerpos cansados y el sueño se introdujo en sus mentes sin apenas darse cuenta.

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CAPITULO IV

La Decisión Los primeros rayos de sol del día 2 de Enero de 2009, se fueron introduciendo subrepticiamente en los domicilios de cada uno. La ciudad situada y construida en la parte más oriental de la península ibérica, se despertaba mucho antes que el resto de las ciudades españolas. Los que no tenían clase, teatro, lugar o reunión matinal con alguna de las Jerarquías, se incorporaron a sus trabajos ordinarios; los que tenían cita con alguna de las Jerarquías, se trasladaron a su lugar de reunión con la Jerarquía que les estaba esperando allí. Los 15 mil habitantes de Perfectópolis tuvieron la noche anterior puntual conocimiento de su lugar de asistencia y la hora que deberían asistir para recibir las instrucciones para su toma de decisión. Todos los lugares de la ciudad que tenían una cabida superior a 100 personas, estarían ocupados por las 9 Jerarquías, una en cada local y los habitantes de la ciudad correspondientes a cada aula. Desde los Palacios de Congresos y Exposiciones, que había 3 con un aforo cada uno de 800 personas, hasta algunos Paraninfos con una capacidad de 100 personas, todos estarían ocupados en las horas lectivas. A los extranjeros que no estaban censados y por lo tanto no eran ciudadanos de Perfectópolis, el Alcalde les invitó amablemente a que abandonasen la ciudad y ya se les avisaría, cuando todo hubiere finalizado, para volver a continuar sus trabajos. El horario de clases explicativas sería de 10 de la mañana a 11 de la noche, respetando media hora de descanso en cada comida, para que los emisarios pudieran comer, pues al entrar en contacto con los habitantes de la tierra, por decisión divina estaban sujetos a las mismas necesidades que sus pobladores. Por lo tanto las Jerarquías trabajarían 12 horas, aparte su hora para las dos comidas. Todas las personas ajenas a la ciudad, abandonaron la misma antes de la 10 de la noche del día 1 de enero. Todos los habitantes quedaron, como si de una jornada de reflexión se tratase, hablando entre ellos y haciendo conjeturas sobre qué muerte sería la más digna y menos dolorosa. Así pues, todos se fueron levantando para incorporarse cada uno a la tarea que le correspondería a lo largo de la mañana: Ir a trabajar o meditar y asistir a clase de la Jerarquía la mitad de la población. Por la 28


tarde se invertirían las tareas con el otro 50%. Así hasta que todos los conceptos estuviesen suficientemente claros y asimilados por los ciudadanos que se iban a someter a semejante experimento. A las 10 de la mañana cada uno de los ciudadanos que les tocaban clase, estaban en las aulas correspondientes. Asistamos como modelo inicial al Palacio de Congresos en el que Serafín ejercía su labor didáctica. Solo, en el amplísimo escenario, sentado a una mesa y un micrófono, para que por el estupendo servicio de megafonía su voz fuera percibida por todos los asistentes. -Quiero iniciar mi labor de enseñanza, con lo mismo que lo haremos todos. –Como fondo de sus palabras, una música repetía de forma melodiosa el Santo, Santo, Santo, Partitura que los Serafines entonaban de forma continua para mostrar la gloria de Dios-. Lo primero es que se os mostrará una lista de las enfermedades a las que tenéis derecho a elegir para morir. En el respaldo de cada asiento de este foro, como ya sabéis, tenéis una pequeña pantalla de T.V. Que cada uno se fije en el de delante. Los 800 televisores adquirieron vida de forma repentina, mostrando lo escrito en sus pantallas de 19 pulgadas: Enfermedades del corazón, por ser este el órgano principal del cuerpo humano. Infartos de miocardio, anginas de pecho y todo lo que lleve consigo la paralización del corazón. Enfermedades cerebrales, trombosis, ictus, congestiones cerebrales, demencias seniles, alzhéimer, párkinson y todo lo relacionado con el cerebro. Enfermedades relacionadas con los diferentes órganos del cuerpo humano. Hígado, riñones, estómago, páncreas... Enfermedades causadas por picaduras de mosquitos. Si alguien quisiera mostrar su solidaridad con nuestros hermanos africanos, puede morir de lo que cientos de miles de ellos mueren cada año: tripanosomiasis, dengue, leishmaniasis, malaria, chagas, filariásis linfática. Todas ellas producidas por picaduras de mosquitos o de la mosca Tse, tse. Enfermedades producidas por picaduras de serpientes venenosas que paralizan el corazón. Por VIH, (SIDA). Cáncer que afecte a órganos vitales: pulmones, cerebro, hígado, páncreas, próstata, leucemia. Poliomielitis, asma, tuberculosis, obstrucción grave de las vías respiratorias. Se puede elegir a que órgano queremos que le afecte.

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Enfermedades degenerativas que afectan al sistema nervioso, como la de Creutzfeldt-Jakob. Diabetes y todo lo relacionado con la misma. Enfermedades degenerativas de los huesos o la columna vertebral, esclerosis múltiple, artrosis, etc. Accidentes ajenos a nuestra voluntad. En vehículos, aviones, barcos en alta mar, otros medios de locomoción o accidentes naturales como erupciones volcánicas, fuegos en bloques, pisos, montes, terremotos, tsunamis, ciclones, huracanes. Muerte por ejecución en los países que aun se mantiene la pena de muerte. La silla eléctrica, cámara de gas, inyección letal, fusilamiento, tiro en la nuca, ahorcamiento, guillotina. Por imprudencias nuestras o ajenas. Caída al vacío desde una altura considerable, despistes de conductores de aeronaves o maquinarias que estén a nuestro servicio, escaladas a altas montañas o bajada a simas y grutas subterráneas. Por guerras en las que participemos en contra o con nuestra voluntad. Muerte a manos de otros. Víctimas de una pelea, ser asesinado para ser atracado o cualquier otro motivo. Secuestro y muerte por bandas de malhechores o terroristas; por inanición o ejecución. El suicidio de las múltiples formas y variables que hay. Un balazo en la cabeza, ahorcamiento, envenenamiento, electrocución, lanzamiento al vacío, asfixia voluntaria... La televisión dejó de informar y la proyección terminó. -Estas y otras que podéis consultar en la página web que se llama compromisodemuertedigna@.ci son las diferentes formas que hay para morir. La CI final quiere decir que esta página web es del cielo y solo admite los correos que vayan con la muerte elegida. Ahí encontraréis el resto de muertes por inverosímiles que os parezcan. Se pueden poner al solicitar el billete de Lotería Celestial y la forma que vosotros decidáis, es la que se os respetará. Sí hay que tener en cuenta una cuestión muy principal: Dios da la vida y el único capaz de quitarla es Él. Por lo tanto el suicidio se puede considerar, y así lo considera el Altísimo, un delito contra Dios, un pecado. Pero como nacisteis libres, libres sois para elegir como muerte el suicidio si esta es la forma por la que decidís morir. Vuestra es la responsabilidad y quien así lo hiciere cargará con la pena que el Todopoderoso le imponga. Ahora la cuestión es que las dudas que tengáis, debéis exponerlas ante nosotros y trataremos de aclarar y dilucidar como quedará el compromiso vuestro con Dios. Ahora, antes de 30


entrar en debate, pulsar el botón que hay debajo del televisor en el que habéis visto las diferentes formas de morir. El botón que pone “Copia” y os saldrá impresa la lista que antes habéis leído en la pantalla. En todas las aulas el discurso fue más o menos el mismo. En una de las aulas magnas, muy semejante a todas las demás Jerarquías estaba Querubín. Querubín pertenecía al orden que perteneció Luz Bel o Satanás y era el responsable del orden sobre el caos. Y de una forma especial, cuidaba del Árbol de la Vida. Después de la lista de muertes posibles, se abrió el debate de preguntas. En cada sillón había un botoncito que al pulsarlo se abría un altavoz y, a través de el, se hablaba y escuchaba en toda la sala. -Jerarquía de los Querubines, me ha parecido notar que toda la oferta celestial es dirigida solamente a los pertenecientes al mundo cristiano. Yo soy judío. ¿Los de otras religiones también pasan a formar parte de los beneficiados en esta oferta independientemente de sus creencias religiosas? La pregunta provenía de un profesor de Física Quántica que ejercía en la Facultad de Ciencias Físicas de Perfectópolis. -Por supuesto que sí entráis todos. Primero debéis tener en cuenta que las religiones de la tierra, todas las religiones que sean de carácter y creencias monoteístas, adoran y veneran a un solo Dios, caso de Cristianos, musulmanes y judíos. Todos rinden su tributo al Dios Único y esas tres religiones le nombran prácticamente con los mismos nombres: El Omnipotente, el Todopoderoso, el Altísimo, etc. etc. o lo que es lo mismo: Dios, Aláh o Jehová. Es el mismo Dios para todos. Y los que tienen una religión politeísta, el fin es el mismo, ya que en todas las religiones, por muchos dioses que tengan, siempre hay uno que es el principal, que viene a ser como el Dios de todos los dioses. Siguió el debate en el aula de Querubín. En uno de los teatros de la ciudad, con un aforo para casi 300 personas, presidía el debate Trono, cuyas Jerarquías eran los responsables de cuidar el Trono de Dios y de guiar a los gobernantes de la Tierra en las decisiones que debían tomar. -Jerarquía de los Tronos, preguntó un funcionario de la Policía Municipal y de Servicios, ¿sería posible suplicar a Dios, que quitara totalmente el dolor o al menos lo mitigara en gran medida para que a la hora de morir no sufriéramos? -El dolor, contestó Trono, es inherente con el ser humano, ya que este viene arrastrado desde que el primer hombre y la primera mujer, Adán y Eva vuestros primeros padres, desobedecieron a Dios en el Paraíso Terrenal. De todas formas, el Todopoderoso en su omnisciente 31


inteligencia, ha permitido en su Infinita Bondad, que los mismos hombres hayan descubierto unos cuidados paliativos que disminuyen enormemente el dolor físico, si bien es cierto que lo es en detrimento del conocimiento de los seres. En otra de las salas, Dominaciones, perteneciente a la 2ª Jerarquía, presidía desde el escenario y contestaba al debate. -Jerarquía de las Dominaciones, ¿tú que representas el Poder Divino sobre toda la creación, no sería posible prolongar la vida humana o eliminar la muerte? La pregunta venía de un chico joven, poco más de 20 años, estudiante de Teología en la Universidad Cristiana de Perfectópolis. -La muerte no es todavía motivo de discusión con el Altísimo. Ya se ha dicho que se ha de morir para hacer el tránsito al otro mundo. Metafísicamente este planeta no podría albergar ahora mismo a todos los seres vivos, humanos o no, que han pasado por la tierra desde su creación. No habría medios para controlarlo ni se produciría lo suficiente para alimentarlos a todos. La Tierra es un planeta más creado con un fin determinado y ese fin no es el de llenarlo de seres. En cuanto a la prolongación de los años de vida, que era su otra pregunta, de hecho ya se ha prolongado. Hace muy pocos años la esperanza de vida humana sobre la tierra era de 40 o 50 años y en muy poco tiempo, se ha prolongado hasta los 80 años prácticamente. Dios seguirá tolerando que la ciencia humana, que no es otra cosa que una prolongación de la ciencia divina, siga investigando para prolongar la vida de una forma razonable, pero nunca indefinidamente. En otro Palacio de Congresos y Exposiciones, muy cerca del anterior, Virtudes, responsable del Reino Mineral, presidía el primer debate Divino-Humano. -Jerarquía de las Virtudes, soy el primer Teniente de Alcalde de esta población. Vosotras las Virtudes, sois quienes confieren al hombre el poder discernir entre lo bueno y lo malo. Yo creo saber lo que es el bien y lo que es el mal. Yo soy ateo, por lo tanto no creo en Dios. ¿Como un Ser que para mí no existe, puede disponer sobre mi vida y mi muerte y concederme unas prerrogativas que yo rechazo? Si yo tuviera que elegir una forma de muerte, la mía sería el suicidio, que es la negación de la vida. -Dios, en su infinita Misericordia, consiente que seres como tú, puedan discrepar de su existencia y no por eso te considera su enemigo, contestó Virtudes con lentitud. Tu vida, que es creación divina, solo le pertenece a Él y Él pactará contigo la forma en la que tú quieres acabar de vivir. Y mal puedes tú negar la vida, aunque te suicides, cuando ya llevas más de 40 años vi-vi-dos. Pero eres un ser tan minúsculo comparado con 32


Dios, que Él sí pactará contigo tu desenlace final y podrás contemplarlo en toda su gloria, cuando tu espíritu abandone tu cuerpo que, convertido en polvo, quedará abandonado en esto que vosotros llamáis Valle de Lágrimas. En el Salón de Plenos del Ayuntamiento estaba el Alcalde de la ciudad, que, como un ciudadano más, asistía a lo que para todos los habitantes sería una de las fechas más relevantes de su existencia. Presidía Potestades por su gran importancia dentro de las Jerarquías celestiales: Encargado de proteger al hombre de sus enemigos exteriores, como son los demonios y responsable también de los 4 elementos que constituían el espíritu y la vida: El Agua, el Fuego, la Tierra y el Aire. Potestades tenía sobre su mesa el atributo que lo distinguía de las demás Jerarquías: Una espada flamígera, que despedía una intensa luz y un calor de fuego permanente. El Alcalde solicitó, de quien presidía la reunión, permiso para hacer una pregunta, que le fue concedido. -Jerarquía de las Potestades, tengo un problema de difícil resolución. Un hijo de 2 años que, a mi juicio, no puede decidir este futuro que todos o casi todos los habitantes de la ciudad harán. Quisiera que en su nombre, yo, como padre suyo que soy, pudiera decidir algo que no deseo que le llegue a tan temprana edad. Pero no quisiera que la muerte le sorprendiera con dolores innecesarios para morir. -Previsto está por el Omnipotente esta contingencia que me planteas, contestó Potestades. Se dirá más adelante que por todos los niños menores de 10 años, los padres solicitarán por ellos su forma de muerte. Solo la Divina Inteligencia de Dios sabe quiénes van a morir. Por ley de vida sabemos que los jóvenes suelen sobrevivir a sus mayores, aunque esto no es regla preceptiva. Los que no mueran, que lógicamente serán la mayoría si no lo son todos, a los 10 años quedarán libres de la petición de sus padres, pudiendo ya elegir por ellos mismos. Luego se supo que el Alcalde Roberto Estrellas solicitó que, caso que su hijo muriera, fuera como consecuencia de una parada cardíaca. Suponía que eso sería lo menos doloroso para el niño. Para él pidió lo mismo, como luego se supo. Solo serían segundos en perder la vida. En todas las salas, salones y grandes espacios, el debate de las preguntas era continuo y así lo fueron los días 2-3-y 4 de Enero. En otro de los teatros, presidía Principados. Esta Jerarquía era la encargada de conferir al hombre la sumisión de todas las cosas. Todo lo creado por Dios, animales, plantas, vegetales, todo estaba sometido al hombre como ser supremo de la creación. Este Principado era responsable del reino vegetal. 33


-Jerarquía de los Principados, soy un profesor de Matemáticas y veo las cosas desde una perspectiva racional, razonable lógica y cartesiana: Bien está que Dios nos conceda el saber de qué vamos a morir, porque nos da la posibilidad de que seamos nosotros mismos los que decidamos esta cuestión. Pero sería más justo si se nos indicara el momento en el que ese luctuoso hecho sucederá. Así estaríamos preparados para afrontar tan difícil trance. ¿Por qué no incluirlo en el billete de la Lotería Celestial? -Estimado profesor, como todos saben, Dios me tiene encomendada la comisión de conferir al hombre la sumisión de todos. ¿Qué más enemigo de cualquier persona que saber exactamente el día y la hora en que abandonará este mundo? Esa certidumbre sería un martirio continuo. Los días pasarían a la velocidad de los relámpagos, las horas serían fugaces y la intranquilidad de una hora menos, un día menos, un año menos, os llevaría al borde de la desesperación y ¿por qué no? del suicidio. Existe la experiencia a lo largo de la historia, y yo tengo unos pocos siglos de experiencia histórica, que nada hay peor que la espera de un condenado a muerte sabiendo el día de su ejecución. La espera es su mayor martirio. De nada puede disfrutar sabiendo que sus horas las tiene contadas. Y conforme se va acercando el día fatídico, el tiempo se le hace más corto y las horas más insufribles. Sin embargo el que va a morir e ignora cuándo, puede estar disfrutando de la vida hasta el último momento y la muerte le puede sorprender sin darse cuenta. ¿Por qué? Porque ese ser tiene esperanza. Tiene esa sensación de que a él no le toca todavía. Todos los humanos piensan lo mismo: La muerte es eso que le pasa a los demás, piensan todos ellos, pero nunca barajan la posibilidad de que les puede tocar a ellos. El saber la hora de tu muerte, aparte de no tener esperanza, no haría sino precipitar los acontecimientos, tener un carácter irascible sin posibilidad de consuelo, puesto que el final, que ya sabemos es irremediable, solo haría precipitar los malos acontecimientos y adelantar la muerte en vida lo que no debe ser efectivo hasta el momento en el que Dios lo tiene dispuesto. Bien es verdad que todo es como consecuencia de la poca fe que tiene el mundo actual. Si sabemos que después de la muerte, lo que nos espera es Dios para premiarnos por nuestras buenas obras, gozar con Él y sus ángeles, nada tendríamos que temer, pero la duda de ¿qué habrá después? o ¿existirá Dios realmente o todo será un invento de los religiosos?; todo esto lleva consigo la desesperanza, la zozobra y la duda. Mejor no saber cuándo vais a morir, lo contrario es padecer un sufrimiento anticipado que en nada mejora la vida

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de los hombres mortales. Dios que es infinitamente Justo, antepone la Esperanza a la Desesperación. En el patio de butacas de un cine, presidía la reunión de los habitantes de Perfectópolis el Arcángel Rafael, aunque el líder natural de esta Jerarquía es Miguel, Dios prefirió mandar a Rafael. Entre las preguntas dirigidas al mismo, una destacaba por su humildad: -Rafael, Jerarquía de los Arcángeles, soy una monja natural de esta ciudad. Pertenezco a la Orden de Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, me llamo María de la Sangre de Cristo y me hallo aquí después de 20 años ausente de Perfectópolis. He venido a ver a mi familia y supongo que a despedirme de ella, pues otros 20 años no creo que me de Dios de vida y menos en las condiciones de precariedad y peligro que vivimos en la selva de Rwanda. Me parece un pecado el elegir yo mi forma de muerte, a Jesucristo corresponde esa misión. Pero ya que vosotros sois portadores de este mensaje, quisiera proponerte que como yo no tengo dinero para pagar el contrato con Dios, y según habéis dicho es de 3000 euros, (en mi vida he visto junta esa cantidad), mi proposición es que prestaré un servicio que sirva como ejemplo para otros. Unas de las formas de morir, según viene en la lista que se nos ha dado, es por la picadura de algún mosquito, de los que tanto abundan en los lugares en los que yo me encuentro. Quiero morir, y así lo haré constar en mi contrato, por la picadura de uno de esos insectos que tantas muertes provocan entre los ruandeses a los que llevo casi 40 años sirviendo y cuidando; y ruego al Altísimo que no mitigue mis dolores a la hora de mi muerte, que ofreceré para que mejore la calidad de vida de aquellas gentes. Que el dinero que se recolecte en Perfectópolis y después en todo el mundo, sirva para dignificar la vida y el bienestar de todos aquellos niños, que mueren la mayoría tan jóvenes o mayores que con 40 años ya mueren de viejos. Te pido esto, Rafael amigo, Arcángel celestial, porque soy pobre y no dispongo de ningún peculio. Antes de que respondiera el Arcángel, una voz se oyó desde el fondo de la sala: -Perdón que interrumpa vuestro diálogo, Jerarquía arcangélica. Mi nombre es Teodosio, que, como tú sabes, viene del griego y significa Don de Dios. Soy Presidente de la Fundación de Perfectópolis: “Para la Ayuda a marginales y necesitados de todo el Mundo”, que patrocinan los Jefes de los Estados más importantes de la tierra y sería para mí un honor que la Madre María de la Sangre de Cristo, aceptara la cantidad que Dios exige para participar en esa Lotería Celestial y, con su ejemplo, pueda participar

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en este acto de beneficiar al continente africano, al que lleva sirviendo más de 40 años. -Estoy muy contento, replicó el Arcángel Rafael, de ver la solidaridad que se respira en esta ciudad y el ejemplo que nos acaban de dar tanto María de la Sangre de Cristo, como Teodosio, Presidente de una Fundación benéfica. Sabéis que la misión que tenemos la Tercera Jerarquía de la Luz es la lucha permanente contra los ángeles caídos por su rebelión contra Dios, que son Luz Bel y todos sus seguidores. La lucha nunca acabará porque es eterna, como eternos somos nosotros, las Jerarquías divinas al lado del Todopoderoso y eternos son los rebeldes que se levantaron contra el Poder Sublime y Omnipotente. Una vez más hay que repetirles: ¡¡¿Quién como Dios?!! Somos los responsables del reino animal, entre los que se encuentran los hombres. Esta Idea Divina de la que nosotros somos portadores, viene a mejorar la vida de parte de este territorio africano y se os concede la prerrogativa de que cada habitante de este planeta, llamado Tierra, pueda elegir la forma de morir, que nosotros llamamos tránsito de la vida terrenal a la vida celestial. En un Instituto de Enseñanza Secundaria, estaba Ángel, perteneciente a la Tercera Jerarquía de la Luz. En cada una de la aulas en donde se debatía el problema de elección de muerte, los habitantes estaban todos mezclados, por lo que no necesariamente el Instituto iba a tener solo alumnos. En el Salón de Actos, unas 250 butacas de aforo, estaba cubierto por toda clase de gentes pertenecientes a los diversos círculos de Perfectópolis. Pero una casualidad hizo que se escuchara la pregunta de una adolescente: -Ángel, Tercera Jerarquía de la Luz, mi nombre es Soledad y tengo 17 años. Este año termino mis estudios secundarios y daré el salto a la Universidad. Lo que venís a proponernos, me parece de una crueldad sin límites. ¿Cómo es posible que a mi edad me hagáis esa pregunta de cómo quiero morir, cuando yo lo que más deseo es vivir, vivir de una forma plena y lo que más quiero es arrancarle a la vida hasta el último girón de sus goces y alegrías? ¿Por qué he de ser yo responsable del pecado que cometieron ante Dios mis primeros padres, Adán y Eva, cuando yo entonces no solamente no existía, sino que ni siquiera había un proyecto de vida para mí? Me parece una injusticia vuestra propuesta y apostaría que no puede venir de Dios. -Atiende, Soledad, contestó Ángel, el componente de la Tercera Jerarquía de la Luz. Mi existencia casi es eterna, pues existo desde hace miríadas de años. La misión que tengo encomendada desde el principio es la evolución espiritual de los hombres en este planeta, labor que venía 36


efectuando mucho antes en otros lugares del universo, en los que ya existía la vida. Somos innumerables los ángeles que existimos, como innumerables sois los humanos a los que tenemos que atender. Y te respondo que si en ti no hubo responsabilidad en el pecado contra la obediencia a Dios de tus primeros padres, debes afrontar las consecuencias de su acto. Lo mismo que heredasteis lo positivo, como es la vida, la promesa de una vida eterna en el paraíso, los goces que te proporciona tu existencia, debes afrontar lo negativo como fue el pecado de desobediencia a Dios. En otros lugares de universo, en otros planetas de otras galaxias, existe la vida sin existir la muerte, pero allí nadie desobedeció al Altísimo. La culpa de vuestra muerte la tuvieron Adán y Eva, como también fueron culpables de vuestra vida. -¿Me quieres decir que debo elegir una forma de morir?, contestó Soledad con sus negros ojos arrasados en lágrimas. -Soy el Ángel de la guarda de Perfectópolis y debo aconsejaros a todos que no despreciéis la oferta que Dios os hace. Fiad en sus promesas y viviréis eternamente.

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CAPÍTULO V El Compromiso divino El 5 de Enero todos los habitantes de Perfectópolis estaban informados del mensaje que los 9 enviados de Dios habían traído a la tierra. Solo quedaban los pequeños flecos de saber que todos los habitantes de la ciudad conocían el mensaje y suscribir el compromiso mediante la adquisición del billete de Lotería Celestial escribiendo cada uno su forma de morir que iría impresa en el resguardo de la lotería. Acordaron el Alcalde, como Jefe y responsable de todos los habitantes de Perfectópolis y Serafín como Jefe de la misión divina y máximo exponente de la Jerarquía de la Luz en su primer escalón, que el día siguiente festividad de los Reyes Magos o Epifanía se reunirían en el Ayuntamiento los 9 emisarios divinos y los 12 ediles municipales, con Roberto Estrellas Cienfuegos, su alcalde, a la cabeza para cerrar la operación y comprometerse tanto los ciudadanos como los emisarios a realizar la petición de la muerte elegida y quedar en poder de los humanos el resguardo acreditativo del compromiso divino. A las 10,00 h, tanto los emisarios divinos como los concejales y su cabeza visible, el alcalde, estaban sentados en el despacho de este último. El protocolo en esta reunión era inexistente, ya que solo se trataba de matizar el contrato. Tomó la palabra el Sr Estrellas Cienfuegos: -Sr Serafín, creo que la labor informativa ha concluido de una forma satisfactoria. Todos los ciudadanos de Perfectópolis han quedado enterados de todo lo aquí tratado. -¿Los que están fuera de la ciudad también?, preguntó la Jerarquía celestial superior. -Por supuesto, el concejal de Información ciudadana le informará al respecto. Tomó la palabra el citado concejal. -No cabe la menor duda, emisarios divinos. Nuestra técnica es irreprochable y nuestros equipos informáticos de una seguridad informativa al 100%. Cada ciudadano, cuando abandona la ciudad por más de 24 horas, en su móvil lleva un pulsador que dice “Ausencia”. Solo tiene que pulsarlo y escribir el tiempo que estará fuera de la ciudad. Marca el dígito de esta concejalía y automáticamente se registra su ausencia, reflejándose al instante en la pantalla de “Ausentes”. El concejal cogió su teléfono móvil y pulsó unas cuantas teclas y automáticamente se encendió la pantalla que había en el despacho del Alcalde: En estos 38


momentos hay 88 ausencias en Perfectópolis, decía la pantalla. Para conocer sus nombres, motivos de su ausencia y lugar en donde están, pulsar el icono superior. No hizo falta. Todos estaban controlados. -Es perfecto, observó el Arcángel Rafael, pero ¿cómo se han enterado de lo que aquí se ha hablado y de los compromisos que se han adquirido o se van a adquirir? -Arcángel, seguro que nuestra técnica es inferior a la del cielo, pues esto es la tierra, al fin y al cabo un planeta lleno de imperfecciones. Pero con los adelantos de hoy, tenemos medios suficientes para estar en contacto con todos nuestros ciudadanos y solo por un teléfono móvil. Podemos seguir con ellos todo lo que está ocurriendo en nuestra ciudad, siempre que no sea material o acontecimientos reservados. ¿Por cierto, como lo hacen Vuestras Jerarquías para informar de todo lo que ocurre en el cielo y deben saberlo todos sus santos celestiales o como quiera que allí se llamen o nos llamen? Porque habrá millones, supongo. -Antes de contestarle a esta pregunta les haré unas matizaciones que creo son necesarias, interrumpió el dialogo Serafín. Sus métodos y técnicas que poseen en la tierra, son todavía demasiado rudimentarios si los comparamos, no con los del cielo, que por supuesto allí son perfectos, pero si los comparamos con otros planetas en donde hay vida animal, pueden llevar siglos de retraso. En muchos aspectos la ciencia, la pueden tener ustedes en una edad primaria. Y ahora le contestarán. - ¿Qué como les llamamos a los que gozan de la visión divina?, les llamamos simplemente santos de Dios, terció en la conversación Potestades, porque eso son los terrenales que alcanzan la gloria eterna. En cuanto a comunicar a todos los espíritus beatíficos que han alcanzado el bien eterno de gozar de Dios toda la eternidad, allí la cosa es bastante más simple: Basta con emitir un pensamiento dirigido a TODOS, para que todos puedan conocerlo o participar de su visión con solo querer con la voluntad. Pero nuestra obligación ahora es conocer si los ausentes saben todo el método que aquí se ha seguido para cumplir la misión. -Por supuesto, Potestades, continuó el concejal de Información Ciudadana. Los ausentes, conocen perfectamente todo lo aquí hablado. Han seguido por internet todos los acontecimientos y están al tanto de todas sus obligaciones. Ellos participarán lo mismo que los aquí presentes. Los que no estuvieran porque sus obligaciones les retendrán fuera de nuestra demarcación, sus representantes legales para asuntos de urgencia, les representarán

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-Serafín, Jerarquía Primera de la Luz, hay algo que quisiéramos saber, para cuando el resto del mundo suscriba este compromiso, preguntó el Alcalde al Jefe de la Misión Divina, ¿Cuál será el método empleado para suscribir el compromiso por parte de nuestros ciudadanos con el cielo? -Muy simple, respondió el interpelado. Usaremos los métodos de la Tierra, que, aunque simples y primitivos, están muy adaptados para su comprensión. Rafael Arcángel, como Administrativo de los seres celestiales, lo que seréis todos vosotros conforme la muerte os vaya llegando, os mostrará una libreta en donde viene el compromiso. Adelante, Rafael, invitó Serafín. Rafael, Arcángel y Tercera Jerarquía de la Luz, abrió un maletín de mano, bellamente repujado con cuero de color blanco, incrustaciones doradas en sus ribetes y, bellamente dibujado en su centro, un ramillete de perlas que despedían luz natural. Lo abrió y extrajo una libreta de tamaño folio terrenal y que tenía bastantes impresos. -Este es el compromiso, dijo Rafael. Esta libreta, (hay muchas más), trae cada una 3 copias en papel leve y copiativo. En cada impreso, hay que escribir el nombre de quien adquiere el compromiso. Pero para hacerlo real, la mejor fórmula es rellenarlo. Se lo pasó al alcalde, abrió la libreta y este fue leyendo y escribiendo para que todos los allí presentes lo oyeran, al tiempo que en la pantalla informativa se reflejaba el documento que el alcalde iba a rellenar: -Yo, dijo el alcalde, lo que tengo que escribir os lo iré diciendo, pues vienen unos renglones en blanco. La letra en cursiva ya viene puesta en todos los impresos y yo escribo en la parte del renglón que viene en blanco. Repito: Yo: Roberto Estrellas Cienfuegos, en pleno uso de mis facultades, suscribo el siguiente compromiso con el Altísimo. Elijo que mi muerte sea como consecuencia de: Infarto, angina de pecho o cualquier otro método correspondiente a mi corazón. Esta debe ser la causa, siempre relacionado con un problema cardíaco y lo más rápidamente posible. Viene otro recuadro con varios renglones en blanco y al inicio pone: Comentarios del que suscribe. A continuación que cada uno escriba lo que crea conveniente, como por ejemplo por qué elige este tipo de muerte o dejarlo en blanco si le apetece Lo siguiente ya viene escrito, dijo el alcalde. Dios tendrá en cuenta esta petición y satisfará la voluntad del peticionario. El compromiso del que suscribe es firme y a cambio adquiere un billete de Lotería Celestial por el importe de 3 mil €, cuya cantidad entregará a las Naciones Unidas el 40


emisario Serafín, como Mensajero Mío que es; siendo el destino de este dinero, paliar el hambre que padece el continente africano. En prueba de la generosidad del contrayente de este compromiso, Yo concederé la petición que se me hace de la clase de muerte que desea. Se firma este compromiso en la ciudad de Perfectópolis, en el mes de Enero del año 2009. El compromiso será firme por parte Divina, a partir del día 9 de Enero de este año. El alcalde leyó lo que venía escrito en el mismo y lo que él iba escribiendo. Terminó diciendo: -No me importa haber dicho y puesto como quiero morir. Como alcalde vuestro que soy, debo dar ejemplo y ser el primero en suscribir el contrato, por lo que –sacó de un bolsillo de su chaqueta 6 billetes de 500 euros cada uno- en estos momentos entrego 3 mil € a Rafael, encargado administrativo de los asuntos celestiales. Así lo hizo. Tomó la palabra Serafín: -De estas tres copias que han salido, una se lleva el interesado para constancia suya, cortó la primera hoja y se la dio al alcalde, otra quedará en el Ayuntamiento de la ciudad en la que se firme el contrato, en este caso Perfectópolis, cortó la segunda hoja y se la pasó al secretario del ayuntamiento que la archivaría en el lugar correspondiente y la tercera nos la llevamos nosotros al Reino Celestial, Serafín le pasó la hoja a Rafael, encargado de las cuestiones administrativas celestiales. Sabed que vuestra copia debéis tenerla vosotros toda la vida y que cuando muráis, vuestras familias deben introducirla en vuestro sepulcro como prueba de lo que fue vuestra voluntad. Aunque eso ya queda en manos de Dios y a Dios no se le olvidará, pues su Memoria es eterna. Todos los asistentes estaban satisfechos del ejemplo dado por el alcalde. Este tomó de nuevo la palabra: -Como ya le comenté a Potestades, también debo decidir por la muerte de mi hijo que tiene 2 años. Lo haré mañana. -Esta circunstancia de los menores de 10 años, ya se sabe que pueden elegir los padres, apuntó Serafín corroborando lo que dijo Potestades en la reunión al alcalde. Cuando ellos tengan 10 años o posteriormente, lo podrán decidir, incluso cambiar la causa mortuoria. Lo que no harán ya, será satisfacer los 3 mil euros ya pagados por los padres. Si algún padre que tuviera niños en esa edad no lo hiciera, este seguirá el camino que le corresponda y su muerte será por las causas que ya tenga previstas desde el principio de la eternidad, concluyó la Primera Jerarquía de la Luz.

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La reunión ya tocaba a su fin. Poco quedaba por hacer. Solo señalar la fecha de la firma de los contratos. Pronto se pusieron de acuerdo Serafín y Roberto. Estas firmas y entrega del dinero se harían los días 7-8 y 9 de Enero. Los que estaban fuera de la ciudad, podrían hacerlo sus representantes legales, para no perder la oportunidad de beneficiarse también de esta oferta celestial. Se les remitiría el contrato, lo rellenarían, lo firmarían y lo devolverían para su entrega. Una vez firmado por todo el pueblo que aceptara este compromiso, los emisarios divinos emprenderían el camino de regreso a su sede celestial, preparando antes un comunicado conjunto con el alcalde, para dar conocimiento al mundo entero de lo acaecido allí. La reunión de ediles y mensajeros, tocaba a su fin. El secretario, junto al concejal de Asuntos y Temas Sociales, (no sabían a qué concejal asignarle esta misión, por ser una cuestión desconocida y no haber ningún edil responsabilizado de Asuntos Celestiales), junto a cada uno de las Jerarquías de la Luz, Tronos por parte de la Primera Jerarquía, Virtudes por parte de la Segunda Jerarquía y Principados por parte de la Tercera Jerarquía de la Luz. El comunicado fue escueto y diáfano, tal como corresponde a un comunicado celestial: En la Ciudad de Perfectópolis, en el Ayuntamiento de dicha ciudad, se reúnen de una parte el Alcalde de la Corporación por un lado, que lo hace en nombre de la ciudad que rige y por otro Serafín, emisario divino perteneciente a la Primera Jerarquía de la Luz, que lo hace en nombre de Dios y acuerdan: Aceptar la promesa que del Reino Celestial trae Serafín, que consiste en que cada ciudadano de esta ciudad, podrá elegir el modo o manera de muerte que desea para su persona, pudiendo hacerlo también para sus hijos menores de 10 años. Junto a esta petición el ciudadano adquiere un billete de lotería celestial valorado en 3000 euros por persona, cuya finalidad es la de mitigar en lo posible el hambre en el continente africano. Por lo que el premio de esta lotería es el de elegir el modo de morir, lo que quiere decir que todos serán premiados. Por su parte Serafín, el emisario divino, trasladará al Supremo Hacedor los compromisos firmados por los ciudadanos de Perfectópolis, aunque Este, por ser Dios, ya tiene conocimiento de dichos contratos así como de sus autores. En nombre de la ciudad, firma este acuerdo su Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Perfectópolis y en nombre de Dios lo hace Serafín, Consejero Divino y el de mayor Jerarquía de todos los emisarios. 42


Lo que se hace en la ciudad antes mencionada el día 9 de Enero de 2009. Este comunicado se le transmitirá por parte del emisario Serafín al Secretario General de la ONU, con el fin de que lo conozca toda la humanidad y todos los habitantes de la tierra puedan aprovechar sus ventajas.

A continuación están las firmas de los dos personajes mencionados y los sellos correspondientes. Se hace notar que la firma del alcalde es una firma normal y la de Serafín, emisario divino, firma con un pequeño dibujo en el que se ve perfectamente un pequeño serafín a modo de ángel, que tiene 3 pares de alas con ojos en la parte superior de las mismas. El sello del Ayuntamiento de Perfectópolis es el edificio de un Palacio de Congresos y Exposiciones, el que lleva el nombre de Alfonso XIII, tinta de color verde, el color de la esperanza y una bandera con los colores del Arco Iris, por ser un símbolo mundial. (De esta bandera se han apropiado en épocas recientes, un colectivo que nada tiene que ver con la ciudad de Perfectópolis. Nota del autor). El sello del cielo es un heptágono, símbolo del cabalístico nº 7, que tantas veces se cita en la Biblia, con fondo celeste y astros y planetas en relieve con la tinta azul cielo. Una vez firmado todo el protocolo, se acordó dar la noticia a todas las Agencias Internacionales de prensa, radio y televisión, para su posterior comunicado, cuando ya los ciudadanos de Perfectópolis hubieran entregado sus firmas en los contrato y la lotería celestial estuviese en su poder; los allí asistentes se pusieron de pié. Roberto, el alcalde, pidió un momento de silencio: -Por favor, Serafín, antes de que marchéis a vuestros espacios siderales y a la Corte Celestial, me gustaría haceros una pregunta: ¿Puedo? –Serafín asintió con la cabeza- ¿Existen más planetas fuera del sistema solar, como el planeta Tierra, que estén poblados por seres inteligentes? ¿Hay vida en el universo aparte de la que hay en este planeta? Serafín esbozo una sonrisa. -Sabía que me ibais a hacer esta pregunta que, en un principio, me está vedado contestarla. Todo está previsto en la mente de Dios que ya sabía vuestro interés por saber esta cuestión. Solo me autorizó a decir que por supuesto existe vida fuera del sistema solar que todos nosotros, Corte Celestial, conocemos. Dios no podía crear un Universo, que vosotros 43


consideráis infinito, pero no lo es, sin crear vida inteligente que admirara su creación. Y creó cientos de miles de planetas con vida, algunos con vida similar al vuestro y la mayoría, muy superior a vuestra raza humana. Pero todos están muy retirados del planeta Tierra, el más cercano lo tenéis a 825 años luz de vosotros, siendo un planeta muy similar a este. Se llama Agua, porque la mayoría de sus habitantes viven en el líquido elemento que casi cubre toda su superficie, poseyendo una inteligencia muy superior a la vuestra -¿Y en todos los planetas mueren sus habitantes?, prosiguió el alcalde. -Por supuesto que no; muchos de ellos conocen la muerte, pero no la padecen. En la mayoría son inmortales, pues no hubo pecado original ni falta que atentara contra Dios, contestó Serafín. -Entonces llegará un momento en que no cabrán todos en ese lugar, como se nos ha dicho por parte de uno de vosotros al querer para nosotros la inmortalidad. -Por supuesto que cuando han transcurrido un millón de años, no caben en ese planeta, pero Dios ha dotado a estos seres de una inteligencia muy amplia, grandísima, pero no infinita. Ese privilegio solo lo tiene el Omnipotente. Al dotarlos de una inteligencia tan completa, ellos tienen recursos para investigar en otros planetas de atmósfera similar al del planeta que les da cobijo, condiciones de vida muy similares al que ellos necesitan para vivir y por lo tanto se trasladan a esos lugares para seguir viviendo allí. Ellos mudan de planeta como vosotros os cambiáis de nación. La muerte les es ajena, no la padecen, ni la conciben. Sin embargo otros lugares del Universo, tiene planetas que sí cometieron falta contra Dios y recibieron castigos similares al vuestro y otros, con peor suerte, merecieron la aniquilación más absoluta y sus superficies están completamente despobladas. Como ejemplo de estos castigos de Dios a quienes osan provocarle y desobedecerle, conocéis la suerte que corrió Luz Bel o Satanás, que no era un ser humano, sino serafínico, pues pertenecía a esta Primera Jerarquía. Se rebeló contra Él y fue arrojado a las tinieblas exteriores. -¿Y no podemos ponernos en contacto con ellos, no con Satanás sino con los seres vivos, humanos, por decirlo de alguna manera o ellos con nosotros?, -preguntó el secretario-, para intercambiar conocimientos científicos. -Por supuesto que sí, pero eso sucederá cuando Dios quiera y para que la tierra intercambie saber con criaturas que están más allá de la velocidad de la luz, han de pasar muchísimos años luz. Y ellos no vendrán 44


a la Tierra hasta que no sea voluntad de Dios que esto suceda. Y hay que tener en cuenta que si Dios ha dispuesto que suceda esto, es porque es lo justo y lo exacto. Si Dios ha creado un Universo con miles de galaxias, vías lácteas, astros, satélites, sistemas solares, agujeros negros… y millones de cuerpos geométricos más que andan por el espacio a unas velocidades que vosotros ignoráis y de unas dimensiones que no podéis calcular, puede crear seres con vida y que se intercomuniquen entre sí. Pero solo concede este privilegio a quienes lo merecen. Y si no se lo ha concedido a la tierra, es porque no ha hecho méritos para ello, si no todo lo contrario. La conversación prosiguió en un tono informal y Serafín no aclaró mucho más de lo que estaba autorizado.

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CAPÍTULO VI

Recolección Amaneció el día 7 con una ligera brisa proveniente de la serranía cercana, que traía algo de frío, pero era una temperatura benigna, lejos de la ola glacial que azotaba a toda Europa y por lo tanto al resto de España, con la única excepción del Levante y las Islas Canarias. Se habilitaron 3 lugares para que los ciudadanos se personaran en los mismos a cumplir con su obligación contractual con el cielo: El paraninfo del Palacio de Congresos y Exposiciones Alfonso XIII, el escenario del Teatro Calderón de la Barca y el Instituto Francisco de Quevedo, en su salón de actos. Había tiempo suficiente con los tres días que se habían habilitado al efecto en la ciudad. Los días 7-8 y 9 de enero, todos los habitantes de Perfectópolis por ellos mismos o representados por quienes tenían autorización, fueron pasando, según el orden establecido que figuraba en las pantallas de T.V. en su canal de alarma. Iban ocupando sus butacas de los lugares indicados y los impresos ya estaban puestos en sus asientos. Solo tenían que rellenarlos, entregarlos en la mesa, donde un emisario divino y un concejal del ayuntamiento, se lo recogían. Entregar los 3000 euros o más si iban representando a algún hijo menor de 10 años o algún vecino que estuviera ausente de la ciudad. No hubo colas para la entrega, ya que tenían días suficientes para efectuar el contrato celestial. Como era normal y lógico, (Perfectópolis no dejaba de ser una ciudad normal, de una nación normal, aún cuando sus habitantes estuvieran por encima de la media de preparación cultural del resto de España), los rumores se propagaron por toda la ciudad. Se había corrido la voz de que los emisarios divinos traían una promesa del Altísimo que dentro de muy poco tiempo, la muerte desaparecería de todo el mundo, empezando por su ciudad, que no dejaba de ser un centro de experimentos humanos, eso sí, beneficioso para ellos mismos y posteriormente para la humanidad. Se decía también que el alcalde había conseguido que en un futuro inminente, se le autorizaría a entablar conversaciones con seres de más allá de las galaxias interplanetarias, a fin de avanzar en proyectos científicos, eliminación de enfermedades mortales y, en definitiva, todo lo que fuera avance para mejorar la vida en nuestro mundo llamado Tierra. Una vez más, Perfectópolis había servido como ejemplo para un beneficio que afectaría a todos los habitantes de la tierra. 46


Iban entregando sus contratos ya rellenos, pagando los tres mil euros de “gastos” obligados y pactados y saludando personalmente al emisario divino con un apretón de manos, algo cohibidos, pues nunca llegaron a imaginar que antes de morir, ellos estrecharían la mano de un ángel. -Algún día le contaré a mis nietos que yo le estreché la mano a un enviado celestial y que fui piedra fundamental para acabar con la muerte en este mundo, le decía un acomodador del teatro Quevedo a un profesor de Teología de la facultad de “Religiones Diversas”. -Efectivamente, contestó el Teólogo, nosotros seremos piedras básicas en algo que conmoverá a nuestras generaciones futuras. Nos recordarán como a Jesucristo, pero no por vencer a la muerte, sino por haberla hecho desaparecer de la faz de nuestro planeta. -Lo que hemos vivido nosotros es algo irrepetible, comentaba el Director de la Orquesta Municipal, un hombre que se distinguía por su claridad de ideas y por su gran inteligencia y cultura. Habría que componer una sinfonía que pasara a la historia y que marcara un hito en lo que nos ha tocado vivir: Un antes y un después de 2009. ¡Qué pena que Mozart haya muerto!, se lamentaba. -Lleva usted razón, mi querido amigo, le contestaba un Policía Municipal, cuyo cometido era atender y regular los semáforos de la ciudad. Nada de extraño tiene que modifiquen el calendario juliano y se empiece a contar desde ahora el año 1 como arranque de una nueva era histórica. En cuanto a la muerte de Mozart creo que usted puede suplir a tan ilustre compositor. Usted tiene inteligencia de sobra para pasar a la historia no solo por componer una obra de relevancia, algo que ya ha hecho usted, sino por toda su trayectoria como director de nuestra Banda de Música. -Gracias amigo y que Dios le oiga, le contestó el músico. Al menos lo intentaré. Como era de esperar no hubo ningún incidente. El día 9 a las 12 de la mañana, había finalizado la entrega de contratos. En el Ayuntamiento de la ciudad se hizo el recuento. Habían entregado sus contratos de los presentes en la ciudad 14.884 habitantes, incluidos los padres que decidieron por sus hijos menores de 10 años. Por delegación, al estar ausentes de la ciudad, habían cumplido con su obligación 87. Había 88 ausentes por viaje, pero el día 7 por la tarde, se recibió la triste noticia de que un avión de pasajeros se había estrellado en la montaña de Kilimanjaro. La noticia llenó de pesar a todos los ciudadanos, pues en ese avión viajaba Antonio Céspedes Martínez, embajador de España en el 47


Congo y se trasladaba a ese país, para incorporarse a su destino. Todo había salido a pedir de boca y la muerte del embajador había sido una pura desgracia. Antes de la entrega de los contratos a las mesas de recogida, Serafín supo que todos los ciudadanos nacidos en Perfectópolis, si estaban fuera de la ciudad por motivos oficiales y la residencia la tenían en otro país o ciudad española, tenían perfecto derecho a compartir todos los beneficios que se les concediera a los residentes y nacidos allí. Esa fue la causa que se indicara también la entrega del contrato del Sr Céspedes, aunque no llegó a contabilizarse entre los que tenían derecho a efectuar su contrato, por su desgraciada muerte. Hubiera sido curioso que el accidente hubiese ocurrido el día 9 por la tarde, cuando ya todos habían formalizado el contrato y adquirida la lotería, incluido el embajador que tenía delegado su mandato precisamente en el Secretario del Ayuntamiento, pero este no podía incluir el deseo de su mandatario, hasta minutos antes de entregar el contrato, que lo recogería en su teléfono móvil, por lo que también el Secretario ignoraba cuál era el deseo del embajador. Serafín lamentó relativamente la muerte de tan insigne ciudadano, pero era algo que a él no le afectaba y la acogía con indiferencia, ya que la muerte la contemplaba desde un ángulo de escepticismo, pues una persona que moría, era para Serafín y cualquiera de los emisarios divinos allí presentes, que eran coros celestiales, un hecho intrascendente. Pues morían y su espíritu seguía vivo y ellos lo veían, por lo que se evitaban el trance amargo de la muerte. En realidad el cuerpo significaba poco para ellos. Muchos fueron los comentarios que se suscitaron entre los ciudadanos mientras esperaban entregar su petición de muerte. No se reflejaba en sus rostros pesar, preocupación o pena por saber de qué forma iban a morir. Sabían que antes o después, la muerte les alcanzaría a todos ellos porque esa era una de las leyes de la vida que no tenían vuelta atrás. Todos nacían con el sello de la muerte puesto sobre su frente y su llegada era inapelable. Pero algo podían modificar, gracias a Dios que les envió a estos seres divinos, la forma de morir. Lo comentaban entre sus convecinos como si estuvieran contando un relato, una película o la lectura de un libro. Hablaban de la muerte como si lo fuera de otro. -Yo he solicitado morir en un accidente de aviación. Es un momento que viviré sin agonía y solo durará un instante sin apenas haber dolor, comentaba un estudiante de filosofía. -¡Qué horror!, contestaba una señora ya entrada en años, que era directora de un colegio. ¡Qué horror!, repitió de nuevo. El cadáver 48


quedará completamente destrozado, apenas reconocible, posiblemente calcinado, decía tapándose el rostro con ambas manos. Prefiero una parada del corazón. Es un mazazo lo que sientes, pero el mismo dolor te hace perder el conocimiento y mueres sin apenas darte cuenta. Me lo ha sugerido mi marido que es cardiólogo en el hospital Universal. A la salida del Instituto Francisco de Quevedo, coincidieron en la puerta los dos jefes de la Policía de Perfectópolis. Servando Justo de Dios que lo era de una compañía de la Policía Nacional y Perfecto Madrid de Córdoba, que lo era de la Policía Municipal. Los dos eran naturales de Perfectópolis, aunque los antepasados de ambos eran, a pesar de sus apellidos, los de Servando de Badajoz y los de Perfecto de Ávila. Llevaban una vida tranquila sin apenas conflictos. La Policía Nacional estaba allí, más que nada para cuidar que no hubiese aglomeraciones de gente cuando algún Jefe de Estado extranjero o personalidad relevante visitara la ciudad por motivos de trabajo. Sobre todo cuidar de las personas de algún posible atentado, algo que nunca sucedió, pero más valía prevenir que curar, pensaba. Así mismo prestaba el servicio de seguridad en el Aeropuerto de Perfectópolis, situado a unos 20 kilómetros del centro urbano. Perfecto, el Jefe de la Policía Municipal, era el responsable del tráfico ciudadano, regulación del mismo, cuidar que no hubiese vehículos mal aparcados, (apenas si se ponían multas, debido al buen comportamiento de los ciudadanos y a su educación. Las multas eran una pésima fuente de ingresos). También era responsable de que las comunicaciones del alcalde u otros organismos del ayuntamiento a los ciudadanos, llegaran a sus destinatarios; en fin de todo aquello relacionado con el ayuntamiento y sus concejales de cada área. Los habitantes de Perfectópolis ya se ha dicho que eran gente preparada con un nivel cultural y económico superior a la media del resto de España. Llevaban un siglo recibiendo personajes célebres que acudían a su ciudad a participar en los foros de debate, impartir conferencias, contactar con lumbreras de relevancia mundial en las materias que allí se trataban. Los políticos, los investigadores, los sabios, los premios Nobel, eran personas que un día sí y otro también se veían por sus calles, cruzándose con los vecinos, sin que ni los unos ni los otros, se sorprendieran al verse. Y la misión de la Policía Nacional era cuidar de todos ellos, dándoles escolta, vigilando las entradas de personas ajenas a la convivencia natural, y resolver si se cometía alguna falta o delito, algo que solo sucedía de tarde en tarde. La misión de la policía, de ambas policías, era un remanso de paz.

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Cuando salía Servando de entregar su “compromiso” de muerte y con una de las copias en la mano, vio que Perfecto, Jefe de los municipales, estaba charlando con el director del aeropuerto, Deogracias y uno de los emisarios divinos, Tronos, perteneciente a la Primera Jerarquía de la Luz. -¿Qué tal, Perfecto, preguntó, preguntó Servando, se puede saber qué clase de muerte has pedido? -Por supuesto, contestó el interpelado, a ti si te lo digo. He solicitado del Todopoderoso que cuando muera lo sea en acto de servicio. De la forma que Él crea más conveniente. Para mí no habrá nada que me llene más de orgullo, que morir por una causa justa en defensa de los intereses de Perfectópolis o sus vecinos. -¿Pero no indicas claramente cuál es tu preferencia para morir?, se metió en la conversación Deogracias, el director del aeropuerto. -Por eso lo dejo a la voluntad de Dios. Puede ser de un disparo, de una puñalada, de un golpe, por el fuego si es que estoy ayudando a los bomberos apagando un incendio de una casa o un edificio público…Dios sabrá concederme lo que le pido, contestó el Jefe de los Municipales. Pido que la causa de mi muerte sea esa, el modo de morir me da lo mismo, pero yo sé que no será nada agradable. ¿Y tú, Servando?, quiso saber Perfecto. -Parece mentira, pero será porque los dos somos policías y estamos al servicio de esta ciudad. He pedido morir por arma de fuego y en acto de servicio en defensa de nuestra ciudad también, contestó con una pizca de orgullo. -¿Pero arma de fuego, que clase de arma?, volvió a intervenir Deogracias. -Eso me da lo mismo, puede ser la bala de una pistola o un fusil, un coche bomba, una mina colocada en un vehículo o el disparo del cañón de un carro de combate, dijo esto último en plan irónico… Si lo es para que con mi vida se pueda salvar otra de algunas de las personas que me son encomendadas para su protección, lo doy por bien empleado. -Desde luego, habló Tronos, su gesto les engrandece a los dos. Dios lo tendrá en cuenta y lo hará de la forma que Él crea más conveniente. Hay que tener grandeza de alma para obrar así. Y ténganlo por seguro, que no solamente se les concederá su petición, sino que con el dinero que ustedes han dado en la Lotería Celestial, servirá para paliar en algo el hambre o las enfermedades en África. Eso sí que lo verán ustedes dos, pues el dinero se aplicará muy pronto allá en donde haga falta.

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-¿Y tú, Deogracias, -preguntó al Director aeroportuario, Perfecto-, de que quieres morir? -Pues yo, después de darle muchas vueltas, contestó Deogracias, he pensado que lo mejor es morir con mi esposa, nos queremos tanto, que la vida del uno sin el otro, sería una muerte en vida para el que quede. Los dos, mi mujer y yo, nos hemos puesto de acuerdo y hemos solicitado que queremos morir en un accidente de aviación, pues siempre que viajamos en avión los dos lo hacemos juntos -Es una hermosa lección de amor, comentó el emisario divino. Con seres como son ustedes, la tierra cambiará. Solo hace falta que Dios Omnipotente, les conceda el don de la inmortalidad sin el difícil trance, para ustedes, de la muerte. Los dos seres terrenales, Jefes de las Policías, hicieron una mueca de resignación como viéndose obligados a aceptar la muerte, sabiendo que si algún día a los seres de la tierra se les concedía el don de la inmortalidad, ellos ya estarían gozando de la visión de Dios Nuestro Señor. -No desesperéis, les dijo Tronos el emisario divino. La muerte solo es un trance, un mal trance que ustedes pasarán en un instante. Las conversaciones en la ciudad eran todas por este estilo. Todos se tomaron la muerte como un poco a chirigota o una broma pesada, con buen sentido del humor. El día 9 a las 12 del mediodía, todos los habitantes de Perfectópolis, por ellos mismos o por delegación, habían suscrito el compromiso, adquiriendo el billete compensatorio de la Lotería Celestial, para paliar el hambre y las enfermedades en África. Afortunadamente para ellos no era un sacrificio vital dar 3 mil euros. Vivían bien, el nivel de vida era muy superior al resto de los españoles y casi, casi, de todos los habitantes de la tierra. Cuando pasara un año, ellos tendrían el mismo dinero, pero muchos se alegraron del pacto hecho con Dios que les había llevado a elegir una clase de muerte que muchos habían manejado para sacarle algún beneficio. Por la tarde se reunieron de nuevo en el ayuntamiento los emisarios divinos y el equipo municipal capitaneado por su alcalde. Como si de una votación se tratase, hicieron recuento de los contratos y de las enfermedades solicitadas. Un “cerebro” electrónico recogió los datos que introdujeron los técnicos y dio el resultado siguiente: Enfermedades relacionadas con el corazón, bien como muerte repentina o final de la vida demorada el 25%. Alegaban estos peticionarios que el corazón es un órgano que no duele y así se evitaban dolores. 51


Por enfermedades de carácter cerebral, Parkinson, Alzheimer, ictus, demencia… el 22%. La mayoría decían que al perder el control del cerebro, el dolor producido no lo percibirían y sobre todo no tendrían nunca conciencia de que iban a morir, evitando así el miedo a la muerte. Enfermedades que afectaran a órganos vitales que no fuera el corazón, como los pulmones, hígado, riñones…el 20%. Decían que la muerte se podía prolongar en el tiempo y por supuesto había medicinas y cuidados paliativos que les evitara el dolor. Por accidentes en los viajes: Avión, barco, coche, globo, moto, bicicleta…12%. La intención de estos peticionarios era la rapidez con la que se produciría la muerte. Cáncer en cualquier órgano vital: Pulmones, cerebro, hígado, páncreas, próstata, estómago…5%. Aducían estos peticionarios el dolor que les causaría y, como eran muy religiosos, quería ofrecer a Dios sus últimas horas de dolor para que sirviera algo en favor del resto del mundo. Degenerativas de los huesos el 5%. Los razonamientos de este grupo eran similares al grupo anterior. Dolor en favor del género humano. Por picaduras de insectos o animales venenosos: Serpientes, culebras, alacranes negros, tarántulas u otro tipo de arañas, insectos…el 2%. Este grupo se declaró seguidor y partidario de su paisana y monja María de la Sangre de Cristo, perteneciente a la Orden de Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y que realizaba su labor en África como misionera. No querían dejar a esta santa mujer sola en su petición. Por Sida. Y con bastantes dolores. El 1%. Estos peticionarios se declararon homosexuales. Querían ofrecer su vida pecadora, por si la homosexualidad no fuera agradable a Dios y se considerara en el más allá un pecado nefando, como decía algún pasaje de la biblia en su Antiguo Testamento. Practicando algún deporte de riesgo: Montañismo, espeleología, escalada, parapente…el 2%. Aducían estos peticionarios que ya que habían llevado una vida practicando su deporte favorito, qué mejor muerte que ser víctimas de lo que tanto amaron.

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A manos de malhechores, bien por secuestro, asalto, atraco o cualquier otra forma en la que se vean involucrados por este tipo de delincuentes. El 1%. Señalaban estos ciudadanos que su muerte podía servir de escarmiento y acabar con este tipo de enemigos de los hombres. Si había muertos en cualquier asalto bancario o allanamiento de morada, etc., esto serviría de acicate a los legisladores para legislar de una forma más dura y a la Policía para actuar de una manera más contundente. Por suicidio. 1%. Este pequeño número de suicidas en potencia, alegaban que ellos querían elegir su muerte cuando ellos lo decidieran. Entonces tomarían la decisión para hacerla del modo que mejor les pareciera: Colgarse de un árbol, dispararse un tiro en la cabeza, envenenarse, saltar al vacío desde un vigésimo piso…etc. Dejan su muerte para que Dios sea quien elija la forma que crea más conveniente. El 3%. Observaron que estos peticionarios eran profundamente religiosos, habiéndolos de religiones distintas, aunque la mayor parte eran cristianoscatólicos. Todos decían lo mismo: Mi vida pertenece a Dios y solo Él es el dueño de elegir mi forma de morir: y aunque Dios permita que yo elija la forma, decían, prefiero que sea Él quien lo haga. Siempre lo hará mejor que yo. De diversas formas el 1%. Estos optaban por muy diversas formas: Por ejecución legal. No ignoraban que en España ya no existía la pena de muerte, pero querían que los ejecutaran por un delito que ellos no hubieran cometido o por una condena injusta o por una equivocación de los jueces o el jurado, para terminar con tan infame manera de morir y que los países que aun la tenían en sus Códigos Penales, la abolieran. Otros prefería morir de una insolación, de frío, de sueño, de risa, la gota malaya…Parece ser que eran bastante aficionados al género literario novelesco y los autores de sus novelas negras preferidas habían inventado diferentes formas de morir que no eran las habituales. Se continuó dando datos que mandaba el cerebro electrónico: Habitantes en Perfectópolis hoy día 09-01-09… 14.978 Han suscrito el contrato. …………………………………….14. 884 Suscrito el contrato por delegación. …………………… 87 No han suscrito el contrato por no querer hacerlo.. 7 Suman…..14.978 53


Siendo todos los habitantes de la ciudad, como eran, personas responsables, conscientes de que debían ser modelos de ciudadanos delante de todo el mundo, les sorprendió que 7 de sus conciudadanos, no suscribieran los contratos. Averiguaron que un chico de 16 años con las facultades mentales algo mermadas, no lo hizo y los responsables de su cuidado no hicieron nada porque aquel joven también solicitara algo que ni él mismo sabría lo que poner. 3 personas mayores que pasaban los 85 años, dijeron que los dejaran de contratos a su edad. Que si tenían que morir, morirían y en paz, pero el dinero lo necesitaban para otras cosas más urgentes. Los 3 restantes estaban en coma en el Hospital “Ramón y Cajal” y no merecía la pena que suscribieran los contratos. Así pues los 7 estaban justificados. Serafín, como portavoz y jefe de los emisarios divinos, convino con el alcalde que no merecía la pena insistir con estos 7 vecinos, por lo que firmaron un documento por el que se finiquitaba toda la operación celestial: Siendo las 20.00 horas del día 9 de Enero de 2009, se reúnen en el salón de plenos de esta ciudad, de una parte el Alcalde de Perfectópolis Roberto Estrellas Cienfuegos, y de otra el Jefe de los Emisarios Divinos, Serafín Jefe de los Coros Celestiales y manifiestan que: 1º.- Se han suscrito Catorce mil novecientos setenta y un compromisos, (14.971), pertenecientes a ciudadanos de dicha población, por los que estos solicitan del Altísimo la muerte que piden, favor que se les concederá. 2º.- Una copia de dicho compromiso ha quedado en poder de los peticionarios y otra en poder de la alcaldía que archivará en el lugar correspondiente. Estos resguardos son los documentos acreditativos que se cumplirá dicha petición. 3º.- Como consecuencia de los puntos anteriores y al haber abonado cada ciudadano 3.000 euros por peticionario, Serafín recibe de todos los ciudadanos la cantidad de cuarenta y cuatro millones novecientos trece mil euros, (44.913.000), que el Jefe de la Misión celestial ingresará dicha cantidad, mañana día 10 de enero, en el Banco Internacional, en su sede de Madrid en la cuenta de las Naciones Unidas. Del fin de este dinero se dará cuenta al Secretario General de dicho Organismo Internacional. Se manifiesta que su objetivo es contribuir a que el hambre y las enfermedades del continente africano, se vayan mermando en todo lo posible. 54


En Perfect贸polis, en la fecha arriba indicada, firman el Alcalde y el Jefe de la Misi贸n Divina. Las firmas y los sellos, son los mismos que se hicieron y utilizaron cuando se firm贸 el anterior comunicado en el que se redactaba la petici贸n de muerte elegida por los ciudadanos.

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CAPÍTULO VII La despedida Después de las firmas protocolarias, el alcalde y el jefe de los emisarios, estuvieron unos minutos en el despacho del edil para despedirse -Le agradecemos su visita, Serafín, le dijo el alcalde con una sonrisa en los labios. -Nosotros no somos otra cosa que mensajeros divinos que nos dedicamos a cumplir la voluntad de Dios, contestó Serafín. -¿Cuándo marchan de Perfectópolis?, quiso saber el alcalde. -Esta noche; otra misión nos aguarda en un planeta al que sus astrólogos llaman Caminades, perteneciente a la galaxia Galatea. -¿Muy lejos de la Tierra?, quiso saber Roberto. -No, no. Está relativamente cerca, contestó Serafín. Unos mil quinientos años luz. Un conflicto intergenérico tiene revueltos a los habitantes de allá y llevamos una solución para planteársela y no tener que destruir su planeta. -¿Intergenérico? ¿Y eso que es?, quiso saber el alcalde. -Vosotros tenéis en la tierra, en casi todos los animales, dos géneros: El masculino y el femenino, macho y hembra, lo que sirve para que la raza no se acabe y ustedes mismos son los que procrean para perpetuar la especie, sin necesidad de que Dios intervenga, si no es solamente para insuflar el espíritu una vez creado el cuerpo. También en la tierra hay un género llamado hermafrodita o hermafroditismo, continuó Serafín, en los que ellos mismos, el hermafrodita es el macho y la hembra. Afortunadamente de ese tipo de seres, en la tierra hay poquísimos. Pues en Caminades este género, macho y hembra a la vez, se está apoderando de los otros dos y están acabando con el masculino y el femenino, mientras ellos se multiplican en una progresión geométrica. Y por si esto fuera poco, allí son inmortales. Como no pueden acabar con sus vidas, están expulsándolos del planeta y el más cercano habitable para ellos está a unos 500 años luz, lo que lleva consigo multitud de inconvenientes para los que no son hermafroditas. Esto puede llevar al planeta a la desaparición inmediata de su especie en el plazo de no más de 25 mil años. -¡Hombre, 25 mil años son años!, razonó el alcalde. -No para Dios y su Corte Celestial.

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-Por lo que me decís, esa especie de racismo no es solamente patrimonio de nuestro planeta, entre blancos y negros o gitanos y payos. -Las imperfecciones entre los humanos, basándose en su libre albedrío, en la libertad concedida para no ser esclavos, es bastante general en muchos planetas. -¿Y cuándo se van de nuestra ciudad?, cambió el giro de la conversación el alcalde. -Esta noche. La misión nuestra en la Tierra, por ahora, ha terminado. A las doce de la noche, todos menos Rafael, el Arcángel, partimos para el cielo. Rafael se queda hasta que abran mañana los bancos en donde ingresará el dinero. Podría llevárselo él mismo a Nueva York y entregarlo personalmente al Secretario General de la ONU, pero este se halla de visita diplomática en China. Lo más razonable es ingresarlo en el Banco y en ese mismo momento lo tienen a disposición del organismo internacional. Posteriormente al ingreso, el Arcángel se trasladará a China, que ya será de noche en aquel continente y con el pensamiento hablará con el Secretario diciéndole la cantidad que ha ingresado y el fin para el que será destinado. Al principio el Secretario General dudará y creerá que ha sido un sueño. Pero hablará con uno de sus ayudantes para que corrobore o desmienta el sueño que ha tenido. No es la primera vez que nos comunicamos por pensamiento con las altas autoridades mundiales. Ya os dije en nuestro primer encuentro que los Arcángeles son los guardianes y protectores de las altas autoridades mundiales, como el Papa, Jefes de Estado, militares de alto poder y como no, del Secretario General de la ONU. Cuando su ayudante compruebe y le diga que se ha ingresado tal cantidad de dinero, él sabrá que es verdad y nuestra misión en la tierra habrá finalizado. -Vuestro trabajo es apasionante, Serafín, como me gustaría formar parte de los Coros Celestiales, dijo el alcalde con sana envidia. -No te preocupes, en cuanto mueras Dios sabrá ponerte en el lugar adecuado para que estés a su lado y a Su servicio. -Por curiosidad, Serafín, ¿Cuál es la propuesta que lleváis a los hermafroditas de Caminades?, quiso saber Rafael. -Eso no me está permitido decirlo. Lo siento. -Y yo también siento que no me lo pueda decir, porque en el planeta Tierra, cada día hay más hermafroditas y de un momento a otro puede surgir algún conflicto. Me hubiera gustado saber qué solución vais a aplicar allí. -No, no, alcalde. Vosotros no tenéis cada día más animales o plantas hermafroditas. Lo que tenéis cada día son más homosexuales y ese 57


es un problema diferente al hermafroditismo. La solución para eso es distinta a la que vamos a aplicar en Caminades. Roberto, el alcalde de Perfectópolis, quedó satisfecho aunque su curiosidad no había sido satisfecha plenamente por el jefe de los emisarios divinos. Roberto y Serafín se abrazaron y se besaron las mejillas despidiéndose de una manera muy cordial. -¡Ah!, se me olvidaba, le dijo Serafín. ¿Cuándo te reúnes con los medios de comunicación para informarles de lo acaecido aquí? -Les pondré un fax con carácter urgente, para que estén aquí a las 11 de la noche. Les daré un breve comunicado y que puedan lanzarlo a las ondas y a las linotipias mañana por la mañana o en sus medios internaúticos, según las horas de los distintos países de la tierra. -Es para decirte que es voluntad de Dios que para nada menciones la dádiva de los 3000 euros que habéis satisfecho los ciudadanos. La razón es que esta cantidad se donará en función de la riqueza que tenga cada zona del mundo. Incluso en muchos lugares, esa cantidad será cero, por ejemplo en África y muchos lugares de Asia, terminó Serafín. -Como se nota que Dios es inmensamente inteligente, le expresó Roberto con admiración. -Por supuesto que lo es. Desde toda la eternidad. Salió el Jefe de los emisarios divinos camino de los espacios siderales, pensó Roberto. Posiblemente no lo vería más hasta que la muerte lo convirtiera en un ser celestial y estuviera en la gloria al servicio de Dios. Eternamente feliz junto a su Creador.

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Eran ya las 20,30 horas y la noche se había cerrado completamente sobre la ciudad. Las sombras, aprovechando que el sol había desaparecido en el horizonte, sin testigos molestos que las vieran, se habían tragado los pocos espacios de claridad que aún quedaban en la ciudad. El Alcalde de Perfectópolis, quedó solo en el salón de plenos del Ayuntamiento. Sus pensamientos no daban abasto a repasar todos los episodios que habían pasado en la ciudad, por él regida, en los últimos 10 días. Todo le parecía un sueño y se pellizcó el rostro para comprobar si aquello era cierto. Un agudo dolor le dijo que no estaba soñando, que aquello había sucedido de verdad. Posiblemente fuera el único alcalde que había “negociado” con 58


Dios en toda la historia de la humanidad. Pero Roberto no era un vanidoso que quería pasar a la historia por estos hechos. Roberto era una persona realista y responsable y sabía que no todo había terminado. Había que concluir toda lo operación. Descolgó un teléfono y lo primero que hizo fue decirle a su secretario, que estaba en su despacho, que convocara con carácter urgente a todos los concejales para las 11 de la noche y dictarle un fax para todos los medios informativos, citándolos para las 23.15 horas. El cuarto de hora de diferencia entre la cita de los concejales y los medios, era para comentar antes con su Consejo Municipal, lo que se iba a tratar con la prensa mundial. Eran las 21,30 horas. Le daba tiempo a tomar un tentempié antes de que viniera nadie. El secretario entró en el salón de plenos. -Alcalde, ya están citados los concejales y los medios informativos. -Juan, le dijo a su Secretario, todo esto ya va tocando a su fin. Me siento orgulloso del pueblo de Perfectópolis, de mi equipo de gobierno y de todos los funcionarios, contigo a la cabeza, que prestáis vuestros servicios en esta casa. El comportamiento de todos ha sido ejemplar. Y hablando de casas, prosiguió, llama a la tuya y a la mía diciendo que no iremos a cenar o que llegaremos más tarde. Si quieres bajamos a la Cafetería del Hotel Churchill y tomamos algo, pues los acontecimientos se nos han amontonado. -De acuerdo, déjame 5 minutos y bajo contigo, contestó el Secretario. El Hotel Churchill estaba a unos 200 metros del Ayuntamiento. Su nombre se debía a que recién terminada la II Guerra Mundial, se celebró la Conferencia de Potsdam del 17 de julio al 2 de agosto del año 1945 en esa localidad alemana muy cercana a Berlín. Allí se acordó la división de Alemania, quedando una de las partes, a la que se la llamó Alemania Oriental, en la zona Comunista que dominaba la URSS. A ella asistieron Winston Churchill por Inglaterra, acompañado por Clement Atlee; Josif Stalin acompañada de Molotov por Rusia; y Harri S. Truman acompañado de James F. Byrnes por EEUU. Unos meses después de la reunión de Potsdam había malestar entre las potencias vencedoras y algunos puntos de lo acordado en la anterior reunión, peligraban su cumplimiento. Winston Churchill, dada la importancia que ya tenía Perfectópolis, convocó a los Jefes de Estado de Rusia, Stalin y EEUU Truman, junto a Inglaterra, que serian él y Clement Atlee, para tratar de limar asperezas y reconducir la política mundial, tratando de evitar tensiones, que solo desembocarían en lo que luego dio en llamarse la Guerra Fría. (De esta reunión, hubo un secretismo total, ignorando casi todo el mundo aquella 59


mini cumbre y no figurando la misma en los libros de historia). Dada la importancia de la reunión en la cumbre que se celebró en uno de los salones del hotel, el Gobierno Español decidió que el hotel llevara el nombre del Premier inglés, Churchill, como promotor de aquella importantísima cita y tres salones llevarían los nombres de: Salón Harri S. Truman, Salón Josif Stalin y Salón Clement Atlee. Este último relevó a Churchill poco después de esta segunda conferencia como Jefe del Gobierno de Su Graciosa Majestad, al vencerle en las elecciones generales de su país. Poco tardaron en llegar al bar del hotel alcalde y secretario. Pidieron una cerveza y un bocadillo de jamón para “matar” un poco el hambre que ya tenían. Estuvieron comentando lo relacionado con los últimos días. Todo se había desarrollado desde el día de Nochevieja, el 31 de Diciembre de 2008. El ritmo frenético de todo lo acontecido, parecían las imágenes de una película en la que los hechos se atropellaban los unos a los otros. La cantidad de novedades que habían surgido eran de tal importancia, que cambiarían la faz del mundo. Los días se sucedieron con tal rapidez, que parecía mentira que en tan poco tiempo hubiesen pasado tantas cosas. Y lo que era más importante: La noticia no se había filtrado a ningún medio y sería novedad a la mañana siguiente. -Lo mejor que hemos tenido, comentaba el alcalde, ha sido que en ningún momento se nos ha ido el problema de la mano, gracias a nuestro equipo que ha funcionado como un reloj suizo. -Los días han sido ajetreados, decía Juan el secretario. Efectivamente todo ha salido a pedir de boca. Se notan muchas cosas y una de ellas es la experiencia que Perfectópolis ha adquirido a lo largo de cien años. Y aquí hay que ensalzar la labor que han hecho en este ayuntamiento desde su fundación, sus concejales con todos sus alcaldes a la cabeza, sus equipos técnicos y profesionales, los avances técnicos que hemos sabido aplicar en cada momento y todo el personal que han prestado aquí sus servicios desde su primera corporación. -La verdad es que nadie teníamos experiencia en tratar asuntos con el cielo. ¿Qué digo el cielo? Con Dios a través de unos mensajeros, sonrió Roberto. -Por supuesto. Y ya no se trataba de Dios, sino que todos y cada uno de los ciudadanos, han sabido estar a la altura de las circunstancias, colaborando para que todo saliera de una forma perfecta. A las 10 y media marcharon alcalde y secretario para el ayuntamiento. Ya había algunos concejales en el salón de plenos. Antes de las 11 estaba la corporación completa. Tomó la palabra el alcalde: 60


-Hace un par de horas me he despedido de Serafín. Me ha rogado que en su nombre, os agradezca a todos el esfuerzo realizado por la labor que hemos desarrollado estos días. Solo nos queda redactar la nota de prensa y dar a conocer al mundo la noticia. Toma nota, le dijo a Juan el secretario, vamos a redactarla. Poco después el comunicado quedó como sigue: La Corporación Municipal de Perfectópolis, tiene el honor de comunicar al Mundo entero lo que sigue: El día 31 de diciembre último, una Misión Divina enviada por Dios y compuesta por 9 Espíritus que adoptaron forma humana, correspondientes a los Coros Celestiales o Jerarquías de la Luz, se pusieron en contacto con esta Corporación Municipal. Los seres celestiales eran: Serafín, Querubín, Trono, Dominaciones, Virtudes, Potestades, Principados, Arcángeles y Ángeles, asistiendo 1 de cada Jerarquía con el objeto, por mandato divino, de proponer al Consistorio Municipal de nuestra ciudad, el que cada ciudadano pueda elegir el modo, la forma y la manera de cómo quiere morir. Según dijeron estos Delegados de Dios, y escrito y firmado está, la propuesta entra en vigor a partir del día 9 de Enero del presente año. Desde el Ayuntamiento se vio esta oferta divina como un paso hacia adelante para beneficiar a toda la humanidad, si no en abolir la muerte, algo de todo punto imposible por ahora, según manifestaron les emisarios, si al menos elegir como queremos morir cada uno. Todo este proceso se ha llevado a cabo en nuestra ciudad, cumpliendo todos sus habitantes lo pactado, menos siete, por causas comprobadas y aceptadas por la corporación y los emisarios. Estas normas divinas-terrenas, han sido aceptadas por los emisarios divinos y, según nos comunicaron ellos mismos, por Dios. Para la corporación municipal de Perfectópolis y todos sus habitantes, es una satisfacción y un honor, cumplir una vez más con los mandatos a los que estamos obligados desde nuestra creación como ciudad internacional; y seguiremos haciendo todo lo que esté en favor del resto de la humanidad. Esta corporación, cuya copia escrita de cada habitante obra en poder de la misma, no revelará nunca lo escrito por cada ciudadano ni la muerte elegida por él. Eso solo se sabrá si cada interesado lo manifiesta él mismo. Del resto de lo pactado tampoco se revelará nada por ser de momento secreto divino; poco a poco, conforme este mandato divino se 61


vaya propagando por todo el mundo, cada ciudad irá sabiendo las condiciones y compromisos que deben adquirir. Lo que comunicamos para que todos los medios propaguen la noticia por todo el orbe terrestre y esperamos y deseamos que este experimento que arranca en esta ciudad, sea beneficioso para todos los habitantes actuales de la tierra y todos los que hay por nacer. Se da este comunicado de prensa el día 9 de Enero de 2009. Este escrito no podrán hacerlo público ninguna de las Agencias informativas, hasta que sean las 24.00 horas en la ciudad de Perfectópolis. Firma EL ALCALDE PRESIDENTE DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL

A las 23.15 horas todos los medios informativos estaban en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Habría unas 20 cámaras de T.V., prensa escrita para tomar notas y micrófonos para los medios audio. El alcalde leyó el comunicado que se había redactado unos momentos antes. Mandó a un ujier que repartiera los impresos con el comunicado. Cuando terminó de repartirse, todos alzaron la mano para preguntar. -Alcalde, ¿cuándo empieza a regir ese contrato de muerte por elección? -Para nuestra ciudad empieza hoy mismo. -Alcalde, para el resto del mundo cuando y como se va a hacer. -Esa decisión no me corresponde decidirla a mí, sino a Dios. -Alcalde, ¿Cómo sabían ustedes que los emisarios divinos eran ángeles? ¿Cómo lo comprobaron? -Mire usted, hay ciertas cosas y ciertos seres, que nada más verlos, se nota la diferencia de lo que son. Estoy convencido que eran emisarios divinos. -¿Cuándo se van al cielo? ¿Están aquí todavía? ¿No podemos verlos? ¿Tienen ustedes algunas fotografías para poder publicarlas? -Poco a poco, contestó el alcalde. Los emisarios divinos, todos menos uno, ya están en el cielo. El que se ha quedado es para una misión suya que yo no puedo desvelar. Por supuesto que no pueden verlos porque ya no están en la ciudad. No hay fotografías de ellos y a los ciudadanos de Perfectópolis ya nos conocen ustedes: ninguno hemos sacado ni una sola fotografía. Somos fieles a las normas establecidas para nosotros en esta ciudad y ustedes saben que en cien años, ninguno, ¡¡ni uno solo!! casi gritó el alcalde, ha sido sancionado por revelación de 62


secreto. Para esto somos únicos. Lo siento de veras, pero no puedo ser más explícito. -¿Me puede decir como es el modelo de contrato y que más detalles tiene? -El modelo es personal para quien lo firma y suscribe. No estoy autorizado a decir nada de eso. -¿Qué muerte ha elegido usted? -Es una pregunta de tipo personal a la que no le voy a responder. Perdone. La prensa siguió preguntando, pero poco más pudo aclarar el alcalde. Para terminar Roberto Estrellas Cienfuegos, les dijo: -Les ruego que me perdonen, pero nada más puedo decirles. Lo que son decisiones de carácter personal, no me toca a mí revelarlo, sí pueden hacerlo los interesado y afectados; lo que concierne a los emisarios divinos que nos han visitado y lo tratado con ellos, a grandes rasgos ya lo conocen todos ustedes, hasta donde pueden conocer; y a los designios que Dios tiene preparados para nosotros y la Tierra, ustedes comprenderán que quien soy yo para convertirme en intérprete de Dios. Yo no soy el oráculo divino, pobre de mí, solo soy un alcalde que trata de cumplir lo mejor posible y de la forma más conveniente con mis obligaciones como alcalde de esta ciudad. Les doy las gracias por su atención y que los comentarios que haya que hacer sobre los hechos acaecidos, los hagan quienes sepan valorar los posibles beneficios que este experimento nacido en Perfectópolis, se ha hecho. Gracias a todos por su asistencia. Los medios lanzaron la noticia a la calle pocos minutos después, a las 12 en punto de la noche, prácticamente cuando finalizó la rueda de prensa : <<Unos emisarios divinos se entrevistan y proponen, en nombre de Dios, a los ciudadanos de Perfectópolis, algo que removerá los cimientos de la civilización humana de toda su historia>> Primero fue el comunicado escueto. Días después los editoriales, los artículos de opinión, las conferencias sobre el tema, los que defendían la postura de Dios, los que estaban en contra de Dios, los que estaban a favor del favor divino, los que estaban en contra… nunca se había escrito tanto de un tema tan delicado. Los servidores municipales se retiraron todos a disfrutar de un merecido descanso. Fueron días de enorme trabajo, de una enorme responsabilidad. Pero una vez más supieron sobreponerse al desánimo, si es que alguna vez lo tuvieron. El pensamiento de los ediles, sobre todo del alcalde, se trasladaba muchas veces a la fatalidad que era la muerte: 63


Anhelaban que alguien de Perfectópolis muriera, para saber la forma en la que moría y si coincidía con lo solicitado por el difunto. No es que dudaran de Dios, pero querían tener la tranquilidad de que el pacto se cumplía.

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CAPÍTULO VIII Hablan los muertos

Lo que fue noticia de impacto durante una semana, el Pacto de Dios con Perfectópolis, se mantuvo en las primeras páginas de la prensa mundial poco más de una semana. Otras noticias más relevantes la habían desplazado de página o simplemente la habían borrado. Tampoco había habido ningún contacto más con los humanos por parte de las Jerarquías Celestiales. Juan, el secretario, se lo comentó al alcalde: -Roberto, ¿no te extraña que haya desaparecido nuestro encuentro con Dios, a través de sus emisarios? ¿Qué los que fuimos primera página para nada se nos menciona ahora en la prensa con ese tema precisamente? -Hombre, Juan, contestó el alcalde, Es bueno que no aparezcamos en ningún medio para este tema. Eso significa que no nos hemos muerto ninguno de esta ciudad, ¿O acaso te gustaría que fueras tú el protagonista de esa noticia? Preguntó con sorna Roberto. -Tampoco es eso, Roberto, contestó con una sonrisa el secretario. ¿Pero no te extraña que tampoco los emisarios divinos hayan dado muestras de su presencia en algún lugar de la tierra, habiendo transcurrido ya más de cinco meses desde que estuvieron aquí? -La verdad es que eso no me extraña. Para Dios que el tiempo lo cuenta por años luz, cinco meses son una minucia. Pero si quieres que te diga la verdad, Juan, la verdad es que sí me gustaría que alguien se hubiese muerto. Que no sea joven, no. Más bien ya mayor y con el D.N.I. de los que ponen “validos” hasta el año 9999 o “sin caducidad”. Es decir, que sea una persona ya mayor. Si te digo que solo el pensar esto, me crea problemas de conciencia, porque parece que le estoy deseando la muerte a alguien. -No, no. A mí me pasa lo mismo. Pero despreocupémonos, que antes o después alguien se morirá. La verdad es que todos nos vamos a morir, contestó el secretario con cara de querer borrar ese pensamiento de su cerebro. Pero en Perfectópolis a pesar de todo no pasó nada relevante. El tiempo siguió arrancando páginas de los almanaques de la historia con la monotonía habitual. Los ciudadanos siguieron con sus trabajos como si nada hubiera ocurrido. Incluso algunos olvidaron que hacía muy pocos meses Dios había adquirido un compromiso con ellos, como era 65


mandarles la muerte de la forma que ellos deseaban. Era normal: La mayoría de los humanos en lo que menos piensan es en la muerte, sobre todo si es la suya. Pero algo vino a turbar la paz bucólica que se respiraba en la ciudad. El día 15 de junio un accidente de carretera cerca de Madrid, causó la muerte de 5 personas. Por la enormidad de la tragedia, 5 muertes de 5 jóvenes, la noticia saltó a los periódicos y servicios informativos de toda la prensa nacional. Entre los muertos, había 2 personas de Perfectópolis: Ignacio Rodríguez Bustamante y María del Carmen Tobaruela Expósito. Ambos tenían 21 años y cursaban estudios de Informática en la Capital de España. Para la ciudad aquella noticia fue un mazazo en pleno rostro. Dos vidas jóvenes segadas en plena juventud. El alcalde, nada más enterarse de la noticia hizo 3 cosas: Dar el pésame a la familia, declarar un día de luto y que las banderas del ayuntamiento ondearan a media asta y decirle al secretario que comprobara en el archivo municipal, que tipo de muerte habían “solicitado” los dos jóvenes. El entierro constituyó una muestra del pesar que toda la ciudad sentía por tan enorme tragedia. Miles de personas asistieron al sepelio, pues solo se hizo un entierro conjunto con los cadáveres de ambos jóvenes. Nadie habló del tema del compromiso, porque aquellos momentos no eran para acordarse del tema. Roberto y Juan, alcalde y secretario, asistían juntos al duelo. -¿Lo has visto, Juan? Preguntó con inquietud el alcalde. -Sí, contestó el secretario en voz baja. -¿Y…qué? Preguntó Roberto con miedo a escuchar una repuesta que no quería oír. -El chico había solicitado morir de una enfermedad degenerativa de los huesos: Esclerosis múltiple, como había muerto su madre cuando él aún tenía 3 años y la chica quería morir de una picadura de un animal venenoso, por solidaridad con la religiosa que está de misionera en África. El rostro del alcalde se tornó lívido. Tenía el color de la cera. -No es posible, Juan, dijo el alcalde. -Sí que lo es. La copia de su petición la tengo en un cajón de mi mesa bajo llave. De regreso al ayuntamiento, Juan le llevó los dos contratos a Roberto a su despacho. Roberto estaba deshecho, no articulaba palabra. -¿Qué puede haber pasado?, preguntó Roberto. -No lo sé, Roberto. No lo sé.

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-Esto ya mismo se estará propagando por toda la ciudad. ¿Qué podemos hacer? -Creo que lo mejor que podemos hacer, dijo Juan, es decirlo a todos los concejales y que se guarde el secreto hasta que tengamos las cabezas bien frías y podamos decidir qué camino seguir. El pueblo no dirá nada porque nada sabe. Solo podemos saberlo sus padres y nosotros. Los padres de Mary Carmen e Ignacio, los dos muertos, sí pueden leerlo, pero pienso que ahora no estarán como para registrar y armar jaleo. Sus hijos ya están muertos y supongo que a ellos les dará lo mismo la causa. El resultado es el mismo: La muerte. -Convoca una reunión con todos los concejales para el próximo lunes. Tú asistirás también como secretario y guardador de los expedientes de cada ciudadano. Te diré algo que no te voy a pedir a ti que también lo hagas: Esta noticia no la comentaré con nadie, ni siquiera con mi mujer o mis mejores amigos. A ti no te puedo exigir eso, así es que puedes hacer lo que mejor te plazca. -No te preocupes, alcalde. Creo que llevas razón. No lo comentaré con nadie. Por mi boca jamás se sabrá lo que ponen estos dos expedientes. Con propagarlo por ahí ni voy a resucitar a nuestros jóvenes ni vamos a solucionar nada. -Por cierto, si alguno de los concejales tuviera algún asunto que le impida asistir a la reunión, que lo suspenda o aplace. Quiero que estén todos. Y sobre todo no les digas el motivo o el asunto de la reunión. Diles que yo se lo explicaré. -De acuerdo, no te preocupes. Esperemos que nos vayamos serenando. La marcha del pueblo se fue normalizando. Pronto se superó, que no se olvidó, la muerte de los dos jóvenes. Esto era ley de vida y había que seguir adelante. Algún vecino comentó en una reunión: -¿Se habrán cumplido los deseos de morir como ellos querían de Ignacio y Mari Carmen? A lo que otros respondieron: -Eso no creo que tenga importancia ahora. Lo grave, lo trágico es que ambos están muertos en la flor de la vida. Apenas si se habló en el resto del pueblo. La causa de la muerte había sido demasiado impactante, como para que la gente se dedicara a frivolizar sobre otras materias. El lunes, a las 11 de la mañana, se reunió el pleno municipal. Roberto abrió la sesión: -La reunión de hoy no irá reflejada en ningún acta. Diréis que cual es el motivo de la misma. Pues iré al grano directamente: Creo que Dios 67


nos ha engañado. –Caras de asombro, algún ¡¡¿¿Cómo??!! Incredulidad por parte de todos. -Pero ¿qué ha pasado, alcalde?, preguntó el concejal de Urbanismo. -Algo muy simple. Ignacio y Mary Carmen han muerto, como todos sabéis, en un accidente de coche. Pues bien, le dije a Juan, el secretario aquí presente, que como ya estaban muertos, podía abrir sus expedientes de petición de muerte a Dios y sorprenderos: no coinciden sus peticiones con la muerte que han tenido, de lo que deduzco que si Dios no se lo ha concedido, nos ha engañado. -Bueno, eso no es así exactamente, Roberto, tomó la palabra el edil de Cultura. Lo más probable es que Dios no haya intervenido para nada en este asunto y todo haya sido un timo de una banda de atracadores. -Pero eso es imposible. Eran de verdad y vosotros los visteis. Como hablaban del cielo. Parecían conocerlo como nosotros conocemos nuestras casas. Con qué familiaridad hablaban de Dios, ya que vivían con Él; como nosotros hablamos de nuestras mujeres o nuestros hijos, que viven con nosotros. -Sí, sí, continuó el de cultura, que era profesor de matemáticas. Ninguno de nosotros hablamos con Dios, ni siquiera por teléfono. Vinieron aquí sin saber cómo y se hospedaron en el mejor hotel de la ciudad. ¿Qué hablaban bien de Dios y se conocían al dedillo todos los recovecos del cielo y del universo? Solo hace falta echarle unas horas de estudio y enterarse de lo mucho que se ha escrito y hablado del cielo. Que por cierto, ¿cómo se puede hablar tanto de la gloria y de la vida eterna, si nadie ha estado allí y ha regresado para explicárnosla a los que hemos quedado aquí? La reunión se fue animando. Intervinieron todos y todos estaban asustados. Si los emisarios divinos lo eran, llegaría la solución del cielo sin falta, pero si eran una banda de atracadores, la cuestión se ponía más peliaguda. ¿Lo denunciaban o…qué? El edil de AASS, que había intervenido bastante con todos los emisarios, dijo: -Creo que debemos esperar a que haya más muertes y cuando ya sepamos si coinciden las peticiones con la muerte con lo que ha sido esta en realidad, podemos denunciarlo. -¿Denunciar qué?, ¿Cuánto nos han robado si es que esto ha sido un robo o un timo? Vociferó el concejal de Hacienda. -¿Cuánto se han llevado, Juan?, preguntó el alcalde. 68


Este echó mano de una libreta y dijo: -44.913.000 euros. Para entendernos en lenguaje antiguo unos siete mil quinientos millones de pesetas. -¡Qué barbaridad!, exclamó el de hacienda. Y nosotros somos los responsables. Hubo un largo y espeso silencio. Las mentes en blanco y al momento se pusieron todas a funcionar de forma precipitada. ¿Cómo se pagaba aquello? ¿Quién lo pagaba? ¿Responsabilidad civil solamente o civil y penal? ¿Los políticos tenían responsabilidad civil y penal? ¿Podían considerar aquello los jueces, como colaboración necesaria para la estafa? Siguieron hablando y discutiendo sin llegar a ninguna solución concreta. Solo cabía esperar. De todos los que estaban allí, solamente el secretario, que no era político y se limitaba a cumplir las órdenes del alcalde, podía librarse de las consecuencias. Decidieron esperar que muriesen algunos vecinos más y ya verían la solución. Se levantó la sesión si levantar acta de la reunión. Lo que faltaba, pensó el alcalde. Levantar acta de un probable delito, por imprudencia temeraria o colaboración con ladrones, cometido por toda la corporación. -Bien, voy a levantar la sesión, dijo el alcalde, sin levantar acta. Esperaremos 4 o 5 muertos más y si en estos no coincidiera ninguno la petición con la causa, (petitio mortis cum causa mortis, la petición de la forma de la muerte con la causa de la muerte), se comunicará primero a las autoridades judiciales, para que tengan conocimiento del hecho y ellos decidan y después al pueblo de Perfectópolis, al pueblo soberano. Y si nos linchan, creo que nos lo merecemos. Os puedo decir que yo asumo, desde este momento, toda la responsabilidad civil y penal y que sea lo que Dios quiera. ¿Y por qué meto yo a Dios en esto? ¿Qué será lo que Dios quiere?, pensó el alcalde. Si pudiera hablar con Él… -No, no, no. Todos los concejales hablaron al unísono. Todos somos responsables y todos pagaremos por ello. Tú no te puedes quedar solo, cuando todos colaboramos a que se efectuara el engaño y fuimos engañados. -Nadie de nosotros se lucró, antes al contrario, también fuimos víctimas del robo, dijo el de Hacienda… Si somos imputados, lo seremos la corporación completa. Pasaremos a los anales de la historia de Perfectópolis, como unos auténticos imbéciles que fuimos engañados… “por un puñado de ángeles del cielo”. La reunión de la corporación resultó bastante triste, pero todos se dijeron que había que seguir adelante con la labor de luchar por su ciudad

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y dejarse la piel, porque Perfectópolis siguiera siendo lo que había sido durante cien años: El espejo en donde se miró el mundo entero. En el mes de julio murieron 3 personas más. Dos de ellas pasaban los 80 años y la causa de la muerte fue por parada cardíaca, ellos habían solicitado uno por accidente de aviación y la otra, una mujer, por enfermedad degenerativa de las células cerebrales. La otra persona que murió tenía poco más de 50 años y perdió la vida ahogado en un pantano cuando se bañaba tranquilamente. Debió sufrir un corte de digestión o una pérdida de conocimiento eventual, porque era un gran nadador. El quería morir haciendo deportes de riesgo. Pablo era el nombre del difunto. Este fue el que desencadenó todo el escándalo. Un hijo del ahogado que se llamaba Benedicto, de 24 años, pasados unos 15 días del entierro, se dirigió a la Comisaría de la Policía Nacional en compañía de su madre y una hermana de unos 20 años. El policía que estaba de servicio en la puerta de la comisaría, les preguntó qué es lo que deseaban. -Poner una denuncia, contestó Dolores. Les indicó una habitación en el interior del edificio y les dijo que esperasen allí un momento. Estando sentados los tres, pasó por allí Servando Justo de Dios, el capitán que mandaba la compañía de la Policía Nacional. Conocía al difunto y a la familia; se dirigió a la viuda: -Dolores, te acompaño en el sentimiento. Siento mucho lo de Pablo. No pude asistir al entierro porque me encontraba en Madrid en una comisión de servicio. -Gracias, Servando. No esperábamos esta desgracia. ¡Qué le vamos a hacer! -¿Qué es lo que queréis?, preguntó dando la mano a los dos hijos del matrimonio. -Poner una denuncia, dijo Benedicto, el hijo. -¿Qué ha pasado?, dijo Servando sorprendido, pues no eran muy frecuentes las denuncias en Perfectópolis. -Mi padre, dijo el hijo, murió ahogado y él quería morir practicando deportes de riesgo. Era muy aficionado al montañismo y también a la espeleología. Incluso todavía practicaba el parapente. -¿Y…? ponía cara de sorprendido el capitán, a lo mejor el bañarse lo consideran en el cielo un deporte de riesgo. -Pero capitán, dijo la hija, si en ese pantano se bañan hasta los niños pequeños de lo tranquilas que está sus aguas. Todos los fines de semana cientos de personas se juntan en aquel paraje para bañarse y jamás ha pasado ningún accidente de este tipo. 70


-¿Le habrán hecho la autopsia, supongo?, preguntó Servando. -Por supuesto que la hizo el forense y hasta que no llegó el juez no se levantó el cadáver de mi padre, dijo el hijo. -¿Cuál fue el resultado de la autopsia?, preguntó el capitán, porque no sabéis la cantidad de datos que puede proporcionar una autopsia. Se puede decir que los muertos “hablan” dando un montón de información. ¿Qué es lo que dijo el forense?, repitió la pregunta Servando. -Pérdida del conocimiento por un corte de digestión y a consecuencia del mismo, se ahogó. -Pues os voy a decir una cosa, dijo Servando. Yo conocí a uno de esos ángeles y a pesar de que lo vi vestido de humano, yo hubiese jurado que era un ángel. La forma de hablar, de comportarse, yo creo que hasta de respirar. Aquel individuo era un ángel de Dios. Buscar la desgracia por ahí, no creo que tenga futuro -¿Un ángel de Dios?, dijo con sarcasmo Benedicto, ¿o un timador? -Pues no sé qué decir, terminó el Policía Nacional. -Tú ya no te acuerdas, Servando, dijo Dolores buscando otro punto del misterio, pero hace solo unos meses, firmamos un documento dirigido a Dios, solicitando cada habitante de esta ciudad como queríamos morir. Y para que nuestra petición fuera atendida por Dios, cada uno tuvimos que aportar 3000 euros para paliar el hambre en África. ¿Ya no te acuerdas? -Claro, claro que me acuerdo. Lo que pasa que uno está tan imbuido en su trabajo, que olvidas cosas que solo hace unos meses paralizaban la ciudad. Por supuesto que me acuerdo. ¿Y contra quien va la denuncia? -Pues no lo sabemos, dijo el hijo. Imagino que contra Dios que no ha cumplido su parte de compromiso. -¿Contra Dios? Esperad un momento que esto es ya más serio de lo que pueda parecer; está aquí el juez de guardia y vamos a hablar directamente con él. Puede ser contra Dios o contra el ayuntamiento o contra los concejales y el alcalde o contra todos los que colaboraron con los ángeles y espíritus celestiales. El juez de guardia que hay hoy, es un magnífico profesional y él sabrá lo mejor que se puede hacer. Tardaron unos 20 minutos en ser recibidos por el Juez. Entraron en el despacho acompañados de Servando. El Juez, estaba destinado en Perfectópolis desde hacía unos dos años. Se llamaba Antonio Espinosa de los Monteros y Soldevilla; era natural de Córdoba y persona de gran inteligencia, experto en leyes, no tanto por haber estudiado la carrera de Derecho y superado unas durísimas oposiciones, sino porque era un estudioso de la legislación, no solo nacional, sino 71


también internacional. Tenía fama de ser una persona equilibrada, con un gran sentido de la responsabilidad y conocedor a fondo de las personas con las que trataba. -Por favor, siéntense. Los 5 tomaron asiento alrededor de una mesa ovalada. La familia del difunto Pablo, Servando el capitán y el mismo juez. Parecía una reunión familiar. Cuéntenme lo que ha pasado. Quedaron todos en silencio sin saber que decir ni que hablar. -Si me permitís, dijo el Capitán de la Policía, haré un breve relato de lo sucedido. Narró todo lo que concernía a los habitantes de Perfectópolis, que él había vivido como uno más. Las pantallas de los televisores, las pantallas de alarma, la presentación que “los ángeles” hicieron de ellos mismos desde el ayuntamiento, lo que dijo el alcalde, la entrega de los contratos solicitando el tipo de muerte y por último, la entrega de los 3000 euros como compensación al cumplimiento de la promesa por parte de Dios. -Yo creo, D. Antonio y no soy el más indicado para decírselo, que al que hay que llamar de momento es al alcalde que fue quien vivió toda esta aventura con los “Ángeles”. -Pero aquí lo importante es saber en donde están los ángeles, dijo Dolores. El juez sonreía con socarronería. -¿Qué donde están los ángeles? Pues donde deben estar: En el cielo. -¿Y allí vamos a ir a buscar el dinero, D. Antonio?, preguntó con asombro la viuda de Pablo. -Ese ya es otro tema, señora. Bien, ustedes han venido a poner una denuncia y la pondrán. Cuando terminemos esta reunión, pasarán a la sala de guardia, en donde un policía les tomará declaración, firmando después la denuncia. Pero no se preocupen que en este caso intervendrán todos los habitantes de esta ciudad que han sido los perjudicados, incluido nuestro querido Capitán Servando, que también colaboró con la corte celestial. Por lo que deduzco, sin haber hablado todavía con el alcalde, me da en la nariz que han sido víctimas de un timo monumental. De un estafa como no se ha dado ninguna que yo sepa en este último siglo. Todas las personas de la ciudad que hayan aportado los 3000 euros, son querellantes en potencia. Tendrán que buscar un buen abogado o abogados que les representen y luchar en donde les corresponda, que imagino que será en la Audiencia Nacional. Yo abriré un Sumario e instruiré una causa tratando de esclarecer los hechos. Lo importante es 72


poner en marcha la instrucción del caso y que la Justicia llegue al final dictando una sentencia lo más justa posible en la que los estafados, puedan ser resarcidos de su dinero. Poco o nada más puedo decirles yo. Sabemos que la estafa existe porque existen los estafados. Y existen los estafadores porque todos los han visto y hablado con ellos. Lo que no sabemos es en donde están. Decir que están en el cielo y que son unos ángeles al servicio de Dios, me parece una broma. Decir que vamos a demandar a Dios y estamos en contra de Él, me parece una blasfemia y una temeridad, aparte de una burla hacia nosotros mismos. En fin, esto es más complicado de lo que parece. -Pero D. Antonio, ¿recuperaremos el dinero?, preguntó Servando. -Sinceramente yo no lo sé. Ni me atrevería a dar un pronóstico y menos un veredicto. Hay que averiguar primero en donde están los estafadores, suponiendo que quienes han recogido el dinero no son emisarios divinos, que supongo que no lo serán, dijo con ironía el juez, y en segundo lugar en donde están los euros y que se ha hecho con ellos. Y eso es más difícil de lo que parece. Tengan ustedes en cuenta y perdonen mi ironía que, se supone según declaraciones de ustedes, los Ángeles marcharon al cielo nada más cobrar todo el dinero. Y Ya me dirán ustedes que transporte cogemos para trasladarnos al cielo y allí interrogar a todas las Jerarquías Celestiales. El día siguiente fue citado por escrito el alcalde para prestar declaración en el Juzgado de Instrucción del Juez Espinosa de los Monteros. Al recibir la notificación del alcalde y comunicárselo a sus ediles, todos se revolucionaron intuyendo lo que iba a pasar: Que la Justicia no les dejaría en paz en un poco tiempo, sin saber que responsabilidades tendrían ellos. El pueblo entero supo lo que pasaba. Ellos que casi ya habían olvidado lo de la muerte y el compromiso con Dios, vivían ajenos a lo que habían firmado hacía solo unos meses. Lo mejor de la muerte es olvidarla, pero a veces es imposible, sobre todo cuando el hecho ocurre en la propia familia. El juez también citó al familiar más cercano de todos y cada uno de los ciudadanos que ya habían fallecido, con objeto de saber la causa de su muerte y lo que el difunto había solicitado “al cielo”. El juez despidió a los familiares de Pablo y al Capitán Servando. -Les deseo suerte, les dijo, pero les aconsejo que se lo tomen ustedes con paciencia. Quinde días después Roberto Estrellas Cienfuegos prestó declaración ante el juez Espinosa de los Monteros. Cantó y contó todo lo que había pasado desde que se le presentaron los emisarios divinos hasta 73


que estos se despidieron. Llevaba notas y documentos suficientes para que no se le olvidara nada. El juez estuvo serio pero amable; cuando finalizó su declaración el alcalde, el juez quiso tranquilizarlo: -Veo, Sr Estrellas, que usted esta tremendamente preocupado; debo decirle que según mi opinión y después de la declaración tan exhaustiva que ha efectuado en este juzgado, a mi juicio ni usted ni sus compañeros de corporación, que deben estar preocupados más o menos como usted, pueden ser imputados y mucho menos acusados de colaboración con estos estafadores. Ustedes han sido un medio necesario sin pretenderlo para que se produjera tamaña estafa, pero siempre sin su conocimiento de que el verdadero fin de toda la operación era quedarse con el dinero, no que Dios les concediera a todos los que firmaron la petición de morir como ellos querían. Por lo tanto tranquilícese usted y tranquilice a sus compañeros de corporación. -Gracias, sr juez, le contestó el alcalde. Gracias por estas palabras de ánimo. Unos días después declararon los parientes y familiares más cercanos de las personas que ya habían muerto. Todos llevaban consigo la partida de defunción del Juzgado Civil, en donde figuraba la causa de la muerte y el impreso que el difunto había dirigido a Dios, solicitando la clase de muerte que pedía para él. Habían muerto 11 personas: Ni en una sola coincidía la causa real de la muerte con la petición hecha. Tomadas estas declaraciones, el Juez consideró que aquel sumario, según la Ley, debía llevarlo la Audiencia Nacional, cuya sede estaba en Madrid. Hizo los trámites legales y remitió todo el Sumario y sus diligencias a la Audiencia Nacional. Se hizo cargo del mismo el Juzgado nº 6 de la mencionada Audiencia. Todos los ciudadanos de Perfectópolis, pasaron de una despreocupación casi total por lo acontecido unos meses atrás y olvidaron de qué forma iban a morir, a una preocupación intensa por saber quién iba a pagar el dinero estafado unos meses atrás. En cualquier familia había 4 o más miembros, lo que suponía un mínimo de 12 mil euros por familia. Y sobre todo que sus muertes, seguirían estando al albur de los designios del destino. Lo suficiente es que yo haya pedido una muerte sin violencia, razonaba más de un vecino, para que me toque alguna que me haga sufrir múltiples peripecias hasta que mi alma sea acogida en las manos de Dios Nuestro Señor. Rápidamente se puso en marcha una cadena de abogados, procuradores, notarios… que tomaron contacto con todos los afectados por la estafa de los emisarios. El timo saltó a la prensa de todo el mundo. 74


La Interpol entró en acción y toda la policía de la tierra empezó a investigar quienes podrían ser los posibles estafadores. Parece ser que tenían algunas pruebas cuyas pistas conducían a que los posibles ladrones eran de España y Portugal, pero tenían su residencia en las islas Caimán, paraíso fiscal, como es sabido por todo el mundo financiero. La policía de varios países, relacionó algunos casos de robos en iglesias o compraventa de objetos de culto o cuadros antiguos que estaban en las iglesias de los pueblos, ignorando los sacerdotes el valor real de los mismos, hasta robos de campanas, que los hubo; todo esto fue relacionado con esta banda de timadores, los mismos que habían actuado en Perfectópolis. Los bufetes de abogados de más resonancia en España, se hicieron cargo del asunto. En la prensa se le conocía como: El Caso de los Emisarios Divinos. Y otros le llamaron Los Ángeles ladrones. ¿Qué pasó entonces? ¿Qué se descubrió? ¿Cómo se podría recuperar el dinero? En todas las novelas de misterio y de ficción, se va desarrollando la trama de la acción y al final, el autor va desgranando fotograma a fotograma hasta descubrir a los malhechores. Con tres o cuatro páginas descubre a los malos y los buenos cobran su dinero sin más incidencias. Pero cuando se trata de un relato no ficticio, si no que es real, el fin es más complicado. La justicia se embrolla, las leyes se mezclan, no sé cómo, siempre en perjuicio de los estafados. Los jueces piden pruebas que tardan mucho tiempo en comprobar, y una vez comprobadas, no sirven de nada. Algunos visitan medio mundo para conocer el testimonio de una persona que está mal de la cabeza, pero jura por sus muertos que a ella la estafó un ángel que dijo llamarse Serafín. Resumiendo, la Justicia en España es lenta, muy lenta, lo que equivale a decir que es mala por lo que se eterniza. Cuando el relato, como en esta caso, es real como la vida misma, no se pueden aplicar las mismas técnicas que en lo imaginario. De nada serviría al autor de este relato inventar un fin falso, para que posteriormente, los perjudicados, que sí existen, que tienen nombres y apellidos, se pongan a gritar: ¡Falso!, ¡Falso!, ¡Falso! Algo fehaciente sí que lo hay. El autor ha seguido el caso a través de fuentes fidedignas y el resultado hasta ahora es nulo o casi. Cuando las hojas del calendario han caído ya hasta el mes de julio del año 2.011, nada se puede decir que haya avanzado. Parece ser que el juez que lleva el pleito, tiene el despacho y los armarios llenos de casos sin resolver. Los perjudicados, que no son ficticios, desesperan de cobrar lo que se les estafó. Eso por hablar de los perjudicados vivos, pero los perjudicados muertos, que cada día hay más, esos nunca cobrarán. ¿Y cobrarán sus herederos? Cualquiera lo sabe. Y 75


eso que los muertos han hablado diciendo: Yo no solicité este tipo de muerte. Por lo tanto hay que ser sincero. Como el autor no es Juez, ni puede juzgar, ni dictar sentencia, no puede aclarar los hechos. Algo hay real: Ha habido estafa. Eso es cierto. Está comprobado y el caso está en los juzgados o mejor está en el Juzgado, en un Juzgado concreto que dirige un juez que después de varios años nada ha resuelto todavía. Hay estafados, con nombres y apellidos, por lo tanto hay estafadores. Esto lo admite el Juzgado que “juzga” o “instruye” la causa. ¿Cuál es la verdad? ¿Cobrarán los afectados? ¿Se castigará a los culpables? ¿Dónde están los culpables o los emisarios divinos?: Naturalmente están en el cielo, junto a Dios o cumpliendo misiones “divinas” en otros planetas del universo. ¿Y donde están las víctimas?: Los que ya se han muerto están en el cielo. (A ver si se tropiezan allí con los Coros Celestiales y nos dicen algo). ¿Y donde están los estafados que no se han muerto? Según mis últimas investigaciones muchos están en Jauja, otros en La Inopia, muchos más en Babia, miles de ellos en las Nubes, otros…. Cuando sepa la solución, la contaré. No olvidéis la dedicatoria de este trabajo. A quienes está dedicado. Algo saben todos ellos de las estafas cometidas por personas muy honorables, que se han tratado con lo más granado de nuestro país: Políticos y gentes muy importantes y sin embargo resultó que ellos no eran tan honorables.

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EPILOGO Fiel a mi costumbre de rematar mis escritos, sobre todo mis libros, con un comentario final, esta vez no será una excepción. Solo que habrá una diferencia. Dos de mis lectores que ya han leído el borrador, han tenido la amabilidad, sin yo pedírselo, de hacer unos comentarios-crítica a mi “Lotería Celestial”, algo que les he agradecido personalmente. Estos dos lectores, compañeros y sin embargo amigos, son Paco Moreno Doncel y Jacinto Ruiz Morilla. Así pues cierro este relato cósmico con sus valiosas opiniones, que a continuación relato, sin poner ni quitar una sola coma.

PERFECTÓPOLIS

Tienes madera de novelista. Me acuerdo de cuando el año pasado te destrozaste el fenotipo con un espino o no sé qué arbusto allá por la Sierra esa de los Bandoleros, por donde tú te andas... y yo llegué a pensar que era verdad mientras tú te desternillabas de la risa. Cuando llegado a la página cincuenta o así, ya se marchaban los ángeles, me preguntaba yo, ¿qué cosa se inventará ahora Plácido? Y claro, al final resulta que era una estafa aprovechando la credulidad de los perfectopolitanos, hombres crédulos y piadosos donde los haya... Y terminas enredándolo con las cosas tan reales y actuales de la justicia garantista y humanista de nuestros días, que más que justicia, sus procesos parecen disquisiciones sobre filosofía peripatética. Me gustó mucho una frase que en las primeras páginas (por no buscar ahora dónde está) venía a decir algo así: le quedó un buen sabor de oído... ¡Hombre!, se me ocurre que podría ser una buena figura metafórica de existencialistas o de escritores como Knut Jamsun, Curcio Malaparte y hasta del mismo Kafka... Me ha gustado. Un abrazo. Paco. Paco Moreno Doncel, como es público y notorio, vive en Alicante. Compañero de promoción y QUIJOTE, es muy versado en letras. Destaca por sus magníficos poemas laudatorios o críticos a todo lo que se mueve.

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Málaga, 17 de agosto de 2011, festividad de san Jacinto, virgen y mártir

COMENTARIOS AL TEXTO “LOTERIA CELESTIAL”

Sorprendente e imaginativo texto, cuya lectura de 66 páginas acabo de finalizar, no sin antes haber releído algún que otro pasaje, a fin de clarificar mis ideas. La temática elegida es poco frecuente en la literatura de ficción (al menos yo no conozco ninguna semejante) y ello demostraría que tienes una capacidad extraordinaria para dar rienda suelta a tu imaginación, por supuesto con espléndidos resultados. Hasta la página 49, me pareció que el propósito principal de tu relato era abordar el tan controvertido misterio de la vida y de la muerte, apoyándote en las explicaciones y argumentos diversos que ofrece la religión católica. Lo inicias con la creación de PERFECTÓPOLIS como ciudad experimento, adornándolo de datos históricos -a los que tan aficionado eres- que, aunque inventados en su adaptación al lugar, probablemente te han servido de recurso para lograr verosimilitud y credibilidad. Selecciono algunas frases que me han llamado la atención, de un modo particular: En el capítulo de los MENSAJEROS DIVINOS, afirmas que el alcalde es nombrado por el Consejo de Ministros, siguiendo las directrices de la ONU, dada la trascendencia e importancia de su cargo. ¡Ay!... ¿y qué pasó con la tan cacareada democracia? Esto suena a réquiem por ella. En el mensaje contenido en el capítulo III, hasta se determinan las diversas jerarquías de los mensajeros, especificando no solo sus nombres, sino hasta sus alas. Qué información tan exhaustiva. ¿De dónde has sacado el “garganta profunda”?

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Aquí, en este capítulo, planteas el pecado original, con el que yo, respetuosamente, manifiesto mi disconformidad más absoluta, pues no he entendido ni aceptado nunca por qué la desobediencia de Adán y Eva, puede llevar consigo el castigo a toda la humanidad, por los siglos de los siglos, especialmente el dolor y la muerte. ¡Casi nada! A lo mejor se hubiera podido resolver esta infracción con más ecuanimidad y justicia, actuando del mismo modo que ocurre con las herencias terrenales, que antes de recibirlas han de ser aceptadas por los donatarios, y, solo en tal caso, el que la recibe asume, también, cualquier deuda o gravamen que los bienes heredados trajeran consigo. Del capítulo IV (LA DECISIÓN) he anotado que “el suicidio se puede considerar, y así lo considera el Altísimo, un delito contra Dios, un pecado” Y yo, en mi ignorancia, pienso si no pudiera tratarse de un pobre ser humano, enfermo, desvalido, solo, que se siente desgraciado, y que no encuentra solución a sus problemas, y, por tanto, trata de resolverlos de este modo. Si yo tuviera que juzgar al suicida creo que le aplicaría toda mi conmiseración y misericordia. Como voy a creer, por tanto, que Dios fuera menos misericordioso, si el suicida es también su hijo. No sé si todavía existe la mala costumbre de enterrar a los suicidas en el lugar reservado para ellos en los cementerios. ¿Por Dios santo, qué aberración? Yo creo en la existencia de otros planetas habitados, donde no existirá la muerte, pero no por el hecho de que allí nadie desobedeció, pues si así fuera me parecería tremendamente injusto. Yo pienso, sin embargo, que las leyes de la evolución que rigen en este planeta, seguramente actuarán también en otros, de suerte que unos irán avanzando con mayor rapidez que otros, a semejanza de los individuos. En el V (COMPROMISO DIVINO) he anotado que para comunicarse en el Cielo, basta con emitir un pensamiento para que llegue a quien éste se pretendiera dirigir. Es curioso, pero siempre he pensado intuitivamente, que los espíritus no tendrían necesidad de escribir sus mensajes, ni siquiera a través de un medio tan rápido como Internet, ya que bastaría con pensar en el mensaje y ya estaría el mismo en poder del destinatario elegido. ¡Automático! Como ves, así, acabamos de cargarnos el servicio de Correos.

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Sorprendente, también, le medición de la distancia a otro planeta, y eso que está nada más ni nada menos que a 825 años/luz. ¿Qué procedimiento se ha utilizado para hacerlo? En fin, tal cual anticipé, fui leyendo inocente y confiadamente, hasta la página 49, creyendo que habías pretendido abordar en tu relato de ficción el misterio de la vida y de la muerte, hasta que una luz cegadora me tiró de mi “caballo”, pues de pronto advertí que aquello me estaba oliendo a chamusquina, al leer: “Es para decirte que es voluntad de Dios que para nada menciones la dádiva de los 3.000 euros …” Entonces entendí, también, el por qué de la dedicatoria: “A los afectados por el caso Afinsa”, entre los cuales me encuentro, aunque con baja participación. A partir de aquí, comprendí que, una vez más, habías hecho uso de tu capacidad de fabular y nos habías llevado al huerto. Estupendo texto, magnifico el resultado. Mi cariñosa y admirativa felicitación. Un abrazo muy fuerte. J. R.

P.D. No quisiera terminar sin mostrarte mi extrañeza por la forma que vienen separadas algunas silabas; no sé si es que han aparecido normas nuevas que yo desconozco, o es que por alguna razón las separas así. He consultado mi Ortografía y no he hallado ninguna regla distinta a las que ya conocía anteriormente. har-ía (pag. 26) mir-iadas (pag. 28) estar-ían (pag. 20) ten-ían (pag. 40) mor-ian (pag. 40) hab-ía (pag. 63) Nota del autor.- Estas matizaciones de Jacinto, debidas al funcionamiento del ordenador, han sido subsanadas con las indicaciones que el propio Jacinto me dio, quedando todo el escrito, tal como se ha visto. Pese a lo cual no descarto que siga habiendo faltas de algún tipo. Pero al ser la misma persona, es decir: YO, el que concibe la idea, el escritor, el que ordena los capítulos, el corrector de pruebas, el autor de 80


estilo, etc. etc., puede que el trabajo me haya desbordado y siga habiendo errores, nunca imputables a mi voluntad, sino a mi ignorancia, por lo que humildemente pido disculpas. Amén. Jacinto Ruiz Morilla, también compañero de promoción y QUIJOTE, cordobés de nacimiento, lleva muchos años viviendo en Málaga, ciudad y tierra a la que adora; y espera la venida de las Jerarquías angélicas sin prisa pero con paciencia similar a la del santo Job. Fino analista y crítico literario de amplio espectro. Su gran humanidad, es similar a su inteligencia: Sin límites conocidos.

Se terminó de escribir este verídico relato en las estribaciones de Sierra Morena, (Famosa por sus bandoleros, que robaban a los pobres para dárselo a los ricos), el día 26 de Julio de 2.011, festividad de S. Joaquín y Santa Ana, patronos y protectores de los abuelos. Se escribió cuando el autor estaba lleno de ilusión, pero ya había perdido la esperanza. Plácido Pascual Avilés. Vale.

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CORDOBA. XXIII ASAMBLEA

Parece que fue ayer. Aun tengo fresco en mi memoria el recuerdo de nuestro viaje a Cartagena. Finalizando el mismo, la noche del 20 de abril de 2.010, durante la cena de gala, en un salón del Hotel en el que nos albergábamos, se anunció que la próxima Asamblea se celebraría en Córdoba y que el responsable de la organización de la misma sería yo. Parece que fue ayer y ya se ha celebrado la reunión de Córdoba. Ahora solo me queda relatar cómo ha ido todo. Bueno sería recordar una vez más, el por qué de estas reuniones y la celebración de estas Asambleas. Finalizando mi libro anterior, Recuerdos y Añoranzas, ya estaba en marcha el proceso de la reunión y algo se publicó en el. Pero en este capítulo va a ir todo lo referente a la XXIII Asamblea, para que se sepa de la A á la Z todo lo que ha pasado. En Cartagena se acordó, con el beneplácito del Gran Canciller, que Córdoba sería la sede en el año 2.011. ¿El por qué de estas reuniones? Esta es la:

HISTORIA Todos tenemos nuestra historia. Empezamos a escribirla en el seno materno y algunos la continúan escribiendo más allá de la muerte. Por supuesto que la historia es amplia y variada. Una vida encierra amores, sinsabores, fracasos, triunfos, miserias, dolores, placeres y no sé cuantas sensaciones y hechos que nos acompañan durante toda nuestra existencia, durante toda nuestra historia. Una pequeña parte de mi historia son las satisfacciones vividas en los viajes o encuentros que he realizado durante 22 años consecutivos con mis compañeros de promoción y también con excelentes amigos, de la promoción o no, militares de otras Armas o Cuerpos o paisanos familiares, que casi todos los años se han sumado a nuestra alegría, acompañándonos en las reuniones. Todo empezó cuando a Pepe Casares, se le ocurrió la idea de juntarnos en Toledo con motivo del XXV aniversario de nuestro ascenso a Sargento. Este hecho, el ascenso, ocurría poco después de salir de Hoyo de Manzanares, allá en el pleistoceno, por el año 1963. Después de salir de la Escuela de Aplicación y Tiro de Infantería, cuando todos éramos insultantemente jóvenes, cuando nuestro ímpetu carecía de la virtud de la prudencia, puesto que todo lo podíamos. (La Infantería no tiene obstáculos, decíamos), cuando todavía solteros la inmensa 82


mayoría, nuestra edad era una provocación a la vida. Todos estábamos llenos de ilusión, con ganas de comernos el mundo. Hacía poco más de 20 años que habíamos comenzado a escribir nuestras jóvenes vidas. Pasaron 25 años y para celebrar nuestras Bodas de Plata, la idea de Pepe Casares consiguió reunir en Toledo a 286 componentes de los casi 600 que salimos como Sargentos en Hoyo de Manzanares. El encuentro toledano fue también como una provocación. Que de cambios puede dar una vida en 25 años que hacía que no nos habíamos visto. Los comentarios eran: - Estás muy gordo, te estás quedando calvo o ya no tienes pelo, ¿Cuántos hijos tienes?, ¿Dónde estás destinado? ¿Y fulano porque no ha venido? ¿Qué se ha muerto?, vaya por Dios…Encuentro emotivo, pleno de sensaciones y emoción por volver a contemplar los rostros, oír la voz, escuchar las historias de los que 25 años atrás, habían compartido con nosotros los avatares de los largos y gélidos meses en la pequeña y serrana localidad madrileña. Toledo fue un éxito. La renovación del juramento a nuestra Bandera, las visitas a los lugares históricos de la inmortal ciudad, la cena de gala en el salón de la Academia y la apoteosis cuando Pepe Casares: “por las facultades que me he dado a mí mismo y por las leyes que puedo promulgar y promulgo, he tenido a bien nombrarme Gran Canciller de esta Hermandad que desde hoy se constituye”. Aquello fue más o menos lo que dijo. Y el tío se hizo Gran Canciller. Toledo fue el inicio de lo que poco a poco se fue consolidando como casi una obligación el vernos cada año. Ahí empezó para nosotros el nuevo encuentro anual de los que podían o podíamos reunirnos en sitios diferentes. Al principio había como cierto despiste, pero el conocimiento se fue consolidando y esto es más o menos lo que ha sucedido hasta hoy: 1988 Toledo. Y a continuación año tras año, con ánimo de continuidad, Plasencia, Gijón, Huelva, Jaca, Córdoba, Badajoz, Tremp, Zaragoza, Valladolid, Melilla, Gerona, Burgos, Málaga, Valencia, Lanjarón, Gijón otra vez, Palma de Mallorca, Toledo otra vez, Cáceres, Zaragoza-Huesca, El Ferrol, Cartagena y Córdoba otra vez, que es el próximo mayo florido cordobés. Son 22 años en los que nos hemos reunido, ya en menor número que en Toledo. Pero los que hemos sido fieles a la Hermandad, qué de cosas hemos visto, monumentos, lugares típicos, sierras, comidas típicas de cada lugar, sus gentes… que de anécdotas se podrían contar. Vamos envejeciendo de forma paulatina, pero como nos vemos los que nos vemos, parce que siempre estamos iguales y el envejecimiento se hace como a cámara lenta. Muy despacio. Un año no nos cambia mucho y si nos cambia no se nota. Cada año hay algunos que se han 83


ido definitivamente a la Hermandad de los Desparecidos de este mundo. Creemos, queremos creer, que han pasado a formar parte, no de ninguna otra Hermandad, sino de la Corte Celestial y estarán junto a Dios. Un libro se podría escribir con lo que ha ocurrido en todas y cada una de las reuniones. Si de cada reunión, alguien pudiera recopilar lo acaecido en su lugar, se podría confeccionar una bonita historia. De todas formas, los que hemos vivido la casi totalidad de las asistencias, guardamos en el baúl de nuestros recuerdos, gran cantidad de hechos que nos recuerdan algo esencial en el ser humano: Que hemos vivido. Que con nosotros está y vive nuestra Historia. Anoche asistí a una conferencia magistral dada por un Fiscal de la Audiencia de Córdoba, del que me enorgullezco de ser su amigo, sobre El Camino de Santiago. Dictó lo que fue una lección magistral; y dijo algo que me impactó, algo que todos sabemos porque es una obviedad, pero que no decimos o queremos olvidar: “El ser humano es el único ser de la tierra que sabe que va a morir”. Yo le añadiría que “también el ser humano es el único ser sobre la tierra capaz de recordar o escribir su historia”. Y estos 22 años hasta ahora, tienen consigo mucha historia. Ya solo faltan 3 para las Bodas de Oro. Posiblemente, si podemos, volveremos a Toledo a contemplar otra vez los muros de la Academia de Infantería. ¡Ay, Infantería, que de recuerdos traes a mi memoria…!

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Este escrito anterior, Historia, lo redactaba antes de que se celebrara la XXIII Asamblea en Córdoba. He de decir que, fiel a mi estilo, seré prolijo y exhaustivo en mi relato por dos razones: 1ª.- Al ser yo el organizador estoy enterado de todos los problemas habidos durante su preparación organizativa y durante el desarrollo de la misma; y 2ª.- Córdoba tiene un encanto especial y los asistentes vienen a nuestra ciudad con ilusión, por tener Córdoba “un duende o un no sé qué, que atrae” desde que se celebró aquí la V Asamblea; ya entonces adquirió fama de ciudad talismán o fetiche y la “gente” estaba deseando volver a la ciudad de los Califas o a la que durante muchos años brilló como capital de la España ulterior y fue llamada la Bética. En Cartagena asumí el encargo de organizar la reunión con una sola condición: Debería ser en la semana que se celebran los Patios. En esa fecha Córdoba, sus hoteles, muchos restaurantes y otros servicios, 84


encarecen los precios por juntarse, con motivo de los Patios que han traspasado su fama más allá de nuestras fronteras, una aglomeración de personas que se pueden contar por miles. No hubo objeción a mí deseo. Así se haría y así se hizo. Pasado el verano de 2.010, se empezó a ver lo que era nuestra preocupación principal: El alojamiento. Solo o en compañía de otros compañeros visitamos varios hoteles con precios prohibitivos. Todos me apuntaban lo mismo: -Ha escogido usted la peor fecha, me decían. -¿Por qué? -Porque es la época de los Patios. -Entonces no es la peor época, replicaba. Es la mejor y lo que yo pretendo es que el grupo que vendrá a nuestra ciudad pueda ver los Patios de Córdoba en todo su esplendor y en su mejor época. No es la época peor, es la más cara. En eso estuvimos de acuerdo todos. La tarea siguió por varios hoteles. Resumiré los trámites que seguí haciendo por no aburrir al lector; hasta que pensé que lo mejor sería enlazar el lugar de descanso con la Residencia Militar Gran Capitán en donde podríamos comer y sobre todo celebrar la copa de bienvenida y el baile de gala de la última noche. El hotel no tenía medios para estos dos actos y tratar de alquilar un salón podría ser una odisea económica. Evidentemente cara. No solo en cuanto la distancia, sino en el precio. En la Residencia, esto sería gratis al ser todos los usuarios militares, excepto un pequeño grupo de civiles o paisanos, que llevan incorporados a nosotros unos cuantos años o asambleas. Por medio de un amigo que trabaja en el hotel El Califa, de la cadena NH, contacté con sus servicios de dirección y administrativos. El lugar era ideal. En el centro de Córdoba, a 200 metros de la Residencia, a un tiro de piedra de la Judería y de los lugares que íbamos a visitar. Un aparcamiento subterráneo a 20 metros del hotel, rodeado de restaurantes por si alguien quería tomar una tapita con una caña y un precio muy asequible para ser mayo y Patios: 91 euros desayuno incluido. Las habitaciones muy bien y el hotel lo queríamos para dormir. Solamente para descansar y dormir. Sin dudarlo un instante decidí que aquel sería el lugar para “el reposo del guerrero” y de la “guerrera”. Habíamos dado un paso importante, pero aun quedaban más. Con un experto grupo: Alfonso Cañete, Juan Manuel Arjona, Federico Nieto y yo mismo, de ser infantes, nos metamorfoseamos en una unidad de intendencia. Contratamos las comidas y precios. Incluimos en los menús el rabo de toro, el salmorejo, el flamenquín y alguno que otro plato típico para que nuestros invitados pudieran degustar de forma variada la cocina cordobesa y conocieran el arte culinario de nuestra ciudad y de nuestra tierra. La logística estaba finiquitada prácticamente. Esperamos que la calidad-precio fuera en consonancia con los servicios contratados y los recursos económicos de los asistentes. Ahora nos quedaba la misión informativa. Me trasladé a distintos centros de Turismo acompañado de mi amigo Juan Manuel Arjona para solicitar folletos, 85


mapas, celebraciones, certámenes, libros… todo aquello que pudiera servir a nuestros invitados para conocer mejor Córdoba. Transcurrido un tiempo conseguimos parte de este material y sobre todo dos libros. Uno pequeño con un resumen de poesías del certamen que días antes se había celebrado en Córdoba: Cosmopoética. Y otro que se nos facilitaría solo unos días antes de la reunión: Córdoba hacia el 2.016. Un magnífico libro con un resumen de Córdoba y sus monumentos, amén de información exhaustiva sobre nuestra ciudad. Un esfuerzo más de Córdoba para ostentar la Capitalidad de la Cultura europea el año 2.016. Esperemos que lo consiga. Todo el material informativo que se consiguió lo recibirían nuestros visitantes al entrar en sus respectivos hoteles. En el transcurso de estas gestiones, creí oportuno confeccionar y mandarles el Programa que íbamos a desarrollar durante los cuatro días que estarían en Córdoba. El programa me llevó algunos días. Había que informarles del hotel, forma de llegar, aparcamientos. Días de estancia, actos a desarrollar, lugares que íbamos a visitar, importe de la estancia y los mil y un detalles que no se podían dejar al capricho del destino. Todo quedaría o debería quedar atado y bien atado. Una vez pensado, escrito, repasado y analizado hasta el último renglón, como es preceptivo mandé al Gran Canciller, Pepe Casares, el Programa completo para que, una vez leído, diera su visto bueno si era merecedor de ello y lo mandara a los destinatarios de todos los rincones de nuestra geografía patria. Así se hizo y a continuación se transcribe para conocimiento de todos los que esto leyeren:

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HERMANDAD DE LA IV PROMOCIÓN DE SARGENTOS DE INFANTERÍA

XXIII ANIVERSARIO DE LAS BODAS DE PLATA 1963-1988-2011 Organizador: Plácido Pascual Avilés CONVOCATORIA DE “CORDOBA 2011” En nombre del Gran Canciller Pepe Casares, ¡Salve, oh Gran Canciller!, y en el mío propio como organizador y de mi santa esposa Josefina, eficaz colaboradora, nos cabe el honor de invitaros a la celebración del XXIII Aniversario de la Bodas de Plata de nuestra promoción, que tendrá lugar, si Dios quiere y el tiempo no lo impide, (recordad la lluvia de la vez anterior), en la que fuera antigua capital de la Bética Romana, además de la ciudad del Califato y hoy es la Muy Noble, Muy Leal, Muy Fuerte y Muy Calurosa ciudad de Córdoba. (Que todos estos títulos tiene). La reunión se celebrará los días 9-, 10-, 11.- y 12 de Mayo de este año del Señor 2.011. Si observáis los almanaques de cualquier civilización, veréis que esos días son lunes, martes, miércoles y jueves, lejos de los sábados y domingos que tan dados son a celebraciones de comuniones, bodas, sepelios, (que algunos con tal de fastidiar son capaces de morirse) y otros actos que pueden impedir nuestro derecho de asistir a la reunión anual que, desde hace 23 años, estamos obligados a cumplir. Por segunda vez en la historia de nuestros encuentros anuales y primera en este siglo, de momento, Córdoba os abre los brazos y en nombre de mi santa y del mío propio, del noble pueblo cordobés, de todos los imanes, rabinos, sacerdotes, autoridades y todo el pueblo que Córdoba alberga, os daremos la bienvenida a la ciudad varias veces milenaria que fuera cuna de culturas, esplendor y poder. (Y donde hubo, señor, siempre queda, decía Sancho). 87


Si estudiáis los calendarios de cualquier cultura, desde la babilónica a la nabatea, de la hindú a la china, de la maya a la romana, de la judía a la griega, de la cristiana a la islamita, podéis ver que las fechas coinciden con la renombrada y afamada fiesta del Festival de los Patios Cordobeses, declarados de Interés Turístico Internacional por la UNESCO, la ONU, la NATO el Pacto de Varsovia, la Cruz y la Luna roja y otros organismos universales y planetarios que habitan en los confines del universo. Que en estas fechas floridas se reúnen en son de paz, amistad y jolgorio todo el orbe terrenal, con el solo propósito de cantar un himno a la paz, disfrutar de las posibilidades que Córdoba ofrece y compartir nuestra alegría con el resto de ciudadanos del mundo que, por estas fechas, acuden a nuestras fiestas cual bacanales modernas. Os esperamos con el ánimo inquieto, el espíritu alegre y el corazón abierto para compartir unos días de asueto, que bien ganado tenemos y poder contar a nuestros nietos en la posteridad: <<¡¡Yo estuve en los Patios de Córdoba!!>>. Mando este Bando a nuestro Gran Canciller General, ¡Loor y gloria, oh Gran Canciller!, al que ruego de su Vº Bº y Beneplácito para iniciar la convocatoria e inicio de las fiestas. Recibid todo el cariño, el afecto y un fuerte abrazo para vosotros y vuestras esposas de mi santa y mío. Plácido Pascual Avilés y Josefina Morales Cantos Vº Bº El Gran Canciller General. Se ruega hacerlo extensivo a los demás compañeros.

PROGRAMA DE ACTOS (MAYO 2.011) ARRIBADA día lunes 9 de Mayo. RETORNO día viernes 13 de mayo.

DISEÑO DE LAS JORNADAS

1.

Día 9 lunes.- Llegada al Hotel N H Califa, sito en la calle Lope de Hoces, nº 14. (El hotel está en el centro de la ciudad). A partir del medio día podéis tomar posesión de vuestros aposentos. Deshacer maletas, colocar prendas, arreglar armarios y si quedaran algunos deberes por hacer, cumplimentarlos. A las 21.00 horas copa de bienvenida en la Residencia Militar Gran Capitán, (no olvidéis por respeto que, aunque sea Capitán, es más antiguo que nosotros); saludos entre compañeros, discursos de bienvenida y bien llegadas, comentarios anuales y demás liturgia de la palabra. 88


2.

Día 10 martes.- Desayunar en el hotel. El precio de la habitación lleva incluido el desayuno. A las 09.30 horas todos estaremos en la Residencia Gran Capitán, (hay unos 200 metros de distancia), en donde embarcaremos con rumbo a la Ciudad de Azahara, (en la antigüedad Medina Azahara). El fin de esta visita, que es guiada, es contemplar lo que el Califa Abderramán III, mandó construir en las estribaciones de Sierra Morena, para la que era su amada y mujer favorita: Azahara. Con esta visita se pretende que todos tomemos ejemplo de lo que debemos hacer en pro de nuestra esposa favorita: Regalarle algo similar. ¿Qué más tenía Azahara que nuestra santa esposa? Contestad ahora o callad para siempre. Lamento si descubrimos algún secreto y hay otras esposas ocultas, aunque no sean favoritas, pero la vida es así de dura. Pasaremos toda la mañana en la medina regresando sobre las 14.00 horas a la Residencia para reponer fuerzas. Después de la comida, para rehacernos de las fatigas matinales, ejercitaremos lo que nuestros ancestros denominaron el Reposo del Guerrero. A las 18.30 horas, nos reuniremos en el hall del hotel para iniciar nuestra visita a los Patios Cordobeses en el barrio de S. Basilio, situado muy cerca del Alcázar Viejo, o Alcázar de los Reyes Cristianos, al que en Córdoba se le llama popularmente “la casa el vieho” por la deformación de l`Alcasa el Viejo. Por su corta distancia el recorrido lo haremos como si todos fuéramos de Infantería.

3.

Día 11 miércoles.- Repetimos desayuno en el hotel y A las 09.30 horas, como buenos infantes, tomaremos el coche de S. Fernando, (la distancia es muy corta e iremos caminando por el barrio de la judería), nos encaminaremos a la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, (en la antigüedad Mezquita Aljama y antes Iglesia de S. Vicente), para contemplar la belleza de uno de los templos más bellos y originales del cristianismo. La visita será guiada. Al terminar su recorrido, visitaremos el famoso Museo de Julio Romero de Torres, si, si, el que pintó la Mujer Morena y Naranjas y Limones, y la Copla y… A las 14.30 horas nos trasladaremos al Restaurante típico de Córdoba Federación de las Peñas Cordobesas, en donde degustaremos productos culinarios de la tierra que ayuden a reponer nuestras mermadas fuerzas. A las 18.30 horas nuevo recorrido de patios para contemplar los que, a mi juicio, son los más bellos de Córdoba: Los del barrio de S. Agustín, S. Lorenzo, Santa Marina, etc., y el Palacio de Viana, (por allí esta mi barrio), si nos da tiempo. Procuraremos que el regreso sea un paseo típico por la Córdoba nocturna, para poder ver el Cristo de los Faroles, entre otras joyas de la ciudad cordobesa. Pero antes repondremos fuerzas en plan tapeo y copitas, costumbre muy española, en la sede social de la Casa de Sevilla en Córdoba. Nuestro amigo y compañero, “el granaino” Ángel López 89


Durán, nos ofrecerá esta sede para que veáis lo que “sufrimos” los cordobeses que somos socios o estamos unidos a este tipo de asociaciones. 4. Día 12 jueves.- A las 09.30 h. salida del hotel para visita al Alcázar de los Reyes cristianos. (En este lugar ya habitó en algunas ocasiones Julio César, que no era cristiano). A la salida visita a los baños árabes y Torre de la Calahorra. A las 14.30 tendremos el almuerzo en la Residencia, siendo moderados en el yantar, pues espera la cena de despedida. La tarde libre para pasear y/o para arreglarse, poniéndose ellas con la belleza que atesoran y ellos, galanes y varoniles, virtud que aun guardamos de nuestros ya lejanos años mozos en la milicia. A las 21.30 horas Cena-baile de despedida. Discursos ciceronianos, no por su amplitud, si por su belleza; entrega de diplomas, regalos de recuerdo, designación de la sede para el próximo año. Suspiros, lloros, lágrimas, (¿qué es una despedida sin lágrimas?) y hasta el año que viene si Dios quiere. Nota aclaratoria. El baño y masaje no se ha incluido en el programa general por dos razones: 1ª.- La densidad del programa nos ha impedido colocarlo en algún lugar sin que nos perjudicara en otra de las visitas a las que le he dado prioridad. 2ª.- El precio es excesivo. Tiempo mínimo del baño: 90 minutos. Precio por persona para pensionistas: Solo baño 15 €. Baño + masaje relajante 25 €. Baño + masajes varios 40 €. Si alguna persona/s quisiera utilizar esta terapia, lo deberá comunicar al organizador cuando haga la inscripción y habría que utilizar la mañana del día 12, (visita al Alcázar y Torre de la Calahorra). Los baños árabes previstos para la visita general, son otros diferentes. Nota muy importante.- No olvidar llevar para todas las visitas el D.N.I.

INFORMACIÓN SOBRE EL ALOJAMIENTO

. Lugar: NH Califa. Dirección C/ Lope de Hoces, nº 14. Teléfono: 957- 299400.

. Días de estancia: CUATRO. 9-10-11-12 de mayo. . Precio: Habitación doble: 91,80 €. Habitación

de una plaza: 78,84; aquí ya va incluido el IVA y desayuno en el hotel.

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Se puede reservar la habitación, desde la recepción de este comunicado hasta el día 14 de Marzo de 2.011, que es la fecha tope de reserva. La cantidad para garantizarla es de 100 € por habitación. 90


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La reserva se debe hacer a NH Califa. Hoteles España S.L. Cuenta del BBVA nº: 0182- 0999- 86- 0201522913. Indicar en el impreso de ingreso: Nombre y apellidos del impositor y nº de expediente: 3647711. Ingresar los 100 €.

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Una vez efectuado el ingreso llamar al hotel y al organizador para comunicarles que se ha efectuado dicho ingreso. Esto es con el fin de que el organizador se cerciore que la habitación está reservada y asignada.

. El teléfono de hotel lo tenéis arriba y los del organizador, que se llama Plácido, son 957-250472, (llamar a este preferentemente) o al 651- 763699.

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Si alguien deseara prolongar su estancia en esta bendita tierra, (la semana siguiente es la Feria de Mayo), debe avisarlo antes del día 28 de marzo. Es probable que ese precio ya se encarezca con respecto al que se nos ha aplicado. Tened en cuenta que Córdoba en mayo es bastante más cara. Veréis que el hotel y Córdoba están a tope. Comunicar esta decisión al organizador.

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El alojamiento será abonado por cada usuario al final de la estancia.

Todos conocéis la famosa zarzuela “La Dolorosa”. Os voy a sorprender entonando una parte de esta bella obra lírica del género chico español. Leed los siguientes pentagramas:

INFORMACIÓN SOBRE EL PRESUPUESTO DISTRIBUCIÓN DEL GASTO, POR PERSONA: Copa de Recepción y Bienvenida…………………………………………. Almuerzo día 10 en la Residencia……………………………………….. Almuerzo día 11 en la Judería. …………………………………………… Piscolabis post patios en la Casa de Sevilla en Córdoba. ……….. Almuerzo día 12 en la Residencia. ……………………………………… Cena de gala día 12. ……………………………………………………….. Visita a monumentos, autobús y guía. ……………………………… Regalos, música, imprevistos, etc.………………………………………

20.00 € 28.00 € 32.00 € 15.00 € 15.00 € 30.00 € 20.00 € 30.00 €

Suman gastos por persona. …………………..190.00 €

Voy a omitir en qué consisten los menús. Si voy a deciros, que hemos formado un comité de expertos culinarios y hemos escogido las viandas con exquisito cuidado y paladar. En particular hemos incluido algunos platos típicos cordobeses, como son: El Flamenquín, el Salmorejo y el Rabo de Toro. Este manjar ha sufrido en los últimos tiempos, graves atentados contra su supervivencia: En los restaurantes más afamados de la 91


ciudad se daba carne de avestruz, haciéndola pasar por rabo de toro, por su enorme parecido, pero que los expertos distinguíamos rápidamente por el fuerte y áspero sabor de la carne de la zancuda sahariana. Por lo tanto, hemos elegido este lugar para degustarlo, porque tiene certificado de la procedencia de estos rabos. Algunos desconfiados piden que se les sirva el rabo con el pelo incluido, ya que le pasan las manos por los pelos y averiguan a que dehesa perteneció el cornúpeta antes de ser estoqueado por el matador. Sabiendo la dehesa, saben la ganadería. Pero esto solo lo sabemos los entendidos. ¡Los hay finos! Yo os garantizo a todos que el rabo de toro que vamos a saborear pertenece a toros lidiados de la ganadería de Pablo Romero. Tenemos las pruebas. Para aquellos comensales que no deseen este producto típico de Córdoba, pueden cambiar la seda por el percal, o sea: La carne por el pescado.

COMO LLEGAR Y APARCAMIENTOS Yo aconsejo que a los que puedan venir en tren, por ejemplo en el AVE, lo hagan. (Sabemos que el AVE es caro). Un taxi desde la estación al hotel no vale más de 5 euros. Pero para los que vengan en vehículo propio, que serán la mayoría, les mandamos un plano y las instrucciones. Desarrollemos los puntos cardinales. Todos entran o deben entrar a Córdoba por la autovía N-IV, y la entrada a Córdoba capital y la posterior salida, es para todos el mismo punto. Los que entran desde el Sur: Málaga, Cádiz, si los hubiere, Sevilla, etc. Al entrar en Córdoba salirse de la autovía en la Salida 403, que es la de Granada-Sevilla y Plaza de Andalucía. En esta misma salida, a unos 600 metros, tiene otra segunda salida, que pone de nuevo Plaza de Andalucía. Se incorporan a la entrada de Córdoba. Los que vengan del norte, siempre por la autovía N-IV, Madrid, Cartagena, Gerona, Bilbao, Coruña, Orense, etc., toman la salida 403. La misma. Se incorporan al mismo punto que los sureños. Los que vengan de Badajoz, Cáceres, Salamanca, la Ruta de la Plata, etc., al entrar en Córdoba por la sierra, se incorporan a la N-IV y 2 Km antes de entrar en Córdoba, se les indica esta autovía con, entre otras direcciones, Granada-Sevilla, seguir esta dirección. A unos 2 Km de haberse incorporado a esta autovía, la NIV, toman la susodicha salida 403, Plaza de Andalucía y convergen en el mismo punto que los sudistas, norteños y otros españoles y extranjeros que vienen a ver los Patios. Del este no viene nadie, pues hemos roto con ellos relaciones diplomáticas y se incorporan por el mismo lugar que los norteños. Una vez todos en el mismo punto de salida que conduce a la famosa Plaza de Andalucía, 92


siempre marcado el letrero con color verde, si todos convergen a la misma hora, el más antiguo toma el mando de las fuerzas y en formación de columna de combate, ya están en Córdoba, en marcha sosegada, se dirigen al campo del hotel. A unos 200 metros de este punto, hay un semáforo con una pequeña glorieta, Seguir recto. No utilizar la primera salida de la glorieta porque es dirección prohibida y usarla es un pecado. Seguir recto. A unos 200 metros del semáforo anterior, hay otro semáforo, una enorme fuente y una rotonda muy grande que nos indica que al fin estamos en la Plaza de Andalucía, pero este no es nuestro destino. Si la rotonda fuera un reloj, nosotros entramos por las 6.00 horas y salimos por las 12.00 horas. Siempre rectos. No mover la dirección. Una vez pasada la fuente, a unos 25 metros, entramos en el Puente de S. Rafael y por debajo pasan las aguas del Rio Guadalquivir, me parece que se llama así el río que pasa por Córdoba. A la salida del Puente, hay un semáforo y a la derecha una enorme estatua con el Arcángel S. Rafael, Protector de Córdoba. Seguir siempre rectos, “tó tieso”, como dicen en Madrid. Procurar ir cogiendo el 2º carril de la derecha. A unos 600 metros, nos encontramos con un semáforo y la fachada de un Hotel, AC Hotels, de hierro oxidado que es horrible, como si hiciera daño a la vista. Por dentro es una joya. Es un hotel de 5 *****. Dejamos este hotel a la izquierda, al que siempre se ha llamado el hotel de los toreros y en el próximo semáforo a la dcha., vemos la rampa de salida de un aparcamiento de coches. Y digo salida porque pone un disco de dirección prohibida. La calle que hay a la derecha es Lope de Hoces, la calle de nuestro hotel. Seguimos siempre por el 2º carril de la derecha, (no entrar en el 1º que es el Carril Bus y circular por él, los guardias lo consideran pecado) y a unos 100 metros otro semáforo, nos indica que 10 metros antes de llegar, tenemos la entrada al aparcamiento. Pasamos por encima de Carril Bus, tenemos preferencia y si el autobús nos pega un leñazo tenemos todas las de ganar, pues tenemos preferencia como ya he dicho; y aparcamos dentro del Parking. Cogemos las maletas, cerramos el coche y salimos lo más cerca posible de la puerta de salida de los vehículos. Hay ascensor. A 25 metros está el Hotel Califa. Cuando lleguéis al hotel, si veis a un chico con cara de mala uva y aspecto cansado, eso soy yo. Os hacéis los distraídos y preguntáis en el hotel por el nº de vuestra habitación. ¡¡Al fin en Córdoba!! No olvidéis nunca que siempre recto, “tó tieso”, una vez pasado el puente de S. Rafael 2º carril de la derecha. En el hotel hay solo 16 plazas de aparcamiento, por si alguno quiere entrar. No se reservan, sino que se ocupan conforme se va llegando. Si queréis entrar directamente en el hotel, sin pasar por el aparcamiento que os digo, para dejar las maletas y después aparcar, la calle que hay en el semáforo que se ve la salida del

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parking subterráneo, esa es la calle del hotel. Podéis entrar y a 25 metros a la izquierda está el Califa. El precio del aparcamiento del hotel es de 15,12 € las 24 horas. El que yo os he indicado vale 10,35 € 24 horas. Pero con un poco de suerte, la misma noche que llegamos, podemos aparcar en alguna de las dos avenidas que hay frente al hotel y no vale nada. Todo es cuestión de esperar a que sea tarde, bien entrada la noche. Para los que sepan circular por Córdoba, Málaga por ejemplo, algún extremeño que otro, el hotel está por la Avd. de la Victoria, frente a la Residencia Militar. Frente a la antigua Zona de Reclutamiento y Caja de Reclutas. Si alguien utiliza el GPS, si no queréis callejear, darle la dirección de Córdoba en la Avd., de la Victoria nº 31. Ahí está el aparcamiento que os digo. Si queréis descargar en la puerta del hotel: C/ Lope de Hoces, nº 14.

OBSERVACIONES Posiblemente os parezca algo caro el viaje. Hoy todo vale dinero, pero si observáis y comparáis con el del último año en Cartagena, solo supone poco más de 100 euros por matrimonio. Teniendo en cuenta que esto es Córdoba, que es época de patios, que estamos en el centro de la ciudad, que el hotel os va a gustar la habitación y que los actos que vamos a celebrar van a ser en un lugar ideal, amén de que tenemos un montón de comidas, aunque solo sean 4 días, que son caras. Todo esto sin desmerecer a Cartagena en donde tan bien lo pasamos y fuimos atendidos por nuestro viejo amigo Juan Antonio Fernández Samiñán de una forma formidable. Yo escribí un relato de nuestro viaje en el que alababa a Cartagena por lo bien que lo pasamos; 100 euros al final de año, no es dinero ni se nota. Creo que nos merecemos que de vez en cuando nos demos una satisfacción, no solo a nosotros, también a nuestras mujeres. Y hay otra razón de peso para que vengáis a Córdoba: Solo nos quedan 2 años para las Bodas de Oro. Debemos asistir a los dos años que nos quedan y este. No nos quedan muchos más años para vernos. Dentro de poco empezaremos a morirnos, algunos hace años que ya empezaron y ni siquiera nos enteraremos de quien se “ha ido” al ¿otro mundo? Y en ese mundo, con la cantidad de gente que habrá, que si estamos en el cielo, el infierno, (ninguno estaremos allí), el purgatorio o de servicio ya ni nos veamos. Aprovechemos el tiempo que nos queda. Os recuerdo la parábola evangélica de rico Epulón y Lázaro. Epulón murió rico pero su avaricia y poca generosidad le llevó al infierno. Lázaro pobre, pero bueno, fue al cielo. Cuando el rico Epulón estaba ardiendo en los infiernos, le decía a Dios: Mandadme a Lázaro, para que, mojado su dedo en un vaso de agua, me humedezca la lengua. Pero Dios le decía: Solo pensabas en tu

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riqueza, atesorar bienes y ser el más rico, (del cementerio, digo yo), ahora debes sufrir la pena del calor y de la sed. Sed generosos con vuestras esposas, que tanto nos han ayudado y con vosotros mismos. Reunámonos en esta bella ciudad y saboreemos los pocos placeres que aún podemos disfrutar de esta vida, que bien merecido lo tenemos. Recibid un fuerte abrazo y un beso para vuestras mujeres de parte de estos cordobeses que os esperan con los brazos abiertos. Placido y Josefina. Vale.

OBSERVACIONES PARA LOS ASISTENTES DE CÓRDOBA

En la última década del mes de abril, se comunicará a los compañeros-amigos de Córdoba, la relación de asistentes que vendrán a esta XXIII Asamblea y que decidan si les apetece formar parte de todos algunos o ninguno de los actos que vamos a organizar. Para conocimiento del organizador y la logística del evento, es conveniente que se pongan en contacto conmigo, me comuniquen sus planes participativos y abonen su importe, para así saber las plazas que debemos preparar, no solo de comida sino también de autobús, grupos de visitas para con el guía, etc.etc. Los precios son: Las comidas el mismo que para los venidos fuera de Córdoba figuran en el cuadro de “La Dolorosa”, en su apartado Información sobre el Presupuesto. Distribución del gasto por persona, excepto para la cena de gala que aumenta 5 euros por persona, que es el importe de la música-baile, más gastos de protocolo, regalos, etc., que se hará en la fiesta, es decir 35 euros por persona, 70 el matrimonio. Los que deseen un regalo similar al que se les va a dar a los foráneos, satisfarán 24 euros por matrimonio, regalo para la señora, regalo para el caballero. Para las visitas turísticas será: Catedral: 4 € por persona. Solo se paga el Guía. Alcázar y Baños árabes: 4 €. “ “ “ “. Medina Azahara: 11 € p/p. Guía y autobuses. (2). Torre de la Calahorra: 3 € por persona. (Los cascos). Todos debemos llevar a las visitas turísticas el D.N.I. Y hasta aquí toda la liturgia y parafernalia que debemos realizar en esta Asamblea. Os pido la colaboración de todos los “cordobeses”, para que los que vienen a visitarnos, queden satisfechos y vuelvan otra vez dentro de 18 años “que nos toca”. Como dice un amigo común: …Y que Dios reparta suerte. Córdoba, marzo de 2.011. Vale. 95


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Terminar el programa me llevó un tiempo, pues no se podía dejar nada a la buena de Dios, pero quedó, a mi gusto, de una forma bastante razonable y lógica. Lanzado el programa, estaba cubierta casi un 50% de la tarea. Ya solo quedaba que se fueran apuntando y tratar de contactar con los compañeros de la promoción que por sistema no habían venido nunca o hacía siglos que no asistían. “Toqué” a varios de Sevilla, Badajoz, Cádiz, etc. no consiguiendo gran cosa. El tiempo, ese juez implacable que a todos nos juzga cada día, era rigurosísimo con muchos de los compañeros con los que hable: Problemas de salud de la esposa, de ellos mismos, problemas de atención con los nietos, consultas con los médicos inamovibles y poco más. A otros se les había olvidado y mi llamada telefónica sirvió para recordárselo y venir. El tiempo fue transcurriendo como lo hace ahora a la vejez: Con una rapidez vertiginosa. Las semanas parecían días, los días horas y las horas instantes apenas perceptibles. Por fin se pudo confeccionar una lista que, para los tiempos que corren, era bastante aceptable. 71 personas vendrían de fuera de Córdoba, (de estos solo fallaría uno: Mi amigo Antonio Mahamud Calderón y lo fue por motivos de salud. Total 50 que ocuparían 24 habitaciones en el hotel El Califa, 2 habitaciones en el hotel Alfaros y 1 en la Residencia Gran Capitán. Estos 50 junto a 10 matrimonios de Córdoba, sumábamos un total de 70 personas, que no estaba nada mal para los tiempos que corren y las dificultades que cada día más nos van viniendo. Para que quede constancia de los asistentes, se publica a continuación la relación nominal de todos ellos, indicando los que son militares y paisanos o civiles:

ASISTENTES A CÓRDOBA Relación del personal asistente a la XXIII Asamblea de las bodas de plata del IV Curso de Sargentos, que se ha celebrado en Córdoba en Mayo, los días 9-10-11 y 12, del año 2.011. MILITARES ACOMPAÑADADOS DE SUS BELLAS ESPOSAS-COMPAÑERAS. Amable de Castro García y Etelvina Santos Martínez. Constantino Navarro Herrero y Choni Fernández Catón. Félix Cabrera Villamandos y Maruja Alonso Estévez. Fernando García Muñiz y Sonita Mercadal Híjar. Francisco Herráiz Cazorla y Maruja Reyes Bravo. Artillería. Francisco Ramírez Hurtado y Rosa Crespillo Espejo. Cap. Guardia Civil. Joaquín Sánchez Frías y Marina Sánchez Alonso. José Casares Blázquez y Conchi Cejudo Mateo. José González Donoso y Josefa Navarro Vizcaíno. 97


José Ignacio Martínez Madrid y María del Carmen Iglesias Valle. Juan Coíra Rivas y Juana Cereijo Varela. Juan Antonio Fernández Samiñán y Encarni Ramos Torres. Luis Carballo Meneses y Juana Trinidad Merchán. Manuel Domínguez Godoy y Mabel Rodríguez González. Manuel Gestal Amenedo y Maruchi Rey Hermosilla. Miguel Seguí Comas y Magdalena Morey Ximelis. Pablo Gómez Gutiérrez y Dori Elipe Cañas. Pedro Bordell Culleré y María Teresa Clofén Pocurull. DE CÓRDOBA Plácido Pascual Avilés y Josefina Morales Cantos. Federico Nieto Ortega y Juani Linares Jiménez. Pertenece al III Curso de Sargento. Ángel López Durán y Encarnita Benítez Torres. Juan Manuel Arjona García y Josefina Fuentes Gámez. Alfonso Cañete Belmar y Elena Pérez de la Lastra y Pérez de la Lastra. Pablo Doblas Romera y Araceli Gómez Córdoba. Antonio Amores Durán y Manoli Romero Lozano. Cuerpo de Farmacia. José Crespo Chacón y Manoli Mancebo. Oficinas Militares

MILITARES SIN COMPAÑÍA Alejandro Serrano Carretero. Manuel Peña Ruiz. Gregorio Hernández Toribio. PERSONAL CIVIL CON SUS ESPOSAS QUE NOS ACOMPAÑAN Antonio Jiménez Ontiveros y Pilar Puga Villaverde. Antonio Robles Pereira y Mercedes Rodríguez Lozano. José Civit Molné y María Teresa Vidal Esqué. Miguel Seguí Crespi y Micaela Serra Vallespín. Rafael Pereira Gallegos y Carmela Jiménez casares. PERSONAL CIVIL SOLO (Fuera de Córdoba) José Valverde Martín PERSONAL CIVIL DE CÓRDOBA Alfonso López Díez y Féliz, (Felicidad), Martínez Ruiz. Policía Nacional. 98


Cristóbal Carmona Fuentes y Margarita Aguilar Espejo. Guardia Civil RESUMEN PERSONAS DE FUERA DE CORDOBA Militares y Señoras …….. …….. ………. Personal Civil y Señoras……… ………. ….. Suman………… ….. PERSONAS DE CÒRDOBA Militares y señoras…………… ..... …….. Personal Civil………. …….. ……….. …… Suman. …… Suma Total… …

TOTAL MILITARES Y PAREJAS DE MILITARES….. TOTAL CIVILES Y PAREJAS DE CIVILES. ………. .. Suma Total….. …

39 11 50 16 4 20 70

55 15 70

Lo que se comunica para conocimiento del Gran Canciller, haciéndose extensivo a quien corresponda. Dado en Córdoba en el mes de abril, antesala de mayo, en el año del Señor 2.011. Día 1º.- 09-05-2.011

Quede constancia para la Historia, los 70 que estuvimos en Córdoba. Como los 13 de la Fama de Hernán Cortés, se nos recordará en la posteridad como héroes. Desafiando las distancias, ignorando las enfermedades, burlando los avatares que el destino nos puso, pudo más nuestra voluntad de vencer y venir a Córdoba, que las dificultades con las que unos dioses menores trataron de dificultar nuestras intenciones. Cansados, pero con la sonrisa en el rostro, los “forasteros” fueron llegando desde sus lugares de Residencia. Estos eran sus puntos de procedencia: Melilla, Valladolid, Gerona, Zaragoza, Málaga, Cádiz, Cáceres, Cartagena, Burgos, Ferrol, Gijón, Coruña, Palma de Mallorca, Huesca, Badajoz, Madrid, Granada, Lanjarón y los 20 que esperábamos en Córdoba. Se acicalaron, ellos y ellas, y a las 21 horas, tal como indicaba el programa, con una puntualidad espartana, todos menos una pareja, estábamos en uno de los salones de la Residencia Militar Gran Capitán, 99


en donde tendría lugar las palabras de bienvenida y la copa de recepción para todos. Signifiquemos que la pareja que faltaba eran Manolo Gestal Amenedo y su encantadora esposa Maruchi, que habiendo venido en avión desde Santiago de Compostela hasta Sevilla, el horario no les fue muy favorable. Pero tanto Manolo como Maruchi, estaban localizados telefónicamente y un chip insertado en su maleta, marcaba su situación exacta en todo momento. Con un plano UTM en nuestro despacho logístico, estaban perfectamente localizados por las coordenadas que se iban poniendo y superponiendo en nuestro plano. A las 22.30 horas llegaron todavía a tiempo de degustar las viandas que los demás ya habíamos empezado a trasegar. Al fin estábamos todos: Los 70 de la Fama en Córdoba. Pero como los actos oficiales no se pueden atrasar por una pareja, estando ya todos alrededor de las mesas, saludé a los allí presentes con el siguiente:

DISCURSO DE BIENVENIDA

Queridos amigos y compañeros, queridas esposas, compañeras de todos nosotros: Cuando pensé que palabras de bienvenida os tenía que dirigir en este acto, se me ocurrió empezarlo con aquellas que nuestro místico e intelectual, el agustino Fray Luis de León, inició una de sus clases en la Universidad de Salamanca. Fray Luis, que había traducido uno de los libros de la Biblia, El Cantar de los Cantares, a la lengua de la época, haciéndolo sin licencia superior, fue denunciado y acusado por un dominico, orden rival de los agustinos y Fray Luis de León ingresó en la cárcel, en donde permaneció casi tres años. Liberado, estuvo más de cuatro años en libertad condicional con el proceso en espera de juicio. Celebrado este, fue absuelto y restituido a su cátedra de Filosofía y Moral. Y casi siete años después de su última clase, subió al estrado de su aula y empezó la clase diciendo a sus alumnos: Decíamos ayer… Como si no hubiese pasado nada. Así quiero empezar yo estas breves palabras: Decíamos ayer, significando que nuestro ayer ha durado más que el de Fray Luis de León. La última y única vez que he saludado en otro acto de este tipo, fue en el año 1993, cuando celebramos en Córdoba el V aniversario de las bodas de 100


plata. (Recuerdo y posiblemente también recordarán algunos de los aquí presentes ahora y que también lo estuvieron entonces, que me comprometí a celebrar en esta misma ciudad el V aniversario de las bodas de oro, para esa fecha faltan todavía 7 años, pero se nos ha adelantado el tiempo). Han transcurrido desde entonces 18 años, la cuarta parte de nuestras vidas. 18 largos años o cortos, según se mire y le haya ido a cada uno, han tenido que pasar para que volvamos a esta Córdoba, llena de historia, de senequismo y de duende, en la que en su antiguo escudo dice: Córdoba, Casa de Guerrera Gente y de Sabiduría Clara Fuente. Esta Córdoba que de nuevo os da la bienvenida, por segunda vez a los que ya estuvieron aquí hace 18 años y por vez primera a los que así lo hacéis con motivo de este evento: 23 años del aniversario de las bodas de plata en Toledo. Yo deduzco que cuando Fray Luis volvió a su aula, no todos serían los mismos alumnos que él dejo cuando injustamente fue encarcelado. Algunos ya serían licenciados o doctores. Ayer volví a ver la cinta que con motivo de aquella ocasión se filmó, en donde todos, parecíamos más jóvenes, ¿o es que éramos más jóvenes?, el pelo menos blanco y más pelo, menos arrugas en el rostro, (ahora es al revés, menos pelo y más arrugas), más ágiles en los movimientos, sobre todo en el baile y vi algunos, que desde luego no voy a nombrar para no causar tristeza en el ambiente, que ya no “están en clase”, que faltan a la reunión y no es por su voluntad. A mí memoria asomaron unos versos del poeta romántico andaluz, sevillano por más señas, Gustavo Adolfo Bécquer, que decían:

Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán; pero aquéllas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán! Esos y esas, ¡ay!, no volverán. Y los tengo aquí, en mi mente, con sus nombres, con sus rostros, con sus alegrías. Mi primer recuerdo sea para ellos. Pero el tiempo, ese tirano inapelable e inclemente que poco a poco se va apoderando de nosotros, tendrá que aguantar el desafío, que le 101


vamos a plantar: Estamos dispuestos a vivir 4 días en esta Córdoba, que mira a su pasado con más de dos mil quinientos años de historia y que nos va a mostrar algo de ella en el tiempo que aquí vamos a vivir. Habéis venido de muchas partes de España a confraternizar con los que aquí vivimos y los cordobeses de adopción o de nacencia, os damos la bienvenida. Solo vais a dormir en Córdoba 4 noches y en 4 días y 4 noches no se pueden hacer milagros. A nuestra edad, lo sé por experiencia, menos. De todas formas haremos lo posible de lo imposible, para que vuestros ojos fotografíen parte de algunos retazos de la historia que aquí se han producido. Hay un pensamiento de no sé qué autor, que dice: <<Las ciudades son libros que se leen con los pies>>. Eso es lo que vamos a hacer nosotros, pasear por la ciudad califal, por la Córdoba romana y mora y conocer los entresijos que guarda y atesora en su seno. Veremos Medina Azahara, el lujoso palacio que un Califa cordobés, Abderramán III, mandó construir para su esposa favorita, bautizándolo con su nombre: Azahara. El nombre de esta medina, (que como todos sabéis quiere decir ciudad en árabe), tiene dos acepciones: Medina Azahara, La Ciudad resplandeciente o la Ciudad de la Flor del Azahar. Yo me quedo con la última acepción. Me parece más romántico). Claro está, que lo que más se verá serán sus ruinas, pues la intolerancia no es un invento de ahora. Ya que los almohades, antes de que la ciudad cumpliera 100 años, la destruyeron, saquearon y asolaron. Córdoba había sido la capital más importante del mundo civilizado conocido entonces: La ciudad del Califato de Córdoba. Dicen los cronicones de la época que contaba con casi un millón de habitantes y casi mil mezquitas, amén de las sinagogas para los judíos y las iglesias cristianas para los cristianos. Veremos la Santa Iglesia Catedral, una joya del cristianismo, incrustada en las entrañas de la que fue la Mezquita islámica más importante de aquellos tiempos. (Aunque el guía explicará mejor que yo su historia, para los sensibles a la imposición de unos monumentos sobre otros, digamos que, a su vez, la Mezquita de Córdoba se construyó sobre los cimientos de la Basílica cristiana y visigoda de S. Vicente, construyendo sobre ella lo que veréis el miércoles). Veremos así mismo el llamado Alcázar de los Reyes cristianos, que ya existía en Córdoba mucho antes de que existiera el cristianismo. Cuando Cristo aún no había nacido, el emperador Julio César andaba por la que entonces era la capital de la Hispania ulterior, Corduba, llamada la Bética que encuadraba a Gades, Híspalis, Astigi, Iliturgi y Corduba, que eran: Cádiz, Sevilla, Écija, Andújar y Córdoba. Tener en cuenta que la tierra de esta Bética, parió, muy cerca de Híspalis, en Itálica, dos niños que andando el tiempo serían emperadores romanos: Trajano y Adriano. El 17 de Marzo 102


del año 45 a. de C., aun no había nacido Séneca, los ejércitos de Julio César y Pompeyo, se destrozaron a unos 20 km. de Córdoba, muy cerca de Montilla, en el rio Munda, en la batalla de Munda y ya Córdoba “sonaba” en el concierto mundial de la cultura entonces conocida. El subsuelo de Córdoba está preñado de ruinas árabes y muchas más romanas, que dejan bien a las claras lo que Córdoba fue. Veremos la Torre de la Calahorra, en donde resucitaremos los enfrentamientos de los Reyes cristianos de la Reconquista. El Puente Romano, una joya del siglo I d. de C. Los baños árabes, la sinagoga… veremos todo aquello que nos dé tiempo, pues, repito, 4 días son pocos días para empaparnos de la historia de esta ciudad. Pero también veremos la Córdoba moderna y cosmopolita de ahora. Sus patios, que son la causa de que sea esta la fecha de la reunión. Veremos la belleza de sus flores, la arquitectura antigua de sus patios, las macetas colgando de las paredes, su cocina, el arte culinario elevado a los límites de la perfección, sus gentes, el señorío de sus habitantes, la belleza tradicional de la mujer cordobesa, que inmortalizara Julio Romero de Torres, el embrujo y el duende de sus calles en la judería, los recovecos y los laberintos de sus callejuelas, que invitan a las leyendas de moros, cristianos y judíos; algunas estatuas de personajes importantes que fueron lumbreras y gloria de Córdoba por y para la humanidad: Séneca, Lucano, Averroes, Maimónides, El Gran Capitán, Luis de Góngora, el Duque de Rivas, Manolete, Lagartijo…; también veremos muchos pedestales sobre los que vigila la misma estatua en todos ellos: Es el Arcángel S. Rafael, el protector y guardián de Córdoba; veremos sus iglesias fernandinas, el Cristo de los Faroles. Veremos todo lo que podamos ver, lo que nos dé tiempo y comprenderéis porqué yo estoy enamorado de Córdoba y por qué la gente cuando ve Córdoba se enamora de ella. Espero que vosotros, cuando regreséis a vuestras casas, a vuestras tierras, se quede aquí un trocito de vuestro corazón y marche con vosotros el recuerdo de esta tierra en la que vais a vivir estos días. Dejadme hacer en este acto una mención especial. Desde hace bastantes años, un grupo de personas pertenecientes a la sociedad civil, no al estamento militar como nosotros, nos acompañan en cada una de las reuniones que celebramos en los distintos puntos de España: Son familiares de algunos de nosotros, hombres y mujeres, matrimonios con los que estamos encantados de compartir las vivencias de cada reunión. Gracias por estar con nosotros. Esperamos que así lo hagáis hasta la última reunión. Y ahora dejemos el acto cultural de la literatura y la oratoria y pasemos a la cultura culinaria para degustar las viandas y escanciar los vinos que nos han preparado en este hermoso salón y preparémonos para iniciar la singladura que nos espera en este XXIII aniversario. Queridos

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amigos, en nombre de todos los cordobeses que estamos aquí y en el mío propio: ¡Bienvenidos a Córdoba! Unos calurosos aplausos premiaron mis palabras de bienvenida, algo que agradecí con humildes gestos. Iniciamos el ataque a las bebidas y tapas que se nos habían preparado, como si se tratara de asaltar una posición enemiga. Todos los asistentes empezaron a intercambiar palabras; para los que se habían visto el último año, era un encuentro normal, pero algunos casos eran de una larga ausencia. Para otros, fue un conocimiento por primera vez. Como un relámpago por mi mente pasaron algunos de los acontecimientos que durante los preparativos ocurrieron. Dos parejas de los asistentes, para Luis Carballo de Cáceres y Pepe Crespo Chacón, de Córdoba, fue un encuentro emocional y emocionante. Aunque son de diferentes promociones de Infantería, los dos se fueron a Oficinas Militares en la misma época. Chacón, cuando se enteró que Luis Carballo venía a Córdoba, me dijo: -Plácido, como dices que uno de los asistentes a Córdoba es Luis Carballo, quiero darle una sorpresa, Yo voy a asistir también a la reunión, pero no le digas nada. Lo saludaré aquí en la copa de bienvenida. -De acuerdo, ¿desde cuándo os conocéis?, le pregunté. -Desde que entramos juntos en Oficinas Militares, contestó. Estuvimos juntos en Melilla, creo que me dijo. ¿Cuánto hace que os separasteis? -Casi 40 años, contestó. Pero todos los años nos llamamos 2 o 3 veces para felicitarnos las Pascuas o por cualquier otro motivo. -Es decir, que lleváis casi 40 años sin veros. -Efectivamente. Esta conversación tenía lugar sobre el mes de marzo, dos meses antes de la reunión. Me convertí en una tumba. Nada dije a nadie de este futuro encuentro. Antes de entrar en el salón para la copa y de mí discurso de bienvenida, estábamos todos revueltos por el patio. Hubo un momento en que los dos estaban sentados muy cerca el uno del otro. Se miraron como de soslayo, pero no se conocieron. Se volvían a mirar, pero ninguno de los dos decía nada. Como si la cara les sonara de algo, pero nada más. Chacón sabía que Carballo vendría, pero Carballo no lo sabía. Al llegar me dijo: -Plácido, si puedes hacerte con el teléfono de Chacón, me lo das. Me gustaría saludarlo. -De acuerdo, le dije sin revelarle la sorpresa que se iba a llevar. Cuando yo observé que ninguno de los dos se reconocería, (¡lo que cambiamos en 40 años, Dios mío!), me lancé al “ruedo”: -Aquí Carballo, aquí Chacón. ¿Os conocéis? Caras de sorpresa, de alegría, de duda, de… Se abrazaron con fuerza y empezaron a hablar. Llamaron a sus respectivas mujeres y los cuatro se fundieron en un abrazo. Los dejé. Tendrían muchas cosas que decirse. Este es uno de los encuentros más emotivos que jamás he presenciado. Otro fue el mío con un antiguo compañero que no nos veíamos desde la guerra de Ifni. Los dos estábamos en la 3ª Compañía del 104


Regimiento de Infantería Soria nº 9. Yo sabía que venía porque todo el que se apuntaba, debería hablar conmigo como organizador. Me lo dijo. La verdad es que tampoco yo era capaz de recordarlo. Pero al darse cuenta que yo era el organizador, estando todavía en el hotel, nos dimos a “conocer”. Bien mirado no habíamos cambiado mucho. Nos conocimos. No nos veíamos desde que ambos teníamos 17 años, (ahora tenemos los mismos números pero invertidos: 71). Este compañero y amigo se llama José González Donoso y vive habitualmente en Melilla. También, me dijo, tiene casa en Sevilla. Nos dimos un abrazo, presentando a nuestras respectivas esposas y lo de siempre: -¿Cuántos hijos tienes? ¿Y nietos? ¿Cómo te va? ¿Dónde has estado en todos estos años? Resumir 54 años en un breve momento es complicado. Durante los 4 días de reunión charlamos bastante. Y quiero contar como se conocieron dos primos en 2º grado. Cuando inicié el contacto con la Residencia, me puse en contacto, entre otros, con el comandante administrador: Carlos Villamandos. Es cierto que Carlos me ayudó bastante para preparar la logística en la Residencia, así como consejos con las oficinas de turismo. El primer día, al despedirnos le dije: -Carlos, Villamandos no es un apellido muy corriente, te lo digo porque uno de los que vienen, es un canario afincado en Gerona desde hace un montón de años. Se llama Félix Cabrera Villamandos. -Lo más probable es que ese tal Félix sea primo mío en 2º grado, dijo casi convencido de lo que estaba diciendo. -¿Pero lo conoces?, le pregunté. -No. Pero un pariente mío acaba de hacer una investigación genealógica sobre el apellido Villamandos y ha descubierto que en un momento del apellido, hay dos hermanos que son militares. Uno de ellos pidió destino y se fue a Canarias, Tenerife concretamente y otro se quedó en la península y también en las guarniciones de Ceuta o Melilla. Este último fue mi abuelo y el otro, estoy convencido que es el abuelo de Félix, concluyó con total seguridad. Del canario nunca supieron que regresara por la península. Se casó allí creo que con una canaria y por allí deben andar sus descendientes. Me faltó tiempo para llegar a casa y ponerle un correo a Félix, con el que me llevo bastante bien. Me contestó diciendo que también él tenía conocimiento de la investigación genealógica del apellido Villamandos y que era casi seguro que Carlos, el administrador de la residencia, fuera su primo. El día siguiente de la llegada de Félix, se juntaron Carlos y Félix y efectivamente eran dos primos segundos que no se conocían. Se dieron un abrazo y conversaron de sus raíces, antecedentes y del resto de la familia que lógicamente coincidían en el conocimiento de algunos. Por lo curioso del caso, lo cuento con sus nombres y apellidos y ninguno de los dos, me dejará por embustero. Es agradable cambiar impresiones con personas de las que has estado separado durante varios años. Muchos años. Las alegrías compartidas parecen más satisfactorias y las penas algo se mitigan. Preguntas por otros compañeros y te enteras que hace un montón de años que murieron. Todas las vicisitudes que a lo largo de los años se 105


han pasado. Resumir dos vidas en 4 días, resulta hartamente complicado. Volví a ver a un antiguo compañero en el antiguo Grupo de Tiradores de Ifni de los años 60 y amigo de Badajoz: Manuel Peña Ruiz. La última vez que coincidimos fue cuando la reunión se celebró en Badajoz, hacía 17 años. Estaba ilocalizable, pero recordé que era de Fuentecantos, un pequeño pueblo de Badajoz. Llamé al ayuntamiento y podía esperar lo mejor o lo peor. Lo peor que hacía tiempo que hubiera muerto o desaparecido de aquel municipio. Lo mejor, que es lo que sucedió, es que lo localizaran. Desde la secretaría del ayuntamiento se me dijo: Un momento que le damos su número de teléfono. Así fue. 2 minutos después estaba hablando con él. Le explique los planes que había, no dudó ni un instante en decir que vendría. Mi amigo Manolo seguía soltero, vivía, apartado de la vorágine de las grandes ciudades, en su pueblo natal. Hablamos bastante de cómo nos iba la vida. Son anécdotas que suceden en estos encuentros. Yo cuento las que se, me cuentan o me han pasado a mí; pero no deja de ser una satisfacción de las personas, cuando transcurrido un montón de tiempo, volvemos a encontrarnos o mejor “reencontrarnos” y los caminos de nuestras vidas vuelven a cruzarse. Finalizó la copa de bienvenida sobre las 23.30 h. Instrucciones para el día siguiente. Recomendaciones pertinentes y ¡Buenas noches!.

Día 2º.- 10-05.2.011.

Por la mañana. Medina Azahara.

Estaba programada nuestra visita matinal a la que fuera ciudad modelo en la época del Califato: Medina Azahara. Desde la puerta de la Residencia Gran Capitán, un autobús nos trasladó a donde otrora brillara con esplendor la ciudad y el palacio que Abderramán III mandase construir para la que fue su esposa favorita: Medina Azahara. Una de las medidas que tomé para las visitas a monumentos de la ciudad y algunos recorridos por la misma, fue contratar un Guía oficial, para que, con su formación turística, nos explicara la historia de cada monumento que visitáramos: Juan Gimbert Burgos fue la persona elegida y a fe que colmó mis esperanzas a tope, pues nuestro guía y amigo, Juan, demostró con creces el conocimiento que tiene de Córdoba y cualquiera de las rutas turística por las que vayamos. Me voy a permitir una licencia: En la anterior Asamblea celebrada en Córdoba, la V, como responsable de la organización de la misma, encargué las funciones de Guía a nuestro amigo y compañero Joaquín Mesa Rojas, que dicho sea las cumplió con una profesionalidad digna de alabanza. Joaquín se “empapó” de la historia de los monumentos que entonces visitamos. Este año se cumplirán los 6 años de su muerte. Una leucemia, cáncer en la sangre, nos lo arrebató. Cuando escribo estas líneas, las 10 de la mañana del 19 de mayo de 2.011, mi santa acaba de llamar a una hija de su mujer, Tere, para interesarse por su salud. Joaquín estaba casado en segundas nupcias con Teresa Carreras. Su primera mujer, Mari Carmen, había muerto también de cáncer. A la 106


llamada de Josefina, Salomé, hija de Tere, le ha dicho que a las 08.30 de esta mañana, Tere ha fallecido, también de cáncer. ¡Maldita enfermedad! ¡¡Maldito cáncer!! ¿Hasta cuando…? ¿Y por qué escribo todo esto? Cuando estaba imbuido en mi relato, la terrible noticia se ha estrellado contra mi cerebro. La muerte de nuestra amiga Tere, se ha mezclado con los recorridos de los amigos que nos han visitado en Córdoba. ¿Y debo ponerlo? Si. La muerte no nos es ajena. Muchos son los compañeros de la promoción y muchas sus mujeres que ya han exhalado su último suspiro. No puedo ni debo ignorar a la muerte, queramos o no, forma parte del bagaje que llevamos en nuestro equipaje y que antes o después nos asaltará en cualquier recoveco de nuestras vidas. Vaya una oración por Joaquín y su esposa Tere. Descansen en paz. Por ahora corto mi relato, ya que mi ánimo no está para escribir. Seguiré después. Todavía no repuesto del golpe por la muerte de nuestra amiga Tere, viuda de Joaquín, comprendo que la vida tiene que seguir con sus muertes incluidas. Horas después proseguí mi relato. Recorrimos los 8 kilómetros que separan la ciudad de Córdoba de lo que ahora son las ruinas de Medina Azahara. Situada en un paraje al sur de Sierra Morena, en la ladera de un monte y ya ocupando el llano, están lo que ahora son los restos de la antigua ciudad. Nuestro guía no escatimó historia para contarnos, los orígenes de la misma. La ladera en la que se inicia su construcción se llamaba Yabal al-Arus, (Montaña de la desposada o Sierra de la novia). El Guadalquivir, a muy pocas leguas de distancia, separa la tórrida y ardiente campiña de Córdoba con el salvaje panorama de Sierra Morena. El Califa de Córdoba Abderramán III, inició la construcción de Medina Azahara a finales del año 936 de nuestra era. De unas 112 ha de extensión, Medina Azahara adopta un trazado rectangular y no queda sujeta a la tradicional construcción árabe que suele ser laberíntica y caótica propia de este urbanismo. Abderramán III, descendiente de la dinastía de los Omeyas, fue el Califa que proclamó el Califato de Córdoba, sustituyendo así la dinastía del Emirato proclamada por su antecesor Abderramán I, siendo así el primer Califa de Al-Ándalus. La esposa más querida del Califa era al-Zahrá, la Flor, llevando la ciudad así el nombre de La Ciudad de la Flor del Azahar. Cuarenta años duró la construcción de la ciudad, aunque en el año 945 la corte se trasladó a la nueva medina, en donde ya estaba la mezquita Aljama, la mezquita principal, si bien es verdad que la Ceca o Fábrica de la Moneda, se traslada en el año 947-48. (En el Museo del Ejército, en la actualidad situado en Toledo, existen monedas fabricadas en esta ciudad). Medina Azahara se construyó sobre tres terrazas separadas por muros. En la primera estaba la Residencia califal, desde cuya terraza se dominaba toda la ciudad. En la segunda las viviendas de los funcionarios más importantes de la corte y la tercera estaba destinada al personal de servicio, los soldados, el mercado, el zoco, la mezquita, los baños y también los jardines públicos. 107


En la actualidad la mayor parte de la ciudad alberga solo ruinas, quedando parte de lo que fue el Salón Rico del Califa, eje central del recinto palaciego. (Curiosamente esta parte de la ciudad, no la pudimos visitar por estar en obras de reconstrucción). La Mezquita Aljama, la Principal, se halla situada al costado oriental del Jardín Alto, pero externa al recinto del Alcázar. Allí el Soberano o la persona en la que este delegara, dirigía la oración principal de los viernes. A propósito de este apartado, el organizador que suscribe creyó conveniente enriquecer el acerbo cultural de todos los asistentes con el siguiente apunte, no por desconocido, menos cierto: -Lo mismo que el Califa daba ejemplo en la oración obligatoria de los viernes, inicié mi relato, había otra obligación también para los buenos musulmanes: Era el Débito conyugal. El Califa y todo buen musulmán, debían cumplir con este requisito, siempre con la esposa favorita, los sábados. El resto de los días de la semana, podían ejercerlo a capricho. De ahí proviene la máxima de entonces que ha llegado hasta nuestros días: sábado, sabadete, chilaba limpia y etc. etc.; que en la actualidad figura en los diccionarios de refranes españoles provenientes de otras culturas y/o civilizaciones, (Nebrija, María Molinar, Menéndez Pelayo, etc. los citan en sus obras), que existieron en la Península Ibérica y dominios españoles de otras épocas. Ahora se dice de la siguiente forma: sábado, sabadete, camisa limpia y etc., pues los españoles de hoy en día no usan chilaba, sino camisa. Preguntó el organizador si todos y todas habían comprendido la historia completa o necesitaban más información, a lo que todos asintieron y la mayoría tomaron nota, principalmente las mujeres. Ignorando muchos de ellos esta curiosa historia que dio origen a este refrán. El guía, que también manifestó desconocer este hecho, siguió con sus explicaciones históricas. Antes de que la ciudad cumpliera los 100 años, las guerras civiles, los saqueos, los enfrentamientos, los incendios, terminaron con la ciudad más bella de occidente. Parece ser que los almohades, integristas de la época, arrasaron y terminaron con ella. Como quedaría la bellísima ciudad, que muchos años después se le llegó a conocer como Córdoba la Vieja, creyendo que en ese lugar es en donde los romanos empezaron a construir Córdoba. En la actualidad se están excavando las ruinas y la administración quiere que Medina Azahara recobre su esplendor perdido por mor del fanatismo salvaje. Cosa harto difícil. Salimos de las ruinas de la medina y nos dirigimos a un magnífico pabellón de reciente construcción, en donde se nos mostró una recreación con unas diapositivas proyectadas sobre una pantalla, en donde se nos enseñó la ciudad tal como debió ser a finales del primer milenio de nuestra era. Magnífica visita que todos agradecieron. Montamos en el autobús y vuelta para Córdoba para comer en la Residencia Gran Capitán. Tal como había sido dicho y la organización tenía el compromiso por escrito, repusimos fuerzas con una excelente comida. Amén de las tapas, se nos sirvió un salmorejo, plato típico cordobés, 108


que fue muy alabado por todos los comensales y de segundo el ya mencionado y, para la mayoría, desconocido rabo de toro, con certificado de la procedencia de los toros, que como dicho queda en el programa fueron de la ganadería de Pablo Romero, cuyos astados pastan en las dehesas del pueblo de Aznalcázar, (Sevilla). A quienes no quisieron degustar este exquisito plato, fue una minoría, se les sirvió un lenguado capturado en aguas muy cercanas a Sanlúcar de Barrameda. Había que dejar bien alto el pabellón de la XXIII Asamblea en Córdoba. Descanso y reposo. Nos esperaba la tarde que era el programa fuerte de la visita: Por la tarde: Patios. Barrio de S. Basilio. Aun era el día muy joven, las 7 de la tarde, cuando desde el hotel nos trasladamos andando a la judería, para ver los primeros patios. Pasamos por la Puerta de Almodóvar, abierta en la muralla árabe y penetramos en la calle de los Judíos. Por allí estaban los dos primeros patios. Mi intención era darles un paseo por algunas calles de la judería antes de trasladarnos al barrio de S. Basilio. Entraron en unos pequeños patios que ya empezaron a llamarles la atención. Finalizamos la calle, dejando atrás Bodegas Guzmán, una de las bodegas más típicas del ambiente cordobés, que a esa hora estaba lógicamente cerrada; (el propietario de esta bodega es Rafael Guzmán, yerno de uno de los asistentes a la reunión: Antonio Amores, del Cuerpo de Farmacia); y finalizamos pasando por el antiguo Zoco, dejando a un lado la Sinagoga y la estatua del judío Maimónides. Frente al sabio judío, cordobés ilustre de la época de Averroes y amigo de él, les hice una pequeña biografía del ilustre personaje. Situada la estatua en una minúscula plazuela llamada de Tiberíades, situé su nacimiento sobre 1.135. Fue filósofo, teólogo, médico, rabino… perseguido por el islamismo radical, huyó a Marruecos, posteriormente a Egipto, estuvo en Alejandría y finalmente murió el Al-Fustat, hoy El Cairo. Años después de su muerte su restos fueron trasladados la ciudad judía de Tiberíades, en donde reposan en la actualidad. Maimónides que fue médico personal del visir Saladino, escribió un juramento similar al hipocrático, que muchos médicos en la actualidad pronuncian y que yo deseo transcribir para memoria del insigne cordobés:

El Juramento Médico de Maimónides es reconocido por muchos como lo más cercano al ideal de la profesión médica. En varias universidades del mundo y en todo Israel, los médicos hacen su juramento profesional con este, en reemplazo del tradicional Juramento de Hipócrates:

“Ahora me dispongo a cumplir la tarea de mi profesión. Asísteme, Todopoderoso, para que tenga éxito en esta gran empresa. 109


Que siempre me inspire el amor a la ciencia y a sus criaturas. Que en mi afán no se mezcle la ansiedad de dinero y el anhelo de gloria o fama, pues estos son enemigos de la verdad y del amor al hombre, y me podrían también llevar a errar en mi tarea de hacer el bien a mis semejantes. Conserva las fuerzas de mi cuerpo y de mi alma para que siempre y sin desmayo esté dispuesto a auxiliar y asistir al rico y al pobre, al bueno y al malo, al enemigo y al amigo. En el que sufre, hazme ver solamente al hombre. Alumbra mi inteligencia para que perciba lo existente y palpe lo escondido e invisible. Que yo no descienda y entienda mal lo visible y que tampoco me envanezca, porque entonces podría ver lo que en verdad no existe. Haz que mi espíritu esté siempre alerta, que junto a la cama del enfermo ninguna cosa extraña turbe mi atención, que nada me altere durante los trabajos silenciosos. Que mis pacientes confíen en mí y en mi arte; que obedezcan mis prescripciones e indicaciones. Arroja de su lecho a todos los curanderos y la multitud de parientes aconsejadores y sabios enfermos, porque se trata de personas crueles que con su palabrerío anulan los mejores propósitos de la ciencia y a menudo traen la muerte a tus criaturas. Cuando médicos más inteligentes y sabios quieran aconsejarme, perfeccionarme y enseñarme, haz que mi espíritu les agradezca y obedezca, pero cuando tontos pretenciosos me acusen, haz que el amor fortifique plenamente mi espíritu para que con obstinación sirva a la verdad sin atender a los años, a la gloria y la fama, porque el hacer concesiones traería perjuicio a tus criaturas. Que mi espíritu sea benigno y suave cuando camaradas más viejos, haciendo mérito a su mayor edad, me desplacen y befen, ofendiéndome, me hagan mejor. Haz que también esto se convierta en mi beneficio, para que conozca algo que no sé, pero que no me hiera su engreimiento: son viejos y la vejez no es un freno para las pasiones. Hazme humilde en todo, pero no en el gran arte. No dejes despertar en mí el pensamiento de que ya sé lo suficiente, sino dame fuerza, tiempo y voluntad para ensanchar siempre mis conocimientos y adquirir otros nuevos. La ciencia es grande y la inteligencia del hombre cada vez cava más hondo”.

Satisfechos con la biografía de Maimónides, seguimos por las intrincadas callejuelas yendo a parar a la Puerta de Belén, otra puerta de la muralla antigua árabe. Salimos a la estatua de Averroes, otro cordobés famoso, este musulmán, que brilló con esplendor en la 110


historia de la época. A pocos metros entramos en el barrio de S. Basilio. A pesar de que yo había marcado los días de estancia en Córdoba, fuera del fin de semana, para evitar la aglomeración de personas que hay los fines de semana, quedé sorprendido de los cientos de personas, quizás miles, que había en el pequeño barrio. Había colas para entrar en los patios. Disciplinadamente cumplimos con las reglas y durante casi dos horas, estuvimos viendo las joyas florales traducidas a patios que había en el barrio. Todos quedaron extasiados de la variedad de flores, macetas, escaleras, rejas, ventanas… todo engalanado de una forma tan arquitectónicamente bella. La asimetría del orden que lucían los patios, magnificaban la belleza que cada uno de ellos tenía, tan iguales y tan diferentes. Salieron contentísimos y quizás ya algo cansados. Nos fuimos a la puerta principal del Alcázar de los Reyes Cristianos. Allí cambiamos impresiones y decidimos que cada uno marchara a tomar unas tapas en donde quisieran y que después a la hora que creyeran conveniente se retiraran a sus aposentos a descansar. Nos dividimos y yo, junto a Fernando García Muñiz, Juan Antonio Fernández Samiñán y nuestras esposas, más Manuel Peña Ruiz que es el soltero de la reunión, nos sentamos en la terraza del Restaurante Gris`s, muy cerca del hotel, en donde mi amigo Antonio, su dueño, nos atendió estupendamente. Sobre las 11,30 de la noche, cada uno se retiró al hotel y mi santa y yo a nuestro piso a descansar. El día había sido intenso.

Día 3º.

11-5-2011

Por la mañana

A las 9 de la mañana recogimos al grupo en el hotel El Califa. El programa previsto tenía que sufrir forzosamente una variación: No podíamos ver el Museo de pintura de Julio Romero de Torres. Cuando se proyectó el viaje en la mente de organizador estaba prevista esta visita. Pero ya se sabe lo que dice el refrán: El hombre propone y la administración descompone. A principio del año 2011 el museo estaba en obras, pero el tiempo previsto era solo de dos meses. Había tiempo de sobra, ya que la reunión era en mayo. Pero las obras no avanzaban al ritmo conveniente. Una de las rutas de mis paseos matinales pasaba por la Plaza de El Potro, en donde está ubicado el museo. A finales de abril me llegué personalmente y se me dijo que para las Cruces de mayo estarían terminadas las dichosas obras. No estuvieron. Después se me dijo que para el día de los museos que era el 16 o 17 de mayo. Ya no estábamos el grupo en Córdoba. De todas formas tampoco se abrió ese día y ahora lo han aplazado para el mes de Julio. ¡Ay, Administración, que tienes nombre de mentira!, que profetizó Aristóteles. La solución que se adoptó fue cambiar la ruta matutina y ver el Museo de Bellas Artes, que está justo frente al de Julio Romero. Este museo también tiene cuadros de Julio y de su hermano Rafael, (Romero 111


de Torres ambos). Unas hermosas esculturas de Mateo Inurria y otros cuadros de diferentes pintores. Veríamos ese. Por lo tanto iniciamos un paseo por el centro Córdoba que, a mi juicio, tenía un inmenso atractivo turístico. Nos trasladamos a la confluencia de la Avenida Gran Capitán con la calle Conde de Gondomar. Allí estaba una de las muchas iglesias Fernandinas que hay en Córdoba: La de S. Nicolás de la Villa. Construidas todas en el siglo XIII de nuestra era, cuando el Rey Fernando III reconquistó Córdoba de los musulmanes, en el año 1236. La mayoría de ellas fueron construidas sobre mezquitas, conservando casi todas el alminar desde donde el almuecín llamaba a la oración a los fieles y ahora hay unas campanas que hacen el mismo servicio que el almuecín, pero dirigido a los fieles cristianos. Avanzamos hacia la plaza de las Tendillas en donde desembocamos rápidamente. Estábamos en lo que es el centro neurálgico de Córdoba. A la izquierda la calle Cruz Conde, que lleva el nombre de un alcalde de Córdoba. José Cruz Conde Fustegueras fue un ilustre cordobés, Teniente Coronel de Artillería, que desempeñó el cargo de Alcalde de su ciudad desde abril de 1924 a Enero de 1926, durante la época de la Dictadura de Primo de Rivera. La calle estaba terminando sus obras de adaptación a tiempos más modernos, en donde se impedirá la circulación de vehículos, excepto autobuses y taxis. Dicho sea que a los cordobeses les parece muy bien como está quedando. Ya estábamos en la plaza de las Tendillas, a menos de 400 metros del hotel. La plaza lleva el nombre de Tendillas, debido a la gran cantidad de tiendecitas pequeñas que hace ya muchos años, había en la plaza. Lo que más destacaba en la plaza era la soberbia estampa que daba una estatua del Gran Capitán en el centro de la misma. Fue una pena que las dos fuentes que rodean la estatua fuera de su recinto, colocada en otra fuente, estuvieran cerradas y no manara el agua. El líquido elemento brota del suelo como si de unos chorros anárquicos se tratara. Los cordobeses le llaman a la fuente “el bidel”, en donde durante los calurosos veranos cordobeses, algunos de sus habitantes se ponen de tal forma simulando que se lavan sus partes nobles, dando la sensación de ser unos chorro de bidet o bidel, que de ambas formas se puede escribir. Pero vayamos a lo importante, aunque todo lo es. Se me preguntó quién era aquel jinete de cabeza blanca, montado en un brioso corcel. -Es un compañero de armas nuestro: Se llamó D. Gonzalo Fernández de Córdoba y Aguilar, les dije. Nació en el pueblo cordobés de Montilla el 1 de Septiembre de 1453, muriendo en Loja, (Granada), el 2 de diciembre de 1515. Militar insigne, consagró toda su vida al servicio de sus Reyes, Ysabel y Fernando. Participó en la campaña de Italia revolucionando la estrategia y la táctica militar de su época. Fue, además de militar, un diplomático de altura, interviniendo de una forma muy especial en las conversaciones que los Reyes Católicos mantuvieron a través de sus contactos diplomáticos con el último de los reyes nazaríes, llamado Boabdil “el Chico”, para la entrega de 112


Granada, último bastión musulmán que quedaba en España, desde que D. Pelayo empezó la Reconquista allá en en Covadonga. (Godoy me lo recuerda constantemente). Me tomé un respiro. -¿Es más antiguo que nosotros?, preguntó el asturiano Godoy cuyas ansias de saber todos conocemos. -Por supuesto que sí. Al menos 3 promociones, respondí sin que se me moviera un solo músculo de la cara. -¿Y por qué se quedó de Capitán?, quiso saber Constantino Navarro, nº 1 de la promoción. -Por las diferencias que tuvo con sus reyes, que a pesar de su lealtad más que probada, sospecharon de él que les engañaba y entonces fue cuando nuestro compañero les respondió con sus famosas Cuentas. -Plácido, ¿Tú sabes esas cuentas?, preguntó Manolo Gestal que como buen gallego preguntaba mucho. -No podemos olvidar algo que estas cuentas, andan a caballo entre la leyenda y la Historia: Las cuentas del Gran Capitán. Le respondí. Atended y escuchad: y me dirigí a D. Gonzalo Fernández de Córdoba y Aguilar. Levantando la voz le dije: Te achacaron por primera vez creerte algo más que un virrey, lo fuiste de Nápoles. Ya entonces, principio de los años 1500, la envidia era el pecado nacional, como lo es ahora. Poco ha cambiado la idiosincrasia española. A propuesta del Rey católico, fuiste requerido a que rindieras cuentas de tu gestión. Tu, Gonzalo, contestaste como lo puede hacer un Gran Capitán: -“No es de mi incumbencia esa tarea administrativa, sino del Despensero mayor del reino Francisco Sánchez”. Poco después muere Isabel, 1504, tu protectora, como también lo fue de Colón. El Rey Fernando creyó que tú estabas involucrado en una posible conspiración contra él y a favor de su yerno Felipe el Hermoso, esposo de Dª. Juana la Loca. El Rey se trasladó personalmente a Italia y tú, Gonzalo, saliste a recibirlo sin ninguna aprehensión. El Rey te pidió cuentas de tu campaña y con toda tu dignidad, en presencia del Rey, su corte, sus cortesanos, sus oficiales, las tropas en formación y demás personalidades, abriste un voluminoso volumen y empezaste a leer. Con voz potente y clara, dije sacando un pergamino de mi cartera, iniciaste la lectura: “Descargos a los cargos del Rey”: <200.736 ducados y 9 reales en frailes, monjas y pobres para que rogasen a Dios por la prosperidad de las Armas españolas. 100 millones en picos palas y azadones. 100 mil ducados en pólvora y balas.

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10.000 ducados en guantes perfumados para preservar a las tropas del mal olor de los cadáveres de los enemigos tendidos en los campos de batalla. 170 mil ducados en poner y renovar campanas, destruidas con el uso continuo de repicar todos los días por nuevas victorias conseguidas sobre el enemigo. 50 mil ducados en aguardiente para las tropas en días de combate. Millón y medio de ducados para mantener prisioneros y heridos. Un millón en misas de gracias y Te-Deum al Todopoderoso. 3 Millones en sufragios para los muertos. 700.494 ducados en espías y… 100 millones por mi paciencia en escuchar ayer que el Rey pedía cuentas al que le ha regalado un reino”. > Enrollé el pergamino y una atronadora ovación, supongo que dirigida a Gonzalo, el Gran Capitán, premió mi lectura. Saludé con humildad al “respetable”, cuando Juan Coíra, el otro gallego, me dijo: -Que el aplauso no es para ti, sino para el Gran Capitán por lo bien que le contestó al Rey. Un poco confundido, continué con mi perorata después de guardar el pergamino: -Sabed también, queridos compañeros, que este monumento que aquí veis, fue construido por el escultor cordobés Mateo Inurria, nacido en nuestra ciudad en 1867. Se dijo y aun se comenta, que para la cabeza que Mateo le puso al Gran Capitán, sirvió de modelo el torero y Califa del toreo, Lagartijo. Esta leyenda es muy bonita, pero no es cierta. La cabeza es la que el artista consideró que tenía que poner y este es el resultado. Veis que una corona de laurel rodea su testa, como se hacía con los antiguos generales romanos vencedores e invictos en mil batallas. En el frontal figura el Águila de S. Juan Evangelista, símbolo que los Reyes Católicos incorporaron a la Bandera de España, junto con el yugo y las flechas en 1504. Lleva a su costado derecho un ramo de laurel y dentro una leyenda que dice: Córdoba a un Genio Militar: 14531953. V centenario de su nacimiento. En su costado izquierdo otra placa similar de: El Ejército español al Gran Capitán 1953. Y en la parte trasera un escudo de la ciudad de Córdoba que dice: La Ciudad de Córdoba al Gran Capitán, en el 550 aniversario de su nacimiento. 2003 Y rodeando el pedestal que mantiene a la estatua, a los pies del caballo, se puede leer: Nápoles, Calabria, Garellano, Ceriñola, Cosenza, Terranova, Cefalonia, Ostia, Montefrío, Atella, Rocca…,

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son algunas de las batallas en las que nuestro ilustre antecesor, venció al enemigo. Y aquí terminó mi relato sobre el Gran Capitán. Oí que alguno de mis compañeros decía: Ha estado bien, Bueno, no ha estado mal, contestó otro. Es su obligación, matizó un tercero. Si nos trae a Córdoba es para que nos la explique. Y llevaba razón, pensé. Enfilamos la calle Claudio Marcelo. Esta calle, se llama así, les dije, en memoria de un gobernador romano, que dos siglos antes de Cristo convirtió a Córdoba, la Corduba romana, en una gran ciudad. Son multitud de obras las que se conservan todavía de su época. Por ejemplo el colector que recoge las aguas de lluvia y aguas fecales que pasa a 100 metros de esta calle, aun funciona como tal. -¿Y no le han quitado el nombre a la calle todavía? -Pues no, le dije a Samiñán que es quien hizo la pregunta. -¿Pero aquí se les quita el nombre a las calles si no les gusta a ciertos mandatarios municipales?, preguntó Luis Carballo, que venía de Mérida y algo había también allí de restos romanos. -Se lo quitan, querido Luis. Un poco más abajo había una calle que se llamaba General Varela y ahora se llama Dolores Ibárruri <<Pasionaria>>. -¿Y eso por qué?, quiso saber el bueno de Luis. -Debe ser porque alguien odia algunas memorias históricas o quizás les resulte más cacofónico lo de Pasionaria. Seguimos calle abajo hasta tropezar, a muy pocos metros, con el Ayuntamiento de la ciudad, edificado sobre unas antiguas ruinas romanas que habían sido el templo de una diosa romana. Las espectaculares columnas lucían toda su belleza mirando al cielo. Estuvimos en la fachada principal del Ayuntamiento, en donde se podían ver perfectamente las ruinas del templo romano sobre las cuales se levantaba la Casa Consistorial, conjugando la base de los muros de la nueva edificación, con los restos romanos que por allí se veían. El arquitecto hizo un prodigioso trabajo, respetando lo antiguo y elevando los muros de lo moderno. Frente a la puerta principal del Ayuntamiento, se veía abierta la Iglesia de S. Pablo. Aunque no estaba previsto, invité al grupo a que penetrara en su interior. Esta Iglesia, que es la más grande de Córdoba después de la Santa Iglesia Catedral, estuvo destinada antes de Iglesia a uno de los circos romanos que tuvo Corduba. En la época musulmana construyeron un palacio almohade. Posteriormente, con la reconquista de la ciudad por el santo rey Fernando, este donó los terrenos a los dominicos en donde construyeron un convento, edificaciones varias y una huerta. Situada en lo que fue Puerta de Hierro, una de las muchas puertas que tuvo Córdoba, fue un lugar en donde se construyeron grandes edificaciones. En 1848 ante el estado ruinoso del convento, desapareció este al ser derruido, quedando la Iglesia que es una mezcla, gótico-mudéjar, con muchas apariciones del barroco cordobés. Da cobijo la Iglesia de S. Pablo a una escultura de las principales de la semana santa cordobesa: Nuestra Señora de las Angustias, cuyo autor en 1627, fue Juan de Mesa.

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Durante la guerra de la Independencia, 1808-1812, los franceses ocuparon todas las iglesias de Córdoba, utilizándolas como cuadras para los caballos y mulos. Napoleón hizo mucho daño en España durante aquellos años. Entre otras cosas quemó archivos de las Iglesias, que eran casi las únicas fuentes de información sobre personas, que poseíamos. Curiosamente respetaron esta iglesia, pero maltrataron otra que está a muy pocos metros de esta y me refiero a la Iglesia de S. Agustín, algo que no pudimos ver por falta material de tiempo. Esta iglesia se ha restaurado con la ayuda de la administración y ha quedado preciosa. S. Agustín es una de las muestras del barroco cordobés, más impresionante que se puede ver en cualquier parte del mundo. Pero volviendo a S. Pablo, algo que echamos de menos fueron dos relojes: El que está en esta iglesia que da las horas y los cuartos con la música de un carrillón que combina una mezcla de sonidos preciosos y el reloj de las Tendillas, en donde está la estatua del Gran Capitán, que da las horas con un rasgueo de guitarra, y marca cada una de ellas tocando por soleares. No coincidimos en las horas enteras en ninguno de los dos lugares. Salimos de S. Pablo y nos dirigimos, a muy pocos metros, hacia la Plaza de la Corredera. Estábamos en el centro de Córdoba, donde se mezcla lo antiguo y lo moderno. Obras romanas de hace 2 mil años, con el edificio del ayuntamiento de época muy reciente. La Plaza de la Corredera es uno de los símbolos emblemáticos de la ciudad. Su entrada es por dos arcos: El Arco Alto o el Arco Bajo. Tiene la particularidad de ser la única plaza Mayor cuadrada de Andalucía. La actual Plaza se debe su reconstrucción al Corregidor Francisco Ronquillo Briceño, que lo hizo sobre otra ya existente en el año 1683. Allí tomamos café y descansamos un rato. La Corredera, como familiarmente se la conoce en Córdoba, ha sido remodelada muchas veces, la última hace muy pocos años, quedando preciosa. Y se le llama La Corredera porque allí se han celebrado corridas de toros y juegos de cucañas y carreras. Se comenta que cuando el primer Borbón, Felipe V, aposentó sus reales posaderas en la piel de toro, se celebraron corridas de toros en donde los nobles, montados a caballo, corrían, toreaban y mataban a los astados. El gabacho se echó las manos a la cabeza al ver lo bárbaros que eran sus nuevos súbditos y que salvajes eran estos juegos. Los nobles por complacer al Rey, dejaron de hacer corridas de este tipo y entonces surgió el toreo a pie. Gracias sean dadas al Borbón, pues surgió el toreo a pié. Hemos podido ver torear a figuras del arte de Cúchares como Antonio Ordóñez, Manolete, Paco Camino, Manzanares hijo y tantos y tantos más. Más los que vieron nuestros antepasados, los Joselitos, Belmontes, Pedros Romeros y tantos otros que inspiraron los mejores colores de nuestros pintores y las musas más excelsas de nuestros poetas. Nada mejor que tomar prestados unos renglones del vasco Pío Baroja, que en La Feria de los Discretos, novela que transcurre en Córdoba, describe la plaza de La Corredera de esta forma:

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(...) No había dejado de los arcos rinconadas sin puesto ni columna sin tenderete al pie. En el fondo de los porches aparecían los portales de las posadas, con sus patios clásicos y sus nombres castizos como la posada de la Puya del Toro...Las alpargaterías ostentaban como enseña sus ruedos de pleita: los establecimientos de bebidas, sus anaqueles llenos de botellas de colores; las tiendas de los talabarteros, sus jáquimas, cinchas y ataharres; las triperías, las vejigas y cedazos hechos de piel de burro de Lucena. Aquí, un tejedor de caña iba construyendo cestas; allá, un baratillero ponían en montón unos cuantos libros grasientos, y cerca, una vieja estantigua sacaba del fondo de una sartén una rodaja de merluza y la ponía sobre una lámina de hoja de lata. A finales del Siglo XIX, se levantó el centro de la Plaza y se construyó un mercado de abastos para suministro de los vecinos. En las excavaciones se descubrieron multitud de mosaicos romanos, que hoy están en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Puedo decir que yo, que ya soy un rato antiguo, he comprado en esa plaza. En 1959, con la remodelación de la misma, se cerró el mercado y hoy figura como una más de las joyas que posee esta ciudad. Contentos quedaron nuestros visitantes con la Plaza de La Corredera. Salimos, no por el Arco Bajo, como hubiese sido preceptivo, sino por una de las calles laterales en dirección a la Plaza del Potro. Allí, en esta peculiar plaza citada por numerosísimos autores, Cervantes entre otros, se encuentran enclavados los museos de Bellas Artes y el de Julio Romero de Torres, eternamente en obras de remodelación. Pasamos al de Bellas Artes en dos grupos. El museo está muy bien con una gran colección de cuadros de, entre otros, los hermanos Romero de Torres. Una colección de esculturas de nuestro escultor Mateo Inurria y diversos dibujos y cuadros de otros pintores. Mientras la mitad del grupo veía el museo, la otra mitad se acercaba hasta la vera del rio Guadalquivir, que está a un tiro de piedra. Posteriormente se invirtió las visiones de los grupos. Vieron el Puente de Miraflores y a lo lejos el puente romano, que sería visita obligada el día siguiente. Visitamos, de forma alternativa, la Posada del Potro, otrora lugar de descanso de los fatigados viajeros que, pasando la Puerta del Puente, buscaban descanso para ellos y sus cabalgaduras en tan magnífica posada. También citada por autores que han estudiado Córdoba. Supongo que en aquella época sería Posada 5*****. Todos juntos, enfilamos la calle Lucano, que lleva el nombre del poeta cordobés sobrino de Lucio Anneo Séneca. Cuando el emperador Nerón mandó a Séneca que se suicidara, varios miembros de su familia le acompañaron en tan desagradable misión. Era la costumbre. Uno de ellos, su sobrino Lucano, también murió suicidado, acompañando al filósofo latino en el desconocido viaje al más allá. Dejamos la calle Lucano, contemplamos La Cruz del Rastro, otro símbolo emblemático de nuestra Córdoba, dando guardia al puente de Miraflores, cuyo modelo elegido por la corporación municipal del mandato de Rosa Aguilar, I.U., es ejemplo de fealdad aberrante y lo que no debe ser un 117


puente de una ciudad como Córdoba. Eligieron el puente más feo de todas las muestras que tuvieran y allí ha quedado para sonrojo y vergüenza de todos los que pasamos por encima con cierta frecuencia. Cruzamos la calle Diario de Córdoba, conocida por la calle Feria, y como prolongación de la calle Lucano, estaba la calle Cardenal González. Dígase en su honor y memoria o deshonor y menoscabo, que en las casas de esta calle, se albergaron los más famosos prostíbulos, burdeles y casas de lenocinio de la ciudad. Ya en tiempos de la dominación musulmana, se cobijaban en sus casas las prostitutas moriscas que no tenían muchas alternativas de otra vida mejor y otras muchas que practicaban el oficio más antiguo del mundo. (Ildefonso Falcones, en su obra La Mano de Fátima, describe con acierto aquella época). Dígase también en su honor, que esta calle es en la actualidad una más de la ciudad, con su tipismo cordobés, sus edificios limpios y sus moradores gentes libres de toda sospecha de su antiguo destino. Ha dejado de albergar las izas, rabizas y colipoterras que años ha, desaparecieron de sus mullidos colchones. Y casi al final de la calle Cardenal González, dejando atrás en su mitad unos de los múltiples Baños Árabes de la Medina Califal que funcionan en la ciudad, tropezamos con la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, enclavada e incrustada en la que fue la Mezquita Aljama de Córdoba a finales del primer milenio de la era cristiana y comienzo del segundo. Recibí una llamada de Fernando García Muñiz: -Plácido que me he perdido, dijo. ¿En dónde estáis? Le indique que estábamos al pie de la catedral. Dime la calle, me dijo. -Estamos al final de la calle Cardenal González. -Muy bien, yo estoy en la calle Lucano. Como tengo un plano de la ciudad, no hay problemas. ¿A qué distancia en tiempo estamos? -A unos 5 minutos. Quizás menos. -Espérame ahí, que ya mismo estoy contigo. Recordé cuando manejábamos los planos topográficos en el campo o en tantos lugares por donde todos hemos pasado. Se nos daba el punto en donde nos encontrábamos, el punto A y se nos pedía que nos trasladáramos al punto B, pasando por el punto C. Yo le di como referencia que a su izquierda debería pasar los baños Califales de la Medina Califal. En menos de cinco minutos el antiguo “topógrafo” Fernando, estaba a mí lado. Donde hubo, siempre queda, pensé. Estábamos alcanzando las 12 del medio día y mientras Juan Gimbert, nuestro guía, que se incorporaba al grupo en la catedral y yo, que había ejercido las funciones de guía hasta entonces, nos fuimos a sacar las entradas para la visita al santo lugar y cambiar impresiones de futuras visitas; el grupo completo marchó a visitar dos calles cercanas y típicas de aquel barrio peculiar de Córdoba: La Calle del Pañuelo y La Calle de Las Flores. Enclavadas en un barrio entre árabe y judío, forma parte del meollo de la judería cordobesa. Como guías del grupo iban mi santa, Josefina, Alfonso Cañete y Juan Manuel Arjona. Les sorprendió en demasía la calle del pañuelo, que termina en una plazuela pequeñísima sin salida a ninguna parte. Se le llama del 118


Pañuelo, porque en su parte más estrecha, su anchura es la de un pañuelo de los que usan las mujeres para cubrir su cabeza o como adorno para su cuello. La calle, de corto recorrido, tiene una longitud de unos 25 metros. La calle o calleja de las Flores, cubiertas todas sus paredes de macetas bellamente engalanadas con geranios, gitanillas, pensamientos o claveles, es otro enclave que finaliza en una plaza, también sin salida, desde la que se ve la Torre cristiana de la catedral. Mucho celebraron nuestros visitantes estas dos callejuelas, recordándoles a algunos, otras calles toledanas, pero aquellas con más piedras en sus paredes y estas con más macetas y flores. Todos debieron entrar por la Puerta del Perdón, que es la puerta principal del templo. Entraron al Patio de los Naranjos y aun quedaba algún olor a la flor del azahar, que muy pocos días antes, en plena Semana Santa, impregnaba de este dulce olor casi toda la ciudad cordobesa. Son cientos de naranjos los que se alinean en las aceras de sus calles. Se repartieron las entradas e iniciamos la visita a la Santa Iglesia Catedral. Las explicaciones de Juan, nuestro guía, fueron prolijas y detalladas. Apuntando muchos detalles que desde dentro de la catedral se observaban. El nombre eclesiástico de esta Iglesia es Catedral de la Asunción de Nuestra Señora. o Catedral de Córdoba. Por supuesto declarada Patrimonio Artístico de la Humanidad, junto con su barrio o centro histórico. Se inició su construcción en el año 786 de nuestra era y se hizo sobre otra basílica cristiana-visigótica, la Iglesia de S. Vicente. Las obras serían rematadas poco después del año 900. En el patio estaba el lugar para las abluciones, ya desaparecido y hoy, junto con la Alhambra de Granada está considerado el monumento más importante de la época Andalusí. Considerado también el primero de los 12 Tesoros de España. A diferencia del resto de las mezquitas, el muro de la gibla no está orientado hacia la Meca. El Mihrab fue construido inicialmente por Abderramán I, embellecido por posteriores Emires y Califas. Y está orientado hacia el sur como la Mezquita de Damasco, de donde era la estirpe de los Omeyas que fueron la dinastía que gobernó el emirato y posteriormente el califato de Córdoba. Quienes impulsaron su construcción fueron Abderramán I, primer emir-rey de Córdoba. Hisham I. Abderramán II. Abderramán III, que fue el primer califa cordobés, bajo cuyo mandato se construyó Medina Azahara. Alhaken II y el caudillo Almanzor. Todos ellos impulsaron la construcción de este maravilloso edificio. La ampliación más rica corresponde al califato de Alhaken II y la más pobre, quizás a la de Almanzor. Una polémica muy controvertida supuso, cuando en el año 1236, reconquistada Córdoba por Fernando III, dos años después se dispuso que lo que había sido Mezquita, se transformara en catedral. Fueron adaptando poco a poco ciertas partes de la mezquita en oratorios y capillas cristianas, sin provocar destrucciones arquitectónicas, pero la mayor aberración se hizo a lo largo del Siglo XVI. Solicitaron la autorización del Emperador Carlos I, quien sin conocer el problema a fondo, autorizó las obras. Así se destruyó parte del centro de la Mezquita, construyéndose lo que hoy es la parte de la 119


catedral y el coro. Años después el Emperador pasó por Córdoba camino de Sevilla y cuando vio lo que se había hecho dijo: Habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes. Muchos obispos y religiosos hay enterrados en la Catedral, pero no olvidemos dos cuerpos de principal relevancia: El poeta y clérigo cordobés D. Luis de Góngora y Argote y el también clérigo y poeta el Inca Garcilaso de la Vega, que aunque nacido en Cuzco, Perú, su padre, Garcilaso de la Vega era de Montilla, Córdoba. Muchas más cosas se vieron, destacando de forma especial la parte del tesoro en donde vimos la magnífica Custodia de Arfe, 2,63 metros de altura y más de 200 kilos de peso. El sepulcro del cardenal Salazar y Góngora, personaje cordobés, auténtica figura del siglo XVIII y un sinfín de libros antiguos, misales, casullas, una figura de Cristo crucificado, parece ser que de Alonso Cano, el escultor granadino, aunque pone Anónimo… Todos salieron de la catedral maravillados. Los que ya la habían visto, por volver a verla y los muchos que no la conocían, perplejos de aquella maravilla con más de 850 columnas de mármol, jaspe y granito perfectamente alineadas, con una simetría matemática, se vieran desde cualquier ángulo. Fueron 90 minutos bien aprovechados. Para terminar mis reflexiones sobre la Santa Iglesia Catedral, diré unos apuntes sobre la misma que complementen lo ya dicho y explicado. La Catedral tiene un perímetro, incluido el Patio de los Naranjos, de 500 metros. El terreno de su ubicación no es completamente llano, por lo que el desnivel entre los diferentes puntos de la misma, se suple con una especie de pasillo que sube o baja con unas escaleras en función del terreno, dando la sensación de que todo está a la misma altura. Rodeando el perímetro hay 18 puertas de entrada, bien directamente a la Catedral o bien por medio del Patio de los Naranjos a la Catedral. Cada una de estas puertas tiene un nombre que está esculpido en mármol negro, a unos metros de la puerta en el suelo de la calle. Cada una tiene su motivo por llamarse así y yo os diré algunos. Empezamos por el S.O. (Suroeste). Puerta de S. Ildefonso, entrada directa a la catedral. Puerta de Palacio, entrada a la catedral. Se llama así porque enfrente estaba antiguamente lo que era el Palacio del Obispo. Puerta del Espíritu Santo, a la Catedral. Puerta de S. Miguel, a la Catedral. Puerta de S. Sebastián, a la catedral. Puerta de Deanes al Patio de los Naranjos. Esta puerta estaba reservada solo para el Deán de la Catedral. Postigo de la Leche, al Patio de los Naranjos. Llamada así porque las mujeres se ponían sentadas en las escaleras que hay alrededor, para amamantar a sus hijos. Fachada Norte. Puerta del Perdón. Es la puerta principal de entrada a la Catedral a través del Patio de los Naranjos. La puerta es inmensa, revestida de una chapa de hierro y está justamente debajo de la torre de la Catedral. Puerta del Caño Gordo, entrada al Patio de los Naranjos, llamada así porque tiene una fuente con un caño de salida del agua bastante ancho y una pileta para lavarse los pies o las manos los días de calor. A su lado una capilla al aire libre y una Inmaculada a quien está dedicada, está colocada en 120


la pared del edificio. Fachada Este. Puerta de la Grada Redonda, al Patio de los Naranjos. Puerta de Santa Catalina, al Patio de los Naranjos. Una enorme puerta también que está en la parte de Mezquita que construyó Almanzor. Puerta de S. Juan, entrada a la Catedral. Puerta del Baptisterio, entrada a la Catedral. El Baptisterio está en ese lugar. Puerta de S. Nicolás, entrada a la Catedral. Puerta de la Concepción Antigua, entrada a la Catedral. Puerta de S. José, entrada a la Catedral. Puerta del Sagrario, por ella se entra al sagrario de la catedral. Puerta de Jerusalén, entrada a la catedral. En la fachada Sur no hay ninguna puerta. Las puertas dedicadas a los diferentes santos, es porque las capillas dedicados a ellos, están cerca de la puerta. Creo que como apunte curioso no está mal, cuando de esta Mezquita Catedral se han escrito muchísimas páginas contando su historia y sus leyendas. Era la hora del yantar. Muy cerca de allí nos trasladamos a un restaurante típico de la judería: Restaurante de la Federación de Peñas, con un marco precioso. Un patio central, en donde comimos, típicamente cordobés. No voy a hacer ningún comentario a un incidente habido en el mismo, por ser la causa ajena a todos nosotros. Cuando un establecimiento no está preparado para recibir a 52 personas, por tener un servicio muy deficiente, lo mejor que puede hacer es no comprometerse a nada. Así pues pasaré por alto el incidente, marchando a descansar de la mañana tan ajetreada que tuvimos, pues la tarde se presentaba intensa y llena de proyectos y esperanzas.

Por la tarde.

Patios de S. Lorenzo, S. Agustín…

A las 18.30 h, quedé con Alfonso y Juan Manuel en la Plaza de Santa Marina a los pies del monumento a Manolete. Recogieron al grupo en el hotel y con la puntualidad de un longines suizo, estábamos todos a los pies de Manolete y a los pies de los caballos que acompañan el monumento del IV Califa del toreo cordobés. Estábamos en el barrio de Santa Marina. Una Iglesia Fernandina: Santa Marina de Aguas Santas, nos mostraba la fachada de su Iglesia. Nos hicimos unas fotos de todo el grupo y posteriormente entraron a visitar la Iglesia en donde había sido bautizado Manuel Rodríguez “Manolete”, el colosal torero al que Islero, un miura con ideas criminales, le segó la vida una tarde de agosto en Linares. También en Santa Marina fue bautizada una de mis nietas: Elsa Pascual. Había que ver algunos patios más. Uno en particular que es el que a mí me parece “el padre de todos los patios”, uno que está a muy pocos metros de Santa Marina, en la calle Marroquíes, muy cerca también de la calle de los Moriscos. Como se ve Córdoba no reniega de su historia y no le importa que sus calles sigan llevando el nombre de los que siglos atrás poblaron sus calles. Para estos detalles, Córdoba tiene memoria y tiene historia. Esto sí es Memoria Histórica.

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El patio es uno de los que todos los años se lleva algún premio y si no le dan más, es por no monopolizarlos. Es quizás, o sin quizás, el patio más grande de los que se exponen a las visitas del público. Un laberinto de callejuelas, sembradas de macetas por doquier, con la más variopinta de las especies florales. Dentro del patio otros patios con pilas de lavar antiguas, pozos de agua subterránea, talleres en donde se hacen toda clase de florituras, macetas colgadas de las paredes y plantas formando arcos por debajo de los cuales las personas pasan oliendo la fragancia de sus flores. Una delicia y una obra de arte de los vecinos que son capaces de formar estas cascadas de colores. Este patio, no me cansaré de decirlo es, con diferencia, el mejor de Córdoba de los que yo conozco y a fe que conozco bastantes. Dori, la mujer de Pablo Gómez, padece de alergia a plantas y flores, como mi santa, por lo que los patios, más que una visita de placer, puede resultarle un martirio. Lleva una mascarilla para evitar los pólenes. Pero se lo dije: -Dori, haz un sacrificio y entra a este patio y lo ves. El recuerdo que guardarás de el, será más intenso que las molestias que te pueda causar. Lo vio y me dio la razón. Salimos del patio dispuestos a ver más patios. Pasamos por delante del Convento en donde se guarda la efigie de S. Pancracio, que tiene gran devoción en Córdoba. Los miércoles, y hoy era miércoles, gran cantidad de fieles le visitan, le rezan una oración, le dan una limosna y le piden Salud y Trabajo. Supongo que como en tantos otros sitios y lugares de España. A unos satisface el santo y a otros, con esto de la crisis, no habrá para todos. Es casi lo mismo que le pedimos al Gobierno: Salud y Trabajo. Pero la repuesta es de tal envergadura, que más vale que calle, pues no estamos metidos en harinas políticas. Frente al convento todos se quedaron extasiados al ver unas rejas y balcones bellamente engalanados con flores de mil colores. Avanzamos un poco y la mayor parte del grupo, entró a visitar los Patios del Palacio de Viana. Este antiguo palacio, era propiedad de los marqueses de Viana que murieron sin descendencia directa. Por voluntad de los mismos, el palacio se le vendió a una entidad bancaria, Cajasur, con el compromiso que obligaba a la entidad bancaria a cuidar y conservar el inmueble a perpetuidad. El precio de la venta fue de ¡¡UNA PESETA!! Ya vimos pocos patios, pues la gente se iba cansando del día tan ajetreado. No quiero dejar pasar una conversación que tuve con mi compañero, amigo, paisano y pariente, (que todas estas cosas somos), Joaquín Sánchez Frías. A la salida de un patio, me dijo -Están bien los patios, (el los conoce de antes, ya que estuvo destinado varios años en Córdoba), pero como los de Palma de Mallorca, ni hablar. -Hombre, Joaquín, yo no dudo de la belleza de los patios de Mallorca, pero los que tienen fama a nivel internacional son estos de Córdoba. -Sí, sí, pero como los de Mallorca, no compares, dijo tercamente. Aquellos sí que son patios.

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-Vamos a ver, Joaquín. Date cuenta los cientos, miles de personas que pululan por los barrios de Córdoba en donde hay patios. Toda la prensa nacional habla de ellos. Declarados de interés turístico internacional. La cantidad de extranjeros que vemos. Que muy bien, los de Mallorca, pero no digas que estos no son nada comparados con aquellos. -Pero si es verdad. Es que tú no has visto aquellos. Lamenté no tener en aquellos momentos una perragorda. Mañana cuando llegue a casa, cogeré alguna perragorda y se la daré. No entiendo a mi paisano y amigo Frías. Cuando vaya a Mallorca, le diré a mi amigo Miguel Seguí que me lleve a ver algunos de esos patios. Se lo comenté a Miguel que es de Palma y vive allí y me dijo: -Son patios de casas particulares que están muy adornados, pero comparados con estos… son otro estilo, estos son más turísticos, están más adornados. Dejamos los patios, pues se habían “metido” dos raciones, dos días de patios y eso en solo un viaje podía ser demasiado. Cuando volvieran, poco a poco los verían otra vez. Se estaban marchando las claras del día y pronto la noche se cerraría sobre Córdoba. El bullicio de la gente no menguaba. Mientras estuvieran los patios abiertos, habría gente en la calle. Pero para nosotros la noche era todavía muy joven y nos quedaban horas que consumir.

Noche: Casa de Sevilla. Cristo de los Faroles.

La Plaza de la Magdalena estaba muy cerca de donde estábamos. Ángel López Durán, granadino de nacencia, cordobés de adopción, compañero de promoción y yo, habíamos quedado en que degustaran unos aperitivos en la Casa de Sevilla en Córdoba. Ángel es Socio de esta Casa desde tiempo inmemorial. Con tiempo suficiente habíamos preparado todo lo concerniente para esta noche. La Casa está muy cerca de la Plaza de la Magdalena, otro lugar en donde se eleva una iglesia Fernandina que ahora está cerrada al culto y solo se utiliza para ofrecer conciertos de música sacra o clásica. La casa está ubicada en un edificio y toda la parte baja, con un hermoso patio incluido, habitaciones laterales para bar, despachos, aseos, etc. forman parte de la sede social. El patio bellamente engalanado como corresponde a una Asociación de este tipo y en los días que estamos celebrando en Córdoba. Allí estaba Ángel dando los últimos toques para el recibimiento y preparativos de las tapas que íbamos a tomar. Nos acomodamos alrededor del patio en sillas y mesas, los “forasteros” relajados para empezar la faena. Ángel dio la bienvenida a todos los que habíamos llegado, haciendo una breve síntesis de lo que es La Casa de Sevilla en Córdoba y sus fines sociales. Música de sevillanas sonó en el patio, con un sonido sin estridencias, que fuera posible oírlas y hablar en las mesas, sin quedarnos roncos por la estridencia musical. Era la hora de cenar. 123


Cerveza y vino de la tierra, para los forasteros se les ofreció vino de la denominación de origen Montilla-Moriles. Luego se agregó el rioja al que tampoco le hacían ascos. El tapeo fue comedido, pues no había que cargar los estómagos de los comensales: Jamón, queso, aceitunas, lomo a la plancha, frituras de pescado, flamenquín troceado, berenjenas a la miel, pimientos fritos y alguna menudencia más que, debido a mi mala memoria, no recuerdo. Nos lo tomamos con calma perdiendo el control del tiempo. Cuando ya el grupo estaba terminando, surgió la sorpresa para nuestros invitados. Ángel y Encarnita, su mujer, forman parte del Coro musical de la casa de Sevilla, que tiene fama de hacerlo muy bien. (Un paréntesis obligado: En los años 90 un grupo de amigos acompañados de nuestras santas, fuimos con la Casa de Sevilla a Galicia. Era año compostelano. El sacerdote que acompañaba nuestra expedición, solicitó permiso en la catedral de Santiago de Compostela para que se pudiera cantar una misa rociera, en la ceremonia que iba a participar todo el grupo de la Casa de Sevilla. La catedral, como año santo que era, estaba a tope en un movimiento continuo de resaca, gente que entraba y gente que salía. En los primeros compases de la misa interpretada por el coro de la Casa, la gente se fue quedando alrededor de los cantores. Fue un día impresionante. Como resonaban las voces en el Gloria, el Credo, el Padre Nuestro, el Santus…La emoción embargaba a los cientos de asistentes. Algunas lágrimas mojaban las mejillas de los fieles. No sé si la catedral, supongo que sí, había oído más veces una Misa Rociera. Me pareció que las paredes se estremecían y yo, que estaba muy cerca del Altar Mayor, miré a Santiago y me pareció que me guiñaba un ojo como signo de complicidad y una sonrisa se dibujaba en sus mejillas. El final de la misa fue un aplauso largo, emotivo, vibrante…Mientras viva y esté en posesión de mis facultades mentales, no podré olvidar esa tarde vivida en aquella catedral. Era de obligado cumplimiento el relato de esta anécdota, porque entre los componentes del Coro de la Casa de Sevilla en Córdoba estaban Ángel y Encarnita). Pero la actualidad obliga a trasladarnos al día de hoy y lo que estamos viviendo. Dando los últimos toques al piscolabis o tapeo “ligerito”, Ángel nos dijo que él y Encarni, al igual que lo hicieran la vez anterior, en la V Asamblea, iban a cantar un poquito. Hubo de todo: Sevillanas, canción melódica, cordobesas…Ángel se lanzó y cogió una guitarra y la noche se fue dilatando. Hasta con Sabina se atrevió Encarnita, contando esa historia macabra, de no sé “cuantos días y quinientas noches”. El público entregado como si de un concierto de una estrella del Rock se tratara. Pero sintiéndolo mucho hablé yo: -Señoras y señores, que esto no se acaba aquí, que mañana hay que madrugar y visitar más lugares de Córdoba y ya es cerca de la 1 de la madrugada. -Un poco más, un poco más, gritaban ellas y ellos. ¿Qué podía yo ofrecerles para que se calmaran y llevarlos a su lugar de descanso? Pensado, dicho y hecho. 124


-Atended, les dije. Vamos a poner colofón a este día que ha estado lleno de emociones. Un día que ha sido tan largo, no puede finalizar sin un final inédito en cualquiera de nuestras reuniones anteriores. Todos esperaban a ver que se me ocurría a mí a esas horas de la madrugada. -A unos 20 minutos de distancia de aquí, podemos contemplar algo, que a todos nos sorprenderá y nos llenará de emoción: Os invito a que nos traslademos a la Plaza de Capuchinos y veamos a estas horas el Cristo de los Faroles. Es la mejor hora para verlo y rezarle un Padre Nuestro. Asintieron todos y sin más requisitos, recogimos nuestras pertenencias y marchamos en dirección al lugar que les había indicado. Salimos de la sede de la Casa de Sevilla y por una callejuela nos fuimos hacia nuestro nuevo destino. Córdoba estaba en silencio. Las aglomeraciones que horas antes había por sus calles, habían desaparecido. Algunas parejas o algún borracho vacilante caminaban hacia sus domicilios. Taxis vacíos o con personas dentro, nos adelantaban en el silencio de la noche. Cruzamos el Realejo, barrio típico cordobés; dejamos a un lado la Iglesia de S. Andrés, la Fuenseca, (Fuente Seca), muy nombrada en novelas sobre Córdoba y alcanzamos la Cuesta del Bailío. Esta cuesta que se subía y bajaba por medio de unas escaleras empedradas bastante anchas, les expliqué a mis invitados, era testigo muda de algunos Pasos o Tronos que en la Semana Santa cordobesa bajaban por ella. Es digno de ver los esfuerzos que hacen los costaleros para bajar un Paso que pesa varios cientos de kilos, haciendo equilibrios para no volcarse a ningún lado. Terminamos de subir la Cuesta del Bailío y por una callejuela estrecha, dimos en una plazuela llena de silencio, Ni un alma se veía por ella. Sin casas. Solo dos portones grandes se apreciaban que eran la entrada a dos iglesias. Una de ellas convento. Al fondo una luz tenue se desprendía de unos faroles y la sombra de un Cristo Crucificado en medio de los faroles. Y el silencio. Nos acercamos todo el grupo hacia el Cristo sin pronunciar palabra y durante unos instantes nadie dijo nada. Las estrellas eran testigos mudas de nuestro encuentro con el Crucificado. La oscuridad y el silencio eran nuestros únicos acompañantes. Instantes después los flases de las máquinas de fotos, invadían y rompían por unas décimas de segundo, las sombras de la madrugada. Ángel y Encarnita entonaron a dúo una canción cuya letra hablaba del Cristo de los Faroles. Con la luz de los flases de las máquinas, se veía durante unos instantes la Cruz de Piedra y un Cristo clavado en ella con los brazos abiertos. Como queriendo acogernos a todos. Me vino a la memoria la tarde noche de un martes santo, hacía ya muchos años, en el que una 200 personas estuvimos escuchando un recital de saetas de María la Talegona, que en gloria esté, una de las mejores saeteras que ha dado Córdoba; como la música y las letras de las saetas, rasgaban el silencio camino del Calvario. Camino de la Cruz. Recordé el poema de la poetisa turolense, pero afincada en Córdoba y Sevilla, María Ángeles Asensio, que decía:

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Parecía que estaba allí olvidado Con los brazos clavados en la cruz, Diez faroles alumbran con su luz A este Cristo Jesús crucificado.

Y al mirarlo sentí dentro… ¡Muy dentro! Que sus ojos de mármol y de amores, Infundían sosiego y temores Con la paz y el silencio del encuentro. Entre velas que estaban derretidas, Y vasitos con flores a los pies, No se cierran ni sangran sus heridas Ni es tan solo una estatua lo que ves.

Que le cuentas las penas que has tenido Y escuchando demuestra su interés, Más tranquila; si luego ya te has ido… No lo olvidas estés donde tú estés.

El día había sido intenso. El remate del mismo de matrícula de honor. Había que descansar. Nos esperaba otro día, que ya sería el último, lleno de acontecimientos.

Día 4º. 12-5-2011.

Por la mañana.

Amaneció el último día de estancia en Córdoba, con una luminosidad radiante. La claridad de los rayos del sol, como es habitual en Andalucía, casi dañaban las pupilas de los ojos. Tal es la intensidad de la luz desde las primeras horas del día. A las 9 de la mañana. Todavía con el recuerdo de la visita al Cristo de los Faroles en la madrugada anterior, partimos del hotel dirigiéndonos a la Puerta de Almodóvar y a la calle de los Judíos. Nuestro primer contacto históricocultural sería con la Sinagoga judía. Juan, nuestro guía informativo, fue una vez más prolijo en su descripción histórica. Durante la dominación musulmana, Córdoba fue un centro de poder y cultural en el que tres culturas convivía de una forma más o menos pacifica. Más bien menos que más. Las tres culturas tenían personajes importantes en las ciencias y las letras, pero el poder político y militar, lo tenían los musulmanes que eran los que dominaban sobre los demás. Del único templo hebreo que quedan vestigios en Andalucía, es este que se halla en la calle de los Judíos. Construido en 1315 de la 126


era cristiana o el 5075 del calendario judío. En estilo mudéjar, los alarifes que lo construyeron estaban a las órdenes de Isaq Moheb. Un patio sirve de antesala a lo que es la sala de oración, que no deja de ser una gran habitación o un pequeño salón de 6.95 X 6.35 metros cuadrados, con una altura de unos 6 metros. En el lado oriental se abre el tabernáculo, lugar reservado para la Torá. En el lado opuesto al tabernáculo, se encuentra un pequeño retablo que fue el lugar que ocupó la imagen de Santa Quiteria. Como se ve las tres religiones monoteístas ocupaban los lugares superpuestos de unos templos sobre otros, en función de quien predominara en cada tiempo. Cuando la expulsión de los judíos en 1492, esta sinagoga fue utilizada como hospital de hidrófobos de Santa Quiteria, después lo sería como ermita de S. Crispín, patrono del gremio de los zapateros, hasta 1885 que fue declarado Monumento Nacional. Pasó por varias fases de restauración y en 1985, con la celebración del nacimiento de Maimónides, se hizo la reapertura que llega hasta nuestros días. Se conservan algunos restos de inscripciones: En el muro sur un fragmento del Libro de los Proverbios, otros del salmo 122 y del Cantar de los Cantares, que se le atribuye al sabio rey Salomón. Debemos saber que esta sinagoga es la única que hay en Andalucía y es la más importante de las tres que hay en España, las otras dos están en Toledo. Salimos de la sinagoga judía, pasamos por delante de la estatua de Maimónides, al final de la calle de los Judíos, marchando hacia el Alcázar de los Reyes Cristianos. Entramos en la que fuera Residencia de Reyes. Este alcázar fue construido en 1328 por el Rey Alfonso XI de Castilla, aprovechando asentamientos anteriores de lo que fueron alcázar árabe y residencia de los gobernadores romanos. Así pues este edificio tiene una antigüedad de más de 200 años a. de C. (Más de 2.200 años). Ocupa una gran extensión de terreno muy cerca de la margen derecha del Guadalquivir. Los reyes Católicos, Ysabel y Fernando, pasaron más de 8 años viviendo en esta residencia. Desde allí dirigieron las operaciones para la conquista de Granada y allí recibieron a Colón por primera vez, en la Torre del Homenaje, en donde el marino les pidió ayuda para su viaje a las Indias, lo que luego resultó ser el continente americano. Allí les nació una de sus hijas, la Infanta Dª María futura reina de Portugal. Después de la conquista de Granada, los reyes cedieron el inmueble a las autoridades eclesiásticas, que lo convirtieron en Tribunal del Santo Oficio, perdiendo su carácter palaciego. En 1812, las Cortes de Cádiz, suprimieron dicho Tribunal, convirtiéndose entonces en Prisión civil hasta 1931 que pasaron a ser instalaciones militares. En 1955, lo que entonces era el Ministerio del Ejército, que es quien tenía el dominio y la posesión de todos los terrenos, los cedió al Ayuntamiento de Córdoba. Tiene 4 torres: de la Paloma, del Homenaje, de los Leones y de la Inquisición. En su interior conserva todavía unas magníficas instalaciones, entre las que se puede observar el Salón de los Mosaicos, llamado así por la ingente cantidad de mosaicos romanos que se encontraron en las excavaciones que en los años 50, (1950), se hicieron 127


en la Plaza de la Corredera de la ciudad cordobesa. Con unos 55 mil metros cuadrados de terreno, mantiene unos magníficos jardines en donde se encuentran especies como la palmera, el ciprés, el naranjo, el limonero y aun mantiene un árbol al que se le sigue llamando el plátano de César, terror de los alérgicos, en recuerdo del emperador romano que anduvo por estas latitudes, cuando Corduba era la capital de la Bética romana y cuando al Guadalquivir se le llamaba el rio Betis. En la actualidad, aparte de ser un centro obligado de visitas turísticas y de estudiosos de la historia, el Ayuntamiento de Córdoba utiliza el Salón de Mosaicos, para la celebración de bodas civiles. Sus jardines son una muestra de arte y colorido, figurando en uno de sus apartados o corredores, una colección de estatuas de los Reyes que habitaron este palacio-alcázar, ocupando un lugar de honor un conjunto en el que se pueden ver a los reyes católicos recibiendo a Cristóbal Colón. Magnífica la visita a este monumento que no deja de ser un pedazo de la historia de España. Salimos para nuestra próxima vista: La Torre de la Calahorra. Relativamente cercana, pasamos por delante de la Biblioteca Provincial y del Palacio Episcopal. Dejamos a nuestra izquierda la parte sur de la Santa Iglesia Catedral y, pasando por el monumento más importante y suntuoso que Córdoba tiene dedicado a su Guardián y Protector el Arcángel S. Rafael, (tiene un sinfín de arcángeles distribuidos por toda la ciudad), erguido sobre un pedestal de más de 20 metros de altura, nos asomamos desde un lugar preeminente, una especie de atalaya o balcón sobre el Guadalquivir, que hay en aquel lugar, para contemplar la Puerta del Puente debajo de nosotros, el Puente Romano, la Albolafia que figura en el escudo de la ciudad y la Torre de la Calahorra, nuestra próxima visita. Lo primero que llamó nuestra atención fue la marea ingente de personas que había sobre el Puente Romano. Era un ir y venir, cientos de personas en un movimiento continuo. Los que iban lo hacían para volver a sus autobuses, de regreso ya de la visita turística; y los que venían era todo lo contrario: Los había dejado su autobús en la margen izquierda del río y se acercaban hacia el alcázar o la catedral. Me recordó una película que vi en mi juventud: Cuando ruge la marabunta. Las miles de hormigas que animaban las pantallas de los cines, era un imagen muy similar a la que se nos mostraba en el puente romano y sus inmediaciones. Los alrededores de la catedral llenos de gente sentados en las escaleras, a la sombra del gran edificio. Otros andando camino de alguna parte. Seguimos con nuestra ruta. Despedimos al guía que ya había finalizado su tarea con nosotros, agradeciéndole los servicios prestados y pagándole lo convenido. Vimos, desde nuestra atalaya parte de la Albolafia, noria en árabe, que sobre el Guadalquivir nos recordaba la historia de Córdoba. Con aquella noria o albolafia, se subía el agua a los jardines del alcázar para regar sus flores y sus plantas. Dicen algunos historiadores, que durante los 8 años que los Reyes Católicos estuvieron en Córdoba, la Reina Ysabel mandó que el agua la subieran 128


los criados con los mulos y otras bestias o ellos a pura sangre, pues no podía soportar el ruido que el artilugio hacía con su movimiento rotativo sobre las aguas de Guadalquivir. Bajamos de nuestra atalaya para descender a nivel del puente romano. Les expliqué que por dónde íbamos andando, muy cerca de la Puerta del Puente, a solo medio metro de profundidad debajo de nuestros pies, estaba la Vía Augusta, camino o calzada que el siglo I después de Cristo, servía para unir Cádiz con Roma, (todos los caminos conducían a Roma), Vía Augusta que había estado a la vista de los transeúntes 15 días atrás, que habían finalizado las obras y habían cubierto los obreros, con una especie de losetas hartamente deslizantes, según pudimos comprobar los que pisábamos encima. Veremos a ver qué pasa cuando llueva. Contemplamos un momento: la Puerta del Puente. Esta puerta de entrada a la ciudad, había estado siempre en la margen izquierda del río, muy cerca de la Torre de la Calahorra. En la otra parte del puente, que tiene una longitud de casi 400 metros. La puerta de entonces estaba culminada con una estatua, parece ser que dedicada a Venus, la diosa del amor en la mitología romana En época de la dominación romana, Corduba fue una ciudad amurallada y unas de las puertas que tenía, era esta que daba entrada a los pasajeros que llegaban al río y la única entrada era cruzando el puente. Durante la dominación árabe, también fue Córdoba ciudad amurallada; la puerta no dejó de existir y se la conocía también como Bab al- Qántara, Bab alWadi, Bab al Sura o Bab al Yazira, que como el sagaz lector habrá adivinado, quería decir: Puerta del Puente, Puerta del Río, Puerta de la Estatua o Puerta de Algeciras, siempre en la margen izquierda del río. En el siglo XVI, 1572, la puerta se encontraba en un estado lamentable, por lo que el Corregidor de la ciudad Alonso González de Arteaga, decide construir una nueva. Se hace cargo de las obras el arquitecto Hernán Ruiz III, de la saga de los Hernán Ruiz, diseñando un modelo completamente distinto al que tenía, por lo que el presupuesto casi se triplicó, pasando de tener un coste inicial de 1.400 ducados a 3.100. Por entonces se sabía que S.M. el Rey Felipe II, a. q. D. g., (al que Dios guarde), iba a cursar una visita a la ciudad, por lo que no se regatearon esfuerzos. La puerta se trajo a la margen derecha del río y se convirtió en la puerta principal de entrada a la ciudad. Todo visitante que quisiera entrar en Córdoba, debería abonar la cantidad estipulada por las ordenanzas municipales de le época. Posteriormente se le hicieron dos reconstrucciones, una en 1912 y otra en 2005. Hubo un tiempo en el que se le llamó Arco del Triunfo, pero ningún triunfo conmemora dicha puerta, su misión es servir de fielato en donde había que abonar un canon por la entrada a la ciudad. En su parte superior aun figura, esculpido en mármol negro, una lectura en donde dice que esta puerta fue construida para conmemorar la visita de su Católica Majestad Felipe II. Entramos en el puente romano camino de la Torre de la Calahorra. Esta torre es de origen islámico y fue construida por los musulmanes, para defender el Puente Romano que daba entrada a la 129


ciudad de Córdoba. Su nombre viene de Qalat, (Castillo) y hurra, (libre), es decir Castillo libre; sirvió de prisión en varias ocasiones, tanto durante la dominación musulmana, como en épocas posteriores, ya en poder de los cristianos. Los moriscos que huían de Granada, sufrieron prisión entre sus paredes y los nobles cristianos que eran díscolos con sus reyes, también pudrieron sus huesos entre las frías y húmedas paredes de la Calahorra. La construcción primitiva que hicieron los musulmanes, tenía 2 torres, pero en el año 1369, ya expulsados los musulmanes de Córdoba, cuando Enrique II de Trastamara pasó por la ciudad, se apoderó de la fortaleza, que ocupó para protegerse de su hermano Pedro I el Cruel. Enrique le añadió una torre más a lo que podía considerársele un castillo. Los dos hermanos de padre se tenían jurado un odio a muerte. Si buceamos en la historia, veremos que ambos fueron hijos del mismo padre, el Rey Alfonso XI de Castilla, llamado el Justiciero. Este Rey fue quien construyó lo que hoy llamamos el Alcázar de los Reyes Cristianos. En esto que alcanzamos la mitad del Puente Romano. La marejada de personas, apenas si disminuía su cantidad. Justo en la mitad del Puente, una orcina o vitrina con cristal transparente, guardaba en su interior dos palmas de palmera, modeladas en un material con incrustaciones de oropel, que en la religión cristiana significan Palmas del Martirio. Dos nombre se entrecruzan con las Palmas: Acisclo y Victoria, dos hermanos que dieron la vida por no renegar de su fe cristiana, siendo torturados y asesinados en el año 303 de nuestra era, siendo Emperador de Roma el cruel Emperador Diocleciano. Estos dos mártires cordobeses, son los copatronos de Córdoba. Frente a esta vitrina, S. Rafael una vez más, encima del pretil del puente romano. El Custodio y protector de nuestra ciudad, ocupa muchos lugares en nuestras calles, jardines, plazas, etc.etc. Pero volvamos a los dos hermanos reyes y sus relaciones con la Calahorra. Decíamos que los dos eran hijos del mismo padre, Alfonso XI, pero mientras Pedro I el Cruel, su madre era la legítima de Alfonso, Enrique lo era de su amante, la bella Doña Leonor Núñez de Guzmán y Ponce de León, magnífico y ampuloso nombre para la amante de un rey, que según citan las crónicas de la época era de una belleza singular. Los dos hermanos de padre, luchaban por el reino. Mientras Enrique estaba afincado en Córdoba, su hermano Pedro, andaba cruzando ballestazos y mamporros con los cada vez más escaso sarracenos que quedaban por la península ibérica. Al fin se encontraron en los campos de Montiel y allí ambos lucharon cuerpo a cuerpo y, como única arma, el cuchillo. Podríamos decir que la batalla era a muerte y según el arbitraje de los espectadores neutrales, iba ganando a los puntos Pedro I, al que en realidad le correspondía la corona. Pero hete aquí que un “caballero” gabacho, llamado Beltrán de Duguesclín, que estaba al servicio del hijo bastardo, cuando vio que Enrique llevaba las de perder, intervino de forma pérfida y dio la vuelta a la lucha fratricida, pronunciando la frase que pasaría a grabarse en todos los anales de la historia: Ni quito ni pongo Rey, pero defiendo a mi señor”, dijo poniendo al que estaba debajo, Enrique, encima de Pedro, que tenía 130


prácticamente ganado el combate. Este, el de Trastamara, empuñó su daga hundiéndola en el morrillo de Pedro, que quedó, como todos pueden suponer, sin necesidad de verificarlo con autopsia, completamente transportado a la vida eterna. Enrique II de Trastamara heredó los reinos de su padre y su hermano Pedro, pasó a engrosar la lista de los caídos en combate. Esta es una de las muchas historias que alberga la que sigue siendo Torre de la Calahorra. Penetramos en el recinto de la Calahorra y se nos escenificó parte de la historia, contada por unas voces en off y que sus protagonistas eran Averroes, Maimónides, Alfonso X el Sabio y otros personajes de la época medieval. Visitamos todas las salas en donde diferentes maquetas representaban escenas, edificios, costumbres, personajes, etc. de aquella época. Una pequeña maqueta de la Alhambra de Granada, es una maravilla más de lo que se ha convertido ahora la Torre de la Calahorra: Un museo del mundo andalusí de aquella época. Este reino Andalusí, que lo es toda España, no solamente Andalucía y que tanto reclaman ahora algunos musulmanes que han perdido el norte de lo que es la Historia de nuestra España. ¡Porque es nuestra, no de ellos! Subimos a lo alto de una de las torres, en donde pudimos contemplar una bella panorámica de la ciudad de Córdoba. A nuestros pies teníamos la que había sido gloria y esplendor de la época romana, cuando el Betis bañaba sus riberas. El emirato y califato de los Omeyas en Córdoba. A lo lejos, hacia el norte, estaba Sierra Morena, viéndose en una de sus laderas las ruinas de Medina Azahara. Miles de casas y edificios que daban alma y ser a lo que ahora es esta Córdoba moderna que tenemos. La campiña a la izquierda, muchas partes bañadas de olivos, que justifica porqué el río que baña estas tierras, antes de llamarse Guadalquivir y Betis, le llamaron Óleum flumen, río del Aceite. 2.500 años de historia a nuestros pies. Recordé parte del poema de Federico García Lorca dedicado a Córdoba y que parte de el está grabado en un atril a los pies de la Torre de la Calahorra: …..Un solo pez en el agua que a las dos Córdobas junta: Blanda Córdoba de juncos. Córdoba de arquitectura. Niños de cara impasible en la orilla se desnudan, aprendices de Tobías y Merlines de cintura, para fastidiar al pez en irónica pregunta si quiere flores de vino o saltos de media luna. Pero el pez, que dora el agua y los mármoles enluta, les da lección y equilibrio 131


de solitaria columna. El Arcángel aljamiado de lentejuelas oscuras, en el mitin de las ondas buscaba rumor y cuna. * Un solo pez en el agua. Dos Córdobas de hermosura. Córdoba quebrada en chorros. Celeste Córdoba enjuta.

Salimos de la Torre de la Calahorra para dirigirnos a la Residencia a reponer fuerzas. Pero antes pasamos por lo que es el Monumento a los Amantes o al Amor Es un monumento muy sencillo pero que a mí me encanta por la simbología que tiene. Está situado en el Campo de los Santos Mártires, junto a unos baños árabes. Dos manos entrelazadas sobre una repisa y cubiertas por una pequeña bóveda, es todo el monumento. Una leyenda, con visos de verosimilitud, dice que Ibn Zaydun y la princesa Wallada, ambos poetas, eran amantes. Se escribían amorosos versos y líricos requiebros. Pero ¡Ay!, nada hay eterno, ni siquiera el amor. Un día Wallada se enamoró de otro hombre y dejó plantado a Ibn Zaydun. Él, desesperado, enloqueció de amor. Su amor, el amor de los dos cuando existió, está simbolizado por las dos manos que se tocan los dedos. Nada más. Unos versos de él y de ella, escritos en árabe y en castellano, están esculpidos en el mármol al pié de sus manos. ¡Ay, qué cerca estuvimos y hoy qué lejos!

Tengo celos de mis ojos, de mí toda,

Nos separó la suerte, y no hay rocío

de ti mismo, de tu tiempo y tu lugar,

que humedezca, resecas de deseo,

Aún grabado tú en mis pupilas,

mis ardientes entrañas; pero en cambio,

Mis celos nunca cesarán… Wallada

de llanto mis pupilas se saturan. Ibn Zaydun

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La Residencia estaba cerca. Nos dirigimos a ella para saciar el apetito que durante toda la mañana habíamos hecho méritos suficientes para avivarlo. Nuestros visitantes estaban satisfechos y contentos de la mañana tan intensa que habíamos vivido. -No conocía Córdoba, me dijo Félix Cabrera, nuestro Cámara y autor de la película de la reunión. Es una ciudad fantástica y había que estar aquí muchos más días para conocerla más a fondo. -Llevas razón, Félix. Y tú que miras a Córdoba a través de los ojos del arte, te fijas en detalles que quizás los demás pasamos por alto. (Hay que decir, porque es de justicia, que la película que ha hecho nuestro amigo y compañero Félix sobre nuestros paseos y visitas de estos 4 días, es una joya. No solamente las imágenes, que para mí son de Oscar, sino la música con la que las ha acompañado; no en balde ha sido premiado más de una vez por este trabajo en las excursiones del IMSERSO). Los componentes de Córdoba estábamos contentos porque contentos estaban todos ellos. Mientras esperábamos la comida, se nos sirvieron unas cervezas bien frías, que apetecían porque ya el calor empezaba a avisarnos de que estábamos en Córdoba. Tapeando con lo típico de la tierra, algunos productos del valle de los Pedroches, es decir con las partes más nobles que tiene el cerdo, (del cerdo me gustan hasta los andares, decía Pepe Da Rosa), y otras menudencias que nos sabían a gloria. Pidió silencio el Gran Canciller Pepe Casares, pues nos iba a leer un soneto que había compuesto en honor de todos nosotros, sus compañeros y amigos. Debo hacer una salvedad. En todas las reuniones que hemos tenido desde hace ya 23 años, muchos de los componentes se han lanzado a bucear por las aguas límpidas y cristalinas de los mares por donde habitan las musas de la poesía. De las últimas reuniones de las que yo he escrito la crónica de su desarrollo, he citado a los autores que han colaborado a que la reunión sea más plural y multicultural. Uno de los compañeros más destacados, ha sido Gregorio Hernández Toribio, que siempre ha dedicado una poesía a la tierra que nos acoge; Pepe Casares, en todas las reuniones, ha recitado su poema. En la penúltima de Cartagena, Paco Moreno Doncel se trasladó desde Alicante para comer con nosotros en un Restaurante con vistas al Mediterráneo y allí nos desgranó unos versos en los que añoraba tiempos pasados. Y algo que debo apuntar, pues sería injusto olvidarlo, algunos de los rapsodas que recitaron poesías en las reuniones. Especial atención merece nuestro amigo, compañero y ausente en esta ocasión, por razones médicas y pos operatorias: Jacinto Ruiz Morilla. Oír recitar a Jacinto, es poner los sentimientos más nobles brotando de nuestras almas. Es subir la emoción y tener un nudo en la garganta, que Jacinto domina como nadie. Jacinto sabe pulsar las cuerdas emotivas de nuestros adentros y arrancar el aplauso cuando termina de recitar sus poemas. Las historias que cuenta, nos llevan a otros tiempos, cuando el honor era patrimonio del alma. Su voz ronca, que se quiebra y llora con los versos del poema, llena los espacios de los salones y penetra en el fondo de nuestros sentimientos. Una pena que 133


este año, Jacinto no haya podido venir… Ya sabemos lo que dice el viejo refrán castellano: Carrera que no da el caballo, en el cuerpo la lleva. Pero en fin, volviendo a Pepe Casares, se levantó y leyó el siguiente soneto, que nos dedicó:

ELEGÍA A MIS COMPAÑEROS DE ARMAS (XXIII ANIVERSARIO-CORDOBA)

Hemos llegado aquí con la ilusión Reflejada en los rostros casi ajados, Por el trascurso de tiempos pasados Más, con la firmeza de nuestro corazón. Unidos como siempre en formación Para seguir marcando a paso corto; cabeza alta, pecho henchido y gozo por haber cumplido nuestra obligación. En época que engrandeció mi España Dimos la savia, el germen embrionario Y fuimos el sedal, también la caña, Con la que se pescó la esencia pura, Del deber y trabajo extraordinario De defensa, de la ética, moral y la cultura

Un cerrado aplauso premio a Pepe Casares, nuestro Gran Canciller, que fiel a su tradición, nos deleitó con sus versos. Terminamos la comida. Una copita de champán para brindar por…nosotros mismos. ¿Qué mejor motivo habría? Cerré el acto con unas breves palabras: -La tarde la tenemos libre. Peluquerías, descanso, acicalamiento… que cada cual haga lo que mejor le plazca. Espero veros a las mujeres en la cena de esta noche, luciendo vuestra belleza que aún sigue radiante en vuestros rostros, no ya de madres, sino de abuelas. A los hombres rememorando viejos tiempos, cuando ninguna raya nos ponía el límite entre la noche y el día. A la noche, a las 9, nos veremos aquí.

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Por la noche

Cena de gala y despedida

A la hora fijada todos fuimos llegando al bello salón de la Residencia en donde íbamos a cenar. Un equipo de música, contratado al efecto, nos alegraba los oídos con una tenue melodía, que no impidiera la conversación entre los comensales y que llenara los espacios vacíos de palabras. Se aprovechó el tiempo antes de empezar a cenar, para cumplir con el protocolo anual: Entrega del bastón de mando, ramos de flores entre las dos damas en las que se han celebrado las últimas reuniones, Cartagena y Córdoba, nombramientos de hermanos de la Hermandad, lugar de la próxima Asamblea, etc. Lo primero que se hizo fue la entrega del Bastón de Mando por parte de Juan Antonio Fernández Samiñán, organizador en Cartagena de la XXII Asamblea, a Plácido Pascual Avilés, organizador de la XXIII Asamblea en Córdoba. El autor de esta verídica crónica, levantó el bastón indicando que este año, el poder residiría en el Califato de Córdoba, ya Reino Cristiano por la reconquista de Córdoba por el Rey Fernando III el Santo, que se produjo allá por el Siglo XIII, 1236, año arriba, año abajo. En correspondencia a la entrega del bastón de Mando, Plácido, (Córdoba), entregó a Juan Antonio, (Cartagena), un bello cuadro en el que en relieve aparecía un magnífico olivo con sus ramas de plata, símbolo de una de las riquezas de Andalucía: el aceite de oliva, de las que Jaén y Córdoba son piezas principales. Plácido recibió también un Faro marino en miniatura, símbolo de la situación e historia de Cartagena como ciudad marítima. Las Damas se intercalaron sendos regalos: Josefina, (Córdoba), entregó a Encarni, (Cartagena), una bella Orquídea que simbolizaba el cariño y el amor que a lo largo de los últimos 23 años, han mantenido unidos a los componentes de nuestra promoción y al personal civil que desde años nos vienen acompañando. Y Encarni regaló a Josefina una planta, un Poto, con los tallos alargados, que simbolizaban las ramificaciones que a lo largo de todos estos años, han mantenido unidos a todos los componentes de las distintas reuniones. El Gran Canciller siguió enumerando a los que fueron agraciados con distintos nombramientos por su constancia en la asistencia o por ser la primera vez que asistían. Por último, el Gran canciller anunció que la próxima Asamblea, la del año 2012, sería, D.M. en la ciudad de Almería y el organizador sería Manolo Domínguez Godoy. Una salva de aplausos saludó el anuncio de la que sería penúltima reunión antes de las Bodas de Oro. Finalizado el acto, dio comienzo la cena, que para memoria de la historia y conocimiento de los siglos venideros, consistió en:

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APERITIVOS Almendras y olivas Jamón Ibérico del Valle de los Pedroches Queso curado en aceite Cazuelita de salmorejo Croquetas caseras Flamenquín troceado 1º Plato Ajo Blanco 2º Plato Presa Ibérica Postre: Tarta XXIII Asamblea Café Vinos Solar Gran (Rioja). Vino Blanco Montilla-Moriles. Refrescos. Cerveza. Cava

Quede constancia de la frugalidad de nuestra manutención. Hemos tenido en cuenta nuestras normas castrenses: Los militares han de ser comedidos en el decir, parcos en el yantar y cartujos en el beber. He ahí la razón por la que no caímos en el pecado de la gula. Las cenas, como todas las cenas de gala, fue amena, jovial, jocosa y dicharachera. Volvimos a contarnos las aventuras de los últimos años, otros se remontaron al pleistoceno y los más se dedicaron al anecdotario de los nietos, algunos ya creciditos. Cuando terminó la cena, se acomodó el salón para el baile. El músico o animador de la fiesta, José Manuel, un chico al que conozco desde que eran un niño, fue todo un descubrimiento por parte de los forasteros. Se animó y participó de la juerga general. Toda clase de canciones y bailables: Pasodobles, tangos, boleros, salsa, Rock, chocolateros varios…ellos y ellas, sobre todo ellas, se soltaron la melena y se querían comer el mundo. Lo que es la edad… En un descanso mínimo, José Manuel era incansable, algunos dijeron, dijimos, unas palabras, que más sonaban ya a despedida que otra cosa. Etelvina, la mujer de Amable, solicitó la venia para decir dos poesías, permiso que se le concedió por el Consejo Rector de los Grandes Cancilleres y accedió al centro de la pista. Significar, que las dos composiciones poéticas, son obra suya. Así decía la primera: 136


A CÓRDOBA Córdoba sultana, Córdoba morena, Te asomas al mundo con los brazos abiertos, Acoges a todos los que llegan a ti Y haces que cuando se marchan Lo hagan pensando en volver. Así hoy, y por segunda vez, Te visita la cuarta promoción De Sargentos de Infantería, Celebrando el 48 aniversario De la salida de la Escuela de Aplicación, Hoy todos Comandantes. Los acompañan sus esposas, Ya mayores como ellos, Pero con ilusión juvenil. Visitamos tu Catedral, tu Museo de Julio Romero y, tal vez escuchemos al poeta decir aquello de: Mientras Córdoba dormía, era como un llanto. La Plaza del Potro Al ver al pintor gemir. Visitamos tu Medina Azahara, Algunos de tus patios, De los que soy una gran entusiasta y, Para ellos tengo un poema, Que me gustaría recitar. La rapsoda y poetisa inició la segunda de sus poesías:

ROMANCE EN UN PATIO CORDOBÉS

A la sombra del naranjo Y el murmullo de la fuente De mi patio cordobés, Paso las horas soñando O recordando tal vez, Como, a la luz de la luna, te vi por primera vez.

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Tú regabas las macetas Que, sobre el brocal del pozo, Yo aquel día deposité: Primero gitanillas rojas Y claveles, rojos también. El rojo de la pasión Que enciende los corazones Cuando empiezan a querer. Fue el aroma de jazmín Y el perfume de azahar Que tu presencia, en mi, despertó. Seguí marcando el camino Con las rosas, de rosa y de terciopelo, Y gotitas de rocío, Que el sosiego de tus ojos Y el brillo de tu mirada me inspiró Cuando sin tú proponerlo Con la mía se encontró. Quise acabar con las blancas: Margaritas, tulipanes Y ramitas de gladiolos, Con una cinta de tul, como el vestido de novia con el que te quise ver, entrando de nuevo al patio convertida en mi mujer.

Cuando Etelvina finalizó sus poemas, una salva de aplausos premio la labor de la autora y rapsoda de su propia obra. Nuestro amigo Gregorio Hernández Toribio, lo mismo que había venido haciendo en todas las demás sedes, había compuesto una ODA para esta ciudad. Él no la podría recitar, pues debido a que ya ha perdido completamente la audición de los dos oídos desde hace tiempo, tenía cierta dificultad para recitar la poesía completa, pues no dominaba el sonido y al no oírse él mismo, no calculaba si su tono de voz era el correcto. Me rogó que lo hiciera yo, pero mi ronquera y quizás el tiempo, jugaban en contra nuestra. Le prometí que al menos la reflejaría en la memoria que de la misma haría. Y cumplo mi palabra. Así pues mientras nuestros invitados continuaban con el baile, animados por José Manuel, yo transcribo el poema de Gregorio.

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POR TIERRA DE LOS CALIFAS

En la grata y anual festera cita Por la piel de toro hispana, nuestra agenda hoy nos concita en Córdoba, la bella sultana. Actualmente feudo del PESOE Y en gloriosa etapa lejana Cuna de Maimónides Averroes. Desde su origen, harto remoto Ibérico o quizás cartaginés, hasta la ciudad que ahora es, por codiciada plaza y coto de los imperialistas romanos que en el puente dejaron su huella. Después los visigodos y alanos Que nada hicieron en ella, Hasta que las huestes musulmanas Establecieron aquí un emirato, Luego el esplendoroso Califato En cuya etapa ciencias y arte Alcanzaron cotas soberanas Jamás vistas en ninguna parte, Dejando ese inmenso legado Arquitectónico y cultural En la Mezquita sintetizado, De forma sublime, sin igual, Donde mil columnas, capiteles… Bajo primorosos arabescos Surgen cual áureos caireles, Y en su contemplación encantado Como en cuento de “mil y una noches” Te sientes por doquier transportado A fastuosos lares principescos De lujo y ornamento, derroches. El Alcázar y jardines reales Contemplan este mágico entorno Y soñado edén para vivir. Desde sus almenas medievales Las visitas son un bello contorno Reflejado en el Guadalquivir. Aunque la época del Califato, Fue con mucho la más importante De toda la cordobesa historia, Pues la urbe tuvo, según datos, Más de quinientos mil habitantes, 139


También quedó para la memoria Aparte del arte y la ciencia, una floreciente agricultura, industrias, cual los cordobanes y una ejemplar convivencia entre las tres dispares culturas: judíos, cristianos y musulmanes si bien fue corta su existencia. Y como colofón obligado De esta escueta disertación Hagamos una especial mención De algunos cordobeses ilustres, Quienes con su saber y talento Dieron a su tierra fama y lustre. Como Séneca, sabio portento Del glorioso imperio romano, Gonzalo Fernández, Gran Capitán De la invicta y fiel Infantería. En Ceriñola y en Garellano Cuyas cuentas fueron y serán El mayo compendio de ironía; Luis de Góngora, el gran poeta Iniciador del culteranismo; Antonio Grilo, lírico cantor De genuino y puro andalucismo; Julio Romero, pincel y paleta De la copla y la mujer morena Misteriosa, de expresión trágica Y el alma llena de pena; Manolete, el genial torero Estoqueador de muleta mágica; Y otros que por falta de medios Se me han quedado en el tintero. En fin, como eso no tiene remedio Pongo raudo el punto final pidiéndole a la providencia Que generosa nos permita gozar Esta gratificante vivencia De nuestra grata fiesta anual Hito ya no fácil de alcanzar. Gregorio Hernández Toribio

Hasta aquí el trabajo literario de nuestro compañero y amigo Gregorio. Repartimos los regalos que consistían: Un olivo de plata con su base de madera de olivo, menor que el de Samiñán y su

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correspondiente inscripción recordatoria y 2 catavinos cordobeses, con la inscripción: Asamblea XXIII. Córdoba 2.011 La noche se iba acabando de tanto usarla. En el reloj de las Tendillas sonaron las dos de la madrugada, con dos rasgueos de guitarra por soleares. El salón en el que se celebraba el baile estaba muy bien insonorizado, pero había que tener en cuenta que en el piso de arriba dormía gente que a otro día tenían que ir a trabajar. Y nosotros, a otro día, haríamos el viaje de vuelta hacia nuestros puntos de destino. Así pues, con gran dolor de mi corazón, comunique que Córdoba 2011 había finalizado. ¡Viva Almería 2012! Empezaros las despedidas. Mi santa y yo nos despedimos personalmente de todos los asistentes, aunque yo estaría a otro día temprano en el hotel, por si surgía todavía algún problema. Afortunadamente todo salió a pedir de boca. A los que nos quedábamos en Córdoba, nos quedaba la satisfacción que había dejado esta reunión y un resquemor, una pizca de intranquilidad por la llegada del año próximo para que nos encontráramos, por lo menos, todos los que habíamos asistido en Córdoba. Cuando ya en la distancia que da el tiempo, termino de redactar las últimas líneas de esta memoria, para mí tan querida, solo me cabe agradecer a todos los que han venido de distintos y distantes puntos de España, su asistencia a esta Asamblea. Gracias a Dios podríamos decir que se ha celebrado: ¡¡Sin novedad en Córdoba!! No ha habido percances de gravedad. A los asistentes en Córdoba, en especial a Federico Nieto, Alfonso Cañete y Juan Manuel Arjona, su colaboración en todo aquello que les he pedido. Por supuesto a Josefina, mi santa, que me ha acompañado a todos los actos, alegrando con su presencia los lugares en los que hemos pasado las cortas horas, pues cortas se nos han hecho, en las que hemos confraternizado todos. Y por último si quisiera hacer un capítulo de agradecimientos a quienes han colaborado a que esta Asamblea haya sido un éxito en boca de sus asistentes: -Al Excmº. Ayuntamiento de Córdoba, en su Departamento de la Capitalidad para nombramiento de Córdoba como Ciudad de la Cultura en Europa, el año 2016, por el hermoso libro sobre Córdoba que nos regaló para nuestros compañeros de Asamblea. -Al Centro de Turismo Municipal por el regalo que nos hizo para nuestros visitantes, del librito de poesías del certamen Cosmopoética, que tan buena acogida tuvo para los que lo recibieron. -Al consorcio de Turismo por los folletos turísticos, revista, plano de la ciudad, etc., que se nos facilitó para nuestros visitantes. -A la Residencia Gran Capitán, a su Coronel Director, a su Comandante Administrador, nuestro compañero Carlos Villamandos, de una forma muy especial al servicio de administración, de Habitaciones, Conserjería y más especial todavía al servicio de cocina y camareros que de una forma tan profesional y agradable, han atendido todos nuestros deseos.

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-Y por último, que no menos importante, a Córdoba, nuestra ciudad, con sus habitantes y su señorío. Por su saber estar y atender a sus visitantes, como si de unos cordobeses más se tratara. Gracias a todos ellos. Que cierre todo este trabajo la letra del Romance a Córdoba. Normalmente esto hay que oírlo cantado por el gran Pepe Marchena, pero a falta de su voz, que podéis oírlo en GOOGLE, os aconsejo que lo leáis.

ROMANCE A CÓRDOBA Es morena y cordobesa, tiene aire de sultana y corazón de princesa. En Córdoba la encontré cuando en la feria de mayo las treinta mulas compré. Comentando la corría en la que Antonio Cañero sacando su jaca hería puso el rejón más certero que había puesto en la vía, estábamos Paco Gil, Pedro, el de Puente Genil, y el Niño Sabio de Lora en la puerta el Mercantil tomando una de "pastora". ¡Qué trajín! ¡Qué algarabía con el bullir que no cesa, en el que contribuía la gracia y soberanía de la mujer cordobesa! No se puede figurar el que aquello lo conoce, cuando fuimos a comprar la yegua, el rumor de las voces de la calle Gondomar. Como reguero de hormigas las mujeres paseaban y en el pecho toas llevaban flores en lugar de espigas. Entre mujeres y flores, 142


pasaban los domadores por delante de nosotros, luciendo sobre los potros los atalajes mejores. ¡Vaya coches! ¡Vaya troncos, donde los caballos broncos mostraban todo su brío! Iban los cocheros roncos de tanto hablarle al gentío. Entre aquella animación, un grito de admiración alarmó a la gente seria cuando por la Concepción se vio subir de la feria el cuerpo más soberano, más gallardo, más serrano que viera del sol la luz sobre un potro jerezano del mejor hierro andaluz. ¡Vaya mujer con hechuras, luciendo el traje campero al sonar las herraúras del caballo postinero! Pues, ya ves si llevaría el potro con gallardía, que hasta el propio Cañero tiró a su paso el sombrero diciéndole una alegría. Mezcla de gitana, reina llegó, entre palmas y olés, espuelas de oro en los pies y por corona y por peina un sombrero cordobés. Al paso del alazán la gente se descubría, pues todo el mundo creía que llegó al Gran Capitán, el alma de Andalucía. Le dio dos vueltas al paseo. El potro con el braceo no cabía en la ancha calle 143


y al compás del manoteo quebraba su lindo talle. Y aquella mujer preciosa, de hermosura tan completa, se iba meciendo orgullosa como en la mejor maceta se mece la mejor rosa. Hablé con ella, fue mía... Puse en ella mi alegría, mis afanes y mis penas y hoy por su gusto daría más sangre que hay en mis venas. Sé que no me pertenece, que no es de mi condición. ¡Pero ya no hay solución! ¡El hombre siempre obedece cuando manda el corazón! Versión del romance de Julián Sánchez Prieto, el pastor-poeta, al que puso melodía y voz el maestro Pepe Marchena. Se finalizó esta Memoria el día 1 de Junio de 2.011

El organizador: Plácido Pascual Avilés

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DOCUMENTOS GRテ:ICOS

Ruinas de Medina Azahara.

Se estテ。 reconstruyendo.

El grupo bajo uno de los arcos.

Obra del Califa Abderramテ。n III

Ladera de Sierra Morena

para su esposa favorita: Azahara.

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Oyendo las explicaciones de Juan Gimbert, guía del grupo

El Gran Capitán en las Tendillas.

Columnas de un templo romano

Así fue el templo original.

Las columnas de noche

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Plaza porticada de la Corredera en el centro de C贸rdoba.

Edificio en la Corredera

Posada del Potro. En el cartel: Fosforito

Manolo Pe帽a y el organizador en la Plaza del Potro

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Galería de la Catedral.

Entrada al Mihrab para la oración

Constantino Navarro.

Techo del Mihrab

Panorámica exterior desde el aire. Columnas, columnas, columnas… 148


Vista desde el Sector Sur.

La Calleja de las flores.

Calle del Pañuelo

Patio con flores…

Flores en el patio…

Flores…Flores… 149


El patio es real, no es pintura.

Asturianas entre flores

Parte del grupo posando en un patio de S. Basilio. Se distinguen fĂĄcilmente las azucenas, las gitanillas, los pensamientos y los geranios de los “gladiolosâ€?. 150


Laberinto de colores y de olores.

Contraste del blanco, rojo y azul.

El Gran Canciller y su santa

Si D. Pelayo levantara la cabeza…

Casa de Sevilla en Córdoba. Hubo recepción, tapa y copa. A la guitarra Ángel López Durán, canta Encarnita, su santa esposa. Fue la noche de la copla.

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Nos sorprendió la “madrugá” en la Plaza de Capuchinos…

…junto al Cristo de los Faroles

en donde se le cantó con sentimiento.

La noche invitaba a la oración y

la plegaria por martinetes.

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Flores en un patio cordobĂŠs. n

En el AlcĂĄzar de los Reyes cristianos, bajo la Torre del Homenaje

El grupo en el Patio de los Naranjos antes de su visita a la Santa Iglesia Catedral. 153


Panorámica aérea.

En el salón de los Mosaicos.

Mosaicos romanos descubiertos en la Corredera, hoy en el salón.

Andalucía, Galicia, (2) y Cataluña en los jardines del Alcázar.

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En el estanque verde de los jardines.

Bajo la Torre del Homenaje.

Sala de Matrimonios.

Al fondo Torre de la Calahorra.

La Puerta del Puente. Puerta de entrada a la ciudad. Siglo XIV.

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C贸rdoba desde la Calahorra Y su largo Puente Romano.


Vista aérea del puente romano y la Calahorra.

Parecía que estaba allí olvidado-- con los brazos clavados en la cruz,-- diez faroles alumbran con su luz-- a este Cristo Jesús crucificado. Y al mirarlo sentí dentro…¡Muy dentro!-- que sus ojos de mármol y de amores,-- infunden sosiego y temores-- con la paz y el silencio del encuentro…. 156


También le dimos alimento al cuerpo.

En la Federación de Peñas

En la Residencia Gran Capitán. Cena de gala

Cumpliendo con nuestra santa obligación: Criticando mucho al mando y bastante más a los políticos. A todos.

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Había que reponer fuerzas de las largas y duras caminatas…

Discurso de Bienvenida.

Mi santa, Manolo Peña, soltero, y yo.

Entrega del bastón de Mando por parte de Cartagena a Córdoba, que lo ejercerá en el próximo año, en presencia del Gran canciller.

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Unas orquídeas y un olivo plateado, regalo de Córdoba a Cartagena.

Dio comienzo el baile en el que se demostraron toda clase de destrezas por parte de todos los asistentes. Aquí están Gregorio y Choni y Fernando y Sonita.

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Sevillanas por parte de Encarnita y la Jota asturiana por parte de Mabel

Asturias, Andalucía…

y Córdoba

Una asturiana bailando por bulerías y el animador José Manuel. 160


Etelvina recitando sus poemas.

Patio interior de la Residencia.

Monumento al Arc谩ngel S. Rafael, Protector y Custodio de C贸rdoba. 161


PERSONAJES CORDOBESES Y SÍMBOLOS

El Filósofo Séneca y su sobrino el poeta Lucano

El musulmán Averroes y el judío Maimónides, dos sabios de la época del califato, contemporáneos y amigos entre sí.

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D. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán y el Duque de Rivas, militar y escritor.

Luis de Góngora y Argote y el Inca Garcilaso de la Vega, nacido en Perú, hijo de padre cordobés. Ambos enterrados en la Santa Iglesia Catedral. 163


Monumento a los Amantes, los poetas Ibn ZaidĂşn ĂŠl y Wallada ella.

Plaza de Santa Marina. A los pies del Monumento a Manolete. 164


CORPUS CHRISTI

SEVILLA La promesa. La idea surgió en Sevilla. El domingo 29 de mayo de 2.011, con motivo del bautizo de nuestra nieta Blanca, uno de los asistentes, mi hijo José Carlos, nos lo dijo: -Papá, ¿por qué nos os venís este año a pasar el Corpus Christi a Toledo? -Pues llevas razón. Es cuestión de pensarlo, le respondí. -No. Lo mejor es no pensarlo, me dijo. Lo mejor es decir que vais a ir y en paz. -De acuerdo. ¿Qué día es el Corpus?, pregunté. -El 23 de junio, jueves, añadió. Entonces recordé yo que el Corpus había sido trasladado del jueves al domingo. No sé si por decisión de la Iglesia libremente tomada o a instancias del Gobierno para evitar un día de fiesta más, en un calendario laboral con demasiadas festividades. Pero tanto la Iglesia como el Gobierno, tuvieron buen cuidado de respetar que lugares clave en donde el Corpus era una costumbre inveterada, se siguiera celebrando el jueves por tradición secular. Que yo recordara había al menos tres lugares en los que esto seguía siendo así: la Imperial y antigua capital visigótica Toledo, la capital del antiguo reino nazarí y lugar de reposo eterno de los Reyes Católicos, Ysabel y Fernando, Granada y la hispalense Sevilla, cuna del rey visigodo S. Hermenegildo. Estábamos celebrando el bautizo en Triana, uno de los barrios más típicos de Sevilla. A unos metros del puente que lleva el nombre del barrio. Las tranquilas y serenas aguas del Guadalquivir, a un tiro de piedra y mi nieta Blanca, que dormía un sueño en este ajetreado día de su bautizo, fueron mudos testigos de mi promesa. Por lo tanto había que cumplir lo prometido. Poco influía ya el viejo dicho castellano: Tres jueves hay en el año, que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión .Apenas si hablamos más de este viaje. El compromiso se selló en Sevilla y punto.

TOLEDO La llegada. Dos días antes de la festividad, el 21 de junio, llegamos a Toledo. Algo llamó nuestra atención: La gran cantidad de gente que había en la ciudad. Luego nos enteramos que no solamente Castilla la Mancha o 165


Toledo habían declarado el día del Corpus festividad, también la vecina comunidad de Madrid, lo había hecho. Miles de personas de ambas comunidades se desplazaron a Toledo. Las calles eran un incesante ir y venir de personas. Jóvenes vestidos de cualquier manera, de sport, cómodos en mangas de camisa o camiseta o algunos como pordioseros, pantalones vaqueros rotos, (lo manda la moda), pelos sucios y botas impropias de la temperatura que hacía en Toledo; aunque otros llevaban sandalias de peregrino compostelano con los dedos de los pies al aire. La moda actual rompía el protocolo que se debe adoptar en una festividad de tanto renombre como es el Corpus toledano. A veces parecía que la abigarrada multitud se había trasladado por el túnel del tiempo desde la edad media a la actual. En poco variaba el movimiento de aquella época con la actual. Teníamos el hotel, llamado con el rimbombante nombre de Imperio, a 50 metros del centro de la Plaza de Zocodover. Los edificios oficiales y las casas particulares de las calles del centro de la ciudad, empezaban a colgar y lucir los tapices, las telas con escudos relativos a comunidades u órdenes cívico-militares-religiosas, banderines y guiones militares; las flores naturales que convertían Zocodover y sus alrededores en una muestra de lo que sería el engalanamiento de toda la ciudad por donde el jueves pasaría la enorme y magnífica Custodia de Arfe. En el aire se respiraba la tradición de siglos que solo faltaban unas horas para que se repitiera un año más. El miércoles por la mañana, aprovechamos Josefina y yo para cumplir con un deseo que ambos, sobre todo yo, llevábamos mucho tiempo anhelando: Visitar el moderno Museo del Ejército, que el que fuera Ministro de Defensa, José Bono, trasladó de Madrid a Toledo. Yo ya lo conocía de Madrid de hace un montón de años. Ahora, ubicado en el Alcázar toledano, tiene una exposición más moderna pero a mi juicio adolece de algo muy importante: Todo se centra en hacer una Historia del Ejército. Un eslogan nos dice a la entrada que el museo es La Historia del Ejército antes que el ejército tuviera historia. Pero creo que olvidan algo muy importante, lo más importante de los ejércitos: El material humano. El ejército se compone de seres humanos y muchos de ellos han sido héroes. Olvidan a los héroes. Solo le dedican unas paupérrimas letras resaltando el hecho acontecido, según la historia y no la heroicidad de un personaje o personajes que viviendo aquella ocasión, escribieron una página extraordinaria de la historia. No lo digo en concreto por ninguno en particular, (a muchos les parecería que al estar en Toledo, se olvidan de uno de los héroes que dieron una lección de sacrificio, abnegación y honor: El General Moscardó, que también); me refiero a cientos de hombres, desde el soldado aguerrido más modesto, que los hubo, al más excelso general, que también existió, que bien merecen un recuerdo personal en el Museo que trata de ellos. Digamos como ejemplo que se cita de una forma muy breve y escéptica, quizás con frialdad, a Guzmán el Bueno. Pudiera ser que para muchos, todas las comparaciones sean odiosas, (unas más que otras), pero lo sucedido no se puede borrar de la historia. Pero este es un tema que se debe tratar en otro apartado y no debemos mezclar los motivos militares 166


con los religiosos, aunque muchas veces hayan ido unidos: “La milicia no es más que una religión de hombres honrados”. Para mezclar religión y milicia hay que ser cauto y prudente. Lo mejor es seguir solo con el tema religioso y aparcar, para mejor ocasión, lo visto en el museo, del que se puede hacer un tratado bastante amplio. Prometo que lo haré. El miércoles por la tarde aumentó el gentío y los balcones engalanados; las personas apretadas en las aceras, bajo las lonas de las calles, viendo desfilar los Gigantes y Cabezudos. Era el preámbulo profano de lo que apenas faltaban unas horas para que Toledo viviera su procesión y su sentir religioso. Los enormes y multicolores monstruos de cartón cautivaban o asustaban a los niños con sus movimientos disconformes y torpes, arrastrados por las cuestas de las calles toledanas por los empleados municipales, que procuraban que no se rompiesen sus enormes y huecas cabezas contra los edificios históricos toledanos.

Los Patios Las callejuelas toledanas, eran un intrincado laberinto de las que no dejaban de manar gentes de todos los lugares. Mucho antes de ponerse el sol, noté que la gente se metía en algunas casas. Íbamos con mi hijo, Carmen, la que espero y deseo que sea mi futura nuera, su madre, Esperanza y nosotros dos. Me lo explicó Esperanza. Coincidiendo con el Corpus, el miércoles anterior se visitan los patios toledanos que se han presentado a Concurso de Patios. Me hizo recodar los recientes Patios cordobeses, tan intensamente vividos por mí y mis compañeros de promoción, que tan gratamente sorprendieron a mis visitantes y en tan buen lugar quedó Córdoba. Los patios cordobeses son diferentes a los patios toledanos. Los dos preciosos. Córdoba es una explosión de luz, aroma y colorido en donde la flor de diferentes plantas da vida al patio, todo plasmado en una pared de un blanco níveo o un azul celeste, que hace resaltar más la belleza de las plantas. Los patios toledanos son majestuosos. Empotrados en el centro de una casa-edificio. Suelen ser más pequeños que los cordobeses y su color es predominantemente el verde. El verde de las palmeras, de los juncos, de los potos… Colgantes de arriba abajo, llegando a tocar casi el suelo. Sobrios patios castellanos, llenos de belleza y simetría, lejos de la mescolanza y alegría andaluza que respiran los nuestros. Un incesante entrar y salir de una multitud que sin descanso visitaba uno y otro patio. Patios de conventos, de casas señoriales, de artistas… El Greco estaba reflejado permanente y constantemente en todo Toledo. Doménico Theotocópulos, el magistral artista toledano reflejado en tantos y tantos rincones de Toledo, no faltaba en los patios que embellecían las casas toledanas. Fue para nosotros una satisfacción el 167


poder contemplar estos patios que no eran competencia de los cordobeses, sino complemento y variedad habido en la pluralidad de nuestra España. Disfrutamos de la visión de estos patios castellanos, con reminiscencias de siglos. A las 10 de la tarde-noche cerraron estos patios y decidimos tomar un tentempié que reforzara nuestras mermadas fuerzas. No contaré este episodio, pues fue una odisea encontrar un lugar apropiado que satisficiera nuestros deseos y apetitos culinarios. Todos los restaurantes, bodegas, tascas o tabernas estaban a reventar de personas. Lejos del bullicio y de la algarabía encontramos al fin un lugar, si no para comer, algo comimos, si para descansar. Cuando las campanas de los relojes toledanos marcaban con sus doce campanadas nocturnas, que el miércoles había muerto y nacía el jueves que brilla más que el sol, iniciamos la subida hacia la plaza de Zocodover que a todos nos pareció un Gólgota, de empinada que estaba la cuesta y lo dura que fue rematarla hasta el final. Pero llegamos. A pesar de la hora, cientos de personas seguían brujuleando por las calles en busca de descanso o esperando la madrugada en la barras de los bares. Toledo era una fiesta en la que ya se respiraba, con el frescor de la noche, que el Corpus estaba muy cerca. Al ser una calle céntrica en la que estaba el hotel Imperio, nuestra residencia, se oía el trasiego de forasteros durante toda la noche. Desde la habitación, un tercer piso, entre el dormir, el cansancio y la recuperación del cuerpo, se captaban las palabras de las parejas que pasaban por debajo del balcón. Conversaciones tenues o intrascendentes y vocingleras, dependiendo del número de transeúntes, camino de sus respectivos descansos. A veces se formaban corrillos en la puerta del hotel y a veces el silencio era la señal de identidad de la noche. La claridad incipiente del día empezó a filtrarse entre los cristales del balcón. El sueño terminó ganado al cansancio del día anterior. Corpus en Toledo Esperanza, la madre de Carmen, nos invitó el día anterior a oír una misa en la catedral en rito hispano-mozárabe. Me llamó la atención, pues en mi larga vida de católico, jamás había oído una misa en este rito, que nos venía allá de los tiempos en que los visigodos habitaban nuestra tierra hispana y Toledo era la capital de España. Este rito arrancaba del año 711, fecha de la invasión árabe de la península ibérica. Por este rito celebraban la misa los cristianos que seguían manteniendo su fe y se llamaban mozárabes celebrando la misa por este rito o liturgia. Esta liturgia, llamada mozárabe o visigótica, fue la tradicional de la Iglesia española hasta finales del siglo XI en la que Roma impuso la liturgia romana. Oficialmente el rito mozárabe fue abolido por el Concilio de Burgos en 1080. Novecientos años estuvo desaparecido este rito, hasta que en 1966 se restableció otra vez en la Colegiata de S. Isidoro de León, pudiendo celebrarse misas por este rito solo en dicha Colegiata y en las diócesis de Granada, Salamanca y Toledo. 168


Por las estrechas calles toledanas, engalanadas con flores, tapices y enlonadas por el techo que es el cielo, después de desayunar, nos dirigimos hacia la hermosa y espectacular Catedral Primada. Entramos por la puerta del reloj, (reloj cuya originalidad consiste en que tiene una sola aguja), penetrando en el interior de la misma. Sus naves góticas, adornadas muchas de ellas con unas cristaleras que recordaban las vidrieras de la de León, la inmensidad de su espacio interior y, cómo no, la masa de gente que guardaba un silencio religioso. Nos acomodamos lo más cerca posible de la nave central. Todos los espacios estaban casi cubiertos. Eran las 9.30 horas y la misa sería sobre las 10.30 h. Una idea magnífica permitía que todos los fieles pudieran seguir la santa misa desde sus asientos. Colgadas en las columnas, muchas pantallas de televisión ofrecían la celebración del oficio religioso. Todos desde nuestros bancos, podíamos seguir el ritual con total claridad. Puntuales empezaron a desfilar hacia el altar mayor el coro, los concelebrantes y los tres obispos que presidirían la Santa Misa: El nuncio de S.S. en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro el Obispo de Segovia, Mons. Ángel Rubio Castro, y el cardenal Primado de España y Arzobispo de Toledo, que era el celebrante principal Mons. Braulio Rodríguez Plaza. Además de seguir con respeto y devoción la Santa misa, mi curiosidad era seguir la variante litúrgica de los dos ritos: El romano, que conocía bastante bien y el hispano-mozárabe para mí nuevo. Me di cuenta que el coro entonaba partituras en latín con trozos de salmos u otros pasajes bíblicos. Ambos ritos son muy similares, pues no deja de ser la celebración de una misa católica. Observé que toda la liturgia mozárabe se centra en torno a la idea de Jesucristo. Salvador, Rey y Juez, Jesucristo es el Rey, el hombre es el vasallo. Algunas variantes sí que observé. Al partir la Hostia consagrada, eran varias las partes que se hacían, exactamente 7. Por su originalidad diré como eran: De arriba abajo, simulando imitar al palo largo de la cruz, eran 7 los trozos, que significaban del 1 al 5 la Encarnación el 1, el Nacimiento el 2, la Circuncisión el 3, la Aparición el 4 y la Pasión el 5. Después a la altura del número 2, se trazaba el palo transversal de la cruz, el 6, a la izquierda del 2, la Muerte y a su lado derecho el 7, la Resurrección. Se seguía diciendo en voz alta algunos párrafos en latín, hoy con el rito romano no sucede. Todo lo dicho en voz alta es en castellano y quizás otras partes que no recuerdo, pero que son muy similares al rito actual. La verdad es que seguimos con piedad y devoción un rito que nuestros antepasados, hace más de mil años, practicaban. Cuando aún faltaba para terminar la misa casi media hora, la procesión del Corpus empezó a salir de la catedral, haciéndolo, como es preceptivo en cualquier procesión, La Cruz de Guía. Al abrir la procesión este símbolo, se van incorporando detrás el séquito que la procesión lleva. La misa siguió su liturgia, hispano-mozárabe, la homilía del cardenal Primado, el reparto de la comunión y toda la parafernalia que lleva consigo una misa episcopal de estas características. Después 169


empezaron a salir algunas de las Hermandades que acompañarían a la Custodia, la mayoría delante y acompañantes que seguirían al Santísimo en su peana que era la Custodia. La gente se fue congregando alrededor de la puerta por la que salían las hermandades. La masa humana dentro de la catedral era impresionante. Creo que habría transcurrido más de una hora, cuando la soberbia arquitectura de la Custodia de Arfe, asomó a lo lejos de la nave catedralicia que nosotros ocupábamos. Los aplausos dedicados al Santísimo se repetían a lo largo de la masa de asistentes. La historia del Corpus en Toledo empieza en el año 1595, hace ya más de 400 años. Como todos sabemos el Corpus se celebra el jueves después del octavo domingo posterior al domingo de Pascua. Resumiendo: 60 días después del domingo de pascua. La custodia es una joya. Su autor es el gran orfebre Enrique de Arfe que trabajó por encargo del cardenal Cisneros en el siglo XVI. Es de traza gótica arcaizante y de una gran belleza arquitectónica. La custodia se labró en plata íntegramente por su autor, aunque a finales del XVI el arzobispo Quiroga mandó que se incrustaran en ella algunos materiales dorados para hacer juego con la custodia del altar mayor que es dorada. Arfe tardó 7 años en elaborarla y el coste superó los quince millones de maravedíes, de los que su orfebre percibió 2700 reales, más un aguinaldo de 2500 maravedíes que le regaló el cabildo catedralicio. (Abro un paréntesis de similitud histórica: La Custodia de Córdoba es muy semejante a esta de Toledo y fue fabricada por otro de los miembros de la familia Arfe). Durante su recorrido va escoltada y acompañada por autoridades religiosas, políticas y militares delante y por los cadetes de la Academia de Infantería de Toledo, desde finales de los años 40, en que los cadetes de Infantería asisten en sus dos últimos cursos a las aulas de la Academia. Desde finales de la década de los 40 porque es cuando se inauguró la actual Academia de Infantería. Pero lo militares toledanos acompañan a la Custodia desde muchos años antes. Así mismo una Compañía de Honores de los cadetes alumnos de la academia que van detrás, rinden honores al Santísimo. Apuntar que en el año 2011 el Capitán que mandaba dicha compañía, era mi hijo José Carlos Pascual, profesor de dichos alumnos. La custodia va sobre una carroza fabricada especialmente para dicho fin. La salida de la carroza con la custodia, constituyó un aplauso continuo por parte de los fieles que había en la catedral; y detrás de la custodia una comisión de la Guardia Civil, otra de la Policía Nacional y otra de Militares cerraban la comitiva. Me quedé asombrado. Se lo que Toledo ama a estos servidores de la Patria, pero hay que verlo. Dentro todavía de la catedral aplausos a estos tres cuerpos, con vivas continuos a los tres estamentos. Se erizan los pelos del cabello cuando de cientos de gargantas oyes decir ¡¡Viva la policía nacional!! ¡¡Viva la Guardia Civil!! ¡¡Viva el Ejército español!! Cuando ya salió toda la comitiva de la santa Iglesia Catedral, nos trasladamos a muy pocos metros de ella. Por cierto unos bellos tapices adornaban las pétreas paredes catedralicias. Muy cerca de la catedral, una iglesia en donde se hace la Adoración Nocturna Continua 170


de forma ininterrumpida, fue el lugar en el que nos acomodamos nuestro pequeño grupo. Cuando llegamos allí, la Cruz de Guía y la Guardia Civil que abre camino con sus caballos, no había hecho más que pasar, de lo que dedujimos que prácticamente nos quedaba toda la procesión por ver. Y empezaron a pasar los acompañantes. Para que quede constancia de los que son, se indican a continuación, para que el lector curioso sepa quiénes acompañan al Santísimo en Toledo y para que quede memoria de estos fieles encuadrados en distintos estamentos. ¡Loor y gloria a sus acompañantes!:

Orden y Protocolo oficial de las procesiones de Corpus Christi en Toledo 1. Piquete de la Guardia Civil a caballo. 2. Timbaleros del Excmo. Ayuntamiento. 3. Banda de Gala de la Guardia Civil. 4. Pertiguero. 5. Cruz Procesional de la S. Iglesia Catedral Primada. 6. Guión y Cofradía del Gremio de Hortelanos. 7. Niños y niñas de Primera Comunión. 8. Grupos de Apostolado Seglar. 9. Cofradía de Toledo con sus estandartes. 10. Banda Juvenil del Ayuntamiento. 11. Adoración Eucarística Perpetua. 12. Hermandad Ntra. Sra. de las Angustias 13. Cofradía de Ntra. Sra. del Amparo. 14. Hermandad de Ntra. Sra. de Guadalupe. 15. Hermandad de Santa María de Benquerencia. 16. Hermandad de la Sacramental de Santo Tomé. 17. Hermandad de Ntra. Sra. de Monte Sión. 18. Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad. 19. Hermandad de Ntra. Sra. Virgen de la Salud. 20. Damas de la Inmaculada. 21. Hermandad del Santo Ángel. 22. Hermandad de Ntra. Sra. de la Alegría. 23. Hermandad de Ntra. Sra. de la Estrella. 24. Hermandad de Ntra. Sra. del Valle. 25. Hermandad de Ntra. Sra. de la Candelaria. 26. Hermandad de Santa Bárbara 27. Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío. 28. Cofradía del Stmo. Cristo del Calvario. 29. Cofradía del Stmo. Cristo de la Vega. 30. Cofradía de la Virgen de la Esperanza, de San Cipriano. 31. Hospitalidad de Lourdes. 32. Esclavitud de Ntra. Sra. del Sagrario. 33. Cruces parroquiales. 34. Adoración Nocturna. 171


35. Órdenes Terceras. 36. Banda del Ayuntamiento. 37. Religiosas de Vida Apostólica. 38. Real Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano. 39. Cofradía Internacional de Investigadores Stmo. Cristo de la Oliva. 40. Soberana Orden Militar de Malta. 41. Capítulo de Caballeros Mozárabes. 42. Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro. 43. Capítulo de Infanzones de Illescas. 44. Capítulo Hispanoamericano de Caballeros del Corpus Christi. 45. Colegio de Infantes, con acólitos y seises. 46. Seminario Diocesano. 47. Clero Regular. 48. Clero Secular (entre filas, la Hermandad de la Santa Caridad) 49. Cruz de Mendoza. 50. Acólitos, con báculo. Diáconos de Honor. 51. Cabildo Primado. 52. Acólitos con incensario. 53. CORPUS CHRISTI, en la custodia de Arfe, escoltada por la Escuadra de Gastadores de Caballeros Alféreces Cadetes de la Academia de Infantería. 54. Emmo. Sr. Cardenal-Arzobispo de Toledo. 55. Excmo. Sr. Obispo Auxiliar de Toledo. 56. Autoridades Civiles: Ayuntamiento de Toledo, Diputación Provincial, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Universidad de Castilla-La Mancha. Compañía de Honores de la Academia de Infantería, con Bandera, Banda y Música. Cada una de las cofradías, grupos o hermandades tienen su historia. Para que quede constancia he sacado algunos apuntes de la Revista Toledo 2.011 dedicada a su Semana Grande, que entre otros acontecimientos señala el Corpus Christi, Los Patios, y otras programaciones de la capital manchega. Solo apunto algunos de los acompañantes en la procesión, pues hacerlo de todos, sería una labor mucho más amplia. Piquete de la Guardia Civil. Cuerpo fundado en 1844 por el Duque de Ahumada. Van a caballo y desfilan con su uniforme de gala. Guión y Cofradía del gremio de hortelanos. Desfilan con traje negro y capa estameña parda. Les precede un verde guión con una corona de frutos huertanos. Es el único gremio que perdura desde la Edad Media. Asociación de Damas de la Inmaculada. Asociación sin ánimo de lucro con el fin primordial de fomentar el culto a la Inmaculada Concepción, invocando su protección sobre el Ejército Español, siendo

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patrona de del Arma de Infantería y otros Cuerpos, como Estado Mayor, Farmacia, Oficinas Militares etc. Hermandad de Nuestra Señora del Rocío. Como no podía ser menos, no podía faltar la Hermandad del Rocío en Toledo, devoción a la Virgen andaluza tan extendida por todo el mundo. Cofradía del Santísimo Cristo de la Vega. Con cerca de 500 hermanos, rinde culto y tributo a un Cristo que José Zorrilla dio vida en su famoso poema A buen juez, mejor testigo. Para aquellos que no lo hayan leído, les recomiendo su lectura. Adoración nocturna masculina y femenina. Con antigüedad de 6 de diciembre de 1848. Desfilan con traje de calle y Eucaristías y banderas blancas. Cofradía internacional de investigadores del Stmo Cristo de la Oliva. Esta Cofradía se compone de 400 doctores y licenciados de todo el mundo. Fundada en 1985. Vestimenta: Capa negra y doble golilla blanca, birrete negro con el color representativo de cada facultad. Una insignia que es una Cruz de esmalte. Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro. Fundada en 1928. Su misión es fomentar la devoción a los Augustos Misterios de la Pasión. Manto blanco marfileño con la gran Cruz potenzada de Jerusalén en rojo sobre el brazo izquierdo; el birrete es de raso blanco con bordón de seda rojo en el centro. Son la Guardia de Honor del Cardenal Primado. (Su vestimenta es preciosa). Capítulo de Infanzones de Illescas. En el Siglo XII ya se tenía noticia de estos caballeros vinculados al rey. Cuando en 1925 el Conde de Cedillo reorganiza esta hermandad, la constituye por títulos de nobleza. Capa roja con una cruz florenzada blanca en el brazo izquierdo y birrete del mismo tono. Cofradía de la Santa Caridad. Fundada en 1.085 por Antonio Téllez de Toledo y Suero Gómez de Guidiel. Es la Cofradía más antigua de Toledo y posiblemente de España por lo que tiene el privilegio de ser la cofradía que entre la clerecía va más cerca de la Custodia. El decano de finados porta una pala, símbolo del enterramiento, por ser este uno de sus fines. Cruz de Mendoza y Ciriales. Entre ciriales del Siglo XVI y mazas de plata, llega el guión capitular del Cabildo Primado: La Cruz del Cardenal Pedro González de Mendoza; fue el primer símbolo cristiano que campeó en la torre de la Vela de la Alhambra granadina, cuando Ysabel y Fernando conquistaron la ciudad del reino nazarí: Granada. Acólitos con incensario y Pajecillos, Los niños acólitos que habitualmente ayudan en la Catedral, van incensando al paso del Santísimo Sacramento, entre las filas de los canónigos. Los pajecillos con pelucas blancas y vestimentas barrocas, van arrojando pétalos de rosa delante de la carroza eucarística. Corpus Christi. Es el centro de atención de toda la fiesta procesional. Entre el humo del incienso, nubes de pétalos y flores, el Santísimo Sacramento avanza en la Custodia sobre una carroza del Siglo XVIII. La Custodia está formada por dos grupos bien 173


diferenciados: El ostensorio o custodia de mano que es obra de Jaime Almerique y fue comprada por el cardenal Cisneros en 1.505 en la testamentaría de Ysabel la católica. Tiene un peso de 18 kg de oro puro más una infinidad de gemas, perlas y esmaltes, costando a Cisneros 1 millón 034.810 maravedíes o maravedís, que de ambas formas puede decirse. La ya descrita Custodia de Arfe, con 2.50 metros de altura, tiene un total de 2.500 tomillos, 260 estatuillas y 5.600 piezas. Su peso, si exceptuamos la pedrería y las perlas, es 183 kg de plata más 18 kg de oro que, sumando la custodia interior, hace un total de 218 kg de metales nobles. La cruz que remata la custodia es obra de Laínez, trabajada con tres onzas de oro, cinco de plata, cuatro esmeraldas y ochenta y seis perlas. Esta es, a grandes rasgos, el centro de atención de todo Toledo en este día. Autoridades civiles y militares. Tras el Arzobispo desfilan las autoridades encabezadas por la Presidencia de la Autonomía, en esta ocasión por María Dolores de Cospedal, Presidenta de Castilla la Mancha. Se sigue una normativa dada por el Papa Clemente V en 1311. Desde antiguo, era tal la importancia de este día y de esta procesión en Toledo, que normalmente lo presidía el monarca o persona en la que este delegaba. En 1978 se acordó que fuera el Ministro de Justicia. Universidad de Castilla la Mancha. Esta es la última institución que se ha sumado al desfile, haciendo su primera aparición en 1991. Visten toga negra y birretes con el color de cada Facultad. Lógicamente es la máxima representación académica de la región. Academia de Infantería: Compañía de honores y Banda de música. El ejército cierra el desfile con Bandera, Banda y Compañía de Honores. Innumerables documentos testifican y dan fe que desde el Siglo XVI esta ha sido la tónica del ejército con el Corpus Christi toledano. Sirva esta pincelada de algunas cofradías para dar fe de la pluralidad y cosmopolitismo con el que la ciudad de Toledo y por extensión todo su territorio, colaboran y participan en un acto puramente religioso, como es el que el Santísimo Sacramento, pasee por las calles toledanas y reciba la bendición de Jesús Sacramentado. En absoluto resultó pesado el desfile de todos los acompañantes y comisiones que procesionaban junto a la Custodia de Arfe, que guardaban a Dios bajo las especies de pan y vino. El paso de los Militares, Policía y Guardia Civil, constituyó un aplauso continuo y enardecido de los asistentes a la procesión en todo su recorrido. Me llamó la atención el paso del Colegio de Infantes con acólitos y seises. No tenía ni idea que hubiera seises catedralicios fuera de la catedral de Sevilla. Así mismo destacaba en toda la carrera el lanzamiento de pétalos de rosa al paso de la Custodia. La estrechez de las calles del casco histórico de Toledo, llaman la atención de todos aquellos que no conocen algunos barrios de los cascos históricos de muchas ciudades: Córdoba, Sevilla, Toledo, Barcelona, Cáceres, etc.etc., que España atesora. Toledo es una de las joyas que tenemos y debemos conocer todos los españoles. 174


Lógicamente no se puede ver toda la procesión. La multitud asistente es enorme y hay que estar parado en un lugar y ver pasar el desfile religioso. Pero una de las paradas que hace la Custodia con el Santísimo, lo es en la plaza de Zocodover, en un altar preparado al efecto, como tantos otros que están a lo largo de todo el recorrido. Allí, el cardenal Primado de España dice unas palabras al pueblo de Toledo que está en la calle, alabando a Dios y rogando por los hombres. Este año la megafonía nos ha jugado una mala pasada. Está previsto que la locución, o mejor homilía de S.E. Rvdmª, sea oída por todos los asistentes que cubren la carrera oficial, pero el diablo al que molestan todos estos tributos de adoración a Dios, debió malmeter sus pezuñas cabriteras o sus cuernos y rabo de cabrito rebelde y rompió alguna clavija de los altavoces que nos privó de tan interesante alocución. Es de destacar que durante todo el recorrido procesional, se veían una fila de banderas que cubrían las calles en su totalidad. Las banderas eran de la ciudad de Toledo, de su Ayuntamiento y la Bandera nacional española. No había más. Ni menos. Es digno de destacar los aplausos que recibieron a su paso por delante del público asistente, del Alcalde que preside la Corporación municipal de Toledo, Ayuntamiento que rige el Partido Socialista y la Presidenta de la Comunidad de Castilla la Mancha, que el día anterior tomó posesión de su cargo y pertenece al P.P. Es un detalle que merecería unas líneas aparte, pero dado el carácter apartidista de este escrito, sirva solo para constatar lo que es un hecho y fue, para los dos dirigentes políticos, una muestra de cariño. Militares Varias Bandas de Música, la Municipal y la de la Academia de Infantería y otras, alegraban el desfile de las Hermandades. Parece ser que está prohibido por el reciente Reglamento de Honores Militares, que ningún miembro del Ejército, sea personal, de la banda de Música o cualquier otro destino, rinda honores a imágenes o símbolos religiosos de cualquier índole. Olvidan los autores de dicho reglamento que España y sus soldados llevamos siglos rindiendo honores, amando y encomendándonos a nuestras patronas o a Dios. ¿Cómo borrar la Inmaculada Concepción del Cuerpo de Infantería? ¿Cómo eliminar a Dios y a sus oficios religiosos y que se celebre una misa por los caídos en acto de servicio por la Patria? ¿Cómo ignorar nuestras plegarias al Altísimo rogando su ayuda en tantas y tantas batallas que las tropas españolas han librado a lo largo de siglos de historia? ¿Cómo borrar las oraciones dirigidas al Altísimo que conceda el descanso eterno a los que nos precedieron y cayeron en acto de servicio? ¿Cuántos maravedíes gastó el Gran Capitán, según sus famosas cuentas rendidas al Rey Fernando el Católico, en Tedeum para agradecer a Dios las victorias conseguidas por nuestras tropas? Si un Reglamento de Honores quiere borrar de un plumazo lo que el soldado español lleva practicando y creyendo durante tantos siglos… creo dos cosas. 1º: Se equivoca. 2º: No lo conseguirá. 175


Hace unos años los soldados, al paso del Santísimo en la Custodia, rendíamos nuestras armas. Hoy ni siquiera se le presentan armas como a un Jefe de Estado o de Gobierno. Si piensan esto dirigentes que Dios va a coger complejo de inferioridad porque lo equiparamos, dándole inferior categoría, que a un Rey o un Jefe de Gabinete, se equivocan. Dios estará siempre por encima de ellos y los soldados lo saben. Acabado el desfile procesional y entrada la Custodia en la catedral, los soldados, cadetes y sus mandos debían retirarse a su acuartelamiento que no es otro que la Academia de Infantería de Toledo. Su último acto al pueblo de Toledo lo hacían desfilando. La compañía de Honores, de Cadetes y alumnos de la Escala Básica de Infantería, mas la de soldados que habían cubierto la carrera, (para los que conozcan Toledo), subieron todos los soldados por la calle que pasa delante de Zocodover hasta llegar a la altura del Alcázar, en su entrada al Museo del Ejército. Por esa misma calle, con la Banda de Cornetas, Tambores y Música, inician un desfile, arma sobre el hombro en dirección a la Puerta de Bisagra. El desfile tendría una longitud de unos 400 metros y una duración de unos 8 o 10 minutos. Toda la carrera, la calle, estaba cubierta a ambos lados por una abigarrada multitud. Cuando los militares, ya solo los militares de la Academia con sus mandos naturales al frente, iniciaron el desfile, unos aplausos provenientes de todos los asistentes, atronaron el cielo toledano. Cientos de voces gritaban: ¡¡Viva el Ejército!! ¡¡Viva España!! ¡¡Viva el Ejército español!! ¡¡Viva España!! Decenas de voces repetían la consigna patriótica. A lo largo de mi vida militar he participado como protagonista participante en muchos desfiles. Lo he hecho en lugares muy diferentes. He presenciado muchos desfiles militares, incluso con tropas extranjeras. Pues bien, lo juro. Jamás he presenciado el entusiasmo, el ardor y el cariño que el pueblo toledano le mostró a su Ejército en este día. En mis desfiles he escuchado aplausos, ¡¡vivas!!, muestras de cariño, pero nunca creí que un pueblo pudiera manifestar de tal forma su cariño a una de las instituciones que muchas veces ha sido ignorada por sus mandos políticos e incluso algunas veces por sus mandos naturales politizados. Nunca creí que a mis 71 años, se me iba a poner la carne de gallina, sufriendo una temperatura de 40º. No pude imaginar que toledanos y gentes de fuera de Toledo, gritarían de tal forma queriendo y amando a su Ejército. Después de una larga y azarosa vida militar, he tenido que ir a Toledo a escuchar de una forma tan apasionada y cariñosa, lo que nunca antes había oído en boca de españoles apasionados por sus FFAA: ¡¡Viva España!! ¡¡Viva el Ejército español!! Poco después nos trasladamos al pueblecito en el que vive mi hijo, Argés, en donde degustamos un estupendo menú. Di gracias a Dios en mi interior, por haber disfrutado tanto de un viaje que me llenó de motivos culturales, religiosos, humanos y patrióticos. Yo creí que lo había visto todo, que lo había vivido todo. ¡Pobre de mí! ¡Iluso de mí! Nunca llegaré a conocer de una forma profunda al ser humano. ¡Cuánto de humano le queda todavía! Gracias Toledo. Dios mediante volveremos 176


a tus callejuelas. En una ciudad así da gusto vivir. Ahora me explico porque el Cristo de la Vega, (“a buen juez mejor Testigo”), ha sentado allí una minúscula parte de su Reino.

Se terminó de escribir este relato en el Hospital de la Cruz Roja de Córdoba, el día del Señor 8 de julio de 2.011. Algo calmó mi dolor los recuerdos de mis vivencias toledanas en estos días. Estas emociones no son buenas para mi corazón. ¿O quizás si? Plácido Pascual Avilés. Vale.

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Documentos gráficos De toleDo

Con flores al Santísimo en la Puerta de la Catedral.

Antiguo Gobierno Civil engalanado para la festividad del Corpus Christi.

Altar en un patio toledano.

Carmen, Esperanza y Josefina Oyendo una misa en rito mozárabe. 178


Para visitar los patios

G贸tico de la Catedral Primada.

Vista de la torre asim茅trica.

Gigantes y cabezudos.

Nave de la Catedral de Toledo.

Custodia hecha con palillos 179


Salida de la Catedral.

Cabezas huecas esperando la salida del Corpus.

Cadetes escoltando al Santísimo.

Salida de la Custodia de la Catedral.

Esperanza y Josefina después de misa Por el rito hispano-mozárabe.

La corporación municipal acompa ñando la Custodia. Al fondo el Alcalde de Toledo.

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Paseando la Custodia por las calles del casco histórico de Toledo.

Muchedumbre en la catedral.

Carmen, el autor, Josefina y Esperanza.

Después de la procesión. Con nuestro hijo José Carlos. Una calle engalanada para el Corpus. Al fondo la Academia de Infantería.

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En el Alcรกzar. Patio de Carlos V.

Toledo engalanado para el Corpus.

La hermosa Custodia de Enrique de Arfe pasea y bendice al pueblo toledano. Pieza muy principal en su desfile son los cadetes-alumnos de la Academia. 182


VILLACARRILLO El día 24 de Junio viernes abandonamos Toledo con la nostalgia del viajero que ha pasado unos días muy agradables en una ciudad que le acoge con tan maternal cariño. Volvimos a Córdoba en donde el calor nos recibió con saña, de forma infernalmente acalorada, como si los celos por haberla abandonado unos días, fuéramos merecedores de su castigo inclemente. De poco le iba a servir a nuestra querida y amada Córdoba. Solo estuvimos unas cortas horas entre sus murallas. Unos meses antes, nuestros amigos y vecinos de bloque, Alfonso López y su esposa Féliz, (Felicidad), nos habían invitado a nosotros y a otro matrimonio amigo, Alfonso Cañete y Elena y a su hija Pili, a pasar unos días con ellos en un pueblo de la provincia de Jaén: Villacarrillo. Este pueblo tiene merecida fama de como engalana sus calles para la celebración del día del Corpus Christi. El sábado 25 partimos para allá. La distancia es corta, algo menos de 200 km.´ Mi pueblo Puente de Génave, lugar de mi nacimiento, dista de Villacarrillo unos 45 km. Es lugar de paso obligado, por una variante de la carreta que margina a Villacarrillo a la derecha. Llegamos a nuestro destino en donde nos esperaban nuestros amigos. Yo conocía Villacarrillo o al menos eso creía. En mi juventud más incipiente, había pasado por allí cada vez que tenía que trasladarme a Jaén, a principios de la década de los 50, en donde cursaba estudios secundarios. Ahora me doy cuenta que las ciudades y los pueblos, como decía el clásico, son libros que hay que leerlos con los pies. Conocer un pueblo no es pasar por el o acudir un día a realizar unos trámites administrativos, que este era mi caso. Conocer un pueblo es convivir un tiempo entre sus habitantes, saber de sus costumbres, de su historia; probar su cocina, vivir en sus calles. En definitiva. Yo no conocía Villacarrillo y ahora, a pesar del escaso tiempo que pasamos allí, lo conocí algo más. Está situado Villacarrillo en un lugar desde el que se divisan las sierras de Segura, Cazorla y las Villas; por su término municipal corren tres ríos: Aguascebas, Guadalimar y Guadalquivir, siendo este último, el río andaluz por excelencia, el que recoge casi todas las aguas andaluzas llevándolas hasta el Océano Atlántico en San Lucar de Barrameda. Es un pueblo de gran antigüedad, habiendo memoria de su independencia de Iznatoraf en el año 1450. Se le otorgó el título de Ciudad en 1877 por el Rey Alfonso XII, teniendo ya en esa época 8700 habitantes. Cifra que llegó a 10.000 a principios del siglo XX en 1.900. Y en 1950 tenía 20.000. A partir de esta fecha comienza la gran emigración andaluza a las zonas del levante español, Cataluña, las Vascongadas y al extranjero. Jaén no iba a ser una excepción, emigrando gran parte de su población, quedando Villacarrillo con bastante menos ciudadanos. En la actualidad tiene 10.000 habitantes, los mismos que a principios del siglo XX o casi igual que en 1877, cuando adquirió el título de ciudad. El motivo por el que nos desplazamos era sola y simplemente pasar allí el domingo, festividad y procesión del Corpus Christi. Tuve la 183


suerte que Alfonso, nuestro anfitrión, no solo conociera su pueblo y sus habitantes al ser nativo de allí, sino que tenía gran cantidad de material histórico de esta villa; una revista, AHISVI, (Amigos de la Historia de Villacarrillo), con un formato, una encuadernación, un papel y unos artículos periodísticos, dignos de lo mejor que yo había visto a lo largo de mi ya dilatada vida. Hojeé con avidez varios ejemplares, pues era escaso el tiempo que iba a permanecer allí. Varios apellidos habían sido célebres entre sus paisanos: Benavides, Valenzuela, Poblaciones, García de Zúñiga, Régil, Rubiales, etc. etc. Aquel pueblo había tenido entre sus habitantes políticos ilustres, un Ministro con Isabel II, militares de alta graduación que destacaron por su genio militar, reconocidos diplomáticos y juristas, héroes de la guerra de la Independencia contra Napoleón, en donde aún se le rinde homenaje en una placa a varios ciudadanos que habían derramado su sangre por la independencia de su pueblo y de España. Una placa colocada en la llamada popularmente Plaza de las Monjas, recuerda este acto de heroísmo y se les rinde homenaje a los soldados y a su mando natural que era el Brigadier Calvache. Este militar, siendo jefe de las guerrillas que se disponían a liberar Villacarrillo de la ocupación francesa, en la guerra de la Independencia. En una emboscada que los franceses hicieron a los españoles a la entrada del pueblo, murió Calvache de forma heroica. Fue tal la admiración que sintieron los soldados gabachos por el Brigadier, que decidieron entregar el cuerpo del militar a las tropas españolas, que se encontraban en la población de Villanueva del Arzobispo, villa situada a unos 10 km de Villacarrillo. En medio del camino se encontraron ambas fuerzas, rindiéndole allí mismo ambos bandos militares, los honores correspondientes al militar español. Así mismo Alfonso guardaba otras “memorias” históricas. Gran cantidad de carteles taurinos de las fiestas del pueblo con los mejores matadores de cada época. En uno de los sótanos de su casa, un sinfín de aperos de labranza, herramientas con más de un siglo de antigüedad, para las distintas labores agrícolas, recuerdos personales de sus abuelos y bisabuelos, fotografías con ese inconfundible color sepia que denotan su antigüedad, utensilios comunes y particulares que no eran otra cosa que un pedazo de historia viva, de como vivieron nuestros antepasados por aquellas tierras; muebles que se usaron hace más de 100 años. En fin todo aquello que al mirarlo evocaba como había sido la historia de un pueblo que hoy lo es moderno y cosmopolita. Observé también que había bastantes vestigios de nuestra última guerra civil. Este pueblo estuvo dominado los tres años que duró la guerra por el bando republicano. Alfonso guarda en el baúl de su extensa hemeroteca-biblioteca, un libro que fue manuscrito por un natural del pueblo, Ignacio de Valenzuela y Urzáiz, pariente del que fue cofundador de la Legión española junto a Millán Astray: el Teniente Coronel Valenzuela, muerto en combate durante la guerra africana; el otro cofundador de la Legión española fue el Comandante Franco. El libro retrata con un realismo impresionante, lo que fueron los tres años 184


que duraron el dominio en el pueblo de estos comunistas-anarquistassocialistas, relatando, entre otros hechos, la historia de “El Tren de Jaén” , que el protagonista y autor vivió de forma espantosa. Es la historia de un horror. Del horror, la depravación, el absolutismo y la crueldad a la que puede llegar el ser humano, siempre que le dejen. En este libro, copiado después a máquina en una Olivetti 21, se puede descubrir la miseria más abyecta o la grandeza más sublime de la que es capaz el hombre. Pero esta es otra historia, triste, trágica y macabra historia que le tocó vivir a Villacarrillo en su ya longeva, dilatada y azarosa vida. He de confesar con agrado que, nuestro anfitrión Alfonso, fue un perfecto cicerone. Puso en mis manos un pergamino fotocopiado en el que se daba fe de la antigüedad como villa de este pueblo. Manuscrito con unos caracteres góticos, que no me resisto a transcribir lo que el mismo dice. Este es su texto:

Nos Don Juan por la gracia de Dios Rey de Castilla de León de Toledo de Sevilla de Cordova de Murcia de Jahen del Algarbe de Algesira señor de Vizcaya e de Molina. E por la presente exhimo e aparto e separo la dicha aldea de la Torre de Mingo Pliego con sus términos e pertenencias de la dicha Heznatoraf e la fago Villa e quiero es mi merced e voluntad que de aquí en adelante para siempre jamás sea Villa por sy llamada Villa Carrillo e no Torre de Mingo Pliego e que no sea sujeta ni obligada en cosa alguna a dicha Villa de Heznatoraf ni a otra Villa ni lugar e que aya e tenga por oy e sobre oy justicia e juridicion cevil e criminal. E sobre esto mando a mi Chanceller e notarios e a los otros que estan en la tabla de los mis sellos que den e libren e pasen e sellen a la dicha Villa Carrillo e vecinos e moradores della mi carta e privilegios la mas firme e bastante que les cumplieren e menster ovieren a la dicha razón. Dada en la Villa de Castroverde a diez días de enero año del nacimiento de nuestro Señor Jheshu Christo de mil e cuatrocientos e cincuenta años. Yo el rey. Yo el doxtor Fernando Diez de Toledo oidor e refrendario del rey e su secretario la fiz escrebir por su mandado. 185


La “traducción” de aquel castellano antiguo adaptado al castellano de ahora, sería la siguiente, eliminando las faltas que en aquellos tiempos no lo eran, y ahora serían faltas de ortografía. Entonces se escribía así y ahora cambiamos algunas palabras para su mejor entendimiento. Esta fue la decisión real en castellano inteligible:

Nos Don Juan por la gracia de Dios Rey de Castilla de León de Toledo de Sevilla de Córdoba de Murcia de Jaén del Algarbe de Algeciras señor de Vizcaya y de Molina. Y por la presente eximo y aparto y separo la dicha aldea de la Torre de Mingo Pliego con sus términos y pertenencias de la dicha Iznatoraf y la hago Villa y quiero es mi merced y voluntad que de aquí en adelante para siempre jamás sea Villa por sí llamada Villa Carrillo y no Torre de Mingo Pliego y que no sea sujeta ni obligada en cosa alguna a dicha Villa de Iznatoraf ni a otra Villa ni lugar e que haya y tenga por hoy y sobre hoy justicia y jurisdicción civil y criminal. Y sobre esto mando a mi Canciller y notarios y a los otros que están en la tabla de los mis sellos que den y libren y pasen y sellen a la dicha Villa Carrillo y vecinos y moradores de ella mi carta y privilegios la más firme bastante que les cumplieren y menester hubieren a la dicha razón. Dada en la Villa de Castroverde a diez días de enero año del nacimiento de nuestro Señor Jesús Cristo de mil y cuatrocientos y cincuenta años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diez de Toledo oidor y refrendario del rey y su secretario la hizo escribir por su mandato. Lo firman José Antonio Serrano Cruz y el Rey D. Juan II de Castilla. Algo más aclaramos de esta cédula real. El Rey Juan II, por el tiempo en el que se firma el edicto o la orden real, fue Juan II de Castilla, que reinó entre los años 1406 y 1454, fue hijo de Enrique II el Doliente. Casó en Madrigal de las Altas Torres, (Ávila), con Isabel de Portugal el 17-8-1447 y entre sus hijos, una hija nacida en Madrigal de las Altas Torres el 22-4-1451, destacó sobremanera para la Historia de España: Ysabel I de Castilla, más tarde casada con Fernando de Aragón; bajo el mandato de ambos a los que se les llamó los Reyes católicos, se hizo la unificación de España en un solo reino o nación, se expulsaron a los últimos moros de la península, los que estaban en el reino de Granada y se incorporaron a la bandera nacional los símbolos del Yugo, (Ysabel) y las Flechas. (Fernando). 186


Juan II fue más aficionado a las artes que a reinar, por lo que delegó casi todo su poder en su secretario Álvaro de Luna. Fue llamado el Rey Poeta. Villacarrillo debía pertenecer antes de su secesión a la villa de Heznatoraf y se llamaba Torre de Mingo Pliego. Heznatoraf es hoy Iznatoraf o Torafe, pueblo distante unos 7 km de Villacarrillo y situado en la cima de un montículo, con un castillo en lo alto de la montaña. Iznatoraf sería entonces el pueblo más importante de la comarca. Como se ve el nombre es el de Villa Carrillo, separado y no Villacarrillo, todo junto, como se llama y escribe ahora; el nombre de Carrillo corresponde a D. Alonso Carrillo y Acuña, que fue Ministro del Rey sucesor de Juan II, que reinaría con el nombre de Enrique IV, llamado el Impotente por razones naturales, lo había nombrado Arzobispo de Toledo. El cardenal Carrillo fue un gran benefactor de la villa, lo que dio en que el Rey, añadiera su nombre a la Villa y con el tiempo se unió Villa y Carrillo. La Villa de Castro Verde que se cita en la cédula, no conozco ningún pueblo de aquellos alrededores o de la provincia de Jaén que así se llame. Pudiera ser algún lugar de Castilla, en el que el Rey Juan II firmó la separación de ambas villas y su lugar de residencia en aquella fecha. Al final de este escrito, en los documentos gráficos, se puede observar una foto de este pergamino. Véanse las firmas tanto del Secretario, José Antonio Serrano Cruz, como la del Rey Juan. Curiosa y apasionante la historia de este pueblo desde que se hizo independiente de otros pueblos y la forma de como se hacía entonces. Como todos los pueblos de España que han pasado por tan distintas coyunturas. Pero volvamos al Corpus actual. Una costumbre convertida ya en tradición, es adornar las calles de la ciudad por donde ha de pasar la procesión con la Custodia y el Santísimo. En los años 50 del siglo pasado, solo se engalanaban los balcones y el Ayuntamiento cubría el suelo de las calles de verde, trayendo las yerbas de las riberas de los tres ríos que riegan su término municipal. Pero es en el año 1960, según fotografías de la época, cuando ya son los vecinos los que cubren también el suelo. Aquel año ya desfiló, rindiendo honores al Santísimo, una compañía de alumnos de la Guardia Civil, cuya academia se hallaba en Úbeda. Para que no haya celos entre los vecinos, las calles por donde ha de pasar la Custodia, suelen ser distintas cada año. La decisión de designar las calles por las que ha de pasar la procesión, la toma la Adoración Nocturna de Villacarrillo. Esta Cofradía o Asociación de hombres y mujeres católicos, tiene gran raigambre en la ciudad. Mantienen un concurso de poesía de gran altura, entregando los premios, suculentos premios para tratarse de un pueblo, que se entregan el mismo día que se pronuncia el pregón, normalmente el sábado anterior al día del Corpus. Por cierto este año de 2011, el pregonero ha sido Monseñor Amigo, quien fuera hasta hace muy poco tiempo Cardenal-Arzobispo de Sevilla. Este año las calles designadas que han tenido el honor de engalanarse para que la procesión pase por las puertas de sus 187


domicilios han sido Plaza de las Alforjas, San Lorenzo, Cardenal Benavides, Avenida de Andalucía, Ministro Benavides, La Feria, Vandelvira y finalmente se dio la bendición a todo el pueblo en la Plaza Juan XXIII. Hay toda clase de inventiva por parte de los vecinos, compitiendo en una rivalidad sana para que su calle sea la más bellamente adornada, la mejor. Los suelos alfombrados; algunas calles con lonas por encima de los balcones de las casas; toda clase de motivos a lo largo de la carrera procesional: Con mucha profusión se ve el pan, bien ya hecho y comprado en la panadería o en pequeños canastos en los que se pone el trigo, materia prima para su fabricación. El vino, que suele ser tinto, está en porrones de cristal que se hallan en el suelo de las calles. Como todos sabemos el pan y el vino son los dos elementos que Jesús utilizó en la última cena para dar de “comer su Cuerpo y beber su sangre a sus discípulos”. Pequeños detalles de las casas también se colocan en el recorrido: lebrillos, orzas, vasijas de barro o de cerámica y otros enseres propios de los que se usan por las familias en la vida cotidiana. Las flores no faltan a lo largo de toda la carrera oficial. Así mismo cada cierta cantidad de metros o por cada calle, se colocan pequeños altares en donde la custodia se posa un momento y se reza una oración o se canta una canción dedicada al Santísimo Sacramento. “Cantemos al Amor de los amores o el Pange Lingua”, este todavía en latín, suelen ser los más habituales. Y todavía lo canta bastante gente en latín, de lo que deduzco que hay costumbres y ritos que afortunadamente no se pierden. En el adorno de cada calle, suelen intervenir todos los vecinos que siguen las directrices de uno que suele ser el que tiene un sentido de la estética más desarrollado y unas facultades mejores para engalanarlas. El coste de todo esto, que suele ser bastante caro, corre de parte de todos los vecinos de la calle por la que ese año pasa el Santísimo. Todos colaboran, pero si alguno no lo hace, no suele ser muy habitual pero sucede, bien porque el propietario de la casa vive fuera de Villacarrillo, no tiene dinero o simplemente no quiere participar, ese trozo de la calle se deja sin adornar. Al pasar la procesión por la puerta de esa casa y verla con el suelo habitual sin ningún adorno, todos sabrán que si no está adornada es porque el propietario no colaboró con la parte proporcional que le tocaba. Este trabajo, laborioso y penoso trabajo, se suele hacer el sábado por la tarde continuando toda la noche del sábado hasta altas horas de la madrugada. El sábado por la tarde paseamos algo por el pueblo viendo como ya los vecinos se afanaban en ir preparando las calles que este año tendrían el honor de que por allí pasara la procesión. Nos “topamos” con un hombre y una mujer a los que Alfonso y Feliz saludaron y les dijeron que si podíamos ver la capilla. Después supimos que deberían ser los “santeros” de una minúscula capillita en donde había una efigie de un Cristo crucificado. Se nos dijo que aquella imagen era el Cristo de la Salud, al que Villacarrillo le profesaba una devoción sin límites. Durante nuestra última guerra civil, se puede decir 188


que se salvó de milagro. Los rojos quisieron destrozarlo, (¿Tanto daño puede hacer un Cristo crucificado que hay que destruirlo como si fuera una plaga?), pero alguien tuvo la buena idea de esconderlo y ya no apareció hasta terminada la guerra. La efigie de Cristo era una obra de arte. Luego supimos por nuestros anfitriones, que el autor de esta talla, fue un villacarrillense llamado Andrés de Ocampo, prestigioso escultor que vivió por los años 1555 a 1623. Nunca sabremos si nació en 1555, ya que su Partida de Bautismo, fue incendiada durante la guerra civil junto con todo el archivo eclesiástico de las iglesias de Villacarrillo y tantos lugares más. Aquellos pirómanos fanáticos debían pensar que una partida de Bautismo, Defunción o un Acta de Matrimonio, es un peligro latente que se debe eliminar y purificar y eso solamente lo puede hacer el fuego. Después supimos que Andrés de Ocampo tiene una vasta colección de obras religiosas, que están en Córdoba y principalmente en Sevilla. En Córdoba hay una preciosa, cuyo origen es muy curioso. En el Convento de Santa Marta, prácticamente en el centro de Córdoba, su iglesia tiene un retablo que es una joya. Es obra de Andrés Ocampo, que este dio al convento como dote de una de sus hijas, que profesó allí como monja de clausura. En Sevilla hay muchas más de este imaginero y artista de Villacarrillo. El domingo por la mañana, prácticamente todo el pueblo, nosotros incluidos, nos vamos a la puerta de la iglesia, (de la que posteriormente hablaremos algo) y partiendo de la primera calle por la que pasará la procesión, vamos paseando por todas las calles que están engalanadas, lógicamente unas unidas a otras, para ver como están. No se pueden pisar hasta que pase la procesión, por lo que hay unas cintas que separan una pequeñísima “acera”, que es por donde circulamos las personas, de la calle adornada, que suele ser la mayor parte de la misma. Las calles se deben conservar limpias e impolutas hasta que por la tarde, la Santa Hostia bajo las especies de pan y vino, pase, dentro de su Custodia, paseando por las calles engalanadas que este año han tenido la fortuna de ser las elegidas. Ver las calles es una delicia. Paseando muy despacio por las estrechas aceras, (nadie osa pisar las alfombras del piso ni tocar ninguno de los enseres que en ella hay), contemplamos todas las calles que rivalizan en hermosura, estética y la variedad cromática de sus adornos, flores incluidas y en definitiva valorar el trabajo que los artesano han empleado durante muchas horas de la tarde y de la madrugada anterior para embellecerlas. Nos paramos en los altares de cada calle, sacamos fotos desde todos los ángulos, los nativos se saludan entre ellos, por lo que observamos que muchísimas personas que viven fuera de Villacarrillo, han venido solo a ver las calles y pasar el día del Corpus en su ciudad. Por sus conversaciones sabemos que viven en Madrid, Cataluña, Palma de Mallorca, Sevilla, Córdoba y muchos lugares más. Y se van al día siguiente del Corpus, pues es día laborable y hay que trabajar. Solo han venido con un día, dos o tres como máximo de permiso. Villacarrillo es una fiesta. La procesión es por la tarde. A nuestras preguntas sobre curiosidades, nos enteramos que estos actos, estas fiestas del Corpus 189


en Villacarrillo, no están declaradas de interés turístico nacional como mínimo. Que el adorno de las calles no está subvencionado por ningún organismo oficial, Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía u otro de categoría superior. Que la propaganda de estas fiestas casi la hacen los vecinos de dentro y fuera. ¿Por qué las autoridades no “colaboran” con los impuestos de los contribuyentes a resaltar estos magníficos eventos? No quiero dar ninguna repuesta, prefiero seguir con la narrativa de lo que allí sucedió y no sacar a relucir mi “malestar” por el comportamiento de los gobernantes que nos dirigen. Deben tener otros gastos de tipo personal a los que hay que dedicarles una atención prioritaria. Incluso nos extrañó que ni siquiera hubiese un premio a la calle mejor engalanada, como por ejemplo sucede con los Patios de Córdoba o Toledo, que se dan premios en metálico a los patios que se consideran que son los mejores. Después del largo recorrido, la procesión sería por la tarde sobre las 7 h, nos fuimos a ver la iglesia principal de la ciudad y a oír misa. Me sorprendió esta iglesia. Esperaba ver un edificio relativamente grandullón, con paredes enjalbegadas de blanco, algunos santos en las peanas y de una altura relativamente alta. Todo lo contrario. Lo comenté con mis amigos: -Pero esta iglesia parece una catedral, dije. Quizás un poco más pequeña que las grandes catedrales, pero catedral al fin. Luego me enteré que el arquitecto que había dirigido su construcción había sido Andrés Vandelvira, el mismo que construyó la catedral de Jaén. Es una iglesia imponente. Unas capillas propias de las grandes catedrales, un órgano que se sale de lo normal de lo que hay en las iglesias de los pueblos. La sacristía enorme. Unas pinturas en los altísimos techos preciosas. Por supuesto que me impactó de una forma muy agradable. Soy persona que me gusta ver los edificios religiosos y he visto muchísimos. He visto iglesias preciosas, muchas de las catedrales de las grandes ciudades y este tipo de construcción yo lo asimilaba más con pueblos de gran tradición histórica, como pueden ser Baeza, Úbeda o Jerez de la Frontera por poner tres ejemplos de grandes pueblos que poseen unos inmuebles religiosos que son la envidia de muchas capitales. Indagué algo sobre la iglesia y el arquitecto que la construyó. Se llama, o mejor dicho, está dedicada a Nuestra Señora Santa María de la Asunción, la Iglesia de la Asunción, se la llama habitualmente. Anteriormente había un castillo en el lugar en donde se levantó la iglesia, llamándosele Santa María del Castillo. Cuando le encargaron a Vandelvira que construyera sobre esa iglesia otra mayor, se le empezó a llamar Nuestra Señora de la Asunción. El arquitecto Andrés de Vandelvira, (1509-1575), nació en el pueblo manchego de Alcaraz, (Albacete), a unos cien kilómetros de Villacarrillo, por la carretera Córdoba-Valencia. Era hijo de Pedro Vandelvira, también arquitecto, que estudio en Italia. Educó a su hijo y le enseñó mucho de lo que él sabía, que complementaba sus estudios de arquitectura. Destacó por verdaderas joyas que construyó, entre otras, la Catedral de Jaén, la Sacra Capilla del Salvador y el Hospital de Santiago en Úbeda, la Capilla de los Benavides en el convento de S. Francisco en Baeza, etc. 190


etc. etc. Todos sabemos de la “fiebre de la piedra” que tanto influyó en nuestros antepasados de la Edad Media construyendo catedrales. Se casó con Luisa de Luna, una chica de Villacarrillo, con la que tuvo 7 hijos. Uno de ellos, basado en el trabajo de su padre, escribió un libro que se llamó: “Libro de Cortes de Piedra”. Otro, Pedro de Vandelvira fue presbítero y licenciado. En esta iglesia de Villacarrillo, con pretensiones de catedral que casi lo es, coexisten las últimas formas del Gótico y las primeras manifestaciones del Renacimiento. Tiene 3 naves divididas por cinco columnas corintias. Las obras las inicia en 1540 y terminan en 1653, ya fallecido su arquitecto. Muere en Jaén en 1575, estando enterrado en la basílica de S. Ildefonso de Jaén. Me gustó la iglesia de Villacarrillo en donde oímos una misa preciosa, con bendición del Santísimo incluida y homilía del sacerdote celebrante llena de piedad y emotiva como corresponde al día que estábamos celebrando. Por la tarde nos trasladamos hasta la iglesia y posteriormente a la carrera oficial para ver la procesión. Como ya es costumbre, sobre todo en las grandes ciudades en donde asisten a este tipo de actos religiosos muchísima gente, parte de ella se colocaba en la procesión, delante o detrás de la custodia que era portada a hombros por algunos vecinos. El consistorio Municipal, con su alcalde a la cabeza, iban acompañando a la Custodia. A su vez la custodia estaba ensamblada a una especie de altar y colocada en el centro del mismo. Los vecinos se alternaban en portar al Santísimo. Otros muchos asistentes presenciábamos el paso de la procesión desde las aceras de las calles. No sabría calcular el número de personas que asistíamos al acto religioso. Cientos, quizás miles. Esperamos hasta el final del paso de la custodia y la banda de música de Villacarrillo que iba detrás, famosa desde tiempos inmemoriales por ir a tocar a muchas fiestas de los pueblos vecinos, entre otros a Puente de Génave, Patria Chica del autor. Me sorprendió que nada más pasar la última persona que iba en el cortejo religioso, los vecinos de cada calle, iban retirando todos los enseres y objetos de valor que pudieran utilizarse en un futuro, dejando los artículos de carácter perecedero y ya inútiles para futuras procesiones. Villacarrillo era una fiesta. Nos trasladamos a la Plaza que hay junto a la Iglesia que está en una terraza por debajo del nivel del edificio religioso, es la plaza Juan XXIII. Allí el sacerdote pronunció una vibrante homilía dirigida a todos los allí asistentes. Posteriormente nos dio la bendición con la custodia y el Pan consagrado dentro de ella. Entró en la iglesia y se dio por finalizado el acto. Todo había resultado muy emotivo, muy novedoso. Era distinto a Toledo, pero observado en la distancia cada ciudad, Toledo y Villacarrillo, Villacarrillo y Toledo, destacaban por el mismo motivo: El amor que sus conciudadanos muestran por su Corpus Christi, por su fiesta que la convierten en un acto de fe, de amor y de colaboración con la Iglesia. Vale esta fiesta para ensalzar a Cristo y dar a conocer la hermosura de estos dos pueblos, de estas dos ciudades. Aunque solo sea para rematar este relato, debo confesar que también conocí de Villacarrillo su cocina. No solo de pan vive el 191


hombre, dice el viejo refrán castellano reduciendo su contenido; (en realidad es una frase que Cristo le dijo a Satanás cuando lo tentó en el desierto. La frase completa es No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios), pero también hay que vivir del pan, que tan necesario es para nuestra supervivencia, digo yo. Tres veces estuvimos sentados en las terrazas de unos bares en donde degustamos unos platos, algunos típicos de la tierra y otros tradicionales en todos los lugares. Estuvimos comiendo en casa de nuestros anfitriones, que se volcaron con nosotros para atendernos de la mejor forma posible, algo que consiguieron con creces. No faltaron el jamón, el queso, los embutidos de la tierra y todas esas menudencias que tanto alegran los sentidos de los humanos, sobre todo el sentido del gusto. Todo regado con buenos vinos o cerveza, que, debido al calor, apetecía y tomábamos con satisfacción. No es mezclar lo profano con lo religioso, pero recordando el refrán de que no solo de pan vive el hombre… pero también el pan ayuda a vivir y la vida siempre es agradable a los ojos de Dios. No nos importaría repetir el próximo año. ¿En las dos ciudades? De acuerdo, en las dos ciudades.

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DOCUMENTOS GRテ:ICOS de villacarrillo

Paseando por el Parque.

El Cristo de la Salud en su camarテュn.

Calles bellamente engalanadas por sus vecinos y algunos de nosotros paseando.

Dos altares en donde harテ。 una parada el Santテュsimo.

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La belleza de un pueblo reflejada en la obra de sus vecinos.

Algunos de nosotros en estas obras de arte y el anagrama de la pr贸xima visita del Papa a Espa帽a. Su encuentro con la juventud de todo el mundo. J M J. 2011 MADRID. (Jornada Mundial de la Juventud. 2011. Madrid).

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Otro altar y otra calle orgullo de los villacarrillenses.

Todo dispuesto para el paso de la Custodia.

Hermoso rinc贸n en donde Cristo har谩 una parada en su camino.

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Balcones engalanados

y parada procesional.

Variedad cromática y el ingenio de los artistas.

Esta es una de las huellas que dejó Andrés de Vandelvira a su paso por Villacarrillo. También dejó 7 hijos que tuvo con su esposa la Villacarrillense Luisa Luna. 196


Los dos Alfonsos, CaĂąete y LĂłpez, junto a seĂąoras posando para la posteridad.

Espigas sobre el suelo alfombrado.

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Iglesia de Nª Señora de la Asunción. Santas mujeres paseando por la calle.

Cédula Real. Palabra de Rey. Aquí está la segregación de Villacarrillo de la villa de Iznatoraf.

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Otra joya de este bello pueblo.

Nave principal de la Catedral.

Cartel ilustrativo del a単o 2009.

Escudo de Villacarrillo

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Una vez relatado lo acontecido este año en Toledo y Villacarrillo, con motivo de la festividad del Corpus Christi, nada mejor que poner de colofón unos versos que José Luis Martínez, (S. M.) Sacerdote Marianista, compuso con motivo de esta festividad. Sea la fuerza y la sonoridad de estos endecasílabos, los que cierren este trabajo mío.

Corpus Christi Siempre fue el hombre un ser menesteroso que, en inquieta ansiedad, vive añorando un manjar, por demás, apetitoso, otro pan del que siempre está hambreando. Un día, el Dios cristiano se hizo carne, y dijo que su carne era un pan vivo para que, quien lo coma, en él se encarne y viva de un manjar definitivo. Y es un pan verdadero; el Pan del cielo, un pan de solidaria unión fraterna, de comunión total modelo, porque anticipa ya la vida eterna. Un pan que se fracciona y se reparte, una copa de vino envejecido, una mesa en que todo se comparte, donde todo, en común, siempre es servido. Sacramento de amor y de unidad, sacramento que me habla del hermano y de mutua fraterna caridad; sacramento que define el ser cristiano. Sólo mi comunión es verdadera, sólo seré con Cristo eucaristía, cuando nunca al hermano deje fuera, cuando me dé a comer yo cada día. ¡Levantamos la copa, y hoy brindamos en el Banquete del Amor fraterno, y un himno jubiloso a Dios cantamos, al Dios que se hizo Pan, blanquito y tierno! José Luis MARTÍNEZ. S.M. (Sacerdote Marianista) 200


Se finalizó esta crónica costumbrista en mi Residencia de verano, que sigue estando en las estribaciones de Sierra Morena, el día 25 de Julio de 2011, festividad de Santiago Apóstol, llamado el Mayor y Patrón de España.

Plácido Pascual Avilés. Vale.

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SANTOÑA El viaje y la llegada Fiel a mi costumbre desde hace mucho tiempo, este año de gracia 2.011 del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, solicité “a quien corresponde”, Residencia para pasar QUINCE días en un lugar de Cantabria: Santoña. En contacto con un amigo y compañero que años ha, venimos compartiendo profesión, obligaciones, derechos, satisfacciones y amarguras, Jacinto Ruiz Morilla, nos pusimos de acuerdo para que ambos fuéramos designados para ocupar plaza en dicho lugar. Concedida la petición de ambos, el día 1 de septiembre del año mencionado con anterioridad, le recogí en la estación de FCC cordobesa a donde, proveniente de Málaga, llegó sobre las 08 horas. Los dos acompañados de nuestras respectivas “santas”, Leonor la suya, Josefina la mía, iniciamos los 4 los 871 km., que es la distancia que separa Córdoba de aquella localidad cántabra. Muchos son los viajes que hasta ahora he realizado, unos con resultados agradables y otros, los menos, en que lo mejor es olvidarlos. Memoria escrita he dejado de algunos de ellos: Lanzarote, Toledo, (varias veces), Ferrol, Salou, Sevilla, (por diversos motivos), Cartagena, etc.etc. Concluido este el día 17 del mismo mes de septiembre, he meditado y creo que merece la pena que deje crónica escrita y gráfica de lo que resultó ser un magnífico deleite para el cuerpo y una paz y relajamiento para el espíritu. Así lo hago. No me detendré mucho en los paisajes que fuimos contemplando desde nuestro coche. Córdoba, dejando atrás Andalucía con algunas pinceladas de Sierra Morena, La Mancha, tocando las provincias y capitales de Ciudad Real y Toledo. A nuestra memoria y conversación vino a revivir algunas de sus aventuras nuestro señor D. Quijote, de cuyo grupo internaútico ambos formamos parte. Madrid, la capital del Reyno de España, a la que tocamos de forma lateral por la vía denominada M-50. Atravesamos el túnel del Guadarrama, dejando atrás la comunidad madrileña, adentrándonos en Castilla-León. Valladolid, Ávila, Segovia… nos fueron dando la bienvenida y nos dijeron adiós con la rapidez que se cruza una autopista. Las paradas fueron las necesarias que todo viaje obliga. Desentumecer los músculos, estirar las piernas, cambiar las posturas de 202


los cuatro y recuperar fuerzas fuera del habitáculo automovilístico, era obligatorio para continuar nuestro camino. Las autovías y al principio la carretera, era un hervir de coches y camiones que nos recordaban que estábamos en una senda peligrosa y que toda precaución era poca para evitar un mal tropiezo. Ojo avizor del piloto y copiloto vigilábamos el movimiento de otros vehículos. Ya, nada más partir de Córdoba, Jacinto evocó con recogimiento la: ORACION DEL AUTOMOVILISTA

Dame, Dios mío, y dale a Plácido, nuestro conductor, mano firme y mirada vigilante, para que a nuestro paso no cause daño a nadie. A ti, Señor, que das la vida y la conservas, suplico humildemente que guardes hoy la nuestra y la de nuestros seres queridos. Libra, Señor, a quienes nos acompañen en todo momento, de todo mal, enfermedad, incendio o accidente. Enséñanos a hacer uso de nuestros vehículos para remedio de las necesidades ajenas. Haz, en fin, Señor, que no nos arrastre el vértigo de la velocidad y que admirando las bellezas de este mundo logremos seguir y terminar felizmente nuestro camino. Te lo pedimos, Señor, por los méritos de tu Santísima Madre y por la intercesión de San Cristóbal, especial protector de los conductores.

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Un padre nuestro cerraba la plegaria. La conversación fue amena durante todo el trayecto. Cada cierto tiempo un café o la comida a medio día, fueron paradas obligatorias. Las horas, como en un rezo de comunidad conventual, nos visitaban y abandonaban a una velocidad de vértigo. Desde que iniciamos el viaje ambos matrimonios, uno en Málaga y otro en Córdoba, hasta que ambos felizmente lo concluimos, las que otrora fueron Horas Canónicas: maitines, laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas y completas, se fueron desgranando a lo largo del tiempo como la cuentas de un rosario. Avanzada ya la tarde, abandonamos la seca, árida y amarillenta autonomía castellano-leonesa, atravesando un túnel que nos depositó con mimo en la vista de un paisaje cubierto de árboles, sembrado de yerba y con una gama de colores todos verdes, pero matizado este mismo color por diferentes capas. Por las laderas de las montañas, se observaban vacas pastando con displicencia en los campos. En los valles, algunos pueblos con casas de bella arquitectura, se juntaban alrededor de los ríos o riachuelos. En el centro de todos ellos sobresalía la torre de la iglesia, destacando sobre los demás edificios. Un cartel en la parte derecha de la autovía nos informaba en donde estábamos: CANTABRIA. Dejamos la autovía que nos había unido a tierras cántabras, incorporándonos a la autovía del Cantábrico. Sobre las 8 de la tarde, poco después de la hora de vísperas y antes de la hora de completas, llegamos felizmente a la bella villa de Santoña. Nuestra residencia estaba a la orilla del mar Cantábrico. En la Avenida Almirante Carrero Blanco, al final de la misma tomamos contacto con el que sería nuestro domicilio temporal: Residencia Virgen del Puerto. El viaje, gracias sean dadas a Dios, había concluido de forma satisfactoria. Tomar posesión de las habitaciones, estirar los músculos y bajar a tomar contacto con el mundo peatonal, dejando el automovilístico para ocasiones posteriores. Salimos de la residencia dirigiéndonos al paseo marítimo. 150 metros nos separaban del mismo y de una bahía del mar, que penetraba entre dos playas, dejando a un lado Santoña y a poco más de un kilómetro la población de Laredo. Frente a frente ambas poblaciones, se contemplaban las 24 horas del día. Se conocían desde hacía muchos siglos, y forzosamente se contemplaban cada amanecer. ¡Cuántos amaneceres y puestas de sol habían visto juntas ambas ciudades! Tranquila la tarde, sereno el mar, bastantes transeúntes disfrutando de la vista de la bahía con una temperatura moderada, no más 204


allá de 20 grados y una paz que nos transmitía aquel paraje, que en días posteriores, sería lugar de paseo para los cuatro. Tomamos algún alimento en la cantina de la residencia, como allí le llamaban al Bar, para reponer fuerzas y nos fuimos a nuestras habitaciones. Debo mencionar que la cantinera era una graciosa mujer, amable y servicial, esposa del cantinero jefe, (aunque creemos que la verdadera jefa era ella), menuda, despierta, con una amable conversación y una sonrisa constante en su rostro. Su nombre era Lucía y su nacionalidad brasileña. Por la mañana salimos por las calles a tomar contacto con sus gentes y conocer sus calles. Santoña es una villa que se encuentra en la parte oriental de Cantabria y en la actualidad cuenta con unos 12 mil habitantes. Su historia se puede remontar al paleolítico superior, habiéndose encontrado restos de aquellos tiempos. Al mismo tiempo que toda la costa cántabra, se produjo la romanización de la villa, siendo llamada en un principio Portus Victoriae: Puerto Victoria. A su nombre de Puerto se le pudo agregar y de hecho se hizo, algún que otro nombre: Vereasueca o Portus Blendium pero en realidad se le llamó como nombre primitivo desde la romanización: Portus Victoriae: Puerto Victoria, como dicho queda. El Portus, (Puerto), Blendium, (de Blenda) es un mineral compuesto de Zinc y otros minerales, que se comercializaba mucho por Cantabria, de ahí el nombre que también se le atribuye a Suances. Nos dimos cuenta que nos coincidirían los primeros días de septiembre con la fiestas del pueblo, lo que nos alegró enormemente. Tendríamos ocasión de vivir unos días inmersos en el bullicio de la gente y participar de sus actos lúdicos. Las fiestas son en honor de su patrona: La Virgen del Puerto. Esto nos llevó a un principio de confusión, pues a la patrona de la villa veíamos que en muchos escritos de fiestas o carteles anunciadores escritos en las camisetas y otros programas, que en un lugar se le llamaba: Virgen del Puerto y en otros Virgen de Puerto, que fue el nombre del pueblo en la antigüedad, como podría ser Virgen de Málaga o Virgen de Córdoba. Esta fue una curiosidad que nos surgió y duró hasta que, ya en la tranquilidad del despacho, supimos por qué a muchas mujeres que se llaman María del Puerto, se les llama simplemente Puerto; ese fue hace muchos años el nombre de Santoña. Cubriendo Santoña, casi encima de la ciudad, una enorme montaña sirve de pulmón que oxigena la villa. Cientos de árboles, la mayoría laureles, pueblan la vegetación de la hermosa montaña. Al que en un principio fue llamado Monte de Santoña, se le llama ahora vulgarmente Buciero. En tiempos del conde castellano Sancho García se le 205


conocía como el Peñate de Sancta Onia, en una desfiguración del topónimo. El conde proclamaba el Peñate como una propiedad del abad y de la abadesa del monasterio de Oña. En 1579, cuando el rey Felipe II firmó la Cédula Real para que pasara a ser villa de realengo, el escribano Diego de Puerta la inscribe con el nombre de Puerto de Santoña. Así viene llamándose y así se registra en el catastro del Marqués de la Ensenada en 1753. Años más tarde, todavía en el siglo XVIII desapareció el nombre de Puerto, quedando tan solo el de Santoña. El contacto. Descansamos toda la noche, (dicho sea en honor de la verdad, el cansancio del conductor apenas si existió), saliendo por la mañana a dar un paseo y tomar contacto con la población. El Paseo marítimo nos llamaba como una provocación: Era magnífico. Como después comprobé, tenía una longitud de unos 1.600 metros. En la mayor parte de su tramo la anchura era próxima a los 20 metros. Unos cien bancos de granito, de una altura no superior a los 40 cm y una anchura de un metro, jalonaban toda la longitud del paseo. Podían estar sentados sobre cada uno, 8 personas: 4 mirando al norte, al monte Buciero y otras 4 mirando al mar, a la bahía, que se encaraba en dirección a Laredo. En el margen del mismo, más bancos de madera ofrecían su asiento y respaldo a los transeúntes. En el extremo del paseo, al Este, una enorme estatua de la Virgen de Puerto, se encaramaba por encima del paseo, casi incrustada en la montaña, donde los árboles besaban a la Patrona de Santoña. En la parte opuesta, al Oeste, casi en la plaza de toros de Santoña, el paseo daba fin a su longitud, muriendo encima del puerto de amarre de algunos barcos y yates de recreo. Y lindando con el paseo, unas campas de hierba de una anchura de más de 60 metros y más de 400 de longitud, servían para que se utilizaran para sentarse o tomar el sol, cuando la marea llegaba a besar la pared del malecón e impedía a los bañistas estar sobre la arena de la playa cubierta por las aguas. En estas campas, muy propias de las poblaciones del norte de España, había una especie de hamacas de piedra, en grupos de tres cada uno, 2 para personas mayores y en medio otra pequeña de menor longitud para un niño. Muy cerca de la plaza de toros y mirando al mar, una pieza de artillería: Era un cañón de Artillería español de los llamados de a 24, dispuesto a disparar sobre cualquier asomo de peligro que amenazara a la marinera Santoña. En el paseo había dos monumentos dedicados a alguien y por curiosidad quisimos saber quiénes eran los personajes homenajeados. 206


Salimos de dudas: Como ciudad marinera que era y había sido durante siglos, los monumentos ensalzaban a dos de sus hijos que habían dado lustre a la historia y a la Marina de España: Juan de la Cosa, ilustre marino y cartógrafo nacido entre 14501460 en Santoña. Se dice que era el propietario de la nave capitana de Cristóbal Colón: La Santa María. Al regreso de su primer viaje, en el que figuraba como maestre siendo Colón el capitán, hizo para los Reyes Católicos el primer mapamundi que se conoce en donde ya figura el continente americano. Hizo más viajes con Colón y con otros navegantes. Fijó su residencia en el Puerto de Santa María, lugar muy cercano a Huelva y Cádiz de donde partían las naves para sus viajes a las indias. Juan de la Cosa murió el 28 de febrero de 1.510 en Turbaco, Colombia, en lucha con los indígenas. El otro monumento dedicado a un hijo predilecto es a Luis Carrero Blanco. Nace este ilustre marino en Santoña, el 4 de marzo de 1903. Con 15 años ingresa en la Escuela Naval. Se puede decir de Carrero como una de sus múltiples anécdotas, que cuando Alfonso XIII abandona España, el 14 de abril de 1931, rumbo al exilio de Francia, el barco que lo transporta lleva como uno de sus oficiales a Luis Carrero Blanco. Durante el régimen republicano, fue ayudante de varios ministros de marina y cuando “estalló” la guerra civil de 1936, era Director de la Escuela Naval. A Carrero se le buscó entonces para fusilarlo, pero logró evitar su ejecución refugiándose en las embajadas de México y Francia. Reconocido por los distintos regímenes a los que sirvió, como marino de gran valía y prestigio. Lo mismo en la monarquía de Alfonso XIII, posteriormente con la dictadura de Primo de Rivera, después con los republicanos, en donde ocupó puestos de responsabilidad y por último con el general Franco, al que se unió en su alzamiento contra la República. Sirvió al régimen de Franco desde la terminación de la guerra civil hasta su muerte. Esta ocurrió en Madrid el 20 de diciembre de 1973, cuando un comando de ETA, en un trabajo altamente sofisticado, un túnel en una calle de Madrid con una alta densidad de tráfico, la calle Claudio Coello, colocó una bomba subterránea que hicieron explosionar al paso de su coche cuando salía de misa en la iglesia de los Jesuitas. Murieron en el acto Carrero y su conductor. (Operación Ogro le llamaron a este asesinato). El monumento, erigido en 1976 por el Ayuntamiento de Santoña, es una obra de cemento, piedra y bronce. Sobre un barco de piedra, se levanta una especie de monolito y en la parte frontal alta, un ángel de bronce, como si fuera el mascarón de proa de la nave que capitanea el Almirante Carrero, mira hacia el mar. Una placa conmemorativa con un 207


bajorrelieve…al Capitán General de la Armada y Almirante D. Luis Carrero Blanco, hijo predilecto de la villa de Santoña…, es la dedicatoria, como así reza su inscripción. En una de las basas del monumento, cuatro figuras de bronce que simbolizan las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Pueden ser algunas de las virtudes que adornaron al que fuera Presidente del Gobierno con Franco, además de otros cargos de confianza. En todo lo alto del monumento, una Rosa de los Vientos, algo imprescindible para cualquier marino que se precie. Me llamó la atención este paseo, pues era un lugar bello, cómodo, tranquilo y sosegado, en donde por las tardes sobre todo, afluía la gente a pasear, charlar o ver los pequeños barcos que entraban o salían de la bahía o las barcazas que a unas decenas de metros, pescaban con paciencia en las tranquilas aguas del Cantábrico. Desde allí contemplamos más de una puesta de sol que embellecía el horizonte y se perdía a lo lejos, allá en las lejanas montañas que se vestían de un color verdi-rojo, mitad yerba, mitad fuego, confundiéndose la tierra con el cielo. Después de pasear un rato, nos sentamos los cuatro en un banco a charlar y alabar la hora en la que decidimos pasar estos días en aquella localidad santanderina. Josefina y Leonor, Jacinto y un servidor, empezamos a programar cuales serían nuestras actividades en días sucesivos. No había que dar ocasión al aburrimiento. Los alrededores de Santoña, tenían lugares suficientes, como para tenernos ocupados todas las horas que dedicáramos al ocio durante el día. Por lo pronto decidimos que por la tarde, una vez visto el programa de las fiestas, nos trasladaríamos al centro de la ciudad para ver el ambiente festivo. El desayuno y la comida la hacíamos en el comedor de la Residencia y cenar, normalmente en el Bar de la Residencia. Con nuestra edad, seguimos la máxima del filósofo griego: Desayuna como un príncipe, come como un rey y cena como un mendigo. A ciertas edades los excesos y atracones, suelen ser perjudiciales para la salud y ya no estamos en edad de desafiar las leyes del comportamiento moderado o pensar que somos unos jovenzuelos capaces de vencer a la gula u otros pecados capitales. El centro de la ciudad no estaba más allá de 10 o 15 minutos andando desde nuestra Residencia. Anduvimos hasta sentarnos en uno de los múltiples bares que había en el centro de la ciudad para tomar café. Sentados, apreciamos el bullicio y el hervir de gente paseando por la hermosa ciudad. En los siguientes días fuimos conociendo lugares que nos serían útiles en lo sucesivo. Estación de autobuses, supermercados, plaza de abastos, la iglesia, lugares de turismo, bares de tapeo, etc.etc. Dos días

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más y nos conocíamos el pueblo, no muy grande, como si hubiésemos estado destinados allí. Fiestas y charangas. Como dicho queda al principio, coincidió nuestra llegada a Santoña con las fiestas que se celebran en honor de la Virgen de Puerto. Tuvimos que alternar nuestras visitas y desplazamientos por tierras cántabras, con la asistencia a los actos que nos parecían más interesantes, aunque esto era difícil de dilucidar. El sábado, día 3 de Septiembre, nos fuimos a la Plaza de S. Antonio, en donde una de las charangas o como por allí se llamen, amenizaba la tarde. Era una Banda de Música compuesta por unos 20 hombres y mujeres, chicos y chicas, pues todos eran relativamente jóvenes, interpretando sin tregua piezas musicales con mucho ritmo y excelente sonoridad. Tocaban los instrumentos de vientos y golpeaban los de percusión sin descanso, pero todo sin desentonar ni una nota y “aporreando” los tambores y batería que lanzaban al viento unos ruidos acompasados al son de la música. Llamó nuestra atención la chica que manejaba la batería. Poco más de 20 años, con dos palillos de batería en la mano, los manejaba estos con una rapidez extraordinaria y un golpear los instrumentos apropiados con la precisión del más experto de los baterías que en el mundo han sido. Todos impecablemente vestidos con una chaqueta y pantalón blancos, el pañuelo símbolo de las fiestas anudado al cuello y moviendo sus cuerpos al son y ritmo que sus instrumentos lanzaban a los cuatro vientos. Unos gigantes y cabezudos danzaban alrededor de la plaza repartiendo con unos palos de inocente cartón, mandobles entre los asistentes, especialmente la chiquillería. Pasamos más de una hora disfrutando de aquel espectáculo, al que de vez en cuando se le sumaba otra banda de música. Creo recordar que los componentes de aquella banda, eran de la Peña Los de Siempre. Fueron los mismos encargados del pregón que minutos después se pronunciaría en el Palacio Manzanedo. Que me perdonen los protagonistas si no son estos los que participaron en tan escandaloso e hilarante espectáculo. Había otra costumbre, que debería ser secular, de Santoña. Todos los bares que nos encontrábamos a nuestro paso, así como casetas montadas cerca del Paseo Marítimo, se servía, (se vendía), vino, cerveza y otras bebidas suaves. Estas bebidas se podían servir con tapa y esta era en todos los lugares a base de pinchitos. Los había de mil y una clases 209


diferentes. Había 17 tapas de pinchos distintos. Creo recordar que tomamos uno que tenía pelado un langostino pinchado con picadillo de tomate, pimiento, cebolla… la variedad era la norma en todos los bares o puestos en donde la gente tapeaba. Desistimos de asistir al pregón festivo, pues en mente teníamos otros proyectos y había que repartir el jolgorio propio de las fiestas, con el descanso y el sosiego que nuestros cuerpos requerían. Nos fuimos al paseo marítimo a respirar un poco de la paz marina que nos venía del Cantábrico. El domingo día 4 asistimos por la tarde a la misa que celebró el párroco de la Iglesia, Alberto García, creo recordar que era su nombre, en donde “vivía” la patrona de Santoña. Una magnífica iglesia románica, (que hermosura de iglesias románicas hemos contemplado por aquellas latitudes), abarrotada de fieles. Yo calculé que podría haber más de 700 personas asistiendo al oficio religioso. La homilía del oficiante, giró en torno a las lecturas epistolares y evangélicas y a la influencia de la Virgen María cerca de Dios.

La Gran Marmitada El día 6 de septiembre, empezó la fiesta muy temprano. Las relaciones entre la población de Santoña y los militares que hay en la Residencia, al que los propios del lugar llaman “El Patronato”, son excelentes. El edificio militar que ahora está dedicado a preparar a los alumnos, soldados, cabos y cabos 1º que desean entrar en la Academia de Suboficiales de Tremp, para salir de ella como sargentos, fue hace bastante tiempo sede de una unidad de Infantería. (Un cuadro con una inscripción en el patio principal, guarda memoria de ello). La Residencia, que es un edificio enorme y con muchas dependencias, posee entre otros lugares unos enormes patios. Cuando salimos de desayunar, vimos que en uno de los patios, había gran bullicio de gente y nos acercamos a contemplar el espectáculo. La razón era muy simple. Por la tarde se celebraba la Gran Marmitada, también llamada Marmite, no sé por qué, consistente en dar un plato de comida a todas las personas del pueblo que así lo desearan. Según me informé por quien parecía ser el Jefe de Logística de aquella operación, el reparto se efectuaría a las 19.00 horas en las campas que había fuera, a las puertas de la Residencia y eran limítrofes al paseo marítimo, como se ha dicho anteriormente. Según me

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dijo el jefe de logística, la cantidad de personas que se esperaban que asistieran para comer, rondarían entre las 10 y 12 mil personas. En el patio, poco más de las 9 de la mañana, había unos treinta hombres y mujeres, que se dedicaban a preparar unas enormes perolas para ponerlas sobre fuegos de gas, en donde se harían las patatas, varios miles de kg, con bonito, varios cientos de kg. Otras largas mesas cercanas, estaban ocupadas por hombres y mujeres que, de pié, limpiaban los bonitos que acompañarían al guiso. Hice algunas fotos de los cocineros, ayudantes y enormes marmitas, en donde poco a poco se irían volcando las comidas ya hechas y tapándolas para que conservaran el calor hasta la hora de ser servidas para que la multitud degustara el alimento que todas las peñas, pues la misión correspondía a ellas, daba al pueblo. Que nadie me pregunte como se hacía el guiso de la Marmitada, no soy un experto en el arte culinario. Oí decir a quien sabía más del tema que yo, que llevaba patatas cortadas en pequeños trozos, bonito, muchos aliños y bastante cebolla. No sé nada más. Corría con los gastos de los alimentos el Ayuntamiento. Todo lo demás era gratis. Hasta la comida y la cerveza para acompañarla. Poco antes de las 7 de la tarde, se nos ofreció a los residentes, no más de 15 personas, coger la comida en el patio de la Residencia y comerla dentro. Los recipientes para recogerla, ya los habían comprado nuestras santas mujeres por la mañana. Se nos sirvió y comimos las patatas con bonito, que estaban magníficamente guisadas. Salimos a la calle y el espectáculo fue inenarrable. Las campas de yerba, llamadas “Campo del Glasis”, repletas de un gentío enorme. Sobre la hierba se habían extendido mantas, se habían “plantado” mesas y con sillas alrededor, las familias, los amigos, las peñas… todos sentados o de pié esperando las grandes marmitas que dentro de poco empezarían a aparecer por la puerta del estamento militar. Tanto en las mesas como en el suelo de la campa, había comida ya preparada. Tortillas de patatas, queso, algún pescado, pan, etc. Previsores, había personas que se habían llevado algo de casa, por si las patatas eran insuficientes para comer. Algunos kioscos ambulantes ofrecían cerveza, vino o helados. Unas cintas ponían música que, a través de unos excelentes equipos de megafonía, llegaban a todos los asistentes. Empezaron a sacar los enormes contenedores en donde estaba la comida caliente. Se repartían en tres o cuatro lugares distintos, donde 3 o 4 colas de personas, guardaban turno rigurosamente para recoger las comidas. Me llamó la atención el personal que había desparramado por las campas, esperando para comer. Niños de pecho en coches de niño; otros más mayores 211


saltando y jugando por encima de la yerba; jóvenes y jóvenas, que diría la filósofa Carmen; parejas de novios, matrimonios, ancianos, discapacitados, (observé algunos ciegos, cojos y con discapacidad psíquica), peregrinos a Santiago que aquel día pasaban por Santoña camino de la Plaza del Obradoiro… una multitud, algo más de 12 mil personas según me comentaron después los estadísticos de turno, que me hicieron evocar el pasaje evangélico del Sermón de la Montaña. Cuando Jesús, después de dirigir la palabra a una ingente multitud de seguidores, mujeres, hombres, niños, impedidos… y los apóstoles le dijeron que aquella multitud tenía hambre. Y con 5 panes y 3 peces, ¿serían bonitos del norte?, comieron y se saciaron al decir de los evangelistas. Como las gentes de Santoña. Algo de admirar sí que comentamos nosotros cuatro. Estuvimos allí hasta que las sombras, voraces y envidiosas, devoraron los últimos rayos de sol invadiendo de sombras el paisaje. Serían las 21 horas y ya el fresco, animado por la brisa del mar se iba notado. Por curiosidad diré que aquel día la temperatura máxima de Santoña fueron 22 grados centígrados; En Córdoba, según me comentó uno de mis hijos, sobrepasaron los 35º. No hubo ningún jaleo, ni peleas, ni malos modos, ni discusiones. Un ejemplo de gente civilizada que estaban en las campas para divertirse y pasar un buen rato. Y más digo: A otro día por la mañana, cuando salí a andar, observé las campas y apenas había restos de sobras o basura. Un equipo de limpieza municipal, apenas si tenía que recoger los pocos restos que sobraron o abandonaron la noche anterior. Que día más agradable fue el de la Gran Marmitada.

Procesión Marítima El día 7 de septiembre otro espectáculo nuevo para nosotros, iba a sorprendernos. Un enorme movimiento de barcos pesqueros, barcazas pequeñas, barcos de pasajeros, yates de particulares…, una flota en suma de varias decenas, se movía por la bahía. Eran sobre las 6 de la tarde y el paseo marítimo, en donde nos encontrábamos nosotros, se iba llenando poco a poco de espectadores. Hombres, mujeres, niños, propios del lugar y visitantes. Según oímos decir, la Virgen de Puerto era trasladada desde la iglesia en donde residía hasta el malecón de la playa. Una vez allí, la montaban en un barco pesquero y puesta sobre una tribuna, recorría toda la bahía. Tras ese barco, toda una procesión de naves, grandes y 212


pequeñas, comerciales y particulares, pequeños barcos turísticos con sus pasajeros turistas a bordo, seguían a su Patrona en el recorrido por la mar. Una banda de música acompañaba a la Virgen e iba interpretando alegres pasacalles. Todos los barcos iban, en pos de la Virgen, llenos de gente, observando los espectadores de tierra el diverso y multitudinario colorido de los barcos engalanados y sus pasajeros. Desde casi las inmediaciones del Puerto de Santoña, situado al oeste de la bahía, enfilaban las proas hacia el este y recorrían algo más de 2 km, marchando como nave capitana, la que conducía la imagen de la Virgen. Llegaban casi hasta el final de la bahía, dejado ya atrás a estribor Santoña y Laredo a babor. Llegaron hasta el final de la bahía y antes de perderse en el horizonte, virando en redondo todas las embarcaciones, daban la vuelta invirtiendo el orden de marcha. Ahora navegaban rumbo a poniente hasta el final del malecón, frente a un pequeño muelle en el que de madrugada suelen ponerse los pescadores de caña y en donde la imagen de bronce de un Sulero, pescador de sulas, con ademán de echar su aparejo al mar, paró la nave capitana quedando anclada casi al final de la bahía. Posteriormente, como si de un desfile militar se tratara, todas las embarcaciones fueron pasando una a una por delante del barco-tribuna en el que estaba embarcada la Virgen, rindiendo tributo de cariño a la que era patrona de la villa de Santoña. Los barcos fueron desapareciendo. Unos camino de sus lugares de amarre, otros, algunos pesqueros, se perdieron por oriente dirigiendo sus proas a los bancos de pesca para trabajar durante toda la noche en lo que la naturaleza les había deparado: La pesca. Los pequeños a sus lugares de descanso. El sol que había contemplado todo el espectáculo, poco a poco se fue aproximando al horizonte y se ocultó tras una verde montaña. Algo que llevaba haciendo años, siglos, milenios, casi toda una eternidad. Sus rayos, fueron dejando en el espacio una estela roja con sus luces a punto de extinguirse. El rojo fuego se confundía con el verde de la montaña, formando un juego de colores de una de las puestas de sol más maravillosas que jamás he visto. Algunas gaviotas con sus graznidos, se sumaron al espectáculo, queriendo rendir su homenaje a la Virgen de Puerto. Concluyó el día de una forma maravillosa. Nos retiramos a nuestra Residencia y en la cantina estuvimos comentando la tarde tan completa que habíamos vivido. Merecía la pena habernos trasladado desde nuestra Andalucía a la polifacética y multicolor Cantabria.

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Muchos actos más hubo en las fiestas de Santoña. No a todos asistimos nosotros, pues otras obligaciones debíamos atender, como era visitas a las playas y localidades más o menos vecinas. No citaré todos los eventos que hubo, pues sería alargar con una lista interminable, los diversos juegos, concursos, comidas, (Gran Chorizada, Gran Sardinada), homenaje a los pescadores, toros…etc.etc. Sirva como ejemplo que, como buena tierra española, hubo toros tres tardes: Un espectáculo de Recortadores, un espectáculo de rejoneo y una corrida de toros. Pero un pequeño percance evitó que se celebrara el espectáculo del rejoneo. Como se ha dicho la plaza está en el paseo marítimo, a muy pocos metros del mar. Menos de 10 metros entre el agua marina y los muros de la plaza. La tarde del rejoneo coincidió la hora con la subida de la marea y cuando iba a comenzar la corrida, la pleamar estaba en su punto más elevado. Esto llevó consigo, (supongo que no sería la primera vez que esto ocurría), que por los desagües de la plaza, entró el agua del mar, anegando la plaza, lo que obligó a suspender la corrida de los tres rejoneadores. No se me pidan más explicaciones, pues yo me limito a transcribir la noticia tal como ocurrió y se me dijo, sin meterme a realizar labores de reportero o periodista avezado en indagar la causa de lo ocurrido, pues ninguna de las dos cosas soy. Y ya que estoy en la plaza de toros, un breve apunte histórico: La plaza de toros de Santoña fue inaugurada el 7 de septiembre de 1907, fecha en la que anualmente se celebra la procesión marítima en honor a la Virgen de Puerto, patrona de la ciudad. En aquella fecha se lidiaron toros del hierro sevillano de D. Eduardo Olea, para Antonio Guerrero "Guerrerito", Castor Ibarra "Cocherito de Bilbao" y Luciano Bilbao "Lunares". La corrida de este año correspondía a los toros de la ganadería de “La Gloria” para los matadores Rivera Ordoñez “Paquirri”. Manuel Jesús “El Cid” y Francisco Marco. Acompañaban la corrida Las Charangas de Santoña. Y quiero terminar con un detalle que nos sorprendió alegremente por lo inusual en muchos lugares de España. Prácticamente casi todos los balcones de las casas de Santoña, en el centro, en los barrios, en lugares apartados, estaban engalanados con banderas españolas. La Roja y Gualda, lucía a lo largo de los balcones llevando en el centro de la enseña nacional, bien el escudo constitucional o el toro de Osborne o un pañuelo de las fiestas de Nuestra Señora de Puerto o nada. Simplemente la bandera bicolor. Esto pasaba en Cantabria, un territorio español a muy poca distancia de otro que es limítrofe con el antiguo territorio español llamado Vascongadas. Allí apenas si se ven banderas españolas y cuando 214


se ve alguna en un acto público, es porque le van a pegar fuego y las queman en medio del jolgorio, la vesania y la neurastenia del público que lo presencia. Turismo. Santoña, como la mayoría de las poblaciones de Cantabria, tiene unos bellos edificios que causan placer solo el contemplarlos. Merece la pena pasear por sus calles y alrededores para ver el Ayuntamiento, (por cierto muy feo. Creo que lo van a cambiar al Palacio de Manzanedo que es precioso), la Iglesia llamada Santa María del Puerto, es una joya de la primera mitad del Siglo XIII, que en un principio fue monasterio de los benedictinos. Es una construcción que tiene el valor de una catedral, con unos hermosos retablos y unas capillas de antigüedad indefinida para los ojos de un profano. El palacio de Chiloeches una joya de principios del Siglo XVIII construido en el Barrio de La Cosa. (Barrio dedicado a Juan de la Cosa). Fue hospital militar hasta los comienzos de la guerra civil española 1936-1939. Los fuertes de S. Carlos, a la entrada de la bahía y el fuerte de S. Martín, muy cerca de nuestra Residencia. El de Mazo y el Imperial o de Napoleón, que en 1907 fue convertido en lo que fue y sigue siendo Penal del Dueso. En un principio el Penal del Dueso, (llamado así por estar situado en un barrio de Santoña que lleva ese nombre), fue construido para albergar a los penados de África. En la guerra civil, al terminar esta con victoria de los sublevados, llamados nacionales, “albergaron” entre sus muros a casi 6 mil republicanos. La Casa Palacio del Marqués de Manzanedo y Duque de Santoña. Actualmente convertido en la Oficinas de Turismo dependiente del Ayuntamiento. En fin Santoña, como ciudad histórica que es, posee historia que se remonta a la época de la invasión romana y llega hasta nuestros días. Tiene monumentos que acreditan su razón de ser en la historia de España. Colindres, otra población muy cerca de Santoña, tenía astilleros en donde se hacían barcos; posiblemente allí se construyó la nao Santa María, pero los carpinteros que remataban la “faena” eran de Santoña. Son bastantes los lugares de Santoña visitados y admirados. No podemos olvidar su puerto, uno de los principales puertos pesqueros del norte de España. Famosa en su pesca, entre otros productos por la anchoa. Son miles los kilos que se pescan. Hablan que un día se comercializaron en la lonja del pueblo un millón de kg., de este producto, que una vez sometido a la salazón correspondiente, lo distribuye por todo el mundo, siendo saboreado por millones de paladares.

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Posee dos playas. Una pequeña que se extiende a lo largo del paseo marítimo, pero que tiene el inconveniente que está sujeta a los vaivenes de las mareas. Cuando sube la marea, prácticamente toda la arena de la playa, queda cubierta por el agua, llegando esta a cubrir más de un metro el malecón del paseo. Otra playa, la de Berria, se halla en el barrio del Dueso. Hay que pasar por delante del penal, una construcción impresionante rodeada por un muro de protección, para llegar hasta el mar. La playa de Berria es típicamente como una de las muchas playas que posee el Océano Atlántico. (El Mar Cantábrico no deja de ser un trozo del Atlántico que se mete por encima del norte de España. Golfo de Vizcaya, se le ha llamado también). Recuerda las playas gaditanas de Valdelagrana, Chipiona o la Cortadura. Con más de 1 km de longitud, una anchura de más der 100 metros y unas arenas calientes y limpias, es un placer meterse en sus aguas en donde a veces, evocamos otras playas de este mismo mar. Otras playas en el oeste del continente africano del mismo Océano, nos hizo recordar la resaca traicionera y muchas veces mortal, que hemos vivido en épocas ya lejanas. Berria es una magnífica playa de Santoña que merece la pena visitar. La Capital: Santander. Sabido es por todos que la capital de la autonomía cántabra es Santander. La distancia que nos separa de ella es de 47 km. Tuvimos que ir dos días para medio ver una ciudad moderna, cosmopolita y un sol radiante que llena de luz a “Santander, es la novia del mar…” que le cantó Jorge Sepúlveda a mediados del siglo pasado. La primera vez fuimos en autobús directamente desde Santoña hasta la estación de autobuses. Santander es una ciudad tan antigua como muchas de las ciudades españolas. Algunos historiadores, los menos, le atribuyen que fuera en tiempo de los romanos, dos siglos antes de Cristo, “Portus Victoriae”, Puerto de la Victoria. Pero ya ha quedado claro que esta ciudad era Santoña, por la que se inclinan la mayor parte de los historiadores. En la actualidad la pueblan unos 180 mil habitantes. Dos catástrofes influyeron en la morfología de la ciudad. El 3 de noviembre de 1893 el buque vizcaíno Cabo Machichaco, atracó en su muelle con 51 toneladas de dinamita en la bodega y en la cubierta gran cantidad de depósitos de ácido sulfúrico. Sobre mediodía se produjo un incendio a bordo, lo que atrajo a gran cantidad de gente. Unos, desde los muelles, para ver el hermoso espectáculo del fuego, (el fuego dentro de su peligrosidad y poder devastador, es un hermoso espectáculo que más nos 216


valdría no verlo nunca, pero no se puede evitar su hermosura), y otros para tratar de apagar el incendio. En un momento dado, se produjo la explosión en el barco. El balance fueron 590 muertos y 525 heridos. La ciudad tenía entonces 50 mil habitantes. La explosión destruyó las primeras hileras de casas alrededor de los muelles. Baste decir que el ancla cayó a varios kilómetros de distancia. La segunda catástrofe se inició en la madrugada del 15 al 16 de Febrero de 1941. Se inició un fuego que avivado de forma desordenada por un fuerte viento del sur, arrasó durante dos días la parte histórica de la ciudad. Las calles estrechas y las casas de madera, favorecieron la combustión de las mismas. 37 calles, 14 hectáreas, fueron arrasadas por la voracidad de las llamas. Milagrosa y curiosamente solo hubo un muerto: Un bombero madrileño, pero los daños fueron cuantiosos. Miles de familias quedaron en la calle y la ciudad quedó sumida en un caos casi irrecuperable. Pero la fuerza de voluntad de sus vecinos, el tesón de las autoridades y la ayuda prestada desde los organismos estatales correspondientes, (no se olvide la pobreza que a la sazón arrastraba a España: Acababa de salir de una guerra civil), entre 1941 y 1950 se crearon 5 barrios con más de 1000 viviendas. Hubo una renovación urbana y una nueva configuración de la ciudad con vistas a un futuro más brillante. Y Santander se convirtió en lo que hoy es: Una gran ciudad con unas gentes amables, comunicativas y serviciales con los forasteros que visitan su suelo. El primer día visitamos la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, de estructura gótica construida entre los siglos XII y XIV. La construcción fue hecha sobre un antiguo monasterio. Lo que en un principio se consideró como abadía consagrada a los mártires Emeterio y Celedonio, martirizados cinco siglos antes en Calahorra, terminó por ser la catedral que hoy es. Paseamos por sus calles visitando y viendo unos bellos edificios que a mí personalmente me recordaban los de París. Bajamos hasta su paseo marítimo viendo, entre los dos días, las playas del Sardinero, observamos a lo lejos la península de la Magdalena. Montamos en un autobús turístico que, en un viaje de una hora, nos paseó por la ciudad en donde se nos explicó multitud de detalles de la misma. El paseo de Pereda fue algo que nos sorprendió agradablemente. Las estatuas dedicadas a personajes ilustres santanderinos: Marcelino Menéndez Pelayo, polígrafo, filósofo y escritor, Torres Quevedo, Ingeniero, (precisamente Córdoba le tiene dedicada una calle en un polígono industrial); Álvaro Pombo, Concha Espina, Gerardo Diego, escritores; 217


Cardenal Herrera Oria, obispo de Málaga, jurista escritor y político; Emilio Botín y toda su familia, banqueros de muchos años; el capitán Pedro Velarde, héroe en el alzamiento en contra del corso Napoleón, el 2 de mayo de 1808… y un largo etcétera que haría inacabable la lista. Dos días visitamos Santander y salimos encantados de su belleza. La contemplación exterior del famoso Casino de Santander, que estaba en obras. Los edificios situados en el paseo marítimo, un palacete y otros pequeños edificios situados muy cerca del mar. No pudimos ver el Palacio de la Magdalena por encontrarse en obras. Una vez más, me recordaba mi amigo Jacinto, que “las ciudades son libros que se leen con los pies”. Anduvimos y pateamos la ciudad viendo, no todo lo que hubiéramos querido, pero si lo que a nuestro paso despertaba nuestra admiración y con las máquinas de fotos procurábamos inmortalizar para nosotros y todos aquellos que vieren y leyeren este escrito. Laredo, Castro Urdiales, Noja, Isla, Ajo… Muy cerca de Santoña, menos de 50 km, nos recomendaron unos pueblos que eran de historia antigua muy interesantes o típicamente turísticos por la belleza de sus playas, la limpieza de sus calles, algunas con monumentos religiosos, muy interesantes. Normalmente eran iglesias románicas o góticas de varios siglos de antigüedad. Había que barajar el tiempo entre las fiestas de Santoña y nuestro interés turístico, sin descartar el tiempo que podría hacer, para que nos sirviera nuestra estancia en Cantabria por bien empleada. El tiempo, gracias sean dadas al cielo, se comportó de una forma decente. Suele llover en Cantabria, más que en el Sáhara, de ahí la diferencia de color de sus suelos: En unos verde esmeralda, verde mar, verde yerba, verde que te quiero verde, que cantaba Lorca y los del Sáhara arena color amarillo o marrón terrosa, árida, seca, caliente. Uno de los días que íbamos para Laredo en el coche, tuvimos que volver desde Argoños, pues la intensidad de las nubes descargando su carga pluvial, no daba tiempo al limpiaparabrisas del coche a limpiar el cristal, impidiendo una visión correcta que nos podía acarrear algún accidente. ¡¡Maldito sea el tiempo puñetero!! ¿Dónde está el Libro de Reclamaciones?, pregunté con ira a Jacinto. Este no supo que responderme. Dimos la vuelta y otra vez para la Residencia. Los dos empezamos a despotricar de la maldita lluvia, de la organización turística de Cantabria, de la responsabilidad municipal del tiempo meteorológico, de los políticos y durante un buen rato no dejamos de hacerlo. Ya se sabe lo que dice la máxima romana: Piove, porco goberno. Llueve, puerco gobierno. ¿De quién es la culpa si no? 218


Nuestras imprecaciones debió escucharlas alguien, pues pocos minutos después, lo que hacía solo unos instantes era un aluvión de agua semejante al diluvio universal, fue tornándose en un amainar la lluvia, un chirimiri vergonzoso, desapareciendo poco a poco las nubes y un tímido cielo azul fue apareciendo con temor y vergüenza, con una cobardía propia del que no puede vencer a un enemigo, aunque ese enemigo sean unas débiles nubes; y queriendo mostrarnos una seguridad que no tenía, en que aquello no volvería a repetirse. Puedo decir que nuestro enfado surtió efecto en donde estuviera la responsabilidad de respetar los días de los turistas y que no les amargaran las jornadas de vacaciones con la pertinaz lluvia que impide a los turistas salir de su madriguera. El tiempo se compuso y excepto algún día que otro que el chirimiri caía con temor a enfadarnos de nuevo, el tiempo fue esplendoroso, sin apenas calor, brillante el sol, azul el cielo, la brisa tenue de la mar y el espectáculo acorde con la fecha que estábamos viviendo: El verano. -¡A ver si nos hemos desplazado desde Málaga y Córdoba hasta Cantabria, para que el dichoso tiempo nos fastidie las vacaciones!, comentamos ambos matrimonios. Mano de santo. El tiempo climatológico mejoró mientras estuvimos allí. Ya lo dice el refrán: Al mal tiempo, mala cara. Volvimos a Laredo otro día y no hubo suerte. Dimos una vuelta con el coche por el pueblo y fue imposible encontrar aparcamiento. Decidimos volver, pero antes Jacinto me preguntó: -¿Por qué no nos cabreamos por la falta de aparcamientos a ver si surte efecto como con las nubes?, preguntó con toda su inocencia. -¡Bah!, tontería es solo intentarlo. Aquí tropezamos con los políticos, con el poderoso Poder Municipal. Y estos son irreductibles. Lo mejor es largarnos y volver otro día en autobús. Paramos en un mirador que estaba encima del pueblo. Sacamos algunas fotos y nos marchamos. Otro día volvimos en autobús y nos dedicamos a pasear por Laredo. La villa de Laredo dista de Santoña, si es por mar, no más de 1 km. Los pequeños barcos que hacen la travesía entre las dos orillas, no emplean más de 10 minutos. Ambas ciudades están viéndose continuamente. Y así desde hace siglos. Si nos trasladamos por tierra a Laredo, como así lo hicimos nosotros en autobús, tardamos algo más de media hora. Tiene una antigüedad de 1100 años, década arriba, década abajo. La población muy similar a la de Santoña, unos 12 mil habitantes. En el año 1200 Alfonso VIII, (el de las Navas), le otorga el privilegio del fuero, lo que hace a esta ciudad que adquiera gran importancia, 219


participando marineros laredanos en la conquista de Sevilla en el año 1248. Este hecho se refleja en su escudo. Los marinos y barcos laredanos, participan en conquistas que el reino de Castilla hace a los invasores árabes, como fue, además de Sevilla, la conquista de Tarifa en 1339. Nos dedicamos a pasear por sus calles y visitar algunos de los monumentos que están en su suelo. Quizás el más importante sea la Iglesia de Santa María de la Asunción, situada en la Puebla Vieja, la ciudad antigua, magnífico edificio medieval, declarado Monumento ArtísticoHistórico Nacional en el año 1931. Con una antigüedad del Siglo XIII, sigue el estilo del arte gótico de las abadías cistercienses. Visitamos también la Iglesia de S. Francisco, actual convento de las Madres Trinitarias que es una joya del arte románico. Paseamos por sus calles antiguas viendo en dos casas que la Reina Isabel había pernoctado en una de ellas con su hija Dª Juana, tal día, de tal año y en otra que Carlos I de España y V de Alemania, nieto de los Reyes Católicos, paso y pernoctó en otra de ellas cuando iba camino de Yuste, en done terminaría sus días entregado a la oración y la penitencia, maltratado por los intensos dolores que le producía la cruel enfermedad llamada Gota. Mucha más historia tiene Laredo que observamos con menos detenimiento. Pero no quiero dejar de citar algo que nos llenó de tristeza. Desde el Paseo Marítimo de Santoña, se ve perfectamente Laredo. Es lamentable ver muy cerca de la playa, las moles edificadas, decenas de ellas de muchísimos pisos, muy cerca de su playa y un hotel muy alto, completamente redondo, colocado en la sierra por encima de la población, que es como un puñal que se clave en las entrañas de esta bellísima y antigua población. Que crimen se ha cometido en España, cuando con el boom del turismo, no dejaron de edificar edificios monstruosos, por toda la costa o mejor dicho por todas las costas, por los miles de kilómetros que posee España a las orillas del Mediterráneo, del Atlántico, incluidas las Islas Canarias, y por el mar Cantábrico. Que asimetría se da cuando se mezclan edificios modernos, que no dejan de ser panales u hormigueros gigantes, que albergan personas como si fueran abejas-obreras fabricando miel u hormigas de los desiertos, aglomeradas como La Marabunta, cuando se mezclan, repito, con la construcción antigua de las ciudades, rompiendo el paisaje y la estética. Afortunadamente en Santoña no se da este tipo de construcción. No tiene construcción alta y no se rompen los moldes del buen gusto arquitectónico. 220


Otros días, creo que dos más, los elegimos para visitar otros pueblos. Nos trasladamos a Noja. Noja es una población muy cercana a Santoña, con la que limita al Este. Tiene una población autóctona de poco más de 2.500 habitantes, sin embargo en verano sobrepasa los 100 mil. Se “nutre” de los veraneantes que llegan del País Vasco, de Castilla, León, la Rioja y Madrid. ¿Alguien me puede decir en qué lugar de España no hay madrileños que se desplacen o que tengan por allí alguna propiedad? Y es que el estar ubicada en el centro geométrico y geográfico de la Península Ibérica, tienen la facilidad de que todos los lugares le son más cercanos que a otros que andamos por el sur, el este o el extremo norte. Nada digamos de las islas. Felipe IV le concedió el título de Villa, lo que le permitía nombrar a sus propios alcaldes. Vive principalmente del turismo y tiene unas edificaciones modernas que en nada rompen la estructura del pueblo. La belleza de sus playas, hacen de Noja un punto turístico muy importante. Uno de los problemas de Noja, es que, al aumentar tanto la población veraniega, no tiene infraestructura suficiente para atender a toda la población que se incorpora y alberga en su seno. El municipio se constituye por una sola localidad que lleva el nombre de Noja, pero a su vez se divide en 11 barrios: el Arco, Helgueras, el Brusco, Trengandín, etc. Véase la importancia que tiene esta población, que este año una de las etapas de la Vuelta Ciclista a España, fue final de una etapa y meta. Este suceso tenía lugar el 8 de septiembre. Y en su población tenía habitaciones suficientes en los hoteles, para albergar a todo el circo, participantes, acompañantes y mediático, que van con la Vuelta. Se da también la coincidencia que el líder de aquel día era el cántabro Juan José Cobo y a la postre fue el vencedor de la vuelta en Madrid días después, siendo el primer corredor cántabro que consigue esta hazaña. El día siguiente, 9 de septiembre, nosotros 4, después de la ruta turística matinal, estábamos tomando una cerveza en un bar de Santoña casi a medio día. Vimos el movimiento de gente y resulta que la vuelta se aproximaba y pasaría por Santoña. Nos levantamos y nos colocamos en primera fila: Fuimos testigos de excepción del paso de toda la caravana: Motoristas, coches de equipos, coches de mecánicos, publicitarios, ciclistas, que pasaron como una exhalación, motoristas de cierre, un par de ciclistas retrasados y el coche escoba. En los documentos gráficos hay constancia del hecho. Continuamos nuestro recorrido turístico en: Isla. Isla es un pequeño pueblo que pertenece al municipio de Arnuero. Se puede dividir en dos partes: Isla pueblo e Isla playas, al que se le denomina Barrio de Quejo. Este pueblo, no el barrio de Quejo, data de 221


1822, pero no se ha engrandecido como es normal en otras ciudades. En la actualidad tiene unos 700 habitantes y vive del turismo que se halla ubicado en el barrio de Quejo. Posee elementos de interés cultural, como son: Iglesia de S. Julián y Santa Basilisa, el palacio de los Condes de IslaFernández y algunas torres medievales. Como la visita fue por la mañana, la iglesia ya estaba cerrada y solo la vimos y la fotografiamos por fuera. El barrio de Quejo, es eminentemente turístico. Sus cercanas playas: del Cándano, de los Barcos, del Sable, (Bandera Azul) y de la Arena, (Bandera Azul), da idea de la aglomeración veraniega que se agolpa por sus arenas. Este es un pueblo más pequeñito, pero que en verano aumenta su caudal turístico con bastantes miles de personas más. Otro día continuamos nuestro periplo turístico visitando la población de: Ajo. Ajo es una pequeña población que aumenta su tamaño cuando lo hacen todas las zonas turísticas: En verano. Junto con la localidad de Güemes y Bareyo, forman un triunvirato cuya “capitalidad” la ejerce Bareyo. Tanto Güemes como Ajo son pedanías. Su población es de algo más de 1.500 habitantes, lo que en verano multiplica por varios miles de unidades más. Es una población muy antigua, téngase en cuenta que su iglesia parroquial tiene una antigüedad del siglo XVI- XVII y varias casas solariegas pertenecientes a señores de la nobleza, siendo la más antigua del año 900. Su costa es muy accidentada y destaca por ser zona especial de protección de aves. Sus playas son rocosas y muy hermosas. En las afueras de Ajo, existe un faro que tiene la misión de todos los faros: Evitar que los marinos, sobre todo en las noches de mar revuelta y brava, puedan saber en donde se encuentra la costa y no choquen sus barcos contra las rocas o los acantilados. También recordamos nuestros años de escuela, cuando éramos niños allá en nuestros respectivos pueblos, la retahíla geográfica que recitábamos de memoria, con un sonsonete de canción facilona: Cabo Finisterre en la Coruña, Peñas en Asturias, Ajo en Santander, Machichaco en Vizcaya, Creus en Gerona, la Nao en Alicante, Palos en Murcia… así hasta terminar con los pocos cabos geográficos que tenía la Península Ibérica. Y para finalizar hemos dejado una población que me causó un impacto especial: Castro Urdiales. A poco más de 30 km de Santoña por la autopista del Cantábrico. Decidimos de común acuerdo, que dada la extensión de lo que había que ver en esa población por su hermosura, como Santander, le dedicaríamos dos días. Linda por el este con Vizcaya, finalizando la región cántabra e iniciándose las vascongadas. Después de Torrelavega y Santander es el municipio más poblado de Cantabria. Tiene 222


aproximadamente unos 32 mil habitantes censados. Pero hay varios miles de vascos que no están censados y también forman parte de la población, por los motivos que más adelante se explicarán. De Santander dista 75 km y de Bilbao 35, lo que dice de la influencia que los vascos ejercen sobre Castro y Castro sobre los vascos. Se ignora su antigüedad, pero se sabe por multitud de cuevas halladas y que se conservan en su término municipal, que Castro Urdiales ya estaba habitada en la prehistoria. Las cuevas de La Peña del Cuco, de Urdiales, La Lastrilla, La Dársena y de Juan Gómez, con su riqueza de arte rupestre prehistórico, dicen y afirman de su antigüedad, así como los castros prerromanos, que en aquellos tiempos ya existían en aquel lugar. El historiador Plinio el Viejo habla en sus libros de los Castrum Vardulies o Castros de los Várdulos. Ptolomeo también cita su nombre. En fin que es una población que tiene una antigüedad de existencia similar a la del hombre. Los castreños, que ese es su gentilicio, suelen llamarla Castro a secas. El título de Villa, se lo concede Alfonso VIII de Castilla, también llamado el de las Navas por ser uno de los reyes vencedores en la batalla de las Navas de Tolosa que se dio en esa localidad andaluza, (Jaén), en 1212. Su proximidad a las Vascongadas, hoy País Vasco, hace que tenga una influencia muy fuerte por parte de su vecina región. Yo no sé si esta influencia es para bien o para mal, pero debido al terrorismo de ETA, muchos vascos han abandonado su tierra por temor a ser asesinados por los terroristas. Muchos han sido sus puntos de destino en España, uno de ellos ha sido Castro Urdiales. Por referencias sabemos que bastantes de estos “exiliados” para los que era segunda residencia forzosa, esta bellísima ciudad, la han convertido en la actualidad en primera residencia, haciendo su vida allí. En los dos días de visita que hicimos, hablamos con bastantes habitantes de Castro y notamos, en la mayoría de ellos, un fuerte acento vasco No es de extrañar que sus habitantes lo tengan, ya que la población foránea, ha aumentado con la incorporación de estas personas que huyen de las consecuencias nefastas del terrorismo: Amenazas, extorsión y muerte. Cuando en el Siglo XIII se construye la Iglesia de Santa María de la Asunción, surge la divisa de la ciudad que aún hoy permanece en ella: Castro soy y Castro he sido Asiento en firme Montaña Y a la Corona de España Con lealtad siempre he servido 223


Armas, Escudo y Señal Castillo, Puente y Santa Ana Naos, Ballena y mar llana Son de Castro la Leal Castro ha estado incorporada a la Corona de Castilla siempre, participando en el descubrimiento de América; también lo hizo con 15 naves y 400 hombres en la fatídica aventura de La Armada Invencible, y, en la guerra de la Independencia, contra los franceses. Resumiendo: La historia de Castro es amplia y antigua y en la actualidad es una villa turística que aumenta su población en verano de una forma considerable, no solo con los vascos que eventualmente viven en ella o los que han fijado su residencia por los motivos expuestos, sino también por la gran cantidad de turistas que la eligen para pasar en ella sus vacaciones veraniegas. Posee muchos monumentos destacando con luz propia la Iglesia de Santa María de la Asunción, Es una de las bellezas religiosas que yo he visto que más me han emocionado. Iniciada su construcción en el siglo XIII, bajo la protección del tan nombrado rey Alfonso VIII, se finalizó 2 siglos después, en el XV. De estilo gótico, la iglesia está formada por tres naves. Destacan las tallas de la Virgen Blanca y del Cristo Yacente, así como la talla gótica de los tres Reyes Magos. Edificada en un promontorio o colina de la ciudad, está situada junto al castillo de Santa Ana, que en sus bajos muestra un museo con gran profusión de aparejos de pesca y de la historia de la pesca en Castro Urdiales. El castillo está en la actualidad en obras de mantenimiento, por lo que solo pudimos ver la planta inferior. En la misma colina destaca el Faro del castillo de Santa Ana, encendido por primera vez en el reinado de nuestra augusta reina y señora, a la que Dios guarde, Isabel II, en el año 1853, luz para los marineros cuando de noche andan navegando o pescando en las procelosas aguas cántabras. El ayuntamiento, un edificio del siglo XVI, es otro de los edificios que llaman la atención del visitante. Castro posee muchos más monumentos, pero sería demasiado extendernos en una larga lista. Se pueden destacar la belleza de muchos edificios situados en el paseo marítimo o en la avenida Menéndez Pelayo. Unos jardines llamados de “Argenta”, en los que permanentemente están sonando los acordes de una música clásica en memoria del que fue gran Director de orquestas e hijo de la ciudad: Ataulfo Argenta. Dirigió más de 70 orquestas. Argenta nació en Castro Urdiales el 19 de noviembre de 1913 y muere en Madrid el 21 de enero de 1958. Todavía recuerdo 224


cuando los periódicos y la radio de entonces dieron la noticia. Lo que no recuerdo es si dijeron que su muerte fue a causa de los gases de monóxido de carbono que exhaló estando dentro de su coche con el motor encendido. Fue el tipo de muerte que él mismo eligió para abandonar este mundo. Dos días de visita a Castro no da para mucho, pero sí nos muestra una idea de lo que es la ciudad. Estuvimos en el Mercado de Abastos, había dos casi unidos, uno de verduras y frutas por un lado y otro de carne y pescado por otro. Más moderno este último. Tuvimos ocasión de presenciar unas regatas, campeonato o concurso de niños/as de pequeña edad. Llamó la atención que algunos niños, categoría infantil creo que les llamaban, eran más bajitos que los remos que empuñaban; posiblemente los mayores no tuvieran más allá de 12-14 años. Estuvimos en el barrio de tapas los dos días en donde degustamos algunas de pescado deliciosas; así mismo visitamos un bar de amplio salón que se llamaba Casa de Andalucía. Penetramos dentro y nos sorprendió la similitud existente entre aquel bar y otros u otras bodegas existentes en Andalucía, al menos las que existen en Córdoba. Multitud de banderitas blancas y verdes por las paredes, que a su vez estaban saturadas de fotografías de toreros, de toros, carteles taurinos de las más diversas ferias andaluzas: Sevilla, Córdoba, Antequera, Jerez, El Puerto de Santa María… y otros carteles en las que había muerto algún torero: Pozoblanco, (Paquirri) o Linares (Manolete), de algunos cantaores flamencos, de unos carteles en donde anunciaban en donde se podía aprender a bailar sevillanas o a tocar la guitarra y de toda clase de “fetiches” relacionados con nuestra tierra. Aparte de las mesas y sillas de madera, en las que no sentamos, observamos en medio del salón unas cubas o barricas de vino, a las que en Andalucía se les llama botas, puestas de pié para que los clientes beban sus copas de vino o cerveza y las pongan sobre la tapa de las mismas. A mi juicio lo único que desentonaba dentro de aquella bodega era la servidumbre, compuesta por una sola mujer, (eran las 13.00 horas y apenas si había clientes): De aspecto malencarado, cara adusta y semblante avinagrado, vestida con ropa oscura como siempre lo hizo la que fuera actriz fetiche de Bardem Lola Gaos. Había una foto del club Atlético de Madrid y a mí se me ocurrió decirle en plan de broma y con cierta ironía -Señora, dígale al dueño que aquí falta una foto con los jugadores del Betis, aunque sea al lado de la del Atlético de Madrid.

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-Es que aquí somos del Atlético de Madrid, me respondió de forma desabrida y con un marcado acento vascuence, como si le hubiera dirigido un insulto. Cierto es que tomamos unas cervezas con unas tapas deliciosas, creo que fue ventresca de bonito del norte y salimos de aquel lugar que efectivamente nos hizo acordarnos de nuestra Andalucía a la que regresaríamos en pocos días. Sacamos la conclusión que aquel lugar debería ser la Casa de Andalucía en Castro Urdiales. La Casa Regional en donde se juntarían los andaluces que vivieran en Castro. Y paseamos por el paseo marítimo, viendo el club náutico y las rocas de aspecto volcánico que sobresalen en la orilla del mar, respiramos el aire que nos traía la paz del Cantábrico en una calma chicha, como dirían los marinos de mar adentro. Salimos de Castro Urdiales, localidad a la que me gustaría volver en un futuro no muy lejano. Volver a ver sus piedras milenarias, la mar bravía que se reflejaba el primer día en los acantilados que bañaban la Iglesia de Santa María de la Asunción, sus bares de tapas con el bullicio de la gente a las horas punta del tapeo. Es una ciudad que nos impactó a los cuatro y así lo manifestamos. Mi hora prima. Siempre que estoy fuera de Córdoba, en Córdoba también, tengo por costumbre como escrito está en otros relatos, salir a las 7 de la mañana a practicar el sano ejercicio de andar a un paso más ligero que el pasear. Las 7 de la mañana es mí hora prima, mi hora de inspiración. Muchas son las historias que se me han ocurrido a esa hora, muchos los relatos que me han bailado en la cabeza y he trasladado a la blancura del folio. Esta costumbre la he practicado en multitud de sitios por los que hemos ido pasando en vacaciones. Castellón, Lloret de Mar, Lanzarote, Málaga, Salou… Santoña no iba a ser una excepción, máxime cuando reunía unas óptimas condiciones: Un clima benigno, ni frío ni calor, un paseo marítimo largo, amplio y cómodo, unas vistas que solo aquí se ven con el Cantábrico en primera línea. En fin que, fiel a mi tradición, todos los días a las siete en punto de la mañana, abandonaba la residencia. 150 metros separaban la puerta principal del paseo marítimo. La noche aún está cerrada sobre el cielo santoñés, que, lejos de la tierra, mostraba una pléyade de estrellas parpadeando allá lejos, en lo infinito. Prácticamente salí para hacer mi ejercicio todos los días de mi estancia en Cantabria. El paseo ya estaba ocupado por los asiduos a esta hora: 5 o 6 pescadores a lo largo de los 1.600 metros de longitud. Cada 226


pescador manejaba 2 o 3 cañas como máximo, que estaban fijas al malecón y que solo las cogía cuando algún pez se había enganchado al anzuelo y esta vibraba por las sacudidas que el incauto pescado daba tratando de zafarse de tan molesto adminículo, que a la postre sería el responsable de su muerte. No más de diez caminantes que como yo, se levantaban temprano para cumplir con el rito de este ejercicio. Una temperatura de unos 15º-16º animaban a los caminantes a hacerlo con cierta rapidez. Creo recordar que solo un par de días hubo un pequeño chirimiri o niebla baja que no llegó a calar la camiseta. Las farolas del paseo encendidas, como también lo estaban 2 pequeños faros, uno en el embarcadero de los barquitos de turismo y otro muy cerca del puerto de amarre de las embarcaciones de recreo. La luz de estos no estaba fija, sino que como la de los faros, parpadeaba de una forma discontinua. A pocos metros de la playa 2 o 3 embarcaciones con una o dos personas a bordo, pescaban lo que podían, dando la sensación que ya llevaban varas horas en aquel lugar. Posiblemente toda la noche. Ya en el paseo me dirigía en dirección este, unos 600 metros camino de la formidable estatua de la Virgen de Puerto que, con su Niño en brazos, esperaban ver amanecer desde un lugar tan privilegiado. Al final de este trayecto, unas escaleras con unas decenas de peldaños, llevaban a donde estaba la plataforma con la imagen de la Virgen. Muchos caminantes al llegar a este lugar, paraban, miraban la efigie, (algunos subían hasta donde estaba), murmuraban una oración, (supongo que un Ave María o una Salve), se santiguaban y seguían con su ejercicio. Me volvía para hacer el camino inverso, ahora tocaba recorrer todo el paseo: 1600 metros. Sobre las 7 y media empezaba el amanecer en Santoña. Por el este, lugar en donde se encontraba la estatua de la Virgen, una incipiente claridad rojiza, me decía que el sol pugnaba por salir de su madriguera nocturna, donde había pasado toda la noche, queriendo incorporarse al mundo de los vivos. Conforme pasaban los minutos, la claridad aumentaba, señal de que el sol estaba ganando la batalla a las tinieblas. Las luces de Laredo, frente a Santoña, se iban apagando por barrios, como si un imaginario sereno, fuera apagando con su apagavelas el pabilo de la vela que intentaba aniquilar las sombras que querían combatir la luz. El sol, precedido de la claridad que ya empezaba a bañar la tierra, empezó a asomar por la montaña con fuerza. Empezaba el espectáculo que día tras día despertaba a Santoña. Tras el sol, por la bahía santoñesa, apareció un barco pesquero haciendo sonar su sirena. Unos minutos después otro pesquero iba dejando tras el una estela de espuma.

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El espectáculo continuó con tres barcos pesqueros más. La razón era sencilla. Los barcos pesqueros regresaban al amanecer de su faena nocturna. Eran barcos de pesca de bajura, que habían estado toda la noche lanzando sus redes al mar y recogiéndolas con el producto de su trabajo. Las anchoas, los bonitos y otras especies marinas, iban en las cubiertas de los navíos camino del puerto santoñés. El pescado tenía que estar a primera hora en la plaza de abastos y en las pescaderías del pueblo. Algo llamó mi atención más de una vez. De los cinco barcos que estaban en la bahía, separados tan solo por unos centenares de metros, el que iba en tercer lugar arrastraba tras de sí una algarabía que nos llegaba a los espectadores que estábamos en tierra: Unas decenas de gaviotas, más de cien, iban tras su estela graznando de forma estrepitosa unas y posándose en la estela del agua envueltas por la espuma otras. La razón era muy simple: Aquel barco iría limpiando el pescado que había capturado, lanzando lo inservible de los peces al agua y las gaviotas hambrientas, comían con voracidad los desperdicios que les echaban los pescadores sin dejar de lanzar a los cuatro vientos, sus graznidos discordantes y disonantes, ásperos y nada melodiosos, Algunas venían a tierra mostrando su inmensa envergadura y sus colores. Las había blancas completamente, oscuras color crema, otras que podrían ser mestizas, pues a un cuello y buche blancos, se unían las alas con un color más oscuro, grisáceo tirando a negro. Los barcos iban zarpando por la bahía camino del puerto. El final es muy sencillo: llegada al puerto, amarre de los barcos, descarga del pescado y a la Lonja. Allí la subasta y en pocos minutos recogida de lo pescado y subastado camino del Mercado, para que los hombres, (en este caso las mujeres), lo compren y lo lleven a su casa para comerlo. El destino de estos animales es el de todos los animales: Estar al servicio del género humano, que para eso fueron creados. Ya lo dijo Dios en la creación del mundo, Todos los animales estarán al servicio del hombre, que para eso es el Rey de la creación. Para su alimento, su esparcimiento y su entretenimiento. Incluso el toro bravo es un servidor del rey de la creación. Eso es lo que se dijo y yo ni quito ni pongo una coma. Pero no olvidaré en mucho tiempo, a pesar de la mala memoria que poco a poco me va invadiendo, estos amaneceres en Santoña. Uno que es de tierra adentro, ha tenido sus devaneos y sus amores con aguas atlánticas, cuando allá por los años 50-60 del siglo pasado, lejana y perdida juventud, besaba con pasión las aguas del Atlántico. Lejos, muy lejos de Santoña.

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A bordo del Villa Fuica Dos detalles más nos quedan de nuestro viaje a Cantabria: El viaje marítimo a bordo de un barco de turismo y el Mercadillo. Una mañana embarcamos en un barquito de los que hacen pequeños recorridos por el mar, llevando turistas en su cubierta para contemplar las costas y algunos lugares típicos. Montamos en uno cuyo nombre era Villa Fuica. (Lo de Fuica es porque el “armador” se apellidaba así). El recorrido duró poco más de una hora. Había un joven a bordo, no más de 50 años, que era el Capitán, el timonel, el guía, el cicerone, el que vendía las entradas y el que expendía los certificados de embarque. No recuerdo su nombre, pero sí sus variados cometidos. Cruzamos la bahía y llegamos hasta Laredo, en donde atracamos en un pequeño muelle, embarcando y desembarcando algunos pasajeros. Efectivamente desde el mar vimos unos paisajes maravillosos. Unas costas cortadas a pico y con unos acantilados impresionantes. Nuestro capitán, guía, timonel, etc., vio que viajaban a bordo 3 niños, dos niños y una niña y les dijo que iban a conducir aquel impresionante “trasatlántico”. Les preguntó sus nombres y eran la niña, una preciosa chiquilla, con carita de ángel y que podría tener unos 10 años, se llamaba Cayetana, e iba acompañada de su abuela. Otro de los niños se llamaba Unai e iba acompañado de sus padres. Un arrapiezo de 11-12 años, con carita de travieso y que dedujimos que los padres serían vascos y usaban, estaba en su derecho, el santoral vasco para poner nombre a su hijo y el último de los críos, un chico de 12-14 años, gordinflón, mofletes rojos, que iba acompañado de sus padres, se llamaba ¡¡Norte!!. Si, si. Tal como suena. Cuando el guía le preguntó ¿Cómo te llamas? El mascullaba su nombre pero no se le entendía. Uuuhhhhmm. Hasta que la madre, una cuarentona con faldas amplias, cara redonda y gorda, pelos sin lavar y el padre, un individuo con pinta de hippy años 60, pelo con trenzas y almidonado, que llevaría lustros sin ser lavado, animaban al chico a decir su nombre, hasta que ella aclaró: Norte, se llama Norte. El niño enrojeció y se azoró, como si le diera vergüenza que supieran que él se llamaba así. Sentí vergüenza por la vergüenza del niño. Como era posible que se tuviera esa libertad para ponerle a un niño semejante nombre. Por lo menos que le hubiesen puesto Estrella Polar, que es más bonito y siempre marca el norte magnético. Cayetana y Unai condujeron el barco unos metros. Norte se negó. Terminamos el recorrido que fue bonito y relajante y volvimos a tierra.

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El Mercadillo Un sábado cualquiera aprovechamos que había Mercadillo en Santoña. Jacinto y un servidor estuvimos “encantados” de acompañar a nuestras santas al Mercadillo. Cerca de la Estación de Autobuses se montó el espectáculo comercio-variedad-gentío-atasco. Paseamos por la calle principal de la exposición y venta de artículos imprescindibles. Paraguas baratos, señoras. Solo seis euros la unidad. Bragas, vendo bragas a 3 euros el par. Dos pares 5 euros. Camisas, camisas Richelieu. Lo último de la moda de París. 10 euros. Vamos, vamos. Anímense. Pantalones vaqueros de todas las tallas. Para todos los cuerpos por gordos que estos sean. El pregón con la propaganda que los vendedores ambulantes hacían de su género, era machaconamente publicitado, lo que hacía que se formara una algarabía de tomo y lomo. Este era el griterío de los vendedores/as que animaban con sus gritos y ofertas a que adquiriéramos sus productos, porque eran los mejores. Algo compramos, no recuerdo qué. Posiblemente no sirva para nada, pero ¡Era tan barato! Volvimos por la calle secundaria para incorporarnos a la vida menos movida, estrecha y no tan apretada. Las santas salieron contentas. ¿Qué demonios tendrá el mercadillo que atrae tanto a las mujeres? Algo debe tener que yo no he descubierto todavía, pero no desespero y algún día seré un forofo mercadillero. Debo tener confianza en mí mismo. Tengo toda una vida por delante y pocas cosas que hacer. Fuera ya del bullicio del Mercadillo, recordé una poesía, que tanto Jacinto como yo hemos citado un montón de veces, que se le podría aplicar a estos mercadillos de ahora, salvando las distancias existentes entre estos y a quien estaba dedicada la poesía. Probablemente muchos de los estudiantes y licenciados de ahora no conozcan ni la poesía ni al autor, un andaluz que algún día algún político con nervio, por no decir con otra cosa, debería reivindicar y exigir que los estudiantes, al menos los andaluces, conozcan a este escritor y poeta gaditano. Me refiero a D. José María Pemán y Pemartín y su poesía está dedicada a la Feria de Abril de Jerez. Esta es una pequeña reseña del personaje: José María Pemán y Pemartín (imagen de madurez) (Cádiz, 8 de mayo de 1897 –muere, 19 de julio de 1981) fue un activista monárquico, poeta, dramaturgo, escritor, articulista y orador español que se significó por su conservadurismo católico y por su apoyo político a la Dictadura de Miguel Primo de Rivera (marqués de Estella). Colaboró con Franco recién terminada la guerra, que le nombró Director de la Real Academia 230


Española, pero su colaboración con Franco terminó pronto, al no pensar los dos lo mismo sobre la reinstauración de la Monarquía española, dedicándose a escribir obras de teatro, artículos en la prensa y poesía. Esta es la poesía dedicada a la Feria de Jerez que, en algunos aspectos, pocos, se podría parecer a lo que son los Mercadillos de hoy.

FERIA DE ABRIL EN JEREZ Y es que Andalucía es una señora de tanta hidalguía que apenas le importa "lo materiá". Ella es la inventora de esta fantasía de comprar y vender y mercar entre risas, fiestas, coplas y alegría juntando a la par negocio y poesía... La feria es un modo de disimular. Un modo elegante de comprar y vender. Se lo oí decir a un tratante: —Hay que ser inglés pa hacer un negocio poniéndole a un socio un parte con veinte palabras medías, que cada palabra cuesta un dinerá. "Compro vagón muelle cinco tonelás. Stop. Urge envío..." ¡Qué cursilería! ......................En Andalucía con veinte palabras no hay ni pa empezá... ¡Que al trato hay que darle su poco de sá!... Lo de menos, quizás, es la venta. Lo de más, es la gracia, el aqué, y el hacer que no vuelvo y volvé, y el darle al negocio su sal y pimienta ......................como debe sé. 231


Negocio y poesía: ¡Feria de Jerez! ¡Rumbo y elegancia de esta raza vieja que gasta diez duros en vino y almejas vendiendo una cosa que no vale tres!

El final en Santoña Poco más nos queda por decir de lo sucedido en este viaje por tierras montañesas de Cantabria. Sí quiero confesar que el trato que se nos dio en la Residencia fue ejemplar. Nuestros contactos con la gente de Santoña, un recuerdo imborrable. La contemplación de las montañas cántabras y de los monumentos que adornan sus ciudades, algo para no olvidar. Y por último que allí nunca mencionamos, pero que Jacinto y yo lo llevábamos grabado en el corazón, cincelado a golpes de martillo: Hace 2 o 3 años, un atentado de ETA con coche bomba, mató a un compañero nuestro, a un Subteniente, que, al igual que nosotros, estaba allí pasando unos días de vacaciones con su familia. Descanse en paz y ¡malditos sean estos canallas! Posiblemente sus asesinos estén a la espera de la amnistía que el Gobierno de España les tiene prometida. ¡¡Malditos!! Puedo decir que estos actos, ni los olvido, ni los perdono. El día siguiente, 16 de septiembre, embarcamos el equipaje en el Skoda, nos santiguamos, Jacinto rezó la oración del automovilista y salimos de Santoña. Con nostalgia por los días vividos, pero alegres, puesto que regresábamos a casa, no sin antes hacer una parada y fonda a la sombra del Acueducto segoviano. Habíamos acordado dividir el viaje en dos etapas: Santoña-Segovia y Segovia-Córdoba, aunque a Jacinto le quedaría una tercera: Córdoba-Málaga. Hicimos el primer alto para desayunar en Castilla-León, en un Restaurante-Parador-Gasolinera de descanso que se llama La Puerta de la Montaña, nombre muy apropiado puesto que estaba en la raya divisoria entre Castilla y Cantabria. Repusimos fuerzas, estiramos las extremidades inferiores y algo las superiores y continuamos hacia Segovia, a donde llegamos sobre las 13.00 horas, más o menos. Segovia. Estábamos en Segovia y nuestro lugar de alojamiento distaba 200 metros del Acueducto. Subimos el poco equipaje que íbamos a necesitar, pues solo pernoctaríamos una noche en aquel lugar y preguntamos en 232


recepción en donde podríamos tener una cita y mantener una animada conversación, con algún cochinillo al horno que se prestara al efecto. Estábamos ansiosos de demostrarnos a nosotros mismos, que podíamos con todo lo que nos saliera por los corrales, (o por los chiqueros, que decimos en Andalucía), segovianos. Nos recomendó un restaurante, muy cerca de aquel lugar. A fe que salimos satisfechos del encuentro que tuvimos con nuestros adversarios. Jacinto y Leonor lo recibieron primero con una larga cambiada, de Judiones segovianos, para acto seguido armar la muleta, citar al gorrino, que entró con toda la inocencia del mundo y hacerle una faena de maestros. Josefina y yo, optamos por la faena clásica. Citamos al cochinillo con una ensalada segoviana, a la que el inocente guarro, entró derecho al engaño; el animal tenía trapío y quiso burlar nuestra muleta. Trasegamos unas copitas de vino, ya que el albero de la plaza estaba algo seco y el bravo marrano se quedó prendado. El cochinillo entró una y otra vez buscando el cuerpo de los dos lidiadores. Luchó como un cerdo de la ganadería Trinca y Muerde de los campos segovianos. Los cuatro terminamos la faena con una certera dentellada sobre el jamoncillo de ambos puercos, que no tuvieron más remedio que rendirse ante la faena de los 4 comedores, que así habíamos actuado, más como comedores que como matadores. Preguntamos al maître cual era la edad de los animales sacrificados y nos respondió que ambos tenían 3 meses. La edad ajustada y perfecta para ser lidiados en un buen comedor, respondimos nosotros. Se nos concedieron el rabo de ambos, como trofeo ganado en noble lid, no dándosenos las orejas, pues estas habían saltado a una olla de alubias naturales de La Granja de S. Ildefonso, que junto a otros chorizos, morcilla y partes nobles de los dos cochinillos, se estaba preparando una buena fabada para otros comedores más jóvenes que nosotros, que se iniciaban ahora en el mal llamado arte de Cúchares y bien llamado Arte de Gargantua y Pantagruel. Satisfechos, pero algo cansados, salimos de la plaza, (perdón, quiero decir del Restaurante), camino de nuestra residencia. Íbamos algo cansados, pues la lucha había sido a muerte. Estábamos, a pesar del cansancio, contentos con la lidia de ambos cochinillos y el triunfo que habíamos obtenido en aquella plaza, en la que no toreábamos desde hacía, por lo menos, 3 lustros; la faena nos había llenado de satisfacción. El recepcionista, que ya había tenido noticia de nuestra actuación, nos felicitó. -Enhorabuena, maestros. Lo he oído en la radio. Han estado ustedes de dulce. Qué pena que no la hayan televisado. Me ha llamado el 233


empresario del Restaurante, diciéndome la gran faena que han hecho ustedes y que les invita cuando quieran, a torear otra comida que será televisada para toda España. Enhorabuena otra vez. -Gracias, señor. Muchas gracias, contestó Jacinto algo tímido por la resonancia que había tenido nuestra actuación. Ahora vamos a descansar, prosiguió. Nos vamos haciendo mayores y tenemos que dosificarnos. En cuanto a volver a luchar con los cochinillos al horno, podríamos hacerlo el invierno que viene. El triunfo no ha sido solamente nuestro, también del “ganado”, que en todo momento ha estado a la altura de las circunstancias. Gracias otra vez. Entramos en nuestras habitaciones y descansamos, soñando que es muy posible que todavía nos queden muchos días de gloria como el de hoy. Ganas no nos han de faltar. Le pedimos a Dios que nos respeten los marranos y no nos produzcan heridas de consideración. Podemos tener cuerda para unos cuanto años más. Después del descanso vespertino, salimos a pasear por la ciudad. Se había corrido la voz por Segovia y mucha gente nos reconoció. Algunos se acercaban a nosotros a pedirnos un autógrafo o felicitarnos. Sus comentarios eran muy loables. -Claro, siendo andaluces, de Córdoba y Málaga, pueden tener actuaciones como esta. De Andalucía han salido los mejores comedores de cochinillo, que han visitado nuestra tierra, decía uno. Si el Gran Cándido levantara la cabeza y viera esto… decía otro. Habría que hacerlos hijos predilectos de Segovia, comentaba una señora mayor. Nosotros estábamos abrumados por tantas lisonjas. Se hizo de noche y, con la falta de luz, la gente ya no nos reconocía. Nos dirigimos hacia el acueducto, esa magnífica obra de los romanos, que aún perdura en tierras castellanas. Con la imagen de la obra magna que se eleva a la entrada de la ciudad, para gloria de sus constructores y orgullo de los segovianos que la conservan, al menos la parte que está en la ciudad, nos retiramos a descansar. Por la mañana muy temprano, pusimos la proa del coche rumbo a Andalucía. Relajados y tranquilos llegamos a la Capital del Reyno, que, por la M-50, nos sacó a la Radial 4, que nos enlazó con la N-IV que conducía a Córdoba. Fue voluntad de Jacinto que parásemos en Puerto Lápice que está muy cerca “de un lugar de la Mancha de cuyo nombre…” y allí tomamos café. Visitamos algunos lugares del pueblo, en donde estuvo nuestro señor D. Quijote, rememoramos algunas de sus hazañas y continuamos 234


caminito de Córdoba. Sobre la hora del yantar, poco después de la hora de sexta, paramos en una posada, a una legua de Córdoba, en donde el posadero nos sirvió unos bocadillos que calmaron las tripas de los cuatro que ya venían protestando desde Despeñaperros. Por cierto, digamos en honor de la verdad, que por Despeñaperros es por donde pasó nuestro señor D. Quijote con su Escudero Sancho o Sanchico, como le llamaban en su pueblo, desde La Mancha a tierras de Jaén en Sierra Morena. Por ahí pasamos nosotros, sufriendo las curvas muy pronunciadas, los túneles, los radares de control de velocidad, la densidad de tráfico…Menos de una semana después nos enteramos por los servicios informativos, que estos tramos de carretera de la N-IV han sido suprimidos, sustituyéndolos por unas elevadísimos puentes que nos hacen pasar las estribaciones de Sierra Morena en un pìs-pas. Llevamos a Jacinto y Leonor, nuestros amigos y compañeros de aventuras extra andaluzas, hasta la estación de FCC en donde un AVE, no un ave, los recogió y con sumo cuidado los depositó en su Málaga querida. Hasta la próxima, queridos amigos.

Se terminó de redactar esta verdadera crónica viajera, en la ciudad de Córdoba, el día 2 de octubre de 2.011, festividad de los Ángeles Custodios. Plácido Pascual Avilés

SEGUNDA CRÓNICA DE SANTOÑA Terminada esta crónica, recibo de mi amigo Jacinto un escrito hablando también de este viaje a Santoña. Cuando salimos de Córdoba, me pidió el kilometraje del coche, (puse el contador parcial a “0”, [Cero]). A lo largo del camino fue tomando apuntes de donde parábamos y otros detalles relativos al viaje. Todo era, según me dijo, porque le gustaba tomar nota en todos los viajes que hacía, para luego escribir una pequeña memoria que le sirviera para rememorar algunos hechos de los viajes realizados por él y Leonor. Le he pedido permiso para incluir su relato en este libro, a lo que ha accedido gustosamente. Algo que le agradezco, pues de esta manera el relato de Santoña irá más completo. Aunque el mío es más amplio, deteniéndome más en cuestiones históricas, dando pinceladas 235


descriptivas de muchos de los lugares visitados y, a veces, novelando un poco los hechos que nos han acaecido, (véase la comida de Segovia o la lluvia de Santoña), esta forma de escribir, es en mí virtud que algunos, y no sin razón, me señalan como vicio, pero son dos relatos diferentes del mismo tema. Lógicamente solemos coincidir en los hechos que son reales. El mío es el que el lector ha leído y que ha sido ampliado por mí de manera generosa; y el de Jacinto es más escueto, limitando su lenguaje a la brevedad y concisión del lenguaje militar, en donde no caben florituras ni disquisiciones, ni florilegios. Puede ser, el de Jacinto, “El Cuaderno de Bitácora” de un Capitán de Navío o de un Capitán Pirata, o “El Diario de una Bandera” de un Comandante famoso que anduvo por la guerra de África, allá por las primeras décadas del Siglo XX; y también puede ser el Acta levantada por el Cardenal Camarlengo del Vaticano, en donde, de una forma sucinta, se relata la elección de un nuevo Papa. Se comentan de una forma escueta los hechos acaecidos como en una unidad militar, sin conceder ni un ápice a la literatura, porque estos diarios no son para el divertimento del personal, sino para el conocimiento de quien corresponda. Porque relata hechos reales. Dicho lo anterior, dejo a mi admirado y querido amigo Jacinto, que vaya desgranado las horas y los días desde que salieron ellos de Málaga, día a día y conozcan los lectores las incidencias, acontecimientos, dichas y desdichas por las que pasaron estas cuatro personas en su periplo montañés cántabro y cantábrico. Verán que fueron más los placeres que el infortunio, el entretenimiento que el aburrimiento. Agradezco la generosidad de Jacinto, en incluirme como co-autor en este segundo relato, cuando más del 90% del trabajo, ha sido suyo Plácido. Vale.

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VACACIONES EN SANTOÑA (CANTABRIA) DEL 01 AL 17 DE SEPTIEMBRE DE 2011

-ALGUNOS DATOS PARA EL RECUERDODía 01.09.2011-jueves: Programa: Traslado a Santoña

+ Este es el relato pormenorizado de las vacaciones efectuadas por dos parejas: Plácido y Josefina, de Córdoba, junto con Jacinto y Leonor, de Málaga. Estos últimos vienen en tren desde Málaga a Córdoba, donde todos juntos toman el automóvil de Plácido, -¡espléndido Skoda!- para trasladarnos desde Córdoba a Santoña, en un solo día, de un tirón. El texto carece de valor literario y más bien es una especie de crónica de los hechos vividos más significativos, que nos ayuden después a recordar, ahora que las neuronas van fallando. + Iniciamos el largo recorrido en el coche, el cual registraba 1.608,13 km. en el cuentakilómetros parcial, después de haber comprobado ¡ay qué suspiro de alivio! que su maletero tenia capacidad holgada para meter todo el equipaje. Plácido conduce y Jacinto va de copiloto, facilitando la tarea del conductor en la identificación de las vías a seguir, leyendo el plano de carreteras, para contrarrestar así, los errores frecuentes del TOM-TOM; no obstante ello, es bueno auxiliarse de su técnica, también. + La primera parada la efectuamos a la salida de Córdoba, en la gasolinera LAS PALMERAS, donde desayunamos, saliendo a las 8,40 horas. La segunda parada la efectuamos a las 11,20 horas en el restaurante LA GRANJA (Fuente del Fresno). En dicho momento llevábamos 224 km. La tercera parada es en la autopista AP-61, km. 79, con 463 km. al coleto; aquí tomamos unos bocadillos que había preparado Leonor, chiquitos para que ni el conductor ni los pasajeros, se atiborren de comida y, en 237


consecuencia, no se queden dormidos. Finalmente, la cuarta parada tiene lugar a las 17,30 horas, en el restaurante PUERTA DE LA MONTAÑA, con 726 km. ya recorridos. + Por fin llegamos a la residencia militar VIRGEN DE PUERTO, registrando el cuentakilómetros la friolera de 871 km. recorridos en unas 12 horas, incluidos los descansos correspondientes. Nos asignan las habitaciones 104 (Jacinto) y 107 (Plácido). + La residencia no sirve cenas, por lo que nos sugirieron que la efectuásemos en la cafetería (cantina, así llamada por la encargada del servicio de seguridad). Siguiendo las recomendaciones, así lo hicimos: se pueden tomar diversos platos combinados, que los sirven a buen precio. Después, casi todas las noches de nuestra estancia, tomaríamos un austero refrigerio, apto para monjes de clausura, pues a veces estuvo reducido a una ensalada para los cuatro y un sándwich mixto, si acaso. Nos atendió casi siempre, con simpatía y cordialidad, Lucía, la esposa brasileña del encargado de la cafetería. La recordamos con afecto. + Esta primera noche inauguramos la caja común, ingresando en ella 200 euros (100 por pareja). + La residencia nos produce la impresión propia de una instalación militar antigua: no tiene ascensor ni aire acondicionado. Está claro que sí tiene la sobriedad característica de lo castrense.

Día 02.09.2011-viernes: Programa: Conocer el paseo marítimo, la playa y el centro histórico.

+ Nos levantamos con el propósito de desayunar a las 9,15, habida cuenta que el horario para hacerlo es de 09,00 a 10,30. El comedor, al contrario que el resto de la residencia, tiene un aspecto excelente, con las sillas protegidas con forro de tejido de color amarillento, a semejanza de 238


las que se utilizan en los restaurantes de lujo, especialmente para las bodas. Nos asignan la mesa 11, para los cuatro. + Después del desayuno nos vamos a conocer el PASEO MARÍTIMO de Santoña. Excelente para pasear; se ve mucho gente disfrutando del mismo. La playa del pueblo está cubierta por el agua, y solo pueden bañarse en ella los usuarios de la misma que lo pretendan, cuando baja la marea, que es cuando la arena queda al descubierto. + Visitamos también el MERCADO MUNICIPAL: Es pequeño. Tiene varios puestos de pescado (unos seis), dos de carne y uno de verduras. Observamos con curiosidad que, prácticamente, en todos los puestos venden las célebres anchoas de Santoña, tanto en tarros como en cajas redondas de plástico, llamadas panderetas. Igual ocurre con los restantes comercios del pueblo. + Nos desplazamos también al centro histórico, destacando el ayuntamiento, en esta ocasión por su deplorable y desvencijado aspecto; sin embargo, por el contrario, la oficina de Información y Turismo estaba radicada en un magnifico palacio, situado enfrente de la casa consistorial. +Tomamos una cerveza con unos pinchos (había unas 17 clases, según le informaron a Plácido) en un local llamado DON VINO, situado en la calle principal. Costaban a 1,50 cada uno, a elegir. + Cena en la cafetería: 1 sándwich mixto y una ensalada. + Juega la selección española de fútbol contra Chile, con resultado positivo para nosotros.

Día 03.09.2011-sábado: Programa: Visitar el mercadillo de Santoña + Es muy largo el mercadillo, el cual se instala con carácter habitual, solo los sábados. Abundan los puestos dedicados al textil y a los zapatos, sobre todo. Compramos un paraguas (6€) porque estuvo lloviendo, alternándose las gotas y los claros. Estuvo nublado todo el día.

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+ Regresamos a la hora de comer (horario del comedor: 14,00 a 15,30). Comida para hoy: entremeses, ventresca; canelones; pescado y flan. Encontramos que la comida está bien elaborada (exceptuado un día, al final, que pusieron la carne muy dura). Iniciamos una relación simpática con las dos camareras que nos asisten: una se llama Puerto y la otra Mari Puerto, ambos nombres, sin duda, en honor de la Virgen de Puerto, patrona de Santoña. Aclaramos que el nombre correcto es VIRGEN DE PUERTO y no DEL PUERTO como aparece en muchos letreros y documentos, ya que no se debe incurrir en las iras de Plácido quien, para aclararlo, tuvo la paciencia y la audacia de ir a consultarlo con el cura de la parroquia, confirmado más tarde por él mismo, con más erudición, a través de Wikipedia. + Salimos de nuevo por la tarde, como casi todas, al paseo marítimo, para ver el montón de puestos ambulantes, de bolsos y juguetes, especialmente, servidos por fornidos mozos de raza negra, seguramente subsaharianos, los cuales se habían dado cita en Santoña ante la proximidad de las fiestas patronales, las cuales iban a iniciarse ya. +Por la noche volvemos a cenar en la cafetería (lo de cantina suena extemporáneo) de alumnos, como lo haríamos la mayoría de las noches. El menú consistió en un sándwich mixto y una ensalada, junto con una excelente agua de Solares que, como es bien sabido, solo sabe a agua, según reza su publicidad. En total, los cuatro hemos cenado por 11,10. Más austeridad es imposible. + Al citar la cafetería de alumnos, consideramos necesario aclarar que esta residencia, se dedica a la preparación del personal de tropa que lo solicite y previa obtención -mediante examen- de la plaza correspondiente, para el ingreso en la Academia General Básica de Suboficiales en Tremp (Lérida)

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Día 04.09.2011-domingo: Programa: Efectuar recorrido turístico en barco. (Fallido por lluvia)

+ Amanece lloviendo y suspendemos la salida en barco, que teníamos programada. Decidimos ir, en su lugar, a la estación de autobuses para ver la mejor forma de programar el viaje a Santander. + Tras diversas indagaciones averiguamos que los autobuses salen cada hora y media y tardan en efectuar el recorrido una hora, aproximadamente. + Regresamos a la residencia y nos metemos en la Sala de TV a jugar a las cartas. + Por la tarde, después de la siesta, nos vamos a la iglesia de Ntra. Sra. de Puerto -imagen muy bonita-, y oímos misa cantada a las 19,30 horas. Antes participamos, también, en el rezo del Santo Rosario. No se podrá dudar, pues, de nuestra religiosidad. + Regresamos de nuevo a la residencia y vemos en la cafetería el partido de baloncesto ESPAÑA-LITUANIA, que lo gana nuestra selección (no hay quien la pare) por 12 puntos, aunque habían estado superando en todo momento, a los lituanos, por más de 20.

Día 05.09.2011-lunes: Programa: Visita a Laredo y Castro Urdiales, en coche.

+ Salimos en coche y está lloviendo intensamente. Iniciamos el viaje hacia Laredo y nos tenemos que volver porque no se ve nada a través del parabrisas. + Lo intentamos de nuevo, sobre las 11, y, ahora si, nos vamos hasta Laredo. No podemos aparcar y entramos por el centro buscando un 241


lugar donde dejar el auto. Así, buscando y buscando, llegamos a un mirador, desde el cual hay una panorámica excelente y logramos hacer unas buenas fotografías de todo Laredo. Dada la hora, suspendemos provisionalmente el viaje a Castro Urdiales, dejándolo para otro día. + Regresamos a la hora de comer (14.15). Menú: lomo embuchado, ensalada, albóndigas en salsa y flan. Todo ello acompañado de agua de Solares, gaseosa La Casera y un vino tinto de Rioja, aceptable. Lo ponen todos los días. La gaseosa ni la probamos; en cambio el rioja cae casi siempre. + A las 16,15 horas Jacinto y Leonor, ven los culebrones (telenovelas) Bandolera y El Secreto de Puente Viejo. Buscan con ello el pasar un par de horas distraídos, que no todo ha de ser economía y más economía. + Por la tarde damos un paseo por el marítimo y compramos un segundo paraguas de color granate, con doble tela (8€), para Leonor.

Día 06.09.2011-martes: + Llamada a la residencia de Segovia para reservar una habitación, para el día 16, el del regreso. Efectuar excursión por la bahía, en el barco turístico.

+ Jacinto llama a la residencia militar de Segovia, la única que figura en su listado de residencias, con la pretensión de reservar dos habitaciones. Le atiende muy gentilmente el subteniente Pinto, quien informa que solo disponen de una que, obviamente, no se acepta. A petición nuestra, nos recomienda el HOSTAL DON JAIME, por ser alojamiento habitual de los militares que vienen a realizar cursos. Añade que suele tener una buena relación calidad-precio. Seguiremos haciendo gestiones.

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+ Nos embarcamos en el barco turístico VILLA FUICA, a las 12 horas, el cual nos lleva en primer lugar al puerto deportivo de Laredo y, posteriormente, por toda la bahía. Durante el recorrido, de una hora y media de duración, se nos va explicando la historia y antecedentes de todo cuando estamos viendo. Coste: 6€ por persona. + Por la tarde, tenemos ocasión de asistir a la fiesta popular MARMITE 2011, en el que los organizadores (marineros de Santoña) ofrecen, gratuitamente, una marmita de bonito y patatas (900 kg. de bonito y 3.000 de patatas, según los datos recogidos). Con tal producto estaba previsto alimentar a más de 10.000 personas. + Como quiera que la marmita se cocinaba en el patio de la propia residencia, nuestras santas, Josefina y Leonor, compraron sendos recipientes y fueron a recoger dichas viandas, siquiera por cumplir con la tradición marinera. Por gentileza de Lucía, nuestra amiga brasileña, pudimos degustar la marmita en la cafetería, con sendas cervezas. La marmita así elaborada tenía muy poca calidad, pero la tradición es la tradición y, mucho más, si todo está bendecido por la Virgen de Puerto. + La explanada pública existente frente a la residencia, estaba repleta de personas, formadas en colas, esperando que les tocase recoger su ración o raciones. + La mayoría de los vecinos de Santoña, pueblo marinero por excelencia, que vive de la pesca, fundamentalmente, usan como atuendo de las fiestas patronales: pantalones y/o faldas, de color azul, acompañados de camisas del mismo color y con el escudo bordado de la Virgen de Puerto, en el lado izquierdo del pecho, adornándose el cuello con pañuelos de color gris. Pretenden así rendir honor a los marineros que, según nos informaron, vestían de este modo en la antigüedad. A destacar la gracia de las niñas con sus falditas azules, asomando por debajo el borde de una supuesta enagua blanca. También lucían sus camisitas azules, bordadas, y sus pañuelitos al cuello.

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Día 07.09.2011-miércoles: Programa: Visita a Santander, Asistencia a la procesión marítima.

en

autobús.

+ Nos vamos en el autobús, costeando por los pueblos pequeños, donde va recogiendo y soltando viajeros. Tardamos una hora y diez minutos, hasta que llegamos a la estación de autobuses de Santander. + Visitamos, entre otros, la cercana catedral, el ayuntamiento, el edificio del Banco Santander, el paseo de Pereda, la bahía. Nos seduce y encanta la ciudad, por la magnífica arquitectura de sus edificios, hasta el punto de que nos proponemos volver otro día, para conocerla más y mejor. + Regresamos a la residencia, por el mismo procedimiento, a las 14,40 horas, para efectuar la comida en la misma. + Por la tarde, sobre las 19 horas, asistimos a la procesión marítima en la que, muchos barcos de todo tipo y tamaño, especialmente los pesqueros, toman parte en la misma, navegando unos detrás de otros, en la bahía, desfilando delante del barco que lleva a la Virgen de Puerto, con el fin de obtener su bendición. + Ingresamos en la caja común, otros 200€ (100 por pareja).

Día 08.09.2011-jueves: Programa: Baño en la playa de Berria. + La playa de Berria es la mejor playa de Santoña. Está muy cerca del pueblo, aunque es aconsejable desplazarse a ella en automóvil. Es muy ancha y muy larga, de magnifica arena, en la que se anda muy bien. + Nos hemos mojado, por fin, aunque no se puede decir que nos hayamos bañado, ya que el agua está bastante fría; no obstante la mañana ha sido muy agradable. El sol siempre alegra la vida.

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+ Esta playa es colindante con el tristemente célebre penal de El Dueso. Desde la playa se ven muy próximas las garitas y las edificaciones del centro penitenciario. + Por la noche hay fuegos artificiales, ya que es la festividad de la Virgen de Puerto, patrona de Santoña. Los fuegos se inician a las 24 horas, desde un castillo muy próximo a la residencia, por lo que, aún acostados, se sienten los zambombazos, hasta el punto de que el explosivo gordo, el que cierra el espectáculo, hizo retemblar las habitaciones y por ende las camas. Y nosotros nos preguntamos: ¿no habrá otra forma más divertida y menos agresiva de celebrar las fiestas?

Día 09.09.2011-viernes: Programa: Nueva visita a Santander

+ Nos desplazamos a Santander en el coche. Siguiendo el mapa de carreteras, llegamos con facilidad a los Jardines del Piquío, junto a las dos playas del Sardinero. + Aparcamos en un hueco milagrosamente hallado y hacemos varias fotos de las playas referidas. La panorámica que se divisa es maravillosa. + Como habíamos salido de la residencia sin desayunar, ya que iniciamos la marcha sobre las 8 y el comedor no abre hasta las 9, pues preguntamos a un jardinero por una cafetería cercana y nos recomienda la cafetería Piquío, en donde logramos acabar con los retortijones de estómago –quizá algún rugido que otro, también- que ya estábamos sintiendo. El café y las tostadas ingeridas, acabaron con el problema. + Vemos el bus turístico y decidimos tomarlo para conocer con más comodidad los lugares más significativos de la ciudad, dando una vuelta completa al circuito que recorre. Dura una hora y tenemos la oportunidad de escuchar las explicaciones que se nos ofrecen a través de

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unos auriculares que nos facilitan, los cuales están conectados a un denominado Canal 2. + Finalizado, regresamos a Santoña por la autovía A-8, y nos tomamos unas cervezas y unos pinchos en el restaurante La Marina. + Tuvimos la suerte añadida de ver pasar por Santoña a los corredores de la Vuelta Ciclista a España. Presenciamos el multicolor espectáculo, en primera fila.

Día 10.09.2011-sábado: Programa: Nueva visita a Laredo.

+ Nos vamos por la mañana a las 9,20, en autobús ALSA, que tarda media hora en el recorrido. + Visitamos el casco histórico y subimos hasta la iglesia de la Asunción, del siglo XIII. + Descendemos por calles llenas de bares de tapeo (no entramos en ninguno. quizá por el afán de ver la mayor cantidad de lugares) y visitamos, también, el convento de San Francisco. + Desde el convento nos trasladamos al edificio del ayuntamiento y al colindante de los juzgados. + Esperamos el autobús de regreso y volvemos a Santoña, habiendo rechazado la posibilidad de trasladarnos a dicha población, en un barquito que cruza la bahía, permanentemente, acortando así la distancia y el tiempo invertidos, por el módico precio de 2 euros, ida y vuelta. + Hoy ponen en el menú carne y, excepcionalmente, está muy dura, hasta el punto de que la mayor parte de los comensales la dejan en los platos. A pesar de ello, no formulamos reclamación alguna. ¡Somos tan sufridos los militares! 246


+ Por la tarde damos un paseo por el marítimo y después por el centro del pueblo. Nos sentamos en un bar muy bien situado, llamado Central, legítimamente, y tomamos unas tónicas. En los siguientes días regresaríamos más veces a tomar la deliciosa bebida, bien acomodados.

+ Por la noche vemos el Real Madrid-Getafe en la cafetería. Resultado: 4 a 2.

Día 11.09.2011-domingo: Programa: Visita a Castro Urdiales

+ Nos vamos en coche, por la autovía. Tardamos una media hora. Aparcamos en una calle, a la entrada del pueblo. + El puerto pesquero y la dársena están en el centro de la población y ofrecen una panorámica singular, de gran belleza y armonía. + Destaca, en un promontorio al que subimos, la iglesia de Santa María, del siglo XIII, espectacular obra arquitectónica. Al lado está el castillo faro, desde el cual se obtiene una panorámica del mar Cantábrico, junto con el puerto y el paseo marítimo, absolutamente excepcional. Tomamos bastantes fotos. + Nos metimos en el barrio de los bares de tapeo, visitando el bar Pedrín por indicación de un transeúnte joven al que preguntamos, quién nos dirigió al mismo, por considerar que, en dicho bar, se ponían los pinchos de toda la vida, pues había otros más modernos pero no eran lo mismo en cuanto a calidad. Solicitamos unas cervezas y sendos pinchos de boquerones y bacalao (4x4.20=16.80). Estaban verdaderamente deliciosos. + Por la tarde tocó paseo por el marítimo.

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Día 12.09.2011-lunes: Programa: Paseo por Santoña, en búsqueda del comercio adonde comprar anchoas.

+ Tras efectuar diversas consultas, llegamos a la conclusión de que los dos mejores establecimientos, al menos los de más fama, eran los de EMILIA y ANA MARÍA, situados al final de la avenida del almirante Carrero Blanco. + Por la mañana nos acercamos a EMILIA y tuvimos la percepción de que tenían precios muy caros. Colindante, había otra casa, llamada ESCOBEDO-SANTOÑUCA, pero estaba cerrada; no obstante, nos propusimos visitarla en otra ocasión. + Seguimos paseando por el centro, por diferentes calles, viendo escaparates. Nos tomamos unas cervezas con un pincho de anchoas y otro de chistorra, en el bar colindante con el de DON VINO. + Por la tarde volvimos al establecimiento ESCOBEDOSANTOÑUCA, el que estaba cerrado por la mañana, si bien cuando llegamos ya estaba abierto al público. Resultó ser una segunda marca de EMILIA, con mejores precios, y en él adquirimos varios tarros de anchoas, ventresca y bonito, para llevar los regalos de rigor, al regreso. + En cuanto al deporte, Nadal perdió una vez más, y van seis, frente al histriónico serbio. Sorprendentemente, el Málaga le metió 4 a 0 al Granada. + Efectuamos una nueva aportación a la caja común: 100€ (50 por pareja). No creemos que haya suficiente.

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Día 13.09.2011-martes: Programa: Visita a las poblaciones costeras de NOJA e ISLA.

+ Salimos, después de desayunar, en el coche de Plácido. Nos desviamos hacia Noja, en Argoños, después de habernos equivocado, aunque durante un corto trayecto. Rectificar es de sabios y nosotros, no seremos sabios pero tampoco somos tontos, que diría el que sale en el anuncio publicitario de Media Mark. + NOJA: Población turística que tiene dos playas espléndidas, aunque con muchas piedras y muy elevadas, visibles desde el paseo marítimo. + Aquí se le avería a Jacinto la máquina de fotografías, después de tomar unas fotos de la iglesia y de otros varios lugares. Desayunamos en un bar. + De Noja nos vamos a ISLA, otra población turística, con muchos hoteles y excelentes playas anchas y largas, dotadas de arena fina y dura, aptas para pasear. + Por la tarde salimos a pasear por el centro de Santoña y nos llueve. Tenemos la oportunidad de ver la procesión.

Día 14.09.2011-miércoles: Programa: Nueva visita a Castro Urdiales.

+ Nos desplazamos de nuevo a Castro Urdiales, en el coche. Esta vez aparcamos en un parking existente en el puerto mismo, denominado AMESTOY.

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+ En esta ocasión visitamos el MERCADO MUNICIPAL. Hay dos, uno antiguo, en el que se venden solo frutas y verduras; el otro, contiguo, más moderno, en el que se comercializan carnes y pescados. Ambos ofrecen una pobre impresión por su aparente abandono. + Después, siguiendo las recomendaciones de nuestra guía turística, hemos buscado los jardines de ATAULFO ARGENTA, el gran director músico, hijo de esta población. Tienen la característica singular de que siempre suena en ellos música clásica. Suponemos que corresponderá a la obra de dicho gran músico. + Nos tomamos unos cafés, los de media mañana, en la cafetería BRISTOL, en el paseo marítimo. + Posteriormente, hemos dado un paseo por la parte oriental del marítimo, la cual no habíamos visto en el viaje anterior. + Terminado el recorrido, nos hemos dirigido al Paseo Menéndez Pelayo, la calle más larga de Castro (así lo llaman los lugareños, obviando el Urdiales). En esta calle abundan las casas señoriales con escudos nobiliarios y placas en las puertas de entrada, con el detalle de su historia y la de sus moradores célebres. + Finalmente, y para cumplir con el rito, nos hemos tomado unas cervezas y unos pinchos en la CASA DE ANDALUCIA, en Castro, regentada por una mujer cuya forma de hablar es vasca, vasca. Este pueblo debe sentir una gran influencia del cercano Bilbao, puesto que la mayoría de las personas a quienes hemos oído hablar, tienen el acento vasco, muy acentuado; no sabemos si es porque son vascos que se han cambiado de lugar de residencia o porque, a lo largo del tiempo, han ido asimilando su particular manera de hablar. + A las 14 horas regresamos a Santoña, tardando una media hora en efectuar el recorrido. + Por la tarde hemos comprado los sobaos y las quesadas para llevar de regalo a la familia, en DON BOGARTE, el comercio de más calidad de los existentes en la plaza de san Antonio.

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Día 15.09.2011-jueves: Programa: Excursión al pueblo costero de AJO.

+Salimos en el coche hacia AJO: pueblo, playa y faro. Llegamos al pueblo buscando la oficina de Información y Turismo, la cual está cerrada. + Llegamos a la playa, tras buscarla denodadamente por un camino estrecho y deficientemente señalizado. No es muy buena. + Aquí nos llevamos un buen susto con el coche, porque Josefina, avispadamente, detecta que gotea por abajo. Tras efectuar diversas comprobaciones, Plácido advierte que el aire acondicionado estaba conectado, por lo cual el goteo corresponde al uso del mismo, con lo que finaliza la preocupación que nos había invadido a todos, pensando que pudiera tratarse de una avería seria. + Después de la playa nos vamos en busca del faro, pero está cerrado con candado y no se puede entrar; no obstante le tomamos varias fotografías, si bien desde lejos. + Ajo corresponde a un grupo de tres pueblos: AJO, GÜEMES Y BAREYO, éste último sede de la Junta Local de Gobierno. + Regresamos a Santoña y confrontamos el cuentakilómetros: hasta el día de hoy, hemos recorrido 1.290 km., de los cuales hay que deducir los 871 existentes, tras el recorrido entre Córdoba y Santoña, por lo que “callejeando” por los alrededores se han hecho 419. + El día nos ha permitido disfrutar de un sol espléndido. Por la tarde, después de los culebrones, procedemos a preparar el equipaje, con el fin de iniciar el regreso el día 16.

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Día 16.09.2011-viernes: Programa: Regreso, haciendo noche en Segovia.

+ Tras tomar la decisión de partir el trayecto Santoña-Córdoba, pernoctando en Segovia, Plácido recurre a su hijo José Carlos, quién por hallarse de maniobras con los cadetes de la Academia de Infantería, delega en su mujer, Carmen, para que a través de Internet localice el mejor hotel de los posibles, incluyendo el precio. + Después del trabajo que tales localizaciones suelen llevar consigo, logra reservar dos habitaciones en el HOSTAL DON JAIME, coincidiendo que éste mismo nos había sido recomendado por el subteniente Pinto. ¡Gracias a José Carlos y Carmen! + Salimos de Santoña, sin desayunar siquiera, a las 7,45 horas. El cuentakilómetros ofrece las siguientes lecturas: Salida, 1.290 km. Llegada al restaurante LA PUERTA DE LA MONTAÑA, a las 9,30. Desayunamos opíparamente. + Nos alojamos en el HOSTAL DON JAIME (Segovia), habitación 12 y 35, donde el gerente del mismo nos recomienda ir a comer cochinillo en el restaurante MARIBEL, el cual se encontraba a muy poca distancia. Tomamos con especial deleite el célebre cochinillo, amén de otros platos. ¡Excelente menú! Hubiera sido imperdonable estar en Segovia y no comerlo. ¡Ah! Y, milagrosamente, no reventamos. + Por la tarde damos un paseo por el centro de Segovia y tomamos café/tónicas en el bar Los Faroles. + Por la noche, y para contrarrestar, efectuamos una cena muy austera: un melocotón. Y nos acostamos a las 9,30, para continuar viaje al día siguiente, muy temprano.

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Día 17.09.2011-sábado: Programa: Regreso a Córdoba y Málaga. + Nos levantamos a las 7,00 y desayunamos a las 7,30, en el comedor del hostal. Pagamos la factura y emprendemos la marcha hacia Madrid-Córdoba, por la AP61. Como anécdota hemos de resaltar que la salida de Segovia fue muy accidentada por la imperfecta señalización (al menos así nos pareció a nosotros), razón por la cual sufrimos una perdida de tiempo importante. + Al llegar a Valladolid, también sufrimos otra equivocación, al ver que el desvío a Segovia estaba señalizado con VA-30, (una carretera de circunvalación) cuando nosotros íbamos buscando la autovía que nos condujera a Segovia. Al final, tuvimos que dar dos o tres vueltas al ruedo hasta encontrar la dirección correcta; sin embargo no nos dieron ninguna oreja. + Salimos con el km. 1618 por la AP 61. Paramos en Puerto Lápice y tomamos café en su magnífica y antiquísima plaza. Proseguimos camino hacía Córdoba, a las 11,15 horas. + Llegamos a Córdoba a la gasolinera existente frente a la de Las Palmeras, registrando el cuentakilómetros 2.200. Hemos recorrido 910 km. (2.200-1.290) Tomamos unos bocadillos los cuatro, habida cuenta que ya faltaban muy pocos kilómetros para llegar a Córdoba y ya no había riesgo de que entrara sueño. + Y aquí damos por finalizada esta crónica que, como se puede comprobar, no aspira a obtener el Nobel de Literatura, sino simplemente a recordar las vivencias y lugares más significativos. Los cronistas Plácido Pascual y Jacinto Ruiz

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DOCUMENTOS GRÁFICOS de cantabria

Vista desde Laredo

y en Santoña Monumento a Juan de La Cosa

Santoña. Monumento a Carrero Blanco. En Laredo Jacinto, Leonor y Josefina

Ayudando al Sulero a pescar sulas.

Cañón español de los llamados de a 24.

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Feria en Santoña

Arreglando el bonito del norte.

Preparando la Gran Marmitada

Patatas para el bonito ya limpias.

En la campa se reunieron más de 12 mil personas. Aquí esperan que la comida esté preparada.

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La comida fue ejemplar en todo.

…Y nos sorprendió la luna…

En la bahía de Santoña a bordo del Trasatlántico “Villa Fuica”.

Cayetana, la joven timonel, fue una magnífica piloto. Su pericia impidió que una tormenta nos hundiera en las aguas procelosas del Cantábrico.

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Grutas en el mar verde esmeralda y Fuerte en la Santoña de 1808.

En la Iglesia de Santa María habita la Patrona de Santoña: Virgen de Puerto.

Procesión marítima por la bahía. En cabeza el barco en el que viaja la Patrona del pueblo marinero, todos los demás escoltando a su Patrona.

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Decenas de barcos, con calma chicha en la bahĂ­a, tras la estela mariana.

Los santoĂąeses acompaĂąan ahora a su Patrona por las calles del pueblo.

La Virgen de Puerto camino de su Su lugar de descanso.

El casino de Santander.

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En las playas del Sardinero Leonor, Plácido y Josefina. Vista de unos de los bellos edificios santanderinos que embellecen el paseo marítimo.

He aquí las lágrimas del Sauce llorón y la alegría de los turistas.

Ayuntamiento santanderino. Leonor y Josefina posan para la posteridad.

Monumento al artillero Capitán Velarde, héroe de la guerra de la Independencia. 1808-1812.

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Edificio del Banco de Santander en ídem.

El autor posa relajado.

La vuelta ciclista a España, salió de Noja, que fue final de etapa, pasando por

Santoña a una hora muy temprana. Josefina aplaude al rezagado, a la cola del pelotón, animándole a esforzarse más. Este año de 2011, el vencedor fue un corredor cántabro, siendo el primero de esta región que consigue esta proeza.

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Bajo la sombra y protección de la Patrona de Santoña, Virgen de Puerto, situada su efigie al este, al comienzo del paseo marítimo.

Vista de nuestra Residencia. El sol se pone en el horizonte de la bahía. Calma.

Por las calles de Laredo, antigua ciudad cántabra; y en la Iglesia de Santa María: Plácido y Jacinto.

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Preciosas la reja y las turistas.

Iglesia de S. Francisco de Asís en Laredo. Sede de las MM Mercedarias.

El matrimonio en Castro Urdiales, separados por la máquina de fotos. Uno en la Plaza del Ayuntamiento y otra en el muelle de embarcaciones castreñas.

En la dársena de reparación de barcos. Una de las más bellas iglesias del Gótico que he visto en mi vida, Santa María de la Asunción. C. Urdiales 262


A los pies del palista de traineras.

Jacinto fotografía para la eternidad.

Posando delante de Santa María de la Asunción y anzuelos en el Castillo de Santa Ana usados por los pescadores a lo largo de muchos años. Castro U.

Sede del Club Náutico y unos niños que acaban de participar en una carrera de Regatas. Todo en Castro Urdiales.

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Dando gracias a Dios por tantas cosas… y el mar cantábrico entra hasta los pies de la magnífica catedral castreña, besando sus cimientos.

La policromía de Castro Urdiales, se refleja en todos sus lugares. Uno de los pueblos más bellos visitados por estos audaces turistas.

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En Noja, entre las flores. Belleza de una playa de Noja, aquí solo se ven las peñas casi volcánicas. Las arenas, delante, son infinitas.

Más playas y el mar batiendo las peñas y las rocas

Otras playas y la paz que se respira en toda la cornisa cantábrica.

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La Iglesia de Ajo con su magnĂ­fica verja de entrada. Una pena que no estuviese abierta.

Un descanso en Isla.

Mercado de la carne y el pescado

Fachada de la Residencia con el monte Buciero al fondo.

de verdura y fruta. (Castro Urdiales),

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El mercado por dentro y, tambiĂŠn en Castro Urdiales, Jardines Ataulfo Argenta.

Anta el Gran Director de Orquesta.

A los pies de la Virgen de Puerto

En la playa de Ajo. El Can es ajeno.

y salto a Puerto LĂĄpice. (C. Real)

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Barriada de Ajo, con el Faro al fondo, desierta. Todas las casas estaban cerradas. Solo se utilizan en verano como segunda vivienda.

Bajos de un fuerte en Santoña. Se utilizó para luchar contra Napoleón.

Otro fuerte defensivo que “tapa” la entrada a la Bahía y una Iglesia de Ajo.

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Llegada a Segovia. El Acueducto de día y cuando cae la tarde.

Otras perspectivas del Acueducto en nuestra fugaz visita.

El famoso Mesón “Cándido”.

Delante de una Iglesia Segoviana.

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A la entrada de otra Iglesia segoviana. Ya en Puerto Lápice, en el Restaurante

La Noria, lugar de paso de nuestro señor D. Quijote. Tomando café.

Cierre del reportaje fotográfico bajo la obra romana ya secular.

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EL NIÑO QUE QUISO SER ZAPATERO (Fábula española del Siglo XXI)

Érase una vez un padre y una madre, muy pobres, muy pobres, muy pobres, que vivían en un pueblo muy pequeñito perdido en las sierras de una provincia también muy pobre. El pueblo se llamaba Barranco Hondo, porque estaba en la hondonada que se formaba entre dos altas montañas por donde discurría un pequeño arroyuelo que se llamaba Arroyo Lentiscares. El pueblo no tenía más allá de 500 habitantes, que mal vivían de una forma miserable con los productos que le podían arrancar al terruño en el que habitaban. Prudencio y Engracia, que eran los nombres de estos dos seres, tenían un solo hijo al que le pusieron por nombre José, el Santo del día, nació el 19 de marzo del año 1.996 y el muchacho ya había cumplido los 14 años. Nunca se propusieron tener más hijos, pues la miseria en la que vivían, les aconsejaba no cargarse de niños que luego no podrían mantener ni darles un porvenir en aquel pueblo miserable. La madre solo una vez se había desplazado, en compañía de sus padres, al pueblo que era cabeza de Partido de la comarca, Villanueva de los Pinos, para comprarse el vestido de primera comunión y de eso hacía ya 30 años. (Villanueva de los Pinos se llamaba así porque el pueblo se construyó poco después de terminada la guerra civil, allá mediados los años 40. Le llamaron Villanueva porque efectivamente era una villa de nueva construcción y de los Pinos, porque estaba rodeada de pinares por sus cuatro puntos cardinales. Como se ve toda una proeza de ingenio e invención por parte de quien bautizó al pueblo). El padre de José, que a la sazón tenía 42 años, solo había salido hacía 20, cuando se fue a hacer la mili a Gerona, en el Arma de Artillería de Costa. Pero apenas si salió del cuartel, ya que el dinero que tenía era escaso y no conocía nada de la tierra en la que estuvo, pues el cuartel se hallaba en un paraje de la playa lejos del mundo civilizado. Allí vio por primera y hasta ahora por última vez el mar. Le pareció muy grande y le asustó su enormidad. Cuando iba con los otros soldados a la playa, jamás se bañó ni se metió en sus aguas: Sentía miedo de su inmensidad. Solo estas dos veces Prudencio y Engracia habían salido fuera de su aldea. Los padres tenían una gran preocupación por el porvenir del muchacho. Nunca habían salido de Barranco Hondo excepto estas veces que se citan. Apenas sabían leer y escribir. José, su hijo, había ido a una escuela de un viejo llamado Sócrates que solía enseñar a leer y escribir a los rapazuelos del pequeño pueblo o aldea, cobrando tres euros mensuales y allí 271


no había más escuelas. José apenas si sabía juntar las letras para darles sentido y mucho menos escribirlas. Pero José estaba informado de lo que pasaba en el resto de España. Tenía un transistor que le había comprado su padre a un vendedor ambulante que una vez pasó por el pueblo. Por 6 euros adquirió ese aparato del que nunca se separaba y que por tener un repetidor en un monte muy alto que estaba cerca de su aldea, se oía estupendamente, sobre todo dos emisoras: Una que se llamaba Radio Nacional de España y otra que era la Cadena SER. José oía con mucha frecuencia esas dos emisoras y por ellas se enteró que en España había un hombre que se llamaba José Rodríguez, pero todo el mundo le llamaba Zapatero; que hacía muchas cosas y todas las hacía bien. Y debería vivir estupendamente. (Debió ser zapatero en su juventud, pensó José y por eso tenía el mote de Zapatero). Según las noticias que oía, distribuía el dinero entre los más pobres de España y todo el mundo lo quería. Una noche de verano estaban los tres sentados en la puerta de su casa y se suscitó la conversación sobre el porvenir de José. -José, ¿tú qué quieres ser cuando seas mayor?, le preguntó su padre. - Eso, hijo, habló la madre. Ya tienes 14 años, has hecho la primera comunión y eres un hombre. Tienes que pensar en tu porvenir para no tener que vivir del campo, como nosotros, que esta vida no se la deseo yo a nadie. José lo tenía claro. Según había oído contar a su padre, antiguamente los jóvenes dejaban de serlo para convertirse en hombres cuando venían de hacer la mili. El servicio militar era la raya fronteriza que dividía la juventud de los chicos con la responsabilidad de la hombría. Pero parecer ser que en el año 2.000 o algo así, uno que mandaba en España, Rey o Presidente o que mandaba mucho más y se llamaba Aznar, quitó la mili, con lo que en el pueblo desapareció la frontera que separaba la juventud del joven con la responsabilidad del hombre. Con esta medida muchos jóvenes no estuvieron de acuerdo, pues la única posibilidad que tenían de salir del pueblo, era cuando marchaban a hacer la mili. Así conocían tierras muy lejanas de su terruño y de una forma gratuita. Hubo una reunión en la casa que hacía de Ayuntamiento del pueblo, presidido por el alcalde pedáneo de Barranco Hondo, Aniceto Camino Largo, con casi todos los hombres mayores. Deliberaron hasta llegar a la conclusión que se podría considerar a los jóvenes como hombres, una vez que hubieran hecho la primera comunión. Ese sería el límite. El cura no estaba allí para afirmar o negar aquella decisión, pero no importaba. El cura, que como en esos tiempos había mucha escasez de esa profesión, lo era de 4 pueblos al mismo tiempo y no podía asistir a todas las reuniones que se convocaran. Se 272


votó y por mayoría se acordó la edad y fecha de la hombría: La Primera Comunión para los niños. Las niñas seguiría la norma como hasta entonces: Cuando la naturaleza actuaba de tal forma que a todas las madres les hacía decir: Virtudes, ¿sabes?: Mi hija ya es una mujer. Esa seguiría siendo la mayoría de edad para la mujer. José recordaba todo aquello porque lo contó su padre una tarde en su casa. A la pregunta que quería ser de mayor, no dudó la repuesta ni un instante: -Quiero ser Zapatero, dijo sin dudarlo ni un momento. Lo había oído muchas veces por la radio y estaba convencido. Yo cuando sea mayor, repitió, quiero ser Zapatero. -¿Zapatero?, se sorprendieron sus padres. ¿Y porque zapatero, quiso saber el padre? -Porque sí. Porque lo he oído por la radio y Zapatero maneja mucho dinero, sabe hablar muy bien y todo el mundo lo aplaude y lo quiere. -Pues no me parece mala idea, dijo el padre. Así no tiene que ir a pelearse con la tierra para criar tomates o melones. ¿Tú que piensa, Engracia? -Pues que quieres que te diga, Prudencio, que el muchacho ya es un hombre y si le gusta ser zapatero, nosotros no somos nadie para impedírselo. –Es normal que a ese zapatero que menciona, toda la gente lo quiera. En la zapatería entra casi todo el pueblo. El zapatero no hace sino el bien, arreglando el calzado para que la gente ande cómoda, hablando con todos y de ahí le viene el saber comunicarse con las personas. Quererlas y que le quieran. José quedó un poco sorprendido. No sabía que tenía que ver el calzado, la gente, la zapatería… Pero sus padres eran más viejos y sabrían cómo empezó el tal Zapatero a labrarse un porvenir, cuando era joven, allá en su pueblo. -Me parece muy bien, hijo. Mañana nos vamos a Villanueva de los Pinos a comprar todo lo que haga falta para poner la zapatería. Yo te daré las primeras lecciones. Prudencio recordó que cuando él estuvo en el ejército, fue destinado a la zapatería del cuartel en donde aprendió a arreglar el calzado de los soldados, las botas y las polainas. Los correajes, los cinturones y las fundas de cuero de los machetes. Incluso arregló los zapatos de los jefes y de sus mujeres y niños. Aún recordaba aquella experiencia. Madrugaron y padre e hijo subidos a lomos de la burra, anduvieron, encima del animal, la distancia que separaba ambos pueblos: Unos 20 Km. 273


Sobre las 11 de la mañana llegaron a Villanueva de los Pinos, yendo directamente a casa de Benito el ferretero, que como se puede adivinar, poseía una ferretería en la que había de todo para suministrar a los pequeños pueblos, aldehuelas y cortijos de los alrededores. Hablaron con Benito explicándole lo que querían. Este le suministró de todo. Hilo para coser el calzado, suelas de goma y de cuero, (esto se lo dio en pedazos debidamente enrollados), tacones para zapatos de señora y caballero, horma de los zapatos, goma para pegar las suelas, lija para suavizar, cerote para los hilos, cremas de calzado, un mandil para el “maestro” sobre el que trabajaría para no mancharse la ropa, un yunque en donde golpear y sujetar el calzado, puntillas para clavar, martillo para golpear, alicates y cuchillas para sujetar y cortar y un sinfín de artilugios propios de los zapateros. La compra les resultó por la cantidad de 223,60 euros. Benito, en prueba de buena voluntad, les rebajó los 60 céntimos. Una cantidad respetable para la familia, pero como pensaba Prudencio, no era mucho cuando por esta cantidad le daba a su hijo una carrera, una profesión de la que podría vivir dignamente toda su vida. Además era un oficio que, por lo que le dijo a su madre y a él, le gustaba. ¿En qué mejor utilizar el dinero que en resolver el porvenir de su único hijo? Le pagaron a Benito el ferretero, advirtiéndole que a partir de entonces, vendrían con frecuencia a suministrar lo necesario para la zapatería. Bien empaquetado todo, lo metieron en las alforjas de la burra, se montó solo el hijo y el padre tras los dos, hijo y burra, emprendieron el camino de regreso a Barranco Hondo. Salieron del pueblo y como a unos 5 kilómetros, pararon en una zona con pastos abundantes, dos pinos que daban una sombra que apetecía y una fuente que desaguaba en un pilar para que los animales pudieran abrevar. Le quitaron las alforjas a la burra, cogieron unas merenderas en las que había una tortilla de patatas y unas chuletas de cerdo, sacaron una barra de pan y padre e hijo dieron buena cuenta de las viandas. La burra, suelta por los pastos, también sació su apetito. Como acompañantes del almuerzo, el cri-cri-cri de unas chicharras acompañó a los tres mientras comían. Sobre las seis de la tarde llegaron al pueblo. En la pequeña casa de la que eran propietarios, había en la planta baja una habitación de pequeñas dimensiones, unos 9 metros cuadrados, en donde montarían el taller. Una mesa de madera maciza baja y dos sillas en el centro de la habitación y unas estanterías viejas de madera, que otrora sirvieron para colocar cosas en la despensa de la casa, estaban adosadas a las paredes, enjalbegadas completamente de blanco, con cal viva.

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Los padres habían acordado poner allí el taller, pues así el niño no tenía que desplazarse a ningún sitio y se ahorraban el alquiler del mismo. Ya estaba preparado un cartel que indicaba lo que allí se comerciaba: ZAPATERÍA. Y debajo Se arregla el calzado. El cartel sobre una tabla lo había escrito Sócrates, el viejo que hacía las veces de maestro en el pueblo. Con un pincel mojado en tinta roja había escrito ZAPATERÍA y en tinta negra, para resaltar Se arregla el calzado. Aquel día era sábado. Así pues pensaron que el lunes abrirían el taller y a ver que les deparaba la suerte. El sábado y el domingo los nervios atenazaban a los tres miembros de la familia. -Yo creo que la cosa irá bien, pues en el pueblo no hay ninguna zapatería, decía el padre. -Lo malo, contestaba Engracia, es que aquí no son muy aficionados a los zapatos, como que les dan más a las abarcas y a las botas. -Pues también arreglará eso, mujer. Y el calzado de los niños, que aunque no hay muchos, destrozan como si los hubiera. -¿Y tengo que cobrarles, padre?, inquirió José. -Pues claro que les cobrarás. No vamos a trabajar gratis, contestó Prudencio. Al principio estaré yo contigo para enseñarte y calcular el precio a cobrar. Como sabemos lo que nos cuestan los materiales en la ferretería, ya haremos las cuentas para ganarnos algo y que nos cubran los gastos de material.

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Y así llegó el lunes abriendo el nuevo establecimiento. La poca gente que pasaba delante de la casa, se extrañaba al leer el cartel. La casa y por consiguiente la zapatería, se encontraba en un barrio de la aldea, pero como esta era muy pequeña, rápidamente se corrió la voz y en una semana todo el mundo lo sabía: -Han montado una zapatería aquí en la aldea, decían unos. -¿Y quién ha sido? -El Prudencio y la Engracia para su hijo José. -Pues a ver cómo le va, aventuraban algunos.

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- No sé, porque el nene parece un poco avilanado, (que era como un poco tonto, querían decir). Prudencio y José iniciaron la tarea con buena suerte. La gente les llevaba el calzado y con los conocimientos remotos del padre que aún recordaba como lo hacía en la mili y la voluntad del chico, aquello iba saliendo mal que bien. Al principio les devolvieron algún calzado porque en el arreglo habían cometido alguna falta, la suela mal puesta, falta de tachuelas, poca goma en la planta, etc. Con el tiempo aquello se fue subsanando y en pocos meses ya salía el trabajo como si de una fábrica de calzado se tratara. Cobraban casi a cálculo, en realidad no se excedían demasiado. José tenía normalmente la radio encendida y oía las emisoras que le hablaban más que nunca de su ídolo Zapatero. -Zapatero, decía la SER, ha dicho que España es uno de las mejores naciones del mundo. Zapatero ha dicho en Madrid, que los españoles ganan más dinero que nadie. Zapatero dice que el paro en España, que hay muy poco, se acabará dentro de unos meses. (Estábamos en 2.010). Zapatero se junta con los empresarios y los banqueros para crear empresas. Zapatero sube los sueldos de los pobres y de los pensionistas. Bueno, esto es lo que decía esta emisora, a la que José creía como si fuera la palabra de Dios. Es que Zapatero, (en realidad José Rodríguez, porque zapatero había sido su profesión de joven, pensaba José), era una persona que trabajaba por todos los españoles. Otro día era Radio Nacional de España: -Zapatero visita los Estados Unidos y se reúne con el Presidente de aquella nación. Zapatero marcha a la ONU y pronuncia un discurso diciendo que hay que acabar con el hambre en el mundo y que él tiene un plan para conseguirlo. Zapatero preside una junta de Presidentes de Europa, dando instrucciones para acabar con el paro y elevar el bienestar de todos los ciudadanos del mundo. Zapatero visita China y consigue acuerdos muy ventajosos para España. Zapatero dice… Zapatero hace… Zapatero promete… Zapatero asegura… La Radio Nacional era imparable. Zapatero debe ser un santo muy listo, pensaba José. Algún día seré como él. -Padre, ¿es Zapatero tan bueno como dice la radio?, le preguntó un día a su progenitor. -Si lo dice la radio, puede ser, contestó el padre. Pero la verdad es que en España hay mucha gente parada, que los precios suben más cada día, que en el bar algunos lo critican mucho, pero si lo dice la radio, su razón tendrá. Los de la radio, como son periodistas, son gente muy lista. Prudencio, como su propio nombre indicaba, era prudente en el opinar sobre personas ajenas a la familia. 276


José estaba convencido que su ídolo era un personaje como de otro mundo. Que era un sabio y él estaba dispuesto a imitar todo lo que hacía o decía. La radio le informaría de cómo se iban desarrollando las cosas. Pasó un año, había cumplido los 15 y ya estaba él solo en la zapatería. Se había convertido en un buen zapatero. Su padre tenía que seguir con las labores agrícolas y vender los productos que arrancaba de las entrañas de la tierra para medio vivir los tres, aunque cada día más, la zapatería también dejaba algunos ingresos. José tenía las ideas fijas y más claras cada día: Iba a imitar en todo lo posible a su modelo de hombre: José Rodríguez, el antiguo zapatero. Empezó por cobrar por su trabajo mucho menos de lo que en realidad valía. A los que veía más necesitado, les regalaba el arreglo de su calzado. Quería ser como la persona que había escogido como modelo. La zapatería empezó a ir peor. A otros les cobraba la mitad. Los clientes al principio no decían nada pero todos pensaban lo mismo: Este zapatero es tonto. ¿Cómo no nos cobra nuestros arreglos? No solamente va a acabar con la zapatería; la casa de sus padres se va a arruinar y la aldea se quedará sin zapatería que es un establecimiento que necesitamos aquí. Esto decían todos, pero ninguno le aconsejaba que debía cobrar los arreglos aunque resultara doloroso para sus bolsillos. La economía en su casa iba de mal en peor. Debían dinero en la ferretería, el padre no daba abasto con lo que suministraba a la tienda en donde vendía sus productos hortícolas y mantener el taller de zapatero iba siendo más complicado. A su hijo no le faltaba el trabajo, el taller estaba siempre lleno de calzado, cada vez más, pero los ingresos eran mínimos. Se dio cuenta que el hijo malcobraba o no cobraba por los arreglos y sin embargo lo veía feliz José tenía una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja. Se reía por cualquier cosa. -No se preocupe usted, padre, que esto se arreglará. Deberíamos pedir un préstamo al tío Ruperto, el prestamista, para ir pagando lo que debemos. -¿Y cómo le pagamos luego? Cobra un 10% de interés, razonaba el padre. -Ya veremos, contestaba José, el aprendiz de zapatero-político, le podemos pedir otro préstamo al alcalde, a Aniceto Camino Largo y con eso dinero le pagamos al tío Ruperto. -¿Y cómo le pagamos a Camino Largo?, enloquecía el padre. -Pues a base de préstamos, decía el hijo.

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Aquello era de locos. Los padres estaban a punto de cometer un disparate. José, el discípulo desconocido de Zapatero, no dejaba de oír la radio. Las dos emisoras no dejaban de ensalzar a José Rodríguez, alias Zapatero. José el zapatero estaba convencido de que él estaba en la razón. ¿Cómo iban a mentir las dos emisoras cuando hablaban de su modelo a seguir? ¿Cómo iban a engañar a toda España? Aquello debería arreglarse y eso lo iba a conseguir aquel hombre único al que había conocido gracias a un transistor. El padre fue de mal en peor. La madre angustiada, andaba la pobre haciendo lo que podía para arreglar el desaguisado en el que el hijo los había metido. La familia tapaba un agujero, préstamo, con otro agujero, otro préstamo, hasta que fueron incapaces de seguir. Un día se presentó la Guardia Civil de Villanueva de los Pinos, con un mandamiento judicial dándoles 15 días para pagar las deudas que tenían y si no lo hacían les embargarían la casa. Aquello era un desastre. Se irían a la calle, si ¿pero a dónde? Los padres habían perdido el juicio sin saber qué hacer. El vencimiento para el embargo cumplía el 25 de mayo. El juez no tendría compasión. Cuando Prudencio oyó aquello, quedó como desquiciado, roto por dentro y por fuera. El 20 de mayo a las 6 de la mañana, un cazador encontró un cuerpo balanceándose en la rama de un pino, con una cuerda atada a su cuello. La brisa movía el cadáver con un compás lento, como de reloj: Era Prudencio. El pobre no pudo resistir la presión de su hijo el zapatero y de los prestamistas que le acuciaban para que les pagasen y del juez que el domingo 25 de mayo se iba a presentar en su casa y los iban a echar como a unos delincuentes, como si fueran unos okupas. Cuando la madre se enteró y vio a su marido muerto en la habitación de cadáveres que había en el pequeño cementerio, se abrazó a él, dando unos alaridos como de fiera herida. Las voces se oían en todo la aldea. ¿Por qué Dios mío, por qué? ¿Por qué a nosotros?, decía. Poco a poco la voz se le fue apagando. Dejó de chillar y de llorar abrazada al cuerpo inerte de Prudencio. La fueron retirando del cadáver. Los pelos de Engracia revueltos, en desorden formando unas greñas que casi tapaban su rostro. En su cara una mueca que simulaba una sonrisa o un gesto de burla. Un médico que estaba allí la miró, la cogió con sus brazos, le destapó la cara apartándole los desordenados pelos y contempló una sonrisa bobalicona e impersonal: -Ha perdido el juicio, dijo. Esta mujer se ha vuelto loca. José, el hijo, andaba como un zombi dando paseos por el cementerio. No le abandonaba, ni en lo más cruel de la tragedia, la sonrisa ridícula que se le marcaba de oreja a oreja. 278


-Seré como Zapatero. Haré lo que hace Zapatero. Me gusta Zapatero. El murmullo de sus palabras apenas era perceptible por los allí presentes. El día 25 de mayo, a las 9 de la mañana, un juez, unos agentes judiciales y dos números de la Guardia Civil, se presentaron en casa de Prudencio y Engracia en donde estaba su hijo José. Leyeron algo que ni la madre ni el hijo supieron que es lo que quería decir. Los sacaron a la calle. Una ambulancia recogió a Engracia que tenía el pelo revuelto, los ojos saltones con un fondo de tristeza, una mueca mitad sonrisa, mitad dolor, marcaba su rostro. Fue conducida a una casa de reposo. Lo que antiguamente se llamaba manicomio. José quedó desorientado. Con casi 16 años, sin padre ni madre. Sin casa. Al principio se dedicó a pedir. Comía como el gorrino de S. Antón, de lo que le echaban en las casas. Dormía en el pequeño parque del pueblo o en algún soportal. Menos mal que hacía buen tiempo. Empezó a cometer pequeños hurtos. Cuando terminó el verano se marchó del pueblo, yendo primero a Villanueva de los Pinos. Desde allí marchó a una población mayor, uniéndose a un grupo de 3 mendigos más, viviendo en unas condiciones precarias. No dejaba su transistor y seguía escuchando la vida y andanzas de su héroe: Zapatero. No entendía como por hacer el bien, le habían pasado en un año, todos los males habidos y por haber. Había perdido a sus padres, el taller de zapatería, a sus amigos, su casa y andaba arrastrándose por el mundo en compañía de 3 chicos mayores que él, comiendo poco y mal, durmiendo en la calle y al borde de la delincuencia. Una noche, los 4 mendigos se pusieron de acuerdo, y entraron en una nave de un polígono a robar. Entraron forzando una ventana. Se adentraron en la nave marchando a las oficinas. Forzaron una caja fuerte sustrayendo casi 20 mil euros. Huyeron como alma que lleva el diablo con el dinero en los bolsillos. Felices y contentos los 4 ladrones se concertaron para repartirse el dinero por la tarde en el cementerio de la ciudad. Cuando estaban en la operación “reparto” una pareja de la Guardia Civil los detuvo con el dinero en los bolsillos. Luego supieron, durante el juicio, que unas cámaras de televisión los habían grabado a los 4. Los mayores fueron condenados a unos años de cárcel y José, al ser menor de edad, fue internado en un centro de menores hasta que cumpliera la mayoría de edad. Por las noches lloraba amargamente diciéndole a un monitorvigilante del centro de menores, que quería hablar con Zapatero. Que él solo había imitado a ese señor porque le parecía que era muy bueno. Que quería hablar con él. Y cuando le contó su historia, el monitor-vigilante le dijo:

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-José, olvídate de ese Zapatero tuyo que no es modelo de nada. Él puede hacer todo lo que tú dices, porque maneja un dinero que no es suyo. Él, aunque cometa errores, que los comete, está respaldado por mucha gente con mucho poder. Políticos, medios de comunicación como Radio Nacional de España, la SER y otros, jueces y muchos tontos como tú lo protegen, dándole su voto o viviendo a costa de su poder. Lo que él está haciendo, es mucho peor que lo que tú has hecho; sin embargo tú estás preso y en un régimen blando porque eres menor de edad y él está viviendo en un palacio. -¿Y eso cómo puede ser?, inquirió con sorpresa José a su vigilante, -Porque vivir en un país como este, tiene estos riesgos. A José no le quedó muy claro la explicación. La meditaría y se juró no volver a delinquir nunca más. Mientras estuviera allí, procuraría aprender un oficio y cuando saliera luchar y trabajar para vivir como un ciudadano normal y decente. De algo sí estaba seguro: El transistor le había engañado, por lo que lo tiró a un contenedor de basura, pues el tal Zapatero no era trigo limpio. Eso lo tenía claro. Nunca más querría saber nada de él. Ese zapatero o albañil o picapedrero, había sido su ruina. Se supone que a José le serviría de ejemplo lo que le había supuesto escoger un modelo como José Rodríguez, alias Zapatero. Había perdido a sus padres, etc. Lo más grave es que había perdido la inocencia y ahora estaba dispuesto a rectificar.

Moraleja: Antes de escoger un modelo para tu conducta, comprueba que no has elegido a un miserable.

Escrito en Córdoba el 22 de Abril de 2.011 Festividad de Viernes Santo.

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LA RENTA VITALICIA

Para aquellos de mis lectores que hayan leído la carta que escribí a los 3 Reyes Magos a principios de 2.011, recordarán que les pedía, entre otras pocas cosas, unos millones de neuronas para poder seguir ideando y, escribiendo relatos con los que mis nietos y posibles lectores, pudieran solazarse. Ellos me contestaron diciéndome que no me harían falta, que las ideas vendrían solas con los aconteceres diarios ocurridos en mi entorno, en mi propia persona o de quienes me rodeaba o en el resto del universo. (Los que nos dedicamos a escribir no podemos tener fronteras galácticas. Todo cabe en nuestra imaginación). En ningún momento dudé de la veracidad de lo que me decían en la carta. Estoy convencido que los Reyes Magos, más por Magos que por Reyes, son inteligentísimos con una experiencia de milenios. Y si le aplicamos el refrán español, que más sabe el Diablo por viejo que por Diablo, (con todos mis respetos hacia los Magos por compararlos en esta ocasión con el Maligno), los Reyes Magos, digo, tienen más de 2.000 años de experiencia. Y efectivamente así ha sido. El día 23 de abril, conmemorando la muerte de nuestro excelso patrón, autor del Quijote, Príncipe de los Ingenios y autor y Patrono nuestro como QUIJOTES que somos, se entrega el premio que lleva su nombre. Este año ha sido para la escritora catalán Ana María Matute, a la que hace un montón de años empecé a leer. En un discurso bello e intimista, la veterana autora dijo entre otras cosas: “Quien no inventa, no vive”, dice la mujer y magnífica escritora que ha inventado cientos de relatos. Concatenado con este acontecimiento, sucedió algo al día siguiente, 24 de abril. Yo nací este día. Y no es que la divina providencia quisiera compensar la muerte del autor del Ingenioso hidalgo con el nacimiento de un sustituto, no. No fue eso. Puesto que hubo algunos siglos de distancia entre Cervantes y yo, aparte de otras distancias literarias. Ese día que cumplía 71 años, estaba dispuesto para comer en casa en compañía de algunos de mis hijos con la madre de los mismos, que como todos sabéis es mi santa. Pero Dios dispone, el hombre propone y la naturaleza descompone todo lo proyectado. Lo relatado a continuación no es mi biografía. Para eso me voy a dar todavía un tiempo. Es un episodio esporádico de mi vida. Para cuando escriba mis memorias, será tiempo ya cercano a mi desaparición de este mundo y cuando se publique, ya estaré “muy lejos” de aquí, para evitar responsabilidades. A esto algunos le llaman cobardía, otros le llamamos 281


prudencia. Además no sé si contaré la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Posiblemente solo cuente la verdad. Pero el resto de aseveraciones… ¿para qué toda la verdad? Llevaba unos 4 o 5 días con unos síntomas de arritmia en mí ya cansado y viejo corazón. Decidí pasar por Urgencias en un hospital; electro, analítica, tensión, preguntas, repuestas y decisión médica: -Muy bien, mi querido amigo, usted se queda aquí, dijo una joven y guapa doctora que es quien me atendía. -No, no, lo siento, contesté en un tono convincente. Hoy es mi cumpleaños, son las 11 de la mañana y tenemos una comida en casa con motivo de este acontecimiento que solo pasa una vez al año. -Pues no sabe usted como lo siento. Felicidades, pero si quiere cumplir los 72, lo mejor que puede hacer es quedarse ingresado para medicarle, controlarle y vigilarle. -Pero… pensaba y dudaba, pero doctora, que ya le he dicho que hoy es… -Hombre, no me diga lo que es hoy, si acaba de contármelo. No se preocupe por su familia. La gente a pesar de las enfermedades y de las muertes de seres queridos, siguen comiendo y viviendo. La muerte de un ser, por muy querido que sea, no es la muerte de todos los demás. ¡Que sería del mundo, si cada vez que se muere un ser querido, se llevara consigo a todos sus familiares! Los tiempos en los que cuando el marido moría, lo incineraban en una pira funeraria junto a su mujer o sus mujeres, ya pasó. -Entonces… eso quiere decir… o sea que yo…. -Veo que tiene usted las ideas muy claras. Eso quiere decir que ¡Usted se queda ingresado! Punto y seguido por ahora, concluyó la joven doctora que ya no me pareció tan guapa. -¿Y cuánto tiempo me tengo que quedar?, casi supliqué. -Se quedará un rato. Eso me llenó de zozobra. ¿Cuánto tiempo significa “un rato”. ¿Qué concepto tiene esta mujer de la relación rato-tiempo? Cuantos minutos son un rato hospitalario? La doctora se dirigió a una enfermera y le dijo algo que yo no oí. La enfermera me rogó que la acompañase y me llevó a una habitación, me preguntó si tenía pijama, -si, en mi casa, le dije. ¿Voy a por el? Dije con esperanzas de largarme. Si me iba, no volvía, pensé. -No, no, ahora mismo le proporciono yo uno. Dicho y hecho. Vino un pijama que me puse. Me estaba largo porque era para gigantes, como todos los pijamas de todos los hospitales. 282


Le vendría bien a D. Quijote, que era alto y enjuto. Me puso en la mano izquierda, pinchándome una vena, un artilugio para poder inyectar tres jeringuillas o tubos al mismo tiempo. Por uno de los orificios me inyectó algo. Por otro me puso una tubito de plástico que estaba conectado a un bote con líquido colgado de una percha metálica. Pegó unos electrodos en mi pecho y me “amarró a una maquina”. Conmigo estaba en el hospital el más pequeño de mis hijos al que había recogido en la estación del tren, procedente de Sevilla, antes de, (¡maldita la hora!), ir a urgencias al hospital. Tenía mi teléfono móvil y le dije que atendiera todas las llamadas. Lógicamente hubo algunas llamadas, pues al ser el día de mi cumpleaños, me llamaban para felicitarme. Yo no me podía poner, así pues le comuniqué que a todo el que llamara le dijese la verdad y que yo no me ponía por estar pendiente de una máquina. ¿Qué más podía hacer? No sabíamos cuánto podía durar aquello. Cuando llamó mi santa, preocupada por nuestra tardanza, no se creyó lo que le decía. Me puse yo un momento. -Lo menos que esperaba de ti es que te pusieras a gastarnos bromas y menos en este día, dijo con voz amenazante y a la vez de preocupación. -Que es verdad. Que estoy con una arritmia y me han ingresado en Cruz Roja. Pasó una enfermera y le dijo a mi hijo que no era conveniente que hablara por teléfono para no emocionarme. Que cada vez que sonara, él se saliera de la habitación y hablara con quien quisiera. Así pues, cada vez que sonaba el timbre se salía y hablaba con quién llamara para felicitarme. Ya se me había olvidado que era 24 de abril, aniversario de mi nacimiento. Las horas transcurrían monótonas y lentas como paseo de caracol. Al principio en casa creyeron que, dado mi particular sentido del humor, era una broma que yo quería gastar. Se dieron cuenta que no. Que aquello iba en serio. Le dije a mi hijo que preguntara a la enfermera si aquello iba para largo. Mi hijo salió y preguntó. -Papá, me dijo, dice que será solo un ratillo. Las mujeres, pensé, se habían confabulado aquel día contra mí. La doctora un rato, la enfermera un ratillo. ¿Pero qué concepto del tiempo tenían aquellas sanitarias? Me trajeron la comida. Apenas si la probé y no recuerdo que era. Por la tarde se presentó mi santa en compañía de más hijos. Se sorprendió y se preocupó. Yo quería ir al servicio, como diría Sancho, para aliviarme, por tener la vejiga llena. Vino otra enfermera y me dijo: -Le quito los electrodos y se va. 283


-¿Pero sin la máquina? -Claro, sin la máquina. -Me van a desconectar de esta máquina. -Por supuesto que sí. No va a ir con ella al servicio -Perdone, enfermera, pero hace unas noches vi una película en T.V. en la que un policía está en un hospital conectado a una máquina como esta y sin conocimiento. Entra el malo y le desconecta los cables y los tubos de la máquina y el policía se muere. ¿No estaré yo…? ¿No será usted…? La enfermera se echó a reír. -No se preocupe tanto hombre. En este hospital no hay ningún malo. Usted ni es policía ni se va a morir. Felicidades, me dijo y tiró de los electrodos de una forma que a mí me pareció que me arrancaba la vida. Pegué un respingo en la cama. -¿Felicidades por qué?, dije temeroso. -¿No es hoy su cumpleaños?, contestó con una sonrisa. Pues por eso. A mí ya se me había olvidado el dichoso cumpleaños. Fui al servicio y regresé a la habitación. La enfermera me enganchó otra vez a la dichosa máquina, que de vez en cuando soltaba unos pitidos que a mí me parecían que quien gemía era mi vida que se iba apagando poco a poco. La tarde fue lenta para mi mujer y para mí. La guapa doctora me visitó unas cuantas veces más. Me dijo que ella se iba y se quedaba otro médico de guardia. Que no me preocupase, (hombre, que no me preocupase, era mucho decir, como el enfermo era yo…). Que por la mañana vendría un médico internista que hablaría conmigo y que lo más probable era que me diera el alta. Me deseó buenas noches y me dejó. Cené poco y me dedique a pensar. Me acorde de Ana María Matute. Quien no inventa, no vive, dijo. Y yo, desde mi lecho del dolor, estaba pensando en dar forma a todo aquel tropel de acontecimientos que me habían sucedido un 24 de abril precisamente. Si yo estaba inventando, es que estaba vivo. La noche transcurrió entre ruidos y pesadillas. Veía a los médicos, enfermeras y personal del hospital, que rodeaban mi lecho con unas velas encendidas. Y cantaban algo. Me pareció que era canto gregoriano y lo que decía era en latín. No quise pensar en lo impensable. Me despertaron el movimiento que había en urgencias y los primeros albores del amanecer que penetraban por mi ventana como si fueran rayos de luz.

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Muy temprano entró en mi habitación el médico que me iba a dar el alta. El médico internista era el que me atendía en mis revisiones esporádicas: Es decir, ya nos conocíamos. -Hola, buenos días, me dijo. ¿Cómo estás?, me preguntó con una sonrisa. -¿Qué cómo estoy? Eso es lo que me vas a decir tú, que eres el médico. Yo solo soy el enfermo. ¿Qué es lo que tengo? -No te preocupes. Me dijo. De momento no es mal de morirse. Aquel médico era el mismo que me dio el alta hospitalaria en el verano del 2.010, cuando mantuve mi lucha feroz con el cactus maldito de la sierra. Relato ya enviado a mi grupo de Quijotes y algunos corresponsales, al que llamé: La Insolación. -¿Recuerdas que en aquella ocasión viniste también, entre otras cosas, con una arritmia? Asentí con la cabeza. Pues esto se ha repetido y me temo que ya estarás con ella toda la vida. -¿Y eso que es?, pregunté con mucha curiosidad. -¿Sabes lo que es una Renta Vitalicia? Claro que lo sabía. Yo tenía una. Se lo dije. Lo que no entendía que tenía que ver una operación bancaria con una enfermedad corporal, aunque esta necesitara una operación quirúrgica. _ Por supuesto que lo sé. Inviertes un dinero en un banco, en una especie de Seguro. El interés que te rinde es algo superior al normal. Puedes rescatarlo pasados dos años de su contrato, pero se penaliza bastante, puesto que eso no se hace para retirarlo pronto. Lo normal es dejarlo toda la vida. Al morir el propietario, el dinero total invertido, más un tanto por ciento, pasa a sus herederos. El suscriptor está recibiendo cada cierto tiempo, estipulado de común acuerdo, unos intereses. Más o menos eso es. Pero yo te pregunto ¿Qué diablos tiene que ver una arritmia con una Renta Vitalicia?. -Porque es lo mismo. Exactamente es lo mismo. Porque la arritmia tiene una ventaja sobre las demás enfermedades: Solo termina cuando “su propietario” muere. Empieza como todas las enfermedades; cuando hemos hecho “méritos” para ello. En el caso de la Renta Vitalicia, cuando tenemos para invertir el dinero suficiente. En la enfermedad cuando nuestro cuerpo ha hecho “méritos” para ello. Es decir el cuerpo ya está mayor. Los avatares seguidos en el paciente han castigado de tal forma su cuerpo, que este ya empieza a enseñar lo que la gente mayor dice: Ya empezamos con las “goteras”. Bien la edad, con ella van apareciendo las enfermedades de tipo crónico e irremediables, bien por una vida de castigo al cuerpo, la llamado mala vida o vida trabajosa todos 285


los años vividos. El exceso de trabajo, penurias, mala sanidad, vivir en ciertos países subdesarrollados, etc. lleva consigo que ciertas enfermedades empiecen a invadir nuestro cuerpo. El médico me miró con curiosidad. ¿Me sigues? -Te sigo. Continúa. -Pero la arritmia tiene una ventaja o dos sobre todas las demás enfermedades, como he dicho antes. Normalmente, se inicia en personas mayores como tú. Otras enfermedades empiezan a aparecer cuando el organismo es receptivo a virus o bacterias, no forzosamente tienen que ser mayores. Estas enfermedades se pueden curar en un plazo determinado. La arritmia no. Se puede tener cáncer, tuberculosis, paludismo, neumonía, etc. etc. etc. y se puede curar mucho antes de que llegue la muerte. Es decir, se curan antes de morir; no sabemos lo que pueden durar y cuando se acaba la enfermedad. ¿Cuál es la ventaja de la arritmia? Sabemos que, como la Renta Vitalicia, se acaba y se cobra con la muerte. Si a mí pregunta un paciente al que llevo tratando un tiempo: ¿Doctor, cuando me curaré este resfriado o neumonía o tuberculosis…? Yo le puedo dar un plazo de acuerdo con su evolución. Sé cuándo se curará con una variación más o menos pequeña. La arritmia lo sé con toda seguridad: Se acaba con la muerte. -Pues no sabes lo tranquilo que me dejas. Tendré esto, más o menos intenso, hasta que Dios decida llevarme a Su Reino. -Efectivamente. Hay ciertos tratamientos que yo te voy a mandar, para que su proceso no adquiere peligros mayores y evitar otras consecuencias peligrosas. -Muy bien, doctor. Espero que esto vaya para largo. Me dio el alta y me incorporé a mi casa. El cumpleaños había pasado. Espero que en el venidero no ocurra otro percance como este.

Escrito este relato en Córdoba el 29 de abril de 2.011

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EPILOGO Ha concluido el libro. He repasado todos sus escritos para corregir las faltas que he visto, esclarecer ideas cuando he observado que no estaban claras, agregar o suprimir algo con lo que, al releerlo, no estaba conforme. He vuelto a revivir lo narrado por mí a lo largo de más de 200 páginas. He vuelto a releer la Lotería Celestial con toda su parafernalia angelical, pensando en la muerte y como esta puede producir beneficios a quien sabe manejarla de forma artera y engañosa. La Asamblea que en el mes de mayo, celebramos en Córdoba, me ha estimulado a seguir reuniéndome con los “supervivientes” de la promoción, ya que merece la pena beber hasta las últimas gotas del cáliz del placer, que aún nos ofrece la vida. La convivencia de esos 4 días, fue plena de dicha, o, como dice la juventud, vivida a tope y lo que es más importante, sin perjudicar a nadie. Tuvimos momentos muy buenos. Ha resucitado en mí el valor de una fiesta religiosa en diferentes lugares: El Corpus Christi, tanto en Toledo como en Villacarrillo. Ha mostrado de lo que son capaces de hacer y decir los hombres, cuando es un motivo sagrado lo que les empuja a actuar y servir a Dios, trascendiendo de lo puramente material. Vivir unos días inmersos en la religiosidad que esta fiesta conmemorativa nos trae el calendario católico. He disfrutado de mi visita a Cantabria, cambiando historia, cultura y costumbres, enriqueciendo mi ego con nuevas experiencias salidas de más allá de mi Andalucía, en la que normalmente vivo. Cantabria ha sido una dosis de aire fresco, un oxigenarse mis conductos sanguíneos, que servirá para vivir más pegado a otros pueblos que practican otra forma de vivir, no muy diferente. Un complemento a nuestras vidas. Las fotografías me han recordado los momentos que ya mi memoria casi había olvidado, demostrándome que la vida sigue, no solamente con el vivir diario, sino con los recuerdos que están almacenados en nuestras ya decrépitas neuronas. Y por último me he emocionado con el relato del niño que quería ser Zapatero. La crudeza de sus hechos, la tragedia del género humano cuando sigue una senda equivocada, y la enseñanza de la moraleja que lleva consigo toda fábula que se precie. La escritura y posterior lectura de todos estos hechos, me han llenado de paz y felicidad. Gracias sean dadas al cielo. En Córdoba, octubre de 2.011. Vale.

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