Amor

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Ministerio de Cultura de la Naci贸n Amor: Casa Nacional del Bicentenario. - 1a ed. Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Naci贸n, 2015. 120 p. : il. ; 21x21 cm. ISBN 978-987-3772-19-1 1. Cultura Argentina. 2. Sociolog铆a de la Cultura. CDD 306 Fecha de catalogaci贸n: 17/12/2014


CASA NACIONAL DEL BICENTENARIO MINISTERIO DE CULTURA - PRESIDENCIA DE LA NACIÓN 14 de noviembre de 2014 - 30 de abril de 2015


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Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner

Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios Julio De Vido Secretario Ejecutivo del Consejo Asesor de TDA (Minplan) Luis Vitullo Coordinadora del Plan de Reorganización de Estructuras, Normas y Procedimientos Alejandra Zapata

Ministra de Cultura de la Nación Teresa Parodi Jefa de Gabinete Verónica Fiorito Secretario de Gestión Cultural Jorge Eduardo Espiñeira Directora Ejecutiva de la Casa Nacional del Bicentenario Liliana Piñeiro

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La exposición “Amor” aborda desde novedosas perspectivas un concepto complejo y controvertido que es, en este caso, un gran disparador de sensaciones, situaciones, recuerdos, deseos, anhelos y conquistas que atraviesan de manera cotidiana todo accionar social y cultural, en los cuales el vínculo con el otro es siempre fundante de sentido. Esta iniciativa, producida por la Casa Nacional del Bicentenario en forma conjunta con el Ministerio de Planificación y el Ministerio de Cultura a través del Plan Nacional Igualdad Cultural, permite canalizar varias líneas de acción con una visión integradora de las políticas públicas. Fortalecer la cooperación regional, ampliar la participación ciudadana plural e igualitaria, fomentar las acciones de las comunidades indígenas y organizaciones sociales de todo el país son algunos de los ejes de esas políticas que se vienen implementando desde el mandato popular que continúa consolidándose día a día y que ha sabido defender tres décadas ininterrumpidas de democracia. Diversas representaciones, disciplinas y lenguajes convergen en esta muestra y dialogan en torno al amor como un gran articulador de saberes, sentimientos, ritos y creencias que invitan a reflexionar y debatir acerca de la construcción de valores colectivos. Se abren así nuevas perspectivas en las que el espacio es siempre relacional y habilitante de la existencia de un otro. Ambas condiciones son imprescindibles para la búsqueda conjunta de la igualdad de oportunidades en una sociedad cada vez más libre y solidaria. Existen infinitas formas del amor, casi tantas como modos de vivirlo. Esta exhibición retrata de manera ingeniosa momentos sociales y políticos de nuestra historia, en un recorrido único e imperdible para conocer, compartir y disfrutar.

Teresa Parodi Ministra de Cultura de la Nación

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AMOR ¿Por qué esta exposición? Con este proyecto, nos propusimos abordar un tema tan vasto y complejo como el amor. Nos impulsó la idea de indagar en este sentimiento, vislumbrar cómo los argentinos nos vinculamos a través de él y, desde allí, buscar la oportunidad para conocernos más como personas y como sociedad. El amor es un sentimiento esencial y básico de todos los seres humanos que se manifiesta individual y colectivamente. ¿Hay algo que nos diferencia de otras sociedades en la manera de expresar el amor? Como en todas las producciones de la Casa, AMOR tiene como objetivo generar preguntas, interpelar al visitante y favorecer el conocimiento, el debate y la reflexión. En esta oportunidad, convocamos al Dr. en Filosofía Darío Sztajnszrajber, al Dr. en Teología Eduardo de la Serna, al historiador Javier Trímboli y a la politóloga Violeta Rosemberg como asesores. También, fueron invitados como consultores: Judith Gociol, Diego Golombek, Carlos Ulanovsky, José Ludovico, Raúl Manrupe, Hugo Ruda y Luisina Rampoldi en humor gráfico, ciencia, radio y TV, cine, publicidad, psicoanálisis y astrología, respectivamente. Contamos con la colaboración del escritor Marcelo Figueras en la elaboración de textos de sala. Así, luego de más de un año de trabajo interdisciplinario, el equipo de la Casa Nacional del Bicentenario coordinado por Cristina Blanco, Marcela Roberts y Luciana Delfabro elaboró un guión expositivo que articula conceptos e ideas con obras de más de cincuenta artistas visuales, ilustradores, fotógrafos, cineastas, videastas y humoristas gráficos, además de un valioso material de archivo. La apuesta fue poner en juego tanto el patrimonio tangible como el intangible para desplegar las diversas dimensiones del amor. La exhibición está organizada según las categorías que la filosofía griega asigna al amor: Eros, Filía y Agape. En el amor como marea, se desarrolla el amor erótico; en el amor como puente, el amor filial; y en el amor sin orillas, el amor desinteresado, sin pertenencia, sin posesión. El presente catálogo recoge la experiencia expositiva de AMOR y, a través de sus páginas, brinda la posibilidad de recorrer la muestra, a la vez que propicia nuevas lecturas y enfoques. Agradezco a los asesores, a los artistas y a todos los archivos que nos facilitaron material para contribuir a consolidar y enriquecer el guión de esta exhibición. Agradezco, además, al equipo de la Casa Nacional del Bicentenario por su compromiso permanente, y al Minisetrio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación por haber compartido con nosotros este desafío. Liliana Piñeiro Directora Ejecutiva de la Casa Nacional del Bicentenario Ministerio de Cultura de la Nación


AMOR Esta exposición propone releer nuestra experiencia desde el amor. A conciencia de la importancia que tiene en nuestras vidas, en el tejido social y en la dinámica política de nuestro país; y a sabiendas de que se trata uno de los sentidos que elegimos para vertebrarnos. ¿Qué es el amor? ¿Un sentimiento? ¿Es pasión? ¿Es compromiso? ¿Es militancia? ¿Hay amor sin un otro? Ese otro, singular o colectivo: ¿es para mí? ¿Yo soy para él / ellos? ¿Hay amor fuera del erotismo? ¿Puede el amor ser un producto de consumo? ¿Hay vida verdadera sin amor? ¿Podemos deformar el amor o malentenderlo? ¿Es

una ciencia? ¿O un arte? ¿Podemos amar ideales o abstracciones? ¿Sabemos reconocer el amor, allí donde se manifiesta? Amor de pareja, amor al amigo, amor a la patria, amor a Dios, amor a la tierra, amor al otro, amor a la camiseta, amor a un desconocido, amor a los hijos o a los padres, amor… Simplemente amor. Si dejáramos de lado el amor, la mayoría de nuestros comportamientos serían inexplicables. Por eso llevamos milenios pensándolo. En la Antigüedad, los griegos hablaban ya de tres categorías: Eros, Filía y Agape, a las que esta exposición recurre para explorar su riqueza.


EL AMOR COMO MAREA

EL AMOR COMO PUENTE

EL AMOR SIN ORILLAS


Quiero ser tu capricho Martín Calcagno, 2013

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Lo de anoche será eterno Martín Calcagno, 2013


EL AMOR COMO MAREA El amor surge de una carencia originaria. Lo humano se define a partir de la falta y el amor es el intento permanente por completarnos. El otro se convierte así en un suplemento que constituye, con nosotros, esa totalidad que se había desgarrado. Apenas nacemos, sentimos ya la falta. Con el enamoramiento se alcanza una plenitud sublime. Amar lo que nos falta en cuanto seres humanos es amar la inmortalidad; y por eso el amor sería una forma de vencer la muerte.

Pero...¿Es posible ésto? ¿Es verdad que a través del Eros nos completamos? ¿Qué sucede una vez que alcanzamos la plenitud, qué pasa el día después? En la cultura occidental y cristiana, el amor siempre estuvo vinculado a cuatro conceptos que lo condicionaron: el matrimonio, la sexualidad, la monogamia y la reproducción. Deconstruir esta concepción del amor resulta una tarea emancipatoria.

EROS: Es la pasión amorosa. Es el amor que identificamos con lo romántico y lo erótico; lo que nos mueve -y nos hace vulnerables- a la seducción. Surge de una búsqueda por completarnos. En ese sentido puede pensarse como un amor individualista.

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Nacimiento de Eros En El banquete, Platón narra por boca de Sócrates uno de los mitos del origen de Eros. Cuenta una historia que tiene por protagonista a Penía, la diosa de la indigencia, la carencia, la pobreza. Los otros dioses habían organizado una celebración por el nacimiento de Afrodita, pero Penía no había sido invitada. Mientras todos festejaban, Penía se quedó afuera: en el jardín de Zeus. Poco después Poros, el dios de los recursos, de la riqueza, de las herramientas, salió al jardín, embriagado, y terminó por dormirse. Penía lo violó, y quedó embarazada. La “indigencia” se había preñado del “recurso”. De esa unión nació Eros. El amor, entonces, representa esa tensión: aunque encuentre los recursos para alcanzar su deseo, nunca se ve satisfecho. Mitad capacidad, mitad falencia. Un impulso permanente hacia aquello que quiere conseguir pero que, tan pronto lo alcanza, lo pierde.

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Nacimiento de Eros María Elina Méndez, 2014


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CIENCIA

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El amor podría ser apenas una serie de reacciones fisiológicas. Cuando nos enamoramos, aumentan las frecuencias cardíaca y respiratoria. El sistema nervioso autónomo promueve la secreción de hormonas, se modifica la circulación de modo que aparece el rubor. En este sentido, el amor puede ser entendido como un tipo de estrés moderado. En el cerebro enamorado, se activan áreas que tienen que ver con la recompensa, con el reconocimiento de rostros, con los circuitos del placer. Desde este punto de vista, el enamoramiento se parece bastante a una adicción. Podemos considerar, además, que la atracción y el ena-

moramiento son estrategias evolutivas. En la naturaleza, la elección de pareja tiene como objetivo lograr una descendencia sana. Los elementos que el cerebro percibe en el otro se relacionan con patrones de fertilidad, de acompañamiento, de seguridad. A esos rasgos le ponemos siempre este nombre: “belleza”. Lo fascinante de los humanos es que podemos escapar a este mandato de la fertilidad y enamorarnos porque sí, más allá de las capacidades reproductivas de la otra persona. A la hora de enamorarse, sin embargo, los mandatos sociales y culturales parecieran pesar tanto como los biológicos.


FILOSOFÍA

¿Qué puede decir la filosofía sobre el amor? ¿No es la filosofía misma un acto de amor? ¿No es la filosofía “amor al saber”? Pensar el amor desde la filosofía no es fácil, ya que toda autoconciencia distorsiona lo que pretende conocer. Casi como una duplicación del problema: ¿por qué amamos amar al saber? La filosofía produjo muchas respuestas sobre el amor: desde concepciones ontológicas -el amor sería lo que une los elementos que hacen a cualquier cuerpo- hasta otras -el amor sería la ficción que inventamos para soportar el sinsentido de la

existencia- que lo ubican como clave de nuestra salvación. Y sin embargo, como es propio del amor, nunca se ha llegado a ningún acuerdo. Tal vez pensar en el amor sea asumir la paradoja de todo pensamiento: cuanto más intentamos apresar algo en un concepto, más lo recortamos. Por eso la filosofía prefiere deconstruir las formas del amor que se nos presentan como definitivas, para dejar abierta la pregunta. Así, el amor no sería más que la pregunta por el amor. Una pregunta siempre abierta.

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Cuerpo Sonoro Fabiana Barreda, 2012

PSICOANÁLISIS Para el psicoanálisis que, como sabemos, es ciencia de lo singular, el amor no podría ser un concepto universal. Se trataría de aquello que esta llamado a ocupar el vacío que se constituye en la medida que entre Uno y el Otro no hay armonía preestablecida. Quizás por eso, Freud nos propuso que para vivir en el malestar de la cultura, solo nos queda el amor y el trabajo creativo, que podrían entenderse como lo mismo.

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Para pensar el amor, parece necesario articularlo con otras dos maneras para nombrar aquello que se produce entre dos: el deseo y el goce. Como enseñó Lacan: “El amor es lo que permite al goce condescender al de-

seo”. Ya sea bajo la forma del gozar del otro, del cuerpo del otro, o la forma mística del goce del Otro, el amor va a dar cuenta de los límites que ese goce tiene en su búsqueda de infinitud, de fusión. Por esa vía, el amor suple la aspiración a la unión total propia del enamoramiento, y evita que, en su búsqueda, se destruya a ese otro al que se dice amar. Jamás podremos colmar el ansia de que dos se conviertan en Uno. Por eso, esa búsqueda nunca tiene fin. El amor se disfruta aún en esa imposibilidad, o se padece, si no se produce la renuncia al Uno, cada vez.


ASTROLOGÍA

Corazón partido Nora Correas, 1976

Todo se mueve al ritmo de lo que ingiere el vientre Silvia Gai,1995

La astrología es un lenguaje simbólico que da cuenta de la existencia de una relación entre el microcosmos (el hombre) y el macrocosmos. El hombre como parte de un orden mayor que condensa, resume y refleja todo el universo.

me complementa y me completa, y en el que el fuego de la sexualidad puede verse mezclado con la avidez de poder personal.

Existen símbolos astrológicos que expresan la dimensión terrena del amor, vinculada a la realidad corporal individual e instintiva. La astrología reconoce también una dimensión lunar del amor, ligada a lo maternal y filial. Su símbolo más comúnmente asociado es Venus, en el que se expresa el deseo de unión con aquello que

Más allá de lo personal y social, el amor tiene además una dimensión universal, que permite la renuncia a una existencia separadora, disuelve fronteras y nos concede la capacidad de amar a todos los semejantes. Es la fuerza del destino por excelencia. Uno de los móviles mas poderosos en los asuntos humanos, que atraviesa nuestra dimensión instintiva y llega hasta la dimensión espiritual. 21


Seducción Nuestra maestra en materia de seducción es la naturaleza. Las criaturas vivas despliegan estrategias de “conquista”: cambian de color, se inflan, cantan, bailan, y batallan por la atención del otro. Al hacerlo, persiguen la reproducción de la especie. En latín, seducere implica apartar al otro de su comunidad para guiarlo de acuerdo a nuestra conveniencia. La cultura diversificó el concepto. Se corteja aun sin deseo de producir descendencia, buscando el placer o el amor profundo. Se practica también la seducción como arte, siguiendo rituales o inventando estrategias propias. Hoy atraviesa todas las dimensiones de lo humano. Sin seducción, no triunfaría el vendedor, el artista o el político. Seducir es captar la atención y el deseo del otro. Una de las formas más populares —y equívocas— de obtener reconocimiento para nuestra existencia.


Preferíamos encontrarnos en el puente, en la terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Julio Cortázar, Rayuela

Una tertulia del año 1890 Léonie Matthis

El palco de las damas en el teatro Colón Juan León Pallière, 1858

El gato Stutz, 1860

Tertulia

Teatro

Pulpería

En el muelle de Buenos Aires Deroy, s/d

Candombe o Candombe de carnaval, Pedro Figari, c. 1932

Baile popular en Buenos Aires s/d

Alameda

Candombe

Club

“Para bailar […] se forman dos filas […]. y lo que es más interesante, puede uno darse el placer de oprimir en sus brazos, alternativamente, a todas esas bonitas mujeres y hasta hacerles declaraciones sin que se ofendan. Estampas del pasado, José Luis Busaniche, 1971.

Durante el siglo XIX la alameda, al atardecer, se transformaba en un lugar de cortejo donde grupos de hombres y mujeres se encontraban, se seducían y se enamoraban.

Los palcos […] se ven frecuentados por mujeres muy bellas […] cabelleras de ébano y esas largas pestañas que se abaten sobre unos ojos lánguidos […] Estampas del pasado, José Luis Busaniche, 1971.

[…] el negro del tambor se agita bajo un paroxismo más intenso aún y las mujeres, enloquecidas, pierden todo pudor. Cada oscilación es una invitación a la sensualidad, que aparece bajo la forma más brutal que he visto en mi vida. Miguel Cané, En viaje, 1881-1882.

Los enamorados se hacen un chiripá con el chal de sus bellas, y puede vérseles, la guitarra en la mano, improvisando, con cadencia de música religiosa, versos rimados que cantan […] a la entrada de las pulperías. Estampas del pasado, José Luis Busaniche, 1971.

Hacia las décadas del 20 y 30, proliferaron en las ciudades los clubs de barrio, en donde las clases medias y populares se reunían para disfrutar de bailes, carnavales y otros eventos sociales. Las jóvenes concurrían con sus madres, quienes debían dar el visto bueno en caso de que un caballero intentara un acercamiento.


A mediados del siglo XIX aparece la figura del dandy. Hombre de dinero, conocedor de la cultura europea, que concibe la seducción como un arte. Galán compulsivo, le preocupa más conquistar que consumar el deseo. Con el tiempo la figura desaparece, pero el impulso no. Nuestro mundo está lleno de este tipo de seductores —tanto mujeres como hombres—, que enamoran todo el tiempo y sin mirar a quién. Porque lo que les importa, esencialmente, no es el otro, sino su propia habilidad a la hora de seducir. Cuatro amigos en París: A. Plaza Montero, D. Chávez López, F. Luciano López y Mariano Sáenz Valiente, 1857

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Lucio V. Mansilla, c. 1904-1907


Abanicos Judy Wagner, 2001

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¿Y por qué no? Nora Correas, 2014

Ricardo Liniers 26


Publicidades Archivo Raúl Manrupe

La cultura nos impone un ideal de belleza que asumimos nos guste o no. El cine, la televisión y la publicidad, construyen a diario un canon: un compendio de modelos estéticos. Sin embargo, la perspectiva histórica nos enseña cuán subjetiva es esta noción. Las mujeres que hoy son consideradas seductoras habrían parecido desnutridas en otras épocas. Con el paso del tiempo, también se fueron modificando las formas de seducción: desde el amor cortés y románti-

co, que desplegaba sus estrategias a partir de lo reprimido, a las formas audaces y hasta descaradas que hoy son moneda corriente. En la segunda mitad del siglo XX, la liberación sexual y los movimientos políticos revolucionarios repercutieron en la renovación del juego del amor y la conquista. Es fácil percibir esas transformaciones sociales a través de la evolución de la publicidad.

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Desde sus inicios, el trabajo de Schufer gira alrededor de dos temas fundamentales que se ubican en el epicentro de las relaciones humanas: amor e intimidad sexual. Para presentar esos relatos grabados, crea espacios oscurecidos que convierten al sonido en protagonista. De esta manera, los susurros sostienen nuestra atención con persistente sutileza, invitándonos a acercarnos más, a buscar un contacto con el testimonio, para tal vez descubrir algo de nosotros mismos, sin otro estimulo que el aural. Al brindarnos la intimidad de los secretos ajenos, Diana Schufer nos permite penetrar los misterios del amor, para maravillarnos una y otra vez ante la manera en que éste, constantemente nos transforma y estimula a seguir adelante, como si fuese un faro que alumbra nuestro navegar nocturno.

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Nocturno Diana Schufer 2007


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Como si se pudiera elegir en el amor,

como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio... Julio Cortรกzar, Rayuela

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ParaĂ­so, Johanna Wilhelm 2014

Proyecto nupcial Carolina Antoniadis, 2010

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MONOGAMIA

Geometría (nº I) Mónica Van Asperen, 2002

Pensar la monogamia es cuestionar la idea del amor como posesión. El deseo de estar con una sola persona no puede ser por definición una obligación. La fidelidad, tal como lo expresa su origen etimológico, supone un acto de fe que, como toda fe, desborda la racionalidad de los acuerdos. Pero, si se piensa al otro 32

como propiedad, el vínculo se mercantiliza: entre propiedades hay un intercambio dominado por la lógica de la ganancia. ¿Por qué pensar al amor desde esta perspectiva? El otro nunca puede ser mío; si así lo fuera, ya no sería un otro. Y el amor es la apertura infinita al otro.


MATRIMONIO

Wedding cake Antonio Berni, 1978

El matrimonio se muestra como la representación del amor en la esfera institucional. Como si existiese un pasaje natural desde el vínculo amoroso a esta figura legal, que establece deberes y obligaciones. La sacralidad del matrimonio estaría en esa capacidad de traducir el amor al lenguaje de la ley y lo social. Parecería existir una pro-

pensión a convertir todo vínculo amoroso en vínculo matrimonial: si hay amor, lo lógico sería casarse. Pero, ¿qué tiene que ver el amor con la lógica? ¿Puede

la ley expresar el amor, o más bien lo domestica? ¿Cómo sostener el amor en un matrimonio sin que se convierta en un contrato a cumplir?

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1778 MATRIMONIO EN LA COLONIA

HISTORIA

DEL MATRIMONIO

Aunque suene contradictorio, la historia demuestra que la relación del matrimonio con el amor es un hecho muy reciente, y específicamente cultural. El matrimonio ha sido siempre, más bien, un dispositivo productivo que ordena y normaliza la vida social. Disciplina y reproduce el sistema. Casi que podría funcionar más allá del amor. Casi que funciona más allá del amor. Casi que funciona mejor como dispositivo productivo cuando no hay amor. La historia del amor y el matrimonio es también la de una larga marcha para liberarse del arnés religioso y social, y reivindicar el derecho a amar.

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En siglo XVIII el amor comenzó a ser considerado un sentimiento avasallador, que debía ser controlado, disciplinado y sometido. A partir de las Reformas Borbónicas, la Corona sanciona “La Pragmática Real” sobre matrimonios, que entra en vigencia en el Virreinato del Río de la Plata en 1778. Los padres podían poner coto a los matrimonios de sus hijos con personas de castas consideradas “inferiores”. La Corona buscaba salvaguardar los privilegios de las elites criollas, desacelerando el avance del mestizaje y su ascenso social. Sin embargo, en el mundo colonial las tradiciones indígenas resistieron a la aplicación de un orden civil extraño a sus tradiciones. Por eso abundaban las historias de amores clandestinos y perseguidos.

Salida de misa en Santo Domingo Léonie Matthis, s/f

El estudio Witcomb y la fotografía de matrimonio, s/f

1902-1987 LA LARGA LUCHA POR EL DIVORCIO La Ley de Matrimonio Civil no acompañó las reivindicaciones del socialismo y de las organizaciones feministas sobre los derechos sociales, civiles y políticos de las mujeres. Aun así, entre 1888 y 1987 el Congreso Nacional recibió casi cuarenta proyectos para sancionar una ley de divorcio. Sólo en cuatro ocasiones fueron debatidos por el Parlamento: 1902, 1932, 1954 y 1987. En 1954, durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, se sancionó la Ley 14.394 que posibilitó, por primera vez en la Argentina, el divorcio vincular. Esta ley, junto con otros proyectos de secularización, llevó a un enfrentamiento del gobierno con la Iglesia y diferentes sectores conservadores, que derivó en el Golpe de Estado de 1955. La ley de divorcio fue suspendida sine die en 1956 mediante un decreto del general Pedro Aramburu. Habría que esperar hasta 1987 para que, tras el retorno de la democracia, se sancionara la ley 23.515 de divorcio vincular. El Episcopado emitió un comunicado: “el mal no se había podido evitar”.


1810

1888

MATRIMONIO Y REVOLUCIÓN

MATRIMONIO SECULAR

El proceso revolucionario iniciado en 1810 instaló el ideario de igualdad y libertad, con el objetivo de configurar una nueva sociedad, no estamentaria. En materia matrimonial, se prohibieron los casamientos mixtos entre criollas y españoles. A pesar de ello, la norma sobre la institución matrimonial siguió siendo hasta 1888 la heredada de la sociedad colonial, que reconocía la competencia de los tribunales eclesiásticos.

Hacia finales del siglo XIX el amor romántico comenzó a jugar un papel importante en la constitución del matrimonio. En el marco de consolidación del Estado Nacional, se sancionó en 1888 la Ley 2393 de Matrimonio Civil, que representó un momento crucial en el proceso de secularización. El paso por el Registro Civil se convirtió en ley. La unión religiosa se transformó en un asunto privado. Sin embargo, la mujer continuó inhabilitada para contratar, disponer de sus bienes y contraer obligaciones laborales y financieras sin autorización del marido. El matrimonio siguió siendo indisoluble. Para la Santa Sede esta ley representó “el fin de la familia”, pues atentaba contra el orden “natural”.

Detalle de página del periódico El Mosquito, 30 de diciembre de 1888

Página/12, 6 de junio de 1987

Tapa de Página/12, 4 de junio de 1987

Marcha en Mendoza a favor de la ley de matrimonio igualitario Nicolás Galuya, 8 de julio del 2010

2010

2014

MATRIMONIO IGUALITARIO

REFORMA DEL CÓDIGO CIVIL

En el año 2010 se sancionó la Ley 26.618, que reconoció el matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina y les garantizó los mismos derechos que al resto de las uniones: previsiones sociales, herencia, adopción e inscripción conjunta de los niños y niñas. Fue el corolario de una lucha de más de treinta años del movimiento LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales e intersexuales), junto a sectores políticos, sociales, culturales y académicos.

Con la Reforma del Código Civil de 2014 se amplían los derechos conyugales: se elimina la definición de matrimonio como unión entre hombres y mujeres, y se lo define como unión entre personas; se simplifica el trámite de divorcio con la eliminación de la noción de cónyugue culpable; los hijos pueden adoptar como primer apellido el del padre o el de la madre; aparece la figura de “unión convivencial”. Los bienes que se obtuvieran durante el matrimonio podrán ser convenidos al momento de efectuar la unión.

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UNIÓN y anarquismo El ideal de amor libre/unión libre fue postulado por hombres y mujeres anarquistas a fines del siglo XIX y principios del XX. En tiempos del matrimonio indisoluble, cuestionaron la doble moral del matrimonio burgués y el modelo familiar. Proponían una alternativa al modelo vincular, fundada en las libres voluntades individuales y la igualdad entre los sexos, sin intervención de los poderes públicos o religiosos.

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En el amor […] no aguardaremos la revolución. Nos uniremos libremente, despreciando los prejuicios, las barreras, las innumerables mentiras que se nos oponen como obstáculos. He conocido a un hombre, un camarada de ideas [Severino Di Giovanni]. Según las leyes burguesas, él está ‘casado’. Se ha unido a una mujer como consecuencia de una circunstancia pueril, sin amor. […] Aquí, en Buenos Aires, ciertos camaradas tienen del amor libre una idea verdaderamente exigua. Se imaginan que sólo consiste en cohabitar sin estar casados legalmente y, mientras tanto, en sus hogares siguen perdurando todas las ridiculeces y los prejuicios que son propios de los ignorantes. En la sociedad burguesa también existe esa clase de uniones que ignoran al registro civil y al cura. ¿Es acaso eso el amor libre? América Scafó, Carta al camarada E. Armand Buenos Aires, 3 de diciembre de 1928.


A mediados de siglo XX, la sociedad argentina estaba convulsionada por un nuevo contexto socioeconómico que afectaba el espacio social y político. Inevitablemente, estos cambios repercutieron en la vida privada y las relaciones entre hombres y mujeres.

Las revistas femeninas de la época intentaron tematizarlos. Un ejemplo es la serie de fotomontajes llamada Los sueños, de la artista Grete Stern. Fueron publicados como ilustraciones de la columna de consulta “El psicoanálisis le ayudará” (1948-1951), de la revista Idilio.

Las obras de Stern cuestionaron las asignaciones de género: alteraban, discutían y reformulaban los modelos dominantes y las narraciones canónicas que asociaban a la mujer con los aspectos más degradados de la sociedad moderna. Fotomontajes de la serie Los sueños Grete Stern, 1948-1951

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Promesas Leo Chiachio & Daniel Giannone, 2011-2012

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Blanca y radiante... Eduardo MĂŠdici, 1996


Amores de historia Oruga Producciones, 2012

Hay historias de amor que transcurren en la linealidad de la narración romántica: se conocen, se enamoran, se pelean, se reconcilian, se vuelven a enamorar. Sin embargo muchas veces irrumpe lo imprevisible y todo vira para lugares inauditos. Ahí dejamos de hablar de historias de amor y hablamos de casualidades, milagros o fatalidades. Amores lineales o imprevisibles de hombres y mujeres.

Cuerpos históricos que, atravesados por el devenir social, construyen formas de sentir y entender el amor. La historia del amor y el matrimonio es también la de una larga marcha para liberarse del arnés religioso y social, y reivindicar el derecho a amar.

El amor y la militancia son dos formas empáticas de estar en el mundo pues conllevan la misión de considerar un ser único y especial al prójimo. Antídotos del egoísmo contemporáneo, Regine Bergmeijer y Vicente Zito Lema expresan virtualmente la carnadura de la unión, de la emancipación, de la igualdad y de la poesía. Hablan de otros tiempos que se conjugan eternos en el clamor de la ética. El encuentro, la política, lo fugaz, el heroísmo, la derrota y la pasión, se exponen entre luces y sombras como atributos de cierta sinceridad ineluctable. Regine y Vicente. Amor y Militancia María Bagnat, 2014 39


La novia muerta Arturo Aguiar, 2008

Todos sabemos del dolor intenso que se experimenta cuando el amor no es correspondido, o cuando una relación amorosa termina. De ahí la popularidad de las obras artísticas que recrean el mal de amores: desde las tragedias, pasando por las canciones tristes (tangos, boleros, folklore), hasta al género romántico per se, representado en 40

folletines, novelas del corazón, radioteatros, telenovelas y películas. El dolor se presta a que el arte lo eleve a la categoría de algo sublime. ¿Quién no ha sido amurado alguna vez o –para usar otro término propio del tango– sufrido el más desgarrador de los requiebros?


Flores del mal de amor Feliciano Centuri贸n, 1996

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Adagietto, CoreografĂ­a Oscar Araiz, 1971 42 Grupo de Danza Unsam, 2014


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RADIOTEATRO Heredero de los (injustamente) llamados géneros chicos del teatro [...]el radioteatro surge con enorme fuerza en la década del 30, paralelo al notable desarrollo que en esos años tuvo la radiofonía nacida en 1920. El primer gran suceso fue Chispazos de tradición, creado y escrito por el inmigrante español José Andrés González Pulido. Cortadas en capítulos con el objetivo de conferirles continuidad, interés e intriga, aquellas fueron historias de una gran desmesura sentimental, que terminaron por atrapar a los más diversos sectores sociales. La emisión del capítulo del día llegó a modificar ritmos ciudadanos y costumbres personales. Cines y grandes tiendas, en el horario de

la tarde en que se emitía la novela, sentían la ausencia de espectadores y de clientes, y, para compensarlos y protegerse ellos mismos, tuvieron que instalar altavoces para que los seguidores no se perdieran ningún capítulo. El género [...] marcó un hito en la época de oro de la radio - 1935 a 1960 -. [...] De aquél González Pulido al gran Alberto Migré, podría tenderse un continuo en el estilo, en el que nunca faltaron buenos [...] y malos [...] , ascensos sociales tan fulminantes como difíciles de explicar, golpes de suerte que terminan de decidir un destino, finales felices y, fundamentalmente, la búsqueda y alcance del ideal romántico en todas las variantes imaginables.[...]

FOTONOVELA Las dos primeras revistas del llamado género rosa, tituladas Secretos e Idilio aparecieron en la Argentina a fines de la década del 40, [....]. En la del 50 y algo menos en la del 60, [...] otros títulos como Anahí, Nocturno, Contigo e Idilio Film se constituyeron en una modalidad editorial de enorme repercusión y, en conjunto, llegaron a vender, en sus mejores épocas, 7 millones de ejemplares mensuales. Heredera del folletín literario por entregas [...] sus héroes y especialmente sus heroínas eran representativas de un ideal romántico que tras sortear cualquier clase de conflicto alcanzaba un final feliz, sin cuestionar un estilo de moral tradicional. [...] La fotonovela no resistió los importantes cambios en el rol de las mujeres en los años 60, que se vieron más representadas por publicaciones como Claudia y Maribel y en especial no le pudo hacer frente a la nueva y

variada oferta de la televisión. Es cierto que estas historias de amor contadas en cuadritos tuvo aspectos criticables, pero para vastos sectores populares resultó un acercamiento posible a la lectura y una saludable incitación, para en un futuro, acercarse a un libro.


TELETEATRO A partir de la década del 50, con la instalación de la televisión privada en la Argentina, el viejo bastión radioteatral se trasladó a la pantalla chica. En diciembre de 1951, Ana María Campoy y su esposo en la vida real, José Cibrián, fueron los pioneros con la ficción de tono policial Néstor Villegas vigila. Aquella emisión diaria de 15 minutos de duración tuvo su continuidad en el Teleteatro de suspenso con libretos de Miguel de Calasanz e interpretado por los mismos artistas. Sin embargo el primer gran golpe de popularidad lo tuvieron en 1952 con ¡Cómo te quiero Ana!, libremente inspirada en la telecomedia Yo quiero a Lucy, que en la televisión norteamericana ya había consagrado a Lucille Ball y a su esposo Desi Arnaz. Del teleteatro a la tira, de la telenovela al unitario, de la telecomedia a las sitcom o comedias de situaciones, los 53 años de existencia de la televisión argentina están constituídos

por ficciones que, más allá del costumbrismo, el suspenso, el humor, la violencia, o el absurdo, jamás soslayó las más inocentes o retorcidas historias de pasión y de amor.

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EROTISMO En nuestra cultura, el amor y el placer sexual tienen una relación compleja. Para algunos sectores de la sociedad, poner a circular el placer sexual por fuera

de todo tipo de proyecto y todo tipo de institución suele generar conflictos. Cuando el filósofo Michel Foucault discute la teoría de la represión, nos muestra que el sexo está presente en todos lados. Se habla de sexo, se lo explica, se lo vende. Se vuelve un tema más de los que aborda la biología, se lo sistematiza y clasifica. Y así, entre tanta traslación, parte del sentido esencial del sexo se pierde.

Amate León Ferrari, 1997

La disociación del amor y el matrimonio con el placer sexual, no hizo más que fundar vidas paralelas y vínculos clandestinos hasta entrado el siglo XX, legitimando placeres oficiales y placeres ocultos.

Sin título (autorretrato) Alejandro Kuropatwa, 2001

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Gozar es tan diferente al amor / Charly GarcĂ­a Claudio Roncoli, 2014

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De la serie Landscapes Lulú Yankelevich, 2013

F&C Nico Hardy, 2012

Love and sex. Baton Rouge María Zorzón, 1997

Fiebre Armando Bó, 1970

A mediados de los 60 se popularizó el hippismo, un movimiento juvenil contestatario que confluyó con la cultura del rock. Era una época de cambios: el conservadurismo de las dictaduras militares fue atravesado por la llamada “revolución sexual”. La invención de la píldora anticonceptiva jugó un rol crucial en este proceso. 48

De la Serie HT Marcelo de la Fuente, 2006-2012

Los hippies decidieron vivir una sexualidad libre de los mandatos estatales y eclesiásticos, buscando alternativas al modelo monogámico y matrimonial que imperaba en Occidente. Desde entonces el sexo fue perdiendo su condición de tabú y se aceptó que, en materia amorosa, la sociedad puede ser tan creativa como lo es en el terreno cultural.


Pareja Carlos Gorriarena, 1999

Figura Carlos Gorriarena, 1993

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REPRODUCCIÓN Durante mucho tiempo se asoció la reproducción con el amor en la esfera del matrimonio. El mandato divino establecía que la unión entre el hombre y la mujer estaba justificada por el imperativo de multiplicarse. El sexo era entendido como mecanismo para la creación de descendencia. Con el avance de la ciencia y la tecnología, la conexión

entre sexualidad y reproducción se va tornando cada vez más tenue. Mediante la reproducción asistida, o la fecundación artificial, aparecen nuevas formas de mater-

Portadas de Página 12. Suplemento: SOY Alejandro Ros, 2001-2010

nidad/paternidad que no implican un encuentro sexual. Adopción por parte de matrimonios de personas del mismo sexo, o adopciones enmarcadas en familias monoparentales, también son un ejemplo de ésto. ¿Por qué no preguntarse si los hijos pueden ser, además de la descendencia biológica, una elección que involucra otros aspectos del amor? ¿Por qué no preguntarse, también, cuánto se liberaría el amor si ya no lo pensá-

ramos necesariamente vinculado a la reproducción?

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“El sexo del hombre es desobediente por naturaleza”. André Comte-Sponville, Ni el sexo ni la muerte.

La sexualidad carga con un pesado arnés histórico: la tradición católica la consideró una fuente de perversiones y vicios; el Estado Nacional la colocó al servicio del matrimonio, la reproducción y la perpetuación del orden social y económico; y el discurso médico eugenésico clasificó a las sexualidades “improductivas” como patologías. En este control, ¿qué lugar se le otorgó al amor y al placer? Entre fines del siglo XIX y fines del XX el Estado impulsó políticas reproductivas pro-natalistas que buscaban aumentar la población frente al descenso de la inmigración. Estas incluyeron desde impuestos a los solteros y a las parejas sin hijos, limitación del trabajo femenino fuera del hogar, control de la venta de anticonceptivos y prohibición de actividades relacionadas con el control de la natalidad, hasta la persecución de homosexuales y de mujeres alejadas del arquetipo de madre y esposa convencional. Pese al control estatal, la sociedad moderna siguió desarrollando nuevas pautas de sexualidad. La invención de la píldora en la década de los

sesenta, así como la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos en las últimas décadas, liberaron a la sexualidad del mandato de procreación. A su vez, las tecnologías y la Ley de fertilización asistida

posibilitaron la procreación sin sexualidad. El matrimonio igualitario separó la heterosexualidad de la familia. La ley de identidad de género separó los cuerpos sexuados del género asignado.

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Sperman Roberto Fontanarrosa, 1987

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Correspondencia Manuscritas. Mecanografiadas. Escritas sobre papeles delicados o al dorso de una tarjeta postal. Las cartas fueron siempre —y quizás sigan siéndolo, para los más románticos— un territorio predilecto para la comunicación amorosa. Algunas viajaron en carreta, otras en barco y más tarde en avión. Hay cartas que fueron confiadas al servicio de correos y cartas que fueron entregadas en persona, por debajo de la puerta de la amada. “Como deseo, la carta de amor espera su respuesta”, dice Roland Barthes. También busca romper con la distancia y la ausencia. Pero una carta puede ser interceptada, puede no llegar a destino o simplemente no ser contestada. Lo que sigue a la pasión de la escritura es la espera, la expectativa, la angustia. En el mejor de los casos, con la respuesta arribará la felicidad tan ansiada. Escritas por hombres y mujeres públicos y anónimos, huellas de diversas maneras de sentir y vivenciar un tiempo y una cultura, las cartas también nos hablan de un devenir histórico. Cartas conyugales pero también de rebelión contra los matrimonios por conveniencia. Cartas de seducción y de despedida, de despecho y reclamo, de amores prohibidos por la moral. Cartas desde el encierro y el destierro. Cartas escritas en la clandestinidad, firmadas con seudónimos. Y cartas, finalmente, que entrelazan el amor y la muerte.

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Victoria Ocampo y el escritor francés Roger Caillois se conocieron en 1939 y se escribieron profusamente por tres décadas. Con el paso del tiempo, el enamoramiento inicial –del cual esta carta es testimonio– se convertiría en una estrecha amistad. Victoria Ocampo/Roger Caillois, Correspondencia (1939-1978), selección de Odile Felgine, Buenos Aires: Sudamericana.

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56 Marcelo Ranea, 1983

Paula Ribas, 2009

Florencia Downes, 2014

Atilio Orellana, 2005


EL AMOR COMO PUENTE Este es el amor que reconoce la existencia de un otro, cuyos deseos se vuelven tan válidos como los nuestros. Por eso es el amor del “le”: porque tiene en cuenta lo que le pasa al otro, lo que le hace falta. En Estos otros —que pueden ser seres individuales, pero también instituciones y diversas formas de asociación— encontramos elementos que nos conmueven y por lo tanto definen nuestra identidad. Hablamos de los amigos, la familia, los compatriotas, los fa-

náticos del mismo equipo o la misma música, los compañeros, la pareja con la que transformamos deseo en proyecto común. Aquí la carencia ya no es el motor, sino la voluntad de construir comunidad. Pero, a medida que ganamos experiencia en amar a estos otros, la pregunta surge sola. ¿Solo amamos a aquel que es como nosotros? ¿Deberíamos preguntarnos cuán amplia es nuestra noción del prójimo?

FILÍA: es el amor que reconoce la existencia de un otro, cuyo deseo es tan válido como el nuestro. Por eso crea comunidad: familiar, social, religiosa, cultural, nacional, universal.

Télam, 2014

Juan Roleri, 2009

José Romero, 2013

Julián Álvarez, 2011

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Eso, pensó, esa oscura e indescriptible pertenencia a un cielo, a un río, a unos muros, a una luz, a una lengua, nadie se la podría arrebatar. Andrés Rivera, En esta dulce tierra, 1994

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¿Cómo pensar(nos) en la patria desde el amor? La dimensión afectiva que construye los lazos sociales, culturales, políticos e ideológicos de una nación ¿está atravesada solamente por el amor? ¿O hay otros sentimientos que contribuyeron a crear imagenes del nos/otros y maneras de habitar la patria? Domingo Faustino Sarmiento nos habla del terror que la “barbarie” habría generado en la “civilización”; José Hernández de la pena del gaucho que es obligado a dejar su pago e ir a la frontera; Joaquín V. González del odio dado por las discordias internas que, hasta el Centenario, habían fracturado la Argentina; Ricardo Rojas, del encuentro amistoso entre culturas ; y Ezequiel Martínez Estrada, del miedo infundido por la violencia del conquistador hacia los pueblos originarios. Pero entonces, ¿queda algún lugar para aquellos sentimientos que nos encuentran con los otros? Este espacio es una invitación a (re)pensarnos. Un recorrido por distintos registros históricos que nos dan indicios de una comunidad emocional, que construyen memoria allí donde la vida, la utopía, la libertad, la alegría, la inclusión, la justicia y el compañerismo se manifiestan frente a la muerte, la violencia y la exclusión. Momentos en los que el nos/otros tendió puentes hacia el otro.

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Sellaremos con sangre y fundiremos con el sable, de una vez y para siempre, esta nacionalidad argentina, que tiene que formarse, como las pirámides de Egipto y el poder de los imperios, a costa de la sangre y el sudor de muchas generaciones.

Roca, Julio Argentino

Nadie es patria. Todos lo somos. Borges, Jorge Luis (“Oda escrita en 1966”, 1966) Amar la patria, bien, nos exigieron. Si ellos son la Patria yo soy extranjero. García, Charly (“Botas Locas”, canción de Sui Generis censurada, 1974)

¡Ay patria mia! De tumbo en tumbo, se pierde el rumbo de la alegría. Sosa, Mercedes (Interpretando “Canción de amor para mi patria”, de Alberto Cortéz, 1996) 60


¿Amamos la patria? Y si es así, ¿qué es lo que amamos?

¿Un territorio? ¿El lugar donde pasamos nuestra niñez? ¿Los amigos? ¿Los compañeros? ¿Un alambrado? ¿El asado? ¿Los grandes hombres o los hombres anónimos? ¿Un suelo trabajado, una provincia, un barrio? Quizá una melodía, una historia y una cultura en común, o un hogar. Y eso que amamos: ¿es algo natural o artificial? ¿O lo que amamos es una idea? Patria como utopía. Patria revolución. Chica, socialista, peronista. Grande o extranjera. Patria como libertad o como muerte. ¿O es la patria otra cosa? Territorio de pasiones, de construcción del nos/otros. Pero, ¿somos nosotros la patria? ¿O somos los otros de la patria?

Pienso que tuvimos épocas buenas y épocas malas, pero uno no puede renunciar ni renegar al país, tiene que seguir adelante.

Me dió dulzura, amargura y cosas buenas.

Cuando vine acá, a mi nunca me faltó trabajo, siempre me sobró trabaja y siempre estuve bien, estuve bien y hoy mi familia también.

Para mí, hermosa. No la cambio por nada.

Argentina, de la serie El legado Canal Encuentro

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Fotos de plazas Archivo General de la Naci贸n, T茅lam, Memoria Abierta (colecci贸n Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Pol铆ticas y ARGRA)

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La Plaza de Mayo (…) un umbral de emotividad para la acción pública y de reconstitución de una democracia en las vidas personales y colectivas. Horacio González, “Cacerolas, multitud, pueblo”, 2001, entrevista Página/12. La plaza de la Revolución, 1810 Max Cachimba 2010

Plazas públicas ¿Qué sentimientos colectivos laten en estas plazas? ¿Qué proyectos de patria? ¿Acaso son instantáneas de un amor social, cívico y político? Plazas para ser vistas y oídas. Plazas que nos encuentran o que nos separan, revolucionarias o mutiladas. Plazas con balcones. Plazas que celebran, interpelan, protestan. Otras que se cierran y silencian. Plazas que buscan. Plazas reprimidas. Plazas de militancia y compañerismo, que construyen afectos, memoria e identidad. Las plazas como corazón de la patria.

Invasiones inglesas, antesala del bicentenario, 1806-1807 Crist 2010

El bombardeo a la plaza, 1955 El niño Rodríguez 2010 63


Sin título Yaya Firpo, 2011

Sin título De la serie Mujeres presas Adriana Lestido, 1991-1993

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Cruce Zanja de Alsina Mauro Martín Clausen, 2014

Expansión de la Villa 31 sobre la autopista Claudia Conteris, 2013

Madres y abuelas Daniel García, 2008


Fronteras ¿Las fronteras son solo geográficas, naturales, rígidas? ¿Son necesarias? ¿Qué nos une? O también, ¿qué nos separa? ¿Qué sentimientos se trazan en y entre las fronteras? La patria también es conflicto y desamor de un nos/otros escindido por fronteras históricas, culturales, económicas e ideológicas. Una frontera puede ser habitada como un espacio que divide o como un espacio que nos conecta. ¿Estamos condenados siempre a dejar a alguien afuera?

Trabajando en la Zanja de Alsina F. Fortuny

De la serie Indoamericano Sub, Cooperativa de fotógrafos, 2005-2010

Grupo de oficiales Antonio Pozzo, 1879

De la serie Indoamericano Sub, Cooperativa de fotógrafos, 2005-2010

Plaza Italia Dani Yako, 1988

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Exilio Partir es partirse. León Grinberg, Migración y exilio, 1996

Y si es así, ¿qué es lo que se parte? ¿Un nos que se queda y un otro que se va? ¿Qué sucede cuando el prójimo ya no es próximo? Destierros, deportaciones, exilios, emigraciones. Viajes forzados y abruptos; por razones políticas y/o económicas. Un nos/otros que peregrina en soledad: pérdidas afectivas y proyectos de patria truncados. ¿Cómo se reconfigura la patria desde otras geografías? ¿Acaso continúa allí donde el exiliado la sigue pensando y extrañando? El exilio como una forma de amor escindido, donde prima la pena y el deseo de volver.

...me di cuenta de que lo que necesitaba, y añoraba, era un conjunto de baldosas como ésa, y yo, y otra gente, arriba de ellas, yendo o viniendo en un determinado momento del día. Carlos Ulanovsky Carlos Ulanovsky, Seamos felices mientras estemos aquí: crónicas de exilio, Buenos Aires: Sudamericana, 66 2001.


De la serie Los emigrantes Alejandro Lipszyc, 2001-2013

Montevideo, Mayo de 1847

A mi Patria Buenos Aires: mis ojos se abrieron a la luz bajo tu cielo hermoso; y digno hijo de tus pasadas glorias, se cerrarán acaso bajo el cielo nublado del extranjero. Pero en mi destierro, tu recuerdo santo se confunde en mi memoria con los primeros besos de mi madre; […] Adiós Buenos Aires: orgulloso de mi origen, moriré en el destierro, si no puedo algún día respirar en tu seno el aire puro de la Libertad: pero mi última palabra será tu nombre; mi último pensamiento será tu imagen. José Mármol José Mármol, Cantos del peregrino, Buenos Aires: La Cultura Argentina, 1917

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Estos cuatro libros fueron enterrados durante la dictadura militar. Permanecieron bajo tierra durante casi veinte años, en el jardín de la casa de Nélida Valdez y Oscar Elissanburu, en Mar del Plata. Gozaron de digna sepultura, un privilegio que no tuvieron muchas de las víctimas de la dictadura. Hoy, desenterrados por sus hijos, son un testimonio de lo que tuvimos que pasar. Estos libros no pueden cumplir la función para la que fueron concebidos. Sus hojas, palabras y signos se han convertido en la memoria de lo que fueron y en testimonio rescatado por una nueva generación.

Los condenados de la tierra Marcelo Brodsky, 2007 69


Historias del arte, Diccionario de certezas e intuiciones, Extranjero Diana Aisenberg, 1997-2014

Nosotros Daniel Ontiveros, 2012

Los otros Daniel Ontiveros, 2014 70


FRASES ? Plano Augusto Zanela, 2014

Nos/otros ¿Quiénes somos nos/otros? ¿los prójimos? ¿aquellos que nos sentimos cerca?, y si esto es así, ¿qué lugar ocupa ese otro del que no nos sentimos próximos: el distante, el diferente, el ajeno, el extraño, el extranjero? ¿Qué lazos sentimentales trazamos con ese otro? Tal vez en un país construído a partir de la diversidad étnica y cultural, deconstruir y redefinir quiénes somos, nos

permita indagar de qué partes estamos hechos y reconocernos en todas ellas. “...el otro me es necesario para ser yo. No puedo ser yo sin el otro. Está ahí su rostro y en ese rostro puedo ver que no existo solo y que el otro no existe para negarme sino para completarme.” Emannuel Levinas. 71


“...y el amor y el dolor que eran de veras gimiendo en el cordón de la vereda. Lágrimas enjuagadas con harapos.” María Elena Walsh, “Eva”, 1976

Fragmentos de: En la calle la historia, Bio.ar, Micro homenaje a Néstor Kirchner (Canal Encuentro), Huellas de un siglo (canal 7), Fragmento del film “Perón, sinfonía del sentimiento”, Leonardo Favio

Pasiones colectivas que se manifiestan ante el dolor de la pérdida del nos/otros político. Largas vigilias, calles cubiertas con flores, multitudes en silencio, ojos llorosos, gritos, rezos, agradecimientos, cajones cargados a pulso, espacios públicos de luto, balaceras ante el dolor, tumbas como lugar de resguardo ante la intolerancia. Son registros de amores y odios que interpelan la noción 72

del nos/otros. Ritos colectivos que dan cuenta de la eficacia simbólica del cuerpo como cuerpo político, nacional, identitario y de resistencia. Funerales que cumplen una doble función: integradora y excluyente. Funerales públicos que testimonian la existencia de una comunidad emocional. El pueblo como corazón del funeral.


Altares domĂŠsticos, altares personales Cayetana Vidal, 2014

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Ídolos populares Producción Casa Nacional del Bicentenario, 74 2014


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A M I S TA D “Un amigo es uno mismo con otro cuero” Atahualpa Yupanqui Dicen que no elegimos la familia que nos toca, pero que los amigos son la familia que elegimos. Los amigos, los compañeros: aquellos con quienes nos encontramos y nos identificamos en la escuela, en el barrio, en el club, en el trabajo o en la calle, hasta en las redes sociales. Con ellos, compartimos gustos, objetivos, sueños, concepciones sobre el mundo, lugares de pertenencia; creemos en la lealtad, la incondicionalidad, la sinceridad, el compromiso y la reciprocidad.

El Mercado Néstor Frenkel, 2013 76

Escuela Maite Larumbe, 2014

Quizás por eso para muchos la amistad sea “sagrada”. Sin embargo, ¿es esta una mirada acabada? En el proceso de hacer(nos) amigos, de construir lazos identitarios, ¿se pone en juego también la construcción de un otro diferente -el que no pertenece a mi equipo de fútbol, el que escucha otra música, el que tiene otras ideas políticas, etc.-? Podemos pensar los encuentros con los amigos y compañeros como un refugio frente a la soledad, como pedacitos de inmortalidad.


Sin tĂ­tulo Alejandro Lipszyc, 2001

Ateneo Popular de Versalles Alejandro Lipszyc, 2008

Club Estrella de Maldonado Alejandro Lipszyc, 2006

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Familia numerosa Horacio Zabala, 2005

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“En la oficina de Utiles, Rillo absorbía nuestra atención; la oficina era suya. Rillo era el personaje absorbente; él había dado a la oficina carácter y personalidad. Su gárrula charla inundaba la sala; sus vociferaciones eran a veces tan robustas, tan gráficas, que parecían objetos que chocaban contra ilusorias paredes. Romeu y yo, que ya lo conocíamos bien, lo contradecíamos para encenderlo y dejarlo arder. Julito, si no leía, concentraba toda su atención en las palabras del Rillo, y las comentaba con repentinas carcajadas que lo hacían moverse como pelele. Esta oficina, cuando estuvo a cargo de Rillo, se llamó “República de Utiles”. Roberto Mariani, “Riverita”, en Cuentos de la oficina, 1925

“Al otro día no había caído una sola gota y el cielo brillaba como un espejo. De José María se burlaron cuando apareció en la obra con paraguas. ‘Lo que pasa es que y me levanto a las cinco y vos te levantaste hace diez minutos’, le dijo al capataz, un hombre robusto y fuerte con un bigote daliano, que fue el que llevó la voz cantante en las cargadas. A esa hora (siete de la mañana) nadie tenía una pizca de humor, así que solían cebarse en pequeñeces, chistecitos baratos y vulgaridades”. Sergio Bizzio, Rabia, 2004

“Pasé seis meses vagando por la redacción sin escribir una línea [...] Entonces, Milton Roberts […] me sugirió que hiciera un par de ‘calendarios’ […] Mi amigo Pasquini Durán, que participaba como todos los jefes en las reuniones con el director, me avisó que pese a la aparición de esos artículos no faltó un comedido que se explayó sobre el hecho de que, además de no hacer nada, yo andaba por la redacción dándole charla a todo el mundo y organizando partidos de fútbol. El asunto era cierto, pero son cosas que no se dicen delante de un patrón. A la semana siguiente, Juan Gelman vino en mi ayuda y me integró al equipo del suplemento cultural”. Osvaldo Soriano, Introducción a “Johann Sutter. La fiebre del oro”, en Artistas, locos y criminales, 1984

“A las cinco de la mañana, nosotros, los tejedores, encendíamos, en silencio, los fluorescentes, embutidos, nosotros, los tejedores, en gastados over-alls. Y era como si se iluminase la nave de una iglesia laica. No hablábamos, a esa hora, los tejedores. No te cruzabas de los dos telares Ruti, de seda, que atendías, a los dos telares de seda que atendía otro tejedor con el cual te habías prometido compartir las desolaciones del último fin de semana, y las indulgencias con las que te compensarías, y las herejías que ibas a protagonizar en el tiempo que viajaba desde el sábado a la una de la tarde hasta el lunes a las cinco de la mañana.” Andrés Rivera, Esto por ahora, 2005 79


FAMILIA La experiencia original del amor suele provenir de la familia: los brazos que nos mecieron, los cuerpos que nos dieron calor, las voces que nos alentaron a ir por más. Se trata —o debería tratarse— de un amor incondicional, con el que necesitamos contar porque será matriz de nuestra educación sentimental. A lo largo de la historia, la humanidad conoció infinidad de transformaciones sociales y culturales, pero la familia perduró como núcleo. Sus formas variaron desde que el modelo 80

Instalación audiovisual A.R.C.A. 2014

patriarcal fue puesto en crisis, como parte de un proceso que aún continúa. Pero aunque sus modalidades más novedosas fluctúen todavía a causa de esta búsqueda —por cierto: con plasticidad infinita—, algo es indiscutible: que el hombre sigue demandando un capullo de contención. Un espacio no necesariamente físico, pero sí del alma; compartido por otros que, aunque no convivan con nosotros ni estén ligados por sangre ni por ley, nos procuren el sostén que solo dan los lazos de amor verdadero.


Lo que me dijo mi madre, lo que me dijo mi padre Felipe GimĂŠnez, 2012

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A lo largo de la historia, una tarea tan vital como la de cocinar fue cargándose de sentidos. Todas las culturas sumaron su propia creatividad a esta tarea. Pero el acto de cocinar se enriqueció además con otro ingrediente: el amor. Porque no se trata solo de alimentar, es también un gesto de amor. El amor familiar no es el único que frecuenta la cocina: los rituales de seducción también la incorporan. A lo largo del siglo XX, a través de la publicidad, se han ido creando estereotipos sobre la relación entre la comida y los vínculos afectivos. La comida, desde esta perspectiva, no solo nutre, también une, plenifica, crea nuevos lazos.

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Publicidades Archivo RaĂşl Manrupe 83


TIEMPO DE ENCUENTRO

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Se puede pensar la plaza pública como lugar emblemático de encuentro con la comunidad. Aquí el tiempo no es una mercancía, aquí el tiempo no es oro. Aquí nos permitimos permanecer, compartir desde un juego de ajedrez, una calesita, un mate o una charla, hasta una movilización. Nos permitimos “perder el tiempo” junto al otro -conocido o no, a quien percibimos como igual o diferente- y ese perder no nos resta, nos suma. En esos encuentros compartimos la vida: la familia, la amistad, el compañerismo, la fe, el barrio, la ciudadanía, la patria. Es a partir de ellos que consolidamos los lazos afectivos sociales. El tiempo de encuentro que se toca, que se oye, que se mira, que se huele, es un tiempo que construye puentes entre nos/otros.


Plaza M贸nica Kucher, 2014 85


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Juegos infantiles, Archivo Sociedad Fotogrรกfica Argentina de Aficionados s/d


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Ciclos Carlos Trilnick, 1992-2014

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Amen acci贸n de fuego Dolores C谩ceres, 2009


EL AMOR SIN ORILLAS Así como hay una dimensión del amor en la que recibimos (Eros) y otra en la que compartimos (Filía), existe una tercera que nos mueve a darlo todo al otro. El amor entendido como Agape impulsa a que, más que dar, nos demos. Es el amor que busca que la vida del otro sea plena, hasta -de ser necesario- dar la vida por su causa. Es el sueño o la utopía que compro-

mete en favor de una comunidad. Es la actitud de aquellos que, pudiendo irse en los momentos difíciles, eligen quedarse a luchar por un mañana mejor. Es lo que hacen quienes trabajan por aquellos que nuestra sociedad niega o desprecia. Es la convicción de aquel y aquellos que piensan que ese otro -incluso anónimoda sentido a su vida.

AGAPE: es la forma del amor vinculada a la renuncia. Tiene sentido a partir de la pérdida, del desapego. Existe en la medida en que doy sin esperar nada a cambio.

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Dios es rico en amor y fidelidad, Biblia hebrea. Dios es amor, Biblia cristiana. Mi Señor es misericordioso, lleno de amor, Corán. El amor a Dios es el amor a la pregunta. Es el deseo de no contentarse con lo que hay y seguir preguntando. Dios no puede ser otra cosa que una búsqueda abierta: la pregunta de un ser humano que, consciente de sus límites, interpela por el más allá. Algunos creen, otros no. Pero para muchos, la palabra Dios condensa valores, sueños, proyectos. Un Dios al que las principales religiones monoteístas relacionan directamente con el amor. Un Dios que representa, para el que cree, la totalidad de lo que se esfuerza por alcanzar: el mundo espiritual, la verdad, la justicia, el amor en la relación con el prójimo. A ese Dios personal o simbólico nos referimos. Dios es amor porque frente a la inmensidad de lo que hay, todos somos igualmente pequeños. Dios es amor porque ni siquiera hace falta que exista: la conciencia de que no lo podemos todo nos impulsa a traspasar los límites. Dios es la certeza de que nosotros no somos dioses y que por eso el amor es más importante que el poder. Amar a Dios es amar lo que nos excede. Piel de selva baldía León Ferrari Arte Leíble, como leyendas contadas por huellas de abrazos Entre ramas Jazmines, no encuentro jazmines entre flores escondidas adivinadas Amapolas disimuladas? Nunca ¿quién? pintó así aquella piel de la selva baldía Donde están donde encontraste esas arterias verdes de Sol? Repetirlas verdes deformarlas verdes cromo vanadio desparramados en Algodón Flores marimoñas clivias fresias rosas rosadas sonrojadas Enredaderas aplastadas en cópula sobre muros enamorados No me olvides dice la rama llena de otoño y de invierno desde un asilo Olivos, cómo es la flor antes de exprimir el fruto? Cantos de pinceles y murmullos de agua entre alambres retorcidos rotos ladrillos Hierros herrumbrados de una cama que retiene gritos y salivas Ingrávidas? hojas ramas cosas ingrávidas?: N O 90

Xxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxx xxxxx

Nunca será suficiente Alejandra Fenochio, 1994-2014


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Pueblos Originarios Canal Encuentro

“Nosotros estamos peleando para que se nos de el título de tierra para conservar la riqueza que nosotros tenemos aquí. Nosotros somos ricos aqui. Si tengo hambre me voy al río, si quiero miel me voy al monte, como miel y estoy feliz”

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Jardín Román Vitali, 2009


Según la leyenda del Quiché, “El libro de la Comunidad”, la genealogía de la cultura originaria ancestral, el hombre emerge de la naturaleza. Es obra de los dioses que lo hacen surgir del maíz blanco y amarillo y en el soplo del viento adquiere el don del habla. Porque el hombre no tejió el tejido de la vida, él es solamente uno de sus hilos. Todo lo que le hiciere al tejido se lo hace a él. Para los pueblos originarios no hay oposición entre sociedad y naturaleza. Ambas se vinculan de manera mucho más compleja: la tierra es entendida como el espacio de observación y de generación de conocimientos sobre las relaciones que se establecen entre el conjunto de los seres vivos y los seres humanos. Hoy, desde el paradigma contemporáneo occidental, se mira a la naturaleza solo como una fuente inagotable de recursos. Aquellas culturas saben amar y vivir en armonía con su entorno desde hace miles de años.

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Sara con mellizos. Baton Rouge María Zorzón, 1997

Sara y mellizos con foto. Buenos Aires María Zorzón, 2011

AMOR MATERNAL Luego del nacimiento de un hijo, el amor materno suele expresarse en una entrega total: disponiblidad absoluta del cuerpo, del tiempo y del trabajo en pos de la felicidad de otro y sin espera de retribución alguna. A medida que los hijos crecen y empiezan a expresar su individualidad y sus deseos, nuestros sentimientos por ellos se tornan más complejos. Empieza a jugar la tensión entre la necesidad de conservarlos como propios y el deseo de dejarlos ir. El amor hacia ellos también implica emanciparlos de la lógica del intercambio: no nos deben nada porque no nos pertenecen. 94


El mar que lo trae Mariana Schapiro, 2006

“No hay otro amor así, vos podes amar a tu familia, a tus amigos, a tu pareja; pero el amor que vos tenés con un hijo es otra cosa. Y eso está buenísimo, porque es indescriptible, solamente lo entienden otras mamás.”

“Ser padre es responsabilidad, responsabilidad física, emocional, Es aprender a mirar. A mirar a otro y aprender a correrse uno, para poder mirar a ese otro.”

Campaña institucional Madres y padres 2013, Archivo Las Casildas

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AMOR AL OTRO La palabra prójimo -aquel a quien, según según la Biblia, deberíamos amar como a nosotros mismosviene de próximo. ¿Pero qué pasa con aquellos a quienes no consideramos próximos, ya sea porque no están cerca físicamente, o por diferencias de: etnia, género, clase social de credo o ideología? ¿Deberíamos amarlos también? Hay quienes responden, en los hechos, con un rotundo sí. Por ejemplo, los que se ocupan de otros, especialmente de aquellos que tienen la vida amenazada o deteriorada. Y los que renuncian a sus rutinas o su círculo cerrado para consagrar su vida a los demás. Y los que, teniendo oportunidad de salvarse individualmente, optan por seguir adelante, movidos por sus verdaderas pasiones: la política, la patria, la fe.

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El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor, dijo Ernesto Che Guevara. Su vida y su muerte son un ejemplo de esta creencia. Humanista, intelectual, revolucionario, emerge de una sociedad en transformación y se convierte en un referente de la Nueva Izquierda y de los movimientos de liberación de los sesenta y setenta. Su militancia permanente por el socialismo y la conformación de un “hombre nuevo” lo llevó a luchar contra el subdesarrollo, la explotación y el imperialismo en geografías lejanas a su patria. Tras su participación victoriosa en la Revolución Cubana en 1959 -junto con Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y otros revolucionarios anónimos-, y pudiendo quedarse en Cuba, abandona los altos cargos y decide volver a dejarlo todo por el otro. “Me siento tan patriota de Latinoamérica (…) que estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”, había dicho ante la ONU en 1964. Tres años más tarde sería asesinado en Bolivia mientras luchaba por la liberación de todo el continente. Su ejemplo de entrega y lucha perdura hasta el día de hoy. Che un hombre nuevo, Tristán Bauer, 2009

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EVA PERÓN “Yo no renuncio a mi puesto de lucha: renuncio a los honores”, dijo Eva Perón en su discurso del 22 de agosto de 1951, frente a un millón de personas que pedían por su candidatura. Días después, anunciaba que no ocuparía la vicepresidencia en la fórmula Perón-Perón. Es probable que su renuncia haya sido motivada no solo por voluntad propia, sino también por su avanzada enfermedad y las presiones de las Fuerzas Armadas contra su candidatura. Lo cierto es que este hecho quedó en la memoria popular como el acto que condensa su constante entrega a la causa de los más humildes.

Su renuncia y su muerte temprana fueron centrales en la constitución de su figura como símbolo: de santidad, de justicia social, de rebeldía, de revolución. Un referente para diversas generaciones de argentinos que aún hoy la llevan como estandarte y se hacen eco de sus palabras: Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria.

Tapa del periódico El Laborista. Acto del Día de la Lealtad de 1952, año en que falleció Eva Perón, fue realizado en su honor. Los diarios lo llamaron el día de “Santa Evita”. Comenzaba el mito. 98


CARLOS MUJICA No se trata solo de dar la muerte, se trata de dar la vida, de dar cada instante de la existencia, dijo Carlos Mugica, en 1971, tres años antes de ser asesinado. Cura y revolucionario, formó parte del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que bregaba por la opción por los pobres, la fraternidad y el socialismo cristiano. Mugica, cura villero, dejó su comodidad material para luchar por aquellos que no tenían nada. A causa de su entrega y compromiso social y político se enfrentó con la jerarquía eclesiástica, y fue víctima de la persecución de las dictaduras de Onganía, Lanusse y más tarde de López Rega. Es en 1974 cuando recibe amenazas de la Triple A. Mugica podría haberse ido, pero decidió quedarse luchando. El 11 de mayo de 1974, junto con un compañero, fue ametrallado en la puerta de la iglesia San Francisco Solano. Cuando el médico que lo recibió en el hospital le anunció que debía operarlo, el cura, señalando a su compañero, le dijo: “Primero a él”. Este compañero sobrevivió; Mugica murió poco después. Se fue como había vivido: dando la vida por los otros. Junto con él, 19 sacerdotes tercermundistas fueron asesinados o desaparecidos por la violencia estatal entre 1974 y 1983. 99


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MADRES Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO Ante la dictadura cívico-militar (1976-1983) que llevó adelante un plan sistemático de desaparición de personas y apropiación de niños, y enfrentando la represión y el silencio, un grupo de madres y abuelas empezó a reunirse, a caminar, a organizarse para buscar a los suyos. Algunas encontraron los cuerpos de sus hijos, otras recuperaron nietos, pero aun así siguieron buscando. Es que, en algún momento de la lucha, había ocurrido algo que las llevó a dejar de pensar en términos de “mis” hijos para empezar a hablar de “nuestros” hijos. La búsqueda de una se convirtió en la búsqueda de todas. Esa es la razón por la cual aquellas que mitigaron en parte su dolor caminan todavía: en pos de calmar el dolor de otras.

Serie Madres y abuelas Daniel García

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ANÓNIMOS Ante el dolor ajeno, hay muchos que eligen actuar. Dejar su tiempo, su cuerpo y hasta su vida por el otro. Hombres y mujeres abocados al trabajo social que entregan su tiempo a los más excluidos. Maestros y maestras que dejan su lugar de origen para enseñar en escuelas rurales o de frontera. Misioneros, médicos y enfermeros que viajan a regiones marginadas para paliar los daños producidos por inundaciones, terremotos, epidemias. Bomberos voluntarios que arriesgan sus vidas para salvar desconocidos. Voluntarios que, en contextos de guerra, catástrofe o represión estatal, exponen su vida para salvar al otro. Son los anónimos que valoran la vida del otro tanto como la suya.

Salvando la naturaleza Facundo Cravero ONG Mis Amores Germán Pomar Campo Largo, Chaco, 2013

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Explosión en el edificio de Rosario Jorgelina Rossi 2013


Trabajo en equipo. Facundo Cravero

Voluntario haciendo primeros auxilios. Salta, 2007 Socorristas en un simulacro de sismos graves y coordinaci贸n de ayuda comunitaria. Alfredo Ponce. Mendoza, 2012 Susana Maza y Silvia Barrera, enfermeras que trabajaron en Malvinas durante el conflicto. 103 Enrique Cabrera. Buenos Aires, 2014


Veracruz

Llévate mis amores [fragmento] Dirección: Arturo González Villaseñor 2014

PATRONAS DE VERACRUZ Migrantes oriundos de Centroamérica recurren a un tren de carga, que atraviesa México desde la frontera con Guatemala, con la intención de entrar clandestinamente en Estados Unidos. A esta máquina se la conoce como La Bestia, La Antesala del Infierno y también El Tren de la Muerte. Sus pasajeros no tienen otro deseo que llegar a un lugar que les permita ganarse la vida y mantener a los suyos, aunque sea a la distancia. Sin embargo, durante el viaje suelen ser víctimas 104

del hambre y también de la violencia de grupos armados -militares, paramilitares- y de los carteles de la droga. Pero no todo es crueldad. Desde hace años, un grupo de mujeres de Veracruz conocido como Las Patronas cocina viandas que ponen en bolsas, para arrojarlas al paso del tren. Para ellas los pasajeros son desconocidos, pero eso no los hace menos sino más merecedores de una sonrisa y un poco de pan.


LA MADRE DE LOS DESPLAZADOS Ciudad Bolívar, en los márgenes de Bogotá, es uno de los lugares más frecuentados por las víctimas del desplazamiento forzoso. Para evitar la incorporación compulsiva a la guerrilla y la violencia de los paramilitares, cuatro millones de colombianos escaparon de sus tierras hacia las grandes ciudades. La madre de los desplazados 2010

En Ciudad Bolívar, doña Juanita, desplazada ella también, ha conformado casas de acogida para que los niños y las mujeres tengan techo, comida y, sobre todo, un espacio de ternura y de paz, durante sus primeras semanas allí. Por eso la llaman “la madre de los desplazados”.

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Utop铆a, Instalaci贸n interactiva Idea y concepto: Marcela Roberts Dise帽o y realizaci贸n: Gabriel Caputo 2014


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Eso que llamamos amor, Ignacio Masllorens y Pablo Padula 2014

Pรกgina anterior 100 world kisses, Ignacio Lehmann 2012-1014

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Este espacio PAKA PAKA fue concebido para vivir y recrear el AMOR ligado al FESTEJO, LA FELICIDAD y las SENSACIONES. Más allá de disfrutar de este ámbito amoroso y sensiblemente dispuesto, diversas actividades promueven la activa participación de los niños. Así, podrán dejar en los muros sus frases sobre el amor, observar cajitas-teatrinos de madera a través de las cuales se sorprendan con sus ojos de enamorados o generar escenas de amor, activando una manivela giratoria.

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Graffitis, 2014 Mural Maite Larumbe y 112 Magdalena Fazzolari


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OBRAS EN EXHIBICIÓN Aguiar, Arturo La novia muerta, 2008 Fotografía Copia de exposición: 120 x 150 cm. Colección del artista Aisenberg, Diana Historias del arte, Diccionario de certezas e intuiciones. Extranjero, 1997-2014 Instalación Medidas variables Colección de la artista Antoniadis, Carolina Proyecto nupcial, 2010 Fotografía intervenida digitalmente 140 x 140 cm. Colección de la artista Archivo Regional de Cine Amateur A.R.C.A. Quienes integran A.R.C.A. son: Andrés Levinson, Diego Trerotola, Eloísa Solaas, Francisco Lezama, Julieta Sepich, Leandro Listorti, Magdalena Arau, Paula FélixDidier, Pablo Mazzolo. Instalación audiovisual Barreda, Fabiana Arquitectura cósmica, 2009 Video Duración: 2 minutos Barreda, Fabiana Cuerpo sonoro, 2012 Video Duración: 3 minutos Berni, Antonio Wedding cake, 1978 Acrílico sobre tela Copia de exposición: 135 x 135 cm. Colección de Julio José Crivelli Brodsky, Marcelo Los condenados de la tierra, 2007 Instalación realizada para la Bienal de Valencia, 2007 Colección del artista Cáceres, Dolores Amén, acción de fuego, 2009 Registro de la performance presentada en la V Bienal Vento Sur de Curitiba (2009) Videoproyección Duración: 2’ 43” Archivo de la artista Cachimba, Max La plaza de la Revolución, 25 de mayo de 1810, 2010 Dibujo Copia de exposición: 35 x 50 cm. Colección del artista Calcagno, Martín Lo de anoche será eterno, 2013 Objeto 160 x 90 x 4 cm. Colección del artista

Calcagno, Martín Quiero ser tu capricho, 2013 Vidrio, madera y bronce 80 x 60 x 4 cm. Colección del artista Centurión, Feliciano Flores del mal de amor, 1996 Bordados sobre frazada 52 x 37 cm. Colección de Eduardo Costantini Chiachio, Leo y Giannone, Daniel Promesas, 2011-2012 Bordado a mano con hilos de algodón, rayón, hilos efecto joya y promesas de metal s/tela 113 x 117 cm. Colección de los artistas Conteris, Claudia Expansión de la Villa 31 sobre la autopista. Buenos Aires, diciembre de 2013 Fotografía Copia de exposición: 55 x 82 cm. Colección de la artista Correas, Nora ¿Y por qué no?, 2014 Instalación Técnica mixta ( plumas, mica, mdf ) 130 x 180 x 45 cm. Colección de la artista Correas, Nora Corazón partido, 1976 Instalación Técnica mixta 320 x 230 cm. Colección de la artista Crist Invasiones inglesas, antesala del bicentenario, 1806-1807, 2010 Dibujo Copia de exposición: 37 x 50 cm. Colección del artista De la Fuente, Marcelo De la Serie HT, 2006/2012 Fotografías 37 x 26 cm. c/u Colección del artista Deroy En el muelle de Buenos Aires, s/d Litografía Copia de exposición: 37 x 56 cm. Archivo General de la Nación Fenochio, Alejandra Nunca será suficiente, 1994-2014 Acrílico s/tela Medidas variables Colección de la artista Ferrari, León Amate, 1997 Palabras de Jesús: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mr 12, 31), escritas en braille sobre “Juego de manos”, estampa de Utamaro. 50 x 40 cm. Colección Fundación Augusto y León Ferrari

Figari, Pedro Candombe o Candombe de carnaval, c. 1932 Acuarela Copia de exposición: 37 x 56 cm. Museo Nacional de Bellas Artes Firpo, Yaya Sin título, 2011 Tintas sobre papel 24 x 32 cm. y 30 x 40 cm. Colección de la artista Fontanarrosa, Roberto Sperman, 1987 Gigantografía Publicado en la Revista Fierro Gai, Silvia Corazón, 2014 Tejido al crochet endurecido en azúcar 20 x 30 x 20 cm. Colección de la artista Gai, Silvia Todo se mueve al ritmo de lo que ingiere el vientre, 1995 Vestidos bordados y tejido al crochet endurecido en azúcar Medidas variables Colección de la artista García, Daniel Buenos Aires, 5 de septiembre de 2008 Copia de exposición: 41 x 65 cm. Colección del artista García, Daniel Madres y abuelas Fotografías Copia de exposición: medidas variables Colección del artista Gil de Castro, José Retrato de San Martín, 1817 Pintura Copia de exposición: 95 x 80 cm. Colección del artista Giménez, Felipe Lo que me dijo mi madre, lo que me dijo mi padre, 2012 6 telas sobre bastidor 110 x 110 cm. Colección del artista González, Federico Chile y Sarandí, 2009 Aplanadora sobre papel de grabado 70 x 50 cm. Colección del artista Gorriarena, Carlos Figura, 1993 Carbonilla s/papel 56 x 76 cm. Colección de Silvia Vesco Gorriarena, Carlos Pareja, 1999 Oleo pastel s/papel 56 x 76 cm. Colección de Silvia Vesco

Hardy, Nico “F & C”, 2012 Copia de exposición: 26 x 35 cm. Colección del artista Kuropatwa, Alejandro Sin título (autorretrato), 2001 Fotografía color 129 x 99 cm. Colección Mariana y Andrés Duprat Lehmann, Ignacio 100 world kisses, 2012-1014 Fotografías Medidas variables Colección del artista Lestido, Adriana Sin título, 1991-1993. De la serie Mujeres presas Fotografía Copia de exposición: 63 x 94 cm. Colección de la artista Liniers Dibujos Copia de exposición: medidas variables Colección del artista Lipszyc, Alejandro Ateneo Popular de Versalles. Buenos Aires, 2008. De la serie Los Clubes Fotografía 60 x 60 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Club Estrella de Maldonado. Buenos Aires, 2006. De la serie Los Clubes Fotografía 60 x 60 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Sin título. Buenos Aires, 2001. De la serie Deportivo Muñiz Fotografía 116 x 130 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Cecilia Cabrera. Buenos Aires, 3 de septiembre de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Familia García. Buenos Aires, 26 de octubre de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Familia Zaietz. Buenos Aires, 3 de septiembre de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista


Lipszyc, Alejandro Federico Herrera. Buenos Aires, 3 de abril de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Fernando Rosende. Buenos Aires, 30 de marzo de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista Lipszyc, Alejandro Víctor Lev y Ester Govergon. San Martín Prov. de Buenos Aires, 20 de diciembre de 2002. De la serie Los emigrantes, 2001-2013 Fotografía ByN impresión inkjet en papel de algodón 40 x 32 cm. Colección del artista Masllorens, Ignacio y Padula, Pablo Eso que llamamos amor, 2014 Video instalación Duración: 10’ en loop Matthis, Léonie Salida de misa en Santo Domingo, 1890 Litografía Copia de exposición: 37 x 56 cm. Archivo General de la Nación Matthis, Léonie Una tertulia del año 1890 Litografía Copia de exposición: 37 x 56 cm. Archivo General de la Nación Medici, Eduardo Blanca y radiante..., 1996 Fotografía intervenida 128 x 79 cm. Colección del artista Méndez, María Elina Nacimiento de Eros, 2014 Lápiz sobre papel Copia de exposición: 150 x 200 cm. Colección de la artista Ontiveros, Daniel Los otros, 2014 Espejos partidos 30 x 200 cm. Colección del artista Ontiveros, Daniel Nosotros, 2012 Espejos partidos 30 x 200 cm. Colección de la Casa de la Cultura Villa 21 Barracas Pallière, Juan León El palco de las damas en el teatro Colón, 1858 Litografía Copia de exposición: 37 x 56 cm. Archivo General de la Nación

Rodríguez, El niño El bombardeo a la plaza, 16 de junio de 1955, 2010 Dibujo Copia de exposición: 38 x 50 cm. Colección del artista Roncoli, Claudio Gozar es tan diferente al amor / Charly García, 2014 Serigrafía sobre papel 60 x 90 cm. Colección del artista Ros, Alejandro Portadas Suplemento Las/12, 12 de enero de 2001. Suplemento Educación sexual, junio de 2007. Suplemento Soy, 17 de septiembre de 2010 Copia de exposición: 80 x 55 cm. c/u Colección del artista Schapiro, Mariana El mar que lo trae, 2006 Madera 60 x 180 x 115 cm. Colección Palais de Glace Schufer, Diana Nocturno, 2007 Instalación Stern, Grete Los sueños del matrimonio Idilio nº 93, 29 de agosto de 1950 Copia de exposición: 68 x 39 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stern, Grete Los sueños de evasión Idilio nº 84, 27 de junio de 1950 Copia de exposición: 55 x 33 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stern, Grete Los sueños de ideales frustrados Idilio nº 75, 25 de abril de 1950 Copia de exposición: 81 x 48 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stern, Grete Los sueños de indecisión Idilio nº 83, 20 de junio de 1950 Copia de exposición: 74 x 43 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stern, Grete Los sueños de inhibiciones Idilio nº 80, 30 de mayo de 1950 Copia de exposición: 72 x 41 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stern, Grete Los sueños de trasposiciones Idilio nº 64, 7 de febrero de 1950 Copia de exposición: 69 x 48 cm. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Stutz El gato, 1860 Acuarela sobre papel Copia de exposición: 37 x 56 cm. Colección del artista

Sub, Cooperativa de fotógrafos De la serie Indoamericano. Lugano, 2005 Fotografía Copia de exposición: 35 x 52 cm. Sub, Cooperativa de fotógrafos De la serie Indoamericano. Villa Soldati, 2010 Fotografía Copia de exposición: 35 x 52 cm. Trilnick, Carlos Ciclos, 1992-2014 Videoinstalación Duración: 15.39 min. Van Asperen, Mónica Geometría (nº I), 2002 Fotografía Copia de exposición: 120 x 120 cm. Colección del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario Vidal, Cayetana Altares domésticos, altares personales, 2014 Altar a la Negra Francisca (Marta) Fotografía digital Copia de exposición: 44 x 25 cm. Colección de la artista Vidal, Cayetana Altares domésticos, altares personales, 2014 Altar India y Santa (Marta) Fotografía digital Copia de exposición: 44 x 25 cm. Colección de la artista Vidal, Cayetana Altares domésticos, altares personales, 2014 Altar Tesoro (Marta) Fotografía digital Copia de exposición: 25 x 44 cm. Colección de la artista Vidal, Cayetana Altares domésticos, altares personales, 2014 Altar Zen (Diego) Fotografía digital Copia de exposición: 25 x 44 cm. Colección de la artista Vidal, Cayetana Altares domésticos, altares personales, 2014 Soy mi propio altar (Carolina) Fotografía digital Copia de exposición: 44 x 25 cm. Colección de la artista Vitali, Román Jardín, 2009 Tejido con cuentas acrílicas facetadas encastrables, metal y madera Medidas variables Colección del artista Wilhelm, Johanna Paraíso, 2014 Instalación Rollo de papel calado 135 x 20 cm.

Colección del artista Yako, Dani Plaza Italia, 1988 Fotografía Copia de exposición: 63 x 95 cm. Colección del artista Yankelevich, Lulú De la serie Landscapes, 2013 Copia de exposición: 26 x 35 cm. Colección de la artista Zabala, Horacio Familia numerosa, 2005 Instalación Madera, hilo de algodón, chapa de aluminio 50 x 230 x 230 cm. Colección del Palais de Glace Zanela, Augusto Plano, 2014 Instalación Zorzón, María Love and sex. Baton Rouge, 1997 Fotografía 30 x 30 cm. Colección de la artista Zorzón, María Sara con mellizos. Baton Rouge, 1997 Fotografía 60 x 60 cm. Colección de la artista Zorzón, María Sara con mellizos con foto. Buenos Aires, 2011 Fotografía 60 x 60 cm. Colección de la artista

FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN Autores sin identificar Baile popular en Buenos Aires, s/d Fotografía Copia de exposición: 37 x 56 cm. El estudio Witcomb y la fotografía de matrimonio, c. 1888-1889 Fotografía Copia de exposición: 37 x 30 cm. Llamado especial a los donantes voluntarios de sangre, especialmente los 0 positivos, para el banco de sangre del Hospital Garraham, Buenos Aires, 24 de julio de 2014 Fotografía Copia de exposición: 27 x 45 cm. Lucio V. Mansilla, c. 1904-1907 Fotografía Copia de exposición: 53 x 35 cm.


Severino di Giovanni, 8 de junio de 1925 Foto de prontuario después de la detención en el Teatro Colón Fotografía Copia de exposición: 51 x 32 cm. Vista aérea de la Zanja de Alsina, 1994 Fotografía Copia de exposición: 45 x 67 cm. ARCHIVO TELAM Fotografía de autor Alvarez, Julián Divididos en el Mandarine Park. Buenos Aires, 1º de noviembre de 2011 Fotografía Copia de exposición: 106 x 160 cm. Bartoliche, Alejandra Jornada solidaria de médicos argentinos y cubanos por la estepa patagónica. Chubut, s/d Fotografía Copia de exposición: 25 x 40 cm. Cabrera, Enrique Susana Maza y Silvia Barrera, enfermeras que trabajaron en Malvinas durante el conflicto. Buenos Aires, 1º de abril de 2014 Fotografía Copia de exposición: 18 x 26 cm. Downes, Florencia El nieto recuperado número 114. El músico Ignacio Guido Montoya Carlotto con su abuela Estela de Carlotto, al encabezar su presentación formal ante los medios en la sede de Abuelas. Buenos Aires, 8 de agosto de 2014 Fotografía Copia de exposición: 106 x 140 cm.

Roleri, Juan Familiares de Clelia Fontana Deharbe y Pedro Fabián Sandoval, y representantes de organismos de Derechos Humanos festejan el dictamen de la sentencia al gendarme Víctor Enrique Rei a 16 años de prisión. Buenos Aires, 23 de abril de 2009 Fotografía Copia de exposición: 106 x 154 cm. Romero, José Estudiantes de los secundarios Lenguas Vivas y Mariano Acosta cortan el tránsito frente a ese colegio, para realizar un abrazo contra los nuevos programas de educación media. Buenos Aires, 4 de junio de 2013 Fotografía Copia de exposición: 106 x 160 cm. OTROS ARCHIVOS Y COLECCIONES Fotografía de autor Clausen, Mauro Martín Cruce Zanja de Alsina, 2014 Fotografía Copia de exposición: 30 x 40 cm. Colección privada Cravero, Facundo Salvando la naturaleza, s/d Fotografía Copia de exposición: 16 x 30 cm. Archivo del Consejo Nacional de Bomberos de la República Argentina Cravero, Facundo Trabajo en equipo, s/d Fotografía Copia de exposición: 16 x 30 cm. Archivo del Consejo Nacional de Bomberos de la República Argentina

Orellana, Atilio Susana Verón sostiene a Olga Villalba quien también tiene una hija desaparecida por la red de trata de jóvenes. Tucumán, 14 de diciembre de 2005 Fotografía Copia de exposición: 106 x 138 cm.

Dlapa, Roberto Eduardo Explosión e incendio de un camión tanque en la Ruta 9, San Pedro, s/d Fotografía Copia de exposición: 27 x 45 cm. Archivo del Consejo Nacional de Bomberos de la República Argentina

Pomar, Germán ONG Mis Amores. Campo Largo, provincia de Chaco, 18 de agosto de 2013 Fotografía Copia de exposición: 25 x 40 cm.

Fortuny, F. Trabajando en la Zanja de Alsina, s/d Copia de exposición: 28 x 42 cm. Museo Roca

Ponce, Alfredo Socorristas en un simulacro de sismos graves y coordinación de ayuda comunitaria. Mendoza, 16 de octubre de 2012 Fotografía Copia de exposición: 18 x 28 cm.

Galuya, Nicolás Marcha en Mendoza a favor de la ley de matrimonio igualitario, 8 de julio del 2010 Fotografía Copia de exposición: 37 x 54 cm. Colección privada

Ribas, Paula Mercedes Sosa y Fito Páez en la quinta noche de la Fiesta de la Manzana. General Roca, 16 de febrero de 2009 Fotografía Copia de exposición: 106 x 158 cm.

Pozzo, Antonio Grupo de oficiales, 1879 Fotografía Copia de exposición: 28 x 40 cm. Museo Roca Ranea, Marcelo Blanca Blecher, presa política desde no-

viembre de 1975 se abraza con su hijo en el local de “Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas”, 19 de octubre de 1983 Fotografía Copia de exposición: 106 x 146 cm. Archivo Memoria Abierta y ARGRA Rossi, Jorgelina Explosión en el edificio de Rosario, 7 de agosto de 2013 Fotografía Copia de exposición: 16 x 30 cm. Archivo del Consejo Nacional de Bomberos de la República Argentina OTROS ARCHIVOS Y COLECCIONES Autores sin identificar Ambrosio Sandes Fotografía Copia de exposición: 32 x 22 cm. Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” de Luján América Scarfó (1º de febrero de 1931). Foto de prontuario policial del mismo día en que Severino di Giovanni fue fusilado por la dictadura de Uriburu. Fotografía Copia de exposición: 51 x 32 cm. Colección privada Cuatro amigos en París: A. Plaza Montero, D. Chávez López, F. Luciano López y Mariano Sáenz Valiente, 1857 Daguerrotipo Copia de exposición: 33 x 53 cm. Museo Histórico Nacional Juegos infantiles, s/d Fotografías Copias de exposición: 21 x 18 cm. Archivo Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados La madre de los desplazados, 2010 Fotografías Copias de exposición: 26 x 35 cm. c/u Archivo particular La selección argentina pasa a la final de la Copa del Mundo, tras el partido contra Holanda. San Pablo, 9 de julio de 2014 Fotografía Copia de exposición: 106 x 137 cm. Archivo Telam Voluntario haciendo primeros auxilios. Tartagal, Salta, 2007 Fotografía Copia de exposición: 18 x 26 cm. Archivo de la Cruz Roja Argentina PUBLICACIONES Autor Burtin, Carlos, Del hogar a la escuela. Rosario, Editorial Apis, 1958, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin

Cozzani de Guillone, E., Mensaje de Luz. Buenos Aires, Editorial Estrada, 1953, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Falcone, Luis y Benedetto, Osvaldo, Cardos en Flor. Buenos Aires, Editorial Librería del Colegio, 1951, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Ferro, Beatriz, Un libro juntos. Buenos Aires, Editorial Estrada, 1979, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Figún, Sara y Moraglio, Elisa, Girasoles. Buenos Aires, Editorial Estrada, 1969, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Grazziano, E. y Crotman, M., Nuevo amigo. Buenos Aires, Editorial Librería del Colegio, 1957, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Hermo, Carmen, Paz y Trabajo. Buenos Aires, Editorial Troquel, 1964, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Pérez Aguilar, G. y Schujer, S., Libromanía. Buenos Aires, Editorial Santillana, 2000, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Pizzurno, Pablo, Prosigue. Buenos Aires, Editorial Cabaut-Librería del Colegio, 1901, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Robredo, M. E. y Cumora, M. L., Nuevos Horizontes. Buenos Aires, Ángel Estrada y Cía. Editores, 1937, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Toro de Gómez, Clara, El hogar de todos. Buenos Aires, Editorial Kapelusz, 1923, Biblioteca de la Fundación Walter Benjamin Wagner, Judy, Abanicos. Buenos Aires, Editorial Editores SA, 2001 Archivo privado PUBLICACIONES Autores sin identificar El Laborista, 23 de agosto de 1951, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional El Laborista, 18 de octubre de 1952, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional El Mosquito, 30 de diciembre de 1888, Biblioteca del Archivo General de la Nación La Razón, 18 de octubre de 1951, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Página/12, 4 de junio de 1987, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Página/12, 6 de junio de 1987, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional


PUBLICIDADES Archivo privado

El futuro es nuestro, 2014 [fragmento] Dirección: Ernesto Ardito y Virna Molina Canal Encuentro

Cigarrillos Libres de Trusts, 1914 Colonia Flores del campo, 1930 Cerveza Quilmes, 1939 Fijador de pelo Ricibrill, 1948 Loción Palmolive, 1951 Loción para después de afeitarse Aqua Velva , 1953 Muebles Eugenio Diez, 1955 Chocolate Toddy, 1958 Publicidad de jabón de tocador Polyana, 1960 Flan Instantix, 1962 Gin Gilbey, 1962 Yerba Nobleza Gaucha, 1962 Caldo de pollo Knorr, 1962 Chocolates Noel, 1964 Cigarrillos Marlboro, 1967 Colonia y loción para después de afeitarse Old Spice, 1967 Margarina Fres-ka, 1970 Indumentaria masculina Angelo Paolo, 1988 Rollitos de Virulana, 1991 Archivo Raúl Manrupe

El Mercado, 2013 [fragmento] Dirección: Néstor Frenkel Magoya films

VIDEOS, PELICULAS Y DOCUMENTALES Adagietto, 1971 [fragmento] Coreografía Oscar Araiz Intérpretes: Rocío Castagnasso y Marcelo Bizarri Música: Gustav Mahler, Sinfonía N 5 en do sostenido menor Grupo de Danza Unsam (2014)

Entrevista al Dr Marcelo Larcade, 2014 [fragmento] Dirección: Javier Corbalán Fiebre, 1970 [fragmento] Dirección: Armando Bó Flores de Septiembre, 2003 [fragmento] Dirección: Roberto Testa, Pablo Osores y Nicolás Wainszelbaum Funerales [fragmentos] Fragmentos de programas de TV: “En la calle la historia” (Bio.ar.), “Micro homenaje a Néstor Kirchner” (Canal Encuentro), Huellas de un siglo (TV Pública) Fragmento del film “Perón, sinfonía del sentimiento”, Leonardo Favio, 1999 Huellas de un Siglo, Capítulo: Corrientazo, 1999, 2010 [fragmento] Área de Cine de la TV Pública Argentina La letra inesperada [fragmento] Ciclo de la TV Pública

Argentina, de la serie El legado [fragmento] Canal Encuentro

La pequeña señora de Pérez (1944) de C.H. Christensen; Circe (1964) de Manuel Antín; Mercado de Abasto (1955) de Lucas Demare; Mas quel mundo (2004) de Lautaro Núñez de Arco; Un amor (2012) de Paula Hernández; El dependiente (1969) de Leonardo Favio; La vida continúa (1969) de Emilio Vieyra; Nazareno Cruz y el lobo (1975) de Leonardo Favio; Flashes de ti (2012) de Renzo Rodríguez; Aniceto (2008) de Leonardo Favio; El mismo amor la misma lluvia (1999) de José Luis Campanella

Ayer fue primavera, 1955 [fragmento] Dirección: Fernando Ayala

Llévate mis amores, 2014 [fragmento] Dirección: Arturo González Villaseñor

Campaña institucional Madres y padres, 2013 [fragmento] Archivo Las Casildas

No dejes que los prejuicios hablen por vos [fragmento] INADI y Canal Encuentro

Che un hombre nuevo, 2010 [fragmento] Dirección: Tristán Bauer

Plazas y patria, 2014 Proyección de fotografías Autores: Carlos D. Fredricks, Héctor Vázquez, Carlos Villoldo, Daniel Rodríguez, Florencia Downes, Analía Garelli, Julio Pantoja, Irma Montiel, Maximiliano Luna, Candelaria Lagos, Juan Roleri, Pepe Delloro, Raúl Ferrari, Sergio Quinteros, Sebastian Granata, José Granata, Eduardo Navone, Roman von Eckstein, Fernando Gens Archivo General de la Nación, Télam, Memoria Abierta (colección Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas ) y ARGRA

Amores de Historia, 2012 [fragmentos] Oruga producciones Archivo BACUA

Cuchipanderos, 2014 [fragmento] Dirección: Agostina Guala Macaco films y Mil Grullas Discurso de renuncia de Eva Duarte de Perón emitido por Radio Nacional, 31 de agosto de 1951 El amigo, 1960 [fragmento] Dirección: Leonardo Favio El amor (primera parte), 2004 [fragmento] Dirección: Alejandro Fadel, Martín Mauregui, Santiago Mitre y Juan Schnitman

Pueblos Originarios, Temporada I, II y III [fragmento] Canal Encuentro

Radioteatros, 2014 Video realizado a partir de fotografías y notas de prensa de distintas épocas Archivo Carlos Ulanovsky Regine y Vicente. Amor y Militancia, 2014 Realización: María Bagnat Seducción [fragmentos de cine argentino], 2014 Selección de las películas: José Ludovico Video realizado a partir de: Safo, historia de una pasión (1943) de C.H. Christensen Testimonios sobre el amor, 2014 Dirección: Javier Corbalán Una tarde feliz, 2002 [fragmento] Dirección: Celina Murga y Juan Villegas INSTALACIONES Y AMBIENTACIONES Amor en distintas lenguas, 2014 Instalación lumínica Diseño y producción: Casa Nacional del Bicentenario Amor y comida, 2014 Instalación Diseño y producción: Casa Nacional del Bicentenario Escuela, 2014 Mural Diseño y realización: Maite Larumbe Producción Casa Nacional del Bicentenario Graffitis, 2014 Mural Diseño y realización: Maite Larumbe y Magdalena Fazzolari Producción: Casa Nacional del Bicentenario Idolos populares, 2014 Instalación Diseño y producción: Casa Nacional del Bicentenario Autores: Eduardo Carrera, Silvio Fabrykant, Sara Facio, Pepe Fernández, Silvina Frydlewsky, Alejandro David Leiva, Adolfo Rozenfeld, Celeste Urreaga, Guillermo Viana. Archivos: Archivo General de la Nación, Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, Télam, Museo Fangio, Museo Casa Carlos Gardel Plaza, espacio de encuentro, 2014 Instalación Realización: Arq. Mónica Kucher Seducción y publicidad, 2014 Diseño y producción: Casa Nacional del Bicentenario Realización: Juan Lepes Archivo Raúl Manrupe Utopía, 2014 Instalación interactiva Idea y concepto: Marcela Roberts Diseño y realización: Gabriel Caputo


CASA NACIONAL DEL BICENTENARIO Directora ejecutiva Liliana Piñeiro Asistentes de dirección Andrea Marchionni | Mercedes Bonanno Coordinadora general Laura Quesada Coordinadora Operativa Inés Pocci EXPOSICIONES Coordinadoras Cristina Blanco | Marcela Roberts Producción Agustina Arnau | Florencia Curci | Maite Larumbe | Johanna Scarlata

TEATRO Coordinador Luciano Kaczer EDUCACIÓN Coordinadora Julieta García Asistente de coordinación Josefina Cabo Educadores Analía Marcolini | María José Grenni y Borghi | Mariano Sayavedra | Nicolás de Brea Dulcich PRENSA

Edición de contenidos y programación audiovisual Luciana Delfabro

Coordinadora Ariana Ponzo Equipo Mariana Pintos | Nicole Doumerc | María Zentner

Coordinadora itinerancias Maya Mercer

Fotografía Diana Hoffmann

DISEÑO GRÁFICO Y EXPOSITIVO

Informes Ariel Giordanengo | Florencia Giorgio

Coordinadora Cecilia Aschenazi Martínez Equipo Valeria Sánchez Gaudina | Pablo Verón ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS, TÉCNICA Y MULTIMEDIA Coordinador Santiago Miró Equipo Leandro Calonge | Pablo Sánchez Rial | Demián Visgarra | Ariel Bocco | Matías Lennie Bruno | María José Re Dalinger | Manuel Schjaer DANZA Coordinadora Soledad Pérez Tranmar

ADMINISTRACIÓN Coordinadora Patricia Belvedere Equipo Silvia Villar | María de los Ángeles Carreras Pagano | Marcelo Rao | Magdalena Fazzolari INFRAESTRUCTURA Coordinador Ricardo Olmedo Asistente de coordinación Rodolfo Rau Equipo Leandro González | César Sánchez | Ángel Palacios | Sebastián Aguirre | Ezequiel Petralanda Guardarropas Laura Hernández | Gladys Urueña

SISTEMAS Pablo Graffigna COORDINADOR SÁBADOS, DOMINGOS Y FERIADOS Esteban Pervanas


EXPOSICIÓN AMOR

CATÁLOGO

AGRADECIMIENTOS

Dirección Liliana Piñeiro

Dirección Liliana Piñeiro

Asesoramiento teórico y textos curatoriales Eduardo de la Serna | Darío Sztajnszrajber | Javier Trimboli | Violeta Rosenberg

Edición, coordinación y producción editorial Isabel Puente

La Casa Nacional del Bicentenario agradece la colaboración de personas e instituciones públicas y privadas: Martín Agüero, Nicolás Arata, Martin Bonavetti, Dr. Juan José Crivelli, Mariana y Andrés Duprat, Alicia Entel, Guadalupe Fazzolari, Julieta Ferrari, Dr. Marcelo Larcade, Jorge Larumbe, Gustavo Lowry, Daniel Luna, Eva Turun Barrere, Silvia Vesco, Victor Vigo. Archivo General de la Nación (Departamento fotográfico y audiovisual), Archivo de Prensa de la Ciudad de Mendoza, Bacua (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos), Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Área de archivos y colecciones particulares), Canal Encuentro, Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” de Luján, Departamento de Investigaciones Culturales del Gobierno de la Pampa, Fundación Augusto y León Ferrari, Fundación Walter Benjamin, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Las Casildas, Malba, Memoria Abierta, Museo Casa Carlos Gardel, Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, Museo Nacional de la Historia del Traje, Museo Histórico Nacional, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Roca, Página/12, Palais de Glace, Sub Cooperativa de Fotógrafos, Subprograma Gestión y Administración Cultural programa de Las Culturas Ministerio de Turismo y Las Culturas, San Luis, Télam (Departamento fotográfico), TV Pública y Correo Argentino.

Consultores Judith Gociol | Diego Golombek | José Ludovico | Raúl Manrupe | Luisina Rampoldi | Hugo Ruda | Carlos Ulanovsky | Dora Barrancos Textos de sala Marcelo Figueras | María José Grenni y Borghi Coordinación general y museografía Cristina Blanco | Luciana Delfabro | Marcela Roberts Producción e investigación María José Grenni y Borghi | Johanna Scarlata | Lucía Ulanovsky | Josefina Cabo | Magdalena Fazzolari | Maite Larumbe | Maya Mercer Producción audiovisual Agustina Arnau | Ariel Bocco Diseño Cecilia Aschenazi Martínez | Valeria Sánchez Gaudina | Pablo Verón Retoque fotográfico Florencia Curci | Pablo Verón Producción y realización general Casa Nacional del Bicentenario | Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.

Textos Marcelo Figueras | María José Grenni y Borghi Diseño gráfico Cecilia Aschenazi Martínez Pablo Verón Fotografías de sala Florencia Curci Diana Hoffmann Impresión Latingráfica



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