Después de la Revolución, la extracción de madera se incrementó aún más hasta el año 1949, cuando un decreto del gobierno puso fin a la explotación de la selva, buscando resguardar su biodiversidad y fomentando las áreas protegidas en Chiapas.
Sin embargo, comenzó entonces un grave proceso de colonización, con falta de experiencia en bosques tropicales ocasionó que se deteriorara todavía más y empezara a estar la Selva Lacandona en peligro.