Prensa Chilena Un homenaje al viejo y querido Leon Bloy
febrero 16, 2007
Jesucristo en el teatro: Blasfemias financiadas por Fondart No diga que no le advirtieron. Hoy se anunció en El Mercurio (feb. 16)la próxima obra blasfema que será financiada con los fondos para el "arte" que se supone pertenecen a todos los chilenos. La obra -adivine de qué se trata- se llamará "Cristo" y la prepara la misma compañía que montó aquella llamada "Prat", que fue un solo insulto al héroe naval. Y no diga tampoco que no di la solución: Esa obra no la va a ir a ver nadie, salvo que la prensa le de como bombo al tema por la provocación que implica. Pero con la prensa, ya sabemos lo que pasa. La nota de El Mercurio es reveladora, sólo hay que saber leer entre líneas. Veamos algunos párrafos que seleccioné. "La idea surgió porque empezamos a trabajar en torno a la figura de Cristo y nos empezamos a dar cuenta de que lo único que teníamos como referentes de él eran muchas representaciones".
O sea, la visión que se tenga de Jesucristo a partir de la fe no está contemplada. Lo dice de entrada la dramaturga Manuela Infante. Me fascinaría saber en qué consistió todo ese "trabajo" que realizaron en torno a la figura en cuestión y qué tan serio fue, cuáles fueron sus fuentes, etc. "Creo que me importa más la discusión que se pueda generar en torno a la ficción y la realidad, en cómo se topan o se modifican. Si la polémica tiene esa meta, me parece bien porque es lo que queremos generar. Si va por el lado de decir que estamos contando mal la historia, en ningún momento tendremos la intención de ser fidedignos a nada, porque no creo que existan parámetros, ni un centro con el que uno pueda ser o no fiel".
Ay, León Bloy, nunca hubo un burgués que te saliera al encuentro con semejante lugar común. A confesión de la autora, relevo de pruebas. A ella no le interesa su obra, sino que causar discusiones polémicas a la salida del teatro. Ahora, está más que claro que esa discusión a la salida del teatro no tiene ninguna relevancia porque el impacto de una obra en Chile es cero; la gracia está en que la prensa tiene entrada gratis a estas funciones y a través de crónicas multiplicarán el efecto nefasto de este "arte" que se agota en la provocación de la sociedad. Luego vendrán las furibundas cartas al director de los cristianos justamente ofendidos, pero que terminarán causando más daño porque la autora cuenta con ellos para justificar su premiación con un nuevo Fondart. Si ellos no tienen la intención de ser fidedignos a nada, entonces no me explico cómo se puede uno ganar un Fondart con ello. Yo he visto los formularios de postulación al premio y se supone que son para hacer "algo" y se debe mantener cierta fidelidad al menos a los términos del proyecto so pena de caer en malversación de fondos. Pero no crea que soy tan imbécil como para pisar el palito y entrar en la definición de "arte" o "cultura", que hoy da para justificar cualquier cosa. No. El punto está en otros datos de la crónica que son sumamente sospechosos. Dice El Mercurio: