Fantasía para un gentilhombre (Red. flauta y piano)

Fl a ut ayor que s t a

J oa quí nRodr i g o

Fa nt a s í ap a r au n g e nt i l h o mb r e ( 1976) Re d uc c i ó np a r af l a ut ayp i a no

© (USA) 2019 Ediciones Joaquín Rodrigo, S.A. Todos los derechos reservados.

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Fantasía para un gentilhombre ISMN: 979-0-805417-33-2 Depósito legal: M-1051-2020

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A Andrés Segovia

Fantasía para un gentilhombre Inspirada en Gaspar Sanz

Para componer la Fantasía para un gentilhombre, Joaquín Rodrigo se inspiró en la obra de Gaspar Sanz Instrucción de música sobre la guitarra española, el primer método escrito para guitarra. Pero Rodrigo utilizó el contenido de esta obra con gran libertad y prueba de ello es que con seis minutos de música, compone una obra para orquesta de veinte minutos de duración.

Sobre la Fantasía, Rodrigo ha escrito: ‘Un día, de paso por Madrid, Andrés Segovia me invitó a escribirle una obra para guitarra: no importaba la forma o el título; me indicaba tan sólo que la prefería con pequeña orquesta.

En mi música figuran incursiones, no del todo desafortunadas, por el Siglo de Oro de nuestra música, y muy especialmente a la vértebra que une el siglo xvi con el xvii, en el costado de la música vocal-instrumental (Cuatro madrigales amatorios). así como intentos para apresar la huella scarlattiana a través del Padre Soler. Este último, que me parecía premisa previa para procurarme un neoclasicismo de hace algunos años, era preciso complementarlo prendiendo en esta malla sutil el cabo suelto del siglo xvii. Y para ello me parecía necesario acudir a Gaspar Sanz, músico en el que se dan cita, en esta encrucijada, el espíritu de este siglo que moría con el del siglo naciente; el entronque de la ternura con la razón.

Todo esto, si bien en muy escasa medida, está representado en la obra de Gaspar Sanz, sin duda, el primer músico que ennoblece la guitarra, relegada a las manos de barberos, buhoneros, trashumantes, pícaros o sencillas gentes del campo o de las villas.

Expuesta a Segovia la idea de ampararme de aquella temática, y aceptada con evidente complacencia, me puse a escribir una “Suite”, en la que al margen de la forma “Concierto”, la guitarra fuera, sin embargo, protagonista casi total y absoluta.

Esta Fantasía se divide en cinco tiempos: El Villano, que abre la partitura, se desarrolla de manera monotemática dentro del cuadro melódico propio de la época, sigue a este tiempo un Ricercare, en el que realizo la fuga apenas esbozada por Gaspar Sanz.

Españoleta (tercer tiempo), se interrumpe por un episodio curioso que le sirve de trío a la parte central: Toques de la caballería de Nápoles, alusión natural en aquel momento en que este reino estaba tan ligado a España; por otra parte, la Siciliana y la Españoleta son,

For the composition of the Fantasía para un gentilhombre, I took my inspiration from Gaspar Sanz’s Instrucción de música sobre la guitarra española, the first published guitar manual, but I used the contents of this work very freely. A proof of this is that from six minutes of Sanz’s music I composed an orchestral work which lasts twenty.

Rodrigo has written as follows about the Fantasía: ‘One day, when passing through Madrid, Andrés Segovia invited me to write a work for him for the guitar. The form of it or its title were not important; he simply told me that he would prefer it to be with a small orchestra.

In my music there are influences, not wholly unfortunate, from the golden age of our music, especially that backbone which unites the 16th with the 17th century in our vocal and instrumental music (Cuatro madrigales amatorios), together with attempts to capture the spirit of Scarlatti via Padre Soler. The latter intention seemed to me some years ago a way of creating for myself a ‘neoclassical’ style, so it was similarly important to gather up in this subtle web the loose ends of the 17th century. And for that it was necessary to turn to Gaspar Sanz, a musician in whom we can see the spirit of a moribund century at a crossroads with the spirit of the century to come – sentiment encountering reason.

All of this, although only in a limited way, is undoubtedly to be found in the work of Gaspar Sanz, the first musician to ennoble the guitar, which had previously been found only in the hands of barbers, peddlers, drovers, rogues, or simple people of the villages and the countryside.

Having suggested to Segovia this idea of drawing on such material, which he happily accepted, I began to write a ‘suite’, in which, paralleling the form of the ‘concerto’, the guitar would, nevertheless, still be the virtually complete protagonist.

The Fantasía is divided in five movements. The Villano which begins the piece develops as a single theme within the melodic framework familiar from the period. There follows a Ricercare in which I develop the fugue which had been briefly sketched by Gaspar Sanz. The third movement, Españoleta, is interrupted by an unusual central episode, which serves as a trio –Toques de la caballería de Nápoles–which is an obvious

en realidad, primas hermanas. Danza de las hachas, de gran animación rítmica, presupone un duelo entre la guitarra y la orquesta. Termina la obra un Canario, danza popular que se rendía a una falaz veleidad.

Una pequeña orquesta compuesta de cuerda, un flautín, una flauta, un oboe, fagot y trompeta, sirve para espolvorear de agridulces armonías a modo de fuertes especias tan al gusto en los manjares de la época.

Mi última y máxima satisfacción es la de pensar que si Gaspar Sanz pudiera ver la partitura, exclamaría: “no es mía, pero me reconozco en ella”.

El “Gentilhombre” es el propio Gaspar Sanz, y es a él a quien está dedicada la obra. Sin embargo, me he referido también a Segovia como el “Gentilhombre” de la guitarra española, un noble por derecho propio entre los guitarristas y músicos españoles. Le rindo homenaje a Andrés Segovia dedicándole esta obra también a él’.

Joaquín Rodrigo

allusion to that period in which the kingdom of Naples was closely connected to Spain. The Siciliana and the Españoleta on the other hand are in fact first cousins.

The Danza de las hachas, of great rhythmic animation pits the guitar against the orchestra. And the work ends with a Canario, a popular dance of deceptive whimsy.

The small orchestra, made up of strings, piccolo, flute, oboe, bassoon and trumpet, serves to sprinkle the music with those strong, bittersweet harmonies which were so to the taste of the period.

My last and greatest satisfaction is to think that if Gaspar Sanz could see the score, he would exclaim: ‘it´s not mine, but I recognize myself in it’.

The gentilhombre of the title is Gaspar Sanz himself, and it is to him that the work is dedicated. Nevertheless, I have also referred to Segovia as the ‘gentilhombre’ of the Spanish guitar, rightly ennobled amongst guitarists and Spanish musicians, and I have paid homage to Andrés Segovia by also dedicating this work to him’.

Joaquín Rodrigo English translation by Raymond Calcraft

Orquestación

Orchestration

1 Flautín 1 Flauta 1 Oboe 1 Fagot

1 Piccolo 1 Flute 1 Oboe 1 Bassoon

1 Trompeta en Do

1 Trumpet in C

Violines I Violines II Violas Violanchelos Contrabajos

Violins I Violins II Violas Violoncellos Double Basses

Duración aprox.: 22’

Approx. duration: 22’

La primera audición de la Fantasía para un gentilhombre tuvo lugar en la War Memorial Opera House, San Francisco, California (ee.uu.) el 5 de marzo de 1958. Sus intérpretes fueron Andrés Segovia y la Orquesta Sinfónica de San Francisco bajo la dirección de Enrique Jordá.

Fantasía para un gentilhombre was first performed by Andrés Segovia with the San Francisco Symphony Orchestra conducted by Enrique Jordá on 5th March 1958 at the War Memorial Opera House, San Francisco, California (usa).

A Andrés Segovia

Fantasía para un gentilhombre Inspirada en Gaspar Sanz

Joaquín Rodrigo (1901-1999)

I. Villano y Ricercare Flauta

Piano

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