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Yohji yamamoto 2024

MINIBIO

Yohji nació en Tokio, en 1943. Nacido en el contexto de segunda guerra mundial, en un mundo frío y desconectado de las bases morales creadas por el mismo ser humano que ahora, de alguna manera, impulsa y se convierte en el propio hacedor de un mundo negro, hostil, desesperadamente inmerso en la tragedia cotidiana. Su madre era una “viuda de guerra”, Yohji nunca conoció a su padre, ya que fue reclutado por la guerra y murió en ella

Su madre era la costurera del barrio donde vivían, por esta razón Yohji siempre estuvo rodeado de moda, de telas, de una noción de artesanía y trabajo duro. Decidió estudiar derecho, pero pronto cambió su enfoque hacia la moda, inscribiéndose en la prestigiosa Bunka Fashion College en Tokio. Se graduó en 1969, e inmediatamente ayudó a su madre en su negocio. En 1972, lanza su primera marca, llamada “Y’s”. En 1981, debutó en la Semana de la Moda en París, lanzando la marca homónima “Yohji Yamamoto”.

INSPIRACIÓN Y ESPÍRITU

FOTOGRAFÍASSACADASDELLIBRO“PEOPLEOFTHE.20THCENTURY”,DEAUGUSTSANDER

Yohji es un ser atemporal. Para tido de identidad, ya que las personas muchas veces no se v Él aprecia un significado de identidad ya perdido, un ritmo dist el trabajo a las personas. Lo que más adora es ver fotografías de tr s o personajes de alta alcurnia, de comienzos del siglo XX. Adivinar su profesión a través de las ropas que usaban, apreciar la caída y las telas, también apreciar las caras que combinan con su manera de vivir y la moda como tarjeta de presentación, un vistazo fugaz a su vida interna. La gente en esas épocas no era consumista con su ropa, la gente vivía con su ropa. Él quiere lograr algo similar con su marca, la idea de que las prendas se traduzcan en amigos o familiares, que la ropa signifique ser uno mismo.

DISEÑAR TIEMPO

Sus prendas parecen desvanecerse del presente para existir en un espacio fuera del tiempo. Usa telas que envejecen bien, pero más allá que eso hay una elección de cortes y estilos que no son inmediatamente identificables con una era específica. También se puede apreciar su interés en los desgarros, la deconstrucción, que se traduce en conceptos como el de “fragilidad” e “impermanencia”, temas profundamente arraigados en la cultura japonesa

NUEVA EMBAJADORA

CHARLOTTE GAINSBOURG

Sus outfits poseen una cualidad que refleja su personalidad artística y su herencia cultural, mezcla de chic parisino con un toque de rebeldía. Ella misma ha explicado en varias ocasiones que su enfoque hacia la moda es más sobre sentirse cómoda y auténtica en lo que lleva, en lugar de seguir las tendencias. Nunca lleva un look ostentoso, y mezcla de una manera fenomenal lo masculino y femenino. Yohji en sus diseños quiere develar un sentido de comodidad dentro de la piel femenina, que Charlotte ya naturalmente posee. Además tiene una personalidad suave, dulce, introspectiva, intelectual, pero en sus actuaciones en el cine, como en películas de Lars Von Trier, despliega una oscuridad femenina, una doble personalidad que abarca la contradicción de ser una mujer, y Yohji trabaja con este concepto en su marca

THE 80S

POSMODERNISMO

En una época en la que la moda estaba muy marcada por distinciones rígidas de género, Yamamoto rompió con esas categorías. Su ropa, tanto para hombres como para mujeres, no seguía las normas tradicionales de la diferenciación de género. En lugar de resaltar la silueta femenina o masculina, Yamamoto diseñó prendas que fluían entre los géneros, desafiando las expectativas y jugando con la ambigüedad. Esto se refleja en el pensamiento posmoderno, que rechaza las categorías fijas de identidad y abre el espacio para una multiplicidad de formas de ser y presentarse

DECONSTRUCTIVISMO

El deconstructivismo, vinculado a la filosofía de Jacques Derrida, se enfoca en la deconstrucción de estructuras aparentemente fijas y la revelación de sus contradicciones internas. Este enfoque tuvo un eco profundo en la moda de Yamamoto, quien rompió con las normas estéticas establecidas, especialmente las de la moda occidental, proponiendo una nueva forma de entender la ropa como algo incompleto, fragmentado y abierto a múltiples interpretaciones.

La conexión de su trabajo con las formas tradicionales japonesas de vestir (como los kimonos) reimaginadas en un contexto contemporáneo o futurista también resuena con la fusión cultural que es común en el cyberpunk, donde lo tradicional y lo ultramoderno conviven de manera simbiótica.

SPRING 2025 READY-TO-WEAR

MÚSICA:“YOUWANTITDARKER”

Una de las tendencias más notables fue el uso de capas complejas, donde las telas parecían estar torcidas, anudadas e interconectadas, creando formas estructuradas pero fluidas. Los materiales, aunque parecían retazos, tenían un propósito claro y definido en el diseño. Aunque predominó el negro, también hubo contrastes interesantes con telas como encajes delicados, transparencias plisadas, tartán y metálico. Estos materiales añadieron textura y variedad, manteniendo la complejidad visual. El desfile culminó con una serie de vestidos rojos, un giro sorprendente que simbolizó la vitalidad y la pasión, en fuerte contraste con los tonos oscuros que dominaron el resto de la colección.

SPRING 2025 MENSWEAR

El uso predominante del negro, una constante en las colecciones de Yamamoto, sigue siendo el hilo conductor, aunque esta vez se mezcló con estampados de kanji y flores. Los diseños con caligrafía japonesa hacen eco de las raíces culturales del diseñador y aportan un toque artístico que es parte integral de su estilo. Los looks iban acompañados de cortes asimétricos, una referencia clásica a la deconstrucción que define su visión vanguardista. En cuanto a las tendencias actuales, se pudo observar una preocupación por la sostenibilidad en la elección de telas más ligeras y transpirables, adaptadas al cambio climático También la sastrería relajada, y la estética funcional.

EL VIAJE DE CHIHIRO

PERSONAJE SIN CARA

2001

YOHJI YAMAMOTO

El diseño visual del Sin Cara, con su larga y fluida capa negra, refleja la preferencia de Yamamoto por la ropa de líneas sueltas, capas y formas voluminosas que se deslizan sobre el cuerpo sin ajustarse estrictamente a las formas. Yamamoto a menudo utiliza prendas que envuelven el cuerpo de manera similar, creando una sensación de movimiento y libertad, al tiempo que conservan un aire de misterio y minimalismo.

El negro es un color central tanto para Yamamoto como para el personaje del Sin Cara. Para Yamamoto, el negro es más que un color; es un símbolo de pureza, sobriedad y profundidad. En sus palabras, el negro “absorbe todas las cosas, no grita, sino que está ahí, lleno de posibilidades”. Del mismo modo, el Sin Cara, en su enigmática silueta oscura, es un personaje lleno de ambigüedad y posibilidades, que evoluciona a lo largo de la película dependiendo de cómo interactúa con su entorno. Ambos, tanto Yamamoto como el Sin Cara, utilizan el negro para expresar una rica dimensión de introspección y espacio emocional. El Sin Cara representa una figura anónima, indefinida y en busca de identidad, lo cual se refleja en su apariencia y comportamiento silencioso y ambiguo. Este concepto de anonimato y la falta de definición estricta también resuena con la filosofía de Yamamoto, quien ve la moda como una herramienta para desafiar los estereotipos de género y belleza