Poemas solares al agua

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POEMAS SOLARES AL AGUA MEMORIAS, PRÁCTICAS Y REFLEXIONES EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA

COLECTIVO P3 Carmen Caro Daniel Felipe Rodríguez



POEMAS SOLARES AL AGUA



POEMAS SOLARES AL AGUA MEMORIAS, PRÁCTICAS Y REFLEXIONES EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA

Ganador del estímulo a Laboratorio de sensibilización Artística del Ministerio de Cultura

Colectivo p3 Carmen Caro Daniel Felipe Rodríguez

Colombia 2020



ÍNDICE INTRODUCCIÓN..............................................................................................................8 AGUA: Consideraciones del papel del artista en la contemporaneidad...............14 DESIERTO: Contexto sociopolítico y geográfico de la Guajira ...............................18 AZUL: Sobre el laboratorio, metodología y taller......................................................25

GUAJIRA BAJA............................................................. 32 CANTO...................................................................... 36 CAMBIO.................................................................... 41

50......................................................................... GUAJIRA MEDIA 53.....................................................................................RIÍTO -RÍO 59..................................................................................................SED

GUAJIRA ALTA..............................................................................68 SAL Y MAGIA.................................................................................72 ABUNDANCIA Y VACÍO............................................................78 RIQUEZA........................................................................................82

86 .....................................................................................SOL: Diario visual



¿QUÉ PARE EL AGUA? (Cadáver exquisito en torno a la riqueza y el agua creado por los participantes de Riohacha e inspirado en esta pregunta como detonante reflexivo)

El vientre del agua pare labios que denuncian hilos de la memoria Pare lluvias de palabras en la esencia de las bocas El vientre de la tierra engendra hilos nocturnos que envuelven los pájaros de la palabra Cuando el río zumba, piedras trae El río denuncia al palabrero por los hijos que pierde La casa del agua cosecha semillas que denuncian las palabras del profundo olvido Los labios del agua trazan hilos de sal de los ojos que espían.


INTRODUCCIÓN Poemas solares al agua nace de un interés refulgente por trabajar en el Departamento de la Guajira desde hace dos años, pudiendo atisbar una fuerza creativa para explorar dentro de las particularidades sociales y geográficas que se viven en este departamento. Es una investigación dada por la misma necesidad de subvertir las narrativas de un país que vive repitiendo su historia. Teniendo en cuenta las múltiples posibilidades creativas, surgidas de extensos procesos de mestizaje, colonización y resistencia. Este territorio se convirtió en una necesidad investigativa que nos permitió indagar dentro de la construcción de identidad para enraizarnos dentro de nuestros propios orígenes. El proyecto de investigación significó una oportunidad de reivindicar las nociones de riqueza desde el uso del patrimonio oral y cultural, de reconocimiento del espacio y del viaje y la interacción como herramientas investigativas, pero también delimitó nuestras concepciones personales de lo que es nuestra riqueza individual, nuestro papel como artistas en el campo y como individuos dentro y fuera de nuestro territorio, cuestionando los vínculos que tenemos con los elementos que consideramos sempiternos en nuestra existencia para llevarlos hasta el límite de lo efímero, de la precariedad y el vacío como métodos de construcción de nuestra humanidad. Cada preconcepción que podríamos tener de la Guajira se desintegró a la hora de encontrarnos en toda esta deriva, donde pudimos enfatizar en la empatía que parte de entender la otredad como elemento fundamental para la construcción de país, que es un concepto que va más allá de un límite geográfico y se enfoca en el territorio de la supervivencia colectiva. Queremos darle nuestro más profundo agradecimiento a cada uno de los seres humanos que hicieron parte del proceso: A la señora Dalvis Molina de la biblioteca de Conejo, Corregimiento de Fonseca, cuyo empeño, trabajo y amabilidad fueron nuestra fuerza durante la visita a ese espacio, al señor Efrén, por guiarnos dentro del territorio para reconocer sus cuerpos de agua y a la señora Cheya Amaya por brindarnos su casa y su hospitalidad. A la biblioteca municipal de Riohacha y a su Coordinadora la señora Dairis Magdaniel por el apoyo institucional así como a los participantes, en especial a la señora Lourdes Amaya de Toro y al palabrero Vicente Cotes y su hijo Enor Cotes cuya presencia ancestral y solidaria fue un elemento fundamental dentro de nuestra investigación, a la señora Marisol Sierra de la Biblioteca Municipal de Manaure y a la señora Lourdes Toro por su acompañamiento, a Melody González por brindarnos su asesoría. A Santiago Carmona por su apoyo durante gran parte del laboratorio y al Ministerio de Cultura de Colombia por incentivar y creer en este proyecto. 10


Este libro fue construido con la colaboración de :

Jéssica Contreras Dunamis Carrillo Lindantonella Solano María Teresa Nieves Gloria Sierra Solenys Herrera Lourdes Aguilar de Toro Enor Vicente Cotes José Vicente Cotes Ipuana Marisol Sierra Sofias Flórez Juan Pablo Arias Breylis Saidith Barrios Cindy Paola Romero Joddy Flórez Divina Villa Lorena Fernández Dafne Durán Dioselyn Torres Santiago Carmona Alberto Mendoza

Dalvis Molina Yulian Guerrero Carmela Márquez Johandrys Lugo Marzuath tapia Lorena Guerra Molina Zuleica Epiayú Epiayú María Isidora Guerra Milagros Ariño Mary Martínez Wilson Arciniegas Ana Milena Aragón Andrea Cabrera Miladys Paola Álvarez Kati Urbáez López Deymer Amaya Mireidis Martínez Adaluz Marina Epiayú Sebastián Viaña Naydis Rodríguez Lorena Guerra Molina

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AGUA

Cruzas el misterioso seno de la tierra, ofreces maravillosa fecundidad y das vida al mundo. Extasiada escucho tu rumor Y me aletargo, despierto… Mientras tú besas mi cuerpo Copias mi imagen En el fondo sombrío de tus ondas. Minado de seres Entonamos el himno al creador Entonces, ¿por qué maltratamos tu corriente si nos sirve? ¿Por qué revolcarla en el seno de la miseria? No permitamos que el augusto silencio Trunque la felicidad. Es menester cuidar sus cuencas, Sembrando árboles en su ribera.

Lourdes Aguilar de Toro, Riohacha

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AGUA

CONSIDERACIONES DEL PAPEL DEL ARTISTA EN LA CONTEMPORANEIDAD.


En un mundo lleno de cambios vertiginosos, con una linealidad estropeada y el peso de la historia en nuestro resguardo, es cada vez más imperante establecer nuestro punto de relación con todo lo demás que se encuentra fuera de nuestro cuerpo; el atisbo de las acciones ante la constante necesidad de hacer parte del mundo nos acecha a cada momento, un mundo que se descompone en consumismos ciegos, placeres efímeros y submundos invisibles. Nos es entonces necesario acercarnos hasta el límite, atravesarlo, dialogar en él, convivir en su vacío, y explorarlo hasta entender los fenómenos que ocurren en esos entornos complejos. Es necesario conocer el límite de éste y permitir que nos conmueva para que permee las capas de la otredad, solo entonces podrá conmover a otros, infringir la barrera de la percepción e incidir desde el arte en la cotidianidad. ¿Para qué sirve el arte?

Devienen muchas posibles respuestas hacia una pregunta tan amplia. En términos pragmáticos, el arte responde a un mercado específico muchas veces dirigido hacia la élite socioeconómica que puede costear y entrar en dicho mercado. Sin embargo, cuando se aleja de las costumbres de compraventa propias del neoliberalismo, el arte está siempre en constante comunicación con nuevas fronteras. Para algunos artistas, el proyecto de mejorar el mundo corresponde al arte, y “se corrige la realidad como se corrige un texto, una escultura o cualquier obra de arte”. Pensar la práctica artística no como un detonador de cambio, sino más bien como un constructor de ciudadanía, una intermediación entre memorias, democracias y accionismos, una aspiración a “transformar cada pedazo de la realidad en un objeto artístico” (Neustadt, 2001), sin pensar que el arte en sí mismo cambia el mundo, sino que por medio de prácticas artísticas se plantea el problema de cambiarlo; de encontrar nuevos canales de comunicación dentro de las mismas hegemonías de circulación, de reconstruir y deconstruir todas las capas sociales que empiezan, terminan o que son transitadas con el arte, de ampliar los espacios de vida afuera de los espacios de consumo. Problematizar el mundo supone empezar a crearlo desde nuevos paradigmas que nos invitan a concientizarnos como individuos dentro de un colectivo social que se expande cada vez más hacia otros espacios de diálogo, fuera de los lugares donde se nos permite hablar, como artistas y como seres humanos. 17


Brazo del Río Ranchería

En el estadio de lo real donde la incidencia del arte toma connotaciones tangibles, es además imperativo reconocer el papel de los otros dentro de esa construcción de realidad, porque como artistas buscamos que nuestra principal herramienta de trabajo sean las activaciones que se manifiestan entre personas, manejándolas como parte de un rizoma que componen un organismo vivo, donde existen cadenas de interacción que parten de la sensibilización colectiva, y de esta manera la forma de intermediar con cualquier comunidad es establecer lo otro como punto de partida para entender la unión entre pares. De la misma manera es imperativo tener en cuenta los espacios de difusión de estas prácticas artísticas. Aunque la sobresaturación y variedad en la producción y alcance de medios de realmente una incidencia en la cotidianidad de las personas; espacios de difusión como el espacio público se convierten en lugares que permiten la continuidad y asociación del proceso completo de la práctica artística. Esto quiere decir que no hay una separación entre el artista y la persona, puesto que la misma realidad es un signo de interrogación con variabilidad de respuestas. El arte existe entonces como un aglutinante entre las dinámicas constantes de la cotidianidad y los fenómenos sensibles de los individuos que la habitan, es un fluido vital inherente a la realidad que moldea y evidencia los cuestionamientos de la sociedad humana, es un líquido cambiante y en movimiento, impajaritable para la supervivencia de la colectividad. El arte es como el agua. 18


EL GUAJIRO

Se resiste No se deja vencer Jamás bajará la cabeza como el avestruz, No rinde tributo a los malvados Se resiste a la humillación del tirano Levanta las manos Sale de la cárcel Rompe las cadenas Y recibe las rosas y las canciones. Solo existe cabida para la alegría, Los poemas, las canciones, Solo anhela sus ilusiones, sus sueños

Lourdes Aguilar de Toro

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DESIERTO:

CONTEXTO SOCIO POLÍTICO Y GEOGRÁFICO DE LA GUAJIRA

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El departamento de la Guajira está ubicado en la zona más septentrional de América del sur, un espacio en el trópico que convive entre desierto y sierra y en el que se han determinado elementos fundamentales para el territorio nacional tanto culturales como energéticos y ecológicos que hoy están enfrentando el olvido mismo, desahuciados e incluso determinados erróneamente como “insignificantes para la nación”1 por figuras mediáticas de la legitimidad gubernamental. Histórica y socialmente el departamento ha manifestado poseer infinita riqueza cultural, ecológica y patrimonial. El territorio ha sido escenario de disputas políticas y bélicas que enmarcan a la población en un desconcierto en cuanto al verdadero valor de la riqueza de su territorio. Así mismo ha sido también protagonista de cataclismos ecológicos y sociales que evidencian la brecha entre capacidades adquisitivas y las dificultades que implica la supervivencia en un lugar tan hermoso como agreste.

Salinas de Manaure

. Salud Hernandez, Marzo 9 de 2020 tus/1236981733339418624?ref_src=twsrc%5Etfw

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Es imposible hablar del departamento de la Guajira sin mencionar a la comunidad Wayuu y el patrimonio histórico, metafísico y cultural que encierran la tradición y costumbres adyacentes del territorio y que han determinado los ires y venires del departamento en relación a su transcurrir cosmogónico. En 1623, por primera vez en las crónicas hispánicas, el término guajiro aparece para designar una nación indígena, no sujeta a la corona española. Estos nativos se autonombraron con la expresión Wayuu, que significa “persona respetuosa en las normas sociales determinadas por el líder, para ser llamados después “tribu invicta de América”. Una connotación que determinaría el futuro autónomo de su desarrollo aún en el proyecto de República. Esta autonomía guajira se despliega a por medio de todo un imaginario que se manifiesta a través de su mitología, cultura, tradiciones, sociedad etc, y crea un entramado con lo más esencial de nuestra idiosincrasia como colombianos. En este escenario convergen vicisitudes y dinámicas tan extremas y complejas que se acercan a un realismo mágico tangible por su carácter de crudeza fusionada con la mágica poetización del dolor y la bonanza. Dichas circunstancias dicotómicas, proceden desde épocas coloniales en las que el tráfico de esclavos funcionó fulgurantemente gracias a la ausencia de cobro de impuestos en el puerto de Riohacha, como lo fue con la llegada del pirata inglés John de Aquines el 18 de Mayo de 1565, quien llegó a las costas de la ciudad en ese entonces llamada Nuestra Señora de los Remedios del Río de la Hacha ,(Diagó, 2010) con un cargamento de armas y esclavos propulsando un mercado que duraría por los próximos 300 años aproximadamente, esta misma explotación colonial se dio con las perlas caribeñas que significaban riqueza para la corona española. Desde entonces la Guajira viene enfrentando procesos de bonanza, corrupción y negligencia por parte de agentes externos que se han encargado de moldear un panorama para los habitantes de esta, que muchas veces se escapa de su control y de su mismo beneficio. Otras bonanzas han sucedido en la Guajira, como la del Café y la marimba, esta última tuvo un fuerte impacto en la cotidianidad durante los años de 1978 y 1985, abriendo cicatrices profundas dentro del esquema de principios de los Wayúu, quienes se vieron en una disputa bélica que terminaría por alimentar el inmenso conflicto interno del narcotráfico por el que Colombia se sigue desangrando. Al igual que se vio atravesada por una serie de intermediaciones de la corrupción2 . . En la guajira existe una basta historia de corrupción política que ha desviado recursos para la región en intereses ajenos desangrando el departamento y minimizando su legado e importancia cultural para los proyectos de desarrollo en el mismo; entre los casos que ejemplifican lo anterior es el de Santander Lopesierra, reconocido narcotraficante y contrabandista de licor y cigarrillos de Maicao, que fue Concejal de su ciudad en 1986, luego Diputado a la Asamblea de La Guajira en 1988 y posteriormente Senador de la República en 1994. . Lopesierra fue capturado en el año 2002 y extraditado a los Estados Unidos en 2003, en donde fue sentenciado a25 años de cárcel por narcotráfico y lavado de activos. -El Movimiento “Nueva Guajira”, en cabeza de Jorge Pérez Bernier, quien fue gobernador en los periodos 1995-1997 y 2007-2010.Según la Fundación Paz y Reconciliación, él estaba vinculado a Dilger Becerra, reconocido lavador de activos de la banda criminal los Rastrojos y posteriormente enlace entre alias “Pablo”, ex comandante paramilitar y ex jefe de la Banda Criminal que opera en la Alta Guajira (después de la desmovi-

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Estos casos que abundan en la Guajira aumentan la brecha de división entre poderes adquisitivos hasta llegar al punto en el que el hambre, la pobreza, y la muerte causada por estas dinámicas se convirtieron en un hecho naturalizado para el inconsciente colectivo de la nación. Es conocido por los habitantes de la Guajira que el mal manejo de recursos ha causado que muchos de los yacimientos vitales sean explotados de maneras no sostenibles a pesar de ser el departamento proveedor de sal, gas natural y gasolina para una gran parte del territorio. Estos casos de corrupción además causan vacíos en los sistemas de educación, salud y protección a pueblos indígenas que son aún más visibles por las condiciones de aislamiento y extremos climas de la mayoría del territorio, aunadas con las huellas de una colonización forzosa que aún está vigente en los procesos de aculturación, comercialización y difusión de los bienes patrimoniales y naturales de los guajiros . En municipios como Uribia, la capital indígena de Colombia como se autodenomina, existen más de 15 iglesias evangélicas, cristianas y apostólicas que fusionadas con la gran diócesis de Uribia mantienen un colonialismo marcado en un espectáculo

lización del bloque norte de las AUC) y el movimiento Nueva Guajira.Este movimiento en el periodo 20102014 ganó los dos cupos del departamento a la Cámara de Representantes con Jimmy Sierra y Hernando Deluque, quien fuera elegido gobernador para el periodo 2000-2003 y cuya elección fue anulada por el Consejo de Estado al comprobar fraude electoral. . Deluque fue mencionado por alias “Pablo”, en ese entonces comandante del grupo Escorpión de las AUC, como promotor de la llegada de los paramilitares a la alta Guajira. Su hijo, Alfredo Deluque, fue elegido como Representante a la Cámara para el periodo 2014-2018 por el Partido de La U. . Este grupo político, también tuvo la gobernación de la Guajira en los periodos 1997 – 2000 y 2000 – 2003, con Álvaro Cuello Blanchar y Hernando Deluque, respectivamente. . Otra aliada estratégica de este grupo es la ex alcaldesa de Uribia , actualmente privada de la libertad, Cielo Redondo (aunque ella también ha estado con el grupo contrario a Nueva Guajira). Redondo ha sido señalada por la Fundación Paz y Reconciliación como jefa política de la banda criminal que lideró alias “Pablo”. Para las elecciones de mandatarios locales promovió la Alcaldía a su hijo Luis Enrique Solano Redondo (actual alcalde), que según La Silla Caribe ha utilizado recursos públicos en su campaña. . Ovidio Mejía, ex alcalde Maicao, que en el 2006 fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 10 meses por la Procuraduría y durante su segundo mandato como alcalde de Maicao en el año 2009, fue destituido por el Consejo de Estado por violar el régimen de inhabilidades al inscribirse como candidato cuando estaba cobijado por una suspensión de 10 meses señalada anteriormente. También ha sido vinculado a grupos paramilitares y bandas criminales. . Oneida Pinto, gobernadora de la guajira (Obtuvo 180.263 votos y ganó en todos los municipios de La Guajira), ex alcaldesa de Albania, municipio en el que promovió la candidatura del que fuera su pareja Pablo “El Negro” Parra, quien resultó electo. La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó a Pinto por corrupción, y estaba en proceso de apelar la decisión, cuando la Fiscalía General de la Nación le dictó medida de aseguramiento el 5 de julio de 2019.​ Pinto fue acusada de apropiación de dineros públicos en dos contratos en 2010 y 2011, destinados a adoquinar varias vías del municipio de Albania, La Guajira, por COP $12.590 millones de pesos.​Sin embargo, desde julio de 2019, Pinto se encuentra prófuga de la justicia colombiana . Ante la destitución de Oneida Pinto como gobernadora, se convocaron las elecciones atípicas del 6 de noviembre de 2016, saliendo electo Wilmer González, quien recibió el apoyo del movimiento Nueva Guajira, liderado por el ex gobernador Jorge Pérez Bernier, Alfredo Deluque, Cielo Redondo y también logró el apoyo de Jorge Ballesteros. Wilmer González fue encarcelado en febrero de 2017 por irregularidades durante su campaña.Fuente : https://lasillavacia.com/silla-llena/red-caribe/historia/la-corrupcion-politica-en-la-guajira-62998

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bizarro en el que se ven Indígenas en mantas wayuu asistiendo a rituales católicos y olvidando conocimiento ancestral que ha definido un pueblo completo. así mismo el grueso de los productores y comerciantes en la Guajira son Colonos nacionales o incluso extranjeros como en el caso de Palomino; la entrada a la Guajira desde el departamento del Magdalena, un lugar habitado en su mayoría por visitantes del interior y de todo el mundo cuyo propósito es mantener ya sea estilos de vida divergentes o incluirse dentro de la bonanza del turismo. Aquí se siente un extraño y tenso silencio, las personas saben algo de lo que no hablan o pretenden que no saben. Las pistas del nuevo conflicto de sienten en la densidad del ambiente. Los locales deben ser cerrados a las 12 de la noche entre semana y las personas que quieren mantener el ambiente festivo huyen a la playa. En este lugar hay plantas de balazos por todos lados, como si las cosas quisieran mantener la memoria de un conflicto silenciado, como si algunas heridas no se quisieran cerrar. Se ejerce el control en el territorio y se siente una nueva ola de temor que se acerca con el surgimiento de políticas fascistas que normalizan la violencia como mecanismo único de control.

Venta de Gasolina informal en Uribia

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Es importante reconocer que todas estas narrativas violentas surgen de un proceso bélico interminable que ha ocurrido desde tiempos coloniales y ha venido alimentando el imaginario y la conciencia colectiva de nuestra identidad, hasta tal punto de que hoy en día la violencia sigue siendo parte de la realidad compartida donde normalizamos el luto como una necesidad. Este conflicto de orígenes coloniales se exacerbó periódicamente durante la gran violencia surgida de disputas partidistas, el surgimiento y replanteamiento de varias constituciones y la maleabilidad de los principios activos de las plazas de gobierno frente a intereses no colectivos, lo cual generó el surgimiento de grupos armados que contrarrestaron dinámicas específicas y que comprenden diferentes responsabilidades políticas dentro del marco de una violencia, que apesar de procesos de reconciliación, aún sigue alimentando la identidad de todos y cada uno de los colombianos. En la Guajira se vive dentro de un realismo mágico recalcitrante, en un extraño universo de arena y palabras, donde el viento ensordece y la sed ataca con su ironía corrupta. Cada pueblo tiene su loco, su iglesia, su estatus y su sed de conocimiento, acompañamiento y agua. Parece ser que los pueblos del desierto despiertan los límites de las condiciones internas y externas de un hombre, porque están preparados para enfrentarse a la inmensidad de la nada, a contemplar la insignificancia frente al vasto sol que en ocasiones desarma cualquier armadura. Estar en lo más arriba del cono sur no vino con casualidades, ha venido representando la idea de que el desierto está solo, sin pueblo que lo habite, por esta misma razón, la comunidad Guajira se ha permitido ahondar en su propio destino, con capas profundas que se entretejen por medio de la palabra y la resistencia.

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AZUL

SOBRE EL LABORATORIO, METODOLOGÍA Y TALLER

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Poemas solares al agua es un investigación con múltiples aristas formales, desde la apreciación y entendimiento del paisaje, hasta las relaciones humanas que se entretejen en el proceso y que nos permitieron aproximarnos a variadas coyunturas del departamento para así seguir entendiendo y sintiendo la relación poética y patrimonial que tienen las personas con sus recursos más abundantes:el agua, el sol y la palabra. El laboratorio de sensibilización fue ejecutado en un corregimiento, una ciudad y un municipio del departamento: CONEJO, RIOHACHA Y MANAURE. Cada una representa la división interna de la misma Guajira: baja, media y alta respectivamente, con el objetivo de desarrollar redes de interconexión en el departamento a partir de la sensibilización artística y la exploración del patrimonio oral del territorio alrededor de la investigación del concepto de riqueza en toda su extensión semántica. Esta sensibilización propone incentivar la apropiación identitaria de distintas poblaciones del departamento para detonar desde metodologías sostenibles la generación de un proceso de auto-reconocimiento colectivo. El laboratorio utilizó recorridos y construcción de cartografías emocionales y colectivas junto con la técnica de solarización y cianotipia (revelación de imágenes por medio de luz UV), para acercar a los participantes al proceso creativo y a la apropiación de su territorio.

Revelado de cianotipias en Conejo

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¿QUÉ ES LA SOLARIZACIÓN ? La solarización para estos efectos es un proceso de revelado de imágenes por medio de la luz solar, este proceso se realiza a partir del uso de químicos no tóxicos que se aplican en una superficie cualquiera, tela o papel para generar imágenes en negativo que se revelan con la luz del sol y se fijan con agua. La técnica de cianotipia fue utilizada como una herramienta de acercamiento poético para profundizar en las realidades particulares de cada municipio y reconocer sus relaciones con la vasta riqueza semántica de cada contexto. Por lo tanto se realizaron sesiones de recorridos en los cuerpos de agua locales, talleres de recopilación de poesía en la cotidianidad por medio de canciones que aluden o detonen recuerdos de territorios lejanos o propios. Así mismo, para impulsar la producción creativa y la observación de campo como mecanismo de acción se utilizaron ejercicios de saturación de ruido y silencio así como el uso de preguntas generadoras que dialogaban en torno a conceptos como la magia, la riqueza o el poder para construir desde el consenso colectivo una frase por locación que concatena las dinámicas de habitabilidad, variando según su devenir histórico y relacional y así, responder a una serie de interpretaciones dadas por cada uno de los participantes del laboratorio que se convirtieron en un manifiesto público de corta duración sobre esa Guajira que se vive y no se cuenta, para todos aquellos que pueden presenciarla desde el otro lado del espectro.

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letras realizadas en el laboratorio



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GUAJIRA BAJA La Guajira baja es un espacio cienagoso y fértil lleno de cuerpos de agua y vegetación mítica que otorga sombra a los interminables mediodías donde ni el fresco salva del calor sofocante que puede causar alucinaciones. Es un crisol de cosmovisiones y costumbrismos establecidos por medio de la tradición oral, el baile, la música y el paisaje como formas traídas desde antes de la colonia que se fusionan con dinámicas de conflicto social marcado, siendo una de las zonas más coyunturales dentro de la historia progresiva de la nación, es además un punto de unión entre la precariedad del desarrollo económico junto con lo imperativo de las necesidades emergentes que se refleja en el temple impetuoso de su población.

Una de las narrativas más comunes de la Guajira, entre otras cosas es la presencia del conflicto armado interno del país en el departamento, llenando de imaginarios a la población colombiana acerca de cómo es estar en un lugar visto desde afuera, donde solo podemos acceder por medio de las fastuosas noticias, de las tragedias y problemas que aquejan a esta zona. La presencia del ex grupo armado de las FARC, Fuerzas armadas Revolucionarias de Colombia, fue notoria como respuesta al narcoparamilitarismo que ascendió desde su auge en el Magdalena Medio y subió hasta la Guajira en la década de 1980; esta presencia está aunada a la de otros grupos como el ELN, el ejército de liberación Nacional que establecieron control dentro del territorio perdiendo y obteniendo extensiones de tierra a partir del movimiento bélico en cuyo intermedio se encontraba la población. La proyección política de la izquierda y el auge de la violencia paramilitar no solo fueron posibles por actores políticos, sino también por factores económicos. El país experimentó profundas transformaciones económicas en la década de las 80, que multiplicaron los conflictos sociales y crearon pozos de desarrollo económico que sirvieron como oportunidades de expansión para los actores del conflicto armado (GMH, 2013).

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A Pesar de eso, el crecimiento económico de la Guajira baja mantuvo una curva de crecimiento impulsada además por el apoyo a la producción de elementos autóctonos como el café, presente en el corregimiento de Conejo, y auspiciada además por un proceso de paz en el que actúan firmemente los habitantes del espacio territorial de capacitación y reintegración ETCR de Pondores donde se lleva a cabo la implementación de proyectos sostenibles que permitan la autonomía de una comunidad que, de otras maneras estaría completamente abandonada ante un gobierno que no se inmuta por la necesidades básicas de una zona fulgurante del país.

La Guajira baja representa la entrada por lo alto a este territorio tan diverso y complejo, cuyo aroma a cañaguate florecido precede un mundo de experiencias de vacío y ausencia que se complementan con la primigenia necesidad del humano de crear para existir.

Entrada a conejo

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CANTO Febrero 4. En camino de Riohacha a Fonseca nos montamos en un vehículo sin aire acondicionado pero con las ventanas abiertas. El conductor compra un galón de gasolina reenvasado en una botella de aceite de cocina y arrancamos. El sonido atiborrante del aire que golpea en mis oídos se nivela con el de vallenatos a todo volumen que hablan de amores traicionados, de reinas eternas y de la región de Fonseca, nos recuerda hacia dónde vamos, a la tierra de Francisco el Hombre, de los juglares y de la vida que se cuenta cantando.

¿De qué manera actúa la música dentro de nuestras vidas? ¿Cómo configura la música nuestro sentir geográfico, emocional y nacional? La música es un elemento ritual y fundamental dentro de la constitución de nuestra especie, es la manera en la que concatenamos en armonías los sentires de nuestra vida para añorar a la comunicación desde la coincidencia de patrones en existencias paralelas de nuestros congéneres, son sonidos que despiertan memorias en lo profundo de nuestra psique y detonan comportamientos que retumban en nuestra historia corporal y genética. Son los latidos rítmicos que junto con nanas nos cantaban desde el vientre, es un mecanismo mnemotécnico de aprendizaje y fijación de información, de elucubración desde el silencio; una necesidad básica que determina los sentires de un territorio y se convierte en una forma de patrimonio inmaterial y colectivo que acompaña a generaciones. Es una manera de concebir el propio cosmos desde el único patrimonio que no puede ser arrebatado: el sensible. La tradición histórica que tiene el territorio latinoamericano surge de raíces africanas e indígenas ancestrales mezcladas con instrumentos de hibridación extranjera que cimientan el folclore de cada territorio. En todos sus orígenes la música es utilizada como un palpitar constante para manifestar sentires y acontecimientos que merecen ser narrados por los magos de la palabra, compositores y juglares que proyectan sus estruendosas voces para que todos sean informados de lo real y surreal de un territorio. Fonseca, municipio del cual Conejo es corregimiento, es conocido por su legado musical vallenato siendo la casa de múltiples compositores, acordeoneros y cantantes que llenan el abanico de folclore local. Así mismo, la leyenda Francisco el hombre, un acordeonero y juglar que se dice fue retado por el mismo diablo para tocar vallenato y salió vencedor al tocar el credo al revés, es originario de Galán un corregimiento aledaño. Estas raíces musicales vienen además desde transiciones 38


y transformaciones históricas que surgen de los asentamientos palenqueros en el territorio, construidos por esclavos cimarrones luego de la trata africana, (Diágo , 2010) las construcciones eran llamadas palenques por la aglomeración de palos de madera alrededor de la casa cuya arquitectura es similar a las casas africanas originarias, aún en Conejo y corregimientos aledaños es posible ver este tipo de construcciones que evidencian las raíces africanas explícitas en cada nota musical vallenata, un género nacido en la Guajira que abandera todo el país bajo su canto y tradición.

En lugares como Conejo es posible evidenciar tanto los orígenes utilitarios de la voz pregonada así como los más poéticos de la canción juglar. En este municipio por ejemplo aún se pregonan los anuncios parroquiales y comunales desde un vehículo en movimiento que tiene a una persona emitiendo una grabación previamente hecha a ser emitida hacia el pueblo, ya sea anunciando un aniversario de misa mortuoria, invitando a una celebración y recomendando objetos perdidos, la difusión voceada de la palabra mantiene aún su función juglar, origen del folclor de la región. Incluso cuando hicimos recorridos buscando cuerpos de agua, nuestro guía cantaba canciones que aludían a la flora del lugar, porque una cartografía sonora compone el universo de sentires materiales de un lugar que son transmitidos al Imaginario colectivo por medio de la cotidianidad.

Cianotipias realizadas durante el laboratorio

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En términos del uso de la música como tal, tuvimos la oportunidad de ejecutar un ejercicio de canción que nos ayudar a identificar los sentires de la población por medio de la identificación de canciones escogidas por ellos que aludiera a un territorio en específico. En esta sesión se hizo referencia a múltiples lugares, físicos y corporales, terrenales y supra terrenales que aludían a patrias exiliadas, a espacios de reintegración luego del proceso de paz y a lugares mortuorios aún presentes en el inconsciente comunitario de los individuos. De esta forma identificamos sentires comunales que extrapolan la necesidad de no tener miedo, de reconocer un territorio, de festejar y de cantar por medio del acercamiento más cotidiano de las poblaciones a la poesía :la música. Esta analogía la usamos al observar que muchas de las personas que tomaban el laboratorio eran migrantes de afuera del corregimiento, y por fuerzas del destino estaban construyendo sociedad ahí mismo, por lo que nos preguntamos por su canto de resistencia, su forma en encontrar el lugar en medio del caos. De esta manera implementamos la metáfora del pergolero: El filósofo francés Gilles Deleuze explica en su libro mil mesetas la analogía que refiere al Scenopoietes dentirostris: “EL PERGOLERO” pájaro de los bosques lluviosos de Australia, quien vive en medio de un campo de fuerzas que se entienden como el caos, por lo que para poder territorializarse dentro de él tiene que salir a buscar su lugar, “cuando encuentra su posible casa en un árbol, hace caer de éste las hojas que corta cada mañana, las gira para que su cara interna más pálida contraste con la tierra, se construye de este modo un escenario como un «readymade», y se pone a cantar justo encima, en una liana o una ramita, con un canto complejo compuesto de sus propias notas y de las de otros pájaros que imita en los intervalos, mientras saca la base amarilla de las plumas debajo del pico”, de esta manera el Scenopoietes encuentra la forma de moverse y hallar su lugar en el caos, Domesticando sus fuerzas. Dentro del ejercicio además surgieron reacciones que colectivizaron la sesión pues las canciones terminaban siendo cantadas en su mayoría a coro completo, en colectivo y a una sola voz, eran canciones que precedían peripecias y recuerdos anexados y que nos transportaron a cada uno a los universos individuales de los otros. Además palabras específicas que eran significativas para la población: el canto, la resistencia, el amor, serían utilizadas en la composición final desde la raíz de sus cotidianidades cantadas, porque es en la cotidianidad donde se refleja la poesía más esencial; en el Impulso irresistible que surge de la existencia coloquial, en el hacer manual, en el subsistir diario se descubren los comunes denominadores de nuestras sensibilidades. Son estos fragmentos de poesía los que acompañan en múltiples interpretaciones a conductores, profesores y obreros, a madres y adolescentes, a todos en el existir diario. En Conejo el cantar se transforma en una forma común y cotidiana de la comunicación y se transforma en un mecanismo de poetización constante.

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ANEXO: CANCIONES DEL EJERCICIO DEL PERGOLERO Con tus paisajes en mis sueños me iré por esos mundos de Dios Y tus recuerdos al atardecer me harán Más corto el camino. Venezuela - Luis Silva

Esa es mi guajira engalanada que Por años fue olvidada y hoy se yergue grande Viene un heredero a reclamar porque tiene plata Porque ahora sí vale La dama Guajira- El Binomio de Oro.

Aquí, aquí aquí, nacieron mis viejos aquí, aquí, aquí, nacieron mis hermanos Aquí yo tengo mi pasado Aquí están los amigos que quiero Soy de aquí-Fabián Corrales.

Nació en Dibulla frente al Mar Caribe Nació en Dibulla frente al Mar Caribe De donde muy pequeño me llevaron Allá en Barranca me bautizaron Y en toda la Guajira me hice libre El cantor de Fonseca - Carlos Huertas

Si pa morir sólo hace falta tener vida Y mientras haya vida quedan esperanzas Me animan las palabras que decía mi padre Que al guajiro hasta la muerte le llega tarde Volví a soñar - Jorge Oñate

De garabato, de gallo giro, barriga e trapo, Indio Guajiro, de morrocoyo, de cabezano, pájaro loco, afeminado. Esta es la música de mi carnaval Rama de tamarindo - Checo acosta. 41


yo viví mi infancia en una casa de barro y era feliz de riqueza solo tengo mi tamaño y estar vivo eso es ganancia para mí. Con los pies puestos en el suelo - Fabián Corrales.

La vida es polvo Puede esparcirse en un momento Nada trajiste nada te llevarás Solo lo que había dentro Yo te extrañaré, Tercer Cielo.

El dinero no lo es todo El corazón no late oro Que lo más lindo en la vida No se cambia por tesoros El Dinero no lo es todo- Ozuna.

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CAMBIO Es precisamente eso, la poesía que emana de la planicie solitaria, cada mañana radiante donde los gritos lejanos de los campesinos parecen terminar engarzados cual corcheas en el pentagrama de alambre de las cercas divisorias de las fincas. La voz solitaria del pájaro libre , Raul Mojica Mesa, 2007, Barranquilla.

Conejo es un corregimiento que está cansado de combatir y de tener miedo. La luz y el agua se van constantemente, la instalación de luz eléctrica llegó por primera vez en 1978, antes de eso se utilizaban solamente antorchas o linternas. Siempre fue un pueblo que vivió en conflicto, entre la guerrilla y los grupos paramilitares. Es un pueblo resistente que tiene una larga historia de contrariedades. Justo desde la firma del acuerdo, hace 3 años, el notable aumento de la población y muchos aires de esperanza se manifestaron en la comunidad en forma de construcciones y proyectos educativos. A pesar de las dificultades que han pasado y aún siguen pasando, se siente un hálito de alegría, de placer en el disfrute de las pequeñas cosas que manifiestan la verdadera riqueza de la vida. Cuando hicimos un sondeo de lo que para las personas del laboratorio significa la riqueza. La mayoría de respuestas se referían al amor y a la fraternidad, a la posibilidad de disfrutar de las pequeñas cosas, de amar, de construir en colectivo, de sentir y apreciar el paisaje entre montañas y estepas que los acompaña cada mañana. El sentimiento de comunidad es bastante activo y latente en Conejo. Cada persona es consciente del papel que desempeña dentro de la misma, todos son familia, primos, tíos, hermanos que se apoyan y conviven en el ámbito de la supervivencia y la manutención de ese sueño llamado paz.

Todas las calles de conejo están llenas de murales pintados por la comunidad

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CONEJO, FEBRERO 12 Preparando nuestro cronograma vemos que todo está truncado por el paro armado de 72 horas que impuso el ELN. El Ejército de Liberación Nacional que tiene gran influencia en el Cesar y cercanías al corregimiento, de repente recordamos por qué estamos aquí, un estupor silencioso se apodera de todos nosotros como el inmóvil calor del medio día, la paz no ha llegado, fue estropeada en cada acuerdo no cumplido, en cada justiciero silenciado, en las riquezas que siguen acumulándose en las manos de pocos, en el dolor y la muerte, en la violencia inexorable que es el mal vivir, en la obligaciónde dejar de soñar en una paz real de palabras pesadas y caminantes.

Equipo del laboratorio en Conejo

Dentro de la población que trabajó con nosotros hay muchas mujeres, la mayoría madres cabeza de hogar, personas de grupos indígenas y todo tipo de participantes que quieren transformar su entorno y educarse desde la resistencia. No hay muchas opciones de cosas por hacer en el pueblo y el uso del ocio se convierte en un aspecto importante dentro de las dinámicas de construcción de comunidades desde las nuevas generaciones. Las personas tienen un notable hambre de conocimiento que es apenas cubierto por los maratónicos servicios que ofrece la biblioteca. Así mismo, en Conejo habita una gran población de venezolanos que, acoplada con las nuevas generaciones intenta mantener un nuevo sentimiento de pertenencia que se aúne a sus nuevas necesidades: es en el cambio donde ven una necesidad de acción, en las transformaciones personales y colectivas donde encuentran su manifiesto. El sentido de pertenencia de un lugar coyuntural que ha atravesado múltiples problemáticas es una manifestación tangible de procesos de resistencia fraguados. En Conejo estos procesos se revelan más que nada desde el arte pues se componen de cotidianidades como la música, que irrumpen y a la vez acompañan la cotidianidad. Es entonces también donde el arte de connotaciones relacionales toma fuerza desde 44


la acción, en el irrumpir comunitario para producir nuevas posibilidades de soñar, de concebir alternativas para construir desde cada sociedad y cada individuo. Es desde la colectividad y la sostenibilidad replicables en la acción que estos docentes, estudiantes, amigos de la biblioteca y pobladores de Conejo desarrollaron una abstracción de sus percepciones por medio de la palabra para sistematizar lo que querían decirle al pueblo en el que habitan. Un punto importante de la técnica de cianotipia y solarización es el uso del contraste para aumentar la nitidez de las imágenes que se exponen, de la misma manera el contraste en sonidos causa una exaltación de elementos sonoros que antes no eran percibidos. Desde esta perspectiva aplicamos el ejercicio de ruido y silencio en el que se hacen ruidos estrepitosos por 2 minutos con la voz a máximo volumen, aplaudiendo y exaltando los sentidos, para luego escuchar en completo silencio los elementos que trae el viento. A Partir de este ejercicio de observación se generaron debates entorno a las necesidades comunicativas de Conejo, el afluente de migración vinculado con un choque generacional renuente al cambio causan una ausencia de confianza en las transformaciones vertiginosas que ocurren en el corregimiento, por lo tanto los participantes crearon la frase “ Mi canto resiste, cambia y educa” que fue construida colectivamente por cianotipias en el laboratorio elaborado dentro de la biblioteca, un método replicado de manera sostenible que fusionó las dinámicas de la cotidianidad, la crianza de niños, la tolerancia a la temperatura y la música como detonante para involucrar una metodología abierta a esta construcción creativa comunitaria.

Conejo cuenta con un molino que abastece de agua al corregimiento desde la dictadura del General Rojas Pinilla, sin embargo no logra solucionar los problemas de sequía.

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FEBRERO 12 CONEJO Amanecimos acalorados como siempre y luego de nuestros rituales matutinos decidimos lavar nuestra ropa en la lavadora de la señora que nos está hospedando para recoger un poco de agua reciclada, recientemente en sesiones anteriores les pedimos a los asistentes que trajeran agua reciclada, una de las participantes llevó agua con residuos de detergente que, al momento de interactuar con el químico de la cianotipia dio azules intensamente profundos y contrastados. La composición desde la observación fué además replicada en otros manifiestos que se complementaron desde la colectividad y generaron nuevas composiciones dentro del infinito abanico de voces que quieren ser escuchadas en la comunidad. El uso de agua en Conejo fue restrictivo a métodos de recolección ahorrativos pues, en nuestras visitas a los cuerpos de agua y manantiales privados construidos en fincas cerradas confirmamos el hecho de que no es que en la zona no haya agua sino que no se han implantado los mecanismos para llevarla hasta los hogares en un afán de abastecer proyectos productivos más rentables antes que las necesidades de la comunidad.

Visitamos el nacimiento de los cuerpos de agua en Conejo, un río seco que a causa de la deforestación ya no puede llevar el preciado líquido hasta el pueblo, atravesamos bajo alambres de púas para llegar a manantiales de fincas privadas que han sabido manejar el agua. Tras tres horas caminando llegamos al yacimiento de agua donde además inicia el acueducto, con aguas cristalinas en las que se ve hasta la más diminuta piedra en el lecho del río, la temperatura cambia y el aire se siente más fresco, animales nos miran curiosos desde las copas de los árboles, el agua es casi dulce. Todos estos cuerpos de agua se han mantenido por la no tala en las riberas de cada río que previenen la evaporación. En el camino nos encontramos con lugareños que nos cuentan cómo el apoyo estatal y de organizaciones se encarga de reforestaciones no efectivas, reforestaciones inexistentes que solo se manifiestan en papel mientras el agua desaparece. Cada vez sentimos más en nuestros cuerpos los estragos de la sed, el dolor de cabeza, la sensación de que nuestra sangre se vuelve espesa y nuestra piel de papel. Cuando se piensa en la Guajira dentro del imaginario colectivo se piensa en desierto, en sed, en hambre, y en un gran cuerpo de mar salado, pero nadie sabe que los recursos hídricos necesarios están ahí y fluyen en peligro y olvido. Se evaporan rápidamente en el asfixiante calor de la corrupción y el silencio, la palabra sin peso que ha caído al suelo. ¿Acaso la carencia aumenta por contraste el valor de la riqueza?, es como el azul de las cianotipias que resalta en el blanco del papel. En el vacío, en la ausencia, en la necesidad se revela lo que es realmente importante.

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Primeras pruebas realizadas en Riohacha


Frase construĂ­da en Conejo.



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GUAJIRA MEDIA

La Guajira media es una zona en la que se siente aleatoriamente la transición entre sierra y desierto, con entrada desde el Magdalena en Dibulla, un corregimiento altamente turístico bendecido con la sierra en las faldas del mar y con la unión de 4 grupos indígenas que se dividen la montaña y llenan el territorio de su patrimonio cultural, esta zona además es la puerta a la Guajira para la inclusión de grupos armados paramilitares que han desencadenado sistematización de control dentro del departamento por medio de mecanismos de terror y persuasión basados en intereses ajenos a los de las comunidades y que tomaría connotaciones trágicas en la alta Guajira. Riohacha, capital del departamento es un punto álgido que ha sido históricamente reconocido como un lugar de desembarque y proyección para el resto del departamento siendo un puerto fundamental dentro de los comercios e intercambios coloniales así como un punto de encuentro entre la población Wayuu y la población arijuna (no indígena,o en términos literales hombre blanco montado en un caballo) cuyos vestigios se ven aún en los resguardos adyacentes a la zona y que 52


se despliegan en procesos de hibridación cultural aún más intensos al aproximarse a Maicao, un punto de comercio y tráfico migratorio fulgurante en cercanía con Venezuela que además representa un crisol babilónico de culturas europeas, africanas y árabes entre otras. En palabras de la señora Lourdes Aguilar de Toro, historiadora, poeta y asistente del laboratorio: “Para el Wayuu, el mito y la leyenda son la explicación y fuente de conocimiento de su cosmovisión, dichos mitos contienen lo esencial de la filosofía guajira, la tradición, que para el guajiro o Wayuu es como una vieja que sentada en el camino de los días cuenta a las generaciones venideras las andanzas que han vivido“ La mitología wayuu es extensa y rica, a través de ella el pueblo ha tratado de explicar su origen y pensamiento. Entre sus mitos se destaca el de los Mellizos transformadores, Mayui y Ulapiuy , hijos de Maleiwa (dios) , que fueron los que flecharon la vagina dentada de Wolinka , hija de juyá (lluvia) llamada para que el hombre la pudiera poseer y así reproducir la humanidad guajira. Para los Wayuu su presencia en el territorio guajiro se debe a que cuando Maleiwa formó al mundo y dispersó a los hombres para su población se olvidó de reservar parte de la tierra a la hija que vendría a reinar en la Guajira, entonces hizo brotar del mar la península que lleva su nombre. La hija de Maleiwa se casó con Weinoshi (el tiempo), y engendraron varios hijos, uno de ellos se casó con Palashi (el mar) y tuvieron dos hijos, el invierno, juyá, y la primavera, Iiwa. Esta última se casó con el dios de los vientos Jepichikua y de esta unión nacieron todos los guajiros” Esta cosmogonía ontológica que evidencia el orígen de los guajiros como hijos tangibles de la tierra que habitan, del viento, del mar y de la lluvia, se fusiona además con una tradición desde el tejido que se manifiesta en las artesanías indígenas y en los patrones decorativos de la zona que narran desde el simbolismo la separación de clanes y la construcción de un universo dentro de la península desértica. Para el Wayuu la palabra es creadora del mundo ya que Maleiwa lo creó desde la verbalización y esta se manifiesta en el manejo de la palabra por medio de figuras como el Putchipu, palabrero o en traducción literaria la persona que hace caminar la palabra y que ejemplifica la manutención de la tradición oral como eje vertebral de la cultura ancestral, es además una figura de autoridad no sólo para la población wayuu sino para los guajiros en general. Es entonces irónico cómo la palabra que tiene tanta carga cultural ha sido así mismo el elemento traicionado desde eventos de corrupción que atentan contra el bienestar de la región. Un ejemplo de esto es la inclusión de varias multinacionales en la explotación carbonífera del Cerrejón que ha causado una devastadora contaminación de las aguas así como un debilitamiento de los suelos cuyo impacto abarca todo el departamento. Esta tradición desde la palabra además dejó como legado en la población guajira una serie de generaciones de escritores, poetas y filósofos que conforman la constelación literaria y cultural del departamento y que aún mantienen diálogos dentro de la producción creativa del territorio.

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Estatua del Palabrero en el malecรณn de Riohacha

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RIÍTO - RITO Riohacha, es una dama refinada y reclinada sobre la brisa el nordeste y un mar intenso cuyo movimiento manipula el comportamiento de sus habitantes. Es un territorio que moldea sus comodidades alrededor de las condiciones agrestes del desierto en el que se encuentra, es un territorio que no deja atrás su legado africano, caribeño y Wayuu. Un espacio de dinámicas poéticas basadas en el trabajo y en la contemplación de la belleza que los rodea para sosegarse en cuanto a todo lo que la historia, el capitalismo exacerbado y la corrupción les ha quitado. Dentro del grupo de personas que intervienen en el laboratorio tenemos a historiadores, poetas, docentes y escritores que construyen el grueso de la población riohachera que está interesada por la manutención del legado cultural y natural del territorio, entre ellos se siente el añoro por los tiempos en los que la temperatura era ligeramente menor, y las personas se interesaban más por el legado y patrimonio cultural de la región. Son personas, hombres y mujeres de una gracia notable que se siente en su acento costero refinado, diferente al de zonas más bajas de la costa Caribe, personas que manifiestan cómo la palabra es poder. Tuvimos la fortuna de trabajar con un palabrero Wayuu: Vicente Cotes, que expresa su papel como caminante de la palabra: Putchipu. Así mismo, la señora Lourdes Aguilar de Toro, habitante de la región y nacida en Manaure, fue un elemento importante pues hace parte de los ejes educadores que ejemplifican desde la sostenibilidad las dinámicas de este laboratorio, entonces desde la recopilación escrita ella y otros integrantes se acercan a sus encuentros primigenios con el agua.

Durante la sesiónde rito se creó un ritual de agradecimiento al agua y a la vida con los participantes

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Me trajo el nordeste el riachuelo alegre y arreboles de resplandor en campos de aromas a rĂ­o, el agua pregona en esta ciudad lo que el rĂ­o grita, te agitas y despiertas nuestras ganas de prosperar como gaviotas en despedida Lynda Antonella Solano

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Para mí la alegría más grande fue sumergirme en las aguas de ese río. Fue tanta mi emoción que estando dentro de él me pareció escuchar su murmullo y decía: Niña,tiemblo al copiar tu imagen en el fondo oscuro de mis ondas, aquí estoy erizando el tembloroso seño de la tierra para su fecundidad y alimentar a la humanidad, me filtro por mi lecho de oro y corro, y salto y arrastró arena en mi misterioso curso. Deja el temor, sigue a mi corriente, traspasa los umbrales de lo desconocido, disfrútame ahora porque más tarde sé que me destruirán. Lourdes Aguilar de Toro

Enero 16 , Riohacha El agua dejó sus murmullos, hoy solo gime de dolor por el maltrato. Otrora sus murmullos eran escuchados como me sucedió a mí en los años de 1958 y 1959 cuando conocí el río la Bomba en las Flores, jamás hasta entonces yo había conocido un río, llegué de Manaure, mi pueblo natal, donde solo teníamos los jagüeyes que se llenaban en épocas de lluvia, y sus aguas para el consumo eran depositados en tanques de hierro con agua fangosa que se convertía en diáfana al introducir pencas de cardón dejando en el fondo el fango. Eso sucedía hasta que el presidente Gustavo Rojas Pinilla construyó muchos molinos para abastecer a los Wayuu a través de la empresa “Provisiones de agua”, un sistema que los gobiernos posteriores dejaron destruir.


Uno de los recorridos iniciales que realizamos fue al Riito, una desembocadura de agua que antes tenía un fértil afluente pero que ahora se esconde entre manglares y basura y que evidencia la crisis de agua que tiene todo el territorio guajiro Una de las principales coyunturas que atraviesa Riohacha, es su búsqueda por agua que abastezca a su comunidad. Inclusive los primeros asentamientos de la ciudad se dieron por estar tan cercanos al río de la hacha, que posteriormente se llamaría Ranchería y Calancala en su parte baja, sin embargo a medida que el proyecto de desarrollo llegaba a la ciudad y cada vez más familias y personas la habitaban, su búsqueda por agua potable se complejizaba. La forma en la que se abastecía la ciudad de agua en el siglo XIX era por medio de los indígenas, quienes traían agua en barriles desde el Calancala, sin embargo este sistema no era sustentable para abastecer una necesidad diaria como la del agua, empezando una larga pesquisa de soluciones que aún siguen surgiendo para poder darle a la comunidad Riohachera la dignidad que merecen por medio de este líquido. Una de las primeras soluciones, se dio en 1850 cuando crearon un pozo artesanal, que se comunicaba con un acuífero, terminando por contratar, por recomendación de inmigrantes, a Antonio Rameu, un joven inexperto y apenas profesional que se había retirado de su profesión como científico, pero que fue contactado por medio de intermediarios, sin embargo a falta de un aval jurídico para los proyectos guajiros, el joven Rameu se embarcó para Riohacha, y emprendió una serie de proyectos fallidos que solo agravaría la accesibilidad al agua del pueblo Riohachero, eventualmente, 1877 se emprendió un nuevo proyecto de abastecimiento hídrico, por medio de la construcción de un cauce del Río Ranchería para traerlo a Riohacha, desconectando el brazo del río que desemboca en la Laguna Salada y construir un nuevo cauce que sería llamado el RIÍTO, este proyecto tuvo una gran importancia dentro de la comunidad que celebró la llegada del agua a sus vidas. Con el paso del tiempo esta única fuente de acceso hídrico no fue suficiente con el crecimiento paulatino de la ciudad, y hoy en día sigue siendo una gran búsqueda por el agua la que emprende el pueblo Guajiro, que se sigue viendo abatido por la sed. En este lugar exploramos la importancia del Rito, de los ritos y rituales personales que son ejecutados constantemente en nuestras cotidianidades y que evalúan la relación que tenemos con elementos etéreos como el agua, que contiene connotaciones pragmáticas y magníficas e inclusive rituales, esta reflexión entorno al rito en función a la deriva por el riíto nos permite preguntarnos acerca de lo esencial dentro del momento que compartimos hasta el punto de proponer crear un rito propio frente al riíto, que nos hiciera entender con más conciencia el lugar en el que estábamos parados, que por medio de la simpleza de un abrazo o una oración se contienen mares inmensos de intermediaciones con lo divino, con lo simple y lo esencial, el agua es el elemento originario dentro de la idea de vida, y buscamos entenderla para resignificar su importancia subvalorada en la historia.

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Ponerme una flor amarilla si es un día de alegría,

Bañar a mi y mis hijos con eucalipto o con hoja de mano.

Cantar para desahogar el corazón.

Hablar mientras cocino o riego las plantas.

Orar a cada instante.

Despertarme a las 2 de la mañana y decirle una palabra al silencio.

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Así se estableció un acercamiento a los pequeños rituales matutinos que implican siempre el uso de la palabra y elementos terrenales como acercamiento al contexto en el que cada uno subsiste, dando además paso al análisis del poder de la palabra como elemento creador mencionado previamente desde perspectivas ontológicas y prácticas que pueden ser aplicadas a la creación colectiva y que se ejecutaron posteriormente.

Pescadores en la Ranchería aledaña a Riohacha

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SED


Cangrejito o valle de los cangrejos en donde desde antaño los riohacheros se congregaban los domingos a departir con sus suculentos sancochos, y a la vez reflexionar, deleitarse en la contemplación de los cangrejos, verlos correr, huir al sentir la cercanía del intruso para protegerse y entrar a sus cuevas camuflados por los mangles, y qué decir del espectáculo majestuoso que nos ofrecen las aves que allí pululan, pavoneándose orgullosos de morar en este mar impoluto y levantando el vuelo en acrobacia sincronizada dando ejemplo a la humanidad de cómo , pese a pertenecer a diferentes familias se puede compartir, se puede vivir en armonía, allí permanecen los flamingos rosados y blancos, los pelícanos. Lourdes Aguilar de Toro

El ejercicio de la palabra es un acto de creación y apropiación del mundo, y es desde ahí donde se contemplan los derroteros de nuestros lugares de enunciación. Es un acto que permite la visualización de horizontes desde el vacío del silencio. Fue en estas circunstancias donde en búsqueda del silencio que acompaña el agua lenta, ejecutamos el ejercicio de la ventana, en la zona de Cangrejito, como una proyección de los horizontes personales de cada participante que mostraran además patrones enunciativos dentro de las decisiones compositivas de todo el colectivo. Aquí descubrimos que el agua hace parte de prácticamente la mayor parte de los paisajes en Riohacha, que es junto al agua donde se desarrollan una serie de cosmogonías y mitologías particulares que inclusive hoy siguen permeando la identidad de cada uno de sus habitantes, sin embargo otra parte del paisaje riohachero es la cantidad de niños que piden comida y agua en las calles, marcando una profunda ironía que desarrollamos en la frase comunitaria: Tanta Agua y aún con sed La sed que referenciamos no es un comentario netamente contestatario sino que alude también a un fenómeno natural del desierto que toma connotaciones poéticas al yuxtaponer con las condiciones de ausencia de este territorio, la sed se convierte en una añoranza eterna de acompañamiento y protección que se manifiesta en las pieles agrietadas de los campos y que es poetizada por medio de la paradójica cercanía con el mar, es por eso que las cianotipias que componen la frase en Riohacha fueron reveladas con agua de mar. En réplica al ejercicio de la palabra como constructora y reafirmadora del manifiesto construido en Riohacha, una asistente al laboratorio, Solenys Herrera, docente e investigadora, propuso el ejercicio de construcción poética por medio del inventario de lo visible que permitía la construcción de un horizonte individual y colectivo desde la palabra y la aleatoriedad de la construcción poética.

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Inventario de lo visible Mar semillas hilos palabra pájaros

viento

nube

leche

casa dignos

esencia vida manjares lluvia alegría

pescador denuncia la piel boca tanques avenida

pecho mañana arena hojas luz

El vientre del mar pare alegrías tempranas y saladas profundidades de extensos extremos.

El río denuncia rostros tardíos y palabras de arena sedientas de cuerpo.

El indígena se muere de sed porque ya no hay molinos.

El agua tiene gemidos de dolor

Desdibujar gritar armar descansar calmar rozar derramar

desnivelar cruzar exhalar

contraer

el viento entre las manos.

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Ejercicios de la ventana

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Enero 27 Riohaca El privilegio de tener algo y las opciones de ejercer desde eso hacen que se desaprovechen muchas cosas, ahora, en la austeridad y la ausencia se reiteran lo que es realmente valioso. La abundancia tambiĂŠn mata.

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Frase construĂ­da en Riohacha



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GUAJIRA ALTA

La alta Guajira es la madre del onírico realismo que envuelve a todo el departamento, es un territorio agreste y desierto con temperaturas muy altas en el día y bajas en la noche, con vientos ensordecedores que traen sal pesada y con una infinita riqueza que provee al país de gas natural, sal y otros recursos, Es un espacio abundante, descomunal e impenetrable lo que reitera la fortaleza y supervivencia de los pueblos que ahí habitan. La lejanía de su ubicación fusionada con lo inaccesible de sus caminos han hecho que se convierta en una zona olvidada, visitada sólo por motivos turísticos desde aventureros que quieren visitar la península más al norte de latinoamérica y verificar que en efecto existe la sed hasta en los límites.

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Pensar el tiempo dentro de la guajira supone deconstruir las nociones lineales que forjan nuestra vertiginosa apropiación al mismo, en este desierto, el tiempo se repite sobre sí mismo, ya sea para bien: conservando las tradiciones autóctonas como una presencia viva dentro de la forma de habitar; o para mal: sufriendo las mismas necesidades y conflictos una y otra vez. Las crisis constantes que se manifiestan en la alta Guajira están siempre vistas desde soluciones asistencialistas que no se basan en la producción sostenible de enriquecimiento energético aprovechando los recursos de la región sino que se despliegan simplemente en la solución inmediata, que disminuya levemente las dificultades para dejar abierta al brecha a la repetición y profundización de crisis internas que requieren de soluciones productivas. La forma en la que pasa el tiempo en esta zona se juega entre la aparente inmovilidad y quietud diaria junto con el constante cambio de un mundo que no se detiene, Plaza central de Uribia, capital indígena de Colombia


curiosamente, cuando llegamos a Manaure el municipio estaba detenido, no había días, no habían semanas y tal vez ni habían años. La biblioteca pública estaba cerrada por falta de contratación, y la empresa más importante de sal en el municipio: Big group Salinas había entrado en paro desde días antes, más específicamente, sus trabajadores, quienes están conformados en su mayoría por la comunidad Manaurera, y ambientaron el paisaje humano del municipio en un silencio estruendoso, que acompañan una presencia de la muerte que es difícil de ignorar. La presencia de la muerte está así mismo latente en las memorias violentas de masacres y atentados ocurridos en la alta Guajira que, aprovechándose de la impenetrabilidad y olvido del que sufre esta geografía, fueron detonados como una afrenta de terror hacia los pueblos wayuu para que los grupos paramilitares pudieran denotar su control. En la masacre de Bahía Portete, las mujeres fueron agredidas como recurso para atacar el modelo de masculinidad de los Wayuu y su control sobre el territorio, que reñían con los intereses geoestratégicos de los actores armados. Así lo explicó el informe del GMH: […] el ataque violento al cuerpo femenino se torna en mecanismo para establecer la supremacía de los victimarios sobre los hombres Wayuu y específicamente […] doblegar un modelo de masculinidad de aferrados guerreros, en los que la fortaleza física y emocional y el control del entorno son centrales […]. Este sentido de impotencia está cargado de múltiples emociones y significados. (GMH,2013) Estos ataques además infundieron en la comunidad un sentimiento de desesperanza incluso ante las autoridades que deben protegerlos pues se identificó dentro de este y otros eventos el mal eterno de la corrupción estatal. Un comunicado de organizaciones indígenas sobre eventos relacionados con la masacre de Bahía Portete, en la alta Guajira, manifiesta las alianzas que se fueron tejiendo entre paramilitares y miembros de la comunidad para ganar ventaja en la dinámica de las disputas sociales, económicas y locales(GMH, 2013).

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Uribia,capital indígena de Colombia, no se escapa de los males bélicos y sociales que afectan a todo el departamento, es más, se presenta con una fuerza inmensurable la cantidad de coyunturas que deben ser revisadas para plantear una sostenibilidad y habitabilidad digna para su población, que muchas veces está en condiciones famélicas y cercanas a la miseria, gracias a una occidentalización que impide de manera vehemente que se mire con ojos de igualdad al indígena. Este discurso, aunque repetido dentro de los diálogos académicos y culturales del país, sigue estando vigente, no es anacrónico y mantiene su necesidad de ser discutido desde la acción porque esos procesos de occidentalización siguen afectando a personas reales en lugares concretos.

Calles de Manaure

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SAL Y MAGIA

Llegar a activar por medio del laboratorio a un pueblo detenido no fue tarea fácil, había que incentivar a la biblioteca de abrirnos sus espacios por amor al arte, además de tratar de entender las dinámicas de una comunidad en paro nos obligaba a bajar la frecuencia del ritmo con el que veníamos trabajando, para poder adecuarnos a este municipio que nos pedía tiempo, tiempo para entender la presencia de la muerte, que se repetía constantemente manifestada en animales disecados por el sol y la sal, cachorros abandonados y enfermos y una quietud casi mortífera, tiempo para acostumbrarnos al desierto pleno, tiempo para acercarnos más profundo a la idea de cambio, que supone dejar algo atrás para empezar algo nuevo, como en el cabo de la vela, que representa un lugar de tránsito entre la vida y la muerte. . 74


Una particularidad estĂŠtica de Manaure, radicaba en que sus anuncios de negocios o arriendos estaban pintados a mano, brindĂĄndole una cualidad visual a todo el municipio,


Uno de los puntos álgidos del laboratorio en Manaure fue la presencia de niños durante la construcción de la frase y la mediación y sensibilización que nos permitió entender otros lenguajes comunicativos para poder expresar las coyunturas que atraviesa el municipio. Cuando realizamos el ejercicio de ruido y silencio en esta población, lo hicimos en la playa, junto al mar y a los pescadores de la zona, nuestro ruido rompió el silencio de la rutina y exacerbó después la posibilidad de observar en el profundo vacío sonoro. Así mismo, cuando realizamos el recorrido a las salinas encontramos que el silencio ensordecedor de Manaure viene del viento y se vivifica en los vestigios de jornadas de trabajo de los obreros de las empresas que toleran condiciones increíbles para sacar el preciado mineral. Al principio, para entender las dinámicas de la Alta Guajira, recurrimos a la fantasía, y de esta manera, la forma en la que procuramos mediar el laboratorio en Manaure, fue reflexionando sobre la magia, su poder de transformación y de utopía que encierra los sueños y las fortalezas de cada uno de los habitantes del municipio. teniendo como resultado una fuerte conciencia de parte de los habitantes de Manaure del lugar que les daba bandera, y terminando con la reflexión de que la magia es una cuestión de reconocer lo que se tiene para transformarlo en poder creativo. Uno de los ejercicios que realizamos fue plantear un cadáver exquisito para los asistentes del laboratorio bajo la idea de crear un cuento mágico sobre las cosas que tiene manaure, el resultado fue el siguiente:

Había una vez una niña sal, Ella salió del mar, secando todo lo que había en la playa recorrió países, llegó a Colombia, viajó, volvió, regresó encontró a su familia y a su amor saltaba y jugaba corría por todo el pueblo dejando su rastro en cada puerta había sal en todo lado en los niños y en las aves en las frutas y en la iglesia la niña sal seguía jugando hasta que se dio cuenta de que todo el pueblo tenía sal nadie podía seguir jugando porque se resbalaba y caía la niña sal supo volver al mar para que quien quisiera salir a jugar con ella solo tuviera que buscarla.

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Por medio de los anteriores ejercicios vimos desde abstracciones poéticas el hecho de que la abundancia, para los habitantes de Manaure, implica también un problema que trae dificultades a su población, así mismo, se ejemplifica a la palabra como medio creativo y de construcción colectiva en formas replicables y sustentables que permite visualizar lo que habita en el inconsciente colectivo de un grupo social. Esto dio paso a debates y experiencias dentro y fuera de lo recorridos territoriales para identificar en términos precisos lo que sería el manifiesto final hecho con cianotipias.

Las cianotipias consistían en armar una composición con objetos que moldeara la letra requerida para luego exponerla al sol.

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Varios niĂąos fueron parte del laboratorio en Manaure.

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ABUNDANCIA Y VACÍO

Salinas de Manaure de la compañía BG Salinas, que en el momento del laboratorio se encontraban en paro de trabajadores

Un elemento importante que se evidencia dentro del territorio de Manaure es la presencia de pueblos Wayuu como ya lo hemos mencionado, y dentro de esta, la imperante y constante influencia del mundo onírico dentro de la coexistencia. Este mundo soñado fue atisbado por nosotros desde el laboratorio, vivificando un espacio extraño y casi soñado en el que establecimos las sesiones de composición y revelado, a veces sin luz, soportando el calor manaurero del medio día pero colaborando entre todos dentro de los roles necesarios para la ejecución de la técnica.

Creemos que uno de los elementos principales para hablar de la riqueza dentro de la Guajira, es descontextualizando la forma hegemónica en la que se categorizan quién es rico y quién es pobre, porque se empiezan a desenvolver paradojas entre tener dinero y lo que este abarca, así mismo, intentar mirar afuera de nuestro deslumbramiento por lo desconocido, para poder relacionar la supervivencia con modos personales de entender lo que es ser rico. La condición de riqueza geográfica en el territorio de la alta Guajira deviene desde contextos cosmogónicos emplazados dentro de la tradición oral wayuu:

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EXISTE UNA LEYENDA SOBRE LA HISTORIA DE LA GUAJIRA:EL DIOS SUPREMO MALEIWA, TENÍA UNAS TIERRAS POR URIBIA Y POR EL CABO DE LA VELA Y NAZARETH. LE PUSO A CADA UNA UN JEFE PARA QUE GOBERNARA. EL DEL CABO DE LA VELA SE PUSO A PARRANDEAR Y A SER BANDIDO, MIENTRAS QUE EL DE NAZARET FUE UN TIPO QUE TRABAJÓ Y PROGRESÓ. CUANDO MALEIWA VINO A PEDIRLES CUENTAS DE LO QUE HABÍAN HECHO, EL DEL CABO DE LA VELA Y EL DE URIBIA NO TENÍAN NADA, ENTONCES LOS CASTIGÓ: A LOS DE URIBIA LES PUSO A COGER CARBÓN Y A LOS DEL CABO DE LA VELA A VIVIR DE LA PESCA, A LOS DE NAZARET LES DIO BUENAS TIERRAS Y FUE AHÍ DONDE SE GENERÓ EL OASIS, LA MACUIRA. LOURDES AGUILAR DE TORO

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Esta noción dicotómica entre oasis y desierto es además vista en la brecha entre el visitante y el local, puesto que también existe una relación temporal con la riqueza, para algunos el turista que viene a asombrarse con el paradisíaco paisaje de la Guajira posee riquezas al poder conocer un mundo vasto en belleza natural, y para quienes han vivido estos lugares, la riqueza se compone de elementos más esenciales de las relaciones humanas. relativizando la experiencia de entender qué es lo que hace a alguien rico. Manaure, precisamente es un municipio que se debate entre las dicotomías de tener mucho pero al mismo tiempo poseer muy poco, siendo un escenario en el que afluyen por cantidades exorbitantes materiales esenciales para el proyecto de desarrollo en una sociedad moderna, como lo es la sal y el gas natural, que abastecen a la mayor parte del país en estos recursos, mientras que carece de atención adecuada a los servicios básicos para la existencia humana, agua potable, un sistema de salud eficiente y la posibilidad de crecimiento interno sostenible. Desde esta perspectiva la abundancia que genera miseria es un fenómeno hijo de la idea occidental de progreso, que problematiza poblaciones humanas en vía de “desarrollo” cuyo patrón se repite en múltiples escenarios espacio temporales. Teniendo en cuenta estas condiciones que se materializan dia a dia dentro de sus contextos inmediatos y que permean su realidad, los asistentes del laboratorio establecieron la construcción de la frase “La abundancia es la sal del olvido” al reflexionar en torno a la pregunta de si tener una gran cantidad de algo, es equivalente a una riqueza en términos esenciales. usando la perfecta analogía con el exceso de sal, que en primer lugar, crea paralelos en torno a la cantidad excesiva en una comida, en un espacio húmedo para relacionarlo a la coyuntura social y económica que estaba atravesando el municipio a causa del paro por la minera de sal. Es una ironía pensar que un municipio que está presente de forma directa en la vida de cada colombiano, siga enfrentando dificultades propias de un pueblo que cae en el olvido, no por sus mismos habitantes sino por quienes legislan su destino, explotando territorios y materia prima para luego borrarles su dignidad a dificultar el acceso a materias básicas como el agua. volviéndose nuevamente a la discusión de si tener dinero, o poder era un sinónimo para ser una persona rica.

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¿CUÁL ES LA EDAD DEL VIENTO?

Mil millones de años mayor que el espacio sideral 300 años mayor que los alpes un día menor que el mar

un día mayor que cristo

Dos meses mayor que la hija de uno comenzará cinco meses después que me muera.


RIQUEZA Entonces, después de ese viaje apremiante que nos introdujo dentro de un ambiente agreste y mágico, que nos hizo re establecer nuestras nociones personales de riqueza, de patrimonio, de nuestros patrimonios personales, de lo que consideramos valioso y de qué manera esos elementos coexisten con la vida, después de entrever desde las palabras las vicisitudes y los conocimientos colectivos de un pueblo heterogéneo, que lucha y se extiende desde sus procesos de resistencia. Desde los espacios de la estepa, el desierto profundo y las aguas más calmadas que hemos presenciado, desde el calor de medio día que derrama lava entre los ventiladores, desde la serendipia constante en un contexto de carencia y temporalidad desgastada, intentamos agarrar lo que es el concepto de riqueza desde la oralidad, desde el patrimonio, desde la cosmogonía y la colectividad. El territorio de la Guajira es rico en recursos, sí, pero además es abundante en vacío, un vacío que aletarga el tiempo y que hace que los lapsos de silencio, de olvido, de carencia y de miseria sean abundantes, inexorables; fue desde este punto de enunciación donde contemplamos desde experiencias personales y en la interacción con los asistentes al laboratorio y con todos los individuos con los que compartimos en esta investigación, que descubrimos un apremiante aprecio por la simpleza de los fenómenos diarios; el hecho de recibir la brisa del nordeste, añorar la lluvia como anunciación de bonanza, de tomarse tiempos específicos para la siesta, para tomar un café, para masticar una palabra, para sublimar en la simpleza de la abstracción los paisajes constantes del territorio, para regocijarse dentro de las comodidades del esfuerzo diario, del trabajo constante, de la dificultad como costumbre. Vislumbramos entonces en la Guajira la simpleza de las cosas como una característica recogida en todas las nociones personales de riqueza de los participantes y que se entornan alrededor del acto de convivir, de amar, de proveer, de sobrevivir, de utilizar lo esencial y así mismo permitir la sostenibilidad de los procesos de extracción de recursos. La riqueza está en el reconocimiento de lo enorme,efímero y perecedero del mundo para tomarlo de a poco y con mesura, en piezas sencillas que reconozcan la pequeñez de la humanidad frente a la vasta planicie de posibilidades que da la dificultad.

La identidad de un pueblo está definida por todas aquellas características que con el tiempo se vuelven intrínsecas para su entendimiento como sociedad, que puede ser vista desde patrones microscópicos como al pensar en una identidad familiar, hasta macroscópicos para plantear la identidad como nación o como humano, al fin de cuentas el patrimonio intangible es el único que puede trascender y permanecer en el tiempo, el que se inmortaliza y se transforma en constantes formas de aproximarnos a la realidad. La Guajira es uno de los territorios más complejos dentro de Colombia, lleno de contradicciones sistemáticas y coyunturas estructurales que tambalean los cimientos de una sociedad próspera, muchas veces 84


teniendo que aferrarse a una exaltación de esa Guajira que se cuenta en la literatura y se canta en los Vallenatos, que vive en los resquicios de una añoranza por un pueblo que lo tiene todo en belleza y cultura pero que pide a gritos dignidad, la misma que se trabaja día a día en los educadores, poetas, artistas y trabajadores que subvierten la idea de la resistencia y la convierten en un acto de vivificación cotidiana, de entender el pasado para querer el presente y construir el futuro, de vivir en un tiempo cíclico con los antepasados, con la tierra y con el otro. Las facultades de resistencia y adaptación que son identificables en el pueblo guajiro están tangibles en sus márgenes, sus recursos, su cotidianidad y en la palabra como herramienta de construcción de ese mundo, ejercen procesos de resistencia constante que se fraguan en la dificultad de los problemas coyunturales que denota la vida en Colombia, pero además refuerzan constantemente sus vínculos con esos elementos patrimoniales, los terrenales como el agua, los poéticos como la música, los prácticos como el trabajo, para ejecutar ejercicios de resiliencia que se repiten sobre sí mismos como el mismo tiempo.

Las fachadas en las casas de Manaure se entrelazan con la naturaleza desértica

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Frase construĂ­da en Manaure



SOL

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MEMORIA VISUAL

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BIBLIOGRAFÍA: Guerra, W. (2001), Los Apaalanchi, una visión del mar entre los Wayuu. Bogotá, Colombia. Banco de la república Diágo, L (2010) Francisco el Hombre: Leyenda y Realidad. Riohacha GMH,(2013) BASTA YA, Colombia: Memorias de guerra y dignidad. Bogotá: imprenta Nacional.. González Zubiría, F.(2015) El Riíto del río Ranchería: ingeniería del siglo XIX para el agua de Riohacha. Riohacha




Este proyecto se realizó gracias a la beca para realización de laboratorios de sensibilización artística del mnisterio de cultura, 2020


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