II CONCURSO DE MICRORRELATOS
2017
SELECCIÓN DE MICRORRELATOS COLEGIO APÓSTOL SANTIAGO Padres Somascos ARANJUEZ
ESO y Bachillerato
II CONCURSO DE MICRORRELATOS COLEGIO APÓSTOL SANTIAGO, Padres Somascos, ARANJUEZ
LA ÚLTIMA LLAMA (Adrián López Rodríguez, 1º ESO A). UN DÍA MÁS (María Fernández Ruiz, 1º ESO B). LA HISTORIA DE CANDELA (Sara Montero del Río, 1º ESO C). EL ZORRO BLANCO (Miguel Ángelo Solano Lazo, 1º ESO D). NOCHE EMBRUJADA (Andrea López Serrano, 1º ESO E). LOS HOMBRES DE BLANCO (Lucía Díaz Guzmán, 2º ESO A). MUERTE (Marta Beatriz García Elvira, 2º ESO B). IRREALISMO (Álvaro Pérez Basas, 2º ESO C). CIEN MIL UNIVERSOS A TU LADO (Alice Serrano de Jesús, 2º ESO D). NO TOQUES LO QUE NO ES TUYO (Sara del Nuevo Heras, 2º ESO E). LA LLAMADA DE LAS ISLAS CAIMÁN (Alejandro Molina Collado, 2º E PMAR I). HERMOSAS ALAS (Celia García Esteban, 3º ESO A) AUTOBIOFINAL (Alejandro García Blancas, 3º ESO B) EL DESPACHO DEL DIRECTOR (Helena Alcázar Mendoza, 3º ESO C). LA ÚLTIMA VEZ QUE PISARÍA LA TIERRA (Carolina Reino Pepín, 3º ESO D). ESTABAS AHÍ (Ainhoa Sánchez Ramírez, 3º ESO E). EL ENAMORADO ERRANTE (Rebeca Olivar Gómez, 3º E PMAR II). RECORDANDO LO RECORDADO (Borja Ovejero López, 4º ESO A). EL GRAN DÍA (Carlota García Gurumeta, 4º ESO B). EL ROBLE (Mireia Escobar García, 4º ESO C). PERSEGUIDO POR TUS PECADOS (Marta Gómez Bosque, 4º ESO D). LOS RECUERDOS DESVANECIDOS (Miriam Pérez Úrsula, 4º ESO E). NUESTRO MUNDO SUBVERSIVO (Enrique Moreno Castela, 4º ESO E).
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SELECCIÓN 2017 LA ÚLTIMA LLAMA Adrián López Rodríguez, 1º ESO A Había una vez un hombre que desde muy joven le gustaba mucho fumar. Diariamente se fumaba una cajetilla entera de cigarrillos y todos los puros que le apetecían. Todos, todos los encendía con su mechero antiguo de marca “Llamita”. Pasaba el tiempo y la llama se iba apagando poco a poco. Un día le ingresaron en el hospital por graves problemas respiratorios por culpa del tabaco. Volvió a su casa después de unas jornadas hospitalizado pero al día siguiente, el mechero ya no se pudo encender más. Nunca más...
UN DÍA MÁS María Fernández Ruiz, 1º ESO B Hoy es un día más, de otra semana más. Estaba en el colegio y todo era como siempre, un día más. Hasta que sonó el timbre, el sonido más glorioso que existe. Al ser la hora del recreo mis amigos y compañeros salieron disparados hacia el patio; yo tardé un poco más, porque estaba guardando mis cosas. Al salir de mi aula noté que no había ruido, una cosa tan extraña en un cole tan grande, pero no le di importancia. Al llegar al patio no encontré a nadie, ni niños jugando al fútbol, ni corriendo, ni siquiera estaban los profesores. Al principio pensé que era una broma, pero al escuchar de nuevo la campana comprendí que no lo era. Corrí en su busca, por cada aula, de cada curso; miré una y otra vez con esperanza de que aparecieran, pero no era así. Corriendo por todo el patio me pareció ver a alguien y corrí en su búsqueda. Terminé dentro de mi au-
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la de nuevo. Me senté en mi sitio de siempre, junto a la ventana, en la penúltima fila de siempre. En el pupitre de al lado se solía sentar mi mejor amigo, le echaba tanto de menos. Por un momento me pareció oír la risa de mis compañeros, que no paraban de decir mi nombre. Salí aburrido al pasillo, al llegar fuera tropecé y caí. Me levanté acelerado y me calmé comprendiendo que todo había sido un sueño.
LA HISTORIA DE CANDELA Sara Montero del Río, 1º ESO C
Hola, me llamo Candela. Soy forense y también zombi. Tranquilos, no como cerebros ni nada de eso, solo los de los muertos. Nadie sabe que lo soy, solo mi novio y algunos amigos que también lo son. Todo empezó un día como otro cualquiera. Iba de camino a por unas patatas fritas al supermercado y ya de paso me compré una botella de agua; me la bebí y ahí empezó todo. Empecé a sentir cosas extrañas, me desmayé y no volví a saber nada. Desperté en el hospital, me miré al espejo y vi que algo raro estaba pasando; salté por la ventana y me escapé. Con el tiempo fui conociendo a más gente como yo. Nadie sabe que soy zombi, ni mis padres. El maquillaje lo arregla casi todo. Ahora soy forense y me como los cerebros de los muertos. Tiene sus ventajas: cada cerebro de cada persona me permite obtener las habilidades que tenía en su vida. Todavía estamos buscando al responsable de este virus. ¿Quién habrá metido aquel líquido en aquella simple botella de agua? ¿Y por qué tuve que ser yo la “afortunada”?
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SELECCIÓN 2017 EL ZORRO BLANCO Miguel Ángelo Solano Lazo, 1º ESO D Érase un zorro blanco, blanco como la nieve, tan blanco como una nube. Y lo mejor es que está aquí, aquí observándote a ti y solo a ti. Su casa, la blanca luna, luna su refugio, luna su hogar, luna su paraíso, luna tu pasión. El zorro vuela, vuela por ti, vuela por todos, vuela por él. Tails era el nombre, el nombre del zorro, su nombre, nuestro nombre, pero no importa, no importa porque él no quiere que lo sepas, que lo sepan, ni su nombre ni su hogar, ni su color importa. Solo importa que está aquí, ayudándote, ayudándote, protegiéndote, pero tú, no lo sabes.
NOCHE EMBRUJADA Andrea López Serrano, 1º ESO E En la cálida noche de verano, Lucía notaba algo extraño en su casa. Tras varios intentos de meterse en un sueño, lo consiguió y fue lo peor que hubiese podido pensar... Después de unos minutos se vio encerrada en un lago donde un hombre la cogía y la devolvía a su cama. Ella tuvo el presentimiento que su puerta se cerraba y se levantó y fue cuando vio a su padre cerrándola. Ella fue tras él y él salió corriendo, algo no habitual en su padre. Cuando estaba en el piso de abajo, esperando a que algo pasara, fue cuando se dio cuenta de que no estaba sola, ni tampoco era su padre… Era un ser extraño, que quería algo de ella.
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LOS HOMBRES DE BLANCO Lucía Díaz Guzmán, 2º ESO A Miraba el reloj. Esperaba su llegada mirándolo, mientras se movían sus lentas agujas, ayudando a que la nostalgia invadiera mi cuerpo como una enfermedad. Sonó la puerta, allí estaba ella, reluciente como siempre. Entró con una expresión brillante, con ciertas notas de tristeza. Esa casa siempre había hecho que Elena se sintiera diminuta. Cogió una foto de esa mujer rubia, aquella que había llenado mi infancia de color y alegría. Aquella que me crió en esa casa durante años. Aquella que con una sonrisa iluminaba la noche más incluso, que las propias estrellas. Aquella que el tiempo robó y no me devolverá. Se oyó la puerta. Eran ellos otra vez, los que llevaban años intentando quitarme a mi hermana, a mi mejor amiga. Vestían de blanco y llevaban esa chaqueta que tanto odiaba. No les dejé pasar. No entrarían en aquella casa de nuevo. No dejaría que me quitasen a la única persona que quería, a la única que tenía. No se la llevarán… como se llevaron a mi madre.
MUERTE Marta Beatriz García Elvira, 2º ESO B Todos los días, cuando paso por ahí me acuerdo, no lo soporto, salgo corriendo, huyo. Pero hoy, hoy ha sido diferente, no me acuerdo de nada, no siento nada. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? No lo sé, todo ocurrió de repente en esa calle, los coches, las casas, las personas, ya no existe nada. An-
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SELECCIÓN 2017 tes de que le pasase lo mismo a mi abuela el año pasado me dijo “No os preocupéis por mí yo estaré bien, vivid vuestra vida”. No lo entendía hasta que me ha ocurrido. No he podido decir nada, sólo ha ocurrido, todo estaba borroso para mí y después, todo negro. Ya se acabó, ya no hay nada que hacer, me voy y nadie viene a buscarme, de eso se trata la vida de vivirla porque en cualquier momento te puede pasar a ti, como me ha pasado a mí de forma inesperada.
IRREALISMO Álvaro Pérez Basas, 2º ESO C Me desperté, eran la 09:00 de la mañana. Todo estaba muy oscuro, además no se escuchaba ningún ruido. Me levanté y me adentré en la habitación de mis padres, estaba tan negro que no se podía ver nada, así que me dispuse a encender la luz. Mis ojos se cegaron, tenía mucho sueño, pero con el tiempo pude observar que la cama de mis padres estaba intacta, mejor dicho, impecable. Me vino a la cabeza una cosa: tenían que haber salido a algún sitio. Cogí mi abrigo y salí a la calle pero… ¡No había nadie! Era muy raro, ya eran las 09:45 y las calles parecían desiertas. No había ni coches, ni ruido, ni personas… Me sentía muy solo y raro. Cogí mi moto y me dirigí al laboratorio donde trabajan, pero allí tampoco estaban. Empecé a asustarme y decidí volver a mi casa. Ya en la cocina tuve sed, abrí el frigorífico y… Sí, estaban mis padres. Los encontré muertos metidos en un saco negro con varios tiros y heridas por el cuerpo. Ya no recuerdo más. Fue entonces cuando desperté.
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CIEN MIL UNIVERSOS A TU LADO Alice Serrano de Jesús, 2º ESO D Él, bajo la nieve, sonriendo y agitando la mano hacia mi persona; yo, aguantando las lágrimas, moviendo mi mano, observando la blanca nieve que descansaba en su rubio pelo como el maíz. Un ligero recuerdo en mi mente aparece: ”un niño pequeño jugando en la nieve como un cervatillo, sonriendo, iluminando mi día y mi vida”, mientras él se iba adelantando en ese tren junto a ella, aquel que indica ese eterno adiós que yo no quiero. No aguanté más, en el momento en que las puertas del tren se cerraron tras él, lloré como jamás había hecho, porque esta es la historia de Otabek, la cual siempre estará unida a la de Yuri. Una historia de amor eterno con dos personajes, Otabek y Yuri, una historia de amor y de amistad entre dos hombres, aunque ese amor no fue recíproco. Aquel relato en el que estuve, estoy y estaré cien mil universos a tu lado, incluso ahora aquí arriba como tu ángel guardián.
NO TOQUES LO QUE NO ES TUYO Sara del Nuevo Heras, 2º ESO E Lara era una niña de siete años, curiosa e inquieta, que se había mudado a una nueva ciudad, Estocolmo. Su familia y ella fueron a vivir a una enorme casa, llena de misterio, a las afueras de la ciudad, se encontraba en medio de un bosque, sin cobertura ni señal. Cuando entraron a la casa se sorprendieron por su caótico aspecto y por sus espeluznantes cuadros.
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SELECCIÓN 2017 Lara encontró un sótano bajando unas escaleras terroríficas que crujían con cada paso que ella daba. En el sótano muchos juguetes de otras épocas y lo que más le sorprendió un tren con una foto de un niño al lado. De repente, Lara escuchó un fuerte ruido que la hizo subir corriendo las horribles escaleras. Al día siguiente volvió a bajar a por los juguetes que ella había visto el día anterior. Por la tarde, salió a jugar con sus nuevos juguetes al lado de un gran árbol que se encontraba al lado de un misterioso río. Inesperadamente apareció una mujer esbelta con un vestido negro que le llegaba a los tobillos y con un velo que le cubría toda la cara. La niña, asustada, le tiró a la cabeza uno de sus juguetes y echó a correr mientras que la misteriosa mujer le echó una maldición. A partir de ese momento, Lara empezó a notar presencias que la atormentaban hasta que un día sus padres se la encontraron muerta rodeada por sus juguetes en el sótano y con la foto del horrible y enigmático niño en la mano.
LA LLAMADA DE LAS ISLAS CAIMÁN Alejandro Molina Collado, 2º E PMAR I Cuatro adolescentes de 15 años tienen pensado en vacaciones hacer una aventura emocionante y divertida. El grupo lo forman Rubén, Alexis, Raúl y Damián. Alexis sugirió irse de vacaciones a Hawái, aunque no les gustó mucho… Rubén buscó por internet los lugares más entretenidos para pasar el verano. Encuentra un sitio perfecto, las islas Caimán. Allí, cuenta la leyenda que habita un gran tesoro valorado hoy en 50 millones de euros. Al final el grupo de amigos decidieron ir de excursión a esa isla.
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Cuando cogieron el avión de ida, surgió algo inesperado. Empezaron a temblar los asientos; se escuchaba el sonido de las maletas al tambalearse, así como el rugido del aire proveniente de las ventanas que habían estallado y se apagaron las luces. El avión empezó a perder energía pues el motor se averió y comenzó a caer en picado al océano. Finalmente, solo sobrevivieron ellos, el grupo de amigos… Permanecieron inconscientes durante toda la tarde. Cuando se despertaron se encontraron en una extraña isla desierta. No sabían qué hacer ni cómo pedir ayuda, aunque lo intentaron con sus móviles, pero no consiguieron nada porque no había cobertura. Por ello, intentarían sobrevivir hasta que encontrasen la forma de salir de allí. ¡Ya habían sobrevivido a un accidente aéreo! Se pusieron en marcha y construyeron su refugio. Cuando ya celebraban su suerte y parecían estar tranquilos... un tsunami les sorprendía arrasándolo todo a su paso…
HERMOSAS ALAS Celia García Esteban, 3º ESO A Solo sentía paz, armonía, tranquilidad. Nada que perturbara mis sentidos. Mi mente estaba en blanco, vacía, serena. Pero entonces desperté. ¿Dónde estaba? ¿Quién era? Fue ahí cuando mis extremidades reaccionaron y mi cuerpo se levantó. Todo era blanco, pero no de un blanco común, era un blanco puro, verdadero, sin secretos. Fue entonces cuando una figura alada se puso ante mí y sin pronunciar una palabra me regaló una amable sonrisa y me invitó a que la siguiera. Tras unos minutos andando se desvaneció como el aire y antes de que pudiera simplemente con10
SELECCIÓN 2017 fundirme me percaté de que delante de mí se alzaban unas descomunales puertas doradas guardadas por un anciano barbudo que leía y leía una lista que parecía no tener fin. Levantó la mirada, sonrió y dejó que las puertas se abrieran ante mí. Al cruzar el umbral, unas hermosas alas se colocaron en mi espalda y lo entendí. Había muerto.
AUTOBIOFINAL Alejandro García Blancas, 3º ESO B Miro desde una gran altura y siento el aire que provoca que mi pelo sea amasado por el viento; miro hacia arriba y puedo observar una cornisa, aquella de la cual había saltado con los ojos cerrados sabiendo cual sería el futuro que me amparaba. Al volver mi vista hacia abajo veo mi pelo cobrizo como el de mi padre y rizado como el de mi madre; desde esta gran altura puedo observar calles por las que las que había paseado y por las que nunca más volvería a pasar; también pienso que por algún sitio debe estar aquel banco, en el cual lo conocí y en el cual lo besé pero intento no acordarme de eso en mis últimos momentos, prefiero dirigir mi mente hacia mis hijos pero no puedo evitar el dejar una retahíla de lágrimas al rememorar lo alegres que eran y el sufrimiento que les estoy provocando con esta acción estúpida. Cuando abro los ojos quedan menos de cinco metros y solo me viene a la mente si me reuniré con mis padres en el cielo o no; quedan tres metros, adiós mundo; dos metros, adiós amigos; un metro, adiós familia…
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EL DESPACHO DEL DIRECTOR Helena Alcázar Mendoza, 3º ESO C Mientras limpiaba la oficina del director general, la señora de la limpieza, miró hacia un lado y hacia otro. Al ver que estaba sola, cerró la puerta. El ambiente estaba cargado de un fuerte olor a limón. Entonces, se sentó en el elegante sillón de cuero negro y se colocó en la enorme mesa de madera oscura y brillante para ver qué se sentía al ser la “gran jefa”. Al principio, parecía segura en su postura y comprobó que el gran sillón, que a la vez que elegante era muy cómodo. Vio una agenda y la abrió. ¡El corazón le dio un vuelco! Empezó a pensar en todos los problemas y deberes que cada día tendría que solucionar, las largas y pesadas reuniones, los conflictos con el personal… ¡Era un agobio! Ahora entendía que siempre estuviera tan enervado. Sintió que la bonita mesa le quedaba un poco alta y el elegante sillón resultaba algo duro, casi incómodo. Dos minutos después, la señora de la limpieza se levantó del sillón, se alejó de la mesa de madera y siguió con su faena, limpiando la oficina, pensando en volver pronto a casa con su familia.
LA ÚLTIMA VEZ QUE PISARÍA LA TIERRA Carolina Reino Pepín, 3º ESO D Estaba bastante nerviosa y un poco asustada. ¡Realmente no podía creer que iba a viajar a otro planeta! Hoy es el día 2 de febrero de 2047, hace aproximadamente veinte años estudié astrofísica y he estado hasta ahora trabajando en un proyecto sobre los exoplanetas hallados en 2017 en la NASA. Siempre me han gustado esas cosas y, cuando me ofre-
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SELECCIÓN 2017 cieron hace dos años ir a investigar uno de ellos, no me pude negar. Miré el reloj, faltaban cinco minutos para despegar. Estaba en un asiento bastante cómodo, atada con un cinturón especial. Todo era tal y como me lo explicaron en su momento. Me encontraba junto con mis otros cinco compañeros de trabajo que viajarían por la misma causa. Ya han pasado dos días desde que abandonamos la Tierra y siento cierta nostalgia. Añoro a mi familia, a mis amigos, a mi ciudad. Estaba absorta en mis pensamientos cuando se apagaron las luces. ¡Esto no debería de estar pasando! Nos faltaban dieciocho días para llegar. La nave tiene dos pisos, subí la escalera para verificar los controles y encontré los destrozos de un enorme golpe en el casco principal. ¡Nos ha golpeado un asteroide!-grité. De repente vi otra nave y una extraña criatura apareció ante mis ojos…
ESTABAS AHÍ Ainhoa Sánchez Ramírez, 3º ESO E Entonces estabas ahí, delante de mí, como todos los días prácticamente a la misma hora, con esa sonrisa que alumbraba hasta en la noche más oscura, con esos ojos tan peculiares que no los veía en ninguna otra cara; simplemente tan hermosa como siempre. De repente te empezaste a acercar lentamente a mí, empecé a temblar, estabas nervioso, pues te echaba de menos… Y cuando llegaste a estar a menos de un centímetro, me di cuenta otra vez de que todo era mentira, como todas las noches. Y quizás por eso odie dormir ¿sabes? Porque dormir implica verte aunque ya no estés.
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El enamorado errante Rebeca Olivar Gómez, 3º E PMAR II Paseaba por el monte, entre olivares y pinos, una pareja de enamorados. Marzo de 1920. Tan locamente se querían que las horas se les pasaban volando. ¡Eran tan felices…! Pero las cosas, ¡maldita sea!, cambian… Ella cayó muy enferma. Él, la esperaba todos los días con sus flores favoritas. No falló nunca a su cita amorosa, casi como un ritual… La joven muchacha murió y él sumido en una gran tristeza, también enfermó hasta la muerte. Los dos sucumbieron el 2 de noviembre, aunque de años diferentes... Hoy, casi un siglo después, sus tumbas siguen floreadas. Nadie sabe quién o cómo llegan allí esos ramos coloridos… Sin embargo, todos los años ocurre, sin cesar… Cada dos de noviembre y, solo en ese día, las flores, desaparecen. Algunos piensan que alguien las roba, casi como una broma macabra… Yo creo firmemente que es él, sí él… El joven enamorado, durante la noche del 1 de noviembre y todos los años, las retira y amorosamente las lleva al punto de encuentro, el mismo de 1920... Son para ella, para su amada. Ella debe recibir todas las flores… La amaba y la amaría para siempre.
RECORDANDO LO RECORDADO Borja Ovejero López, 4º ESO A Lo recuerdo como si de ayer se tratase. La lluvia arañaba los cristales y los árboles se movían con fuerza: la típica
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SELECCIÓN 2017 tormenta de verano. Me encontraba paseando con el ganado y me senté a descansar cerca del monumento de la plaza del pueblo. De repente, escuché un sonido estrepitoso a lo lejos. Temía que la tormenta se acercaba y me levanté rápidamente dispuesto a guiar al ganado de vuelta al establo. Divisé, a lo lejos, descendiendo por la colina, un enorme gigante de metal acorazado. No me lo podía creer y empecé a correr rápidamente porque sentía que me seguían. No paré de correr hasta ya llegada la noche, jadeaba, me acosté sobre una roca y empecé a reflexionar. La guerra había empezado, una guerra parecida a la que acabó con las ilusiones de mi padre, que en paz descanse, -¡Juan, a cenar!- gritó mi madre. Cerré el libro y me senté a la mesa con mis padres, ansioso por probar la comida. -¿Te está gustando el diario de tu bisabuelo?- preguntó mi padre. -¡Sí!- respondí entusiasmado. Ni se lo imaginaba, me estaba encantando y disfrutaba con cada detalle y puedo asegurar que a ti también se te pondrían los pelos de punta con cada intercambio de disparos y explosiones que se relatan en el diario.
EL GRAN DÍA Carlota García Gurumeta, 4º ESO B
Hace ya dos años que María se mudó a Madrid en busca de una nueva vida, una nueva aventura. Solo ella, su maleta y sus recuerdos. Hoy es 11 de marzo de 2004 y el día solo desprende luz y primavera, como mi sonrisa deseosa de ver a
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mi nieta, después de dos años. Qué valiente fue, lo tenía claro, su sitio no era el pueblo. No hace ni diez minutos que estoy sentado en este tren y aún sigo impresionado con cada detalle de los paisajes que atravieso y de la gente que me acompaña en el vagón. Ahora entiendo lo que María me contaba en sus cartas: “En Madrid hay vida, abuelo. Da igual que llueva, nieve o granice, aquí la vida no para. Tienes que venir algún día para enseñarte algunos de sus monumentos y sus calles, enormes, bulliciosas. Y el día que te lleve al Retiro… ¡te va a encantar! Por la inquietud de la gente parece que estamos llegando a la estación. Presiento que es un día especial, el día en el que el abuelo Pedro pisa por primera vez la gran ciudad. María le saluda desde el andén con unas inmensas ganas de abrazarle, ya casi puede tocarle, pero en tan solo un segundo, la estación de Atocha oscurece, el silencio se apodera de todo y el dolor se lleva a María, al abuelo Pedro y a España entera.
EL ROBLE Mireia Escobar García, 4º ESO C Yo siempre había sido un chico curioso y bastante despistado, incluso solía imaginarme situaciones increíbles. Cuando estaba solo en el prado del frondoso bosque, sabía que aquel árbol no era obra de mi imaginación; siempre que llegaba y lo miraba, parecía un viejo roble normal. Sin embargo, cuando pasaba un tiempo desde mi llegada, como si recién se diese cuenta de que estaba allí, me llamaba con una voz melodiosa de canto de sirenas y yo daba unos minúsculos pasos hacia él para que notase que estaba cerca de él, entonces comenzaba su relato sobre el pasado de mi país,
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SELECCIÓN 2017 por lo que padecieron y sufrieron, los conflictos y luchas, los avances y progresos… Él comenzó a hablarme unas semanas después del fallecimiento de mi querido abuelo y desde entonces siempre que hablo con mi amado roble siento el cariño que me daba mi abuelo.
PERSEGUIDO POR TUS PECADOS Marta Gómez Bosque, 4º ESO D -¡Miguel, por Dios, Miguel! ¿Qué te ha pasado?- dice Sara con una voz desconsolada y triste al ver a su marido tan herido en una cama del hospital. Miguel no puede responder a su mujer, no es capaz de pronunciar palabra alguna, ni siquiera él mismo podía explicar por qué está en aquel estado. -Cariño, ya han pasado seis días desde tu accidente. Por favor, te lo ruego, abre los ojos. - Gracias a las palabras de su esposa empieza a recordar... Recuerdo un golpe muy fuerte en mi cadera, recuerdo que volé por los aires y recuerdo sentir como si mi cuerpo se hubiese estrellado contra el suelo. Luego todo se volvió borroso. Me desperté en un bosque, pero no había dos árboles iguales y todos tenían colores distintos. Comencé a caminar por un sendero flanqueado por siete estatuas que no fui capaz de identificar. Una vez caminado un buen trecho, la senda se bifurcaba y a un lado había un gran monumento en forma de copa y al otro un gran puente que conducía a un castillo. Decidí decantarme por este último por si alguien del castillo me podía ayudar. Comenzó a llover y contemplé la gran belleza que había a mi alrededor y de repente la copa fue inundada por la
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fuerte lluvia. Las estatuas cobraron vida y se dirigieron a mí y aunque corrí a toda prisa hacia el castillo, sus puertas permanecieron cerradas y las estatuas me agarraron por la espalda. -Miguel, ¿quiénes son estos hombres?- pronunció Sara al ver a siete hombres grises entrar en la habitación. Miró desconcertada cómo tocaron a su marido y de pronto sus sombras desaparecieron.
NUESTRO MUNDO SUBVERSIVO Enrique Moreno Castela, 4º ESO E
Me desperté como cada día en la misma rutina, en la misma vida. Estaba cansado de sentir aquella sensación de apatía en mí y en mi alrededor. Por eso mis amigos y yo quisimos tomar un rumbo nuevo y marcharnos lejos a otra vida, donde la soledad ya no invadía las calles y los bosques. Nosotros pedíamos a nuestros pies que llegasen a la meta final, donde nuestra vida cambiaría. Todo nuestro corazón se partía a cada paso que dábamos. Cuando llegamos, todo cambió. Este lugar cambió nuestras vidas. Descubrimos un lugar donde se mezclaba lo vintage y lo futurista, un lugar donde éramos libres, donde triunfábamos, donde todos nos queríamos. En nuestros rostros existía una luz que nos iluminaba y todos los problemas desaparecían. Entonces de repente desperté, ya no estábamos allí, nuestro mundo subversivo resultó ser un sueño.
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SELECCIÓN 2017 LOS RECUERDOS DESVANECIDOS Miriam Pérez Úrsula, 4º ESO E Tras mi accidente de coche yo no recordaba nada, ni a mis padres, ni a mis amigos, ni dónde vivía. Todo era para mí una gran incógnita. Por la tarde decidí salir a la calle para ver si forzaba mis recuerdos. El cielo estaba muy oscuro y la lluvia empezaría a ser más fuerte, pero no me importó. Iba caminando por lugares misteriosos para mí, como cuando me perdía en los mercados de pequeña. De repente, me paré asombrada mientras veía que caían millones de gotas ardientes que penetraban en mi recuerdo como espadas. Había un pequeño banco junto a un monumento precioso de mi pueblo y junto a él había un hombre muy acicalado que con una sonrisa de oreja a oreja me dijo: -Pequeña, no sabrás quién soy yo pero si profundizas en esos recuerdos tan oscuros como cuevas ya no tendrás ninguna duda. Sentí como un relámpago y me di cuenta de que ese señor era mi abuelo, que había fallecido pocos días después de mi accidente. Rompí a llorar y vi cómo se desvanecía por detrás de un árbol tan grande como su corazón.
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COLEGIO APÓSTOL SANTIAGO Padres Somascos C/Moreras, 217 28300 ARANJUEZ Tfno. 918921200—Fax 918921009 secretaria@cas-aranjuez.org
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