La obra a comentar es “Jugadores de cartas”, realizado por el pintor francés Paul Cézanne. El pintor la comenzó estando en Suiza. Esta obra pertenece a la época de madurez en la que Cézanne produce sus principales lienzos. Sobre el mismo tema de la partida de cartas, pintó cinco cuadros diferentes, entre 1890 y 1896, de los cuales éste es el más sobrio. Fue pintado entre 1889 y 1892. La obra corresponde al estilo posimpresionista, que se extiende entre 1880 y 1905 aproximadamente, coincidiendo con la última exposición impresionista y la exposición de las Señoritas de Avignón, que marca el camino al cubismo. (Actualmente la obra se encuentra en el Museo d´Orsay, París). Respecto al contexto histórico, a partir de 1870, las relaciones entre los países europeos, a pesar de la falsa apariencia de paz, se tornaron cada vez más tensas. Se realizaron una serie de alianzas entre los distintos Estados que sólo sirvieron para complicar aún más el panorama internacional. Se intensifica el imperialismo de Europa sobre el Pacífico, Asia y especialmente África, anexionando territorios y formando colonias. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial. Los conflictos producirán desembocarán en la Primera Guerra Mundial en 1914. Puede decirse que Cézanne crea el puente entre el impresionismo del XIX y el nuevo estilo de principios del siglo XX, el cubismo. Cézanne seguramente había visto en el museo de Aix-en-Provence, su ciudad natal, Los jugadores de naipes atribuido a los hermanos Le Nain. También ha sido un tema plasmado por Caravaggio. Durante muchos años la obra de Cézanne sólo fue conocida por sus antiguos colegas impresionistas y por unos cuantos artistas jóvenes radicales de la línea del postimpresionismo, entre los que se incluían Vincent van Gogh y Paul Gauguin. Esta generación posterior aceptó prácticamente todas las rarezas de Cézanne.