La catedral de Reims, es el ejemplo de catedral gótica francesa por excelencia, teniendo en cuenta sus características arquitectónicas y ubicación. Esta catedral alcanza una longitud externa de 150 metros y muestra dos torres a sus pies de 80 metros de altura. El origen de esta catedral fue el de sustituir otra catedral anterior que fue arrasada por un incendio. Es de gran importancia ya que, además de ser una joya arquitectónica, ha sido el lugar en el que se llevaba a cabo la consagración de los reyes de Francia. En cuanto al contexto histórico, el gótico fue un estilo que precedió al románico y que se desarrolló durante cuatro siglos (S.XII-S.XVI) propulsado por un cambio socioeconómico que supuso el tras paso de poder de los señoríos y monasterios a las ciudades y a la burguesía, nueva clase emergente de la época. La enseñanza se trasladó a las universidades. En este período se desarrolló el comercio y se produjo un cambio de pensamiento también, que otorgaba mayor importancia al hombre. La catedral era la sede del obispo, la iglesia principal y el edificio modelo. Además representaba el centro de las ciudades, ya que las calles desembocaban en su plaza y desempeñaba múltiples funciones, además de la de ser el lugar de oración. La catedral de Reims se comenzó a edificar en el 1211 por iniciativa del arzobispo Enrique de Braisne. Su construcción la llevaron a cabo cuatro maestros, Jean d´Orbais, que se encargó de la edificación de la cabecera, Jean le Loup, que hizo el transepto y las naves, Gaucher de Reims, que decoró las tres puertas de los pies y Bernard de Soisons autor del imponente rosetón de la fachada. Sabemos que esta catedral pertenece al estilo gótico porque presenta muchas de las características propias de la arquitectura gótica, tanto interior como exteriormente. En el
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