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Tiempo de Construir, La Revista / March 2023

Según el Arq. Víctor Díaz Paunetto, principal de Díaz Paunetto Arquitectos, en el área de la cocina se recomienda reducir la altura de la estufa y áreas de preparación de comidas (“counters”) a 34”, esto permite una mayor movilidad y acceso a la hora de preparar alimentos, entre otras actividades.

Cómo adaptar el hogar a una nueva realidad demográfica

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Por Ileana López Avilés

EL NÚMERO DE ADULTOS MAYORES EN LA ISLA ESTÁ CRECIENDO RÁPIDAMENTE Y SE ESTIMA QUE PARA EL 2030 ESTA POBLACIÓN SUPERARÁ LA MAYOR PARTE DE LOS HABITANTES DEL PAÍS.

Comencemos por afirmar que la mayoría de las casas y apartamentos están diseñados para personas jóvenes y sanas, por lo que no necesariamente satisfacen las necesidades de los adultos mayores o de las personas con discapacidades.

De hecho, en Estados Unidos la mayoría de las viviendas que se construyeron hace más de 20 o 30 años fueron pensadas para atender las necesidades de una población compuesta en su mayoría de dos padres y al menos dos hijos. Sin embargo, hoy día esa composición familiar ha variado grandemente, y ahora más del 30% de todos los hogares está compuestos por adultos mayores que viven solos.

Estos datos, provistos por AARP, señalan que para el 2030, una de cada cinco personas en los Estados Unidos tendrá 65 años o más. Y se calcula que para el 2034 los adultos mayores superarán en cantidad, por primera vez, a los niños y adolescentes menores de 18 años.

Esta misma tendencia la estamos viendo en Puerto Rico. De hecho, ¿sabías que para el 2019, el número de personas de 60 años o más en la Isla aumentó a 888,786, en comparación con el 2010 que alcanzaba la cantidad de 760,075 personas? Estos datos del Departamento de Salud de Puerto Rico son evidencia clara de que el número de adultos mayores en la Isla está creciendo rápidamente. De hecho, se estima que para el 2030 esta población superará la mayor parte de los habitantes del País.

Ante este importante cambio demográfico en Puerto Rico, nos preguntamos: ¿estamos listos para atender las necesidades de vivienda segura de esta población en aumento? Y de no ser así, ¿qué estamos haciendo para lograrlo?

Los cambios que podamos hacer en nuestras viviendas no solo benefician al adulto mayor, sino que benefician por igual a todos los miembros de la familia y personas de todas las edades, ya que están destinados a mejorar el hogar para que este nos pueda servir de por vida. Nunca sabemos cuándo una persona, aun siendo joven, pueda sufrir una condición limitante que lo obligue a estar en una silla de ruedas, por lo que es vital que nuestra vivienda esté preparada, siendo segura y no limitante, para responder a las sorpresas que nos puede deparar la vida.

Según AARP, “solo un 1% de las viviendas disponibles en Estados Uni- dos contiene algún elemento de “diseño universal”, tal como que la vivienda tenga una sola planta o un lavamanos accesible desde una silla de ruedas.

Tener un hogar con entrada sin escalones puede ayudar a los adultos mayores y a las personas en silla de ruedas a entrar y salir con facilidad. Pero este tipo de entrada también es útil para un padre o madre que empuje un coche, un adolescente con muletas debido a una lesión deportiva o cualquiera que cargue bolsas pesadas de compras. Construir un hogar personalizado no es algo que pueda costear la mayoría de la gente. Y es poco realista esperar que se puedan construir viviendas con suficiente rapidez para satisfacer las necesidades crecientes de una población que cambia muy rápido.

Según el Arq. Víctor Díaz Paunetto, principal de Díaz Paunetto Arquitectos, quien actualmente realiza varios proyectos con el fin de adaptar viviendas existentes a las necesidades de personas con impedimentos, “cuando personas de edad avanzada viven en sus hogares, con o sin familiares, es posible que su movilidad se vea afectada con el pasar de los años y puedan requerir del uso de una silla de ruedas en su vida cotidiana. Uno de los principales arreglos que se puede hacer es modificar, según sea necesario, la entrada al hogar para permitir el acceso sin escalones que excedan media pugada” en altura por medio del uso de aceras con pendiente no mayor de 1:20, o a través de rampas con pendientes igual o menor de 1:12. Esto no solo ayuda al adulto mayor, sino también a las madres con carritos para bebés y a otros miembros de la familia que tienen que cargar paquetes pesados”.

“Asegurarse que la terminación del piso del hogar no sea resbaladiza es otro aspecto importante que se debe considerar para evitar caídas. Igualmente, se recomienda que las puertas que den acceso a espacios utilizados por las personas de edad avanzada sean de 36”, con área libre de paso no menor de 32” cuando este abierta la puerta. Esto permite el libre acceso de una silla de ruedas”, señaló Díaz Paunetto, quien aseguró que además es de suma importancia que “los pasillos del hogar cuenten con ancho no menor de 36”, con los espacios de entrada a las habitaciones con ancho de 42” a 48””.

Al hablar de áreas como la cocina, según el arquitecto, se recomienda reducir la altura de la estufa y áreas de preparación de comidas (“counters”) a 34”, esto permite una mayor movilidad y acceso al adulto mayor a la hora de preparar sus alimentos, inclusive desde una silla de ruedas.

EN EL 2019, EL NÚMERO DE PERSONAS DE 60 AÑOS O MÁS EN PUERTO RICO AUMENTÓ A 888,786, EN COMPARACIÓN CON EL 2010 QUE ALCANZABA LA CANTIDAD DE 760,075 PERSONAS.

EN EL 2019, EL NÚMERO DE PERSONAS DE 60 AÑOS O MÁS EN PUERTO RICO AUMENTÓ A 888,786, EN COMPARACIÓN CON EL 2010 QUE ALCANZABA LA CANTIDAD DE 760,075 PERSONAS.

“Otro cambio importante a la hora de hacer que un hogar sea más adecuado a las necesidades de dicha población, es reducir la altura del gabinete del fregadero a 34” y hacerlo removible para permitir su remplazo por uno de igual altura, pero de acercamiento frontal con el despejo necesario para rodillas y pies en cumplimiento con la ley ADA (Americans with Disabilities Act creada en el 1990 para proteger los derechos de las personas con impedimentos), cuando requiera la persona el uso de una silla de ruedas para su movilidad”, dijo el arquitecto al mencionar los requisitos y reglamentaciones federales

Según Díaz Paunetto, otros factores que pudieran considerarse para la adaptación de hogares a nuestra nueva realidad demográfica son:

• Proveer barras de apoyo laterales y posteriores en el área del inodoro.

• Remplazar la bañera por ducha sin escalón mayor de ½” con barras de apoyo frontales y laterales, así como proveer una silla dentro de la ducha.

• Cuando la ducha que existe sea de 36” x 36”, se recomienda colocar barras de apoyo frontales y laterales con asiento para permitir que la persona, con o sin asistencia, pueda transferirse desde una silla de ruedas.

• Cada espacio de la casa a ser utilizado por la persona con limitaciones de movilidad debe tener un espacio libre de 60” de diámetro en la medida que sea posible, y no permitir que el mobiliario interfiera con este espacio libre.

Para obtener una guía más completa, la organización AARP creó una publicación libre de costo llamada “Home Fit” como parte de la iniciativa de Comunidades Habitables de AARP, la cual apoya el trabajo de líderes y residentes locales en todo el país para lograr que su comunidad sea más habitable y acogedora para los adultos mayores. La misma está disponible es su página web www.aarp.org