Kutsua | La huella
Ser parte de un gran equipo humano Cáritas Diocesana de Bilbao nos motivaba a iniciar el curso pasado con este lema: “soy porque somos”. Me identifico con ese lema porque nuestra sensibilidad y nuestras opciones van cuajando ayudados por quienes hacen camino junto a nosotros. En este sentido, mis doce años como delegado episcopal para Cáritas me han permitido ser parte de un sujeto comunitario: el gran equipo humano que hace posible la actividad caritativa de la Iglesia en Bizkaia. Las personas con las que he coincido por los caminos de Cáritas han orientado mi mirada y han cambiado mi sensibilidad: para mí, antes, la pobreza era un tema para el debate y la concienciación; ahora, son personas concretas, aunque estén pasando por situaciones de necesidad, siguen siendo hijas de Dios y hermanas nuestras. Encuentros y acercamientos que agradezco a DiosPadre porque me han hecho más consciente de que soy hijo entre hijas e hijos. He descubierto cómo el hacer de Cáritas está trenzado con las apuestas pastorales de la Iglesia de la que es parte: Tras la Asamblea Diocesana (1983-1987) se propuso una “Cáritas de Nuevo Rostro” con mayor presencia del voluntariado. El mensaje era: “En Cáritas puede verse cómo la Iglesia sabe amar”. En la primera década del nuevo siglo se puso en marcha la Remo-
delación Pastoral y, con esa clave, Cáritas organizó los Equipos Vicariales de Acompañamiento consiguiendo mayor presencia y cercanía en las siete vicarías. Los frutos están a la vista: en todas las Unidades Pastorales hay animación comunitaria por parte de Cáritas. Lo más estructurado en muchos territorios y una referencia para organizar otras Mesas de acción pastoral. Comencé mi encomienda en Cáritas el 2006 y dos años después comenzó la crisis económica y moral, de la que mucha gente
está padeciendo todavía sus secuelas. En estas circunstancias, me ha supuesto una satisfacción ver cómo Cáritas ha buscado respuestas para quienes han sufrido sus peores consecuencias sin caer en el asistencialismo: - De una parte, el voluntariado ha sabido mantener las apuestas plasmadas en el Modelo de Acción Social: sabe que trata con personas (hemos de respetar delicadamente la dignidad de cada una de ellas) y trabaja intentando que, quienes reciban la ayuda de Cáritas, vayan bastándose a sí mismos. Por esa
Caritasen bidelagun izan ditudanek nire begirada bideratu dute eta nire sentsibilitatea aldatu: niretzat, lehen, pobretasuna eztabaida eta kontzientziaziorako gaia zen orain, pertsona zehatzak dira, beharrizanean izanda ere, Jainkoaren seme eta alaba eta gure anai eta arreba diren gizon eta emakumeak. 2018ko negua • Bihotzez